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Maria de los Angeles Utrero Agudo ] (ed.) LXXIV IGLESIAS ALTOMEDIEVALES EN ASTURIAS Arqueologia y arquitectura Axtuos DE AESPA Director: Angel Morillo Cerdén, Universidad Complutense de Madd, Espa, Seoretarios Carlos Jess Morén Séncher, Istituto de Arqueologa, CSIC-Junta de Extremadura, Mérida, Espa Comité Editorial: Pedro Mateos Cruz, Instituto de Arqueologfa, CSIC-Junta de Extremadura, Mérida, Espatia; ‘Adolfo Dominguez Monedeto, Universidad Auténoma, Madrid, Espaiia; Inés Sastre Prats, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, Madrid, Espafia; Miguel Cisneros Cunchillos, Universidad de Cantabr José Miguel Noguera Celdrén, Universidad de Murcia, Espafia; Victorino Mayoral Herrera, Instituto de Arqueologfa, CSIC-Junta de Extremadura, Mérida, Espafta; Susana Gonzdlez Reyero, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, Madrid, Espaiia; M: Angeles Utero Agudo, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, ‘Madrid, Espatia Consejo Asesor: Franciseo Pina Polo, Universidad de Zaragoza, Espafia; Luis Caballero Zoreda, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, Madrid, Espatia; Marfa Paz, Garcfa-Bellido, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, Madrid, Espaiia; Juan Manuel Abascal Palaz6n, Universidad de Alicante, Espaiia; Filippo Coarelli, Universita degli Studi di Perugia, Halia; Trinidad Tortosa Rocamora, Instituto de Arqueologsa, CSIC- Junta de Extremadura, Mérida, Espatia; Marfa Ruiz del Arbol Moro, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, Espafa; Pilar Leén-Castro Alonso, Universidad de Sevilla, Espafia; Almudena Orejas Saco del Valle, Instituto de Historia, CCHS, CSIC, Madrid, Espaita; Carmen Garcia Merino, Universidad de Valla- dolid, Espana; Javier Arce, Université Lille, Francia; Barbara Béck, Instituto de Lenguas y Culturas, del Mediterraneo y Oriente Préximo, CCHS, CSIC, Madrid, Espaiia; Domingo Plicido, Universidad Complutense de Madrid, Espana; Pietro Brogiolo, Universita di Padova, Italia; Teresa Chapa Bronet, Universidad Complutense de Madrid, Espafia; Monique Clavel-Lévéque, Université Franche-Comté, Besangon, Francia, Maria DE Los ANGELES UTRERO AGUDO (ed.) IGLESIAS ALTOMEDIEVALES EN ASTURIAS Arqueologia y arquitectura CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS MADRID, 2016 Reservados todos los derechos por la legislacién en materia de Propiedad Inte~ lectual. Ni la totalidad mi parte de este libro, incluido el disefo de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitizse en manera alguna por medio ya Sea electr6nico, quimico, éptico, informtico, de grabacién o de fotocopia, Sin permiso previo por escrito de Ie editorial. Las noticias, os asertos y as opiniones contenidlos en esta obra son la exclusiva responsabilidad del autor 0 autores. La editorial, por su parte, solo se hace res- pponsable del interés cientifico de sus publicaciones, EBste libro es el resultado de los proyectos de investigacién «Anilisis Arqueo- I6gico de la Arquitectura Altomedieval en Asturias: prospeccién, estratigratia y cronotipologia» (Ref. HUM2007-61417/HIST), financiado por el Ministerio de Edueacién y Ciencia (2007-2011) dentro del V Plan Nacional de Investigacién, Cientifica, Desarrollo e Innovacién Tecnol6gica 2004-2007, y «Anilisis de In Arquitectura Altomedieval en Asturias (I)» (Ref. HAR2011-27579), financiado por el Ministerio de Economia y Competitividad (2011-2014) dentro del VI Plan Nacional de Investigacidn Cientifica, Desarrollo e Innovacién Tecnologica 2008-2011 Imagen de cubierta: cancel alto de Santa Cristina de Lena, vista general desde occidente. Imagen de contracubierta: placas del cancel de Santa Cristina de Lena. Catdlogo general de publicaciones oficiales: htp:ipublicactonesofciales.boe.es Eprroniat CSIC: hup:/ieditorial.esic.es (correo: publ@esic.es) (Gir se ¥CSIC | [CONSEIERIA DEEDUCAGION Y CULTURA © csic (© Maria de tos Angeles Utrero Agu (ed), y de enda texto su autor ISBN: 978-84-00-10071-1 eISBN: 978-84-00-10072-8, ‘IPO: 723-16-204-6, e-NIPO: 723-16-205-1 Depésito Lega: M-15578-2016 Impreso en Espa, Printed in Spain ex edn a za papel coolio sometida aun proceso de Banga FSC, cua a proce de ius petonnos de oma ssn, Imprenta V.A. 8.4. Avda, de la Indust, 41, 28760 Tres Cantos - MADRID SUMARIO PRESENTACION Luis Caballero Zoreda y M." Angeles Utrero Agudo. La BASILICA DB SAN JULIAN DE LOS PRADOS. ALFONSO III, SELGAS ¥ SCHLUNK M." Angeles Utrero Agudo SAN TiRSO EL REAL DE OVIEDO, UN MURO PARA UNA IGLESIA José Ignacio Murillo Fragero.. LA CONSTRUCCION DE SANTA MARiA DEL NARANCO (OviEDO). SU FUNCION Y SIGNIFICACION A TRAVIS DEL ANALISIS ARQUITECTONICO Isaac Sastre de Diego.. SANTA CRISTINA DE LENA, CONSTRUCCION, RUINA Y RESTAURACION Luis Caballero Zoreda. SAN SALVADOR DE VALDEDIGS. FUE CONSAGRADO ESTE TEMPLO POR SIETE OBISPOS.., 0 TAL VEZ NO M4." Angeles Uttero Agud0 nn. SAN SALVADOR DE PRIESCA. INERCIAS E INNOVACIONES EN LA ARQUITECTURA ASTURIANA DE LA DECIMA CENTURIA Francisco J. Moreno Martin... PRODUCCION ESCULTORICA EN ASTURIAS ¥ LEGN EN TORNO AL. 900. HACIA UNA CARACTERIZACION DE LOS TALLERES Alejandro Villa del Castillo. INSCRIPCIONES DE LA IGLESIA DE SANTA CRisTINA DE LENA. Helena Gimeno Pascual y Javier del Hoyo Calleja. PRIESCA Y SANTULLANO: DATACION DE SU MADERA ESTRUCTURAL Eduardo Rodriguez Trobaj ‘URIAS DESPUES DE ASTURIAS. UNAS CONCLUSIONES INTRODUCTORIAS M.* Angeles Utrero Agudo. Ast ANEXO DE LAMINAS. San Julién de los Prados. San Tirso de Oviedo Santa Maria del Naranco ... Santa Cristina de Lena. San Salvador de Valdedi6s. San Salvador de Priesca 63 81 113 17 169 191 203 221 229 231 245 257 273, 291 305 ANEXO DE TABLAS. San Julidn de los PradO$.....0: San Tirso de Oviedo. ‘San Salvador de Valdediés. ‘San Salvador de Priesca .. 325 327 333 344 351 357 364 PRESENTACION Esta monografia es, por ahora, la titima estacién de un largo camino que se inicia con una propues- ta de revision de las producciones arquitecténicas y escult6ricas tardoantiguas y altomedievales (siglos V al x) de la Peninsula Ibérica a mediados de los afios, noventa del pasado siglo por parte del arquedtogo © investigador cientifico Luis Caballero Zoreda (IH, CSIC), Desde entonces, dentro de un programa de investigacién eoherente y con la intencién de aportar ‘ievos argumentos que permitiesen avanzar en esta linea, se han desarrollado diferentes proyectos de investigacién que han afrontado el estudio arqueo- Igico de varias construcciones eclesidsticas adseritas a dicho period, Al planteamiento inicial y al desarrollo del progra- ma se fueron incorporando otros miembros, algunos. de ellos jévenes que se han formado como investi- tgadores gracias a la experiencia adquirida en él, y ‘tras argumentaciones cientificas. Con el tiempo, este proceso ha permitido a un equipo de investigacién y de trabajo formarse y aprender a trabajar bajo Ferentes circunstancias marcadas por los ritmos de la investigacién y de la intervencién restauradora fen los monumentos, a ampliar sui foro de interés y andlisis mds allé del Duero, a buscar y plantear nuevas preguntas, a afrontar, a aceptar y a combatir las eriticas, Dentro de este marco, la arquitectura asturiana se presentaba como un conjunto « prior’ bien conocido y datado, eircunstancia que podiia haver incomprensible € incluso innecesario el planteamiento de un proyecto pra su andlisis arqueolégico, Pero la puesta en mar- cha del proyecto nacional «Arqueologfa de la arquitec- tura altomedieval en Extremadura, Asturias y Port al» (Ref. BHA 2003-02086), financiado por el MEC (2004-2006), el cual permiti6 realizar el estudio de In iglesia de San Miguel de Lillo (Oviedo, publicada por Caballero, Utrero, Arce y Murillo 2008), admits de otros ejemplos en Portugal y Extremadura, pronto cevidenci6 que la arquitectura asturiana ni era tan bien cconocida ni estaba tan bien datada y sobre todo que. coino un conjunto coherente territorial y temporal, podia ser buen campo de trabajo para comprender las dindmicas constructivas en la Peninsula Tbética de los, siglos vital x. Asf las cosas, se desarrollaron otros dos proyectos continuos y con el mismo titulo «And lisis Arqueol6gico de la Arquitectura Altomedieval en Asturias: prospecci6n, estratigrafia y cronotipolog (Ref. HUM2007-61417/HIST y HAR2011-27579), ambos financiados por MICINN-MINECO (2007- 2011 y 2012-2014), esta vez centrados exclusivamente cen el lervitorio asturiano y en el andlisis de varias de sus construcciones Esta década de trabajo ha permitido aplicar ta arqueologia dle kx arquitectara a un niimero signifi- cativo de fabricas asturianas (todas ellas presentadas cen este monogrifico, con In excepcién de la arriba citada de San Miguel de Lillo y de las iglesias de ‘San Adriano de Tuiién y Santianes de Pravia, ambas en Caballero, Rodriguez Trobajo, Murillo y Martin 2010, en esta misma serie de Anejos de AESpA LIV), incorporar otras metodologias (epigrafia, dendrocro- nologia, carbono-14) y abrir nuevas vas de investi- gacion. También debemos recordar en este sentido ta reunién celebrada en 2010 como parte del segundo de los proyectos citados y como titima de las reuniones, de «Visigodos y Omeyas», con el titulo de Asturias centre Visigodos y Mozdrabes, editada en 2012 por Caballero, Mateos y Garefa de Castro (Anejos de AESpA LXIUD. Resultados cle todo ello, son los articulos aqui recopilados, siempre mejorables, siempre crticables, pero también valorables como una proptesta diferente pero tespetuosa con los trahajos precedentes, los cua les son, sin duda, la base de los presentes. Trabajos que pretenden, en definitiva, estimular la investigacién de un objeto tan extraordinario como complejo: aarquitectura asturiana altomedieval ‘Agradecemos de un modo genético la ayuda pres- tada por instituciones y personas en el andlisis de todos los edlificios, como se explicita en cada una de los textos que van a continuacién. ¥ de modo con- creto y especialmente el constante apoyo de nuestros amigos y compafieros Lorenzo Arias y César Garcia LA CONSTRUCCION DE SANTA MARIA DEL NARANCO (OVIEDO). SU FUNCION Y SIGNIFICACION A TRAVES DEL ANALISIS ARQUITECTONICO Isaac Sastne pe DIEGO, Consorcio de Ia Ciudad Monumental de Mérida Resumen: En este articulo se presentan los resultados de Ia lectura de paramentos realizada en Santa Marta del Naranco, uno de los edificios mas importantes del altomedievo en Espara. Del andlisisedilicio se ddesprenden algunas novedades constructivas, asf como mucvos datos para incorporar a las diseusiones que ‘envuelven este edificio tan singular: su original tipologia construtiva y la funcign para la que fue creada, Abstract: This paper aims to show the last resulis of the architectural analysis caried out in Santa Maria del Naranco (Asturias), one of the most relevant early medieval buildings in Spain, The analysis of the building offer both constructive novelties and 9 singvlar building and mainly related to its oF data to be incorporated to those debates embracing this {nal constructive typology and function, Palabras clave: Ata Edad Media, innovaeién constructiva, edilicio regio, Reino de Asturias. Key words: Early Mididle Ages, constructive innovation, royal building, Asturian kingdom. El edificio de Santa Maria del Naranco (Fig. 1) es el monumento més estudiado y publicado de todos los que conforman el prerroménico asturiano. Ha sido analizado en detalle desde 1a historia, la historia de Ja arquitectura, Ia historia del arte y Ia arqueolo, ise: ean 2190) Snr thc yas te a asturianas del ciclo alfonsino! y la erGnica medieval * También conocidas como Ciclo de Alfonso Il: Crénica Albeldense (Alb) de 883, Rotense (Rot.) y Ad Sebastianum (Ad Seb.) estas dos de 885, Sepin la ediciin de Gil et all 1985, Respecto su interpeetacion Funional como palacio ‘Yo iglesia’ habitual vinclae el eifilo al pasaje de la AUD, XY, 10, 6-7: ln Yocum Ligno eclesiam et palatia arte Forni= ‘ea mite consiixito y Ad Seb, 24, 5-8: «dnterea supra diets "x ecelesiam condidit in memoriam sancte Marie in latere 10s desde su origen y ‘ros por conversin en un segundo momento sobre el ‘que no hay acuerdo. Algunos autores (Schlunk 1947) situaron esta conversi6n en el aft 857, basindose en cl Testamento de Ordofio. Sin embargo este es un falso documental (Garefa de Castro 1995). rmonts Naurani, distant ab Ousto daorum mila passoam mnie paleritadinis perecteque decoris et, ut alia decbris eius taceam, com pluribus cents foriceis sit eoncamerata, sola eae et lapide conscucts, ® Sil, 34: «Feit quogue, in spatio LX pasuum ab ecclesia. palacium sine ligno, miro opereinferiussuperiusque cum ‘tm quod in eclsiam postea versun,beata Dei Genetix virgo Maria adoro 61 __ ISAAC SASTREDEDIEGO Anejos de ABSA LXXIV. Fi. lafoy 1907; Streygowski 1918; Goddard King 1924; Whitehill 1927; Caballero 1994-1995); Jos que abogan [por ina tradicién hispana continuada que arranca de Ja arquitectura romana, postura de origen decimo- nénico (Ponz 1782; Ceén Bermder, en Caso 1829) que sigue siendo muy seguida por autores contem- pordneos; y por ditimo los que tratan de eonciliar {ods las posturas en una visin integradora de varias {radiciones culturales presentes en la construceién de ‘Santa Marfa del Naranco (Amador de los Rios 1877; Schlunk 1947; Menéndez Pidat 1954, 1958; Bonet 1967; Fontaine 1973; NoaékelHaley 1989s Arbeiter y ‘Noack-Haley 1999; Arias 2008). No obstante, lo que ‘mAs ha llamado la atencién No son sus influencias, Sino sus novedades respecio de la arquitectura his- pana precedente. Asf, se destaca la interacci6n entre cscultura y arquitectura, desconocida en la arquitec- tura de Aifonso II y en a previa visigoda (Schiunk 1947: 347). De Ia mismasmanera, Ia presencia de tun taller que realiz6 ex profeso todos Tos elementos singulares es algo nuevo frente al tradicional apro- vvechamiento de piezas, especialmente de columnas, que caracterizaria toda Ia construccién precedente (Utrero y Sastre 2012) ‘Con el objetivo de aportar nuevos datos para ambos debates cientificos, especialmente al conocimiento constructivo y funcional de Santa Maria del Naranco, en 2012 se realiz6 Ia Lectura de paramentos del edi cio. Lo aqui presentado es una sintesis de la memoria ‘Vist exterior de Santa Maria del Naranco por el ldo norte, Imagen L. Caballero. de ese trabajo, Fundamentalmente las conclusiones constructivas de la etapa prerroménica, para dar paso después a cuestiones de tipo funcional e histérico sobre Ia edificacién de Santa Maria del Naranco, Con Ja Lectura de paramentos se ha podido obtener nueva, informacién para ofrecer argumentos, por desgracia. no coneluyentes, sobre las dos grandes cuestiones funcionales del proyecto originario de Santa Marfa ‘del Narancd: el earicter religioso 0 civil del edificio primigenio y la funcién de fa sala oriental Semistb- ‘errinea de la planta inferior. 1. LA LECTURA DE PARAMENTOS DE SANTA MARIA DEL NARANCO Sania Maria del Naranco sigue la caracterstica habitual de los editicios altomedievales espaitoles al tener pocas actividades, sesenta y siete, pertenecientes 15 etapas. Si bien la mayorfa de las construcciones altomedievales presentan varias actividades relativas 4 restauraciones contemporéneas, Santa Maria del [Naranco, posiblemente por tratarse del edificio em- blemético de. la arguitectura prerroménica asturiana, hha sido sometida a una intensa actividad preventiva ‘yestauradora en época contemporsnea. Diferenciar estas diversas numerosas infervenciones ha sido wna de los puntos complejos en la lectura de paramen- in embargo, el prineipal problema de la lectra “Anejos de ABA LXXIV apaeci6 a la hora de situarhist6ricamente las fases ddocummentadas entre la etapa originaria y us restaura- ciones contemporsneas. Son reformas, adaptaciones ¥ adiciones que resultan mis complicadas de datar ‘aanto més antiguas son, siendo las actividades de oca mdema Ins de adseripeién mas certera. Es aqui cuando las fuentes esritas y epiriticas han apostado posibles soluciones interpretativas para alguna de las sotividades documentadas. Biyelanilisis estratigrético del edificio se han , La misma Fig. 7. Muro E de la sala central de Ia planta inferior Imagen J. I. Murillo, ‘Anjos dle Asp LXXIV LA CONSTRUCCIGN DE SANTA MARIA DEL NARANCO (OVIEDO), 1 Fig. 8 Rotura en el paramento N de la habitacin semisubterranea E, posible resto de una escalera. Imagen J. 1. Murillo, caraeteristica singular tienen Tos tres arcos de la pa red O, enfrentados a los orientales. Sobre las claves, de esa arquer‘a occidental se conserva una Ifnea de imposta decorada con la caracteristica acanaladura de ddable mokdura del Naranco, tinico elemento decorativo que aparece en la estancia subterrénea. Fin cuanto a los tes areos del E, estos cobijan ventanas también de ureo pero adinteladas al interior, cuyos dintcles, monoliticos, conservan los quicios originatios para st cierre, Los tres vanos tienen Ia misma luz. que sus respectivos arcos excluyendo las jambas, que forman parte del muro E. En linea y secuencia eon ellos se abren tres ventanas adinteladas més, una en la pared NN, cerea al Angulo NE, y dos en la pared S, también on dinteles monoliticos. El muro E apoya y en ocasiones traba con el muro NN, mientras que los bancos de la pared E se apoyan en los N y S. En la pared N, cerca de la O, se abte un vano fectangular de 0,65 m de anchura, que co- ‘unica eon el exterior. Desde fuera funciona como puerta, sin embargo dentro queda a 1,68 m de altura respecto dl suelo, Esto hace suponer que debié haber una escalera bajo su umbral, de In que parece quedar en el paramento Ia huella de su rotura con forma escalonada (Fig. 8). Junto al dngulo SE de la estancia, siguiendo Ia linea marcada por la jamba E de la ventana E abierta en la pared S, se tallé originariamente en el muro un thuceo vertical (0,40 x 0,34 m prof.; Fig. 9), quizas tuna bajante que deseiende hasta el pavimento, el cual Fig, 9, Hueco a modo de bajanteabierto en el Angulo SE de Ta habitacién semisubsemrinca E. Imagen J. Murillo. __ISAACSASTREDEDIEGO_ en esa zona presenta un orificio que eomunica al exterior, donde las excavaciones de 1985 hallaron st confinuacin a modo de canal (un desugie?). Adem coincide con dos datos que pueden relacionarse con esta bajante: en el interior una ligrisima pendiente el pavimento hacia este ingulo (006-002 m);y en el exterior un revoco de mortero hidréulico que eubre el paramento.” A 0,98 m de altura sobre el nivel del 26- ealo se rompieron los sillares (0,10 1m) del muro para ensanchar el hueco e introducir una pileta perforada (UE 1286). Bstaaccin, estratigrticamente posterior, no puede ser precisada en una etapa conersta, Las singularidates sefaladas parecerian indicar aque en esta zona hubo una adaptseién o cambio de proyecto respecto al plan originario; algo que, sin embargo, no se aprecia en su téenica constructiva, inti al resto del edifcio en el tipo de mamposteria regular de los muros (que también incluye alguna Pieza decorada con moldura) y de sillarejo de juntas finas en las pilastra, asf como el mortero utlizado Para las juntas, igualmente finas. Tampoco hay una solucién de continuidad en los paramentos, ni al ex- terior ni inesiormente, En cuanto al piso superior del eificio, se aprecian los mechinales, cuadrangulares y pasantes, aunque fucran cegados presumiblemente al concur la obra; hasta cuatro hiladas de ellos en el paramento nor te y tres on el sut, En linea con estos mechinales y los bloques que componen las columnas de los arcos fajones, se aprecian niveles horizontales del mampuesto cortespondientes a las distntas bancadas constructivas, Como sucede en los muras exterires, ‘también en los muros del interior se emplearon como 'mampuesto piedras con la deeoracién acanalada, nue- ve de ellas se concentran en ls jambas de la entrada septentrional; otras dos fueron wtlizadas para cegar mechinales, pudiendo ser una accién posterior, pero también aparecen en los paiosoriginaos. Se aprecia «1 mortero originario en los bloques que componen los soportes, nuevamente en forma de haces de cuatro fustes de espigas. Cabe resefiar que fustes y enjutas de los soportes sobre los que se levantan los fajones de la béveda, y que a la ver. se integran en una serie de arcos peraltados que crean una arqueriaciega de tendencia deereciente hacia fuera en los paramento N 1, poro cuya diferente luz es realmente dependiente del tamato de su correspondiente béveda, siendo et {camo central el mayor por albergar la puerta principal 4eledificio, hecho que ademés implies su refuerao » Descubieito en ls excavaciones de 1985. Informacién factada por L. Aris _ Anejo de AlspA LXXIV. con un arco fajén extra. Estos arcos estén decorados en relieve con idénticas composiciones a las utilizadas en el exterior: fustes espigados, capiteles troncocsni: cos, dovelas acanaladas de doble moldura con remate circular, medallones 0 tondos en las enjutas. En el tramo central del lienzo sur se abre el vano de acceso al baledn-mirador meridional. A pesar de ser casi todo restatracién contempordnea (Etapa SA), se conservan suficientes elementos originarios (sobre ‘odo el arrangue del salmer occidental) para saber que era un arco de medio punto, quizas peraltado, asf como su linea de suelo gracias a las dos mochetas inferiores, también conservadas. Enfrentado a él, en el tramo central del lienzo norte, se abrfa el vano de acceso & Ja planta superior del que nada se conserva, corres- pondiendo al arco de entrada existente a un momento posterior (Etapa 2B). A os lados de ambas puertas, alternando con tramos de paitos ciegos, se abrieron ventanas, que han Hlegado hasta Ia actualidad en la forma otorgada por la restauracién contemporiinea dirigida por L.. Menéndez.Pidal (Etapa SA; Fig. 10). En total son cuatro vanos, dos en el paramento N y Fig. 10, Uno de los vans abierto en la sala central de a planta superior, con ef negativo de la roca desu janba, Imagen L. Caballero. Anjos de Apa LXXIV dos en el S, Del marco originario quedan hnuellas del robo en las jambas, una impronta o corte vertical de 1,56 x 0,20 m, que corresponderfan con las jambas, © soportes primitivos, y que continga abajo haciendo uuna ‘L! con otro corte 0 impronta horizontal en el intradés del vano, quizis posible nivel del umbral 0 poyete originario. Quedan a mayor altura que la nea de umbral actual. De igual forma, los que parecen arranques de los salmeres originales quedan a una altura inferior que el dovelaje de Menéndez.Pidal. Por todo ello, parece que los vanos actuales son sensible mente mas grandes, tanto por arriba como por abajo, que los que hubo originariamente, que serfan también cn forma de arco de medio punto, con poyete inferior. En euanto al sistema de cubierta de la planta su- perior, se realizé también con béveda de cafién en toba, aunque aumenta el nimero de arcos fajones 7, compuestos por dovelas de formato grande y cuadrangular, volteadas sobre ménsulas salientes, de forma igualmente cuadrangular con remate en cha- fin, Los dos grandes nichos de medio punto que se abrieron en la parte alta de las paredes interiores Ey ©, pudieron haber servido, ademés de para aligerar el muro, como puntos de apoyos laterales al andamiaje y cimbras que hubo que montar para realizar la b6- ‘veda, Ambos nichos arrancan del nivel de Ifnea de Ia \tima bancada de la mamposterfa de los paramentos, internos; tienen una altura y profundidad suficientes, para recibir una persona, En la planta superior también Jas estancias laterales fueron abovedadas con igual téenica y material, afiadiendo un arco fajén a cada una, La béveda de la habitacién/mirador occidental tiene Ia piedra toba vista, al no estar revocada, En correspondencia con la triple arqueria de las fachadas, en las paredes interiores de las habitaciones laterales se abren tres arcos peraltados que permiten Ja comunicacién interna con la sala central, Al igual ‘que en Ios arvos exteriores, los areos centrales de esta arquerfa de comunicacién interior descansan sobre dos soportes esculpidos en forma de haces de cuatro ccolumnas de espigas que parten de un tallo-eje central con capiteles troncocénicos. La pared de delimitacién originaria no se conserva, perdigndose wna informa- ci6n hisica para saber e6mo era Ia relacién, cusinto de abierta 0 cerrada, entre sala central y habitacién © mirador oriental, siendo la solucidn existente, arcos cde medio punto al exterior, adintelados al interior, una restauracién de L. Mengndez-Pidal (Etapa 5), Solo cn la habitacién/mirador occidental, en el lado N, se conserva un tramo del muro de cierre que incluye parte de lo que seria la jamba originaria N de acceso al aula (Fig. 11). Es un muro en chatln; habria servido LA CONSTRUCCION DE SANTA MARIA DEL NARANCO (OVIEDO), B Fig, 11. Angulo NO de la sla cenual de la planta superior, “hic resto dl vano de omunicacion con Tos miraores Tagen J 1 Musil a Menéndez-Pidal como base para su restauracién, suponiendo areos de medio punto sobre esas jambas, pefo reereando sobre ellos también unos dinteles cie~ {gs sin ninguna prueba de su existencia originaria ‘Tampoco se conservan restos del pavimento originario, que se presupone de madera como el actual 3, CUESTIONES CONSTRUCTIVAS Y FUNCIO- NALES DEL EDIFICIO ORIGINARIO I proyecto y construceién del edificio de San- la Maria del Naranco fue unitario, Muchos de los elementos arquitecténicos y decorativos empleados que le dan su aspecto tan singular y novedoso para la época fueron en realidad soluciones constructivas en el origen, més © menos enmascaradas o dejadas vistas, para poder Jevantar un edificio tan arriespado con seguridad y firmeza, sobre todo en lo que a su altura y cubiertas se reficre. El uso de estos trucos © soluciones demuestra la presencia al frente de la obra de un arquiteeto cantero experimentado, buen 74__ ISAAC SASTRE DE DIEGO onocedor del funcionamiento teeténico del proyecto y de los riesgos que su consiniccién conllevaba, Por ello y por el éxito final de la obra, que ha Hlegado casi en su totalidad primigenia hasta la actualidad, 5 necesario pensar que ese arquitecto posefa una dlilatada prictica cuando acometié Ia construceién de Santa Maria del Naranco, asf como una buena formaci6n y aprendizaje previos en arquitecturas es- pacialmente complejas. La realidad unitaria del edificio contrasta a priori con la combinacién de varias téenicas edilicias: man posterfa, sillarejo y sillerfa, habiendo sido ademas todas ellas perfectamente ejecutadas, demostrando Ja maestrfa de las manos que en él trabajaron. Se eligi6 cada técnica en funcién de las necesidades ar- quitect6nicas y funcionales, pero también de aquellas ienogréfico-dlecorativas de cada parte. Por ejemplo, cabria esperar que la sillerfa fuese utilizada en las partes bajas de los muros para dar mayor solide a un edificio que tenia dos alturas, al igual que se emples cen los contrafuertes, y sin embargo se utiiz6 en los tramos més vistosos y representativos como son los miradores de la planta superior y en los elementos ar- ‘quitecténicos singulares, especialmente las columnas, las impostas, para las que se eligen premeditadamente sillares reetangulares alargados, asf como los tramos del paramento decorados en relieve, las cruces griegas sobre astil y los Hamados tondios o medallones, que recibieron su forma y disefio trabajado en sillerfa con una técnica de canteria muy depurada, ereando aristas y juntas muy finas inferiores al centimetro. Cada motivo iconogréfico puede desacrollarse a lo largo de varias piedras, en horizontal (impostas) © en vertical (cruces sobre astil y aspas), existiendo tuna correlacién exacta en la parte del relieve ejecu- tada en cada piedra. Ello indica que los motivos se hhabrfan Inbrado al final del proceso construetivo, una vex colocadas las piedras y elevados los paramentos en toda su altura, Por el contrario, como ya se ha se- Fialado, en la decoracién de acanaladuras molduradas de los contrafuertes la comrespondencia falla, aparecen ‘motivos retallados para hacerlos casar y en otros tr ros directamente se pierde Ia secuencia. Junto a este «edesajuste» de la decoraci6n, varias piedras decoradas on e] mismo motivo de acanaladura moldurada se han reutilizado en la mamposteria, Estos dos datos permiten defender que no todo el material construc tivo se realiz6 ex profeso. Hubo un lote de piezas ya existentes y decoradas, que se aprovechs y adapt6 cent Ia arquitectura de Santa Maria del Naranco, El ‘motivo de la decoracién, la doble acanaladura mol- durada se considera caraeterfstico del arte ramirense. Aejos de ABgpA LXXIV ese caso, tales piezas deberian haber pertenecido un numeroso grupo de materiales fabricados para Ja construccin de todo el complejo palatino del Na- ranco. Uno 0 varios edificios con esa decoracién tan caracteristica se habrian terminado antes de comenzar Ja gran obra de Santa Marfa del Naranco, habiéndose aprovechado en ella los excedentes. La doble acana- Jadura moldurada, también presente en la decoracién de los elementos arquiteet6nicos del vecino edificio de San Miguel de Lillo, es uno de los motivos del ‘material labrado ex profeso (impostas), lo cual apoya cesta propuesta. Cierto desajuste también se aprecia en Ia arque- ria interior del mirador E y al interior del edificio, ‘en los soportes de los fajones de ta sala central det piso superior, conde sus perfiles no cuadran con ef contorno aristado de Tos capiteles. En el caso de los del mirador se retalla el remate de los haces de fustes ‘ara ajustarlos a la base aristada de los capiteles una ‘vez colocados en fabrica, Esto quizis estuviera mo: tivado por ser encargos independientes, los eapiteles pertenecerfan a un encargo diferente del de las piezas para los soportes, Por fitimo, es llamativa Ia discordancia que pre- senia la estancia subterrénea oriental frente al resto del edificio, y que, sin embargo, no es tal deste un punto de vista constructivo y decorative. La espi- nnosa cuestin dle su funcionalidad, tradicionalmente vinculada a los baiios menci del ciclo alfonsino, sera tratada poster ese sentido, para su interpretacién deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos extraidos del anélisis, arquitecténico: su carécter subterraneo no preten conseguir oscuridad: cinco ventanas y dos puertas, ademés de su orientacién al E (tres vanos) y S (dos vvanos), debieron procurar al interior una notable Ia rminosidad cuando fuera requerida. Es Hamativa la existencia de dos puertas de acceso, una interior desde la sala central y otra desde el exterior. Ambas ademis estén pegadas a los paramentos $ y N respectivamente con el fin de ocupar el menor espacio interior. La asimetria y el perfil incompleto de Ia puerta interior podefan indicar una adaptacién del proyecto originatio ue se hizo sobre la marcha, cuando la construceién dol edificio ya habfa comenzado, como si hubiera sido una decision de Gitima hora abrir una segunda puerta que permitiera el acceso desde dentro sin ne~ cesidad de tener que salir fuera para volver a entrar Por dltimo, también debe seffalarse que el hueco 0 bajante abierto junto al dngulo SE de la estancia es, originario y, por tanto, pertenece a la funcién ori naria de esta habitacién, ‘Angjos de Asp LXXIV 4, REFORMAS PRERROMANICAS Poco tiempo después de Ia construccién del edi- ficio de Santa Marfa del Naranco, se decidié cerrar, ‘con muretes bajos hasta media altura, los balcones ‘o miradores Ey O. Para ello, en el intradés de las, ccolumnas de todas las arquerias de ambas fachadas se practicaron cortes verticales a modo de encajes para parroteras © canceles (Fig, 12). Los cortes rompen la decoracién originaria, Fueron produeidos en la mitad inferior de los fustes (algunos afectando a la basa), abiertos a pico y luego repasados con puntero. Tienen ‘una anchura dé 0,07-0,10 m, y una altura cercana a (0,90 im aunque con oseilaciones de 0,05 m. No alean- zan el suelo, quedando a ea, 0,30 m del mismo. En el ceaso de los arcos centrales de las fachadas O y E, Jas placas 0 canceles que se insertarfan en ellos tendrian luna anchura de 146 y 1,38 m. Estos huecos fueron ‘agtandados en un momento posterior, probablemente para extraer y «robar» las placa. “También en las dovelas del arco del acceso inferior del lado N se abricron los agujeros para la tranca y cl encastre de una puerta de cierre. Tanto esta accién ~~ Fig, 12. Mirador oriental, roturas en las columes para ‘colocacign de cierres. Imagen J. I. Murillo, LA CONSTRUCCION D SANTA MARIA DEL NARANCO (OVIEDO), 5 ‘como la anterior parecen pequetias adaptaciones para Ja mejora de la habitabilidad del edificio una vez consiruido. En el caso de los canccles superiores, sorprende que su inclusién no estuviese prevista en el proyecto originario, que contemplé un espacio total mente abierto y diffano sin ningin tipo de proteccién atin estando en el segundo piso del edificio. 5, LA CONSTRUCCION PRERROMANICA Y LAS FUNCIONES DE SANTA MARIA DEL NARAN- CO: {ORATORIO REAL © PALACIO CIVIL? La leetura de paramentos confirma la unidad cons- tructiva del edificio proyectado en origen, prictica- mente idéntico al que ha Hegado a la actualidad. En. ‘cuanto al valor consituetivo y ce onganizacién interna del edificio, si bien Ia sala inferior central es la mas importante desde un punto de vista tect6nico, es pre samente por ello que la sala superior a la que sostiene sea el espacio mAs valioso de todo el edificio. Pareee como si In verdadera raz6n de ser de este piso inferior fuera la de poder sobreclevar y mantener con garantfas de solidez el piso superior. Fsta propuesta es apoyada ademas por el hecho de que el acceso monumental no esté en Ja planta baja, sino arriba a través de la doble escalinata N, y porque las estancias laterales inferiores tengan accesos exteriores independientes al espacio central; la sala occidental incluso no tiene comunicacién con ella, Como espacio preeminente de todo cl edificio, en Ia sala central superior se concen tra la mayor riqueza iconogréfica asi como las més attevidas innovaciones tecnol6gicas y conceptuales, del edificio: su gran cubierta abovedada con fajones ¥y st concepeién como espacio luminoso y disfano, ‘abierto por sus cuatro lados, Esta idea de centralidad ‘coincide con el andlisis geométrico y modular de L. Arias (2008; 182), para quien «la e¢lula central en fa composicién de Santa Maria del Naranco es la Sala superior, espacio rectangular central que actéa como foco de irradiacién en torno al cual se sian el resto de las unidades compositivas siguiendo prineipios vitruvianos de planificacién. No hay la misma certeza en relacién a la fun originaria de Santa Marfa del Naranco. No se ha al- ccanzado consenso en cuanto a para qué fue realizado este edificio. Solo una de las Crénicas de Alfonso IIL, la Hamada Ad Sebastianum, habla de una iglesia dedicada @ Santa Marfa (Sancte Marie) destacando Ja forma en que fue construida, con arcos centrales (cum pluribus de centris forniceis). Esta es la raz6n principal por la que algunos estudiosos han conside 76___ISAACSASTREDE DIEGO ado que el edificio fue siempre, desde Ramiro 1, una iglesia. Sin embargo, las otras dos Crénicas alfon- sinas no proporcionan informacién especitica sobre su nombre y propésito. De ellas solo se desprende {que el edificio tendrfa que ser una parte constitutiva del grupo de edificios palaciegos, donde se destacan los palacios y una iglesia. Este hecho ha Hevado a ‘otros estudiosos a pensar que el primer uso de Santa Marfa del Naranco era como palacio, espe {eniendo en cuenta la informacién detallada propor: cionada por otra erénica posterior, la Silense (aio 1115); Santa Maria fue primero palacio antes de su conversién en iglesia, Por lo tanto, habria tenido un uso civil tal vez.con una capilla privada en un reducido espacio secundario dentro, ya que el edificio tenia un altar, el de Ramiro T que se vineula al edificio por su advocacién, Santa Marfa, y por la aparicién de la mayor‘a de sus restos integrados en el altar barroco de la iglesia En los tltimos veinte afios, se han propuesto in- terpretaciones funcionales a partir del significado politico-ideol6gico y teolégico de Santa Marfa del Naranco, El andlisis arqueol6gico, epigriico y textwal levado a cabo por Garefa de Castro (1995, 2003) le hizo concluir que Santa Marfa del Naranco fue una iglesia privada, Aparte de las er6nicas posteriores, cl punto clave utilizado por Gareia de Castro es la inscripcién del altar, que menciona el rey y su esposa pero no el obispo: «Cristo, hijo de Dios [..] que, a través de su siervo Ramiro, glorioxo principe, junto ‘con reina Paterna, restaurado esta vivienda decaida con la edad: y por su obra, este ara de la bendicién fue construica para la gloriosa santa Marfa en este lugar alto [..] el afio 848». Habria sido una iglesia privada donde el rey y su familia asistieron a la Euca- stfa, La inscripcidn del altar mostrarfa la penitencia ¥ expiacién del rey, lo que se explica en un contexto de relaciones politicas europeas entre monarquias y Ja Iglesia, en la que «se presenta el poder politico de a Iglesia Aunque estoy de acuerdo sobre la importancia de la inseripcién del altar y el fuerte valor ideolégico del edificio que Garefa de Castro (2003) tan bien ha sabido mostrar, varios aspectos extrafdos del andl sis arquitect6nico, espacial y epigréfico complican la consideracién de Santa Marfa del Naranco como una iglesia privada para la familia real, ademés de que ‘ya hubiera una iglesia real en Naranco: San Miguel de Lillo, Recientemente (Sastre de Diego 2012), he defendido que Santa Maria del Naranco no era igle- sia, sino un edificio religioso privado promovido ‘al rmargen’ de las instituciones eclesidstieas, es decir - - Anejo de ABA LXXIV fuera de la esfera de la Iglesia y su radio de accién; tal vez un oratorio construido por Ramiro como un simbolo de su nueva dinastia y una expresién de st. ideologia, Aunque cl tipo de edificio no es religioso, Ja adseripeién del altar ramirense a Santa Maria del Naranco es comiinmente aceptada, Esto me hizo bus- ‘car una explicacién religiosa a la misma, asumiendo ademas el hecho de que dicho altar es absolutamente excepcional en tipologia y epigrafa, alejado de los ccénones propios del periodo. Sin embargo, tra la lectura de paramentos, dudo incluso de la funcién cultual, como oratorio, que pudiera tener el edificio, No encuentro ningtin lugar ‘apropiado para ello en el interior: ni en la planta baja, totalmente inadecuada para un uso itérgico (Righetti 1955, Bango 1997, Sastre de Diego 2013), ni tampoco cn la planta alta donde mayoritariamente se presupone ¥Y que igualmente carece de las compartimentaciones liirgicas cannicas. Para ser rechazado completamei te su significado religioso habria que cuestionar la adscripeién del altar de Ramiro I a Santa Maria del Naranco. Como ya he sefalado en otras ocasiones, este altar es también una pieza excepcional, muy di- ferente a los altares hispanos anteriores. Se presenta luna nueva forma, tipologia y estilo, y parece ofrecer lun nuevo significado a este tipo de piezas (Sastre de Diego 2012, 2013). Por desgracia, el altar fue encontrado fragmentado, con algunas partes reutli- zadas en un altar modemno del edificio, ya sirviendo como iglesia, y otros reutilizados en un muro del siglo xvi, Debido a esto, nunca sabremos su ubi cacisn originaria; solo podemos especular acerca de as diferentes posibilidades de acuerdo a la topografia del edificio. Solo el propio centro de la sala central superior, en justa correspondencia con la geométi ca y simétrica que pretende la arquitectura de Santa Marfa del Naranco, 0 el mirador meridional, situado 4 eje con la entrada, también en el sector central de 1a sala y abierto frente a Ia ciudad de Oviedo, son {os dos tinicos espacios algo adecuados donde pudo hhaberse instalado el altar, Semejante altar no debe fentenderse como una parte pequefa o secundaria de un edi 10 como la principal caracteristica de un espacio arquitect6nico propio. Este altar se erigié, para colocarlo en un espacio protagonista, Funcionaria ‘4 modo de reliquia privada, dentro de una gra lip- sanoteea monumentalizada, hecha edificio, algo que haria todavia mas excepcional y complicada a Santa Maria del Naranco. No obstante, esta explicacién ‘como oratorio privado, si siguiéramos Ia definicién de Isidoro de Sevilla con tn significado religioso que sirve solo para el oraren privado, se contradice con la ‘Aunjos de AEWA axquitecura excengrfa del edi. a prtensin y orgullo de hacer visible y piblica una obra rea 1 ee quote enumocen contests carta totalmente que Santa Marfa del Naranco pudo haber tenido otro propésito sin ninguna connotacién religiosa y sf politico ideol6eica. Bl punto clave a considerar es sila forma y ta arquitectura de Santa Maria es ta adecuada como lugar de culo, se este péblico 0 solo privado y res- tringido. Ciertamente, su organizacin espacial es absolutamente diferente a las iglesias hispanas, tanto las anteriores de época visigoda, como las coetineas asturianas y las lamadas moziirabes y/o del Duero. Santa Maria del Naranco es un gran edificio de wna sola aula o nave rectangular y dos pisos; en fa planta superior no luo dos, sino tres baleones o estancias abiertas, E, O y $, que sobresalfan dc la sata central, amulando la existencia de un punto focal conereto mis alld del propio centro del edificio por su tendencia a la simetrfa, Por lo tanto, es un edificio abierto y sin tun espacio litirgico privilegiado para el santuario, como es norma en las iglesias hispanas prerromé- nicas (Bango 1997, Sastre de Diego 2013). Incluso aque sf las triples arquerias que comunican con los mitadores estuvieran cerrados por puertas adinteladas, como pudo suceder a tenor del dngulo conservado en la esquina NB, earece totalmente de sentido litérgico una disposici6n interna donde el santuario con el altar se coloca delante de un triple acceso a un baleén, este totalmente abierto al exterior. Eso de por sf ya es algo bastante inapropiado para una iglesia, y atin nds para las construidas en la Hispania tardoantigua yy altomedieval, las cuales fueron disefiadas para tener su foco prineipal en el santuario, culminando un eje longitudinal cn una estancia diferenciada espacial ¥y arquitecténicamente del resto del edificio. Como ‘espacio sagrado, la entrada a los laieos, incluido et rey, estaba prohibida, En la Peninsula Thérica, siem- pre el santuario estaba destinado a colocar cl altar cucartstico, es decir, la presencia divina de Cristo, ‘oulto por tanto a la vista del pueblo, Por ello también los altares fueron consagrados por el obispo, inicos hombres que tienen ese poder. No hay nada de esto ‘en Santa Maria del Naranco. Su organizacién espacial es realmente la contraria a la de una iglesia. No hay solucién arquitecténica, al menos no ha sido docu- entada en la lectura de paramentos, para diferenciar y ocultar un espacio que cjerza de santuario 0 una capilla que cobije al altar Si el servicio eucarstico ya fue desechado en trabajos anteriores (Sastre de Diego 2012, 2013), ahora se cuestiona incluso el uso litirgieo de un edificio que lo que pretendié desde cl XXIV LA CONSTRUCCION DE SANTA MARIA DEL NARANCO(OVIEDO)..__77 crigen fe ensefiar, no esconder. Incluso los canceles de cerramiento de las arquerfas de las fachadas Ey pertenecen a una reforma que, aun cercana a la cconstruccién, demuestran que en origen Santa Mari del Naranco era todavia més difana. Por lo tanto, desde un punto de vista religioso, la nica posibilidad que permite uta construccién como esta es la de que toda la sala central superior sirviera de «cajw» de re liquias, y por tanto, que toda la planta superior, fuera cen sf el altar, como si fuera una fenestalla confesionis, para su comunicacién y contemplacién exterior con los ficles, Es una interpretacién tan arriesgada, wn modelo que habria sido absolutamente novedoso cn la arquitectura prerromnica que aetualmente cono- ‘eemos en la Peninsula Ibética, que merece su debate y consideracién de una manera més amplia que la de Ja presente memoria y donde deberfamos volver a ccuestionar la pertenencia del altar ramirense a Santa ‘Marfa del Naranco. 6, UNA FUNCION NOVEDOSA, PARA UN EDIFICIO INNOVADOR Fuera un oratorio real erigido de manera indepen diente ala Iglesia ovetense, fuera la maxima expresion ‘material de un nuevo poder politico, de una nueva criticada y rechazada por una notable cantidad investigadore e desde la del Arte y de. Ad Seb, 24, 10-11: «Na et adversus Sarracenos bis pre abil et victor exis 7% __ ISAAC SASTREDE DIEGO ‘Anjos de AEgpA LXXIV eSffimides para tal recha7o, uno ha-destacadospor su contundencia: la ausencia en la zona andlust de ‘6s0§ edificios pioneros que demostraran la influencia transmitida desde el sur hacia el norte. Sin embargo, ‘en [os tiltimos aiios, nuevos hallazgos de edificios cemiraes y revisiones de otros ya conocidos,cemues tran su existencia en al-Andalus. Coneretamente, en el entorno de I Vin de Ia Plata, que seguia siendo transitada en ese tiempo, se concentran algunos dle Jos ejemplos mas significativos. En Mérida (Marida), ‘una importante capital en al-Andalus después de la conquista iskimica, los arquedlogos han descubierto huevos edificios que datan del siglo vitt e inicios el siglo 1%, construidos sobre las colmataciones romanas'¥ visigodas (Alba 2007, Caballero y Séez 1999, Sanchez. 2008). Fstos nuevos edificios tenan cearacteristieas téenicas similares a las utlizadas en Santa Marfa del Naranco. A estos hallazgos'se summa en la misma eiudad una obra perfectamente conocia, que para la historiografia tradicional se consideraba romana precisamente por su complejidad téenica y solide de las eubiertas abovedadas empleadas: e! aljibe de te-alcazaba emiral. Las excavaciones de los cimientos, dirigidas por Feijoo y Allba (2005), confirmaron su cronologia emiral y su construecién coetnea ala propia aleazaba (ato 835), como Valdés (1995) ya habia sefalado Lavtransimisin tecnol6gica « edificios de-distinto sign religioso, como son las obras para uso de comunidades mozéirabes, tiene su refrendo un poco mas al norte, en la misma calzada de la Plata, con Ia construccién de Santa Lucia del “Trampal (Caballero y Séez 1999), 7. SANTA MARIA DEL NARANCO EN SU CONTEXTO HISTORICO Y POL{TICO. Eadificios singulares como Santa Maria del Naran- 0, y como su vecino San Miguel de Lillo, pueden entenderse mejor si se considera el contexto poli- tico del reino asturiano en ese momento en el que Ramiro I Ileg6 a ser rey. Léjos)de una sittacién es table y pacifiea, el reinado de Ramiro fue convalso desde el principio. A su coronacién siguieron varios levantamientos realizados por In aristocracia asturiana, Alfonso II el Casto murié sin un heredero al trono después de gobernar Asturias cincuenta aos. Aunque Alfonso IL era, segtin las Crénicas del ciclo alfonsi- no, quien eligi6 a Ramiro, algunos miembros de Ia lite local apoyaron a otro candidato, Nepociano, y trataron de coronarle antes de que Ramiro regresara de su boda fuera de Asturias. Inmediatamente Ramito bbuse6 ayuda en Galicia, en ef oeste del reino, Ambos hhechos, su boda en Bardulia, en la futura Castilla, y su paso por Galicia demuestran dénde Ramiro tenia 6 podia tener apoyos, precisament lejos de la conte, Bi heshode que Ramiro fuera a Galicia nada mis tener noticia del levantamiento, con el fin de reclutar um eféreitO, no parece anecdético, La regiGn noroeste de'Iberia parece jugar un papel central en la politica asturiana.* Existe una estrecha relaci6n entre Rami- 10 Ly Ia aristocracia galleza, 1o,que:eontrast con layfuette-oposicion de la lite asturiana. Elo unido 41 su matrimonio con Ii noble ecastellana» Paterna muestra el objetivo priovitaio de Ramiro: establecer alianzas en los mangenes del reno, lejos de la élite local de la capital. Parece que Ia reatidad politica del reino asturiano tras el largo reinado de Alfonso IL fue la de-dos grandes grupossde poder y-de presiOn, eogrilicamente bien definidas sobre la tradicién de las faritias mas potenies del norte peninsular. Ambos ‘grupos de poder consideran Ta otra faccién como el enemigo dentro de casa, Edificios como el Naranco son el resultado de una necesidad politica y una estrategia local. Ramiro I tuvo que reforzar su poder vont la élite asturiana, La oposicién del palarimum officium fae muy clara desde el principio de su reinaco,¢ incluso si Ramiro loges resolver su primera gran evsis, eS pertinente preguntar emo se sentia de seguro en la corte pa latina ovetense. La ubicucién elegida para su nuevo complejo palatino, a montaba de Naranco, es un lugar alto facilmente defendible lo suficientemente cerca dde Oviedo en.caso de-que‘en la corte fe reclamaran suns oficiales: Pero también esta lo suficientemente Iejos de la capital como para tomar distancia de las intrigas palaciepas. Nos posible saber el alcance real {el peligro y la tracién que sintié Ramiro con Nepo: iano y otras intentonas posteriores abortadas, pero su corto reinado estuvo claramente mareado por ello. Lxpolitica local no era el tnico problema que preocupa en 0s aflSde)Ramizo. EL reino asturia- no siempre vivi6 en confrontacién al emiruto”de al-Andalus, el estado mis grande y més fuerte en ta Peninsula Ibstica, Veinte aflos antes de Ramiro, ‘Abd-al-Rahman Il (822-852) se-convirlié en emir de al-Andalus. Bajo su gobiemo, se consolid6 un nuevo sistema Centralizado, Abs-al-Rahmian se vio obligado a luchar contra sus propios problemas en forma de Tevantamientos intemos. Tras elo, se convistié en un § Agradezco al profesor Robert Portass (Universidad de Lincoln) la consulta de su investigacion sabre el papel de Ta nobleza gallega en Ia monarquiaesturiana, gran constructor, dio demesta no solo en Cérdoba ‘on la ampliacién de ka mezquitas el edificio religio- cinblemético dealAndalus, sino también en les eon lt consiruccién de otros ediicios monumentales, Simbolizando.un_podler fuerte. Este eseheaso de la Aleazaba de Mérida-y sualjibe antes menelonado (alo 835), Este tipo de edificios mo- mumeniales en ambos reinos, tanto religiosos como Civile, se ulilizan de la misina manera: como medio pita expresar Ia ideologia de los gobernantes. Pero hay un aspecto relevante que mareé la diferencia entre Abual-Rahman Il y los reyes crstianos, El emir fue tabign el lier religioo de su pueblo, algo impensa- ble en el interior de la lgesiahispana. A. pesar de esta ‘oposicin politiea y religiosa, cl rey asturiano hizo uso de los nuevos conocimientos y las innovaciones \cenicas disponibles en la Peninsula Théviea después «dc la Hegada y consolidacion del Emirato de Cordoba {90 sighifica que Ramiro Tfue-capaz.de reunir y de invertir grandes eantidades de recursos eeondmicos para obtener los mejores artesanos disponibles. Por lo tanto, la arquiteetura regia dl Naranco esti dircetamente relaeionada con la aparicién de un poder eoavutsivo pero fuerte en el nor, prominente y con cierto control ¢ influeneia, directa 0 indirecta, con Fespecto a otros territorios eereanos, y por lo tanto eapauz de obtener suficientes recursos econsmicos pra proponer una nueva arquitectura que exprese su poder, En el uso de innovaciones tecnoldgicas y huevos modelos de construccién, religiosa y civil, Rami eligié una manera de exhibie su poder similar 4 otros gobernantes coetineos, Bajo esta perspectivt ‘unplia-es mds fei entender eb aligr-deb-Navane 9, perteneciera 0 no al edificio de Santa Maria del Naranco, como un ara votiva del rey, al igual que ‘otros regalos religiosos directamente relacionados coi reliquias propias, que oftecen otras monarqutas ¥ aristocracias europeas con un propdsito ideal ico y personal muy importante, Cabe agregar que como altar sirvi6 a ka memoria de Ia familia por los acios de piedad realizados por el rey y su esposa Algo que fue desarrollado en los sighs siguientes, , Arqueologia y Terri- torio Medieval n2 10.1, 165-166. 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Santa Marka de} Naranco, Alzado este. 264 __M*ANGELES UTRERO AGUDO Aas de AEA LXXIV ngs de ADA LXXIV SANTA MARIA DEL-NARANCO 265 a HI, é Tees x E Er f \ % ce Hi 7 pie = : u hs ees a ae tea ‘Lamina 6, Santa Marfa det Naranco. Alzado oeste. [Lamina 7 y 8. Santa Maria det Naranco. Secciones transversal por el miradoroeste, hacia oestey este. 266 __M* ANGELES UTRERO AGUDO Aes de Alyy LXXIV ‘Anos de ADA LXXIV SANTAMARIA DELNARANCO 267 L&i i i ti i |Lémina 9. Santa Marfa del Naranco, Seeei6n transversal por el cento del edifcio hacia oeste. ‘Lamina 10, Santa Maria del Naranco, Seccion transversal por el centro del edificio hacia este. 268 __M.* ANGELES UTRERO AGUDO Anejos de AEA LXXIV _Alos de ABSA LXXIV SANTA MARIA DELNARANCO 269 5 am “ a f . eee ee ~ . 3 ad 3 Bk i Ir : ! 8 4 . : . ei y . : 4 cam . e § UHL * qf : 2 | i ey bot Liii tf ot 7 ‘4minas 11 y 12. Santa Maria del Naranco, Seceiones transverssles por el mirador orientale hacia este y este Agjos de ABpA LXXIV wos de ABA LXXIV SANTA MARIA DELNARANCO 271 |Lémina 15, Santa Maria del Naranco, Secciones longitudinale de la estructura adosada a nore. = # i b - \\ \N a i 8 | i KOS TM a z og | oF 5 . uf, g 3 ; i ' a al | i 3 al i z= a z al d ITO 1 q 4 K & i a a \ 8g 4 . H a Boho a ue & $ a = 3 C se oa a9

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