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DATOS, PRUEBAS

E IDEAS
por que los científicos sociales deberían tomárselos
mks en serio y aprender de sus errores

howard becker

>#a siglo
awes
reintiuno
grupo editm'al
siglo veintiuno

Agradecimientos

PARTE 1
De qu6 se w t a todo: datos, pruebas e idea4

La investigacih y sus problemas 19


Un problema de investigación 19
Becker, Howard
Datos, p r u e b e id= / / Howard Berker.- ti *d.- Ciudad Datos, pruebac e ideas '3
Autiinoma de Buenos Airea: Siglo Vciiitiuno Edil~msArgentina, Otro problema, aua idea, una posible solución 28
no 1s.
~ 8 p.;
8 I 6x23 cm.. (Swiulogia y política) Fuentes conocidas de error y desviación organizacional gr
?Quién recopila los datos? 35
Traducci6n dc Horacio Pons // ISEN 97%~~874x&,i-g

i . Metodos de invcitigación.E. Técnica de la inwsugación.


1. Modelos de indagacibn: Jgo de contexto bistbrico 41
3.Ciencia m i a l e s . 1. Horario Puna. trad. Modelos de conocimiento 46
CDD 3on.72 h recomendaciones de Lieberson 56
A contin uaci6n.. . 60
Titulo original: Ev:riidmm

O 2017, The Uniwrsity of Chicago o. Ideas, opiniones y pruebas 63


0 P O I 8. Siglo Veintiuno Editures Argentina S A Como resolvemos lair cuestiones 63
Una nota sobre la teminologia 68
Edición en cutellano bajo licencia de la University of Iaicago Prem,
Chicas. lIlinois, Estadqn Uiiidos y publlrada por acuerdo con El debate cua1itativ~uantitativo:una época
Internatiunal Editora, Barcelona, Eipaiia más ecuménica 73
Ilustración de cubierta: Guído Ferro El debate: Blurner, Stou!Xer y The A h a n SoldiGr 77
Diseño de cubierta: Feter Tjcbbes A menos, desde luego, que eso no sucediera,
como no sucedió en 1948 82
13
ISBN gj+&gH78~gRg

Impreso cn -gel M&o -


DMsnin Libm // L*iFdpitc i 695, g. Cómo lo hacen lw n a t d t a s 87
Buenw Aii~s.en el m c i de septiembre de gol8 El modelo de las ciencias naturales 87
Hecho el depfkiui que marta la Iq I 1.799 El traslado del mídelo de las ciencias naturales
I m p m en Argentina // Made in Argentina a las ciencias sociales 9s
PARTE 11 7. Los investigadores enjefe y sus asiuientes
¿Quiénes recolectan los datos y cbmo 1 0 hacen? La recolección de nuestros propios datos:
una diversidad de posibilidades
Semen&, protagonistas y trampas de la w p i l a d ó n Los investigadores principales y la investigación
de datos de campo
Tipos de recolectores de datos Datos numéricos en los estudios de campo:
algunos ejemplos
4. Censos
La realización de un censo 8. Inexactitudes en la investigación d t a t i v a
Censos nacionales Un enfoque buffoniano
Hacer una enunieración completa Inexactitudes en cl trabajo cualitativo
G m o contar lo 'incontable": las personas t?.neralizaciones 'ambiciosas"
'sin residencia cierzaw
Información incorrecta Reflexiones f d e s
<Cuándoson exactos los datm censales? No corneta dos veces el mismo error
¿Yson exactos con respecto a qué? Convertir los *problemas técnicos"
Algunos otros problemas que tuvimos durante en cuestiones investigablea
largo tiempo. y algunos que pronto tendremos
La tarea censal como modelo Referencias bibliogr4flcas
Aprender de los errores

5. Datos recolectados por funcionarios púbiicos


para documentar su trabajo
Las estadísticas oficiaies y las personas que I i u acopian
Causas de muerte: los informes de los médicos legistas
indices deIictivos y definicionesjudiciales
Arrestas y delito: esfadisticas policiales
El uso sociológico de los datos de investigación
El uso de Ia actas escolares
Cuando hay que conformarse con datos mínimos
Y entonces...

6. Trabajadores temporariosy recolectores no científicos


de datos
Un acontecimiento instructivo
Recolectores voluntarias de datos: personas
que informan sobre si mismas
Datos de trabajadores temporarios
Instrumentos de recolección de datos
Objetos físicos y archivos como testigos
Agradecimientos

l1 Desde que, muyjoven, en 1946, ingresé ai campo de la social*


gía, trabajé en este libro, aunque sólo en fecha reciente comprendí que
habia estado en eso. Para decirlo con seriedad, desde entonces todo lo
que leí y t d a s las personas a quienes conocí docentes, estudiantes, c*
legas y amigos- contribuyeron a la creación del libro que el lector tiene
en sus manos.
AIgunz personas hicieron un aporte en las últimas etapas de mi traba-
jo al leer versiones anteriores del manuscrito y comentarlas; debo men-
cionar en especial a Charles Camic, Tom Cook, Frank Furstenlxrg,John
Walton, Charles Ragin e Iddo Tavory. Mi correspondencia con Richard
Howe, que se ocupaba de probiemas similares, fue m& que Útil. Como
1 de costumbre, Rob Faulkner fue una maravillosa fuente de citas y pensa-
mientos estimulantes. Mi agradecimiento a todos ellos,aunque no siem-
pre segtii sus sugerencias. Su ayuda me rewItó sustancial.
Doug Mitchelf, mi editor en la University of Chicago Press, incansable
en su uabajo y en su apoyo, mt ayudó a sobrellevar la chifladura de ser
un autor durante al menos treinta años. ?Qué habría hecho yo sin eso, o
sin los denodados esfuerzos de Kyle M1agner?
Nadie sabe mejor que yo que el libro nunca habría sido lo que ha lle-
gado a ser sin los integrantes de esa editorial que se encargan de todas las
tarea de producción, los editores y diseñadores de quienes los autores
dependen para que los libros luzcan bien. En este caso quiero agradecer
en particular a Lois Crum, la correctora que hizo más &ira y elegante la
redacción. No siempre hice lo sugerido por ella, pero el libro es mejor
debido a sus sugerencias, que acepté en su mayor parte. Quiero también
agradecer a Isaac Tobin por su diseño del libro, al que los lectores desea-
rán entrar simplemente por su agradaliie apariencia.
Dianne Flagaman padeció mis estallidos de nial humor y desespem-
ción y se aseguró de que el libro fuera una realidad, leyendo lo que para
mi eran interminables revisiones sin quejarse, cansarse ni perder su buen
ánimo y su optimismo. Nunca podría haberlo logrado sin ti. Gracias.
PARTE I
De qué se trata todo:
datos, pruebas e ideas
q
La investigación y sus problemas
- , .

I I - ,

? b u , ' .
' - .' UN PROBLEMA DE M V E S T I G A C J ~ N
. . ! : ' , , ,

t . EL ESTUDIO DE LA WSICIÓN DE CLASE DE LOS NINOS


41 m .
A comienzos de la década de 1960. los ~ c i ó l o g oPaul
s Wallin y
Leslie C. Waido, de Stanford,se propusieron conwer la manera en que
la clase social afectaba el desempeño escolar de los niños (una cuestión
que todavía preocupa a los cienrificoa sociales). Con ese fin presentaron
un cuestionario a 2002 chicos y chicas de octava grado.' Para estimar la
clase social,pidieron a los niños que respondieran a una pregunta del
índice de posición social de August Hollingshead. por enronces bien cm
nocido y de uso habitual (la versión de EIollinghead determinaba la pm
sición de clase de la familia sobre la base de las respuestas a esa pregunta
y otra similar referida a la educación) :

[Describe] a tu verdadero padre, si vives con él. Si no v i v a con


tu verdadero padre responde 1.. .] sobre el hombre con quien
vives y que supuestamente ocupa su lugar. Puede ser un padras-
tro,un padre sustituto, un tio o alguna otra persona.
¿bmayor parte del tiempo trabaja por cuenta propia o p a n
otros?
............mbaja por cuenta propia o tiene su propio negocio.
............. mbaja para otros.
............ no sé qué hace.
¿Cuales el trabajo o empleo al que dedica más tiempo?
Él ............ (Wallin y Waldo. 1964: 291).

1 Esto es, hacia et final del primer ciclo de educación secundaria. [N. de E.]
PO DATOS, PRUEBAS E [DEAS

Los dos soci6logm ~oiriplcincnta-rn las respuestas,a veces incompletas, en un científico mcial estimulado por las respuestas a ese ítem de un
con dos fuentesadicionales de información: las acm escolares y Iw regis cuestionario. *Segin Bossard,
--.
tros ll&doa por l;xfermeras ewolai<s.
Wallin y Waldo no describen el contenido de su iiivestigacidn ni los gran parte dsl .wntido que la familia da a los valores econ6mi-
usos que pretenden dar a esos datos. Tampoco e~arninanlos problemas cos, y a la formación del niño en ellos, se indica en las siguientes
de significado que por mi parte plantearé a la brevedad. Pero probable- frases que aparecen en forma reiterada en la casuistica sobre
mente estimaban que la ocupacibn del padre sería una clave sustancial : la que se basa este acu'culo. "Cuidate con la manteca, está a
(si no una medida definitiva) de la clase social, una combinación de las cincuenta centavos la libra." 'Los huevos están ahora a sesenta
realidades econ6micas y sociales del modo de vida de los progenitores ; centavos la docena." 'Hay que cambiar las suelas de loa zapatos
y de la vida que sus hijos podrían tener. Creían que un solo hecho, la de Bill." ?Que? (Otm vez? Si bacc apenar tres srmanas pagué
informaci8.n sobre el trabajo al: que se dedicaba el padre, les proporcio - dos dólares por las suelas." "Creoque deberia avergonzarte des-
naría lana via indirecta de estimar los ingresos y la riqueza de la familia perdiciar pan cuando miles de niños chinos se mueren de ham-
y, de este modo, contarían con una apreciación inexacta -id vez no ex- bre.' *Mamá, Mary ensucio su vestido nuevo.' 'Bueriri, iiiáa le
plícitamente formuIada pero, aun así, no carente de significad- de las + . vale cuidarlo. No podemos comprar otro hasta después de Ní-
esprkozas dc los padres en relación con la educación de sita hijoa.Y.más viciad."lo que constituye un vacío tan grande en la formación
allá de ese factor, del modo de vida y (<porqué no?) la cultura familiar del niño criado en una institución es la aimiiación de valores
que depositanan a los hijos en el mundo adulto con lo que hoy en día de este tipo, tan constante en la vida familiar normal {Bmsard,
llamamos "capitai cultural y ecv~ihinicu~, que dcbía abrirles algunas p m 1943: N O ) .
sibilidades a la vez qiie les cerraba otras, y todo eso relacionado con el
nivel alcanzado por el padre en la escala de Hollingshead.
El hecho de conocer la posición social de la familia suge1-iriac u i ¿LOS DATOS DI?WALLIU Y W A i J l í l
con seguridad una imagen más especifica que los lectores podrian usar RESPALDAN CONCLUSIONES DE =E TIPO?
para dar cuerpo a las implicaciones de la posición de clase. L o s inves- A decir verdad. no. Antes bien, su artículo se centraba en un problema
tigadores suelen invocar ese tipo de iniigenes cuando se refieren a las sencillo, surgido antes de quc ellos siquiera empezasen a hacer e x t r a p
"implicaciones teóricas" de 10s resultados de un proyecto. El primer laciones como esa: la pibilidad de que,debido a una indeterminación
volutnen de Y m R n Ciiy S & (1941-1959), de W. Uoyd Warner q u e que habían descubierto, los datos recopilados-con_tanto cuidado-. entre
-..
en la época de la investigación de- Wallin y Waldo era un célebre es- los niños no resultasen útiles como prueba~adecuadas para ninguna con-
- -- .
X n n & b % n a d i L s a~toreidescribía~de
--- - .-
esta forma su problema:
tudio realizado a lo largo de varios aios. en un estilo antropológico,
sobre una pequeña comunidad de Nueva Inglaterra- incluía una serie --.
de extensos y detallados retratos compuestos (consuuidm con demiles En el presente estudio las ctasificaciones se caiificaron de in-
tomados de materiales acerca de muchas familias más o menos sirnila- determinadas si había algún interrogante o incertidumbre a
res) por la vida familiar difercrites hivelcs de clase, desde la "baja su respecto, debido a limitaciones de 10s datos o de la escala
baja" a la 'alta alta". Y los estudios de James Bossard sobre las charlas ocupacional. Se asignaron clasificaciones a 2002 niños y niñas,
familiares de sobremesa (1943, 1944), basados sobre versiones textua- el 17% de Ias cuales se considei-aron indeterminadas.A otros
les de 10 que los investigadores habían oído en las coiivtrsacioncs de 11 1 participantes no pudo adjudicámeles clasificación alguna
familias reales a la hora de comer, daban ejemplos de los mecanismos a causa de una falta completa de información de nuestns tres
N ac civos en la vida diaria que podían llegar a crear un vínculo o b s e ~ b l e fuentes o debido a una información insuficiente que habria
3 entre el trabajo del padre y el tipo de oportunidades y de vida que se liecho de la clasificación una mera aupsición [en síntesis, no
abrían para Ics hijos. Toda esto era la que la idea (cabria decir, como pudo clasificarse a más del 22% de los encuestados] (Wallin y
suele hacer mucha gente, "el concepto") de "clase social"podía evocar Waldo, 1964: 29 1-292).
<En qué sentido las respuestas eran 'indeterminadas" en un 17% de DATOS, f RUERAS E I D U S
Irie niños? Una cantidad más o menos considerable de ellos había dado
contestaciones n p como '[mi padre] trabaja en Ford", 'la compaiiía
telefónica" o *esd en la Marina", o no especificas, como "vende"o 'es 4m e s llamadas 'teorías"
-
-
.
-
A .-
--
im cientlficossociales combinan t r a componentes (datos, pruebas- e--ideas
o 'concsptoalr) para Miniricepe y convencer
contratista". Ante respuestas como e a , los investigadores se veían im- mCoIegas, e inclusa, .-. tal vez, a gna -audiencia
- - .
m k amplia, de quehanw-
_rr_

posibilitados de decir a cuái de las siete clases de la escala de Hollings- .-contrado-áIg6


-.. cosas-.. -.
verdadero, alga -m&
,,------
.-T.
que unasicidencianun.arr;ien te.
obsenadas por los cientiricos sociales (sea cual fuere su for-
head correspondía el tnbRjo así descnpto. Tampoco podían clasificar
respuestas vagas como 'ministro", que podían referirse al graduado de ma de o b x m l a s ) y luego asentadas por elim de manera más perma-
un seminario universitario que ahora predicah en una congregación nente por escrito, en imágenes viswles o en grabaciones de audio -1
episcopaliana de un suburbio acomodado, pero ipalmente aludir al material con que -bajan-, consisten en ~ b j e t o s ~ i cobsembles:
os mar-
pastor autodidacta y autodesignado de una iglesia instalada en un l e cas prducidas por máquinas, como el trazo que el electrocardiógrafo
cal comercial de un barrio bajo. T a m p o podían clasificar a los padres utiliza para registrar la actividad eiéclrica de 104 latidos de un c o k ó n ;
cuyos trabajos sus hijos dmnbian con términos específicosque los in- marcas pdticidas por las penonas que tildan un casillero en un cues
vestigadores no lograhan encontrar en cornpendim normalizados de las tionario o escribn algo que un sociólogo o un historiador puede llegar a
categoria ocupacionales, como *vicepresidente social",uespecialistaen cnconuar y usar; marcm que hacen los cienrificmswiales cuando ponen
cargamentos",'quemador en una fundici6nw,'ingeniero naval", 'agente por escrito lo que han visto u oído;marcas producidas por personas que

presentaban i
de seguros" y 'agente de relaciones labarales" io2ue_esas @abras
era conjeturable, perono se p d i c0nvenccr.a
- un
_
---.. re-
escépti-
dejan asentado su comprtamiento como parte del trabajo que hacen
(así sucede con los oficiales de policía que registran los nombres de los
e- -
co deque p e ~ i &. nuna &dici& sólida de nada. individuos a quienes han arrestado y el deliro del que se los acusa), y
-.,,.- -,
.< - - *

En pdabm, hasta un 17% de SUS datos no consiguieron dar marcas producidas por empleados o voluntarios que coIaboran con los
una estimación lo bastante clasificable de aquello que afirmaban esti- científicossociales para registrar lo que 1- personas a quien= estoj están
mar para posibiliiar la clasificación, Además, otros 11 1 participantes (el interesadm en conocer lea dicen o hacen en su presencia. Estas huellas
5,5%) habían oniitido por completo la contestación de la pregunta. En re_%istradajfuncionan como Mla materia prima - que
_ con - investiga-
- los
total, los investigadores no pudieron clasificar a casi una cuarta parte de - dores hacen ciencia. L A ) ~datos de Wallin y Wddo consistian en lo que los
estudiantes habían escrito en el cuestionario en respuesta a las pregunm
los participantes, a quienes debieron excluir entonces de los cuadraa con
que pretendían respaldar las conclusiones que buscaban derivar del m que este les planteaba.
tudio. Esa proporción de la población encuestada era lo bastante grande
para que los errores de ciasif~aciónmodificamn de manera sustancial el
sentido de cualquier asociación estadística que figurase en los cuadros
que sinterizaban los datos. Esto sugiere que, sin alguna corroboración como d s l q i o n.___ -
e s válida acerca de lo sucedidocuando alguien recopi-
independiente, n o se puede confmr en los datos suministrados por la 16 los datos originales. Basamos una declaración acerca de la edad de un
-

gente acerca de su propio comportamiento. individuo sobre la prueba suministrada p r la respuesta registrada 2 una
El problema de Wailin y Waldo no fue sólo su mala suerte; desde lue- pregunta que alguien le hace, por escrito o en persona, o en la informa-
go, tampoco fue una incompetencia de su parte. El incidente tiene un ción que alguien copia del acta oficial de nacimiento conservada en un
interés m& amplio y una aplicación más grande. depósito local específico. Por lo comiin, todos estos t i p de datm aresti-
guan la confiabilidady la verdad de la respuesta con la certeza suficiente
-

para que la gente acepte el argumento que en respaldo le proponemos.


'Sí, efectimente ella tiene 22 años*: su acta de nacimiento lo prueba
tanto como cualquier persona razonable esperaría Y esto hace de ella
una prueba, un dato en respaldo de una dedaraci6n que va más allá de
Z 4 DATOS. PRUEBAS E i D U S

lo que podemos ver en el papel, hasia convertirlo en una realidad un h e cito por extenso porque es el enfoque fundamental que he seguido en
--,-A
cho mptado. E1 papel funciona como la prueba observable de Ia edad en
--,
este libro:
cuanto hecho. En la expresión "hecho a c a 0 7 a palabra 'aceptado" . ,
nos recuerda que la prueba tiene que convencer a alguien de su validez,
7 --y
' # En términos estrictos, todokuestro conocimiento al margen de
----M--

su peso,para serjustamente eso, una prueba. la matemática y la lógica demosurith (que es de hecho una
L o s datosconvertidown-pruebasrespaldan una declaración acerca de rama de la matemática) está compuesto por conjeturas.
-,. ,- De*
un rjemplo específico de alguna idea genmal que queremos que otras de Iiiego, hay conjeturas y cot~jeturas.~ i ~ u n son
-
a s sumamente
personas (integrantes de nuestra propia tribu cientirica, personas per- respctablei y confiablps, como las expresadas en ciertas leyes
tenecientes a otros campos, políticos, el público en general) crean o al genedes de la ciencia fisica. Hay o- que no son confiables
menos acepten por ahora. Para los cieniificos, habituaimente la idea per- ni respetables,y no pocas de ellas nos enojan cuando la% leemos
tenece a un sistema más general de ideas o conceptos que llamamos "te* -
en un diario. Y en el medio hay conjeturas, corazon3d-,y s u p
ría". El respaldo que los dacm dan a una idea la convierte en una prneba. siciones de todo tipo.

-
Los datos, !as pruebas y- l a s ~ i d ~ un~ circulo
C _ _

dencias. Los datos nos i n t e ~ s a nporque nos - ayudan


~ a de
a
- - . ..,-
- n interdepen-
formular --un argu-
: ~ n b ' n Ü ~ s ~ T o n o c i m i e matemático
nto mediante el m
m m b t o dPmostrativo, pero respaldamos nuestras conjeturas
mento
-+--
sobre algo del mundo p a t a l a d s e r i a ~ e l ~-~ w t p
Al ssuponer
. mediante el rmmumimto pluusible. Una prueba matemática es
que otros tal vez no acepten nuestro argumento, recopilamos ... +
informa- ,
razonamiento demostrativo, pero Ia evidencia inductiva del fisi-
ción que, según Espemmos, los convenceG de que nadie pod& haber co, la evidencia circunstancial del abogado, la evidencia docu-
registrado la realidad de esa forma si dicho argumento no fuera come- mental del F r i a d o r y la evidencia estadística del economista
to. Y la idea q u e queremos propotier nos lleva a la biisqueda de tipos de
datos, c o y que-podemos observar y-pgip-r, que hagan por nosotros
-
perteneced al razonamiento
<_.. *---
plaGbla
La diferenfia entre Tos dos tipo* de razonamiento es p n d e y
-. .-
,,

aquel trabajo de convencimiento de los otros. La utilidad de cada uno múltiple. El razonarnient~d<m~~~t&vo es seguro, está más allá
de los tres componentes depende de su modo de conexión con los otros de las controversiasy es definitivo. El ramnamiento&usible es
dos. Nadie aceptat-ii nuestra idea si los datos que ofrecemos como prueba m
azaroso. controveflid.~,g pmisoria. El razonamiento demosva-
__I
no fuerzan a creerla, y si nuestro argumento sobre lo que muestran los tiva impregna las ciencia tal como lo hace la matemática, ~ r o
datos, sobre lo que prueban, no convence a la gente de que respalda esa en si mismo (tal como la matemática en si misma) es incapaz
idea tal como decirnos que lo hace. de producir un conwimiento esencialmente nuevo sobre el
(Cómo se aplica esto a Waljin y Waldo? Ellos querían proponer sus da- mundo q u e nos rodea. Todo lo nueva que aprendemos sobre el
tos -las respuesras escritas por los estudiantes en los cuestionarios- como mundo está relacionado con el razonamiento plausible, que es
prueba del trabajo que los padres efectimente hacían; presentar el testi- el único tipo de razonamiento que nos importa en los asuntos
monio de los estudian~macerca del empleo de aus padres como una rea- cotidianos. El razonarnien10demostrativo liene normas rígidas,
lidad con la que podíamos contar como respaldo de las ideas que los p r p codificadas y elucidadas por la l6gica (formal o demostrativa),
pios autores tenían de la realidad compleja y más amplia a la que alude la que es la teoría de este razonamiento. Las normas del razona-
--
expresión 'clase social": ideas que qwrían ver aceptadas por sus lectores. miento plausible son flexibles, y no hay teoria alguna de este
que pueda cornparane con la lógica demostrativa en claridad,
ni que imponga un consenso semejante (Pólya, 1954: v).
iA PLAUSIBILIDAD COMO U N A META ADECUADA

-
DE LA CIENCIA EMP~RICA,S E G ~ NP ~ L Y A
Cuando hablo de datos que respaldan una idea, tengo en mente la ver-
__-._
sión de este argumento que eriEatemáuco-e P ó l p (1954) recordó
a los cientificw empíricos en su análisis del razonamiento plausible. La
El resto de este libro, todo lo que sigue,consiste en suposiciones que me
parecen plausibles, y pero que también al lector, sobre la base de pme-
bas que proporciono expectativa es que los informes de las ciencias
sociales consistan en declaraciones respaldadas por argumentos mzona-
LA INVESTICACI~N Y SUS PROBLEMAS 27

bles y datos que sugieran conclusionei plausibles y creíbles. Pero, como establecer la clasificación mupacional de Ias familias que o m s
científico en actividad, mi expectatiw también es que la mayor parte de estudios sobre niños en edad escolar, que se habian limitado
lo que creemosverdadero resulte algún día no serlo tanto y quede sujeto .' a los datos obtenidos de los participantes en la encuesta. En la
a variaciones de todo tipo que nuestras formulaciones y datos actuales - medida en que este supuesto se justifique, puede presumine
no pueden explicar. Espero que estos expliquen parie del: acertijo, pero . que en esos estudios la incidencia de clasificaciones indetermi-
dejen mucho trabajo todavía por hacer. nadas fue sustancialmente mayor que en el nuestro.
Las clarificáciones indeterminadas son errores de medición
que deberían sehalarse como factores limitativa de los descu-
- Wallin y Waldo advirtieron que sus
UN REGRESO A WALLIN Y W A L W
datos no podían dar un respaldo plau-
brimientos de cuaiquier investigación. Por lo demás, el conoci-
miento que tenga un investigador de la cantidad y la magnitud
sible a nada de lo que habían esperado decir sobre la clase social,las c u l b de sus clasificaciones indeterminadas tal vez le indique la con-
m de clase, la educación y diversas facetas de la socialización iníand. las veniencia de usar una clasificación de las ocupaciones menos
pruebas que habían previsto presentar eran irremediablemente defectum U elabrada que la prevista en un comienzo (Wallin y Waldo,
sas debido al hecho indiscutible de que el 22% de los niños no les habia 1964: 292).
dado la información que necesitaban para respaldar RUS argumentas. En
efecto, cuando uno no sabe cómo clasificar a casi la cuarta parte de las per- Hay que escarbar para saber qué querían decir realmente esos reparos
sonas que han suministrado los daty ni en qué p p o incluirla, no puede suyos, expresados con tanta circunspección; pero d parecerjamás algún
confiar en ninguna diferencia en las demás-cosas que, conforme sugieren otro investigador, al margen de otro equipo de Stanford, habia experi-
sus ideas, están relacionadas con la clase mial. ¿Ysi los 'minisuos" que mentado o señalado un problema de ese tipo. Con prudencia. Wailin y
uno ha terminado por tratar como pastores 'redmente" cedLcada.de Waldo omitían enunciar la conclusión evidente. Yo la enunciaré. 0-
iglesias con una d i d a grey de clase media no tienen, en realidad, otro .personas habían tenido un problema como el suyo (€cómo podría esto

i
derecho a serlo que su propia convicción de haber sido convocadm a esa
línea de trabajo, lo que uno @ría haber constatado si hubiera visitado
sus iemplos y hablado con ellos?<Qué pasa si el padre de quien su hijo dijo
que mbajaba "en la compañia telefónica" y a quien uno clasificó como
--
no ser cierto?), pero de un modo u . 0 ~lo
nocer el problema mismo o bien
T- - --
-,
9 habían resuelto sin dar a c*
--
la solución. Cuando se toma en cuenta
la frecuencia con que los investigadores han usado (y todavía usan) esas

ejecutivo es en realidad un ordenanza encargado de la limpieza nocturna


-
escalas para estimar la clase social, es preciso reconocer que los estudios
sobre ese tema basados sobre datos tales deben de contener numerosos
de las oficinas de los ejecutivos, o un técnico capacitado que se pasa el día errores no informados ni medidos. Pero el uso de esos instrumentos su-
trepado a los p t e s de teléfonos para reparar líneas dañadas? ¿Y qué si se --' 7
pone quam investigadores lograron medir las variables rele~nteapara
da una situación inversa? Wallin y Wddo se dieron cuenta de que no t e todos los casos. Esta podría ser una explicación de las persistentes an*
nian p m e h plausibles de los refinados argumentos que habían esperado mdías y contradicciones informadas en esas áreas de investigación.
desplegar sobre la clase, la cultura, etc. El problema de Wallin y Waldo, y sus muchos análogos, d o n en todas-
Por eso se sentían inquietos. Pero nos dieron aún más razones para partes, en una u otra forma. Problemas como esos surgen en todas 1a.s
prewupamos, porque e n toda la bibliogdia sociológica encontraron ~ r i e d a d e sde investigación t n ciencias sociales, sean cuales fueren los
apenas un articulo en el cual uno de los muchos investigadores que ha- tipos de métodos utilizados para recolectar datos de todo tipo. Debería-
bían estudiado problema similares con métodos similares mencionaba mos verlos como los problemas normales de nuestro mbajo y ampliar
aiguna de esas dlficdtades: nuestra comprensión de lo que hacemos. a fin de que, para nosotros, la
"ciencia normal" implique de manera rutinaria prestar atención a tales
Nuestm investigación tenia tres fuentes potenciales de las cuales
llegarían a obtenerse los datos ocupacionales necesarios. Por lo
--
dificultades con la mira puesta en liberamos de ellas como aguafiestas
- - -n- .u. .-e..a- .a.t o j e r o tam bien.= n términos más ~ositivoe,deberíamos
dc b
tanto. es muy probable que tuviermos una base más firme p a n - L.,--
contemplarposibilidad de utilizarlas como una manera de abrir nue-
----
LA I N V E S T I G A C ~ ~ N
Y SUS PROBLEMAS Pg

vas áreasde_investigación. Como dijo hace años el distinguido investi- participaban en todo: de la ópera al rock y el jazz, las exposicione en
gador por encuestas H o w d Schuman (1982: 231, "los problemas que museos de arte y los libros de cómics, el teatro culto y liu telenovelas.
aparecen en las encuestas representan una oportunidad de comprender, Peterson basó sus ideas en encuestas periódicas realizad= por el Nau*
una vez que los tomamos en serio como hechos de la vida". Una insinua- nal Fmdowrnent for the Arts [FondoNacional de las Artes], en las cuales
ción de que, a su entender, nuestros colegas de las ciencias sociales no muestreos nacionales de adultos respondían a. precisamente, preguntas
tomaban esos problemx con la debida seriedad. de ese tipo. En todas e s m discusiones, los corpus de datos que consis-
tían en respuestas a esas preguntas proporcionaron pniebas importantes
para una ~ r i e d a dde teorías sobre la posición de clase y su manera de
afectarlo todo, desde la compra de entradas hasta los gustos y hábitm
OTRO PROBLEMA, 0- IDEA, UNA POSIBLE S O L U C I ~ H arraigados irnpliciito~en Ia idea de habittu de P i e m Bourdieu.
¿Pueden datos así recolectadm suministrar las pruebas d i d a s que esas
Supongamosque los datos de nuestra investigación no muestran la inde- ieorias necesitan para validarrie? {La números proporcionados por la gen-
terminación que dio tantos problemas a Wallin y Waldo. Hacemos una te representan io que efectivamente hicieron, las e n d a s que compra-
pregunta y todo e1 mundo nos da respuestas precisas y de fácil interpreta- ron, los Iugarm que visitaron, el dinero que gastaron? (Qué habna que
ción. Tal vez les hemos pedido que escogieran entre alternatiw específi- hacer para p d e r responder con exactitud a esas preguntas? iLlevar un
cas y bien definidas, como cuando alguien nos pregunta la edad y nos da cuidadwo registro, quizá dlo mental, pero siempre a dispición para res-
a elegir d e una lisia de rangos etarios: 1825,2645, y asi sucesivamente, ponder al ocasional encuestador, acerca de la participación en codos esos
hasta 80 o más. No hay confusión acerca del significado de la respuesta
___C--

ni problema alguno en cuanto a la categoría en la que corresponde cla-


----
hechos? ?Hicieron eso los participanta en estas encuestas? La gente d
vez recuerde cuántas veces asiste a la ópera, por la sencilla razón de que las
-----.cc-c--L-C---
sificar a los encuestados. Mucha de la información recolectada por los entradas son caras y no va demasiado a menudo. Pero ¿sabecon exactitud
cientacos sociales parece ser de esa índole. con cuánta frecuencia hace t d a s esas cosas diferentes?¿Como podríamos
*.-----.- --t--.i-i*-.rrY"CL.--

Por ejemplo, los cuestionariossuelen preguntar con cuánta frecuencia averiguaao, para verificar sus respuestas como pmeba de las diferencias de
el encuestado hace algo -visitar a parientes, cometer actos ilegales, casi clase en los gustos culturales. que los analiitas usan pan sus mediciones?
t d o lo que podría despertar el interés de un investigador- y requieren <Puedenesos números informados por los propios encuestados,pero sin
que la respuesta se exprese en un número entero. Algunas conocida documentación que los respalde, cargar plausiblemente con el peso que
encuestas de participación piiblica en las artes se basaban en las respues- aquellas teorías les imponen?
tas a preguntas como '@ántas veces asistió a una función de ópera en Quizá pdríamos pedir a nuestros encuestados que llevaran un dia-
el último año?"y a otras similares, relacionadas con la asistencia a fun- rio de todas sus actividades culturales, De ese modo, alguna grandes
ciones de teatro, la visita a museos de arte, la concurrencia a un recital empresas de investigación de audiencias, como Nielsen, han seguido de
-
de rock. Los sociólogos..interesadosen la relación entre la posición de
,-
cercaiks hábit&televisivos de la gente. Pero esos guarismos sólo pueden
_A- U

clase y el gusto artístico, así como las personas. ...-.


interesada3ieri
+ A-.. .- ~uestioñes utilizane como prueba si se cree que las personas que llevan un diario de
,-
m& prácticas reEiidm al buen 'ó rnai funiionamiento de dete&&i5das sus acGvidades de espycimiento para esas empresa3 lo hacen de manera
+--d..-- - 'Y

. consideran
org;inizaciones, interesantes y Gtiles ,lmcuadros resultantes.
* - .- .
coticienzuda y precisa, algo sobre lo que distamos de tener una certeza.
.". . --
Muchos sociólogos descubrieron con entusiasmo las diferencias- Tal vez podnámos seguirlas de un lado a otro y ver lo que en realidad
peraban en la participación de clase en las artes, en especial la más in- hacen, dónde van en concreto, qué es lo que efectivamente miran. Pero
tensa de la clases altas y medias en ámbitos refinados como la Ópera, los lo más probable es que nadie (y menos que mencw alguien elegido por
museos artísticos y funciones de teatro. Pero los mismos datos proporcie un procedimiento de muestre0 aleatorio) nos dejara hacer eso, que con-
naron las prueba que Richard Peterson (véase, por ejemplo, Peterson y siste en una actitud demasiado intrusiva. Y tendríamos que conmtar a
Simkus. 1992) utilizó para refutarlas, al señalar la existencia de grandes muchos investigadores durante largos períodos. Pero con eso podríamos
cantidades de lo que llamó "omnívorosw,personas de todas las clases que estar mucho más seguros de los números.
30 DATOS, PRUEBAS E IDEAS LA I N V E S T I C A C I ~ NY SUS PKOBLEMAS 31

2A CUANTAS REUNIONES SINDICALES HAS IDO? como prueba de las creencias o el comportamiento político reales de
La investigadores que utilizan el tipo de instrumentos de recopilacion fa encuestados: esos datos no podian tener e1 peso de pruebas que la
de datm que a r a b de describir rara vez se cercioran de la exactirud de conclusi6n les atribuía.
.
las respuestas que recdectan. P d r í a n hacerlo.. pero no lo hacen. Así, 4 S ,

somos afortunados al contar con el informe de b i s üean (1958) sobre


su estudio de la participación de Im afdiados en uii sindicalo local, que a
su entender explicaría las ~riacionesen sus actividades y actitudes polí- FUENTES C O N O C I D A S DE ERROR Y D E S V U C I ~ N ORCANIZACIONAL
tica~.Como variable independiente especifica de sus análisis, Dean esc*
gi6 la cantidad de reuniones sindicaies mensuaies a las que los afiliados Quiero proponer un principio bhico de la práctica de la invtstigació.n,
informaban haber concurrido durante el año prwio. Lios datos recopila- qiie reflejalas lecciones hasta aquí implícitas en este examen. Para decir-
d a por ella sobre los comportamientos mostraban que las aclitudes polí- io con sencillez,debemoa reconocer que cuaiqiiier cosa que haya ocumm&
ticas se correlacionaban bien con la asistencia a las reuniones sindicales. en el pasado @de r ~ o l w ar ocurrir. Nunca debemos suponer que cuando
Pero ¿eranexactos los números informados sobre esa asistenci3 los encuestados -por ejemplo, los niños a quienes WaIIin y WaIdo presen-
m Por suerte, una segunda fuente de datos permiti6 a Dean verificar la taron sus cuestionarios- son incapaces de da^-riw respuestas utilizables a
exactitud de los informes de los afiliados sobre su asistencia a las reu- las preguntas que les hacemos, se produce una suerte de peculiar aconte-
niones de su sindicato local. Un colrga, Gmgr Siiauss, que hacia un cimiento Único en la vida Antes bien. debemos m t a r esasituacióncomo
estudio observacional en cl mismo lugar. había concurrido a todas las un peligro siempre presente del que es necesario precaverse (a la mane-
reuniones dunnte el año en cuestión y regismdo Im nombres de mios n como Iris procedimientos de nitina de los naturalistas los protegen de
los presentes (tarea sencilla, dado que los conocía de vista). Enten& de las fuentes conocidas de posibles errores, seguii veremos cn el capitu-
esto, Dean (en una jugada que en la actualidad la pondría en enojosos lo S). Una situación como la tendencia de los encuestados de Dean a dar
problemas) marcó en secreto cada cuestiu~iai.iocon la identidad dc la respuestas "fingida%" a una pregunta indicatila de una de las variables
persona que lo llenaba, a fin de poder distinguir luego a quienes daban clave de su estudio nunca debe tratarse como si fuem el ci>mpriamiento
respuestas exactas y quienes, según dice ella con elegancia, 'fingíanm. estrafalario de algunos afiliados sindicales, inexplicablemente salidm de
Cosa que hacía el 29% de los concurrentes, casi todos ai exagerar, como la nada años atr& en un lugar remoco. Eri cambio, sería preferible e s h r
los buenos afiliados sindicales que al parecer querían ser, la cantidad de siempre alertas a tales posibilidades y, en actitud vigilante, tomar medi-
reuniones en que hablan parucipado. das pam awgi imrnm de no basar nuestras ideas y teorías sobre artefactos
Los resultados de la encuesta mostraron los patrones que Dean ha- técnicos ocultos tms complejos disfraces. Tanto Wdlin y Waldo como
bía esperado. Las personas que decían h a h r asiscido a más reuniones Dean describen posibles errores que probablemente ocumn no bien 10s
sindicales expresaban opiniones políticas más progresistas que quienes investigadores bajan la guardia c o n m ellos.
decían haber concumdo a menos. Pero cuando la investigadora ajustó Dichos errores no ocurren al azar, como si fueran rayos que caen en
Im resultados para tomar en cutiita la ~uncurrenciarcal, esos patrones lugares impmhahles. En realidad, la organizacibn de nuestras activida-
cambiaron, aunque sólo a veces. Algunas de las asociaciones positivas se des de investigación los torna hasta cierto punta probables y esperables.
mantuvieron. pero olras desaparecieron, y en el caso de algunos items La mayor pme de esie libro a b r d a tipos comunes de errores en los da-
la asociaci6n incluso invirtio su sentido. De modo que no podía decirse tos sociolbgicos y sitúa su origen en IIiaiierau de trabajar corrientemente
que la asistencia a las reuniones tuviera un efecto predecihle sobre la aceptada que permiten su penjstencia y vuel\~enfactible la investigación
posicioa politica de los afiliados, y mipoco podía contarse con que la sociológica en condiciones rutinarias en muchas organizaciones dedica-
tendencia a inflar los resultada mostrara un efecto de las mismas carac- das a investigar, muy especialmente cuando esa condjciones tienen que
terísticas. En otras palabm, lo que las personas contaban sobre las reu- ver con la insuficiencia de tiempo, recolectores de datos y dinero. Sin
niones en que habían estado presentes no proporcionaba un indicador embargo, dichos procedimientm tietien ulia suerte de ialidez nominal:
fiable de cosa alguna. Y,por consiguiente, dicho relato no era utilizable todo el mundo sabe que así es como lo hace todo el mundo, y acepta lo
32 DATOS, PRUEBAS E IDEAS Lñ I N V E S T I G A C I ~ NY SUS PROBLEMAS 93

que aceptan los demás, aunque todos también sepan que hay "algunos 1988: 522). Peneff decidió cenmr la atención en los entrevistadúrea más
problemas". experimentados y empeiíosoa, porque pronto se formó la idea de que lo
En referencia a una situación mucho m& grave -el desastre del tcanb que 1us gerentes solían concebir como un entrevistador tramposo era, en
bordadw espacial ChnClPn~,en el que se constad la disposición a acep realidad, un mgo común a lo queJuliiu Roth ha llamado 'investigación
Lar desviaciones respecto de lo que todos los participantes conocian con trabajadora tcmporarios", examinado por extenso en el capítulo 6.
como los procedimientos que debian seguirse-. Diane Vaughan (1996) Peneff entrevistó a los entrevistadores y los observó trabajar en el km-
llamó 'normaiización de la desviación" esta aceptación c o l e c t i ~de una no, para documentar sus diversas manem de adapta~ea la situación la-
secuencia defectuosa de comandos que todos saben que puede produ- boral, que era,desde el punto de vista gerencia) y cienfico, la operación
cir un problema grave. Los ingenieros de la NASA sabían que los ani- investigativa de "recolecciónde datosw:
llos toroidales del ChalCenga tenían una seria posibilidad de fallar si k 1 '

.
nave volaba con temperaturas por debajo de cierto nivel.. pero estaban Decidí observar en el terreno a los entrevistadores m& expen-
presionados por sus superiores, que querían tener algo en Órbita pan , mentados y empeñosos, aqueilos a quienes el supervisor y d di-
satisfacer al Congreso, y antes habían hecho volar el aparato sin proble- rector consideraban los más exitosos, los más concienziidos en
mas a ternperatum menos que óptimas. Todo el mundo parecía estar de . la aplicación de las reglas de la en trwista, Sorprendentemente,
acuerdo en todo eso, de modo que se hizo lo que se sabía que no debía [en dicha si tuacibn] estos valorados entrwistadores 1.. .] resu&
hacerse. Y, como era inevitable que sucediera aigún día, el desastre pre taron los má3 propensos a desatender sus instrucciones y los
decible se produjo. t menos proclives a ajustarse a la idea del interrogador anónimo.
Para entender por qué los sociólo os y otros investigadores siguen 4 Por otra parte, mis obervaciones sugieren que, al hacer encues-
valiéndose de rn6todoi que Uenc&ecto9 C ~ d o s ~ d e mm o as r tas, los entrevistadores exitosos despliegan algunas de las acti-
como ayuda el concepto elaborado por Vaughan para aquel siniestro. tudes y destrezas de los investigadores de campo. Se inventan
El siguiente es un ejemplo documentado de la normalización de ese - prácticas como las que estos iiltirnos usan de manera rutinaria
ripo de desviación en los estudios sociales. No puedo probar que estos
problemas estén muy difundidos, pero creo que seria necio descartarIos
como aberraciones excepcionales que no exigen de nosotros una aten-
ción seria y prolongada El artículo de Peneff describía la manera en que los en~revistadores
adaptaban el enunciado de las preguntas y el formato de la entrevista
para que el trabajo transcurriera fluidamente y el entrevistado se man-
LA DESATENCI~NDE U DIFICULTAD Y LA U R C A DE U PRUEBA niviera involucrado y cmperativo, a Ia vez que satisfacían las exigencias
En 1938 Jean Peneff, sociólogo francés diestro en la investigación de de sus supervisores. Los pormenores del articulo son una enciclopedia
campo, publicb un artículo tirulado T h e okervers observe& French de los recursos empleados por los trabajadores para subvertir las reglas y
survey researchen at work" ['Los obsenadorcs observados:los entrevi* definiciones gerencialesa fin de cumplir su tarea (un tema habitual en la
tadores franceses en su trabajou].En él informaba sobre su estudio dc concepción sociológica de situaciones laborales de todo tipo).
los entrevistadores que trabajaban en un centro regional de la principal Si bien ese artículo indiidablemente revelaba la amplia disparidad en-
organización estadística y de investigación por encuestas de Francia, el tre las descripciones oficiales de los datos recopilados por el Insee y la
Insee [InstitutoNacional de Estadística y Estudios Económicos], situado realidad de la producción de esas disparidades, d e ningún modo era ': 'l
en Nantes. El Insee se dedica al mismo tipo de trabajo que el US Census un *destapende prácticas ch uceras o de una incapacidad del instituto
[Oficina del Censo de los Estados Unidos]: realiza un censo nacional
cada siete anos y lleva adelante muchos otros estudios sobre 'educación,
T
p a n producir conocimiento En oiro sentido, al igual que tantos estu-
dios sociológicos de organizaciones, mostraba cómo el Insee hacía lo
trabajo,movilidad social,tamaño de las familias, ingresos, intenciones de que hacia, a *m de 1% reglas y de los procedimientos establecidos por
compra, equipamiento doméstico, expectatiws de empleow,etc. (Pene& sus gerentes, debido al ingenio de los trabajadores directamente com-
34 DATOS, PRUEBAS E IDFAS ih INVESTIGACI~UY SUS PROBLEMAS 35

prometidos en sus actividades centrales. Esto es, el Instituto lograba que eludir la falla de medición que afectó los datos de su cuestionario: w tú
el trabaja se hicien gracias a que los entrevistadores eludían en forma mismo a ver. 0, como hizo la propia Dean,haz que alguien vaya a ver
sistemática l a reglas que supuestamente guiaban sus actividades; en sín- por ti. Desde luego, mucha dirán que esa no es una solución: uno no
tesis,se embarcaban en una 'desviación normalizada". puede pemiurse usar el tiempo para hacer eso ni gastar el d'inero que
Pero entonces-y para mi esta es la relevancia del incidente-, dos socio- implicaría conseguir que otro lo haga. Uno no puede decirles a estos
logos integrantes dcl personal del NORC (CentroNacional de Inwstip objetores dónde encontrar el dinero. Pero si n u t s m datos incluyen este
ción de Opinión], que en la época, como en la actualidad, era una de las tipo de error, la omisión de enfrentarlo sólo puede producir más eire
principales organizaciones de investigación por encuestas de los Fstados res. Si sabemos que podernos tener datos ni& confiables p a n respaldar
Unidos, se molestaron por las implicaciones que extraían del informe nuestro argumento, tal vez queramw reordenar nuesku prioridades de
de Peneff (Smith y Carter, 1989). No evaluaron la cuidadosas observa- investigación para poder recopilarlos. Esto quizá tiristome algunos me-
ciones de aquel y sus conversaciones con entrevistadores del Insee -sus canismos rutinarios integrados al modo habitual de investigar, pero lo:,
datos- como pruebas para su anáiisis smioiógico de la organización de avances de la ciencia suelen implicar la realización de más esfiienasy el
las entrevistas e n ese organismo. Antes bien. las trotaron como un ataque gasto de más tiempo y dinero.
a la institución de investigación por encuestas. en cuya defensa definían Téngase presente, ademl, la sugerencia de Schuman: que si los prw
el Insee como un extraño caso aparte, tal vez dirigido en forma incom- blemas de Gcnica se toman en serio, pueden enseñamczs algo importan-
petente, y de ningún m d o representativdde los métdos de encuesta te sobre el fen6meno que estamos estudiando, ya que su existencia nos
cuando estos se usaban correctamente, tal como -insistían- sucedía en señaia un área potencialmente fructífera de inwstigación adicional. En
el NORC y otros centros estadounidenses dedicadm a ala investigación vez de mtar la disparidad detectada por Dean como una molestia que
por ese medio. Su crítica daba a entender que la situación francesa era rnh vale ignorar, podemos concebirla como-.+- la apertura--de un área de
- .- - - - ,-^ _C_

-
k
inusual en algún aspecto no especificado; sefin decían, los entrevista- investigación, el estudio de las'diS+dadoentrc ~lOOOquee!~ge~-te_bicey
dores estadounidenses eran diferentes de los fnnceses: estaban mejor
.---- ..I...-L,,LY-C -
l o que ha&
.. . .... én concreto, y pensar que cada uno de esos conjuntos abso-

formados, eran m& jóvenes y tenian una mejor supervisión. No ofre- 'luiamente válidm.de-datos &izá Lo &ngaqie'"et con lÓ-iue creíamos,
cían ningún dato de primera mano en respaldo de esas generdizaciones sino con algo que la genre está haciendo. y que por ende es una cuestión
criticas y en cambio se basaban en una estratagema tradicional en los t a m b 1 6 n n d i - g ; i ~ ~ o 7 ~ a a n ~ l e relacionado
rna con la realiza-
debates: insistían en que si Peneff quería hacer tales generalizaciones, ción exitosa de una investigación abre la puerta al estudio de nuevos
tenía que aceptar la carga de la prueba y proporcionar evidencias sólidas problemas. \,
de que otras organizaciones de investigación por encuestas (en especial, 1

las de los Estados Unidos) permitían a los entrevistadores hacer el tipo


de cosas de las que había tomado conocimiento en Francia. (Peneff no
había hecho mencion alguna a las organizaciones estadounidenses de
investigación, aunque indudablemente su descripción insinuaba la posi-
bilidad de que loa gerentes de esa nacionalidad acaso supieran tan poco El estudio sociológico del trabajo sugiere un enfoque de los tipos de
como sus pares franceses de lo que hacían sus empleados, por la que el cuestiones planteadas por estos descubrimientos que difiere de las preo-
asunto merecía investigarse.) Esta es una de las maneras (hay otras) en cupaciones 'metodológicas" habituales de los sociólogos. Más impor-
que [os profesionales de las ciencias sociales minimizan la importancia tante aún, reconoce que todos cuantos contribuyen en algo al trabajo
de loa errores persistentes asociados a los métodos que usan. estudiado afectan el resultado final. El pensamiento profundo y refinado
En ese entonces, el incidente me pareció, y aún me parece, un modelo de la persona que redacta la propuesta de investigación y luego analiza
pan el anáiisis de acontecimienm similares de indde más rutinaria, que los datos parecería ser el factor predominante. Pero algunos de los casos
podemos encontrar por todas partes en nuestras propias prácticas. Sin can que di en mi biisqueda de materiales mostraron que la responsabi-
embargo, el estudio de Lois Dean m e buenas noticias, al mostrar como lidad por la integridad y veracidad de los datos a menudo termina en
H SUS PROBLEMAS
U I P . I Y E S T I G A C I ~Y 37

manos de unos cuantos empleados bastante subalternos. Siempre que vestigadores de campo inmersos en sus comunidades, y ese largo proceso
un autor dice los datos muestran*, dekmos insistir en saber quién ha
contribuido a llwarlos a sus intérpretes finales en la forma que permite
-_
brinda a los investigadores o a sus susritutos numerosas oportunidades
de corregir sus propios equívocos y los de sus-eñcu&dos.
a estos decir que muestran algo. T I p r e hef f reido que la m& concienzuda de las grandes organizacio-
Por ejemplo, Harriec, entrevistadora de medio tiempo a quien pagan nes que recolectan datos en forma masiva es el US Census, y hay otros
por hora, habla con un padcipante de una encuesta y entrega el for- organismo3 similares de t d o el mundo (entre ellos, el Insee) que se
muIario que ha completado aJim, quien codifica las respuestas y carga le asemejan en varios aspectos. El US Census tiene que contar cuántas
el resultado en su computadora. Esta procesa y clasifica los datos por penonas viven en los Estados Unidos y qué tipos de personas son, en los
medio de un programa escrito por Harold, que nada sabe del estudio, ~ r m i n o spropuestos por las categorías convencionales qiie el Estado y
Por último, el sumario de los resultados se entrega al doctor Becker, que otra3 grandes organizaciones utilizan para preparar sus actividades. Tan-
planificó la investigación, pero él mismo nunca hablo con ninguna de las tas personas diferentes quieren tantas cosas diferentes del US Census -y
personas que respondieron a las preguntas de Harriet y j a m k codificó casi todas pretenden que los números 'estén bien", en uno u otro senti-
un cuestionario en su vida. do de la expresión- que quienes manejan la organizacibn tienen fuertes
Cada una de las personas de esa cadena -1m cadenas reales, sobre I x i incentivos y un gran respaldo económico para hacer las cosas bien. A
cuales me extenderé más adelante, suelen ser más largas que la descrip diferentes personas les gustaría ver diferentes clases de resultados y todas

sentadas p r él.
-
ta- ha hecho algo para preparar los datos mn vistas al siguiente pa%ode
su trayecto. El doctor Becker .-..,
sabe
, ,.
poco y nada de esas acciones,pero
estas (lo sepa o no) afectadel valor ddos-dato dn cuanto pruebas pre-

Diferentes tipos de investigación se d e n de diferentes tipos de pene


nas para hacer diferentes tipos dembajo en diferentes tipos de ámbitos
se quejan si estos no son lo que esperaban, de modo que la mayor ambi-
ción del US Census es que la calidad de sus -datos,y análisis pea imepr*
chable. Representa así un ejemplo para todos nosotros en au pemistente
-eda de errores y la forma de libemrse de ellos, y en su manen de
enfrentar los complejm problemas creados por un mundo cambiante.
, donde categorías aparentemente fijas en el pasado, como el género a
organizacionales. Esas diferencias afectan los incentivos que dan forma las identidades étnicas y culturales, se modifican y con eso complican la
a SU manera de realizar dicho trabajo. Por mi parte, he organizado gran tarea de descibir al pueblo estadounidense.
pane del siguiente análisis en torno de algunas formas convencionales Q El mbajo de otros funcionarios gubernamentdes produce registros
de creación de datos organizados, diferentes ordenamientos de respon- que los cientificos sociales pueden utilizar, aunque su uso primario es
sabilidades e incentivos que afectan la utilidad de los datos en su carácter propio del organismo qiie los cres Sociólogos y criminólogoshan usado
de pruebas. de manera habitual las cifras de arrestos policia1es y las estadísticas su-
A menudo. las personas q u e los sociólogos quieren estudiar actúan minismadas por otros regisms de la policía para obtener gran parte de
ellas mismas como recolectores de datos pan los investigadores, gracias los datos sobre los que se basan sus estudios del delito y de otras formas
; al mero hecho de responder a las preguntas que se les hacen. Llenan for- de desviación. Loa forenses y los médicas legistas producen estadísticas
- mularios dc encuesta que les preguntan sobre sus creencias, ideas y corn- sobre las causas de muerte a las que los sociólogos han recurrido de ma-
.:
r portamientos, lo ciial sugiere que esa información se utilizará con alguna nera similar para los estiidim del suicidio, la clásica área de investigación
r1 finalidad loable, sin importar cuái sea. Pero,de manera deliberada o no, swiológica que tuvo en Érnile Durkheim a su pionero, así como par;i
esos recolectores de datos (que, después de todo, son aficionadossin for- invesugaciories relacionadas con la enfermedad y la salud. Las escuelas
mación en el campo que el investigador quiere estudiar) suelen llenan y otras orgaiiizaciones relacionadas con la educación acumulan grandes
los formularioscon respuestas inexactasa preguntas que no entendieron cantidades de información fáciles de adaptar a los objetivos de la investi-
del mismo modo que quien las escribid, con to cual crean arduos p r e gación socioliigica. De hecho, cualqiiier oficina gubernamental, sea cual
blema interpretativosa quienquiera que utilice los datos resultantes con fuere el tema del que se ocupe, tiene probablemente tanto registros nu-
finaidades cientificas. En el otro extremo, las personas estudiadas pue- méricos como grandes archivos de documentos capaces de satisfacer las
den entablar prolongadas conversaciones,a veces durante años. con in- necesidades precisas de un investigador. Ese tipo de datos, pese a su f*
b-
--- --
38 DATOS, PRUEBAS E IDEAS LA INVESTIGACI~N Y SUS PROBLEMAS 39

calización en el tema del investigador, genen serias dificultades debido dan reiteradamente en toda índole de situaciones y con respecto a toda
a que el fenómeno subyacente -aquello que queremos estudiar- es dado índole de m é t d o s de recolección de datos. Historiadores, sociólogos
a conocer en función de los intereses de la organización o la persona de la ciencia y miembros de muchas otras disciplina han reflexionado
que lo p d u c e n , y no de los intereses investigativos de los sociólogos sobre estas cuestionesdesde los inicios de la ciencia seria. Y aun lo hacen.
que, con el tiempo, lo adaptan a sus propios usos. La policía, los médicos
legista9 y los educadores -personas que recopilan datas que nosotros p
demos utilizar- los recolectan en función dc sus propias finaIidades, que
tal vez interfieran en el uso posible del registro para las ciencias sociales.
Algunos investigadores con mtan a personas para hacer una recopila
ción estandarizada de datos que pueden combinarse en grandes bases
aptas para servir de fuentes de pruebas en relación con muchos temas.
Jdius Roth (1966) dio a este proceder el nombre de *investigacióncon
trabajadores temporarios*, insinuando que los motivos y las acciones de
los recolectores de datos reflejaban una búsqueda de la manera de maxi-
mizar Las ganancias, no una preocupación por la txactitud.
Por úitimo. algunas personas a quienes podríamos cawicar de inves-
principales .-- -que van desde catedráticos
-.A--,--- hastaestu&x&de
posgrado cpe-~nzadosen utilizar en una tesis los datos que recolectan-,
-U.-- . .. - ..+. ----..
, + -.--,-, --*+--. .
=odo -trabajo . por
. .-.si-- mismos, ya._qycquicrenp.c&.ucir un corpu
_
de pruebas
7esiotiales.
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__-- que convenza
o
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bien
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..

auieren
'.- ..,. .-. C
--- -
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-. a.una audiencia
colaborar
. .-.
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.. . . forma*
en
...-,.-
esa
--C.'.-C.I--

loable
---_ causa
s,wS-paregjm
-P-

aunaue en lo
.-.- L. --.-
-
/--+ + .,__,,.

rsonal no ganen cosa alguna con ego; Las personas que hacen lo que
--E.-- - - ,- .--+ - ...,.
suele denominarse "trabajode campo etnográfico" son la encarnación
de este enfoque, y supongo que su tipo ideal es el antropólogo que va
a un lugar remoto y se instala allí para vivir con "la gente" durante un
largo perído. Con mayor frecuencia, los sociólogos emprenden investi-
gaciones que implican alguna combinación de tiempo pasado en el lugar
donde sucede lo que quieren estudiar: la fábrica e n el caso del trabajo
industrial-, diversos barrios o localidades donde hay formas de compor-
tamiento no convencional o "desviado",etc. Casi t d a s las formas de acti-
vidad humana se presian a ser estudiadas de este modo, y el investigador
tiene la satisfacción de disfrutar de un control absoluto sobre la naturale-
za de la investigación y la recolección de datos y p d e r hacer todo lo que
le parezca necesario para obtener el material deseado.
En cada uno de estos casos, la situación social de los recolectores de
datos, las motimciones que esta les da para hacer la cosas de una mane-
ra y no de o m , dan forma a la confíabilidad de esos datos y, con esto, a
su aptitud de servir como pruebas en un argumenta sociológico.
Wallin, Waldo y Dean no están solos en la historia de las ciencias socia-
les. Sus problemas, y problemas como los que ellos experimentaron, se
1. Modelos de indagación:
algo de contexto histórico

- Alain Desrosikres (2002) sugirió que concibiéramos el desa-


rrolla de datos, y los métodos para convertirlos en pruebas, conformea
ias maneras propuestas por los trabajos contemporáneos en la smiología
de la ciencia. Señaló que el tip de datos estadísticos utilizados hoy en
dia por los cientificos sociala había cobrado forma a partir de las acti-
vidades de los funcionarios de los Estados europeos en desarrolla, que
necesitaban información sistemática para poder administnr adecuada-
mente los territorios cada vez máa extensos bajo su control. Y así, inca-
paces de obtener datos tan exactos como pretendían, para e~ifreiitaxlas
incertidumbres resultantes habían elaborado metodos matemáticos con
que estimar las probabilidades asociadas a sus conclusiones.
Desmieres delinea el mudo en que sc desarrollaron e1 m é t d o y b
práctica estadísticos modernos para cumpiir la tarea cuyos resultados ne-
cesitaban aquellos funcionarios, --'el trabajo. de objeti?ciGp,.de produc-
ci6n de c-..
usm que se s ~ s t k m m ,sea porque son p&ib!es, . - sea
.--.-.- .- - -- I " . .- ..-.. prque,
> .... d_e_
---. - -.-
ser imprevisibles, su
. -irnprevisibilidad
. puede controlarse en derta m'dida
gracia ai cáiculo de p r o b a b i l i d d ; i ~ D e s ~ i ~ &200%
i , 9). Lm objetos
"asf '~ados'~~carnannUri' tipii de datos, quirííq el m d e l o que todos. de
manen casi instintiva, tenernos en mente. Su aptitud para sartemme, p a n
mantenerse constanFsII,eiilo_,queles permite,funcionar como pruebas. *m.-

Cuando señalamos estas c f i w q u m s t i e n e n , lo hacemm con cuntian-


za, en tanto sabemas que nuesims pares cientificos coincidirán en que
esos datos respaldan la idea que decimos que respaldan.
El mismo autor describe dos cosas que los investigadores tienen que
hacer para obtener ese tipo de asentimiento de sus audiencias:

, Por un lado, aclararán que ia medida &$en& & conzmciana re-


, f e r i d ~a la definición del objeto y los procedimientos de c d i -
1 ficación. Pero, por otro, agregarán que su medida n&a uno
r d W [ ...] Al reemplazar la cuestión de la +tividad por la
de la dptivaciUn, [...] la realidad parece producto de una se-
4 8 BATOS, PRUEBAS E I D U S H I S T ~ R I C 43
MODELOS DE INDAGACI~N: AI.C.0 DE CONTEXTO O

rie de registros materiales: cuanto m& generales son estos -en ( I ú i h , 2012 [1962]), todos (o,ni& probablemente, la mayoría de) los
otras palabru, cuanto más firmemente establecidas estin las integrantes de las disciplinas de- las ciencias naturales coinciden en las pre-
convenciones de equivalencia sobre las cuales se fundan, como misas básicas sobre las que se apoya su trabajo colectivo.Tienen, conforme
un resiiltado de inversiones m& amplias-, mayor es la realidad al Útil término que él nos pmpne{~nfirdipm2~incidm en qué pr*
del producto (Desrositres, 2002: 12). blemas deben tratar de resolver y qué da&<um-inistrar;in prueba convin-
centes en respaldo de las ideas secundarias específicas generadas por el
Y,así, son más convincentes como pruebas. Me interesa aquí el trabaio u
paradigma. Pueden decir cuándo aciertan y cuándo se equivocan.
realizado por las 'convenciones de .-...equivalencia' que no>!1=acep
.--.-A.
, Kuhn señal6 que en las ciencias sociales rara vez vemos una situación
tar~?:r?alidad-después -. . - - * -
-"h.- -. -.__-
(por muy científicos gue sean nuestros m6 t d o s de recoTeZhrl os). En-
-
de todo san datos bastante inestables
- - ---
tan afortunada,y presentó como pnieba de esa conclusión los datos que
habia recolectado m i e n m observaba al pequeño gmpo de cientificos
tonces,si, nuestros datos se apoyan en un acuerdo por el cual aceptarnos. sociales del que había formado parte durante un año como becario del
como lo bastante buenos para nuestros pro+sitos, los objetos menos que Centro de Estudios Ailanzados en las Ciencias del Comportamiento. Di-
perfectamente fiables producidos por nuestros métodos de objetivación. cho p p o estaba compuesto por alrededor de cincuenta académicos
+ Los científicos sociales trabajan en condiciones que no pueden con-
-
trolar. A diferencia de alguntxi otros cientificos,ni siquiera podemos fin-
gir estar seguros de que la condición de que "las demás variables perma-
eminentes en sus diversos campos, y Kuhn decía:

En particular, me sorprendió la cantidad y la amplitud de los


nezcan constantes", tan centrai para el modelo de control experimental francos desacuerdos entre c i e n ~ f i ~ ~ _ s o c i a l e s de la naty-
acerca
como una manen de aislar vínculos causales, es dIida a l w a vez p a n S i C.I_-. y métodos
raleza de los problemas ..._científicos
. l e g i ~ ~Tanto
~s.
los datos que recolectamos. Siempre bregamos con sucesos y personas T&iSGria-EGmiYd contacto directo me hacen dudar de que los
que interfieren en nuestros planes de recolectar datm que se manten- profesionales de las cíencias naturales tengan respuestas más
gan, 'ssostengan*como prueba de nuestras i d c d Por consiguiente, los *. i . firmes o permanentes a esas cuestiones que sus colegas de las
escépticos siempre tienen una buena oportunidad de falsar los vínculos ciencias sociales. Sin embargo, de algúii modo, la práctica de la
'
que ci-atamos para conectar nuestros datos, pruebas e ideas.\,Los criticos astronomía, la física, la química o la biología no provoca nor-
pueden encontrar razones para rechazar el valor de los datos'comopme- , - malmente las controversias sobre los fundamentos que hoy en
bas de la idea expuesta, sosteniendo que algo distinto de lo que el e x p e m día suelen parecer endémicas entre, por ejemplo, los psicdlo-
sitor afirma podría haber producido los mismos resultados y apuntando goa o los soci610gor (Kuhr, 20I 2 [ 19621: xlii).)
a la posibilidad de errores de obsemcion, análisis o comunicación. O r
pueden sostener que las pruebas, aunque sean aceptabIes, no respaldan Estos hechos que sorprendían a Kuhn -físico convertido en historiador
lógicamente fa idea porque ... y mencionar entonces una razón no con- y w i ó l o g o de la ciencia- se instilan en la expriencia cotidiana de la
Y
a), ( ~ m p l a d aen el diseño de invesUgaci6n Puede suceder tambiCn mayoría de los cientificos sociales, que por su propiavida laboral saben
b que un crítico aduzca que la idea es falaz o tienc algún otro que las personas pertenecientes a sus campos hacen Ias c m exactamen-
defecto que hace insostenible iodo el argumento que el investigador as- te así.Pero también saken que en los desacuerdos hay una considerable
pira a construir. diferencia de grado, lo cual permite un consenso ciente te, d menos
1 -
Hay variaciones en las disciplinas en cuanto al grado de acuerdo en- entre algunos de sus miembros, en el sentido de que, por lo comun, algo
tre sus miembros sobre l ~ a c e---. p--.a r .-á -ncomo
. -- datos - 1 m i i e - del trabajo se lleva a buen fin.
nos'
--.-
p--- seMr de prueba de las ideas que
- - . . ---. ..- *--L.
adelante veremos que los naturalistas ----
presuntamente respaldan. M k
tarnbieii uenen muchas de esas di-
Cr-i en una tradición swiol6gica que minimizaba esos conflictos, aun-
que había en ella muchas de las diferencias metodológicas que en anos
? I
i
ficultades, pero encuenmn con mayor facilidad (hasta cierto punto) la
manera de vencerlas. En un caso extremo y no paco común, dexripto
posteriores se tornaron m k pronunciadas. En la época posterior a la Se
gun& Guerra Mundial (aproximadamente desde comienzos de la déca-
por Thomas Kuhn en su clásico libro sobre las revoluciones científicas da de 1940 hasta mediados de la década siguiente), el Departamento de
44 DATOS, PRUEBAS E 1DMS MODELOS DE INDACACI~N:ALGO DE CONTEXTOHIST~RICO 45
Sociologia de la Universidad de Chicago -todavía un tanto influido por la tabundo: *Si, y cuando -- .- en números, tu-
puedes expresarlo conocimiento
....-
-___- -.
amplia e inclusiva visión, concebida y promovida por Roben E. Park,de también es exiguo e insatisfactorio" (Coates y Munger, 1991: 2'15). Mi
lo que la sociología p d í a ser- daba cabida a t d o tipo de diferencias de - ------
in'rmdaTetbnxPstaconcepcion ecuménica de mi nuem profesión se de-
opinión serias y profundamente sentidas al respecto, pero que 4 menos bid a Everett Hughes, que había supervisado mi tesis. Tras obtener mi
esa fue mi experiencia, y n o fui el únicw se daban en una atmósfera de doctorado, el departamento me contrató pam dictar algunas clases, lo
aceptación g e n e r a i ~ ú l t i p l e smodos de hacer investiggción s d r e la czai significabaque podía asistir a las reuniones del claustro docente. Me
vida social. Se discutia (al
7-
?ib;& ;n idepártaG<to univeni tario: sorprendió entonces ver la afinidad y la amistad evidentes entre Hughes
¿quéotra cosa cabía hacer?) sobre &as 1 a cuestiones,
~ pero en esencia se y Wdliim F. O g b u m , a quienes nosotros, los estudintes de posgrado
1

... .. .,.. (que de ningún m d o estábamos al tanto de lo que realmente sucedía


como pruebas deidew que eran en pane entre los miembros del cuerpo docente), suponíamos con toda certeza
personas utilizaban múitiples fo&as de datos en enemigos a muerte, y re lo comenté a Hughes. Él me miró como si yo
Por ejemplo, dumte años Clitford Shaw y Henry McKay, dis fuera un loco (creo que a menudo habrá tenido esa impresión cuando
estudiaron la delincuenciajuvenil utilizando datos cuan- yo profería las opiniones propias de un joven de 23 años) y me preguntó
generalmente tomados de las estadísticas policialea y las de qué estaba hablando. Le expliqué que todos pensábamos que sus evi-
actajudiciales, que permitían el uso de ticnicas estadísticas de anáiisis de dentes diferencias en materia de métodos de investigación debian haber
, datos (coeficientes de correIación, por ejemplo). Simultáneamente, estu- generado necesariamente cierta enemistad entre ellos. Hughes lanzó un
diaban 1 a mismas
~ cuestiones de manera menos formalizada, recolectan- 'bah" y dijo: "No sea tonto. N o hay mejores amigos que Will Ogbum y
do y publicando detallados materiales de historias de vidaj@stos por
. _ ,
sus propios actores, Eelatos de vidas en el delito;; trayectorias delictivas, sus
you,y luego me dio lo que pan él era la prueba definitiva d respecto:
"{Quién cree que me ayudó con todos los cuadros de French Clanda zn
éxitos y SUS fmasos.OtmS utilizaban tombinaCiknes simikres de materia- Tranrilbd". Una lección que nunca olvidé. I 1
"lespam @ocu&conocer las experiencias especificas que constituían las 1Como todo nuestro conocimiento es insatisfactorio y apenas un e s b
trayectorias delictivas, los suicidios y otros episdios de ese tipo. Algunos con el tipo.
zo, no d e- - k ~ o s - ~ q u i ~ p a ~ ~ ~ ~ciencia l a ~ b exclusivamente
uena --+,-A

de los grandes estudioii de comunidad de Ia época -Middlelown (Lynd,


19291, M i d d l e t m in Tram'tion (Lynd, 1937), De$ h t h (Davis, Gardner
que usa números (o con su opuesto);
-_. .. ,
? -
nos a participar- en ese'tipo de disputas
,. .- -- .+ ,,

. -
y Gardner, 194 1) ,B M Mehopdrr (Drake y Cayton, 1945)- eran modelos
,
-
e +

dificultades con que -epezamoscuando hacemss


de esa amplitud metodológica. z b e i i a m o s equiparar la buena ciencia
-. .
--y;exclusi~me~t"_co~n,
-, -- .u,n=bajo
Los partidarios vigorosos (y obstinados) de enfoques metmiológicos cuya garantía reside eñünájrolongakda !nmerslQn entodgslqs-d~iles
-" >-., --
._-_ . . . y, ~ u resultados
"4----

discrepantes tenían grandes disputas -los desacuerdos de Herkrt B1u- m i n t e r a c c i o n social s como u ~ ? _ m a n e , ~ b e _ ~ n t e ~ d c r
mer y Samuel Stoaer acerca de la forma que debía adoptar la ciencia e ?aiiT@iiizaciÓri de la vida &al. Todos podemos usar las deficiencias
._.
ciológica h e r o n legendarios- y algunas personas se especializaban en un "

de nuestro modo de trabajar como fuentes de ideas sobre la manera de


método y no en otro,pero no perduró ningún conflicto organizado, ni mejorar la recopilación de e s y el uso de pruebas para g e n e m más y
siquiera alguno institucionalizado entre los métodos que m& adelante se mejores ideas, que podamos luego verificar con nuems formas de reto-
~ ~ , ~ ~ u a ~ t J t .-a"cualitativo".
. t i v- .--
o -~Es ycierto que en su fachada
, lectar datos, y así --___.+.
sucesivamente, en.Mgproceso c
*
--
el edificio del 1126 de la calle 59 Este,hogar de las ciencias sociales en la Dado que los datos, las pruebas y las ideas constituyen realmente un
Univenidad de Chicago, exhibía esta leyenda atribuida a el famoso físico círculo de dependencias, podemos movemos en ambos sentidos alrede-
lord Kelvin: "Cuando no puedes expresarlo en números, tu conocimien- dor de este último. Podemos intentar el camino clásico, utilizar los datos
to es exiguo e insatisfactoriow.Sin embargo, una historia amorosamente que creamos como pruebas para verificar ideas que ya hemos generado.
preservada por algunas de las personas que trabajaban en ese edificio, al Pero también podemos usar datos que d i e r a n imprevistamente de lo
menos en mi época, contaba que un dia, al pasar caminando por allí y que espeI;ibamos, para crear nuevas ideas. Según cuái sea el sentido que
ver esa observación de lord Kelvin, el economistaJacob Viner dijo,medi- tomemos, es probable que terminemos utilizando diferentes métodos de
MODELOS DE I N D A G A C I ~ N :ALGO DE CONTEXTO H I S T ~ R I C O47

recolecci6n y anáiisis de datos. Esm d a sentidos funcionan y producen do como Linné o Linnaeus) y George-buis Leclerc, conde de BufFon.
resultados iitiles. Algunos nos especializaremos en tmbajar en ttn sentido, Linneo propuso el uso de un esquema clasificatorio completo en el cual
buscando manem cada vez máa exactas de medir p a n crear datas que nm los científicos podían insertar la información producida por su investi-
posibiliten someter a prueba ideas que nOSOtTM mismos (oalgún otro) ha- gación. EL mbajo quedaba completado cuando el cientifico llenaba con
yamos generado. Otros tomarán el sentido opuesto, y buscarán datos cuyo datos todos los espacios del esquema de clasificación. Buffon propuso, al
carácter inesperado suscite nuwas ideas. Algunos h& a r n b cosas, para contrario, que la construcción misma del esquema clasificatorio fuese el
encontrar datos capaces de generar idea que promuevan la comprensión principal trabajo por hacer, un -bajo que, a sujuicio, nunca m i n a r í a ,
de las situaciones sociales que estudian, y trabajar al mismo tiempo en for- parque continuamente datos nuevos e inesperados excederían los casi-
mas de someter a prueba las nu- concepciones a las que han Ilegado de lleros existentes, lo que exigida reordenamientos de las ideas en nuevos
manera provisoria. Avanzarnos, colectivamente, al reconucer las miiltiplles patrones y argumentos, hasta entonces inesperados. Los dos pensadores
maneras de impulsar el conocimiento en nuestro campo, 1
investigaban animales y planm, pero utilizaban d e diferente manen la
He concebido este libro con ese espíritu, en un intento por repensar información producida por sus investigaciones. Reiterémoslo: el trabajo,
la escisión contemporánea enue las dos formas presuntamente diferen- se@n Linneo. consistia en introducir los resultados de la investigación
tes d e dedicación a la actividad cientifica, y procurando evitar un inne- en los casilleros apropiados del esquema que él había construido. Pata
cesario espiritu pendenciero. Y reconociendo lo que es bueno en cada B u f i n consistia en la creación constante de nuevos casilleros, a medida
manera de trabajar, mediante la conexión de la diversidad de métodos que salian a la luz nuevos hechos.
implicados con las cuestiones básicas acerca de la articulación entre da- Los dos modos de análisis difieren en sus forma prescriptiw (pero
tos, pruebas e ideas. Esto mc llevó a reexaminar una p n cantidad de s6lo hasta cierto punto) respecto del uso que puede y debe dame a los
defectos conocidos en e1 trabajo cuantitativo, no para exhibir arrogancia datos producidos por la investigación. Este es el análisis que Desrosigres
argumentativa, sino pan ver cómo el hecho de reconocerlos puede uti- hach de sus diferencias:
lizarse para mejorar la manera en que todos obramos. Para aplicar tam-
bién las mismas normas criticas serias al trabajo cualitativo, identificando Entre todos los elementosdisponibles, Linneo escogi6 algunos,
los procedimientos defectuosos y buscando la forma de mejorarlos. Y, las c a ~ u c h t ü a s y, creó su clasificación sobre la baw de esos
en especial. para llamar la atención sobre la duradera (aunque muchas criterios, excluyendo los oms rasgos. La pertinencia de esa se-
veces ignorada) tradición ya mencionada, que e n los mismos estudios lección, q u e es a fim'arbiuaria, sólo puede ser evidente a ps+
combina los dos tipos de recopilación de datos, un trabajo que procura e terirni, pero para Linnm esta elecci6n rppresen taba una necesi-
implementa la unidad en las buenas investigaciones de ciencias sociales. dad resultante del hecho de que los p u n a (familias o especies)
Una consecuencia de razonar de esta manera es que todos podernos eran reab y determinaban las características pertinentes: 'De-
cultitar la flexibilidad en lo que sabemos y lo que hacemos, con momen- béis comprender que no es la característica h que constituye el
los de participación y de obsenación y con otros de conteo y clculos. género,sino el género el que constituye la característica; que la
Más adelante daré ejemplos de un pensamiento y una investigación de caracteristica derin del género y no e¡ género de la caracteris-
excelencia que procedieron precisamente de esa forma. .
tica". [. .] De ese modo, podían dacubrirse criterios natudes
válidos mediante procedimientos que aplicaban en forma s í s e
mática la misma e l l a analítica a todo el espacio estudiado. Los
m
criterios válidos eran reales, naturales y universales. Constituían
MODELOS DE CONOCIMIENTO - unsistema
Por su parte, B d o n consideraba poco verosímil que Iw ente
En su magistral historia del monamiento estadístico. Desrositres (2002) nos pertinentrs fueran siempre los mismos. E n necesario, por
hace hincapié en dos modelos clásicos de conocimiento cienrífico, ase
ciados con dos cientificos del siglo XVIII, Carl Linneo (también conoci-
lo tanto, considerar a e todos los rasgos distintivos disponi-
bles. Pero estos eran niuy numerosos y su Mtiodo no podía apli-
MODELOS DE I N D A G A C I ~ NALGO
: DE CONTEXM H ~ S T ~ R I C 49
O

carse desde el inicio a todas las especies al mismo tiempo. Sóto U S O L U C I ~ NDE LINNEU
podía aplicarse a l a fariiilias graiides, 'ulvias", coilstituidas u '
La mayor parte de la formación convencional en métodos de investk
M*& A partir de aití, se tomaba una especie y se la comparaba ,f ! gación de las ciencias sociales -y, desde luego,la mayor parte de los
con otra. Se distinguían entonces las características similares ., ptocedirnientns académicos que rodean la aprobación de los proyectos
y disimiles y ~ 6 1 0se retenían estas tltimas. A con0nuaci6n se estudiantiles dc investigacihn y las tesis resultantes- adopian una forma
: comparaba una tercem especie con las dos prime= y el prote- i ritualizada que suele respetarse más en el plano ceremonial que en el
so se repetía indefinidamente, de modo que las característica . I trabajo efectimnente hecho por los estudiantes. Esas formalidades re-
distintivas se mencionaran una y sólo iina vez, lo qiie pmihili- flejan, en esencia, el procedimiento linneano idealizado que describe
taba agrupar categon'as y definir graduaimentc el cuadro de ,
Desr&ies.
parentescos. Este método hacia hincapié en una lógica local. En su brma m& pura y clásica, una propuesta de iesis revisa una can-
peculiar de cada zona del espacio de las criaturas vivientes, sin '
tidad de biblioarafía que supuestamente informa acerca de un corpiu
suponer a jmm' que una pequeña cantidad de criterios era per- coherente de conocimient~ya recolectado, que ha llegado a un punto
tinente para todo ese espacio. [...] donde el problema que el estudiante se pmporie rcsolwr representa e1
Dicho método es la antitesis de la técnica critmkl de Linneo, paso siguiente en el camino a un sistema siempre creciente de proposi-
que aplicaba caracteristicas generales que se suponía universal- , ciones establecidascon estructura de Iryes. Oí haMar p o r primera vez de
mente operativas (Desrosieres, 2002: 24@242.) esta visi611de las ciencias srxiales en una historia qui& apócrifa sobre
Beardsley Rwnl, economiuia cvriocido sobrc mdo por haber concebido
Desrosieres veía reflejada esra diferencia de métudo en los problemas la idea de retener impuestos de los salarios que los empleadores pagaban
operativos cotidianas de los científicos sociales: a sus empleados. Robert Redficld, un antropOlogo qiie dictaba clases en
lavniversidad de Chicago cuando Ruml era decano de Ciencias Socia-
Cualquier estadístico que, no conforme con el mero hecho de les AIl, contó a un gmpa de estudiantes entre los que me encontraba
construir un sistema lógico y coherente de categorías, también que aqiiel tenía l a costumbre de acercarse confiado a 10s miembros del
intente utilizarla para codificar un montón de docunieritciu, claustro docente y preguntarl~s,con voz estendrea: "&u& ladrillo ha
sentirá que, en varios casos, sólo pwde manejarse por medio agregado usted al muro de [as ciencias sociales esta semana?"(a veces
de la asimiIaci611,eri virtud de la pr.oxiiiiidad con casos dc los variaba la metáfol-a y preguntaba qué eslabon había agregado el desa-
que se ha ocupado previamente, de acuerdo con una ldgica no fortunado profesor a la cadena de h ciencia). Redfield dijo que nunca
prevista t r i la nomenclatura. A menudo, esas prácticas locales p d í a pensar en una respuesta adecuada y prefería, como más realista,
son puesras en juego por agentes que se afanan en talleres de la metáfom de muchos pequeiim cursos de agua que corrían hacia el
codificación y mecanopafm, de conformidad con una división ociiano, algunos de los cuales, de vez en cuando, se unían para abrir un
del trabajo en la que los líderes se inspiran en los preceptos cauce rna profundo.
de Linneo. en tanto que, sin saberlo, 10s e j ~ c i i t a n t ~reales
r son S A partir de este problema necesariamente fictiao, los estudiantes d e
más propensos a aplicar el método de B a o n (Desrosibres, tallan lo que los demás (la "biblb@am) han dicho al respecto y luego,
2002: 242). lo máa importante, de qué manera su investigación recopilará los da-
tos cuy análisis resolverá algún desacuerdo existente y volwrá posible
La aplicación del análisis de Desmieres a la smiologia contemporánea una decisih entre explicaciones conuapuestas. Con la remllici6n del
muestra que estas diferencias clásims en objetiws y procedimientos p r e problema que el estudiante ha presentado como de rai5cter cmcial, se
ducen dos maneras un tanto diferentes de trabajar que no hace faita completa el ritual.
concebir como conflictivas,pero que sí se diferencian, con seguridad. en Pero las cosas, casi inmriablemente, no resultan como lo ~ugenala
'

su meta y su ejecución, i k p e s t a . Lm dnnibiinicntor. casi siempre equívocos, insinúan expli-


caciones alternatiuas obviw que parecen tan plausibles como las hi+tesis
51
MODELOS DE I N D A C A C I ~ N :ALGO DE CONTEXTO H I S T ~ R I C O

propuestas por el estudiante, y la investigación no termina con el estallido Cuando surgen problemas en la cealizaciiin de la investigación por en-
de un %i"oun 'now definitiw a la higtesis planteada en un comienzo, cuestas proyectada aificultades para recolectar una muestn adecuada de
sino con el clásico gemido de que -es necesario investigar más".' participantes, por ejemplw, los investigadorc-a no pueden cambiar con
Así, para que la vida pueda seguir y los estudiantes recibir su titulo, facilidad su plan, porque la lógica del análisis depende de la ejecución
todos los interesados concuerdan e n ignorar la propuesta original y se apropiada de este, lo cual requiere casi invariablemente una ola de entre-
conforman con lo que efectivamente se ha encontrado y cualquier ex- v i s a hechas más o menos al mismo tiempo. De lo contrario -si las entre-
plicación posterior que el malhadado estudiante haya improvisado para v i s t a se escalonan durante un período prolongad-, los sucesos que se
dilucidar el resultado. presenten entretanto pueden influir en las respuestas de los encuestados.
El tipo de investigación que mejor se adapta a esa situación es el di- David Gold, un experimentado investigador de opinión pública, me habló
seño de investigación cuantitativa mis o menos clásico, que suministra de una encuesta que había realizado con dos cursos de sus estudiantes de
la materia prima de una considerable proporción de los artículos publb la Universidad de Iowa, una parte de h cual tenia que ver con sus actitudes
cados en Iíls principales revistas del campo del estudiante: un problema en relación con el eqiiip de f u h l americano de su establecimiento. Un
enunciado con claridad y un linaje apropiado s e e n la bibliogda, y un curso habia completado el cuestionario el viernes; la otra, el lunes. Duran-
método de investigación conveniente, que por lo general implica una te el fin de semana el equipo de Iowa obtuvo una gran victoria o tal vez
encuesta realizada en una población especificada, analizada de confor- sufrió una temble derrota; como sea, ias actitudes de las dos poblaciones.
midad con alguna versión de lo que se denomina "modelo lineal genera- muy similares, variaron ampliamente según el día en que respondían a las
lizado", en el cual el investigador somete a pnieba el efecto de distintas preguntas. ia solución general para problemas como ese consiste en ha-
mriablm independientes (cada una por separado y, a veces, de modo cer de la dif~mltadrecién descubierta el objetivo de un estudio posterior
conjunto) sobre una variable dependiente de interés. h s estudios de ( e s a es el procedimiento convencional,por ejemplo, en los tests psicológi-
la relación entre los logros académicos o económicos, por un lado, y Ia cos de la3 teorías del aprendizaje con experimentos en animales).
clase social y Ia raza. por otro,son un ejemplo de este modo de trabajar. : Una versión alternativa utiliza datos ya recolectados por otros -a me-
&tos diseños de investigación exigen lo que se ha convertidoen el m& nudo, un organismo público- en función de sus propios objetivos, pero
todo estándar de gran parte de la sociología contemporánea:el acopio a los que el investigador puede tener acceso. Entre los ejemplos clásicos
de grandes corpus de datos, en su mayoría recolectados por medio de se incluyen los datos del US Census y las estadísticas de causa de muer-
cuestionarios o, si no, mediante el uso de w t o s corpus de información te (que fueron la materia prima del clásico anáiisis del suicidio hecho
acumulados por organizaciones en función de sus propias finaiidades por Émile Durkheim), a menudo propuestos como modelo para este
(entre ellos censos, registros públicos de nacimientos, muertes y causas formato de investigación. En los dos casos, una vez que la operación de
de muerte y estadísticas producidas por escuelas, departamentos de p recolección de datos comienza, tiene que efectuarse según lo planeado,
licía. hospitales y las demás entidades que reúnen en forma habitual ese %a cual fuere el tiempo que insuma. El método no puede modif~carse
tipo de informaci6n con fines de tabulación y cómputo). Estas entidades porque, cualesquiera sean los defectos que se descubran en los registros
recolectan los datos para su propio uso administrativo (y a menudo casi de los que tomamos nurstros datos, los datos mismos consisten en aque-
político), pero suelen permitir que los científicos sociales se ~ l g a nde llo que ya ha hecho con ellos la genie que tomó esos registros, y si tienen
ellos con finalidades de investigación. errores, que así sea. Lo hecho, hecho está.
La investigación realizada de este modo tiene muchas ventajas. k re-
latimmente sencillo, al menos en principio, acumular conmimientos y
agregar ladrillm al muro de la comprensión científica de lo que uno
2 Los b+nnim-estallidom(bnng) y uyrnido"(uikimpsr)ion una alusión a las está estudiando. Cada estudio establece con firmeza algunos aspectos y
linear Linalm de 'Las hombres huecas* ( m e hollow men"), famoso poema
de T. S. Eliot: -Asíes como acaba el mundo / Aui es como acaba el mundo / aumenta así el peso de las pruebas confimatorias, y expone problemas
kf m como acaba el mundo / No con un miallido sino con un gemido". que pueden ser y a veces son (sin que esto se dé necesariamente así)
[N.de T.] abordados y resueltos en investigaciones subsiguientes.
5% DATOS, P R U E U S 6 IDFAS M O D W S DE I N W G A C I ~ N :ALGO DE CONTEXTO H I S T ~ R I C 53
O

En términm m& específicos, esas investigaciones pueden concenmr- se sabe de qué tipos se trata. Gran parte del ttabajo consistiría en descri-
se en variables clave y medirlas en p n cantidad de casos, recolectando bir lo que tiene que explicarse, y esa descripción tendría que ser previa
información de centenares o millares de personas, en vez de cuarenta o al inicio de cualquier explicación.
cincuenta. c o m o resultado, los investigddores pueden utilizar complejas W,Uoyd Warncr, un antropologo social que estudió tanto una socie-
tdcnicas estadisticas de análisis y generalizar sus descubrimientos, por dad indígena australiana, los murngin [yolngu] (1937). como una cw
medio del razonamiento probabilisiico, a poblaciones más grandes de munidad estadounidense moderna, Tankee City", un nombre ficticio
persona o casos. de Newburyport, Massachusetts (1941-1959),impartía a sus estudiantes
Los descubrimientos llegan al finai del proceso, cuando uno ha reuni- este consejo sobre cómo hacer trabajo de campo: *Cuando se enteren de
do todos los daros y puede sintetizarloci en matrices, cuadros y medidas que está por suceder un acontecimiento importante" -una ceremonia de
especificas.'En ese momento bien puede tener algunos nuevos haIIazgos iniciación o una gran celebración cívica-, 'lleguen allí antes que nadie,
sobre los que informar y teorizar. Pero no pdd aprovecharlos hasu quédense hasta el final y sean los iiIumos en irse. Luego wyan a hablar
planear y llevar a cabo el siguiente estudio. con todos los que estuvieron y pregiintenles qué pasón.
Wamer sugería que si uno hacia eso, compadr el acontecimiento,
tendría algo específico que preguntar a ia gente. Si la vida social se con-
LA S O L U C I ~ NDE BUFFON c i k como un proceso, como yo lo hago -sucede esto, a1 mismo tiempo
En una forma dternativa de planramiento y ejecución de la investiga- sucede eso y a continuación sucede aquelle-, todo puede entenderse
ción, los investigadores comienzan con algunm ideas orientadoras ge- mejor si se averigua qué es ese *todom,en vez de tratar de inscribir los
nerales y posiblemente bastante vagas sobre l= cosas que pretenden acontecimientos en casilleros ya definidos.
estudiar. BuLFon sabía que en el mundo había animales que debían rela- De modo que en esta venion de la investigación, las cosa que con*
cionarse entre si de alguna manera, pero no sabía cómo se relacionaban cemos al comienzo dan forma,en parte, a lo que buscamos y, al encon-
ni si las categorías q u e hasta ese momento habia eIaborado en su tabajo trarlo, comprobamos que necesita explicación. Cuando Blanche Geer y
iban a ser adecuadas para describir y clasificar nuevos y novedosos espe- yo comenzamos nuestro estudio plurianual de estudiantes de grado de la
cimenes. Como el mundo contenía probablemente casos m& complejos Universidad de Kansas (Becker, Geer y Hughes. 1968), teníamos detrás
de lo que él sabía, se propuso buscar las complejidadesy utilizarlas para otro estudio de varios años de la cultura estudiantil en una facultad de
crear un esquema clasificatorio aún provisono, pero más adecuado. En medicina y nos habíamos fojado numerosas ideas acerca de la colabora-
Ia versión de las ciencias sociales comenzamos una investigación de ese ción existente entre estudiantes para producir corpus de concepciones
tipo con algunos pensamientos orientadores simples: donde tiene lugar compartidas sobre la situación en que estaban y el modo de manejarla.
lo que nos interesa, quién estará. ahí y qué es lo que probablemente su- Era evidente que no podíamos limitarnos a u;islacIar n u e s m conclusi~
ceded; esta seria una lista tipica. Al trabajar de ese modo, el invesrigador nes sobre la cultura estudiantil en la situación cerrada, muy concentrada
descubre que fenómenos hasta el momento inesperados necesitan en- y de gran presión de una facultad de medicina a las situaciones muy
tenderse y explicarse. No es una situacibn diferente a la del antropóIogo diferentes de una institución universitaria de grado. Teníamos algunas
que remonta el curso alto del Xingú, el gran río del interior del Er;tsil, ideas orientadom: la cultura madura entre personas que comparten una
con la intención de encontrar, si tiene suerte, un grupa tribal que no situación problemática y tienen oportunidades dc comunicarse sobre los
haya tenido contacto previo con europeos; el investigador no sabe qué problemas que esta les genera, por ejemplo. Pero, razonábamos, con
lengua hablan y tampoco conoce nada de su modo de vivir. Cualquier toda probabilidad las situaciones, tan mdicalmente diferentes, produ-
anmpólogo, desde Iiiego, supondría qtie ese pueblo todavía 'no contac- cirían resultados diferentes, por lo cual no podíamos elaborar ninguna
tado"tiene algún tipo de sistema de parentesco para definir y regular las proposición detallada y verificable hasta que conociéramos mucho más
relaciones sexuales y sus consecuencias;algún tipo de religion para expli- de lo que conocíamosal comenzar nuesm investigación.
car cosas que parecen carecer de una explicaci6n cotidiana más práctica, - Pisamos por primera vez el carnpus de la Universidad de Kansas (KU) ,
y algún tipo de procedimiento de recolección de alimentos, pero aún no nuestro sitio de investigación, algunos días antes del comienzo de las
54 DATOS. PRUEBAS E IDEAS MODELOS DE I N D A G A C I ~ N :ALGO DE CONTEXTO HIST~RICO55
clases, probablemente durante la semana de orientación. íbamos a estu- llamativo ejemplo. Una tarde me senté junto a dos jóvenes que estaban
diar los tipos de concepciones compartidas y actividades organizadas que en primer año y las escuché mientras hablaban de esto y aquello. Final-
habíamos descubierto en la facultad de medicina (Becker y otros, 1961). mente una de ellas le preguntó a la otra sobre un muchacho con quien
Deambulamos alrededor de las mesas que unas cuantas organizaciones había salido la noche anterior. "$Ómo fue?" "Fue realmente agradable.
estudiantiles habían instalado para darse a conocer a los estudiantes que La pasé muy bien. Pero nunca más voy a salir con él." "¿Por qué no?*
se matriculaban por primera vez en la KU, y nos presentamos a todas las Tiene un promedio bajo [dparámeiro convencional del rendimien-
personas con quienes nos encontrábamos corno investigadores que r o e to académico en el campus, el promedio aritmético de las notas en los
darían por el carnpus durante algunos años. CUBOS que cada uno ha seguido]." La otra aceptó ese argumento como
Un joven, llamémoslo "Jackn,nos asedió con preguntas para saber una explicación suficiente de los motivos para rechazar a un joven que
quiénes éramos. qué estábamos haciendo, etc., y luego desapareció. Rea- en otros aspectos era deseable. Yo no. Con mi sabiduría adulta, no me
pareció horas después (más adelante nos enterarnos de que en el ínterin parecía razonable, de modo que pregunté: '¿Qué tiene que ver una cosa
había hecho averiguaciones sobre nuestras credenciales con funciona- con otra?". La joven me miró con pena, como se mira a un niño que no
rios universitarios para cerciomrse de la legitimidad de lo que hacíamos) entiende un hecho elemental de la vida, y, mien- su amiga asentía
y durante dos horas nos impartió un curso de iniciación en algunos deta- de'manera comprensiva, me explicó que ese era su primer año en el
lles de la vida política del campus que la mayoría de 1a gente desconocía. carnpus, donde estaría otros tres, y no tenia la intención de involucrarse
Para resumir una larga conversación, nos cont6 de la existencia de una seriamente con alguien que al término de ese año ya no iba a estar en
sociedad secreta cuyos miembros eran los líderes (si no de todas) de la universidad (en efecto, suponía que el chico desaprobaría una o más
la mayoría de 1x1grandes organizaciones del carnpus, incluidos el Con- materias y tendría que abandonar la facultad). No quería atarse social
sejo Interfratemidades, la Organización Panhelénica (las hermandades y románticamente de una manera que le impidiera pasarla bien en la
femeninas) y el gobierno estudinti1. Dijo que este grupo decidía, en universidad, como esperaba hacerlo. Entre muchas otras experiencias si-
secreto, quién sería el próximo presidente de esto y el próximo director milares en otras áreas de la vida del campus, esa observación inesperada
de aquello; controlaba la mayor parte de las actividades organizatims y nos alertb sobre la abrumadora importancia del promedio de las notas
políticas que los estudiantes pdían controlar, y tenia considerable in- en la vida de los estudiantes. Nunca podríamos haber imaginado -lo su-
fluencia sobre los cargos más altos de la administración. Caritativamente, ficiente para dar forma a hipótesis verificable* que su vida romántica
decidimos que yackn estaba un poco loco y no nos concentramos en reflejaría la influencia del sistema de calificación de la facultad. (De he-
investigar sus ideas. cho,a algunos integrantes del claustro docente y directivos de la KU con
Los dos años siguientes de trabajo de campo nos enseñaron que tado quienes hablamos les cost6 creer esta historia.)
lo que nos había contado era sustancialmente cierto (con la salvedad Por lo general, los investigadores de esta índole hacen un trabajo de
de que esta era sólo una de las muchas ideas que estábamos investigan- campo extensivo y de largo plazo. a veces como participantes en la activi-
do). Con cautela y resenas, habíamm utilizado el estrafalario cuento dad que estudian, mientras que en ouas ocasiones recurren a prolonga-
de uJackupara orientar partes de nuestra indagación que se ocupaban das entrevistas sin guion acerca de un tema común. En uno y otro caso,
de esos asuntos, y no dejamos de comprobar que, si, en el carnpus las utilizan lo que averiguan un día para plantear y encauzar el trabajo del
cosas sucedían tal como él había dicho. Nos enteramos uno tras otro día siguiente. Mi propio trabajo incluye las dos cosas: años de trabajo
de elementos que lo corroboraban y utilizamos cada uno de ellos para de campo, planificado día a día, con músicos y estudiantes, y series de
orientar aún mejor nuestras indagaciones, dar forma a las preguntas que entrevistas detalladas en cada una de las cuales ideaba sobre la marcha
hacíamos, sugerir las reuniones a las que debíamos asistir, etc. A la larga, las preguntas, ajustándolas a la persona y las circunstancias que ellos me
probablemente habríamos llegado a saber la mayoría de estas cosas sin estaban describiendo, con consumidores de marihuana, docentes de pri-
su ayuda, pero sus revelaciones aceleraron el proceso. maria y gente del mundo teatral (tres proyectos diferentes, vale la pena
Al mismo tiempo nos valimos de otras cosas de las que nos enterába- aclararlo). Si uno trabaja de este modo,puede reorientarse con rapidez
mos para orientar otros pefi1es de nuestro trabajo.A continuación, un el trabajo, incorporando a la comprensión del fenómeno que estudia
interesantes problemas que no había previsto. Preguntas suscitadas por . I&I congruentes con una teoría, incluso si esta es correcta. Sin
la primera entrevista se plantean en las siguientes y se dedica tiempo a embargo, las pruebas en respaldo de una teoría m vez son
la búsqueda de otros ejemplos de acontecimientos o ideas interesantes tan sólidas como para eliminar la interpretaciones alternativas.
que pueden dificultar la comprensión que uno tiene del fenomeno en Asi, conforme a los procedimientos actuales, estamos condena-
cuestión. La investigacifin resuelve algunos problemas y saca otros a la d o si
~ lo hacemos y también si no lo hacemos. Si nos ocupamos
Iuz en un proceso continuo que sólo lIega a su fin cuando se acaban el de teoría, nos ocupamos entonces de pruebas. Si iomamos
uempo, el dinero y el interes. estas iiltimas con demasiada seriedad, tal vez rechacemos te*
Lo que no podemos hacer es planificar con anticipación de una manera perfectamente decentes; si las ignoramos,no tendremos
que nos permita dexribir lo que vamos a hacer a una audiencia escéptica, teoría sino una mera especuIación. ¿ G m o resolveremos estos
como el jundo de una tesis o el proveedor de fondm de investigación. problemas?
Tampxo pmiemos encargar el trabajo a un equipo externo de invesii- El primer paso es reconocer que estarnos en esencia frente a
gadores. a menos que bs convirtamos en mios casi en pie de igualdad un mundo probabilisuco y que la perspectim determinista en
durante el desarrolla del proyecto. Nunca sabemos cuáies serán n u e s w que se expresa la mayoría de las teoría sociológicas y que sub
resultados, aunque tenemos basmnte seguridad de que obtendremosalgu- yace al concepto de examen crítico es algo más que irrealista:
nos. Del mismo modo,no pdemos exhibir una prueba definitiva de nada es inapropiada. Si las teorías se formulan en términos probabi-
qne queramos decir, aunque si podremos hacer m& en ese sentido que lísticos, esto es, especificando que una serie dada de conditi*
muchos de los investigadores orientados hacia el trabajo de campo. nes alterará la probabilidad de un resultado dado, no &lo se
La investigación cuantitativa en p n escala puede hacer Io mismo, describirá correctamente la realidad de la vida social, sino que
pero la escala temporal es diferente. Cuando los investigadores de este tambih nos liberaremos de suponer que las pruebas negativas
ámbito tropiezan con dificultades y fuentes de error,pueden señalarlas significan automáticamente que una teoría es errónea. (Una
e informar de ellas a sus colegas (como hicieron Wallin y Waldo) e in- teoría determinista postula que una serie &da de condiciones
corporarlas a la ejecución de nuevas encuestas y otras operaciones de llevará, lisa y llanamente, a determinado resultado.) ¿Por qué
recolección de datos. En definitiva, ambos tipos de científicos mejoran es irrazonable suponer un entorno caud ptobabilistic~y rio
sus procedimientos de rutina y la exactitud de sus datos. uno deteminista? Pasar6 por alto la m a s i y~ c s i infinita serie
de errores de datos en que incummos cuando medimos acon-
tecimientos sociales que pueden impedir la obsemción de un
resultado dado aun cuando este siempre ocurra. Ai margen de
LAS RECOMENDACIONES De LlEBERSON esto, en un mundo complejo y multivatiado es irrealista actuar
como si fuerzas deterministas movieran la vida social, aunque
Un destacado metdólogo, Stanley L j e b e m n (1992), ha propuesto una pensemos que así es. Habida cuenta de que existe un conjunto
descripción amplia de estos dos modelos tai como se manifiestan en el tan amplio de condiciones que afectan un resultado,es ingenuo
trabajo sociológico. Meticuloso y escrupulosa en su presentación de am- pensar que una teoría correcta predecid O siquiera explicah
bos,iiebetson termina por concluir, con firme=, que los soci6logos de- este último en cualquier circunstancia dada. %lo la más sim-
berían usar lo que describe como un modelo 'probabilístico". Este es su plista y mecánica de las concepciones supondría que una teoría
razonamiento: tiene que ser la influencia dominante en todos los escenarios y
contextos históricos, con prescindencia de la heterogeneidad
Por un lado, en la actualidad suponemos que las pruebas que 1 de las unidades. Por otra parte, una teoria que explicara todos
contradicen una teoría muestran que esta es "err6neaW o que los acontecimientos estarÍa cerca de ser una historia del mundo
exige al menos alguna rnodificacidn. Por otro, en las ciencias (Lieberson, 1992: 7).
smiales es irrealisa suponer que todos los datos relevantes se-
MODEWS DE ~ H D A C A C I ~ NALGO
: 59
DE CONTEXTO H ~ S T ~ R I C O

Indudablemente, este enfoquc probabifistico tiene mucho en su favor. personas terminarán por padecer partsia Una meta alternativa cuenta
Lieberson critica los modos de investigación que apuntan a ocuparse de la historia del camino que lleva a la paresia, tratarido cada paso como
todos los sucesos y objetos presentes en las situaciones que estudiamos, un proceso p r investigar, una "caja negram-en rénninos m& técnicos,
y que a su juicio bien podrían influir en los resultados que queremos ;na mAquina de input/ozrtput o entrada-salida- que contiene más com-
explicar. plicaciones conducentes al producto final de esa afección. Las complim
ciones que Lieberson considera tan fastidiosas ( y en eso no es el Bnico)
Desde un punto de vista probabilístico, l a teorías que incor- son para mi (tampoco el iinico) las nuew cosas s o b e las que quiero
poran una cadena compleja de sucestri son poco atrnctiws y indagar, cuyo funcionamientoquiero incorporar a mi comprensión de la
las pruebas empíricas tienden a ser engañosas. [...] Una teoría máquina de entradasalida implicada en la producción de !a paresia. Me
que implique un conjunto de secuencias sólo será útil si todas he metido en la lógica de l a cajas negras y su funcionamiento interno
las probabilidades dentro de la secuencia son virtualmente 1 ,O, en otra parte (Becker, 2014; en especial, 95-12 1) .Aquí, una breve síntesis
y aun así el valor de probabilidad cae^ con rapidez con la can- de esta posición:
tidad de sucesossecuenciales. Supongamos que la probabilidad 1 "', I'

de Y,dado X,es O,?, y que la probabilidad de 2, dado Y, es 0,6. A menudo decimos, incluso insistimos, que los acontecimientos
La probabilidad de 2.dado X,es 0,7 x 0,6 = 0,452. Aqí, ambas , mides tienen causas múltiples. Pero los métodos estándares
teorías pueden ser correctas, pero las rnh de h a veces una te* ., ' no contienen mecanismos para buscar causas que aún no cono-

ría que acumule múltiples pasw hará predicciones más débiles , , :. cemos. Son buenos para evaluar el gcado dc relación entre A y
que si cada paso se considerara como un problema teórico in- B [Xe Y en el ejemplo de Lieberson], pero mucho menos útiles
dependiente. h a errores son aun más desagradables cuando 6 para investigar "la wriación inexplicada"que permanece den-
'

un segundo paso tiene una baja probabilidad de ocurrir. Por , I,I tro de la caja negra hasta que la biiscamos (Becker, 2014: 65).
ejemplo,para sufrir de paresia uno tiene que estar infectado de I . 1

sífilis, que a su vez debe superar varios estadios sin tratamiento. La concepción del trabajo sociológic~como una búsqueda del funci*
Aun así, mucho menos de la mitad de las personas que tienen namiento interno de máquinas de tnput/outpu;, en vez de correlaciones
sífilis latente no iratada padece paresia. Desde luego, en el caso entre causas y efectos, modifica el carácter de la empresa. Al trabajar
de quienes tienen la condici9n inicial (X o sífilis), la probabi- de este modo, el sociólogo procura sumar complicaciones a la historia
lidad del resultado final será mayor que en el caso de quienes en lugar de simplificarla. No hace falta que esa búsqueda sea anticuan-
no sufren X o no tienen una infección sitilitica. Sin embargo, titativa, como he explicado por extenso al examinar métodos teóricos
nuestro análisis y comprensión son tanta mayores cuando e- establecidos como el análisis cuantitativocomparativo y sus análogos en
minamos cada eslab6n de la cadena. Además, tal vez haya par- la investigaci6n tanto cualitativa como cuantitativa (Becker, 1998: 183-
tes de cadenu complejas de las cuales no tenemos siquiera la 194). Pero no apunta a proporcionar correlaciones verificadas que
mínima comprensión teórica. En la cadena de acontecimientos puedan representar la base de predicciones capaces e610 de manera
que llevó a la Primera Guen;i Mundial, <qué teoría rinde cuen- provisoria, dado que las pruebas que incluyen 9on sólo probabilistica-
tas del asesinato del archiduque Francisco Fernando en 1914 y mente verdaderas- de guiar con precisión las decisiones de los indivi-
qué teoría se ocupa de la probabilidad de guerra en caso de no , duos. Antes bien, y quid más importante para la gente que piensa de
haberse producido un asesinato? {Liebenon, 1992: 8 ) . esta manera, la meta consiste en influir en las acciones de organitaci*
nes cuyos directivos esperan que dichas acciones tengan consecuencias
...
Pero Sí, hay un gran 'pero" que, a mi entender, cambia esta sensata sociales verificables.
evaluación. No es n e c e h a que la investigacidn sociológica produzca r: '

conclusiones capaces de predecir los resulcadoe de un conjunto espe- 4 ,

cifico de condiciones previas. No hace falta ser capaz de predecir qué


h DATOS, PRUEBAS E IDEAS ALGO DE CONTEXTO H I S T ~ R I C O 61
MODELOS DE INDACACI~N:

A CONTINUAU~N... naturales, y después, en la segunda parte. un examen del US Gensus


como un prototipo de la investigación empírica que plantea muchos de
Estos dos modelos y modos de concebir y llevar a término las investiga- loa problemas clásicos. A esto le sigue una serie de breves diwusiones
ciones aparecen continuamente en la historia de la smiología,dentro de sobre esos problemas metdológicos desde el punto de vista de quien
la cual se ha acumulado una enorme literatura que examina su valor, sus se encarga efectimmente de la recolección de datos. y donde se expone
defecta y las elecciones que los investigadores deben hacer mientras se el argumento de que lm morivos. las circunstancias y las destrezas de los
dedican a su actividad. ., recolectores de datos p r i m e o s dan forma a los resultados de la investi-
A menudo esas discusiones tienen un sabor polémico, cuando se insirp gación que constituyen nuestros datos y, de esu modo, al tipo de pruebas
te en que "mi manera de trabajar es mejor que la tuya". Por mi parte, he que podemos aportar como respaldo de nuestra< ideas. ?
hecho todo lo posible para evitarlo. Los dos tipos de investigación tienen
problemas y defectos. y mi intención ea evaluarlos imparcialmente: no
ponerles notas, por así decir, sino antes bien ver cuáles son en realidad
los problemas de la investigaci6n e n este asunto de la sociologia y sugerir
Iiiego el modo de hacer algo con ellos.
Como es muy obvio -les dejo ya mismo el remate, fácil de prever-,
vale la pena utilizar ambos según lo dicten la^ circunstancias, sin adop
tar una actitud casi religiosa respecto de las dificultades implícitas en su
uso: simplemente, ser prácticos. Tenemos numerosw ejemplos de inves-
tigaciones excelentes que hacen eso, y otros en Iw cuales los dos tipos
pueden contribuir de diferentes manem a aumentar el conocimiento.
No estoy seguro de que el "muro de las ciencias sociales"esperado por
Beardsley Ruml llegue alguna vez a construirse, pero podemos aportar
algunos buenos trabajos, lo cuai bastaría para mi.
Las diferencias entre los dos modelos radican en la relación de cada
uno con el circulo datos-pmebmteoría. Con mucha frecuencia, el m*
delo 'cuantitativo" tiene dificultades con la conexión entre los datos y
las pruebas: le cuesta mostrar que los datos realmente miden lo que el
investigador dice que deben medir para ser útiles como pruebas en el
argumento posterior. Las dificultadesdel modelo "cualitativo" aparecen
en el otro extremo: le cuesta mosmr que las pmebas recolectadas, aun-
que basadas sobre &tos aceptables que son lo que pretenden ser en rela-
ción con el hecho observado, están claramente relacionadas con la idea
que, insiste el investigador, encarnan o demuestran o para la cual son
relevantes. Cada enfoque tiene las ventajas que proclama si uno admite
sus premisas, pero, asimismo, padece de fallas características de las que,
salvo qiie It sea necesario hacerlo, prefiere no ocuparse.
Ahora, trazo aquí una somera hoja de ruta de lo que viene: una breve
y selectiva historia de las querellas sobre los métodos en la investigación
swiológica; dos ejemplos para demostrar en qué consiste el buen méte
do científico, tomados de dos proyectos bien descriptos de las ciencias
m : .. 1. Ideas, opiniones y pruebas

Hasta aquí, algunas de las maneras más generales y abstractas


de pensar los problemas de la investigación. Pero, desde luego, las dife-
r e n c h de opinión no se producen en un vacío histórico. Para entender
el problema de manera cabal, tenemos que ver qué sucedió en el pasado
y qué tipo de resultados organizacionales tuvieron esos sucesos. ¿Qué
clases de grupos se formaron?¿Qué modos de llevar a catm nuestra acti-
vidad científica se consolidaron como rasgos mAs o inenos permanentcs
del entorno laboral y la carrera profesional de los sociólogos?

i i"ri

C~MO
RESOLVEMOS LAS CUESnONEg

Tres aficionados al cine que han salido a tomar algo empiezan a con-
versar sobre los premios de la Academia y a dar sus opiniones acerca de
varios de los ganadores; en algunos casos discrepan. Tropiezan entonces
con un problema: no se ponen de acuerdo e I i qué película ganó el Oscar
cn 1986. Uno cree que fue Out ofAJ5icu [Á@u mial iy que Meryl Streep
obtuvo el premio a la mejor actriz por su desempeño en este film. El se-
gundo insiste en que fue T h Color P u q & [El ~:olorptitpurn]y que Wloopi
Coldberg ganó como mejor actriz. El tercero piensa que los ganadores
fiieron Kiss o j thc Spider Womnn [El km de lo mujer araña] y Jessica h g e
por su papel en Sweet h a n a s [ D u h sumios]. Discuten sin entenderse y
cada uno recuerda vívidamente que sus respectivos candidatos fueron
los ganadores. Al final, apuestan diez d6lares por cada categoría. Y,por
supuesto, le preguntan al barman cuáies fueron los verdaderos triunfa-
dores. Si le hubieran hecho una preguriia sobre Gisbol, él podría ayu-

3 Entrc corchetes, d driilo con qiic la pclícular mcncionadm ac conorieron


en la Argentina. [N.de T.]
IDEAS, OPINIONES Y PRUEBAS 65

darlos, pero no sabe nada de cine. Como estamos en el siglo XXI,uno el mundo aceptará, como respecto del objeto p a n el que pueden seMr
de ellos saca su teléfono celular, consulta Wikipedia y anuncia Ioa ver- de prueba. A veces, las discusiones resultantes adoptan una forma mis o
daderos ganadores: mía y alguien en quien ninguno ha pensado, menos permanente en subgrupos organizados y dutaderos, que compi-
Geraldine Page por su actuación en The Trifi to BwLnti/tLI [En busca de la ten por cargos académicos, estudiantes, oportunidades de publicación y
p h i t d J . El'pnador de Ia apuesta sobre la mejor película recauda sus (sobre todo, y lo más importante) fondos para investigaciones, el dinero
dólares y iodos recuperan el dinero de la otra. que da a los investigadores el tiempo y las demás cosas que necesitan
Wikipedia resolvió el interrogante. Lo que este sitio dijera, coincidie para llevar a buen puerto su wbajo científico.
ron los tres (sin discusión alguna), zanjaría la cuestión: ninguno ponía Seré más específico: algunos sociólogm prefieren los 'métodos cuanti-
en tela de juicio la exactitud o la validez de lo que mosuaba la pantalla tativosuy abogan por estos. Encuentran 'datos durosw,cosas que se p r e
del teléfono. A menudo k gente tiene dudas sobre lo que UTikipedia ponen contar o medir, utilizan los datos así recolectados para comparar
dice acerca de temas específicos, pero en este asunto nadie planteaba subg-rupos (tal vez de conformidad con sus números en clasificaciones
cuestiones de sesgo político. error editorial, falta de una cita adecuada estandarizadas) y la mayoría de las veces recurren a tests estadísticos para
que remitiera a una fuente,o cualquiera de las otras cosas de las que, de decidir cuándo prestar atención a un resultado, cuándo pueden usarlo
tanto en tanto, los críticos acusan a las entradas de esta enciclopedia. (En como prueba en respaldo de una de sus ideas y cuándo tienen que des
Chicago, durante mi juventud, la gente resolvía estas apuestas de bar lla- cartarlo por no estar a altura de esa tarea. Ese es el modelo linneano
mando al Chicago Tribune, que parecía tener día y nwhe una persona dwcnpto en el capitulo 1. Otros sociólogos usan "métodos cualitativos":
para dirimir cuestiones por el estilo.) observan de cerca y durante períodos más prolongados a personas, or-
Traduzcámoslo a nuestro lenguaje: cada apostador hizo valer una hi- ganizaciones y situaciones, escriben voluminosas notas de campo que
pótesis (nombre sofisticado pan hablar de una idea) acerca de las pelí- informan en detalle de sus descubrimientos y se preocupan menos por
culas y los actores que habían ganado. Encontraron datos (lo afirmado las mediciones (aunque,en realidad, suelen contabilizar cosas y usan
en Wikipedia) que todos reconocieron como autorizados respecto de h los resultados para poner a prueba sus ideas). Utilizan los datos que re-
identidad de los verdaderos ganadores y luego los utilizaron como prw colectan, analizados en una diversidad de formas que se adecuan a su
bas quejustificaban una conclusión (no tuvieron que especificar como yo naturaleza, para respaldar sus ideas. Ese es el modelo buffoniano. Lios
los pasos lógicos del argumento) aceptada por los tres como resolución dos grupos suelen disputar porque piensan que los datos recolectados
de sus apuestas. por los otros están llenos de errores y no pueden utilizane como prueba
Siempre pensé que las discusiones que escuchaba entre los clientes de nada.
cuando yo tocaba el piano en los bares de Chicago habían modelado t* De este modo, la organización de los sociólogos en departamentos,
dos 10s problemas con los que luego tropezaria como materia cotidiana alianzas transdepartamentales y grupos de trabajo encarna a menudo las
de las disputas académicas en sociología y otros ámbitos. El trío com- ideas y los estilos asociadm con los enfoques linneano y buffoniano de
puesto por las ideas, los datos y las pruebas, y las maneras como podemos la investigación.
manipularlos, me parecia entonces,y sigue pareciéndome, el niicleo del En mi caso, por ejemplo, a menudo se me clasifica como de tipo "cuaii-
método científico en cualquier campo del conocimiento, sean cuales tatiw". Es verdad que en lo personal disfruto del tmbajo de campo: entre
fueren los tipos de datos y métodos analíticos de que nos valgamos. otras cosas, acompañar a la gente m i e n m se dedica a sus rutinas l a b
Pero en su forma académica, la sociología y otros campos que compar- rales corrientes o hablar de algunos aspectos de su vida y su experiencia
ten en todo o en parte su objeto de estudio n o suceden en bares ni per- en largas entrevistas desestmcturadas y llenas de digresiones. Si bien la
miten que Wikipedia resuelva cosa alguna. Las dificultades de formular mayor parte de mi trabajo ha sido de ese tipo, me eduque en la tradición
una idea de modo que posibilite a sus proponenta y oponentes $ame- asociada al Departamento de St>ciologíade la Universidad de Chicago
terla a prueba" o *investigar1awno se resuelven con tanta facilidad. h de las décadas de 1920 y 1950, cuando lo dirigía Robert E. Park, quien
investigadores debaten acaloradamente las respuestas, y discrepan tanto abogaba por ambos tipos de investigación. En mi trabajo a menudo he
respecto de los t i p de datos que "cuentan", cuyo carácter decisivo todo contabilizado cosas, como hacen tantos otros investigadores "cualitati-
vos". Y -espero que esto no suene a defección- algunos de mis mejores muchos de los errores surgidos con anterioridad. Y podemos hacer esto
amigos han hecho números. j porque, cada vez que, para salvar la dificulrad, cambiamos la forma de
A la larga, sin embargo, comencé a pensar y a recopilar datos acerca de hacer una pregunta u observamos algo diferente. no invalidarnos d o
lo qiie hacía que estos fueran dignos de considerarse seriamente como el proyecto de investigación; más adelante plantearé con mayor detalle
pruebas y el modo como debiamos tomar en cuenta los trastornos que este argumenta. Lm errores hallados por Morgenstern eran, claro está,
surgen de manera inevitable cuando queremos evaluar nilesoras ideas encontrados por otros investigadores cuantitativos: ¿quiénes, si no, sa-
desde un punto de vista empírico. Liegué a la conclusión de que el p m brían descubrir equivocacionesde ese tipo? Y luego comencé a advertir
blerna estA en la triiogia datowpmebas-ideasy en el tan frecuente fracaso similares estropicios internos también entre mis colegas cualitativos, que.
de los vínculos que esperábamos crear entre ellos. si bien pueden dedicarse a esa clae de corrección de errores, no suelen
Por eso, comencé a tomar con seriedad las muchas recopilaciones que hacerlo. Ahí se sitúa el nacimiento de este libro.
se habían hecho de los errores en los datos cuantimtivos de las ciencias Encontré igualmente numerosos ejemplos del mismo tipo de mbajo
sociales. La mejor de ellas, creo, sigue siendo el clkico de Oskar Mor- hecho de manera más cuidadosa y responsable, donde se evitaban los
genstern, * la cxacditud de Eas obsetwmtbw nonaiirm (1963 [1950]). errores conocidos, se rechazaba atribuir a las prueba rnh peso del que
Fxonomisra y coautor de la teoría de losjuegos, Morgenstern cenuaba su podían soportar, se hacia un esfuerzo extra y se dedicaban horas y dóla-
investigación empírica en el comercio exterior. Lus datoa disponibles (y res adicionalesa garantizar la solidez de los argumentos.
cargados de errores) sobre la cantidad de cosas que el país A exportaba Comprendí asimismo algo m& que respetaba profundamente mik-
al país B, tanto como las variaciones en los precios de esas mercancías, chos trabajos cuano'tatiyos y, al mismo tiempo, conocía una buena canti-
eran un fastidio para él y los d e m h que mbajaban en ese campo. En dad de trabajos cualitativos que no m e parecían gran cosa. Los tipos de
particular, Morgenstern veía con disgusto la práctica comente de atrk errores que pueden encontrarse en los d a campos parecen diferentes
buir gran peso a diferencias muy pequeñas entre dos números. cuando en la supecficie, pero a menudo exhiben defectos similares. (Ya vendrán
ei mismo (y, según suponía, también otros) sabía perfectamente que los los ejemplos: por favor, sean pacientes.) Las trabajos cuantitativos que
numeros propuestos como pmebas de algún aspecto estaban en realidad yo respetaba tenían una característica en común: nunca utilizaban los
llenos de errores, al extremo de que, a decir verdad, si uno no veía una datos como pruebas de afmriacione~de las cuales no fueran una prueba
diferencia de al menos el 10% entre dos de ellos, no esuba ante ningún creíble. Me resultaba fácil ver también ese patrón en algunos trabajos
halIazgo que pudiera servir de prueba de nada imporrante. Morgenstern cualitativos.
se molestaba en espllcial cuando los investigadores decían: "Ah,bueno, -1 Cierta perspectiva hisdrica sobre l o que terminó por convemrse en el
como los errores están aleatariamentedispersos,se neutralizan", aunque actual conflicto institucionalizado entre los métodos cualitativoy cuanti-
las personas que daban esta explicación nunca ofrecían pruebas de esia tativo de investigación (en su mayor parte aceptado de manera irreflexiva
cnicial opinión. De todos modos, usaban los datos defectuosos. como algo normal) muesm que toda esa hostilidad ritualizada (la o p
Leí a Morgenstern con cuidado y atención y combiné sus descubrí- sici6n entre los números y las palabras, la precisihn y la expresividad, 1;u
mientos con los de cientificos ulteriores y lo que yo conocía de proble- leyes generales y la explicacibn de situaciones particulares -para ser más
mas similares en los datos sociológicos (gran pane de los males no tarda- sucinto, entre Unneo y BufFon-) no hacejusticia a la realidad del trahjo
ré mucho en indicar) que coincidían con las cosas que le molestaban a él de los s~iólogos.Estos no siempre actuaron así, no siempre actúan así
(véase, por ejemplo, Deutscher, 1973). Comencé a recopilar errores, tal hoy en día y. a decir verdad, no tienen buena razones para hacerlo. Pero
como alguna gente colecciona esrampiflas,y -para ser s i n c e w durante la grieta entre los campos metodológicos se ha profundizado y endure-
largo tiempo sólo me intered en los cometidos en el trabajo cuantitativo. cido, además de incorpomrse a la práctica organizacional cotidima de
Hablando en general. este contiene más errores, porque 10s cometidos una manera que la conviene en un hecho desafortunado de la vida e n la
en el trabajo cualitativo son más fáciles de descubrir y arreglar sobre disciplina. Podemos ignorarla, pero la ignorancia tiene un costo.
la marcha, en medio de un estudio. Uno puede volver y mirar o pre- o , Estas querellas y su sedimento organizacional tienen una historia, y es
guntar otra vez. Como resultado, del producto terminado se eliminan Útil percibir en cierta forma como produjo el pasado este presente. Un
descargo: esta n o es una historia real; si lo que se busca es eso, convendrá un contexto social específico, que todavía no conozco. y la uso para inter-
remitirse a una de las historias clásicas del campo. Es tnis bien el modo pretar o m cosas que la persona dice sobre su vida y su situación social,
como yo la veía en aquel (los)tiempo(S), y es más la hiitoria de ese punto sin intentar, sin embargo, hacer nada aritmético con ella, mi investiga-
de vista provinciano (una historia más detallada y seria consta especial- ción, entonces, es 'cualitativa".
mente en Plaa, 1996y Camic, 2007). Pero antes que nada, un intento de : Las grandes dificultades terminológicas surgen porque los sociólogos
aclaración linghística. . <
y otros profesionales usan una ~ r i e d a dde palabras para describir la va-
riedad de operaciones que producen y usan datos. Estos. al carecer de
Cualidades aritméticas, requieren otra manera de manejarlos. A conti-
nuación, comento las cosas que quiero describir y las palabras que usaré
U N A NOTA SOBRE LA TERMINOLOG~A para denotarlas, con ejemplos de mis propias investigaciones.

Como gran parte de este libro se ocupa de problemas del método de in-
.. Trahjo de campo", una expresión que de tan abarcadora resulta
imprecisa, proviene del clásico método anmpológico de salir de casa
vestigación, y muchos de estos aparecen en diferentes formas y niveles de e ir a otro lugar -1 "campom- a recopilar datos sobre una sociedad o
gravedad en diferentes maneras de trabajar, vale la pena ser cuidadoso una situación por el momento tan desconocidas que los investigadores
con el lenguaje. Algunos términos comunes son entendidos de diferen- ni siquiera pueden formular preguntas de investigación razonables. No
te modo por diferentes personas. Como resultado de esto, lo que pare- conocen el lenguaje, la religión o el sistema de parentesco 'nativosw y
cen ser serias diferencia oixdece, de hecho, a una falta de significados tienen que aprender d o esto antes de poder dar forma a un problema
compartidos para las palabras que utilizamos. No trataré de legisIar qué de investigación. Utilizan los datos recolectados el día 1 para planear la
significados deben dar los otros a dichas palabras (en el pasado, y tal vez investigación del día 2 y continúan de ese modo, formulando preguntas
también en este libro, las he usado de manen menos rigurosa y formal). cada vez más especificas que pueden investigar de una manera cada vez
Pero de ahora en adelante, trataré de emplear estos términos con mayor más planificada a medida que su conocimiento se profundiza. Y ponen
cuidado. por escrito t d u y no,por ejemplo, la edad como Único hecho destacado
Usari "cuaiitatiw" p a n describir las investigaciones que prestan aten- o lo que digan acerca de un fenómeno las personas estudiadas por ellos.
ción a los detalles y matice del significado en los diversos tipos de mate- - I Los mciologo~ no w n a lugares remotos para hacer su investigación,
rial que constituyen su objeto, y habitualmente (no siempre) describen aunque a veces si a regiones de su propia mciedad de las cuales saben
sus datos en palabras y no en números. Sus datos primarios pueden ser casi tan poco como los antropjlogos acerca de las zonas recóndita de
las observaciones del investigador o informes más o menos textuales de Nueva Guinea o extensiones menos conocidas de la cuenca ama26
entrevistas, materiales hisdricos, etc. Los investigadores consideran el nica. Y tal vez actúen entonces como lo hacen los antropólogos: apren-
significadodel material como algo que deben descubrir, y no como algo den el lenguaje (los significadoslocales de palabras de la lengua que
ya dado y no problemático. Liegado el caso, pueden enumerar ejemplos comparten con las persona en quienes están interesados) y las formas
de las cosas que describen. sociales y los modos de vida que tienen vigencia en su hogar kmporario.
Hago hincapié en "losinvestigadoresconsideran el significado".Cuan- Y -bien ellos ponen todo por escrito, ya sea que lo entiendan o no.
do le pregunto a alguien cuántos años tiene y considero el significado Más importante: usan la información de cada día p a n planificar la inves-
de la "edad"que me informa como una serie de números cardinales tigación del día siguiente.
asrxiadm a una fecha de nacimiento, un fenómeno cuyo interés radica N b e es el caso puro de trabajo de campo. Muchos sociólogos practian
eri lo que puedo hacer con la respuesta en términos arjtméticos (por alguna versión de este: estudian a personas cuyas vidas y prácticas están
ejemplo, calcufarla edad promedio de los miembros de un griipo) + estoy menos distantes de la suyas propias y vuelwn a su casa cuando teminan
haciendo investigación "cuantitatimW.Por lo gened, no verifico cuál es el trabajo del día o de la noche, p a n seguir con su vida corriente.
la comprensión que la persona tiene de la palabn "edad". Pero si tomo Una parte del trabajo de campo consiste en hacer preguntas a las per-
su respuesta a mi pregunta como el significado que la palabra tiene en Minas que estudiamos, montones de preguntas, a menudo muy simples,
IDMS, OPINIONES Y PRUEBAS 71

sobre los objetni y IMactividades que vemos, y cuyas respuestas se for- podía imaginar ningún programa fijo de preguntas prefomulada~que
mulan en el lenguaje que la aua persona estime apropiado y aclamtorio: lea sonsacara. de manera conveniente y completa, la información que
*¿Qué es eso? ¿Quién es esa persona? {Por qué hizo eso? ¿Adónde va- yo quería, en especial porque estaba seguro de mi intención de enun-
mos?".A medida que nos informamos de más cosas p c i a s a las respue* ciar mis preguntas en el lenguaje que esas personas usaran, adaptando
tas suscitadas por esas preguntas, empezamos a formular problemas y su formato a l a especificidades que los entrevistados ya hubiesen men-
pIanes de investigación. Nuestro interrogatorio se toma más sistemático cionado. Después de dejar a& con una sonrisa mi pequeña broma,
y comenzamos a incitar a las personas a ser más específicas, al punto contestaban con todo el detalle que yo pretendía, no sólo llenando los
de hacer que nuestro proceder se parezca cada vez m& a una entre- obvios vacios (implícitos). Yo los instaba a responder por extenso y así
vista: una lista de preguntas preparadas de antemano cuyas respuestas, me enteraba de muchas cosas que, de lo contrario, no habría podido
n o tenemos dudas, adoptarán una de unas pocas formas, de m d o que preguntar por desconocerlas.
podamos preguntar lo mismo a mucha gente y hacer un recuento m& N Se trataba sin duda de entrevistas, pero su formato difería mucho del
sistemático de sus respuestas. quc utiiii'an un censista o un entrevistador de una organización de
Pero no siempre, porque suele suceder que no sepamos qué significan investigación por encuestas; las preguntas hechas por estos se contesta-
las palabras que usan las personas y a veces tampoco ellas lo saben, por ban en un orden fijo y con fórmul~ invariables. Mis entrevistas teatraies
lo cual buscamos ejemplos de lo que no entendemos en el coniexto in- diferían también de las que hacía, con frecuencia por impulso, cuando
mediato y pedimos a nuestros interlocutores que nos lo expliquen. En realizaba trabajo de campo en una facultad de medicina y me quedaba
este punto pdríamm decir que lo que hacemos es mtmnslar. Pero esta solo cori un estudiante a la espet-a de que sucediera alguna otra cosa;
palabra tiene mÚltipIes significados. Puede abarcar sin duda el sondeo aprovechaba entonces para preguntarle sobre algún aspecto de su ex-
pmo preciso e informal que acabo de describir. Pero incluye otras for periencia estudiantil que me interesara. Si tenía suerte, mi interlocutor
mas comunes que los investigadores usan m& sistemáticamente: al que- tal vez considerara la pregunta lo bastante interesante para responderla
rer cierta información en una forma especifica -una edad en niimeros por cxtenso. lo cual podría llevar a otra área, hasta que la vida cotidiana
cardinales. por ejempl*, los entrevistadores presentan al entrevistado lo reclamara y tuviera que examinar a un paciente. Se generaba así una
respuestas preformulach entre las que tiene que elegir. Pero en el caso entrevista que casi con seguridad no se repetiría de la misma forma con
de ouas finalidades, dejan que los entrevistados utilicen sus propias p;i- ninguna otra persona.
labras. que luego ellos transforman en datos mediante la interpretación Tenemos que distinguir entonces entre tipos de entrevistas. En un
J.,

de1 significadode las respuestas y su asignacibn a categorías. Hay muchas extremo, las pregunta3 se escriben y se leen al entrevistado,cuyas res-
posibilidades entre los extremos de la entrevista 'esmctuiada" y la en- puestas se asientan en categoría3 ya establecidas. En el otro extremo, los
trevista udesestnicturada". entrevistadores como y o piden a la gente que les hable sobre algún tema
Una vez pasé un año entrevistando y observando a integrantes del de interés y formulan pregunta3 específica basadas en lo que escuchan
mundo teatral de San Francisco. Quería sakrio todo sobre sus trayec- en el transcurso de la entrevista. Podemos decir que la primera es una
torias: dónde habían aprendido el oficio que practicaban (actor, direc- entrevista *estmcturada"y la segunda, una entrevista "no estructurada".
tor, técnico, e tc.), en qu6 espectáculos habían trabajado y cómo habían Hay tantas posibilidades que nunca m a haber, está claro, ningún gru-
conseguido cada uno de esos trabajos, etc. Al principio, las personas po bien organizado de categorías que pdarnos usar para clasificarlas.
a quienes ahordaba se mostraban un poco neniiosas. Preguntaban: Tampoco podemos insistir en llamar indiscriminadarnentc 'entrevista"
"¿Cuánto M a tardar esto?", como si no estuviemn seguras de tener a cualquier cosa.
tiempo para las tonrerías con que yo estaba a punto de enfrentarlas. Las personas que hacen trabajo de campo 7participan en las situacie
Inventé entonces una fórmula que supemba su renuencia: 'Bueno, ten- nes que les interesan, miran, escuchan, reformulan constantemente sus
go sólo dos preguntas. ¿ G m o se inició en esta actividad? ¿Yqué pasó ideas e intereses- podrían entrevistar en diversos momentos y de mnas
después?". Eso era lo que yo qucna realmente saber. Como no podía maneras en uno y otro extremo del continuo. Llamar "entrevistar" a todo
saber de antemano q u i clase de cosas podrían incluir sus respuestas, no lo que pueden llegar a hacer ea suscitar malentendidos. Recomiendo
72 DATOS, PRUEBAS E 1D-S IDEAS,OPlNiONFS Y PRUEBAS 73

especiiicar en detalle el tipo de entrevista implicado en cada caso especí- EL DEBATE CUALITATIVOCUANTITATIVD:
fico,y eco es lo que haré cn este libro. -f U N A &POCA MAS ECUMENICA
Senalo iina consecuencia crucial de esa postura: nunca debemos ,.
confundir la observación concreta de un fenónieno con la descripción Las dos partes de este ritualhdo debate ignomn la realidad de una p r c ~
recopilada de un enwtvisiado que afirma haberlo observado. Aunque longada historia de investigación que mezcló con éxito las dos formas de
esta segunda descripción nunca puede tener, como prueba de lo suce recolección de datos: contar cuando era posible, buscar otr;ls forma de
dido, el mismo peso que la primera, es posible que influya en nuestro información que suministraran otros tipos de material para el análisis
j ~ ~ i c geneni
io acerca de lo que sucede en combinaciones específicas de cuando hubiera acceso a ellos, con la frecuente incorporación de ambos
circunstancias. tipos en los mismos estudios u otros relacionados. el uso de cualquier
Pero aquí surge otra complicación. Cuando estudiaba a la gente de dato que 1legar;i a n u e s m manos y la búsqueda d e ideas que nos ayuda-
teatro, no me limitaba a entrevistarlos. iba a los lugares donde accuaban ran a entender y organizar lo que nuestra investigación revelaba.
o ensayaban y, al cabo de alrededor de un mes, conocía a no pocos de ' Comencé a leer libros y artículos sociológicos cuando ingresé a la es-
ellos. De modo que mis entrevistas Hevaron a una suerte de trabajo de cuela de posgrado a una edad inusualmente baja. (Tenía 17 años cuan-
campo. En el estreno de un nuevo especticulo, tal vez me topaba con do. en 1946, comencé a cursar mi maestría en Humanidades en el Depar-
personas a quienes había entrevistado y, al empezar a chismorrear sobre tamento de Sociologia de la Universidad de Chicago, pero se trataba de
esto y aquello, podían contarme algo que acababa de pasar o pasarles y un artilugio del confuso sistema de ingreso temprano que por entonces
me presentaban a algún otro y.. . ¿Sedan cuenta? regía en el instituto de grada de la universidad; me marché con un doc-
Las grandes pregunm se reducen a dos. ¿Qué observaron los propios torado en 1951, a las 23 años.)
investigadores, y qué cipo de pruebas que puedan utilizarse en respaldo En la época había menos publicaciones. Tres grandes revistas (el Ame-
de qué ideas proporciona lo que vieron y oyeron? (Y cuán fácil es para k a n Journal of Siwioltlpg, la AmeriEan SocbEogical Remw y S o d F m ) y
los investigadores modificar su diseño de investigación y buscar y utilizar un puñado de (niuy pequeñas) publicaciones especializadas locales
nueva información? Cuanto más abierto es el diseño, más se asemeja y regionales eran lo que todo el mundo leia. Los libros de sociología
a un trabajo de campo. Cuanto menos abierto, más cerca está de una n o aparecían en las cantidades habituales hoy en día. No había muchos
encuesta formalmente diseñada. Como siempre, los lectores tienen que sxiólogos, y (al margen de los libros de texto) estos no compraron ni
estar atentos a los detalles efectivamente informadosy dejar de lado toda incluyeron en los programas universitarios una cantidad suficiente para
dependencia de estereotipos. hacer que su edición valiera la pena hasta finales de los anos cuarenta,
Una nota sobre la 'etnografía". Esta palabra ha asumido un vago signi- cuando, como consecuencia del Gl Bill.' las escuelas de posgrado se Ile-
ficado g e n e d en virtud del cual abarca cualquiera y ( d a s las actividades naron de estudiantes.
que acabo de describir; tan vago es ese significadoque, cuando alguien, De modo que todos leían todo. Mis compañeros de estudio y yo no
dice 'he realizado una investigación etnográficasobre mi tema", no ten- echábamos una ojeada a una revista recién salida p a n ver si tenia algo
go idea de cuál de las varias cosas recién descripm ha hecho. Si esto me que valiera la pena leer, y menos aún iisábamos el equivalente de un
confunde, supongo que a otras personas les sucede lo mismo, y que el inexistente motor de búsqueda que nos alertara sobre cualquier cosa
uso promiscuo del término lo ha tornado inijtil. Recomendaría prohibir que necesitáramos incluir en una bibliografia. Leíamos todos los ar-
su uso o al menos abandonarlo voluntariamente. si creyera que eso sirve tículos, fueran cuales fuesen su campo y el tema del que se ocupaban.
p a n algo. Todo era sociología y todo merecia nuestra atención; ademáa, ¿qué
Con todo esto en mente, apunto a l g u n ~nom históricas.

J ' .
4 Lty sancionada por el Cungresci cshdvunidenu tn junio de 1944 quc
otorgaba facilidades a la soldadris qiit scrian dnmrivilizadur trai la Segunda
Guerra Mundial para financiar, cnut ntras c o w . nus csiudius técnicos O
3 , . univenitarioar. [N.de T.]
74 DAmS, PRUEBAS E IDEAS IDEAS,OPINIONES Y PRUEBAS 75

otra cosa había para leer? Hacíamos una excepción a nuestro ecume- mensiones de Chicaga-). pensé naturalmente en reunir el grueso de
nismo en el caso del largo e intimidante La estructura & la acción social los datos que utilizaría mediante la observación participante y el uso de
de Talcott Parsons, que la mayoría, al menos quienes estábamos en la mi situación de intérprete para deambular por los lugares y entre las
Universidad de Chicago, sentía que podía saltearse sin inconvenien- personas que quería observar. Esto me permitiría seguir ganándome
tes. Recuerdo a algunos estudiantes de posgrado de Harvard decirme
la vida con la música (aunque era un estudiante) y recolectar a la vez
que habían acordado entrt ellos no leer nada del profesor Parsons que materiales paca mi tesina.
se hubiera publicado después de 1953, porque cambiaba tan a menu- Pero sabía muy bien que una de las cosas que hacían los sociólogos
do el número de variables parámeuo que no podían seguirle el tren y pertenecientes a la tradición en que me formaba era buscar el aspecto
modificar sus propuesm y borradores de investigación con la rapidez ccol6gico de lo que estudiábamos, lo cual significaba, para mi y la ma-
suficiente. Suponían que, de seguir todos esa regla. Parsons no se que- yoría de mis compañeros, la distribución espacial. Así, para mi mente
jaría. Después de todo, no podía desechar a una generación entera de joven y no muy bien formada, "ecologia"sugería el trazado de la di*
estudiantes de posgrado, ¿no es cierto? Aparentemente no podía; de tribución espacial de algo que tenia que ver con el tema de mi investi-
todos modos, no lo hizo. gación, conforme a la teoría d t que los barrios tenían "características
Un estudiante serio probablemente leeria, por ejemplo, la colección swiales" discernible~en las estadísticas disponibles. Fui entonces a la
de monografíapublicadas por la University of Chicago Press en las dé- librería de la iiniversidad, que debía de tener en existencia grandes
cadas de 1920 y 1930. que parecía estar integrada principalmente por mapas callrjeros de Chicago p a n estudiantes como yo, y compré uno,
tesis de los estudiantes de Robert E. Park. Leíamos todos los artículos de en el cual marqué, tediosa y exhaustivamente, las direcciones de los
las revistas, cualitativos, cuantitativos o teóricos, sobre bandas, comuni- alrededor de doce mil miembros de la Federación Estadounidense de
dades, organizaciones industriales, compatibilidad conyugal o intentos Músicos de la seccional 10, la de Chicago a la que yo pertenecía; las
de predecir la delincuencia. Las tres principaies revistas no publicaban direcciones y los niimeros de teléfono de sus d~liadosfiguraban en "el
muchos artículos,y por entonces los que publicaban constituían mayor libro sindical" (como miembro, yo tenia un ejemplar). pam que los
mente la sociologia, no los c a m p s más numerosos y estrictamente deli- interesados pudieran llamarlos y ofrecerles un trabajo por una noche,
mitados que damos por sentados en el siglo XX. una semana o más. Ese era el tipo de negocio en que estábamos. Yo no
Los trabajos que yo leía en aquellos días solían utilizar un solo tipo sabía que esos datos eran muy defectuosos, porque en la época el sin-
de datos *ncrevistas prolongad=, material de censos o los resultados dicato de Chicago tenía dos seccionales racial mente segregadas. (Los
de un cuestionario o una encuesta-, pero (y esto era especialmente así miisicos negros pertenecían a la seccional208.) Este hecho me generó
en el caso de los iibros de sociología originados en el departamento de algunas complicaciones cuando trabajé durante un afio en una gran
Chicago y pubIicados por ia editorial de esta universidad) con la misma banda mixta: los músicos no estaban particularmente a favor de la sepa-
frecuencia utilizaban muchos tipos. Al evocar los libros y arti'dos que ración mcial, pero las seccionales locales del sindicato habían llegado
me impresionaron (y siguen impresionándome), veo que usaban múlti- a ese acuerdo y las dos parecían preferir que las cosas fueran así (por
ples m é t d o s de una manera que todo el mundo daba por sentada,muy diferentes mohos, sin duda).
diferente de la división del trabajo a menudo hoy recomendada. en la Tras haberme tomado codo el trabajo de hacer el mapa, me disgustó
que los investigadores cualitativos proporcionan intuiciones y posibles no encontrar ningún patrón geo@co e n la distribución de los do-
hipótesis y los cuantitativos se ocupan de tos iests y las verificacionei que micilios de los músicos. ]Vivían por tada la ciudad! Y yo era demasiado
convierten ideas e intuiciones en 'verdadera ciencia". ingenuo, demasiado inexperto en materia de pensamiento sociológico
A continuación, un sencillo ejemplo personal de la actitud que pro- para reconocer que mis datos cuidadosamente cartogd~adosconte-
ducía este tipo de lectura. Cuando decidí dedicar mi tesina de maestria nían un descubrimienro significativo, un patrón revelador de que (a
a los músicos que eran como yo (alguien qiie tocaba en bares, baites diferencia de indicadores geográficos similares que los sociólogos uti-
o fiestas, con bandas constituidas a menudo por personas con quienes lizaban por entonces p a n estudiar la 'desorganización social*, repre-
nunca se habia visto -cosa fácilmente posible en una ciudad de las di- sentada por fenómenos como la delincuencia juvenil, el divorcio y la
enfermedad mental) los músicos, como tales, estaban un ifonnemente EL DEBATE: B t m E R , STOUFFEK Y THE AMERlCAN SOLDIER
repartidos en las múltiples zonas de l a ciudad diferenciadas- por clase
y etnia. En redidad, ese trabajo no era -corno muchos otros. altos y Sin embargo, el debate (o la disputa o el malentendido entre las mane-
bajos- uno en que los trabajadores tuvieran una distribución desigual ras cualitativas y las maneras cuantitativas de hacer sociología, sea cual
en el espacio geográfico y social de Chicago. En el patrón más comen- fuere el significado que es- expresiones puedan tener) tiene una larga
te, en el cual los músicos constituían una excepcion, las personz que historía.Yo apenas había nacido cuando comenzó la proIongada y áapera
mbajaban en los mataderos vivían e n los barrios polacos e irlandeses discrepancia entre Herbert Blumer y Sarnuel StoufIer sobre los métodos
cercanos a sus lugares de trabajo y, como Stanley Lieberson (1958)d. (o habia comenzado antes, quién salx). Pero en algunos aspectos esa di+
mostraría un poco más adelante en una iniciativa similar y ma3 aofisti- crepancia marcó la tónica de todo lo que sucedería después, aun cuando
cada, los médicos irlandeses, italianos y polacos instalaban sus consuL en gran parte no este bien documentada en el registro publicado (dvez
torios en barrios donde predominaba su propio grupo hito, mientras haya más, mucho más en las colecciones de papeles personales consema-
que los judíos y Iw anglosajones eran propensos a tener los suyos en el das en Mnas bibliotecas, pero n o he revisado esos materiales).
h p (el distrito comercial central) o en barrios m& ricos donde vivían
sus compatriotas étnicos. Y un patrón anáIogo prevalecía en la elecci6n
del fugar de residencia de los médicos. I S T O U ~ E R .BLUMER Y LA I N V E S T I C A C I ~ NDE TUE AMIIU~AN SOIDIFA
Mi trabajo de campo con músicos, de haber entendido yo sus implica- En diciembre de 1947, la ASA [Asociación Sociológica Estadounidense]
ciones para las elecciones residenciales, habría ampliado el alcance de celebró su reunión anual en NuevaYork. H e r k r t Blumer dio una char-
la conclusión de Liehrson (a la que, desde luego, este todavía no había la titulada 'La opinión pUblica y su sondeo" (Blumer, 1969: 195208).
llegado). Si y o hubiese seguido ese ejemplo, mi mapa habría represen- Imaginen la escena. Blumer, una figura alta e imponente, ex jugador
tado un importante aporte en materia de hecho y de teoría, al mostrar profesional de f u t h l americano, hablaba con un impresionante estilo
un tipo de distribución que complejizaba el paisaje empírico y suscitaba oratorio, era un importante discipuh de Robert E. Park y m r g e IIerbert
n u e w cuestiones pasibles de investigarse. Mead, y actualmente suele coiisiderárselo uno de los fundadores de la
Con todo, más importante para mi tema actual, no creía hacer nada in- escuela de sticiologia de Chicago. Era y había sido durante muchos Gas
usual al mezclar dos tipos diferentes d e datos. Lieberson no hizo ningu- profesor de esa disciplina en la Universidad de Chicago. Su enfoque ca-
na obsenación ni entrevista por si mismo, pero no tuvo ningún recelo en racterístico de cualquier tema del que hablara (esto puede verificarse en
uabajar y ampliar ideas que Oswald Hall (1948,1949) y Everett Hughes los ensayos de su libro El inhmxxionimro s i d l i c o , Blumer, 1969) consistía
habían e l a b r a d o utilizando como pruebas datos recolectados por me- en describir en términos generales e1 abordaje que le daba la mayor par-
dio de entrevisias intensivas. Y no creía ser innovador al hacer mi mapa te de los demás investigadores (y eso, fuea cual fuere el tbpico en cucs-
de las direcciones de los m i i s i c ~porque, a decir verdad, no lo era. La ti0n), p a n luego decir con autoridad que todos estaban equivacados.
mayoría de mis compañeros de estudios habría hecho casi con geguridad Tras explicar en detalle las fallas de cada enfoque, anunciaba el "correc-
algo similar de haber sido relevante para 10 que estudiaban, y si hubieran to", invariablementeuna posición que podia deducirse de los escritos de
tenido un acceso tan sencillo como y o a los datos. Mead y que situaba el tbpico especifico en la concepción más abarcadora
Las rtvistas que leíamos publicaban adculos basados en investigacie y sistemitica de la sociedad y la vida social que tenía el propio Blumer.
nes hechas en todos loa estilos por entonces disponibles y, si bien todo el Cuando Blumer hablaba, el público escuchaba. Cualquiera de sus di*
mundo tenía preferencias, entendíamos que todo e n sociología y ejem cursos era toda una noticia en el entonces pequeño mundo de la sociole
plificaba posibles mane= de investigar. Si na era un buen modo de gia estadounidense. En esta ricasión demolió, a su manera metódica y la-
hacerlo, {qué hacia en nuestras rwisias? Qimd erat demansh-andum boriosa, la teoría y la práctica del estudio de la opinión pública tal como
se habia cristalizado en los Estados Unidos, y denunció en parricuiar los
métcdos y resultados de los sondeos en esa materia, afirmando que las
concepciones erróneas de la naturaleza del piiblico y la opinión pública
IDEAS. OI'INIONES Y PRUEBAS 79

encarnadas en ese estilo de trabajo garantizaban la inevitable produc- Para StoufFer, la importancia de ese trabajo iba m& allá de la buena
ción de resultados erróneos. Los encuestadores no tenían una concep opinión de Marshall. Su objetivo era aIgo mucho mis importante para
ción bien definida de la opinión piiblica, decía Blumer, y la identificaban él: nada menos que el futuro de la sociologia y la psicología social nor-
simplemente con los resultados de sus entrwistas. É1, por el contrario, teamericanas. StoufTer quería transformar esos campos en lo que él y
identificaba la "opinion pública" como la comprensión colectiva de un muchos otros concebían como 'verdaden ciencia", que a su entender
tema elabrada mediante la discusión y el debate en y entre grupos orga- significaba medir vahatiles importantes y utilizar métodos estadísticos
nizados, y no como la suma de opiniones individuales, tai cual suponían avanzados para anaIizar los datos resultantes, a fin de someter a prueba
los métodos de sondeo. Si se aceptaba esa visión del tópico, aclaraba, las hipótesis deducidas de manera rigurosa y definitiva de premisas teóricas
entrevistas individuaIes, del tipo en que se apoyaban los sondeos. no nos b6sicas. Creía que el trabajo del equipo de investigación organizado por
decían nada sobre la opinión pública. él le había permitido hacer precisamente eso: demostrar la factibilidad
Una vez terminada su presentación, dos comentaristas hicieron criu- de ]OS metoda y su eficacia para producir verdadera ciencia.
cap académicamente convencionales de esta. Luego, de enue el públi- Después de la guerra,Stouffer consiguió dinero para financiar el tra-
co, se levantó Samuel Stouffer, un doctorado en Chicago un poco más bajo de un vasto equipo en la producción de lo que a la larga serían los
joven que Blumer (y que s t g u m e n t e había cunado asignaturas con cuatro volúmenes de 'I'h A b a n Soldier (Stouffer, 1949,1950). ensayos
este), profesor en Harvard y conocido partidano de los métodos y el es sustantiva y metodológicos basados en los datos de las encuestas rec*
tilo de trabajo -así como de las teorías subyacentes a ellos- tan vigorosa lectados para el ejército. Paul Lazarsfeld y Robert K Merton compilaron
y aplastantemente denunciados por el disertante, y se encargó de refu- en 1950 un quinto volumen, CDnlinuifiPs M S&Z Research. Sidies in ih
tarlo. Nadie tomó nota de sus palabras exactas, pero R ~ L e r Habenstein,
t and Method of 'Tlic A d a n SoIdicrr', que, aunque ofici aimente no
compañero de estudios mío en ese tiempo. estaba presente y me con- formaba parte del proyecto, apuntaba a demostmr de manera conclu-
tó que StouíTer conmocionó a los soci6logos reunidos, no por estar en yente los usos puramente cieno'ficosque podían darse a ese vasto acervo
desacuerdo con Blumer, cosa que todos esperaban, sino por ir rnás allá y de mateiales. con la esperanza de que este estilo de trabajo terminara
denunciarlo de manera inesperada como "el sepulturerode la sociología por predominar en las ciencias sociales.
estadounidense". Indudablemente la crítica de Blumer había herido a El grupo de tnibajo, de organización flexible, pretendía demostrñr con
Stouífer y prometia interferir en importan tea tareas a las cuales este últi- indiscutible claridad que este tipo de investigación -premisas teóricas bien
nio dedicaba tiempo y esfuenos. ¿Qué llaaba a un distinguido profesor elaboradas que se sometían a prueba y se verificabn mediante elegantes
de Harvard a estallar dc ese modo? (Cuái era la entidad cuya tumba, a análisis cuantitativm de datos medidos con precisión, en este caso referi-
juicio de Stouffer, estaba cavando Blumer? d@ en su mayor parte a actitudee probaría a 10.3 exépticos de su propio
Stouffer no sólo era un ex discípulo y ex colega de Blumer. Durante campo pero también, y más importante, a los de las ciencias frsicas y biol&
los años de la Segunda Guerra Mundial, había conducido la iniciativa gicas, que la sociologia era una 'terdadera cienciaw,Stouffer, Lazarsfeld.
mis p d e hasta entonces de investigación por encuestas. Con el pa- Merton y sus colega querían que este estilo de txabajo, ya arraigado en los
trocinio del ejército estadounidense, la organización de investigaciones departamen~ de sociologíade Hanard y Columbia, fuera la "ciencia nor-
creada por 61 había preparado cuesuonarios sobre toda clare de temas de mal" (para usar la expresión acuiiada ni& adelante por Thornas Kuhn) de
interés para los comandantes de esa fuerza. los había sometido a pruebas la próxima era de la sc~iologiaestadounidense (y, por lo tanto,mundial).
previas, había recolectado los formularios completados por medio mi- Querían que sus cinco volúmenes aplastaran cualquier oposici6n. Y, tal
llón de soldados y analizado loa resultados, para presentarlos luego en vez más importan te, ambicionaban mostrar a los legisladores y naturalistas
forma escrita a la conducción militar. En ellos se estudiaban problemas que controlaban Ia creacidn de la NSF (Fundación Nacional de Ciencias]
relacionados con la moral militar, la desmovilización futura de integran- que las ciencias sociales (al menris las que ellos hacían) merecían su parte
tea del ejército y muchos otros tema. La iniciativa había sido sin Iugar a de los fondos asignadm por el gobierno a la investigación.
dudas un gran éxito y contado con la aprobación entuviasta de George Varios organismos gubernamentales ya habian sido convencidos de
C. Marshail, el general de mayor rango. esto por otro de los maestros de Stouffer, Wiiliam F. Ogburn, que había
82 DATOS. PRUEBAS E IDEAS

El nuevo AiPO [Instituto Estadounidense de Opinión Pública] de en una comisión investigadom organizada a toda prisa y dirigida por el
George Gallup, que había pronosticado correctamente el resultado de SSRC [Consejo de Investigación en Ciencia Sociales], que incluía a r e
los comicios de 1936, ocup6 entonces el nicho ecológico creado por la presentantea de ambos grupos.
debacle de Th Literaq Diges~Le fue bien hasta 1948, cuando, como las La comisihn del SSRC trabajó con celeridad para develar lo que había
o t m grandes organizaciones (Crossley y Roper) del sector de 1m aom salido md y producir un informe que recomendara medidas destinada a
deos. aún r e l a t h e n t e nuevo, predijo una victoria de Dewey. El espcc- impedir en el futuro fracasos tan pe judiciales para la reputación. Entre
tacular fracaso golpeó la ~ o ~ a n pública
za en los sondeos en el preciso los miembros de la comisión se incluían loa dirigentes y representantes
momento en que Stouffer y sus colegas contaban con haber enterrado de las grandes organizaciones comerciales -Crossley, Roper y Gallup y
el problema. los expertos en ciencia mciales responsables de T h Ammican SoEdk.
!
Ese fracaso indujo una sena reconsideración de los muchcm problemas En lo fundamental, la comisión representaba los intereses del grupo
de hacer sondeos exactos y predicciones que resistieran la prueba de la dirigido por Stouffer, Merton y Lazarsfeld: el grupo que, atacado por
realidad. Crítico# destacados y el público en general dudaban abierta Bbmer,tan ansioso estaba por probar que las ciencias sociales e n n una
mente de la credibilidad de toda esa actividad. El desastroso error de verdadera ciencia. La psicología había intentado demostrar que era
cáiculo afectó tanto los intereses empresanos de l a grandes organizaciw un verdadero asunto científico, como todavía lo hace, por medio de la
nes de sondeos,que dependían de sus predicciones efectodesacertadas imitación de los métodos experimentales ctlnsiderados responsables del
para demostrar a los clientea comerciales la utilidad de sus métodos de éxito de las "cienciasduras*. Pero pronto t d o el mundo entendió que
investigación, como las aspiraciones y el éxito sostenido de las insutuci* la ciencias sociales no podían utilizar dichos métodos. por motivos tanto
nes acadCrnicas de investigación y los investigadores dedicados al tema. pricticos como éticos. Así, los líderes en l a diversos campos de esas cien-
Entre 1936 y 1948, los sondeos se habían convertido en un p n n q p cias buscaron técnicas que les permitieran hablar de los grandes temas
cio, que obtenía sus ganancias de encuestas diseñadas para ayudar a em- de sus disciplin~sin dejar a la vez de aproKimacse a los métodos de k
presas comerciales -fabricantes, publicism, estaciones de d i o , estudios h t o r i o que afirmaban controlar todas las variables salvo aquella cuyo
de I-lollywood- a pronmticar las respuestas del público comprador a fin efecto se quería medir.
de ganar dinero gracias a esa predicción. Los estudios electorales habian ' IA comisión no produjo sorpresas,porque iodas las dificultades que
llegado a ser lo que siguen siendo (véase Garrigou, 2006). el único tipo de habían causado el fracaso eran bien conocidas en la profesi611desde
estudio por encuestas cuya exactitud puede evaluarse mediante la com- hacía años. Lios procedimientos de muestreo por cuotas (criticados por
pararion con los acontecimientos que aspira a predecir. La exactitud de la comisión) exigían a los entrevisiadores llegar a cierta cantidad de
ias encuestas comerciales nunca p d í a demostrarse de manera tan eficaz, personas de cada una de una serie de categorías -tantas mujeres blan-
porque muchas o m mriables afectaban el comportamiento que debían cas de entre 35 y 50 anos, por ejemplo-, pero les dejaban la libertad de
medir: la respuesta pública a una campana publicitaria o un nuevo p m encontrar a esas personas de la manera que pudieran. b s entrevista-
ducto. En el caso de un sondeo electoral. a la larga podía d e c i m que era dores y sus empleadores consideraban que el muestreo por cuotas era
correcto si el resultado de las elecciones confirmaba SUS predicciones. mucho m& sencillo que el muestreo probabilístico, pera el primero
impedía el uso del razonamiento matemático que hacia posible la gene-
ralización a partir de pequeñas muestras de probabilidad. De manera
análoga, los problema habituales en la construcción de cuestionarios
A MENOS, DESDE LUEGO, QUE ESO NO SUCEDIERA, llevaban a fuentes conocidas de error no controlado (que examinaré
COMO NO S U C E D I ~EH I gq8 e n detalle en un próximo capítulo). La comisión discutió muchos de
estos errores y recomendb profundizar la investigación con el fin de re-
Los realizadores de sondeos querían salvar a sus actividades y organi- solver dichos problemas. Se hicieron algunas investigaciones, pero las
zaciones de ese fracaso potencialmente f a d . Las ciencias swiales aca- curas recomendadas para los problemas eran más costosas y diciles de
démicas también respondieron alarmadas. i o s dos grupos colaboraron implementar que la práctica contemporánea. y como la mayoría de los
IDYAS, OPlNIONeS Y PRUEBAS 85 I

investigadores y encuestadores las consideraron "imprácticai", nunca que los representantes de la practica cualitativa tierien un papel impor-
se impiernentaron en su totalidad. , .,
tante en la división del trabajo de la disciplina, principalmente al plan-
Está claro que la extrema fragmentación de la sociología americana, ttar problemas, ayudar a definir los términos e n que estos se formulan,
con su multitud de departarnentos y docenas de organizaciones, garanti- sugerirhipótesis sobre la base de los datos 'enriquecidos' creados por su
zaba y sigue gara~itizandoque ninguna posición reorica o metodológica labor, ttc.Pero una vez hecho esto, señalan estos proponentes, comienza
pueda nunca alcanzar el tipo de hegemonía en que los partidarios del el verdadero trabajo científica: someter a prueba y demostrar hipótesis.
método de las encuestas habían depositado tal vez sus esperanzas. Todas Ytai como ellos lo ven, ese trabajo debe hacerse ~itilizandométodos que
la tendencias sociológicas encontraban un hogar en alguna parte: al& implican cl análisis estadístico de p n d e a canlidades de casos compara-
depanamento,y habitualmente muchos. Y si bien es probable que al gm- bles: comparables porque se han investigado con los mismos ínstmmen-
po cuantitativo le haya ido. en general, mejor que a sus oponentes, nun- m y más o menos al mismo tiempo, en el estilo preciso de TIse A b c a n
ca alguna facción ha llegado a dominar del todo la sociología académica Win,(Esa penpectiva modelaba la posición de Liebenon antes men-
principales fuentes de grandes subsidios de investigacion para las cionada.) Si bien los investigadores cualitativos tienen una extensa lista
ciencias sociales, muy especialmente la NSF, siempre han favorecido los de queja, en relación con e1 abajo cuantitativo, no mtan de convencer
emprendirnientos con encuestas de amplias dimensiones, tal como lo a los investigadores por encuestas y los dernógrafos de la necesidad de
encarna el sostenido respaldo de esa fundación a la Encuesta Social Ge- convertirse en personal de apoyo para el trabajo cualitativo. De modo
neral, una Msta encuesta permanente realizada de manera anual o cada que los estallidos periódicos de preoc~lpaciónsiielen provenir de inves-
dos años desde 19'12. Pero las elecciones metodológicas m i x m de los tigadores cuantitativos que quieren establecer una división 'apropiada"
cuerpos docentes de los departamentos más importantes que otorgan del trabajo.
doctomdos han hecho que la disciplina en su conjunto nunca aceptara Lns partidario3 del método cualitativo esiallan periódicamente en otro
plenamente el programa inspirado por T h American SoIrdh y sus crea- sentido, acusando a quienes usan cuestionarios de no hacer justicia a la
dores, lo que deja un resto sustanciai de otras variedades de orientación textura y los matices de la "experiencia vivida", ignorar variables rele-
metodológica. ]No sorprende que Kuhn no enconoara ningún paradig- Mntes que afectan los resultados de lo que buscan y pecados similares.
ma de amplia aceptacibn entre sus colegas de 1- ciencia sociales en el Como el diálogo se reitera al cabo de Varios años con nuevos protag*
Centro de Estudios Avanzados en fas Ciencia del Comportamiento! nism, todos los involucrados en cada nuem repetición del juego creen
Esros sucesos tal vez estén mayormente olvidados, pero sus resultados estar haciendo algo importante e innowdor. De hecho, es la misma vieja
organizacionales y los sentimientos que despertaron persisten. Las pri- historia: los protagonistas cuantitativos tratan de morigerar las quejas de
meras forma de ecumenismo metociológico perdieron terreno y los m sus críticos cualitativos y sugieren trabajos útiles que estos podrían hacer,
ciólogos se encontraran con que debían optar por un lado o el otro,a y a la inversa. Entre esos episodios, los partidarios de las dos posiciones
menudo sin intencifin de hacerlo ni adherir del todo a lag ideas de 'su observan una suerte de amable evitación, viven y dejan vivir. Se absrienen
ladowo wntir una lealtad especial a este. Las persoiiaa que tomaron con de criticarse unos a otros. La vida sigue. Cuando los tiempos son durm
seriedad la escisión (cosa que yo nunca hice y sigo sin hacer -espero y los puestos de trabajo y el dinero para las investigaciones escasean, el
que eso quede claro-) se veían arrastradas a posiciones cada vez más conflicto se reaviva.
extremas. Con la ntualización de esos tantos pruritos, hemos perdido el térmi-
Desde ese p e n d o de posguerra, los sociólogos han entablado un diá- no medio, en que el sentido común, de modo nada sorprendente, nos
logo repetitivo y ritualizado sobre el 'problema" cualitativcwuantitatiw,, dice que hay cosas buenas y cosas malas en todas las maneras de hacer
Quienes casi siempre inician esas dixusiones son 10s investigadores sociología y la verdadeca distinción es entre el trabajo bien hecho, ima-
cuantitativos, que ven la existencia de los dos campos como un proble- ginativo, y el que no está a la altura de estos severos criterios. Pero hay
ma, organizan reuniones y escriben libros con la intención de resolverlo. más. Si observarnos con cuidado y serenidad, podremos ver que indu-
Sus anáiisis se concentran en la división del trabajo entre los dos estilos dablemente hay distintas tareas por realizar y que diferentes métodos
de prilctica, y los autores de estas obras y exhortaciones suelen explicar producen diferentes tipos de resultado que pueden utilizarse para hacer
esas diversas tareas. ]Vaya sorpresa1 Pero, para hacer e s m últimas, no es
necesario apelar a un orden cronológica imperioso,el consistente, por
3. Cómo lo hacen los naturalistas
ejemplo, en genem ante todo las ideas y hacer luego verdadera ciencia.
Por lo demás, dichas tareas no ocupan diferentes órdenes de realidad:es
tonto decir que "nosotros*estiidiarnos cómo "vive realmentewla gente,
mientras que "ustedes"se limitan a analizar artefactos esiadisticos. 0,a la
inversa, que "nosotros"medimos cosas en forma científica, mienmas que
"ustedes"no hacen sino escribir ficción de segunda categoría. La división
de1 trabajo es más interesante. Las diferentes tareas se compenetran, y
un investigador sagaz hace lo que es necesario hacer en el rnomento ' EL MODELO DE L A S CIENCIAS NATURALES
oportuno.
Con la persistencia de la historia de la disputa, gran parte de 'lo bue- , Algunw cientiticos sociales señalan el trabajo de los natural;+
-
no" queda sepultado en una polémica infmctuosa. Mi intención es se
tas como un ejemplo de lo que ellos mismos quieren realizar. "ciencia
parar lo que es Útil de lo que no es más que politiquería profesional
dura", con el usa de métodos rigurosos para producir leyes científicas
y tratar de mostrar que las tareas de a m h formas se enuecmzan, se
que especifiquen las relaciones enue variables, existentes en todas partes
compenetran y multiplican nuestras posibilidades de encontrar resulto-
sin excepción e inmunes al cambio histórico; generalizaciones que no
dos interesantes. Alerto por tanto sobre el tmbajo, que es mejor de lo
varien de país en país, de una época histórica a otra o entre subgnips
que sus defensores creen, por razones que n o reciben la atención que
de una misma sociedad. Pero los científicos sociales que siguen esta línea
merecen. E insisto todo el tiempo en que los problemas en que debería-
imitan los modelos erróneos de las ciencias naturales, sacan las conclu-
mos trabajar consisten en procurar crear &tos que sirvan como pruebas
siones erradas de ellos y, de este modo. nunca se acercan a su meta.
fidedignas, capaces de soportar el peso que les atribuimos, de las ideas
Por lo generd, estos científicos sociales toman como modelos las cien-
que queremos explorar.
cias fisim, sobre todo la física, m& eii especial la fisica nuclear y. para
mayor especificidad, la fsica nuclear teórica. Consideran a es- coma el
epítome do campos extremadamente abstractmy teóricos que, al apopr-
se en una rigurosa medición cientifica, producen verdades universales.
Ignoran el ejemplo de las ciencias naturales, cuyos tópicos se aproximan
más estrechamente a l a situaciones en que ellos mismos mbajan. Los fi-
si6logos y los geólogos, por ejemplo. producen ideas buffonianas acerca
de patrones genenles de relaciones y procesos que adoptan diferentes
forma en diferentes ámbitos naturales. Estas ideas orientan sus proyec-
,
tos ulteriores sin sacrificar el conocimiento especifico de los ejemplos
sobre los que hacen su investigacihn.
1. Así, lw científicos sociales que utilizan la física como modelo llegan a

conclusioneserróneas sobre el modo de mbajo de los naturalistas:cómo


formulan sus problemas, qué aceptan como pruebas razonables, cómo
someten a prueba sus conclusiones. Y, además, algo que es especialmen-
te notable en su modo de trabajar: el esfuerzo incesante que estos natu-
ralistas hacen para asegurarse a tmla costa de la exacutud de sus datos.
Y Si querema ser como ellos, tendremos que obsenar con mayor preci-
,

sión lo que hacen. Tendremos que renunciar a las fantasías que alimen-
tamos con referencia a su actividad y tornar conocimiento, en cambio, conocer. Si no lo hacen, algún owo lo hará y alguien producid datos más
de la realidad cotidiana del trabajo en las ciencias naturales, tal como exactm que pondrán en duda sus descubrimientos.
los científicos mismos (olos sociólogos de la ciencia que los obsemn de Como a menudo los físicos sirven de modelo para las fantasías aocie
cerca) la describen. lógicas, podemos examinar en primer lugar el trabajo de un físico eirpe-
Dos descripciones detalladas de científicos en su trabajo nos pre timental, tal como lo ha descripto Sébastien Balibar (2014). Una ciencia
sentan una imagen más realisla de lo que estas personas hacen efecti- como la flvica tiene la expectatim de no constatar desviacidn significa-
vamente, mostrándonos la sitiiación a la que tratamos de acercarnos. tiva alguna respecto de sus descubrimientos que sea una consecuencia
Resumamos el argumento que sigue: los científicos en actividad veri- del lugar donde se hace la investigación. Al menos en principio. En la
fican cada paso de su razonamiento que sea susceptible de verifica- prdciica, los lugares específicos donde los CiUcos hacen sus investigacio-
ción, cualesquiera que sean l a dificultades o los costos de hacerlo. La nni tienen características también especificas -temperaturas, niveles de
importancia de esta aseveración merece que la repitamos: maksquicro humedad, emisiones eléctrica y radiales ambientes y muchas 0-5 cla-
pt sean ¡ & difxultaiks o los rartos de Lacr~lo.Y una vez que descubren sea de cualidades físicas- irrelevantes para los problemas teóricos de los
un paso que no han verificado adecuadamente (en general, porque investigadores pero que,sin embargo, pueden tener serios efectos sobre
algo que esperaban que sucediera no sucede), hacen todo lo necesario las cantidades que estos obsenan y miden. b s cientificos no tienen que
para rectificar su error. En particular, no desestiman esas desviaciones observar esas cosas, pero si impedir que afecten lo que observan. La in-
respecto de los resultados esperados como una variación aleatoria, ni vestigación descripta por Balibar, realizada por él mismo y sus colegas y
invocan ningún otro chiva expiatorio conveniente, a menos que ten- ddicada al comportamiento de los materiales fisicos a temperaturas ex-
gan pruebas de que las anomalías descubiertas son en efecto el resul- trernadamente bajas, no parece depender de las caracteristicas de nada
tado de esa causa. que no esté bajo el control de los investigadores. Esto, sin embargo,no es
Los natudistas prestan esa atención tan extrema a la verificación de del todo cierto. Ya que, tal cual nos relata la historia de Balibar, los cien-
sus datos debido a la siempre presente probabilidad de que otros cien- tíficos como él de hecho dedican la mayor parte de su tiempo a procurar
tíficos interesados en el mismo problema repitan au trabajo y muestren que ese enunciado w a verdadero. Sus mayores problemas obedecen a
que los datos empíricos que ellos exponen como pruebas no respaldan cosas y sucesos ajenos a sus idear y teorias, cosas que, sin embargo, ellos
sus conclusiones. Este problema rara vez se produce en la investigación deben neutralizar, sacar del camino, para poder resolver las cuestiones
de ciencias sociales, porque las condiciona bajo las cuales puede wpra que les interesan. (Lieberson y Honvich, 2008, nos alerlan sobre el c 1 6
ducirse un estudio casi nunca existen. Por consiguiente, pocos estudios nico malentendido en que caen los científicos sociales acerca de lo que
se repiten y los colegas y competidores aceptan toda clase de atajos como realmente hacen los fisicos y lo definitiva -0 n w que son los resultados
'suficientemente buenosm.Peor aún, aceptan que, después de m i o , l a de sus experimentos.)
conclusiones extraidas de los datos 'suficientemente buenos" son 'en El control que los físicos tienen de las condiciones de su trabajo rara
realidad" sustancialmente ciertas, sea cual fuere el significado de esta vez está al alcance de la mayoría de los biólogos. Como dice Bruno La-
equívoca excusa que sime para tmio. i tour (1988), los cienríficos de estos campos convierten el mundo en un
Desde luego, las ciencias que practican los cientificoa wciaIes se oca labratohu en el cual pueden ejercer suficiente control para manipular
pan de objetos de investigación que presentan problemas diferentes a las cosas que les interesan sin que variables no pertinentes enturbien
los de las ciencias natura1es.Y estas últimas también difieren entre sí. ios ias relaciones claras que buscan. Pero los científicos que aquel estudió
problemas de los asidnomur difieren de los que preocupan a geólogos tenían que hacer eso en medio de la selva brasileña, que er donde su-
o entornólogos. Hay un acceso diferencial a los materiales básicos -las cede lo que querían explicar. La detallada descripción que hace Larour
estrellas, las rtwras y Iw bichos- y los instnimentm básicos para recolectar (1995) de un equipo de agrónomos franceses que se propone estudiar
datos difieren en la misma medida y presentan diferentes problemas de un fenómenocaracteristico del interior brasileño -la mezcla de sabana y
instrumentación y exactitud. Pero todos se concenmn en encontrar el selva y el in~emoganteresultante acerca de cuál de las dos es la invasora
mejor modo posible de obsenar, contar y medir la?cosas que quieren y cuii la invadida- documenu con minucia cada uno de lor p m s dados
QO DATOS, PRUEBAS E iDüAS

por los científicos a medida que producían el informe cientZico que a la gran cantidad de pequeña^ imperfecciones que explicaban problemas
larga se pubjiraría en una revista técnica de su campo. h o u r muesm anteriores. Ahora sospecharon que alguna fuente de vibraciones que t e
con claridad la naturaleza rutinaria de las numerosas precauciones nor- davía no habian detectado y anulado estaba deshaciendo todo lo que
males tomadas por ellos para asegurarse de la pertinencia de loa datos con tanto esfuerzo habian logrado:'Apagamos lodas las luces; acuvamos
que recolectaban como pruebas de su conclusiCln final. la suspensión neumática del refrigerador; hicimos mediciones por la n-
Los cientificos sociales no tienen siquiera esa posibilidad, dado que che, prohibir la entmda al laboratorio del subsuelo, y calcularnos
por lo genen1 no pueden controlar la elección d e casos por estudiar o de las mediciones promedio durante un período de treinta y seis horasm.
s medir en un grado suficiente para manipuIar o neutralizar
~ n a b l e por Nada de eso simió. Inspeccionaron nuewmente las piezas especiales del
la influencia de variables ajenas que, pese a todo, según saben, aíectarán instnunental que habían construido antes y designaron a un t6cnico que
sus resultados. Eso hace que muchas de las maniobras de investigación volvería a hacer un ajuste especial. Finalmente, consiguieron el resultado
disponibles en ciencias que se encuentran en una situación más afortu- esperado que confirmaba su idea. Y entonces:
nada esten vedadas a los científicos sociales. 1 1

Todo el mundo sabe que al sol hace cdor porque la luz trans-
.' . mite energÍa. bajo el sol, un termómetro no regism la misma
EL REFRIGERADOR DE S~BASTILNBALIBAR temperatura que a la sombra!La luz del día penetraba por las
b

El fisico experimental Sébastien Balibar (20 14) se especial iza en el estw ventanas de nuestro laboratorio de arriba; sabíamos que podía
dio de los fenómenos que ocurren a temperaturas superbajas, cercanas dar en el refrigerador y calentarlo. Para alcanzar una ternpera-
al cero absoluto de Kelvin (cuando se detiene todo el movimiento m+ ..
nira que estuviera a un centésimo de grado del cero absoluto te-
lecular). Luego de que dos fisicos estadounidenses dieran a conocer el níamos que localizar cualquier milmillonésimo de mtio de luz
hallazgo de un cristal de helio sólido que parecía manar como un líquido incidente. Nuestras ventanas son en realidad filtros. Habíamos
infinitamente fluido, un ganador del Premio Nobel publicó una "inter nsto nuestro laboratorio como si tuviéramos anteojos ahuma-
pretación aventurada" de ese descubrimiento, y durante años los fisicos dos que s610 dejan pasar el mínimo de luz necesaria para ver él
trataron de resolver los interrogantes planteados por esa interpretación. S ,
interior. [...] [Se mudan al laboratono d d subsuelo.) Pero de
Balibar creó entonces lo que a sujuicio sería el laboratorio perfecto para - . , ' pronto nos dimos cuenta de que a través de esas ventanas, que

el estudio de esos fenómenos, dos pisos debajo de la superficie en un : !,,. . por supuesto no eran de metd (de haherlo sido no habríamos
macizo edificio de hormigón, donde instaló un refrigerador construido :podido ver a través de ellas), ingresaba todo tipo dc ondas de
de conformidad con siu especificaciones, que le permitia generar las ' radio:Radio F m c e , nuestros teléfonos celulares,.. no sólo luz.
temperaturas superfrias necesarias para resolver todos los interrogan- Esas ondas inducen pequeñas corrientesque calientan nuestros
tes acumulados. Para encarar el trabajo, conformó un grupo de jóvenes . cerm6metras ultrasensibles. Me rei un rato. ¿Qué? {La progra-
investigadores, estudiantes de posdoctorado y técnicas (sobre todo, un J mación de la emisora radial France Musique entibia nuestros
metalúrgico y un soplador de vidrio, que harían piezas adaptadas a e s terrnhetros? Para resolver nuestro problema decidimos envol-
pecificaciones muy exigentes, a fin de que él pudiera integrarlas a su .' ver los instrumentos afectados en filtros de cobre aptos para
m

instalación experimental). ; i.
1 frecuencias de radio.
Al cabo de un tiempo, Balibar creyó haber resuelto,junto con sus com- 1 . Y entonces, ivicloria! En vez de detenernos a cuarenta milikei-
pañeros de equipo, todos los problemas pendientes, incluidos algunas 4 vin, llegamos a veinte, luego a quince, luego a once y hasta a
desconcertantes descubrimientos experimentales sobre los que habian nueve. Nuestro admirable refrigerador, pese a sus dos pares de
informado otros investigadores. Y entonces, en el último minuto. tras cinco ventanas [a través de las cuales los investigadores podian
haberse deshecho ya de varios artefactos conEusosy sus causas, de pronto . %er"lo que sucedía], llegaba a temperaturas dos veces m& f r h
el equipo se vio ante algunos números que no reproducían sus resul- , que las alcanzadas por las personas que habian dado a conocer
m

tados previos. Ya habían eliminado de su sistema y sus ptocedimientos * resultados antagónicos (Balibar, 2014: 39-40).
Q P DATOS, PRUEBAS E IDWS

k i , la fisica no es todo matemática y teoría absuacia. Las necesita, desde fiar cada paso de su razonamiento. Latour describe la extensa serie de
luego, pero tambien se basa en parte en un trabajo detectivesco: rastrear pasos, iniciada con la selva prístina que los investigadores encuenttan y
cualquier fuente posible de error, asegurarse de que todas las medicie tenninada con el articulo que publican en una revista de su campo, lleno
nes realmente midan lo que dicen medir con e1 grado de exactitud que
de cuadros y mapas dernostracivoa de su conclusi6n y de las pruebas que
afirman tener. Si querernos mar a estos cientificoa corno nuestros m* la respaldm. Los edafologos establecen y demuestran cada pa*o de su
delos, tenemos que prestar atención a las molestias que se toman para argumento con un procedimiento del cual pueden decir que produce
llegar efectivamente a los resultados que tanto admiramos. resultadosconfriles, utilizables como pruebas convincentes de sus ideas
Para conseguir lo que consiguió, Balibar necesitó no sólo la coopem finales sobre los prwesos ecológicos en cuestión.
ción de la natudeza, sino también la creación de una situación física g .,
social en la que niuchas casas tenían que ser inapmbkr. necesitaba un 1. Utilizan mapas para localizar el área d e estudio: 'mire los
refrigemdor especial. lo cual requería la presencia constante de un téc dos mapas, enrede las convenciones c a r u i ~ c a sborre
. las
nico especializado que pudiera mantenerlo en funcionamiento; un me decenas de miles de horas invertidas en el atlas de Kadam-
talúrgico especializado capaz de hacer piezas de instrumental rnetáiico a brasil, genere interferencias en los radares de los aviones y
medida cuando fueran necesarias, y un soplador de bidrio, ídem. Y ade- , n u e s w cuatro cientificos estarán perdidos en el paisaje y
más, una situación física q u e eliminara todas (jtodas!) las interferencia se vedn obligados a comenzar de nuevo todo el trabajo de
exieriores capaces de afectar los resultados. exploración, señalamiento de referencias, triangulacibn y
Si tomamos como modelo la fisica experimental, tenemos que estar cuadriculado llevado a cabo por sus centenares de predeces*
dispuestos a hacer todo lo que hacen los fiuicos experimentales, no sólo res. Sí, ¡os científicos dominan el rnundo, pero sólo si este les
lo que nos parezca conveniente y asequible. iiega en la forma de inscripciones bidimensionnles superponi-
bles y combinablesw(Latour, 1949: 29). (El autor hace notar
BRUNO LATOUR ESTUDIA LA CIENCIA DEI. SUELO la similitud con el proceder del dueño del restaurante donde
EN U SABANA los investigadores planifican sus pasos iniciales, que marca
Sobre la base de su participación prolongada en el equipo de investiga- cada mesa con un número "pa1-bp d e r navegar por el lugar"
ción que estudiaba, Bruno Latour (1999) describid la investigación efec. -1999:2%) ILa bióloga) Edileuza [Lopes Sette Silva] (una
tuada por un grupo de edafólogos franceses eri la selva brasileña para de sus colegas) muestra con el dedo el lugar donde van a ir,
determinar si esta invadía la sabana o si era invadida p r ella, algo que usando dos mapas (una fotografia aérea y un mapa conuen-
no es fácil de decir mediante un rápido vistazo o recabando la opinión cional). Ella señala un papel, dice htour, pero habla del
de los lugareños y resumiendo las respuestas. , mundo.
Latour describe paso a paso el trabajo del equipo, desde q u e sus in- 2. Para distinguir ubicaciones en la selva, que de la contrario
tegrantes crean las condiciones (por lo general no presentes en la zona parecerían iguales al excremo de no distinguirse-, a
que estudian) que les perrnirirh llegar a conclusiones cuidadosas y ve- intervalos regulares clavan etiquetas numeradas de tnetal en
n f i c a d a que sean convincentes para sus colegas,sumamente críticos. A los árboles.
su entender, lo que hacen para alcanzar esa meta es crear un laboratorio 3. Idenufican las plantas de cada ubicación con referencia a una
cn la selva y establecer los controles que les permitan verificar cada paso clasificaciónconocida y guardan las miiestras -que, tiempo
de su razonamiento tan bien como podrían hacerlo d e estar en un l a b después, serán mencionadas en SLIS textos- en una caja orga-
ratorio parisino. nizada para que sean de fácil referencia y recupemción.
?'mestablecer los pahetros básicos que los guiarán en su intento 4. 'Los edafólogos querían saber si, a cierta profundidad, el
de recolectar datos de manera disciplinada, los edafólogos recopilan sus lecho de roca del &que didería del que existe debajo de la
muestríilr de suelos del área de la selva virgen que sus procedimientos sabana" (1999: 40). De modo que excavaron y midieron y
han convertida en un cuasi laboratorio donde pueden controlar y wri- comprobaron que eran iguales. Una hipótesis descartada.
94 DATOS,PRUEBAS E IDEAS

5. 'Perdidos en el bosque, los investigadores dependen d e . . , puede rebatir con ixito su procedencia ni negar que repm
una de las técnicas más antiguas y priniitivas para organizar. duce con fidelidad las características de la porción de tierra
el espacio: delimitar un lugar con estacas clavadas en el . mayor que representa.
S suelo para delinear formas geométricas contra el ruido de ; 11. Esta transformación permite a los edafologos ver toda las
m

fondo, o al menos permitir la posibilidad de reconocerlas". 1 muestras al mismo tiempo y, mi, percibir pafmws. Ahora
(1999: 41). pueden trasladar al papel esos patroneg observados y liberarse
6, 'La práctica normal de René consiste en reconstituir la !: , , , de este modo de las muestras de tierra, sin dejar de retener
superficie del suelo a 10 Iargo de transectcxr, cuyos limites :
m m . , lo que es necesario en ellas como prueba del argumento que
extremos contengan suelos lo más diferentes posible. [...] No ma formular. Con esto, los números y otras informaciones
puede utilizar la cadena de medicián del agrimensor: ningún . o(los datos observados) sigue11ligados a las observaciones y
agricultor ha niveladojamás este sue1ou (1999: 42). Se vaIe en acrividades originales de una manera que permite a los cienti-
cambio de una b b i n a de Topofil Chaix, que sus colegas "han ficos utilizarlos como pruebas que nadie puede poner en tela
denominado perversamente p e d o p que mide un tramo de dejuicio.
hilo de la longitud necesaria, para crear parcelas de un metro 12, 'En cada etapa encontramosJornsas matemáticas elementales
cuadrado diapuestas en una cuadrícula. que se utilizan para recolectar maMu a través de la media-
7. Toman luego una muestra de suelo de cada metro cuadrado ción de una práctica encarnada en un grupo de investigado-
y la ponen en una bolsa de plástico numerada, provista de res" (1999: 5657).
un rótulo con la descripción precisa del "lugar, el número de 13. ~ G m describen
o los investigadores la sensación 'subjetid
agujero,el marnento y la profundidad en Ios que fue recolec- del color de cada muesual Por medio de
tada, la parcela de la que se extrajo", además de "cualquier
dato cualitativo descriptivo que se hubiera advertido al r e c e un cuadernito de páginas rígidas: el código Munsell. Cada
lectarla" (1999: 46). página de este pequeño volumen agrupa colores de ronos
8. Se embarcan en esta actividad extremadamente sistemati- muy similares. Hay una página para los rojos purpúreos,
zada para poder "mantener la trazabilidad de los datos que otra para los rojos amarillentos, una tercera para los
producimos con una deformacion mínima (a la vez que los marrones. El código Munsell es una norma relativamente
transforman por completo al sacarlos de su contexto local)" universalizada: un patriin de uso común entre pintores,
(19% 47). fabricantes de pinturas, cartógrafa y eddólogos, dado que
9. Construyen luego un 'edafocomparador", u n dispositivo de 1 . ordena página por página d o s los matices de todos los
pequeños cubos de canon ordenados en una caja cuadrada colores del espectro, asignando un niimero a cada uno. El
más grande que reproduce a escala reducida los metros cua- número es una referencia rápidamente comprensible y re-
dm-adosde la parcela de la que se han extraído las muestras. producible para todas las personas del niundo que trabajan
(Tambin se consttwye de ese modo para p d e r convertirlo con colores, a condición de utilizar la misma compilación,
en una pequeña male~adonde las muestras puedan mladar- el mismo código (1999 5&59).
se sin alterarlas.)
10. Luego, en un paso decisivo, René toma un pequeño terrón René pasa el terrón por debajo de las aberturas hechas
de un hoyo camdo hasta una profundidad determinada en junto a las muestras de color y puede elegir con rapidez y
cada metro cuadrado y realiza lo que Latour describe como el seguridad la que *combina",produciendo un dado indiscu-
tmco de magia máa importante de esta ciencia. Al poner ese tible para un posterior análisis.
terrón que acaba de exhumar (sus datos) en la pequeña caja
de cartdn, iRené lo transforma en una pmeba &r@~l Nadie
M IihCEH LOS NATUMWSTAS
C ~ M O 97

', 14, Latour sintetiza de esta manera toda Ia aperacion: sin poder swtituit por completo lo que ha recolectado. Es un
extraño objeto transversal, un operador de alineamientos, sólo
Al extraer ese terrón Rerié renuncia al suelo, demasia- veraz con la condicioln de que permita el paso entre lo qiie lo
do rico y complejo. El agujero, a su vez, permite con- precede y lo que lo sigue (1999: 67).
textualizar ai terrón y seleccionar su color, ignorando ' ! ) , ' .
su volumen y su textura. El pequeño recGngulo plano Y su condusión ea esta:
de color se usa luego como un intermediario entre la , L b ,

tierra, reducida a su color,y el número inscripto bajo ' . El mnwimiento, al parecer, no reside en la confrontación cara
el matiz correspondiente. h i como somos capaces de ., a cara de una mentc con un objeto, así como la refer~ririano
ignorar el volumen de la muestra para concentrarnos i . designa una cosa por medio de un enunciado verificado por
'

en el color del rectángulo,pronto podemos ignorar el ; esta misma. Al conuario. en cada etapa hemos reconocido un
color para conservar Únicamente el número de referen- . operador común que pertenece a la materia en un extremo, a
cia. Más adelante, en el informe, omitiremos el núme 11 , la forma en otro, y que está separado de la etapa que lo sigue-
ro, que es demasiado concreto, demasiado detallado, : por una brecha que ninguna semejanza podría llenar. b s ope-
1

demasiado preciso, y sólo retendremos el horizonte, la radores están vinculados en una serie que a t r a h u la diferencia
tendencia (1999: 60-61). ' entre las cosas y las palabras y redistribuye estos dos ragus di*
Gntivos obsoletos de la filosofia dd lenguxje: la tierra se con-
15. Aún quedan otrosjuicios, no tan fáciles de hacer. <La # vierte en un cubo de cartbn, las palabm se convierten en papel,
muestra tiene más arcilla que arcna o mis arena que arcilla? el color se convierte en ntírneros, y asi sucesivamente.
Para resolver este interrogante,escupen en cada muestra y a Una propiedad esencial de esta cadena es que debe mantenerse
la prueban (aunque para esta propiedad no hay un equi- . ': m i b k Lasucesión deetapadebeser identificable y p d e r
valente de1 código híunsell, al parecer pueden utilizar ese recorrerse en los dos sentidos. Si la cadena se interrumpe en
método sin recibir el cuestionamiento de colegas con ideas algún punto, deja de transportar la verdad: esto es, deja de p m
opuestas). ducirla, de construirla, de delinearlay de conducirla. La @&a
16. Estos procedimientos transforman las cosas materiales del %j&a" designa la malW de Ea t m h a en su bold&i& y ya no
mundo que los edatólogos recolectan en descubrimientos adPptrdia rei d i n t ~ i k f z r sEl. valor de verdad circula aquí corrio la
o argumentos científicos,presentados con pruebas que la , 1 electricidad por un cable, siempre que este circuito no se inte-
audiencia a la que quieren convencer aceptar5 y acrtditad, y m p a ( 1999:69).
no objetará por nimiedades.
Cada paso del mmnamiento y las demostraciones de estos cienúficos
Como dice Latour, el diagrama final que resume el trabajo de los st apopn en un procedimienro que Im lectores científicos a quienes se
investigadores dirige pueden entender con la claridad suficiente para hacer las traduc-
ciones necesarias a fin de convencerse de que se consigue, en efecto, lo
no es realista; no se parece a nada. Hace más que parecerse. que los autores dicen.
T m d lugar & la siruact'h m'ginal que podemos reconstruir Por supuesto, nada de esto sucede en un día Cada adición a la serie
gracias al libro de protocolos, las etiquetas, el edafocompara- de modos de evitar el error incorporado a los pmedirniezltos del equipo
dor, las fichas, las estacas y, finaimente, la delicada tela de araña era el resultado de equivocaciones cometidas y a la larga corregidas e
tejida por el PedofiL Aun así, no podemos divorciar el diagrama integradas al "procedimientooperativo normal".
de csia serie d e transformaciones. Aislado, no tendría ningún
significado ulterior. Reemplaza sin reemplazar nada. Resume
1 i 98 DATOS. PRUEBAS E IDEAS

EL TRASLAMl DEL MODELO DE LAS ClENCIhS NATURALES


C ~ M In
O HACEN I ñ ) I N A f V W L I S T A S

de au interés, a fin dc estar en condiciones de aisl-bi.las causas y efectos


Qg

A LAS CIENCIAS SOCIALES I


que les atanen. (ECto no e5 tan dificil de hacer como Liebemon teme,
m ,t aunque supone un montón de cornplicaciones.)
Así, los cientificos que se dedican a la física y a la biología comprucban Así, los naturalista3 saben que numtrusas cosas afectan lo que ellos e+
que una gran cantidad de "cosas" ajenas a sus intereses afectan Ias enti- mdian y quieren eicplicar. Dedican mucho tiempo y esfuerzo a ocuparse
dades y los fenómenos en los que esi5n interesados. Balibar quiere es- de esos asuntos 'externos*, para poder aislar los fenómenos específicos
tudiar algunos fenómenos rigurosamente definidos y sus interacciones, que quieren estudiar. Cuando lo l o p n , pueden hacer biiena ciencia y
para saber qué afecta, a muy bajas tempemturas, el estado de un material producir data que -eso esperan- aporten pruebas convincentes de las
en el que tiene interés. Comprueba que cosas de todo tipo en las que no ideas pan las que quieren conquistar la aceptación de sus colegas.
esd interesado afectan lo quc quiere estudiar, aunicritando la dificultad ím naturalistas tieiieii siri duda grande3 dificultades para recolectar
de d e m o s m la influencia de las cosas cuyo estudio si le interesa. Debe -bueno3 datos" sobre los hechos que les interesan. Los científicos socia-
liberarse tanto como le sea posible de esas cosas no pertinentes, Io cual les tienen el mismo tipo de prob\emas que los naturalisw, pero a ellos
entraña aIgunos esfuerzos muy grandes y otros pequeños que sólo pue se suman algunas dificultades propias. N o pueden manipular a los suje
den hacerse una vez aidada la variable 'externa" transgresora (como la
i
i '
ondas radiales que entran por las ventanas).
Zatour se ocupa, en otro libro. de Pasteur y su descubrimiento de la
tos de sus estudios -penanas, organizaciones, intencciones, aconteci-
mientm- y ver luego los diferentes d o r e s que lw variables de su interés
asumen en la díversidad resultante de circunstancias. Los naturalistas
i existencia de 10s microbios (19881, y demuestra que gran parte de la ac-
tividad científica consiste en crear un ambiente protegido para los fená-
p~den bajar l a temperaturas caai hasta el cero abroliitn. clavar rOtulos
en los árbles y poner pequeños fragmentos de suelo en cajas para una
menas que deben estudiarse, a fin de ponerlos a resguardo de los enemi- posterior comparación. Pero los sujetos de la investigación en ciencias
gos que, de la contrario, les impedirían hacer las cosas que los cientificos miales -persone tienen vida, opiniones, pertenencias grupales e inte-
quieren estudiar. Si Pasteur quiere estudiar la vida de 10s microbios, tic- reses propios. Los científicos sociales tienen que conseguir sus datos de
ne que crear ambientes especiale3 en los cuales esos microbios no estén p e m n u que se dedican a sus asuntos de una forma mucho más inde-
sujetos a todas las cosas que, si no tuvieran esa protección, los malarían pendiente de lar necesidades y los deseos de loa invesugadores que los
o harían algo menos dristico que, aun así,ol1~taculi7ñhalos esfuerzos de pedazos de tierra en una selva tropicd. Y no pueden i d u i r en esa activi-
aquel por ver con exactitud cómo viven, se reproducen y mueren. dad. %lo pueden verla ocumr y dar todos los pasa posibles para saber
De manera un tanto similar, los edafilogos estudiados por Latour in- qué está pasando,a fin de evitar atribuir iin peso causal a cosas de cuyos
vestigan suceso~-1 paso de la sabana a la selva o a la inversa- que invo- efectos no pueden esrar, en verdad, tan seguros como pueden estar10 los
lucran una gran caritidad de objetos y hechos, que asumen diferentes va- naturalistas de Iw thpicos %obrelos que anuncia1 cunclusiones.
lores y se presentan e n diversas formas,corores, vehicuIos, etc. De tanto , h científicos sociales no pueden hacer que un técnico construya
en tanto, todos estos sucesos cambian debido a variaciones en cosas tan una pieza especial de instrumental que los libere del problema de la
dispares como el clima, las decisiones políticas que afectan los patrones recolección de datos. No pueden medir y marcar con estacas unidades
de uso de la tierra (siempre una cuestión política candente en el Brasil) significativas de esnidio de igual tamaño. No pueden inventar (aunque
y las fuerzas del mercado que afectan las phcticas agrícolas. A su vez, lo han intentado con bastante frecuencia) dispositivos simples que les
estas últimas incorporan secuencias y tradiciones hist0ricas, patrones de permi~nuna fácil asignación de unidades de estudio a categorias (como
propiedad de la tierra y estructum familiar, y nsí sucesiva~iie~ite.b s eda- el dispositivo de cuniparaci0n de colores dcl que se valían los edafólogos
f131ogosno pueden, a la manera de Pasteur, crear un ambiente especial pan tIasificar muestras de suelo -con todo, en Monk, 2014. se encon-
pan su objeto de estudio. (El lector advertirá que esto es muy similar a cierto progreso interesante en este frente-). la raz6n es que cada
la elaborada red de causalidad que Lieberson describió como un factor solución potencial -la definicion de unidades de estudio, categorías de
que afecta los fenómenos sociales.) Pueden, en cambio, medir cuidad* fenómenos, unidades de clasificación y medici6n- se conviene de por si
samente las cosas que. como han llegado a percatarse, afectan la cuestión en parte del fenómeno que quieren estudiar. Esta es una lección esencial
1 0 0 DATOS, PRUEBAS E I D U S

de la sociología de la ciencia: las cosas que estudian las ciencias miales PARTE II
no suceden en un vacío social. Todo lo que hemos aprendido acerca de ¿Quiénes recolectan los datos
la compleja naturaleza social de la actividad científica es d i d o también
para las ciencias sociales. No podemos crear un laboratorio pan prote-
y cómo lo hacen?
ger la cosa que queremos estudiar de todo lo que pueda afectarla, m&
allá del aspecto cuyo efecto nos interesa. l

Una vez me invitaron a participar en un panel público en que integran-


tes de varios equipos de investigación en ciencias sociales presentarían
informes sobre sus proyectos. Los subsidiaba un importante organismo
gubernamental sobre la base de una propuesta detallada de los datos que
recolectarían y la manera en que los manejarían para producir pruebas
de las ideas que buscaban estudiar. A la hora de informar los resultados
de esos estudios cuidadosamente planificados, cada uno de los equipos
expuso el plan original y luego dijo, con variaciones en las palabm pero
no en el significado, que "las cosas resultaron más complicadas de lo
previsto". Las cosas siempre son más complicadas de lo que suponen
nuestrw planes, por extremos que sean los esfuerzos para prever las posi.
bles dificultades. Y rara vez nos proponemos siquiera enfrentar t0da.s h
posibles dificultades que podenios prever, porque creemos, quizá correc-
tamente, que nadie nos dari dinero suficiente para hacerlo. Y ciertamen-
te tampoco habrá quien nos dé rl dinero o el tiempo suficientes pan
enfrenmrnos con los problemas imprevistos que, como todos sabemos,
también van a surgir. Las cosas siempre serán "más complicadas" de b
que hemos previsto. - t

Esto significa que los problemas de los datos de las ciencias sociales no
son meros "problemastécnicos",resolubles con un mejor instnimental o
una medición más cuidadosa, como lo sabremos al entender la manera
en que los científicos sociales suelen recopilar, analizar y comunicar sus
datos. Adelantémonos y enunciemos la conclusión de los siguientes ca-
pítulos: lenemos que explicitar los pasos de nuestro razonamiento y los
datas respaIdatorios y verificar luego, a lo largo del camino, la exactitud
de cada paso. Y hacerlo una y otra vez, incorporando lo que aprende
mos de potenciales errores en nuestro modo de trabajar, sin desechar-
loa nunca como fenómenos deatonos (y, por lo tanta, ajenos a nuestm
inqtiietudes) que podemos ignorar sin ningún riesgo. E;so plantea un
serio desafio a los modos convenciona1es y ampliamente aceptados de
investigación en ciencias sociales. La mayoría de los cientificos sociales
entienden esto en principio, pero creo que no lo hemos incorporado a
nuestras maneras cotidianas de trabajar. !
Secuencias, protagonistas y trampas de
la recopilación de datos

1; p
La reaüzai6nde investigacionescientificasimplim {inevitable
r lo tanto, inmhblemente) Ia participación de m w ha gente y mu-
abar t i p de gente. Como cualquier otra iniciativa humana de magni-
muchas personas, en este caso no d a s cienu'ficosformadoso calsi
d o s , timen que colaborarde un modo u otra para producir multados
1 que h mmunidad cientffca pertinente considere aceptables. Dichos re
iokados rqiiitren y rtflejran 1m mfuerzw combinada de todas y cada
um de c h . Cada accibn de cada participante afecta l a datos encontra
dw,convenidas en prueba de una idea y luego decIaradoa un resultado.
Lw problemas de la conexidn de &m,pruebas e ideas dependen en
gran medida de q~iidnrecolecte las ppitabras, los números y los materiales
visudes de Im que depende el resto de La operacibn. El tipo de personas
quc recopilan los datos, sus razones para ser parte de la optraci6n invers-
tigatk~,su inte* en hacer invatigacibn m i a l y lo que esperan sacar de
s b afectan im datos rccoieciada&,la manera de anditar1~sy d apone
h a l que, en carácccr de pruebms, hacen al d ~ r r o l de
o algún corpus de
eclnocimiento cientiñm. Y loa errores que ocrurrcn corno resultado de la
inevitable producción colccriva de los datos pueden ser -a decir verdad,
deben ser- en sí mismos el objeto de una aucrtc de estudio dolágico.

Con el fin de ordenar los t i p de hvc~tigaci6nen ciencias d e s ,


~iregun&monosquiénes recolectan la datoa originah. ¿Son los inveti-
tigadores principales, que han tenido Ia idea & la investigación y, en
consecuencia, recibidn ias recompmas y uiticas resultantes?¿Son los
discípulos de los inwstigadore~principies, que han sido educadm y ca-
pacitados por es- y, en consecuencia, han aprendido a compartir aw
objetiwi e ideas acerca de la manersi de hacer las cosas y de loa c i t e
GMS, PII~AWNISTAI Y TRAMPAS DE u m m t i r c ~ DE
ó ~ DA^ i05

nos de exactitud que es preciao cumpür? ¿Son los ree01ectom de dama a principalesque, tan ansiosos por que su estudio usaiga
personas contratadas pan hacer un uabajo especifico y entrenadas en b que quieren prohar, inventan datas que ni ella ni na-
las actividades que este exige, atinque sin que tengan irrte& p e d m recolectada y mcan de hacer p a r la in=nci6n como algo d.
alguno en los resultados de la investigaci6n?¿Orecopilan materÍaIear imi. el examen de un conocido caso en Faludi, 1991.) No sabernoes si
lizados a la lamga en una inwstigwián en ftinción de ias finalidada bae c a ~ wdc esta índole expuestos hasta el día de hoy representan tina
unte diferenres de una orpnízaci6n para la que trabajan. como pam tk ddad mticho más grande de cientCfica uampos<w nunca atmpadm o
alguna otra tarea? {Lna materiales que recolectan proporciona& con m 10s iinicoe erectivanrenie producidos. Un Itctor pmdente mcaráesta
el t i e m p una base para emitir un jiiicio s~brela calidad de su p q h 'kriaci6n como una posibilidad siempre presente. Una posibilidad me-
irahajo cotidiano y las recompensas que reciben por hacerlo? En d a & daiiina, pero a veces afirmada, siirgc si hay motivos para pensar que
caso, la situación hboral influye en h motivauone y concepciones que m h r i g a d o r ha dejado que la idmlogía O la iluai6n -minen Iw
esos recolectores de datris inmrpwan a su tarea, y con eso, en su motlo Mtados (cosa qiit ptiede ociirrir en ciialquicr tipo de investigaci6n.
de d i z a r i a y, por to tanto, en h pertinencia como pruebas de los dama aunque de diferentes maneras).
recolectados. Por último, a menudo ias personas mismas cuya vida mcial Lw investigadore principdm suelen reclutar a estudiantes de pp
se eatuáia son quien- recolectan los datos, cuando informan acerca de do unno asociados o aPisientesde investígación,y podemos imaginar (to
sus propias actividades, creencias e ideas, mientras otros. mentualrnente, e 4 no signifia aceptar como artículo de fe) qiw las rnoiivad~riesde
recopilan ba formularios completados. ¿Cuán interedadas atán di& Ú i t i m varianh segim el tip de posicih que ocupen en el equipa
p m n a en la exactitud de lo que ponen en esc#i formutarios? 2Qd & imwtigaci6n: los papeles m& serias que arnrman en el las U a & a
intees riencn en el u m final de esos datos? ptmupmc más por hacer el vabajo lo m#r pasiMc* pader com
En un exmmo, d imestigador enjefe q u e ha concebido h idea para +r las recompensas.
la investigaci9n, dmamoliado y definido d problema por inwstigar, p b L a cienuícos mchics utiIimn p n d e s canridades de daros que las
nifrcrrdr, la re~oleccióny el análisis de Ios datos, muy probablemente m oqmiaciones que estudian recolwian con finalidades ~0pi;ra;en
caudado el dinero necesario p m hacer e~ recolección, y que escribirá aarpcctm, esa inCormaci6n se superpone m n los objetivo$ de la
el irdome final- xemfecta por si mismo toda los d a t a Si soy esa p e m M g a c i b n independiente o pude ~eelabomrscpara ponerla al ser-
na, r d i m todas las entrevistas,hago y registro d a s las obsemciones en vido de esta. El ejernpb más awo: el U S Cemus, que 11- adelante el
el terreno*hago todw los anáiisis y escribo tdos los informa. Ningurin pmgmma más grande y cuidiidogamente im pltmentado de rcmlcccibn
otra pemna hace nada de todo esto. (Se produce una ligera variación de datos que yo conozca. hace ese mbgjo,en primer lugar porque, de
cuando un equipo de igtiales o casi iguales comparte todo el trabajo.) pcutrdo con la Constitucibn dc las Btados Unidos, ia repwsentacibn
Ei wuopólogo tipico qiie describí antes, iiistalado en el terreno y k- de d a estado en la Cámara de Representantes f e d d se basa sobm
jos de la uniwrsidad, personifica este tipo de recolector de dates. Si aoy lm dimensiones de su población. La redecei6n de esa información
como ese estereotipo, i d o lo que salga de ese trabajo me pertenece, yo quiere de un prson;il, cuya tarea consiste en todo momento en ocu-
lo hice y yo r e c i b cualquier elogio o ceristira que la comunidad profe p e de completar la operacíh -de enorme magnitud- de contar la
siorral o lega pertinente le haga. Tengo un interés evidente en gamntimr p b k i i 5 n entera del país. Coaio de ese modo l a resultados en cierra
la validez de todas las operaciones-no qtiicro que dentro de cinco anos medida cuentan con la gamnrZa de ser de la mejor calidad p i b l e ,
aparezca alguien y muestre que me equivoqkit en todw, y ese in~ec&t h informes del U S Census interesan a una poblacih que supera con
propio coincide con el de la gente que interpreta y juzga la exactitud y mucho. en cantidad y variedad, a h de los miembm de la Cámara de
d d o r probatorio de los datos, mis datos, sobre los cuales se apop el Representantes o la Corte Suprema. h organizaciones comerciales
producto final. d o r a n el U3 Censtu por sus precisa6 informes que les indican d6n-
Pdemos imaginar qiie los inwslipdorcs en jefe, profundamente ¿e pueden encontrar potenciales clientes de edades, génerrie y clases
comprometidos con el h i t o del proyecto, quieran hacer d o a la perfec- miala wúfi~as, entre otra cosas. Lm gobiernos municipales que
cibn. Pero no podemos darlo por sentado, debido a los casm acasionala pbnean construir escuelas quieren saber en qué zonas estin los niños
106 DATOS, PRULBAS K II>YAS > -CM$, PROTAGONISTAS Y TRAMPA$ DE LA B ~ Y X ~ P I L A C IDE
~ NDATOS 107

que asistirán a ellas, y en qué cantidad. Cuando los estados deciden r la ~ m o l o g í-que
a amaigama a pemnaa interesa& en el derecho.
dónde construir nuev;is carreteras y sisiemliis de transporte, las d delito. ias prisiones y asuntos conexo+ utiliz6 durante largo tiempo
de aquel organismo los ayudan a hacer proyecciones s ~ b r elos lugarc~ b registros de iaorganismoe de orden público coma la principal fuen-
dede y hasta donde viajaran si& usiiarias. De este modo, los d a t a w de datos sobre la incidencia del delito, y los datos disponibles sobre
US Census son, por asi decir, de propiedad de todos y cada uno de los psom amesmh o condmadas por determinado dePm (dos pobla-
miembros dc la pobiación de un país, cualqiiiera de los cuales podria &mes posiblemente distintas,a wxcs descriptas como perpemdoras de
imaginar u11proyecto de investipciiin -algo que quiera saber- que m m delitos, aunque el amaito y la condena no son marcadores infalibles
quiera su uso. & est hecho), como la principal fuente de canociniiento sobre los de-
Otras organizacionm gubernamentales recolectan tipos m& i s ~ ~ & limcutnttr. Al menos hasta que los defectos de eree mawrial, fqiic refleja
cos de información destinados a otrwi iiiswi oficiales, y los datos que pro. +&mis de las regís- exactos- que la policía y tos uibtiiia-
ducen para su propio consiirno a meniido son (opodrían ser) útila pan k tienen que satisfacer al crearlo) comenzaron a producir resultados
otros objeriww de investigacidn ideados por 1- científicos sociales: m dentemente poco realism. Durante mucho tiempo el ün@nn Cnm
ese c m . los prodiictom tal vez compartan suai recurscw de infomacibn una compilñci6n del FBI de datos recolectlsdm porjurisdicciones
con personas como tiolpotnis (aunque nada las obligue a hacerlo). gDUcides locales, suininistnj el material con el que los d i o s podían
Las organizaciones dc saliid, y en especial los organismm oficiales prrparar articuloa sobre el Jza a la haja del índice deticrivo en el plano
como 10s centros de control y prwenci6n dc eníiermcdades. puMicaa d o n a l a local, un elemento de interés político oonstanie. Utilizamos
rnrichos informes que incluyen abundantes datos sobre una diversidad lor cambios en los indicea deiiitivos para aalw argumentm sobre si la
de temas relacionados con la cnt'ermedady la muecte, pem también m imposici6n ciuicta de las leyes contra d e k menores (ola legalización
bre tópicos m& generales que los sociólogos y otros científicos s o c h L Iri pmción abierta u oculta de arma o decenas de otras posibles
pueden utilizar p m una varieclad de hipótesis vincriladas a la estructura a-") afecta o no esas indices, y si los afecta, en qué sentido. ¿Yen
familiar, la incidencia de iina enfermedad en relación cos las con* giié o m lugar podemos buscar informacióti confiable sobre las activida
nes de vida, el consiimo de d r o p y muchos otros temas que les prercari
i n m t e s , pero con referencia a los cuales no puedan recolectar la Dt manera similar, las actas escolares contienen mucha información
ulCormacion reltvante por carecer del dinero y el ~ r ~ l ~ necesaria
nal que l a cienu'ficm d e s estiman dril, desde los registms de asistencia
El gobierno. en wnbio. si Iw tiene. y en wasianes da a los cientifim hpua b multadas de las pruebeib, las noma y ouas medidas iiidicatiw

-
acceso a loei dalos para que vuelvan a anaiizarlos. del desempeño. Muchos de los datoe destinada a investigaciones son
De manera similar. las estab'sri~asrecopilad y publicadas por los OP rrrolectadw por grandes orpiniciones <en tms de investigacióii por
ganismos gubernamentalea sobre las causas de muerte suministran con acuestas y empresas de sondeas comerciales, por ejemplo- que no ha-
frecuencia daroe pera la investigacibn saciol6gica. Con sti prcciirsor c m oua cosa que investigar, habitmimente por medio de enciiesm de
tudio whre el suicidio, l h i l e Durkheim (2006[ 189711 rnantuvo n gene grnndes dimerisiones que utiliean cuestionariw estandarizados. Esas or-
raciones de sociólqp ucupadas en el iniento de liberar a sus inveslip ganhciones contratan a personal d i o piva planificar sus, estudios
ciones sobre ese tema de los mucha problemas planteados cuando, en elos instrumentos & investigación, los cuestionarios, Iw cronogra-
los certificados de defunción, es la causa de muerte aducida. Pero l a rpas de entrevistas y las espcifacionea de las mues- y controlar h
forenses y médicos legista$.que llenao Loa formularios oficiales donde se ejecucibn del plan, que implica 11-r el estudio al terreno, contmtar,
especifica esa "awa de muerten,genei-an 1- niimerrw que l a socibb capacitar y siipervisar a los eiirrevistadorcs y monilorear la codificación
gos utilizan luego para m e t e r a prueba ideas y imrias que han tenido de las resultados y su transferencia a formams digitalm con fines de aná-
un papel prominente eii la historia de la disciplina. Y la inwtigacirín m. Esos profesionales de tiempo completo supeMsan a equipos de en-
ha rnosuado que el modo en que esos funcionanors atribuyen c a m & trmistadores, codificadores y otros trabajadores calificados (el nivel de
tanta importancia social corno el *siiicidioWo el "homicidio"puede wm la caijf1caci6nde estos es otra cuestión). En todos los niveles de dichas
influido por sus aíiliacianes y problemas profesionales. organizaciones, las personas qiie trabajan tienen motiwciones no nece-
108 OAT~S,PRUEBAS E IDPAS a m C I A S , P U ~ ~ " A C O N I S ~ ~YA TRAMPAS
B DE f A RECOPIIACI~NDE BAW109

sariarnenle coincidentes con las de quienes las han can tratado, con b -te @ d e~ informad- sobre los pmedimientm de los ciencias
objetivas de un cientifico que quiere utilimr los d a m producidas p e a .Pero lw atu'culaa de investipei6n rara vez se refwren a medidas
ellas p r a someter a prueba ideas o con las finalidades de quienes M pai-a impedir que los investigarlom inventen las entrevistas en
apomdo el dinero que financia t d o el w r i t o . Sin más infomacióo dk; ede hacerim, para investigar o- @ticap de Im entrevistadores que
la que obtenemos habitualmente, no podemcm aceptar h presunción & pr.lan afectar la calidad de los datos, o psra c0:ori.k.d~ a fin de
que todos m empleados se entreguen con plena detiermirwión a tPP m cuenta las amenazas conocidas a la validez del tipo de datos
id- y metas de sus empleadores. Un observador externo no i- molectan. A lo sumo,nos aseguran que SUS entr&stzdores han sido
bkmente escéptico podría pedir que se tnmrara tina b h u e d a se& & apita&,s" y s q M s d o s can especial atención. No t r o ser la
pniebas de que la inwtigaci6n se hace tai como ha de figurar en la b dnia persona que tiene cicnas rese- acerca de la acepiau6n de csas
tura cotresp9ndiente. La informaci6n sotire el incumplimiento de -nes al p t dt la letra, y en Iw pr6ximm @tutos p - d dW-
ideales es lo baitante grande para generar wptxhas verosímiles, pruebas estas cwstioncs. Admb, por 10 gened he prestado
Las grandes organizaciones d t investigacibri tienen cuenm que p a la frecuencia con que los datos originales p r o c d n & lo que
gar semana tras semana -un personal permanente considerable y k~ bpcnonas audiadas han "~olectadon por si mismas en el tranmrso
costos fijos resultarites en materia de salarios, seguro de d u d . mania & h vida que sus entr&sMore quieren conocer.
nimitnto de las oficinas, almacenamiento de datos, seMcios públiroi, He organizado sin muda rigidez laa rcstanres capíiulos alrededor de
e&.-, por lo cual deben procurar que haya un flujo estable de p w w md'wtincionesentre de datos, y utilizado esta dasificacih
entrantes. cuyos auspicianres pagat-an lo suficiente para mantener La parirnada de las personas que Iw proporcionan a las dtncias social^^
empresa tn funcionamiento. Algiinas organizaciones consagradas a In para preparar un examen de 16s enora.las eguiwaciones y las daicul-
investigación cuentan con un apyo parcial de universidades: son e j e m m h que tenemos que esperar y a los que debanos estar a w n m mmdo
plos de esto el Centro de Investigaci6ri por Eiicuatas de la Univemim usmm &mreculcctadwi por una diversidad tan p n d e de gente como
de Míchigan y el Centro de Investigaciones Nacionales de Opinión & p n i h de nue9tr;is ideas y teorias. La misma cIasificaci6n sugiere mame-
la Uniwraidad de Chicago. Al menos una, et C e n m de Investigación rsis de manejar esas cuestione y mostrar de qué m& tos pmhlemas que
Pew. es casi totalmei~tefinanciada por una fundación. Algunas, coma F e a de &ter administraiiwi pueden c o n v e d en problemas
el US Censua o el Insee fmnds, obtienen sus fondos primarios directa- &nti&m si repensamos n w u m cornpmsi6n de la forma especifica de
mente de un gobierno rhcional, y muchas son empresas comercial- b m01eccihn de da- implicada.
que venden servicios de sondeos a corporaciona, grupos y candihm He reunido todo lo que pude enconimr sobre h exactitud de 1- datos
politicos y cualquier otro que tenga la wlvencia suficiente pan com- mlectadolr de cada manera, los t i p de errores que se producen de ar-
prar sus prodi~tos. dinario en esoer resultadoo, el modo en que 109 ihwstigadorts las &n-
En estas organizaciones, la mayoria de las personas que recolectan las my h medidas que suelen tomar para wirarlbs. Como no quiero que
datos concreios, Iria que d e n al mundo y ven (ti al menos telefonean) a w l i h 740un rnont6n de reprimendas y CRtim rnaliuosi~
a p n t e que cumple con las especiímciones de 1s muestra, y luego b inuamum, también utilicé los ejemplm que en un principio sucitaron
cen las preguntas impresas en los fomulariw del estudio, son lo que & mi curiosidad e i n t e k en esta Arca del trabajo cientifico preiwn-
manen oportuna, pero ral vez antipática,Julius Rúth (1966) Ilamá "tm w m&lm de &mo podemos wupnrnos efectivamente de los muchos
hpdores tempoIarios*, conusitadw para determinado trabajo, sin for- pblcniw cup existencia señalo, superar esas dificultades comiines y
mnción profesional w í ñ c a anterior al respecto, pa&adospor hora o obterim mejores multad- He tomada como rnadelb, de pMcipio a
tntrevhta y sin voz en cuanto a loa remassobrelos cualea hay que preguri- h.hmanera como los trabajadores de las cienda naturales 4 n t r c elloa
lar, ni la manera de enunciar las pregunm ni a ninguno de 1- de- el Ksim descnpto por Gbastien Mibar y l~ edafrilagos p r m n ~ d m por
problema, pequeña pero importantes, que inwitablerncnte surgen en Bruno Lamur- recoiectan sus datos y 1m utilizan como pmehaa. Ctian-
la realimaón cotidiana de las entrevistas. No sé cuánm de: o w i m do r e t w es porque quiero que mis ci1,1ep dt las ciencias m i a l e
cioncs tienen entrevistadores permanentes y de ciempo compieto, suma- sigan ese ejemplo, uabgjen con paciencia para superar los errores r, d,
110 M-, PRUEBAS E tUM3

conviertan nuestros datas en b u e m pmchas de ha ideas que queremci.


respaldar en ellos.
4. Censos
Y en terminos más especificas me he intemdo en la secuencia d a &
m e n t e común por la cual una fuente de e m r en los datos se convicm
en un objM de estudio por derecho propio, conlo oaim cuando izw
m p a s de itn entrevistador terminan por ser un punto cenual de invtz~
rigación en la sociología de h ciencia.

(Qué a un censo? qué tiene dt especial?{Por qué los censos


roa ían diiiles de hacer?La realización de ti11 censo, tal como solemm
mmdcr este término, requiere que los censisias tomen &s las casos
iiieluida en lo que deben censar y recopilen la misma inforsnacidn de
m l a uno de ellos. En un plano ideal, un censo nacional enumera a todos
Iw habitantes de su psiia: pregunta y recibe de toda ellas, o sobre todos
dios, respuestas a las mismas preguntas. Si bien todo el murido entiende
qué es un censo en su forma clasica, i i i a a los que se hacen dc un país.
la Idea abstracta de censo nos da un moddo m& general que puede ser
de m a utilidad.
En drminos realistas, nadie puede llevar a cabo una enumeracidn a b
wlumente completa dc una población nacional. Como otras cienlifi-
coa, los expertos en censos trabajan constantemente para deshacerse de
mios l a defectos que contaminan sus operaciones, pero a veces, para
Ucgar a buen piierto con su iniciativa, se wn en Ia necesidad imperiosa
& aceptar soluciones de compromiso quc preferiiían evitar. Visto dc
me m d a , un censo es un buen modelo para rualquier tipo de imesu-
gaeidn, eii gran parte porque quienes los diseñan no mtan de ocultar o
desestimar Im defectos que saben existenini en su trabajo. Antes bien. el
US Census acepta como si tal cosa el error inevitable y dice a los usuaria
de sw datos lo que pueden o no pueden sostener cuando se valen dt los
materiales censales como pruebgs.

LA R E A L I Z A C ~ ~DE
N UN CENSO

Las actividades de las oficinas censales. cuando tratan de enumerar la


poblacibn de todo un pis, nos muestran c6mo es un seno intento de
l i k a m e de los errores: de qud manera las personas dedicadas a esta W ~ I -
pación enfrentan los errores que siempre e i ~ ~ t a b l e m e n aparecen
te
I 1 2 DATOS, PRUEBAS E IDEAS

en su trabajo, las sotiicionei de compromiso que adoptan para t e r m b cir y, por lo tanw, siempre tienen que trabajzir m& y con mayor
bim la tarea a pesar de estos y la iiifliiencia que tienen estas redidadti do para lograr completar su vabajo con exactitud. ta d e m o p -
sabre los datos pmducídm y iitilizados por ellas como prueba9 & i d a una de las espedalidades más mantiiativas de ia sociología, llena sus
cientifiilsis. con criticas y sugerencias para mejorar el modo de recolectar y
Los censos, y en especial el US Census (aunque no es un caso l i n k r datos. Las discusiones más estridentes& la wxiolagía a menudo
irrl vez siilo esti mejor estudiado o yo esté más familiarizadocon laspub& #rm en tomo de la exactitud de los daroa recopilados por quien= la
cacianes relacionadas con él), encarnan algunas de los dilemas más b
damcritaies de las pniehas eti 1x1ciencias socides. Esos dilemas inspiran
tina considemci6n seria de los pmblemas hásicmde la investigacicjn, que
aspir~a qiie no sea ni ofensiva ni defensim. Una m qiie entendamm
con qri¿ dene qirr. v6rselas cl US Census, podremos pasar a los p& PPACtONAm
mas que infestan el uso de bs instrumentos y cuestionariw de encuesta7
surgen asimismo en las t k n i w mis libresy d a d a s de las e n ~ t m, a ~ ~ k u h h e que, según Desrositett (2002}, los c e n m tuvieron su origen
esmturadas y la observación de la vida =id "sobreel terreno". sa h-n de los funcionaricw de Ios Esmdos políticos mdonalesde
El US Census, con seguridad la orpnizacihn de recolección de &m iaier m h y mejores idcmnacioncs sobre los habiranres de sus juWc-
más favorablerncnie situada eritre d a s las existen-, tiene n u m d o n a Cuando 1- Estadas europeosadoptawn esericialmentesu forma
problemas, como las organizaciones gubemamei~talessimilares de cuai moderna m el siglo XIX, Icm territaks abarcadas por esws eran tanto
quier otra parte, pese a tuda$ sus ventajas: un fiterte respaldo cconómi. d que los que t e n h prwiamente Im paises implicados qiit,
co; un fundamento lega1 en la knsUtiici6ti de los Esmios Unid- qut por primtra vez, suir dirigentes necesitaron y quisieron tener un conoci-
convierte en una infracción a d a federal la negativa a participar; un miento de los habitantes m wia d a más amplia que la Imal.
copioso personal permanente que incesantemente se ocupa de los p m PPra b t a r m&esa idonmación, Irw M a s crearon unidades ad-
blemas que afectan su uabajo; regimientos de tindilistas y críticos dentro ministrah y rutinas mlas cualm minen datos más amplia3y eficientes
y fuera del gobierno que están siempre encima de ella a la biqiieda (awera al rnem su h. cumplidoo no). Como que& tener un con*
de problemas par corregir, y un ejército de usuaritis, criyas necesidad- cimiento más c o n s o f ' del o su país, sus funcionarios
~ ambiente f ~ c de
y cn'iic;as impulsan a la organizítción a hacer conrinuos esfuerzos por w c r o n que gm@afos trazaran mrtas & su top@Ta, sus fronteras
mejorar. pO a
wr sus carninw y su dirna. Para hacer un seguimiento y una plani-
Ese organismo muestra como iina posibilidad seria lo que ia recolee W n de la economía nacionaly conformar una b e para los sistemas
ción de datos de las ciencias sociales @da l o p r si quienes se encar- tnbuianw, estableciemn unid;Pdesy nitinas adminisvatimencargadasde
gan de ella uabajaran con más empeño, adoptaran iiiia postura mena N@Wy analizar 1- i n v y su &tribuci&n entre divemos sxtom
defensiva y tuvieran más elementos para trabajar de los que en su mayor de la pobhuón, medir la prducci6ri *la e indusvial y examinar la
parte tienen hoy. De modo qw cuando hago hincapid en sus probic- p a m m de gimo. Y c m n organhcioncs para e ü a r y analizar a su
inas y deficiencias para hacer bien las c m , no me quejo ni critico. a pblacih. cCuántaapersona *viven aquí?&uántaa años tienen?¿Cuántos
US Census es lo mejor qiic hay citando se tiata de exactitud, precision son hombres, y Cuantas mujem?¿Cuál es su nivel e d d y o ? fdlc
y esfimim canciennidos y razonablemente bien firranciadcw p r hacer $ad tienen las m u ~ El?Estado moderno quería saberlo todo.
invcstigacidn como se debe. Y es asC porque au findidad principal e n En muchos fa~tofesun censo reprebcnta el mejor cjempio de una in-
cierto sentida, a decir verdad, su única finalidad- es hacer lo que k I t y le \regugación ciiantiisitivaseria, en la que se muestra realmente la voluntad
exige, y hacerlo de tal manera que satisfaga a k mayor cantidad posible d & v a nacional de enconmr una mlucihn seria a los problemas de re
de interesadm (y tiene muchos). cokción de datos sobre cuestiones &des. Lns problemas muliantes
La. ciencia siempre tiene diticuItacies. L a cientílicm siempre llegan surgm de la muy dura tarea que cuaiquier proccdiimiento censal se Tia:
a lbs limites de lo que siis i i i i m i a c iiisminentalcs actuales pueden probitmasque muchas veces aparecen, por Lo común m& -dos que
1 14 DATOS, PRUEBAS IC mrda CENSOS i 15

eri un cmm, en cualquier irivestigaci6n que se apoye ea la r e d a = h a & lbs otrw problemas habidmente asociados a lw estuhas
de datos mediante el uso de procedimientos esmicturadoa por sondeos y cueslionarios.
La m l e c c i ó n de dators exactoo a -ala nacional exige iina i n i c i u Ina preguntas hechas a t d o el mundo más o menos al mismo tiempo
masiva y, por lo tanto, costosa. ia necesidad de asegurar la d t & km b proMemas generados cuando "algo pasa" durante la recolec-
de los datos recokctados en una rndida tal que permita confmr m bb gibai de data (por ejemplo. las diferentes respiiestas a una encuesta de
resultados no hace más que agravar iza dificultady el gasto. Pero -no eg acem del fútbol americano universitario, cuando las p t w n a
ninguna sorpresa-este tipo de pmyccro de recolección de datos de &q -den ante o después de un gran partido de sábado). En fineas
cias sociales, aunque los gobiernos siempre lo hayan considerado i m p p t d e s , los censas preguntan sobre asuntos menos eapecíficamentt
ente, nunca coiwigui6 la clase de respaldo econ6mico oficial que hace fionados con el tiempo, de modo que si la mrta se completa en una
p i b l e s los gastos militares y, m k recientemente, de la niegacien&, a dos semanas no suele haber mzonei para pmmiipnm.
ejemplificados en las amas mudemas y los granda y c o s r o ~ o sq u i p ,Elhecho de hacer esencialmente ias mismas prcgunras a intenralos
adquiridospara Ias fiicw. Mucha esliidios de menor -la hm rntisat *dos permite a los invcsrigadares estiidiar la estabilidad y el cambio
do que los procedimientos utililados por el US Census pam generar IOb m las poblaciones, por lo cual es precisa asegurame de qut su Pregunta
resultadw buscados por taiitriai pemrias podrian llevarse a un nivel d +fique 10 misino aun cuando hayan parado diez años, de manera que
alto de precisidn que eli actual, si realmente lo quisi6ramos. Algunos prp @=a infonnacidn que podamos comparar de una decada a oua,
Memas asmientes de ese mie esiadlstim no se resuekn, no porque m b menos fácil de lo que tal vez se crea. como ya veremos.
imlubles en principio, sino porque resolverlos -es demasiado m"e En muchos ~ p e cel~US , Census resume las venrajas y los problo
uimpdble"en el plano organiza& (aunque lo inipsible o demasiado mas del mbajo con materiales de entrevista sumamenle eswtiirados.
caro siempre WE defm mialmente y podría valoi-drse de otra m e r a ) . Si bicn las sociblogos cuentan con ese organismo para encontrar mate-
Muchos o m problemas del US Censw O C ~ ~ porque I I I;ts ctiestionu naka de todo tipo, el orpnismo no hace su trabajo cada diez años para
de las que este se seupa cambian hisibricamente,de modo que los enfo- v d a r a loa sociólogas y otros investigadores a hacer el suyo. Ese usa
qum del recuento de las personas y sus características-incluso cosas tan es S& un subproducto del cumplimiento de su tarea impuesta por un
simples como el sexo y la raza- que parecían obvi1361producen a mandam constimcionai. Así, los investigadores tenemos que aprender a
da- anacrónicoeique, de rcpente, carecen de significacidn social. arreglánnosla coa 10 que a suficientemente bueno para las finalidades
Según el NGUO x $ d A b m Diaionaqi un c e m es "un reciienm o del US C e n w y esperar que también lo sea para nmtros. Este q i u i l o
estitdio de una poMaeibn, que rcgiaua habitualmente diversos demlles ~epgaa algunos de los problemas que los &mde ese organismo generan
de 1- individum". Realimdo a la perfección, un censo incluye a todaslar de manera involunmia a la inmtigaci6n sociologica.
personas del área que abarca, las enumera esencialmente al misma &ni-
p y repite d ejercicio a intervalosregulara. Cada uno de estos criterioai
contribuye a la utilidad del censo. Cuando se c u m p h todos, el censo
tiene un valor especial al que ningún otro m¿todo se apmxima, rnjcnaar mcm UNA $NUW~E&N COMPLETA
qiie su incumplimicntu provoca una disminucion de su valor.
La recoleccion de informacibn sobrecada una de LIS personas del área El wnm estadorinidense de 1960 subestimo gravmiente la mntidad total
censada mita las conocidas quejas sobre ias muesuas que no son lo b dt habitantes, y en especial la de varones jóvenes negros. Esta falencia
tante grandes o no han sida creadas de manera aicatoria. b census oo an*i dos consecumcias inmediatas que los funcionarios censal& no pct
proyectan mnclusianes sobre la base de obsemcioncs de una muesrra dían ignorar aunque quisieran (no hay razón para pensar que querían),
aleatorin ni de ningtín atto tipo de una población. NOShablan de M debida a las implicacione raciales,políticas e intelectuales de est deiec-
J m& y de este modo se deshacen de iina ampiia categoría de du* m en el infonne decenal.
penciales acerca de la exactitud de conclusiones basadu en Im data. Una caraererística particular del US Cknsus lo distingue de la mayar
La elimina8611de los problemas de m u e s w hace que desapamzcan de 1- o m organismos censaies nacionales. La Constitución es*
dounidense vincda la representación en la Cámara de Representanter, El &u10 de un India dtlictivo de ese modo nos exige medir dos
la Uinara Baja del Congreso, a la población de cada estado. Cuantm números con precS6n: el de quienes han cometido el o los delitos en
más habitantes tiene un e s d o , mayor es el ntimero de rqfeJentantm d ó n y el de ias personas en la población mraL Criando el metodo
q ~ i cse le aaigna. Las bancas de la C?imara corresponden a los csmdm d z a d o para contar la cantidad tolal de personas de una categoría pasa
sobre la base del recuento de sus habitantes hecho p r ese ente (aun loe por alto alfin número signilicativo, el índice cada 8en mil habitantes
estados menos poblada tienen ai menas una). Una mktimaci6n o má alto de lo que realmente m,más alto de lo que scría si ese ník
tadisdca significarim genera una consecuencia p91íUcamw hpruib mero se hubiera informado de manera correcta. Si el US Census omite
te: la posible subrcprtseniaciiin de un mmio en d Congrrrio. También enumerar J 10% de Im habitantes de una ciudad o alguna parte de ella
aíecca la dishbucion de los represedtasm del d o en sw diwrrai (a de un estado o del país entero),el índice delictivo (la cantidad de de-
subdivisiunes. lim mrnetidm por esa categoña de habitantes) se prestará a confusi&n,
Hay ouo tipo de problema generada por la subesritnación atadb b , p q u e e1 denominador de la fmccibn s e 6 más bajo en loo papeles de
sinretizada en un informe de 1972 de la Academia Nacional de Cien& b que en realidad es y de lo que aparecería en los resultados si el ente
d s t i c o hubiera cantado c o m m e n t e a esas personas.
El punto crucial de la preoctipaci6n reciente sobre el subre Cualquiem de los dos numeras puede ser erróneo, y a menudo lo es.
cuento en el censo no es unto la sinlple caída porcentiial en Nunca hacemos mediciones p e r í e c ~ Pero . los errores de nuestro re
los t o h h mwks naEionnkes como las deficiencias mucho m& cuento, rwlmos consalarnas, con en esencia combinaciones casuales.
grandes en el mmmo de +@ npccipos de la @i& muy& akamrias de sucesos que no tienen relación con nada socialmeiite s i p i -
en particular10s w n e s j k n e a negroo. Desde uno perrspectiw ficativo. Fsi salución fácil a nuestro problema pocas wces resuelve algo.
atadística, la exislencia de un subrecuento diferencial irnplia porque los errores, le@ de ser aleatorim son obviamente sistcmálims y
que las deficienciasde cobertura, como otras debilidades de loa atán vinculada a hechos socialmente significatim referidos a las p e m
&los. t al vez relacionadas (las ermm de cUFicaci6n sun el naa que tienen (o se presume que tienen) el sintoma en el que estamos
ejemplo más destacado), pueden socavar seriamente la caii&d intemados.
y, por ende. la utilidad prácti~ de series de datos m i a l - oficia- En el censo de 19ó0, la siibestiinación estadhrica de los varones j h
les. Desde el punto de vista de algunas de las grandes ciicsriones nes negros hizo que el iiidice deiictivo de ese grupo poblacional precie-
sociales de años recienteir, sin embargo, el subrecuento censal ini más dro de 10 que habría sido si el recuento se hubiera hecho comec-
plantea interrogantesigualmente importanm sobre un funci* mmenre. Y nadie podía desechar ese errar como algo aleatorio que de
namiento de la sociedad estadotmidense que permite negar la algiin modo se "compensarla",o como un error sin consecuencias sacie
reprmntación a g r u p espcciXcos en sus series de da- o 6 Iogicas, políticas o morales. El US Censua habia conlzido mal ese grupo y
cides (Pamna 1972 3). tra preciso corregir el error, lo cual llev6 a una investigación de la Acade-
mia Nacional de Cien& sobre lo que lo había causado (Parsons, 1972).
Esta dif~iiltadtiene consecuencias inmediatas para la definici9n de lo
que la gente y los politicos piensan como "pmblernasmiales". Para caC
cular el indice de algo que ociirre en la totalidad de una población -por
ejemplo, la incidencia de una enfermedad o de determinada clase de
suceso, como un del¡-, dividimol el numero de casas descubitrtcrsp r
la poblacihn t o d en la cual eso podría haber ocurrido. (Otra posibilidad
consiste en expresar esa relación coino mitos cama de X cada cien mil El US Cenws cuenta a las personas "donde vivenw.Pide y supone que
habitantes.} De modo qiie el indice delicdvo es, digamos, de1 15%: este obtendrá una respuesta que mencione un edificio o una unidad edili-
seria el indice de la poblacidn total de un país o de subgnipm específicos da locaiizable: una casa, un departamento o algo parecido. Pem cierta
de esta que comete o sufre un robo por año. a t i d a d de personas no viven en ningiin lugar que podamos describir
cmsos 1 ig

de esa manera. No Uenen iina direccióri "pernianeiite"donde siempre k d e n c i a familiar donde se ies pudiera entregar a ellas mismas, o a
podamos iibiarlas, raz6n por la ciial los fomularias que, precisamem *en que las conociera, el formulario censal para asentar la infor-
te, el US Ceosw en& por correo no les llegan [ni piieden llegarles). mación requerida.
2DÓnde viven esas personas, si no residen en ningírn l i i p r en p h m ALguntla de 10s usuarios importantes del US Census+tras organismos
lar? Pamns y sus colegas ( 1972) estudiaron esta cuestión, tal como se gubernamentales, de los niveles federal, estadual y Iocal- querían real-
rnanifesr6 en el censa de 1960, de varia formas. Entre otras cmas, w mente aaber cuánias de esas personas había. a fin de p d e r planificar in-
ron a la Iiiz un problema conceptual gracias a tina idea cuyo significado zcmnciones para mejorar sus condiciones de vida, presupuestar fondos
había parecido ran obvio qiie nadie lo habiri cuexrioizado jamás: ~qub en su beneficio y hacer todas las demh cosas que los gobiernos y las a s e
significa decir qiie alguien vive en alpln l ~ i p r ?No hay iina respuestso ckiones de beneficencia hacen para ocuparse de las priibienias socia-
evidente a 1s pregt~nia,porque la mayoria de nosotros estarnos a veces, les que han decidid^ reconocer. Las partes, oficiales y privadas, con uii
y muchos de nosotros mucho tiempo, en una divmid~d de Iiipres, uno interés en el problema, presentaban números que reflejaban en p i e r a l
sdo de los cuales llamanlos "d lugar drlnde vivo". Aigunas personas pw io que a sujuicio sería de ayuda para su causa. Las personas que reti iaii
dieiiies tieiieil dos a m& hogares. {Ciiál de ellos es el lugar *donde vi- sohciones que proporier presentaban p i d e s niimeros, mientra qiie
ven"? Otros. como los citidarlanris portorriqrisños estudiados par A.I;rrisa las organizacionrs que querían mantener bajw los costos enconmban
Alicea ( 19891, viven en una caniunidad de la isla gran parte del tiempo, números m h ~ q u e ñ a ,
pero con freciientia vari al territorio coiiunental de los Estados Unida Peter Rossi, un calificado y experimentado investigador por enciicg
por periodos prolongados para trabajar y, por consiguiente, tienen alii m, decidid resolver parte del problema mediante la mejor eliuriiei.ación
un segirndo hogar, sin haber abandoitadado el primero. Las personas que posible, sin ahorrar esfuerzos ni gastos hasta eiicmtrar a la últinia de ias
viajan rntrcho par razones laiiomks a menuda pasa11nib iienipo en Iu- penonas, estuviera donde estuviese. El recuerilo de pemonas sin doniici-
gares terriporarios alquiiados (ckianasde hotel, par ejemplo) que en d iÍu fijo le exigió combinar algunas ideas conveiiciondes con o- nada
Iugar que consideran su cwa, la direccion donde reciben sti correo. ia habituales en la recolección corriente de datos estadísticos. En el libro
dirección que el US Censiis roma (y debería tornar) coiiio lilgar don- que d b i ó sobre la experiencia (Rossi, 1989), no lo dice, pero la pri-
de vivo" nci tiene que ver simplemente con im hecho ubsemble, smo mera parte de su eslrategia tonsistiii en redefinir el significado de vivir
c m Ia convencibn que usamos ( oque usa el ente estadistico) al asignar ea aigirn lugar, mnsforrnanddo en "ellugar donde iisted pasó la nodie
ese valor a nuestros casos, una cantidad desconocida de los cuales pre . -, anterior",al menos en cuanto la pregurita se hacía a la persona sin techo.
senmri las camplicaciones aIudida. De IQ contrario, no podían contestarla. porque no reriían 'un hogar"
Agiinos arios despiiés de1 infornic de 1972 de la Academia Nariohal donde pasaran "habituahente" la noche. No lo tenian, por lo menos,
de Ciencia, este problema reaparecib, con iin nuevo nombre: jc6m0 del modo como ouas personas podían decir, con iin senlido preciso,
podenios o debemos cantar el grupo que hemos terminado por llan~ar
las "sin techo" (y qué categoría deberíamos asignarles)? Para contar- Esto nos alerta sobre un problema fundamental de método, que rea-
los, el U S Censiis uene qkie caiisiderar qiie viven eri "alpina parte". pareced durante tdo esre capihdo. Nuestros canceptos, atrn aquellos
;Qué ponemos en ese casillero de sii formulario? Y, claro esti, una -tal vez en especial aquello* que parecen transparentesy obvios, cantie-
vez definida la falta de techo como i i r i problema, la gente quiso saber, nen invariablemente ambigüedades, por lo común ignoradas y quizá ni
corno un aspecta previo a "hacer algo al respecto", cuhnxa de esas siquiera presentes en la conciencia de nadie, que pueden, sin embargo,
personas vivían en los Eshdos Unidos. Como señalaron Parsons y sus aparecer en forma inespetada y confundir nuestros intentos de hacer
colegas, el US Cen~usrecolecta datos no s91o de una dirección -el que lo que estarnos estudianda permanezca quieto el tiempo suficiente
lugar donde la gente vive-, sino de los hagares con residencia en esas para poder contarlo y referirnosa d.
direcciones, en cada una de las cuales hay familias compuestas por Rossi y sii equipo, entonces, enumemon los lugares donde la gente
persoiias relacionadas. Pero esa féciiica no podía proporcionar y no pasaba la noche, sin complicarse demasiado con lo que eso pudiera sig-
proporciono un rnéwdo para enumerar a personas que rio reníari una nifiar. Camo hada cualquiera que quisiera estimar las dimensiones de
14s m m . PRUEBAS E ID-S

cionadw con la dieta ni los rituales can as


~ i d Y- no se -o necesariamente con otrosjudia, ha tiempo, d a s las posibilidades para iin sistema de c*
un hombre y una mujer que vivieran el1 la misma casa
tipo, está el judio que ylo identifico corno v n m i e n t e a giraron alrededor de la práctica d uriivedmente
de k n n y Bnice. En el sitio web oficia de ta f ~ n - 6 ~ que lo &l matrimonio- un investigador p d i a preguniar sobre el es-
<lennybnice-o~, se encontmán más detalles.) de las v m n z e insistir y obtener (sin disciuion tti queja)
Por f i l ~ m otenemos
, que considerar a ias personas que, ñ ae 1 respuam: soltero,casado, viiido o divorciado. h a tipologia
a i n h r a wbre SU religión, quiG contestarían que prrefiaen las p ~ s i ~ l i d a d eUiio
s . muba casado con una persona del sexo
de la una Organización basada en unsi v&On m d e m h o nunca lo habia estado. y, de haberlo estado pero ya estíirlo.
divorciado de sil cónyuge o este había muem.
wimana ( T h e Celric connecrion",H14). estas t;rtego* no ag~tabgn,por neceidrid lógica, todos 1- ti^
Cualquiera que opanga a tomar en serio religiones tan al mjenm domésticos qiie exisiían en la práctica concrela. R d e -
t l e k ñ a record= que al menos a d a de los erst&OS algunas
a@fican (como hace el estado de Wifornia; Evelle Younger y del matrimonio heterosexual legalmente reconmido- Sin
D. Cla~mr,comunicacibn pcrsonai, 2014) que las emmoni;ui de hechos, la gente vivía en ~ r i a as- relaciones familia-
Aidadón dt un matrimonio pueden estar a cargo & cualquiera
haya sido ordenado de conformidadcon la práctica conmncional de
mnfeibn re?i@O% fuere,y no correrponde al mmdojuzspr

--
si la religián que hace lr ordenación es o m una do un 'maulmonio de hecho*, nada diferente a d e
La d m n c i a de* religfim. 4
variaciones p ~ e m i t i - impjica quqi
como en el GUO de la emicidad, no existe un significadoestable para p i b l e s a ia pregunta sobre el catado cid. la de "vivir junw
~érminmclam. Ninguna definición sobre qrk p e m o qud pmi
d a m&ora . uno podía estar asada con una p e i s o ~del
tenecm a la categoría puede depender de que "sea obvio*. erdm opuesto, ViVir con ella o vívir solo. (EMclasificación. dan> no
*=t6lico', "pmtestante*y "judío"(para no mencionar los d e d ) m e a una categoría andogm d divorcio pur I r p r S O n % que habían

-
e*gan una lar@ existencia futura, pero los cientíñcm nunca -o juntas pero ya no lo hacian.)
conferirles un significado estable, porque esa depende por cmpleto M ~n tiempg acn m& recientes, h píbilidad de que pecsona del mis-
que atribuyan pemnas ~ p e c í f h en
s contcxtae d s e s p ~ i f i m wxo cmran un lazo sirnilar ielfalmmte reconocidose ha convenido
cien@- mial= nunca p o d h utiliPrfm corno téminm cup + politia y organidonal. Muchos estado9 de 1- E s d a
nscado estable y !ijo en sus invatigaciones y t e o d a (tal mmo M ~ n i legaIizaron
d ~ el matrimonio homosexual y ampliaron l a -1 Y re*
micos y físicos iisan 1- nombres de los elementw descriptos en la pbla mairimonialesa fin de que espccifiwa 10s mismos
penMica). Un científicosocial que quitra utilizar la r e l i g h como y mismas
&jgacjonn de las partea para las uniones tanlo del m b
contará con mi simpatia, pero no es p i b l e pon& en comode stxm cnuadoa Como los padres del mismo sexo no
mtíl tiple. engcndm a sus hijos, se crean por necesidad nuevos monoc¡-
signif1&0 incierto no ha impedido a algunos ifiYeStipdOm dmw legales de las relaciones de paternidad. A la lafga,el US Census
1- justamente de esa lariaMc religiosa"en sus m t i o n a f i a y l ae mdi-;i que idear, para los recuentos dmenaks, ilmis que ~ r m i m an la
si@enm andfis, s i n resolver ninguno dc loa pmbl- que a a b & gmk informar 1- h&os wferidos a su situación social y familiar. Esto
p h t e a r ni demostrar ningún signif~clidoeso - y mmunicabk exigid muchos analbis dc la emictura fMm,la krlilidad Y
Para el referente del M n o , sea en el comportamiento o h m w e o las -tos conexas, a fin de que ese organismo y los estad* P- crear
creencia pn-, e interpretando & manera injustificada como s i m o- infoniies estadisticw adaptados a sus objetivos. A mero título de
ath cudquirr relacidn con otras variable. +Plo, la proyecci&nde1 crecimiento poblacional y la com~raciónde
144 DATOS, PRUEBAS E IDEAS

proporciones de la poblaci6d inwlucradas en sociedades domésticas L t e n c i a real de las b*as o It bmjerl, pem sabia que los habitan-
diversos tipos, enue un censo y el siguiente, podrlan mnvertim con
cilidad en un problema demográfico tan intrincado como lo ha sido
* de .esa aldea sí creian en la realidad de ias brujas. De hecho, tenian

identidad émica para el censo malasio.


: creer en ellas, porque estas y los hechizos que hacían representaban
biica explicaci6n culturalmente aceptable de suceim dc lo contrario
',h@hcxpkblts, corno enfermedades, amoríos fallidas, rewscs econ6mt
8as, ttc,Por 10 geneial, esas cosas malas no nos suceden. En el mundo
&m campesina oaxaqueiim,sólo sucedian ciiando alguien hacia que
La TAREA CiMSrlt COMO MODEM
mwcüeran al contratar los seniicim de una bruja, que in\.ocaha el hechi-
m -O para ppnwacar el mal.

1
Por lo coman. los c e n a apuntan a abarcar poblaciones enteras,
tuaimente de un pals o alguna otra entidad geogri%ca o polttica. Pero i i &]by comenzó a b m r a las bnjas que causaban todos esos tras-
-os. Que& hablar con ellas sobre lo que hacían y cómo la hacían.
pensamos en la ¡&a de un censa de manera más absmcta y hacemos q -do preguntó a sus vecinos del extremo del poblado donde residió
e1 concepto de 'canta completo" incluya menos que en tidades geo&
con su h i l i a durante su año de trabajo de campo si conocían a alguna
ficas enteras, tendremos una interesante h e m i e n t a para utilizar en tlf h j a con la que é l pudiera hablar, le dijeron que lo lamentaban, pero
estudio de muchos otros problemas. no habia bnijas que vivieran por alli. Si iha al otro extremo de la aldea.
b opuesto a iin "mnteo total" es una "mueslra".una mtidad menor encontraría muchas que le e x p l i d a n todo. En aquel Iiigar abundaban.
de casos representa* de lo que habríamos enantrado de haber m Su visica a ese otro extremo lo decepcionó. Los vecinos considerwoii
leciado inhrmación sobre tudas las casas que wqmndtn a La dehkióa maro que les pidiera nombres de brujas. porgue en su harrio no había
de nuestro tdpiw de inkrés. Loa estudios & entidades m& pequeñasquu Mnguna. Pero en el barrio donde él vivia, dijeron. habla montones. La
las poblircione enteras se wtan mnvencioridmeste de ese modo, c ~ t m conclusión preliminar de Selby fue que las bnijas eran personas que vi-
mumirao, de las que exmpolaremw encontrar las valores de toda h dan en el otro extremo de la aldea- J.af6nniila le s i ~ comoo fiietesis
pobiacjón, sobre la base de métodos de muestrpo que nm permiten usar wienilidora, como una idea para investigar.
la logDca de la prohabilidad para poder e s h a r cuáles serían los dcscubrC Para aguzar su comprensibn, decidid hacer un censo sistemático de
mientos cqukdentes en la totalidad de la población que nos interesa. b brujas: mconuarlas a todas. Como no esperaba que nadie admitiera
Pero supongamos que miamos a c ~ poblaciones
s más pcqueb d o , tom6 h decisión de pedir a sus entrevistados que nombraran a
como el univcm t o a en el que e s m w interesada No suponemos que
todas las bnijas que conocian, de modo que su censo no enume+a a
los números y las ditribuciones que hallamos en la población más pe- las que se proclamaban tales, sino que. ames bien. conana y Iístaría a
queha han de reptaiucine necesariamente en tudos los demis lugarea h aldeanas a quien- o- atribuyeran esa coiidición. Esta fue casi taii
Antes bien, sabemas que loa dercubrimientm de ese censo de menores dilid como encontrar a I l i s brujas misma. El Lema incomodatm a sus en-
dimensiones pueden m o s m o s algo sobm los p m e m y hs dinámicw trwistados. Les preocupaba la posibilidad de que la mención de ouos I c s
de un fenhmeno que en ninguna otra parte aparece en esa forma exacta; irajeni problemas, y fueron tantos las que se e x c w r o n de participar en
esperamos, con t d o , que nos muestren coms que podríamos llegar a la entrevista que, eii definih, Selby sólo pudo reclutar a seis infoman-
encontrar, tal vez distribuidas de otro modo o bajo una forma difetente, m dispuestos a mencionar a todas las brujas que conocian. No era una
en otras situaciones. (Este es el tipo dt razonamiento a partir de casos gran muestra para lo que él había concebido como algo más semejante
examinado por extenso en Bechr, M 14.) a un censo completo. De modo que no 1 4 cumplir con ia obligación
fundamental de hacer un censa 'real*.
El procedimiento, sin embargo, produjo rcsiiltadw con un gian peso
BRUJAS
probatorio para sus lectora y p a n €4 mismo. b s seis eiiuwistados pu-
Heniy Selby (1974) viajó a un poblado de -ea, en el sur de M&xico, dieron mencionar con facilidad a otrasl que. segín ellos 'sabCanw. eran
a estudiar d c&co problema anmpológíco de la brujeria. No creía en brujas. Y las bridas mencionadas compartían do6 caracteristicas: no vi-
vfan en la vecindad inmediata de la persona que daba siis no mJsica, de cualquier dase, dentro de los limites de la nueM C~IE
eran parientas cermnas de los entrevishdoa. En ouas palabras, En otras palabras, sin iiitención era hacer un recuento completo de
no eran personas qtie vivieran en laa cercanias, acerca de las c hacían mGsico en la zona qiie habk definido.
conocía suficientes detalles de los revelados por la intimidad vcci tuvo menos dificultades para enconmr músicos que Selby
tener la certeza, gracias a la obscimción cotidiana. de que no haci r bmjar. La ejecución musical no ni un tema que exija ser
guna de las cosas que hacim las brujas reales, r a d n por la c i d n hora de sacarlo a colación o preguntar sobre él. Tampoco
posibilidad alpina de que lo fueran. De manera atiáloga, las ni ma que necesariamente alertr: sobre sC misnio mediante la pu-
la vida diaria en iin poblado daban a -da persona itn conocun o la promoción de sm actividades, Siguiendo todas las pistas y
suficiente a c e m de sus parientas inmediatas para conven aniincios en el diario 1-1 y prcguiitando en todos los lugares
tampoco ellas podían ser bruja. Las relacionesde vecindad eran albergar alguna actividad musicil (iglesias. pata dar iin
hacían coricretameIite imposible que esas personas fueran brujas. lo, o tabernas, otro). Finncgan sac6 a la luz decenas de gnip
?Habríarecibido Selhy la mima respuesta de h a b r hecho un cían mirdca: desde coros de iglesia y suciedades musicales émicas
to rnás abarcador, enuevistas con todos y cada uno de los habitantes p p a de chicos que practicahan en p j e s en su bíque¿a de ser
la ddea? ÉI m podía pianuzarlo ( y n m M iampaco podemt* gran banda británica de rack* (Pend en incluir aquí un nu-
seguros, por plaiisible que parezca la conjttum). Pero las pruebas eran- m,pero la autora no es del todo clara con ellos, por la sencilla razón
mucho mejor qiie nada: su cariclir~ibnconcordaba con lo demás qw & que lcw límites de la categoría son ambiguos. P m sin duda encontró
había aprendido acerca de la vida de la aldea en wrios aiim de traw m gran nrlirnero, que no precisaba ser exacto p r a respaldar sus princi-
de campo, y creía que esas p n i e b eran lo bcistanie &lidas para mp&
rkria. Me parece que la mayoria de los Icctores no doctrinarim es- 1
L h estudios más usuales de las artes en las sociedades modernas
de acuerdo. Cabria decir que el peso de la pmeh se había uasidadoa d c e Ftnnegnn con claridad- padecen un grave sesgo con\~ncional.ya
quien quisiera poner en duda la idea de Selby. que equiparan la 'rniuica" con organizaciones establecidas que Lienen
Por avaras que parecieran tsas pruebas (p6lo seis infomaiiresl), d arrajuiira directiva, un prplsupuesto, un programa anuai, una campafia
procedimiento de &lby d e j a exactamente las mluciones a los pro& también anual de remiidación de fondm Lada la pmfernalia de una
mas cowieniea en la realización de un ceiiso nacionai. Como es impac -izaeidn artistia* moderna equipada para presentar propuestaseii
r~tivoefectuarlo. y dado qtie una variedad de problemas interfieren &
manera ineviiable y muy seria eii la ejecución de cualquier d k i i o &
investigacion censal, a la larga la solución siempre es: haz 10 mejor poei-
!
1
b a t de fondos oficiales, solicitar contribuciones de los miembros de la
&Ma y del piiblico. hacer que el crítico musical del diario I d enlile
rtai a~luacionesy pagar por la creación de m@mz para procewr la venta
ble, sigue bitatando la forma de superar lm problemas existentes y arr& de mvadas y la ínformaci6n enviada a los swripiores. En síntesis, una
glate con los datos qiie lograste obtener. Unas p@nm más adelante, en q p i z a c i ó n que pretende aptlar a iin prliblico general, un grupo suyo
a t e mismo capítulo, se presentasn más argumenttw en favor de cm mantenimiento cuesta cierta cantidad de dinero y que, por la tanto, tie-
conclwián. ne que rcaudsuio como parte de su funcionamiento de nttinn,
Ins resiiltadosde Finnegair -producidos mediante el uso de una deft
nición explícita, incluyente y más rigurosa de lo qiie constituye un grupo
~tisrcos -que hace músicam-nos dan, de toda la gama de la música hecha en una
iCuAntw rniísicos hay en una zona gmgr%ca dada? En su libro Tlk comunidad, una mejor cornprenskjn que las encuestas convenciondes
H h ú h M w i k la ctnoiniisicólloga Rtith Finncgan (1989) planteó e t a robn organizaciona artísticas 'conocidas". Y lo consiguen a mvés del
pregunta en 1rlaci8n con Milton Keynes. una "nueva ciudadw de Gran uso de una definiciún más c e d de la tareá por hacer: enumerar t d u
Bretaña, creada mediante fa unión de &as comunidades conliguas m& h música de la comunidad, y no sólo las variedades "reconocidas". (De
pequeñas. Para encontrar a todos los músicos que había ailí, Finnegan hecho, cm es la conepi6n que la dkipfina etnomusic~iógicase foja
quería rasmar la tmlidad de los grupos, de cualqiiier tarnaho, que KC & su terna en cuanto ciencia, encarnada en la insistencia en que sus in-
CENSOS iqg

vesrigador~estudian "músicas*más que la 'música".) El procedimiento la distribución del ingreso entre personas con diversos grados de educa-
de índole censal utilizado por Finnegan es una muestra exacta de esa ción en 1930, 1940 y 1950, podremos, por ejemplo, hacer aIgunas i&
insistencia. rencias sobre los cambios en los patrones de movilidad social a lo largo
Esras dos operaciones censales nos presentan un modelo que tal vez de un determinado período de aios y ver de que manera se distribuyen
podríamos utilizar en lugar de una noción inapropiada de muestra: una los hijos de peisonas pertenecientes a diversas categorías de 'clase" al lle-
versión incompleta de una enumencion complem. Algo sobre lo que gar a la adultez. No tenemos que preguntarnos a qué se referia ¡a gente
vale la pena pensar. : L . cuando decia haber terminado la escuela secundaria o ganado cuarenta
mil dólares por año (aunque tendremos que "corregir"ese monto en
funcidn de la inflación). <Quécorrección deberíamos hacer con respec-
1 > to a los significadosy las consecuencias cambiantes de distintos "montos"
APRENDER DE LOS ERRORES de educación?
. ,

' Pero la exactitud de nuestro estudio de la disulbuci6n del ingreso en


Ixis varios tipos de casos que h e considerado (y hay otros: el mundo es relación con la raza se ve muy menoscabada si muchas personas comien-
mucho más complicado de lo que solemos imaginar) contienen leccie zan a definirse racialmente de la manera j d i o s i n ~ ~ cen
a que hoy se
nes importantes sobre cómo recolectar datos sociol6gicos,cómo traba- describen desde el punto de vista éuiico. No podemos decir si los cam-
jar con los resultados que obtenemos y cómo uuliur los pmblemu que bios que observamos en el Último censo nos revelan nuevos patrones de
surgen al hacerlo para aprender más, y también como un medio de re distnbucion del ingreso o nuevas formas que la gente comienza a utilizar
solver esos problemas con que hemos tropezado y. más probablemente, para describir su pertenencia racial. No podemos estar seguros de que
de redefinirlos a fin de tomar en cuenta la nueva informaci6o que ahom las diferenda entre recuentos decenales adyacentes estén contando las
tenemos. J mismas c o m , porque las personas que decian ser 'negras" o *afroame-
El fenómeno que pretendemos medir con nuestras preguntas tal vez ricanas" en un censo la1 vez hayan exclamado tras este: "i@&diablos,
no sea una entidad estable y fija, como las sustancias que los quimicm digamos que somos blancos!", O a la inversa.
ponen en sus tubos de ensayo. Cuando en uno de estos ponen "azufre' ES muy grande este problema? A veces los investigadores desechan
o 'mercurio", saben lo que es; su descripción quimica es lo que siempre cstas preocupaciones con ia explicación de que esas 'variaciones esen-
ha sido y siempre será, y el proveedor que se lo vende les garantiza que cialmente aleatorias" 'se compensan". Puede ser. Pero los naturalistas
este lote es como todos los cirros (en ocasiones. desde luego, loa prowa aprendieron hace mucho que las variaciones de ese tipo, aunque tal vez
dores no dicen la verdad, pero eso es otro tipo de problema). Cuando sean aleatorias, podrían ser también variaciones reales en algo que, sin
los psicólogos de laboratorio compran ratas a una firma proveedora de que ellos lo sepan, interviene en lo que están estudiando. Skbastien Bdi-
animales para experimentación, pueden pedir, y conseguir,ejemplares bar comprobó que las ondas radiales que ingresaban por la ventana del
criados para tener caiacteristicas muy especificas: una rata, por ejemplo, edificio donde trabajaba formaban parte de su experimento, aunque no
que reaccione de cierta manera frente al akohol, destinada a alguien fuesen algo que él quisiera estudiar, O bien tenía que incluirlas en sus
que está estudiando las causas del alcoholismo.Nadie puede suminisuar ecuaciones o -esto era lo que realmente queria hacer y en definitiva se le
poblaciones especialmente criadas ni situaciones especialmente c o w ocurrió como hacerle deshacerse de ellas. Por lo general, los científicos
tmidas para 10s investigadores que estudian la etnicidad o la raza. Las sociales no pueden librarse de estas influencias indeseadas sobre los va-
respuestas a la misma pregunta en dos censos decenales sucesivos no lora adoptados por sus variables.
sueleri ser aptas para medir una misma cosa, incluso si en los dos casm la Si encuentro un aumento i n u s d en una distribución de ingresos en-
pregunta Be formula exactamente con las mismas palabras. tre categorías raciales, análogo a las anomalías descubiertas por Baiibar
Esto dificulta la realización de uno de los ejercicios demográficos pre- en su investigación a temperaturas extremadamente bajas, no puedo
dilectos: comparar el mismo fenómeno en el mismo lugar a intervalos seguir su ejemplo, porque no me es posible hacer mucho para "mejrr
sucesivos (en los Estados Unidm, por lo común diez años). Si conwema rar" las respuestas dada por la gente a la pregunta sobre la raza. Las
reglas qiie el US Ccnsus indica seguir a quienes llenan los cuestionariw
me exigen, como usuario último de esos datos, aceptar lo que la gente 5. Datos recolectados por funcionarios
haya dicho cuando se le preguntó acerca de su raza. Imaginemos que las ' piiblicos para documentar su trabajo
personas que se habían identificada como "negros"en 1980 decidieron
decir que eran 'blancosn en 1990, y que tenian ingresos más altos que
quienes mantuvieron su identificacióninicial como "negros".Eso 'm*
traña" una disminucibn en el ingreso proinedio de la población "ne-
gra*,aunque ese promedio no habría cambiado de tal forma si alguna
personas no hubieran cambiado su manera de identificarse en términos
raciales. Y no habría sido la consecuencia de errores aleatorios que sc r LAS ESTAD~SMCASOFICIALES Y LAS PERSONAS
compensan, sino de 'errores" sistemáticos que producen un resultada QUE LAS ACOPIAN
diferente (aunque @riamos no estar seguros de cuál es e¡ "sistema"
productor de ese efecto). Las organizaciones gubernamentales recolectan con regulari-
Ese es el aspecto negativo que aprendemos de la experiericia relaci* dad datos estadísticas sobre sus propias actividades, registrando met&
nada con la pregunta hecha por el censo de 1980 sobre la etnicidad:
dicamente lo que su organización hace día a día. De ese mmlo, tienen
ser muy cautelosos cuando se hacen inferencias a partir de datos que datos tabulados de fácil consulta y disponibles para hacer su trabajo de
revelan dificultades tan claras y evidentes. No tratar de atribuirlesmayor
rutina con ellos, y a la vez están dotados de los elementos que, de tanto
incidencia que aquella que pueden soportar. Co~iocerlos problema y en tanto, necesitan para demostrar a ouos que realmente se ocupan de
respetarlos. Y, sabre todo, no descartarlos con la sugerencia aún no de-
las tarea3 de las que afirman ocupame. Las organizaciones que tienen
mostrada de que se "compensan"porque son aleatorios. Tal vez sea así.
que producir esa información, con finalidadestanto operativir como de
Pero habrá que probarlo, y no aceptarlo sin pruebas, porque los errora relaciones públicas, desarr~iianrutinas de trabajo que les permiten a s e
no suelen ser aleatoios. gurarse de que alguien recopile los datos necesarios y les dé una forma
Con todo, también aprendemos algo que nos ayudará a crear más CG
utilizable. Esas rutinas de recolección de datos informan el niodo en que
nociiniento. Estas dificultades son la resultante de algún proceso socia
los recolectores los reiinen. Entender las situaciones laborales y las pre-
lógico que justifica su estudio. De modo que podemos tratar las críticas siones que generan en Im trabajadores nos da pis^ sobre la exactitud
técnicas de las estrategias existentes de recolección de datos como ideas
de los datos así producidos.
sobre cosas que deberíamos estudiar por derecho propio, a fin no sólo
Parte de lo que los productores de datos hacen maximira el dinero
de comprender las debilidades dc nuestra3 técnicas, sino también Ile que ganan o el tiempo y el esfuerzo que deben emplear para ganarlo.
gar a canocer algún rasgo de la sociedad que antes no tenía cabida en En ocasiones sus acciones promuwen los fines de la organización,pero
nuestro pensamiento. Podemos e d u a r nuestras ideas, tanto las iniciales
otraa veces tienen como objetivo los intereses individualesde los trabaja-
como las generadas por perturbaciones tknicas, viendo como pueden
dores. Las casas que voy a describir sugieren hasta qué punto la amplia
ayudarnos a proseguir con la tarea de estudiar la vida social. Eso es lo gana de situaciones laborales e intereses profesiandes presentes en lar
que Ellis Monk y otros hicieron al reinrroducir las categorías de la tona-
organizaciones oficiales de recoiección de datos menoscaban la exacti-
lidad de la piel y obos signos visibles de la raza eri nuestros anilisis de la tud de estos. Dichos casos nos advierten de la necesidad de no aceptar
desigualdad social. y lo queJoane Nagel y C Matthew Snipp hicieron en
los registros o informes oficiales como prueba sin una verificación seria y
relación con el estudio de l a poblaciones dc nativos estadounidenses. una supemisión critica, que tomen en cuenta lo que los creadores de loa
dacos quieren maximizar, y esto, casi con wguridad, no será lo que quic
ren los científicos que buscan datos fiables que utilizar como pruebas.
' 1 I
152 DATOS, PRUEBAS E lhFAS L U T O S RECOLECTAWS P O R FUNCIONARXOS PÚBWCOS ... i53
ALGUNOS ANTECEDLIVTES H I S T ~ R I C O S la conexión entre las cifras oficiales de población y la representación
Las agencias estadísticas gubernamentales ayudaron a los Estados nacie legislativa en el marco de la esclavitud, la inmigración, el colapso e c e
nales en desarrollo a enfrentar los problemas que generaba su creciek nómko y otras cuestiones similares, examinadas en el capitulo 4. Estas
te participaciOn en la vida corriente. Desrosieres (2002)nos da algunos ideas y claves nos ayudan a entender los registros locales m& rutina-
importantes antecedentes históricos de esos sistemas de producción de nos, creados y mantenidos por la policía, 10s médicos legista y otros
datos oficiales: funcionarios de ese tipo, que con tanta frecuencia suministran datos
sociológicos.
En su sentido más antiguo, q u e se remonta al siglo XVIII, la Las estadísticas recopiladas por funcionariospúblicos tuvieron d u m -
estadistica era una descripción del Estado, por y para s í mismo. te largo tiempo una especie de estatus sagrado en la sociología.El suici-
A comienzos del siglo XIX cobró forma en Fmncia, Inglaterra dio -un problema encarado con un pensamiento sociológico afianzado
y Prusia una pt5ctica administrativa alrededor de la palabra 'es- por los datos tomados, en resptuosa imitación de El serindio, clásico de
tadistica", al igual que técnicas de formalizaci8n cenmbas en Émile Durkheirn, de estadísticas oficialesacopiadas por los estados sobre
los números. Oficinñsespecializadas tenían a su cargo la organi- causas de maerte- se convirtió en un problema disciplinario canhni-
zación de censos y la compilación de registros administrativos, co (unode los primeros), cuya soluciGn demostraba a los escapticos el
con vistas a proporcionar descripciones del Estado y la sociedad poder del pensamiento y la investigación ~ ~ i o l ó g i c oals .hacer ver que
ajiistadas a sus modos de interacción recíproca. Entre las técni- las acciories en apariencia más solitarias tenían un núcleo profundamen-
cas de form~lizaciónse incluían los sumarios, la cmiificación, te m i a l . La nueM ciencia, tal como se desarrollii en Chicago y otros
los cálculos y la elaboración de gráf~cosy cuadros. T d o esto lugares de los Estados Unidos en la bisagra entre los siglos XIX y XX,
permitía que los nuevos objetos creados por esa práctica estatal , a b d b el delito, deseosa d e mostrar que la sociología podía alcantar una
se aprehendieran y compararan de un vistazo. Yero no es p s i - comprensión más grande de las causas de esa actividad tan indeseable y
ble separar Iiigicamente el Estado de la sociedad y de las des- proponer maneras de liberarse de ella. t o s investigadores utilizaban los
cripciones de ambos proporcionadas por las oficinas de estadís- , namcros producidos por la policia y los juzgados para someter a prueba
tica. El Estado se constituía en formas paiticularez de relaciones ! sus explicaciones y recomendaciones.
entre los individuos. Esas formas se organizaban y codificaban , Otros tipos de materiales recolectados can fines de indagación resul-
en diversas medidas y, por lo tanto, podían objetivame, princi- tan tener también, de vez en cuando, inesperados usos en materia de
palmente por medio de la estadística. Desde este punto de vista investigación, sobre todo cuando las investigaciones de rutina de dpicos
el Estado no era una cntidad abstracta, exterior a cada sociedad .: de interés sociol6gico generan un corpm de informaciones detalladas
e idéntica de un país a otro. Era un conjunto especifico de lazw . , ; que en cieno modo se asemejan al tipo de datos etnograficos o cstadk
sociales que se habian solidificado y que los individuos recon* m : ticm que los estudiosos de la organización social consideran de utilidad.
cían como "cosas" sociales. Y en la medida en que así lo hacían, ,
. En t d o s los casos, sin embargo, 10s sociólogos que usan esos materia-
al menos mientras el Fsrado se mantuviera unido, esos hechos . les como datos que aportan pruebas para sus ideas tienen que prestar
sociales eran en efecto cosas (Desrosieres, 2002: 147). atención al t i ' de pruebas aportadlis. Tienen que considerar hasta qui
'1 punto su utilidad depende de los dispositivos sociales para la fabricación
El autor prosigue describiendo la manea en que los productores de de datos y debe su forma a ellos. Con la debida atención a las posibles
esos materiales estadísticos tenían que integrar lo que hacían a iina influencias nocivas para su exactitud, los sociólogos pueden valerse de
elabo~adared de oficinas gubernamentales, centros d e investigación esos datos, pero no sin repensar con cuidado p a n qué pueden razona-
universitarios y organizaciones oficiales de recolecci6n de datos, todo blemente aportar pruebas.
eso en el marco del desarrollo histórico de los 'problemasm que en-
frentaban sus gobiernos. Los lectores estadounidenses encontrarán de
especial interés el contexto de los problemas que tienen que ver con
154 DATOS. PRUEBAS E IDEAS .
DATOS RECOLECTADOS POR FUNCIONARIOS P ~ ~ B L I C O S . . 155

jas casadas, y los miembros de familias pequeñas lo son más


que los pertenecientes a familias grandes. Su razonamiento es
En la tipologia procesal usual de las causas de muerte -1 conjunto de que, cuanto más densa es la red de asociaciones familiares, más
casilleros en las partidas d e defuncign oficiales, uno de los cualea debe probable resulta que las personas estén protegidas de la de-
ser tildado por un funcionario autorizad*. una muerte puede tener sólo sesperación egoísta [...]
una de cuatro causas. Puede dekrse a un accidente, a causas naturales, a : El otro conjunto de pmebas es extraño. Durkheim tonla el he-
actos delictivos de homicidio o al suicidio. Estas categorías mutuamente cho de que los protestantes sean mucho más propensos a la
excluyentes agotan todas las posibilidades, excepto la "indeterminada", , autodestrucción que los católicos y losjudíosy irata de integrar
que corresponde cuando ninguna de las otras puede dernostilirse, La este dato estadístico ai muco de la desesperación "egoístaw.La
manera en que los investigadores de la muerte (expresión utilizada por 1 , solidez de la instituciiin de la Iglesia católica supuestamente li-
Timrnemans, 2006 para referirse tanto a los forenses como a Im médi- bera a aus adherentes de una interrogación excesiva sobre su
co~ legistas, que hacen el mismo tipo de trabajo pero obtienen SU cm- lugar en el mundo, en tanto que el protestantismo empuja a
pleo de diferente modo y pueden tener una formación bastante distinta) S sus fieles a una búsqueda solitaria del autoconocimiento. En
atribuyen las causas afecta tanto la comprensión sociológica de los casos ' cuanto al judaismo, si bien también privilegia el conwimiento,
individuales como los índices de dichas causas en poblaciones bien defi- el estatus marginal de los judíos los impulsa a forjar lazos de
nidas. Las swiólogos han estudiado tanto el suicidio como el homicidio ,. solidaridad entre si y de ese m d o mitiga la amenaza de la de-
desde las comienzos de la disciplina y han discutido sobre sus causas. h - sesperación egoísta (Sennett, 2006: xvii).
investigadores todavía no concuerdan respecto de la mejor manera de
estudiarlas. . , Las estadísticas disponibles que Durkheim utilizó como pruebas respal-
datonas de esos argumentos eran muy defectuosas. El hecho no sor-
8 , ' prtndió a nadie, pero en g e n e d Iaa ideas parecían confirmarse. Los
SUICIDIO . " . investigadores dismtian los detalles, pero no ponía en tela de juicio la
Entre las cuatro causas, algunos smiófogos se han concentmdo en el estrategia de valerse de la información reunida por los organismos encar-
suicidio como un tópico de investigación de particular importancia, sin gados de recolectar y dar a conwer las llamadas 'estadísticas vitales", que
duda debido a su eleva& opinión sobre el pionero sociólogo f m c M incluían las causas de muerte.
Émile Durkheim. El suicidio, su libro de 1897. abordaba cuesuonn te& Luego, en 1967,Jack Douglas, influido por la euiometodologia y (tal
ricas abstracm acerca d e la integración de la sociedad por medio de vez) por la teoria del ebquetado, sostuvo que las estadísticas que todos
análisis estadísticos sofisticados (para la época) y generó problemas, así usaban como pruebas eran tan inexactas que con ellas no era posible
como métodos de estudiarlos, interesantes e importantes desde el punto v e g ~ c a rla validez de teorías anragbnicas. Su extensa revisión de la bi-
de vista de la teoná. que estuvieron en el orden del dia de generaciones bliogdia pertinenk (jy había muchal) mostró con nitidez que entre
sucesivas de investigadores. El libro todavía era influyente en 1946, cuan- las series de estadísticas disponibles ninguna satisfacia los criterios más
do yo ingresé a la escuela de p o s p d o . , S básicos de clandad y comparabilidad para que fuese útil con fines de in-
Durkheim distinguía tres tipos d e suicidio -egoísta. alvuista y anómj vestigación (Douglas, 1967: 163252). y que la mayoría de los estudiosos
co-, pero sólo me referiré al primero, porque los problemas que quiero de este subcampo de especialización habían concordado de manera más
plantear tienen la misma validez para los ues. Tomaré la síntesis de Ri- o menos tácita en aceptar lo que tenían a su disposicion como suficiente
chard Sennett, de su introducción a la traduccián de 2006,sobre los dos mente bueno para los propósitw con que lo utilizaban, una conclusión
tipos de pruebas que Durkheim utilizó para explicar el suicidio egoísta: en cuyo respaldo no proponían pnieba alguna.
' Las cosa quedaron así hasta que Stefan Timrnemans (2006) publicó
Uno concierne a la familia: Durktieim considera que las per- un estudio definitivo de la función del médico legista, encargado (en-
sonas no casadas son m& propensas al suicidio que las pare- tre otras cosas) de establecer las causas de muerte cuando las personas
mueren en *circunstariciassospechosas". El suicidio está incluido enirc La coexistrncia de tres nociones del suicidio implica que este,
la controversias que estos profesionales tienen que resolver dia- como una entidad independiente de quienes la afirrnm, no
riamente, una rutina que es parte de su trabajo. El capitulo del libro existe. Cudguier f m o que cla.siJaquemos como 'suiridio' re&a
de Timmermans que trata sobre el suicidio (2006: 74112) expone las los ailnMs y lrts prktkm de &jo ..
&i ciusifiuda [ . 1 Muchos
complejidades. informes estadísticos que hablan de 'blsones ocultos" de sui-
Cuando alguien muere fuera de la normalizada escena hospitalaria de cidio parecen suponer que la mejor solución para enfrentar el
muerte, "el orden social del morir sufre una perturbaciónn. Cuando una problema no es cambiar las prácticas de registro de los inves-
muerte ocurre en un lugar y circunstancias no contempladas en los aco+ tigadores de la muerte, sino encontrar una medida estadística
tumbrados guiones aceptables del morir. un forense o un médico legista para corregir los presuntos errores. Debido a los problema in-
pone manos a la obra en una morgue: 'Estos profesionales son parte de solubles del intento de suicidio y las heridas autoinfligidas, nin-
una infraestmctura invisible de salud pública y justicia penal cuya única gún milDdo allnnatiu~ la rialük & Inr estadulicar de
~~toblecm
tarea es investigar las muertes sospechosas" (200ti: S). wiBdb (m contrcarie, ¡os cmtifuados & &función por cáncer S U T ~ ~ ~ O S
Timrnermans se dedicó a observar al personal del despacho de un m& diniaos pueden com#mrarsec m l a datos & una autopsia), b cual
dico legista mientras decidía sobre las causas de muerte en una selec- S h e irnporibfe &&-minar mforma c ~ l t i u y n k& niagnitud de unup~
ción de casos que exhibían la gran variedad y ambigüedad de detalles de m nbEe c o m W esIEEdiSI1Ca. Por ende,sociólogos y epidemiólogos
las que a menudo dependen sus decisiones. Hizo hincapié en que estos siguen basándose en la clasificación de los examinadores de la
funcionarios públicos designan esos casos como algo diferente de suici- : muerte [forenses y rnedícos legistas] (2006: 109).
dios "estadísticos"'constniidos mediante criterios sociológicos y de saiud
pública", o suicidios-'biográf~cos" 'fundados en los recuerdos de largo ' En suma, mando loJ médiws @has es&
1 *suindio" en un mi-
plazo y las experiencias personales de parientes y amigos",que tienen , . @do de defuncih, muerte ha sido. c w f m a su paSpectivo
sus propios significados especializados en función de otros tipos de usos - . fesionat un v e r d m h suicido aun cuando hs y los f u m i ~
para o- tipos de personas en otras tipos de relaciones con el fallecido. n a r h & salud publica estén en des- con eüos (2006: 111; el
Los funcionarioscrean un sutcídw d i c o kgat destacado me pertenece).
' . >
.,, ,

una cl~ificaciónprofesional hecha sobre la base de criterios in- ' !


La clasificación que los examinadores asignan a casos específicosrefleja
vestigativos. Se la construye inductiwante con distinm prue- '
los disimiles procesos de recolección,las disímilea interpretaciones de las
bas, y actúa bajo el aura de las ciencias empíricas y la autoridad : . , p m e b y las disimiles respuestas a las presiones de otras partes interesa-
legal. C...] Una clasificación profesional de los suicidios es en '
das que se constatan en determinadoscasos dentro de la misma oficina,
parte una opinión médica, un juicio, basado sobre las pruebas I .: así como en comparación con las oficinas de otros médicos legistas. (La
disponibles. [... ] El médico legista se apoya principalmente en ! 4
situación se asemeja a aquella en la cual la decisión de un árbitm de
el tipo de pruebas producidas por los procedimientos conven- r ' beisbol respecto de que un lanzamiento fue bda o s t n h zanja posibles
cionales de evaluación del paciente y confección de la historia 1 , ;.tI discrepancias enue un conjunto similar de partes interesadas.)
clínica (2006: 107-108). . , .. .. Uno de los tipos de problemas en la determinación del suicidio como
. ' 8 ,
causa de muerte es el que se suscita cuando las familias se niegan a acep
El médico legista agrega a esto toda la información disponible que pue- mr esa conclusión, por una diversidad de razones comprensibles pero
dan proporcionarle oms médicos (en especial. psiquiatras) que hayan irrelevantes en términos legales. En tales casos prevalecen los investiga-
tratado al falIecido, y las autopsias y los exámenes bioquímicm. La con- dores de la muerte:
clusión de Timmermana ea importante para el uso que quiero hacer de
su investigación: i
Cualguier fmómmo qw clas$qumnos cuma ' s u d i o " r t h a bs mite
>,: &s y las fiiícticas & trabajo &L cIQs%f"adm.Cuando los familiares
o los epidemiólogos discrepan de la clasificacibn médico legaí HOMICIDIO
oficial puede surgir una discordia, pero se encuentran en una toB misma tipos de problemas de definición abundan en el uso de los
posición desventajosa cuando se trata de influir directamente casos de homicidio, caracterizados como tales por funcionarios y no por
en el resultado de la investigación de la niuerte. [ ...] Por lo gec el investigador, con fines de investigación. Corno cualquier ouo índice
neral los familiares no estin preparados para una investigación delictiw, es frecuente que el de asesinatos no logre satisfacer a los inves-
de la muerte y tienen escaso conocimiento de los detalles que tigadores, y ni hablar de políticos, ciudadanos interesados y otros.
importan. Cuentan con pocas oportunidades de proponer su Lus investigadores, así como la policía y los políticos, se apoyan a me-
interpretación directamente, y d o lo que digan se presumid nudo en cambia de los índices de homicidio como una prueba acep
.wsgado y será escudriñado por oficiales de policía, psiquiatra3 '
mble para la evaluación de las políticas que proponen e implementan.
o investigadores de la escena (Timmermans. 2006: 109; el des- Sobre la utilización de las estadísticas de muerte en una controversia
tacado me pertenece). política actual, Timmermans dice:
I ;',>

Timmermans agrega un pensamiento final: 'la pIausibiiidad se mide h s partidarios de la teoría [delictiva1 de las ventanaa rotas han
por la congruencia entre la opinión proferida [por el patólogu forense utilizado la caída de los indices de homicidios pan apuntalarla.
que testimonia como médico legista) y las cultum de creencia prevale- El supuesto es en este caso que las estadísticas de homicidios
cientes"(2006: 1 13). miden verdaderamente las muertes causadas por ouos. Los
De estas afirmaciones, y de las amplias pruebas que Timmermans pre- investigadores admiten n o s a k r mucho sobre la clasificación
senta en su respaldo, se desprende que las explicaciones sociológicas del forense de los homicidios, pero los indices correspondientes -a
suicidio, destinadas a verificar la validez de las teorias de Durkheim y de diferencia de las estadísticas de suicidio, cuya exactitud es o b
los investigadores pertenecientes a su uñdición, no pueden basarse en ra- jeto de prolongados debates- suelen aceptarse sin discusiones.
bulaciones de Ias cau.w de muerte dadas a conocer por lasjurisdicciones Así, la caída de los índices de homicidios ha sido una piedra an-
de las que provienen esas determinaciones. gular de lajustificación de la teoría de lasventanas rotasy las ini-
Parece probable que los investigadores del pasado enfrentados a estos ciativas resultantes de tolerancia cero y vigilancia de la calidad
datos desordenados y poco concluyentes decidieran reconocer la exis- ...
de vida. [ ] Si bien la correlación entre esa intensa vigilancia
tencia de serios problemas y seguir luego utilizando los datos como si policial y la caída de los homicidias sigue siendo polémica, aun
fueran 'suficientemente buenos" para respaldar cualquier conclusión más dudas podrían plantearse respecto de las politicas respal-
q u e los médicos legistas creyeran razonable. dada por la teoria de las ventanas rotas si comprendemos que
Pero la obra de Timmermans nos muestra otra manera de entender sólo una de dos tendencias homicidas está en el candelero. L a
y utilizar los datos disponihIes: no como un recurso para resolver enig- estadísticas de mortalidad perpetúan una "visión del mundo"
mas científicos (véase el examen de Kuhn, 2012 [1962]: 35-42 de fa que minimiza los homicidios cometidospor el personal médico
investigación científica como resolución d e enigmas). sino corno una y de las fuerzas del orden (Timmermans, 2006: 193).
actividad llevada a cabo por profesionales que trabajan en situaciones
de cooperación y conflicto que afectan inevitablemente sus juicios so- En su capitulo "Ihe perfect crirne" ["El crimen perfecto"], Timmermans
bre la forma de llamar a las cosas a las que se dedican; en este casa, la examina la otm tendencia homicida, la que en su opinión es prohable-
asignación de una muerte sospechosa a una de las cuaut, categoría3 mente objeto de un subrecuento: los asesinata que piseden hnbPr sido c e
permitidas. En otra palabras, Timmermans trata el modo de trabajo metidos sea por el personal médico, sea por el personal policid. Esre s ~ i b
de los mgdicos legistas como un enigma que merece estudiarse por grupo especializado de rniiertes revela por qué las conclusiones oficiales
derecho propio. de loa médicos le gis^ son inútiles para fines investigativos.
I:! Tanto la policía como los médicos uabajan con el supuesto de que los
procedimientos internos de su profesión bastan para con miar cualquier
I DATOS RECOLECTADOS POR FUNCIONARIOS PC~B~ICOS ... 161

posible transgresion legal. Desde luego, de vez en cuando puede haber sión cuando el potencial criminal es alguien -un oficial de policía o un
casos en que rnédicm y policías. a1 parecer, hayan cometido un asesinato, médico- de q"en dependen para hacer su trabajo diario con eficiencia
y, aun con menos frecuencia, miembros de estas profesiones son efecti. y sin kicciones.
m e n t e condenados por homicidio intencional. Timrnermans explica: Este hecho tiene una consecuencia obvia para los invesúgadores que,
i I , no involucmdos en esta suerte de drama ioterprofeional, quieren utili-
Los clínicos y la policía tienen la prerrogativa profesional de , m los resultados del p m e s o -1w estadísticas delictim (sobre el asesi-
usar medios letales con las personas, y si se prduce una trans- i nato, en este caso)- coma pruebas de una teoría acerca de las causas del
gresion potencial, se los aaliia internamente, en el marco de . delito, "Cuando las muertes que parecen ser homicidios no se computan
la profesión. Como prolesionale médico legales, los médicos ' ; como tales, se puede dudar de que se haya producido efectivamente una
legistas dependen mucho de la co1aboraciÓn de sus aliados cIí- ' reducción del delito" (2006: 192). Cuando no conocemos todas las cau-
nicos y de las fuenas del orden en las investigaciones de muerte .: . I sar de las variaciones en los índices deiictivos -en este caso, el verdade-
de rutina. La aplicacioin imperiosa de la categoría de homicidio ro número de asesinatos-, no podemos, sin riesgo de caer en un error,
forense a las muertes producidas por miembros de las fuenaj atribuir los cambim en ellos a las pocas variables que si conocemos. Si
del orden y de la profesión médica no sólo pone en riesgo esa bien la categoría explorada aqui por Timmermans probablemente no
muy necesaria colaboración, sino que puede llevar a una recu- explique las grandes variaciones en los índices deiictivoa generales (pero
sación muy seven de las pruebas farenscs, capaz de devastar la ¿quiénlo sabe, a decir verdad?),nos alerta sobre variables fundarnenta-
credibilidad de los médicos legistas. les que aíectan todos esos índices: el p m e s o en virtud del cual clases es-
La investigación forense de una muerte de origen médico o pecíficas de personas deciden efectivamente en qué categoría incluir un
policial carece de la independencia requerida de los médicos acontecimiento, el modo como siu iiiteracuones con otros tipos de ac-
legistas en las investigaciones de rutina.La invesrigaci6n de lorr tores profesionales afectan su situación labra1 y la manera en que, a su
homicidios habituales exige que los médicos legista tomen al vez, todo eso afecta los datos que utilizamos para waluar nuestns teorías.
pie de la letra la información brindada por la policía y los dini- Tirnmermam nacr enseña lo siguiente: l a médicos legism oficiales asig-
cos. Aún m& importante que la información es la colaboiación nan casos a categorías de una manen que optimiza su flujo de trabajo y
con los colegas médicos y de la fue- del orden en c u ~ l q u M mantiene intactos sw activos organizacionales.Ese tipo de actividad a me-
investigación forense, desde el momento en que se pone sobre '
nudo produce series de casos que sólo tienen esto en común:terminan en
aliso a la oficina hasta que se firma el certif~cadode defunción. la categona en cuestión no debido a algún ra3g.o intrínseco, sino porque
Cuando se enfrentan a la posibilidad de una muerte causada su inclusión en ella hace más fácil el día del trabajador. Si uno conoce
por sus aliados, la reacción visceral de loa médicos legistas es esoa patrones de influencia, puede w las clasificaciones hechas por los
proclamar que la determinación de la cuIpabilidad de la policía tmbajadores para hacer generalizacionessobre sus actividades, aunque no
y los clínicos es responsabilidad del sistema de justicia penal. necesariamente y ni siquiera probablemente sobre los casos mismos. Las
Sin embargo, en los homicidios habituales esas mismos médi- esmdísticas producidas por esos trabajadora pueden seniir d e prueba de
cos no tienen inconvenientes en asentar 'homicidio" en un cera algo, pero habrá que demostrar de qué son prueba, más que suponerlo.
uFicado de defunción. Lo que los investigadores de la muerte ; I . 1

realmente quieren decir cuando declinan la responsabilidad i I i

de investigar a sus aliados ea que, debido a su relación profun- - :


damente simbiótica, son incapaces de hacer pronunciamientos DICES DELICTIVOS Y DEFINICIONESJUDIUAL-
independientes (2006: 19@191). ,
, ' t
m

I Así como los médicos legism, para asignar a una categoría los casos de
En ouas palabras, las personas que tienen que decidir si el asesinato es la muerte sospechosa. lo hacen de manera tal que les sea posible seguir
causa de una muerte tienen buenas razones para no llegar a esa conclu- con tranquilidad su vida laboral, y con esto plantean dificultades a los
cien tificos sociales que quieren utilizar las cifras resultantes como datos Sutherland (1940),p e s o s errores. Las citas qiie siguen provienen sobre
de investigación, policías, fiscales y jueces, del mismo modo, definen la todo de su alociición presidencial ante la ASA, en la cual idenuficó cl
actividad de sus "clientes"de manera tai que les sea fácil llegar hasta el problema y lo refregó en las narices de sus colegas ( jme habría encanta-
final con su trabajo y evitar fricciones con quienes comparten su actin- do estar allil):
dad de ocuparse del delito y los delincuentes. Pero las maneras conven-
cionales resu1t;intes de hacer el trabajo diario no producen categorías Las estadísticas delictivas [basad= sobre los registros policia-
cuyos integrantes tengan necesariamente nada en común que pueda les] muestran en forma inequívoca que el delito, tal como se
permitir a los analistas elaborar generalizaciones científicas útiles. En lo concibe y se lo mide oficialmente, tiene una
general, sus categorizaciones son suficientemente buenas para sus fi- alta incidencia en la clase baja y una baja incidencia en la clase
nalidades, pero no es evidente que lo sean en la misma medida pan alm; menos del 2% de las personas enviadas a prisión en un año
las nuestras como cientificos sociales. En la medida en que su trabajo pertenecen a esta iiltima. Esas estadísticas se refieren a delin-
policial y judicial produce datos y estadisricas que usamos para nuestro cuentes que han pasado por las manos de la policía, loa tribu-
trabajo cien tifico, debemos tener presentes km motivaciones que guían nales penales y juveniles y las prisiones, y a delitos tales como
su comportamiento. ,. . ,
, S el asesinato, la agresión, el roba con allanamiento de morada,
Nosotros, los cientificos sociales, queremos producir teorias que expli- el robo, el hurto, 103apvios sexuales y la ebriedad, pero con
quen una clase de cmnportamiento bien definido. Para hacerlo, todos exclusión de las infracciones de tránsito.
nuesuos casos d e k n referirse a la "mismacosa*. Pero cuando se trata del
delito, hay diferencias sustanciales entre lo que hace la gente y el modo Sin embargo -continuaba-, las muestras de delitos incluidcm en esos ar-
en que las autoridades (policía, fiscales y jueces) lo llaman y lo definen. gurnentos estaban sesgadas, porque no abarcaban
La policía hace arrestos, los fiscales acusan y los jueces condenan y sen*
tencian a las personas de quienes se ocupan, de una manera que les per- el comportamiento delictivo de empresarios y profesionales
mite (al igual que a los médicos legistas) llevar a buen puerto su trabajo. L..] demos-do una y otra vez en las investigaciones de ofi-
No tienen razones para querer que sus definiciones sean las mismas en cinas de bienes raices, ferrocarriles, compañías de seguros,
t d m los casos correspondientes a una categoría jurídica determinada. fábricas de municiones, bancos, servicios públicos, bolsas de
Y para empeorar las cosas. no se ocupan en absoluto de algunos tipos de comercio, la industria petrolera, la actividad inmobiliaria, las
delitos. I !,l comisiones de reestructuración, concursos de acreedores, quie-
' 1 ' bra y la politica (1940: 1).
. !

EL DELITO DE GUANTE BLANCO .' Reite6moslo: no se cuestionaba el carácter delictivo de esas actividades.
Edwin Sutherland, uno de los pioneros de la cnminologia estadouniden- Las pruebas presentadas en losjuicim civiles que tenían que ver con ellas
se, acuñó la expresión "delito de guante blanco" (o 'de cuello blancow) lo mosmban. Pero los perpetradores, los empresarios que planeaban y
para designar una gran franja de infracciones a la ley que sus colegas ordenaban los delitos, estaban ausentes de las estadísticas en las que las
habían ignorado por completo. Cuando estos formulaban teorías acerca criminólogos basaban sus teorías, porque no se los acusaba de los deli-
de lo que impulsaba a la gente a violar las leyes existentes, se apoyaban tos: las acusadas eran sus empresas. El inadecuado muestre0 resultante
en consiancias de la actividad policial que había conducido a arrestos, (nombre correcto de ese error) invalidaba las asociaciones estadísticas
juicios y condenas en los juzgados penales. Pero esos mismos criminA!+ presentadas como pruebas respaldatorias de teorias que asociaban el
gos, destacaba Sutherland, nunca iomaban en cuenta los muchos deli- delito con la pobreza. Sutherland parafraseaba así esas teorias: 'Coino
tos graves cometidos por empresarios en el transcurso de SU actividadeg el delito se concentra en ia dase baja, e5 causado por la pobreza a por
profesionales, que jamás se incluían en aquellas constancias porque en características personales y sociales que se consideran estadísticamente
el plano legal se los manejaba de diferente manen. Esto generaba, decía asdadas con aquella, incluidos la debilidad mental, las desviaciones psi-
copáticas, los barrios bajos y las familias 'deterioradas'" (1940: 1). Una El aparato legal del Estado, cuando vn tma estos infractores, casi siem-
vez que se agregaba el delito societario, no incluido en los informes pa pre lo hace sobre la base de acusaciones, procedimientos y penalidades
liciales y judiciales, las asociaciones estadísticas y los argumentosbasados civiles. Los colegas criminológicos de Suiherland aducían que eso no
en ellas se derrumbaban: ..
S generaba inexactitudes porque, decían, los actos de dichos infractores
no eran en realidad 'delitos", sino violaciones del procedimiento civil.
Está miiy claro que el comportamiento delictivo de los empresa- alga que no se parecía en nada a ellos. Sutherland replicó que esos
rios n o puede explicarse por la pobreza en el senOdo habitual, 'htthos" eran el resultado de decisiones tomadas por los fiscales. que
o por las malas condiciones habitacionales, la falta de instala- estaban más interesados en subsanar los pe juicios económicos que en
ciones rtcreacivas, la debilidad mental o la inestabilidad e m e aplicar castigos penales y ae sencían incómodos ante la perspectiva de
cional. Los lideres empresarios son capaces, disfmtan de equili- tratar de enviar a la cárcel a personas como ellos, personas que tal vez
brio emocional y en ningún sentido puede tachárselos de pat& pertenecieran a sus mismos clubes y hubieran ido a las mismas escue-
lógicos. No tenemosrazones para pensar que la General Motors las. Además, los líderes empresarios, muy activos, hacían campañas y
tiene un complejo de inferioridad, que la Aluminum Company movían influencias, en general con éxito, para impedir la aplicación
of America tiene un complejo de agresion y frustración, que de leyes que obstaculizaran aquellas de sus operaciones ya legalmente
U.S. Steel tiene un complejo de Edipo, que la Arrnour Com- definidas como delitos graves.
pany tiene un deseo de muerte o que DuPont desea retornar Sutherland influyó en una generación de investigadoresen criminole
al vientre materno (Sutherland, citado en Cohen, Lindesmith y gia a quienes hizo conscientes de los sesgos de clase en Iaa leyes y su apli-
Schuessler. 1956: 96). cación, pero e n términos m& generales- también del modo en que los
fiscales utilizaban la discrecionalidad de la que disfrutaban para adoptar
Y llegaba a esta conclusión condenatoria: una actitud que invalidaba el uso de las definiciones oficiales del delito
y h estadísticas derivadas de ellas con fines de investigación. Sus inade-
De hecho, el delito no es correlato directo de la pobreza o de cuaciones descartaban su utilización como pruebas, lo cual no ha impe-
las condiciones psicopáticas y sociopáticas asociadas con ella, y dido que se siguieran usando esas estadística defectuosas en las ciencim
[...] una explicación adecuada del comportamiento delictivo miale*y en las discusiones políticas d e las 'causas del delito*.
debe tomar un camino muy diferente. Las explicaciones con- . '

vencionales son indidas prindpaImente porque se deducen . I

de muestras srsgadas. Las muestras están sesgadas por el he- MALVERSAW RES
cho de no incluir vastas áreas del comportamiento delictivo de Donaid Cressey. un estudiante (y luego colaborador) de Sutherland,
personas n o pertenecientes a la clase baja. Una de esas áreas '; 1' quería estudiar las malversaciones para poder hacer una generalización
ignoradas es el comportamiento delictivo de empresarios y prm . I sobre el modo en que se producía ese delito que fuera exacta en el caso
fesionales (Sutherland, 1940: 1-2). I de todos los malversadores a quienea pudiera entrevistar en la Peniten-
1 ciaria del Estado de Illinois en Joliet Can ese fin, debía asegurarse de
El resto del artículo y el extenso libro que le siguió bastantes años d e que todos h u b i e m "hecho lo mismo": tener la certeza de haber aislado
pues (Sutherland, 1983) apuntalaban estas acusaciones generales con un fenómeno comprtamenlal cuyos ejemplos individuales e n n simila-
detalladas descripciones y anáiisis, donde se demostraba que loa empre res, como lo son entre si las muesuas de un químico en un laboratorio.
sarios, los médicos y los abogados violaban la ley con tanta frecuencia Para darles una explicación, Cressey quería que todos los casos pre-
que el comportamiento ilegal debía considerarse como un rasgo normal sentaran el mismo comportamiento concreto.Finaimcnte, definió el fe-
de la vida empresaria estadounidense. Pero. ..casi nunca iban a la cárcel n6rneno que queria explicar como "la violación delictim de la confianza
por lo que hacían (esto es tan cierto en 2016, cuando escribo esras lineas, económica" (Cressey, 1953: 22), en la cual personas que habian asumido
como lo era en 1940). de buena fe un carga que implicaba esa confianza (los cajeros de banco,
por ejemplo), sin la intención de robar, terminaban por l h r s e un mon- formularse después del momento de tomar posesión del pues-
t6n de dinero que no les pertenecía. ., 1 , , . to. En este aspecto, t& las definicionesjuridicas concuerdan.
El autor ~abíalo que buscaba. Pero l a perrwnas que habían hecho lo Segundo,la persona debía haber violado aquella confianza me-
que él buscaba no eran fáciles de encontrar.Los malversadorescometen diante la comisión de un delito. Estos criterios permiten la in-
sus delitos en soledad. No pertenecen a un submundo de personas que clusión de casi todas las personas condenadas por malversación
cometen ese tipo de delito, de modo que Cressey debía dmcarlar la in- y apropiación indebida de bienes por un depositan0 y, además,
filtración en grupos delictivos para encontrar casos, como podría haber una parte de las condenadas por fraude y falsXcaci6n. Cada
hecho si se hubiera dedicado a estudiar ladrones. Tenía que ver a sus en- uno de estos cuatro delitos implica una violación de la confian-
trevistados en la cárcel, porque nadie sabe quién está malversando hasta za económica, y algunos de los delitos de cada categoría son vi*
que pescan al culpable y lo encierran. . , ,'
! laciones de las posiciones de confianza que han sido aceptadas
Si bien Crcs~eyquctria que todos los casos exhibieran el mismo fenó- de buena fe. El fenómeno investigado se definió, por lo tanto,
meno para poder explicarlo, los cargos preseniados por los fiscaies no Ic como la "violacion delictin de la confianza económica". Como
facilitaban la tarea. Estos. en efecto, sólo se aseguraban de que las pruebas consecuencia del uso de este nuevo concepto, se contó con una
.
que tenían terminara11 en una condena.. por algo. Si no por malversa- S definición rigurosa del comportamiento investigado y, de tal
ción, por uno de los tipos conexos de delitosque ~ r i a b a n en los detalIe3, modo, fue posible hacer una generalizacion respecto de todos
como el fraude o la apropiación indebida de bienes por un deposimio . ' los ejemplos de este, pero sin violentar la definiciónjurídica de

(sea esto lo que fuere). Como l a leyes pertinentes detallaban con prcú. la *malversación*y los otros trea delitos.
sión lo que el fiscal tenia que probar para cada una de esas acusacionts
especificas, era posible que ningún caso de la vicia real incluyera todo3 h fmcales de estos casos no presentaban cargos que diera por resul-
los detaIles necesarios para respaldar el cargo de malversación. Pero p tado la creación de un grupo homogéneo de infractores respecto de
dria tener pruebas que respaldaran una condena por uno de los cargos los cuaies Cressey pudiera elahrar una teoría sricioldgica interesante.
conexos. Ningún problema para el fucai, que se contenta con obtener la Acusaban a las personas en cuestión de delitos por los cuales pudieran
condena buscada, pero si para Cressey, el sociólogo. Como laq personas condenarlas. De ese modo. los acusados se repartían en grupos especí-
hacen muchas cosas distintas cuando le roban dinero a un ernpleador, y ficos s~giinel delito, pero, a menudo, sólo tenían en comijn el hecho
algunas no hacen toda^ las cosas necesarias para coincidir con la defini- de haber sido incluidos en ellos para facilitar el día de trabajo del fucal.
ción juridica de la rnalvenacibn, los delincuentes que Cressey buscaba, Cressey tenia que inspeccionar y luego redistribuir a los delincuentesen
algunos de los tiiales habian mostrado el comportamiento exacto que él grupos cuyas actividadesexhibieran un patrón similar de comportamien-
quería estudiar, tal vez quedaran excluidos de su muestra. en tanto que to y se ajustaran a un patrón común de causación sobre el cual él piidiera
otros que habian sido acusados del delito no habían hecho, en realidad, hacer una generalización útil, como efectivamente terminó por hacer.
las cosas que quería explicar, aun cuando la adhesión rigurosa a la defi- De este modo. creó un método que otros p d í a n usar para resolver
nición jurídica de su delito habría requerido que los incluyera. Cressey problemas similares surgidos en conexión con la investigación de otros
(1 951:549550) explica cómo resolvi6 el problema de método que le delitos.
generaba ese subterfugio de la discrecionalidad de los fwaies: ' , 1
I l

' 1

Se dejb de lado la definición jurídica [de la malversación] como t


tal y en su lugar se establecieron dos criterios para la inclusión m

de un caso cualquiera. Primero, la persona debia haber a c e p


tado de buena fe un puesto de confianza. Este criterio es casi - 4 Los departamentos de policía compilan y llevan registros exhaustivos de
idéntico a la exigencia de la definición jurídica en el sentido - los arrestos hechos por sus oficiales.Tradiciorialrnente, dichos registros
de que, en la malwrsaci6n, la 'intención de delinquir" debia ., han proporcionado datos para finalidades administrativas, para maniw
DATOS RECOLECTADOS POR E'UNCIONARIOS PÍJBLICOS. 1. 169

bras políticas y para el investigador que de tanto en tanto quiere informa- ESTAD~STICASDE DROGAS (COMPILADAS POR U N IDADES
ción sobre el delito y asuntos conexos en una gran escala sin tener que WLICIALES ESPECIALIU DAS)
tomarse grandes molestias. Pero... se recibe lo que se da. Los arrestos y las condcnu por drogas constituyen una proporción con-
Las estadísticas policiales demuestran las dificultades creadas por un siderable del 'índice delictivo" y de las personas actualmente en prisión.
objeto de estudio inestable, Los científicos sociales, y muchos otros, w Muchos estudios describen la vida y las prácticas de personas dedicadas
ben desde hace mucho que esas estadísticasson fuentes inestables y poco a la venta y distribución de heroína, cocaína, marihuana y metanfeta-
confiables de datos. Entre los problemas conocidos se incluyen la pre- minas; esas descripciones están pun luadas por episodios de interacción
sentación incorrecta de la información y la manipiitacioa de las cifras, con la policia (por ejemplo. Bourgois, 1995, y Coffman, 2014). Pero los
en ambos casos con finalidades políticas (hacer que un departamento sociólogos no han consagrado muchas investigaciones a las penonas que
parezca estar cumpliendo con su trabajo,cuando en realidad no lo hace, hacen los arrestos. En consecuencia, sigue encargndose por nosotrosde
por corrupción o incompetencia) y económicas (impedir la escalada de la tarea de computar las actividades de la droga la policía, cuya cantidad
la conmlaci8n de seguros, como consecuencia de una gran cantidad de de arrestos representa lo que mostraría una medición más direcu de la
denuncias de robos,y evitar así un prjuicío para los negocios del lugar). cantidad de usuarios y de droga consumida.
Las herramientas de la manipulación aon la mala información y la aplt Dos estudios que informan de las maniobras de la policía con el
cacidn selectiva de la ley. consumo y los consumidores y vendedores de drogas (DeFleur. 1975,
Además, los investigadores también sueIen sospechar que el sesgo ra- y Moskos, 2008) nos presentan una mirada rigurosa de los problemas
cial contamina las estadísticas y los registros de arrestos,generando una de los informes policiales (y de los análisis basados en ellos) y sugieren
serie de inexactitudes de p e s o calibre e inutilizándolos para los análisis cómo evitar esas dificultades sin dejar, aun así, de utilizar los números
sociológicos que apelan a la raza y el delito como variables explicativas. recolectados en forma oficial como prueba de algo interesanle.
(Recuérdese la crítica de Sutherland a todas las teorías apoyadas en las Loh DeFleur analizó grandes muestras de los registros oficiales de
estadísticas de arrestos y condenas, cuya utilidad para propósitos cienti- arrestos hechos por el Escuadrón de Narcóticos del Departamento de
ficos quedaba invaiidada por la omisión de los delitos de guante blanco Policía de Chicago, cuya misión se centraba exclusivamente en los deli-
-O *cuello blancon-.) # S , tm de drogas, dunnte tres décadas: las de 1940, 1950 y 1960.La autora
Algunos investigadores han tratado de superar los problemas de la encontró impresionantes diferencias a lo largo del tiempo en la distri-
mala informacion poIicial mediante su reemplazo por los datos proce- bución geofl~ca de los arrestos y, algo inevitable en una ciudad racial-
dentes de encuesras dc victimización, que registran, anaiizan y presentan mente segregada como Chicago, en la c<imposicion racial de la pobla-
la cantidad de delitos que los individuos informan a un entrevistador ción amestada. Y estas diferencias mostraban uiia variación sustancial a
haber sufrido persondmenie e n el Último año. En comparación con las lo largo de los treinta anos estudiados por ella:
estadisticas policiales, los resultados siempre muestran índices más aitos
de muchos delitos, así como diferentes tipos de delincuentes. Aun así, En los años cuarenta [...] pocos blancos fueron arrestados por
esos datos todavía están a uno o dos pasos de distancia del recuento di- cargos relacionados con la droga. La mayoría de esos ai-restos
recto de la actividad que supuestamente indexan. (Oua variante pide a se produjeron en el Near West Side (las zonas marginadas de
los participantes en una encuesta que informen de sus propias activida- Chicago) y en sectores del "cinturón negro" del South Side.
des delictiw en cuestionarios anonimos, o pide a los consumidores de Estas dos zonas tienen una tradición de consumo y venta de
alcohol o drogas que indiquen I-acantidades y ocasiones de su consumo drogas. l... 1
de esas sustancias.) ii [ L a s cifras de blancos arrestados en los años cincuenta] indica-
ron un considerable aumento en el número de arrestos en com-
paración con la década anterior. Estos volvieron a producirse
principalmente en el Near West Side y el Near South Side de
la ciudad. Sin embargo, aparecían nueras concentraciones de
arrestos en el Near North Side. Esta parte de Chicago incluye la 3 cm, tuve charla con oficiales veteranos todavía en actividad y
zona bohemia y ha tenido una población en continuo cambio: 1 . observé directamente muchas medidas y procedimientos del
I...I ::[l! ! 1 combate en cuno contca las drogas (DeFleur, 1975: 93).
[Las cifm] de los años sesenta y setenta [murstitvi] una gran , .
cantidad de blancos arrestados por delitos de drogas.Algo m& ,, Para averiguar cómo y por qué se habían producido esos cambios, De-
importante: había un creciente número de arrestos de bIancorr '
Reur comenzó a recolectar datos de una manen diferente, observando
en el North Side de la ciudad, una zona densamente poblada directamente el trabajo policial que generaba esos enigmáticos registros:
por algunos de los grupos recién llegados (puertorriqueños, 1

cubanos y blancos sureños) con una fuerte concentración de . A lo largo de muchos meses obsenié y participé intensamen-
jóvenes. En esta zona hay también algunos costosos rascacielos ,
: te en varis actividades policiales. Esto significaba trabajar en
de departamentos a lo largo de la costa del lago. ! N diferentes turnos con la mayor cantidad posible de oficiales.
, Fui con equipos de oficiales de narcóticos a conocer a infor-
DeFleur resume estas tendencias: . . mantes, participé en niisiones de vigilancia y estuve presente
. u
' 1
., cn allanamientos por drogas y arrestos callejeros, Tarnbi4n fui
1 ) Hacia 196Olos arrestosde blancosyano ei-ancomunesenlas . d
a losjuzgados con la policía, escuché sus charlas educativas y
zonas negras de la ciudad; 2) la policía detenía a un número cre- ' ,
asistí a siw reuniones. Una de mis mejores fuentes de informa-
ciente de blancos por cargos relacionados con las drogas; 3) loa ! ' ción eran los momentos posteriores a lajornada laboral, cuan-
arrestos recientes d t blancos se producían sobre todo en ~ r i a s ,, . do los hombres,gracias a la bebida, se relajaban y, sin presie
zonas de composición demopüica cambiante, y 4) durante , - nes, hablaban libremente de sus actitudes, valores y creencias
treinta años hubo numerosos arrestos de blancos e n dos zonas, 1 (DeFieur, 1975: 93).
m

el Near West Side y el Near North Side (DeFleur, 1975: 911.


Esto es lo que averiguo. h policias de narcóticos, que definían a los
Los registros muestran, por otra parte, que la cantidad de arrestos de consumidores de drogas como personas de voluntad débil que merecían
negros aumentó mucho y sus I~alizacionesse expandieron más amplia- lo que les pasaba, se sentían cómodos al violar sistemáticamente sus de-
mente por el West Side y el Souih Side durante la década de 1950, para rechos legales. Esas definiciones legitimaban, a sus ojos, sus respuestas de
caer de manera espectacular en la década siguiente. mano dura a las presiones públic*, sobre todo a las 'ofensivas contra las
Todo esto ocurrió con tanta rapidez que es improbable que el número drogasnpromovidas por los diarios.
de arrestos reflejara un cambio en la cantidad real de delitos de drogas; ! '1 -?

antes bien, mostraba En el caso de los delitos de drogas, los policías mismos pueden
poner e n marcha campañas de combate en beneficio de sus
cambios en las políticas y los tipos de actividades d e aplicación propios objetiva politicos o presiipuestaríos. Así, varim tipos
-
de la ley. 1.. .] Durante este periodo fue arrestada una gran can- I de emprendedores morales pueden generar presiones que se
tidad de no blancos, a menudo acusados de vagancia u otros . convierten en la base para cambiar las políticas y prácticas de
delitos menores. A muchos se los arrestaba una y otra vez en el ,. . aplicación de la ley. En Chicago esas presiones condujeron sin
niismo lugar. Comencé a preguntar sobre esos tiempos a vete- p. , duda a los altos índices de arrestna de la década de 1950 (parti-
ranos de la unidad de narcóticos. Estos. a su vez, me derivaron . cularmente en las zonas negras) (DeEleur, 1975: 95).
entonces a otros miembros de la unidad. Empecé a prestar máa
atención a1 modo como se Uevaba adelante la aplicación de la Oficiales veteranos y wrim oficiales retirados decían que duran-
ley y a relacionarla con las estadisticas de drogas. Estudié los te los años cincuenta se limitaban a arrear a la gente fuera de
registros policiales, entrevisté a oficiales retirados de narcóti- las calles para generar actividad policial. 'Si, todo el rniindo nos
178 DATOS, PRUEaAS E IDWS DATOS RECOLECTADOS P O R FUNCIONARIOS PÚBLIC;OS ... i 73

decia que moviéramos el d o para hacer algo con las drogas,., ESTAD~STICASDE DROGAS EN EL PLANO LOCAL (DATOS RECOPILADOS
el alcalde y todos los otros 'buenos ciudadanos' de Chicago. W R CUERPOS POLICIALES LOCALES NO ESPECIALIZADOS)
[. ..] Era realmente sencillo ir a [las calles] Madison o Mawell, Unos treinta aiios después, Peter M o s k a (estudiante de p s p d o de
levantarlos y hacer lo que quisiéramos ton ellos. A nadie te im- sociologia en Harvard) ingresó a la Academia de Policía de Baltimore,
portaba lo que les hiciéramos a esos negros" (1975: 98). .. hizo ct curso de formación y se convirtió en miembra del personal arma-
1 , : : . do del Departamento de Policía de la ciudad. TrabñjÓ durante más de
Como resultado de muchas de esas presiones, la policia redefinió los un año en una zona particulmnente conocida por la venta y el consumo
tipos de drogas quejustificaban un arresto. Se produjeron además otros intensos de drogas. Compiló de manera sistemática estadística sobre la
cambios históricos en los tipos de habajos que redundaban en recorn- cantidad de arrestos hechos por los oficiales que eran siis compañeros,
pensaa para Im oficialesde narcóticos: 'Hubo modificaciones respecto a asi como sobre su propia actividad. Todos tos oficiales cuyos registros de
quiénes arrestaban, dónde, por qué y de qué manera" (197% 98). 1 arrestw Ilevá trabajaban en la misma zona, poblada por la misma gente
Lo más rekvante, si nos interesamos en la exactitud de los datos, que hacia las mismas cosas. Cualqiiiera de los arrestados por cualquie-
es esto que dice DeFleur: *Para entender las estadísticas oficiales de ra de los oficiales bien podría haberlo sido por cualquier otro,si todos
arrestos por drogas en Chicago, deben examinarse las caracten'sticas esos oficiales hubieran actuado de manera similar. Todos ellos, en con-
del organismo primariamente responsable de compilarlasw(1975: 991, secuencia, deberían haber hecho aproximadamente la misma cantidad
y la autora concluye que su investigación ha vuelto insostenible la suge- de arrestos por delitos de drogas. No es una sorpresa enterarse de que no
rencia habitual de que las variaciones en esas estadisticu son variaci* era asi. El trabajo de Moskos (2008) muesu;i la realidad detrás de las esta-
nes aleatorim en torno de un UMlor verdaderowdel fenómeno que se dísticas policides en una situacion diferente a la estudiada por DeRrur,
mide. Agrega que sus datoa también muestran que los investigadores y agrega así profundidad y complejidad a nuestra comprensiiin de lo que
no pueden usar dichas estadísticas como una serie tcmporai median- la estadística de drogas pueden contribuir a probar.
te la cual evaluar los cambios de comportamiento que los núrntro~ i. La inmersión diana de Moskos en las rutinu de una unidad policial
supuestamente miden, sin investigar antes las presiones y situaciones basada en uri barrio (y que, a diferencia de un escuadrón de narcóticos
que afectan la manera de Hegaí a esos números: las presiones que los como el estudiado por DeFleur, no tenía una tarea especializada) le pr*
oficiales encargados de los arrestos sufren por parte del público, la porcionó datos de primera mano sobre los registros de arrestos gene-
prensa y sus superiores, y el modo en que todo eso varía durante el rada por la actividad de sus colegas. La productividad de esos agentes
período en cuestión. ' 'f en materia de arrestos por droga variaba considerablemente. Algunos
Una manen m& general de expresar la conclusión de DeFleur podría arrestaban a muchas personas por delitos relacionados con la drogas.
hacer hincapié en que las estadísticas reflejaban claramente la situación otros a pocas o a ninguna. Más importante, Mmkos no podía explicar
laboral de las personas que las producian, y no la realidad que estaban las variaciones como errores aieatorios resultantes de la coincidencia o
rscargadosde wg-istrar.La autora estudió una unidad especializada,cuya kcores casuales. Cada numero procedía de una complicada historia en
actividad exclusiva era arrestar a quienes violaban las leyes de d r o w la cual muchas cosas tenían que ocurrir de tal manera y no de otra para
La principal medida disponible de la magnitud del delito que tenían la que se produjera el arresto.
responsabilidad de combatirera la cantidad de arrestos qut hacían, y ese , En síntesis: un arresto se produce, como explica Moskos, cuando un
m

numero no reflejaba la verdadera dimensión de1 consumo de drogas; oficial cree w r que un civil está haciendo algo que p d ñ a justificar que
era, antes bien, el resultado de las presiones de su situación l a b d . Los st lo arreste. Pero todos los arrestos son diacrecionales. i~ policía ve mu-
arrestos que efectuahn y las estadísticas derivadas de ellos eran in+ chas cosa~por las cuales podría arrestar a alguien, pero no todas tienen
d i a de~iu muiidzd gue supuPJrumnikp-obabap~. que ver en modo alguno con las drogas, y cada oficial tiene una diveni-
dad de razones para perseguir a algunos potenciales arrestados e ign@
mi a otros. Un arresto que se convierte en una estadística se produce
cuando el camino del civil se cruza con el del policía en un moniento en
. 175
DATOS RECOLT,CTADOS POR PUNClONARlOS P Ú ~ L I C O S . .

que la actividad del primero podría interpretarse como merecedora del sencillamente, no quieren molestame. El tiempo requerido por un arres-
arresto y la situación de trabajo del segundo le da razones para hacerlo, to puede variar muchisimo, de modo que muchos oficiales no detendrán
cuando en otras circunsmncias tal vez no lo haría. las saIvedades d e esta a nadie cuando está por terminar SU turno (2008: 121-128).
última oración destacan el cadcttr casi azaroso de cualquier arresto, ia Lo3 oficiales que saben que los fiscales tienen muchas razones para
situación siempre podría haber terminado de otra forma. ,t, 1
no dar curso a un caso (una de ellas es que tienen más casos de drogas
Por el lado del departamento, los arrestos muestran a los oficiales de los que pueden manejar con el uempo y el personal a su disposi-
superiores, a los politicos, a los diariw y los canales de televisión- que la cidn), de modo que las horas dedicadas al arresto son 'tiempo perdi-
policía está tomando algún tipo de medidas contra el delito. h s oficaes do", buscan otra^ maneras de hacer lo que consideran su trabajo, sin
podrían, claro está. arrestar a personas por muchas cosas diferentes:si arrestar a nadie. Los oficiales de servicio en jurisdicciones con elevados
no por drogas, sí por robo con allanamiento de morada, violencia d* índices de delitos de drogas (el tipo d e situación en que los fiscales se
méstica. robo, agresión, alteración del orden púbiico, etc. L041 amesta niegan muchas veces a procesar) arrestarán a consumidores o vende-
por drogas tienen que competir por la atencion con todos los demás dores por un cargo menor y más fácil de sostener que quienes están en
arrestos que la policía podria hacer y a menudo hace. Los oficiales eligen jurisdicciones con índices más bajos. Esta preferencia, que tiene poco
su5 blancos y los carga por los cuales arrestarlos a la luz de sus propias que ver con la cantidad real de delitos cometidos, explica algunas di-
prioridades: lo que tmtan de maxirnizar entre las muchas cosas que tal ferencias raciales en los índices de arrestos por drogas enue distintas
vez quisieran lograr. ia participación diaria de Moskos en la vida de la zona de la ciudad (2008: 128-136).
comisaría a lo largo de un aiio le brindó la oportunidad de averiguar Moskos tabuló la cantidad de arrestos hechos por cada oficial de su
cómo reconoce la policía las posibilidades de acción y decide actuar... o unidad a lo largo de un período de seis meses:
no (Moskos, 2008: 111-157). , ,

En el plano individual, hay oficiales que pueden arrestar a persona El número d e arrestos varia enormemente enue diferentes ofi-
por casi nada, mediante una diversidad de ardides destinados a dar a : ciales del mismo cscudrón [si se toman los trece miembros
su accionar una base legal, a fin de resolver problemas inmediatos de de su unidad, las cantidadea iban de un máximo de setenta y
mantenimiento del orden e impedir trastornos. Un oficial podría, por siete a un minirno de cuatro]. Si variables basadas en la 30s-
ejemplo, detener a un marido por alteración del orden piiblico como 1 pecha -raza, apariencia, incluso comportamiento delictivo de
un modo de impedir una potencial violencia doméstica. O a dguien poca monta- fueran los factores clavea determinantes del arres-
abordado en la calle que se niega a mosmr una idenrificación, actitud o to, cabria esperar estadísticas similares para todos los oficiales
interpretada por el oficial como un desafio a su autoridad que no debe de patrulla que trabajan en el mismo escuadrón y vigilan a las
quedar impunt?.O a alguien que, al parecer. podria haber estado hacien- mismas personas en la misma zona baja el mandode un mismo
do algo que quizá fuera una transacción de drogas. Una respuesta cortés , sargento. [Pero] una pequeña proporción de los policías hacía
y obediente a las preguntas del oficial puede llegar a trxnsformarse en la mayoría de los arrestos (2008:137).
un arresto o disolverse en una decisión de que "no es nada" o 'nada por
lo que valga la pena molestarse", m II Algunos de los que teiiian resultados bajos decían que el hecho de mos-
Algunos policias tienen otras razones para hacer o no hacer arresta. trar mucha actividad no hacía sino exponerlas a quejas y contratiempos
Cada arresta implica dedicar tiempo al papeleno, y el oficial quizá prc (2008; 142-145). Otros estaban cansados de realizar sus tareas de vigi-
fiera patmllar el barrio aIgunaa hora más. Ciertas situaciones exigen lancia al "estilo~quero".Pero cuando la conducción hacía hincapié en
pasar tiempo en el juzgado a la espera de que se oiga el caso y, luego, la la "productividad"mediante reprimendas por no cumplir las cuotas de
posibilidad de testificar, lo que significa el pago de niuchas horas extras. arrestos, aun los que exhibían resultados altos dejaban de hacerlos y la
Un oficial que necesita el dinero tal vez haga un arresto para cobrar cantidad del conjunto de la unidad se reducia aGn más. Moskos resume
esas horas e x w , mientras que otro. dueño de un pequefio negocio que así esa obsenmción:
exige su atención y ea más rentable, ignora el potencial arresto.Algunos, i:
Para la produccion de estadisticas, las infracciones en materia ,
actividades convergentes al número final presentado como "el monto
de drogas en z o n a donde estas abundan son similarea a l~ in- ! , de droga consumidaw.Con fines científicos, debemos ver esos números
fracciones de tránsito. Los oficiales de policía no se preguntan .. ,
finales como lo que en realidad son la cantidad de formularios llenados
si pueden hacer una multa de tránsito[;] simplemente quieren I par los policías pan informar de un arresto hecho por ellm, sin tratarlos
encontrar a alguien que este cometiendo una infracción. l a fipccííicamene como un índice perfecto de la actividad del consumo de
citaciones por infracciones de trhsito reflejan mucho más la ' drogas, sino tal vez (aunque esto tampoco n seguro) como un registro
presencia de la policía que la distribución de las transgresie perfecto de lo informado por la policía.
nes d e ese tipo. De manera similar, en una zona de abundante ' m
Los datos que nos da11DeFleur y Moskos, en ouas palabras. pueden sin
circulación de drogas los arrestos relacionados con esta se in- duda utilizarse como un índice de la actividad policial respecto de la c+
crementan en gran medida debido a una creciente presencia : municación de aquellos números. Lo cual no es poca cosa. Pero. a riesgo
policial (2008: 156). :m
de ser repetitivos, digamos q u e los resultados de la acrividad policid no
c , pueden tomane como una pmeba de la actividad de los habitantes de
En otras palabras, pdemos idenuficar esta situación como un ejemplo la zona vigilada. A n t e de tratarlos de este modo. tendríamos que verifi-
de la ley de Campbell, una proposición general sobre el efecto de la car cómo se crean y luego se transforman los regisuos de arrestos, hasta
utilizacibn de estadísticas para asignar recompensas y castigos a los tmba- llegar a ser, a la larga, parte de una 'esudística policial". Cabría pensar
jadores que las producen: "Cuanto más se use para la toma de decisiones este aspecto como una venióii de la pmoeupación legal por la cadena
miales cualquier indicador social cuantitativo (e incluso algún indica- de posesión de un elemento de prueba, en la cual el analista toma en
dor cualitativo), más sujeto se ver;i este a las presiones de la corrupción cuenta cualquier punto en que el paradero de la prueba no pueda de
y más apto serP para distorsionar y corromper los procesos sociales que fmminane, dado que ese punto pone en la de juicio su aceptabilidad
tiene por objeto monitorear" (CampkI1, 1976:49). en calidad de tai.Esa laguna transfiere la carga de la prueba a la persona
La combinación de los descubrimientos de DeFIeur y Moskos no3 per- que presenta el objeto o el registro como evidencia, ya que la presunción
mite comprender mejor lo que las estadisticas de arrestos realmente mi- es que durante el riempo eri que se Le perdió el r a s m es muy posible que
den y el tipo de cosas que podemos probar mediante su uso. Piénsese en SU intefidad se haya puesto en riesgo.
un arresto por drogas como el resultado de varias líneas convergentes de La combinación de los descubrimientos de los dos esuidios no genera
actividad, llevada a cabo por varios actores del departamento de policía un esclarecimiento de las causas del consumo de drogas,pero sin duda
y de Ia comunidad en la que ellos trabajan. Cuando estas líneas de activi- nm ayuda a explicu los pormenores de las causas^ de lo insmCnp.i6n &
dad convergen en el tiempo,el lugar y el personal. puede prducirse un Co aciivrrlnd palhkl a ios w p t r o s estuduricos &t depai-rammto &poli&, que
arresto, y el policía que lo ha hecho lo registra en un formiilario oficial, no es lo misnio que las causas de la adicción a las drogas y ni siquiera las
luego lo deposita en algún lugar, de manera que otra persona lo tome y de la participación en su Vgfico. dos cosas conexas pero diferentes (eri
lo combine con owos formularios similares para llegar a un total oficial- Redlinger, 1969, se encontrará una descripción precisa de las realida-
mente certificado de arrestos por esa causa a cargo de ese oficial o grupo des de lo segundo). Estos de~ubrimientosnos dan herramientas para
de oficiales, que a su vez se combinará con otros informes análogos en d u a r el aporte de muchu líneas convergentes de actividad para la
un resumen oficialmente certificado de la actividad policial con respecto creación de un registro oficial de arrestos que se presente como parte
a los narcóticos en el área geográf~caen cuesticín. ., ,
dc un número en un cuadro de 'arrestos por drog;isn. Que esos núrne-
Sería un grave error científico aceptar de manera acrírica esos núme-
m. puedan también usarse como un índice del consumo real de drogas
ros, como un resumen exacto de la "incidencia real" del consumo o las depende6 de chmo se los haya tratado en cada paso del camino que va
transacciones de drogas, la cantidad de gente que la consumi6 eri un desde las interacciones entre oficial y ciudadano hasta el registro público
periodo dado, la cantidad de ventas hechas y las persona involumdai terminado.
en ellas, sin saber (sobrela base de los datos pertinentes que nos señaIan
DeFleur y Moskos) cuál es el aporte de cada paso en la historia de las
178 DATOS, PRUEBAS E IDEAS ...
DATOS RLC.OLECTADC)S POR FUNCIONARIOS P ~ B L I C O S i79

El informe de la comisián Kefauver es una transcripciiintextual


EL USO SOCIOL~GICO
DE LOS DATOS DE INVESTICACI~N l . '1 de los tres meses de audiencias. 1.. .] Cada testigo declaró acer-
: ' 1 1 1 . 4 ca de su participación y la de otros en actividades de fijación de
Los organismosgubernamentales investigan a veces asuntos de potencial precios, incluyendo contactos inwrpenonales, comiinicaciones
interés sociológico, cicmionalrnente en áreas relevantes para la actividad directas, fechas de reuniones conspiratiw y asistencia a ellas.
detictiva. Los integrantes del público pueden tener, en diversas circuw [,..] La comisión tuvo completo acceso a las transcripciones
tancias, acceso a esos registros investigativos, inclum con fines de inves- textuales de las actas del gran jurado, facturas de particulares,
tigacibn, y utilizarlos entonces para estudiar interesantes problemas. memorandos del Departamento de justicia de los Estados Uni-
Baker y Faulkner (1993) encontraron precisamente uno de esos acervos dos y otras fuentes claves de información confidencial sobre las
de registros, útil para el estudio de conspiraciones para hacer negocios conspiracionea. Uno de los objetivos del senador Kefauver era
ilegaies, que les posibilid llegar a los mecanismos que permitían a gran- leer entre líneas, en los registros públicos, información especi-
des empresas de equipos eléctricos fijar los precios de sus productos en fica de esta! fuentes sobre las actividades de fijación de precios
violación pend de la Ley Shtrman con- los monopolios. Economistasy (1993: 846).
sociólogos interesados en esos delitos se habían contentado con ignom
estos mecanismos, que actuaban entre las condiciones del mercado y las
Y eso significó que Baker y FauIkner tuvieran prueba3 excelentes sobre,
conspiraciones resuIrantes, por considerarlos una caja negra que nunca justamente, los aruntos requeridos por la teoría de redes que usaban:
serían capaces de abrir. excelentes porque consistían en los testirnoniosjundos de treinta y ocho
i '
'
No entraré en las complejas y fascinantes t e o h que Baker y Fauikner participantes en las conspiracionrs acerca de las que teo~zaban;eam
elabran para explicar las actividad- de los conspiradores; me concen- testimonios abarcaban las actividades de otros hasta llrgar a un total de
traré,antes bien, en una openci6n de investigación, su esfuerzo exitoso setenta y ocho personas involucradas,y todos esos desafortunados testi-
por utilizar el "grado de centralidad" de los actores para explicar su ac* gos habían declarado bajojuramenro. En una situación semejante, men-
tividad delictiva y su destino último en los juicios antimonopólicos que tir constituía un pejurio y no iba a b c e r más que agravar las probables
en definitiva tuvieron lugar. (Los lectores interesados pueden saciar su sentencias de cárcel que se pronunciarían, por lo que tenemos buenas
curiosidad leyendo el informe completo. "Gradode centraíidad" es una tazones para aceptar los relatos de esos participantes como datos fscri-
medida básica utilizada en la tton'a de redes, cuyos resultados pueden cos, pruebas excelentes de la presencia y participación de personas en
aportar pruebas sobre los roles desempeñados por la gente en una acti- las reuniones donde se había planeado y ejecutado la conspiración. Los
vidad colectiva. En este caso se lo mide a través del *testimonio directo asuntos cubiertos en las entrevistas incluian fechas de reuniones donde
de la participación de una persona en hechos de fijaci6n de precios". Im participantes discutían qué empresa "ganada"la siguiente ronda de
Cuanta m& gente nos haya visto fijando precios, más centrales seremos.) licitaciones de un conuato de suministro de equipos para alguna gran
la investigación de estos asuntus plantea grandes dificultades porque, compañia; cuánto licitaria el 'ganador" y cuánto más licitarían los otros,
como dicen Baker y Faaulkner, *esas redes ilegales implicaban grandes para asegurame de que el ganador elegido obtuviera el conuato, y 103
intereses, importantes corpomciones, compradares gubernmentales y nombres, las empresas y los puestos de todos los participantes en cada
la carrera y la reputación de decenas de gerentes y ejecutivos de empre- reunión. Esto proporcionó datos detallados y (presumiblemente, dadas
sas, muchos de los cualer e m pilares de su comunidad local y miembros las posibles consecuencias legales de mentir acerca de cualquiem de esas
de la clase de elite" (Baker y Faulkner, 1993: 844). Pero las actas de la C O S ~ S )exactos, como los que podría querer el más precavido exponente
comisión Kefauver del Senado, que investigó la fijación de precios en la del análisis de redes.
industria de e q u i p eléctricos pesados, contenian exactamente lo que Esos datos pemitierori a Baker y Faulkner ewluar las explicaciones
los autores necesitaban: ,, antagónicas de la conspiración, derivadas de las teorías de las sociedades
becretas y la teoría organizacional y de los pequeños p p o s , sobre el
modo en que los conspiradores se habían organizado y llevado a cabo
sw actividades delictims. P a n esto uuliramn datos sobre participación y década de 1960 (Mercer, 1973), utiliza las actas del sistema escolar le
actos de presencia especifica en las reuniones, procesadorcon fómulm cal -desde las recomendaciones de los docentes a los resultados de los
deducidas de la teoría formal de los grafos (una teoría matemática útil tesis de inteligencia administrados por psicólogos a los estudiantes y la
en el estudio de redes) para producir sus resultados. - :. ubicación de algunos de estos en clases especiales- para examinar cómo
Este corpus poco convencional pero sumamente exacto de datos brin- se convierten los niños en 'remados mentalesw.No en el sentido psi-
dó a Baker y Faulkner un modo de eiaIuar ideas cuyo valor, con anterip cológico, marcado por graves deficiencias fisicas e intelectiiales y todo
ndad, los estudiosos sólo habrían podido conjeturar: I lo que las acompana en los estudiantes así etiquetados, sino en el senti-
do organizacional: diagnosticados por la escuela como niños que tienen
La estructura de !as sociedades secretas intercorporatim no esm problemas y ulteriormente tratados de diferente manera. El libro
sigue la lógica subyacente de la eficiencia que adopta la orga- contiene muchos cuadros y cálcdos estadísticos, pero no los usa para
nización de las actividades empresariales legales. La eficien- establecer correiaciones entre el diagnóstico y otros mgos de los nifios
cia impulsa la estructura de las redes legal-, pero el secreto así etiquetados, sino para sacar a ia luz el proceso que lleva a etiquetarlos
moviliza la estructura de las redes ilegales. En el caso de las como retrasados. (Aunque el libro se c a p a de niuchas cosas más, me
esuvcturas ilegales con escasas necesidades de procesamiento concentro en el uso que Mercer da a las actas escolares, en combinación
de informacidn, el secreto da como resultado estructuras de* ,' , con los otros materiales que su equipo y ella recolectaron en el estiidio,
centralizada^, aunque las centralizadas sean más eficientes en el . para revelar paqm cruciales del proceso.)
cumplimiento de las tareas. Esta descenrralizaci6n protege de , - kiercer describe ocho p o s que los niños que el personal escolar ter
la vulnerabilidad legal a los altos ejecutivos. Las redes ilegales . . mina por declarar oficialmente "retrasados"dan en su camino a ese diag-
con grandes necesidades de procesamientode infomaci611,en nóstico finai. Los niños que no pasan por esas instancias no se convierten
cambio, exigen que los altos ejecutivo$ participen en las opera- ,
en r e m d w . Los pasos son los siguientes (Mercer, 1973:96123):
ciones ilegales, can lo cual se crean redes centralizadas, aunque ..
las descentralizadas sean más eficientes en el cumplimiento de . , ' :, 1. El niño tiene que estar matriculado en el sistema escolar pY-
las tareas. La centralización es la Única manera de llevar ade- : 1 . blico, la única orgmización que tiene el personal y Iris rutinas
lante una conspiración con necesidad de mucha información, ; N , para hacerjuicios definitivos de "retraso". De este modo, los
porque para tomar decisiones complejas en secreta se requiere m niños asistentes a escuelas católicas u otros establecimientos
una intemcción cara a cara. Pero esta estructura tiene su costo: : privados podrían no convertirse en "rerrasados",sea cual sea
la centralización aumenta la vulnerabilidad legal de los altos . -. e su sintornatología.
ejecutivos (Baker y Faulher. 1993: 856). ' .' 2. Una vez matricul-do, el niño se convierte en un "estudiante
nomal", lo que entraña ser "constanteinentecalificado"se-
Los datos que los autores usaron estremecerían a cualquier estudioso gún su desempeño académico y su comportamiento inter-
de las p d e a organizaciones,así como a los entusiastas de la teoría de personal: por ejemplo, incluirse, de acuerdo con la aptitud
redes. Su ejemplo dice a esos buscadores de emociones extremas dónde ' I d demostrada, en uno de varios grupos de lectura. En este
buscar datos de calidad comparable. . f punto alguna niños impresionan al maestro lo suficiente
, , l para merecer una atención especial como estudiantes poten-
- ..-,
,
cialmente 'dotados", mientras que otros son enviados a claqes
de lectura de nivelacibn y otras actividades estigmatizadas
EL USO DE L A S A m A S ESCOLARES (que, sin embargo, sólo son intermitentes y no aíectan aún el
.. .I estatus "normal"del niño).
El monumentai estudio de Jane Mercer sobre el proceso que l l e d al 3, El desempeiia ocasional de un estudiante lo lleva a repetir
etiquetado psicológico de los estudiantes de Riverside, California, en la el año, aunque los dacentes contraponen a esa niedida la
182 DATOS, PRUEBAS E IDEAS
DATOS RECOIXCTADOS POR FUNClONARlOS PÚB;,ICOE.. . 183
necesidad de una plitíca general que favorezca e1 *ascenso m ., a ese rótulo porque los padres los pasaban de la escuela
1
socid". , r
piiblica a una escuela privada, y en este c ~ u ei m las alumnas
4. En algún momento el docente puede recomendar la trans- anglosajonm q u i c n ~ ri e n h más probabilidades de eludir la
ferencia del estudiante a una clase de 'educación especial"
categorización denigrante. Las ouas escuelas no contaban
f

(así como los alumnos que demuestran ser muy í n ~ e l i g e n ~


con psicólogos en su personal y, por lo ianto. no administra-
'

pueden ser transferidos a clases avanzadas para los 'dota-


, , , ban tests ni hacían descubrimientos diagn6sti~os.
dos"). Hasta ese momento el docente hace todas las movidas
7. L a demás no escapan al rótulo:se convierten en "M"
decisivas, poniendo en marcha cambios en el estaw de los (retrasados mentales). F.n este punto del procesa aparecen
estudiantes y escribiendo los informes observacionak~y las diferencias sustanciales entre los dis~ntosg m p s étnicos. b s
,
recomendaciones que conducen a modificaciones en la re
anglosajones, sobre todo los varones, de familias acomoda-
piitación y la ubicación organizacional de los alumnos. Pem
das, vuelven a sus clases, en tanto que los oinw, aliura cate-
ahora el director se hace cargo de la situación y decide si m+ '. gorizadaci como RM, reciben un tratamiento especializado y
Iadar aI niiío a esta o aquella claw o,de manera m& cmciai, . . wgregado. Merrer verificó esas proporciones de la población
disponer que un "picólogo titulado del Departamenui de ,
estudiantil en otros años y I a diferencim aparecieron en
Alumnoswlo evalúe y diagnostique. f
todas las cohortes de testeados.
,' ' 8. El paso final del pmeso es el abandono del estatus de rcm-
Hasta aquí, la distribución de los niños en las tres categorías, 'dotadosu,
sado mentai, debido a la pduacibn, la deserción escolar,
'normales" y 'reu-asadoa: ha aido bpstanie informal. Y, en lo que es uno .. ,Ia expuIsión o rI rctomo a la clase regular. Es intersante
de los descubrimientos cruciales de Mercer, las proporciones de ninos
señalar que este modo de escapar a l etiquetado no estaba
de loa granda p p m étnic<a/niciaics seleccionados pan este tipo de
en furici6n de las características sociales, sino de las caracte-
ateiicibn r i o dirieren de las existentes en la población estudiantil general.
nsucas clínicas y comportamentales. Quieiies tenían mcnos
Niños y nitiu de familia rehtivamen te acomodadas y de familias anglo
problemas neurológicmy un coeficiente de inteligencia más
sajonas, latinas y negras aparecen entre quienes dtihpn hacer iin test en
alto escapaban con mayor facilidad.
lar misma proparciones que en la población estudiantil total, Ninguna
disparidad étnica marca aún el proceso de diagnóstico.
La conclusiún de Mercer (1973: 120) es que 'el anglocentrismo, iiistitu-
cionalizado y legitimado por los procedimientvs de diagnóstico utiliza-
5. Las diferencias en las proporciones é m i m y raciales a-
dos en las organizaciones lomates de ia comunidad, parece ser el patrón
ten pot primera vez cuando los psicólogm administran los
más generalido cn rl etiquetado de los retrasados mentales dentro de
tests estandarizadas de diagnóstico a los niñas. Sobre la base
esta Última".
de los resultados de estos, los psicólogos escolares definen
, Fin cada paso de su argumentación, la autora se apoya en registros
col1 mayorfrctcuencia a los niiios procedentes de familias
creados y guardados p r la escuelas misma. Su relación con estas dti-
anglosajonas de posición acomodada (cuyos coeficientes de
mas h permitía tener libre acceso a todo ese material. Pto recuerda a
inteligencia no eran más alto* que el prarnedici de tadm los
todos los investigadores la necesidad de buscar esos repertorios de mate-
niños) como 'normales" y los mandan de regreso a sus clases
riales relevantes en las organizaciones que estudian.
regulares, mientras que los pertenecientes a las minorías
Hay una lección adicional. Mercer no solo sabia que esos registrw
raciales y i.micas (latinos y negros) con coeficientes simila-
txistian, También tenia acceso a las persoii-as quc los hacían y, si bien
res son incluidos más a menudo en la categoria de quienes
ella no se extiende respecto de estas cuestiones,conocía los tipos de pre-
requieren un tratamiento especial.
siones ejercida* sobre 10s docenm. psicólogas y directores que inducían
6. El paso siguiente en el proceso, de caráct~rcrucial, es el
; diirentes estrategias para manejar a los ninos que no eran como los
etiqiietado romo retapado. Algunos estudiantes escapaban ,
demás, lo cual, en cierto modo. hacia más difícil el trabajo de la escuela.
184 DATOS. PRUEBAS E IDWS

Una cosa m&. ¿Qué pasaba con esos "remsados"cuando se marcha- Mi mujer y yo somos una pareja convencional; cuando nació
ban de la escueIa, la organización que los había etiquetado de este modo? nuestra primera hija, le pusimos un nombre. Aunque no lo sa-
Como el estudio intensivo de Mercer sobre las actividades de la esniela bíamos, ouw padres estaban eligiendo el mismo nombre para
estaba inmerso en un estudio más grande del retraso mentd en la comu- sus hijas. N o tardamos en averiguarlo, sin embargo; desde el jar-
nidad ampliada de Riverside, ella podía localizar a personas que habían , dín maternal en adelante, nuestra Rebecca se enconwó casi in-
recibido ese etiquetado escolar y vivían ahora, ya terminada su carrera ~riablementecon pares del mismo nombre. Lo que me intriga-
estudiantil, como adultos en la comunidad. mienes padecían el tipo de ba era que ni mi mujer ni yo teníamos ninguna idea de por qué
dificultades neurológicas y físicas que a menudo acompañan a coeficien- habíamos elegido un nombre tan popular. Ews otros padres y
tes bajos de inteligencia todavía tenían problemas. Pero otros, que se nosotros, sin hablar de esto, llegábamos "independientementen
habian convertido en RM sobre la base exclilsiva del testeo picológico, a la misma decisión al mismo tiempo. La elección, está claro, no
N I
era independiente: tenía que reflejar influencia sociales. Pero
desempeñaban roles adidtos normales como padres, ama de parecía conio si algo que hubiera 'en el aire" llevara a diferen-
casa y asalariados.Sus mundos w i a l e s se centran en la familia, tes padres a elegir lo mismo. Corno soy sociólogo, es obvio que
los vecinos, los amigos y tal ver la iglesia. Restringidos por una la cuesú6n me fascinó. A diferencia de muchos otros gustos, la
educación y una experiencia limitadas en Ia sociedad estadou- popularidad del nombre Rehecca no reflejaba intereses comer-
nidense, la palabra impresa apenas existe para ellos. Aunque ciales ni organizacionales: no habia ninguna campaña publici-
no conocen Iñs respuestas a preguntas sobre medidas clinicas '
.. taria auspiciada por la ANR-la Asociación Nacional Rebecca- y
convencionales, viven su vida dentro del sistema socid dt su menos aún un intento de menospreciar a quienes prefirieran
comunidad, sin estigmas ni minusvalías (Mercer, 1973: 21 7). un nombre rival. El ascenso de Rebecca y la caída de otro nom-
, bre no eran lo mismo que la intensa competencia entre Pepsi
Eso es lo que podemos aprender de un uso juicioso e informado de los y Coca-Cola. Ni Walmart ni Neiman Marcus promocionaban el
regisuos relevantes de las organizaciones. nombre como parte de un conjunto de moda para hijas recién
nacidas. Y no habia ningún descuento de fábrica por llamar
Rebecca a tu hija (Lieberson, 2000: xi).
f

a 1 K.J
CUANDO HAY QUE CONFORMARSE CON DATOS M~NIMos 1 -4,: j Tras descartar así muchas de I ~grandes
A teorías cal vez capaces de expli-
4 >,(,+, car esa curiosa experiencia, Liebenon siguió adelante para deshacerse
Algtinas fuentes de información recopilada por organismos oficiales del resto de las teorías que pudieran tratar de relacionar la elección de
abarcan poblaciones enteras con reIativamente pocas ddificultades, pero, los nombres de los niños con f u e n a sociales externas: la^ influenci~
debido a la naturaleza del fen6rneno que se registra, no aportan a l in- de los medios masivos, el desamllo de intereses de clme, etc. Decidió
vestigador muchos elementw con los cuales trabajar. Frente a la c m x z moverse en el otro sentido y buscar mecanismos internos, procesos inde-
de información contenida, p o r ejemplo, en un acta de nacimiento, mu- pendientes de esas extemalidades.
chos investigadores se rendirían. No es el caso de Stanley Liebenon, un .: Para eso, las modas en los nombres de pila constituyen un t6pico de
calificado demógrafo que sabía obtener mucho de muy poco cuando se investigación perfecto. t u s cambios se producen en periodos muy conos
enfrentaba con una fuente tan magra de datos. Su interés era estudiar -en lo sustancial, suelen ocurrir de un año a otro- y, por ende, no pue-
la moda, un tema clásico en la teoría del comportamiento colectiw, ele- den reflejar la acción de todas las c a u a sociales habitualmente propueb
mental,tal como lo habian definido Herbert Blumer (1951) y otros. i i tas para explicar los cambios de gusto y de moda.Lieberson eramina la
Ese interés se habia despertado en C I no a causa de un análisis tebrico popularidad del nombre 'Marilyn", a menudo atribuida a la de la actriz
(que vendría más adehntt), sino de una experiencia personal: N I
Marilyn Monroe, y seiiala algunas dificultades evidentes: por ejemplo, el
) nombre se habia popularizado antes de que Norma Jean Baker lo adop
tara y ya había comenzado a perder popularidad anta de que ella se miembro del pcmnai hospitalario o el emplcado de una oficiria muni-
conviniera en una estrella. ,, ..+lll.l cipal del Regkm Civil) no le importa cómo llamen los padres al bebé.
Además, 'no hay iniciativas comerciales para influir en nuestras elec- ¡Debería preocupanel De m d o que el item del acta de nacimiento de
ciones de nombresn (Lieberson. 2000: xiii). Esto hace de los nombrea mayor interés para la imesüga~iónde Liebenon, el nombre del bebé,
de pila un thpico ideal para estudiar l a mecanismos de la moda en su siempre dice ia verdad, eiuctamente como quienes la dicen podrían de
forma pura. Lieberson decidi6 estudiar este caw puro, en el cual el fun- cirla a cualquiera en cualquier circunstancia. O, para expresarlo de otra
cionamiento de procesm internos al fenómeno de la moda constituía el manera, una vez asentada en el renglón apropiado del fomulario, esa
factor principal s l único, a decir verdad- que afectaba lo que CI queria entrada es el nombre del kóé.Y de ese modo, Lieberson 0 cualqiiier
explicar. 3 . otro investigador pueden utilizarla como prueba de cualquier coca que,
Sin embargo, por lo general las actas de nacimiento incluyen una se en su opinión, dicha entrada atestigüe: su validez y su confiabilidad nun-
lección muy limitada del tipo de datos que los sociólogos consideran ca estarán en duda. ¿El acta de nacimiento dice que mi nombre de pila es
interesantes. Y si bien conúenen algo y no nada, apenas se mta de un Howard? iNi una palabra más1 Es Howard. (Aunque no para todo. Como
surtido poco abundante de indicadores de l o que podríamos concebir le digo a todo el mundo, sólo mi madre se dirigía a mi como 'Howard*,
como "mriablesrelevantes":relevantes para las explicaciones basadas en c insisto en que el resto de las persona me llame 'Howiem.)
. culturas de clase o la moviiidad w c d . Lo que re regis
la clase s ~ i a llas En síntesis, el acta de nacimiento nos cuenta algo sobre el universo
tra en el acta depende de las exigencias de la jurisdiccion que la emite. completo de un hecho social particular q u é nombre dieron a su hijo
Aigunos items tienen una presencia más o menos universal: el nombre una o dos personas- de una manera que no puede ponerse en tela dejui-
dado al bebe. el lugar y la fecha de nacimiento, las nombres de los dos cio,una circunstancia muy poco común para los investigadores sociales.
padres (pero a veces sólo el de la madre) y, aunque no garantizados en Pero esta confiabilidad absoluta, lo reitero, tiene un gran costo, porque
todas partes, posibles marcadores de la posición social romo "la raza [...], el documento que contiene esa valiosa prueba no nos dice mucho más.
la etnicidad, el estado civil de la madre y la educación (habitudmen- Contiene pocos de los hechos en que las sociólogos sc basan habitual-
te inferida de otras iaracterísticas) y la edad de los padres" (2000: 25). mente cuando crean sus relatos teóricos. El experimento de Lieberson
Licbmon, que siempre ha tenido una naturaleza deportiva. podrÍa ha- consistió en ver hasra dónde podemos ir con un pocos datos. lo que
ber elegido el tópico no sólo por su evidente interés como un estudio de podemos hacer tesrifcar a ese magro botín de hechas, para qué tipo de
caso sobre la moda y los cambios históricos del gusta. sino también por- ideas puede este servir de prueba.
que la escasez de los datos disponibles planteaba un verdadero d e d o En camino a sus principales conclusiones, que presentan los meca-
analítico. Tenernos, desde luego, abundancia de datos, en el sentido de nismos internos de las modas como la causa de los cambios en la dis-
listas piiblicamente accesibles (toma& de las acta de nacimiento) de tribución de los nombres de pila, Liebemn considera y atribuye una
los nombres dados a todos los niños nacidos en los Estadas Unidos en de importancia limitada a alguna causad externa el cambio en la idenüfi-
terminado año, y series temporales completas (segiin cuál sea e l estado) cación de las mujeres de 'señora de John Smith" a 'señora Jane Smithw.
de dichas listas, que en algunos casos se remontan a 1880. Algunos otros seguramente relacionado con los cambios generales en la posición social
rasgos incremenian el valor de los &tos de nombres de pila: por ejem- de ellas durante el siglo M;el aumento de los nombrea de pila aíri-
plo, los nombres suelen ser permanentes, sin cambiar cuando la moda canos, islámicos y Únicos entre los niños afroamericanos, concomitante
cambia (con excepción del ocasional cambio idiosiricrásico). , :'., con los cambios en las relaciones raciales a partir de la década de 19M),
Y además n t o es lo que hace tan interesante el cas*. nadie que rece y en especial el enorme crecimiento de nombres inventados y Únicos en
lecte esios datos tiene razón alguna para hacer o m cosa que registrar la ese grupo, y para terminar, el uso creciente por parte de políucos y hasta
información proporcionada por las personas que dan el nombre al bebé. dirigentes empresarios de apodos en reemplazo de los nombres con que
Ninguna ventaja del puesto ni posible beneficio en ninguna dimensidn nacieron (Bill Gates y Bill Clinton, por ejemplo;Liebenon, 2000:7581).
de la vida labra1 dependen del contenido de la información asentada ,-, Cambios como estos, al parecer "causados" por acontecimientos his
en el formulario. Al encargado de hacerla constar (la enfermen u otro tóricos externos, en realidad comienzan a menudo con anteriotidad a
Iw acontecimientos que supuestamente bs han causado. ia pmeba de
y este puede variar de una iteración del pmceso a otra. (He expuesto
esto se encuentra en los cómputos anuales de los nombres de pila dz
por extenso mi versión de esu idea en Becker. 2014. Utilicé un lenguaje
dos en todo el país, que respaldan de manera irrefutable el consejo de
dilerente, pero creo que la idea central es la misma, aunque Liebenon
Liekrson de ser precavidos y no aceptar esas explicaciones ad hoc sin
podría no estar de acuerdo.)
una cuidadosa waluacjón (preferentemente, en datos expresados como
Liebemn identifica muchos mecanismos internos, y si usted e s d inte-
series temporales) de la validez de la conexión causal aIegada. (Lieber-
resado en t d o s ellos debería leer el libro (debena leerlo aunque no esté
son, 2000: 82-83mrnciona once 'explicaciones" antagonicas de la enor-
interesada:a tal punto es fundamentd para el pensamiento sociológico).
me caída del uso del sombrero entre los hombres luego de la Segunda
Me c a n c e n t d en uno, para sugerir al lector el sabor de este tipo de ex-
Guerra Mundial y considera que ninguna de ella está "probada"y la plicación y cieria perce@ón de lo que el ingenio puede hacer con datos
mayoría es obviamente falsa). Por lo gened, Ias pruebas de los registros
un magos y simples como los contenidos en las actas de nacimiento.
de nacimientos muestran que "la influencia de I...] los sucesoe sociales
La moda es el principal niecanismo interno señalado por Lieberson Y
externos es nula tanto para la concentración de nombres (medida por
la phcipal dinámica del procesa de Ir moda, que produce los caracte-
el porcentaje de recién nacidos que-íienen 10s veinte nombres más cw
rísticos patrones observados de las cambios en los mmbres de pila, es el
munes dados a bebes de ambos sexos en un año) como para la continui-
efecto trinquete [ratckt rflect]. H a p comenzado como haya comenzado,
dad entre los nombres dados a los niños en un aiio determinado y esos
el procem mbaja ahora de esta manera. Algún segmento de la pobla-
mismos nombres dados cinco años antes" (2000: 84). En tanto que, por
ción 'quiere algo nuwo simplemente porque es nucuo o porque lo viejo
ejemplo, los bebes negros recibieron más nombres unicos (nombresque
se ha tomado aburrido o comUn y corrientew(Lieberson, 2000:92). Lo
aparecen una sola vez en los registros nacionales en un año determina-
nuevo, a su turno, se vuelve aburrido o común y corriente y la gente pr*
do) que los k b é s blancos, Ia mayoría de los nombres de los primeroa
cura reemplazarlo y.. . los cambios siguen produciéndose porque cada
muestran los mismos cambios de año a año que los de tos be& no nb
uno de ellos actúa de estímulo de otro. Y no hace falta que se produzca
gros. El mgo distintivo destaca sólo a una cantidad muy pequeña.
ningiio acontecimiento histórico e x v m o pan impulsar el cambio: este
De manera similar, los nombres de los varones cambian pronunciada-
mismo genera la necesidad de más cambios. Eso es la moda: *un rneca-
mente de año a año, pero los de las niñas 10 hacen en forma & masin
nisrno que proniueve más cambios sin m d i c a c i o n e s externas adiciona-
entre un año y el siguiente (según lo ilustra el cuadro 3.9 en 2000:89).
les" (2000: 93).
Ninguna de las típicas explicaciones históricas ad hoc echa luz alguna
Así es como trabaja. Cada año algunos elementos del área específica
sobre esta gran diferencia.
de ia m a l a que investigamos *envejecenm.La gente se cansa de verlo9 o
Lieberson recomienda, por estimarlas más estables y respaldadas por
de oír hablar de ellos y quiere ver algo nuevo. Algunas series temporales
muchas más pruebas tomadas de series temporales de registros de na-
-Lieberson trabaja con los estudios de Kroeber (1919) sobre los cambios
cimientos, las explicaciones basadas en lo que él llama mecanismos in-
a largo plazo en el tamaho de cintun de los vesiidos femeninos dejan
ternos, que producen el cambio por medio de procesos independientes
ver con claridad que los rasgos específicos se mueven en un sentido du-
de acontecimientos históricos específicos:'los mecanismos internos del
rante un período prolongado, luego toman el sentido contrario y vuel-
gusto son la piedra angular que subyace a virtualmente todos los cambim
ven al primero,repetidas veces. Como ya mencioné, Liebenon da a este
en estew(2000:91). movimiento el nombre de 'efecto trinquete* y lo explica con dos ideas:
Esos mecanismos internos son lo que otros (yo,por ejemplo) podrían 'hnuevos gustos se basan usualmente en lm gustos existentes; lo más
llamar "procesos": secuencias de sucesos, donde cada paso del proceso
atractivo es iina modesta variante de rstos Últimos. 1. ..1 [Demodo que]
toma varios insumos y genera con estos cierto tipo de producto. La nam-
los cambios entre iin año y el siguiente suelen ser modestos", aunque e n
raleza del producto depende de cuáles hayan sido los insumos, y en ese
el momento parecen dignos de sefidane. Pero luego las mudas anteri*
aspecto e1 proceso es neucral: trabaja con cualquier cosa que nosotros (o
res comienzan a parecer cada vez más anticuadas y, entonces, los cam-
la historia) le entreguemos. Corno resultado. no podemos predecir muy
bios continúan movi4ndose en el mismo sentido, a fin de distanciarse
bien las especificidades del producto: dependen de cual sea el insumo,
de lo que es actual. A la larga, el movimiento debe cambiar de senddu:
190 DATOS, PRUEBAS E IDEAS

no se puede estrechar-indefinidamente la cintura de las mujeres. Pero razones que tal vez hagan de ellos buenos datos para las ciencias sociales.
estas modificaciones se acompañan de un marcado cambio en alguna las otras razones incluyen (la enumeración no es exhaustiva) aportar a
otra característica (el largo de las faidas, por ejemplo), d e manera tal que lm superiores o el piiblico la prueba de que eshn *haciendo su trabajoH,
la modificación direccional no confunde a los clientes por su similitud afectar Ia opinión ptiblica y mantener buenas relaciones con otros traba-
con lo anterior, y las viejas modas pueden reintroducirse como nuwas jadores cuya colaboración necesitan para hacer que su trabajo transcurra
(Lieberson, 2000; 9398). El resto del capitulo utiliza las actas de nack con fluidez. Cualqiiiera de ellas puede afectar la utilidad de la informa-
miento como pruebas pan esta explicación con respecto a características ción disponible, y un investigador cuidadoso revisará ernrpulosamente
de los nombres. como los tipos de sonidos con que comienzan y terminan la prtinenciir de toda fuente de datos que quiera usar.
(por ejemplo. después de 1930 casi ningún nornhre de varón empieza Recuérdese al mismo tiempo que elementos de la situación en la cual
con H) y su lengua originaria (esto es, latín, griego, hebreo, etc.). , los datos cobran forma brindan la oportunidad de aprender cosas de in-
Liebemon encuentra pruebas especialmente convincentes de la rela- terés sociol6gico sustancial Las estadísticas policiales pueden presentar
ti= faita de importancia de las variables histórica externas en la inci- una información muy poco confiable acerca de los delitos que alegan
dencia de los nombres biblicos de varón (2000: 107-111). Si las creencisu enumerar, pero son una información muy buena sobre algunos aspecto3
religiosas hubiemn causado el aumenw de ese porcentaje producido en de la acrividad de la policía. Y esto conduce a otras clases de comparacie
los datos de los años 1918 a 1987 en I1)inois (fuente que el autor usa a nes de Ia recolección de información en otros i i p s de situaciones l a b o
menudo), debería haber una correlación con otras medidas de la reiii ..
d o y . El lcctar podrá probablemente imaginar a dónde lleva todo eso.
gicisidad, como la concurrencia a la iglesia. Pero el gr6f1code los dos
números no muestra esa relación. Lo mismo ocurre con los daba de
los nombres y la concurrencia a la igiesia para un periodo mucho mB
largo (18W1985) en Inglatem y Gales. Y los datos de la Encuesta k i a l
General muescran que la atribución de un nombre biblico a un bebé no
tiene asociación alguna con Ir asistencia a la iglesia o la intensidad $e loa
sentimientos religiosos de los padres. . ) .
, ' I

El libro identifica muchos otros mecanismos internos y sus resuItados,


que dejaré a los lectores buscar por su cuenta,por e1 disfrute y la utilidad
que pueden aportar. Lieberson nos da un modelo para utilizar dator
escasos como pruebas de importantes ideas psicológicas.Y los datos, aun-
que escasos, le son de utilidad, porque las personas que los recopilan no
tienen razón p a n hacer o m cosa que dejar asentados ba nombres tal
como los padres los manifiestan. .I

! , .. ,
Lns datos recolectados por funcionarios púbiicos están a nuestro alrede
dor y nos tientan a aprovechar su ubicuidad y su relativo bajo costo (m
bre todo para copiarlos y leerIos con fines de análisis). Pero las personas
que Iw recolectan lo hacen por sus propias razones,algunas de las cuales
-no todas- reflejan las razones oficiales que justifican su actividad, las
- 6. Trabajadores temporarios
y recolectores no científicos de datos

U N ACONTECIMIENTO INSTRUCTIVO

Con el ingreso de los Estados Unidos a la segunda década del


sigln XXI, los soci6logos comenzaron a preocuparse y a discutir sobre
lo que parecia iin creciente aislamiento social en el país, fenómeno que
Sob en kr bolem, el conocido libro de Robert Putnam (20001,había con-
vertido en un tema d e discusión riacional. McPhcrson, Smith-hvin y
Brashem (2006)utilizaron datos de la GSS [Encuesta Social General]
p r la Fun-
-un trahajo en un principio anual y luego bienal, financiada
dacibn Nacional de Ciencias y realizado por el NORC [Centro Nacional
de Investigacibn de Opinión], una conocida y sumamente respelada or-
ganización de invesrigaci6ri por e~icucstasdcl campus de la Universidad
de Chicago- para abordar esa cuestión. L o s investigadores informaron
de una reducción muy graode del número de personas con quienes los
entrevistados decían hablar de asuntos importantes. Esta es la pregunta
(el "generador de nombres")que prodigo esos sorprendentes datos, que
cito en su totalidad de la phgiiia 355 (creanme, la clección de las palabras
es importante):

De vez e n cuando la rnayoria de la gente habla de asuntos im-


portantes con otras personas. Si se remonta a los últimos seis
meses, <quienessu11las personas con las que habló de asuntos
importantes para usted? Dígame solamente sus nombres de pila
o sus iniciales. SI SE MENCIONAN MENOS DE CINCO NOM-
BRES,SONDEE: ¿Alguien más?
Piense por favor en las relaciones entre las perxinaa que acaba
de mencionar. Alguna de ellas tal vez scan completos extraños.
en el sentido de que no se reconocerían una a otra si se en-
conuaran en la calle. Otras pueden tener entre sí una relación
especialmente estrecha, tanto o más estrecha que la que tienen
con usted.
194 DATOS. PRUEBAS E IngAS

~Tieiienuna relación especialmente estrecha? SONDEE: {Tan no emparentados, pero la mayor disminución de los lazos con
estrecha entre si como Ia que tienen con usted, o mis? , persona no emparentadas hace que más redes de confidentes
se centren en los cónyuges y los padres, con una caída de los
La encuesta indagaba luego sobre 1x5 camcterísticas demo@cas de ; . contactos hechos a navés de asociaciones voluntarías y barrios.
los interlocutores mencionados por los entrevistados: si eran hombres o ,;:, , La mayoría de las personas tienen confidentes densamente in-

mujeres, la raza, la educación y la edad y algunos aspectos de la relación , terconectados similares a ellas. Algunas rnodicaciones reflejan
de los encuestados con ellos. A continuación el entrevistador hacía más la demografia cambiante de la población estadounidense. La
preguntas sobre la índole de la relación: ' heterogeneidad educacional de los lazos sociales ha decreci-
do, y ha aumentado la heterogeneidad racial. Los datos tal vez
Aquí tiene una lista de distintos modos de conexión de las per- sobrestimen la cantidad de aislados sociales, pero estas redes
sonas entre si. Algunas pueden estar conectadas con usted de - menguantes reflejan un cambio mial importante en los Es=
más de un modo. Por ejemplo, un hombre podría ser su h c ~ , : dos Unidos (McPherson. Smith-bvin y Brashean, 2006 353). m
b
mano, miembro de su iglesia y su abogado. Cuando le lea un ' , L'

nombre, digame por favor todos los modos de conexi6n de esa t . ; ,


Estos resultados generaron considerables debates y una explosión de in-
persona con usted. , , quietud en tomo de lo que los teléfonos celulares e internet estaban
¿Cómo está (NOMBRE) conectado con usted?.SONDEE:<De haciendo al tejido scicial estadounidense.Muchos escépticos trataron de
qué otros modos?(Las opciones se presentaban en una tarjeta: dar otras explicaciones a los alarmmtes resultados, que parecían dema-
Córiyuge, Padre, EIermano, Hijo, Otra relación familiar, Com- l...
siado sorprendentes para ser verdaderos. LISescépticos buscaron arte-
pañero de trabajo, Miembro de un grupo,Vecino, Amigo, Con- ' factos, desvías por los cuales los resultadw pudieran ser otra cosay no los
sejero, Otro.) I .
marcadores inevitables de un importante cambio histgrico. Por ejemplo,
¿reflejabi alguna peciiliaridad de ciertos entrevistados, que los llevaba
La GSS había hecho esta pregunta en 1985 y volvió a hacerb en 2004, a mencionar una cantidad tan pasmosamente baja de personas con quie-
y durante el intervalo las respuestas cambiaron drásucamenk. Vuelvo nes sentían que podían hablar?
a citar por extenso, esta vez de la sinopsis del articulo,que presenta de Lo cierto fue que los escépticos buscaban en el lugar equivocado.
manera bastante escueta los principales descubrimientos: ! ; Anthony Paik y Kennerh Sanchagrin (2013), dos investigadores aún
' O )
m& escépticos, hicieron un cuidadoso nuevo análisis de los datos de
<Han cambiado en las última5 dos décadas las redes centraies 1 . ;
las encuestas, en busca de características de los entrevistadores (y no de
de conversación de los estadounidenses? En 1985 la GSS com- los entrevistados) que pudieran explicar los descubrimientos anóma-
piló los primeros datos nacionalmrnw representativos de los los. Comprobaron que los sorprendentes resultados podían atribuirse a
confidentes con quienes los estadounidenses hablan de asuntos una pequefia can tidad de entrevistadores de la GSS, que en apariencia
importantes. En la GSS de 2004 las autores reprodujeron esa no querían tornarse el tiempo necesario pana hacer las preguntas supie-
preguntas para evaluar el cambio social en las estructuras de las mentarias requeridas cuando los encuestados mencionaban a mucha
redes centrales. Las redes de conversación son más pequeiias gente con la cual solían conversar de avuntos importantes. O quizá pen-
en 2004 que en 1985. La cantidad de personas que dicen no aban que repetir 12 misma pregunta acerca de un montbn de gente
conversar con nadie los asuntos importantes casi se ha tripli- sería tedioso y hasta molesto. Nadie sabe por qué lo hicieron, porque
cado. El tamaño medio de las redes se reduce alrededor de un nadie les preguntó. D e modo que Paik y Sanchagrin conjeturaron (por
tercio (un confidente), de 2,94 en 1985 a 2,08 en 2004. El en- la naturaleza del caso, no tenían datos en los cuales basar sus conjetu-
cuestado modal informa ahora no tener confidentes; el encues- ras) que esos entrevistadores con prisa interrumpían rápidamente a los
tado modal de 1985 tenia tres. En la^ dos décadas transcurri- cncuestados cuando estos empezaban a dar 'demasiados" nombres en
das se perdieron tanto los confidentes emparentados como los respuesta a la pregunta 'fil~o".Tal vez los encuestados estuvieran, de
verdad, socialmente aislados. Pero decirlo era una mera especulación, : Estas personas (y cosas; ya conoceremos a algunos colaboradores no
no la investigacibn seria que la Fundación Nacional de Ciencias había humanos)vienen en distintas formas y colores.
financiado. , I
q % , ,

Sea como fuere, en tanta que muchos entrevistadores no tuvieron in- <

convenientes en conseguir que SUS entrwistadm dieran el nombre de mw


chas personas con quienes podían hablar de sus problemas, el selecta gm RECOLECTOBE3 VOLUNTARIOS DE DATOS:
po de encuestadores en cuestión produjo pequeñas cantidadm -inusuaies PERsONM QUE LNFORMAN SOBRE $1 MISMAS
desde el punto de vista estadistic* de esos nombres. Sus encuestados, ,
!.
. I m

cuya única caractenstica común era la de haber sido entrevistadm por ese Por lo general, no llegamos a comprender o no le damos un peso sufi-
pequeño subgrupo del equipo encargado de las entrevistas, mencionaron ciente al hecho de que, en definitiva, gran parte de los datos (cualquiera
a muy pocas personas. y en muchos casos a ninguna Su cosecha mormd que sea la forma de investigación que consideremos) consisten en que ai-
mente baja (en términos estadiiticos) de personas a quienes hacer p~ guien (informante, sujero, entrevistado o una persona a la que se "obser-
guntas adicionales redujo sin duda el tiempo necesario para completar las va") cuenta a ouo lo que hizo o pensó en alguna otra oportunidad. Hay
en trevístas. Bastan les de esos entrevistadores adoptaron esta actitud con k pocas excepciones a esto. Cuando los investigadores están presentes en
frecuencia suficiente para generar los números consideradas impactantes el suceso de iiiterés de la investigación y ven por sí mismos las cosas que
por investigadores que no habían esperado un crecimiento tan irnpormn- quieren conocer. no necesitan confiar en la palabra de ningún otro para
te del aislamiento, t aicomo lo medían esas preguntas. ,. :' -, , nada, pero por nuestra parte debemos confiar en lo que dicen haber
En definitiva, entonces, el crecimiento del aislamiento social era un iriscoy oído. (Ese es el tema del próximo capitulo.)Y cuando el suceso en
artefacto, el resultado del hecho de que algunos entrevistadores, por La cuestión deja sus propias huella, como el acta de nacimiento conside-
razón que fuera, no hubieran preguntado todo lo que debían preguntar. rada en el capítulo 5, los datos sociales se asemejan a las huellas dejadas
Al pedir a los entrevistados que mencionaran a persona con quienes p por los hechos geológicos (aunqueeste ejemplo nos recuerda que dichas
dían hablar de cosas serias, quizá recordaran que cada persona nombra- huellas rara vez hablan por si mismas, caso en el cual volvemos a estar en
da les exigiría hacer o m ronda de preguntas para identificar quién era cierto modo a merced de un tercero).
esa persona en relación con el entrevistado. Repetir muchas veces esta Las personas que han aceptado participar en un estudio a menudo
tarea podía requerir mucho tiempo. Ninguno de los documentos a los actúan como entrevistadoras de si mismas. Nadie se les acerca con el
que tuve acceso aclaraba si se pagaba a los entrevistadores por entrevista, programa de la entrevista en mano para pedirles informacion. Esas per-
pero dadas las circunstancias es probable que fuera así. , ,.? ! , sonas se limitan a leer las preguntas del formulario y tildar o escribir
Algunas de las personas (y cosas, en otra historia que aparece más ade- las respuestas solicitadas. "¿Qué edad tiene?""¿Cuál fue su último nivel
lante) que recolectan loa dama utilizados como pruebas por los cienti escolar terminado?"'¿Es casado,soltero, viudo o divorciado?"Casi todos
ficos sociales no tienen un interés personal en su exactitud. Participan 1- instrumentos de encuesta piden información sobre estas W a b l e s
en esa actividad por sus propias razones, pero la exactitud de los datos contextuales"normales. y la persona que ha incluido esas preguntas en
que recolectan probablemente no se cuente entre ellas, dado que, por el formularioespera que las persona que deben completarlo conozcan
lo que podemos saber, no afecta nada que consideren importante. Esto las posibles respuesm y pongan la correcta. Entre otros favoritos simila-
representa un problema para quienes, como nosotros,necesitan datos res, se cuentan las preguntas sobre los indicadores de clase social (la ocu-
que convenzan a ouas personas cuando los proponen como pruebas de pación del padre suele funcionar como un índice de esta cuestión) y las
alguna idea, porque esos otros intereses desvían la atención y la energía referidas a las actitudes en relación con asuntos políticos del momento
de los entrevistadores de la exigencia de garantizar el ~ l o científico
r de (por ejemplo: '¿Está usted a favor de legalizar el consumo de marihua-
la información que suministran. la exactitud o la validez de la informa- na?") o hechos del futuro cercano ("¿A quién votaría en las próximas
ción que nos dan las respuestas de la entrevista no les importan tanto elecciones presidenciales?Escoja a uno de esta lista"). Algunas preguntas
como a nosotros. :1 sc refieren a cosas que los encuestados ya hayan hecho: '¿Cuántas veces
ha visitado un museo de arte durante el último año?",o ido a escuchar al lugar donde vive la familia y observar de primera mano esa cultura en
una Ó p e n o un concierto sinfónico, o tomado en préstamo un libro de accibn, tal como los niños la experimentan, que es lo que hizo Annette
la bibIioteca local (preguntas a menudo utilizadas para calibrar el apoyo Lareau (2003)en su estudio comparativo de las experiencias de creci-
a las artes en grupos srxiales diferenciados por la educación u otras me- miento de niños de clase media y clase obrera (véase el examen en el
didas relacionadas con la clase social). Según cuáles sean los intereses del capitulo 8). Este proceder, claro está, torna más dificultosa la obtención
investigador, casi todo puede ser el blanco de un í ~ e mde cuestionario, y de una muesua amplia con fines de análisis, y exige más tiempo y dinero
I a preguntasadoptan formas que cualquiera puede responder y la maye de 1- que tiene la mayor parte de los investigadores. Pero si querernos
ría de la gente responderá (aunque siempre hay una categona residual realmente conwer la respuesta y que nuestros datos funcionen como
para personas cuyas respuestas "no encajan"). , I o
pruebas creíbles de lo que decimos, tenemos que contemplar la posibili-
Incluso si quien hace las preguntas es un entrevistador de carne y hue dad de hacer cosas como esas. ¡NO hay más que ver hasta qué extremos
so, resulta sensato decir que las personas inquiridas se encargan de la llegó Sébastien Balibar para llevar su refrigerador muy cerca del cero
recolección de los datos para la investigación. ' & u á n ~veces ha ido a i absoluto de Kelvin (tal como se describe en el capítulo 5)1 La exactitud
cine en el ultimo año?*exige que los entrevistados repasen sus activida- requerida por la ciencia puede no ser barata.
des y. o bien cuenten todas las películas que han ido a ver o,d p r o Cuando Lois Dean (1958) quiso saber qué afiliados sindicales "fingían"
bable, arriesguen un numero más o menos correcto; en contraste, por (esto es, daban un número incorrecto) aI responder a la pregunta del
ejemplo, con un procedimiento que solicite al entrevistado conservar lw cuestionario sobre la cantidad de reuniones gremiales a las que habían
talones de las en mdas de todas las veces que fue al cine y las ponga a asistido el año previo, encontró un registro más exacto en las notas de
disposición del entrevistador, a fin de que este pueda contarlos y tener campo de un colega que habia estado en todas esas reuniones y podido
una respuesta más exacta... bueno, al menos una respuesta basada en ver, y regismr, quiénes participaban en ellas. Eso también es más costoso
pruebas materiales. , , . M. y exige un tipo diferente de estrategia de investigacihn y organización.
¿Las personas que responden a esas pregunta3 recopilan datos exactos Pero vean a los edafólogos franceses en el Brasil (capitulo S), que no
(acerca de su propio comportamiento)? Hemos presentado varios ejem- escatimaron esfuerzos para tener ncmeros precisos.
plos (en capítulos anteriores) de personas que proporcionaban datos
defectuosos: los afiliados sindicales estudiados por Lois Dean, que daban
una información errónea sobre su asistencia a las reuniones gremiales LAS DIFERENCIASDE CLASE EN EL CAPITAL CULTURAL, SEG~JNBOURDIEU
mensuales,y los niños que no podían proporcionar (o, al menos, no p r e David Halle (1993) da a conocer una ptueba más elabra& de la dife-
porcionaban) información suficiente acerca del trabajo de su padre para rencia enue pedir un dato a los enuevistados e ir uno mismo a buscar y
que Wallin y Waldo tuvieran una designación para categoña Iaboral que contar. Halle tenía sus dudas acerca de la validez de las ideas de
resultara utilizable para evaiuar la posición de clase social, , ,,:>,
Bourdieu sobre el capital cultural y, en especial, acerca de su afirmación
En esos dos casos yo podría imaginar con facilidad (cualquien p d n á ; de que habia diferencias sustanciales en los gustos artjsticos de distintas
a decir verdad) maneras de obtener datos más exactos que los produ- clases sociales: diferencias enue la apreciación del arte visual impresiw
cidos por la persona que efectivamente los suministró. Si los niílos que nista, "fácil de gustar" (Bourdieu escoge a Pierre-Auguste Renoir para
estudiamos no saben que hace su padre para ganarse la vida o no son ejemplificar esta categona), y las "más dificiles" pinturas abstract~sde
capaces de explicarlo de una nianera codificable -recuérdese la descrip Vasili Kandinaki. Bourdieu había afirmado que la'aptitud de simular, al
ci6n de las d5cuItades planieadas por ese problema (examinado en los menos, una sensación de disfnite frente a las pinturas de Kandinski daba
primeros párrafos de este libro)-, pdemos preguntarle al padre mismo a los miembros de las clases sociales altas un medio de demostrar e i m p e
y, si no confiarnos en él, averiguar dónde trabaja e ir a ver qué hace ner su superioridad m i a l y cultural ('capital cultural").
exactamente allí. Si queremos usar su trabajo como un iridice de su clase < Stanley Lieberson (1992) ya habia señalado (al citar en este caso a
social para inferir aIgo sobre la cultura en medio de la cual crecen los Bourdieu, 1984) la graves fallas en los datos de encuestas presentados
niiios, podemos salte.unos el: señalamiento de la claw y limitarnos a ir por el autor francés como respaldo empírico de esas ideas:
Bourdieu indica a lo largo de su exposici6n que esas diferen- chas otras encuestas realizadas en los Estados Unidos, sintetizados de
cias de clase existen. Compara los gustos uintcltctudes"o nvc esta manera por Hallc:
gnuche con los pistos riue dm'tt o burgueses en términos de pre- ,
., ,

ferencias por las obras de contemporáneos en o p i c i b n a la La alta cultura a mentido atrae a sólo una minoria [de las clases
prefprencia por pintores m& antiguos (Bourdieu. 1984: 292, y dominantes). Una encuesta realizada a comienzos de la década
también 267, 304 y 341). Para $1, las disposiciones en favor de I ' . de 1970 sobre el contacto con las artes en doce grandes ciuda-
Renoir y contra Kandinskj resumen Iris diferencias de clase en des estadounidenses no &lo rnosiró un escaso interés de los
materia de gustos (1984: 292). ;Cuales son sus pruebas? niagra- m
obterna en la alta cultura {dlo el 4% había ido a un concier-
mas incomprensibles (figuras 1 1, 12 y 13 y también 1984: 262 to sinfdnico en el último año;sólo el 2% a un tspectáculo de
y 266) muestran las preferencias por Renoir, pero en este den- , ballet, y apenas el 1 % a la ópera);reveló también que los geren-
so libro no se prexntan informaciones simples que efectúen ,
tes y profesionales encuestados sólo estaban un poco más int*
directamente una tabuIación cmzada de esos gustos con las p resados. Entre los primeros, dlo el 14% había ido a un concier-
blaciones de la orilla izquierda y Ia orilla derecha del Sena. El to sinfbnico durante el Último año; un 4% a ver ballet, y un 6%
cuadro A2 del apndice 3 muestra esos gustos, si bien no con T a la ópera. Enne los profesionales, sólo el 18% había asktido a
el detalle de las subcIases a las que Bourdieu se refiere. Sin em- m . , un concierio sinfónico; un 496 habia ido al ballet. y un 546 a la
bargo, teniendo presente esta limitación, las tabuIacionea di* . ópera (Halle, 1993: 8).
ponibles muestran que el 49% de la clase obrera eligió a Renoir
mnio una de sus tres pintores favoritos, en comparaci3n con Cuando Halle observó las piem artísticas de divena iridole expuestas
el 51% de la clase media y el 48%de laclase alta. Pasar6 por alto ,
en las casas visitada, enco1-1~6Ias mismas similitudes entre I;u líneas de
las cuestiones sobre los tests de significación, pero una diferen- m
clase, los mismas tipos de cuadros, con variaciones menores, en t d m
riia de u11 yurito prcentual entre la dase obrera y la clase alta : los lugares: casas de dos zorias de clase alta dc Manhattan y Long Is-
dificilmente sea una prueba sóiida en respaldo de la teoría. EL . land y zona de clwe obrera de Brookiyn y Long Island. For ejemplo
otro lado de la ecuación es asimismo poco convincente. En la (tomo estas cifras de Halle, 1993: 216 *uadro-), en la zona urbana de
clase obrera nadie escogió a Kandinski, r n i c t i u a ~que s í lo e x * clase alta erir-vnuó arte abstracto (algo que laa personas miiy educadai
gieron el 2% de la clase media y el 4%de la clase alta. For cada - ! supuestamente considerarían interesante) en apenas el 12,1%de las ca-
miembro de la clase alta francesa que lo eligió, hay doce cuya sas,y desde ahí los números bajaban. En cuanto a los paisajes, los había
elección ha sido Renoir. No hay, sencillamenic, pruebas que J en el 50,4% dc los hogares de clase alta, y es~ncialmenteen la misma
indiquen una brecha sustancial de clase en las preferencias por proporción de hogares de l a otras muestras. En este caso, SU detallada
estos dos pintores. ¡Los profesionales eran los más propensos ,
inspección verificó lo que los resultados de las encuestas de Bourdieu,
a elegir a Kandinski (el lo%), pero también loa más propen- si se loa hubiera revisado y tnmado en serio, ya revelaban. También dio
sos en cualquiera de las suklases a elegir a Renoir (el 61 %) 1 entidad a una mera enunciacián de preferencias, mostrando que esas
(Liekrson, 1992: 7). personas al menos actuaban basándose sobre las preferencias que otras
como ella habían manifestado a los enumistadores.
Halle fue mis allá y generó un nuevo corpus de datos mucho mk u,.

cercanos a la expresión concreta del gusto individual. Visitó a las per- 1:r
s o n a en sus casas y les pidi9 ver todas las piezas artísticas que tenían, U S SERiES TEMPORALES, S E G ~ NMEKCRLÉY OCTOBRE
recorrió con ellas una habitación tras otra y catalogo todo lo que ha- Pierrt Merckié y Sylvie Octobre (2015) nivieron acceso a datos recolec-
bía a la vista en paredeq repisas de chimeneas y estantes. Y lo que vio tados de una gran muestra de adolescentes franceses a quienes se les
reproducía en esencia los resultados de las encuestas que Bourdieu había preguntado (mediante un cuestionario) en cuatro oportunidades
presentaba en cuadros relegados a un apéndice, así como los de mu- (a partir de una edad promedio de 11 aiios) con do5 años de separacidn
PO2 DATOS, PRUEBAS E I D U S T

enue cada una y la siguiente (por 10 tanto, hasta los 17, en promedio) po, tal cual veremos en el capítulo 7) los problemas de método pue-
si, hasta el momento, habían ido alguna vez a varios tipos de actividades de den u t i i i i e para revelar y explorar nuevas e importantes cuestiones.
esparcimiento: museo, circo,concierto, acontecimiento deponivo, dis El titulo de su trabajo -uiLos encuestados mienten? Inconsistencias en
coteca, etc. (Zacantidad de encuestados osciló entre 4700 y 6700 en las la respuesta e ilusión biogd71ca en un estudio longitudind sobre las
diferentes olas.) Mercklé y Octobre advirtieron 'inconsistencias* en las actividades recreatiw de los adolescentes"- cuenta cómo lo hicieron.
respuestas, con lo cual se referían a que, al contestar las pregunta del 'Inconsistencias en la respuesta e ilusión biogr&ca en un estudio longi-
formulario inicial, los niños decían haber ido a tal o cual lugar o acon- tudinal sobre las actividades recreati- de los adolescentes"suena como
tecimiento, pero en una o más olas posteriores negaban haberlo hecho. el tipo de tópico capaz de animar muchas sesiones de congresos sobre
Con frecuencia las discrepancias eran considerables, del 70% o m& en los métodos.
algunos casos, y de vez en cuando bastante pequeñas (sorprendentemen-
te, en el caso de la asistencia a una discoteca, de menos del lo%,pero se
trataba de una rara excepción). Las inconsistencias afectaban con mu-
cha fuerza toda clase de relaciones entre wriables como el género o la
clase social y la concurrencia a los acontecimientos mencionados. De
modo que no cabía discutir la importancia de las diferencias o de su El caso puro, personas que Julius Roth (1966) llamo 'mbajadores
efecio sobre preguntas que los sociólogos querían respander. m
temporarios",ofrece la versi011más simple de la disparidad entre lo que
Los investigadores demostraron con faciIidad que los efectos de esa l a cientificos quieren y necesitan, en carácter de pruebas, y lo que quie-
discrepancias no respddaban la forma más habitual dejustificarlas: decir ren y necesitan las personas que hacen la recolección concreta de los da-
que tienen una distribución aleatoria. No L tenían.Consideraron enton- tos,y los resultados de esas diferencias para b ciencia. Los trabajadores
ces cinco mttodos para "simplificartos datos",ninguno de los cuales p m temprarios -10s encuestadores representan el ejemplo más importante
dujo resultados que pudieran iitilizarse para probar nada de importancia y fácil de entender, pero hay muchos otros tipos- a c e p m un empleo
en relación con los adolescentes. No entraré en 10s detalles de esas d e gracias al que obtienen una paga por abordar a exmños con un cueii-
mostraciones: quien quiera inspeccionar los cuadros poda encontrarIos tionario impreso, del cual leen preguntas formuladas por alguien en las
con facilidad en el articulo publicado. , , oficinas de la empresa y, muchas veces, proponen una lista de respuestas
Por iiltimo, tras desarmar a posibles quejosos, los autores propusie posibles (como las categorías de ingreso o edad) entre la que los encue*
ron usar esas 'inconsistencias" como prueba & las ~ w s t a que s ptdm tadoa deben elegir una. Ei entrevistador tilda un casillero del formulario
w m cunto &S& la tendencia de los jóvenes a crear relatos que respalden de enwwista y pasa a la siguiente pregunta; cuando ha obtenido todas
imágenes de sí mismos que ellos estiman atractivas. De este modo, las las respuestas, envia el formulario a las oficinas para su análisis. Una vez
inconsistencias pasan de ser puntos críticos del método,que es preciso ahi, otros trabajadores temporarios cargan las respuestas e n una compu-
superar o explicar como carentes d e importancia, a ser un tópica de in- tadora y asignan lo que el encuestado haya dicho o hecho a una de un
vestigación para el que ellas mismx constituyen una aceprable evidencia conjunto limitado de categorías. La acumulación de estas asignaciones
respaldatoria. Pero la demostración prwoca un desquicio en los funda- categoriales produce los resultados impresos en los cuadros que los cien-
mentos habituales de esos problemas convencionales de la investigacián tíficos ordenan luego como pruebas para acreditar cualquier punto que.
por encuestas. Y, conforme a1 principio de que todo lo que haya pasado a su juicio, estas demuestran.
una vez puede volver a pasar en circunstancia similares, plantea un gran En el convenio entre losjefes y los trabajadores temporarios,nada ga-
problema a 10s defensores del statu quo. .I rantiza que los segundos compartan el deseo de los c i e n ~ c v des exacti-
Mercklé y Octobre ilustran un patrón de investigación que sería bueno tud, claridad y los demás rasgos que, de estar presentes, hacen que esos
ver más a menudo. Enfrentados a una inconsistencia que amenazaba su datos sean plausibles como pruebas: el deseo. por ejemplo. de que los
andisis convencional, la trataron como una oportunidad de aprender entrevistados tengan suficiente3 oportunidadesde manifestar clararnen-
algo nuevo y, con esto, demostrar que (comolos investigadores de cam- te su respuesta a los entrevistadores;de que nada de lo que hagan estos
004 DATOS, PRUEBAS E I D M S L

iiltimos afecte las respuestas dadas por los encuestados, que no sefi , , menudo infructuoso: también los inspectorrs son trabajadores
otra cosa, entonces, que las 'correctas", las reveladoras de la verdad m tempomrios) e idear alguna forma de supervisión pata limitar
subyacente que los científicosquieren y necesitan, y, sobre todo, el deseo la^ formas más extremas de holgazanená y trabajo descuidado
de que los entrevistadores realmente entrevisten a personas reales en vez , (Roth, 1966: 192).
de inventarlo t d o . Por lo general (si es que hacen acaso alguna mención
a tales asuntos), las organiaciones de encuestas aluden a programas de Paik y Sanchagrin (20 13) derivaron algunas conclusiones inevitables de
capacitación que se ocupan de esas cuestiones y de vez en cuando in& SUS descubrimientos, no sobre el aislamiento social, sino sobre lag fuentes
can que han hecho algunas entrevistas 'de seguimiento" para verificar de potenciales errores en la investigación por encuestas en general. Así
que las entregadas a estas fueron efectivamente realizadas. describe el NORC sus procedimientos con respecto al personal:
Roth sostiene qiie a menudo (o al menos algunas veces) los entrevista- , ,r ,

dores omiten actuar de la forma requerida por esos diseños y planes de La GSS y el NORC asignan alta prioridad al control de calidad y
investigación. N o he visto ninguna declaración formal de las organizaci* , ' I I lo aplican de diversas maneras. Las entrevistadoresreciben una

nes de encuestas sobre e1 pago que hacen a los entrevistadores;supongo . capacitación ex ten si^ en túpicos que incluyen su papel y sus
que Ies pagan por entrevista. Si es así, el interés d e los conmatados es - 1 responsabilidades, la imponancia de la confidencididad y la se
terminarlas lo antes posible. También tienen que satisfacer algunoi otros guridad de los datos, los métodos de listado de hogares y selec-
intereses. Es plausible conjeturar, creo, que tratan de evitar todo lo que I : ción de participantes,los enfoques p a n obtener la cooper;iciÓn
pueda irritar o alejar a los entrevistadosy, por tanto. prefeiir;in no hacer de estos, hacer preguntas y registrar las respuesta y el sondeo
un montón de preguntas aburridas o referidas a asuntos potencialmente '
. neutral de respuestas. También se les imparte una capacitación
delicados. Si mi conjetura es acertada, cabe imaginar que de mnto en en función de proyectos específicos relacionados con la propia
tanlo los encuestadores se dediquen al tipo de "restricción de la produc- : . CSS. Lns supervisores monitorean cuidadosa y regularmente el
ción* que el sociólogo Dondd Roy (1952) describi6 en los operarios que uabajo de los entrevistadores. Una vez que estos entregan los
trabajaban en un taller donde se les pagaba por pieza. Así expone Roth ; datos, el NORC vuelve a ponerse en contacto con el 20% de
los descubrimientos de Roy: 10s encuestados para cerciorarse de que las entrevistas se han
. I realizado (Manden y Smith, 2012: 372).
m

El producto generado por el trabajador temporario no es suyo :


en ningún sentido. No lo ha diseñado, no toma ninguna de las ' i Las investigadores mediante encuestas, y en especial, tal vez, las perso-
decisiones sobre su p r d u c c i ó n ni sobre las condiciones en las ' r nas que representan a organizaciones cuya actividad principal es realizar
que se lo producirá, y tampoco respecto de lo que se hará con . grandes encuestas,suelen desestimar los fenómenos productoresde erre
él una vez producido. El trabajador esrá interesado en hacer , ' . res con el argumento de que se trata de casualidades, errores aleatorios
sólo lo suficiente para desentenderse. ¿Por qué habria de pree . * y hechos 'naturales" incontrolables de similar carácter; a modo de ejem-
cuparse por el funcionamiento del producto o el tiempo que se i plo, véase la respuesta del pemnal del NORC (Smith y Carter, 1989) al
tarda en hacerlo?Eso es asunto de la empresa. La empresa es su 1 informe deJean Peneff (1988) sobre su propio estudio de los entrevista-
adversario y el blanco justificado de cualquier artimaña con la : dores, realizado para una organización francesa de sondeos.
que logre salirse con la suya. El objetivo del trabajador es hacer . , 1 Como es evidente, las explicaciones del NORC sobre las medidas t e
que su trabajo sea tan fácil y agradable como lo permitan los I madas para preservar la calidad de sus datos no funcionaron en el caro
limitados recursos y ganar la mayor cantidad posible de dinero i de las preguntas de la encuesta sobre el aislamiento social, por lo que
sin plantear una amenaza a sus compañeros o su propio futuro. r Paik y Sanchagrin hacen una serie de recomendaciones generales que
La empresa, a su turno, se ve en la necesidad de establecer un los investigadores mediante encuestas quizás harían bien en adoptar: 1)
sistema de inspecciones pam intentar impedir que los peores Sea precavido con los items de la encuesta que utilizan preguntas fil-
de sus productos crucen la puerta de la fábrica ( u n esfuerzo a , I m
tros, como el generador de nombres,que en apariencia llevan a algunos
o 0 6 DATOS, PRUEBAS E IDEAS fI ... PO7
TRABAJADORES TLMWRARIOS Y RECOI.ECTORES N O CIENT~FICOS

entrevistadores a ahorrar esfuerzos. 2) Tenga cuidado al hacer grandes ' estadísticos emprendidos por demógrafm histbricm, que 610
, ,

itiferencias sobre h base de datos potencialmente defectuosos genem es posible verificar cuando estos drjan a sus colegas uuüzar sus
dos de esa manera. 3) Los estudios más recientes del NORC sugieren archiva informáticos. Otras se apoyan en pruebas que, habi-
que este centro ha empezado a encontrar la manera de sortear esos p m tualmente, lag notas al pie no han incluido, como los apuntes
blemas: no pierda las esperanzas, pero siga siendo cuidadoso. 4) Como de campo de antropólogos que registran acontecimientos efi-
muchas otras preguntas se memejan a las que resultaron problemáticas , . meros, desde rituales hasta entrevistas, y documentan costum-
en este estudio, busque el mismo tipo de problemas cada vez que se usen bres que cambian aun en el momento mismo de describirlas.En
esas preguntas. 5) 'Los meros Ibmados a impartir una capacitación adi- principio, no es posible verificar estas pruebas: como lo advirtió
cional a los entrevistadores que construyen redes personales tal vez ha- Heráclito, ningún anmpólogo puede vivir y trabajar dos veces
.
yan alcanzado su techo y [. .] puede ser necesario adoptar enfoques más en la misma aldea. No hay dos antropólogos que describan la
seriosn (Paik y Sanchagrin, 2013: 355). I misma transacción en términos idénticos ni que analicen y ccl
En su comentario general de los problema de la reproducción de difiquen la misma descripción de una transacción en categorías
descubrimientos hechos en investigaciones, el metodólogo Christopher idénticas. M& grave aún, incluso un solo conjunto de apuntes
Winship sugiere un enfoque más drástico. Cuando un periodista le seña- 1 : , de campo normales es demasiado voluminoso para publicarlo

l o "hluchos investigadores creen que la exigencia inflexible de privaci- . según los usos comentes (Grafton, 2997: 15)
dad total (para las personas que suministmn los datos] tiene un efecto
nocivo sobre la calidad del saber que surge de las ciencias sociales, en Roth, en referencia a trabajadores conuatados como las que generaron
parte porque el anonimato hace imposible comprobar la vemcidad del el pánico del *aislamientosocial", aconseja sin rodeos reconocer que, si
trabajo". Winship dijo: 'Hace realmente dificil la verificación; uno ni si- se trata a los entrevistadores como trabajadores ternporarios, sólo cabe
.
quiera sabe si la gente existe. [. .] la disciplina cree que está bien, pero esperar que actúen como tales:
es probable que esté completamente equivocada" (Neyfakh, 2015). +
Esto sugiere en forma implícita la necesidad de despojar a los datos de 1.1 h s estudiosos de la sociología del trabajo ya no consideran
las ciencias sociales del anonimato habitualmente prometido a los infor- I la 'restricción de la producción" y la desviación respecto a las
,

mantes, y presentarlos, en cambio, con el nombre de los entrevistada ., . instrucciones laborales como una cuestión m o d O una forma
'

adjunto, a fin de que los colegas escépticos puedan cerciorarse con más 1 de delincuencia social. Antes bien, son e¡ comportamiento que
'

facilidad de su validez. Sin duda, esto es ir demasiado lejos.Sobre la base se espera de los trabajadores en una organización dedicada a
de los datos presentados por Paik y Sanchagrin, tal vez sería mejor que se I la producción. E\único problema para un investigador de las
requiriera adjuntar los nombres y las direcciones de 10s entrevistadores a 1, phcticas laborales es descubrir en detalle cómo se ahorran es-
los datos que estos han recolectado, para poder identificar m& fácilmen- -,< fuerzos, se falsifican planillas de cantrol de h o m trabajadas, se
te a los entrevistados ficticios inventados por encuestadores tramposos. r 4 ,. definen cuotas de trabajo, se elude la supervisión y se ignoran
Pero el fin q u e se tiene en vista aquí -la idea de que podemos repetir I . las instrucciones en un ámbito laboral dado.
las mismas obsenaciones si tenemos los nombres reales y los datos iden- . . - No hay m ó n pam creer que en el negocio de la investigación
tificatorios de I a persona originalmente observad- tropieza con una J cientifica los trabajadores tcmporarios se comportarán de di-
dificultad aún más fundamental. expresada de manera reveladora par el ,: : ferente forma que en ouas áreas de la actividad productiva. Es
' 1

historiador Anthony Crafton. Él habla de las notas al pie, pero el proble- ,T mucho más razonable suponer que su comportamiento será
ma es m& general: ,.fi
, similar. Quieren ganar tanto dinero como les sea posible y tal
I ' . . ,1 vez agreguen hom a su cuenta o a su planilla de control de
Algunas de las nuevas formas de historia [léase 'ciencias socia- U;
g hora mbajadas si se les paga sobre esa base, pero este tipo de
les"] se apoyan en pruebas que no pueden tener cabida en las :' t . comportamiento es un problema menor con respecto a la pre-
notas al pie, como los análisis de granda cantidades de datos i U sente discusión. También quieren evitar situaciones difíciles,
208 DATOS, PRUEBAS E IDLAS

molestas, incórnodw y que llevan mucho tiempo, así como l a do civil de 10s adolescentes.Encontramos allí una cantidad sorprendente
actividades a las que no les encuentran un sentido. (Así, omi- de chicos viudos de 14 años y, también sorprendente, una reducción en
ten hacer algunas observaciones encargadas o aIgunw de las la cantidad de viudos entre mrones adolescentes de mayor edad". @mo
preguntas de la entrevista.) Al mismo tiempo, quieren dar una pcdia explicarse esa situación?
buena impresión a sus superiores, al menos lo suficientemente . Su búsqueda de pistas los llevó al diseno de la tajeta donde se había
buena para lograr la acepmci6n de su material y conseniar su perforado la información pertinente con vistas al tipo de dasificaciiin y
trabajo. (Así, modifican o inventan partes de los informes a fin tabulación mecánicas por entonces de amplio (abandonadas des-
de dar aljefe lo que este parece querer.) Como no quieren "pa de hace mucho en favor de métodos mis electrónicos). Y supusieron
recer estúpidos" por hacer demasiadas preguntas, son propen- que los cdicadores, ocasionalmente, se habían salteado por error y
sos a improvisar para intentar satisfacer los presuntos deseos sin intención una columna,de manera que un número que tendría que
del jefe,por ejemplo, suponer una categoná de edificación en haberse perforado en la columna 24 (relación con el jefe de familia) en
vez de decidirla por los canales pertinentes {Roth, 1966: 1921.' realidad se había perforado en la columna 25 (raza). Si era asi, una mar-
ca que indicaba Tefe de familia*se perforaría para indicar "blanco*,y si
Roth se niega a considerar la investigación a gran escala, tal como se la por error la columna 25 se perfomba en el número equivaiente de la 26
organiza en la actiialidad, como la Única manera de llevar a c a h esas ac- (sexo),'blancon se convertina en %ron" y así sucesivamente m i e n m
tividades, por lo ciral sugiere formas más cooperauvas de relación tntrt la confusián persistiera. Cuando los autores reclafiñcaron todos esos re-
el investigador en jefe y el recolector de datos, que me cuesta imaginar gistros defectuosos, los resultados, antes extraños, se tornaron absoluta-
implementadas en las grandes organizaciones de encuestas de nuestros mente normales y esperables.
días. (De paso, Roth es bien consciente de que similares divisiones desi- , <Ycon eso qué?, bien podría preguntarse el lector. Los propios Coale
guales de la responsabilidad y la recompensa existen también en formas y Swphan se lo preguntaron:
mucho más pequeñas y menos regimentadas de investigación. La d e
cripción, en el capitulo 7, de mis relaciones con Everett Hiighes en la Estos errores eran tan infrecuentes que su efecto sobre el nú-
investigarion que hice con él no establece en modo alguno una norma mero de tarjetas en los grupos de los cuales se exuajeron es
que deban seguir todas esas relaciones investigatiw m& penonaiizadas. completamente insignificante. Sin embargo, disló de sub en tres
Lejos de esto. Dicho capítulo describe otras formas cooperativas que la I c a o s m que h grupos dola& se incluym las taqefas e m k a eran
~
invesúgación adoptó en el pasado.) muy pequeños. Por ejempio, en el censa d e 1950 la distribución
Otra categoría de trabajadores temporarios, a quienes Roth también etaria de los indios estadounidensescontiene un exceso de más
presta cierta atención, es la de los ~Ddif~cadores: personas que llevan a del 15%entre los varones de 10 a 14 y 20 a 24 años, y la cantidad
cabo la tarea ingrata, tediosa y r e p e t i t i de
~ asignar respuestas esponti- de varones blancos de menos de 17 afios incluidos en todas las
neas a un conjunto de categoría ya constniidas o, a veces, transferir lo -, categorías de estado civil sdvo la de 'soltero" estaba más de-
que está en el papel a la misma categoria en un programa inforrnático terminada por las tarjeta perfondas en las columnas erróneas
(en los viejos tiempos, transferir la información perforando una tajeta). que por los matrimonios,divorcios y muertes reales del cónyu-
Todas y cada una de esas operaciones pueden redizarse con atención y ge (Coale y Stephan, 1962: 346;el destacado me pertenece).
destreza o de manera distraída y sin ningún verdadero interés en hacer
bien el trabajo. Un estudio clásico, 'The case of the Indians and the No olvidemos a los impresores, que son siempre intermediarios entre los
leen-age widows", ilustró ese problema (Coale y Stephan, 2962: 33P344, recolectores y codificadores de datos, por un lado, y los lectores y usua-
en especial). rios finales de un cuadro, por otro. En su clásico compendio de e r r e
Coale y Stephan cuentan una historia detectivesc.. "Nuestra primera res, S o h kr exractittld & Ins absai- d m h , O s k Morgenstern
pista [de que alga estaba mal] fue el descubrirnienLO, en el Censo de Po- (1963 119501) señala que 'en los materiales impresos las erratas son [.. .]
blación de los Eftados Unidos de 1950, de cifm llamativas sobre el esta- en principio imposibles de eliminar por completo".
X 10 DATOS, PRUPMS E 1DFAS

Un libro de unas quinienm páginas, con texto, cuadros y fór- - MSTRUMENTOS DE RECOLECU~N DE DATOS
mulas, puede contener fácilmente un total de entre un millón 1: .
y medio y dos millones de caracteres (incluidos los blancos). ' U
Lias naturalistas descriptos en el capítulo 3 utilizaban muchos instnirnen-
LIS leyes estadísticas de la naturaleza hacen virtualmente im- . ,
tos. otra cosa podían hacer? Sus "sujetos"no podían hablar ni de-
posible que una primera impresión no teiiga erratas. Tampoco i cirles qué sentían, qué habían hecho o qué les había hecho otra persona
puede estar libre de errores el manuscrito que le sirve de base. . :,. u otra cosa. L o s cientificos sociales no cuentan con el tipo de instru-
Se dice, con todo, que los cuadros astronómicos están libres ; mentos complejos capaces de automatizar la recolección de datos de sus
de erratas a partir de su cuarta o quin@ impresión revisada, m
sujetm, y tienen que apoyarse o bien en una interacción humana a escala
pero aun esto es incierto. Tendría que hacerse una compam .. ,
real, con todas las dificultades que esta entraña,o bien en instrumentos
ción, carente de todo error. con un documento maesmo tam- más simples que *midanwlos pensamientos, los deseos y las acciones de
bién libre de errores, pero no puede haber nada semejante. L o s ,
los sujetos de la investigación.
textos económicos de referencia [sin duda podríamos agregar . Para hablar de manera sólo levemente metafónca, esta clase de asis-
que también los textos sociológicos de ese mismo carácter] muy . tentes consiste en los formularios impresos (o planillas informaticas
ram vez tienen vanas ediciones corregidas. En vista de la rnon- . con los mismos items) que los investigadores entregan a las personas
uña de papel requerida, eso sería una imposibilidad evidente ,
para darles a conocer las preguntas para las que quieren una respuesta
(1963 C19501: 40). < , , 1 y (habitualmente) enumerar respuestas especificas entre las cuales los
sujetos deben elegir (esta restricción facilita la c d i c a c i 0 n de esas res-
hle parece justo pedir qiie todos tengamos presentes estas fuentes de puestas). Como todos 10.1 otros asistentes examinados hasta aquí, estos
error cuando hablamos de nuestros datos. reconozcamos los puntos contienen, a menudo sin que sus creadores lo pretendan, insinuaciones
débiles de estos cuaiido nos apresumnos a hacerlos servir de pruebas e influencias que afectan el modo en que los sujetos de la investigación
y obremos con la debida cautela a la hora de extraer conclusiones de comprenden y responden a items especificas. Psicólogos y metodólogos
ellos. No digo que n o pdamos usar datos que conteng-nn esos errores; han identificado una gran variedad de problemas relacionados con esos
sugiero. antes bien, que debemos evaluar nuestros resultados de manen instrumentos,influencias que estos rjercen sobre los sujetos que los com-
más realisia que mediante la mera aplicación de los tests estadisticoa de pletan para que respondan como probablemente no lo harían en otras
significación convencionalmente utilizados (véase la contundente critica circunstancias,si registraran sus propios datos a su propio modo. Asignar
de Ziliak y McCIoskep, 2008). Tal vez un 'tal vez" sea lo máximo que pm *motitriciones"a un cuestionario tal vez signifique forzar la idea de 're-
damos decir con cierta certeza cuando se trata de datos tan dependientes colector de datos". Lo que quiero decir es simplemente que esos instni-
de personas cuyo interés en hacer todo bien es, después de todo, verda- mentos pueden tener (y a menudo tienen de manera fehaciente) rasgos
deramente muy pequeiío, incorporados que empujan a los encuestadw a 1Ienarlosen un sentido u
La exactitud científica es rnk costosa, pero si queremos disfrutar de los otro (talcomo los motivos de otras clases de trabajadores encargados de
beneficios del método cieritifico, tenemos que pagar lo que vale (como la recolección de datos empujan a los encuestados a uno u otro tipo de
hacían regularmente los naturalistas cuyo trabajo describí en el capitw actividad que afecta los datos recopilados). l a s expertos en este campo
lo 3). Los colaboradorea no remunerados tienen que tener algo que los suelen denominar "artefactos" [artifmts], y no 'hechosm IJack], a las res
motive a hacer el trabajo necesario para obtener informaciones exactas. puestas obtenida por tales instrumentos.
De lo contrario, (por qué habrían de molestarse? Mucha gente ha escrito muchos arti'culos sobre los artefactos de cue*
tionarios; mi intención no es catalogar todas las posibilidades, sino sim-
plemente dar una idea del tipo de cosas que pueden interferir en cual-
quier medicibn con un cuestionario. (h trabajos preparados para un
congreso sobre Ia cuestión S c h m y Sudman, 1992- presentan un ex-
celente y detallado andisis de algunos de estos problemas.)
2 1P DATOS. PRUEBAS E IDEAS

h s 'estilos de respuestas" son un ejemplo de todos los rasgos impor- ! m! Lag personas pueden dividirse en dos claiies disuria: las débiles
tantes para el argumento aqui expuesto. En la entrada *Evaluación de la . y las fuertes (The F Scale, <www.anesi.com/fscale.h~n>).
personalidad",la Encyc+dia BBtannica en línea describe de esta forma I I .'
el fenómeno: .., ., Si bien reconocían que todos los enunciados dc la escala F expresaban
'., , l , sentimientos fuertemente autoritarios,Jackson, Messick y Solley creían
Se ha estudiado extensamente el modo en que los estilar & m- .. que aigunas personas que contestaban las preguntas tai vez respondie-
pmsta y las actitudes en la toma de tmts influyen sobre el com- a . ran más a la forma categórica y fuerte de aquellos quc al con tenido que
portamiento en el MMPI [Inventario Multifásico de Personali- , manifestaban, De modo que construyeron una escala F 'invertida", en la
dad de Minnesota] y otras evaluaciones de la personalidad. El .: que modificaron el sentido del contenido de los items a la vez que con-
estila & m@es.&a llamado aquiescencia, por ejemplo, se refiere a la . senaban en la medida de lo posible el estilo original, y los diseminaron
tendencia a responder "verdadero" o "sí" a ítems del cuestionario , . . ' entre los items del modelo inicial. Sus sujetos experimentales tildaron
con prescindencia del contenido de estos. Es concebible que dos i loa casilleros correspondientes del formulario para todos los items (tanto
personas puedan ser muy similares en todos los aspectos salvo en . :i las aserciones positivas de las posiciones 'fascistas" como las igualmente
su tendencia a la aquiescencia Fsta diferencia en el estilo de re* . , A positivas de aus contrapartidas no fascistas) y, tal como los investigadores
puesta puede conducir a resultados e n g a i i m e n t e diferentes ! + habían pronosticado, 'la correlación entre el acuerdo con los iterns de
en los tesb de personalidad. Una persona tal vez sea de las que la escala F original y los de la escala invertida fue de t 0,35 y no significa-
"dicen si a t d o " (alguien que nende a responder "verdadero" a ,
t i m e n t e negativa, como lo habrian exigido las respuestas congruentes
los iterns del test);oua puede ser de las que "dicen no", y una ter 1; con el contenido" Uackson, hfessick y Solley, 1957: 139). Esto es, algunas
cera quizá no tenga una tendencia pronunciada a la aquiescen- , , personas, en una muestra de 'estilo aquiescente de respuestau, respon-
cia en ninguno de los dos sentidos. En lenguaje más simple, las : dieron a la asertividad de lo* enunciados y dijeron si a los enunciados
pa1abi;ts usadas por el autor del cuestionario y su ordenamiento , , fascism y a BUS opuestos, los antifascistas, en vez de responder con mayor
afectarán las respuestas escogidm por quienes llenan el formula- !: . I sensibilidad y discriminación a las ideas afirmadas. O m exhibieron un
rio. 'Es~ilode respuestamse refiere a i a tendencias
~ de las persw : *estilo no aquiescentede respuesta* al discrepar de los enunciados de ex-
nm a responder a aspectos de la pregunta que no tienen que ver . <.; presión rotunda, cualquiera que fuese el con tenido ideológico de estos.
con su contenido real. Por ejemplo, una tendencia a coincidir , . i Y un tercer p p o dio respuestas que eran ideológicamente coherentes,
con cualquier enunciado expresado en forma rotunda, el Ila- . - a - al coincidir con los enunciados antifascistas y discrepar de aus contrarios
mado estilo 'aquiescente" de respuesta (o,en el caso contrario, ..., I o a la inversa.
una tendencia a discrepar), es una muestra del problema Tres . I Esto significa que, una vez agrupadas, laii respuestas a una pregunta
psicólogos (Jackson, Messick y Solley, 1957) estimaron que este . cualquiera en particular contenían una mezcla: algunm personas que
problema bien podría dekrse al uso de la escala F, una medida . I estaban realmente de acuerdo (o en desacuerdo) con el sentimiento ex-
de la actitud hoy casi olvidada pero por entonces muy popular, i presado por el enunciado y otras que no compartían ese sentimiento
ideada por Theodor W. Adorno para medir una personalidad . , pero estaban de acuerdo o en desacuerdo por el mero hecho de que la
de tipo "fascistaw,taí como se expresaba en la coincidencia o la ..,P expresión del enunciado era rotunda. Cuando uno obsemba los resui-
discrepancia con enunciados rotundamente expresados que se ; tados de la encuesta, no tenia manera de distinguir entre las dos fuerzas
consideraran 'fascistas" (de ahí el nombre de 'escala F).Lm .' en acción y, por ende, no podía utilizar las respuestas a la escala F para
siguientesson algunos de las ítems "fascisias"de la escala: j establecer que nadie exhibía un mgo "autoritario": algunos de los en-
La obediencia y el respeto por la autoridad son las virtudes más i : cuestados creían realmente en el =unto y otros se limitaban a coincidir
importantes que los niños deben aprender. ,,. (o no) con alguien que hablaba en forma rotunda.
Los homosexuales no son mejores que los delincuentes y debe 4 Este artefacto podía tornane en cuenta presentando ef mismo conte
ría castigárselos con severidad. nido en dos formasdiferentes como hicieron los experimentadores -un
enunciado orignal fuerte de una posición sobre alguna cuestión y un mitieran hacer un examen en busca de estilos aquiescentes de respuesta.
segundo enunciado (en otra lugar del instnimento) que mostrara con Me dijo que no: su organización no hacia eso. Le pregunté entonces si
la misma fuena la posición opuesta-, e incorporando arnima al mismo tomaba precauciones conm los efectos de orden mediante la creación
cuestionario, 10 bastante lejos uno de otro para que la persona encarga- de dos veniones diferentes del cuestionario e n las cuales las actitudes se
da de llenar el formulario no advirtiera la tramposa maniobra. Como presentaran en al menos dos ordenes distintos. No, tampoco hacía eso.
dicen los autores: 'Cuando cada extremo de una escala autoritaria se Le hice preguntas similares sobre otro! conocidos artefactos que exigen
define por iterns enunciados de manera tanto p i t i v a como negativa, al investigadorconstruir y aplicar dos versiones diferentes del insuumen-
aparecen de todos modos relaciones importantes y en ese caso es posible to, y me contest6, a todas ellas, que no, "no hacemos eson. Finalmente,
separar la creencia del estilo de respuesta" ( 1957: 137). a ,, me dijo algo asi: '~Afiojeun poco! Como usted sabe, cada uno de esos
Asunto terminado, pero no sin crear otro problema: cada ítem adici* arreglos exige dos versiones diferentes del formulario.Y cada uno nuevo
nal aumenta en forma visible la cantidad de items del instrumento, lo que aparece duplica la cantidad de versiones diferentes del formulario
cual, a su turno, incrementa la dificultad de conseguir que la gente lo que se necesita. Entonces, si usted debe precaverse de ues problemas
complete con seriedad (los cuestionarios largos son siempre problemá- como ese, tiene 2 x 2 x 2: en otras palabras, ocho formularios diferentes.
ticos). De modo que los invesugadores no pueden resolver así todos los Y si tiene cuatro cosas así, necesitará dieciséis*. Luego agregó: Y no lo
problemas de este tipo. ,I olvide, estamos en Canadá, de modo que todo Uene que estar en inglés
Para mencionar otro ejemplo muy estudiado, los "efectos de orden" y fmcés, lo cual significa treinta y dos versiones diferentes. sea razona-
se refieren a las diferencias en las respuestas a items concebidoi para ble!". Bueno, desde luego, como soy una persona muy razonable, sólo le
descubrir una gradiente en las actitudes con respecto a algo, de manera pedí que, a cambio, El lo fuera igualmente respecto de todas las críticas
que un conjunto de items que supuestamente miden diferentes grados que había hecho al tipo de trabajo de campo al que yo me dedicaba.
del sentimiento o la creencia que se M a medir puedan producir un re Aun cuando pudieran implementam todos esos arreglos, persistinan
suitado análogo al de un termómetro que registra diferentes p d o s de algunos efectos del artefacto que proceden de cambios históricos en el
calor. y nos sea posible así ubicar a los encuestados en una escala de ese significado de palabras y conceptos. Schuman (1982) demuestm que
tipo del tema qiie estemos investigando (las actitudes en relación con la ítems específicos cambian en su manera de crear estos tipos de efectos
raza, por ejemplo). Pero los creadores de cuestionarios descubrieron un porque, diez o veinte años después, por ejemplo, ya no significan lo que
artefacto serio: si los enunciados más fuertes de la actitud aparecían en significaban en un período anterior, y nada de lo que hagamos p d r á
e1 instrumento antes que los más débiles, en ese termómetro actitudinal prever o superar esos problemas. (Esta es una versión generalizada de
se obienia una lectura diferente de la hecha si el orden se invertía o se las dificultades enfrentadas por la Oficina del Censo a d z de cambios
presentaba aleatorio. Este problema no puede resolverse con tanta facili- histórica3 en el significado social de las designaciones émicas y las condi-
dad como el del esulo de respuesta, porque las preguntas no se pueden ciones de vida de los hogares.)
poner en dos órdenes diferentes en el mismo instrumento. Fs preciso, Estos problemas, me parece, exigen medidas más drásticas de las que
al contrario,crear dos versiones diferentes del instrumento y dar una de pueden solventar los recursos de la encuesta típica. Sobre todo cuando
ellas a una mitad de los encuestadw seleccionada al azar y otra a la mitad recordamos que, como mostmon Paik y Sanchagrin, tanto entrevistad*
restante. ,' I res como entrevistados reaccionan ante los tipos de preguntas hechas, y
En este camino no tardan en surgir grandes problemas logisticos, que esos das tipos de reacciones también se afectan probablemente entre sí.
tienen su mejor expresiiin en una conversación que mantuve años atr;ís En cierto modo, los investigadores por encuestas tienen que tomar en
con el director de un centro canadiense de investigación por encuestas. cuenta todm esos inconvenientes sin dejar de administrar, de manera
Esta persona me decía, en tono burlón, que la investigación de campo empresaria. una p n organización donde hay que pagar salarios. Estos
no era muy científica. De modo que, con ánimo de tener un amistoso problemas hacen que parezcan poca cosa las dificultades de Mibar para
intercambio de ideas, le pregunté por mi parte si, cuando constniía un impedir que fuentes aleatorias de radiación afectaran la capacidad de su
cuestionario para un estudio, incluía preguntas actitudinaies que le p e r refrigerador de llegar a O " klvin.
P 16 DATOS, PRUEBAS E IDEAS TRABAJA DORES TEMPORARIOS Y RECOLECTORES N O CIENTÍFICOS ... 8 17

OBJETOS F~!~ICOS
Y ARCHIVOS COMO TESTIGOS -7 Al leer el libro me pareció que en ocasiones los autores daban libre
'. ' curso al impulso de ser listos, pero esto revelaba algunos hechos curi*
En un libro que lamentablemente no ha encontrado el lugar de impor- sos e interesantes. Uno de los autores, Lee Sechrest, estableció que a la
tancia que merecía en la 1iter;itur;i sobre la manera de investigar, Webb noche las mujeres cerraban más con Have sus autos que los hombres.
y o m (1966) recomendaban 'medidas discretas" de los fendrnenm s e ~ G m loo averiguó?Recorrió los estacionamientosde los dormitorios de
ciaies, las cosas y las personas que registran datos. sin que ninguno de los hombres y mujeres de la Universidad Northwestern, donde era docente,
participantes tenga en estos un interés personal capaz de pejudiar los y mató de abrir las puertas de todos los automóviles estacionados. Mucho
intentos de un investigador ulterior de usar el material como prueba de más eficiente y probablemente más exacto que un ítem de cuestionario
alguna idea. Esos objetos vienen en dos versiones muy diferentes: objetos que estableciera un "índice fiel"de cerrado, si eso es lo que uno quiere
fisicos cuyo estado observable da testimonio de algo de interés y archivos saber. .
de dwumentos que regismn regularmente cierta clase de acontecirniek f Este ejemplo indica con claridad la característica que toma tan va-
tos con algún fin no científico. liosas I ~ medidas
A discretas: se trata de 'material generado sin que el
prductor tenga conocimiento de su uso por parte de los investigadores" ,

< ' (1966: 50). Y, por lo tanto, está exento de la influencia de cua1quier;i
OBJETOS F~SICOS .., ..,, que sepa cómo lo utilizarán los investigadores para afectar el destino de
?!&eremos saber qué objetos de un museo despiertan el niayor interés la persons cuyas acciones registra. Para los cientificos sociales que se
de los visitantes? Webb y sus colega3 creían qiie este siiceso apuntaba a preocupan por las manipulaciones efectuadas por la policía en los re-
una fuente de datos de amplio acceso: . -L gistros en beneficio de sus propios fines particulares, esta es una ventaja
. ' I
importante.
Se constituyó una comisión para organizar una exposición psi- Webb y su equipo encontraron aplicaciones más serias de los m é t e
col6gica en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago. La ' dos de acumulación, que dividieron aproximadamente entre medidas
comisión se enteró de que las baldosas vinilicas de la exposicion -
de m s w n -como el desgaste de las baldosas del piso del musew y me-
'
donde había pollitos incubando tenían que cambiarse más o didas de acumula&n, por ejemplo, la que sopesa lo que aparece en los
menos cada seis semanas;las baldosas de ouos lugares del mu- ; 1- m
'
cestos de basura o vertederos donde la gente deja sus desechos. Vale la
seo duraban años sin necesidad de cambio alguno. Un estudio ; A pena recordar que los arqueólogos obtienen muc hisimos conocimien-
comparativo del ritmo de cambio de 1- baldosas en las distinm . , tos sobre las sociedades preliterarias (que no dejan registros escritos)
exposiciones del museo podía dar un ordenamiento aproxima- , . I gracias a los contenidos de los montones de basura, una fuente confia-
do de la populatidad de estas (Webb y otros, 1966: 3637). (Los I , ble de información sobre los logros técnicos del grupo (Rathje, 1992.
autores advierten que "el conocimiento de la velocidad de er* presenta una buena descripción del uso que los anuopólogos dan a
sión proviene de una vedcación en los registros del departa- : esos materiales para estudiar pequeñas sociedades tradicionales desa-
mento de mantenimiento del museo".) '1 I'
parecidas mucho tiempo atrás, pero también lavida social conlemporá-
, .1 nea). Los autores prestan más atención de lo aconsejable al intento de
Webb y sus colabondores ( 1966: 37-38) sugieren otras fuentes fisicas p m manipular esas medidas a fin de simular los experimentos controlados
bables a las que los científicos sociales podrían recurrir sin demasiados que ellos consideran, sin duda, como el mejor modo de actuar. pero
inconvenienws ni gastos: 'El desgaste de los libros de las bibliotecas, sobre que los científicos sociales no pueden utilizar porque no están en con-
todo en las esquinas donde se dan vuelta las páginas, es un ejemplo de un diciones de controlar las situaciones que estudian tal como ese método
posible abardaje".Y señalan que, si bien los registros de circulación de las lo requiere.
bibliotecas contienen inforniación acerca de ta popularidad de determina-
dos libros, ti610 el método antes mencionado permitiría a un investigador
distinguir entre el hecho de I l m un volumen a la casa y su l e c m real, -
ARCHIVOS: LIEBERSON, UNA VEZ MS . : 1 1,'. que los hizo? ¿De veras? ¿Cómo lo sabemos? Si el número escrito por
U'ebb y sus colegas definen los archivos como "datos periódicamen- alguien proporciona la iinica prueba del nivel de sofisticación musical,
te producidos para fines no eruditos, pero que los cientificos d a l e s estamos en un terreno poco firme. L o s investigadores de campo tie-
pueden explotar. Se trata de los registros continuados y corrientes de nen una mejor oportunidad de enterarse de esos asuntos por el mero
una sociedad y la fuente potencial de datos científicos de variado ca- hecho de rondar por el lugar -así fue como Blanche Geer y y o conoci-
rácter, particularmente Utiles para los estudios longitudinaies" (Webb y mos las concepciones compartidas por los estudiantes de medicina que
otros, 1966: 53). ., hacían entendible parte de su comportamiento, como veremos en el
El análisis realizado por Stanley Lieberson de los nombres de pila, capítulo 7-, pero aun las personas que toman esas medidas adicionales
examinado en el capítulo 5, muestra lo que podemos hacer con da. pueden también ver en sus datos un sentido que no está en estos, como
tos tan escasos como los que figuran en las actas de nacimiento, más sugiere Duneier (2011).
escasos que los presentes en muchos archivos. Podemos identificar pa- Lieberson nunca comete ese error. Se apoya en lo que sabe, los núme-
trones a gran escala, trazar sus variaciones y ver los movimientos del ros contenidos en un registro verificado y, en principio, verificable, y no
cambio a través de loa estratos y sectores de una sociedad. El logro no especula sobre los motivos o pensamientos de las personas sin advertir-
es menor. Lieberson sumó iina sustancial herramienta de investigación nos que lo que hace esjustamente eso: una especulación. Como veremos
a lo que ya sabemos hacer. Y, lo mejor de todo, no podemos culpar a en el próximo capitulo, los investigadores pueden obtener información
SUS datos de los tipos de artefactos tan predominantes en casi todas l a m& detallada y aun así verificable sobre ese tipo de cosas, pero Lieber-
otras fuentes archivisticas. : ,, ,.- !
I
wn no usa esos métodos, sin que le importe, sin embargo, que otros se
Sin embargo, si trabajamos como hizo Lieberson. n o podemos pre- lo9 permitan.
guntar a la gente qué pensaba en el momento de tomar las- decisionej . Y hace todo esto con requerimientos económicos mínimos, principal-
que tomó. No nos enteramos de cómo circulan los nombres a través de mente para cubrir los costos computacionales y pagar a asistentes de in-
una comunidad. No tratamos de averiguar qué tipo de discusiones hubo wstigación que bien pueden hacer tesis con los resultados de los estudios
entre qué personas en medio del proceso de elección de un nombre, especificas que se realizan bajo su tutela. Ninguna necesidad ajena a la
ni muchas otras cosas que seria importante t interesante saber, pero investigación misma afecta lo que hacen sus colegas y él.
que el procedimiento minimalisia de Liebenon deja por completo tn Por ende, Liebenan se aproxima al tipo de situación que encararé en
la sombra. ' , 'il
'
el capitula 7: el "investigadoren jefe" y sus asociados se encargan de la
Su material le permite hablar de cuestiones relacionadas ton los ci- recolección de datos.
clos de la moda, el papel de la etnicidad en la modas de los nombres
y una gran variedad de otros temas de considerable interés, Al mismo
tiempo, Lieberson evita una trampa en la que caen demasiados inver ARCHIVOS: REGISTROS DE MEDICAMENTOS DE VENTA BAJO RECETA
tigadores, sobre todo -pero de ningiin modo sólo- los que recurren Coleman, Katz y Menzel(1966) demosmron que de vez en cuando uno
a trabajadores temporarios. Su procedimiento lo lleva a ser muy ri- puede llegar al menos a alpinos de los detalles procesales de aquello
guroso: no habla de lo que no sabe. Cuando todo el acervo de cono- a lo que Liebenon, al depender de las actas de nacimiento, no lenía
cimientos acerca de nuestro tema proviene de terceros que hacen el acceso. Estos autores querían saber cómo adoptaban los médicos una
trabajo cara a cara que supone la recolección de nuestro material de innovación en su campo, un medicamento recién presentado que p d i a
investigación (encuestadores, pero también los cuestionariosimpresm recetarse para algunas dolencias comunes. Encontraron una fuente ar-
que los reemplazan), no sabemos muchas- cosas que querríamos saber chivistica perfecta: los registros de las farmacias en varias comunidades
para evaluar el material recolectado como pnieba de muchos de los t& vecinas, lo bastante cercanas entre sí para que los médicos se comunica-
picos sobre los que nos gustaría que nuestros datos testimoniaran. ¿Los ran unos con otros, mnsrnitieran noiicias e informaciones de uno a ouo
números que figuran al lado de una pregunta sobre la concurrencia lado y constituyeran en general lo que imaginamos cuando prnsamos en
a la ópera nos dicen lo "culturalmente sofisticada" que es la persona una "comunidad profesional".
248 DAmS. PRUEBAS E IDEAS LOS INVESTIGAWRLS EN JEFE Y SUS ASISTENTES 249

recreos, ir y volver de la clase o cornerjuntos) y dividió sus observaciones discrepaban o lo creían tonto) podían llegar a discutirlo, desestimarlo o, si
entre las hechas antes y después del examen. Al distinguir Ias interaccie ,no,a c w como si fuera una interpretación razonable de lo que esniviese
nes estudiantiles en intergnipaies e intragnipales, pudo demostrar un en discusión o algo que era aceptable hacer en las circunsmnciasdadas. y
crecimiento sustancial del contacto interppal trtas el fatídico examen. b) el hecho de que el elemento en cuestión se hubiera producido o dicho
La modificación de Tos nUmeros proporcionó una prueba convincente sin que nocotros lo preparáramm o lo sugiriéramos. Estos requisitos iden-
de que en ese úitimo momento los varios grupos separados se habían tificahan elementos que podían tomarse razonablemente como 'prueba"
convertido, a efectos de su relación con el cuerpo docente, en uno solo, de que un cuadro que los contara representaba en efecto la índole com-
sin divisiones. partida de la perspectiw a la que la atribuíamos. Codicarnos d o s los
Aquí esta la relevancia de esta prueba para nuestro más amplio tema elementos prestntes en las nota de canipo (toda expmión de actitudes
de la cultura estudiantil. Ya bieii avanzados en el trabajo y tras desarrollar :en el habla o la acción) que juzgamos pertinentes para la perspecti~ que
esas ideas, comenzamos a presentar nuestras ideas preiiminares en reu- investigábamos de esa manera, haciendo explícito y contable su valor p m
niones de investigadores que examinaban el comportarniento estudianti1 batorio. Contamos como 'ofrecidaswlas declaraciones verbales explícitas
en universidades y escuelas profesionales. En esa época, mucha gente ha- cuando no habíamos sugerído la idea o las palabras al estudiante que lag
cía este tipo de investigación; se trataba en su mayor parte de psicólogos hacía, o como *dirigidaswsi le habíamos sugerido su expresión y pregun-
apegados a formas más sistemáticamente planificadas de investigación tado si ataba de acuerdo o en desacuerdo. Como, con la excepci6n de
cuantitativa. Nos escucharon con interés y, como, después de todo, se cuatro, la totalidad de loa 181 elementos consistía en declaraciones *ofre-
habían codeado con el tipo de cosas en que nos concentrábamos, advir- cidas",calculamos los porcentajes en relación con ese n h e r o de observa-
tieron que lo que hacíamos era "importantemy tuvieron casi la seguridad ciones e ignoramos los cuatro elementos 'dirig¡dr>sw.Ningún investigador
de que nuestras descripciones eran correctas. Pero, como nos dijo un de campo se mrprendería al saber que la rnayoria de l a elementos res
investigador muy veterano, no les dábamos el tipo de datos numencos paldó nuestra Uiterpretaciony que una gran cantidad de estw se produjo
que eilos esperaban ver como prueba. ¿No podíamos darles una mano? en ámbitas gmpales. Por eso los investigadores como nosotros hablan de
En el libro respondimos de la siguiente manera a las preguntas que nos estos como indicadores de "culturau.El cuadro 2 es una muestra del tipo
habían planteado nuestros colegas psicologos. Creamos una suerte de de cuadro que sirvió de respaldo a n u e s m exámenes de esas penpectim.
léxico del lenguaje y las acciones que, argumentábamos, expresaban lo
que IlmPbamos las perspectimsde la 'responsabilidad" y Ia "experiencia". Cuadro 4. Pruebas de la existencia de la perspectiw de la
Luego hicimos resúmenes de los varios millares de paginas de notas de experiencia clínica
campo que habíamos acumulado y clasXcarnos cada incidente, ante t d o ,
como relaante para tma u otra perspectiva en cuanto prueba a favor o
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en contra de su existencia. No teníamos heamientos estandarizadospam , E,$ ,,,


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escuchado decir y visto hacer conio la prueba de la 'culturan que nuestm Fucote: k k c r y o- (1961: 252).
colegas pedían, nos pareció que dos elementos más de prueba demostra-
rían a criticos potenciales la validez de nuestras ideas: a) el hecho de que Cuadros más detallados mostraron que los sucesos que presentábamos
el elemento en cuestión se hubiera producido en presencia no sólo de como pruebas se habían producido en todos los departanientos del
uno de los investigadores, sino tambitn de otros estudiantes, quienes (si programa de f o m c i ó n del hospital (por ejemplo, en pediatría, cim-
P50 DATOS, PRUEBAS E I D W S

gia, etc.) y todos los ámbitos de experiencia estudiantil (por ejemplo, las 8. Inexactitudes en la investigación
clases, la participación en procedimientos de diagnóstico o tratamiento,
etc.). Esos datos desechaban las posibles objeciones en el sentido de que
cualitativa
lo que veíamos era característico de algiin aspecto de la experiencia ee
tudiantil pero no estaba presente en todos. Cuando expusimos nuestros
cuadros en el siguiente congreso sobre los estudimites en la educación
superior,nuestros colegas d$eron que sí: llegado ese momento en que
podían ver nuestras pruebas, quedaban satisfechos. N o era para menos,
dado que los elementos contados en esos cuadros no dependían del re
cuerdo de nadie acerca de lo que la persona había hecho: sólo de la r UN ENFOQUE BUFFONXANO
exactitud de las ohe rvaciones de Geer y su registro de el las. >M .
Lamentablemente, nuesm innondoraa presentaciones de los datos SG Los investigadores de campo ( t é n p e presente: esa expresión
bre la cultura en forma de tablas no produjeron m b i o alguno en ia rna- genérica abarca una diversidad de técnicas, desde las largas entrevistas
nera de presentación de datos similares por parte de otros investigadores. poco estructumch hasta la obsewación i n t e n s i ~de situaciones de la
Tdos aquellos que se dedicaban al crabajo de campo decían algo por el %da real") encaran la investigacion de un modo diferente que el inves-
estilo de "si, está bien, eso es lo que hacemos y por eso Ios lectores deberían tigador cuantitativo típico. Casi siempre apelan a la lógica buffoniana
aceptar (y habitualmente aceptan) nuestros anáiisism.Pero otros investiga descripta por Desrosieres (y examinada en el capítulo l),que les permite
dores de campo no extremaron los esfuerzos como nosotros ni contaron sacar provecho de la variedad de fenómenos inesperados que sus investi-
los elementos de prueba para presentarlos en forma de tablas, y n u e s m gaciones sacan a la luz. En vez de planificar con cuidado y de antemano
invenciones, lamento decirlo, murieron de muerte n a t d . Utilizamos m& técnicas de recolecciún de datos y luego seguirlas estrictamente, e l a b
d o s similares en un libro posterior (Becker, Ceer y Hughes, 1968), pero ran ideas, teorías, hipótesis y conjeturas sobre la marcha, utilizando 10
nadie más volvió a intentarlo.jean-Michel Chapoulie me dijo una vez que, que aprenden en el camino acerca de las actividades y de las personas
sin embargo, le alegraba que lo hubiéramos hecho, porque de allí en más que estudian. En definitiva, el esquema conceptual subyacente a la inves-
nadie tendria que volver a hacerlo! M e temo que tenía raz6n. tigación se presenta como un impomnte producto de esta, no como su
Habíamos producido una versión numérica de lo que hace creíbles fundameiito y punto inicial. Los dos métodos -el cuantitativo conm el
los estudios de trabajos de campo. Habíamos presentado un corpus con- cualitativo, el trabajo de campo conua la encuesta- están en el centro de
creto y (en principio) verificable de datos sobre una forma de acción la perpetua disputa metodológica que infesta la investigación sociológi-
colectiva, personas que actuaban juntas sobre la base de concepciones ca. Utilizaré sin rigidez la expresión genérica "trabajo de campo", para
compartidas, y todo eso en forma de tablas y guarismos conocida por bs referirme a cualquier método que no esté planificado de antemano, ya
investigadores cuantitativos, en la que contábamos grandes cantidades sea observación participante o de alguna otra clase; entrevistas prolonga-
de comportamientos observados en vez d e respuestas a preguntas p d a cuyo contenido se despliega mientras se desarrollan; inspección de
teriores a Ios hechos. Todos los que leen un informe de esas caracten's- lugares y documentos relevantes para la indagación. o todos ellos. Pero
ticas saben qiie los data, las pruebas que respaldan esas descripciones nunca deberíamos confundir las entrevistas con el hecho de 'estar ahi",
y las conclusiones más generaies pueden describirse precisamente de ver uno mismo lo que sucede y registrarlo inmediatamente después. Las
ese modo, y el material así sintetizado sirve de prueba de las ideas que entrevistas son... bueno, entrevistas, y están expuestas a niuchos de los
propone para explicar lo que sucede en las actividades colectivas de las problemas de formas m& esuucturadas de pedir a la gente que nos cuen-
personas observadas. te lo que ha pasado.
i~ habitual es que este tipo de investigación comience con planes y
objetivos vagos. El capítulo 7 incluye un relato tipico de cómo se llega
a buen término con una investigación de esas características: el de la
investigación que desembocó en nuestro libro sobre la cultiita de los Ademis, los investigadores cualitativos pueden cometer con facilidad
estudiantes de medicina, B q s tn Whist (Becker y otros. 1961). otro tipo de error en el que pueden igualmente caer los que practican
No comenzarnos nuestro estudio con la idea de la cultura estudiantil otras familias de métodos: anunciar conclusiones sobre asuntos que no
como una guía de nuestro trabajo. Antes bien, gradualmente apren- han estudiado en absoluto, sea cualitativa o cuantitatimente, ni en el di-
dimos a verla como algo central para nuestro pensamiento. En vez seño inicial ni como resultado de descubrimientoshechos en el terreno.
de empezar con una hipótesis que tomara la cultura estudiantil como
una variable fundamental que explicaba lo que sucedía en la Facul-
iad de Medicina, presentamos la idea como resultado final de nuestro
trabajo: no una hipbtesis que nuestra investigación hubiera convali- INEXACTITUDES EN EL TaABAJO CUALITATIVO
dado, sino una idea que finalmente daba sentido a lo que habíamos
observado y tal vez contribuyera a darlo a situaciones similares en otros Las inexactitudes cualitativas típicas resultan de dar por descontadas una
lugares. A lo largo del camino, durante los vanos años de trabajo de a más ideas (sean cuales fueren), mtarla~como si fueran obvias y no
campo y escritura, volvimos a menudo al terreno -a juntarnos con los ponerlas en duda, cuando una mirada más escéptica podría demos=
estudiantes- para probar con nuevas preguntas que queríamos hacer- que son erróneas. La actitud más preponderante entre los investigadores
les y nuevas cosas para observar en los hechos que ocum'an a su alre- de campo es ignorar don frecuencia los cambios en curso en las comuni-
dedor. Podría decirse que no repetimos ni una sola vez la manera de dades, las organizacionesy los gnipos en los que se concentran. Piensan
recolectar datos. en estas cuestionescuando acontecimientosy observaciones inesperadas
Al trabajar de ese m d o se aprende mucho. Nuestro enfoque d e I i k chocan con lo que p creen haber aprendido, lo que ya 'saben", y des-
radamente elástico nos permitía elaborar ideas al reflexionar sobre los cripciones que no dudaban en considerar exactas p no lo son. Cuando
primeros resultados y aprovechar el hecho de haber obaenado cosas la obsenaciones de los investigadores entran en conflicto con lo que
acerca de las cuales, por no conocerlas, antes no habríamos podido ha- ellos creen que 'deberíau estar ocurriendo, y ven y oyen cosas que con-
cer preguntas. Este método flexible alentaba el descubrimiento de lo d i c e n lo que creían saber, pueden (dentro del marco de su investiga-
que todavía no sabianos. , , ción) dedicar tiempo a explorar el 'caso negativow (opemción que Paul
Pero también se pierde mucho al trabajar de esta manera. No ea muy Lazanfeld, destacado investigador por encuestas, recomendaba para in-
fácil comparar grupos, aunque puede hacerse (y m& adelante volveré al vestigaciones de codo tipo;véase Kendall y WoK, 1949). Si se aprovecha
tipo de cosas que hicimos para hacer posibles e= comparaciones). Sin la oportunidad, lo que podrÍa ser un incordio para una investigaci6n
embargo, no es factiMe el tipo de comparaciones que posibiIih la apli- por encuestas o una investigación de campo menos flexible se conviene
cación del mismo cuestionario a una variedad de gente en una variedad en la ocasión de hacer una revisión inmediata de antigm ideas sobre la
de lugares. , !
base de los datos recién obtenidos. Y de hecho, algunos investigadoresde
No es fácil exportar los descubrimientos hechos a nuevos entornas, en campo han dado a conocer su trabajo precisamente de ese modo, como
parte porque uno está bastante seguro de que en esos lugares no habrá una serie de revisiones de sus ideas, impuestas a ellos por datos inespera-
exactamente las mismas cosas para ver y explicar, y en parte porque no dos que surgen de su trabajo sobre el tcrreno (véase Lindesrnith, 1947).
es posible tener en cuenta todas las diferencias entre situaciones que Si no aprovechamos estas posibilidades o ninguna de ellas se presen-
existen en el "mundo real", En nuestro caso, la cultura estudiantil que ta durante el transcurso de nuestra investigación, o, de ocurrir, no nos
habíamos descubierto procedia de una cornbinació~ide cosas que proba- darnos cuenta de su importancia, podemos llegar a cometer uno o más
blemente adoptarían formas diFerentes y tendrían diferentes valores en errores típicos del trabajo de campo. A continuaci6n. algunas de las
otros ámbitos. Zas presiones sobre 10s estudiantes podrían ser diferentes, posibilidades,
aunque estábamos bastante (pero no del todo) seguros de que en otros Un emir básico se produce cuando los investigadores tratan la historia
lugares habría dificultades suficientes para empujar a los estudiantes a como algo pwo importante y se refieren a todo en un eterno presente
actuar de manera cohesionada y organizada. e t n ~ g ~ ceno ,el c i d lo que hoy en día 'sabemosn es la descripcirin
P54 DATOS,PRUEEAS E IDEAS

correcta de lo que está estudiándose, no sólo tal como exisie en la actua- ron ser completamente err6neos. La idea ial vez siga siendo útil, pero,
Iidad, sino como siempre ha sido:una mejora respecto del conocimiento como descubri años después, los 'hallazgos" empíricos que la generaron
pasado que, dado lo improbable de la necesidad de una revisión poste- no lo e n n tanto (y quizá no lo sean en 108 muchos casos en que la idea
rior, también describe con exactitud el modo como las mismas personas ae aplicó desde entonces).
y actividades actuarán y sefin en el futuro. h s investigadores de campo
que cometen ese error ven cualquier diferencia con respecto a este m e
delo de "cómo fueron y todavía so11lar cosas" como una desviación trivial EMPRENDEWRES MORALES
y accidental de la manera en que las cosas e n n y son en general. que ca- Cuando escribi sobre el consumo de marihuana en mi libro O u h h
rece, por lo tanto, de importancia (es el análogo cualitativo de "los erro- (Becker, 1963: 142-144 y 147-163), juzgué obvio (como lo hacia la ma-
res aleatorios se neutralizan"). Sepiin este modelo,la ciencia cualitatim yoria de la gente interesada en ese tema) que Hany Anslinger, director
es. al igual que el otro tipo, una pared de ciencia a la que cada científico durante mucho tiempo de la Oficina Federal de Narc6ticos de los Esta-
aporta su pequeño ladrillo de nuevo conocimiento. dos Unidos y aparente instigador de la guerra contra las d n i v en los
Un error fundamental conexo se asemeja al cometido por los investi- años treinta, era una especie de chiiado puritano, que se oponía violen-
gadores cuantitativos: ignorar las variables y condiciones que afectan la tamente a quienes experimentaran cualquier placer que él en persona
cuestión en la q u e estamos interesados, pero sin mostrar sus hueIla a no aprobara y que convirtió su propia inclinación en un principio &ico
menos que tengamos una penpectin temporal m& larga que la dura- de las políticas nacionales sobre el consumo de marihuana por placer o
ción relativamente breve (por lo general, dos o tres anos, como mucho) cualquier otro motivo. De modo que, para mí, s u medidas para imponer
de un estudio de campo serio. Muchos descubrimientosimportantes que la ley no tenían un fundamento 'racional", y nunca imaginé ni busqué
se hacen en el terreno ocurren cuando los investigadores ven algo inei o- razones de sw posiciones respecto de la política de narcóticos que
perado y, al tratar de averiguar cárno sucedió 'eso", notan algo que antes pudieran revelar su biografia, sus relaciones personales o sus actividades
nunca Iian visto en acción, advierten que una cosa q u e creían parte i n m al margen de lo que yo ya sabía Eso fue suficiente para convencerme de
riante del paisaje social (por lo cual no era necesario tomarla en cuenta) que mi interpretación de sus motivaciones era en general exacta.
cambia de tanto en tanto y lo está haciendo ahora mismo de un modo No era el iinico que tenía esa idea. La mayon'a de los investigadores
que afecta el tema, sea e1 que fuere, en que se concentn la investigacion. que se ocupaban del consumo de drogas compa~u'anese punto de vista.
Como la vida social cambia todo el tiempo, esta situación puede generar Utilizaban como prueba, por ejemplo, la bizarra película disuasoria
muchos problemas. &$er M a d m [locura de la marihuana], una maravillosa pieza de culto
En general, los investigadores encuentran más o menos por accidente en la cual unos estudiantes universitarios fuman marihuana y luego bai-
es- condiciones hasta aquí inesperadas, porque su interés en algo muy lan con desenfreno,hacen muecas grotescas y, en líneas generales, pare-
diferente desentierra de manera fortuita y afortunada información rele- cen locos. "Todos",d menos todos los que conocí o a quienes leí, hacían
Mnte para el problema e n que se concentran. La revelación de una de responsable a Anslinger por la película y por la avalancha de artículos de
esas condiciones pasadas por alto desencadena entonces una investip diarios y revistas que en la década de 1930 denunciaban la marihuana.
ción en algunas otras áreas, en las cuales los investigadores pueden ver Cité todo esto como prueba de que alguien había inspirado todos esos
ahora que su reciente descubrimiento tiene un papel importante. artículos y ¿qué otro podría haber sido? De hecho, tal vez haya sido él.
Como este es el tipo de investigación que yo he hecho, puedo pre Al menos, nunca nadie dicutió mi interpretación de Anslinger como un
sentar varios casos en los que participé personalmente y, así, producir "emprendedor moral". Por otro lado, entre quienes creíamos que era
una descripci6n más detallada del modo en que un investigador comete así. no había uno solo que tuviera prueba alguna de que habíamos expli-
esa claqe de error y se recupera de él. En primer término, un caso en el cado correctamente el origen de la campaña. Em sólo... obvio.
cual cometi el pecado recikn descnpto y, como consecuencia,inventé un Pero yo estaba equivocado, y también lo estaban las personas que con-
concepto q u e muchos han considerado útil y que conserva su utilidad, fiaron en mi palabra. Después de todo, lejos de ser un puritano mtor-
aunque más adelante los "hechos" que suscitaron mí invencíón resulta- nado que andaba ~uelto,Harry Anslinger parece haber sido un actor
256 DATOS, PRUEBAS E IDEAS

perfectamente racional, un importante participante en organizacionm prohibicionistas de los gobiernos, como he dicho, a un deseo puritano
internacionales intergubernamentales que. en lo fundamental, procu- de impedir disfnitar a otros. Este argumento siempre parece razonable
raban mantener elevado el precio de los narcóticos legales mediante la y fácil de creer para los estadounidenses,cuya historia legal está llena de
creación de un mercado controlado al que sÓIo siis países cuviei-anacceso intentas de hacer precisamente eso. El "gran experimento" de prohibi-
y del que debían quedar marginados los emprendedores independientt~ ción del consumo de alcohol en los aiios veinte fue el clímax de la activi-
cuyas actividades pudieran causar la baja de los precios. dad puritana, pero no la úitima de esa clase de iniciatim.
M e enteré de todo eso muchos años después, cuando F.-X. Dudouet Había motivos para pensar al menos que el representante estadouni-
(2003,2009) estudió de manen minuciosa la conformacion y el funci* dense en los organismos internacionales encargados de regular la p r e
narniento de las organizaciones que suscribieron los acuerdos pan con- ducción de drogas tenía esa concepción, pero hoy en día Dudouet nos
trolar mundialmente el tr&co de esas drogas. Esiair comisiones y comités muestra que no era ese el punto de vista de Anslinger cuando se reunia
(baja faégida d e la Liga de las Naciones y su continuadora, Organización con sus colegas de oms países en esos recintos. Antes bien, compartía su
de las Naciones Unidas) crearon la legislación que luego los poderes objetivo común de salvaguardar l a ganancias de las empresas farmacéu-
legislativw de cada país ratificaron y promulgaron en leyes nacionales t i c a de sus paises.
y convenios internacionales (como les exigía hacerlo la firma de Iw tra- Esto exige a su vez un replanteo del concepto de "emprendedor mo-
tados correspondientes). Las intensivas biisquedas de Dudouet en los ral" del que me valí en Outsidrrs, donde expliqué de manera implícita, si
archivos de este mundo organizacional mostraron que esos hombres y n o explícita, que las campañás contra el consumo de drogas y las leyes
esas organizaciones nunca habían tenido ningún interés en 'controlar" y la actividad policial (nacional e internacional) resultantes de estas es-
el mercado ilegal de drogas o interferir en la búsqueda del placer de taban motivadas por prejuicios religiosos y de otro tipo contra lo que se
nadie. Estas cosas eran, a lo sumo,una preocupación menor para ellos. veía como 'placeres ilicitos", sobre la base de las fantasías orientalistas
Su interés radicaba en controIar el mercado licito y Iegal de esas drogas. popularizada^ por Thomas De Quincey, Fitz Hugh Ludlow y otros escri-
¿Por qué? Porque allí era donde estaba el dinero. tores decimonónicos. Supongo que siempre debo de haber sabida que
El dinero de los narcóucos proviene y siempre ha provenido de la bien podían existir otras mones m& prácticas (como la perpetuación
enorme, eterna y siempre rentable venta de medicamentos legales a los de monopolios rentables), pero, dominado por mis prejuicios, no seguí
hospitales, a los médicos y dentistas y a las farmacias: codeína para el con- esos caminos y tampoco lo hicieron otros que trabajaban en este ámbito.
trol del dolor, morfina para el con trol de un dolor m& intenso; cocaína Podría haber sabido todo eso y evitado exponer erróneamente los ni*
como anestésico usado por profesionales de la medicina y la odontol* tivos de las fuerzas antidrogas si hubiera examinado las arras actividades
gía, y muchos otros derivados de estas drogas básicas regularmente uti- de Anslinger y me hubiese enterado (como se enter8 Dudouet) de que
lizados en la práctica médica cotidiana. IA industria farmacéutica -con era un participante activo en esos gnipos internacionale~,que coordina-
sede, como siempre, en las capitales financierasindustrializarias de Occi- ban las políticas nacionales contra las drogas para maximizar las ganan-
dente- domina el comercio de materias primas -amapolas o adormide- cias de lo que a h o n lIamamos grandes farmacéutica. hoy como ayer
ras de las cuales se extrae el opio y hojas de coca- y los establecimientos ávidm de beneficios monetarios. Pero no lo hice. Tuvieron que pasar
de fabricación y distribución de los productm farmacéuticos. b s Esta- muchos anos hasta que la tesis de doctorado de un politólogo reparo mi
dos Unidos, Gran Bretaña y Francia (a veces Afemania y algunos ouos) grave y desorientador error.
obtienen enormes ganancias de estas industrias y de su cuasi monopolio
del negocio de los narcóticos. Sus representantes en los organismos in-
ternacionales procuran, sobre todo, proteger esos monopolios y el ffujo UNA MALA COMPRENSI~NDEL NEGOCIO DE LA MÚSICA
constante de grandes ganancias que producen. Cuando Roben Faulkner y yo escribimos el libro (Faulkner y Becker.
Los sociólogo^ (entre ellos, principalmente yo), que no tenemos la 2009) en que explicábamos cómo se las arreglaban los músicos que ac-
mínima idea de esa3 organizaciones y sus actividades ni somos siquiera tuaban en fiestas, bailes, bares y restaurantes para tocar juntos a pesar de
conscientes de su existencia, atribuimos erróneamente las actividada que, con bastante frecuencia, no habían ensayado (a decir verdad, tal vez
258 DATOS, PRUEBAS E IDEAS

ni siquien se conocían) y no tenían la partitura ante sus ojos, ya éramos festejaban, Con ella seducían a su futura pareja y bailaban en sus fiestas
dos veteranos en ese negocio. Diez años menor que yo, Rob Fadkner de casamiento.
había tenido experiencias un tanto (nomucho) diferentes de las mías. I La cosa cambió, y cambió rápidamente, a partir de los aiios sesenta,
Compartiamos muchas cosas: mbajar con big bands, tocar en bares y prc- cuando la reemplazó otro tipo de música popular, muy diferente, en la
sentarnos en bailes y fiestas, aunque en la Epoca del libro ya hacía tiempo cual cada grupo tocaba su propio repertorio, canciones que habían crea-
que yo había dejado la actividad y, por lo tanto. no había estado con él do y que otras bandas no conocían y, por eso, no N i a n tocar. Personas
en sus aventuras m& recientes. Sin pensarlo, tratarnos el mundo de la como Faulkner y yo de ningiin modo conocíamos esa música, aunque p
música en ei que habíamos crecido s l de los años cuarenta y cincuenta, dríamos haberla tocado si hubiéramos tenido la partitura ante nosotros
y que p o r ende conocíamos muy bien- como el escenario de la "manera (sin embargo, no habría sonado *bienw).Pero a menudo no había partitu-
correcta", la única manera apropiada de hacer música popular, y lo de- ra que leer: uno simplemente sabia la música. Y n o s o m no la sabiamos.
más como una aberracián respecto de ese modelo. I (H. Sbth Bennett, 1980 hizo una descripción temprana, clara y musical-
Si bien Rob y yo nos habíamos ocupado analíticaniente de Mtios w mente informada de esta transformación, y Ben Sidran, 2012 expone en
pectos del negocio de la música, no dejamos de ser productos de la é p qué se convirtieron esos inicios a e d a mundial.) Rob se adaptó de dgiin
ca en que crecimos (contodo, de aquí en más hablaré sólo de mi, ya que modo a esos cambios, pero yo no. Tendría que admitir, con t d o . que por
no si de cuánto que& Faulkner hacerse respotisab1e de lo que sigue).Y supuesto había alcanzado el eslatus indiscutido de vejestorio, que no c e
sobre todo en el plano musical, En lo profesional, llegarnos a la mayoría nocía ni quena conocer la nuem música.Y Rob compartia miichos de esos
de edad en un tiempo en que las big bunds (las de Count Basie, Duke sentimientm. Los comeos elecmonica que intercambiamos mientras ha-
Eliington, Woody Herman. Benny Coodman y Mnos otros centenares cíamos trabajo de campo y ewribiarnos el libro dan teshmonio de nuestro
que podían escucharse en vivo en los progmnas nocturnos de las radios disgusto por esas formas más recientes de música y la pobre opinión que
locales) todavía recorrían el país, de m d o que, si uno vivía en el lugar teníamos de lw aptitudes de l& personas que las producían. Hicimos la
adecuado (como era el caso de los dos: Rob en Los Ángeles, yo en crónica del prmeso que nos llevó a ese punto de vista en el regism publi-
Chicago), también podía escucharlas en persona. Los clubes deja22 pr* cado de los correos intercambiados mientms trabajabarnos en el proyecto,
porcionaban un escenario a grupos más pequeños, dirigidos por ~ t o r a - T h i d i g Togdher (Becker y Faulkner, 2015 ) .
dw intérpretes como Dizq Gillespie, Charlie Parker y decenas de otros. Podría decirse que teníamos derecho a nuestras opiniones musica-
Y una gran cantidad de lugares eran el ámbito donde los gnipos locales, les. Pero como sociólogos no lo teníamos.Nos escuchábamos condenar
como los que integrábamos Rob y yo, podían actuar. a algunos de los músicos m& jóvenes que observábamos, con quienes
Tocábamos la música de nuestro tiempo, principalmente las melodías participábamos o a quienes entrevisdbamos, por ser *chicos que no
populares de los años treinta y m k allá, muchas escritas por gigantes del conocen ni una puta melodíaw.ya que no eran capaces de tocar las can-
género como Kern, Gershwin y Porter, las canciones hoy conocidas, con ciones que nosotros considerábamos esdndares que los profesionales
reverencia, como &al A k c a n S m g M [El gran libro de la canción e5 competentes debían poder tocar sin una partitura frente a ellos. Y mos-
tadouniderise], cuya encantadora crónica hizo Alec Wilder en Arrtericun trábamos otros signos de prejuicios basados en la edad, que también
Popiilar Song. Th k t hnovators, 1W 1950 ( 1972): canciones que tam- eran,tal vez, nuestro derecho como miembros máa viejo4 de ese grupo
bién proporcionaron la base armónica de gran parte del entonces in- profesional, pero definitivamente un error para los sociólogos que tra-
novador Mqb interpretado por Gillespie y muchos otros. Grupos infor- tábamos de ser. Y esa actitud era todo uno con n u e s w quejas respecto
males de músicos que compartían ese patrimonio cuItural podían tocar de que el tipo de lugares que usábamos para tocar profesionalmente
juntos y de modo solvente, sin partitura ni ensayos previos. A su alrede- estaban desapareciendo, cediendo ante formas más nuevas de música
dor podía -y en muchos l ugarei y hasta cierto punto todavía puede- or- popular.
ganizarse un mundo profesional. Faulkner aún participa en él. Al final comprendimos el error que estábamos cometiendo. N u e s ~
'Nuestra música" dominó en época pasadas e1 mundo de la música reacciones a esos cambios indudablemente podían ser datos para anali-
popular. Era la música popular con que las personas bailaban, bebían, zar. Pero no e n n 'hechos" que pudiéramos hacer entrar en cualquier
INEXACTITUDU EN U I N V ~ S T I G A C I CUALITATIVA
~N 26 1

modelo del negocio de la música popular con el que trabajáramos. En ner y yo esperábamos entonces que los intérpretes más jovenes
realidad, lejos de ser hechos impersonales, los cambios en el con&- conocieran "Al1 the things you are"]. Asi que tocaba 'hluskrat
miento de los músicos y en su manera de trabajarjuntosque provocaban ramble", *Basin Street blues", =Tigerrag*,etc. Pero no conocía
nuestra3 reacciones de cascambiaa constituían uno de los hechos que las más recónditas, por ejemplo "Milenburg joys" O 'Riverboat
nuestra investigación tenia que considerar. Habíamos tomado por aná- shufflew(aunque luego me enteré de que esta ultima es una
lisis sociológico lo que eran prejuicios nuestros. De modo que tuvimos linda melodía asociada a Bix Beiderkcke). En las contadas oca-
que replantear nuestras premisa y descripciones y buscar las contrapar- siones en que daba con ese tipo de gente. me hacía pasarpor
tidas organjzacionales de aquellos cambios en el repertorio caracterís alguien que no conocía ninguna melodía. No sucedía a menu-
tic0 compartido por un grupo de ejecutantes, tomando el "repertorio* do, peto nunca olvidaré la noche en que fui a tocar al Salón de
como un hecho social que p d i a M a r en estilo. contenido y el p d o la Legión Americana en el barrio chino de San Francisco; el
en que se lo compartía en diferentes mundos organizados de interpreta- director era un baterista desastroso que sólo podía consegiiir
ción musical. En conjunto, un mejor resultado desde un punto de vista trabajo por ser el director. ¿Y a qui&ntiene como trornprtiJia,
miológico, aunque alcanzado con cierto costo para nuestra autoestima si no al mismísirno Mugffy Spanier [un reverenciado miembro
y nuestra sensibilidad. de la vieja generación del dixLelap~d](que estaba bastante en-
Hay que hacer aqui otra obsemción. Mi tesina de maestría se dedicó fermo y, de hecho, murib pwas semanas después)? Bueno. lo
a los músicos del tipo que yo mismo era en tiempos de mi posgrado, a que Muggsy tocaba tra el repertorio di& aunque por supuesto
los tipos de lugares donde tocábamos, al modo e n que nos las arreglá- podía hacer otras cosas. Pero yo no p d i a hacer muchas de las
bamos para conseguir trabajos y a n u e s m relaciones con la gente para melodías que él quería tocar, así como los chicos de hoy en día
quien trabajábamos, tanto los dueños de los clubes como el publico al no conocen el CASB [Great Amencan Song W k ] (Becker y
que entreteníamos. En la época yo trataba todo ese aparato -103 clubes Faulkner,2013: 217).
administrados por mafiosos, las redes informales por medio de l a cuales
se ofrecían y conseguían los trabajos- romo sí fuera más o menos eterno. Luego de contarle esta historia a Faulkner, procedí a enunciar la morale-
Por entorices nunca se me ocurrió que nada de eso pudiera cambiar al- ja: 'M,lo más importante para recordar es que el repertorio pertinente
guna vez. Cambió, desde luego, y cambió poco después de que yo publi- está atado a la situación en que ma a tocar, ya sea un trabajo, una sesión
cara mi primer articulo basado en ese trabajo. Al difundirse la televisión, o lo que fuere. Uno de los grandes puntos por considerar es lo que hay
los propietarios de los bares juzgaron económicamente prudente hacer que tocar para este público. Quiéncs son los demás intérpretes y lo que
una única inversión en un televisor, ponerlo en un estante detrás de la todos ellos conocen es otro" (2013: 217). Una ardua leccibn que apren-
barra y prescindir por completo de los músicos en vivo. El eterno presen- der, pero la aprendimos y aprendimos también cómo utilizarla, a tiempo
te antropológico apenas duró lo suficiente para prrmitirme publicar mi para evitar un grave error. Y precisamente para ayudar a otros a evitarlo
artículo antes de que fuera historia. la transmito aquí.
De hecho, de un modo u otro debería h a t x r sabido todo esto, dado
que. según cabria decir, había vivido el reverso de un cambio como este
décadas atrás, cuando todavía improvisaba en vivo en San Francisco y era PREDECIR EL FUTURO CUANW N O SE SABE LO SUFICIENTE:
el joven presuntuoso que, como pensaba un fanioso veterano, no sabía .$A O C U P A C I ~ NDEL PADRE, AUNQUE E S T COIlRECTAMENTE
~
lo que probablemente debía saber. Describí la situación en un correo IDENTIFICADA, RESULTA PREDICTIVA?
electrónico a Faulkner. mienti-as ambos asimilábinos la sacudida que Los investigadorescualitativos suelen ignorar el carácter obviamente ata-
había experimentado nuestro modo de pensar: do al tiempo de sus investigaciones, tal como lo hicimos Faulkner y yo.
Yo no predije que el mundo en que tocaba el piaoo cambiaría como
Cuando yo era chico el dixichnd todavía era algo vivo y uno cambió, e incluso ignore los signos del cambio que rodeaban t d o lo
tenía que conocer algunas de esas melodías [tal como Fauik- que describía.
INEXACTlTUDES EN U I N V E S T I G A C I ~CUALITATIVA
~ 263

El estudio de Annette Lareau (2003) sobre la socialización infantil en que suficiente el de "proporcionar confort, comida. abrigo y otros a p
tres ámbitos diferentes de clase social se apoya en un compromiso in- yos básicos". En su caso, 'sostener el crecimiento natural de los hijos
frecuentemente serio, enérgico y elogiable de evitar los tipos de errores se considera un logro". Y en esos mismos términos generales, la autora
endémicos en los estudios basados en cuestionarios que ya he descripto prosigue diciendo que esos patrones "llevan a la transmi&n & watajus
en este libro. Lareau no pidió a la gente que caIcu1a1-acuánto tiempo d ~ m E i a l e sa los niños" (2003: 5). Esto es más especulativo, porque la
dedicaba a hacer esto o aquello con sus hijos. Ella misma, o algún otro ventaja, sea cual fuere, se definirá por las acciones posteriores de la gente
de los miembros del personal de su proyecto, pasaba con loa padres y los que afecten la vida de los niños, en un momento diferente y quién sak
niños un tiempo considerable, h o m y hom a lo largo de varim serna- en qué condiciones. No hay manen de saber con certeza qué cosas serán
nas. Cuando Lareau dice que los niños de clase media están ocupados ventajosas para esos niños una vez que se conviertan en adultos funcie
con actividades programadas minuto a minuto y día a día, es porque ella nales. Los padres de Steve Wozniak y SteveJobs deben de haberse pre-
o uno de los demás observadores estaban todos los día contando esos guntado en qué andaban esos condenados chicos en el garaje. (Como
minutos en las familias que observaban. Y hablaban con los padres, los también se lo habría preguntado, desde luego,cualquier socióIogo que
niños y sus hermanos y con cualquiera que estuviera a la vista. 'Estaba allí observara la situación.)
y yo misma computaba lo que hacían." No hay mejor manera de obtener Hay una sola manera segun de averiguar qué es lo que a la larga termi-
números. nará por ser una ventaja: seguir a los niños hasta la vida adulm y ver qué
Por eso, cuando Lareau nos dice que un patrón de "cultivo concerta- pasa. Algunos estudios longitudinales han hecho justamente eso (por
do" de la aptitud y el potencial de los niñas caracteriza la vida familiar ejemplo, Funtenberg, 20071, Pero Lareau, claro está, no podía hacerlo
de la clase media alta, diferente en ese aspecto del patrón de "sostén del con los niños que observaba, porque el futuro aún no había llegado.
crecimiento n a t u d de los hijos" característico de las familias obreras y Aun así, ella y sus colegas pudieron documentar diferencias de compor-
pobres, creemos lo que leemos (2003: 5). La autora tiene los números tamiento, algunas de ellas sorprendentes, por ejemplo, en el modo como
para probarlo y podemos estar seguros de que son tan "buenos", tan los niños de distintos niveles de clase se relacionan con los adultos: los
exactos como cualquier otro número de las ciencias sociales. niiios de clase media "aprend[ian] a estrechar la mano de los adultos y
Lareau presenta, por ejemplo, un gráfico que abarca, uno tras otro, a mirarlos a los ojos", mi en^ que en las familias más pobres "sus inte-
treinta y cuatro días de la vida de Carrett Tollinger, un varón de 10 años grantes no solían mirarse unos a otros a los ojos" (Laceau, 2003: 5). Y
de clase media. Sus dos padres tienen empleos bien pagos que a menudo los investigadores constataron que esas diferencim subsistían aun en los
les exigen viajar. El gráflco muesm que, de los treinta y cuatro días, en primeros grados de la escuela, donde los niños de clase media a menudo
6 1 0 cinco n o había al menos una actividad organizada en que Garrett discrepaban de los maestros y otros adultos y se aferraban a sus posicio
participara. En total se enumeraban cuarenta y cinco actividades de ese nes, en tanto que los de extracción obrera "acept[aban] los actos de las
tipo: prácticas de béisbol básquet, fútbol y natación; clases y recitales de personas con autoridad" (2003:6).
música y un puñado de actividades conexas. como fotos del equipo de <Hastaqué punto es importante un "pero" cuando las acciones de ape-
béisbol, recaudaciones de fondos. etc. nas doce niños aporian la base empírica p a n estos enunciados gene-
Pero ... Por supuesto, siempre hay un "pero". Dos, en realidad. El rales? Depende de cómo queramos utilizar ese resultado. Si queremos
*peromevidente tiene que ver con el tamaño de la muestra. Los inveb hacer de él el fundamento del tipo de argumentos que uno podría plan-
tigadores cuentan con este tipo de información sobre doce niños, ni tear en el caso de un informe de Ia Oficina del Censo sobre 10s ingresos
uno más ni uno menos. Sin embargo, en el comienzo mismo del libro, de personas pertenecientes a cierta categoría demo@~ca considerada,
Lareau hace esta rotunda afirmación: 'los progenitores de clase media probablemente no estaríamos ni deberíamos estar satisfechos con doce.
que cumplen con los estándares profesionales actuales y se comprome- Pero el objetivo de Lareau no es ese. N o hizo un censo: quería descu-
ten en un patrón de cultivo concertado tratan deliberadamente de es- brir y describir los mecanismos que caracterizan los estilos de clase en
timular el desarrollo de sus hijos y promover sus destrezas cognitim y la crianza infantil. y por mi parte me sentiría mucho más seguro al usar
sociales". Las familias obreras y pobres dice- consideran un desafío más los aspectos observados por sus colegas y ella que los autoinfonnes de
actividad que un estudio menos intensivo tal vez aceptaría como repre- Francia. Peneff cuenta que sus amigos y él miraban a los artesanos tra-
sentativos de los patrones que ellos vieron, y cuyas unidades contaron. bajar en la calle, porque la mayoría de los talleres no eran lo bastante
Recordando los descubrimientos de Mercklé y Octobre (2015) citados grandes para dar cabida a todo lo que hacían. Así,por ejemplo,cuando
en e1 capítulo 6. acerca de la falta de fiabilidad que aparece como un el herrero herraba a un caballo, lo hacía en la calle, donde t d o el mun-
patrón regular en esos informes, me preocuparía por el tipo de artefac- do podía verlo. También dice que las artesanos solían pedir la ayuda de
tos que acompañan daros autoinformados más indirectos, pero esta es los chicos sostén esto, niio!")o los enviaban a hacer un mandado
la clase de negociación que cada investigación tiene que hacer, Lareau ( V e a buscarme tal o cual herramienta" o 'Tráeme una cexveza de la
prefirió la profundidad y la observación exacta antes que una amplia c+ tabernaw).Los ninos, agrega, eran testigos de las transacciones, hones-
bertura, y ahora otros pueden dejar de lado la profundidad en beneficio tas o no tanto, de los granjeros cuando compraban y vendían ganado
de la cobertura y apoyarse en los resultados de esta autora para apuntalar y caballos y veían a algunos de ellos guardar el dinero de las ventas en
los iterns que usan y aportar una necesaria ayuda interpretativa a su res- sus billeteras e irse a casa, mientras que otros iban a la taberna y se lo
pecto. Entonces, si, el tamaño de la muestra es una cuestión, pero no es bebían todo. Los chicos, cuenta Peneff, conocían todos los detalles de
cnicial en el caso de este intensivo y revelador estiidio. los amoríos adúlteros comunes en el pueblo (llevaban las notas que los
Tomo con mayor seriedad el segundo *perow,Desde luego, Lareau amantes se enviaban unos a otros para concertar encuenuos secretos).
jabe que los patrones de crianza de los niños que describe con tanta me- Y dice que hechos como esos les dieron, tanto a sus amigos como a él, el
ticulosidad para cada grupo de clase social han cambiado radicalmente, gusto por la observación y les permitieron hacer algunas experiencias
de hecho, en un pasado no tan lejano, y que las cosas que caracterizaban reales en materia de técnica, a la vez que les daban cierta destreza en
a la3 familia o b r e m obsemdas por ella eran, no mucho tiempo atrás, ella. Peneff utiliza esas obsennciones en respaldo de sus ideas acerca
comunes en las de clase media. Cuando se refiere a un estudio conexo del aprendizaje de las aptitudes observacionales, pero son igualmente
en el cual su equipo entrevistó a los padres de ochenta y ocho niños, dice útiles en lo referido a la socialización de los niños de una clase y una
que esos padres, nacidos en las décadas de 1950 y 1960, fueron criados en región especificas.
su lold&d como los niños de clase obren de su estudio intensivo. Nin- Escribí la siguiente descripción de mis propias experiencias mientra
guno de ellos, por ejemplo, tenia programas muy atareados de activida- crecía en Chicago para dar a Peneff otra version del aprendizaje de la
des organizadas. Quiero seguir esa pista, aunque sea brevemente, como obsemción, esta vez en la gran ciudad. Pero también puede servir de
una manera de indicar que lo que antes cambió podría volver a cambiar prueba de lo que un chico de clase media podía experimentar en esos
y que loa patrones que parecen s n este punto estoy por completo de tiempos y ese lugar y dar aIgo de sustancia al reconocimiento de Lareau
acuerdo con las conclusiones de iareau- tan eficaces para sostener los en cuanto a que el estatus y la cultura de clase son mucho más variables
privilegios de clase q u i d n o representen la Única manera de sostenerlos de lo que a veces se pretende.
o no sean los que los sostengan en la siguiente generación. Para decirlo
de otro modo, estos patrones de privilegio basados en la clase bien p El Elevado. Cuando tenía tal vez 10 arios, solía aprovechar junto
dtian persistir aun cuando los padres criaran a sw hijos de manera muy con mis amigos varones la estructura del sistema de tren eleva-
diferente. do de Chicago (todo el mundo lo llamaba El) para pagar un
Mis pruebas xin aún más exuetas que las de hreau. Se limitan a las solo billete y viajar todo el día. Aprovisionados por nuesow ma-
reminiscencias de mi crecimiento en una familia blanca de clase media dres con un sándwich, caminábamos unas cuadras hasta Lake
de Chicago en los años treinta (nací en 1928). Escribí este fragmento con Street, donde había una estación de la línea del El que iba de
otro fin; en efecto, se publicó por primera vez en LGpGt & i'obsmatiun, nuestro barrio en el Far West Side de la ciudad al Loop, el cen-
u4 libro dejean PeneiT (2009)que trata de la manera en que los obser- tro (así llamado porque 10 encerraban como un anillo las líneas
vadores de las ciencias sociales aprenden la aptitud de la observación y elevadas, que de todos los sectores de la ciudad convergían eii
el gusto de utilizarla, y en que el aiimr describe, entre ou-as cosas, cómo él, lo rodeaban y volvían al lugar de donde venían). Una vez
aprendió a observar durante su infancia en una aldea del sudoeste de que uno subia a un tren, podía encontrar lugares donde las
INEXACTITUDES EN 1A INVESTICACI~HCUAUTATIVA 267

líneas se cruzaban +obre todo en el Loop, cambiar de línea y ! qué hacer con eso, pero creíamos que quid fuera lo mejor si
tornar otro que iba a otra parte de la ciudad. Seis o siete grandes los otros no lo sabían.
líneas iban a los tres principales sectores de la ciudad, y como En muchos de los Iiigares recomdoa por los trenes,los edificios
Chicago e n muy extensa, recorrian un largo camino. ,, estaban muy cerca de las vías, tai vez a no más de cinco pies de
Podíamos entonces, por ejemplo, tornar el El de Lake Sueet distancia, y las ventanas daban directamente a ellas. De modo
desde nuestro barrio, casi al finalde csa linea, hasta el centro, . 1 que podíamos mirar el interior de los departamentos de la gen-
combinar con la línea de Jackson Park, que iba al South Side, y te y ver a esta dedicada a las rutinas habituales de la vida en
viajar seis o siete millas hasta el final de esa línea en Stony Island ellos: hacer y comer la comida, limpiar, lavar la ropa, sentarse
Avenue, cruzar al andén de enfrente y tomar el mismo tren de ,
a escuchar la radio y tomar café, mujeres que se peinaban unas
vuelta al centro, donde podíamos combinar con el de North , a atm, chicos que jugaban. Rara vez veíamos algo reservado
Side Rogen Park e ir en él hasta Howard Street. Y hacerlo a lo -personas que tuvieran relaciones sexuales-, pero si. e n ocasi*
largo de todo el día, abarcar la ciuddd enten para voIver luego nes. a mujeres que no estaban del todo vestida y que nos exci-
a casa, cansados y felices. taban;era algo que los varones de 10 u 11 años como nosotros
¿Qué veíamos? Veíamos los edificios y como ~ r i a b a nde lugar nunca veían. Esto nos daba mucho material para pensar sobre
en lugar: los pobres y deteriorados edificios de departamentos diferentes modos de vida.
de madera, en los barrios más pobres de la ciudad; los edificios Mientras viajábamos, obsedbamos: rniribamos detenidamen-
de ladnllo de varios pisos en barnos que eran m& acomodados; m
te todo lo que desfilaba por nuestra ventanilla que daba a la
las casas unifamiliares de algunos barrios étnicm, etc. Aprendía- ciudad, comentábamos entre nosotros lo que veiamos, repará-
mos a conocer los patrones emicos característicos de la ciudad bamos en las diferencia y la9 Ilet.;ibamos a c m para pensar en
leyendo los carteles de los negocios que pasábamos y nos ente- e l h . Hacia mis 12 años, digamos, ya tenía una buena compren-
rábamos de que los polacos vivían en hiilwaukee Avenue, los sión de la estructura física y social de la ciudad, al menos desde
italianos en el Near Wcst Side, los suecos m& al norte, los ne- un punto de vista geográfico.
gros en el South Side, y asi sucesivamente. Veíamos a personas El centm No era niucho más grande cuando empecé a ir solo
de diferentes grupos raciales y etnicos subir y bajar del tren y al centro, la mayoria de las veces. los sábados. Mis padres siem-
averiguábamos quiénes vivían dónde (éramosmuy buenos para ,
pre querían s a k r qué hacía cuando iba al centro y en realidad
descifrar la etnicidad a partir d e pequeñas pistas, entre ellas las nunca podía contarles, porque yo mismo no estaba seguro de lo
lenguas habladas, los estilos de vestimenta y hasta el olor de la que hacia allí. Sobre t d o ~gabundeary mirar las vidrieras de
comida que la gente llevaba). los negocios. Era mi oportunidad de observar la ciudad, no des
Veíamos las zonas industriales de la ciudad: las fabricas y los edi- de la distancia entre la ventanilla del tren elevado y los edificios
ficios que las aibergaban, las filas de camiones que les llevaban junto a los que pasábamos casi pegados.
suministros. Veíamos las p i a de ~ maniobras ferroviarias que El "centro" era un lugar grande, tal vez de seis cuadras por siete,
sedan a la ciudad; Chicago e n el mayor centro ferroviario del más o menos unas cuarenta o cuarenta y cinco manzanas, MgÚn
país, Veíamos loa centros comerciales de los barrios prósperos y el limite que se considerara. Personas de todos los Iiigares de la
los tipos de tiendas que había en ellos. ciudad iban allí a compcar en IMgrandes tiendas con secciones
Veíamos cosas tanto en primer plano como a la distancia. Al ver y lw negocios mis pequeños, a hacer trámites al ayuntamien-
a todas esas personas que subían y bajaban de Iw wgones en to o la =de del condado o en uno de los grandes bancos de
que viajábamos, sabíamos que éramos diferentcts a niuchas de LaSalle Street. o a entrar a uno de los muchos edificios que al-
ellas: racialmente diferentes, diferentes por la clase, diferentes bergaban quién a a k qué clase de actividadesen sus numerosos
por la etnicidad. Sabíamos que éramos judios y que moniones pisos. Habia edificios 'médicos", en su mayor parte llenos de
de esas personas no lo eran;no siempre estábamos seguros de consultorios de médicos y dentistas. En la mayoría de los edifi-
cim había una mezcla de negocios: pequeñas tiendas de repa- Conocía todos los restaurantes: los baratos que servían comidas
ración de relojes que no podían darse el lujo de tener un local de bajo precio a taquígrafos y vendedores y las personas que
a la calle;joyerías mayoristas;compañ ias de seguros;agentes de trabajaban en todas esas oficinas;el interior de los más caros
reservaciones para espectáculos t e a d e s , y detectives privada. podía verse m& o menas desde la cdle, de modo que yo miraba
T d o lo que uno podía encontrar en las páginas amarillas del para tratar de ver lo máa en cuanto a los más elegantes,
directorio telefónico estaba aiii, y se podia enmr a iui edificio, desde afuera no se podía ver nada en absoluto (tal vez el restau-
tornar el ascensor. bajar en cualquier piso y caminar amba y m t e mismo estuviera al final de un tramo de escaleras).Y veía
abajo por los corredores mirando los letreros en las puertas de los bares y a la gente que se juntaba en ellos (persona a las que
vidrio traslúcido. No se podía entrar sin una nn5n legitima, conocí mucho mejor algunos años después, cuando empecé a
claro está. y no teníamos relojes para arreglar ni la necesidad de tocar el piano en lugares así).
que un detective primdo investigara a nadie; de t d o s mdos, Entraba también a las tienda, aunque ahora tengo la vaga sen-
tampoco contábamos con el dinero p m pagarlo. saci6n de que no me sentía a mis anchas cn las grandes tiendas
Entraba al municipio o la sede del condado y miraba a los hom- con secciones. Sospechaban, me parece, que un chico solo no
bres bien vestidos que iban y venían, sin tener mucha idea de tenía dinero para comprar nada y, en consecuencia. bien podía
quiénes eran, aunque sabia que habia un akalde, un consejo estar dli para robar, de modo que no lo perdian de vista. Con
municipal y toda clase de oficinas públicas de la ciudad que todo,yo subía y bajaba por esas tiendas y miraba la ropa y los
hacían cosas corno llevar registros y recaudar impuestos. Podía juguetes. Pero no mucho, porque no conocia el camino y tenía
recorrer de arriba abajo los corredores y ver k d a s esas oficinas miedo de verme de repente en medio de los corpiños o algiin
numeradas, echar una mirada adentro y ver la típica oficina otro sitio donde estuviera totalmente fuera de lugar.
municipai abierta al público: un mostrador al que la gente se Iba a las librerías, claro está, las grandes como Breniano's don-
acercaba y detrás del cual los empleados del ayuntamiento p de uno podía perderse durante horas mirando 10 que tenían
dían ir a atenderla siempre y cuando estuvieran bien dispues- en venta. (Fue en Brentano's donde cometí mi primer y úni-
tos (lyo tenía el escepticismo fácil del chico de ciudad sobre la co robo, pero eso sucedi6 mucho después, cuando era estu-
burocracia y el gobierno,a los que conocia por la escuela!). En diante de pospdo y robé un ejemplar de las uaducciones de
el edificiotambién habiajuzgad-. pero nunca entré. No hacía Mills y Genh de Max W e k r . Me asusté tanto que jamáa volvi a
falta que nadie me dijen que no tenia nada que hacer en ellos, hacerlo.)
Veia a montones de policías frente a quienes, como yo sabia Y se veian cosm en la calle. Gente. Toda clase de gente. Todas
m& que ningún chico bien socializado de ciudad, lo mejor era las edades, todos los tamaños, todos los grupos étnicos, men-
ser invisible. digos, hombres de negocios, mujeres elegantemente vestidas
Pasábamos por los muchos cines que habia en la zona céntrica. de compras, chicas bonitas, chica no tan bonitas, tipos duros.
Algunos de ellos alternaban las películas con espectáculos escé- P d i a s mirarlos, observar los detalles de su ropa y su comporta-
nicos. En estos Úitimos se presentaban con frecuencia una de miento, el porte con que se movían, de dónde venian y a donde
las big b c a d de la época o algún artista popular: algunos años iban personas como esas. Podías preguntarte cosas sobre ellas,
después, cuando yo ya era un incipiente intérprete dejazz, solía en qué lugar de la ciudad vivían, qué hacían aquí, ctimo sería
pasar todo un día en uno de esos cines, donde veía la película hablar con ellas. Yo nunca habhbd con nadie, me limitaba a
varias veces sólo para poder escuchar a esas orquestas en vivo. mirar y escuchar.
arras salas presentaban úbm teatralesy abnan sólo a la ntxhe, Aprendí rápidamente a no mirar lo que no eca asunto mío: a
pero ai pasar caminando frente a ellas yo podia m i m la mar- obedecer las reglas de ia desatención civil que años más adelan-
quesina, las fotm de las estrellas y los conientarios d e los cnticos te Erving Goffman formalizó en beneficio de todos nosotros.
en las paredes. Aprendi a cruzar las grandes intersecciones -en el centro todas
270 DATOS, PRUEBAS E IDEAS CUALITATIVA 271
INEXACTITUDES EN I A INVESTIGACI~N

las intersecciones eran grandes- con cientos de otras personas con algunas variables influyentes que, de lo contrario, sólo llegarian a
sin chocar con nadie. conoceme años después.
En o m palabras, me convertí en un chico urbano bien
socializado.

Esto n o requiere una exégesis extensa. Pero algunos factores sugieren el


tipo de cuestiones en que deberiamos pensar, por el simple motivo de
que han cambiado. Uno de los errores más grandes que cometen los investigadores de cam-
El transporte, por ejemplo. Chicago tenia un sistema muy complejo po es generalizar las ideas que ellos crearon sobre la base del trabajo
de trenes elevados que mis amigos y yo podíamos usar para emprender intensivo en un lugar especifico y con person* especificas a conjuntos
nuestras excursiones (en la época la tarifa era, creo, de siete centavos, más vastos de entidades aparentemente similares. Mucha gente lo ha c e
y hasta u n niño de 10 años tenía ese dinero). Y para los chicos de 10 metido. En conjunción con la publicación de La sociedad de la esquina, su
años viajar así era absolutamente seguro. Nuestras madres no se pree legendario estiudio de un barrio bajo de Boston, William Foote Whyte
cupaban por nuestra seguridad: sólo querían tener la certeza de que escribió un articulo titulado 'La organización social en los barrios bajos"
volveríamos a casa a tiempo para cenar. Tal vez mis padres pensaran q u e generalizaba los hallazgos que habia hecho en esa ciudad al bamo
que esa no era la mejor manera de pasar el día. pero así podía estar bajo como forma genérica de organización social. Al escribir ese aru'culo,
fuera de casa (donde, de lo contrario, habría estado tumbado el día en- una caractefización más abstracta del lugar que había estudiado. hizo
tero leyendo uno u otro de los veinticuatro volúmenes de Mark Twain una audaz generalización, en armonía con el estilo entonces habitual de
y Charles Dickens que mi padre había comprado aprovechando la pr* referirse a los "barrios bajos" como una forma social genérica: "Mis datos
moción de un diario). provienen de un estudio de tres anos y medio e n el distrito pobre italiano
&uái sería el equivalente para los niños del estudio de Lareau? Ir al de 'Cornerville', que di a conocer en detalle en el libro LQ&S & ¿u
centro comercial, supongo.Pero también supongo que alguien tendría esquina Las conversaciones con las personas participantes en el Chicap
que Ilwarlm en auto. Este cambio histórico de las poblaciones, en virtud Area Project indican que mis conclusiones son Miidas de manera gene
del cual las familias más o menw parecida a la mía viven en un lugar que ral para otros asentarnientos de familias inmigrames" (Whyte, 1943: 57).
exige todos los traslados ida y vuel ta en auto que hacían los padres de los Esto es, Whyte presentaba su libro obre una pequeña barriada como
sujetos de clase media de Lareau, es una modificación fundamenta1 en si todos los barrios pobres fueran iguales, de modo que al estudiar uno
los recursos cuyo uso esta disponible en el proceso de crecimiento. podia hablar de la toialidad. De ese modo, se adecuaba perfectamenv al
La seguridad sería otra preocupación parental. También este aspecto estilo de la época: todos los sociólogos hacían lo mismo. En nuestros dias
varia históricamente. Es probable, aunque no indudable. que los barrios conocemos mejor e1 paño: sakmos que, si bien algunas dimensiones de
urbanos sean hoy menos seguros que en la época de mi niñez.i~ mayor las barriadas pobres pueden estar relativamente extendidas, cada barrio
disponibilidad de armas en todos los niveles de la sociedad estadouni- bajo tiene sw rasgos distintivos y se corre un gran riesgo al dar a enten-
dense induce tal vez a los padres a pensarlo dos veces antes de dejar que der otra cosa. Esto, desde luego, no impide que los sociólogos insinuen
un chico de 10 añosdeambule como nosorros lo hacíamos.Yeso sin men- el mismo tipo de generalizaci6n cada vez que la consideran pertinente.
cionar las vagas posibilidades de r o h u otras formas de victirnización, Hay otras maneras de manejar esta cuestión, pero probabfemente sea
En síntesis, una de las maneras en que una investigacion basada en la preciso abandonar la tentación de entregarse a las Grandes Generalizá-
observación intensiw puede salir mal (nodigo con esto que haya nada ciones. Mis colegas y yo estudiamos una facultad de mediciria de Kansas
malo en el estudio de Lareau) consiste en no prestar la atenci6n sufi- en la década de 1950. ¿Todas las facultades de medicina del país eran
ciente, cuando llega la hon de contar lo que uno ha descubierto, a la iguales a esa? Sentimos la tentación de hablar de ese modo, como si las
especificidad histórica de los datos. Cuando se la toma en cuenta, no scilo especificidades de la situación d e Kansas fueran lo bastante parecidas a
se evitan las generalizaciones injustificadas; también es posible toparw las de cualquier otra facultad de medicina d e los Estados Unidos para
justificar hacerlo, puesto que, después de todo, ¿a quién le importa real- Reflexiones fmales
mente una de esas facultades, y de Kansas City? Si hablamos, en cambio,
& "la educación médica en los Estados Unidos", quizá sintamos que,
bueno, abra si nos referimos a algo importante. Pero también es p r e
bable que cometamos un grueso error, porque es casi indudable que no
talas son iguales. I

Sobre la base del estudio de caso que uno ha hecho, cabe hablar de
muchas cosas, pero siempre debe tenerse presente que lo que se diga
supone que todas las condiciones que afectaron el lugar estudiado bien
podrían adoptar formm o dores bastante diferentes en otra lugares
aparentemente similares. De hecho, casi con seguridad sucederá así. Hay la corrección de los errores es un paso importante en cual-
que buscar entonces las dimensiones subyacentes según las cuales estas quier estudio que los genere. ¿Yqué estudio no los comete? Hemos visto,
organizaciones presuntamente similares pueden variar. Esa es una ma- capítulo tras capítula, las variedades de errores que cornewn los inves-
nera más segura y productiva de hablar, aunque no sonará tan pomposa tigadores de todas las tendencias metodológicas, y considerado distin-
como una descripción más generalizada que aplique lo que uno sabe tas maneras de evitarlos: en nuestra planificación, mientras ejecutamos
efectivamente a lugares que no ha estudiado y de los cuales no sabe nada. nuestros planes, luego de completar lo planificado. No voy a repetir todo
t G m o se buscan las dimensiones subyacentes?Dediqué a esa cuestión esto en un resumen.
un capítulo de un libro reciente (Becker, 2014: 5-39), donde centro mi Pero aquí hay dos recomendaciones para evitar errores, algunas c*
examen en la magistral diseccibn que Everett C. Hughtr (1943) hace sas simples que quienes trabajan en las ciencias sociales deberían tener
de la división étnica del trabajo alrededor del mundo. Hughes había es- presentes.
tudiado ese proceso en una pequeña ciudad de Quebec en la que poco
tiempo atrás se habían instalado dos nueva fábricas textiles, con el con-
comitante reordenamiento de la estructura econ6rnica y social y el esta-
blecimiento de una nuem división del trabajo. El proceso de industriali- NO COMETA W S VECES EL MISMO ERROR
zación, que en la época se producía en todo el mundo, necesitaba teorías
y generalizaciones para explicar los muchos ejemplos que acopiaban Ios Recuerde todas las cosas que pueden inducirlo a error. Haga algo a su
cientificos sociales. Hughes no pretendió que 'Cantonvilk* representara respecto, para no cometer los mismos errores una y otra vez.
el modelo del proceso genérico de "industrialización"con tanta exacu- Como hemos visto, si recolectamos datos en forma estructurada, tal
tud que. p a n entender lo que pasaba en todas partes, sólo bastara con vez sólo notemos que se han cometido errores y q u e hay mejores mane
suponer que esos lugares eran iguales a lo que él había visto tn Quebec. ras de buscar dichos datoa cuando ya es demasiado tarde para hacer algo
En cambio, elaboró un detallado análisis de los procesos subyacentes sobre la cuestión m ese &dio. Sin embargo, el hacer ese descubrimiento
implicados e identificó las "variables" que, aunque tal vez presentes en debería impulsamos a encontrar una manera de evitar la próxima vez los
todos lados, asumían formas y valores diferentes en cada uno de esos errores específicos que hayamos cometido.
lugares. No era posible, en consecuencia, generalizar las especificidades Cuando usted sabe que en el método que utiliza hay un error a la e+
del proceso, porque variaban en función de las condiciones locaies. Lo pera de sorprenderlo, recuerde a Sébastien Balibar y las ondas radiales
que podía llegar a ser generalizable eran los procesos y subprocesos cuya que entraban por la ventana. Use lo que la gente haya aprendido sobre
descripción los investigadores tendrían que ajustar a medida que con* los errores en el muesueo, en la definición de las categorías, en la enun-
cían m& sobre más casos. Una inieligentc solución buffoniana. ciación de las preguntas estructuradasy e n el ordenamiento de estas en
cuestionarios y guías de entrevistazr. y sobre l a dificultades en el manejo
de equipos de recolectorea de datos.
REFLEXIONES FINALeS 4 75

Por ejemplo, de las conclusiones defectuosas sobre el aislamiento a+ a los otros, que constituyen loa datos y resultados de una observación
cial basadas en I a tnmpas aparentes cometidas por Ios entrevistadores detenida.
(examinadas en el capitulo 6), y de las sugerencias deJulius Roth acerca A menudo los investigadores de campo comienzan por reunir infor-
de las posibles causas de ese fenómeno, podemos aprender a buscar un mación sin tener ningún plan más allá de ver lo que hacen las personas
mejor modo de integrar a los entreastadores por encuestas a los equipos a quienes están estudiando durante su vida en una comunidad, un lugar
de investigación, a fin de que sus incentivcn armonicen m& adecuada- de trabajo o cualquier otro ámbito que constituya el punto de partida
mente con los de los cientificos que han planificado la investigación. de su investigación. Lo que ven les plantea interrogantes. ;Quién es esa?
Como sugirieron Paik y Sanchagrin al sacar a la luz el problema en su ¿Qué hace ahí? (Qué pasará después? 2Por qué dijo él eso? Comienzan a
nuew análisis de los datos del aislamiento social, la soIuci6n probable- construir descripciones provisionales de patrones: de comportamiento,
mente no se encontrará en una mayor y mejor capacitación de los en- de ideas. de conexiones. Al mirar, escuchar y conversar con 1x5 penonas
trevistadores,que no cambiará motimciones m L fundadas en el aspecto estudiadas, tienen ideas y empiezan a preguntarse si estas representan
organi zacional. adecuadamente lo que han visto. <Hay algo m& por ver, por conocer?
Los cambios de este tipo son necesariamente de largo plazo cuando sc ¿Pueden pedirle a alguien que explique algo que no entienden? ¿Las
trata de muestras nacionales reunidas por grandes organizaciones con personas que observamos saben que en lo que hacen hay un patrón? N+
problemas económicos y de dirección. Pero es mejor empezar a traba- sotros pdernoa verlo, pero ¿puedenellas?Y si pueden, ¿lo que creemos
jar en ellos,y el modelo para hacerlo lo tenemos en la forma en que la que hacen es correcto?2Aceriamosen las intenciones que les atribuimos?
Oficina del Censo se ocupa de los defectos de procedimknto conocidos. ¿Qué quieren que pase y q u é hacen cuando no pasa del modo que espe-
Muchos problema que son un p w o m& fáciles de enfrentar -como raban? Cada respuesta provisoria a esas p r e p n m que los invesugadores
los cambios en el enunciado de las preguntas sobre la m,la etnicidad, de caiiipo se dan a sí mismos sugiere más cosas que observar, preguntar,
la estructura del hogar y otras cosas que queremos estudiar, que, al ser hablar con las personas estudiadas. Las ideas de los investigadores se tor-
fenómenos sociales, cambian t d o el tiempo- tal vez exijan una integra- nan más complicadas y algunas de las implicaciones que ellos deducen
ción más estrecha del p~rsonalde planificación y el personal operativo, de las primeras observaciones no resisten la prueba de una observación
los científicos y las personas que implementan sus diseiíos de investiga- adicional. Nuca obsemciones sugieren o m s posibilidades. L a prime-
ción, FAOScambios organizacionalesno son sencillos ni baratos y aopeza- m ideas no e n n "erróneas",pero ahí no acaba la cosa. De modo que
rán seguramente con resistencias. Pero la evitación de un cambia de esa los investigadores van y vienen entre ellas y nuwas observaciones, que ae
magnitud mediante cl tipo de "desviación organizacional" descripta por convierten en la prueba de ideas adicionales.
Vaughan (1996) enue los científicos espaciales puede producir y proba- Fsta espiral de observación, interpretación. m& observación y reinter-
blemente producirá trastornos periódicos. como la alarma frente al aisla- prelación no se detiene mientras el obsemdor permanece en el terre-
miento social; nada tan catasu6fico como el desastre del Ch-, pero no. Donald Campbell, un experto en diseño experimental y cuasi expe-
tampoco nada divertido. EAprobable que a l a personas que trabajan en rimental (fuimos colegas en la Universidad Northwestern y en alguna
esa clase de organizaciones esto les parezca "poco realista*, pero espero oportunidad dictamos seminariosjuntos), me molestó durante años en
que tomtn la ~ugerenciacon seriedad. relación con las inadecuaciones de la investigación de campo, que a su
A diferencia de los investigadores cuyos planes les exigen recoger juicio era una variedad de los experimentos hechos por Única vez (el di-
sus pruebas de la misma manera de cada participante de quien extraen seño de investigación más débil posible, segiin él pensaba). Hasta que un
sus datos, los investigadores de campo no tienen que crear un estudio día me sefialá que hahia caído repentinamente en la cuenta de que. para
completamente nuevo para arreglar un método que n o funciona como el investigador de campo, cada día en el terreno es un nuevo episodio de
ellos creian y descubrir una mejor forma de recolectar datos. El hallaz- la recolección de datos, en el cual las ideas y los descubrimientos del día
go de una nueva pregunta por plantear o un nuevo tipo de comporta- anterior pueden ser refutados. Pero entonces. comprendió Campkll,
miento por observar va de la mano con los descubrimientos diarios de de ahí surgen nuevas hipótesis que pueden confirmarse o rechazarse al
lo que la gente hace y su modo de explicarse sus acciones y explicarlas día siguiente.
~ 7 DATOS,
6 PRUEBAS E IDEAS

De modo que los investigadores de campo no se dedican tanto a repa- que no ha estudiado. En cierto modo, es más 'importante* decir que
rar errores como a desarrolIar su recolecci6n de datos a fin de considerar nos hemos informado sobre todas las facultades de medicina, cuando a
y someter a prueba m& ideas, que, al comenzar a trabajar, no podían lo sumo hemos descubierto algunos fenómenos que acaso aparezcan en
tener por la insuficiencia de su conocimiento. Cuando una idea no fuw una forma diferente en otros lugares: ni& que un resultado, tina pista.
ciona y observaciones adicionales no confirman sus interpretaciones ini-
ciales, los investigadores de campo pueden esperar con impaciencia el
día siguiente, cuando tendrán la posibilidad de p m f u n d w la idea con
el objeto de tomar en cuenta y ial vez ampliar el nuevo conocimiento. No CONVERTIR LOS "PROBLEMAS T~CNICOS"
todos los métodos de recolección de datos son tan clementes. EN CUESTIONES INVESTIGABLES
Este proceso de interpretación de resultados específicos mediante la
creaci6n de un modelo de los procesos subyacentes puede extenderse Mi segunda recomendación, de igual importancia, es conv~rtir10s errw
durante años, a veces -no siempre en paialelo con m& investigaciones, res que inevitablemente cometemos en problemas para investigar, nue-
y producir finalmente ideas muy elabradas para guiar la investigación vos tipos de fenónienos sociales para analizar y comprender como tó-
sobre toda una familia de fenómenos (véase Becker, 2014: 61-93). Así fue picos por derecho propio. Las realidades sociales generan algunas de
como generalicé, en definitiva, mi estudio bastante especifico del consu- nuestras dificultades técnicas en relación can la investigación. LOScam-
mo de marihuana (Becker,1953). bios en b composiciijn de las poblaciones urbanas y en las relaciones
Los investigadores de campo siempre tienen que evitar su tentacion entre gmpos étnicos generaron dlficuItades técnicas con respecto a la
particular: "encontrar"o tornar como obvias conclusiones sobre c* pregunta de la Oficina del Censo sobre la herencia étnica. Para resolver
sas de las que en realidad no saben nada ni tienen dato aíguno. H a q el problema, Mary Waters lo reformuló como un prohlema de invcsiign-
Anslinger p o d h haber sido el cruzado puritano imaginado por mi, pero ción e indagó sobre lo qiie la gente quería decir cuando decia ser italiana
no era algo que yo supiera: simplemente lo imaginaba. E s importante, o irlandesa, así como la investigación sobre lns relaciones raciales en los
entonces, reconocer que esas afirmaciones alegres e indocumentadas Estados Unidos se benefició al convertir las dificultades para interpretar
exigen una verifscacidn. preguntas simples acerca de la pertenencia a uno u otro grupo racial en
Ocra versi611de este error consiste en ampliar nuestra comprensión una pregunta diferente, quc capta mejor la realidad social de la raza:
de lo que hemos estudiado a cosas que no conocemos. Los grandes te ¿cómo actiian en la vida diaria las diferencias en la tonalidad de la piel?
mas nos tientan a generalizar lo que sí gabernos a cosas que en realidad De manera similar, Stefan Timmermans uansfom6 los problemas susci-
no sabernos porque no las hemos estudiado. Organizaciones liamadas tados por los datos oficiales sobre las causas de muerte en el problema
por el mismo nombre (facultades, para tornar el ejemplo corriente de investigable de cómo afectan las organizaciones laborales los productos
este pecado), sea por las personas que las integran o por observadores del trabajo en el caso especial en que estos son informes o datos en bruto
exteriores, no son,casi con scrguridad, iguales en todos los aspectos, y ni que utilizamos en la investigaciiin socinlbgica.
siquiera en la mayoría. Podemos hablar de lo que quizás esté presente en Este es el tipo de operación a la que la gentr: de la informática se
ouas organizaciones que llevan el mismo nombre genérico (por ejemplo refería hace mucho como la de convertir un error en una caracteristi-
"facultad de medicina") sobre la base de nuesmo caso, pero para hacerlo ca; por mi parte, yo he descripta muchos ejemplos de eso en este libro.
tenernos que suponer que todas las condiciones que afectan el lugar que Sepa reconocer la situación en que las dificultades brindan esm claqe de
hemos estudiado están presentes en todos esos otros lugares, cuando es oportunidad.
casi indudable que no lo están. Se puede, sin embargo, buscar las dirnen- Aqui, la moraleja es: tenga cuidado con las trampas y conviértalas en
siones subyacentes según las cuales e s a organizaciones aparentemente tdpicos de investigación. No es tan dificil como parece.
similares pueden llegar a miar. Esa es una manera más segun y produc-
tiva de hablar. aunque no sonará tan pomposa e imponente como una
descripción. más generalizada qbe aplique lo que uno si sabe a lugares
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