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VANGUARETA Grandes Temes 04 “La rabia entre razas es real: hay que entender sus raices” [ i i En tharzo de 2008 ya se habian celebrado las primarias mas importantes y Barack Obama iba al frente, pex0 toda ‘via no habia logrado resolver Ia contienda ante Hillary Clinton. De repente, Obama tuvo que enfrentarse a tna de Jag mayores crisis de 1a campafia: I difusién de unos discursos incendiarios, racistas y con tonos antiamericanos del reverendo Jeremiah Wright, el pastor negro que convirtié a Obama al cristianismo, lo cas6 y bautiz6 a sus has. Wright era lo mds parecido a un mentor espiritual. En ver de huir de Ia polémica, el candidato demécrata la abords de frente con un diseureo sobre las relaciones raciales en Estados Unidos, una cuestidn delicada en un pats donde cualquier expresién publica de racismo es tabu, pero donde los recelos y el abismo econémico entre negtos y blancos perviven. | {HACE DOSCIENTOS VEINTION AROS, EN UNA 2 sala que atin existe al otro lado de la 2 calle,un grupode hombres sereunie- 4 ron y, Con estas sencillas palabras, § iniciaron el improbable experimento G democratico de Estados Unidos. Unos + agricultores y unos eruditos, unos ¢ estadistasy unos patriotas quehabian 5 viajado a través de un océano para te escapar dela tirania y la persecucién \\ hicieron por fin realidad su declara- 12 in de independencia en una con- \2 Vencién de Filadelfia que durs todo el \4 verano de 1787, ‘© Produjeron un documento que al lg final se firmé pero estaba, en el fon- 12 do, inacabado. Estaba mancillado por (@ el pecado original de esta nacién, la «¢ esclavitud; una cuestién que dividiaa zelas colonias y que llevé a la conven- 21 cién hasta un punto muerto hasta zzquelos fundadores decidieron permi- tir que el comercio de esclavos conti- 27 nuara al menos durante veinte afios mésy dejar cualquier resoluci6n final alas generaciones futuras. Por supuesto, la respuesta a la ~ cuesti6n de la esclavitud estaba ya ~ incrustada en nuestra Constitucién, una Constitucién que incluia en su t= mismo micleo el ideal de una ciuda- dania igual bajo la ley, una 3 Constitucién que prometia a su pue- blo libertad, justiciay una uni6n que £ podiay debiaserperfeccionadaconel > . curso del tiempo. 2 Perolas palabras deun pergamino no serian suficientes para liberar alos esclavos ni para proporcionar a hom- bres y mujeres de cualquier color y “> credo todos sus derechos y obligacio- * | nes como-ciudadanos de Estados '* * Unidos. Lo que se necesitaria serian 4 * los estadounidenses de las siguientes * * ae Obama en unjg generaciones dispuestos a cumplir con su vomia relieiosa parte ~mediante protestas y lucha, en las woes Sein son 4 calles ylos tribunales, mediante una gue } en Filacelti lif 11a civily la desobediencia civil, y siempre sdiodie del do-4 con gran riesgo- para estrechar esa bre- syoria afroam s el momen. #Yla realidad de su época. ssegregacionis $2 ‘Bsa fue una de las tareas que expusi- fstados Unicess} mos al principio de esta campaia: conti- } nuar la larga marcha de quienes nos ha bian precedido, una marcha por un :| Estados Unidos més justo, més igualita- rio, més libre, més generoso y més préspe ro.He decidido competir por la presiden- cia en este momento de la historia porque estoy firmemente convencido de que no go podemos solucionar los problemas de ¢1 nuestra época sino los resolvemos juntos, 6% si mo perfeccionamos nuestra unién en- 6% tendiendo que podemos tener historias 64 2 en ls sie $5 cha entre la promesa de nuestros ideales \ diferentes, pero albergamos esperanzas 2 comunes; que quiz no tenemos todos el 64 mismo aspecto ni hemos venido del mis- ¢ ? mositio, pero que todos queremosirenla & © misma direccién, hacia un futuro mejor #7 para nuestros hijos y nietos ae Esta creencia proviene de mi feenla 7/ decenciay generosidad del puebloestado- 7 2 unidense. Pero también procede de mi ? 5 propia historia estadounidense, +H Obamacanta Weshallo cemblema de la lucha por los derechos cies, abrazido. los sicerdotes dela iglesia Ebenezer doniie oficigba Martin Luther King me enceremos), tenia de este mensaje fog de unidad.A pesardela /e? tentacién dever mican- te didatura s6lo en térmi- '97 nos raciales, hemos ob- tenido victorias conside- +4) rables en estadas con 442 algunas delas poblaciones més ae Say hijo de un negro de Kenia yuna _blancas de este pais. En Carolina del Sur, ¢+ 4 ¥6 — plancadeKansas.Mecriécon la ayudade donde atin ondea la bandera confederada, ¢¢r *3 unabueloblanco quesobrevivi6 alaGran construimos una poderosa coalicién de ¢s 24 Depresién y luego sitvi6 en el ejército de afroamericanosy blancos. 1 39 Patton durante la Segunda Guerra Eso no quiere decir quelarazanohaya «¢¥ © Mundialy una abuela blanca que trabajé sido una cuestion en la campatia. En va- !!* : enuna cadena de montaje de bombarde-_rias etapas, algunos comentaristas me '/? €2 rosen Fort Leavenworth mientras élesta- han considerado “demasiado negro” 0:21 ¥* baenultramar. Heidoaalgunasdemejo- “nolo bastante negro” VimoSaparecerla (? % eres universidades de Estados Unidos y vi burbuja de las tensiones Faciales durante !? 5 vido en uno de los paises mas pobres del _ a semana previaalaprimariade Carolina ):4 % —-& mundo. Estoy casado con una estadouni- del Sur. La prensa ha hurgadoen todas las (25 g © dense negra que Hleva sangre de esclavos _encuestas en boca de urna en busca dela '?¢ z vy de propietarios de esclavos, una heren- tiltima prueba de polarizacién racial, no '2* J _-¥ Gaquetzansmitimosados queridashijas, slo en términos ae blanco ynegro, sino 2% < ‘S* Tengo hermanos, hermanas, sobrinas, también de negro y menos negro. ad : _ sobrinos, tfos y primos de todas las razas_ Sin embargo, slo en las iltimas dos 1x6 2 72 ¥ todos los matices repartidos por tres semanas el debate sobre larazahaadqui- ,2\ 32 continentes y, mientras viva, nunca olvi-_rido en esta campaia un giro divisive, 137 34 daré que mi historia no habria sido posi En un extremo del espectro, femos\) \ 2? 3 ble en ningtin otro pais del mundo. ido la insinuacién de que micandidatu- 136 %¢ Esunahistoriaquenohahechodemi aes algo asi como un ejercicio de discri- 135° + el candidato mas convencional, Pero es minacién positiva basada en el deseo de \$* 7¢ unahistoria quehamarcado en miestruc- Jos liberales ingenuos de conseguirabajo +37 7 tura genética la idea de que este pafs es precio la reconciliacién racial. Enel otro +2? mds que la suma de sus partes, que de _extremo, liemos oide'a mi antiguo pastor, 121 ‘e” muchos, somos verdaderamente uno. el reverendo Jeremiah Wright, usar un \4e ‘+ Durante el primer afio de esta campa-_lenguaje incendiario para expresar opi- “ ‘3 fia, contra todas las predicciones que niones que no sélo tienen el potencial de 1ut ‘e4 afirmaban lo contrario, hemos visto el ampliar Ja divisién racial, sino que son 143 ‘ex hambre que el pueblo estadoiinidense opiniones que denigran la grandezayla 44 {yc bondad de nuestro pais; que ofenden 1 #£ conraz6n ablancos y a negros. 142 Yahecondenado, demodo inequi- 1© yoco, las declaraciones del reverendo Wright causantes de tal polémica. Para algunos, siguen en el aire pre- guntas acuciantes. Sabia yo que el Teverendo era ocasionalmente un ctitico encarnizadodela politica inte rior y exterior estadounidense? Por supuesto. Lo habia odo alguna vez hacer comentarios que podian consi- derarse polémicos estando yo en la iglesia? Si. Discrepaba yo totalmente de muchas desus opiniones politicas? Rorundamente, del mismo modo que estoy seguro de que muchos de voso- . troshabéis ofdo comentarios de vues- i¢ 5 tos pastores, pérrocos o rabinos de 164 os que discrepdis totalmente. i¢5 Ahora bien, los comentarios que us han causado esta tiltima tormenta de 1@> fuego no eran s6lo polémicos. Noeran Por ello, los comentarios del reve- rendo Wright no son sdlo erréneos sino divisivos, divisivos en un momen- to en que necesitamos unidad; estén cargados racialmente en un momen- to en que necesitamos unirnos para resolver un conjunto de problemas monumentales: dos guerras, una amenaza terrorista, una economia en deterioro, una crisis sanitaria crénica yun cambio climatico potencialmen- te devastador; problemas que no son blancos ni negros, ni latinos ni asidti- cos, sino problemas a los que nos en- frentamos todos. ‘Teniendo en cuenta mi origen, mi politica y mis valores e ideales decla- rados, no cabe duda de que habré al gunos para quienes mis declaraciones de condena no sean suficientes. éPor qué relacionarme de entrada con el reverendo Wright?, pueden pregun- tar. éPor qué no acudir a otra iglesia? (Ge s6lo el esfuerzo de un guia religioso ( ¥ confieso que si todo lo que sabia del 69 por hablar contra la injusticiapercibi- da, Expresaban, més bien, una vision completamente distorsionada de este > pais, una visién que percibe el racis- 1, moblanco como endémico y que ele 2» va lo que esté mal en Estados Unidos ny por encima de lo que sabemos que Ps est bien; una vision que percibe los conflictos de Oriente Medio como 10? profundamente arraigados en las ac- "9? ciones de aliados incondicionales co- ‘ mo Israel, en lugar de percibirlos co- mo procedentes de las ideologias © perversasy aborrecibles del islam mas » radicalizado. ‘Teveréiido Wright hubieran sido los fragmentos de esos sermones emiti- dos en un bucle interminable por te levisiGn o You Tube, o sila congrega- cién dela Trinidad de la iglesia Unida de Gristo se ajustara a las caricaturas difundidas por algunos comentaris- tas, no cabe duda de que yono habria reaccionado de la misma manera. Pero lo cierto es que eso no es todo loque sé de ese hombre. El hombre al que conocf hace mas de veinte aiios es el hombre que me ayud6 a adentrar- me en mi fe cristiana, un hombre que me hablaba de mis obligaciones de rea ves 16 19? ret ret cn We Lea we ate an ae a ae “s “VANGUARDIA. Grandes Tomas 06 ANGUARDIA, Gander Temas 04 223, amaral prdjimo, de cuidara los enfer- 224 mosy ayudar alos pobres. Esun hom- 22e bre que sirvi6 a este pais como mari- 2t ne, queestudisy dio clases en algunos ‘2? de los mejores seminarios y universi- ‘2r€ dades del pais y que durante més de 2? treinta afios dirigi6 una iglesia que 212 sirve a la comunidad haciendo el tra- 281 bajo de Dios aqui en la tierra: dando 242 cobijoa los sin techo, atendiendoa los 23 necesitados, proporcionando servi- 224 clos de atencién de dia, becas y minis- 22° terio en las cdrceles,y tendiendo una 72 mano alos que padecen el sida. 7%» En mi primer libro, Suefios de mi 3 padre, describi la experiencia de mi 2° primer oficio en la congregacién dela © ve Trinidad: ey “La gente empez6 a gritar, alevan- 22 tase de los asientos, a aplaudir y gri- 2-48 tar, un fuerte viento levaba la voz del ‘4g reverendo hasta las vigas del techo...Y ‘745 enesa tinica nota ~lesperanzal~ of al- “i go més; al pie de esa cruz imaging, 24) dentro de miles de iglesias a lo largo 24¢ detodoel pais, que las historias delos 245 negros corrientes se fund{an con las ‘© historias de David Goliat, Moisésy el ©) fara6n, los cristianos en la guarida del “57 Jeén, el valle de los huesos secos de | '52 Ezequiel, Esas historias ~de supervi | 25% yencia, libertad y esperanza~ se con- S_-virtieron-en nuestra historia, mi his- 225% toria;la sangre derramada era nuestra as2 sangre; las légrimas, nuestras ligri- ave mas; hasta que esa iglesia negra, en 4 ese brillante dia, parecié de nuevo 6° unanavetransportando la historia de ‘un pueblo a las generaciones futuras yaun mundo mds grande; al descri- z¢ bir nuestro viaje, las historias y las >= canciones nos proporcionaban un : « instrumento para rescatar recuerdos > delos que no tenfamos que sentirnos * « avergonzados... recuerdos que todas 2+ Jas personas podrian estudiar y valo- ** rar, ycon los cuales podiamos empe- * zar areconstruir” &sta ha sido mi experiencia en la © ‘Trinidad. Como otras iglesias predo-: * minantemente negras a lo largo del" pais, la Trinidad representa ala comu- nidad negra en su conjunto: el médi- coy la madre que es madre para aco- °*+ gerse a la asistencia ptiblica, el estu- vv: diante modelo y el antiguo miembro 7 de una banda. Como otras iglesias>>5 negras, los oficios de la Trinidad estén ».% lenos de risas estentéreas y un hu-»2! mor tin poco subido de tono a veces. Estén lenosde baile, palmadas, chilli- “! dos y gritos que pueden parecer dis- “ cordantes a quien no est acostum- Drado, La iglesia contiene en su con: 77. junto la amabilidad y la crueldad, la 2? acérrima inteligenciayla escandalosa - - ignorancia, las luchas y los fracasos, “1 €lamory, si, la amargura y la parcia- lidad que forman la experiencia negra '\ en Estados Unidos. ~ ¥ eso ayuda a explicar quizé mis telacién con el reverendo Wright. Por 74 imperfecto que pueda ser, ha sido pa: “°F ra micomouna familia, Fortaleci6 mi ‘1 fe, oficié mi boda y bautiz6 a mis hie Jas. Ni una sola vez. en mis conversa: °"? ciones con él lo he ido hablar en?>7 términos despectivos de ningiin gru-2-~ %1 po étnico, ni tratar a los blancos con %2 Jos que se relacionaba con otra cosa que no fuera cortesia y respeto. Lleva * dentro de 4] las contradicciones -lo 6 puenoy lo malo- de la comunidad a 2 Ja que ha servido con diligencia du- 8e% rante tantos afios. = No puedo renegar de él més de lo “7 que puedo renegar de la comunidad negra. No puedo renegar de él mas de Jo que puedo renegar de mi abuela blanca, un mujer que me crié, que se sacrificé una y otra vez por mi, una 2° mujer que me quiere tanto como alo se" que més quiere en este mundo, pero ‘una mujer que una vez me confes6 su miedo cuando se cruzaba con negros. por la calle y que en més de una oca- sién profirié estereotipos raciales 0 étnicos que me hicieron sentir ver- giienza. 37°" Bsas personas son parte de mi. Y son parte de Estados Unidos, este pats queamo. —SAlgunos dir que intento justifi- 2 cat o excusar comentarios que son > sencillamente inexcusables. Os puedo 2 asegurar que no es asi. Supongo que Jo politicamente seguro habria sido °° apartarme de ese episodio y esperar °/ que se desvaneciera en el tiempo. No podemos desestimar al reverendo Wright tildéndolo de cascarrabias 0 824 demagogo, igual que algunos han ~\desestimado a Geraldine Ferraro, tras 226 sus recientes comentarios, conside rando que abrigaba una profunda parcialidad racial. Sin embargo, la raza es una cues- pasar por alto en este momento. 34/ Estariamos cometiendo el mismo 3*2 error que el reverendo Wright come. 34? ti6 en sus ofensivos sermones sobre 34% Estados Unidos: simplificar, estereoti- 3 45 par y amplificar lo negativo hasta el 344 punto dedistorsionarla realidad, >"? Lo cierto es que los comentarios 2% quese han hecho ylas cuestiones que 4% han aparecido a lo largo de las tilti- + 5° mas semanas reflejan complejidades 25 raciales de este pais que en realidad 2¢2 nunca hemos restitito, una parte de 33 nuestra union qUE todavia tenemos 35% que perfeccionar. ¥ si nos alejamos 3s ahora, sinos limitamosaretirarnosa 3*% nuestros respectivos rincones, munca 3 seremos capaces de unirnosy solucic: *5* nar problemas como la asistencia sa- nitaria ola educacién olanecesidad * 5° Entender la cuestién racial exige recordar cémo hemos llegado hasta este pundo. Como dijo William Faulkner: “El pasado no esta muerto y enterrado. En rea- lidad, ni siquiera es pasado” de encontrar buenos empleos para %¢ 1 todos los estadounidenses. Entender esta realidad exige recor dar cémohemos llegadoa este punto. Como escribié una vez William Faulkner: “El pasado no esté muertoy enterrado. En realidad, ni siquiera es pasado". No tenemos que enumerar 5 6 o \ANGUARDIA. Grandes Fea \ANGUARETA. Grandes Temae 06 a 2° aqui la historia de la injusticia racial en este pais. Pero si tenemos que re- * cordar que el rastro de muchas de las 32 | disparidades que existen hoy en la 253 | comunidad afroamericana pueden 3% 1, | reseguirse hasta las desigualdades = transmitidas por una generacién an- | terior que sufrié bajo el brutal legado 3: dela esclavitud y el siglo de segrega- cin posterior, el Jim Crow. 3° Las escuelas segregadas eran yson escuelas inferiores; todavia ho las he- De” mos arreglado, cincuenta afios des- = pués del caso Brown contra la Junta deEducacién, y la ensefianza inferior que han proporcionado, entonces y ahora, ayuda a explicar la omnipre- sente brecha educativa entre los estu- diantes negros y blancos de hay. = La discriminacién legalizada 2 ~donde a los negros se les impedia, > con frecuencia por medio della viclen- cia, poseer un propiedad; ono se con cedian créditos a los empresarios afroamericanos; 0 los propietarios negros de viviendas no podian ace der a hipotecas de la Administracién. Federal de Vivienda; olos negros eran excluidos de los sindicatos, la policia gel cuerpo de bomberos- significaba 2% que las familias negras no podian e* acumular ninguna riqueza importan- te que legar a las generaciones futu- ras, Esa historia ayuda a explicar la *? brecha en Ja riqueza y los ingresos ‘?l. entre blancos y negros, y las concen- tradas bolsas de pobreza que persisten >» en tantas comunidades urbanas y rurales de hoy. Ia falta de oportunidades econé. ges micas entre Jos vaTones, asi como la * » vergiienza y frustracién resultantes Sto de no ser capaces de mantener a la 't"! propia familia, contribuyeron a ero- 112 sionar las familias negras, un proble- 1) ma que las politicas asistenciales 14 quizé hayan empeorado durantemu- uis chos aiios. Y Ja falta de servicios basi- 41 cosen tantos barrios urbanos negros: 417 parques para que jueguen los nifios, 41% patrullas de policia, recogida regular 4\ de basuras y Ia aplicacién de las nor’ «?* mas de edificaci6n... todo eso contri: “#1 buyé a generar un Ciclo de violencia, « frustracién y abandono del que atin «+! (Hohhemos salido- » %* 420 — fista es la realidad enlaquecrecie 42 ron el reverendo Wright y otros afio- = americanos de su generacién. 4° Liegaron a la mayoria de edad a fina- Jes de los cincuenta y principios delos sesenta, un momento en que la segre~ gacion era todavia la ley de latierray #3! las oportunidades se veian sistemati- 48 camente restringidas. Lo sorprenden- 4 $ te no es c6mo muchos fracasaron 4%* frente a la discriminacién, sino més 435 >dien cémo muchos hombres y muje. 43¢ res superaron la adversidad: cudntos. 47% fueron capaces de abrir un camino 43% donde no habia ningun camino para 4 3* quienes, como yo, vendrian después. 4! Pero, a pesar-de todos Jos que lo- #4 graron abrirse trabajosamente cami 42 no para conseguir su porcién del 44 suefio estadounidense, hubo muchos 411 que no lo consiguieron: los que al f 44 nal fueron derrotados, de un modow 4* age 442 otro porla discriminaci6n. Este lega- 4oP do dederrota se transmiti6 alas gene 44% raciones siguientes: esos muchachos 4 ycada vez mds muchachas que vemos 457 sentados en las esquinas de las calles 4s o consumiéndose en las cérceles, sin uss. esperanza ni perspectivas de futuro, 45% Incluso para esos negros que Io consi- discriminacién legalizada mificaba qué las familias ne- as no podian acumular ningu- riqueza importante que legar as generaciones futuras, una acha que atin perdura © | guieron, las cuestiones de la raza y el sz | racismo siguen definiendo de forma 57 | fundamental su visi6n del mundo, st Para los hombres y mujeres de la ge- 45 5, neracién del reverendo Wright, no 4427’ han desaparecido los recuerdos de la 4, humillacién, la duda y el miedo: ni 2? tampoco la rabia y la amargura de 435 aquellos afios. Esa rabia quiz no se ai expreseen piiblico, delante de compa- ues fieros del trabajo 0 amigos blancos, Wee Peroencuentra vozenlabarberiaoen 14g} torno a la mesa de la cocina. A veces, ‘vt esa rabia es explotada por los politi * cos, para acumular votos por la cues 29 tidn racial o para explicar los propios wa fracasos. tor ¥, en alguna ocasi6i , encuentra 43 voz en Ia iglesia el domingo por le 4, Mafiana, en el piilpitoy entrelosban- 439 cos. Hl hecho de que tantas personas se hayan sorprendido de la rabia de algunos sermones del reverendo Wrightnos recuerda sencillamente el viejo tépico de que la hora mas segre- gacionista de la vida estadounidense transcurre el domingo por la mafia- na. Esa rabia no siempre es producti va; en realidad, demasiadas veces desvia de la resolucién de los proble- ‘mas reales; nos impide enfrentarnos directamente a nuestra complicidad en nuestra situacién e impide ala co- munidad afroamericana forjar las alianzas que necesita para legar a un cambio real. Pero la rabia es real, es poderosa, ylimitarse ano considerar Ja,a condenarla sin entender sus rai- ces, sélo contribuye a ampliar el abis- mo de falta de entendimiento que existe entre las razas. Enrealidad, una rabia similar exis- te en segmentos de la comunidad blanca, La mayoria de los estadouni- denses blancos de las clases mediasy trabajadoras no sienten haber sido privilegiados de modo particular por Ya faza. Su experiencia es la experien- cia del inmigrante: por lo que a ellos se refiere, nadie les ha regalado nada, han construidodesde cero, Han traba- jado mucho toda su vida, muchas ve ces pata acabar viendo que sus pues tos de trabajo son desplazados al ex- tranjero o que sus pensiones se desvanecen tras toda una vida de es- fuerzos. Les preocupa el futuroy sien- ten quesus suefios se escapan; en una época de salarios estancadosy compe- tencia global, las oportunidades aca- ae ut we ur an ues ue, 4h uxt ug? 4x8 4x ate wa! a9 44s use ass gt 09? ust 034 Gee sel 502 503 seh sot ei St so S10 sh siz 13 sr o VANGUARDIA. GrandesTomso Barak Obama en la tribuna desde donde promuncié este discurso sobre las razas en Fladelfia, donde también manifesté comprender los resentimientos de los'blancas de clase media que no se sienten Deneficiados por su raze iI timnos en victimas de nuestro pasado. Significa continuar insistiendo en una justicia plena en todos los aspectos dela ‘vida estadounidense. Pero también sign fica vincular nuestras quejas concretas ~mejor asistencia sanitaria, mejores es- cuelas y trabajos- con las aspiraciones mas amplias de todos los estadouniden- ses:lamujer blanca quelucha porromper las barreras invisibles de género, el hom- breblanco queha sido despedido, el inmi- grante queintenta alimentar asu familia. Y eso significa aceptar plena responsabi- FILADELFIA. 18 DE MARZO DE 2008 n WOIGUARDIA. Grandes Temas ot FILADELEIA, 18 DE MARZO DE 2008, 7 \VANGUARDIA. GandesFemasc4 a aes aise erie ) (ola vege petetiwion! Vee wom Reve foe on page Ut 75 ban porverse tomo un juego de suma Si ceroenla quekus suefiosse realizan a Sit mi costa. Ast, cuando se les dice que ©? envien a sus hijos en autobiis a una S' escuela al otro lado de la ciudad, Ste cuando oyen que un afroamericano sel consigueuna ventaja para obtener un $2 puen trabajo o una plaza en una bue- 23, nauniversidad a causa de una injusti- 5% ciaqueellosnunca cometieron, cuan- $25” do se les dice que sus miedos ante la % delincuencia de los- urbanos Se tiene algo de prej 'el resenti- $29 miento se acumula poco a poco. 77 Comola rabia en el seno de la co- 52° munidad negra, esos resentimientos 3! no siempre se expresan'entre gente $32. educada. Pero han ayudedoamoldear $28 al paisaje politico durante al menos 92> una generacién, La rabia frente a la asistencia ptiblica y la discriminacién positiva ayudé a forjar la coalicién de Reagan. Los politicos han explotado de modo ratinario los miedos a la delincuencia para sus propios fines electorales. Los presentadores de pro- gramas de entrevistas y también los comentaristas conservadores edifican carreras enteras desenmascarando falsas acusaciones de racismo, al tiem- po que tachan los debates legitimos sobre la desigualdad y Ia injusticia 54 racial de simple correccién politica 0 ‘58 racismo inverso. 54 Del mismo modo que Ja rabia ne 559 gra ha resultado ser con frecuencia 551 contraproducente, también esos re- 55% sentimientos blancos han desviado la atenci6n de los verdaderos culpables hes Vou nacns, Bower » le pratt Veen tae del recorte de la clase media: una cul- 55% tura empresarial plagada de transac. sss ciones con informacién privilegiada, s+. dudosas précticas contables y una 55% codicia cortoplacista; un Washington 552 dominado por lobbistas e intereses 557 particulares; politicas econémicas s¢- que favorecen a los pocos sobre los #6! muchos. Pero no considerarlos resen- $¢ timientos de los estadounidenses blancos, tildarlos de equivocados 0 %¢t incluso racistas sin reconocer que es- tén enraizados en preocupaciones le 5 gitimas, eso también aumentaladivi- 547 si6n racial y bloquea la senda hacia el 7¢¢ entendimiento. Soi En este punto nos encontramos ~~ ahora, Es un punto muerto racial en 37 el que Ievamos afios atascados. En 2?? contra de las afirmaciones de algunos s?2 de mis criticos, negros yblancos, nun- $74 cahe sido tan ingenuo para creer que £" podemios superar nuestras divisiones raciales en un tinico ciclo electoral, o 5+ con una tinica candidatura, en parti- £7 cular, una candidatura tan imperfec 5?* tacomola mia 2& Sin embargo, he reafirmado una “2! firme convicci6n -una conviccién * arraigada en mi fe en Dios ymife en ¢* el pueblo estadounidense~ de que: 2 trabajando juntos podemos superar ses nuestras viejas heridas raciales y que, en realidad, no tenemos otra opcién : si vamos a continuar en Ta senda de °? ‘una unién més perfecta. ial Para la comunidad afroamerica- ‘ na, esa senda significa aceptar las cargas de nuestro pasado sin conver et lidad sobre nuest@a vida; exigiendo més denuestros padrésy pasando més tiempo &>® con nuestros hijos, leyéndoles y ensefidn- 69 bos or doles que, mientras se enfrentan alos re- tos y la discriminacién en 1a vida, no de- ben sucumbirnuncaa la desesperacién ni al cinismo, que siempre deben creer que De modo paraddjico, esta nocién esen- cialmente estadounidense ~y, si, conser vadora~ de la autoayuda aparecia con frecuencia en los sermones del reverendo Wright. Pero lo que mi antiguo pastor no &/° lograba entender demasiadas veces es que >> embarcarse en un programa de autoayu- da también exige una creencia en que la sociedad puede cambiar, © V Yo oi wp El profundo error de los sermones del reverendo Wright no es que hablara del racismo en nuestra sociedad. Es que ha- laba como si nuestra sociedad fuera esté- 2 tica; como si no se hubiera realizado nin- 2 gin progreso; como si este pais ~un pafs que ha hecho posible que uno de sus ¢3¢miembros compita para el puesto més, 651 elevado de la tierra y construya una coali- 647 cin de blancos y negros, latinos y asiti- 622 60s, ricosy pobres, jévenes y mayores- es 2 tuviera atin irrevocablemente atado a un 625 pasado trégico. Pero lo que sabemos ~1o £36_que hemos visto- es que Estados Unidos puede cambiar. Este es el verdadero genio de nuestra naci6n, Lo que hemos logrado nos da esperanza -la audacia de la espe ranza~ para lo que podemos y debemos alcanzar maiiana. n la comunidad blanca, la senda a una unién mas perfecta significa recono- cer que lo que aqueja a la comunidad ne- es Sue \YANGUARDIA Grandes mar 05 we cu cee os om granoséloexisteen £45 a mente de los ne Esta vez queremos habla gros; que el legado 1 1 de discriminacién ue el problema real no e -y los actuales inci alguien‘que no se parece “ws : dentes de discrimi- “f@ quite el trabajo; es que nacién, aunqueme ornyaitia para | tral nos evidentes que xpania para la que tral se desplace al extranjero eres en el pasado- son reales y deben ser encarados. Nosélo con palabras, sinocon gs hechos:invirtiendo en nuestras escuelas, ¢ 5 haciendo respetar nuestras leyes de dere-¢ 5? chos civiles y garantizando la imparciali- 5¢ * dad de nuestro sistema de justicia penal, 6 °* proporcionando aesta generacién escale- 4¢ = ras de oportunidad delas queno dispusie. +¢! ron las generaciones anteriores. Exige que todos los estadounidenses se den cuenta de que tus suefios no tienen que realizar se a costa de mis suefios; que la inversion en salud, asistencia piiblica y educacién ° de los nifios negros, mulatos y blancos acabard por contribuir a la prosperidad de Estados Unidos. Al final, pues, lo que se requiere es nadamés, ynada menos, que lo que piden + todas las grandes religiones: quehagamos ca. alos otros lo que queremos que nos hagan 625 a nosotros. Seamos el guardian de nuestro 6>4 hermano, nos dicen las Escrituras.Seamos 9 el guardidén de nuestra hermana. 679 Encontremos ese interés comin que to- 4? dos tenemos en el préjimo,yquetambién 67 nuestra politica refleje ese espiritu. 6" Porque en este pais tenemos unaalter * f=, nativa. Podemos aceptar una politica que <" alimenta la divisi6n, el conflictoy el cinis- ‘mo. Podemos abordar la raza sélo como dserye ras St espectéculo, como hicimos en el juicio a £85 QJ. Simpson, otras la tragedia, como hici- ¢€% mos tras el Katrina, o como material sen- 1@? — sacionalista para las noticias de la noche. 6¥3/ do Wrighten todos los canales, cada diay 44 hablar de ellos a partir de ahora hasta el go | dia de las elecciones, y que la tinica pre- #7) gunta de esta campafia sea si el pueblo «42 | estadounidense piensa ono quede algin modo creo o simpatizo con sus muy ofen- ~ | sivas palabras, Podemos abalanzarnos 676” sobrela metedura de pata de algtin part- dario de Hillary como prueba de que esta jugando a la carta racial o podemos espe- cular sobre si los blancos se congregarén todos en torno a John McCain en las elec- ciones al margen de su politica. Poxlemos hacer eso. “Pero, silo hacemos, os aseguro que en. las préximas elecciones estaremos ha- blando de otra distraccién. ¥ luego de 3 otra. ¥luego de otra. Ynada cambiaré. ‘Esa es una opcin. O bien, en este mo- mento, en estas elecciones, podemos unirnos y decir: “Esta vez no”. Esta vez 7 queremos hablar de las escuelas que se 2/ caen a pedazos y que estin robando el ‘202 fituro a Jos nifios negros, los nifios blan- 217 00s, los nifios asiéticos, los nifios hispanos > y los nifios americanos nativos. Esta vez queremos rechazar el cinismo que nos dice que esos nifios no pueden aprender, que esos nifios que no se parecen a noso- 2° trossonel problema de otro. Los nifios de Estados Unidos no son esos niios, los * nuestros Io son, y no dejaremos que se queden atrés en una economia del siglo XXI.Esta vez no. axe | Se pasar los sermones del reveren- st 309 Esta vez.queremos hablar de cémo las. * colas de la sala de urgencias estan enas de blancos, negros e hispanos que no tie. nen asistencia sanitaria, que no tienen poder por si solos para superar los intere- ° ses particulares de Washington, pero que pueden conseguirlos si nos unimos. Esta vez queremos hablar de las fabri- cas cerradas que antes proporcionaban una vida decente a hombres y mujeres de todas las razas,y delas casas en venta que antes pertenecian a estadounidenses de todas las religiones, todas las condiciones sociales. Esta vez. queremos hablar de que el problema real no es que alguien que no se parece a ti pueda quitarte el trabajo;es que la compaiiia en que trabajas se despla- ceal extranjero s6lo por las ganancias. Esta vez.queremos hablar de los hom- bres y mujeres de todos los colores y cre dos que sirvieron juntos, lucharon juntos y derramaron su sangre juntos bajo la misma orgullosa bandera. Queremos ha- lar de cmo traerlos a casa de una guerra ‘que nunca tendria que haberse autoriza- doy que munca tendria que habersedecla- rado;y queremos hablar de e6mo mostra- remos nuestro patriotismo cuidndolos, a ellosyasus familias, y déndoles las pres- taciones que se han ganado. No estarfa compitiendo por la presi- dencia si no creyera con todo mi corazén que esto es lo que la inmensa mayoria de estadounidenses quiere para este pais. Esta unién quiz4 no sea perfecta nunca, pero generacién tras generacién ha de mostrado que siempre puede perfeccio- narse. Y hoy, cuando me siento vacilante © cinico acerca de esa posibilidad, lo que WANGUARDIA. Grandes Temas 04 ” YANOUARDIA. Grandes Temas ee 3 3H me +66 et ree 5c ae 377, 2 yee ae! vey 2a aes 2a 7et me da més esperanza es la préxima gene raci6n, los jévenes cuyas actitudes, creen- cias y apertura al cambio ya han hecho historia en estas elecciones. Hay una historia en particular queme gustaria compartir con vosotros hoy, una historia que conté cuando tuve el gran. honor de hablar en el aniversario de Martin Luther King en suiglesia, la iglesia bautista Ebenezer, en Atlanta. Una joven blanca de veintitrés afios lamada Ashley Baia organizé nuestra campafia en Florence, Carolina del Sur. Habia trabajado para organizar una co- munidad casi por entero afroamericana desde el principio de nuestra campatia, y un dia se encontraba en una mesa redon- dadonde todo el mundo contaba su histo riay por qué estaba ahi. YAshley dijo que cuando tenfa nueve afios, su madre enfermé de céncer. Y co- ‘mo tenia que faltar a dias de trabajo, fue despedida y perdié la asistencia sanitaria ‘Tuvieron que declararse insolventes,y fue entonces cuando Ashley decidié que tenia que hacer algo para ayudar a su madre. Sabja que la comida era uno de sus gastos mds caros y por eso convencié a stu madre de que lo que masle gustaba y mas deseaba comer eran los bocadillos con mostaza y condimentos. Porque ésa erala forma més barata de comer. Lo hizo durante un afio, hasta que su madre mejor6. Conté a todos en la mesa redonda que la raz6n por la que se habla unido a nuestra campafia era que podia ayudar a los millones de otros nifios del pais que también quieren y necesitan ayudar a sus padres. Ahora bien, Ashley podria haber deci- dido otra cosa. Quizd alguien le diria en algiin momento que la fuente de los pro- blemas de su madre eran los negros que se beneficiaban de la asistencia piiblica y eran demasiado vagos para trabajar; o de los hispanos, que legan a este pais de for ma ilegal. Pero no lo hizo. Fue a buscar aliados en su lucha contra la injusticia. Bl caso es que Ashley termina suhisto- ria y luego pregunta por la sala a todo el mundo por qué apoyan la campatia, Todos tienen historias y razones diferentes. Muchos mencionan un tema especifico. Y, por tiltimo, llegan a un anciano negro que ha permanecido sentado en silencio todo el rato. ¥ Ashley le pregunta por qué estd ahi. ¥ él no menciona un tema espe ifico. No dice la asistencia sanitaria ni la economia, No dicela educacién nila gue tra. No dice que esté ahi por Barack Obama. Dice sencillamente a todos los presentes en la sala: “Estoy aqui por Ashley”. “Estoy aqui por Ashley”. Porsi solo, ese momento de reconocimiento entre esa joven blanca y ese anciano negro no es suficiente, No es suficiente para propor cionar asistencia sanitaria a los enfermos, ‘trabajo a los desempleados 0 educacisn a nuestros hijos. Pero es donde empezamos. Bs donde nuestra unin se hace més fuerte. ¥, como han acabado por darse cuenta muchas ‘generaciones en el curso delos doscientos veintitin afios desde que un grupo de pa- ‘riotas firme aquel documento fundacio- nalen Filadelfia, es ahi donde empieza la perfeccién.+ You wel co dideTiah aanpiein, Va erred, Paad

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