You are on page 1of 394
HNO, NECTARIO MARIA P, istoria enezuela VIGESIMA EDICION Mustrada con numerosos grabados intercalados en el texto NOTA: NOTA La presente edicion (20°) de‘ ‘Historia de Venezuela” ha sido cuidadosamente revisada y corre- gida por su autor, Hno. Nectario Marta, Caracas, 1980. Derechos Reservados por Fundacién La Salle de Ciencias Naturales, Edificio FLASA Avenida Boyaecd por Maripérez , PH. Apartado 1930 Caracas 1010 - A.Télex 21553 FLASA. CONCEPTOS SGBRE ESTE LIBRO Hemos leido la Historia de Venezuela, escrita por el Reverendo Hermano Nectario Marta, y, a nuestro juicio, retine excelentes con- diciones desde el punto de vista pedagégico. El orden y division que ha dado a la obra, juntamente con la claridad de exposicién, la hacen fécil y atractiva; y el haberla arreglado teniendo a la vista los progamas oficiales, la pone en condiciones de ser especialmente util a profesores yalumnos. No dudamos, por tanto, recomendarla a ios colegios y esct las de nuestra Didcesis. TOMAS ANTONIO Obispo de San Cristobal El autor de este libro estd en condiciones excelentes pora sacar triunfante El autor de este libro estd en condiciones excelentes para sacar triunfante su propésito. Experto apasionado de la historia de Venezuc- la, no menos qué de su geografia; investigador constante en ambas cien- cias; miembro de la Institucién La Salle, que sabe respetar v enaltecer el concepto de patria, estd preparado asimismo, por la experiencia de la Institucién y por su practica persongl, para la aplicacién de los bue- nos principios pedagogicos. Se encontrardn aqui, consultadas v adoptadas, aclaraciones recien- tes en el campo de nuestra historia. Se hallara un estilo sencillo y claro, suave calor afectivo, exposicion metodica y bastantes hechos. Son visibles las cualidades pedagogicas de este nuevo texto de his- toria. Esta en aptitudes de vivir, Y la vida para un texto de ensefanza bien concebido, es precisamente la diaria confrontacién con la préc- tica, la elasticidad que le permite adaptarsc a los progresos de la ciencia, @ las reformas de los programas, y a las condiciones de la poblacién escolar. SANTIAGO KEY AYALA (Individuo de Namero de la Academia Nacional de la Historia), 5 El Hermano Nectario Marta, de las Escuelas Cristianas, Profesor del Instituto “La Salle” de Barquisimeto, acaba de dar a publicidad un texto de Historia de Venezuela, conforme a los actuales programas de ensefianza elaborados por el Departamento de Instruccion Publica... y nos hemos podido dar cuenta de las excelencias de la obra del Her- mano Nectario. Ninguno de los textos en uso sobre Historia Patria retine las condiciones del presente, escrito con claro estilo, lleno de informacion concisa y nutrida, distribuido conforme a las exigencias del arte pedagogico; no es ni la obra ligera donde se sacrifica el dato en provecho de la sencillez escolar, ni el conjunto pesado de relatos in- formes que detienen, lejos de darle progreso, el aprendizaje de la Historia. En el libro resalta la precisi6n que el autor ha tenido para con- densar en breves cuadros el proceso y el espiritu de nuestra vida colo- nial, dando a Espafia el tributo de Justicia que le corresponde por la obra de nuestra preparacion social. En la Conquista ha condenado, al ser necesario, el procedimiento extremista de lucro de muchas de los Capitanes, Cuando se trata de nuestra lucha separatista de la Metrépoli, escribe con el mds ardiente fuego patridtico, exaltando la figura gloriosa de nuestros libertadores. Entre las obras que actualmente se llevan a las aulas en Venezuela, las de Historia pudieron incluirse en dos categorias : unos textos han si- do escritos por historiadores no pedagogos y otros por pedagogos no consagrados a los estudios histéricos. Sobresalen los primeros por la exactitud y por la profusion de los datos y documentos en que se apoya la narracién de los sucesos; y se puede admirar en los segundos el méto- do, la sencillez, la ordenacién, la claridad y muchas mds de las exigen- cias pedagogicas, Pues bien: la obra en presente retine las excelencias de las dos categorias apuntadas, y no adolece de sus de fectos caracteristi- cos. MARIO BRICENO-IRAGORRY (Individuo de Namero de la Academia Nacional de la Historia). (Del artfculo “Un texto de la Historia Patria’, publicado en la revista Ciencias.) o Faltaba en nuestro pais un verdadero texto de historia para las escuelas, que estuviese escrito de acuerdo con los programas oficiales. Como dice la aprobacién eclesidstica que lo precede, el que nos ocupa “retine excelentes condiciones desde el punto de vista pedagdgico”. El texto estd dividido en tres épocas: el Descubrimiento, la Con- quista y la Colonia: la Independencia, y, por ultimo, la Republica So- berana; y todas esas épocas estan tratadas con acierto, excelente acopio de datos bien rectificados y, ante todo, con fervor patridtico. Encerrar en 272 péginas, ilustradas con numerosas gtograftas de personajes y con mapas indicativos del estado de los sucesos en cada época, tan variados acontecimientos, es labor por demds encomiable. No hay en esta Historia la diatriba sistemdtica contra los espafioles ni tampoco el elogio desmedido para los patriotas: los sucesos se relatan impar- cialmente, tales como se vertficaron, siendo de notar la ausencia de adjelivos para encomiar o acriminar a los factores de la Conquista, y la Colonia, la Independencia y la Reptiblica, como es de cos- lumbre en otros textos de historia patria... DOCTOR VICENTE DAVILA (Individuo de Numero de la Academia Nacional de la Historia). (Extracto del “Boletin del Archivo Nacional”). Creo que por fin hemos logrado la fortuna de adquirir un texto que tenga las principales cualidades que deben exigirse en un texto de Historia Patria para las Escuelas Primarias venezolanas. Los parrafos de nuestro meduloso escritor Key-Ayala, puestos al frente de la obra, resumen el juicio mas certero que puede hacerse de la misma. ALEJANDRO FUENMAYOR (Eminente pedagogo nacional). Los anteriores conceptos fueron publicados al salir 1a primera ediciOn de esta obra. PRIMERA EPOCA @ El Descubrimiento @ La Conquista @ La Colonia DESCUBRIMIENTO DE AMERICA ALONSO SANCHEZ DE HUELVA EL VERDADERO DESCUBRIDOR DE AMERICA El verdadero descubridor de América fue el espaiiol Alonso Sanchez de Huelva. El 15 de mayo de 1481, en la carabela ATLANTE, de su propiedad y 16 hombres de tripulacion, sali de iTuelva, rumbo al oeste y resolvié arribar a las Indias nor la via del mar-océano, segtin su propia designacion; y llegé a la isla de Santo Domingo que los indios Ilamaban QUISQUEYA, en la cual planté una cruz de gran tamafio y tom6 posesion, en nombre de los Reyes de Espafia; declara también haber alli otras muchas islas pobladas y que, por los indios, supo que mas alla habia tierra firme o sea un continente. A la vuelta se detuvo en Porto Santo, isla del Archi- piélago de las Madeiras; y se hospedd en casa de Cristobal Colén, el cual estaba alli para atender a los bienes de su di- funto suegro, gobernador de dicha isla. Alonso Sanchez le did los datos de sus descubrimientos, pero como venja enfermo, tuvo la mala suerte de morir en di- cha isla, debido a muchas privaciones y sufrimientos y sobre todo a una epidemia. De los 17 miembros de la expedicion quedaron muy pocos supervivientes, los cuales llevaron a su residencia de Huelva cuanto era de su propiedad, incluso una larga carta (1) que Sanchez habia escrito para sus Altezas Reales, G1) Este valiosfsimo documento lo conservaban los descendientes. Don Manuel Lépez Flores, preparando su monumental obra “E} Almirante Xueta”; y en busca de la mayor documentacién posible en Huelva y Sevilla, descubrié en esta Gltima ciudad la carta original de Alonso Sanchez para los Reyes y de la cual poseemos una fotocopia, 1 12 = Cristobal Colon = Sus Viajes Cristobal Colon nacié en Felanitx de la isla de Mallorca de las Baleares en 1460; fue hijo bastardo del Principe Car- los de Viana y de Margarita Colén, perteneciente esta ultima a una de las mas importantes familias de aquella localidad. iste una carta de este Principe, de costumbres asaz disolutas, de fecha 28 de octubre de 1459, en la cual alude a sus relaciones con Margarita. Juan y Bartolomé Colon, hermanos de su madre, figuran entre los principales autores de una revuelta ave tuvo lugar en Mallorca, la cual fue sofocada a la llegada de 2.000 hom- bres de tropa enviados desde Napoles por el Rey Alfonso V de Aragén; y cesd la resistencia gracias a un edicto de indulto nara los sublevados, de los cuales excluyeron a los hermanos Juan y Bartolomé Colén, quienes hubiesen sido ejecutados, por ser los principales cabecillas de la revuelta, pero gra- cias a su habilidad y presteza lograron huir. Con sus tfos Juan y Bartolomé, Cristobal Colon, cuyo verdadero nombre era entonces Juan Colon estuvo de corsa- tio y peled a favor de Renato de Anjou, en contra del Rey Juan II de Aragon, cuyo hijo Fernando se cas6 con Isabel, hermana y heredera de Enrique IV de Castilla. Habiendo el Rey Alfonso de Portugal apoyado a Juana, alias la Beltraneja, como reina cle Espana en vez de Isahel, isla Guanahani Cristobal_Colon los hermanos Colén con el sobrino, quienes estaban al servi- cio de Luis XI de Francia, prestaron su apoyo al Rey de Portugal en contra de Isabel la Catélica. Fue entonces cuando, entre Segres y Puerto Lagos, cerca de San Vicente, Colén se encontré con una nave vene- ciana (1) que le cerrara el paso, creyendo que era de Castilla y Aragon, se lanzé contra ella al abordaje. Hubo un choque terrible y las dos embarcaciones aferradas se incendiaron, vereciendo varios ce sus ocupantes. Colén para salvarse se arrojé al mar y a pesar de un balazo que recibié en parte sarnesa donde se incrusté el proyectil, como buen nadador, distancia que lo senaraba del suelo por- iugués donde fj su resicencia. Logré contrasr matrimonio Perestrello, hija del que habia sido Gober- nador de las Islas Madeiras y de una de tas mas esclarecidas familias de Portugal. Para aiender a los bienes dejados nor el padre de su mu- jer Colén vasé a Porto Santo, isla de la residencia de su di- funto suegro. labiendo acogido a Alonso Sanchez de Huelva, quien fallecié en su casa y sabido por él de la existencia de tie- tras pobladas al oeste del mar Océano, resolvié salir en su des- cubrimiento. (1) El Dux de Venecia sentencié a Colén a la pena de muerte y puso precio a su cabeza, 13 1d Colén deseoso de conseguir auxilio para su empresa, se dirigid al Rey Il de Portugal, pero éste no le quiso atender. Siguid luego a Espafia para pedir ayuda a los Reyes. Catélicos, pero para disimular su verdadero nombre, se pre- sent como Cristéforo Colombo (Cristobal Colén), con cuyo nombre pas6 a la historia. Si los soberanos hubiesen sabido de sus luchas contra ellos y sus intereses, a no dudarlo lo hu- biesen encarcelado. En Espajia encontré en Antonio de Marchena, religioso del convento de La Rabida, un decidido y constante defen- sor de su empresa, y de quién pudo decir un dia en carta dirigida desde La Espafiola, a los Reyes Catélicos: Nunca yo hallé ayuda de nadie, salvo Fray Antonio de Marehena, y después de aquella de Dios eterno.” Col6n vio su proyecto sometido al fallo de una junta de sabios que se reunid en Cérdoba, la cual desaprobé su em- presa y juzgo irrealizable. Sin embargo, gracias al apovo que le dieron los domini- cos, en especial fray Diego de Deza, Colén obtuvo la aproba- cion de otra junta reunida en Salamanca, y fue introducido ala Corte de Alcala de Henares. En 1486 los reyes le ofrecieron su ayuda, pero, ocupa- dos en la guerra contra los moros, tuvieron que diferir el apo- yo ofrecido, Cansado de tanta espera, Colén iba a Francia y a su paso por La Rabida, el superior del convento, fray Juan Pérez se interesé por él, y, valiéndose de su calidad de ex confesor de la reina, escribié una carta a Ja soberana. Llamado entonces, fray Juan Pérez hablo personalmen- te con Isabel y obtuvo su proteccion en favor de Cristobal Colén, quien fue entonces admitido en la Corte, en Santa Fe, cerca de Granada, pero viendo que nada eficaz obtenia, decidid continuar su viaje a Francia, a pedir al rey Carlos VIII. Varios de los protectores de la empresa de Colén, espe* cialmente Juan Cabrero y Luis de Santangel, lograron cam- biar la voluntad del rey de Espafia, haciéndole ver los benefi- cios de un descubrimiento posible. Fernando mandé en busca de Colén, y el 17 de abril de 1492 se firmé el contrato de Santa Fe, por el cual los reyes le nombraban “Almirante de todos los mares y Virrey de todas las tierras que descubriera”. Primer viaje de Colén Fray Juan Pérez (1) presté a Colén toda su ayuda para reunir la escuadrilla que, con la idea.de llegar a las Indias, iba a encontrar un nuevo Mundo, el franciscano relacioné a Co- lén con los Pinzén y los Nifio, expertos pilotos y marinos, y con ellos se equiparon tres carabelas: la Gallega, la Pinta y la Nifia. (2). (1) Los mayores protectores de Colén en el descubrimiento de América fueron los franciscanos fray Antonio de Marchena, de paso en~ tonces en el Convento de La Rabida, y fray Juan Perez, prior del mis- mo. Muchos escritores confunden estos dos franciscanos en uno solo que Haman fray Juan Pérez de Marchena, error rectificado por eminen- tes criticos modernos. (2) Por haber sido condenado la Villa de Palos a servir al Rey con tres carabelas por espacio de tres meses, una Real Orden del 30 de abril de 1492 obligaba a dicha Villa a ayudar a Colén con dos carabelas La adhesion del prestigioso marino, Mart{n Alonso Pinz6n facilité la adqui- sicién de ambas naves: La pinta y la Ni 15 La Gallega, construida en el arsenal de Santofia tenfa 20 metros de largo, 3 palus y 5 velas, por ser el buque almirante, y para impetrar la proteccién de la Madre de Dios. Colon le cambio el nombre por el de Santa Maria. En ella iba de Maes- tre propietario, Juan de la Cosa. La Pinta tenia 20 metros, la mandaban los dos hermanos Martin Alonso y Francisco Pinzon. La Nifia, de 17 metros, iba al mando de Vicente Alonso Pinzén, hermano de los anteriores, y Juan Nifio su propieta- rio quien iba con el cargo de Maestre. La tripulacién total, que fue de unos ciento veinte hom- bres, fue enganchada en su mayoria por los hermanos Pinzén y Nifio. El viernes, 3 de agosto de 1492, al amanecer, zarpan de Palos las tres carabelas, después de bendecidas por fray Anto- nio de Marchena. La expedicién se detuvo unos dias en las Canarias para hacer reparaciones a la Pinta y el 6 de setiembre siguieron Partida de Colén del Puerto de Palos 16 hacia el Oeste, pero terciando a la izquierda; navegaron du- rante treinta y tres dias sin ver nada mas que cielo y mar. Las perturbaciones de la brajula produjeron cierta in- quietud en el animo de los capitanes, que no conocsan las desviaciones magnéticas y las tripulaciones murmuraron y hasta se amotinaron, temerosas de no encontrar la deseada In- dia, pero la intervencion de Martin Alonso Pinzén logré apaciguar los animos, Al cabo de algunos dias de navegacién comenzaron a verse aves extrafas, cuya presencia infundié gran alegria a los tripulantes. En la noche del 11 al 12 de octubre se distin- guid una luz y el marino Rodrigo de Triana dio el grito de iTierra! ;Tierra! Al amanecer vieron los espafoles una hermosa tierra, donde desembarcaron. Era una isla de las Lucayas o Bahamas, que los indigenas llamaban Guanahanf. Clavando el sacro emblema de la Cruz y el pendén de Castilla, el Almirante tomé posesién de la isla en nombre de los Reyes Catélicos y la llamé San Salvador; hoy en dia lla- mada isla Watling. En este mismo viaje Colon descubrié también Cuba y Santo Domingo o La Espajiola. Habiendo perdido un buque, fundé el fuerte de la Na- vidad, donde dejé 40 hombres al mando de Diego de Aranda. El 4 de enero de 1493 emprendié la vuelta a Espatia donde los Reyes Catolicos le recibieron en Barcelona con las mayores demostraciones de gratitud vy amistad. Segundo viaje Felizmente confirmada la idea de Colon de llegar por la ruta del Oeste a lo que supon{a ser la India, los Reyes Catéli- cos organizaron una segunda expedicion que salio de Barcelo- na, Espafia, con 17 embarcaciones y 1.500 hombres. Colon reconocié varias de las Antillas Menores, y descu- brio la isla de Puerto Rico, llamada Borinquen por los natura- les. Paso a La Espaiiola y encontré que los indios habian des- trusdo el fuerte de la Navidad, y dado muerte a los 40 hom- bres que en él habia dejado. eT eT 1 oT ye T 90 307 a, Wigs ey 70 60 Ty Pha, Guba 7 Pas 20° oe spaficla (Sto, Domingo? 10 Rico Itinerario de los Viajes: 2*, 3* y 4° 1é Envié varios capitanes a reconocimiento y uno de ellos lego hasta las costa de Tierra Firme del Continente Ameri- cano. (ver Descubrimiento de Venezuela). Tercer viaje Col6n en su tercer viaje venia con tres barcos: Las Casti- Ila, navio de algo mas de 112 toneladas y las carabelas La Co- rreo, de unas 78 toneladas y La Vachina, de menor capaci- dad. Descubrié la Isla de Trinidad, y el primero de agosto de 1498, tocé en la Peninsula de Paria. Cuarto viaje Autorizado para emprender un cuarto viaje a las Indias, con la condicién de no tocar en La Espajiola, por lo menos a la ida, salid de Cadiz con cuatro embarcaciones. Sorprendi- do por un temporal cerca de Santo Domingo, pidid auxilio ala isla,-pero el gobernador Obando se Io nego. Llegé al Continente en la region de Trujillo (Honduras); reconocié las costas que se extienden desde Honduras hasta Muerte de Colén (Cuadro de Solana) 19 Portobelo de Panama. De regreso para Espajia a su paso por La Espajiola, Oban- do le negé nuevamente todo auxilio. Muerte de Colon Cristobal Coldn Ilegé a la Peninsula en 1506, donde habia muerto su protectora, la Reina Isabel en 1504. Con todos sus titulos y honores, muere Colén el 21 de mayo de 1506, en Valladolid. En cumplimiento de su ultima voluntad, fueron traslada- dos sus restos, algunos aiios después a la isla de Santo Domin- go. Origen del nombre de América Los espajioles dieron el nombre de Indias a las islas y tierras descubiertas por Col6n, por creerlas parte integrantes del extremo oriental del Asia. En carta a un amigo y compatriota suyo, llamado Sode- rini, Vespucio describia las regiones visitadas, y en particu- lar las desembocaduras de rios caudalosos, que indicaban la existencia de tierras desconocidas, distintas del Asia: un Nuevo Mundo. Un profesor Hamado Martin Waldseemiiller leyd las cartas de Vespucio y en 1506 publicé en Saint Dié (Francia) un libro de Cosmografia en el cual hablaba de las tierras des- critas por Vespucio y creyéndolas distintas de las descubier- tas por Colén, les daba el nombre de América. En el viaje realizado por Alonso de Ojeda, a las costas del continente americano, en 1499, figurata un italiano lla- mado Américo Vespucio, el cual hizo después varias expedi- ciones a las costas brasilefas. Los espatioles seguian designando con el nombre de In- dias las tierras americanas, cuando se comprobé la realidad del descubrimiento de un nuevo Mundo por Colén, ya el nombre de América habia prevalecido. RESUMEN Alonso Sfnchez de Huelva, descu- bridor de América. Informa a Colon nacido en Mallorea. Con sus tios es corsario y resuelve descubrir ‘Tierras sefialadas por San- chez de Huelva. En 1483, el rey Juan 11 de Portugal, rechaza sus ideas y le niega apoyo pa- ra una expedicion. Liega a La Rabida, Espaiia y es ayu- dado y recomendado ante los Reyes Catolicos por fray Antonio de Mar- chena, fray Diego-de Deza y fray Juan Pérez, ex confesor de la reina Isabel. En Santa Fe, cerca de Granada, los Reyes deciden ayudarle. Parte la ex- pedicion el 3 de agosto de 1492. Toean la nueva tierra el 12 de octu- bre de 1492. Es la isla de Guanaha- ni. Regresa_a Espajia, siendo recibido por los Reyes Catolicos en Barcelona. En su segunda expedicidn descubre Borinquen, hoy Puerto Rico, y uno Ge sus capitanes toca el Continente por vez primera Regresa a Espaiia en el aio 1496. En su tercer viaje Hega a las costas de Pari Inicia su cuarto viaje, teniendo pro- blemas con los gobernadores de la Corona, Megando a Honduras, en lo que hoy es América Central. Con todos los honores, muere el dia 21 de mayo de 1506 en Valladolid. Un investigador, leyendo las cartas de Américo Vespucio, y creyendo que las tierras descubiertas por este eran distintas a las descubiertas por Colén les dio el némbre de América. 21 Los aborigenes venezolanos Tribus, Religion, Gobierno Costumbres Indios. Tribus indigenas Los primitivos habitantes de Venezuela fueron los indios. Vivian en grupos de varias familias, llamados tribus. Las tribus eran numerosas y poblaban las partes mas ricas del pais. Las principales tribus de Venezuela eran: - En el Centro: Los teques, toromaynas, mariches, arbacos, meregotes, auiriquires, maracayes, etc. . En el Occidente y Los Andes: Los caquetios, cuibas, quaiqueries, coyones, ayamares, jiraharas, chamas, uribantes, cuicas, timotes, capachos, taribas, zaparas y motilones. . En las regiones del Apure, Meta y Orinoco: Los achaguas, araucas, aruacas, sdlivas, tamanacos, otomacos, guaratinos y guayanos, . En el Oriente: Los cumanagotos, araguas, palenques, piritus. . Los earibes oriundo del Brasil, se habian establecido en las margenes del Orinoco y en el Oriente de Venezuela. Algunas tribus formaban asociaciones y reconocian un cacique principal, como las del Centro, que en la época de la reconquista obedecian a Guacaipuro. Religion Los indios de Venezuela eran iddlatras, daban culto a in- numerables fetiches, figuras humanas labradas, de piedras unas y de barro cocido la mayor parte. Los piaches(sacerto- tes), las guardaban con veneraci6n en sus grutas. Estos idolos, huecos cominmente y con una piedrecita dentro, daban, al ser movidos, cierto sonido que interpretado por los piaches, les revelaba —decfan— la voluntad del dios cuando lo consul- taban en la soledad de las cuevas. Ademés de los idolos‘det adivino, los indios tenian otros particulares. Los indios reconocian la existencia del Ser Supremo, que Iamaban Ches; casi todas las tribus rendian culto de adora- cion a Zuhé (el Sol) y Chia (la luna). Crefan en el espiritu malo o demonio, que !os Caquetios Ilamaban Caou, y los de Guayana, Yaqueji.. Le atribuian todos los males que les afligfan. : Sacrificios Los piaches ofrecian a sus fdolos ovillos de algod6n, cuentas hechas de piedra y figurillas; a veces también quema- ban en sus cuevas, en una lampara que tenia forma de tripo- de, grasa del cacao y cera vegetal. Algunas tribus ofrecian una que otra vez sacrificios huma- nos; asi, los caquetios de Barquisimeto, cuando los meses de verano se hacfan largos y penosos, buscaban entre las donce- las mayores de diez afos, la mas hermosa, y después de pagar ala madre de la muchacha una indemnizaci6n, la degollaban sobre una piedra para que el Sol la aceptara por esposa y mandara agua a la Tierra. Los indios de Lagunillas (Mérida) arrojaban un nifio al fondo de la laguna como ofrenda al dios de sus aguas. 23 24 Sacerdotes adivinos El piache , llamado también por unas tribus mohan y Jeque, era médico y ejercia las funciones del culto. Como sefial y distintivo de su estado, Hevaba el pelo largo. Los iniciados se preparaban a su funcién con un ri- guroso ayuno de tres o cuatro dias, seguido de otro mas suave de nueve o diez; y por esto después de haber sido adoc- trinados en los ritos secretos por mucho tiempo. Como médico, el piache atribuia a:cada uno de sus idolos una virtud curativa especial. Al ser llamado para asistir a un enfermo, practicaba con uno de sus fetiches ceremonias, que, segun él tenian la virtud de curar al paciente. Sin embargo, conocian verdaderos remedios, que preparaban con plantas. Entre los indios del Oriente de Venezuela, el piache pagaba con su propia vida la muerte del doliente; pero si éste sanaba_ se le premiaba ricamente. Templos Los indios de Venezuela no levantaron templos a sus dioses, como los del Pera y México; sin embargo, eran consi- derados lugares sagrados los adoratorios donde el piache guardaba los {dolos y en los cuales tan sdlo él y los de su mis- ma profesion podian entrar. En los Andes y otras partes de nuestras cordilleras, los piaches elegian con preferencia lugares altos y grutas rec6nditas como sitios propicios para dar culto a sus fetiches y consultar a sus dioses. Gobierno El jefe de una tribu se lamaba cacique; este titulo, de ordinario, era hereditario. El cacique administraba justicia, tenia derecho a decla- rar la guerra y era el general en jefe de los ejércitos; sus orde- nes eran siempre acatadas con prontitud, y los indios le profe- saban gran veneraciOn. Los espanoles designaban con el nombre de cacique no solamente al jefe de la tribu, sino también a los indios princi- pales que ejercian autoridad. Costumbres Los indios vivian en chozas llamadas boh‘fos, que solian construir de bahareque o de palma. En muchas tribus la casa del cacique era un inmenso palenque, especie de fortin cua- drado, cercado con horcones; en el centro estaba la vivienda del cacique, dividida en grandes compartimientos, donde ha- bitaba con su séquito y sus mujeres y almacenaba viveres y armas para la guerra. Los indios de Venezuela vestfan un guayuco tejido ordi- nariamente con algodén, que les cubria desde Ia cintura has- ta las rodillas. Entre ellos existia la poligamia. Pintabanse el cuerpo, con gomas y grasas de animales; se adornaban con plumas la cabeza y cargaban collares de pie- dras de color, conchas ete. Cultivaban el maiz, el fame, la yuca, gustaban de la pes- ca y de la caza; secaban al sol la carne de venado, que conser- vaban; preparaban con el maiz el macato bebida fermentada, con la cual se emborrachaban. Civilizacion Los indios de Venezuela tuvieron una civilizacion atrasa- da. No han dejado ningin monumento digno de pasar a la posteridad; tan sdlo tenemos de ellos objetos rudimentarios de cocina y algunos adornos, todos de piedra, concha y tie- tra cocida. Algunas tribus han dejado petroglifos, que son inscripciones en piedras, con las cuales probablemente con- servaban la memoria de algin acontecimiento importante. 25 En Jos estados Portuguesa y Barinas existen ain muchos kilometros de restos de una red de calzadas que permitian las comunicaciones cuando estas regiones se anegaban. También pueden mencionarse como restos importantes de la escasa civilizacion de los aborigenes de Venezuela los cerritos situados entre Magdalena y Santa Cruz, en la region riberefia del Lago de Valencia. Se encuentran también cerritos artificiales en algunas re- giones de Jos Ilanos de Portuguesa y Barinas y del estado La- ra, Estos cerritos son pequefias elevaciones de unos tres me- tros de altura, con una base que varia de 10 hasta 30 metros de didmetro. La parte central de la base de cada uno de estos cerritos esta Ilena de sarc6fagos de tierra cocida que encierran esque- letos humanos, como hemos podido cerciorarnos personal- mente con trabajos de investigacion. RESUMEN CIVILIZACION * — Cultivos de mafz, hame, yuca. Pesca y cacerfa, Bebidas de mafz fermen- * — Escasa, Pocos monumentos, Petro- dado y chicha. slifos, vasijas de barro. * Eran mandados y dirigidos por un * Restos de red de calzadas en Bari- jefe Hamado cacique.” nas y Portuguesa. * No tenfan templos, considerando * Cerritos del Lago de Valencia. Ta- sagrados ciertos lugares, donde el mutos funerarios, sacerdote © piache ejercfa sus ritos. EI piache era a la vez. brujo o curan- dero. Algunas tribus ofrecfan sacri- ficios humanos, aunque la mayorfa COSTUMBRES era idélatra y se limitaba a la adora- cién incruenta de sus fetiches. * — Chozas de palma o bahareque. Po- * — Estaban divididos en tribus que se blados protegidos por horcones. diferenciaban bastante unas de otras, segtin la regién y costumbres. La mayorfa eran pacfficos, y pocos * Casas comunales en algunas tribus. los guerreros. Entre estos descolla- Poligamia. ron los caribes. 26 = Tercer viaje de Colon Descubrimiento de Venezuela Cristébal Colén, en su tercer viaje, el lo. de agosto de 1498 tocé en la peninsula de Paria y se dijo que asi fue el descubridor de Venezuela, lo que es un error. Sabemos que las costas de Venezuela habfan sido descubiertas anterior- mente por el Capitan Juan Mateo. Colén en su segundo viaje envio a varios de sus capitanes a efectuar reconocimientos en los mares vecinos; uno de ellos, el Capitan Juan Mateo llegé hasta la costa de tierra firme de Venezuela. Esto fue a princi- pios de 1495. (1) Hay constancia de este acqntecimiento en el Archivo de la Nacién de Caracas, en Encomiendas XIII, folios 179 y 205. Otros descubridores de Venezuela Después de Cristébal Colon, Alonso de Ojeda, acompajia- do de Américo Vespucio, reconocié las costa de Venezuela, desde el promontorio de Paria hasta la peninsula de la Goajira en 1499. Poco después de Ojeda, Alonso Nifio, con una sola cara- bela, siguid el litoral venezolano desde Paria hasta Chichirivi- che (Estado Falc6n) y regres6 a Espaiia cargado con oro y per- las. (1) Juan Mateo fue uno de los pobladores de la Ciudad de Coro y ayudé a conquistar y poblar las ciudades del Tocuyo y Barquisimeto. 28 Durante el afio 1500, recorrieron parte de las costas del Oriente de Venezuela, donde se proveyeron de perlas y oro: Vicente Yadfiez Pinzon, Diego de Lepe y Cristébal Guerra. En 1500 Rodrigo de Bastidas reconocié el golfo y lago de Coquibacoa, y en 1502 Alonso de Ojeda volvié a las costas del Coquibacoa,, con intenciones de poblar, pero fracasé en su pro- posito. LECTURA ILUSTRATIVA Origen del nombre de Venezuela El nombre de Venezuela arranca del viaje que Alonso de Ojeda, en compafiia del cartografo Juan de la Cosa y Américo Vespucio realizaron a las costas de Venezuela en 1499. “Ha- llamos —dice Vespucio, se entiende dentro del Golfo— una gran poblacién, que tenia sus casas sobre aguas como Vene- cia, quisimos verlas, y los naturales se opontan a la entrada. Mas huyeron al probar el filo de nuestos aceros, y encon- tramos las casas llenas de algod6n finisimo. Tenian también mucho brasil y tomamos de ambas cosas” Contrasta este relato, que es el de su primera carta, escrita en julio de 1500, con el imaginario relato de-la primera de las Cuatro Navegaciones, que huelga anotar aqui. Y es debido a estas relaciones de Vespucio, en espe- cial a las ultimas, que hasta hoy se habia generalmente creido que Venezuela era el diminutivo de Venecia. Pero existe otro documento de mayor valia que el de Vespucio, el cual es de una sorprendente precision. Nos_referimos a la “Suma de Geografta” del ?achiller Martin Fernandez de Enciso, primer libro impreso que habla del Nuevo Mundo y obra honrada por un privilegio Real, otorgado en Zaragoza el 5 de septiembre de 1518. Fue Enciso amizo intimo y compafero de Alonso de Ojeda y de Juan de la Cosa y se alisté con ellos para la ultima expedicién. El primero le extendié el titulo y cargo de Alguacil Mayor de la nueva Gobernacién. Su testimonio es, pues, de una autoridad que merece todo nuestro respe- to. He aqui textualmente lo que dice: “‘ Del cabo de San Romén al cabo de Coquibacoa hay tres isleos en triangulo, entre estos dos cabos se hace un golfo de mar en figura cuadrada, y al cabo de Coquibacoa entra desde este golfo atro golfo pequeno en la tierra cuatro leguas, Y al cabo del a cerca de la tierra esté una pefa grande que es Ilana enci- ma ‘della. Y encima della estd un lugar o casas de indios que se llama Veneciuela. Estd en x grados. Entre este gol- fo de Veneciuela y el cabo de Coquibacoa haze una vuel- ta el agua dentro de la tierra a la parte del Oeste. Y en esta vuelta esté Coquibacoa”. Esta es la copia con su ortografia correspondiente. Ambas citas, la de Vespucio y la del Bachiller Enciso, hablan de una poblacién en el lago, precisando el ultimo su posi- cion, que fija Juan de la Cosa en su mapa de 1499-1500. Vespucio no .da nombre a este pueblo indigena sdlo dice que estaba en el agua y que les recordé a Venecia. Enciso explica que la poblacion se hallaba en el agua, cerca de la tierra, pero sobre una pefia Ilana, pena que po- dria ser una tierra firme y que se llamaba Veneciuela. Ahora surge una pregunta: gEste nombre de Veneciue- la ser’a puesto por Ojeda y Juan de la Cosa a poblacion in- digena como diminutivo de Venecia u oirtan los espatoles este nombre de boca de los aborigenes como designacion de aquella poblacién situada en el agua sobre una pena plana? Enciso parece confirmar esta tltima opinion cuando dice: “Y encima della esté un lugar o casas de indios que se llama Veneciuela”’. Esto pareceria indicar que el nombre de Veneciuela, que Juan de la Cosa escribié en su famoso mapa, era desig- 29 30 nacién netamente indigena de la poblacién que encontraron en el golfo, casi a la entrada de la barra, lo que nos hace colo- car poco mds o menos en Ia extremidad este de la isla Zapara. Visto de que el sitio de Veneciuela se hallaba, segiin la carta de la Cosa, inmediato a la Barra, apuntamos la particu- laridad de que probablemente el descubrimiento del pueblo indigena llamado Veneciuela y el del Lago de Maracaibo, concidieron en el mismo dia 24 de agosto de 1499. RESUMEN El primero en Iegar a Tierra Firme de Ojeda, Alonso Nifio, Vicente Yé- fue el capitan Juan Mateo, en el nez Pinzén, Diego de Lepe y Crist6- segundo viaje de Col6n. bal Guerra. ® — Américo Vespucio, con Alonso de En la misma época, realizaron expe- Ojeda y Juan de la Cosa recorrié ‘las diciones y descubrimientos: Alonso costas de Venezuela en 1499. = Colonizacion de Oriente = Nueva Andalucia Fundacion de Cubagua La Isla de Cubagua, descubierta por Colén y visitada por los primeros exploradores, en especial vor Cristobal Guerra, vor sus placeres de perlas, atrajo a sus costas a buscadores de nerlas, que desde 1510 principian a fijar su residencia en esta isla. La noblacion fue adquiriendo importancia, hasta que en 1522 era ya una ciudad organizada con el nombre de Nueva Cac Tuvo Ayuntamiento, casas de mamposteria, templo, un convento de franciscanos y unos 1,000 habitantes, En 1530 la explotacion de perlas produjo dos millones de duros, 0 sea 10 millones de bol{vares en moneda actual. Algunos de sus vecinos se dedicaron al infame mercado de indios. El mismo afio un terremoto destruyo !a fortaleza que vrotegia el abastecimiento de agua de la isla en el rio de Cumana: pero los vecinos la vuelven a construir. La ciudad sufrié poco de las consecuencias de este sismo. La mengua de perlas y el ciclén del 25 de diciembre de 3l 1541 ocasionaron su ruina, Los vecinos pasaron a la Isla de Margarita, y en 1543 los pocos que quedaban huyeron ante la llegada de piratas franceses, que quemaron lo que quedaba de la antes floreciente ciudad. Los Buscadores se fueron Juego al Cabo de la Vela, donde habjan sido localizados nuevos yacimientos perliferos. Petréleo. —En la punta oriental de la Isla de Cubagua hay un pequefio manantial de petrdleo bruto. A peticion de la Reina, en 1539 y en 1540, los Oficiales Reales de Cubagua le desnacharon un barril de este aceite, constituyendo este envio el primer netrdleo salido de Venezuela para Europa. Establecimiento de las primeras misiones Los primeros ensayos de colonizacién el el Oriente de Venezuela, fuera de Cubagua, se deben a los religiosos fran- ciscanos y dominicos, quienes en noviembre de 1515 llegaron en un mismo barco. Los nrimeros se establecieron en Cumana, cerca de la desembocadura de este rio, y los segundos junto a una aldea indigena llamada Chichirivichi, de alli el nombre de Santa Fe de Chichirivichi dado a este primer asiento misio- nero dominico. Ambos conventos florecieron y desarrollaron verdadera labor civilizadora, pero después de cinco aiios de buen funcionamiento terminaron con el alzamiento de los indios, quienes, canitaneados vor el cacique Maraguey, el domingo 3 de octubre de 1520 atacaron Santa Fe de Chichirivichi a tiempo de principiar la misa, mataron a dos dominicos y a otras personas que los acompafiaban. Este mismo dia, por la tarde, mataron también a un tal Alonso de Ojeda, (distinto al descubridor del mismo nombre), quien merodeaba en aquellos parajes en son de comerciante y habia apresado a varios indios para reducirlos a la esclavitud; fue muerto con muchos de sus compaieros. L> misma suerte corrieron, poco después, los capitanes VillataSe y Gregorio de Qeafia, quienes Ilegados en este SS a, . A cb. Los conquistadores abusaron muchas veces de [a inferi tiemno a aguella regién, perecieron con muchos de sus acompaiiantes, A instancias del alcalde de Cubasua, que les aviso, los franciscanos de Cumané, abandoneron la mision, que fue destruida por los indios; éstos se envalentonaron, impidieron alos de Cubagua proveerse de agua y les pusieron en gran aprieto, obligindoles a abandonar temporalmente la isla. Expedicion de Gonzalo de Ocampo La audiencia de Santo Domingo, enteracla de los ante- riores sucesos, con fecha 20 de enero de 1521, envid a las costas de Cumand a Gonzalo de Ocampo con orden de castigar a los indios y restablecer la normalidad. Los de Cubagua reintegraron a sus casas y los franciscanos volvieron de nuevo a su convento de Cumané. Bartolomé de las Casas Sus nobles intenciones El licenciado Bartolomé de las Casas lleg6 a Cumana después de la expedicién de Ocampo. Segtin Real Cédula de 16 de mayo de 1521, nensaba colonizar paeificamente la region, valiéndose de los religiosos. 33 PRIMERAS MISIONES Con este fin quiso establecer alli una colonia de labradores de Castilla, nero el pais estaba desolado y los indios sublevados. Las Casas no pudo realizar sus deseos; abandonado y molesto por la conducta de los habitantes de Cubagua, regresé a Santo Domingo a quejarse a la Real Ausliencia,. dejando a Francisco de Soto con dos barcos y 50 hombres en Cumana. Este, al irse Bartolomé de las Casas, envio los barcos con sus hombres a rescatar en las costas de! Continente. Los indios, viendo que sdlo quedaban diez o doce hombres, asaltaron la mision, mataron a tres guardias y todos los demas huyeron en una canoa, excentd’ fray Dio- nisio que fue muerto por los indios. Expecticion de Jacome Castell6n En abril de 1522, de Santo Domingo habian enviado en auxilio al canitén Francisco Vallejo, alealde mayor de Cuba- gua, pero habiendo éste pasado a La Esoaitola, de allf envia- yon al capitan Jécome Castellon para hacerse cargo de los refuerzos enviados. Castellon entr6 en las tierras de los indios rebeldes, a los cuales subyugé, castigando a los culpables y dando muerte a cuatro de los principales de ellos. En Ia desembocadura del rio Cumana edificé la pri- lolesia de Clarines mera fortaleza y torre construidas en Tierra Firme. Desde entonces Cubagua se rehizo con mayor pujanza que nunca, y con el nombre de Nueva Cadiz adquirié un de- sarrollo extraordinario, Nueva Andalucia La parte oriental de Venezuela formaba en la énoca colonial una provincia separada. Se lamaba provincia de Cumana o de Nueva Andalucia; tenia gobernador propio, y en lo esniritual nertenecia al obispo de Puerto Rico. Esta provincia comprendia en un principio el territo- rio que forman hoy los Estados Nueva Esparta, Sucre, An- zoategui y Monagas; después se le agregaron el territorio Delta Amacuro y la Guayana. Poco después de la fundacién de la Nueva Cadiz, sus vobladores, andaluces casi todos, dieron a la region de Cuba- gua y Cumand el nombre de Nueva Andalucia. Hasta el afio 1568, dependia directamente de la Audien- cia de Santo Domingo; pero en esta fecha fue regularmente constitufda en provincia, bajo la jurisdiccién de la misma Audiencia, 35 36 Desde 1739 hasta 1777 quedé incorporada al Virrei- nato de Bogota; en esta Ultima fecha entré a formar parte integrante de la Capitanfa General de Venezuela. La Provincia de la Nueva Andalucia fue creada en 1568 vor el Rey, a favor de Diego Fernandez de Serpa, su primer Gobernador. Serva llego a Cumana en 1569; con familias espaho- las, organiz6 la Nueva Cordoba y le cambié el nombre por el de Ciudad de Cumand el 24 de noviembre de 1569. Fund6 la efimera ciudad de Santiago de los Caballeros, a orillas del Nevers, en tierra de los cumanagotos, y se internd en direccién al Orinoco con 400 soldados. Los cumanagotos y chacopatas le esperaban escondidos en una montajia. Cuando Iegaron los soldados de Serpa, cansados después de una jornada de camino, les cayeron en- cima e hicieron en ellos una mortandad horrible; hasta el Gobernador nerecié. Jamas expedicion alguna tuvo peor suerte. Los sobre- vivientes y fundadores de Santiago de los Caballeros huyeron todos para Cumané, donde fijaron su residencia. Otras expediciones y fundaciones en tierras de los Cumanagotos En 1579 Carci-Gonzalez entré en tierra de Jos cumana- gotos y peled con ellos; pero se volvid sin haber podido so- meterlos. En 1585 Cristshal Cobos poblé la ciudad de San Cris- tébal de Cumanagoto; no pudo vencer a los indios de este nombre, nero anres6 al famoso cacique Cayaurima. Juan de Uroin salié de Caracas con 100 hombres de trona y cuatro cafiones, acompafiado de indios aliados; de- rrotd a los cumanagotos y sometié algunas _parcialidades de ellos. El 3 de febrero de 1633, Juan de Urnfn fundé, al vie del Cerro Santo, la ciudad de Santa Eulalia de Barcelo- na o simnlemente Barcelona. In 1671, para poner término a las rivalidades entre los habitantes de Barcelona y de Cumanagoto, el Gober- nador de la Provincia, Sancho Fernandez de Angulo, y el Comisario General de las Misiones de Piritu, fray Manuel de Yangues, consiguieron que se avinieran los vecinos de ambas poblaciones y Ios unieron para fundar una nueva ciudad: Nueva Barcelona. Los cumanagotos no fueron nunca sometidos por las armas, sino vor la entrada pacifica de tos misioneros fran- ciscanos (1656), quienes lograron civilizarlos y reducirlos a noblado, RESUMEN * — Cubagua es descubierta por Colon: en 1523 cs conocida como Nueva Cadiz. * Gran riqueza perlifera desde su descubrimiento. Fue destruida por un terremoto en 1530, El ciclon de 1541, la escasez de perlas y los ataques de los piratas, causan la 1uina y abandono de sus habitantes. * Las primeras misiones Megan en 1515; Franciseanos y Dominicos. * La rebelién de los indios el 3 de oc- tubre de 1520 causa la destrucci6n y abandono de las misiones de Cubagua y posteriormente Cumané, * Gonzalo de Ocampo restablece el or- den y los misioneros retornan. Bartolomé de las Casas intenta colo- nizacion pacffica, pero tiene que abandonar Cumani, ante la indife- rencia y enemistad de los habitantes. En 1522 Jécome Castellén funda un fuerte en Tierra Firme. Nueva Andalucia estaba constituida por: los actuales Nueva Esparta, Su- cre, Anzoftegui, Monagas, Delta Amacuro y Guayana, Diego Fernandez de Serpa funda Cumané el 24 de noviembre de 1569, muriendo en una emboscada de los cumanagotos. duan de Urpin funda Barcelona et 3 de febrero de 1633. 37 3e = Expediciones por el Orinoco = Fundacion de Coro Primer establecimiento en Coro-1528 Las Islas de los Gigantes-Curazao, Aruba y Bonaire, ha- bian sido declaradas initiles y muchos de sus habitantes lleva- dos como esclavos por los aventureros de aquel tiempo. Juan de Ampies, factor de la Isla de Santo Domingo, ha- biendo recibido algunos, les tomé carifio y obtuvo por capi- tulaciones aquellas islas, compré todos los indios que pudo y los devolvié a las tierras de su origen. Los ayudaba en todo y protegia contra las incursiones de los salteadores. Manaure era a la saz6n cacique de los indios caquetios, que poblaban la region de Coro, Todarequiba, la poblacion donde residia, sede de su Gobierno. Conocedor de la proteccién y buen trato que Ampies da- ba a los indios, le inst a que viniera a establecerse en su te- rritorio; pensaba que de esta suerte se pondria a salvo de los frecuentes asaltos de los esclavizadores de indios. Acepté Ampies, y por noviembre de 1527 paso de Santo Domingo a Coro, acompafiado de un buen namero de pobla- dores. Manaure le hizo un espléndido recibimiento y Ampies se establecio en la aldea indigena de Todarequiba, residencia de Manaure. Cuando el 24 de febrero de 1529 Ambrosio Alfinger lle- g6 a las costas de Coro, fijé su asiento a una legua de Todare- quiba, y allf poblé la ciudad de Coro. Rio Orinoco El] Rio Orinoco fue descubierto por Vicente Yafiez Pin- z6n, en el afio 1500. Diversas tribus poblaban sus riberas, y lo designaban con los nombres de Uriaparia, desde su desembocadura hasta su confluencia con el Caroni; Orinocu, desde este punto hasta su union con el Arauquita, Barraudn, hasta los raudales de Atu- res, Baséua, Paraua y Parima, en su curso superior hasta los raudales de Guahahibos. Expedicién por el Orinoco Primera expedici6n En 1530 Pedro Acosta, con 300 hombres, se establecié en la desembocadura del Orinoco; pero este asiento fué destrui- do por los caribes. 40 En 1531, un capitan de apellido Cornejo remonté el rio Orinoco hasta corta distancia; pero la primera expedicién importante sobre este rio fue la de Diego de Ordaz. Diego de Ordaz obtuvo del rey permiso para conquistar las tierras que se extienden entre el rio Amazonas y la Penin- sula de Paria. Al efecto, organizé una numerosa expedicion y tres buques. Ordaz prin por el Rio Amazonas, pero un recio tem- poral le hizo perder parte de su gente. Pasé a Paria y luego entré por el Orfnoco, que reconocié hasta el sitio de su con- fluencia con el Meta. Segunda expedicién Muerto Ordaz, don Jerénimo Hortal, que habia sido su ayudante, obtuvo los titulos de aquél y mandé adelante a su teniente Herrera; este llegé hasta el Meta y siguié el curso de este rio. Habiendo muerto Herrera a consecuencia de una herida de flecha envenenada, la expedicién regreso. Tercera Expedicion Hortal emprendié una nueva expedicién, pero antes de lle-. gar al Caronf las tropas se sublevaron mandaron a su jefe con custodia para la costa de Paria y se dispersaron. LECTURA ILUSTRATIVA: Primera expedicion por el Orinoco. Diego de Ordaz, ya célebre por su cooperacién en la con- quista de México, obtuvo de Carlos V el titulo de Adelantado y el cargo de Gobernador de las tierras que se extienden entre la desombocadura del Amazonas y la peninsula de Paria, en la seccion de Tierra Firme. Ordaz reunié cerce de 1.000 expedicionarios, de los cuales 400 eran soldados veteranos; a fines de 1531 zarpé de Sanlicar de Barrameda con rumbo hacia el rio Marafién (Amazonas), por donde pensaba iniciar sus descubrimientos. Pero como en la desembocadura de este rio perdiera parte de su expedicion, por causa de una terrible tempestad, regresé a Paria. Encon- trando allt un castillo edificado por Antonio Cedefio, Goberna- dor de Trinidad, y juzgéndolo incluido en el territorio de su go- bernacién, se adueno de él. Después, sirviéndole de guta un indio de apellido Tauate, entro en el Orinoco por la Ria Grande o de Navios remonto el rio hasta Uriapari (Sacupana), donde los naturales dieron muerte a algunos espafioles, y huyeron después de quemar sus viviendas, Siguiendo adelante, fue bien recibido por los abort- genes de Caruao (Barrancas). A su arribo a un pueblo situado en la confluencia del Orinoco con el Caront, los indios le salie- ron al encuentro al grito de “;Uayana!..." A las preguntas que se les hacian, siempre contestaban “ ;Uayana”. Como esta voz en lengua indigena significa blanco, pélido o amarillo, es de suponer que los indios, sorprendidos, se dirian unos a otros que aquellos recién llegados eran blancos. Desde entonces viene esta palabra sirviendo de denomina- cion al inmenso territorio situado al sur del rey de nuestros rios. Prosiguié Ordaz su ruta y llegé hasta la desembocadura del Meta; el raudal del Carichana no le permitié seguir adelan- te. A su vuelta a Paria, muchos de sus soldados, irritados por el despotismo con que a veces los tratara, y descontentos por el fracaso de la expedicién, lo delataron ante Matienzo, Go- bernador de Cubagua. Este lo redujo a prision y lo llevé para Santo Domingo. La Audiencia lo declaré inocente. A su vuel- ta, segun parece, Ordaz fue envenenado por Matienzo. 41 RESUMEN Juan de Ampfes rescata y reubica alos indios de Aruba, Curazao y Bonaire. Fue Mamado por el cacique Manaure, instaléndose en Todarequiba, capital de los caquetfos. Ambrosio Alfinger en 1529 fundé en sus proximidades la ciudad de Coro, Vicente Yéiez Pinzon descubrié el Orinoco en 1500. Exploraciones por el Orinoco: + Pedro Acosta, en 1530. - Cornejo, en 1531, + Ordaz, lo recorre hasta el Meta. + Herrera sube por el Meta y muere en lucha con los indios. + Jerénimo Hortal sube hasta el Caroné y las tropas se disgregan, = Los Welseres o Belzares Los Welseres En la ciudad de Augsburgo vivian unos ricos banqueros de apellido Welser. Carlos V era deudor de ellos por grandes sumas que le habian prestado en varias ocasiones. Enrique Ehinger y Bartolomé Sayler, asociados con ellos, obtuvieron en 1528 unas capitulaciones por la cuales el rey les concedfa al Gobernador de Venezuela, desde el Cabo de la Vela, en la Peninsula de ia Goajira hasta Maracapana, al este del Golfo de Cariaco, con ventajas particulares y obliga- ciones que debian cumplir, entre éstas las de poblar dos ciu- dades y construir tres fortalezas. En este contrato aparece por primera vez el nombre de Venezuela dado a toda la region cedida a los Welseres. Gobierno y empresas de los Welseres Los gobernadores welseres fueron los siguientes: Ambrosio Alfinger, Jorge Spira, Nicolas Federman y Felipe Von Hutten, llamado también Felipe de Utre. Su gobierno fué fatal para la naciente Provincia. Los gobernadores welseres buscaron tinicamente el mo- do de sacar el mayor provecho de Venezuela. Despoblaron el pais, vendiendo los indios como esclavos; 43 emprendieron, con soldados espaiioles descabelladas expedi- ciones con el sdlo propésito de buscar oro. Nunca cumplieron los convenios estipulados en el con- trato que les cedia el gobernar a Venezuela. Considerable nimero de espaiioles e indios perecieron vara satisfacer la desordenada codicia de estos aventureros. Exploraciones de los Gobernadores Welseres; sus procedimientos Alfinger llegé a Coro el 24 de febrero de 1529. Después de organizar la ciudad de este nombre, realizo dos expediciones importantes La primera se efectué alrededor del Lago de Maracaibo, donde maltraté a los indios y se dio a robos y saqueos. En la segunda, salié nuevamente de Coro, atravesd el Lago de Maracaibo, trasmonté la cordillera de Perijé, bajd a los ricos valles de Upar, de donde despach6 30.000 pesos para Coro. CABO DE CARIBE N.CADIEO~> © CORDOBA AL MARACAPANA 1521-1592 ‘two1os UAYANAS TERRITORIO CEDIDO A LOS WELSER por CARLOS V 44 Muchas veces la codi eee Los que traian esta riqueza se extraviaron y, después de enterrar esta cantidad, perecieron a excepcion de uno. Ambrosio Alfinger maltraté horriblemente a los indios, extorsionandoles su oro y reduciendo a muchos a la escla- vitud. De regreso para Coro, estando en el valle de Micer Am- brosio, cerea de Pamplona (Colombia), Alfinger murié a con- secuencia de una herida de flecha envenenada. Poco después Jorge Spira salié de Coro con 400 hombres y 80 caballos; atravesé los Ilanos, cruz6 el Apure y se ade- lanté hacia el Sur, en busca de El Dorado. Después de aventuras, correrfas y Juchas constantes con- tra los indios, regreso a Coro en 1538, con sdlo 96 hombres y 24 caballos. Siendo teniente de Alfinger, Federman recorrid en una primera expedici6n los territorios que forman ahora los Es- tados Lara, Portuguesa, Cojedes y Yaracuy. Como lugarteniente de Spira se interné en los Ianos de Venezuela y Colombia, hasta la region de San Juan de los Llanos, donde cruzé la cordillera y se encontrd en Bogota con los conquistadores Benalcdzar y Jiménez de Quesada. Un arreglo hecho con Quesada le dio el dominio del cé- lebre cacique Tunja (29 de abril de 1539). Por orden de los Welseres fue llevado preso a Europa, cul- pado de haber sustraido a la compafifa 115.000 pesos en oro y piedras preciosas. Murié en Flandes en 1545. ia se pagaba con la muerte: Fracaso de fos enviados de Alfinger 45 Felipe Von Hutten, 1540-1546, el tiltimo de tos adelan- tados welseres fue mas humanitario que sus predecedores. Emprendié una larga expedicién en busca de El Dorado, si- guiendo casi el mismo derrotero de Federman. A su regreso para Coro, fue asesinado por Juan de Carvajal. La muerte de Hutten marca el fin del fatal gobierno de los welseres en Venezuela. Creacién del Obispado de Coro Primer obispado de Venezuela El obispado de Coro fue creado en 1531 por el Papa Cle- mente VII. El primer obispo nombrado para administrar la nueva didcesis de Venezuela fue Rodrigo de Bastidas, dean de la Iglesia Metropolitana de Santo Dominga. Era hijo del Adelan- tado v descubridor del mismo nombre. Tan solo en 1536 vino a tomar posesién de su didcesis. A la muerte de Spira, en 1540, la Audiencia de Santo Domingo le nombré gobernador interino de la. provincia; en 1542 fue promovido al obispalo de Puerto Rico. RESUMEN LOS WELSERES El emperador Carlos ¥, concede en 1528, la Gobernacién de Ve- nezucla a los banqueros alemanes Welser. Los limites de la gobernacién era Del Cabo de la Vela, en ta Goaji- ra, hasta Maracapana, al Oeste del Golfo de Cariaco. Los gobernadores welscres solamen- te busearon su lucro para compensar Jos préstamos hechos al Emperador Carlos V. Su yobierno fue desastroso, y la mayoria de sus expediciones fue- ron descabelladas y terminaron en fracasos. Los gobernadores fueron: + Ambrosio Alffnger, quien gobernd de 1529 hasta 1533. Murié a causa de una flecha envenenada. 46 + Jorge Spira, desde 1535 hasta 1540. + Nicolés Federmann. Fue luzarte- niente de Spira. Murié en Espafia en 1545 deshonrado y acusado de fraude a los Welser. Felipe Von Hutten gobernd de 1540 a 1546. Fue més huma- nitario que sus antecesores, Fue asesinado por Carvajal. El Consejo de Indias decret6 la nulidad y el fin de la concesion aos Welseres, en 1556, El primer obispado de Venezue- la fue creado por Clemente VI, fundando la diécesis de Coro, en 1531. EI primer obispo tue Rodrigo de Bastidas, quien fue:nombrado gober- nador interino de la provineia a la muerte del yobernador Spi Fue relevado por cambi Rico en 1542. = El Dorado = Traficantes de indios y esclavos = Bartolomé de Las Casas = Fundacion de El Tocuyo = Repartimientos y Encomiendas El mito de El Dorado Los gobernadores welseres quitaban a los indios cuanto oro tenian y les vreguntaban por las regiones donde nodia encontrarse este precioso metal. Los ahorfgenes, para deshacerse de ellos decian que mas adelante existfan tierras ricas en oro. De alli nacié entre los expedicionarios la idea de una regi6n lejana donde el oro abundaba tanto, que la casa y los utensilios del caci- que eran labrados con este metal. La idea de El Dorado se extendid por todas partes. Situdbanlo unos en la region oriental de la Guayana con el nombre de Dorado de la Parima; otros, hacia Los Andes; y, por fin, habia quien aseguraba que estaba en un pais que lamaban de los Omaguas, donde habia lagunas con el fondo de oro y espacios cubiertos de este metal. Costosas expediciones fueron emprendidas en todas direcciones con el fin de encontrarlo. Las vrincipales fueron: la de Spira, de Federmann, de Feline de Utre, de Sebastian de Benalcazir, de Pedro de Urstia, de Pedro Malaver de Silva, de Diego Fernandez de Serna, de Antonio de Berrio y las dos del inglés Walter Raleigh. 48 Traficantes de indios ando se repartieron las tierras de La Espaitola entre los primeros pobladores, los indios fueron tratados como es- clavos, Su pronta disminucién hizo que infames mercaderes y salteadores recorrieran las costas de Venezuela, robando cuantos indios podian hallar, con el fin de venderlos en Las Antillas. Ante repetidas quejas de los misioneros, tan sdlo se nermitid reducir a esclavitud a los indios antropdfagos y rebeldes. Resultaron de alli los mayores abusos, pues, con este pretexto, eran tildados de antrop6fagos y rebeldes aquellos a quienes la codicia de los aventureros queria esclavizar. Cuhagua fue durante algtin tiempo el centro de los traficantes de indios que asolaron las costas de Venezuela. En un aio, el solo Quinto del Rey, tributo que se pa- gaba a la corona por cada eselavo, produjo en Cubagua, y esto a nesar de los engafios y burlas de que eran objeto los recaudadores, la suma de 15.000 duros, o sea 75.000 holivares en moneda actual. Entre los traficantes de indios figuraron Alonso de Ojeda (no el exolorador del Orinoco) y otros mas; nor el Occidente, Ambrosio Alfinger, Nicolas Federman y otros se dedicaron a este infame trafico. Defensores cle los indios Los grandes defensores de los aborigenes americanos fueron los misioneros en especial los dominicos, quienes fueron los primeros en censurar el mal trato de los conquis- tadores a los naturales. En 1515 Bartolomé de las Casas y el dominico fray ‘Antonio de Montesinos, fueron personalmente a Esnafia nara abogar nor ellos ante el rey. Con el mismo fin Bartolomé de las Casas atravesd doce veces el Océano. En 1531 y en 1542 dirigid a las autorida- des de la Metrépoli un memorial relativo al mal trato que los conquistadores daban a los indigenas, a los abusos- de las encomiendas y a las reformas necesarias para aliviar la suer- te de los americanos. Esto motiv6é la publicacion de leyes esneciales: que protegieron a los aborigenes, abolieron completamente la esclavitud de los indios y regularizaron su gobierno y administracion. (Nuevas Leyes de Indias, 1542). Bartolomé de las Casas Bartolomé de las Casas nacié en Sevilla, en 1474, después de brillantes estudios en la Universidad de Sala- manca, pasé en 1502, a la isla La Espafiola, hoy Santo Damingo. Al ver los abusos a que estaban sometidos los indios, resolvié. consagrar su vida y su talento al alivio de la raza americana. Su consagraci6n a la causa de los aborigenes americanos le merecié la calificacién de “Precursor y Protector Univer- sal de los Indios”. En 1510 o 1511, Bartolomé de las Casas recibié las 6rdenes sacerdotales, y en 1523, después de su fracaso en la colonizacion de la Nueva Andalucia, ingresé en la henemérita Orden dominicana. ‘Traficantes de esclavos Prohibida ta esclavitud de los indios, los reyes permi- tieron la introduccién de negros esclavos, cuya venta mono- nolizaron los portugueses durante el siglo XVI. 49 En 1520, comenz6 el trafico de esclavos africanos tam BN Los primeros africanos esclavos fueron Ilevados a La Espafiola en 1520, afio en que Carlos V nermitié la introduccién de 4.000 de ellos para ser dedicados a los trabajos de minas y de labranza. Dos alemanes de la compaiifa de los welseres hicieron con Carlos V un contrato para la introduccién de 4.000 esclavos negros en Venezuela. También Felipe IH permit nuevas ventas. En 1560 Sancho Bricefio obtuvo licencias para vender 200 en los valles de Trujillo, Tocuyo, etc.; en 1592 el pro- curador Simon de Bolivar obtuvo permiso para introducir 3.000 en la Provincia de Venezuela. En 1692 Martin de Guzman compré de Carlos H el monovolio de la venta de negros en Venezuela, por espacio de cincttenta atos. Por el tratado de Utrecht, en 1713, Inglaterra obligaba a Espaiia a admitir en sus colonias americanas 4.800 negros esclavos, vendidos nor comnaiifas inglesas. La Compaiifa Guipuzcoana también obtuvo permiso nara traer a Venezuela 2.000 esclavos, que vendié a los agricultores de toda la Provincia. Fundaci6n del Tocuyo - 1545 No teniendo noticias de Hutten, La Audiencia de Santo Domingo habia nombrado a Juan de Frias, Juez de Residencia y Gobernador de Venezuela, y a Juan de Carvajal, Teniente de Gobernador, mientras Frias pasaba al Oriente a desempefiar una misién que le habia confiado la Audiencia, . Carvajal lleg6 a Coro el 1 de enero de 1545. Sin esperar la legada de Frias , a poco, secundado por Juan de Ville- gas, resolvié internarse tierra adentro y se situd en un ri- quisimo valle, donde el 7 de diciembre de 1545 con 175 hombres, fund6é la ciudad de Nuestra Sefiora de la Con- cencion del Tocuyo. En este mismo lugar, a orilllas del rio Toeuyo, se ha- laba un pueblo indigena que los naturales llamaban Gaui. Carvajal se mostré cruel ahorcando a varias personas y haciendo matar al Gltimo gobernador aleman. Desde 1546 los gobernadores de Venezuela fijaron su rosidencia en El] Tocuyo, que fue capital de la Provincia hasta el afio 1577, évoca en que el Gobernador Juan Pimen- tel la transfirid nara Caracas. duan Pérez de Tolosa Las repetidas quejas contra el gobierno de los welseres y la mala conducta de Carvajal, motivaron el envio a Vene- zuela del Juez de Residencia, Juan Pérez de Tolosa para que asumiera el gobierno de la Provincia. ‘ Tolosa prendié a Carvajal y le condené a ser arrastra- do a la cola de un caballo y ahorcado en una ceiba que se conservo largos afios y era conocida con el nombre de Cei- ha de Carvajal. Pérez de Tolosa establecié en El Tocuyo los primeros telares que hubo en América; las telas que de alli salian eran conocidas con el nombre de “lienzo tocuyo”. 51 Repartimientos y encomiendas Juan Pérez de Tolosa dio a la Colonia su primera orga- nizacion; bajo esta direccion, su teniente Juan de Villegas distribuy6 las tierras entre los principales pobladores. Los terrenos que en reparto correspondieron a cada noblador y los indios que vivian en ellos, formaban lo que se Ilamaha una encomienca. En El Tocuyo, Villegas repar- tid las tierras en 50 encomiendas. El que obtenja una encomienda la gozaba durante toda su vida y el mismo derecho poseia su primer heredero, pero a !a muerte de este ltimo quedaba vacante. El rey la entregaba nuevemente por otras dos genera- ciones a aquel de los pretendientes que hubiese prestado mayores servicios a la Corona, 0 al que presentara mas do- cumentos para comprobar que sus antepasados habfan sido fieles y grandes servidores del rey. - Bl encomendero se obligaba a ensefiar a los indios la lengua castellana, los rudimentos de la religion y prometia nrotegerlos; tenia derecho a exigir de ellos contribucio- nes en trabajo. Cada vez que se estableci2-una nueva ciudad, uno de los orimeros cuidados del fundador era repartir las tierras y los indios entre los pobladores. Este sistema de gobierno dio lugar, sobre todo en sus inicios, a los mayores abusos, pues los indios asi reduci- dos, a veces no eran sino esclavos de los encomenderos. Los religiosos misioneros, especialmente los dominicos, sefialaron renetidas veces los graves abusos de las encomien- das, y llevaron sus quejas ante el rey y la Santa Sede. El gobierno espaiiol, solicito por el bien de la raza ame- ricana, dicté en distintas ocasiones, leyes benéficas, que reglamentaron este sistema de colonizacion, llegando a sua- vizarlo considerablemente y obligando después a los amos a retribuir a sus encomendados en pago de sus servicios, y a no emplear la fuerza para obligarlos a trabajar. El sistema de encomiendas, iniciado por Colén en La Espatiola, terminé completamente bajo el reinado de Carlos IL. RESUMEN Los conquistadores crefan en la existencia. de El Dorado, mf- tica ciudad de oro. Los indios eran tratados como esclavos. Por cada esclavo se pagaba un tributo ala Corona, Ha- mado “Quinto del Rey. La codici hizo cometer abusos ¢ injustici Bartolomé de las Casas y fray Antonio de Montesinos, denun- ciaron los abusos ante el Rey. Se hicieron leyes especiales, Na- madas Nuevas Leyes de In- dias, en 1542, * Las Casas nacié en 1474, Me- 6 a La Espafiola en 1502, orde- nfndose secerdote en 1510. Para proteger a los indios 1a Co- rona autoriz6 Ja trafda y venta de esclavos negros de Africa, Juan de Carvajal funda El Tocu- yo en 1545, siendo capital de la Provincia hasta 1577, Juan Pérez de Tolosa organiz6 la colonia, gobernando de 1546 a 1548, Con Juan de Villegas organizé las eneomiendas. : 53 54 Juan de Villegas Jiraharas Lope de Aguirre Negro Miguel Juan de Villegas Muerto Juan Pérez de Tolosa, en el Cabo de la Vela, Ja Audiencia nombré Gobernador interino a Juan de Ville-, gas. Como el puerto de Coro quedaba a gran distancia de El Tocuyo, Villegas comisioné a Pedro Alvarez para fundar al de Portnrata, en 1542. Con la gente que tenia disponible, Villegas determind Suscar minas de oro en tierras de los jiraharas, en vez de darse a correrfas y exnediciones sin provecho. Jiraharas Los indios jiraharas, que poblaban las’ montaiias de Nirgua, nunca hicieron paces con los conquistadores. Hos- tigaban y mataban a los viajeros; en sus correrias molesta- ban a los encomenderos y destruian sus fundaciones. Una de las principales acciones guerreras que perpe- traron fue la destruccién de la encomienda y mision de Yacamb (cerca de Sanare, Estado Lara): mataron al mi- sionero dominico fray Jeronimo del Espiritu Santo y a mu- chos indios, e hirieron al encomendero, que pudo escanar. (1597). Para precaverse contra los asaltos de los jiraharas, los viajeros tenfan que reunirse en caravanas armadas. Los jiraharas siguieron salteando los eaminos ¥ las tierras vecinas hasta que, con el fin de dominarlos, «l Ca. pitén Juan Meneses y Padilla fundé en su territorio, en 1622, la ciudad de Nirgua, Minas de Buria Damian de Berrio encontrd en el rio Burfa una mina de oro; enterado de ello, Juan de Villegas principio a explo- tarla con esclavos, y en recuerdo de su ciudad natal, fundé la cittdad de Nueva Segovia. E] Negro Miguel Habiéndose dotado la mina con 80 negros esclavos, a fines de 1552, uno de ellos, Hamado Miguel, se suble- v6, y con él los demas trabajadores y los indios de la region, = ae Pea a i (a Alegoria del Negro Miguel (6leo de P. Centeno Val Henilla) 55 Intentaron destruir la Nueva Segovia, pero fueron. sometidos per Diego de Losada, Diego Garcia de Paredes y Diego Hernandez de Serpa. Por hallarse la ciudad en un sitio insalubre y distante de El Tocuyo, en 1556 se traslad6 al valle del rio Barcuisi- meto y desde entonces se denomin6 “Nueva Segovia de Barquisimeto”. LECTURA ILUSTRATIVA:; Fl Negro Miguel.— El negro Miguel con algunos amigos suyos tramaroit la sublevacidn con mucha premeditact6n y asesiraron a uit compafiero que habia informado de su proyecto a las autori- dades de la mina. Un lunes, antes de reanudar el trabajo, unos cincuenta de ellos se juntaron y, capitaneados por Miguel, resolvieron aduenarse del Real de las Minas a mano armada vy matar a todos los espaiioles que allt estaban. Diego Herndndez de Serpa, el jefe y capataz de la mina, al saber lo ocurrido, en vez de esperar a los sublevados, “reu- nid a los pocos esparioles ¥ el clérigo que allt estaban y les repartié las armas que pudo hallar en aquel Real, v después de haber despachado aviso a la ciudad”, sin esperar que Hlegaran los sublevados, salié a alacarles a campo abierto. Los negras, al llegar los espafioles, los “qrremetieron con grandisimo impett, lo cual visto por algunos que con Diego Herndndez de Serpa estaban, lo desampararon y huye- ron”. Herndndez, con sus criados, a pesar de una baja que los negros le causaron, con herorsmo subrehumano mantuvo @ raya el asalto de la negreria. No pudiendo vencer a tan es- forzado como valeroso capitén, los negros se retiraron, pero no sin antes robar cuanto pudieron incendiar las casas de a a unos indios que en el Real estaban, a los cuales también sacrificaron. Herndndez pudo al fin llegar a la Nueva Segovia e infor- mar a Juan de Villegas de todo lo sucedido, El gobernador dio inmediato aviso al Tocuyo, ordenando la venida de refuerzos para someter a los rebeldes. Se refiere que Miguel habia organizado su capital en un ancon del rio San.Pedro, que era como un recinto natural de laderas cortadas a pique, excepto por un lado estrecho que le daba acceso, y allt se considerd como inexpugnable. Miguel y su mujer, Guiomar, fueron reconocidos y coronados como soberanos por lathusma, la cual, continuan- do la parodia, reconocié por obispo, a un negro a quien, por su mucha religiosidad, daban el apodo de “Candnigo”, vistiéndole de ropa talar para que mejor luciera en su nuevo cargo. + Con el fin de aumentar sus fierzas lograron sumarse los indios de la comarca, y para el ataque que proyectaban contra la Nueva Segovia, los pintaron a todos de negro, co- mo para hacer creer que formaban un escuadrén numeroso y aguerrido. El décimo dia de su alzamiento, todos los negros y un centenar de indios acompafiantes, bajo la proteccién de una noche oscura, se acercaron sigilosamente a la Nueva Segovia y lograron herir al centinela, quien, a pesar de todo, pudo dar la sefial de alarma convenida, electrizando a los uecinos, que se pusieron a pie de guerra. Los negros pegaron fuego a va- rias casas y llegaron hasta la plaza. Mataron a un vecino Ila- mado Cristébal Lopez, hirieron de nuevo a Jeronimo Aleman yal Padre Toribio Ruiz, que murié a consecuencia de las he- ridas. Pero pronto Diego Garcia de Paredes tomé contacto con los negros invasores y en breves momentos, con el apo- yo de Juah de Moron y de algunos vecinos mds, siete u ocho de los asaltantes quedaron fuera de combate; los demas, que no se esperaban con un contraataque tan fuerte y enér- ico, retrocedieron y, perseguidos, huyeron en desorden, La ciudad se salvé de una ruina completa. Alrededor de unos ocho o diez dias después, los neose- govianos, capitaneados por Diego Garcia de Paredes y Diego 5S Hernandez de Serpa, y los tocuyanos por Diego Ortega y Die- go de Losada, salieron cierta mafana de Nueva Segovia y, después de penosas marchas por las laderas del rio Bria, ¥ cruzando éste varias veces, Ilegaron al atardecer frente al lugar fortificado donde los negros habian organizado su defensa. Los asaltantes caveron de repente sobre el reducto de los negros. Diego Garcia de Paredes logré entrar primero en el ancon e inmediatamente hirid a un negro, esclavo del capitén tocuyano Diego de Ortega; seguidamente se lan26 contra el capitdn de la cuadrilla, el negro Miguel, y lo puso fuera de combate atravesdndolo con la espada. Este, lanzando un grito aterrador, cay6 mortalmente he- rido, Los negros, acostumbrados a la servidumbre, con la muerte de su jefe y capitdn, y al verse frente a frente con sus amos y con hombres del arrojo y bravura de Paredes, Herndndez, Losada y otros mds, con armas superiores én calidad y que manejaban con destreza, perdieron los brios fueron dominados y se entregaron sin resistencia. Aventuras de Lope de Aguirre EI Virrey del Pera, deseoso de conquistar*el reino de los omaguas, entre el Amazonas y el Orinoco, donde se decia estaba el famoso Dorado, organiz6 una exnedicion que si del Pert al mando de Pedro de Ursiia en 1560. Siguiendo el curso'del Amazonas y luego la via maritima, Ja exnedici6n Ilegé hasta Margarita. Entre los soldados de Urstia encontrdbase uno Hamado Lope de Aguirre, natural de Guiptizcoa (Espajia). Llevaba veinte afios residenciado en Peri, era neque- no de estatura, mal encarado, flaco y gran hablador, cono- cido con el apodo de “Aguirre el Loco”. Dos veces fue condenado a muerte por sus crimenes. En la navegacién por el Amazonas, de acuerdo con otros compafieros, dio muerte a Urstia y a su teniente Var- gas y a 18 personas entre las principales, y se hizo reconocer como jefe de la expedicion. A su Ilegada a Margarita se apoderé con maia del Gobernador Villandrando, a quien dio muerte junto con otras personas de la isla y robé los caudales publicos. Intenté vanamente aduefiarse de un buque armado que pertenecia a Francisco de Montesinos, provincial de los domi- nicos. Pasé por Borburata y Valencia, que hallé desiertas vor haberlas abandonado sus habitantes al tener noticias de su llegada. Lleg6 a Barquisimeto con apenas la mitad de la fuerza que formaba la exnedicién a la salida del Pert. El Gobernador de Venezuela, Pablo Collado, se mostrd pusilinime; pero Gutierre de la Pefia, nombrado jefe de las fuerzas leales, y Diego Garcfa de Paredes organizaron la re- sistencia. Paredes hostigaba sin cesar a las tropas de Aguirre, las cuales, para aprovechar del perdén escrito ofrecido 59 60 a los Marationes y fijado en las puertas cle las casas de ta Nue- va Segovia de Barquisimeto, desertaron poco a poco hasta el punto de que al fin Aguirre, viéndose abandunado de sus soldados y antes de rendirse entré en el cuarto donde esta- ba su hija, Elvira, de unos dieciocho afios de edad: le dijo que se preparase para morir y sacando una daga la matd, diciendo: “Muere, hija, porque no quiero que viviendo ie Ilamen hija de un traidor.. A poco entré en el cuarto Diego Garciz de Paredes, y como Aguirre le pidiera tres dias de plazo vara hacer sus declaraciones, un soldado de los Marafiones le asesté un tiro, seguido de otro que le quité la vida; luego otro soldado marafién le decapito. Sus miembros descuartizados fueron renartidos entre los pueblos que habian enviado auxilios para combatirlo; nuestos en garfios, sirvieron de escarmiento a los habitantes. LECTURA ILUSTRATIVA.— Muerte de Lope de Aguirre.— Dandose cuenta el tirano de que su fin se acercaba por momentos, al verse solo y abandonado, preso de diabélico furor, entré en el aposento donde estaba su hija Elvira, Joven de dieciocho atios, ecomparada de una mujer honra- da que con ella estaba, la Torrealba. ~Encomiéndate a Dios le dijo—. que te voy a matar, La Torrealba traté de impedirselo, quiténdole el ar- cabuz, y Elvira se le abraz6, gritando —No me mates, padre mio, que el diablo os engan. Y agarrando su daga, le did tres puraladas, Elvira, in- vocando a Dios, le dijo: —Besta ya, padre mio. Y “ansi la acabé de matar”. La muerte de Elvira de Aguirre fue el tiltimo crimen cometido por este loce enfure- cido, a quien la Historia designa con el vil apodo de Tirano. Después de este ultimo asesinalo, esperé que sus mis- mos soldados, Custodio Herndndes y Juan Guerrero, lo apre- saran en el propio cuarto donde met6 a su hija. El espadero tocuyano Francisco Ledesma, que entro al srimero, al verlo exclamd: -Este es Lope Daguirre; éste es del que todos huian; gmiedo dél?; juro a tal que si yo me viera con éste que yo le hiciera que me sofara, A lo que contesto, riéndose, Aguirre: —A diez soldados y a veinte como tos diera yo vein- te zapatazos; andad de aiti, hombrecillo. {ba q@ ultimarlo el espadero con un lanzazo, pero Hernén- dez se lo impidio. Después entré Diego Garcia de Paredes, y dirigiéncdose a Aguirre, dijole. —Lope de Aguirre, no me espanta que vos haydis alza- do, que no seréis el primero ni el postrero, ni me espanto de las crueldades que habéis hecho; solo me espanto que ha- yais muerto a vuestra hija. Respondio el tirano: --Ya esto esté hecho... Hablé luego Custodio: -Sefior Maestre de Campo, aqui entrego a Vuestra Merced a Lope de Aguierre vivo, que yo le prendt. Como Paredes llamara dos negros para darle garrote, pidié Aguirre “tres dias de plazo como lo mandaba la ley” que le escuchasen que “oiria un vivo juicio”. es decir, denuncias contra sus mismos compaiieros, ofdo lo cual un soldado mararién didle un tiro de arcabuz. Paredes quiso dejarle con vida: “Tata, no le tiren”, exclaé; pero un segundo tiro de Gonzalo Herndndez le dio el golpe mortal, y al caer, Custodio Hernandes le eché manos a las barbas ¥ le corté la cabeza con su propia espada. En sus uiltimos momentos habia manifestado Aguirre cierto desprecio a la muerte cuando, al dispararle el primer arcabuzazo, exciamo: “Mal tiro”, y al segundo agrego: “Este st que es bueno”. Aduefiése Paredes de las banderas del tirano, y, con la cabeza cortada a éste, salié como triunfador hacia el cam- po te Collado. Disgustose éste por no habérsele entregado vivo a Aguirre, pero Paredes no le did la mas minima impor- 61 tancia. Ocurria lo dicho ta tarde del lunes 27 de octubre de 1561. El cuerpo de Aguirre, a usanza de aquellos tiempos, fue descuartizado, y sus miembros repartidos entre las ciu- dades que habtan enviado fuerzas y dinero pare someterto, Su cabeza, clavada en una picota y metida en una je la, estuvo expuesta durante largos aftos en ta plaza del pueblo del Tocuvo. Pablo Collado hizo dar honrosa sepultura a Elvira de Aguirre, y, al construirse la iglesia de la Inmaculada Concep- cién, sus restos fueron trasladados a su entrada, sehalando una sencilla cruz de cujt el lugar donde estaban depositados, RESUMEN + Juan de Villegas sucede a Pérez * Fl negro Miguel se rebela, sien- de Tolosa. do sometido por Losada, des y Serpa. * Pedro Alvarez funda Borburata en 8 claio de 1549, de Barquisimeto en 1556, Los indios jiraharas destruyen ta mision de Yacamba. Segovia. de Paredes le derrota Nueva Segovia se trastata al valle Lope de Aguirre da muerte a Ur- sia, baja por cl Amazonas, Heya a Margarita, sembrando el terror, pasa por Valencia, Borburata y tega a Juan de Villegas funda Nueva Barquisimeto, donde Diego Garefa = Conquista del Centro Francisco Fajardo Francisco Fajardo, natural de la isla de Margarita, era hijo del hidalgo espanol Diego Fajardo y de Isabel, india guayqueri nieta de Charaima, cacique del valle de Maya, en las costas de la provincia de Caracas. Valiéndose de los conocimientos que su madre teni:: te la lengua indigena y del trato adquirido con los abori- enes de las costas del Centro, en viajes de reseate, en 1558 Fajardo, acompajiado de su madre y de algunos mestizos e indios, salié de Margarita y se asenté en Panecillo, a unas dos leguas al Oeste del Cabo Codera. Esta fundacion fue corta, pues por el mal comporta- miento de algunos de los suyos, los indios de la comarca cuyo cacique era Paisana, quisieron deshacerse -de sus hués- pedes y echaron hierbas ponzofiosas en las comidas y aguas que usaban las gentes de Fajardo, lo que ocasioné la muerte de su madre y la de varios de sus soldados. Fajardo tomé represalias de Paisana dandole muerte. Regresé a Margarita; pero en 1559 el Gobernador Gutierre de la Pefia le favorecié con gente y le mandé poblar la Villa de Catia, en la costa “de Los Caracas, por- que asi se Hamaba aquella tierra, y le nombré Alcalde de la misma; pero el nuevo Gobernador Pablo Collado le cambié el nombre vor el de Villa del Collado. (1) (1) Archivo General de Indias, Sevilla-Patronato 155, Ramo 11 63. 64 Ayudado por el cacique Guaicamacure de Caruao, entré en tierras de los indios caracas, hizo paces con varias tribus y fundé en el valle donde hoy esta la ciudad de Cara- cas, el hato de Ean Francisco. EI Gobernador Pablo Collado, al conocer el descubri- miento de las minas de oro de Los Teques, mando alli al espafiol Pedro Miranda en sustitucién de Fajardo el cual ocunéd el cargo de Justicia Mayor del Collado. En ia region de Macarao, en territorio de los indios teques, descubrié unas minas de oro que principio a explotar. Pablo Miranda, que no tenia la astucia de Fajardo, ni el prestigio que daba a este ultimo su calidad de indio; se ocupé solamente de sacar oro de las minas; pero amedren- tado al ver que los indios, movidos por Cuacaipuro, hacian anrestos belicosos, su fue para El Tocuyo. Collado, al ver el oro que le trajo Pablo Miranda, quiso conquistar la provincia y mand6 para ello al valeroso Juan Rodriguez Suarez, fundador de Mérida. Juan Rodriguez Sudrez peled con Guacaipuro y lo ven- cid; pero éste aprovechando una ausencia de Rodriguez Suarez, cayé sobre la mina y mato a todos los trabajadores, incluso los tres hijos del jefe espaiiol. Al mismo tiempo, Paramaconi arrasaba el hato de San Francisco, que luego Juan Rodriguez Suarez volvié a fundar, no en calidad de hato, sino como villa. Yendo Rodriguez Suarez con solo doce hombres al castigo de Jos indios de Valencia, que habian matado a dos esnanoles, Guacaipuro Ie armé un acecho y lo maté con otros seis de sus acompafantes. EI licenciado Alonso Benildez, sustituto de Collado, envié al Canitan Luis de Narvaez para castigar a los indios nor la muerte de Rodriguez Suarez y asegurar la conquista de Los Caracas. Los indios se juntaron en niimero de unos 4.000, y al pasar un rio le mataron, junto con 50 espaioles y mu- chos negros e indios de su acompafiamiento. Los que pudieron escapar, se juntaron con Fajaro, el cual, atacado por Guacaipuro, abandoné a San Fran- cisco y al Collado. Los sunervivientes se acogieron al puebo de Borburata, (1) Fajardo pasé luego a Margarita, donde preparé una nue- va expedicion. En 1564 la tenia lista, pero por envidia le ahorcé el vil Gobernador de Cumana, Alonso Cobos. Este, después fue castigado por tan horrendo crimen con el mismo suplicio infligido a Fajardo. Diero de Losada El Cavitan Diego de Losada, fundador de Caracas, nacié en Rionegro, provincia de Zamora (Espaiia), en el afio de 1513. Cuando apenas contaba diecinueve aiios de edad, pa- sé a las Indias y presté sefialados servicios en Puerto Rico y Tierra Firme (Nueva Andalucia), donde llegé por prime- ra vez en 1533, en calidad de Maestre de Campo, de Anto- nio Cedefio, En compajifa de Juan Pérez de Tolosa, pasé a El Tocu- yo en 1546 y recibid en premio de sus méritos la rica enco- mienda de Cubiro. Fue uno de los principales jefes de varias expediciones organizadas en E] Tocuyo para descubrir nuevas tierras y do- minar a los indios. Asimismo fue uno de los fundadores de la ciudad de Barqusimeto y uno de los primeros alcal- des. Volvié luego a El Tocuyo, de donde salié para domi- nar la sublevaci6n del Negro Miguel. (1) Indice general de los papeles del Consejo de Indias - Biblioteca de la Real Academia de la Historia-Madrid. 65 86 Fajardo Losada En 1585, el Gobernador Pablo Bernaldez le escogié nara ser el jefe de una expedicién que preparaba para conquis- tar a Los Caracas. Al siguiente afio llego a Venezuela el nuevo Goberna- dor, Pedro Ponce de Le6n, quien ratificd el nombramiento de su antecesor. Era Losada uno de los més esforzados capitanes de la conquista; por su gallarda disposicién, su conversacion agra- dable y su trato culto conquistaba el aprecio de sus -soldados, y con su valor los animaba en los combates. A estas prendas naturales unia un claro conocimiento de Ja raza indigena, adquirido en su larga permanencia en la colonia, y una gran prudencia, que le permitieron triunfar en la conquista de Los Caracas. Conquista del Centro Exredi Fundacion de Caracas n de Diego de Losada Diego de Losada, nombrado jefe de la expedicion contra los caracas nor el Gobernador Ponce de Leon, a principios de 1567 salié de Barquisimeto con tronas reunidas en Truji- llo, Coro, Tocuyo y Barquisimeto. Los indios le armaron varias acechanzas y emboscadas: nero, gracias a su habilidad y al cuidado con que avanzaha, salié siempre victorioso. Guacaipuro, a la cabeza de los tarmas, mariches y teques, le atacé valerosamente, el 25 de marzo, en el valle de San Pedro; pero, a pesar de la valentia que desplegé, fue derrotado por Losada. Temiendo Losada nuevos ataques de Guacaipuro, se re- tiré a la tierra del indio Caricuao, donde ahora esta la Parro- quia El Valle. Habfa pensado no poblar sin antes haber pacificado la region; pero viendo qe la conquista de los indios seria larga, pues no se rendian ni a los halagos ni a los revetidos ataqnes, resolvié noblar una ciudad, la cual fundd, con el nombre de Santiago de Ledn de Caracas, el 25 de julio de 1557, en el mismo sitio donde antes habia establecido Fajardo el hato de San Francisco. Guacaipuro, Indio de valor incomparable, merecié por sus acciones heroicas ser elegido cacique de los teques. Domin6é muchas tribus indigenas. En 1561 se alid con Paramaconi, cacique de los taramainas. Asalt6 las minas de oro de Los Teques, dando muerte a la gente espafiola y a los hijos de Juan Rodriguez Suarez este ultimo perecié también en una emboscada de Guacaipu- ro, y su espada la us6 siempre desde esos momentos el intré- nido jefe indfgena. Destruyé la expedicién de Narvéez, hizo alianza ‘con Guaicamacuto y echd a los espafioles fuera del Collado. Durante seis afios, los conquistadores no se atrevieron a entrar en sus dominios. 67 68 Guacaipuro intentd un esfuerzo supremo para desalo- jar de sus tierras alos conquistadores. Llamé a las armas a to- das las tribus del Centro y pidid auxilio a otras regiones anartadas. Debian reunirse en la planicie situada al Oeste de Caracas, para caer todos sobre esta ciudad. Segin unos cronistas, la reunion se llevé a cabo sdélo en parte, rues los espaiioles se dieron cuenta con tiempo de los movimien- tos ce los indios y los dispersaron. Atacé y resistié valerosamente al ejército de Diego de Losada; vencido en San Pedro y fracasado en varios encuen- tros, siguio hostigando siempre a los castellanos para conser- var la libertad de su raza. Fue el alma ce la resistencia indigena hasta el dia en que rindié la vida peleando valerosamente contra Fraxcisco Infan- te. Expedicién de Pedro Malaver de Silva Garei-Gonzalez de Silva en Caracas. Pedro Malaver de Silva, ilusionado por la idea de El Dorado, obtuvo licenciss del rey para organizar una expedi- ciéne ir en descubrimiento de aquella sofiada region. Llegé a Borburata con 100 hombres y se interné en los Hanos hacia el mistertoso Dorado; muchos de sus soldados, oyendo los consejos de los habitantes de la provincia, de- sertaron y, al fin, tuvo que desistir de su intento. Garci-Gonzalez de Silva, sobrino del jefe expedicio- nario, a la cabeza de un contingente de desertores, nasd a Caracas. Este gran capitan presto -a la naciente ciudad servi- cios inapreciables y sometié definitivamente a los indios de los valles y montafias de Caracas. phos tay MS 2 Sarina, i Tecame a fgtaboze ~ Jan saine Pravda VEEZUELATE: Prov. du MAVAEAING | 3: Prev. dv COMAMA | & Prov. Erronds U8 WORE Caracas, capital de la provincia En 1576 lleg6 de Europa al puerto de Caraballeda, Don Juan de Pimentel, con el cargo de gobernador de la Provinci: Subié a Caracas; y, atrafdo por lo benigno del clima, lencia en esta ciudad, que desde entonces vino a ser la capital de la Provincia. Coro habia sido la primera capital, y luego, El Tocu- yo. Principales caciques de la Provincia de Venezuela Entre los innumerables caciques de Venezuela, mere- cen especial mencion: + Guacaipuro, indomable jefe de los teques; + Paramaconi, de los taramainas; + Terepaima, de los arbacos; 69 + Guaicamacuto, Guanauguto, de los indios del litoral; - Tamanaco, caciaue de los mariches. Estos Gltimos, después que Losada hizo matar a 23 ca- ciques de su tribu, se sublevaron encabezados por Tama- naco, pero fueron derrotados en la batalla del Guaire, pere- ciendo en ella Tamanaco. + Guirabera Tricura; Mayuracai Tupacabera y Aruica, de los caribes del Orinoco;: - Maragiiey, Paramaiboa y Pariaguan, quienes en el oriente lucharon contra los conquistadores; - Manaure, gran cacique de Coro; - Manaure, gran cacique de Coro; Catimayagua, gran cacique de los caquetios del valle de Vavarida, hoy Yaracuy; - Catia, Sorocaima, Naiguata; - Cayaurima, cacique de los cumanagotos, que destru- y6 la expedicién de Diego de Fernandez de Serpa, peleo contra Garci-Gonzalez y contra Cristobal Co- bos. LECTURA ILUSTRATIVA: Muerte de Guacaipuro y del Capitén Diego de Losada. Convencido Losada de que el alma de la resistencia de los indios era Guacaipuro, resclvio prenderlo y*Francisco Infan- te, Alcaide de Caracas, recibio este encargo. Cierto dia salid de Caracas a la puesta del sol con 80 soldados de los mds valerosos y con indios baquianos, 70

You might also like