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ASTROLOGIASF®INTERPRETACION | . _ LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA I. Gonzdlez/ A. Lodi/ H. Steinbrun eo Coe PRE eee Oras LA CARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA I. Gonzdlez/ A. Lodi/H. Steinbrun \ae> SEINE fe durante iis ole veinte afios cuelas pritnarias. Cursé la 1 de Ciencias Naturales en el to del Profesorado ‘iecundatio. smacién autodidacta, comenz6 cresarse en la Astrologia en pasando rapidamente del Go que clasico a la corriente liderava por Dane Rudhyar, cuyo ppensamiento comenzaba a difundirse en el pais. Con posterioridad, una serie de encuentros con Eugenio Caruttiinfluyeron en la elaboracién de su propia manera de encarar esta disciplina. Inicié profesionalmente la practica y la enseflanza de la Astiologia en 1984, dedicandole todo su tiempo hasta hoy. ALEJANDRO LODI Investiga la astrologia desde 1987, dedicandose a la ensefianza y la consulta desde 1991. Es docente de CASA XI desde 1996. Actor y docente teatral. Instructor de Gimnasia Ritmica Expresiva egresado de la escuela dirigida por Susana Milderman, Realiz6 estudios de Sociologia en la UBA. IDELBA JULIA GONZALEZ vocente, Realizé estudios de Psicologia en la Universidad del Salvador y metafisica en la Fundaci6n Kosacruz (AMORC). Siguié las cusefianzas espirituales de Trgueirinho y Beltran Anglada. Terminé sus estudios de Astrologia er Casa XI en 1990, Se dedica actualmente a la ens: practica de esta disci LA CARTA NATAL como guia en el desarrollo de la Conciencia OTROS TITULOS DE LA COLECCION TECNICAS DE PREDICCION. Astrologia de! devenir Silvina Simonovich ASTROSOCIOLOGIA. Sincronia de los Ciclos Planetarios. Silvia Ceres IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI 7 HECTOR STEINBRUN LA CARTA NATAL como guia en el desarrollo de la Conciencia PRIMERA EDICION | Se hallan reservados lod ls derechos. Sin auterizacinescita dal editor, queda prohibida la reproduccién total © patcial de esta cbse por cualquier medio —mecénico, electnico y/v olro— y su distibuci6n mediante alquiler o préstamo pablo. Gonzélez, Idelba La carta natal como guia en el desarrollo de la conciencia / Idelba Gonzalez, Alejandro Lodi y Hacior Steinbrum, - 1®ed, - Buenos Altes : Kier, 2004. 368 p. ; 23x16 om. - (Nova) | ISBN 950-17-4105:2 Cbd 133,548 1, Carta Natal. | Lodi, Alejadro. I, Steinbrun, Héctor, I Titulo nm | Diteclore de Coleccin Ana tio Rios Diagramacién de tap Graciela Goldsmidh Corteccién de estilo y pruebas: Prof, Dela Arrizabolaga Diagramacién Célamus UBRO DE EDICION ARGENTINA ‘Queda hecho el depssilo que marca la Ley 11.723 © 2004 by Editorial Kier S.A ‘Avda, Sante Fe 1260 {C1059 ABT} Buenos Airas Tel. (54-11) 4811-0507 - FAX (5411) 4811-3395 ‘email: info@kior-com.ar / www.kior.com.ar Impreso en la Argentina Printed in Argentina Agradecimientos ‘A Hugo Basite, por su inestimable apoyo y guta en mi formacién espiitual. Hoc Jou Gower Quiero agradecer a mis maestros de astrologia Ana Maria y Jorge Saco, Hector Steinbrun y Eugenio Carutt. A Olga Weyne, Ja primera en investigar e! exo entre elementos y tipos psicolégicos junguianos. A Virginia Martinez y sw corazin abiesto. A Ratoet Blanciotto y su hezmandad. Accsoiono Looe Anil esposa, Idetba Julia Gonzalez, por sus consejos, sus eriticas y sus aportes en Ja confeccién de este libro. Su vigorosa personalidad, sus conoci imientos y su experiencia en la enseftanza de.Ja Astrologia han contribuldo enor _memente a llevar a cabo este emprendilento. Ami gran amigo Alejandio Lol, por aceptar el desatio de encarar y defini ef proyecto dle presentar una misada diferente en ta préctica de la Astrologia. Su colaboracion es notona. ‘A Marina Vinitsky, por apastar con entusiasme y desinteresadamente a fa confeccién det libro, aportando importante material y sugiriendo correcciones, A Diana Schuter, psicdloga transpersonal, por covregir los originales desde su vi sion profesional. Hecros Sremonun —— * IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN © Dedicatoria A Beatriz Leveratto y a Zoe Lodi Leveratto, nuestro bello, misterioso y breve rayo de Vida. Alejandro Lodi ee + LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA » PROLOGO El titulo de este texto es La carta natal como guia en el desa- rrollo de la conciencia, pero bien podria haberse llamado la rela- cidn entre la conciencia y el destino, o conciencia es destino, Quienes abogan por esta propuesta consideran que, a diferentes niveles de conciencia, necesariamente les corresponden desti nos distintos. Por ello, quienes trabajan en aras de un auteconocimiento no sélo suponen que ello les ayudar a elevar su conciencia sino que, ademas, cambiaran las circunstancias de vida que deberan atravesar. La ampliacién de conciencia, enton- ces, no sélo implicaré tener una mirada diferente de lo vivido, sino que involucrara la atraccién de nuevas circunstancias y el alejamiento natural de otras que ya no sera necesario vivir. Cada ser humano esta inexorablemente interconectado con el todo, y cada plano de conciencia, por afinidad, atrae determinadas expe- riencias y repele otras. Tal propuesta nos lleva ademas, a reflexionar qué significado tiene la palabra conciencia, ya que con tal denominacién no s6lo entendemos el “darnos cuentade lo actuado y sentido en nues- tra vida cotidiana, También implica aprender a discriminar cudles de las conductas que nos caracterizan son aquellas que aprendi mos y actuamos como reflejos condicionados, y cuales son au ténticas expresiones de nuestro ser mas profundo. Del mismo modo, es conciencia comprender el significado aculto detras de hechos aparentemente intrascendentes. Y, por supuesto, también lo es capturar aquellos insondables momentos en que nos em barga la profunda tranquilidad de espiritu que nos ratifica que estamos cumpliendo nuestro verdadero sentido de vida. Esto y mucho mas es conciencia, Como vamos viendo, el tan mentado desarrollo de la concien cia es una ardua tarea que, cual espirales ascendentes (0 [2 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI ¥ HECTOR STEINRUN + descendentes, segin cual sea nuestra perspectiva personal) se abren Indefinidamente delante de nosotros. E implican siempre nuevos niveles de integracién. En cada pequefio-abismal paso que damos, nada se desecha, sino que todo se reubica en totalida des cada vez mas amplias. Estos presupuestos resultan fascinantes desde un punto de vista tedrico, pero ges posible que la Astrologia nos brinde infor. macién ajustada para poder ayudar a los consultantes en sus distintas etapas de evolucién? Dentro de la variada informacion que tenemos en una carta natal zqué planetas, aspectos, angu: los de la carta representan esas diferentes etapas? Los autores de La carta natal como guia en el desarrollo de la conciencia, astrologos con larga trayectoria profesional, han sabido volcar toda Su experiencia para definir cada una de ellas y especifican con claridad los item relevantes en cada etapa evolutiva. En este contexto es donde se encuadra este libro. Sus auto res, Héctor Steinbrun, Idelba J. Gonzélez y Alejandro Lodi aducen fundamentar su estudio en el trabajo de Ken Wilber, para quien el desarrollo de la conciencia recorre tres etapas de evoluci6n arquetipicas. La primera de ellas es la denominada “prepersonal’, definida en este caso como aquella que pertenece ala MIRADA LUNAR. Pero en ella no sélo incluyen la Luna natal, sino también otros item que mantienen un aspecto arcaico porque atin no han tenido la posibilidad de desarrollarse. Esta mirada lunar abarca todos aquellos aspectos de la carta que crean nuestra identidad mas basica, por ser las primeras identificaciones que hemos reci- bido. La segunda etapa, llamada “personal”, se la comprende como el NEXO SOLAR Y FACTORES DE INTERCAMBIO, En este plano, los autores consideran que la fase personal comienza a incluir aspec- tos relacionados con el Sol, que incorpora dos nuevos elementos para consolidar nuestra identidad mas sélida: el pensamiento y la voluntad. Si esta etapa se cristalizara demasiado tiempo, la con- ciencia quedaria confinada solo a lo autorreferente, por lo cual la | «+ LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + etapa solar evoluciona y se constituye como el nexo o hilo conduc- tor que liga la conciencia lunar con ta conciencia no personal, mas inclusiva y trascendente. Finalmente, en un tercer nivel de conciencia, emerge lo “transpersonal”, entendido astrolégicamente como ESTIMULOS PARA LA INTEGRACION. En este nivel, la conciencia ya ha progre- sado lo suficiente como para estar abierta a planos superiores, que van mas alla de lo puramente personal, y aprende a estar receptiva alas sefales e indicaciones que desde niveles superio- res del Ser la invitan a expandirse. Pero si hacemos referencia al sendero de evolucién indivi- dual, debemos tener en cuenta que la cruz determinada por el meridiano y el horizonte es el punto de referencia a considerar en tal caso, ya que muestra formas clave del trayecto que debere- mos recorrer en nuestra jornada. En este sentido, la ajustada interpretaci6n que los autores dan de Ia forma en que se mani fiestan cada una de las cruces es verdaderamente original y clarl- ficadora para la interpretacion de cada carta. Es de destacar que, en el presente texto, no sélo se da una mirada novedosa y creativa a toda carta natal, sino que también concluye con dos ejemplos practices que ilustran de qué manera es posible interpretar una carta en los tres niveles de conclencia descriptos. Ana Lia Rios Directora de la Colecci6n I + LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA © INTRODUCCION La vida, tal como la concebimos, se basa en creencias. De una forma u otra opinamos, tamamos posiciones, decidimos, a partir de creencias particulares 0 muy arraigadas en nuestra co- munidad. Confiamos (tenemos fe) en que ese racimo de postula- dos nos acerca a la verdad, aunque s6lo se trate de nuestra ver dad, aunque esa verdad se convierta naturaimente en relativa. Después de todo, nuestra cultura, de la que dependemos fuertemente, puede reconocerse como un conjunto de creencias que se ha mantenido vigente durante cierto tiempo y que va reno- vandose de maneras ciclicas. Pero es evidente que, aceptemos 0 no ciertas creencias, ellas operan de manera subyacente e influ yen en nuestro comportamiento. Desde la posicion que tomamos en este libro, la Astrologia se nos presenta —entre otras cosas— como una formidable herra- mienta que permite el desarrollo de! autoconocimiento, No obs- tante, las fuentes desde las cuales emerge nos resultan desco- nocidas, nos trascienden. Su notable sobrevivencia a través de los siglos, aun a pesar del descrédito sufrido desde el pensa miento académico en cualquiera de sus formas, de por si mueve a reflexion e incita a la investigacién mas profunda. Pero, mas tarde 0 mas temprano, nos encontraremos con lo insondable, con lo que esta ooulto, ya que no tenemos acceso a todas las claves, a las razones diltimas por las que la Astrologia se erige como un modelo abarcante que parece revelar cémo se fundamenta la Vida, Nos seduce porque nos permite entrever la matriz, porque des- pierta en nosotros la conciencia del origen. También nos obliga frente al misterio, a adoptar una actitud de reverencia. Sin embar £0, vivimos una época en donde hay urgencias por encontrar res- puestas para las preguntas esenciales; y esto puedle tlevarnos facilmente a desvirtuar la nocién de Jo sagrado, evitando el asom SPUESTTeee Ege eaase tenn is an vaSEtITESESaTEaTS Eta onset anTT an TESaaUTTECEGTECECE EECCA SEEEOT TE nT aR aT RETIRE ETT at 12 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HEGTOR STEINERUN + bro. Entonces, vale la pena revalorizar e) mistetio, admitiendo nues- tras limitaciones, mientras seguimos escudrifiando, ahondando en las Investigaciones. Como siempre, también en esta materia habra mas dudas que certidumbres. Pero la idea fundamental que subyace en nuestro abordaje de la Astrologia se expresa a través de esta proposici6n: concien- cia es destino. El concepto de destino encierra en si mismo la nocién de tlempo, de desarrollo, de despliegue, cualquiera que sea el crite- tio con el que se lo conciba. Hay un proceso en marcha, un enca- denamiento. No obstante, desde aqui pretendemos creer que el destino de todo individuo permanece implicito y se explicita en la misma medida en que ese individuo va tomando conciencia de si mismo y de su entorno. Cualquiera que sea su grado de aprehen- sin, de contacto con su propia naturaleza, al intentarlo esta per mitiendo que su destino tome forma, se haga visible a través de los sucesos 0 experiencias que le toca vivir en el mundo, en su mundo. Es decir, el destino se presenta a si mismo porque hay conciencia, Las cosas que me ocurran, las que me estan destina- das, formaban parte de mi desde siempre, dentro de la estructu- a césmica a la que pertenezco. Soy lo que me ocurre. Pero des- de la apariencia (que asumo como la realidad) voy ganando con- clencia de mi mismo a medida que me encuentro con mi destino; ess decir, a medida que vivo. Me diferencio de lo que me rodea, me separo, para luego reunirme con ello. Por eso, en la extraordina- ria experiencia del encuentro con otfos, estamos reconociéndo- os} 0 sea, volviendo a nuestra esencialidad. El viaje de la conciencia (como ha sido denominado alguna vez) comienza entonces, forzosamente, con identificaciones par- ciales, impresiones acerca de fa vida y del propio ser que van siendo reemplazadas 0 van anudéndose a otras, en un proceso continuo de integracién. 1 propésito esencial de nuestra existen: cia va revelandose a si mismo mientras vivimos, de manera se- Mmejante @ la corriente de un rio que va horadando sinuosamente le + LA CARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENGIA « su cauce hacia la amplitud del océano. Si meditamos sobre este fenémeno, podemos descubrir que forma parte del enigma de la vida y encierra la paradoja de la circularidad. En un principio, algunas gotas (algunos fragmentos) de ese vasto océano lograron elevarse, conocer las alturas, condensa- das en nubes durante un tiempo, pero luego descendieron y retor naron a las fuentes, anhelando fundirse nuevamente con la unt dad, En su recorrido, el pequefio rfo que se va formando serpen- tea, encuentra vados, se aquieta, cambia su direccion. Por mo- mentos, pareciera que se detiene por completo, que el intento se malogra; pero la corriente de agua se nutre, se amplia y el movi miento prosigue. Cuando llega al ooéano, se ha convertido en un fo caudaloso que mansamente se sumerge, se devuelve al or gen. Este recorrido circular tiene mucho en comin con nuestro paso por la Tierra: nacemos de acuerdo con designios que desco- hocemos, transitamos por la vida haciéndonos cada vez mas cons- cientes de nuestra naturaleza y somos devueltos al Universo, ha- biendo cumplido con un propésito que apenas si logramos desci- frar en el trayecto, Hay algo més alla de nuestra voluntad que nos inclta, nos conduce, nos subyuga, para que podamos crecer en conciencia. Partimos de nociones imprecisas, nos vamos afirman- do en ellas, quedamos estacionados, detenidos durante un tiem o, construyendo identidades parciales (los vados del rio) y hasta —or momentos— creemos que ahi esta nuestro refugio, hipnoti- zados por la aparente comodidad de esa calma, resistiendo cuan- to podemos la presién de la corriente que nos convoca a seguir circulando. Entonces, sobrevienen crisis (las orisis de Identidad). La totalidad nos reclama, nos provoca y seguimos avanzando. Lo que creiamos que éramos cede frente a lo que vamos descubrien: do que somos, hasta un punto. Y lo mas probable es que, como almas, retomemos esta necesidad de expandir conciencia en sus cesivas encarnaciones. De manera que, cualquiera que sea el estadio que nos co- [ps 14 __. + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN « rresponda al entrar en la vida, durante los primeros afios varnos elaborando una imagen de nosotros mismos, confiados en que nuestras percepciones y las referencias que obtenemos de otros s0n correctas. Con el tiempo, estas creencias se van sedimen tando y constituyen el basamento de nuestra imagen o primera identidad. A partir de ahi, tratamos de responder a las experien- cias que se suscitan, de dos maneras basicas: retrasando cuanto podemos a inevitable transformacion, con lo que terminamos pro- duciendo un forcejeo, una creciente tensidn, justificada por nues- tro deseo de permanecer apegados a nuestras convicciones y ganar seguridad; 0 cediendo de inmediato a la oportunidad de descubrir nuevas potencialidades, de liberarnos de la monotonia de la vida restringida, superando el temor a lo desconocido, En la préctica, vamos generando una uotra clase de respues tas simultaneamente, segin las areas, los sectores de la vida, Mientras resistimos afertados a determinado nticleo en el plano emocional, cedemos, nos abrimos a los vientos de renovacion en el dominio det pensamiento. 0 a la inversa. Lo que importa es advertir que este proceso de integracién paulatino procede por inclusiOn, no por exclusi6n, Esto es, lo que antes reconociamos de cierta manera, otorgéndole primacia a determinados fragmen tos de nuestra realidad, ahora lo vemos con otra perspectiva, porque esos fragmentos quedaron incluidos en una totalidad mayor, Avveces, después de tensi6n y conflicto; otras, como producto de una natural transici6n, En su formidable tarea de sintesis, Ken Wilber propuso que, en este viale, la conciencia atraviesa tres niveles de evolucién: el prepersonal, el personal y el transpersonal. A lo largo de este libro vamos a tomar en cuenta ese criterio, adapténdolo al lengua: je y los fundamentos de la Astrologfa. Concebimos entonces que hay tres pasos, tres etapas en el desarrollo de la conciencia que, ala vez, han de constituir tres niveles de revelacién del propésito que anima nuestro paso por la existencia, El primer paso, naturalmente, se basa en el efecto que produ * | LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIR + cen las primeras creencias al sedimentarse y permitir la elabora cién de una identidad preliminar. A este registro lo denominamos MIRADA LUNAR y es el que da lugar a conductas (respuestas para la vida) condicionadas por las experiencias de los primeros siete afos, pero que se prolongan durante mucho mas tiempo, al con. vertirse en habitos, El segundo paso se materializa en cuanto aparecen las prl meras crisis y los replanteos sobre la validez de la vieja identidad Se producen intercambios, confrontaciones en el encuentro con los demas y un lento pasaje (con avances y retrocesos) de la mirada lunar hacia otro tipo de comprension mas abarcante, pero todavia centrada en lo personal. La creencia que predomina se basa en el supuesto de un Yo consolidado que permite relaciones més profundas con el medio, debido al natural juego de ideas y sentimientos. A esta fase la llamamos SOL COMO NEXO Y FACTO- RES DE INTERCAMBIO. El tercer paso se va insinuando desde la mitad de la vida en adelante y esta caracterizado por ofisis mucho mas profundas, surgidas desde lo mas intimo del ser, consecuencia de sucesos que nos abren nuevos horizontes 0 a causa de rotundos fracasos en [a implementacion de los propios proyectos. Puede tratarse de golpes de efecto 0 de verdaderas tragedias; también, de relampa- 05 de comprensién acerca de aquello que esté mas alla de lo individual, det reino del Yo y, por eso, vamos advirtiendo la pre sencia de aquello que nos trasciende. A este proceso, que va modificando el sistema de creencias y se mantiene vigente hasta la muerte, lo hemos denominado ESTIMULOS PARA LA INTEGRA CION. Es el que nos pone en contacto con la totalidad a la que pertenecemos Ciertamente, no estamos hablando de etapas precisas, nit das, lineales en su desenvolvimiento, sino més bien de condicio nes que se van superponiendo tanto como de transiciones prolon gadas. No obstante, el nivel de integracién de la conciencia se Nos vuelve evidente porque cambiaran las respuestas que varnos [15 16 + IDELBA 5. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINGRUN « dando frente a la vida. Cuando ya no podemos responder de acuer- do con los viejos modelos, cuando sentimos que son inadecua- dos, damos paso a otras conductas que surgen de manera es- pontanea y que son mas eficaces. Se corresponden con una rea lidad mas vasta: la de nuestro verdadero Ser que intenta manifes- tarse, La Astrologia nos brinda la posibilidad de contar con un cba go complejo de nuestra condicion de seres humanos dentro de la Totalidad. Y todas estas ideas nos permiten asumir que la inter pretacion de la Carta Natal representa una de las oportunidades mas fascinantes para que, interpretado ¢ intérprete, tomen con- tacto con el estadio en el que se encuentra su propia conciencia. Es claro que esto se puede evidenciar de muchas maneras y que todas resultan valiosas, pero nos parece particularmente til in- tentarlo como un ejercicio de provocacion. Esto es: permitiendo lun contrapunto entre fa imagen que el consultante tiene de si mismo (sobre todo a través de cémo se describe y como describe lo que le ocurre) y lo que va mostrando su estructura (representa. da por el mapa natal) hasta cierto punto desvelada por el astrdlo- go. De esta forma, suelen despertarse estimulos de diverso or den en cada uno ellos y la posibilidad de confirmaciones o sor presas con relacién a lo que ambos estaban asumiendo previa- mente. Algo esté fuera de lugar, algo se desacomoda y queda planteada la duda. También las opciones. Pero mas alla de este enfoque, es evidente que la diversidad de miradas y abordajes en la practica de la Astrologia conduce a Un interrogante: z6mo vamos a hacer eso?; o bien: ges posible atenerse a una serie de reglas 0 principios que permitan determi nar cuales son los elementos que vamos a tomar en cuenta du- rante la interpretacion? La respuesta no puede desentenderse del concepto de arbitrariedad. A Io largo de la historia reciente, las distintas escuelas 0 tendencias dentro de la Astrologfa han coincidido en el tratamiento de ciertos factores (que la tradicion convalidaba) y mantienen divergencias frente a otros. De manera + LA CARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENC! que, al menos en un principio, solo cabe la perplejidad en quienes se disponen a intentar la interpretacién frente a la carta. Por eso es bueno aceptar sin mas que, cualesquiera que sean los pasos a seguir y os factores que hayan de escogerse para tal finalidad, lo que verdaderamente importa no tiene que ver con el repertorio sino mas bien con la actitud honesta de busqueda y la conciencia de autolimitacion del intémprete. Después de todo, cada astrélogo es una persona con determinadas caracterfsticas y su estilo no podra sino ser fiel a esas improntas. En este libro enfatizaremos la manera de poner en practica la interpretacién, sefialando algunos principios que nos han parect do validos, desarrollando con cierta profundidad determinados elementos y sélo haciendo alusién a otros que también podrian atenderse. No nos interesa describirio todo exhaustivamente ni poner bajo la lupa de la critica determinadas opciones, ya que se han escrito excelentes manuales y suficientes ensayos sobre los temas especificos. De manera que, en todo caso, remitiremos al lector a la bibliografia que corresponda. De acuerdo con este criterio, hemos disefiado una serie de pasos para la interpretaci6n de una carta natal, que se inician con una aproximacién paulatina al conjunto de simbolos y sus relaciones, siguiendo pautas ya clasicas en la Astrologia, y fia diendo otras, mas novedosas. Asi, los primeros tres capitulos tratan de: 4) la forma en que los planetas esta dispuestos sobre la carta y las distintas configuraciones, 2) las cruces o e! funda mento sobre el que reposa y se manifiesta la naturaleza de la persona representada y 3) el balance de los elementos, que dan una tonalidad a las primeras identificaciones de la conciencia. Estos tres capitulos quedan integrados como LA MIRADA GLOBAL sobre la carta. Luego dedicamos otros tres capitulos a la MIRADA ESPECIFI. CA; es decir, al paulatino acercamiento a los indicadores inclu dos en el mapa natal y que pueden dar lugar a sucesivos niveles de integracién para la conciencia. Comenzamos por el complejo a7 ee + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN + lunar, luego avanzamos con los aspectos y el papel del Sol y con- cluimos con el examen de los factores que operan por detras del plano personal y fomentan mayor contacto con la totalidad que somos, Finalmente, dedicamos el séptimo capitulo ala practica de la interpretacion de dos cartas que ilustran —o esperamos que asi sea— nuestro enfoque. Pero desde ya, dejamos establecido un requisito que nos parece esencial: la presencia fisica del interpretado. Se entiende, por lo que sefialamos antes, que la interaccion es indispensable siqueremos cumplir con el propésito de provocar, de incitar a una mejor comprensién de lo que esta en juego. Y aunque necesaria- mente tenemos que encontrarnos de antemano con la carta, eso no significa nada sin la intervencién de la persona representada, Es mas, pudiera ocurrir que la primera apreciacién y el juicio que nos hacemos de esa persona (en el /aboratorio) no coincida o tenga poco que ver can Io que se evidencia, con lo que surge durante las entrevistas concretas. Y tendremos que modificar la impresion previa, en algunos aspectos, ante el impacto de su presencia. La multitud de estimulos que se ponen en juego mu tuamente hard trizas nuestra evaluacién previa 0 confirmara lo que habiamos sospechado. El procedimiento contrario, mantener a toda costa lo que dibujamos a través del andlisis, s6lo nos conducira a cometer serios errores durante la devolucién. En el arte de interpretar el exquisito entramado de simbolos iados con una carta, en la necesidad de capturar la diversi dad de niveles que alli intervienen, siempre habré que lograr, primero, una valoracién de los factores en juego que nos parezca mas 0 menos objetiva. Después, en la interaccién con el consultante, nos veremos obligados a tomar en cuenta los crite. rios subjetivos que tratan de evaluar esa realidad. Y s6lo ahi, bajo esas condiciones, comenzaré el verdadero proceso de sintesis. asi Primera Parte AMIRADAGLOBAL 19 Capitulo 1 DISPOSICION DE LOS PLANETAS SOBRE LA CARTA MANDALA Y GESTALT Dado que se trata del simbolo de una Totalidad, una carta astrolégica comienza a develar sus secretos cuando nos coloca mos en una perspectiva amplia, desprejuiciada, que nos permita entrar en relacién con lo esencial y, por eso mismo, tratando de no recurrir a la mirada analitica. No, al menos durante una prime: ra instancia. Es claro que nos gustaria trazar senderos que nos llevaran de inmediato a diversas deducciones sobre la naturaleza de una persona y sus circunstancias, pero reflexionar largamente acerca de lo que esa representacién simbélica nos evoca, siem: pre resulta mas provechoso. Mandala y Gestalt son palabras que intentan expresar ade cuadamente el concepto de Totalidad, segin se trate de la vision oriental u occidental, y nos pueden ayudar a comprentier mejor la tarea de interpretacion sobre la base de mapas astrologicos. Co- mencemos, entonces, por observar las coincidencias y las dife rencias entre una mirada y otra. Con la nocién de la Gestalt aplicada sobre todo en el campo de la Psicologia, Occidente advierte la necesidad de tomar con- tacto con la unidad (que es un individuo) a través de la percep- cién, que siempre va mds alla de la reunién de los datos recog- dos por los sentidos. Es decir, hay una forma —el término en espafol que traduce de manera mas aproximada lo que en ale- man significa Gestalt— que puede ser capturada como un conju to, una totalidad implicita, por medio de la percepci6n entrenada; pero que se disuelve en cuanto empieza a operar el pensamiento, + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOOI Y HECTOR STEINERUN * a partir de la funcién analitica. Este notable reconocimiento es el punto de arranque, también el dilema, de la Psicologia de la Gestalt cémo es posible saber del otro por la experiencia inmediata de la percepcion. Si aplicamos esto en relacién con nuestra materia, es eviden- te que, cuando tratamos de aprehender ese todo que Ia carta representa, comienzan a surgir imagenes; por intermedio del sen- tido de la vista se precipitan impresiones que permiten contactos con algo que opera en profundidad. Sin embargo, cuando intervie- ne el pensamiento, todo eso puede disociarse, a menos que man- tengamos la intenoién de no perder esa percepeién primaria, que interroguemos una y otra vez a esa totalidad. En este sentido, el pensamiento debe quedar cuestionado, aun cuando después ten gamos que valemos del razonamiento, para evaluat y transmitir, Pero es evidente que se puede hacer una distincion entre la mira da global, inocente, puramente perceptiva y lo que se manifiesta a partir de a intervencién del pensamiento. En cambio, dentro de ia cultura oriental, el concepto de mandala ya encierra en si mismo, no solo el sentido de totalidad, de uni6n, de integraci6n, sino también de trascendencia, de aque: Ilo que esta por fuera de la conciencia. Se trata del encuentro con lo absoluto y por eso, con lo sagrado. De hecho, el término mandala proviene del sanscrito y significa: Circulo Sagrado. Representa la creacién y lo creado. Puesto que la carta es un circulo y entonces un mandala, se desprende facilmente que no se la puede abordar y descifrar de una sola vez desde la conciencia, sino que su contemplacin pro mueve un constante movimiento de aprehensi6n que roza las fron- tetas de lo incognoscible. Se trata de una apertura, de atravesar una serie de puertas, de un camino que va conduciendo sucesive- mente al misterio. Cuantas puertas se abriran, dependera de la expansion que la conciencia se permita y, en esto, no interviene el pensamiento; mas bien, si el pensamiento se retira por mo- mentos, se haré posible una mayor captaci6n. En Oriente se prac: _ + LAGARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + — tican rituales, ceremonias que permitan el contacto prolongado con el mandala. Cuanto mas meditemos sobre nuestra carta, mas se iluminaran zonas de nuestro ser que permanecian ocultas, hasta Negar a un limite. Es probable que también esa frontera pueda trascenderse, pero eso no dependera de nuestra voluntad, Toda esta reflexion acerca de Gestalt y mandala, nos permite ‘comprender que antes de interpretar una carta deberfamos des- pojarnos de todos Ios criterios habituales (ligados a la légica del pensamiento) e intentar otra cosa, Suspender la mirada técnica y tratar de lograr que de la propia carta, del mandala, surjan las evidencias que hablan del ser que ahi esta representado, Es un ejercicio notable, que requiere de cierto entrenamiento, puesto que el pensamiento estara todo el tiempo tratando de organizar, de descifrar bajo alguna metodologia, de enjuiciar. Tomar concien- cia de lo que en realidad significa, sin hacer juicios previos —sin prejuicios— al menos durante un tiempo, es todo un desafio. Claro, en algin momento, sobrevendra la necesidad de apli- car la discriminacién, deducir el sentido o el significado de cada simbolo. Pero no es necesario suponer que, al intervenir el razo- namiento, toda otra funcién queda imposibilitada, Que jo que re- conocimos desde la pura intuicién desaparecera tras un andlisis mas riguroso. 0 como plantea la psicologia de la Gestalt, que la percepcién del todo se destruira en cuanto tomemos en cuenta cada parte constitutiva. Si esto sucediera (y sucede) es porque le otorgamos mayor crédito al pensamiento, porque confiamos mas en nuestra deducsién que en nuestra percepcién. De algin modo, debe ser posible mantener vigentes las preguntas esenciales ¢qué €s esto?, gde qué se trata? aun cuando intentemos el contacto con las partes. En relaci6n con esto, vate tomar nota de lo que ocurre con las personas fuertemente intuitivas. En ellas, la captacién intuitiva acerca de una situacién cualquiera prevalece durante un tiempo, pero les resulta indispensable (mas tarde) corroborar de todas las maneras posibles que lo intuido tiene validez, 0 desmentirlo, t i ceemeeeee te eee | | |! | | ze | 23 24 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN © éPor qué raz6n no podriamos aplicar el mismo criterio en nuestra tatea? Primero la mirada global, ms 0 menos intuitiva; después la confirmacién ante el analisis formal; por Gitimo, la sintesis er {re una y otra en el momento de la consulta, cuando la percepcién directa vuelve a tener el papel decisivo. No obstante, proceder de este modo tiene sus riesgos, puesto que es el mismo pensamien: to el que cree poder mantener la primera impresion con toda su frescura. Esto es lo mismo que si contemplaramos un paisaje ‘maravilloso por primera vez y luego, cuando nos retiramos, traté ramos de evocarlo. Es evidente que en esa evocacién participaré la memoria, como funcién del pensamiento, y que lo registrado ser una suma de impresiones tratando de recrear de manera incompleta esa experiencia. Necesitariamos volver al contacto directo con el paisaje, dejar que nos impacte otra vez, para recu- perar la nocién de totalidad. Pero si, en un primer paso, queda- mos atraidos s6lo por la fotografia del paisaje y luego decidimos que el paisaje mismo nos embargue, advertiriamos que nuestra evocaci6n de la fotografia tiene s6lo alguna semejanzacon la tea lidad, No es la realidad. Esta es, manifiestamente, la limitaci6n a la que nos enfrenta- mos. Y la practica asidua muestra que la captura intuitiva de la carta, mas la intervencién de procedimientos analitices eficaces sobre la esencia de la persona con la que nos vamos a encontrar, no terminan de ajustarse frente a su presencia reel. Detectamos correctamente algunos rasgos, ciertos factores que operan en las profundidades, pero también nos damos cuenta de que nues- tra mirada fue insuficiente. Esto no significa que debamos renun- ciar a nuestra tarea; mas bien supone que tendremos que mejo- rat, afinar nuestra percepci6n. Pasarla por alto, como si se tratara de un ejercicio imposible, empobrece el andlisi Ope | LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONGIENCIA « DISPERSION Y CONCENTRACION DE PLANETAS Podemos ahora dar otro paso con relacion a esta primera mirada, Si tomamos en cuenta la alternancia entre forma y fondo (una aplicacion mas de la teorfa de la Gestalt), nos resultara sim- ple entrever que el fondo —Ia esencia— envia sefiales de su na- turaleza a partir de la forma en que se manifiesta. De la misma ‘manera en que una persona, al hablar, gesticular, patarse frente a nosotros, nos est comunicando algo que trasciende su discur- ‘80 Sus movimientos; algo que pertenece a su naturaleza profun- da. Y de lo que, quizas, no sea completamente consciente. Res: pecto de la interpretacion de una carta, la forma en la que los planetas se distribuyen dentro de ese circulo, habla bastante de su condicién. Es decir, podemos sospechar que determinadas distribuciones de planetas se corresponden con determinados principios 0 modalidades de expresién frente a la vida. Entramos asi en contacto con la personalidad observada como una estruc tura en la que se pueden reconocer patrones 0 modelos. Apenas divisamos la superficie y esta ya nos invita a zambullirnos dentro de su complejidad. Por las formas que adoptan los planetas al ubicarse dentro de la carta, es posible establecer dos grandes categorias: distr bucién homogénea y distribucién por grupos. Y en una primera aproximaci6n, hasta conviene ignorar la existencia de toda divi sién interna (casas, hemisferios, cuadrantes). Lo que hace evi dente una cierta organizacién planetaria, no solo por su ubicacién sino también por sus aspectos. De inmediato, la conciencia regis: tra formas y se generan imagenes. Un observador desprejuiciado, sin ningin conocimiento del simbolismo astrolégico, lo descubri- ria mas facilmente: hay una red, un entramado, del que emanan siluetas. Es posible jugar con esa percepci6n libre, por un tiempo, “Se parece a...”, "me recuerda tal cosa”, son traducciones aproxi- madas que, sin embargo, pueden aludir notablemente al tipo, a la calidad de la persona representada. EI Unico requisito es colo- + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODL Y HECTOR STEINGRUN + car s6lo los planetas y sus aspectos (los llamados tradicional- mente mayores y menores) sobre la carta, eludiendo el eje nodal y otros factores secundarios. Por supuesto, si el que observa tiene mas desarrollada la intuicion, as dedusciones seran mas ticas. Es el equivalente mas ligero de Ja meditacién sobre simbolos. a) La primera categoria, distribucién homogénea, se genera cuando todos los planetas se reparten de tal manera como para abarcar la mayor parte del espacio circular; esto es, se colocan a distancias mas 0 menos equivelentes. A partir de esta condicién extrema, pueden reconocerse organizaciones sucesivas que per. mitan la formacién de grupos 0 de focalizaciones (uno o varios focos; todos apifiados menos uno o dos, etc.), llegando al otro extremo: todos los planetas reunidos en un sector de la carta, zCOmo interpretar esto? Asumiendo el concepto basico de que los planetas representan las energias canstituyentes de la perso- nalidad, pero también del entomo con el que interacttia —y, por 30, con una dinamica especifica— resulta adecuado concluir que cuanto mas esparcidos se hallen sobre la carta, mayor factlidad tendra la persona para adecuarse a las distintas areas de la vida. Desde el punto de vista de la conciencia, la distribucién “sal picada” permite una capacidad, una destreza para tratar con dis: tintos asuntos sin quedar absorbida por determinado tema o con: dicion, mas allé de un tiempo. Hay algo de liviandad, de frescura. La conciencia se siente a gusto con lo variable, con la indagacion en todas las areas con las cuales va tomando contacto. Se puede observar, en la practica, que estas personas estén cémodas en los diversos ambitos de la vida, con diferentes niveles de profundizacién. Pueden dar la impresi6n de que nada les es aje- no, de que quieren indagarlo todo (aunque, por supuesto, tam: bién tengan miedos y rechazos). Es caracteristica cierta actitud de disponibilidad frente a lo que la vida proponga. Tomemos un ejemplo extraido de nuestros archivos (ver pag na 28) Esta persona se desoribe a si misma como alguien que se + LA CARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA «| sabre a todo, con gusto por la vida, pollfacético”. "Soy muy sus- ceptible, Ia vida viene hacia mi. Me cuesta comandarla”. Estas palabras son suficientes para ilustrar su situacién global, Pero se puede agregar que ha abrazado disciplinas tan dispares como programacion y anélisis de sistemas en computacién, la practica de la escultura y el desarrollo del espiritu dentro de una orden iniciatica. Es interesante observar que {a distribucién homogénea de Jos planetas es la menos frecuente de todas las configuraciones. Un patrén que aparece muy de tanto en tanto, puesto que no deberfan existir conjunciones. b) Pero, cuanto més nos alejamos del modelo perfecto, mas hos encontramos con niicleos de dos 0 mas planetas, distribui- dos de ciertas maneras, generando mayor atencién de parte de laconciencia. En efecto, una conjuncién simple yaes un punto de atraccion, un émbito obligatorio y recurrente que varia en intensi- dad segin la calidad de los planetas involucrados. Con mas ra- z6n, cuando abundan las conjunciones o se trata de agrupacio- nes de mas de dos planetas. Los temas con los que se asocian se vuelven hipndticos, fascinantes para la conciencia, no porque la persona desee investigarlos verdaderamente, sino porque se Je imponen. Esta obligatoriedad va mas alld de lo compleja 0 sim, ple que resulte la relacién de fuerzas; se trata, mas bien, de un problema de masa, del peso relativo que tiene para la conciencia determinada agrupacion No hay que olvidar que la conjuncién, en si misma, tiende a combinar determinados elementos y funciones que provocan con. fusion, dificultad para reflexionar sobre los asuntos que estan en Juego, pero también, y en buena medida, propuestas para la ac- clon. Con mas raz6n, la confusién puede convertirse en conflicto si los planetas reunidos son tres 0 mas, 0 si dos grupos se en- cuentran en posiciones antagonicas. Para nuestro propésito, bas- ta admitir que la conciencia estara fuer temente adherida a esos 26 | 27 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOD! Y HECTOR STEINGRUN + ncleos y, por lo tanto, a esas tematicas (por calidad y posiciona- miento), Tales asuntos se volverén recurrentes, se presentaran a lo largo de la vida de maneras repetidas y crearan una incdgnita: gcual serd la actitud hacia los otros aspectos de la vida? En la practica hay opciones: o bien, paulatinamente, trato de sustraer- me de lo conocido para indagar lo desconocido, o bien “no entra donde no me llaman”. Pareciera, entonces, que esa concentracién de planetas pue- de asociarse con la necesidad de concentracién de la conciencia y que alli esta impiicito el destino, en el sentido de intencién, de basqueda. De Ja misma manera, frente al reparto mas o menos sasa600" ceoventre wot Tropical Topacentie eee + LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENGIA © homogéneo le planetas, aparece la necesicad de dispersion de fa conciencia, como si alli operara una dinamica centrifuga. De ninguna forma estamos insinuando con esto un juicio de valor; estamos admitiendo que el mayor o menor énfasis aportado por la distribuci6n de los planetas sobre la carta, se corresponde con movimientos de la psique y, por eso, de la conducta. A veces, con obligada participacién en algunos focos; a veces, con suficiente discrecionalidad como para entrar 0 no en los asuntos que se van proponiendo. Pero es cierto que en esta categoria, como en to- das las dems que puedan establecerse, la conciencia se va ajus- tando a una determinada modalided que esta implicita. HEMISFERIOS Es el momento de introducir una condicion mas, dentro de esta mirada global. Si tomamos nota de la distribucién planetaria dentro de los espacios delimitados por el eje del horizonte 0 por el eje del meridiano (por separado, sin reunirlos en una cruz), podemos hacer otras deducciones. Con mucha frecuencia, los planetas se aglutinan centro de un hemisferio o se reparten de manera desigual entre uno y otro. Consideremos los casos mas representativos: a) todos dentro de un hemisferio, dejando al otro vacio; b) uno o dos planetas solos en un hemisferio y el resto en el otro. a) Si todos los planetas se encuentran ubicados dentro de un hemisferio —y por el momento no importa en cudl—, la concien- cia queda fuertemente sujeta @ los 4mbitos que correspondan a ese hemisferio; digamos que se nutre desde el principio con las experiencias que estas areas promuevan. Pero ademas, los asun- tos asociados con el hemisferio vacio (como to advirtieron Mare E, Jones y Dane Rudhyar) ejercen un atractivo gradual hasta que 'a persona se vea en la necesidad de explorar esos tertitorios. lo largo de la vida, 1o conocido, fo que corresponde a las areas 29 ‘+ IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINERUN © 30 ocupadas es aquello que me retiene, en un sentido claramente dependiente; lo desconocido, lo que esta detrés del muro (el eje que divide la carta) va ejerciendo en mi el atractivo y 1a incomodi- dad que todo lo misterioso tiene. De modo que el énfasis sobre Uno u otto hemisferio se va nivelando hasta un punto, raramente de manera uniforme. Las personas que nacen con esta dispost cién, se expresan de maneras muy evidentes para quienes los observan, aunque no siempre lo reconozcan para simismas. Vea- mos un ejemplo notable para estos tiempos (pagina siguiente). En la carta de George W. Bush, el énfasis sobre el hemisferio oriental 0 hemisferio del Ascendente, de por si describe a una personalidad sumamente autocentrada, capaz de asumir la ac: cién por si misma, de liderar si hace falta, de tener control sobre e| modelo de vida al que aspira; pero también de quedar facilmen- te atada a situaciones que ella misma cred. Por supuesto, los otros factores ahaden riqueza a esta primera impresion. Y debe- riamos preguntamos en qué medida los asuntos del hemisferio del Descendente, las relaciones con los otros, han planteado in- terrogantes y problematicas que estan contribuyendo @ modular Su patron expresivo. Ya podemos inferir cusles seran las caracteristicas que se desprenden de los otros tres modelos de esta categoria. Cuando los planetas se ubican dentro del hemisferio det Descendente, os encontraremos con una persona que depende fuertemente de los otros, tanto en un sentido peyorativo como a través de la interacci6n. Por esto, parece tener menos contral sobre el modo de vida al que adheriria, ya que queda sujeta a los movimientos que proponen quienes la rodean. Su tiempo y su cultura influyen en su desemperio de modo més notable que en otras personas. Aqui también es de esperar un progresivo acercamiento al reino de lo personal, quizés sobredimensionando necesidades que no han sido cubiertas por los demas, Siel hemisferio ocupado es el que contiene al Medio Cielo, ta (a ___ + LA GARTA NATAL COMO GLIA EN EL DESARROLLO DE LA CONGIENCIA + personalidad estaré sumamente voloada a los asuntos de caréc- ter objetivo. Las actividades de interés social y, sobre todo, las de George, Bus Newtaven, CT B20 Serco ateor Sonera ora" Seco oe Geocentrie Go “opie! Tonsoni indole profesional, aquellas en las que se decide o se construye el destino de una sociedad, se vuelven perentorias. Hay sed de futuro. No es obligatorio que esto genere notoriedad 0 que esta persona aspire a destacarse desde el punto de vista individual Lo que interesa es que la labor que esta desarrollando permita clerta evolucién en el marco socio-cultural donde se inserta. Se encuentra cémoda alli, pero el descuido sobre los asuntos fami- liares y de orden puramente doméstico terminara por crear dificuk | 32 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI ¥ HECTOR STEINBRUN « tades, petmitiendo una paulatina inclusion en el elno de lo subje- tivo. Por dltimo, cuando el hemisferio que alberga todos los plane- tas es el que contiene al Fondo de Cielo, estaremos en presencia de una persona para quien los temas basicos de su vida estan circunscriptos a lo personal, a como se relaciona con los suyos, a como colabora para que su matriz se mantenga sdlida. El pasado ejerce su dominio. Este tipo de individuo rehuye el contacto social abierto, Prefiere la intimidad y, @ veces, disfruta de la soledad Por supuesto, con el tiempo se van promoviendo crisis que ponen al descubierto cierta necesidad por el desatio profesional 0 por todo aquello que esta mas all del circuito habitual Todas estas notas 0 rasgos de personalidad no pueden, no deben tomarse sino como puramente descriptivas de una tenden: cia general. Como una primera hipotesis que necesita ser confir mada con posterioridac! b) Veamos ahora el segundo caso de distribucién planetaria uno 0 dos planetas en un hemisferio y los restantes en el opuesto, Aqul nes encontramos con una situaci6n diferente. Si antes, el hemisferio vacio ejercia |a atraccion y la repulsa de lo descono: cido, fuese lo que fuera lo que representara, ahora, el planeta solitario (0 los dos que se encuentran lejos del conjunto) se vuel ve un foco de enorme poder sobre la conciencia, Tanto, como para dar una tonalidad especifica, una cierta manera de expresar- se en la vida, que se corresponde con la naturaleza del o los Yes muy posible que nos encontremos con cartas donde estas caracte Fisticas quedan stenuadas © desvirtuadas, Esto ocurred st los planetas estan ausentes de las casas angulates (1, 42, 7? y 10%), pero cubren otras areas del hhemisferlo en cuestién; o cuando en esas casas hay planetas cuya naturateza 8s contradictoria. Por ejemplo, Neptuno en 4 casa, con todos los planetas so: bre ol hemisferio oriental « LAGARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA « planetas en cuestion. Estos planctas parecen colocarse, por de recho propio, en el centro de la escena, Sus energias se difunden sobre el resto de la carta, mas alld del espacio en donde se asien: ten’. Pero no son, en absoluto, los que determinan la direccién que va a tomar la vida, ni los que propician el grueso de las expe: riencias que han de tener lugar. Mas bien otorgan una nota distin- tiva, algo que los demas advierten en el trato, en el modo en que se presenta la persona. Desde la mirada global del astrologo Hla- man la atencion; en lo interno, para la conciencia del individuo, condicionan hasta cierto punto la conducta, Por Supuesto, fundamentar la interpretaci6n en esta disposi clon planetaria puede parecer ingenuo y hasta forzado. Ignorarla, no tomar en cuenta esta significativa impronta, este sello distinti vo, carece de sentido. Es cierto que vale la pena reforzar esta primera impresién desde otras perspectivas, sobre todo, basa das en el anélisis posterior. Pero es indudable que los planetas solitarios plantean un intercambio de energias muy especial. Como para ilustrar esto, imaginemos que el planeta solitario es Saturno. Entonces podemos inferir, con algGn derecho, que la persona que nacié con esa configuracién tenderé a comportarse como si su naturaleza fuera expresamente saturnina: se mostra 14 asociada con el orden, con la necesidad de adoptar pautas estables para la vida, mas paciente que apresurada; pero tam- bien temerosa de exhibir sus falencias ante los demas, algo fre nada, reservada, descontiada, protegida con armaduras. Esta modalidad caracteristica podra expresarse con matices, depen diendo de la condicion de los demas planetas, pero es evidente para el observador. Si el planeta que est solo en un hemisferio fuera la Luna, Podriamos sospechar que se trata de un individuo que prioriza la + Loidea! sei que estos planctas se caren abuona datanca dl eto, eunqu emplin se tan sus tetas so porque een de or la dl met [= 34 ‘+ IDELBA J, GONZALEZ, ALE JANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN + necesidad de reparo, de proteccién, usualmente asociados con la familia y el hogar; pero que también, dada su naturaleza mater: nal, €s capaz de nutrir a los demas, procurando su desarrollo. Enel caso de la persona del ejemplo siguiente —extraido de nuestros archivos— es posible advertir perfectamente estas cua- lidades: se trata de un empresario que logrd desemperios signifi cativos en el mundo de sus negocios, pero que traté por todos los medios de mantener su hogar, su casa, en las mejores condicio- nes como para albergar a los suyos (la familia grande), y con las puertas abiertas para recibir a los amigos; aqui, la dependencia con él pasado, la ralz, el suelo natal, también es un rasgo notorio, al punto que prefiere no viajar al exterior sino es por motivos realmente valederos. Eso no le impidié atravesar situaciones de crisis que, por ejemplo, determinaron la ruptura de su primer matrimonio. Sin embargo, se las arreglé como para convocar a Sus hijos a un nuevo hogar, construide con toda dedicacién. Claro que el “nido” es también su propio refugio y que se siente emocionalmente devastado si lo pierde En este caso, la distribucién planetaria conforma un modelo especifico: “el barrilete", en donde el planeta solitario se coloca perpendicular (casi a 90%) al resto; ademds se trata de la Luna que est ubicada en su casa natural, la 4#. Con lo que se suman tres condiciones para enfatizar ain mas la naturaleza "lunar" Laimagen del modelo barrilete (o mejor, globo) sugiere, preci- samente, que los planetas ubicados en el hemisferio del Medio Cielo pueden ascender hasta un cierto punto, pues estan contro- lados por el planeta solitario que permite un aflojamiento o tironea, seg6n las circunstancias. Vale afiadir que cuando se trata de dos planetas mas 0 me- Nos prOximos, dentro de un mismo hemisferio, se puede deducir que la naturaleza de esa persona estara matizada primariamente por los rasgos combinados de las dos energias. Si estas son afines entre si, el efecto es similar al de un solo planeta; si no to son, se tratara de una situaci6n que genera tensién y oscilacio- LA CARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA » nes, dado que las riendas pasan de un planeta a otro, segun las fircunstancias y 10S momentos de la vida, fs claro que podemos hablar de otros modelos (taza, balde, reloj de arena, cuia, etc,), de patrones que surgen de la disposi tion planetaria, pero esto nos remite a una diversidad, a una com- plelidad, que nos desvia de nuestro proposito. Y, por otra parte, si pudieramos acreditarlos como significativos, pronto volveriamos ‘a encontramnos con el viejo interrogante: gtodos estos modelos nos conducen por igual a descubrir notas de caracter o a determi nar conductas?, 40 estamos haciendo deducciones sobre la base ge una cierta logica que deseariamos se manifestaran en a prac: tica? 20,1097 trans ARG {snc a ADT ZONE 03:00 teawaren Sasa" CGeocontte Tropical + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI ¥ HECTOR STEINBRUN En todo caso, tratemos de presumir que estas figuras son capaces de sugerirnos algunas pautas, pero entendiendo que los demas elementos deberian confirmar esa tendencla, Quienes de- seen investigar sobre el asunto tienen bibliografia a su disposi: clon § CUADRANTES Cuarto | Tercero ASC bese Primero | Segundo Fc Ya hemos hablado de los hemisferios y su simbolismo cuan do estan ocupados por la mayoria de los planetas, pero si super- Ponemos los ejes de horizonte y meridiano que los dividen, obten: dremos cuatro cuadrantes. Como interpretar cada uno de estos cuadrantes cuando cinco o mas planetas se encuentran en ellos? Pawmer CUuADRANTE El tono que predomina en este cuadrante es el impulso a ta satisfacci6n de necesidades que resultan basicas para el indivi- duo. Una persona con muchos planetas aqui obra como si el mun: do debiera adaptarse alo que le resulta vital, sin que esto supon. > ROBERT JANSKY, Planetary Pattoms, 1974 Ed. AstroAnalytics: DANIEL DANCOURT, Astrologia Gestalt, 1985 Ed, Barath, 36 _e LA GARTA NATAL COMO GUIA EN FL DESARROLLO DE LA CONCIENGIA © ga egofsmo 0 anhelo de ser favorecico por otros. La accion resul tanatural, no premeditada, visceral y en muchos casos apremian- te. No hay duda ni espacio para negociaciones. No podriamos hablar de personalidad decidida, sino impelida por una fuerza o- nica, por el impulso activo que busca satisfaccién. También es posible que intente transmitir a los demas, 1a conviccién de lo que cree que es. Pero siempre se mostrara per severante y contundente en su intencién de que lo propio tenga espacio en el mundo. Sequnoo CUADRANTE Cuando hay muchos planetas en este cuadrante, la nota des tacada es el anhelo de definir una identidad y expresarla, porque el individuo necesita ser reconocido y también, hallar seguridad en la vida vincular. Puede existir alguna friccién debido a los condicionamientos y a su deseo de discriminarse del medio fami- liar, pero también mayor vulnerabilidad. Las personas con énfasis en el segundo cuadrante se sien- ten comprometidas a definir su funcién en el mundo de relacion. Quieren sentirse seguras en la expresién de su personalidad y dispuestas a desarrollar a fondo sus vinculos, aunque no sien pre comprendan las motivaciones o necesidades de los otros. Tercer CuaDeanre Aqui la clave es la necesidad de relacionarse con otros en el mundo social, asumiendo la conflictividad que eso supone. La conciencia de los otros como diferentes y, al mismo tiempo, como seres indispensables para e! propio crecimiento, conduce a la persona con muchos planetas en el tercer cuadrante a mantener Vinculos de todo tipo, tanto en el territorio de la intimidad como en alguna causa social. Pero el terreno de las relaciones puede convertirse en un campo de batalla, si persiste la nocion de separatividad, el deseo de preservar a toda costa lo individual | | | — - + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINRRUN + — A largo plazo, las necesidades colectivas tienen mayor impor- tancia que las personales o el bienestar del vinculo es mas signi- ficativo que el bienestar estrictamente personal. Las verdaderas motivaciones, para quienes tienen cartas con énfasis en este cuadrante, surgen del crecimiento o la dificultad para desarroltar a fondo tales relaciones. Cuanro Cuapeanre Lo mas significativo, para los individuos con muchos planetas en este cuadrante, es el compromiso con la comunidad, a través de algin cargo pablico o cumpliendo una funcién de ser viclo. Puc: don percibir que la vida personal, cotidiana, los propésitos y acti- vidades del ser humano comin son insuficientes o insatisfacto- rias. Anholan trascender ese estadio y dedicarse a construir una Sociedad mejor. Pero, en ocasiones, el empefio yel esfuerz0 pues- tos en juego, terminan por crear una dificultad en relacién con la sociedad a la que sirven, puesto que pueden tratar de imponer Sus convicciones creyendo que son legitimas. A la inversa, las personas con énfasis en el cuarto cuadrante, pueden volverse notablemente impersonales y percibir las necesidades de la co- munidad como si fueran propias, colaborando con entereza y te- én en la causa de todos CONFIGURACIONES Todavia desde esta mirada preliminar a la carta, podemos ‘adentrarnos en un territorio conexo. Es el que se desprende de la articulacion entre los propios planetas, a través de algunos as- bectos que suelen tener gravitacidn. Estamos refiriéndonos a las configuraciones planetarias. Este ejercicio de aproximacion consiste en reconocer algunas figuras que se destacan (0 parecen destacarse) en el cielo natal, |: LAGARTA NATAL COMO GUIA EN EL OESARROLLO DE LA CONCIENCIA © — al trazar los aspectos clasicamente reconocidos como de mayor impacto. En realidad, distinguiremos juegos de aspectos que per- tenecen a una misma familia 0 arménica. De una manera similar ala préctica de los navegantes de la antigliedad, podemos guiar- nos por estas constelaciones y procurar extraer algunas eviden- cias que obran como notas distintivas en la persona representa: da, Por supuesto, tratando de no forzar ninguna conclusion; mas bien, dejando que la mirada se pose sobre ellas para guardar un posible registro de la situacién. Los juicios sobre el verdadero sentido de esas configuraciones vendran en una etapa posterior. Seguramente, surgirdn numerosas figuras que pueden llamar nuestra atenci6n: pero nos resultara practico Seleccionar sélo al. ‘gunas: las que sean capaces de aportar mayor riqueza a la inter pretacién, Nuestra preferencia, a través de los afios, recae en las cinco mas basicas: el stellium, la gran cuadratuta, el gran trigono, la cuadratura en Ty el yod De la misma manera que con los aspectos entre dos plane tas, aqui se van a plantear dudas acerca de la verdadera naturale- zay los alcances de esa relacion. Cuanto mas planetas interven- gan en la configuracién, mayor sera la incertidumbre. Nunca de beriamos olvidar que estamos subrayando algunos aspectos ¢ ignorando otros, que también aportan alguna tonalidad. Por lo tanto, !o mejor es admitir, a priori, que determinados planetas que establecen lazos con otros, segtin la configuracién de que se trate, adquieren algin realce; 0 que et intercambio de energias evidenciado por tal constelacién, deja al descubierto una impronta que puede ayudarnos a descifrar algo mas. Y que los significados atribuidos a las clasicas configuraciones serdn validos como hi- potesis de trabajo. No mucho mas; hasta tanto nos sea posible indagar en el complejo entramado de energias representado por la carta. Veamos eso. Un stellium es un conjunto de tres o mas planetas asociados entre si por conjunciones y, en consecuencia, a no mas de 42 Bfados de distancia uno del otro, Pueden encontrarse dentro de 39 40 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN * una casa u ocupar mas de una, pero nos interesa el abigarramiento, el peso que adquieren por aglutinacion. Ya dijimos que, por si ‘misma, esta situacion genera malestar en la conciencia, porque hay poca posibllidad de diferenciacién. Mas bien, la tendencia es ‘a actuar de modos algo compulsivos, dependiendo de los plano- tas asociados. Y, precisamente, la mejor manera de reconocer lo que esté en juego, dependera de como sean asimiladas las ener- jas afines en relacién con las que estan en pugna, dada su natu- raleza. Pero hay otra jerarquizacién a tener en cuenta: planetas personales versus planetas transpersonales*. Es evidente que los personales quedaran siempre tefidos por la cualidad de los transpersonales y que serén estos los encargados de promover la movilizacion de la conciencia. En todo caso, cuando sea posi ble analizar el stetlium, conviene proceder asociando los planetas por pares, no slo porque se encuentran mas proximos entre si, sino también respetando tales jerarquias. Supongamos que se trata de un stellium en donde intervienen Sol, Marte, Mercurio, Urano y Jupiter, en ese orden. En este caso, Urano domina a los demas planetas, pero podriamos comenzar por el par Urano: Japiter, después considerar el par Urano-Mercurio y luego Urano- Marte, Urano-Sol, MarteMercurio y Marte-Sol. Por Ultimo, los asuntos de las casas que estén involucradas, nos brindaran la informacion complementaria. La gran cuadratura, propone una situacin por completo dis- tinta. Aqui se trata de la tension provocada por cuatro cuadraturas ligadas entre si, a través de dos oposiciones. Una configuracion a primera vista poderosa, que llama la atencion porque ocupa todo el espacio circular. (Si se tratara de una proyeccién en tres dimen * Podemes adhetir ai criterio que utllzé Dane Rudhyar en toda su obra Japiter y Saturno son planetas sociales; Urano, Neptuno y Plutén son transpersonales. Los restantes son los personales ® Ver en el capitulo quinto, una répida referencia a las asociaciones entie dos planetas « LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + siones, el énfasis cambiaria, pues estariamos considerando no solo 1a longitud, sino también otras coordenadas). Es decir, la notable conflictividad que sugieren las cuadraturas deja poco es- pacio para la complementariedad, siempre posible en las oposi- ciones. Por eso, de una persona nacida con esta configuracion, puede esperarse una actitud mas bien armada, a la defensiva, pero también con la obstinacién de quien quiere lograr lo que se propone. Su temperamento, lo que muestra a los demas, no per- mite sospechar las batallas interiores, quebraduras, capitulacio nes y rearmes. Sobresale la solidez, no la turbacién. Siempre estaré poniéndose a prueba, decidido a resistir. El gran trigono 0 |a unién de trigonos entre si formando uno equilatero, es la configuracién que podifa ubicarse en la antipoda de la anterior. Aqui, los trigonos aportan una dosis alta de pasivi dad, pero también otorgan tranqullidad suficiente como para en- frentar otfos desafios con la perspectiva necesaria. Representan una red, una malla de contencién. La persona puede recostarse en ella y descansar, 0 sentirse con suficiente reserva y reparo interior como para esperar que la vida plantee nuevas problemati- cas y sepa resolverlas. Hay algo de optimismo en esta postura Con referencia a la Cuadratura en T y al Yod, volvemos a encontrarnos con planetas que asumen algtin protagonismo, que se destacan por su particular posicionamiento. En el primer caso, por ser el foco hacia el cual se dirigen las energias de una oposi- cidn, a través de dos cuadraturas; en el otro, por corwertirse en el vertice hacia el cual se derivan las cualidades de dos planetas en sextil, por inter medio de dos quincuncios. Por su disposiciGn, pa: recen dos puntas de flecha y quizés por eso, queden enclavadas en la conciencia. La Cuadratura en T ha recibido mucha atencién por parte de los astrologos modernos y probablemente, mas trascendencia de la que merece. Se pueden hacer fértiles deducciones sobre el juego de energias en tensién y proponer diversas interpretacio- nes acerca del planeta focal. De hecho, conviene no perderlo de at + IDELBA J, GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN + vista, puesto que recibe un énfasis especial al encontrarse en el punto medio entre los otros dos. Es decir, tendré mas peso cuan- to mas cerca se halle del grado exacto que corresponde al punto medio. Pero no tiene sentido interpretar esta configuracién como si todos los demas factores de la carta estuvieran subordinados aella. Especialmente cuando hay mas de una Cuadratura en To cuando son dos (o mas) los planetas que estan en el foco. Es claro que habria que atender las posiciones por signo, casa, elemento y cuatidad de tos planetas que forman parte de esta constelacion. Pero excederia largamente nuestro propésito’. Nos parece mas adecuado ilustrar, con el ejemplo de una perso- na notable, el sentido que podemos otorgarle a una Cuadratura ent. La carta de Margaret Thatcher no puede ser mas explicita. La ‘oposicién partil entre Jupiter y Plutén desemboca en el punto medio exacto entre Marte y el Sol. Es decir, coloca a estos planetas en ‘conjuncién en una posicién relevante. Mecitar sobre esta cerrada alianza conduce a caracterizar, de por si, @ una persona vigorosa, decidida, con capacidad de liderazyo. Por supuesto, con los excesos propios de Marte: irascibilidad, impulso, conducta explosiva; pero también, arrojo, valentia. Las siempre notables deducciones de Ebertin’ para combina- ciones de energias planetarias son descriptivas de esta situa: clon. Para la triada de JGpiterSo-Plutn, Ebertin propone esta sintesis: uso exitoso de extraordinarios poderes fisicos 0 menta- les. Para la de Jopiter Marte Pluton: talento para la organizacion; habiliad para inspirar a otros con entusiasmo; deseo de lograr grandes cosas. © Estudios dotaliados de la T cuadrada pueden leerse en TRACY MARKS, Aspectos Pionetarios, 1994, Ed. Urano y BILL TIERNEY, Dindmica y Andiisis| de los Aspectos, 1990, Ediciones Mercurio. " REINHOLD EBERTIN, The Combination of Stellar influences, 1993, Ed. AFAN, Inc = LAGARTA NATAL COMO GUIA EN FL DESARROLLO DE LA CONGIENGIA e sao Ter Sios See ‘s : Sines oy ID 26g Sona Bier" Sar 3 Vase Geocenii m ‘wont Topocentie Claro que esta situacién dinamica y de mucha intensidad que- da muy modulada por la posicién de Saturno sobre el Ascenden- te, lo que probablemente le valié et famoso apodo de “Dama de Hierro”. Su actuaci6n piblica de once afios al frente del gobierno briténico es por todos conocida, pero quizas tenga sentido agre- gar alguna referencia de un periodista que traz6 su biografia: *...fue una muestra de dignidad y de coraje. Una persona que supo Iu- char por lo que quiso. Que tuvo suficientes pantalones para en- frentarse a las mas diversas y conflictivas circunstancias... Nadie | 44 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOOI ¥ HECTOR STEINERUN © habia, delante de ella, que se ie entrentase... La ex primera mi- nistro era toda una sefiora que sabia cémo gobernar. No solo fue quiténdose enemigos, sino que también, supe ganarse adeptos. supo convencer y manejar 0 llamar al orden’ (Federico Ortiz More- 10). Pero en esta misma carta se presenta la otra configuracién que nos falta describir: el Yod, llamado con cierto efectisme el dedo del destino o de Dios. Su naturaleza depende de los quincuncios, que van a generar sentimiento de inmutabilidad, de que no es posible para la conciencia resolver los asuntos en jue- go, hasta que se produce la movilizacion, usualmente a través del planeta focal. En Margaret Thatcher, este planeta es Urano, en- ‘cargado de promover una crisis que haga visible la relacién por xtll entre Mercurio y Neptuno’. Podemos sospechar, entonces, que la notoria influencia de los mundos sutiles a través de la percepoién ha quedado limitada © bloqueada por el pensamiento lgico (aunque acte por via emo- cional) y que solamente a partir de experiencias de ruptura, de ordenamientos que se alteran imprevistamente, la conciencia de- tectara y confiard mas en lo intangible, en el reino de la intuicién © bien, quedara paralizada y rechazaré mas aun todo lo que se aparte de la razén y la voluntad. También es probable que los disturbios se planteen en el sistema nervioso, dado que los quincuncios tienen alguna retacién con las enfermedades. Es claro, toda esta disquisicion deberia formar parte de una elaboracién posterior. En una apreciacién inmediata sélo hard fal- ta tomar nota de la naturaleza del planeta focal y sus vinculos con los otros dos que forman la configuracién, Por ditimo, como también sucede en esta carta, nos convie- El Yod se hace con los quincuncios de Urano a Mercurio y de Urano a Neptuno. Aqui debemos manejarnes con orbes muy alustados y, por eso, no tomamos en cuenta al Sol y ala Luna, que estén en conjuncién justamente con Mercurfo y con Neptuno, « LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONGIENCIA + ne observar la presencia de planetas cerca de los angulos (MC, Fo, ASC, DESC). Observemos la presencia de Satumno sobre el Ascendente y de 1a conjuncién Luna'Neptuno muy proxima al MC. La tradicion y la experiencia avalan la importancia que estos pla netas pueden tener para la interpretacidn. Son notas de mucho caracter, ya que acttian como puntos de concentracién de la ener: gga. Lomismo vale pata los planetas ubicados en las casas angu- lares (1°,48,72 y 10%). LAS REGENCIAS Alo largo de la historia de la Astrologia, este tema ha mereci do gran atenci6n y suscitado controversias, pero es una de las claves interpretativas. Desde un punto de vista practice podria: mos asumir que un planeta en una casa adquiere el rango del rey; esto es, tiene pleno dominio sobre ese tertitorio. Pero a la vez, influye on modo considerable sobre tas areas que rige, sobre todo cuando no hay otros planetas ail, de acuerdo con el signa de su caspide. Si Neptuno se encuentra presente en 5* casa, en este ambito ejerceré toda su influencia; ademas, tendraé poder sobre la casa cuya clispide sea Piscis, especialmente si esa casa esta vacla. El concepto de regencia deriva del juego de jerarquias aso- ‘adas con la autoridad, que atin se conservan en las monarquias Et regente era quien gobernaba temporariamente un Estado, has- ta que su jefe legitimo (el rey 0 reina) estuviera en condiciones de hacerlo o alcanzara la mayorfa de edad. También se utiliza ese término para aludir a la persona a quien se detega poder: procede en el nombre de otro. Pero en Astrologia, los regentts actian de maneras contundentes y se llevan a la casa vacia al o a los plane- tas que se encuentren en aspecto duro® y muy cerrado con ellos, * Estamos refiriéndonos a la cuadratura, la oposicion, ef quincuncio, ta semicuadratura y la sesquicuadratura. Con mas razén si se trata de una conjun. 45 46 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI ¥ HECTOR STEINBRU En el ejemplo anterior, si Neptuno esta en cuadratura estrecha con Satumo, se podré deducir con propiedad que la casa con cispide en Piscis esta gobemada por Neptuno y también por Saturno, con todas las consecuencias que eso implica. Obvia: mente, la preferencia la tienen los planetas que hagan aspecto partil © con el menor orbe posible Eluso de las regencias y corregencias, utilizado con mesura y propiedad, permite descubrir una articulacion sutil entre planetas y casas yes capaz de develar con bastante profundidad el enigma de las casas vacias. Pero vale una aclaracién: las casas ocupe: das también tienen su regente, solo que este se subordina ante la presencia de quienes verdaderamente ejercen poder. La excepcién aparece cuando los planetas transpersonales 0 Saturno y Jupiter rigen una casa o el signo en el que se encuen tran planetas personales; como la influencia que aquellos ejercen es preponderante, el o los planetas personales en esas cinco casas actuarén como gobernantes supeditados a la energla del signo al que pertenecen. Si Venus se encuentra en 7 casa cuya clispide es Acuatio, pero bajo el signo de Piscis, naturalmente la conciencia de esa persona percibiré la tonalidad que emana de Urano y Neptuno, sin dejar de abogar por el mejor de los vinculos, pese a todo. Un caso especial, por su preponderancia, es el del regente del Ascendente. Dada la importancia que tiene este punto (como veremos en los capitulos segundo, cuarto y sexto), el planeta que lo tige y la casa en donde se encuentra son los encargados de brindarnos indicaciones acerca del tipo de experiencias por las que la persona deberd atravesar para ir descifrando todo lo que le concierne como Yo encarnado (como individuo) y como espirante a trascender esa condicion, a través de la relacién con los de mas. En un ejemplo, si el signo Ascendente es Capricomio y Saturno esté ubicado en 4? casa, el area del hogar, la familia, los origenes, se volverd superlativa a to largo de la vida de esa perso na, Todo su desarrollo individual dependeré de las condiciones de 4 LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONGIENCIA + —. ese ambiente y esta informacidn la aportaran la naturaleza de Saturno, fos aspectos que tenga y la presencia de otros planetas {silos hay) en esa casa. La manera de establecer vinculos con los miembros de la familia de origen, podra modificarse 0 no en sus relaciones posteriores, pero la impronta saturnina se volvera mas notable con el paso de tos anos, generando una personalidad que tiende a la eficlencia responsable en el Ambito practico, mante- niendo austeridad en sus demostraciones afectivas. Quizas vaiga considerar, de la misma manera, al regente del Medio Cielo, para los asuntos vinculados al desemperio social y al menos atisbar la situacion de los regentes del Descendente y del Fondo de Cielo, porque son puntos complementarios del As. cendente y del Medio Cielo, respectivamente. Pero es indudable que la préctica ha privilegiado la posicion del Ascendente. Capitulo 2 LAS CRUCES COMO FUNDAMENTO DE LA ESTRUCTURA EL MISTERIO DE LA CRUZ Cuando meditamos sobre nuestro mapa, asumiendo su com plejo simbolismo, estamos intentando algo mas que indagar so bre nuestro “cielo natal” . En realidad, de maneras deliberadas 0 no, procuramos devolvernos a nuestro verdadero origen, recono cernos como totalidad dentro de la Totalidad, sustraemos a la ilusién tan persistente de separatividad, de aislamiento. La Astro logia es una disciplina de extraordinario valor, precisamente por que nos incita a recordar que ese cielo que contemplamos es, también, el cielo que nos alberga; a pesar de que, por momentos, se nos antoje desconocido y distante. Aunque la mirada sélo pue- da ser antropocéntrica (0 geocéntrica), el contacto asiduo con la carta despierta la necesidad de interrogar a las estrellas, porque nos damos cuenta de que alli estén las verdaderas respuestas acerca de nuestro paso por la vida. La potencia del mandala nos permite advertir que cada funcion esta ligada entrafablemente a las demas; que cada signo del zodiaco refleja en si mismo a los once restantes, que sus cualidades se asocian, se coordinan para conformar un todo orgénico: lo que somos. Pero que este maravi- lloso orden nos remite a otro, del que somos también reflejo. Estas consideraciones se justifican porque, dentro de los pasos que establecimos para lograr una correcta aproximacion a la carta como un todo, nos toca detenernos en la cruz estableci- da por el meridiano y el horizonte (que son los diémetros 0 ejes de los planos respectivos). Esta cruz simboliza mucho mas que un | 49 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINGRUN © entrecruzamiento de lineas 0 de planos. Es nada menos que el soporte de la estructura como tal y plantea temas que hacen a su dinmica especitica: cémo se articulan las energias que operan desde su nticleo; cul es cl ritmo 0 la modulacién en que se ex. presan, Pero también —y de maneras sugestivas— ta cruz nos habla de la cualidad con que entramos en el mundo manifestado (encarnacién), del modo basico en que nos conduciremos, del sendero posible para la evolucién de la conciencia, bajo la firme atraccién de determinados factores. Si la cruz esté definiendo nuestro existir porque aporta sus fundamentos, estamos en pre- sencia de claves que no vamos a poder descifrar en su totalidad, pero que, sin embargo, pueden orfentarnos en ese camino. El tema es to suficientemente profundo como para tomar en consideracién, por el momento, algunas evidencias. Desde la ms pura tradicién astrologica, y también desde la metafisica, se ha venido postulando que la vida sobre el mundo se expresa median- te tres niveles y en cuatro estados. Los tres niveles tienen que ver con el pasado (los origenes y las esencias), el presente (la realidad a través de la materia y las acciones sobre ella) y el futuro (el descubrimiento de niveles suti- les de la realidad y la posible evolucién espiritual), Los cuatro estados —o momentos que adopta la energia para manifestarse—, se basan en una articulacién primarta: al des- pliegue le sigue el repliegue (el juego entre yin y yang). Este movi- miento permanente da lugar al FUEGO, pureza en potencia; de inmediato a fa TIERRA, coagulacién en donde esta latlendo activi- dad; luego al AIRE, la expresion a través del acontecimiento; y por Ultimo al AGUA, como la disolucién y el retorno a la fuente. Es decir, a lo que conocemos como elementos Lacombinacion entre los cuatro estados y los tres diferentes, niveles genera los doce signos 0 jas doce manifestaciones de lo vital: {Th NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + som TERCER NIVEL 2 Bm secunoo net QwWam prncer vive. VCS Aries, Tauro, Géminis y Cancer dentro de! primer nivel, el de los origenes. Leo, Virgo, Libra y Escorpio, en el segundo nivel, el del hombre que se realiza en la materia. Sagitario, Capricornio, ‘Acuario y Piscis, en el tercer nivel, el refinamiento que proviene de fo lejano"?. Cada uno de nosotros, al emerger como persona, enfatiza una peculiar combinacion de energlas, asociando aquellos nive- les yestados, bajo determinados principios. Es nuestro sello, nues- ‘va particular forma sobre la Tierra que, sin embargo, evoca y resume perfectamente todas las formas. Por otro lado, otras tradiciones” —por fucra de la Astrolo- gla— han aludido de diversas maneras al misterio de la cruz. El simbolo mismo estuvo presente en todos los tiempos y culturas y representa el anhelo de la humanidad por trascender; el impulso, el acicate para acceder a un estado de conciencia mas abarcante. + Ver GEORGES DE VILLENFRANCHE, La Astrologfa esotérica recobrada, 1980, Ed. Luis Gireamo, Mada. Sobre todo, desde Ia visiOn esotérica, de la cual ALICE BAILEY es fo Feferencia mas cercana. (Ver toro Il del Tratado sobre ios Sieto Rayos, Ed, Fundacion Luci) 81 —_— “ IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOD! Y HECTOR STEINGRUN » _ Expresa, aunque su forma haya vatiado ligeramente can el paso de los siglos, e! perfecto equilibrio entre cuatro fuerzas (Jas de los cua. tro elementos) asociadas con los tres niveles de evolucién. Se entiende que, en tltima instancia, la cruz expresa la nece. sidad de morir simbélicamente a las condiciones que nos atan, ara tomar contacto con las que posibilitan nuestro renacimiento, En toda vida hay una serie de muertes y renacimientos. Y es posi ble que cada vida represente slo un momento particular, dentro de una sucesién de momentos 0 encarnaciones Ahora podemos entrever por qué en Astrologia hablamos de tres cruces, tanto en un sentido puramente descriptivo (el modo 0 valor con que se presentan determinados signos) como en un sentido mucho mas profundo: ta evolucion de la conciencia inten: tando atravesar los tres niveles. Es tomando en cuenta esos dos sentidos que trataremos de capturat cual es el significado de la cruz generada por el meridiano y el horizonte, @ la que llamare- ‘mos cruz natal. Pero, primero, veamios con aigin detalle las cru- ces inherentes al zodiaco natural, LAS CRUCES COMO CUALIDADES Hay tres modos 0 tonos de expresi6n en el zodiaco: mutable, fijo y cardinal, Se los reconoce como cruces porque se encuen- tran dominando los signos que estan en reciprocas cuadraturas y oposiciones y, sin embargo, en equilibrio. La eruz mutable enlaza fos cuatro signos de! movimiento y la adaptacién: Géminis y Sagitario, Virgo y Piscis. Los dos primeros son considerados diurnos o masculinos, debido a que poseen la fuerza del despliegue, de la expresion, propias del aire y del fue- go. En cambio, Virgo y Piscis pertenecen a la antigua categoria de nocturnos 0 femeninos, términos que describen bien el movi miento de repliegue, propio de la tierra y el agua. Siempre se ha considerado que la cualidad mutable permite a LA CARIA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA © un grado de flexibllidad suficiente como para transitar por las dis- timtas categorlas de la experiencia humana. Y, como una de sus consecuencias, la de carecer de direccién propia. La fluctuacion festa en latencia y s6lo adapta una direccién cuando las circuns- tancias Io exigen. 0 bien, la energia se dispara, fluye, luego se getiene y vuelve a soltarse, La oscilacién, tan caracteristica en esta cruz, puede generar estimulaciones y contratiempos, ya que la energia esta girando entre lo consciente y lo no consciente, entre una condicién u otra, sin preferencias. A veces integra, a veces disuelve, segiin las necesidades que provienen del néicleo organico, que siempre procura el equilibrio, el balance adecuado, Pero si en ciertos momentos quedata detenida en demasia, el retorno al movimiento podréi logsarse por amalgama con las otras modalidades (la cardinal o la fija). En efecto, la mutabilidad tam. bien permite adherencia, aunque su funcién sea la de intercam- bio. En este punto es donde se hace visible la mejor disposicion para este tipo de energia: 1a de mediadora entre sucesivos niv les de la realidad. De ahi su capacidad de servicio, tradicional mente atribuido a esta cruz. Una persona con énfasis en lo mutable, se sentiré fuertemente atrafda por la posibilidad de servir (de una forma u otra) a quienes estan dentro de su propia orbita, Se sien- ten cémodas con Jo comtin, lo que pertenece ala comunidad, De hecho, estos signos han sido reconocidos desde antiguo como mutables 0 comunes; también como duales. Desde el punto de vista del proceso evolutivo, esta cruz re- presenta la mutabilidad de la vida dentro de las formas, la ince sante vibracién que permite a la conciensia “descubrir” lo que est mas alld del nivel concteto de Ia existencia, La entz fija esta formada por los cuatro signos dominantes 0 de la realizacién: Tauro y Escorpio, pertenecientes al movimiento nocturne o de repliegue, otra vez tierra y agua, pero con mayor densidad; y Leo y Acuario, propios de la condicion diurna o de fuerte despliegue, como fuego y aire. Lo 53 4 * IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN » ___ Aqui se destaca, como cualidad primaria, la capacidad de aglutinamiento de la energia, que alcanza niveles excepcionales en el eje Tauro-Escorpio, y que obliga a una actitud seria, reflex: va, de contacto con lo interno, de interrogacion frente a cada cir. cunstancia, De alli parte una respuesta, una posible direccién para la energla, que debe manifestarse de modos inequivocos. E| resultado es, ala vez, el producto de la acumulacién y del disoer nimiento; muchas veces, del esfuerzo en pos de la estabilidad, Por eso se llama a estos signos los constructores. Aqui no hay oscilacion entre polos, sino fuerte polarizacién. Lo intema tiene prioridad sobre lo externo, No hay ninguna duda de la interven. cidn de la voluntad, puesto que actian de acuerdo con sus con- vicciones, con lo que dicta su propia interioridad y con Ia valora. cién subjetiva de las cosas. El mejor ejemplo es el de la energia acuariana: busca adaptarse, asociarse con ottos, pero sostiene tanto como le sea posible su propia visién del mundo. Una perso- ha con acentuaci6n de signos fijos obrar como se lo propane su ser interno, sin que importe demasiado la opinion de los demés. Puede reconocer, por los resultados, si tiene que corregir su pro- pia valoracion. Si es asf, atravesara crisis notables hasta que ogre modificar su propia conducta. Y estaré muy satisfecho at haberse pulido a si mismo. Sobre todo, porque se ha dado cuenta de que va a ser juzgado por los resultados, por la huella que deje Su paso por Je vida. En el proceso de evolucién, esta cruz es el simbolo del sacri- ficio. Es decir, se trata de la renuncia explicita a la forma para dedicarse por completo a la vida interior. La conciencia se exige el cultivo de ciertas disciplinas que permitan el acceso paulatino a Ja pureza, La cruz cardinal esté conformada pot los cuatro signos de los inicios y el poder interior. Son Aries y Libra, Cancer y Capricornio. Los dos primeros, conduciendo el despliegue del fuego y el aire. Los dos ditimos, partieipando del repliegue del agua y de la tierra. L |AcaRtA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + — En esta cruz, la energia esté completamente polarizada hacia undo externo, adaptandose a las demandas que provengen " ea alli, 0 provocando movimientos que alcancen a modificar la se go lm entero prevtece soba loineio, Pr eso se trata de la accién, del hacer (impetuoso o laborioso) que se roconoce 4 si mismo. Esto es, que no necesita de resultados para validarse. La persone cardinal asume que es capaz de ini- ciar, de llevar adelante, aun cuando no cuente con las minimas garontias de que vaya a lograrlo. Es mas, después de algin tiem po, probablemente este interesada en otro proyecto, dejando atras lo que habfa comenzado. Puede Iniciar y derivar @ otros para que concluyan 0 puede retirarse a mitad de camino. Segiin el signo yolcarse avidamente hacia lo que el medio demanda (Libra y Cancer). Desde !a mirada evolutiva, la cruz cardinal representa la ne- cesidad de union con la luz dei Espiritu; es decir, el impulso ala trascendencia, la integracion con la vida césmica, porque la pure- za ya ha sido alcanzada, LA CRUZ NATAL Como ya hablamos notado, cada individu nace con una dis- pesicién particular que se expresa, hasta un punto, en la cruz formada por los ejes del horizonte y el meridiano. Lo primero que tenemos que observar ahora (en términos geocéntricos) es que para un mismo dfa y hora de nacimiento y en cualquier latitud de la Tierra, el meridiano permanece relativamente fijo. En cambio, el ee del horizonte sufriré una variaci6n notoria, @ medida que ‘nos alejemos de! Ecuador hacia cualquiera de los polos. Dicho de otra manera: proxima al Ecuador la relaci6n entre los ejes se mantiene cercana a ta perpendicularidad (90%; lejos del Ecuador, ya no, ne 56 + IDELBA 5. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINGRUN + Pero en una misma latitud, al cambiar la hora de nacimiento, progresivamente los ejes van acercandose o alejéndose de los 902, pues el eje del meridiano avanza en una proporcién casi cons- tante y el eje del horizonte lo hace de maneras variables alo largo del dia (consultar una tabla de casas) Yesto tiene consecuencias, porque cada nacimiento puede plan- tear una disposiciOn distinta para la cruz. Hay dos posibilidades: a) que la cruz conecte los cuatro signos de la misma cual. dad: mutable, fija 0 cardinal (Cruz en equilibrio); b) que la cruz asocie dos signos de una misma cualidad en uno de sus brazos y, por lo tanto, dos signos de otra cualidad en el restante (Cruz en desequllibrio) En el primer caso, los extremos de la cruz relacionan signos que alteman los principios diuino y noctumo 0 de despliegue y repliegue de la energia. En el segundo, la relacion se establece siempre entre signos de un mismo caracter: 0 diurnos © noctur. nos (ver figuras) Si nos asomamos al sentido de este simbolismo, deberia mos asumir que la relacion entre origen y propésito (FC-MC) se mantiene inmutable, mientras que Ia relacién entre el Yo cons ciente y los otros (ASC-DESC) puede variar. Pero tratemos de en. trar mas en profundidad en esta situacién, redefiniendo los térmi- nos, es decir, poniendo en claro qué entendemos por Fondo de Cielo, Medio Cielo, Ascendente y Descendente, 6 CRUZ EN EQUILIBRIO vo a S |S LAGARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENGIA * CRUCES EN DESEQUILIBRIO : 4 6 @ & En principio, se trata de puntos de interseccién entre planos, también llamados nodos’?. En este caso, el plano del horizonte intersecta el plano de la ecliptica en los puntos que llamamos Ascendente y Descendente; y sucede lo mismo con el plano del meridiano con respecto a la ecliptica, en los puntos que denomi- namos Medio Cielo y Fondo de Cielo. Pero estos puntos concen tran las energias propias del plano circular al que pertenecen y, por eso, se conectan entre si, Nunca deberiamos olvidar que la energia circula entre FC y MC (tanto como entre ASC y DESC), de manera constante. El Fondo da Cielo ha sido deseripto como la base, el lugar de las raices, el pasado del individuo, sus origenes (inmediatos y remotos). Tiene toda la carga, el peso de la tradicién familiar y lo genético. Representa la encarnacion, el tomar cuerpo. Pero la dinamica propia de este eje —de este citcuito— hace que el Me- dio Cielo se convierta en un punto de atraccién durante toda la Vida. Se manifiesta como un anhelo, la necesidad de cumplimien: to. Por eso, se lo ha ligado ala vocacién, la profesion, el lugar que el individuo ha de ocupar en la sociedad, alli donde atributos y recursos aleanzan su mayor definicién. En suma, el Medio Cielo No confundir con los nodes lunares, que tienen una categoria especial y Aue describiremos en el capitulo 4 fo + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOD: ¥ HECTOR STEINGRUN * nos recuerda permanentemente el propdsito de la encarnacién, Pero, en su desarrollo, la conciencia puede ignorar 0 confundir ese destino durante aigin tiempo. Que alcance a comprender el propésito depende, en gran medida, det intercambio que tiene lugar en el otro plano: el del Ascendente-Descendente. El reconocimiento de lo que soy, la elaboracién del Yo (Ascen. dente}! va a prosperar de maneras paulatinas, a través del inter. cambio con los demas (Descendente}. En un principio, el encuen. tro es con todo lo que no soy Yo, aqueilo que esta fuera de mi Después con alguien especifico —al que amo Ta— y que permi- te el re-conocimiento (es decir, volver a conocerme, ampliar la conciencia). Por ditimo, me relaciono con Ellos, los otros, con los que es posible un grado de complementariedad. Poco a poco, durante toda la vida, fas simbélicas distancias entte los planos FC-MC y ASC-DESC se van estrechando y se produ. ce un mayor grado de integracién de la conciencia, Puesto que puedo expresar de maneras mas esponténees lo que soy —por. ‘que ya no estoy en conflicto con eso— voy acercéndome a mi prop6- sito. ¥ puedo cumplitlo. Es claro que no hay ninguna condicién precisa que me obliga a ese logro. Mientras mi conciencia esouche ese latido, la pulsién permanente de los ejes que se cruzan, procu- raré despejar el interrogante sobre el sentido que tiene mi vida, Ya estamos en condiciones de advertir que la circulacion de la energfa vital se establece entre esos nodos de una cierta me- era, que varia segdn cada cruz de nacimiento. 0, mejor, segan el caracter de los signos que Se ponen en contacto a través de Ia cruz. Podemos imaginar ese recorrido graficamente (ver figura de pagina 59). Hay que reforzar, a esta altura, la idea de que nuestra inten- clén no es agotar un tema tan vaste como el simbolismo de la 2 £1 signo Ascendente es considerado, ademas, simbolo de faconstitucion fisica 0 corporaligad. «LA GARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + Mc Asc DESC eo FC cruz natal. Mas bien, trataremos de capturar, a grandes rasgos, cual es fa posible manifestacién de este importante factor de la estructura; esto es, qué podriamos esperar de un individuo que ace con determinada cruz, cudles serian las notas distintivas, las caracteristicas que definen el recorrido de la conciencia du- rante su vida. Pero sabiendo que —y esto habra que reiterarlo suficientemento— son los planetas, el lugar que ocupan por ca- sas y sus aspectos, los que van a describir mas fielmente su personalidad. Sea porque confirman y complementan lo que ex: presa la cruz, sea porque la modifican lo suficiente como para advertir desvios y aparentes contradicciones. No obstante, rescatamos la nocién de fundamento que, a nuestro juicio, tiene la cruz natal. Se la puede entender como andloga @ una radiografia que esta revelando una organizacion basica; esa, a través de la cual se va desenvolviendo la condicion humana. En to que sigue, trataremos de mostrar cémo puede evolucio- nar la conciencia de una persona, al tomar contacto con las ener gias de su cruz natal. Seguiremos estos pasos en la desoripcion: 1 Las condiciones del ambiente en que nace (signo del FC); 88 decir, el clima que la conciencia captura durante los primeros aiios. 59 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOD! Y HECTOR STEINBRUN + 2 Las respuestas que se originan en el contacto con ese ambiente familiar y social y, como consecuencia, el paulatine surgimiento del Yo (signos del FC y del ASC). 3. Las primeras influencias, los esbozos asociados con lo que sera el futuro propésito para la vida (signo de! MC). 4. Las posibles conductas cuando se producen encuentros 0 interaccién con otros: en pareja yy en otras relaciones (signos del ASC y DESC). 5.- El reconocimiento mas nitido del propésito y la funcion de! Yo ante la paulatina integracién de la conciencia (signos del MC y ASC) Son perfiles, prototipos, retratos en blanco y negro, que es: peramos puedan ser utilizados como una nueva y algo mas pro: funda aproximacién a la carta, desde la mirada global. Dentro de las dos grandes categorias que establecimos, co- menzaremos por la de cruz natal en equilibrio, para intentar un delineamiento de las cuatro posibles variantes en cada modali- dad: mutable, fija y cardinal LAS CUATRO CRUCES MUTABLES v Como sefialamos en su : momento, el caracter mutable permite una enorme capaci- dad de adaptacion a perso: nas y circunstancias, pero de maneras distintas segiin los signos que tocan los extre- mos de la cruz natal. Veamos esas cuatro posibilidades. Il Como podemos apreciar, en esta cruz, origen y prop _ + LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA « sito(FC y MC) estan asociados con la energia mutable de desplie gue. Esto significa variabilidad, agitacion, movimiento. 1 Una persona nacida bajo esta cruz tendra que atravesar, desde Ia cuna, experiencias que provienen de un entorno en don. de se hace palpable la inconsistencia afectiva, en donde predomi- ra el registro mental por sobre ta expresin emocional (I). 2.- Reconocera y luego asimilaré que su herencia genética la habilita para tomar contacto con multitud de estimulos que se suceden sin pausa Séle tiene que conflar en que podra volverse agil para asociar unos con otros, establecer prioridades, aleanzar una organizaci6n minima. Sus sentidos en alerta, Su capacidad para “dlalogar” con todo lo que se mueve a su alrededor, le sirven de brijula. Por momentos, puede desorientarse, creer que esta perdida, en un mundo ajeno y desconocido. Luego wuelve a ubicarse plasticamente, reco: nove sus propias sefiales y retoma el contacto (If - )<), 3. Al cabo de un tiempo, ta necesidad de ampliar horizontes, de alcanzar mayor sabiduria, va teniendo eco en su interior. Es el propésito (MC) que va delineandose a través del impulso a bus- car, como si la persona reconociera que la excitacion de la aven- tura es un pasaporte para lograr mayor satisfaccion ( /). 4. Poco a poco, a medida que interviene la energia mutable de repliegue (desde el brazo del ASC-DESC) el Yo se ve obligado a entrar en territories desconocidos, a retornar a la vivencia de to externo como lo absolutamente impersonal y desmesurado y re- aparecen los recuerdos de vacilacion y vulnerabilidad. Oscila en- tre el temor y el valor. Sus propias impresiones se fusionan con las Imagenes que provienen de os otros. A veces hay coinciden Cias, a veces fuertes discrepancias. Entonces opta por adaptarse y sobreadaptarse; busca apegarse porque advierte que eso puc- de ayudario a salir del letargo. Y cultiva mas y mas su capacidad de percepcién en relacién con las personas. 0, mejor, se da cuen- ta con mas eficacia de como amoldarse y cuando partir. Sabe que Puede permanecer vinculado todo lo que haga falta, hasta que 61 / + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN « _ wuelva a generarse el deseo de participacion en nuevos ambien- tes e intereses. Si hay otro en el marco de Ia pareja, esa persona sera la encargada de facilitar un proceso de purificacion y autoalineamiento, 0, alainversa, las crisis que se producen en el seno de la relacién intima despiertan la capacidad de autocritica y favorecen esa purificacion ({ - MP). 5. Cuanto mas se integra el Yo, mas aparecen las mejores, virtudes de este tipo de personalidad: una profunda compasion y la consecuente necesidad de ayudar a quienes lo requieran, de ma- neras directas o indirectas. Se convierte en el servidor de la. comunt- dad. Asi esta mas cerca de sus ideales, de valores que le parecen inmutables y puede cultivar su filosofia en la préctica (7 -)(). ja integraci6n de conciencia quedara relativizada, esta per sona se sentiré mas proclive a su deseo de proteccion a través de la dependencia, aunque siga sonando con quimeras y persiga objetivos que estén demasiado tefidos por el anhelo de confir- mar su valor como individuo. En la segunda cruz, el eje FC-MC también participa de la con- dicion mutable de despliegue (el carécter diumo 0 masculino), pero con diferencias apreciables en relacion con la cruz anterior. 1. Una persona nacida bajo esta configuracion pasara por experiencias que, desde tem. prano, alientan la dependen- 2 a cia de modelos, consignas e ideas sobre la vida, que es- taran circulando en su am biente. Puede tratarse de cri- terios diversos, mas que de uniformidad Pero la concien- cia queda capturada y bue- na parte de sus respuestas tenderé a convalidar esas formulas (A). « LAGARTA NATAL COMO GUIA EW EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA + —_ 2 El valor que esta persona se adjudique a si misma, oscila- ra segin se adapte rapidamente y acepte que esa manera de vivir ges la que corresponde, 0 comience a dudar (MP - ) 3. Sin embargo, lo més probable, es que su propia naturale: zay los acontecimientos que le esperan, la ayuden a tomar con: tacto con la diversidad, con el intercambio. Las energias del MC incitan, promueven el deseo de saber, de pensar, mas que de sentir. El juego de polaridades surte efecto y esta persona se abre a la posibllidad de escoger entre otras categorias y valores, descubriendo los matices. Entonces comienza a poner nombres, aclasificar y aprender desde su propia légica (IL). 4,-Cuando el circuito ASC-DESC, de energias femeninas o de repliegue, se hace visible y propone condiciones diferentes, el Yo se Sobreadapta. Entonces, pone en juego su laboriosidad la capacidad de hacer bien las cosas— al servicio de los demas, aquellos que van a juzgarlo. Quiere protegerse y se exige, para recibir aprobacion. Pero también sabe discemir y puede estable- cer diferencias entre lo propio y lo ajeno; puede separarse y man- tenerse vinculado, Este punto es crucial. Una persona con estas caracteristicas tratara de mantenerse equidistante entre su mun- doy el mundo, puesto que tiene que preservarse para analizar, evaluar, decidir dentro de fo maitiple. De modo que cuando llega la verdadera experiencia en pareja, queda profundamente conmo- vido. Esa otra persona, ese To, es reconocido, no por lo que es, sino por lo que desearia que fuese: alguien capaz de conducitlo hacia su propia redencién. Parece depositar en él (en ella) la ex pectativa de pureza que asoma en su conciencia, Cuando descu- bre que se esta engahando —o cree haber sido engafiado— rehiye, rechaza el encuentro y queda aturdido durante un tiempo. Si la experiencia se repite, es posible que no quiera internarse en el nivel mas profundo de la relacién y prefiera la superficialidad del contacto, a tener que asomarse alo abismal que, no obstan- te, lo deslumbra, En el momento en que comprende que la bis- queda de la virtud, de la pureza, 5610 puede lograrse por medio de fo 64 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOD) Y HECTOR STEINBRUN + _ una paciente indagacién en si mismo, con el estimulo que la otra persona brinda, se sentir en condiciones de intentar el vinculo por fuera de la fascinacion (1IP - ) 5. Entonces se abren, para este tipo de personalidad, cana. les de intercambio entre su interioridad y el mundo, que tienen otra calidad. Es capaz de ejercer su talento natural para volverse ductil, practice, sagaz y, sobre todo, mediador, interlocutor pro- fundo en los distintos niveles de la vida social (I - TIP). Sino le es posible cumplit con el anhelo de logro del Mc, puesto que la conciencia sigue fragmentada, ta participacién se wuelve un simple canje de ideas o de materiales, sin otro propési: to que el beneficio personal Ahora nos encontramos con otra categoria: 1a ener ia que circula entre el FC y el MC es de naturaleza mutable, pero en repliegue. Predomina la pasividad pro- pia del mundo de la noche, del mundo interior, en los asuntos que mas nos deter- minan: de donde provenimos y hacia donde vamos. 1.- Eso supone que las Condiciones en las que nace un individuo con esta cruz, lo alertan sobre la necesidad de ajustarse paulatinamente a su medio, sin estridencias, con naturalidad y dando las respuestas que se es- peran. Es decir, nada que altere una rutina previsible. Acomodar- se y aceptar genera seguridad; sobre todo, porque escucha las ctiticas de los otros sobre su desempeiio y trata de esmerarse, comportarse bien, Tanto como para saber perclbirlas de antema- no y cubrir posibles deficiencias (NP ). 2. Esta seguridad se wuelve esencial unos afios més tarde, « LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA « quando toma contacto con un mundo pleno de vicisitudes y desa: fios. Hace falta tender puentes, establecer nexos, comunicarse. La curiosidad es el motor que permite la aventura de conocer, pero con suficiente recelo (I - 1) 3 EI MC empieza a tener mas influencia y genera interrogan- tes, apetencias, en torno al misterio de vivir ((). 4, Cuando también interviene el eje mutable de despliegue {aSC-DESC), se van generando movilizaciones y expresiones del Yo, atin de caracter erratico, A medida que los planos se integran para la conciencia, va aumentando el interés por participar en los més diversos experimentos con los otros. Aqui pueden existir muchos TG que acompaiien en el camino. Son ellos los que pue den pose’ las llaves para abrir muchas puertas. Esto no significa que la norma sea la dispersién, sino mas bien que cada persona en pareja, renueva la esperanza de sentirse guiado 0, mejor, de recuperar la confianza en que sera capaz de recorrer su propio sendero en compaiia (I - 7) 5. Es que la ilusion de que va a perderse entre tantas opcio- nes, desemboca en desénimo, desaliento, en relacién con el pro- posito. Pero la atraccién hacia todo lo que se refiera a la condi- cién humana, la necesidad de involucrarse, de internarse en las profundidades del océano de la vida —propia de este MC— es poderosa y esta persona termina por abrazar su vocacion de redi- mir, de alguna forma, a los otros. Aun cuando se sienta defrauda- do con sus primeros intentos (){ - I[). Precisamente, la desorientacion es caracteristica de las per sonas que nacen con esta cruz, cuando la conciencia todavia se halla muy fragmentada, Pugnan por alcanzar una quimera y se dispersan. En la Gitima cruz mutable, vuelven a presentarse las condicio- nes de la anterior: las energias que circulan entre FC y MC perte- necen a la modalidad nocturna o femenina. Esto es, producen un efecto de repliegue destacado. 66 + IDELBA J, GONZALEZ, ALEJANDRO LODI Y HECTOR STEINBRUN + 1. La persona que encar- 4 na con esta cruz se siente, a la vez, procediendo de una galaxia muy lejana y sumer. gida en un mar espeso, en donde los orfgenes son os- curos. La respuesta primera es la incertidumbre. Curios. mente, parece estar a la de- riva y, sin embargo, cautiva, Una vez més, el recurso que esté mas a mano es la de- pendencia, esbozada como mimesis (imitar a los que la rodean) creyendo que de esa manera se sentira protegida ()( ). 2. Hay algo de ingenuo en estas, sus primeras respuestas: el mundo no puede ser hostil; la verdad debe hallarse muy cerca; estara protegida por fa vida misma ()< - 2). 3. Pronto se da cuenta de que la orden interior ligada a su destino (MC) la invita a diferenciarse, a separar lo que le corres- ponde de lo que le es ajeno. Todavia no comprende cual es el sentido de la oritica implacable que surge de si misma, pero sabe que debe mejorar su sintonfa con la realidad (11) 4.- Cuando se hace sentir la influencia del brazo del ASC DESC (con energia de despliegue), comienzan tos problemas. Aquellos con los que se relaciona tienen otros intereses, otras ideas. Sabe que necesita compafieros para el viaje hacia si mis: ma, pero no le resulta sencillo mantener los vinculos. Mas bien pareceria que, en un momento dado, la estorban y que los mejo: res resultados se obtienen dentro de la variedad. Pero la alianza con el otro especifico en pareja, permite que resuciten sus anhe- los de horizontes més vastos, tan vastos como los que esta per sona percibia durante su infancia (4 - If). 5. Amedida que el Yo se integra, también lo hacen las distin tas parcelas de la mbitiple realidad. Entonces se ve obligada a ne fg MO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA » 1 UA CARTA NATAL \ger lo justo, decidir sobre lo que es bue- juagar lo verdadero, esc ino. Es el momento para ubicarse en un lugar poco estridente y poner a prueba su capacidad para aportar estimulo y entusiasino ‘alos miembros de su comunidad, La condicién de guia, mas una laboriosa capacitacién, son sus virtudes. Y puede verse como maestro 0 discipulo (IIP- 2). No obstante, si pierde su sentido de lo social y solo procura ajustarse a sus metas personales, este individuo se convierte en el eterno viajero, que suefia con volver al lugar del cielo de donde proviene, O en el hombre de negocios que espera el éxito, gracias a su habllidad para poner las cosas en su lugar, LAS CUATRO CRUCES FUJAS Recordemos que la cualidad fija permite obstinacién y conse ‘ouencia y que a este tipo de personas le satisface dejar huella de su paso por la vida. En esta primera cruz fija, nos encontramos con que el dialogo entre FC y MC se hace a través de la energia en repliegue, pero con la cualidad fija. Y esta es una modalidad caracterizada por la facilidad para retener, para acumular. De hecho, Tauro y 1 ™ Escorpio son considerados como los signos de mayor po der, debido a la concentra clon de energia vital {L- Pero en una persona que viene al mundo bajo esta cruz, tal condicion obra ge- nerando un ambiente prima: rio que nutre, soporta y tam: bien condiciona. Sélo que las condiciones se viven natural- 67 + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LODI ¥ HECTOR STEINBRUN mente, como una consecuencia casi deseada de la proteccion, “Te doy, pero estas obligado a responder bajo estas reglas”, sue. na como franco, verdadero (°s). 2 De tanto en tanto, se presentan rigores y desafios, para poner a prueba la consistencia de los mismos, A veces de parte de los protectores, a veces desde la persona misma. En determi nadas ocasiones, sin embargo, las exigencias suenan con es- truendo y pueden provocar sacudidas. Alteran por completo la caima y la rutina. No obstante, las presiones que esta persona puede recibir de su ambiente, aumentan en proporci6n directa a su deseo de expandirse, de ganar libertad, Lo diferente entra en pugna con lo conocido. Comienza a librarse una batalla entre et temor a ser desterrado, a no tener lugar y las ganas de alcanzar estatura propia ('5- =). 3. Desde el MC se presenta el primer esboz0 de la necesidad de reacomodar, aglutinando, pero de otra manera, quizés mas rigi- da, La atraccién hacia el poder (tener autoridad, coraje, fuerza) em pieza a proponerse como un valor deseable, Si puedo, si tengo caps- cidad, voy a lograrlo. Querer y poder se welven sindnimos (TT). 4.-Lainteraceién del plano ASC-DESC (de energias expulsivas 0 en despliegue) no hace sino complicar su situacidn: 0 rechaza a los suyos y se alia con otros para ganar su propio espacio, o prefiere seguir con los de su estirpe para mantener seguridad. Un dilema de hierro que no se resuelve de una sola vez, sino con forcejeos, expulsiones y reencuentros. Aqui, la presencia de ab guien especial (en pareja), permite la mirada en el espejo, la con- ciencia mas nitida de su posibilidad como individuo singular. Y puede no creer que ese sea su propio reflejo, rechazando el vinew- lo, O puede sospechar que el otro quiere retenerlo, fijarlo en una condicion que no es la suya, También puede someterse, si se trata de intercambiar cédigos semejantes. Cuando alcanza cierto grado de maduracién, rescata su calidad mas genuina: la de inter arse en la vida poniendo en juego su poder creativo. ¥ esto sign fica suficiente ambicién como parar proponer nuevas condicio- “| « LACARTA NATAL COMO GUIA EN EL DESARROLLO DE LA CONCIENICIA + nes; pero también supone reconacer a ese Tu como aliado incon- dicional (= -@2). 5 La Integracin paulatina de la consiencia, por efecto del intercambio entre los ejes, permite a esta persona adherir a un crte- fio muy Gislinto con respecto al pader. Se siente poderosa sin nece- sidad de aspirar al poder que otros tienen, Su reserva energética le permite formular objetivos y alcanzarlos; pero también esta moviliza dda por un espititu reformador, que la lleva a sentirse exploradora antes que esclava de sus propios logos (TM.- =). ino puede alcanzar ese grado de integracion, se manifesta- raimpaciente y algo subversiva en sus acciones aunque, alavez, deseosa de mantenerse bajo la proteccidn de autoridades de cual- ‘quier indole. 1. En esta cruz, el eje FC: MC sigue siendo retentivo (0 con energias en repliegue), pero para la persona nacida bajo estas condiciones, la fuerza del apego queda asen: tada desde las primeras viven: cias. En efecto, aqui las nor: mativas para vivir estén impre- sas, de tal forma, como para ‘que no haya necesidad de ex plicacién alguna. El individu sabe que tiene que compor tar: se de tal manera—y siempre toma la forma de obediencia a alg nna autoridad-— y que no hay altemmativas. Mas que en el modelo anterior, esto significa sometimiento acambio de seguridad afectiva Y, por eso, sentido de pertenencia (M). 2. Con los aiios surge la necesidad de ser premiado, antes ‘que castigado, y mostrar con orgullo esa distincién. Aparecen las @anas de exhibirse, de mostrar el potencial de recursos que trajo he eee \oocere + IDELBA J. GONZALEZ, ALEJANDRO LOD! Y HECTOR STEINBRUN » ‘al mundo. Pronto se sentira atraido por la belleza en todas sus manifestaciones (TiL- Q). 3. Es cierto que la presion de! MC invita a mantener la sol dez por el reconocimiento de lo que esta bien hecho, aun bajo estas tribulaciones. De modo que los malestares quedan atenua. dos y cabe a posibilidad de responder a los deseos de la familia (casi un clan), para que no haya culpa (%3). 4. Cuando las energias de despliegue, propias del eje ASC. DESC, tienen mas cabida en la conciencia, la nocién de individua- lidad se hace més fuerte. Conquistar, en sentido amoroso, contri huye a aumentar el valor personal, Se mantiene egocéntrico por agin tiempo y,%a la vez, profundamente ligado a sus origenes. Es la presencia de otra persona en el émbito de pareja, la que lo desestabiliza, porque no se sujeta a lo que ya fue establecido ¢ incorporado. Lo vive como algo extratio y que provoca repulsion, al menos en una primera instancia. Si puede tolerarlo, eso dara lugar a profundas contradicciones, poraue lo nuevo, lo distinto, se intercala, deja entreabierta una ventana que permite la viven cia de la libertad ({2 - =) 5. Cuando puede asimilar profundamente las diferencias (den tro y fuera), se siente capaz de expresarse como un individuo ubicado con suficiente fortaleza ante la sociedad y, por lo mismo, ganar su respeto. Sus preferencias pueden estar ligadas a las artes, la cultura y las relaciones piblicas. Puede sentirse valo- fado por otros porque aprendié a valorarlos (¥s - £2). Si no es posible una mayor integracion del Yo, este individuo quedaré en la bisqueda de satisfacciones personales y activida- des placenteras, pero demasiado centrado en sf mismo, para cal mar la tensién que se origina en su interior. La tercera cruz fija muestra que en el eje FC-MC circula ener- gia en despliegue, lo que promueve un desarrollo distinto de la ‘conciencia, 1. La persona nacida con esta cruz puede percibir que su | LACARTA NATAL COMO GUIA EN’ EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA « ambiente inicial le conflere un grado de atencion muy especial. La esperada, la pri- mera, la tnica, la que se des- taca son expresiones que re- velan bastante bien la expec: tativa que genera su presen cia en la familia Pero también, ese sen. tise importante la obliga a seguir obteniendo aproba- clon, bajo una sutil depen- dencia. Se siente individuo desde muy temprano, pero tiene que corroborarlo (£2) 2 La necesidad de mantenerse estabilizado y con un grado de coherencia interna, se expresa a través de movimientos y res- puestas mas 0 menos elaborados. No tolera faciimente alteracio- nes y des6rdenes en su medio; preferiria que todo se desarrollara en paz y de forma predecible (£2 - ¥). 3; Sin embargo, la paulatina atraccién de! MC le permite vis- lumbrar lo variable, lo excitante y también lo desconocido. Va to- ‘mando conciencia de que su destino puede conducirlo a situacio- nes que estan fuera de su control. Y se va predisponiendo (=). 4. Cuando las energias de repliegue del circuito ASCDESC comienzan a ser procesadas, este individuo se ve ante un dilema: alimentarse de lo que ya conoce para sentirse valorado, o inter. arse en el oscuro laberinto del encuentro con otro, que puede no considerarlo. En todo caso, esos intercamblos tienen todo el atrac- tivo de la noche: deseo y temor permanecen aliados. Puede apa: recer un especial To, alguien que lo invite a disipar su natural reparo y entonces comienza una verdadera contienda. Intentaré hacerse valer y dominar al otro 0 bien se someterd, perdiendo privilegios. Un juego de poder que se mantiene vigente atin cuan- do no pueda reconacerse victorioso (%s - Ml). “| |

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