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ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900 - 1920 M* DOLORES RAMOS PALOMO «Una verdadera escalera hacia la pobreza cuyos extremos se hallan cada vez més separados» (1). ‘Asi era la Malaga de comienzos de siglo, un lugar donde los ricos se hacian cada vez mis ricos y los pobres cada vez més pobres, donde las medias aritméticas o los promedios estadisticos no significa- ban gran cosa, una abstraccién, como sélo podia suceder, y hasta qué punto, en las economias margi nales y las sociedades atrasadas. Malaga enfilaba el siglo XX zarandeada por las crisis, la nacional, ideoldgica, que sobrevino tras el naufragio colonial y el ocaso de los valores de siempre en mares antillanos, y la suya propia, que, por encima de un sin fin de calamidades y problemas, era la plasmacién de todas las «desgracias» en tuna: la servidumbre de unas estructuras socioeconémicas condenadas a sobrevivir en la meridicidad, sujetas a los mecanismos de control de los més fuertes. En efecto, el «gran salto adelante» de la eco- noma capitalista mundial en la segunda mitad del siglo XIX produjo un reajuste en estas relaciones de produccién y una nueva distribucién de los mercados, hechos que acabaron lastrando gravemente no sélo las estructuras locales, sino las de toda la regidn: Mélaga quedé alejada de las zonas donde el impulso del capitalismo era mayor, convertida en suministradora de materias primas y mano de obra barata, pasando a ocupar en lo sucesivo un lugar entre las éreas «periféricas» de economia subdesarro- Mada (2). La Malaga que inicia su andadura por el novecientos ofrece a nuestros ojos un especticulo singu- lar, pero en modo alguno sorprendente: una economia de transicién en la que se entremezclan y con- viven modos productivos muy heterogéneos, desde las relaciones capitalistas mas desarrolladas ~ en crisis, sin embargo ~ a las formas de capitalismo comercial que aqui han sido predominantes, sin olvi- dar la importante presencia de los gremios y de aquellas actividades que caracterizan a una economia casi autérquica ¢ incluso de algin enclave colonial muy definido. El sistema, a pesar de tantas imbrica- ciones 0 tal vez por ello precisamente, habia estado sometido a un proceso de cambio, fruto de las tensiones seftaladas, habiendo atravesado a la caida del Antiguo Régimen lo que pudiéramos llamar el nivel umbral de wna formacién social capitalista. Después, de manera paulatina este modo de produc- in se convertiria en dominante haciendo prevalecer la propia dindmica de sus leyes sobre las demas. (a) J, L, SAMPEDRO, Concencie del subdeserrolo. Barcelona, 1972, pig. 42 (2) ‘Sobre enor aepectosveawe G. GURVITCH, Dialectica y Sociologia 2° ed. Madrid, 1971; Teoria de ls clases socoler. Madrid, 1971. © Bactica, Estudios de Arte, Geogrofa e Historia, 8, 1985, 515-534. ISSN: 0212-5099, Facultad de Filosofia y Letras, Universidad de Malaga. Campus de Teatinos, -29071 Malaga (Espafia) 516 M# DOLORES RAMOS PALOMO La diversidad de formas econémicas apuntadas llevaba implicita una extraordinaria estratifica- cién en clases y grupos sociales que no responde en absoluto al tradicional esquema burguesia-prole- tariado, quizas més europeo, pero muy alejado de la realidad espafiola, en todo caso demasiado sim- ple y lineal para ser aplicado sin reducciones. La plataforma social malagueita incluia la presencia de varias burguesias ~,en segmentos muy desiguales como tendremos ocasion de ver ~numerosos cam- pesinos, arrendatarios pobres y un considerable proletariado agricola, el artesanado y otros grupos asalariados en las ciudades, ademas de un lumpem-proletariat cada vez mas amplio, fruto de los dese- quilibrios demograficos y econémicos. Obviamente esta diversidad desafia toda generalizacién y constituye, en si misma, la principal caracteristica de la estructura social en Malaga. Sin embargo hay otras maneras de plantear el tema. La consideracién de las formas econémicas no es el tinico criterio utilizado por socidlogos, economistas historiadores para establecer las dife- rencias entre las clases sociales. Si aplicamos la nocién de statusen un contexto histérico determinado podemos apreciar que el estado especifico de prestigio social, positivo negativo, sugiere muy diver- sas realidades: linaje, dinero, habitat, factores educacionales; pero al enfocar desde este prisma a la alta burguesia malaguefia captamos en qué modo se confunden el poder econdmico y el prestigio so- cial. Ahora bien, ciertas élites o minorias rectoras gozan de una situacidn que sobrepasa, en ocasiones, los limites de su propia potencialidad econémica. En este caso, el cumplimiento de determinados ro- les, la prestacién de ciertos servicios en un contexto socioeconémico de atraso tecnolégico y subdesa- rrollo generalizados — tal como ocurria en Mélaga durante las primeras décadas del siglo XX ~ ba taba para encumbrar socialmente a las capas profesionales, sobre todo a médicos, abogados e ingenie- ros. Sin embargo, por encima de las formas meramente productivas y las situaciones de prestigio cri talizan las manifestaciones politicas y las ideolégicas, ya en sentido restringido (la ideologia, propia- mente dicha), ya en el mas amplio de las actitudes y los comportamientos sociales (costumbres), para asegurar unas determinadas relaciones de desigualdad entre los hombres dentro del sistema, perpe- tuindolo (3), 0 para romper las estructuras de dominacién y alumbrar un «nuevo mundo». Tarea nada facil a juzgar por el mimero de batallas que han perdido los trabajadores a lo largo de la historia: algu- nas han sido cubiertas con el manto del olvido (éuna derrota mas dura aiin?), otras no han podido des- lindarse de objetivos més prosaicos. Después de todo, la conciencia de clase va tomando una cierta ex- presién cultural y politica de acuerdo con el contexto histérico, y éste obliga a veces a dar largos ro- deos a los trabajadores. Dice Thomson al respecto: «La clase aparece cuando algunos hombres, como resultado de experiencias comunes (heredadas 0 compartidas), sienten y articulan la realidad de sus intereses entre ellos y contra otros hombres cuyos intereses son diferentes (y corrientemente opues- tos) a los suyos. La experiencia de clase esta ampliamente determinada por las relaciones productivas en el marco de las cuales han nacido o bien entran voluntariamente los hombres. La conciencia de clase es la manera como se traducen estas experiencias a términos culturales, encarandose en tradi- ciones, sistemas de valores, ideas y formas institucionales» (4). En todo caso éstas no son inamovibles. (3)_-M, HARNECKER, Lor concptor elementals del matriaiomo bistric, 9: ed. Madtid, 1977, pig. 99; L. ALTHUSSER, eta, Polémice sobre marismo y Hamanismo, Mexico, 1968. N. POULANTZAS, Poder poco y clases rocies en el Eutado capitalise, Mexico, 1969.). REX. Problemas fandamentaes de l teortasoiligcs 2° ed, 197. Dice exe autor: ala clase dominante pretende que wo sistema de a propiedad y'Tos tipos de poder que susteta 100 las inttuciones iegitimas de In Sociedad, Pero el grupo oposior negara esta pretensin de leptinidad ¥ deuarolard su propio sistema econdmico idenado maneras de imitar el poder a la clase dominant, y propa religion, mits y sistema eds: ‘aciona, con lo que trata de tansmitr un nuevo purén de lgtimidad (pap. 153) (4) EP. THOMSON, Le formacén bistrce de lt clase ober Inglatera, 1780-1832, Barcelona, 1977, vo. 1, pig. 8 ESTRUCTURA SOCIALEN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 S17 No hay duda sobre la situacién conflictual més o menos latente en que viven los grupos sociales. Esta situacién se caracteriza por el desequilibrio en el sistema de la propiedad y en los tipos de poder centre la clase dominante y la sometida, por la necesidad de legitimacion y de muestras de reconoci- ‘miento que exige la primera y las reiteradas negativas a aceptar dicha pretensién — lo que equivale a rechazar el estado de cosas vigente ~ que opone la segunda. En este sentido, la fuerza de las aspira- cones y los logros de la clase dominada van a depender de una serie de factores: capacidad organizati- va, efectividad y carisma de los Iideres, intensidad de la explotacién, acciones de solidaridad e incluso pautas de conducta imitativas de algunos grupos sociales semejantes en otros lugares (5). De igual modo, las estrategias utilizadas dependeran de la correlacién de fuerzas entre los grupos opositores. Las practicas reivindicativas de los marginados no sélo se limitan a manifestaciones sindi- «ales y politicas, incluyen también la resistencia pasiva y la lucha ideolégica para impedirla filtracion en sus filas de los valores de la clase dominante. El resultado puede consistir en una sifuacién de tregua, un equilibrio de poderes compartido, un pacto 0 consenso en el que la clase dominante se ve obligada a hacer concesiones frente a las experien- cas de las masas, pero que desaparece al apagarse el espiritu de lucha de éstas aflorando de nuevo las. antiguas pautas de conducta abandonadas (6). Por el contrario, la sitwacién revolucionaria exige un ‘cambio real, absoluto, que no ser4 efectivo sila clase sometida no destruye totalmente el poder de sus opositores. Como es obvio, surgirin nuevos conflictos, pero estos giraran ya en toro a otra pro- blemética: «La ideologia en los dias de lucha y las utopias imaginadas durante'esa época pueden so- brevivir en la nueva situacién y pueden hacerse referencias a ellas en los debates ideol6gicos que sur- jan; pero los valores reales de la nueva sociedad tendran que ser forjados en la prictica, con relacién a los nuevos objetivos que la gente se propone alcanzar» (7). Los vastos movimientos sociales de la Mélaga radical urbana y campesina no proceden en el periodo 1914-1923 de ninguna gran industria, aunque se libren batallas de interés en ellas. El sector textil tendia a declinar, el siderirgico, en manos extranjeras, agonizaba. No existia, por consiguiente, ninguna empresa de cabecera lo suficientemente estable para imponer a sus trabajadores en el mercado revolucionario, Fueron los obreros del puerto, los artesanos, los dependientes, los empleados de los ta- Ileres y de la pequefia industria en el medio urbano; los jornaleros, los campesinos y los arrendatarios de los pueblos, las aldeas y comunidades agricolas los que vivieron un mayor ntimero de situaciones de tregua y- momentos prerrevolucionarios. La historia de estos grupos sociales, sus problemas, sus tensiones y conflictos no puede ser explicada sin abordar el anilisis de toda la estructura, sin tener conciencia de las enormes desigualdades que separaban a unos ciudadanos de otros y del grado de ex- plotacién que soportaban los mas débiles, sin comprender qué facil resultaba tropezar y caer en el abismo ocupado por pobres, marginados e indigentes. (9). J, REX, op i, pig. 197 (6) Tbdem page. 157-158, (1) idem. big, 138 “GL °d “XIX OP8ts J9p DBempPHY m U9 pup2!r0g & vrmou02y ‘ZONNIN SATVUON ‘W ¥ wopuodso1109 181 9p S0rep SO] “eidosd Le ear o¢ FIST ch L 22 9p 8 HORIOGETT “UOH2NG0d ap OSU2D “A " VALIDV NOIDV180a oze'z9T ** s06T + +-song — 9g0°%e" ‘souoyoo 4 sopreyepusuy — ¥9o TF 802 + sou9uqy — “oonspwiop ofturag — -sax9qfe1 & seoLIqey ap 019190 — s+++++ ssoqeiny souayeuso f — ‘SHUV'INdOd SAAOLDAS *sayuejoiautog — sojemsnpu — “reife soueiatdord souerpau A soyonbag — “soqesaqy souors2yo1q — VISANDUN VNVIGAW A VNINOAd 181 jar A saiueforowioo sopurers — $99 soureiBe soueraidosd sopuesg — “ANSON VISANDANE % somnyosqe sox91N (wopsezedwio>) st6t VOVIVW 3d TVNOISAIOdOINOS VANLINAIST 1ouavn ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 519 El vértice del poder: las familias oligdrquicas, En contadas ocasiones podri decisse con mayor seguridad que una capa social tan reducida abar- carse tanto. Todo lo controlaban. Los representantes de esta poderosa capa social a la vez que grandes propietarios de fincas risticas y urbanas, pertenecian a la alta burguesia de negocios (especulativos, fi- nancieros, navales, ultramarinos) y se integraban en la fraccién de empresarios industriales: ramas tex- til, sidertirgica, azucarera y eléctrica, siempre en funcién de las coyunturas. Martin y Manuel Domin- go Larios, Jorge Loring y Manuel Agustin Heredia constituyen el mejor arquetipo de este reducido clan de audaces negociantes, al que sucedié una segunda generacién de oligarcas — bastante més débil, es verdad — integrada por sus descendientes y los de otras influyentes familias de la burguesia mercan- til del siglo XIX (Félix Saenz, Huelin, Rein, Kraiel..). Los canales de entrada de la oligarquia malaguefia en el bloque de poder que surgié con la Res- tauracién reflejan una estricta fidelidad a las normas establecidas por el grupo dominante para traspa- sar el «circulo magico» que habia trazado a su alrededor: prosperidad econdmica, pautas de conducta cada vez mis aristocriticas, matrimonio endogimicos, ennoblecimiento. Heredia fue uno de los pri- ‘eros burgueses espafioles que obtuvo un titulo nobiliario, antes de 1834, constituyendo el matrimo- nio de sus hijos un fiel reflejo de los primeros reagrupamientos socioeconémicos a nivel local: la ma~ yor, Isabel, cas6 con José Hurtado, conde de Zaldivar, Manuel y Tomés con Trinidad y Julia Grund, ‘Amalia y Ricardo con Jorge ¢ Isabel Loring, Enrique con Josefa de la Cimara y Maria con Andrés Parladé, conde de Aguilar (8). Siguiendo pautas de comportamiento similares, una rama de los La- (os entroncé con los Crooke, se unieron los Grund y los Scholtz, los Clemens y los Petersen, los Gross y los Orueta, los Loring con los Rein y estos con los Nagel. De modo que si nos propusigramos desvelar los vinculos, lazos, cruces e imbricaciones, a veces dobles, incluidos los matrimonios con: sanguineos, entre estas familias, la relacién seria interminable. Lo cierto es que muy pronto, tanto a estos grupos oligdrquicos como a sus descendientes, educa- dos a la inglesa (en el distinguido colegio de Clewer Green buena parte de los estudiantes matriculados en 1850 eran malaguefios: Adolfo Crooke, Juan Clemens, Enrique Petersen, Domingo Orueta Duar- te) (9), no sélo Malaga, sino la region andaluza, se les quedé pequeiia. De ahi que entablaran alianzas con la burguesia de las zonas donde el impulso capitalista era mayor, con el mundo de las finanzas y la clase politica establecida en Madrid. Nos limitaremos a enunciar los enlaces mis significativos. Una de las dos hijas de Numa Guilhou (vinculado ala Compafa General de Crédito de Espaa, de capi- tal francés y con fuertes intereses en la hulleria asturiana, concretamente en la Fabrica de Mieres) con- trajo matrimonio con un Loring, siendo investidos en 1911 Condes de Mieres del Camino. Una Lo- ring-Heredia casé con el Marqués de Salamanca, personaje enraizado en el mundo de la politica y las altas finanzas madrilefias, que ademés figuraba inevitablemente en el Consejo de Administracién de la linea de ferrocarriles Madrid-Zaragoza-Alicante (M.Z.A.). Un descendiente de Heredia se unio a Isa- bel Prim, hija del general y nieta del banguero mejicano Agueiro. Francisco Silvela, abogado nacido en Paris el aito 1830, hijo y nieto de liberales, contrajo matrimonio con la heredera de los Loring, pa~ (8) Véase C GARCIA MONTORO, Milage en los comienos ela indusriazaion: Monuel Agustin Hered (1786-1846) Cordoba, 1978. (Cuadto gencagico dela familia Heredi- Livermore, pat. 195. He podido consular los antecedents de la familia Grand y Abarer de Linera (racing. «la gentiens de Clara Aharer de Linera Plo. fy C7]. L: CARRILLO, M: D, RAMOS, |. CASTELLANOS, Le Sociedad Malaquea de Ciencias, Catilogo de us manascitos. Malaga, 1984 tem oni, 58: «Datos biogriics de Joagitn Garela de Toledo Harrison (1833-1913), pig. 95 520 MB DOLORES RAMOS PALOMO sando a controlar los Ferrocarriles Andalucesy la Hidroeléctrica el Chorro, de la que més tarde llegaria a ser presidente (10), y asf una sucesién de ejemplos. Sugerir el estilo de vida de estas familias es entrever la distancia que les separaba del resto de los. mortales. La escritora Carmen Martin Gaite ha trazado un magnifico retrato del ambiente que rodea- baa los Loring-Heredia a comienzos de siglo: «Dofia Amalia Heredia, la marquesa consorte de Casa Loring, viuda en 1900, tenia abierta casa en Milaga y en Madrid y parece haber sentido muy fuerte- mente la picadura de la pasién politica, A una de sus tres hijas, Amalia, la cas6 con Francisco Silvela y a la otra, Isabel, con un hermano suyo, es decir, tio carnal de la chica, Ricardo Heredia Livermore, conde de Benahavis, biblidfilo muy culto y erudito, que murié sin haber llegado a conocer a su futuro yerno, el joven ingeniero Benjumea. De dofia , Ia abuela, mujer de fuerte personalidad, se ‘cuenta que despreciaba las fiestas de sociedad y que tenia por insustanciales a los hombres que no se ‘ocupaban de politica. Para recreo de la familia, su padre don Manuel Agustin Heredia habia edificado en la ribera del Guadalmedina una casa palacio, «San José», que habia poblado de drboles exéticos y plantas tropicales traidas por él mismo en sus veleros de lejanos paises. En frente de ella edificaron Amalia y su esposo Jorge Loring otra magnifica finca, «La Concepcién», rodeada de un verdadero jardin boténico, donde se tenia a gala recibir a gente importante. Por esta finca, siempre llena de invi- tados, desfilaron, entre otros escritores, politicos e industriales de la época, Cénovas del Castillo, que era malaguefio y sobrino de Estebsnez Calderdn, el hacendista Villaverde, el financiero José Salaman- «a, el diputado de las Constituyentes Salvador Barroso, Alarcén Lujén, senador y alcalde de Malaga y el ministro de la gobernacién Romero Robledo, el cual es fama que en aquellas tertulias hizo las paces con su eterno adversario Francisco Silvela, yerno de dofia Amalia. Puede decirse que en la finca de «La Concepcidn» se cocié parte de la politica de Espafia y se gesté la transformacion y modernizacién de la ciudad de Malaga» (11). Desde luego la «oligarquia de la Alameda, para decirlo con las palabras de alguien muy cercano a la misma, el escritor malaguefio Estébanez Calderén, casado con una cufiada de Heredia, tenia cla- ra conciencia de pertenecer a un clan de privilegiados, y asi vivia replegada en sus casas — las més cespléndidas de cuantas habia visto en Espafia el viajero inglés Inglis - y quinta de recreo, alzando una infranqueable barrera a su alrededor (incluso el propio Estébanez quedaba fuera de ese citculo de hombres de negocios, de «un seco realismo muy apegado a las cifras») (12). Una barrera que solo el instinto de clase lograria hacer permeable en los momentos mis eriticos a otras capas burguesas (13), Estas familias mostraban indiferencia, cuando no simple ignorancia, por los problemas que agobia- ban al ciudadano de a pie, siempre que éste no rozara en sus reivindicaciones los sagrados principios de la propiedad y el orden. Actitud vital tan solo «corregida» por tranquilizadoras obras de caracter so- cial y benéfico, algunas tan absolutamente necesarias como la manutencién de los presos pobres a cambio de ciertos privilegios: nobleza personal, exencién de alojamiento y bagajes y de toda carga (10) Para eos aspects, vase M. TUNON DE LARA, Edis rb elsilo XIX pata. ed, Madi 1978, pgs 173.193, 198 196, Historia vealidad del poder El podry lar ater de poder ne proer tec del igo XX. 3+ dy Madi, 1975 pia. 80 Y 8 (11) "C MARTIN GATTE.E! Conde le Guadtbore tu fpct 3 10 labor Madd, 1977, pig. 9738 {12} ©. GARCIA MONTORO, op. pie 128 (13) este especo convene recordat come ene ambiente de crisis generazada dl oto de 197, la anbleante larga en el pode, aconada desde dveson sectors soe y prions poltics two que recur Camb, mato eepescnate de a Lie Repona de CCatlutay de la Asumbles de Parlamentario, pare formar pare dl primer gobierno de concentacca de a Manarqis Con ete pol bar toca indosialy nancies caalana dabe marca dsc un propecton de teornay sc alba con ls podcessigirqucos dl nein, samen de orcs cpr os tesa con aor Cl JK LACOMBA, Lahde 197 Mags encanta Mi 21993. ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (1): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 521 concejil, uso de armas en los sitios vedados, etc. (14); otras como la construccién de viviendas para obreros y de asilos donde acoger y ocultar la pobreza; por iltimo, el reparto de limosnas y panes entre los necesitados en dias de especial relieve politico — candidaturas electorales — 0 religioso. El testimo- rio que sigue nos habla de una singular costumbre de los burgueses de Malaga, la de servir la comida el dia de San José, vestidos con levita y sombrero de copa, a los ancianos del Asilo de las Hermanitas de los Pobres: «Iban de gala, porque servir a los pobres era servir a Dios, y como servir a Dios era un inmerecido honor, habia que vestirse adecuadamente para ello. Y el comedor del viejo Asilo de las Hermanitas, en las proximidades de la Esta- cin de Milaga, con aquellos caballeros — lo mejor de la ciudad ~ sirviendo humildemente a los pobres, imagen de Cristo en la tierra, era un especticulo insdlito ¢ inolvidable... Imagen emocionante de una Milaga fenecida» (15). En efecto, habia mas sentido de la apariencia que de la eficacia en !a escala de valores de estas él tes. El clima de pobreza ideologica que les envolvia dice Jutglar ~ ¢s apreciable incluso en el arcai mo o la ausencia de mitologias burguesas, dejando a un lado las continuas referencias a «las verdades, realidades y valores eternos», que, por otra parte, tampoco significaban notables ni novedosas ideas (16), asi hasta el estallido y posterior institucionalizacién de la crisis del sistema, momento en que surgiria con toda su carga de ambigtiedad y complejidad el fendmeno regeneracionista protagoniza- do, en gran medida, por «las otras burguesias», Precisamente seran estos sectores los que procuren col- matat el vacio ideoldgico de la oligarquia en el poder cuyo retrato ha compuesto Almirall de forma admirable: «El grupo imperante(...) esta satisfecho en reinar, aunque sea sobre un montén de ruinas. Quiere mandar y manda separado de la vida real y del movimiento europeo haciéndose la ilusién de que constituye una raza superior y alimentandose en el recuerdo de su pasado; conservando el bajo pueblo en la miseria por la obligacién en que se encuentran de sostener el lujo de los que los manejan; este grupo ha Ilegado a creer que este estado de cosas ha de durar eternamente. Su deseo de domina- cién esta satisfecho; lo demas poco le importa» (17). La alta burguesia malaguefia, al igual que la del resto del pafs, forma parte de la capa social ~pros- peridad econdmica, prestigio social y aristocratismo son sus notas caracteristicas — que constituye el bloque de poder, pero tambien es la élite que ejerce el Poder en todas sus vertientes, incidiendo con fuerza en todas las decisiones, dentro y fuera del Ambito local, directamente o mediante sus testafe- ros y lugartenientes: cargos piblicos, monopolio de las juntas directivas de instituciones diversas y eventual presencia en los grupos de presién. El caso de los Larios es paradigmético. Aunque consideraban la politica una cosa secundaria, por su posicién social no podian sustraerse de cn ella, Mas de medio siglo hacia que Malaga, con actas de senador o diputado representaba a los Larios. El éxito de la que, andando el tiempo, se convertiria en la Casaa secas, se debia, entre otras razones, a la fraudulenta practica de la compra del (14) C. GARCIA MONTORO, op, cit, pigs. 132-138. (3) C. ALVAREZ DE LINERA, El perf bueno de Dow Jose Luis Alverer de Linera Duarte visto por su niet, Madrid, 1984, texto mec ografido, pig. 3. (1a) A.JUTGLAR, ldeologisy clases en la Esta Contempordnea, Aproximaién« le Historia soil de las ides. Madi, 197, vo. 1, pig. *. (1) Ci en A. JUTGLAR, op. ct, vol I, pig. 8 522 M3 DOLORES RAMOS PALOMO voto, ya que el poder econémico legitimaba y constitufa la esencia misma del poder politico (18). Desde luego hay un hecho significativo: los Larios eran en las primeras décadas del siglo XX los au- ténticos duefios de la provincia, con ramificaciones por la costa hasta Almeria y Cadiz, a muchisima distancia del resto de las familias oligarquicas, como se deduce del examen de las listas de mayores contribuyentes de 1892 y 1916. Mientras en la primera todavia aparece como segundo gran contri- buyente Tomas Heredia Livermore, en la segunda no reza ningiin miembro de esta Casa, que sufri6 serios reveses econdmicos a partir de la primera de las fechas precitadas. La ruina de esta familia fue, hasta cierto punto, incluso biol6gica, y a ello debieron contribuir los matrimonios consanguineos — ya se ha hecho referencia a la unién de Ricardo Heredia con su sobrina Isabel Loring Heredia, otro caso es el matrimonio Enrique Heredia Livermore con Josefa Camara Livermore -, y la reaparicién de la enfermedad que Clara Alvarez de Linera denomina «livermoritis» (19), un cierto desequilibrio mental que ya habia hecho mella en el primogénito de Heredia, Manuel, quien se suicidé en 1852 No hay duda de que la década de los 90 supuso una cadena de infortunios para esta familia, Ri- cardo Heredia, Conde de Benahavis, nieto del pionero, se vio obligado a vender en Paris su bibliote- ca — 8.304 obras — en piiblica subasta a partir de 1892 (20). La ferreria de Malaga ~ en quiebra — fue vendida a una Sociedad belga constituida en Bruselas el afio 1899; las inundaciones de 1907 significa- Ton un nuevo quebranto que afecté, esta vez, a las bodegas de la Casa, y a las de otros vinateros, ubi- cadas en el barrio del Perchel. Pero el golpe de gracia, la sangria mayor a nuestro modo de ver se pro- dujo como consecuencia de las continuas inversiones requeridas en la construccién de la Central Hi- droeléctrica del Chorro (1903-1905), cuyos beneficios se canalizaron a la postre por el propio clari Lo- ring Heredia fuera de Malaga. En diciembre de 1901 el brillante ingeniero sevillano Rafael Benjumea Burin contrajo matrimonio con Isabel Heredia Loring, hija de los condes de Benahavis, originndose a pattir de aquel momento una afinidad real de aficiones ¢ intereses entre él y su familia politica, so- bre todo con Amalia Loring. El 26 de junio de 1903 quedé constituida la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro mediante escritura que se otorgé en Malaga y fue firmada por Francisco Silvela Levielleuze, Jorge Loring Heredia y Rafael Benjumea Burin; las obras del salto del Chorro se concluyeron dos afios después, no sin antes superar serios contratiempos que costaron demasiado: Benjumea hubo de enajenar las propiedades risticas de su padre y aceptar la ayuda econémica de la Condesa de Bena- havis, cooperacién que llegé al punto de obligar a los hermanos Loring, afios mis tarde, a venderla finca de la Concepcién (21). Cuando llegaron los rendimientos, se canalizaron fuera de la regién. La construccién del Pantano del Chorro fue una gran operacién especulativa que favorecié los intereses econémicos de la empresa eléctrica, pero el control de la misma, los beneficiosque produjo y hasta los propios Loring estaban ya muy alejados de Malaga. Lo suficiente para que su nombre no apareciera en las listas globales de mayores contribuyentes de 1916. No obstante, conviene decir que el marqués de Casa Loring seguia siendo uno de los comerciantes mas ricos de la provincia: las dos Compaiiias portadoras de la familia ocupaban los lugares 14 y 21 y la Hidroeléctrca del Chorro, como entidad juridi- (18). Véase J. TUSELL, Oligergula 9 caciguismo en andaluci (18901923), Barcelona, 1976, pigs. 203-206, J. CANALEJAS, Discuosy re Ltcacionespronuncades por el exceletsimo seor don . en of Congreso de Dipatades los dat 4,6, 7, 8 9» 10 dejo com motivo delat. ‘enston del Ayuntamiento de Malaga yelcacigusmo en aguela provinas (Edicion que el diario paliico «La Prensa dedica xs lector). Me: ‘did, 1908. Cf M> D. RAMOS, Revel popular «Vesuse cacgulsmo: Elecsoner y ditarbioe socials en Benge. 1914 lboge nim. 42 (1984), especialmente pigs. 31:32 U9) C- ALVAREZ DE LINERA, op cit, pig. 30. El pas hace alsin «F, Calor de la Camara Livermore «bastante afectado por la ‘que canas ments malaguctas ha perarbado.» (20) C. GARCIA MONTORO, op" at, pég. 131 (21) C. MARTIN GAITE, op at, pig. 42 ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 523 a, el tercer lugar en la relacidn de Mayores Contribuyentes confeccionada por la Camara de Comer- cio de Malaga el aio 1914 (22), Naturalmente en el seno de la familia Larios se habian producido también algunos reajustes econémicos durante las primeras décadas del siglo. Tras el fallecimiento de Ricardo Larios Tashara en 1892 — ese aiio cuarto mayor contribuyente -, la quiebra de Carlos Larios y el cierre de su fabrica de hilados La Aurora en 1905, todo el poder se habia desplazado hacia José Aurelio Larios y Larios, que ademas de la jefatura de la Casa y el titulo nobiliario, era el primer contribuyente de la provincia en 1916 (53.837,06 ptas.), seguido a bastante distancia por otro miembro de su familia, Eugenio Crooke Larios, (13.872,96), Julio Goux (8.433,16) y Félix Saenz Calvo (7.847,27). José Aurelio Larios, politico conservador inscrito en las filas de La Cierva, estaba fuertemente en- raizado en los distritos de Vélez-Malaga y Torrox, siendo diputado por el primero de ellos en 1916. Era propietario de fincas risticas y urbanas — de éstas 143 a su nombre, 86 conjuntamente con Enri- que Crooke Larios -, de varias fabricas de aziicar (La Sociedad Azucarera Larios tenia 25 casas reparti- das en El Bulto, Callejones del Perchel, Marmoles, Manzarredo y Playas de San Andrés) y de los bila dos Industria Malaguevta, propietaria de 119 casas distribuidas entre las calles Ayala (72), Almona (4), Callejones (1), Carino de Churriana (5), Orfila (18), Saavedra (1), Salamanca (18), (23). José Au- relio Larios formaba parte de la ‘Asociacién de Exportadores de Frutos del pais y aparecia vinculado me- diante lazos de familia a otros grupos de presin (Leopoldo Larios Snchez presidia en 1917 la Liga de ‘Mayores Contribuyentes), Tal vez. sea necesario reflexionar sobre la naturaleza de este inmenso poder para entender la postura de los trabajadores de Industria Malagueita, quienes en el periodo 1914-1923 oscilaban entre las manifestaciones piblicas de agradecimiento al Marqués, no exentas de servilismo, casi siempre con el propésito de corresponder a alguna ligera y paternal subida de jornales, y la decla- racién de huelga, contestada, en este caso por los Larios, con la maxima dureza: el /ock-out patronal. El resto de los mayores propietarios y comerciantes forman un arco decreciente hasta la frontera de los 721 ptas., un descenso apenas imperceptible, sin grandes oscilaciones, como puede apreciarse en la relacién que acompafiamos (24). Lo que se perfila es un grupo social muy vinculado por lazos econémicos y familiares, relaciones politicas y concepciones ideol6gicas. Una élite de poder local que acta en diferentes grupos de pre- sion (Liga de Mayores Contribuyentes, Cémara Agraria, Asociacién de Criadores-Exportadores de Vinos, Cimara de Comercio...) controla, incluso, las representaciones consulares de los paises extranjeros en virtud del poder econémico y el prestigio social que toda minoria (Federico Grund. Carlos J. Kraiiel, ‘Tomis Heredia) rectora lleva consigo (25). Otras familias de la burguesia comercial, pese a estar esta- blecidas en Malaga desde el siglo XI aparecen inscritos todavia en la segunda década del actual en la Ci- mara de Comercio Francesa (A. Bergeron, A. Garret, J. Lavigne, los hermanos Lamothe, los hijos de P. Temboury) (26) evidenciando asi, y ello parece dar la razén a Dominguez Rodriguez (27), que no era (22) Bolen Oficial dele Provincia de Malaga, 19 de mayo de 1914. (23) ARCHIVO MUNICIPAL DE MALAGA (AMM), Leg. 2.779. Finces bones 1903-1908/1911 (24) Boletie Municipal de Mags, Enero de 1916, pigs. 67. (25) J. SUPERVIELLE, Gude de Mélapey su provincia, 1916-1917, pig 30, Cf. el recente trabajo de P. JORDAN GOMEZ, La Sociedad Ma Tegueia de Ciencias, Estudio de tut bases sociales en el primer tec del siglo XX. Tess de lcenciatura mecanografiad. Mags, 198. (26). SUPERVIELLE. op i, pig. 191 (21) R DOMINGUEZ RODRIGUEZ, Las paises ograros.., vl. I, texto mecanografad, sn pagina. mYD ourure) *(1) sauofaqy “9 ‘(y) sououny “(zz) eredy “spapuy weg ap sedvig ‘opauezuryy ‘soyouyyy ‘124 19g [pp souofoqey ‘ong 1 SaTIVO O VavINava ae Sere esereW ee eae ese ae eee vont “eidosd worseioqera “OF61-8061/¢06T “sounqun sou aorpuy“GLe°2 B21 “WW VA osz't ert eer (somjosqe) SVONLi 30 O8aWAN 1 (ox5unu) ‘SLINTANGTULNOO YOAV *SOrEVT VITINVA uondeeWy eEASNpUT pepa}rog souey eiozeonzy pep2120g eIeYse] SoU] omy zanbuug souey uenf sou] ay0019 anbuug sour] 24005) anbuug 4 soe] “y asof souey "y 250f (seompysnf o seoisyy seuosi2g) onivLalaowd “Ol6l - 8061/€061 ‘SOAVT VITINVA V1 40 GVGaIdOdd SYNVEUN SVONIL ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 525 Ja suya una actividad exportadora de vinos y frutos, sino més bien una actividad importadora de los mismos, con toda la diferencia de matices que esto pudiera conllevar a la hora del reparto de benefi- ios, estabilidad de los precios, dominio de los mercados exteriores ¢ incluso de cambios de mentali- dades y actitudes en relacién con la politica econémica espafiola y la firma de tratados comerciales con otros paises. En cualquier caso, los grandes exportadores de vinos y frutos del pais continuaban monopolizan- do parte de la vida econémica. Eran expertos bodegueros, almacenistas, comerciantes y eventuales empresarios de otras industrias derivadas de la agricultura con gran peso en los mercados exteriores, caso de los aceites y conservas; formaban econémicamente en las filas de la alta burguesia de negocios (Cuadro IV) y participaban socialmente dellos roles y funciones que caracterizaban a la misma (Cua- dro V). ‘Ala altura de 1917 pervivian los signos de una economia dual, la penetracién de capitales extran- jeros, el mantenimiento de un sistema de la propiedad agraria arcaicb y antisocial, el declive de los sectores industriales basicos del s. XIX, que apenas vivieron una ligera reactivacién a partir de 1916 para dar paso de nuevo a la crisis cuando acabé la guerra, todo ello acompafiado de un répido proceso de urbanizacién que la ciudad, sin embargo, no estaba en condiciones de absorber. En este entorno, te- niendo en cuenta la reactivacidn e incluso los desajustes que para algunos sectores supuso la Gran guerra, el grupo social constituido por la alta burguesia vitivinicola logré mantenerse en la cumbre con ciertas dscilaciones y cambios, incorporindose a él algunos empresarios enriquecidos en el co- mercio del trigo, harinas, conservas y otros productos alimenticios durante los afios inmediatamente anteriores al estallido de la contienda en Europa, es decir, enriquecidos en la misma medida que se desarrollaban las operaciones militares en el Norte de Africa y crecia la necesidad de abastecimiento de las plazas del Protectorado Espafiol. En efecto, pese a carecer de una infraestructura adecuada, 1a penetracién econdmica de los co- merciantes malaguefios en los mercados de Marruecos fue una realidad: Simén Castel Sdenz y Cia.,al- macenista de coloniales, propictario de la fabrica harinera San Simén; la Casa Ruiz y Albert, ciadores y exportadores de vinos de Malaga, que contaba con una sucursal en Tetuin y representaciones en to- dos los puertos de la costa occidental del Imperio (Ricardo Albert Pomata fue el primer presidente de la Asociacién del Fomento Hispano-Marroqui, vocal del Consejo Provincial de Fomento, Junta Local de Re- formas Sociales, Sociedad Propagandista del Clima y Representacidn del Tiro Nacional, base del futuro So- ‘matén); la Casa Nagel Disdier-Hermanos, dedicada igualmente al negocio de los vinos y propietaria, ademas, de la fabrica a vapor de jabones denominada Aceitera Malaguena; y ottos representantes del gremio de bodegueros: las firmas mercantiles Hijo de Moreno Monzén, Quirico Lépez e bijos (casa fun- dada en 1850) e Hijos de Francisco de Paula Luque (28). Toda una ted de numerosos ¢ importantes establecimientos comerciales se extendian por la ciu- dad de Malaga en las primeras décadas del siglo acutual: la sociedad Thornton y Cia. establecida en 1899, dedicada a la exportacién de frutos y a la fabricacién de conservas, fue disuelta en 1926; Félix Saenz Calvo, almacenista de tejidos al por mayor y otros negocios complementarios, miembro de la Ciimara de Comercioy de la Liga de Mayores Contribuyentesen 1916. Tanto él como José Creixell Olive- (28) Mz D. RAMOS, Le esis de 1917.» vol, pis. 104-190. cf J. Ms CARIZARES, Medios de fomentr las relacones comerciales entre Malage y Marrucos. Milaga, 1906, pig. 39 y CUADRO III MAYORES CONTRIBUYENTES CON DERECHO A DESIGNAR COMPROMISARIOS PARA LA ELECCION DE SENADORES. ANO 1916, José Aurelio Larios Larios Eugenio Crooke Larios Julio Goux..... Félix Saenz Calvo. - 53.837,06 = 13.872,96 Manuel Santos Garcia. + $.784,30 José Mufioz Algar. 5.676,27 Simén Castel Séenz.. 5.427,71 A. Federico Sierra +. 4.999,44 Juan Guillermo Bol + 4.73414 José A. Gomez Gare + 4.710,62 ‘Antonio Alvarez Net se 4.698,54 José Alvarez Net . 4.557,60 ‘Antonio Ma. Gémez Cano. + 4.461,51 José Ramos Power... + 4365,10 Francisco Masé Torruella + 4.308,48 Julién Séenz Martinez. + 4.505,24 ‘Antonio Barcelé Maduefio + 4.226,04 Salvador Alvarez Net... + 4.083,48 Manuel Romero Casalé . » 4.072,65 Pedro Temboury ~ 4,063.14 José Griffo Ga 3.819,17 Baldomero Ghiara Peral 3.741,69 José Valls Chacén 3.661,79 Ruperto Heaton Manchester 3.436,34 Sebastiin Pérez Souvirén . 3.324,92 Tomés Rein Anssu... 3.184,36 José Creixell Olivella » 3.168,72 José Peléez Bermudez . 3.115,10 ‘Domingo Izutarregui Barrostaqi 3.077,52 Francisco Solis Castillo . 2.956,68 Francisco Maldonado Carrién... 291412 Francisco Alvarez. Net. 2.907,54 Enrique Grana 2.796,84 Luis Mapelli Rodriguez . 2.724,30 Francisco Torres Torrealba 2.6961,94 Domingo Fernandez del Valle. 2.678,05 Eduardo Guerrero Luque 2.629,95 Antonio Gémez Diaz 2.520,08 Carlos J. Krauel .. 2.450,00 F,, Boletin Municipal de Malaga, Enero de 1916 pigs. 6-7. ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 927 Ia, otro gran contribuyente (3.168,72 ptas. por dicho concepto), almacenista de drogas, ultramarinos y coloniales, propietario de papelerias y objetos de escritorio, destacaron por la dureza de sus posicio- nes en la huelga de dependientes de 1919. Las firmas Sobrinos de J. Herrera Fajardo,(entte las 20 pri- meras segiin las Estadisticas de la Camara de Comercio en 1914), Hijos de A. Chacén, representantes de la fabrica de azticar de la Colonia de San Pedro Alcantara desde 1882, almacenistas de drogas, pintu- ras, petréleos y carbon; Augusto Taillefer y Trigueros, exportadores de vinos y frutos del pais, el prime- ro, ademés, concesionario del fluido eléctrico de Fuengirola en 1922, compitiendo con la Sociedad Hi- droeléctrica El Chorro (29). Examinando las tres columnas precedentes (Cuadro IV), podemos distinguir el continuismo socio- econémico de la mayor parte de los miembros, de la burguesfa vitivinicola del s. XIX. En la relacién de bodegueros y almacenistas de vinos y licores no faltan las conocidas firmas de Garret y Cia. propietaria también, desde finales del siglo XIX, de molinos de aceite en la Axarquia (concretamente en Trapiche y Valdeinfierno, término municipal de Vélez-Malaga, todavia en actividad en 1921) fabricantes de bujias, fésforos y acido sulfirico, cuyo principal mercado eran los paises antillanos. Las dos Com- pafiias de la familia Gross (una a nombre del Marqués de Casa Loring, que en 1917 ocupaba diversos cargos directivos en el Consejo Provincial de Fomento, Junta de Obras del Puerto, Camara de Comercio y Circulo Malaguenio); Eduardo Heredia, José Huelin Sanz (en 1916 concejal y vocal de la Cémara de Co- mercio y del Circulo Malagueiio) y Jiménez y Lamothe; C.J. Kratiel (Consejero del Banco de Espaita y vocal de la Camara de Comercio), Hijos de Quirico Léper (Francisco Lopez Lopez, concejal en 1916, ‘ocupaba diversos cargos en la Junta local del Censo Electoral, Junta local de Emigracién y Junta de Obras del Puerto), A. Pries y Cta., Rein y Cia. (dedicada también a la banca), Ruiz Albert, Scholtz Hermanos, una de las més antiguas (1807) y de mayor solera, segiin reza en el Catélogo de Expor- tadores espaioles de 1926 (Medallas de Oro en las Exposiciones internacionales de Paris (1867-1878), Burdeos (1882) y Barcelona (1888). A estos apellidos tradicionalmente vinculados al negocio de los vinos se habian unido otros en las dltimas décadas del ochocientos: los Barcel6 (Antonio Barcelé Maduefio pagaba 4.226,04 ptas. de contribucién en 1916 y era miembro de la Junta Local del Censo Electorah, Bolin y Cia., Burgos Maesso (representante en las Juntas Directivas de la Camara de Comercio, Asociacién Gremial de Criadores-Ex- portadores de vinos y Circulo Mercnatil, Manuel Egea y Cia., Manuel de Lara Liiroth, Consejero del Banco de Espaiia, vocal de la Sociedad Espariola de Higiene), F. Luque Hermanos, y A. de las Peas. Muchos de estos bodegueros estaban emparentados entre si y con las familias pioneras La relacién de exportadores de vinos, pasas y otros frutos (apartado II) corre pareja’ con la ante- rior y abarca 29 firmas comerciales, la mitad de ellas dedicadas a la crianza de vinos y licores. Las res- tantes empresas estn controladas; en su inmensa mayorfa, porlos comerciantes y almacenistas de pa- sas: Hijos de A. Andersen, Bevan y Cia., Simén Castel Séenz y Cia., F. Garcia Souvirén, Enrique Granae Hijos, Larios Hermanos, Hijos de A. Ritwagen, Taillfer y Trigueros, Thornthon y Cfa., Hijos de Pedro Valls y van Dulken y Cia.; grupo en perenne conflicto con ei gremio de cosecheros a los cuales exigian deter- minadas mejoras relacionadas con la pasa moscatel (pureza en el tipo y cajas de 10 kilos de peso). En el tercer apartado disminuyen considerablemente las tendencias monopolisticas, pero apare- cen numerosas conexiones directas o indirectas con bodegueros y comerciantes. La entidad Hijos de (29) ARCHIVO MUNICIPAL DE FUENGIROLA (AME), Libro de Actas Ceptulares, 16, 5 de mayo de 1922, £14 a (m) @ (@) () (n) -uidoud uoroesoqera “Z16T-9161 Mouiacsd ns & oSoypyy ap vinE “4 (@) “ep A uayIn wea opre195 (®) 2DyoTwL orsndiny (a) apraradng spwioL, @) 59190¥ oon mpeg (e) opeuingy s9]q0y anbuug ©) zapUpUIag oseatg SINT (@) outg [9p a1anreaeN oostouery @) “orpeuBy opeunyy sopes0jy ©) “ep A mnoupuy “20 (>) zadoT oxpag 9p epnip () pony exe] panueypy (0) outy [9p uzef opresny ©) vsosRou10], epepsuy unbeof (0) ZY zWIOD oxp2g (®) “p ua-g “dutoy & zaupunigy (4) seuapiyD ole] oosiouesy (@) seuapiey oroey uenf. (2) P8ug-p (0) ‘UTeADYO OUNS?|2D, (®) pnTEAayPy OUNSI|ED ©) aureng ouowuy ap epnia, (e) eurfdeytA tpausuog 2s0f () oar] ez2qep osstouesy () za¢q oe UInbeof (q) ossaeyy sofing 2p 153) (e) sesey A uetig 6) up uepy & sypny “ezonbeg () uyueyy 4 ayony ‘eronbeg 6) uosiapuy “V 9p sofigy (9) sanbnq ap soureyeussuoo £ (q) sayueyuasardar seisquo}uro) (e) ‘seuenpe 2p sayuaty m “ex A waxing weA, “SOUTCA ompog 2p Sofie "ep A uouoys, soueuoy] Z1[0495 soran8uy, A 199], uen{'emoseyy e] ap z2UpWX uoBemty,“V 9p sofigy omoruy ‘anbry amy ("19 & wy 380f ‘onbrry zimy @ Asoud "Vv (1) wozeyy ouasoyy ap softy (p soueuioyy anbrey “3 : soURULIog] SOue] seyog se| 9p “V soueuayy estado] souwuuoy 191psiql [p8eN (1) prery fo uozeW OUusI0Wy 2p Solty (1 2ueg yong 950° soueuiopy amber] “x opzefey eio1z9}] op souLrqos, zadgy oouynd ap off someway z2do7 esofouryy anbisey wom] BPW PRED “AD aypourey & ouput r1g A zuaeg [se souls *e19 A opesey ospag (1) "x0 4 usjog wep A ay Prue (1) 10 4 weaog, ossouyy & softng (D 9poreg *v ap softy ve A ujog () 9porg “Vv groreg "yap soley uasiafuy “y 9p softy oporay “syed Jap soynuy “saxoo & sours ap Aout ap saxopeyodxg —_smstuaoeure X sajursuqey 1 I (L161-9161) SONANOVIVW SO1ID0DAN 4d VISANDUN VLTV V1 Ad SVOINONOOT SANOIDVITEWT atowavao ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (I): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 529 A. Andersen se dedica a la exportacion de pasas y controla una consignataria de buques; el primero de los socios de la firma Baquera, Kuche y Martin (Agentes de aduana y navieros) esta emparentado con los representantes de la Compaiia Trasatléntica en Mélaga, los Duarte. Esta familia, muy amiga del Marqués de Comillas, poseia una flota de barcos propios y fuertes intereses en negocios colonia~ les, ademis de estar unida por vinculos familiares a los Heredia, los Grund y al bodeguero Manuel La~ ra Liiroth (30); César de Burgos Maesso pertenece a la conocida familia de criadores de vinos y lico- res; la firma Hermanos Peiias entronca con la del bodeguero y fabricante de harinas A. de las Peii Celestino Echevarria es agente de aduanas y consignatario de buques; A. Taillefer, exporta vinos y frutos y es agente de aduanas también; la Casa Van Dulken y Cia. comercia con productos vitivinicolas y aceite y es propietaria de una Compafiia de buques (31). Este es el peso econémico del gran comercio exterior de Malaga y de la burguesia vitivinicola cu- yas tendencias monopolizadoras han quedado al descubierto. Burguesia que representa, por una par- te, las fuerzas politicas genuinamente mondrquicas en el Poder, entendiendo por tal el institucional, el del Estado; y por otra defiende intereses especificos utilizando indirectamente su influencia, atrin- cherada en los grupos de presién. Estos intereses van desde lo material y concreto — asociaciones de vitivinicultores, olivareros, exportadores de pasas, contribuyentes ~ a lo puramente ideolégico ~ co- fradias y hermandades religiosas, filias y fobias, instituciones culturales y educativas (por ejemplo la Asociacin de Padres de’ Familia para la Defensa de la Educacién Catélica). En cualquier caso, ¢s bastante frecuente que los representantes politicos se vinculen también a los grupos de presién mediante el ejercicio de cargos de responsabilidad o mediante lazos familiares, vinculos y conexiones diversas. El cuadro que dedicamos a las élites de poder local es fiel reflejo de esta realidad laberintica. Politicamente, la burguesia malaguefia se encontraba fragmentada en varios clanes desgastados por el ejercicio del poder — local, sobre todo — durante més de 31 afios y en esto no se diferenciaba gran cosa de la del resto del pais. Lo tinico que podia aglutinarla ala altura de 1917, como tendremos ocasién de ver mas explicitamente, ademas de unos intereses econdmicos claramente definidos, era un sistema de valores — en crisis, sin embargo — basado en cinco pilares fundamentales: Orden, Reli- ‘sién, Patria, Familia y Monarquia, todos bien relacionados y con una gran trabazén entre si, como si fuesen eslabones de una misma cadena. Valores que eran glosados por Cénovas y constituian el marco central de muchos de sus discursos: «La propiedad no significa, después de todo, en el mundo, més que el dere- cho de las superioridades humanas; y en la lucha que se ha entablado entre la superioridad natural, entre la desigualdad natural, tal como Dios la cred, y la inferioridad que Dios también ha creado, en esa lucha triunfaré Dios y triun- fara la superioridad humana sobre la inferioridad. (G0) Victoria Dusrte Cardenal contrsjo matrimonio con Tomés Heredia Grund, Su sobrino, José Luis Alvarer de Linera Duarte, cas con Jo sefa Grund Rodriguez, que tenia, asitmo,vinculos familiares con la Case Heredia, yx ue ss dos tis earnles, Trinidad y Julia Frund He ‘eda, ya que ss dor tie carmaes, Trinidad y Julia Grund Cerezo de Campos, esaban caadas, especivaments, con Manuel y Tomés Heredia {ivermore. La ms joven de lor hermanos Alvarez de Lineray Duarte, Clr, s¢unid en matrimonio » Manvel de Lara Leth, conocido hombre de neqocie y crador de vince que sus un serio reves econémico al inundarse sus bodegascuundo se desbordé el Guadalmedina en 1907 C.ALVAREZ DE LINERA POLO, op ci, pig. 9-10 y anexo nim, 5: «Entrongues por amas coateraes de Don José Luis Alvarez de Liners y Duares, 59. {b1) En rclaciin con las imbricacionesecondmicas sefialadas,véase J. SUPERVIELLE, op. cit, 293391, Cf. «Sefores contribuyentes con de recho a deignarcompromisatios pars Ia cleecibn de senadorese. Bolen Municipal de Malas, enero de 1916. pigs. 67: AMM. Leg. 2.779, Finca urbunas, Ato 1903/1908-1910, Cémara de Comercio, Indosra y Navegacin de Malaga: Relacion de Mayores Contribuyents. Bolt (Oficial de a Province de Malaga, 19 de Mayo de 1914; Catalogo de ct Malaguetos. Malaga, 1926 190% els 10s" 98c¢ 029+ 09°F 029% 029% 196% 60s'g see's 166° Tos'9 zer'e O86 F186 IVT oge ZT s9g'Ts viono UOoeUD SPA “a upy unog “f Frese o1owoy W wraquiy “d eiouay Bory “f Teurag ss0y “a and yspoy "V zapupuiag “a omnday anbrry “a £261 nary upg “f opera 'y wuer “gy amy BIS "V seuog Se] 97 “A zuD¥g [a18ED °S eHDIS “VL ‘onteD 2U9ES “A ON zareaTy 's souey yf ‘sRISWON 1296 699°¢ ¥06S 180% 80°F ute 98s 109% 029+ 605g zene 6orL 6er'6 186 LIVeL 9ee'LT 99eTS viono zopupuieg FEV "A 89'Z9ZT S9uOL “A 36‘862'T any ouenag “f 8 T°¢g'T SSTEIOWY S2IEIOW TGO‘STH'T UoDeHD SEA “d_ O6'6TF'T wy unog “f s6'999°T aroquiy “d 3L'L49'T Freseg ory “W 9T‘8TL'T “Bipoy zapupwiog “y §2‘T48'T nsry uy ‘Lf 06°100°% oporg Vy OT'9¢T'2 wey “A OZ'Z6E% seusg Se19p "A 45°99" seued ©12P "A ZEISS zuo"g PIED ’S TEES zimy PINS “VA O'8EEE ‘oAyeD 2wHS “Ad | 28S96"9 YN BRA 'S ZOE souer vl Z6L556S WIGWON VLOND tel S261 ‘ZZ6I “IZ6I ‘OZ6T “OD “VV “A oxoquiey “9D 02L'E Teg UIEIYD “E_F9L'E xIEyD z9WI9D “a FTE'S PNA UPN "T 128's zoypues UEING "A 886° “ucyeg zapupWied W180" sasney a19quIY "d _862°F RSV UY L, 2z6"F URED SEA ‘d GFE so1sed ZPUYS TW SGFF SopeIOWY S2[eI0W'T_OTS'F nay usaf 649F ON BIA 'V TOL RN zoreaty “f E1E"9 wpa ued ‘o'f 881'9 raupunf souey "§ 8Z5°L WN ZIEATY 'S Z6°8 OATED ZUDES “A FLS'6 soueyy'f §15°09 ‘AGWON V.LOND Tor (stjasod us) SALNAANSILNOD STYOAVW IA Owavn Tog trey “a Byoreg opp *f EuonpeWy opporeg “V wosryD SrA af FIEseD oLoWiOY “W “muon eysopsy “f° “oy, osseyy “004 nsry UU “L cowry zu WY BN zareAIy “Vy ON zareayy “f aur ueyy zu9"g “f reBty zounyy “f ON ZReAy °S UP VW uaeg 18¢9 °s xnog ‘f One ZU9PS “a souer vf TAGHON ozer ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (1): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 331 Porque en la defensa del orden social est hoy sin duda alguna, la mayor le- gitimidad; quien alcance a defender la propiedad, a restablecer el orden social, a dar a estas naciones latinas (y no me fijo ahora tan s6lo en Espafa, sino en todas ellas, y principalmente en Francia) la seguridad y la garantia de los dere~ chos de cada uno y libertarlas de la invasién barbara del proletariado ignoran- te, éste tendré aqui y en todas partes, atin cuando nosotros no opusiéramos, una verdadera legitimidad> (32). La vivencia de la religién como vehiculo del conservadurismo y legitimacién del «orden estable- cido», pero también como rito y manifestacién externa, como signo de ostentacién y exhibicionismo, esté debidamente documentada en miiltiples resefias de prensa y en otros testimonios de primera ma- no; hay toda una liturgia social de primeras comuniones, casamientos y bautizos, Oficios de Semana Santa, Tedeumsy procesiones del Corpus Crist, ala que los burgueses malaguefios — como todo «buen burgués» — no podian ni querian sustraerse. Sabemos del catolicismo profundamente rigido de los Grund, motivado tal vez por sus origenes jansenistas, Trinidad Grund Cereno de Campos, casada con Tomas Heredia, «fue desterrada a Italia tras devolver a la Reina Isabel II la Banda de la Real Orden de Maria Luisa, considerando que su con- dicién de catélica ferviente no le permitia ostentar galardones concedidos por gobiernos «que rendian parias a la iniquidad» al reconocer el de Garibaldi, quien habia arrebatado los Estados Pontificios al Papa...» (33). La anéedota es una mas entre tantas otras, pero refleja bien claramente la actitud de los Grund («seguian creyendo que Jesucristo sélo habia muerto por ellos») (34), postura compartida por otras familias de su condicién social. Las transformaciones econémicas y sociales que se produjeron en el iiltimo tercio del XIX, «la aparicién, por primera vez, en nuestro pais de una ideologia que intenta fundamentar todos sus pun- tos de vista en la ciencia positiva, prescindiendo de bases tradicionales» (35), la introduccién de nue- vas ideas politicas, las nuevas relaciones que se establecen entre progresionismo y tradicionalismo, nos llevan a plantear hasta qué punto estos hechos «modifican- las creencias religiosas de la alta bur- guesia malaguefia. El positivismo incide en el campo cientifico, en la religidn y en la filosofia, el evo- Tucionismo, el experimentalismo y el materialismo son el marco tebrico del conocimiento de la reali- dad. Si a ello unimos la sélida tradicién republicana y anarquista de Malaga, traducida ideolégica- mente en un marcado anticlericalismo ¢ incluso posturas abiertamente ateas, no resulta extrafio en- contrar manifestaciones opuestas y contradictorias. La Iglesia, por su parte, ha perdido una importan- te parcela del «Poder Terrenal» con la desaparicidn de los Estados Vaticanos, teniendo necesidad de reforzar sus influencias mediante argumentos ideoldgicos, como demuestra el dogma de la infalibili- dad del Pontifice y la condena del modernismo y de las ideas materialistas racionalistas que ponen en tela de juicio la fe cristiana. Sin embargo, frente a actitudes intransigentes aparecen otras que «lejos de oponerse (.. al estudio de las artes y disciplinas humanas, las protege y fomenta por muchos modos, porque no ignora ni desprecia las ventajas que de ellas se derivan, que procediendo, como proceden de Dios, que es sefior de las ciencias, cuando por ventura son cultivadas legitimamente, conducen al (G2)_A. CANOVAS DEL CASTILLO, Discurso pronunciado en las Corts el 3 de noviembre de 1871 con ocasion del debate en torn a la Tnxernacional. Cit. en M. TUNON DE LARA, Hlston y realidad. pigs. 40 (G3) C. ALVAREZ DE LINERA, op. cit, pis. 12. (04) Tidem, pig. 1. (63) J. M LOPEZ PINERO; L. GARCIA BALLESTER, P. FAUS SEVILLA, Medicina y Sociedad en la spat del siglo XX. Madsid, 1964, pie 9. CUADRO V pohEgueeuBeeeeaaN PEEP EE EE EreE EE BRR esg eS RSSs 88S Benes cera sesseesls ZEEQECESESESSSEIE BSSESB esse oe Seze gle Bg ese 5 bot S2e Sear ze LAS ELITES DE PODER LOCAL. 1917 BEEP EEE ore SEEC CESSES 25540 | SEaaS BESS °Rses iF aOSeinata 20 =] SSeesee5 28 g & S ceoeeses °F a” 8 gers 4 8 & ALBERT POMATA, R. x SOT x BARCELO MADUENO, A. BARRANCO CORDOBA, M. (Alc. 1917) x xx BRIALES LOPEZ, P. (Conc. 1916) x BURGOS MAESO, A. x xX x CARCER TELLEZ, F. GOMEZ CHAIX, P. (Dip. 1916) x x GONZALEZ ANAYA, S. (Alc. 1916) GOUX, J. GROSS ORUETA, R. . HIDALGO ESPILDORA, J. (Cone. 1916) HUELIN SANS, J. (Conc. 1916) KRAUEL, CJ. LAPEIRA RODRIGUEZ, N. LARA LUROTH, M. LARIOS SANCHEZ, L. LOPEZ LOPEZ, F. (Conc. 1916) MASSO, F. MERIDA DIAZ, M. MINGUET, E. NAGEL DISDIER, J. PETERSEN, E. RAMOS RODRIGUEZ, E. (Conc. 1916) RICO ROBLES, P. RODRIGUEZ SPITERI, J. SAENZ CALVO, F. SALAS AMAT, L SCHOLTZ APONTE, Ch. WERNER MARTINEZ DEL CAMPO, L. x x x wees x xy < x x a 24 F., GUIA DE MALAGA Y SU PROVINCIA, 1916-1917. ELABORACION PROPIA ESTRUCTURA SOCIAL EN MALAGA (1): EL VERTICE DEL PODER, 1900-1920 933, mismo Dios» (36). De ahi que no sélo ambas cosas son posibles, sino que «la fe presupone la ciencia y ¢s ilustrada de algin modo porla ciencia, y por la ciencia y defendida contra los sofismas de la falsa fi- losofia» (37). Esta actitud «conciliadora» es la que patrocina Carlos Larios Martinez de Tejada Llera y Ferry, Marqués de Guadiaro, abriendo un certamen en la Real Academia de Ciencias Morales y Politicas pa a adjudicar un premio dotado con 30.000 reales al autor que mejor demostrase que entre la religion atélica y a ciencia no podian existir conflictos», y un segundo premio de 4,000 reales al autor del mejor trabajo sobre el tema «Armonia entre el catolicismo y la ciencia», cuya oferta ha sido aceptada por la Academia «con el mayor entusiasmo y reconocimiento». Un interés por parte del Marqués que no podian dejar de reconocer las autoridades eclesidsticas

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