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Lectura Laboral Colectivo
Lectura Laboral Colectivo
D) REVOLUCIÓN FRANCESA
Antes de la revolución la asociación no estaba legalizada pero tampoco estaba
prohibida. En palabras de Domingo Campos Rivera, la revolución francesa
propinó un golpe mortal a la libertad de la asociación, pues en 1791 con la
expedición de la Ley Chapellier se desmantelaron, se prohibieron y se
criminalizaron todas las asociaciones de personas que desempeñaran la misma
profesión u oficio.
Durante la mitad del siglo XIX el derecho de asociación sindical al igual que el
derecho de asociación eran conceptos inexistentes. El derecho de asociación no
tenía asidero en la Constitución Política de la época, pero no fue criminalizado.
La primera asociación gremial del país agrupó a los artesanos que vieron sus
intereses afectados por las políticas de libre cambio de la época, lo que conllevó
a distintas huelgas en las principales ciudades del país. A esta asociación se le
denominó “Sociedad de artesanos”.
D) LEY 83 1931
Como consecuencia del impacto social que provoco la masacre de las bananeras
se generó una conciencia de clase en los trabajadores, los cuales comenzaron
a organizarse masivamente en asociaciones gremiales para reivindicar sus
derechos frente a los empleadores. Por lo anterior, el Gobierno se vio forzado a
regular la materia y expidió la ley 83 de 1931 que reconoció el derecho de los
trabajadores para constituir organizaciones sindicales sin injerencia de los
empleadores. Esta ley le otorgo personería jurídica a los sindicatos y legalizó
formalmente el derecho de asociación poniendo fin a la ambigüedad del artículo
47 de la Constitución de 1886.
El derecho de libre asociación sindical fue reconocido por primera vez de manera
expresa con carácter fundamental en una Carta Política colombiana. A partir de
1991 en caso de que este derecho sea vea vulnerado o amenazado, los
sindicatos o cualquier persona pueden solicitar ante la jurisdicción su protección
efectiva por medio de la acción de tutela, mecanismo directo por excelencia para
la defensa y salvaguarda de los derechos fundamentales. El Estado se convirtió
en el principal garante de la asociación sindical.
En cuanto a las tendencias del desarrollo del concepto, los dos primeros autores
antes mencionados guardan correspondencia y se complementan ya que de una
parte Rodolfo Arango afirma que la libertad de empresa está garantizada como
un derecho constitucional mientras que para Marcela Castro también es un
derecho reconocido en la Carta Política pero tiene una dimensión más amplia ya
que está implícito en todo fenómeno que implique la combinación de factores de
producción para la realización de toda clase de actividad económica. Para
Manuel Aragón este derecho se manifiesta en la libertad de fundación de la
empresa, la libertad de organización del empresario, la libertad de dirección de
la empresa y libertad de actividad en el mercado.
Como todos los derechos no son del todo absolutos, el de libertad de empresa
no es la excepción. La realización de ese derecho se tiene que ejercer dentro de
los límites que la ley le imponga para que igualmente no vaya a colisionar con
derechos fundamentales como el trabajo, la dignidad humana, entre otros.
Para que este derecho tenga efectiva aplicación en el ámbito legal colombiano
es necesario tener en cuenta elementos como la función social que se va a
cumplir con su realización, es decir, que tenga fines lícitos y que se fundamenten
en las políticas de gobierno como el acceso al trabajo, la libertad económica que
lo engendra y los límites que otros valores constitucionales le imponen.
Por otro lado, el reconocimiento de los derechos de los trabajadores ha sido una
larga lucha a través de los tiempos para que la estabilidad laboral del sea una
verdadera garantía, y que la protección de sus derechos fundamentales se
materialicen, teniendo como prerrogativa su condición de “persona” en un Estado
social de derecho; el hecho de llevar un equilibrio en la relación constante de
subordinación es una verdadera ganancia, ya que hace varias décadas los
trabajadores no contaban con ello como bien lo plantearon los autores.