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Riesgo Credito Aseguradoras
Riesgo Credito Aseguradoras
Madrid, 2006
• ISBN: 978-84-692-0057-5
MODELIZACIÓN ACTUARIAL DEL
VALOR RAZONABLE EN LAS
ENTIDADES ASEGURADORAS DE VIDA.
INDICE
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN
3
Modelización Actuarial del Valor Razonable en las Universidad Complutense de Madrid
Entidades Aseguradoras de Vida
SEGUNDA PARTE:
SUBYACENTES AL VALOR RAZONABLE DE LAS PTSV
4
Modelización Actuarial del Valor Razonable en las Universidad Complutense de Madrid
Entidades Aseguradoras de Vida
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Modelización Actuarial del Valor Razonable en las Universidad Complutense de Madrid
Entidades Aseguradoras de Vida
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Modelización Actuarial del Valor Razonable en las Universidad Complutense de Madrid
Entidades Aseguradoras de Vida
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Modelización Actuarial del Valor Razonable en las Universidad Complutense de Madrid
Entidades Aseguradoras de Vida
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Modelización Actuarial del Valor Razonable en las Universidad Complutense de Madrid
Entidades Aseguradoras de Vida
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10
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN
11
12
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN Y PRESENTACIÓN 15
1.1. OBJETIVO, MARCO Y ALCANCE DE LA
INVESTIGACIÓN. 15
1.2. CAMPO DE ESTUDIO. 22
1.3. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN. 27
1.4. FUENTES. 31
1.4.1. Búsqueda de información bibliográfica. 31
1.4.2. Datos para el ajuste de la mortalidad de
la población andaluza. 31
1.4.3. Aplicaciones informáticas. 31
13
14
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN Y
PRESENTACIÓN.
Analizar de forma holística los riesgos de tipos de interés, técnico y de crédito, para
determinar las necesidades de recursos propios. Integraremos en un mismo marco el
activo y el pasivo de la entidad aseguradora por contratos de Seguro de Vida.
1
El término se refiere a introducir en el análisis el proceso estocástico en lugar de su esperanza matemática.
15
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Al igual que con los otros dos subyacentes del valor razonable de las PTSV
(tipo de interés y tanto de mortalidad), incluiremos en la valoración el proceso
estocástico correspondiente al spread por riesgo de crédito, en lugar de su
esperanza matemática.
2
Suponiendo asimismo que las inversiones de la Aseguradora, se valorarán según su precio de cotización, de modo
que se tendrán en cuenta las expectativas de los intervinientes en el mercado sobre los tipos de interés vigentes a cada
fecha.
3
La valoración consistente con el mercado requeriría en su lugar un proceso de calibración, a partir de instrumentos
financieros negociados en el mercado de capitales. En defecto de éstos, extraemos conclusiones del proceso de ajuste
de la tabla de mortalidad.
4
Un árbol trinomial recombinante, es una representación en tiempo discreto de un proceso sujeto a una determinada
regla de evolución estocástica futura.
5
Trayectoria de la distribución correspondiente a la medida de mortalidad que deja a su izquierda el 95% de las
trayectorias posibles.
6
Diferencial respecto del tipo libre de riesgo, exigido a la aseguradora por los inversores, cómo consecuencia del
riesgo de impago.
16
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Actualmente nos encontramos en la Unión Europea con una profunda reforma en las
normas de valoración contables, así cómo en los conceptos de control y supervisión de las
entidades aseguradoras.
La Comisión Europea decretó que desde el año 2005, las compañías de la Unión
Europea cotizadas en bolsa reportarán sus estados financieros consolidados según un único
conjunto de normas, desarrolladas por el IASB8.
7
Riesgo de incurrir en déficit del valor de los activos afectos respecto a las PTSV cubiertas.
17
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
El QIS 2 es más amplio, y cubre los aspectos más relevantes del Pilar 1 de Solvencia
II, incluyendo la valoración de los activos, de las provisiones técnicas, así cómo de otros
8
Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB), cuyo objetivo es el desarrollo de un único conjunto de
Normas Internacionales para la Información Financiera de alta calidad, de fácil comprensión e implantación, que
puedan ser de utilidad a los inversores en acciones, a las entidades de crédito y a otros posibles usuarios de este tipo
de información a nivel internacional. Son los IAS o IFRS, en su denominación más actual, también conocidas en
España como NIC o NIIF.
9
La Norma Internacional de Información Financiera 4 es la primera orientación del IASB sobre la contabilización de los
contratos de seguros (aunque no la última).
10
Instrumentos financieros: presentación e información a revelar.
11
Instrumentos financieros: reconocimiento y valoración.
12
Vienen a significar, medir las provisiones técnicas de seguros por su precio de mercado actual. No obstante, y dado
que actualmente no existen mercados líquidos de provisiones técnicas, en los que observar estos precios, se usan
criterios market consistent ó “tal cómo lo haría el mercado”.
13
Lo podríamos definir cómo, la cantidad que un asegurador esperaría tener que pagar a otro asegurador si le
transfiriera de forma inmediata todos los derechos y obligaciones contractuales de seguro subsistentes (incluyendo
cualquier cantidad a cobrar o pagar por razón de otros derechos y obligaciones)
14
Las principales propuestas de la Comisión van acompañadas de una medida del impacto que supondría su
aceptación.
15
Comittee of European Insurance and Occupational Pension Supervisors.
16
Quantitative Impact Study.
17
Podemos definir el best estimate al 75 o 90%, cómo la cuantificación que deja a su izquierda el 75 o 90% de las
valoraciones posibles de los compromisos, en base a las expectativas de los intervinientes en el mercado respecto a
las hipótesis técnicas (salvando el interés técnico, que sería el derivado de los mercados de capitales).
18
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Por otra parte, si nos centramos en el Seguro de Vida, son muchas las opcionalidades
implícitas en las Pólizas de Seguro. Entre estas opcionalidades podemos destacar los valores
garantizados de rescate, reducción y anticipo, a disposición del Tomador de la Póliza, o el
incremento en las garantías de la Póliza, debido a la participación en los beneficios que la
aseguradora obtenga de la inversión de las Provisiones Técnicas.
18
Minimum capital requirement, representa el nivel de capital por debajo del cual el supervisor ha de adoptar medidas
especiales para garantizar la solvencia de la entidad. Se determinará de forma similar al actual mínimo del margen de
solvencia (en base a información contable).
19
Solvency capital requirement, se establece por encima del MCR y representa el nivel de capital que permite absorber
pérdidas significativas e imprevistas, y se calculará de modo que se tenga en cuenta el nivel real de exposición a los
riesgos derivados de la operativa de la entidad así cómo su capacidad para gestionarlos.
20
Swiss Solvency Test. En primer lugar define el Risk Bearing Capital, cómo la diferencia entre la valoración market
consistent de los activos y el best estimate de las provisiones técnicas, al cual se le añade un Margin Value Market. A
continuación establece una alerta temprana para el supervisor, que define cómo el Target Capital, que representa los
recursos propios suficientes para financiar durante un año, la desviación desfavorable en el Risk Bearing Capital (con
un nivel de confianza del 99%).
21
Pretende la protección del asegurado, de modo que sobre la esperanza matemática de los compromisos, se
incorpora éste margen de riesgo de mercado que garantice la transmisión a un tercero de estos compromisos.
22
Escogido por el regulador suizo, incrementa la valoración de las provisiones técnicas, con el coste que supone el
capital regulatorio. Se justifica por el regulador suizo, porque un tercero estaría dispuesto a asumir los compromisos de
la aseguradora, si también se le compensa por el coste exigido por el capital regulatorio.
23
Definido cómo la diferencia entre el best estimate al 75 o 90% y el best estimate según la esperanza matemática de
las hipótesis técnicas. Es el método aplicado por el regulador australiano.
19
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
La valoración consistente con el mercado, exige que el modelo sea calibrado a partir de
los valores de cotización de instrumentos financieros que coticen en el mercado. La calibración
a mercado es actualmente posible para:
• Estructura de los tipos de interés y su volatilidad.
• Estructura de la probabilidad de impago y su volatilidad.
• Tasa de recuperación.
• Correlación entre los tipos de interés y probabilidad de impago.
Sin embargo no existe un mercado vivo, amplio y abierto para la estructura de la
medida de mortalidad y su volatilidad. De ahí que su calibración no pueda llevarse a cabo a
mercado, debiendo recurrir a su ajuste histórico.
En la modelización actuarial del valor razonable cobra una gran importancia, recoger en
la cuantificación el riesgo técnico sistemático, por no ser éste diversificable.
24
Las diferencias de valoración entre la contabilidad y los requerimientos de solvencia, se recogerán a través de los
prudential filtters, para no incrementar enormemente el reporting.
20
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Los conocidos por la literatura para la modelización de la ETTI, cómo modelos afines
han sido ya aplicados en la modelización estocástica de la mortalidad25.
Modelos de la forma Heath – Jarrow – Morton26 han sido igualmente tratados para la
mortalidad27.
La familia de los Market Models28, también han sido analizados para su tratamiento en
el ámbito actuarial, en el trabajo Blake, et. al (2004). Éste último trabajo exploró ampliamente el
caso de las “Forward life annuity rates” y “Forward Survivor Credit Offer Rates (SCOR)”. Así
además de tratar cómo medidas forward no instantáneas las rentas diferidas garantizadas,
aborda la medida SCOR. Podemos considerar esta última medida, una reminiscencia del τ –
LIBOR (el London Interbank Offer Rate con duración o tenor τ ), adaptada a la medida de
mortalidad.
25
Por Dahl (2004) o Biffis y Millossovich (2006), entre otros.
26
Sobre tipos forward instantáneos
27
Ver el modelo de Smith – Olivier descrito en Olivier y Jeffrey (2004)
28
Sobre tipos forward no instantáneos. Han sido los últimos en aparecer en el ámbito de los tipos de interés.
21
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Fundamento económico.
22
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Así para que la Aseguradora pueda ofrecer esta protección ha de alcanzar un volumen
de negocio suficiente, que permita minimizar las desviaciones de la siniestralidad real
respecto de la esperada.
Una gran parte de los fondos de una Aseguradora se destina a hacer frente a los
compromisos con los Tomadores de la Póliza por prestaciones garantizadas. De este
modo cobra una gran importancia el activo de la Aseguradora afecto a Provisiones
Técnicas y los fondos propios:
• Buena parte del segundo, lo que se conoce cómo Margen de Solvencia, tiene por
finalidad garantizar la Solvencia de la Aseguradora en sentido amplio.
Tanto las PTSV cómo el mínimo del Margen de Solvencia son una exigencia de origen
legal y objeto de supervisión por parte de la DGSFP.
Fundamento financiero.
23
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Asimismo los fondos propios atribuibles a los titulares de la Aseguradora (los propios
Tomadores si se trata de una Mutualidad, los accionistas si es una sociedad anónima,
...) también han de ser adecuadamente retribuidos, ya que para los propietarios, éstos
fondos suponen una inversión.
De cualquier modo, tanto las PTSV cómo los fondos propios se invierten con el fin de
generar una rentabilidad suficiente para retribuir tanto unas cómo otros.
• La principal fuente de la que manan los flujos de cobros, que permitirán hacer
frente a las prestaciones y gastos derivados de la Póliza.
Fundamento estocástico.
Como explica Nieto y Vegas (1993) el aspecto aleatorio se presenta en muy diversos
grados en el ámbito actuarial.
24
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
29
Las tablas de mortalidad cómo veremos más adelante, son en esencia, una forma de combinar las tasas de
mortalidad en una población a diferentes edades y se utilizan para medir el nivel de mortalidad de una determinada
población.
25
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
En el apartado previo se ha explicado que las PTSV y las inversiones afectas tienen
que guardar cierta congruencia en cuanto al flujo de caja. El riesgo de liquidez será
mayor cuanto más incapaces resulten ser las inversiones afectas, para hacer frente a
las prestaciones y gastos que se derivarán de las PTSV. En este sentido, entre las
funciones del actuario se encuentra la de estimar el flujo de caja derivado de la Póliza.
El ya mencionado riesgo de desviación de la prestación real respecto a la esperada,
puede ocasionar que el flujo de caja proporcionado por las inversiones afectas a las
PTSV, llegue a ser insuficiente para hacer frente a las prestaciones y gastos que
resulten de la Póliza.
Por otra parte, la congruencia entre las PTSV y las inversiones afectas, se ha de
manifestar también en términos de cobertura futura de las primeras respecto de las
últimas. La inadecuada cobertura futura puede venir motivada por la diferente dinámica
del valor de unas y otras:
• La valoración futura de las PTSV dependerá del número real de componentes del
grupo asegurado en el futuro. Al mismo tiempo estas PTSV engloban una serie de
opcionalidades implícitas cuyo valor y/o activación es aleatoria:
o Opción de rescate anticipado del Tomador de la Póliza por un precio
prefijado.
o Opción del Tomador de participación en los beneficios que proporcionen
las inversiones afectas.
o Opción del Tomador de cesar en el pago de primas periódicas, modificando
las prestaciones garantizadas según unas condiciones prefijadas. Incluso
rehabilitación de las prestaciones inicialmente garantizadas, mediante la
puesta al día en el pago de las primas periódicas según unas condiciones
prefijadas.
o ...
• Las inversiones afectas tienen un valor que dependerá de las expectativas de los
intervinientes en su mercado de negociación, en cuanto a los tipos de interés
implícitos en la negociación, al riesgo de impago del emisor del título, tasa de
recuperación en caso de impago, ....
Además de lo anterior, estas inversiones también pueden encerrar diversas
opcionalidades:
o Recompra por parte del emisor del título a un precio prefijado.
26
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Entre otras cuestiones por lo mencionado, para lograr los principales objetivos del
presente trabajo, haremos un especial recurso a los procesos estocásticos que
permitirán:
30
El contrato de Reaseguro es un contrato en virtud del cual una Aseguradora (cedente), transfiere el riesgo asociado a
una operación de Seguro a otra Aseguradora (reasegurador), a cambio de una prima.
27
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Planteamos la determinación del valor razonable de las PTSV según los niveles y
volatilidad de tres subyacentes: tipos libres de riesgo, spread por riesgo de crédito y tanto de
mortalidad. Asimismo se tendrá en consideración algunas de las asimetrías, que en el valor
razonable de las PTSV se manifiestan, cómo consecuencia de las opcionalidades implícitas en
la Póliza de Seguros de Vida.
Para lograr los dos objetivos expuestos, el trabajo plantea los siguientes hitos:
INTRODUCCIÓN.
Exposición del campo de estudio así cómo de los retos a los que actualmente se
enfrenta la ciencia actuarial con motivo de la reforma del tratamiento contable de las
provisiones técnicas.
31
Grupo de trabajo perteneciente a la American Academy of Actuaries encargado a solicitud entre otros reguladores
contables, de la IASB, de encontrar soluciones a los problemas que supone valorar todos los instrumentos financieros
por su valor razonable.
28
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
A partir de aquí incluimos una serie de tres capítulos que pretenden examinar los tres
subyacentes que consideraremos en la cuantificación consistente con el mercado de las PTSV.
29
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Por último presentamos una propuesta para tratar los riesgos implicados en el Seguro
de Vida holísticamente, y la inclusión en un mismo análisis del activo y el pasivo que se deriva
del negocio asegurador.
APLICACIÓN PRÁCTICA
CONCLUSIONES.
Después del capítulo 9 se incluyen las referencias bibliográficas por orden alfabético de
autores, y que han sido fuentes de información para la investigación.
30
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
1.4. FUENTES.
Para ajustar los modelos ARIMA correspondientes a los parámetros de la segunda Ley
de Heligman y Pollard aplicados sobre la población andaluza, se ha utilizado el paquete
estadístico Statgraphics y SPSS.
Para aplicar un modelo estocástico de evolución para cada uno de los subyacentes del
valor razonable de las PTSV, se ha programado en VBA para Microsoft Excel 2000 una función
denominada ArbolHW1 que devuelve un árbol trinomial para la difusión gaussiana con un
factor.
31
CAPÍTULO 1. Introducción y presentación.
Para los cálculos masivos del valor razonable de las PTSV y del activo afecto, así cómo
para determinar el VAR de excedente se ha utilizado el entorno de programación Visual Basic
de Microsoft Visual Studio 6.0. complementado con Matlab 6.5.
32
CAPÍTULO 2. INTRODUCCIÓN AL VALOR RAZONABLE DE LA
PROVISIÓN TÉCNICA DEL SEGURO DE VIDA. 35
2.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO 35
2.2. CONSIDERACIONES PREVIAS DE LAS PTSV. 35
2.3. INTRODUCCIÓN A LA NIIF 4 Y VALOR RAZONABLE. 42
2.3.1. Introducción a la NIIF 4. 42
2.3.2. Valor Razonable Vs. Valor Específico de la Entidad. 44
2.4. PRINCIPIOS DE VALORACIÓN PARA INSTRUMENTOS
FINANCIEROS. 45
2.4.1. Jerarquía de métodos de valoración. 45
2.4.2. Valor de negociación en el mercado. 46
2.4.3. Replicación de valores de mercado. 47
2.4.4. Valoración de los flujos de caja futuros. 47
2.5. INTRODUCCIÓN AL CÁLCULO ESTOCÁSTICO
APLICADO AL CAMPO FINANCIERO – ACTUARIAL. 50
2.5.1. Introducción a los modelos dinámicos estocásticos. 50
2.5.2. Elementos de cálculo estocástico. 54
2.6. SERIES TEMPORALES. MODELOS ARIMA. 68
2.6.1. Serie temporal 68
2.6.2. Predicción con modelos ARIMA. 75
33
34
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Este capítulo permite introducir los conceptos básicos acerca de las PTSV, así cómo
algunos rudimentos financieros – actuariales para aproximar su valor razonable.
La primera introduce el concepto actuarial de PTSV en el apartado 2.2., así cómo los
actuales planteamientos de la International Acounting Standard Board (IASB) en materia de
Seguro y de valoración, en el apartado 2.3.
Las nociones que proporcionan los dos últimos apartados, se hacen imprescindibles
para el entendimiento de algunas manipulaciones estadístico – matemáticas que se llevan a
cabo en los siguientes capítulos.
Como explican Nieto y Vegas (1993) los elementos esenciales de la operación actuarial
que constituye el Seguro de Vida son:
35
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
[ ] [
a) Duración, t, T , dividida en periodos, t , t + ∆t . ]
Estocástico: Se hallan condicionados a los sucesos posibles, ω , los cuales forman un conjunto
Ω . En nuestro caso tendremos
⎧ω1
⎪
Ω=⎨
⎪ω
⎩ 2
ω1 : supervivencia del asegurado.
ω 2 : fallecimiento del asegurado.
de σ – álgebras incluidas en F tal que cada σ – álgebra contiene todos los conjuntos
[ ]
número P ( A) ∈ 0,1 .
36
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
⎛t ⎞
β (t ) = exp⎜⎜ ∫ r ( s )ds ⎟⎟
⎝0 ⎠
siendo
Por otra parte, Nieto y Vegas (1993) distinguen a su vez dos subprocesos financiero –
estocásticos:
{Π (ω , s)}∀ω∈Ω,∀s∈[t ,T ]
{K (ω , s)}∀ω∈Ω,∀s∈[t ,T ] {
Consideraremos para simplificar que los gastos incurridos por la aseguradora, son
asimismo prestaciones.
Nieto y Vegas (1993) introducen el principio de equivalencia estática, como aquel que
considerando la operación actuarial en toda su duración, establece la igualdad entre el valor
actual de las aportaciones y de las prestaciones, determinados sobre la base de la esperanza
matemática de ambos procesos financiero – estocásticos. Es decir:
37
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
m −1 ⎡ 1 ⎤
Π (t ) = ∑ Ep ⎢Π (ω , t i ) ⋅ Ft ⎥
i =0 ⎣ β (t i ) ⎦
m −1 ⎡ 1 ⎤
Π (t ) = ∑ Ep[Π (ω , t i ) Ft ]⋅ Ep ⎢ Ft ⎥
i =0 ⎣ β (t i ) ⎦
donde
⎡ 1 ⎤ ⎡ ⎛ ti ⎞⎤
Ep ⎢ Ft ⎥ = Ep ⎢exp⎜⎜ − ∫ r (t )dt ⎟⎟⎥
⎣ β (t i ) ⎦ ⎣⎢ ⎝ t ⎠⎦⎥
⎡ 1 ⎤
K (t ) = ∑ Ep[K (ω , t i ) Ft ]Ep ⎢
n
Ft ⎥
i =0 ⎣ β (t i ) ⎦
donde
32
En realidad el fallecimiento puede tener lugar en cualquier instante intermedio. Aquí asumimos para simplificar que el
fallecimiento únicamente puede tener lugar en los tiempos ti.
38
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
P(ω 2 , t i , t i +1 )
: probabilidad de fallecimiento del asegurado en el intervalo [t i , t i +1 ],
P(ω1 , t )
condicionada a que se halla vivo en t .
riesgo – neutro, diferente de la probabilidad real, P . Proponer una metodología para usar esta
probabilidad de valoración, será uno de los objetivos fundamentales de la presente
investigación.
Π (t ) = K (t )
Π 1 (ω , u ) + Π 2 (ω , u ) ≈ K 1 (ω , u ) + K 2 (ω , u )
o lo que es lo mismo
Π 1 (ω , u ) − K 1 (ω , u ) ≈ K 2 (ω , u ) − Π 2 (ω , u )
El capital aleatorio
V (ω , u ) = Π 1 (ω , u ) − K 1 (ω , u ) ≈ K 2 (ω , u ) − Π 2 (ω , u )
39
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
y recibe el nombre de reserva matemática (en el sentido actuarial del término) a priori o ex–
ante en el período t.
[ ]
estocásticos correspondientes al período u, T , condicionados a las realizaciones hasta u ,
tendríamos dos partes bien diferenciadas:
Π 0 (u ) − K 0 (u ) (2.1)
es un valor cierto.
K (u , T ) − Π (u, T ) (2.2)
Por supuesto, ambas partes (2.1) y (2.2) además de ser la primera un valor cierto y la
segunda una variable aleatoria, no tienen por qué ser equivalentes, dependiendo las
diferencias entre una y otra de las desviaciones que con respecto al valor medio representan
las concreciones del suceso asegurado hasta u .
El capital aleatorio
Ep[V (u , T ) Fu ] = Ep[K (u , T ) − Π (u , T ) Fu ]
40
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
41
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Póliza, ni en las PTSV. En realidad, si el valor de rescate se calcula en función del interés
técnico garantizado en la Póliza, estamos ante un intercambio de tipos33.
Asimismo, los estados miembros tienen la opción de eximir de forma temporal (sólo
hasta 2007) a algunas empresas del cumplimiento con NIIF:
(1) aquellas empresas que coticen tanto en la UE como en una Bolsa fuera de la UE y
que apliquen los US GAAP como sus principales normas de contabilidad, y
(2) empresas que sólo tienen títulos de deuda negociables que cotizan en Bolsa.
33
Se refiere a que la aseguradora garantiza un tipo fijo, cuando en realidad el mercado de capitales proporciona un
interés variable.
42
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
La obligación de cumplir con las NIIF se aplica no sólo a los veinticinco estados
miembros de la UE sino también a los tres estados del Espacio Económico Europeo. Muchas
empresas importantes de Suiza (que no es miembro de la UE ni del EEE) ya aplican las NIIF.
La definición que la NIIF 4 incluye sobre contrato de seguros es "contrato en virtud del
cual una parte (la aseguradora) asume un riesgo de seguro significativo de otra parte (el
tomador del seguro) aceptando compensar al tomador del seguro si un determinado
acontecimiento futuro incierto (el acontecimiento asegurado) afecta negativamente al tomador
del seguro".
43
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Se entiende actualmente por “Fair Value” o valor razonable, aquel valor por lo que se
puede “cambiar” un activo o cancelar una obligación, entre dos partes que disponen de
información en un mercado.
Hay que distinguir el valor razonable del “Entity Specific Value” o valor específico de la
entidad. Este último representa el valor de un activo o pasivo para la empresa, y puede reflejar
factores que no están disponibles o no son relevantes para otros miembros del mercado.
No obstante, hemos de tener en cuenta que las definiciones de estas dos medidas
están todavía siendo debatidas a la fecha de elaboración de este trabajo. Hemos de ser
conscientes de que ambas palabras y el entendimiento del objeto de medida puede cambiar
con el tiempo.
DIFERENCIAS
MEDIDA CONCEPTO SIMILITUDES
Base lógica Asunciones Calidad crediticia
Cada uno de los objetos de medida propuestos representa un cambio importante de los
Principios Contables Generalmente Aceptados de España (PCGA).
Así en los PCGA se permite activar gastos que luego se amortizan a lo largo del
período durante el cual son reconocidos los ingresos. No hay lugar para tal amortización en un
sistema completamente prospectivo, cómo sería el del valor razonable.
44
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
En segundo lugar, actualmente las asunciones de valoración del pasivo están cerradas,
es decir se deben de cumplir “al pie de la letra”, sólo podrán ser cambiadas cuando se
necesiten reconocimientos de pérdida. Bajo el valor razonable, todas las asunciones de
valoración están abiertas y susceptibles de cambio en cada fecha de valoración.
Las conclusiones que alcancen estos cuerpos se incluirán, al igual que las propuestas
actuales respecto de la normativa contable internacional, en el Draft Statement of Principles
(DSOP)34 establecido por el International Acounting Standard Board (IASB).
Por otra parte, el presente trabajo aborda exclusivamente la determinación del valor
razonable de las PTSV con un enfoque financiero – actuarial, sin entrar en más detalle en
cuanto a los aspectos contables de la norma.
34
Documento que incluye la proposición actualizada en materia de normativa contable internacional del IASB.
45
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
2. Cuando no exista valor de mercado para el instrumento que se quiera valorar, se usará el
valor de mercado de un instrumento análogo, ajustando las diferencias oportunas.
1. El mercado no es vivo, amplio, y abierto, o cada negociación puede tener lugar bajo
condiciones especiales o consideraciones únicas.
Por ejemplo, el volumen de negociación puede ser muy pequeño. Si ocurre eso, el precio
de mercado podría estar fuertemente influenciado por la oferta y demanda del día de
negociación y no representativas del curso de las condiciones del mercado general.
2. Puede haber restricciones en la negociación del mercado que hacen imposible completar
un intercambio de libre competencia.
46
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
el precio del mercado por acción. En efecto, un interés de control tiene valor que se separa
del valor de las acciones individuales negociadas en el mercado.
47
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
obtenidos de la suma de una tasa libre de riesgo y una prima de riesgo asociada al
riesgo de impago.
2. Modificar la probabilidad real de ocurrencia del escenario que da lugar a los flujos
de caja futuros con riesgo y descontar a los tipos de interés libres de riesgo, es lo
que se conoce como valoración riesgo – neutro.
3. Modificar la cuantía de los flujos de caja con riesgo y descontar a los tipos libres de
riesgo.
asegurado fallece a largo del año. Podemos aplicar los tres métodos de valoración como sigue.
Primero,
p x S px + (1 − p x ) S qx
S= (2.3)
1 + r + λσ S
donde
Segundo,
π x S px + (1 − π x ) S qx
S= (2.4)
1+ r
donde
48
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
O tercero,
S=
[p S
x px ]
+ (1 − p x ) S qx − Z
(2.5)
1+ r
donde
Z: es una cantidad que hace el numerador de (2.5) igual al equivalente cierto del pago
esperado con riesgo en el numerador de (2.4).
Se trata de un Seguro Mixto cuyo capital garantizado por supervivencia a un año del
Asegurado es de 110€ y 90€ si fallece a lo largo del año. Consideraremos la probabilidad de
supervivencia, p x = 0,9877 , y un tipo de descuento ajustado al riesgo. Este tipo de interés
será
r + λσ S = 0,0520995
p x ⋅ 110 + (1 − p x ) ⋅ 90
= 104,32€
1 + r + λσ S
De forma similar, este título puede ser valorado usando la probabilidad martingala,
π x = 0,9855 , y descontándolo al tipo libre de riesgo, r = 0,05.
35
Se trata de la probabilidad que se está utilizando en la valoración.
36
Este ejemplo una vez modificado se ha extraído de la monografía de la SOA, Babel y Merrill (1996), Valuation of
Interest – Sensitive Financial Instruments, pp. 43-44.
49
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
π x ⋅ 110 + (1 − π x ) ⋅ 90
= 104,32€
1+ r
p x ⋅ 110 + (1 − p x ) ⋅ 90 − 0,219
= 104,32€
1+ r
riesgo, o por el ajuste de los flujos de caja a sus niveles de equivalente de certeza y
descontándo al tipo libre de riesgo. Sobre el cambio a la medida de probabilidad riesgo –
neutro Q , a través del teorema de Girsanov, profundizaremos en el apartado siguiente.
En la determinación del valor razonable de las PTSV, cobra una gran importancia la
cuantificación de los derivados implícitos, así cómo una cuantificación consistente con el
mercado, es decir, considerando la cuantificación en términos del valor de cotización de otros
instrumentos financieros.
Para evitar el ruido inherente a los precios de mercado, así cómo los problemas que
hemos mencionado en el primer método de valoración de la jerarquía de la JWS, surgen los
modelos estocásticos de evolución.
50
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Desde nuestro punto de vista nos interesa una primera clasificación de los modelos
matemáticos: modelos estáticos y dinámicos. En el primer caso la variable tiempo no es
importante, mientras que en el segundo caso, uno o varios de los elementos modelizados toma
valores dependientes del tiempo, describiendo trayectorias temporales.
Si nos centramos en los modelos dinámicos, podemos distinguir también entre modelos
dinámicos deterministas y estocásticos. En los primeros, tanto los parámetros cómo las
variables temporales, tienen asignados valores ciertos, mientras que en los modelos dinámicos
estocásticos, alguna variable o parámetro sigue un proceso estocástico, con lo cual las
variables temporales siguen una distribución de probabilidad.
Una ecuación diferencial es una ecuación que relaciona una función desconocida, con
sus derivadas (o derivadas parciales) hasta un cierto orden.
51
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
que se deba recurrir a los métodos numéricos. Serán estos últimos los que
emplearemos a lo largo del presente trabajo
⎧ dx(t )
⎪ dt = f ( x(t ), t )
⎪
⎨
⎪ x(t ) = x
⎪ 0 0
⎩
[ ]
intervalo está dividido en subintervalos t i , t i +1 , de manera que t i +1 = t i + ∆t , siendo ∆t la
siendo
52
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
dx(t )
x' = = f ( x(t i ), t i )
dt ti
con lo cual hemos obtenido un algoritmo recursivo para obtener el vector de valores numéricos
que constituyen la resolución numérica. Si lo representamos cómo diagrama de flujo:
x(t 0 ) = x0
i=0
i = i +1
53
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Definiremos una variable aleatoria X cómo una función definida sobre el espacio
muestral, Ω , que hace corresponder a cada ω ∈Ω un único número real, X (ω ) .
X = ( X 1 , X 2 ,..., X n ) es un vector aleatorio n – dimensional si sus componentes
fenómeno descrito por el proceso estocástico en el período t. De este modo una trayectoria
muestral sería una realización de la evolución del proceso. El espacio muestral Ω es el
conjunto de todas las trayectorias muestrales.
denominado espacio de estados del proceso. Este espacio de estados, S, es el conjunto más
pequeño con la propiedad de que P{X t ∈ S } = 1 ∀t .
Hasta un momento determinado del tiempo T , la evolución del fenómeno descrito por
Esta historia del fenómeno nos permite revisar la distribución de probabilidad que
atribuimos al valor del proceso {X t }∀t ≥ 0 . Así suponiendo que nos situamos en el momento t y
consideramos el valor del proceso en algún momento futuro u > t , la distribución del valor de
[ ]
P X u ∈ A {X s }s∈[0,t ] = P (X u ∈ A X t ) ,
en el presente, el futuro es independiente del pasado, únicamente depende del valor presente.
Martingalas.
54
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
t ≥ 0 tenemos
Et
P
(X u ) = X t ∀u ≥ t
siendo
P
Et : la esperanza cuantificada bajo la medida de probabilidad P , según la información en el
momento t.
• E Xt < ∞ ∀t
Procesos de Wiener.
1. X0 = 0 .
55
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
[ ]
De la condición 2 y 3 deviene que ∀t ≥ 0 , X t ≈ N (0, t ) y Cov X u , X t = min(u , t ) ,
ya que ∀u > t ≥ 0 :
Cov[X t , X u ] = E [(( X u − X t ) + X t )X t ] =
[ ] = E[X
E [( X u − X t ) + X t ] + E X t
2
u − X t ]E [X t ] + t = 0 + t = t
De este modo un MBE está definido según una medida de probabilidad P bajo la que
los incrementos tienen las propiedades anteriores, así
s2
⎛ X − Xt ⎞
h
1 −2
P⎜⎜ u < h ⎟⎟ = φ (h) ≡ ∫ e ds
⎝ u −t ⎠ − ∞ 2π
siendo
Por otra parte Mikosch (1999) demuestra que las trayectorias muestrales de un MBE no
son diferenciables en ningún tiempo. A esta irregularidad hemos de añadir que la variabilidad
de estas trayectorias no se hallan acotadas en ningún intervalo finito [0, T ] . Estas dos
irregularidades son las que según Mikosch (1999) obligan a recurrir al cálculo estocástico.
X t = X 0 + µt + σWt , t ≥ 0
siendo
56
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
A partir de las propiedades del MBE, tenemos que X t se distribuye normalmente con
X u − X t = µ (u − t ) + σ (Wu − Wt ) ∀u > t ≥ 0 .
dX t = µdt + σdWt ,
en el que dWt , se puede considerar cómo una variable aleatoria de distribución N (0, dt ) . De
dX t = µ t dt + σ t dWt
t + ∆t t + ∆t
X t + ∆t − X t = ∫µ
t
u du + ∫σ
t
u dWu
57
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
t + ∆t
siendo ∫σ
t
u dWu la denominada integral estocástica o Integral de Ito.
Procesos de difusión.
dX t = µ ( X t , t )dt + σ ( X t , t )dWt
pasando a ser ahora el componente tendencial y la volatilidad, funciones del tiempo y del valor
actual del proceso. Cuando el proceso estocástico se halla en las dos partes de la igualdad,
esta se denomina ecuación diferencial estocástica (EDE).
Dado que dWt tiene una distribución N (0, dt ) , la media y varianza de los incrementos
Et [dX t ] = µ ( X t , t )dt
Vt [dX t ] = σ ( X t , t ) 2 dt
t + ∆t t + ∆t
X t + ∆t − X t = ∫ µ(X
t
s , s )ds + ∫σ ( X
t
s , s )dWs ,
siendo
t + ∆t
∫ µ(X
t
s , s )ds una Integral de Riemann y
58
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
t + ∆t
∫σ ( X
t
s , s )dWs una Integral de Ito.
Lema de Ito.
siguiente dinámica
dX t = µ t dt + σ t dWt ,
dos veces respecto a X t y una vez respecto a t . Entonces el proceso estocástico {Yt }∀t ≥ 0
sigue:
⎡ ∂f ( X t , t ) ∂f ( X t , t ) 1 ∂ 2 f ( X t , t) 2 ⎤ ∂f ( X t , t )
dYt = ⎢ + µt + σ t ⎥ dt + σ t dWt
⎣ ∂t ∂X ∂X ∂X
2
2 ⎦
59
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
∂f ( X t , t ) ∂f ( X t , t ) 1 ∂ 2 f ( X t , t)
dYt = dt + dX t + (dX t ) 2 ,
∂t ∂X 2 ∂X 2
2
donde hemos de tener en cuenta para el cálculo de ( dX t ) que
(dt ) 2 = dtdWt = 0
(dWt ) 2 = dt ,
de manera que
Teorema de Girsanov.
Q( A) = E (1 A L )
define una nueva medida de probabilidad. El hecho de que la esperanza de L sea igual a 1
garantiza que
Q (Ω ) = E ( L ) = 1
60
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
dQ
=L
dP
EQ ( X ) = E ( XL )
⎛ ⎛1T 2 ⎞ ⎞
E exp⎜⎜ ∫ X t dt ⎟⎟ < ∞ ⎟ .
⎜
⎜ ⎟
⎝ ⎝2 0 ⎠ ⎠
[
y {Wt , t ∈ 0, T ]} un movimiento browniano.
Entonces, el proceso
t
~
Wt = Wt + ∫ X s ds
0
Este teorema nos permitirá aplicar la nueva medida de probabilidad martingala riesgo -
neutral Q , usada en la valoración de instrumentos financieros cotizados, en lugar de la
probabilidad real, P .
⎛ 1 ⎞
Pt = P0 exp⎜ σWt + µt − σ 2 t ⎟
⎝ 2 ⎠
donde interpretamos
61
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
β t = β 0 e rt
⎡S ⎤ S
EQ ⎢ t ⎥ = 0
⎣ βt ⎦ β0
⎡S ⎤ S ⎡ ⎛ 1 ⎞⎤ S
E P ⎢ t ⎥ = 0 E P ⎢exp⎜ σWt + ( µ − σ 2 − r )t ⎟⎥ = 0 exp(( µ − r )t )
⎣ βt ⎦ β0 ⎣ ⎝ 2 ⎠⎦ β 0
~ µ −r
Wt = Wt + t
σ
tenemos que
dS t ⎛ µ −r ⎞ ~
= µdt + σdWt = rdt + σd ⎜Wt + t ⎟ = rdt + σdWt
St ⎝ σ ⎠
Así según el teorema de Girsanov, existe una probabilidad, Q , bajo la cual el proceso
~
Wt es un movimiento Browniano, con lo cual el rendimiento del activo S t , será equivalente al
de βt , es decir, el rendimiento libre de riesgo. En definitiva, valorar bajo la medida de
probabilidad Q , será equivalente a valorar con el tipo libre de riesgo, mas una prima de riesgo,
π (t ) , que recoge el precio de mercado del riesgo inherente al instrumento financiero, es decir,
una medida de la aversión al riesgo agregado en el mercado.
62
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
probabilidad real, P , en los términos mencionados arriba. Asimismo, diremos que el mercado
es completo, si esta medida de probabilidad, Q , es única.
dX t = [θ − aX t ]dt + σdWt
Una ventaja del proceso O-U es que exhibe reversión a la media, es decir, el
componente tendencial es positivo cuando
θ
Xt < ,
a
y negativo cuando
θ
Xt > ,
a
θ
.
a
Cuanto más lejos se halla el proceso del nivel de largo plazo, mayor es el valor
absoluto del componente tendencial, de manera que revierte más rápidamente al nivel de largo
plazo.
El valor que tome el proceso X t , en un instante t > 0 , sigue una distribución normal,
63
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
θ
E [X t ] = X 0 e − at +
a
(1 − e ), − at
y varianza
V [X t ] = σ 2
(1 − e ) .
−2 at
2a
σ2
V [X t ] =
2a
θ
X t − X t −1 =
a
(1 − e ) + (e
−a −a
)
− 1 X t −1 + σ t ⋅ ε
siendo
σ2
σε 2 =
2a
(1 − e ) .
− 2 at
Esta discretización del proceso O–U, nos permitirá la implementación mediante árboles
trinomiales de los procesos estocásticos intervinientes en la determinación del valor razonable
de las PTSV.
Procesos de Cox.
{Ti }i≥1 será un proceso homogéneo de Poisson con intensidad λ , si los lapsos entre eventos,
64
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
X t = ∑1{Ti ≤t }
i
P[ X t − X s = k ] = λ (t − s) k exp(− λ (t − s) )
1 k
k!
F (T ) = P[τ ≤ T ] = 1 − e − λT
y la intensidad de ocurrencia
P[τ ∈ (t , t + j ]τ > t ] = λ
lim 1
j→∞ j
k
1⎛ ⎞
t
⎛ t ⎞
P[ X t − X s = k ] = ⎜⎜ ∫ λu du ⎟⎟ exp⎜ − ∫ λu du ⎟
k! ⎝ s ⎠ ⎝ s ⎠
⎛ T ⎞
F (T ) = P[τ ≤ T ] = 1 − exp⎜⎜ − ∫ λu du ⎟⎟
⎝ 0 ⎠
65
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
⎡ ⎛ T ⎞⎤
F (T (λt ) 0≤t ≤T ) = P[τ ≤ T (λt ) 0≤t ≤T ] = 1 − E ⎢exp⎜⎜ − ∫ λu du ⎟⎟⎥
⎢⎣ ⎝ 0 ⎠⎥⎦
dX t = µ ( X t )dt + σ ( X t )dWt
donde,
en el instante t , X t .
( )
X t + ∆t = X t + µ ( X t ) ⋅ ∆t + σ ( X t ) ⋅ ∆t ⋅ ε + σ ( X t ) ⋅ σ ' ( X t ) ⋅ ∆t ⋅ ε 2 − 1
X t = X t −1 + µ ( X t ) ⋅ ∆t + σ ( X t ) ⋅ ∆t ⋅ ε .
66
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
X ti = X 0
t i +1 = t i + ∆t
z ti = ε ti
X ti +1 ≈ X ti + µ ( X ti ) ⋅ ∆t + σ ( X ti ) ⋅ ∆t ⋅ z ti
t i +1 = t i + ∆t
Cómo hemos podido comprobar en este caso únicamente podemos obtener muestras
del proceso estocástico, por lo que para obtener conclusiones sobre el mismo, tendríamos que
repetir el procedimiento anterior un número N de veces.
dX t = [θ − aX t ]dt + σdWt
tenemos que
µ ( X t ) = [θ − aX t ]
σ (X t ) = σ
dX t = µ ( X t )dt + σ ( X t )dWt
y
67
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
~
dYt = µ (Yt )dt + σ (Yt )dWt
donde
~
dWt ⋅ dWt = ρdt
tendremos que tener en cuenta en la discretización esta correlación ρ entre ambos, cómo
sigue
X t = X t −1 + µ ( X t ) ⋅ ∆t + σ ( X t ) ⋅ ∆t ⋅ ε
(
Yt = Yt −1 + µ (Yt ) ⋅ ∆t + σ (Yt ) ⋅ ∆t ⋅ ε ⋅ ρ + ε~ ⋅ 1 − ρ 2 )
siendo ε y ε~ dos normales estándar independientes.
En este apartado únicamente vamos a estudiar aquellas series temporales que son
discretas y univariantes.
El estudio de las series temporales tiene como principal característica que las
observaciones son dependientes entre sí, por lo tanto es necesario el desarrollo de una
68
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
metodología estadística apropiada y específica para el análisis de este tipo de series, esta
metodología fue introducida por Box-Jenkins (1970, “Time series análisis: forecasting and
control”).
Una serie temporal como proceso estocástico es una familia de variables aleatorias
indexada en el tiempo
Z : ΩxT ⇒ R
(w, t ) ⇒ Z (w, t )
Procesos estacionarios
F ( z i , z i +1 ,..., z k ) = F (z i + h , z i + h +1 ,..., z k + h )
1. µ t = µ = cte
2. σ t2 = σ 2 = cte
69
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Una serie temporal Z t que sea un proceso estacionario viene caracterizado por su
φ k ,k .
Teniendo en cuenta que los valores exactos de estos parámetros únicamente podrían
ser calculados si se dispusiera de todas las trayectorias muestrales del proceso, lo cual en la
práctica es imposible, habría que estimar sus valores únicamente a través de un conjunto de
trayectorias de todas las anteriores, lo cual también es muy difícil en la práctica. De ahí que
generalmente, la solución final sea el cálculo de las incógnitas anteriores a partir de la
información obtenida a lo largo de la única trayectoria empírica.
∑z t
z= t =1
∑ E(z ) t
E(z ) = t =1
=µ
T
1⎡ 2 T −1
⎤ γ0 ⎡ T −1
⎤
V (z ) = E(z − µ ) 2 = ⎢
T⎣
σ + 2 ∑
i =1
(1 − i / T )γ i⎥ =
⎦ T ⎣
⎢1 + 2 ∑
i =1
(1 − i / T ) ρ i ⎥
⎦
1 T
γˆ k = ∑ (Z t − Z )(Z t −k − Z )
T t = k +1
γˆ k
ρˆ k =
γˆ 0
70
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
correlograma muestral.
La f.a.p. muestral φˆkk se obtiene por el método de Durbin y sus cálculos son los
siguientes:
φˆ11 = ρˆ 1
k
ρˆ k +1 − ∑ φˆk ⋅ j ρˆ k +1− j
j =1
φˆk +1⋅k +1 = k
1 − ∑ φˆk ⋅ j ρˆ j
j =1
Un proceso se denomina proceso de ruido blanco si viene definido por las siguientes
condiciones (t=1,2… y k≠0):
1. E (Z t ) = 0
2. V (Z t ) = σ 2
3. Cov( Z t , Z t − k ) = 0
La característica principal de un proceso ruido blanco es que su f.a.s. y f.a.p. son cero.
Este proceso no es muy usual encontrarlo en la práctica pero es muy útil como término
Procesos autorregresivos
si puede ser expresado por medio de una regresión de su pasado infinito. Si llamamos
~
Z t = Z t − µ entonces:
71
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
~ ~ ~
Z t = π 1 Z t −1 + π 2 Z t − 2 + ... + at
El problema desde un punto de vista práctico es que este proceso contiene un número
infinito de parámetros. La solución a este problema será proponer modelos con un número
finito de parámetros, p , ó representaciones finitas autorregresivas de orden p , AR ( p ) .
~ ~ ~
Z t = φ1 Z t −1 + ... + φ p Z t − p + at
~
(1 − φ1 B − ... − φ p B p ) Z t = at
y llamando
φ p ( B) = 1 − φ1 B − ... − φ p B p
~
φ p ( B) Z t = at
~
Z t = µ + at + ψ 1 a t −1 + ψ 2 at − 2 + ...
72
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Por lo comentado en el proceso anterior este proceso puede ser tratado de una manera
práctica imponiendo la condición: ψ 1 = −θ1 ,...,ψ q = −θ q ,ψ k = 0 siendo k ≥ q + 1 .
~
Z t = at − θ 1 at −1 − θ 2 at − 2 − ... − θ q at − q
~
Z t = at (1 − θ 1 B − θ 2 B 2 − ... − θ q B q )
~
Z t = θ q ( B ) at
~
(1 − φ1 B − ... − φ p B p ) Z t = (1 − θ 1 B − θ 2 B 2 − ... − θ q B q )at
de forma compacta
~
φ p ( B) Z t = θ q ( B)at
73
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
ARMA(0, q) ≡ MA(q)
En el primer caso la constante coincide con la media, mientras que en los demás esto no es
así. Un contraste de hipótesis que se verá mas adelante indicará la idoneidad de incluir o no la
constante en el modelo.
Los procesos serie temporal no estacionarios son aquellos que tienen una media no
constante, una varianza no constante o ambas no son constantes.
φ p ( B)∇ d Z t = θ 0 + θ q ( B)at
74
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
tendencia determinista). Para convertir el proceso a estacionario normalmente basta con que
d =1 ó d = 2.
Puede ocurrir también que el proceso sea no estacionario en varianza, esta corrección
no se realiza de la misma forma que para el caso de la media, sino mediante transformaciones
Es necesario destacar que cuando haya que diferenciar y transformar para estabilizar
la varianza primero se transforma y luego se diferencia.
expresión es de la forma:
(1 − B) Z t = c + at ⇔ Z t = Z t −1 + c + at
φ p ( B)∇ d Z t = θ 0 + θ q ( B)at
hasta el instante n y pretendemos predecir un valor futuro, k > 0 periodos adelante, Z n + k . Tal
75
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Zˆ n (k ) = α 1 Z n + α 2 Z n −1 + ... + α n Z 1
Un predictor quedará definido una vez conocidos los valores αi que deben ser
calculados de manera óptima de acuerdo a algún criterio. Un criterio a utilizar sería minimizar el
error cuadrático medio
[
E Z n + k − Zˆ n (k ) ]2
En cuanto a
Zˆ n (k ) = E [Z n + k / Z n , Z n −1 , Z n − 2 ...]
en (k ) = Z n + k − Zˆ n (k )
⎛ k −1 ⎞
en (k ) ≈ N ⎜⎜ 0, σ 2 a ∑ψ 2 j ⎟⎟
⎝ j =0 ⎠
76
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Estacionalidad
Diremos que una serie es estacional cuando su valor esperado no es constante pero
varía de acuerdo a una pauta cíclica, por ejemplo si
E (Z t ) = E (Z t + s )
ARIMA( p, d , q) x( P, D, Q) s
~
Φ p ( B s )φ p ( B s )(1 − B) D (1 − B ) d Z t = Θ q ( B s )θ q ( B s )at
1
424 3 123 1
424 3 123
(a) (b ) (c) (d )
donde
77
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Hasta este momento hemos caracterizado los modelos de series temporales desde un
punto de vista teórico, pero en la práctica, la selección de un modelo concreto para representar
el fenómeno descrito debe estar basado en un procedimiento adecuado. La metodología
estándar fue propuesta por Box y Jenkins y consta de una serie de etapas:
Hay que realizar una serie de análisis y comprobaciones para identificar aquel modelo
o modelos que son los adecuados a través de los siguientes pasos:
2. Cálculo de la f.a.s. y f.a.p. muestrales una vez estabilizada la varianza (sólo si fuera
necesario), para decidir entonces si es necesario diferenciar la serie. Si la f.a.s.
decrece lentamente y la f.a.p. corta tras el primer retardo es indicio de no
estacionariedad. Hay que tener en cuenta que las consecuencias de no diferenciar son
mas graves que una diferenciación innecesaria, pero una sobrediferenciación complica
el modelo innecesariamente.
78
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Normalmente p, q ≤ 3.
Por otra parte, el número de retardos en los que hay que calcular la f.a.s. y f.a.p.
muestrales ha de ser el cociente entre el número de observaciones y la constante 4.
Estimación de parámetros
los parámetros a estimar son (recordando que en el caso de que d=0 se sustituye θ0 por µ
como parámetro.):
• θ0
79
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
• σ 2a
• θ = (θ 0 ,..., θ p )
• φ = (φ1 ,..., φ q )
1) Método de los momentos: este método consiste en sustituir los momentos poblacionales
por sus respectivos momentos muestrales y resolver las ecuaciones resultantes. En
general para cualquier tipo de modelo los estimadores por este método son muy sensibles
a errores de redondeo, por lo que usualmente se utilizan para dotar de valores iniciales a
otros métodos se estimación más potentes. En consecuencia no es muy recomendable
para la obtención de parámetros definitivos.
b) Maximizar la función.
37
Este algoritmo que es una variación del algoritmo de Gauss-Newton es un método de maximización numérica y
permite calcular iterativamente, el valor numérico de la función de verosimilitud para cualquier valor de los parámetros
del modelo, a partir de los datos observados.
80
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
3. Método de los mínimos cuadrados: este método no es muy útil en series temporales. En el
modelo general usualmente se da la situación de que los estimadores mínimo cuadrados
son inconsistentes excepto si q=0, es decir, en procesos AR(p), luego este método sólo es
recomendable para este tipo de modelos.
Diagnosis
una normal N (0, σ 2 a ) , esto implica que las at son variables aleatorias
disponemos de una estimación de la misma que son los residuos, que no son mas que
la diferencia entre el valor observado y el ajustado como habíamos visto anteriormente,
por tanto el análisis residual consiste en comprobar las hipótesis anteriores a partir de
los residuos.
• H 0 : ρ1 = ρ 2 = ... = ρ h = 0
81
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
• H 1 : alguno distinto de 0
h
Q = T (T + 2)∑ (T − k ) −1 ρˆ k2 → χ 2 h − m
aprox .
k =1
donde:
h = T ó Ln(T)
m = número de parámetros.
Q ≥ X 21−α ,h − m
82
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Una vez que los modelos hayan pasado por esta fase pueden ocurrir tres cosas: la
primera que el modelo cumpla con todas las hipótesis y por lo tanto es un candidato a
representar los datos; la segunda es que no cumpla alguna de las hipótesis pero que la
deficiencia pueda ser modificada obteniendo un modelo que sí cumple las hipótesis y la
tercera que es cuando el modelo no cumple con alguna de las hipótesis y es imposible
modificarlo, este modelo debe ser desechado.
Validación
En muchas ocasiones una vez aplicadas las fases descritas anteriormente, se puede
dar la circunstancia de la existencia de mas de un modelo aceptable desde el punto de vista del
procedimiento utilizado y por lo tanto no hay un criterio para determinar que modelo es mejor
que otro, por ello es necesario la introducción de estadísticos denominados criterios para
seleccionar modelos y están basados en dos aspectos:
AIC ( M ) = T ⋅ Ln(σˆ a2 ) + 2M
83
CAPÍTULO 2.Introducción al Valor Razonable de la Provisión Técnica de Seguro de Vida.
Cuanto más pequeño sea este valor mejor será el modelo, se puede observar por el
segundo sumando que penaliza a los modelos con un número mayor de parámetros.
σˆ z2
−1
M σˆ a2
BIC ( M ) = T ⋅ Ln(σˆ a2 ) − (T − M ) Ln(1 − ) + M ⋅ Ln(T ) + M ⋅ Ln( )
T M
En este caso como en el anterior elegiremos aquel modelo con un BIC menor.
N
1 ek
MPE ( M ) =
N
∑Z
k =1 n+ k
N
1
MSE ( M ) =
N
∑e
k =1
2
k
N
1
MAE ( M ) =
N
∑e
k =1
k
N
1 ek
MAPE ( M ) =
N
∑Z k =1 n+k
84
SEGUNDA PARTE: SUBYACENTES AL VALOR
RAZONABLE VALUE DE LAS PROVISIONES TÉCNICAS DE
SEGUROS DE VIDA
85
86
CAPÍTULO 3. LOS TIPOS DE INTERÉS Y EL VALOR RAZONABLE. 89
3.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO. 89
3.2. INTRODUCCIÓN A LOS TIPOS DE INTERÉS. 89
3.3. CLASIFICACIÓN DE LOS MODELOS DE LA ETTI. 92
3.3.1. Modelos estáticos. 92
3.3.2. Modelos dinámicos. 92
3.3.2.1. Modelos que no se ajustan a la ETTI actual. 92
3.3.2.1.1. Modelos de una variable. 93
3.3.2.1.2. Modelos de dos variables. 93
3.3.2.2. Modelos que se ajustan a la ETTI actual. 95
3.4. DETERMINACIÓN DE LA ETTI ACTUAL. 96
3.5. MODELOS AFINES UNIFACTORIALES.
MODELO DE HULL – WHITE. 98
3.5.1. Modelos afines unifactoriales. 98
3.5.2. Modelo de Hull – White. 102
3.5.2.1. Resultados analíticos. 102
3.5.2.2. Implementación mediante árboles
trinomiales. 106
3.5.2.3. Calibración. 119
87
88
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Tras una introducción a los tipos de interés en las PTSV, se procede a una descripción
de los distintos modelos sobre la ETTI.
Finalmente en el punto 3.5. abordamos el modelo de Hull – White, que permite tratar de
manera aproximada el proceso estocástico correspondiente a los tipos de interés en el futuro.
Este modelo nos permitirá la determinación del valor razonable de las PTSV, considerando
diversas trayectorias futuras en los tipos de interés.
89
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Para ser técnicamente correctos, el término “tipo libre de riesgo” debe realmente
referirse a la curva del tipo spot libre de riesgo, ya que el tipo libre de riesgo depende del
tiempo transcurrido antes del pago. En adelante siempre que hagamos referencia al término
“tipo libre de riesgo”, se tratará de la estructura temporal de tipos de interés (ETTI) o curva del
tipo spot libre de riesgo.
Por otra parte, el tipo libre de riesgo sigue una estructura temporal, y describir
exactamente esta estructura es fundamental para determinar el valor razonable de un
instrumento financiero.
90
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Antes de proceder a una descripción de los modelos sobre la ETTI, incluiremos una
serie de definiciones:
Definimos el tipo de interés libre de riesgo vigente en t , para el plazo que media hasta
T , por R (t , T ) , de tal forma que
P (t , T ) = exp(− (T − t ) R(t , T ) )
será el precio en t del bono libre de riesgo que vence en T . A partir del precio del bono libre
de riesgo, P (t , T ) , podemos asimismo obtener
ln(P(t , T ) )
1
R (t , T ) = −
T −t
lim lim 1
r (t ) = R(t , t + ∆t ) = − ln(P(t , t + ∆t ) )
∆t → 0 ∆t → 0 ∆t
equivalente a
⎡ ∂ ln(P(t , T ) ) ⎤
r (t ) = − ⎢ ⎥
⎣ ∂t ⎦ T =t
[ ]
comprendido entre t1 ,t 2 , siendo t < t1 < t 2 , será
Del mismo modo que para el tipo instantáneo, obtenemos el tipo forward instantáneo,
cómo
∂ ln P(t , T )
f (t , T ) = −
∂T
91
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Los modelos de la ETTI son muy utilizados para proporcionar un ajuste del riesgo del
tipo de interés, así como para valorar los derivados implícitos en el instrumento financiero.
Técnicas de bootstrapping a partir de bonos o tipos de interés de las ramas fijas de los
Interest Rate Swaps (IRSs).
Dentro de los modelos dinámicos, existen varios que no replican la ETTI actual, e
incluso que generan ETTIs que no coinciden con las curvas reales del mercado. Esto no
tendría sentido de no ser que la finalidad de estos modelos no es simplemente valorar bonos,
sino valorar derivados de tipos de interés, o determinar la exposición al riesgo de tipo de
interés.
92
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Dentro de éstos cabe distinguir entre modelos de una variable y modelos de dos
variables.
La ETTI se determina a partir de una variable, que generalmente suele ser el tipo a
corto, el cual sigue el siguiente proceso estocástico
dr (t ) = β (m − r (t ))dt + σ r γ dW (t )
Constantinides (1992) ( )
dr (t ) = α 0 + α 1 r (t ) + α 2 r (t ) − α 3 dt + σ 0 (r (t ) − σ 1 )dW (t )
93
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
- Tipo de interés a largo plazo, l (t ) , y spread entre tipos a largo y a corto, s (t ) 40.
dr (t ) = β r (θ − r (t ) )dt + v dWr (t )
Chen (1996) ( )
dθ (t ) = β θ θ − θ (t ) dt + σ θ θ dWθ (t )
r (t ) = y1 (t ) + y 2 (t )
Chen y Scott (1992)
dy i (t ) = β i (mi − y i (t ) )dt + σ i y i dWi (t ) i = 1,2
Cuadro 3.2. Modelos de la ETTI dinámicos de varias variables, que no se ajustan a la ETTI.
38
Richard (1978)
39
Brennan y Schwartz (1980b y 1982)
40
Schaefer y Schwartz (1984)
41
Fong y Vasicek (1991, 1992a y 1992b)
94
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Al permitir formas más complejas de la ETTI, se acerca más a la actual que los
modelos de una variable. Como inconveniente destacar su complejidad respecto de los
anteriores modelos, lo que motiva que se deba recurrir para su implementación a métodos
numéricos.
Podemos distinguir tres familias de modelos dinámicos que se ajustan a la ETTI actual.
⎡ σ ' (t ) ⎤
Black, Derman y Toy (1990) d ln(r (t )) = ⎢θ (t ) − dt + σ (t )dW (t )
⎣ σ (t ) ⎥⎦
Black y Karasinski (1991) d ln(r (t )) = (θ (t ) − a ln(r (t )))dt + σdW (t )
Hull - White (1990) dr (t ) = (θ (t ) − ar (t ))dt + σdW (t )
Cuadro 3.3. Modelos de la ETTI dinámicos de una sola variable, que se ajustan a la ETTI.
Dentro de esta familia, tenemos también una serie de modelos de dos factores de
riesgo, que replican además la ETVs:
proporcionan dos grados de libertad adicionales. Permiten replicar la ETVs inicial, así como la
volatilidad futura del tipo instantáneo.
95
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
A la segunda familia pertenece el modelo de Heath, Jarrow y Morton (1992) (HJM) que
aborda la evolución de los tipos forward instantáneos. Su idea es modelizar la ETTI en su
totalidad. Utiliza la ETTI actual cómo valor inicial de modo que bajo la probabilidad, Q , riesgo –
df (t , T ) = µ (t , T )dt + σ (t )dW (t )
La última generación de modelos, presenta cómo ventajas además de tomar cómo dato
los tipos implícitos en la ETTI actual, y replicar también la ETV, que es un modelo markoviano,
y cómo tal puede implementarse numéricamente en forma de árbol recombinante. Éste es el
caso del Markovian Function model (Hunt et. al. 2000).
Vamos a exponer de entre los métodos disponibles para determinar la ETTI actual, la
adaptación propuesta por Contreras et al. (1996) del modelo de Vasicek y Fong (1982) al caso
español.
96
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
p
Pk = ∑ C k , j D (t k , j ) − Qk − Wk + ε k , k = 1,2,...n
j =1
• E [ε k ] = 0
•
[ ]
E ε k2 = s 2 wk
,
dónde
w k = ⎛⎜ k ⎞
dP
⎝ dYk ⎟⎠
• W k = wI k , donde I k es una variable artificial que toma valor uno en el caso de bonos con
opciones de amortización anticipada y cero en caso contrario.
deuda pública española, eliminando Wk dado que no existen bonos del Estado con opciones
97
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
p
Q k = qC k ∑ (1 +Yk )
−t k , j
• para todos los Bonos y Obligaciones del Estado hasta
j =1
Se utiliza un único nudo para ajustar las splines exponenciales. Dicho nudo se localiza
en el momento del tiempo que minimiza la suma de cuadrados de los residuos.
Dentro de los modelos dinámicos expuestos, existe un grupo conocido por la literatura
al respecto cómo modelos afines. Estos modelos se caracterizan porque el precio de los bonos
cupón cero, se puede expresar cómo
P(t , T , r (t )) = A(τ )e B (τ ) r
siendo
τ =T −t
Estos modelos ofrecen una solución para el precio de los bonos cupón cero que cuenta
con importantes propiedades.
Este tipo de modelos suponen que el precio del bono de descuento, P (t , T ) , depende
de un único factor de riesgo que identificamos con el tipo instantáneo, r (t ) , por lo que lo
Asimismo parten de que la evolución del tipo instantáneo, r (t ) , sigue la siguiente EDE
dr (t ) = µ (t , r (t ))dt + σ (t , r (t ))dW (t )
98
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
⎛t ⎞
β (t ) = exp⎜⎜ ∫ r ( s)ds ⎟⎟
⎝0 ⎠
para considerar que existe una probabilidad, Q , riesgo – neutro, según la cual los precios
P(t , T , r (t ))
β (t )
son martingala.
⎛ ∂P ∂P 1 ∂2P ⎞
dP(t , T , r (t )) = ⎜⎜ dt + dr + (dr ) 2 ⎟⎟(t , T )
⎝ ∂t ∂r 2 ∂r 2
⎠
⎛ ∂P ∂P 1 2 ∂ 2 P ⎞ ∂P
= ⎜⎜ dt + µ + σ ⎟(t , T )dt + σ
2 ⎟
(t , T )dW (t )
⎝ ∂t ∂r 2 ∂r ⎠ ∂r
Si identificamos
⎛ ∂P ∂P 1 2 ∂ 2 P ⎞
P (t , T , r (t )) ⋅ µ P (t , T ) = ⎜
⎜ dt + µ + σ ⎟(t , T )
2 ⎟
⎝ ∂t ∂r 2 ∂ r ⎠
∂P
P (t , T , r (t )) ⋅ σ P (t , T ) = σ (t , r ) (t , T )
∂r
podemos escribir
µ P (t , T ) − r (t )
π (t ) = −
σ P (t , T )
cómo una prima asociada al factor de riesgo, e independiente del plazo t, T . Así tenemos que[ ]
bajo esta nueva medida de probabilidad, que P(t , T , r (t )) cumple
99
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
~
dP(t , T , r (t )) = P(t , T , r (t ))(r (t )dt + σ P (t , T )dW (t )) (3.1)
donde
~
dW = dW − π (t )dt
Asimismo bajo esta medida, la difusión del precio del bono tendría lugar bajo un nuevo
coeficiente de deriva, así
⎛ ∂P ∂P 1 2 ∂ 2 P ⎞
P (t , T , r (t )) ⋅ µ~P (t , T ) = ⎜⎜ dt + ( µ + σπ (t )) + σ ⎟(t , T )
⎝ ∂t ∂r 2 ∂r 2 ⎟⎠
( ~
dP(t , T , r (t )) = P(t , T , r (t )) µ~P (t , T ) + σ P (t , T )dW (t ) ) (3.2)
∂P ∂P 1 2 ∂ 2 P
+ ( µ + σπ (t )) + σ − rP = 0
∂t ∂r 2 ∂r 2
P(t , T , r (t )) = A(τ )e B (τ ) r , τ = T − t
100
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
dr (t ) = β (m − r (t ) )dt + σ dW (t )
tenemos que
1 ⎛ σ2
⎞ σ2 ⎫
A(τ ) = ( B(τ ) − τ )⎜⎜ β ( β m − π 0σ ) −
⎟⎟ − B(τ ) 2 ⎪
β ⎝ ⎠ 4β
2 3
⎪⎪
⎬
1 ⎪
B(τ ) = (1 − exp(− βτ ) ⎪
β ⎪⎭
donde π0 es la prima de riesgo del modelo de Vasicek (1977) que es una constante.
dr (t ) = β (m − r (t ) )dt + σ r (t )dW (t )
se obtiene
2 kθ
⎡ 2θ exp((θ + ψ ) τ ) ⎤ σ2 ⎫
⎪
A(τ ) = ⎢ 2 ⎥
⎪
⎢ (θ + ψ )(exp(θτ − 1) + 2θ ⎥
⎣ ⎦ ⎪
⎪
⎬
2(exp(θτ ) − 1) ⎪
B(τ ) = ⎪
(θ + ψ )(exp(θτ − 1) + 2θ ⎪
⎪⎭
donde
θ = ψ 2 + 2σ 2 ,
ψ = β + πσ
En este modelo se considera que la prima de riesgo depende del nivel de tipos de
interés
r (t )
π (t , r (t )) = π 0
σ
101
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Por el contrario no son modelos afines, aquellos que consideran para el tipo de interés
instantáneo un comportamiento lognormal, cómo por ejemplo el modelo de Black y Karasinski
(1991), o el modelo de Dothan (1978).
Usaremos la versión de un factor, que si bien no ajusta la ETVs, sí que ajusta la ETTI,
además de tener reversión a esta ETTI, lo cual será suficiente para exponer la metodología que
nos interesa abordar en la determinación del valor razonable de las PTSV.
Expondremos los resultados analíticos del modelo, para posteriormente llevar a cabo la
implementación numéricamente mediante un árbol trinomial de tipos de interés. De tal forma
que no implementaremos la evolución del tipo instantáneo, sino del tipo continuo a un plazo
corto determinado.
El modelo de Hull – White, se conoce también cómo Vasicek extendido y aporta sobre
este entre otras cosas que se puede replicar la ETTI. El modelo de Hull – White de un factor,
considera que el proceso riesgo – neutro para el tipo instantáneo tiene la forma
dr (t ) = (θ (t ) − ar (t ))dt + σdW (t )
102
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
donde a y σ son constantes, pero la función θ depende del tiempo de modo que la ETTI
quede perfectamente replicada. No obstante, en su artículo de 1990 Hull y White consideran
también a y σ dependientes del tiempo de modo que también se puede replicar la ETVs.
El modelo de Hull – White pertenece al grupo de los modelos afines, y cómo tal,
proporciona al problema de valor final
∂P ∂P 1 2 ∂ 2 P ⎫
+ ( µ + σπ (t )) + σ − rP = 0⎪
∂t ∂r 2 ∂r 2
⎪
⎬
P(T , T , r (t )) = 1 ⎪
⎪
⎭
µ (t ) = (θ (t ) − ar (t ))
∂P ∂P 1 2 ∂ 2 P ⎫
+ (θ (t ) − ar (t )) + σ − rP = 0⎪
∂t ∂r 2 ∂r 2
⎪
⎬
P (T , T , r (t )) = 1 ⎪
⎪
⎭
⎡ ⎤
⎢⎣ A'−θ (t ) AB + 2 σ AB − (B'−aB + 1)r ⎥⎦ P = 0
1 2 2
siendo
∂A(τ )
A' (τ ) =
∂τ
103
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
∂B(τ )
B ' (τ ) =
∂τ
1 ⎫
A'−θ (t ) AB + σ 2 AB 2 = 0⎪
2 ⎪
⎬
B'− aB + 1 = 0 ⎪
⎪
⎭
B (0) = 0 .
Dado que la segunda ecuación no incluye la función θ , tenemos la misma solución que
para el modelo de Vasicek:
1 − e − aτ
B (τ ) =
a
⎡ T σ2 σ2 ⎤
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 (B(τ ) − τ ) − B(τ ) 2 ⎥
⎣ t 2a 4a ⎦
d (e at r ) = e at dr + ae at rdt = θ (t )e at dt + e at σdW (t )
de manera que
t t
e at r (t ) = r (0) + ∫ θ (u )e au du + σ ∫ e au dW (u )
0 0
104
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
t t
r (t ) = r (0)e − at + ∫ θ (u )e a ( t −u ) du + σ ∫ e a ( t −u ) dW (u )
0 0
r (t ) = Ω(t ) + s (t )
donde el segundo es un proceso similar al del tipo instantáneo pero con reversión a 0
ds (t ) = − as (t )dt + σdW (t )⎫
⎪
⎬
s ( 0) = 0 ⎪
⎭
⎛ 1 − e − 2 at ⎞
s (t ) ≈ N ⎜ e − at , σ ⎟
⎜ 2a ⎟
⎝ ⎠
Ω'+ aΩ = θ ⎫
⎪
⎬
Ω(0) = r (0)⎪⎭
(e − at Ω)' = e − atθ
t
Ω(t ) = r (0)e − at + ∫ θ (u )e a ( t −u ) du
0
105
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
⎛ 1 − e − 2 at ⎞
⎜
r (t ) ≈ N Ω(t ), σ ⎟
⎜ 2a ⎟
⎝ ⎠
Nos interesa trabajar con el tipo continuo a un plazo ∆t , R (t , t + ∆t ) en lugar del tipo
Asumiremos que el tipo al plazo ∆t, Rt ,sigue el mismo proceso estocástico descrito
siendo por supuesto, los parámetros de volatilidad a y σ , distintos a los que resultarían para
el tipo instantáneo.
θ (t )
Rt − Rt −1 =
a
(1 − e ) + (e
−a −a
)
− 1 Rt −1 + ε t
siendo
ε t ≈ N (0, σ ε 2 ) ,
donde
σ2
σε =
2
2a
(1 − e ) .
− 2 at
106
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Rt = S t + Ω(t )
donde
adaptan los valores de Ω(t ) , de modo que se repliquen perfectamente los precios de los
bonos P (0, t ) .
Primer paso.
temporal:
media, que en este caso es 0, es decir, el componente tendencial es positivo cuando S t < 0 , y
( )
S t − S t −1 = e − a∆t − 1 S t −1 + ε t
107
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
siendo
ε t ≈ N (0, σ ε 2 ) ,
donde
σ2
σε 2 =
2a
(1 − e ) . − 2 at
E [S i − S i −1 S i −1 ] = M ⋅ S i −1 ⎫
⎪
⎬ (3.6.)
V [S i − S i −1 S i −1 ] = V ⎪⎭
siendo
(
M = e − a∆t − 1 )
σ 2 (1 − e −2 a∆t )
V =
2a
M ≈ −a ⋅ ∆t
y
V ≈ σ 2 ⋅ ∆t
σ2 constantes, podemos fijar unos valores de S t , cuyo valor será múltiplo de un espacio, ∆S ,
por determinar.
108
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
Para unas cantidades fijas de ∆t y ∆S , podemos identificar los valores del proceso
Cada nodo del mallado en el espacio (t, s), se denotará por (i, j) ≡ (i∆t, j∆s).
a) Configuración central
(i, j + 1)
1
2 (i, j)
(i - 1, j)
3
(i, j - 1)
109
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
valor del proceso en el siguiente salto temporal, puede tomar tres valores: S (i, j + 1) , S (i, j ) y
S (i, j − 1) .
E [∆S S (i − 1, j )] = ∆S ( p1 ( j ) − p3 ( j ) ) = M ⋅ S (i − 1, j ) = M ⋅ j ⋅ ∆S ⎫
⎪
⎪
[ ]
V ∆S 2 S (i − 1, j ) = ∆S 2 ( p1 ( j ) + p3 ( j ) ) = V + (M ⋅ S (i − 1, j ) )
2 2⎪
= V + (M ⋅ j ⋅ ∆S ) ⎬ (3.7)
⎪
⎪
p1 ( j ) + p 2 ( j ) + p3 ( j ) = 1 ⎪⎭
siendo
w ( jM ) 2 + jM ⎫
p1 ( j ) = + ⎪
2 2 ⎪
⎪⎪
p 2 ( j ) = 1 − w − ( jM ) 2 ⎬ (3.8)
⎪
w ( jM ) − jM ⎪
2
p3 ( j ) = + ⎪
2 2 ⎪⎭
siendo
∆t
w =V
∆S 2
110
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
1 1
p n ,1 ( j ) = p1 ( j ) − + w
6 2
Para que las probabilidad de transición se tornen estacionarias42, basta con establecer
1
w= ,
3
de modo que todas ellas serán independientes del corte temporal, i , dependiendo
exclusivamente de la altura j .
∆S = 3V∆t ,
De esta forma:
1 ( jM ) 2 + jM ⎫
p1 ( j ) = + ⎪
6 2 ⎪
⎪
2 ⎪
p 2 ( j ) = − ( jM ) 2 ⎬ (3.9)
3 ⎪
⎪
1 ( jM ) 2 − jM ⎪
p3 ( j ) = + ⎪
6 2 ⎭
Por otra parte, es necesario que todas las probabilidades de transición se mantengan
positivas, no siendo así cuando
42
Independientes del nivel temporal i.
111
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
2
3
j<−
M
Para evitar que ocurra esto, hemos de plantear configuraciones alternativas de manera
que la probabilidad central se mantenga positiva sea cual sea el valor de j .
b) Configuración ascendente
(i, j + 2)
(i, j + 1)
2
3
(i - 1, j) (i, j)
1 ( jM ) 2 − jM ⎫
p1 ( j ) = + ⎪
6 2 ⎪
⎪
1 ⎪
p 2 ( j ) = − − ( jM ) + 2 jM ⎬
2
3 ⎪
⎪
7 ( jM ) 2 − 3 jM ⎪
p3 ( j ) = + ⎪
6 2 ⎭
(3.10)
112
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
1+ 2 1− 2
3 3
− < j<−
M M
Así los j´s que permiten la sustitución de la configuración ascendente por la central son
2 1− 2
3 3
− < j min < −
M M
c) Configuración descendente
1
(i - 1, j) (i, j)
3
(i, j - 1)
(i, j - 2)
Figura 3.4. Configuración descendente
En este caso
7 ( jM ) 2 + 3 jM ⎫
p1 ( j ) = + ⎪
6 2 ⎪
⎪
1 ⎪
p 2 ( j ) = − − ( jM ) − 2 jM ⎬
2
(3.11)
3 ⎪
⎪
1 ( jM ) 2 + jM ⎪
p3 ( j ) = + ⎪
6 2 ⎭
113
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
1− 2 1+ 2
3 3
< j<
M M
Los j´s que permiten la sustitución de la configuración descendente por la central son
1− 2 2
3 3
< j max <
M M
Las probabilidades de transición son simétricas de manera que j min = − j max , siendo
La regla para decidir la ramificación adecuada para cada nodo, de acuerdo con las
anteriores restricciones, será una vez definida
⎡ 0,1835 ⎤
L=⎢ ⎥,
⎣⎢ M ⎦⎥
de manera que
− L ≤ j ≤ L ⇒ central ⎫
⎪
⎪
j > L ⇒ descendente ⎬
⎪
⎪
j < − L ⇒ ascendente ⎭
114
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
J S0 S1 S2
2 0,036401
1 0,018200 0,018200
0 0 0 0
-1 -0,018200 -0,018200
-2 -0,036401
Cuadro 3.2.: Valores temporales en el árbol de la variable St.
Segundo paso
115
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
El segundo paso en la implementación del modelo consiste en convertir este árbol para
S t en el correspondiente para Rt .
Puesto que
y que
dS t = −aS t dt + σdWt
Para recuperar los tipos a plazo en el árbol Ri , j ≡ R (i∆t , j∆t ) , lo único que hay que
nodo (i, j) y 0 en cualquier otro caso, es lo que denominamos precios Arrow - Debreu. Tanto los
Ω i como los Qi , j se pueden obtener mediante inducción forward para que la ETTI quede
replicada.
t P(0, t)
0 1
1 0,977469
2 0,947188
3 0,912773
4 0,875619
5 0.837634
Cuadro 3.3.: CCC.
116
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
El proceso sería:
⎡ 1 ⎤
R0 = ln ⎢ ⎥ = 2,27884%
⎣ 0,977469 ⎦
2. El siguiente paso es calcular los precios Arrow-Debreu Q1,1 , Q1, 0 y Q1, −1 , que según
se ha establecido serán:
Los precios observados en los nodos (i, j`s) para un bono con vencimiento en i + 1 serán
también los factores de descuento aplicables al período [i, i + 1], por lo que el precio del
bono que vence en el instante i = 2 tiene los precios en cada uno de los nodos (1, j`s):
P1,1 (2) = e − ( Ω1 + ∆S ) ⎫
⎪
⎪⎪
P1,0 (2) = e −Ω1 ⎬
⎪
⎪
P1, −1 (2) = e −( Ω1 − ∆S ) ⎪⎭
117
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
⎛ ∑ Q1, j e − j∆S∆t ⎞
⎜ j ⎟
Ω1 = log⎜ ⎟ =0,031524
⎜ P(2) ⎟
⎝ ⎠
Quedando determinados
R1,1 = Ω 1 + S 1 = 0,049725 ⎫
⎪
⎪
R1,0 = Ω 1 + S 0 = 0,031524 ⎬
⎪
⎪
R1, −1 = Ω 1 + S −1 = 0,013324⎭
⎛ ∑ Qi , j e´− j∆S∆t ⎞ ⎫
⎜ j ⎟ ⎪
Ωi = log⎜ ⎟ ⎪
⎜ P(i + 1) ⎟ ⎪
⎝ ⎠ ⎬
⎪
´− Rij ' ∆t ⎪
Qi +1, j = ∑ Qi , j ' p( j ' , j )e ⎪
j' ⎭
J 0 1 2
2 0,01924
1 0,16291 0,20721
0 0 0,65165 0,48979
-1 0,16291 0,21099
-2 0,01995
Cuadro 3.4.: Precios Arrow Debreu.
118
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
J 0 1 2 3 4
Gráficamente:
R i,j
0,09
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
3.5.2.3. Calibración.
La calibración del modelo Hull – White consiste en obtener el valor de los parámetros
de volatilidad a y σ , a partir del mercado de derivados.
Para que un instrumento financiero sea válido para calibrar, debe ser negociado
activamente. En España contamos por ejemplo con el caplet, como instrumento financiero
negociado activamente en el mercado de derivados OTC sobre tipos de interés.
Los caplets se suelen valorar con el modelo de Black. Según este modelo, el valor
actualizado de un caplet con fecha de inicio, t , del periodo de amortización del tipo interés
vigente entre t y T , sería
[
C (0, t , T ) = L(T − t )e − R ( 0,T ) F (0, t , T ) N (d1) − Rcap N (d 2) ]
119
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
siendo
L(T − t ) : cantidad fija sobre la que se estima el caplet, también denominado nocional del
caplet,
F (0, t , T ) : el tipo forward para el período t a T observado en la fecha de valoración,
σ s 2 (t ) = V ( F ( s, t , T ) Gs −1 )
Por otra parte obtenemos inmediatamente los tipos forward implícitos a partir de la
relación
F (0, T ) ⋅ T − F (0, t ) ⋅ t
F (0, t , T ) =
T −t
Considerando:
φt = log Ft − log Ft −1
1 m
σ 2t = ∑
m − 1 i =1
(φ t −i − φ ) 2
donde
1 m
φ= ∑ φ t −i
m i =1
120
CAPÍTULO 3. Los tipos de interés y el Valor Razonable.
n Ci − M i
∑
i =1 Ci
siendo
Los parámetros para los que el modelo quedaría calibrado, serían aquellos que
minimizaran esta distancia
⎛ n C i − M i ( a, σ ) ⎞
arg min⎜⎜ ∑ ⎟
⎟ (3.12.)
⎝ i =1 Ci ⎠
Hasta aquí, nos hemos centrado en el proceso estocástico correspondiente a los tipos
de interés para la determinación del valor razonable. El paso siguiente será identificar el
proceso estocástico correspondiente a la supervivencia del asegurado, durante los períodos de
vigencia de la póliza.
121
122
CAPÍTULO 4. RIESGO TÉCNICO Y EL VALOR RAZONABLE. 125
4.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO. 125
4.2. INTRODUCCIÓN AL RIESGO TÉCNICO EN LOS
SEGUROS DE VIDA. 126
4.3. INTRODUCCIÓN A LAS TABLAS DE MORTALIDAD. 130
4.4. TABLAS DE MORTALIDAD DINÁMICAS. 133
4.4.1. Métodos paramétricos. 134
4.4.1.1. Métodos estructurales. 134
4.4.1.2. Métodos no estructurales. 139
4.4.2. Métodos no paramétricos. 141
4.4.3. Métodos basados en factores de reducción
de la mortalidad. 143
4.5. APLICACIÓN A LA POBLACIÓN DE LA COMUNIDAD
ANDALUZA. 149
4.6. PROCESO ESTOCÁSTICO ASOCIADO A LA MEDIDA
DE MORTALIDAD. 176
4.6.1. Resultados analíticos. 176
4.6.2. Implementación mediante árboles trinomiales. 184
4.6.3. Calibración. 192
4.7. PROCESO ESTOCÁSTICO ASOCIADO AL FACTOR
DE DESCUENTO ACTUARIAL. 200
123
124
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
En este capítulo se expone la influencia del riesgo técnico en el valor razonable de las
PTSV.
Así el apartado 4.2. introduce el riesgo técnico en los Seguros de Vida, para centrarse
en el riesgo biométrico.
125
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
El riesgo técnico puede ser definido como aquel derivado de una inadecuada o
insuficiente estimación de las prestaciones futuras de las pólizas. Este riesgo puede ser
dividido en dos partes:
Riesgo no sistemático.
⎧X → τ > n
⎪
X ( n) = ⎨
⎪ 0 →τ ≤ n
⎩
1 m
V (0) = ∑ P(0, n) X i (n)
m i =1
donde
126
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
⎛ n ⎞
V (0) ⇒ exp⎜⎜ − ∫ r (t )dt ⎟⎟ Ep[ X (n)] para m→∞
⎝ 0 ⎠
individuo de edad x .
por l x (donde l 0 toma un valor 10n), la variable aleatoria número de fallecidos en un año d x ,
E (d x ) = l x ⋅ q x ⎫
⎪
⎬
V (d x ) = l x ⋅ q x ⋅ (1 − q x )⎪⎭
Cómo comenta Betzuen (1989) con antelación a la fijación del precio del Seguro de
Vida, es imprescindible analizar el comportamiento de la mortalidad para el colectivo a
asegurar. Existen dos posibilidades para definir la mortalidad del colectivo, la primera es
establecer la expresión analítica de la distribución de probabilidad sobre la variable tiempo
futuro de supervivencia, y la segunda es la construcción de la tabla de mortalidad.
127
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
1
De Moivre (1724) µ x +t = , 0<t <ω−x
ω − x−t
Gompertz (1825) µ x +t = Bc x +t , t > 0
Riesgo sistemático.
43
Como veremos mas adelante, el tanto instantáneo de mortalidad es la intensidad de fallecimiento del asegurado.
44
Supone una probabilidad muy pequeña de una pérdida extremadamente grande.
128
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Los “mortality bonds” son en esencia un bono cuyo flujo de caja se halla referenciado al
comportamiento de la mortalidad de una cohorte de referencia. Tenemos cómo antecedentes el
EIB/BNP Long – term longevity bond, de noviembre 2004, que se trata de un bono de duración
25 años, cuyo flujo de caja se halla indiciado a una población de referencia consistente en una
cohorte de hombres de 65 años de Inglaterra y Gales, y cuyo objetivo es cubrir el riesgo de
longevidad. También tenemos otro antecedente, el Swis – Re Short – term catastrophe bond,
consistente en un bono de duración 3 años, cuyo flujo de caja se halla referenciado a los
fallecimientos debidos a catástrofes, de la cohorte de referencia compuesta por personas de
varios países. Cubre los fallecimientos debidos a catástrofes, que suelen ser excluidos de
muchos seguros de fallecimiento.
En cuanto a los “mortality swap” supone el intercambio de una corriente fija de pagos a
una cartera asegurada, por los que tendrán lugar en realidad según el comportamiento de la
cartera asegurada. Tenemos un ejemplo en lo que Schrager (2006) denomina GAOs
(Guaranteed Annuity Options) y que toman cómo subyacente una renta vitalicia, constante a
prima única, que se devenga en un tiempo posterior, T , a la fecha de valoración t .
Por otra parte, para modelizar el riesgo técnico sistemático, se han desarrollado
últimamente varios modelos. Así por ejemplo tenemos el caso del modelo de Lee – Carter46
que considera para el factor de la medida de mortalidad dependiente del tiempo cronológico un
modelo ARIMA(0, 1, 0). Posteriormente ha sido adaptado por Denuit, et. al (2005) para
aplicarlo estocásticamente en tiempo continuo. Milevsky y Promislow (2001) aplican el
denominado modelo de Gompertz con reversión a la media, mientras que Dahl (2004) aplica un
modelo afín de los ya expuestos para el proceso estocástico correspondiente al tanto
instantáneo de mortalidad. Biffis y Millossovich (2006) analizan modelos afines con saltos. En
cuanto a modelos de la forma HJM (sobre tipos forward) mencionados para los tipos de interés,
tenemos el caso del modelo de Smith – Olivier descrito en Olivier y Jeffrey (2004).
Blake, et. al. (2004) aplican modelos de la familia de los “Market Models” para “forward
life annuity rates” y “forward Survivor Credit Offer Rates (SCOR)”. El primer caso toma como
subyacente unas rentas diferidas a prima única del tipo de las ya mencionadas GAOs, mientras
que el segundo es una reminiscencia del τ –LIBOR (el London Interbank Offer Rate con
duración o tenor τ ), así si tenemos que respecto a los tipos de interés el τ –LIBOR se define
como
45
Ver Blake, et. al (2006) para mas detalle.
46
Ver Lee – Carter (1992) y Lee (2000).
129
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
1 − P(t , t + τ )
L=
τP(t , t + τ )
1−τ p x +t
Q
L=
τ τ p x +t Q
En nuestro caso una vez construida la tabla de mortalidad para la población andaluza
de los años 1980 a 2000 por los modelos de Heligman y Pollard y de Lee – Carter,
construiremos en el apartado 4.6. un modelo estocástico afín unifactorial no homogéneo, es
decir, que replique la tabla de mortalidad ajustada, similar al que Hull y White aplican a los tipos
de interés. Una vez definido el modelo para el tipo instantáneo,
dµ x (t ) = (θ (t ) − aµ x (t ))dt + σ dW (t )
Siguiendo a Palacios (1996) una tabla de mortalidad es una serie temporal en la que se
pone de manifiesto la reducción gradual de un grupo inicial de individuos, como consecuencia
de los fallecimientos. De esta manera, la tabla refleja los individuos que sobreviven a cada
edad.
Las dimensiones temporales que nos interesan desde el punto de vista de una tabla de
mortalidad, siguiendo a Montserrat y Guillén (1999) son las siguientes:
130
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
• El tiempo será una duración si hace referencia al período transcurrido desde el suceso
origen hasta un tiempo cronológico determinado. Así la edad o tiempo biológico de 29
años en el año 1990, corresponderá a x = 29.
• Por último el tiempo en el sentido de línea de vida, será aquella trayectoria de la cual
conocemos el suceso origen pero no el suceso final. A las personas que comparten el
suceso origen las denominamos cohorte. Así la cohorte de 1975, será g = 1975.
g+x=t
Los postulados recogidos en Vegas (1982) respecto de las tablas de mortalidad son los
que siguen:
131
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Desde el punto de vista del tiempo cronológico las tablas de mortalidad pueden ser:
Por otra parte, en la legislación española se aplican lo que se conoce por tablas de
mortalidad de segundo orden. Esto quiere decir que implícitamente incorporan un margen de
seguridad en sus probabilidades condicionadas, que será diferente según se trate de un
Seguro de Vida – Ahorro47 o de Vida – Riesgo48. La probabilidad de fallecimiento en el primer
caso se atenúa, mientras que en el segundo se agrava.
Entre las tablas de mortalidad vigentes en la actualidad para los Seguros de Vida, y
más concretamente para los de Ahorro, tenemos las tablas de momento GRM/F – 95, y las
tablas generacionales PERM/F – 2000 P (para la nueva producción), y las PERM/F – 2000 C
(para los contratos en cartera).
Con respecto a los Seguros de Vida – Riesgo contamos con las tablas de momento
GKM/F – 95.
Las actuales tablas de mortalidad quedan invalidadas en primer lugar porque están
elaboradas para una población genérica, con un comportamiento de mortalidad que no tiene
por qué ser similar al de la población objeto de aseguramiento, y en segundo lugar porque
incorporan el citado margen de seguridad.
47
Seguro cuya prestación consiste en un capital pagadero a la supervivencia del Asegurado.
48
La prestación en este caso, consiste en un capital pagadero al fallecimiento del Asegurado.
132
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Es por ello que incluiremos los mecanismos básicos que permitan la construcción de
unas tablas de mortalidad dinámicas, más adecuadas y particularizadas para la población
objeto de estudio, por supuesto sin margen de seguridad.
Han sido escogidas las tablas de mortalidad dinámicas, debido a que en la literatura
actuarial se ha reconocido últimamente que éstas son las más adecuadas. Elaboraremos una
tabla de mortalidad dinámica sin margen de seguridad para la población andaluza. La tabla se
elaborará sobre la base de la experiencia de mortalidad de los años 1980 a 2000 en Andalucía,
a fin de mostrar como se implementarían los resultados obtenidos en la cuantificación del valor
razonable de las PTSV.
Antes haremos una exposición de varios modelos que permiten la obtención de tablas
de mortalidad dinámicas.
Hay que tener en cuenta en esta metodología, que la introducción de más parámetros
al modelo dará lugar a una medida de la bondad del ajuste mejor, siendo de vital
importancia mantener un equilibrio entre el número final de parámetros escogidos y
esta bondad de ajuste, para evitar una sobreparametrización del modelo.
133
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
3.-Modelos basados en los factores de reducción: los cuales una vez modelizadas
las medidas de mortalidad, incorporan la evolución de éstas según el tiempo
cronológico a través de los factores de reducción.
forma que el modelo se mantiene a lo largo de los años, dependiendo del tiempo cronológico a
través del valor de sus parámetros, es decir, q x ,t = f (α 1 (t ), α 2 (t ),..., α n (t )) , donde αi son
Por lo tanto ajustan el mismo modelo para los distintos años, obteniendo una secuencia
de parámetros estimados, para posteriormente analizar la serie cronológica de cada parámetro
y ajustarla para obtener estimaciones de los parámetros a futuro.
n
qx
= ∑ Ai exp(− Bi ( f i ( x) − C i ) Di
1 − q x i =1
134
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
siendo Ai, Bi, Ci, Di, con i = 1, 2, ..., n, los parámetros a estimar.
Las tres expresiones que realmente se ajustaron son las que siguen:
• Primera ley.
+ D exp(− E (ln x − ln F ) ) +
x
( x + B )C GH
qx = A
2
1 − GH x
• Segunda ley.
(
q x = A ( x + B ) + D exp − E (ln x − ln F ) +
C 2
) GH x
1 − KGH x
• Tercera ley.
( )
K
GH x
qx = A ( x + B )C
+ D exp − E (ln x − ln F ) +
2
1 − KGH x
K
De las tres leyes anteriores vamos a utilizar la segunda ley en nuestro estudio, ya que
al introducir el parámetro k mejora el ajuste de la primera ley para edades altas (tercer
sumando) y su fórmula es menos laboriosa que la de la tercera ley por lo que se facilitarán los
cálculos.
135
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Los parámetros se estiman para cada uno de los años mediante mínimos cuadrados
ponderados no lineales de la forma:
∑ w (q − F ( x) )
2
x x
x
1
observación a la edad x, sirviendo como ponderación de la forma .
(q x )n
Una vez estimados los valores de los parámetros para cada uno de los años hay que
determinar el modelo que siguen, para ello se ajusta una serie temporal a cada parámetro y se
obtienen las predicciones para posteriormente obtener la predicción de q x .
4. De los modelos propuestos se escogerá aquel modelo que tenga una medida BIC
menor.
Con ello conseguimos reducir el número de series temporales a analizar, de 109 series
(que son las edades consideradas habitualmente en una tabla de mortalidad), analizamos 9
series.
Si bien algunos autores dudan de la robustez de este modelo (ver v.g. Gage y Mode
(1993)), servirá a nuestra causa cómo contraste de los resultados obtenidos respecto de la
población andaluza mediante el modelo de Lee – Carter que veremos a continuación.
136
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Modelo de Lee-Carter.
q xt = exp(a x + bx k t ) + ε xt
o equivalentemente
ln(q xt ) = a x + bx k t + ε ' xt
Éste modelo relaciona las tasas de mortalidad por edad con un único factor no
observable kt que engloba las características generales de la mortalidad en el año t conocidas
cómo índice de mortalidad.
En cuanto al ajuste del modelo para que la función tenga solución única los parámetros
han de ser normalizados, por lo que en primer lugar normalizamos a x resultando
^ ∑ ln q xt
ax = t
pueden escribirse como una combinación lineal de n factores comunes más un término error:
Qt = P ft + εt
m ×1 = m × n n ×1 m ×1
137
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Es por ello que para estimar los valores bx y k t aplicamos el método del Singular
)
Value Decomposition49 (SVD) a la matriz ln(q xt ) − a x .
∑b x =1 y ∑k t = 0.
) )
D t = ∑ ( N xt exp(a x + k t bx ))
x
donde:
^
Posteriormente hay que encontrar un modelo para k t utilizando Box-Jenkins. En
muchas aplicaciones un buen modelo es un ARIMA(0,1,0) con una constante negativa que
k t = c + k t −1 + ε t
donde
c: es la constante y
ε t : es ruido blanco, es decir, ε t ~ N (0, σ ε ) .
49
Cualquier matriz Amxn, sea singular o no, puede ser descompuesta en un producto de tres matrices, de la forma A = U
D V’, donde Umxm y Vnxn son matrices ortogonales (por lo que sus inversas son iguales a sus transpuestas), y D es una
matriz diagonal cuyos elementos diagonales son los valores singulares de A (son las raíces cuadradas positivas de los
valores propios de A’A). Las columnas de U son los vectores singulares por la izquierda de A y las columnas de V son
los vectores singulares de A por la derecha.
138
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Método logarítmico.
q xt = α x + ( β x ) t
tomando logaritmos
donde los parámetros dependientes de la edad han de ser estimados por algún método de
optimización.
q xt = q xt0 exp(−λ x (t − t 0 ))
donde
ln 2
λx =
Tx
siendo Tx el tiempo necesario para que la tasa de mortalidad a la edad x disminuya a la mitad
⎛ s r r s ⎞
µ xt = exp⎜ β 0 + ∑ β j L j ( x' ) + ∑ α j t ' + ∑∑ γ ij L j ( x' )t 'i ⎟⎟
⎜ i
⎝ j =1 i =1 i =1 j =1 ⎠
139
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
donde x' ´ y t ' son transformaciones de la edad y el tiempo de forma que los valores estén
dentro del intervalo [-1,1] y L j (x ' ) son los polinomios de Legendre generados por
L0 ( x) = 1
L1 ( x) = x
Ln +1 ( x) = xLn ( x) − nLn −1 ( x) ; (n es un nº entero mayor o igual que 1).
⎛ s ⎞ ⎛ r ⎛ s ⎞ ⎞
µ xt = exp⎜⎜ β 0 + ∑ β j L j ( x' ) ⎟⎟ + exp⎜ ∑ ⎜⎜α j + ∑ γ ij L j ( x' ) ⎟⎟t 'i ⎟
⎜ i =1 ⎟
⎝ j =1 ⎠ ⎝ ⎝ j =1 ⎠ ⎠
donde el primer término puede interpretarse como una función Gompertz – Makeham
LGM(0,s+1) correspondiente a la graduación y el segundo término como un ajuste del efecto
del año del calendario.
Para estimar los parámetros αi , β j y γ ij se supone que las muertes observadas son
varianza
E ( D xt ) = λ xt = E xt µ xt ⎫
⎪
⎬
V ( D xt ) = φλ xt ⎪
⎭
donde Ext son los expuestos centrales al riesgo y φ un parámetro de escala que hay que tener
en cuenta cuando los datos están basados mas en pólizas que en individuos (ya que a un
individuo le pueden pertenecer varias pólizas).
140
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
1
φ
∑ − (λ
xt
xt + d xt + log λ xt )
) ⎡ ⎛d ⎞ ) ⎤
D(d xt , λ xt ) = 2∑ ⎢log⎜⎜ )xt ⎟ − (d xt − λ xt )⎥
⎟
⎣ ⎝ λ xt
xt ⎢ ⎠ ⎥⎦
^
donde λ xt es el número de muertes que predice el modelo y la Scaled Deviance, obtenida
)
) D(d xt , λ xt )
S (d xt , λ xt ) =
φ
de libertad. Los valores finales de r y s serán los máximos a partir de los cuales los
incrementos de la Deviance no resultan estadísticamente significativos.
141
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
λi (t ) = α ( X i (t ), t )Yi (t )
edad y Yi (t ) es un proceso predecible que toma el valor 1 cuando el individuo está bajo riesgo
y 0 en caso contrario.
) D xt
α ( x, t ) =
E xt
donde
n
D xt = ∑ ∫ K b1 ( x −X i ( s )) K b2 (t − s )dN i ( s )
t2
t1
i =1
n
E xt = ∑ ∫ K b1 ( x − X i ( s )) K b2 (t − s )dYi ( s )
t2
t1
i =1
Para poder separar el efecto de las dos componentes nos restringimos a los
submodelos multiplicativos bidimensionales
α ( x, t ) = α 1 ( x)α 2 (t )
142
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
− −
que puede ser interpretado como un ratio de mortalidad continuo. Siendo α 1 ( x) y α 2 (t ) las
componentes univariantes de interés, donde
t2 t2 t2
α 1 ( x) = ∫ α ( x, t )dt = ∫ α 1 ( x)α 2 (t )dt = α 1 ( x) ∫ α 2 (t )dt = α 1 ( x)c1
t1 t1 t1
n2 n2 n2
α 2 ( x) = ∫ α ( x, t )dx = ∫ α 1 ( x)α 2 (t )dx = α 2 (t ) ∫ α 1 ( x)dx = α 2 (t )c 2
n1 n1 n1
) )
α 1 ( x) = ∫ α ( x, t )dt ⎫
t2
t1 ⎪
) n2 ) ⎪
α 2 ( x) = ∫ α ( x, t )dx ⎬
⎪
n1
) t 2 n2 )
c = ∫ ∫ α ( x, t )dxdt ⎪
t1 n1 ⎭
Las ventajas de este modelo son que puede aplicarse cuando hay pocos datos y
permite una rápida impresión del desarrollo de la mortalidad.
Los factores de mejora de la mortalidad RF(x,t) son valores que permiten proyectar las
tablas de mortalidad a lo largo del tiempo al tener en cuenta los cambios que la medida de
mortalidad ha sufrido en el transcurrir de los años.
Sea t el tiempo con origen en t=0, el factor de reducción está caracterizado por la
ecuación
q xt = q x 0 RF ( x, t ), t ≥ 0
RF ( x,0) = 1 ∀x ≥ 0
0 ≤ RF ( x, t ) ≤ 1 ∀x ≥ 0 ∀t ≥ 0
143
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Sean Dxt las variables aleatorias que representan el número real de muertes a edades
individuales y Ext los correspondientes expuestos iniciales en t = t1, t1+1,…,tmax. Las variables
Dxt son independientes donde cada una de ellas sigue una distribución binomial ~ B ( E x ,t , q x ,t )
D xt
Yxt =
E xt
con
E (Yxt ) = q xt ⎫
⎪⎪
q (1 − q xt ) ⎬
Var (Yxt ) = φ xt ⎪
E xt ⎭⎪
η xt = g (q xt ) ⇔ q xt = g −1 (η xt )
obteniendo
g −1 (η xt )
RF ( x, t ) =
q x0
Hay que proporcionar una estructura paramétrica para η ´xt de forma que η ´x0=0 de la
que obtener
g −1 (η x 0 + η ' xt )
RF ( x, t ) =
g −1 (η x 0 )
144
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
1. Una recta paramétrica que pasa por el origen y cuya pendiente dependa de la edad
η ' xt = β xt
r k
∑∑ β
i =1 j =1
ij ( x − x j )i + t, ∀( x, t )
r = 3 y β ij = 0, ∀i = 1,2
η xt = g (q x 0 ) + β xt
donde g(qx0) se calcula aplicando el link a los valores graduados del periodo base. Los valores
ajustados son
) )
η xt = g (q x 0 ) + β xt
con el error
) )
se(η xt ) = se( β xt )t
)
ηq xt = g −1 (η xt ) = g −1 ( g (q x 0 ) + β xt )
que podemos sustituir en la expresión de los factores de reducción para calcular sus valores
ajustados o sus logaritmos
) )
) q xt g −1 ( g (q x 0 ) + β xt )
RF ( x, t ) = =
q x0 q x0
145
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
) )
log( RF ( x, t )) = log( g −1 ( g (q x 0 ) + β xt )) − log(q x 0 )
q xt
= RF ( x, t )
q x0
suponiendo que conocemos dxt y Ext se pueden realizar estudios retrospectivos para años
posteriores al periodo base. Para tales datos podemos obtener ratios brutos
d xt
q ' xt =
E xt
z xt = log(q' xt ) − log(q x 0 )
log(µ xt ) = α x + β x k t
146
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
α x 0 = log(µ x 0 ) ⇒ µ x 0 = exp(α x 0 )
β x = log( RF ( x, t )) ⇒ RF ( x, t ) = exp( β x k t )
k 0 = 0, ∑β x
x = 1, α x 0 = log(µ x 0 )
Sean:
⎡g⎤
t0 = tn − ⎢ ⎥
⎣2⎦
⎡g⎤ g
donde ⎢ ⎥ es la parte entera de .
⎣2⎦ 2
)
α = log(µ x 0 )
⎛ tn ⎞
⎜ ∑ d xt ⎟
) ⎜ t =t ⎟
α x0 = log⎜ tn m ⎟
⎜ ∑ E xt ⎟
⎜ t =t ⎟
⎝ m ⎠
147
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
d xt
rxt =
E xt
) ⎛ tn ⎞
α x0 = log⎜⎜ ∏ (rxt )1 / g ⎟⎟
⎝ t =t m ⎠
)
z xt = log(rxt ) − α x 0
^
4. Ajustar k t de forma que el total de muertes observadas ∑d
x
xt sea igual al total de
muertes ajustadas
) ) ) ) )
∑d
x
xt , ∀t con d xt = E xt exp(α x 0 + β x k t )
^ ^
5. Transformar k t en k t - k t 0
^
6. Suavizar βx si fuera necesario
)
d xt − d xt
)
d xt
148
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
k t = k t −1 + λ + ε t
{ }
por lo que k t se predice linealmente. Denotando la predicción como k t n + s : s > 0 , el factor de
)
log( RF ( x, t n + s )) = β x k tn + s
) )
k t n + s = k t n + sλ
y de aquí
) ) )
RF ( x, t n + s ) = exp( β x (k tn + sλ ))
(
q x = A ( x + B ) + D exp − E (ln x − ln F ) +
C 2
) GH x
1 − KGH x
No se han considerado menores de 15 años, por ser esta la edad mínima para ser
asegurado, ni los mayores de 84 años por la escasez de datos para éstas edades.
149
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
(
q x = D exp − E (ln x − ln F ) +
2
) GH x
1 − KGH x
AÑO D E F G H K
(10 3 ) (10 5 )
1980 0,532 4,969 20,913 3,716 1,107 1,408
1981 0,552 9,400 20,645 4,926 1,102 0,817
1982 0,549 7,441 20,964 3,874 1,106 1,355
1983 0,552 6,214 21,480 3,327 1,108 1,488
1984 0,623 10,304 20,464 4,510 1,103 1,018
1985 0,768 10,291 21,294 4,127 1,104 1,155
1986 0,657 7,490 21,628 4,127 1,104 1,063
1987 0,816 6,889 22,595 4,207 1,103 1,070
1988 0,862 6,413 22,064 4,508 1,102 0,791
1989 1,055 5,613 23,496 3,960 1,104 0,992
1990 1,016 6,075 23,947 4,662 1,100 0,550
1991 1,189 4,916 25,783 3,145 1,108 2,230
1992 1,183 5,983 25,461 3,634 1,105 1,972
1993 1,226 5,034 27,900 2,502 1,111 2,469
1994 1,064 3,059 30,741 2,622 1,109 2,169
1995 1,337 3,389 32,117 1,777 1,116 2,837
1996 1,362 1,958 37,213 1,390 1,119 1,979
1997 0,831 0,945 36,889 2,539 1,109 2,466
1998 1,836 0,494 97,752 0,938 1,125 2,369
1999 0,812 2,165 33,115 2,182 1,111 1,453
2000 0,914 0,645 51,648 1,704 1,114 1,375
Cuadro 4.1: Estimaciones de los parámetros para la segunda ley de Heligman y Pollard, en la
población andaluza. Hombres.
150
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
AÑO D E F G H K
(10 3 ) (10 5 )
1980 0,468 1,403 39,696 0,477 1,130 1,542
1981 0,441 1,062 42,886 0,403 1,132 1,448
1982 0,329 0,665 41,997 0,450 1,130 1,456
1983 0,391 0,677 41,712 0,367 1,133 1,378
1984 0,384 0,705 46,604 0,374 1,132 1,281
1985 0,326 1,126 33,683 0,369 1,132 1,121
1986 0,364 0,359 37,792 0,352 1,132 1,070
1987 0,426 0,428 50,156 0,383 1,131 1,063
1988 0,421 0,816 42,598 0,367 1,131 0,943
1989 0,326 0,696 34,064 0,361 1,131 0,967
1990 0,517 1,214 43,072 0,311 1,132 0,931
1991 0,448 1,416 36,249 0,282 1,135 1,879
1992 0,383 1,386 31,241 0,309 1,132 1,842
1993 0,488 1,956 37,746 0,236 1,137 1,896
1994 0,485 2,512 38,224 0,299 1,132 1,444
1995 0,523 3,160 37,918 0,305 1,131 1,062
1996 0,506 2,588 35,494 0,293 1,131 0,433
1997 0,433 1,602 38,535 0,322 1,131 1,669
1998 0,317 1,504 36,137 0,284 1,132 0,308
1999 0,432 4,203 38,990 0,282 1,131 0,267
2000 0,449 4,238 39,789 0,274 1,131 0,389
Cuadro 4.2: Estimaciones de los parámetros suavizados para la segunda ley de Heligman y
Pollard, en la población andaluza. Mujeres.
En cuanto a la bondad del ajuste se ha realizado la prueba del R2, dando lugar a la
siguiente tabla en la que también se ha incluido el error porcentual absoluto medio (MAPE). Los
resultados para los hombres son los que siguen:
151
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
AÑO D E F G H K
(10 3 ) (10 5 )
1980 0,544 7,270 20,841 4,172 1,105 1,193
1981 0,546 7,006 21,001 3,961 1,106 1,267
1982 0,562 7,665 20,893 4,071 1,105 1,217
1983 0,609 8,730 20,970 4,153 1,104 1,167
1984 0,630 8,348 21,166 3,993 1,105 1,216
1985 0,683 8,238 21,492 4,060 1,104 1,159
1986 0,745 8,277 21,609 4,296 1,103 1,020
1987 0,832 7,339 22,216 4,186 1,103 1,014
1988 0,881 6,496 22,746 4,293 1,102 0,893
1989 0,988 5,981 23,577 4,096 1,103 1,126
1990 1,061 5,800 24,150 3,982 1,104 1,307
1991 1,134 5,524 25,317 3,580 1,105 1,642
1992 1,136 5,013 26,766 3,313 1,107 1,878
1993 1,200 4,476 28,400 2,736 1,110 2,335
1994 1,235 3,885 30,686 2,385 1,112 2,285
1995 1,164 2,877 32,972 2,166 1,113 2,384
1996 1,286 1,969 35,741 1,853 1,116 2,364
1997 1,236 1,790 36,216 1,765 1,116 2,221
1998 1,151 1,242 40,122 1,750 1,115 1,928
1999 1,098 1,063 40,849 1,840 1,115 1,916
2000 1,187 1,102 42,169 1,608 1,117 1,732
Cuadro 4.5: Estimaciones de los parámetros suavizados para la segunda ley de Heligman y
Pollard, en la población andaluza. Hombres.
152
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
AÑO D E F G H K
(10 3 ) (10 5 )
1980 0,413 1,043 41,527 0,443 1,131 1,495
1981 0,407 0,952 41,573 0,424 1,131 1,482
1982 0,403 0,902 42,579 0,414 1,131 1,427
1983 0,374 0,847 40,625 0,392 1,132 1,371
1984 0,359 0,706 42,119 0,382 1,132 1,260
1985 0,378 0,659 42,077 0,369 1,132 1,157
1986 0,384 0,687 40,944 0,369 1,132 1,085
1987 0,373 0,685 41,138 0,366 1,132 1,026
1988 0,411 0,703 39,659 0,355 1,132 0,991
1989 0,428 0,914 39,310 0,341 1,132 1,157
1990 0,419 1,106 39,304 0,326 1,133 1,312
1991 0,433 1,334 37,599 0,300 1,133 1,503
1992 0,464 1,697 36,931 0,288 1,133 1,599
1993 0,466 2,086 37,135 0,286 1,133 1,625
1994 0,477 2,320 36,487 0,288 1,133 1,336
1995 0,487 2,363 36,471 0,291 1,132 1,301
1996 0,453 2,273 37,578 0,300 1,132 0,983
1997 0,442 2,611 37,870 0,297 1,131 0,804
1998 0,427 2,827 37,789 0,291 1,131 0,748
1999 0,408 2,887 38,363 0,290 1,131 0,613
2000 0,399 3,315 38,305 0,280 1,131 0,658
Cuadro 4.6: Estimaciones de los parámetros suavizados para la segunda ley de Heligman y
Pollard, en la población andaluza. Mujeres.
En este caso los valores de R2 y del MAPE son los siguientes para hombres y mujeres
respectivamente:
153
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
2
AÑO R (ajust.por g.l) MAPE
1980 99,4650 11,9676
1981 99,1649 10,0450
1982 99,6502 14,5520
1983 99,6336 13,1744
1984 99,1295 14,6210
1985 99,4606 12,8667
1986 99,6976 13,7159
1987 99,6388 13,1342
1988 99,5935 11,9609
1989 99,5661 12,1512
1990 99,3754 13,7709
1991 99,4973 14,3586
1992 99,3969 15,3115
1993 99,3444 12,4838
1994 99,4023 14,5336
1995 99,2900 13,3893
1996 99,3590 14,2004
1997 99,5803 15,9666
1998 99,4303 20,1361
1999 99,4825 20,3658
2000 99,3280 17,6469
Cuadro 4.8: Bondad del ajuste y contraste MAPE del modelo de Heligman
y Pollard suavizado, en la población andaluza . Mujeres
Los modelos elegidos son los que siguen para los hombres:
D E F G H K
Modelo ARIMA(0,1,0) ARIMA(0,1,1) ARIMA(1,2,0) ARIMA(0,1,2) ARIMA(1,1,0) ARIMA(0,1,2)
Constante X
Trans. X X X X
Cuadro 4.9: Modelo ARIMA aplicado en los parámetros suavizados para la predicción. Hombres.
D E F G H K
Modelo ARIMA(0,1,1) ARIMA(1,1,0) ARIMA(5,1,0) ARIMA(0,1,0) ARIMA(0,1,0) ARIMA(0,1,0)
Constante X X
Trans. X X X X X
Cuadro 4.10: Modelo ARIMA aplicado en los parámetros suavizados para la predicción. Mujeres.
154
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
A partir de estos modelos ARIMA, los valores de los parámetros predichos desde 2001
a 2020 para los hombres son los siguientes:
AÑO D E F G H K
(10 3 ) (10 5 )
2001 1,216 0,848 40,124 1,547 1,117 1,769
2002 1,244 0,848 38,468 1,451 1,117 1,769
2003 1,272 0,848 36,862 1,451 1,117 1,769
2004 1,300 0,848 35,512 1,451 1,117 1,769
2005 1,327 0,848 34,264 1,451 1,117 1,769
2006 1,355 0,848 33,158 1,451 1,117 1,769
2007 1,382 0,848 32,143 1,451 1,117 1,769
2008 1,409 0,848 31,220 1,451 1,117 1,769
2009 1,436 0,848 30,370 1,451 1,117 1,769
2010 1,463 0,848 29,588 1,451 1,117 1,769
2011 1,489 0,848 28,862 1,451 1,117 1,769
2012 1,516 0,848 28,187 1,451 1,117 1,769
2013 1,542 0,848 27,558 1,451 1,117 1,769
2014 1,568 0,848 26,968 1,451 1,117 1,769
2015 1,594 0,848 26,416 1,451 1,117 1,769
2016 1,619 0,848 25,895 1,451 1,117 1,769
2017 1,645 0,848 25,405 1,451 1,117 1,769
2018 1,671 0,848 24,941 1,451 1,117 1,769
2019 1,696 0,848 24,502 1,451 1,117 1,769
2020 1,721 0,848 24,085 1,451 1,117 1,769
Cuadro 4.11: Predicciones de los parámetros para la segunda ley de Heligman y Pollard, en la
población andaluza. Hombres
155
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
ln(q x , y ) = a x + bx k y + ε ' x , y
No obstante, cómo ya se ha hecho referencia, para que el modelo tenga solución única,
los parámetros han de normalizados. Para ello en primer lugar normalizamos el valor de ax
resultando
∑ ln(q x, y )
aˆ x =
y
T
^
Los resultados obtenidos para hombres y mujeres a x son los que siguen
156
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Decomposition (SVD), aplicado a la matriz ln(q x , y ) − aˆ x . No obstante y dado que para que el
modelo tenga solución única los parámetros bx y k y han de ser normalizados de manera que
∑b x =1 y ∑k y = 0 . Obteniendo:
157
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
D y = ∑ N x , y exp(aˆ x + k y bˆx )
x
158
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
k y = k y −1 − 0,05635 + ε y
k y = k y −1 − 1,2976 + ε y
ln(q x , y ) = a x + bx k y + ε ' x , y
159
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00470
0,00420
0,00370
Observados
0,00220
0,00170
0,00120
0,00070
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.1.: Comparativa de la medida de la mortalidad qxy para una edad de 30 años. Hombres
No obstante, para las mujeres ambos modelos están de acuerdo en una disminución de
la medida de mortalidad para 30 años, la gráfica es la que sigue
160
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00090
0,00080 Observados
Heligman y Pollard
0,00070 Lee - Carter
0,00060
0,00050
0,00040
0,00030
0,00020
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.2.: Comparativa de la medida de la mortalidad qxy para una edad de 30 años. Mujeres
En cuanto a una edad intermedia de 45 años, tanto para hombres como para mujeres,
ambos modelos coinciden en una pequeña disminución de la mortalidad con los años. Para
hombres quedaría como sigue:
0,00440
0,00390
0,00340
Observados
Heligman y Pollard
0,00290
Lee - Carter
0,00240
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.3.: Comparativa de la medida de la mortalidad qxt para una edad de 45 años. Hombres
161
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00180
0,00160
0,00140
0,00120
Real
0,00100 Heligman y Pollard
Lee - Carter
0,00080
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.4.: Comparativa de la medida de la mortalidad qxy para una edad de 45 años. Mujeres
Por último, si nos centramos en edades adultas, y más concretamente en una edad de
72 años, el modelo de Lee – Carter predice una disminución más acentuada que el modelo de
Heligman y Pollard, tanto para hombres cómo para mujeres; esto puede comprobarse
gráficamente:
0,05900
0,05400
0,04900
0,04400
0,03900
Real
Heligman y Pollard
0,03400
Lee - Carter
0,02900
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.5.: Comparativa de la medida de la mortalidad qxy para una edad de 72 años. Hombres
162
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,03350
0,02850
0,02350
Real
0,01850
Heligman y Pollard
Lee - Carter
0,01350
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.6.: Comparativa de la medida de la mortalidad qxy para una edad de 72 años. Mujeres
ω x , y = ln[q x , y ]
para todas las edades según ambos modelos y comparados asimismo con las observaciones
reales, para los años 1980 y 2000, así como la predicción para 2010, podemos acotar las
tendencias en la mortalidad según tramos de edad.
0,00
-1,00
-2,00
-3,00 Observados
Heligman y Pollard
-4,00
Lee - Carter
-5,00
-6,00
-7,00
-8,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Gráfico 4.7.: Comparativa de los resultados para wxy obtenidos mediante el modelo de
Heligman y Pollard, Lee - Carter y los observados. Año 1980. Hombres.
163
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00
-1,00
-2,00
Observados
-3,00
Heligman y Pollard
-4,00 Lee - Carter
-5,00
-6,00
-7,00
-8,00
-9,00
-10,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Gráfico 4.8.: Comparativa de los resultados para wxy obtenidos mediante el modelo de
Heligman y Pollard, Lee - Carter y los observados. Año 1980. Mujeres.
0,00
-1,00
-2,00
Observados
-3,00
Heligman y Pollard
-5,00
-6,00
-7,00
-8,00
-9,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Gráfico 4.9.: Comparativa de los resultados para wxy obtenidos mediante el modelo de
Heligman y Pollard, Lee - Carter y los observados. Año 2000. Hombres.
164
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00
-2,00
Observados
-4,00 Heligman y Pollard
Lee - Carter
-6,00
-8,00
-10,00
-12,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Gráfico 4.10.: Comparativa de los resultados para wxy obtenidos mediante el modelo de
Heligman y Pollard, Lee - Carter y los observados. Año 2000. Mujeres.
0,00
-1,00
-2,00
-3,00
-4,00 Heligman y Pollard
Lee - Carter
-5,00
-6,00
-7,00
-8,00
-9,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Gráfico 4.11.: Comparativa de los resultados para wxy obtenidos mediante el modelo de
Heligman y Pollard y Lee - Carter. Año 2010. Hombres.
165
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00
-2,00
-8,00
-10,00
-12,00
-14,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Gráfico 4.12.: Comparativa de los resultados para wxy obtenidos mediante el modelo de
Heligman y Pollard y Lee - Carter. Año 2010. Mujeres.
De esta manera hemos comprobado que los resultados obtenidos mediante ambos
modelos para las mujeres, predicen una disminución para todas las edades.
0,00
-2,00
-4,00
-6,00 2000
2010
2020
-8,00 2030
2040
-10,00 2050
-12,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
166
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
No obstante, con respecto a los hombres hemos comprobado que ambos modelos
coinciden en predecir una disminución en la mortalidad para todas las edades salvo para los
adultos – jóvenes, en concreto en lo que conocemos como la “joroba de los accidentes”.
2,50
20
25
2,00 30
35
39
1,50
1,00
0,50
0,00
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
00
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
Gráfico 4.14.: Tasas de mortalidad reales reescaladas. Hombres.
0,00
-1,00
-2,00
-3,00
-4,00
-5,00 2000
-6,00 2010
-7,00 2020
2030
-8,00
2040
-9,00
2050
-10,00
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
167
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00
-1,00
-2,00
-3,00
-4,00
-5,00
2000
-6,00 2010
2020
-7,00
2030
-8,00 2040
-9,00 2050
-10,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
168
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,0030
0,0025
0,0020
2000
2010
0,0015
2020
2030
0,0010 2040
2050
0,0005
0,0000
20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39
Esto sí se puede considerar más o menos lógico, si tenemos en cuenta que pese a que
dicha sobremortalidad ha remitido en los últimos años (años 1999 y 2000), se halla a niveles
superiores a los iniciales de la serie (año 1980).
Por estas razones se presenta la necesidad de una suavización de los datos para
eliminar estos dos efectos, suavización que se va a realizar sobre los parámetros a x y bx de
169
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
K
y x0 = y x0 ⋅ w x 0 + ∑ ( y x 0 + p ⋅ w x0 + p + y x 0 − p ⋅ w x0 − p )
~
P =1
donde ∑w
∀x
x =1
170
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
171
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Variando también la constante de los modelos ARIMA(0,1,0) que ahora son de la forma
Hombres: k y = k y −1 − 1,1122 + ε y
Mujeres: k y = k y −1 − 1,3561 + ε y
172
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,00
-1,00
-2,00
-3,00
-4,00
2000
-5,00 2010
-6,00 2020
-7,00 2030
2040
-8,00
2050
-9,00
-10,00
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
Gráfico 4.18.: Resultados proyectados de wxy obtenidos mediante el modelo de
Lee – Carter suavizado. Hombres.
0,00
-2,00
-4,00
-6,00 2000
2010
-8,00 2020
2030
2040
-10,00
2050
-12,00
15
19
23
27
31
35
39
43
47
51
55
59
63
67
71
75
79
83
Comparando estos últimos con los gráficos 4.13. y 4.16., llegamos a la conclusión de
que mediante el suavizado se ha conseguido eliminar los dos problemas anteriormente citados
y observamos además que tanto la mortalidad como las medidas de bondad de ajuste apenas
han sufrido variaciones.
173
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
En cuanto a los valores de estas qxy, siempre que el valor no haya sido proyectado,
utilizaremos la correspondiente a este año 2000. En realidad estas medidas de mortalidad no
serán utilizadas siempre que estemos calculando valores actuariales posteriores al año 2000,
pero es necesario introducir éstas componentes con el fin de facilitar la utilización de las tablas.
La medida de mortalidad quedaría como sigue
⎛ q15, 2000 q15, 2000 q15, 2000 q15, 2000 q15, 2000 q15, 2000 q15, 2000 q15, 2000 ⎞
⎜ ⎟
⎜ q16, 2001 q16, 2000 q16, 2000 q16, 2000 q16, 2000 q16, 2000 q16, 2000 q16, 2000 ⎟
⎜q q17 , 2001 q17 , 2000 q17 , 2000 q17 , 2000 q17 , 2000 q17 , 2000 q17 , 2000 ⎟
⎜ 17, 2002 ⎟
⎜q q18, 2002 q18, 2001 q18, 2000 q18, 2000 q18, 2000 q18, 2000 q18, 2000 ⎟
Q xt = ⎜ 18, 2003
q q19, 2003 q19, 2002 q19, 2001 q19, 2000 q19, 2000 q19, 2000 q19, 2000 ⎟
⎜ 19, 2004 ⎟
⎜ q 20, 2005 q 20, 2004 q 20, 2003 q 20, 2002 q 20, 2001 q 20, 2000 q 20, 2000 q 20, 2000 ⎟
⎜q q 21, 2005 q 21, 2004 q 21, 2003 q 21, 2002 q 21, 2001 q 21, 2000 q 21, 2000 ⎟
⎜ 21, 2006 ⎟
⎜q q 22, 2006 q 22, 2005 q 22, 2004 q 22, 2003 q 22, 2002 q 22, 2001 q 22, 2000 ⎟⎠
⎝ 22, 2007
174
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
l x +1, y +1 = l x , y ⋅ (1 − q x , y )
x lx q x, y
x0 l x0 = 10 n (
q x0 , y0 = exp a x0 + bx0 k y0 )
x0 + 1 (
l x0 +1 = l x0 1 − q x0 , y0 ) (
q x1 +1, y1 +1 = exp a x1 +1 + bx1 +1 k y1 +1 )
x0 + T (
l x0 +T = l x0 +T −1 1 − q x0 +T −1, y0 +T −1 )
donde
y:
l x +t , y +t
t p x, y =
l x, y
175
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
• [
Probabilidad de fallecimiento en el intervalo y , y + t de un asegurado de edad x , en ]
el año y :
l x +t , y +t − l x , y
t q x, y =
l x, y
x , en el año y :
l x + t , y + t l x + t , y + t − l x + T , y +T l x + t , y + t − l x +T , y +T
t / T −t q x , y = t p x , y ⋅T −t q x +t , y +t = ⋅ =
l x, y l x +t , y +t l x, y
l x +1, y +1 ⎫
p x, y = ⎪
l x, y ⎪⎪
⎬,
l x +1, y +1 − l x , y ⎪
q x, y = ⎪
l x, y ⎪⎭
Cómo ya se expuso al inicio del presente capítulo, el riesgo técnico se puede separar
en dos partes claramente diferenciadas: riesgo de desconocimiento de la prestación esperada
o sistemático, y riesgo de desviación respecto de esta prestación esperada o no sistemático.
176
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
ln(q x , y ) = a x + bx k y + ε ' xy
k y = k0 + c ⋅ y + ε y
Así
ln(q x , y ) = a x + bx ⋅ (k 0 + c ⋅ y + ε y ) + ε ' xy
[
Ep ln(q x , y ) ]
y x
177
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
[
Ep ln(q x , y ) ]
y x
La variabilidad del parámetro k y , viene determinada por el ruido blanco, εy, que
constituye una distribución normal de media 0 y desviación típica σy. Los intervalos de
20
10
-10
-20
-30
Kt
Int.Inf
-40
Int.Sup
-50
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
178
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
20
10
-10
-20
Kt
-30 Int.Inf
Int.Sup
-40
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.23.: Intervalos de confianza para el kt correspondiente al modelo Lee – Carter.
Mujeres.
Consideraremos
[ ]
Ep ln(q x , y ) = a x + bx ⋅ (k 0 + c ⋅ y + ε y )
es decir, supondremos la esperanza matemática del suceso fallecimiento, para los años 2001 y
siguientes, cómo un proceso estocástico. Si para ilustrar lo anterior, representamos la
distribución de probabilidad correspondiente a la esperanza matemática, de una mujer de 70
[ [
años de edad en los años 2001 y siguientes, Pr Ep ln(q 70 , y ) , tendríamos: ]]
179
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
[ [
Pr Ep ln(q70, y ) ]]
[
Ep ln(q 70, y ) ]
Gráfico 4.24.: Distribución de la esperanza matemática de la medida de mortalidad para una mujer
de 70 años en los años 2001 y siguientes.
md = l x , y ⋅ q x , y
σ d = l x , y ⋅ q x , y ⋅ (1 − q x , y )
esperada puede llegar a ser importante, aquí nos centraremos en el error, εy, o riesgo de
180
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
⎡ ∂ ln(T −t p x +t ) ⎤
µ x (t ) = ⎢− ⎥
⎣ ∂t ⎦ T =t
dµ x (t ) = (θ (t ) − aµ x (t ))dt + σ dW (t )
⎛ t ⎞
t p x = exp⎜⎜ − ∫ µ x ( s )ds ⎟⎟
⎝ 0 ⎠
para considerar que existe una medida de probabilidad, Q riesgo neutro, para la cual las
[ ]
probabilidades de supervivencia del Asegurado en t, T , condicionadas a la supervivencia en
t,
t / T −t p x = t p x ⋅T −t p x +t
d τ p x +t =τ p x +t (m P (t , T ) + σ P (t , T )dW (t ) )
donde
181
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
τ =T −t
1 ⎛ ∂τ p ∂τ p 1 2 ∂ 2 τ p ⎞
m p (t , T ) = ⎜
⋅⎜ dt + (θ (t ) − aµ (t )) + σ ⎟(t , T )
2 ⎟
τ p x +t ⎝ ∂t ∂ µ 2 ∂ µ ⎠
1 ∂ p
σ p (t , T ) = σ (t , µ ) τ (t , T )
τ p x +t ∂µ
m p (t , T ) − µ (t )
π (t ) = −
σ p (t , T )
( ~
d τ p x +t =τ p x +t µ (t ) + σ P (t , T )dW (t ) )
donde hemos aplicado el teorema de Girsanov:
~
dW = dW − π (t )dt
( ~
d τ p x +t =τ p x +t m P ' (t , T ) + σ P (t , T )dW (t ) )
siendo
1 ⎛∂ p ∂ p 1 2 ∂2 τ p ⎞
m p ' (t , T ) = ⋅ ⎜⎜ τ dt + (θ (t ) − aµ (t ) + σ π (t )) τ + σ ⎟(t , T )
τ p x +t ⎝ ∂t ∂µ 2 ∂µ 2 ⎟⎠
182
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
∂τ p ∂τ p 1 2 ∂ 2 τ p ⎫
+ (θ (t ) − aµ ) + σ − µ τ p x + t = 0⎪
∂t ∂µ 2 ∂µ 2
⎪
⎬
⎪
τ p x +t = 1
⎪
⎭
τ p x +t = A(τ )e − B (τ ) µ ( t ) (4.1)
siendo
1 − e − aτ
B(τ ) =
a
⎡ T σ
2
σ
2
⎤
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 (B(τ ) − τ ) − B(τ ) 2 ⎥
⎢⎣ t 2a 4a ⎥⎦
t t
µ x (t ) = µ x (0)e − at
+ ∫ θ ( s )e a (t − s )
ds + σ ∫ e a ( t − s ) dW ( s )
0 0
µ x (t ) = Ω(t ) + s (t )
ds (t ) = − ar (t )dt + σ dW (t )⎫
⎪
⎬
s (0) = 0 ⎪
⎭
183
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
⎛ 1 − e − 2 at ⎞
⎜
s (t ) ≈ N e , σ
− at ⎟
⎜ 2a ⎟
⎝ ⎠
t
Ω(t ) = e − at
⋅ ∫ e au θ (u )du + θ (0)
0
y por consiguiente
⎛ 1 − e − 2 at ⎞
⎜
µ x (t ) ≈ N Ω(t ), σ ⎟
⎜ 2a ⎟
⎝ ⎠
⎛ ⎛ T ⎞ ⎞
p x +t ( µ x (t )) = Ep⎜ exp⎜⎜ − ∫ µ x ( s )ds ⎟⎟ Ft ⎟
τ
⎜ ⎝ t ⎠ ⎟⎠
⎝
t + ∆t
µ ∫µ
∆t
x +t = x ( s)ds
t
[t , t + ∆t ] será
184
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
∆t (
p x + t = exp − µ x∆+t t )
En adelante, y dado que la tabla de mortalidad se ha ajustado para tramos de un año
de duración, fijaremos para el tanto de mortalidad un plazo ∆t = 1 . De esta manera a partir de
la tabla de mortalidad ajustada obtenemos:
⎡ l x +1 ⎤
µ 1 x = − log ⎢ ⎥
⎣ lx ⎦
⎡ l x +1, y +1 ⎤
µ 1 x , y = − log ⎢ ⎥
⎣⎢ l x , y ⎦⎥
µ 1 x +t , y +t ≡ µ 1t
dµ t1 = (θ (t ) − aµ t1 )dt + σ dW (t )
en dos componentes: una determinística y otra estocástica con nivel de reversión a 0, como
sigue
µ 1t = S t + Ω t
donde
185
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
depende de la edad del asegurado, x , el año de calendario en el que se efectúan los cálculos,
y , y del tiempo transcurrido, t .
S t es un proceso estocástico similar a µ 1t pero con nivel de reversión a 0.
Primer paso.
Cómo antes el primer paso consiste en el ajuste del proceso estocástico auxiliar S t ,
dS t = − aS t dt + σ dWt ⎫
⎬
S0 = 0 ⎭
( )
S t − S t −1 = e − a∆t − 1 S t −1 + ε t
siendo
ε t ≈ N (0, σ ε 2 ) ,
donde
(1 − e ).
2
σ
σε =
2 − 2 at
2a
E [S i − S i −1 S i −1 ] = M ⋅ S i −1 ⎫
⎪
⎬ (4.2.)
V [S i − S i −1 S i −1 ] = V ⎪⎭
186
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
siendo
(
M = e − a∆t − 1 )
V =
2
(
σ 1 − e − 2 a∆t )
2a
E [∆S S k ] = ∆S ( p1 (k ) − p3 (k ) ) = M ⋅ S k ⎫
⎪
⎪
[ ] 2⎪
V ∆S 2 S k = ∆S 2 ( p1 (k ) + p3 (k ) ) = V + (M ⋅ S k ) ⎬ (4.3)
⎪
⎪
p1 (k ) + p 2 (k ) + p3 (k ) = 1 ⎪⎭
siendo
w (kM ) 2 + kM ⎫
p1 (k ) = + ⎪
2 2 ⎪
⎪⎪
p 2 (k ) = 1 − w − (kM ) 2 ⎬ (4.4)
⎪
w (kM ) − kM ⎪
2
p3 (k ) = + ⎪
2 2 ⎭⎪
siendo
187
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
∆t
w =V
∆S 2
Para que las probabilidades de transición sean estacionarias, fijamos cómo en el caso
del tipo simple a corto
1
w= ,
3
∆S = 3V∆t .
para el tipo a corto, salvo por supuesto la calibración de los parámetros a y σ que veremos
más adelante.
188
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
J Si
1 0,70992%
0 0,00000%
-1 -0,70992%
Cuadro 4.25.: Valores temporales
en el árbol de la variable St.
Segundo paso
El segundo paso en la implementación del modelo consiste en convertir este árbol para
µ 1i ,k ≡ µ 1 x , y (i∆t , k∆S ) ,
189
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
⎛ l x +1, y +1 ⎞
únicamente, resulta que Ω 0 = µ 1 0 = − log⎜⎜ ⎟
⎟
l
⎝ x, y ⎠
2. El siguiente paso consiste en calcular los seudo - precios Q1,1 , Q1, 0 y Q1, −1 . De su
definición, se deriva:
siendo
l x +1, y +1
p x, y =
l x, y
Por otra parte, la probabilidad de supervivencia del asegurado para un año, una vez
transcurrido el primer año, p x +1, y +1 , será diferente según los siguientes nodos:
190
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
⎛ 1 ⎞
⎜ ∑ Q1, j ⋅ exp(− j∆S ) ⎟
⎜ j = −1 ⎟
Ω1 = log⎜ ⎟
2 px
⎜⎜ ⎟⎟
⎝ ⎠
µ 1 x +1,1 = Ω1 + S1 ⎫
⎪
⎪⎪
µ 1 x +1,0 = Ω 0 + S 0 ⎬
⎪
⎪
µ x +1, −1 = Ω −1 + S −1 ⎪⎭
1
⎛ ⎞ ⎫
⎜ ∑ Qi , j ⋅ exp(− j∆S ) ⎟ ⎪
⎜ ∀j ⎟ ⎪
Ω i = log⎜ ⎟
i +1 p x
⎪⎪
⎜ ⎟ ⎬
⎜ ⎟
⎝ ⎠ ⎪
⎪
Qi , j = ∑ Qi −1, j ' ⋅p j (i − 1, j ' ) ⋅ p x +i −1, j ' ⎪
j' ⎪⎭
191
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
J 0 1 2 3 4
J 0 1 2 3 4
Gráficamente
µ 1i ,k
0,03
0,025
0,02
0,015
0,01
0,005
0
0 1 2 3 4
4.6.3. Calibración
Cómo hemos podido comprobar, la construcción del árbol trinomial para el tanto de
mortalidad se sirve de la tabla de mortalidad ajustada, de modo que las probabilidades de
supervivencia obtenidas con la tabla de mortalidad son equivalentes a las proporcionadas por
el árbol trinomial. La calibración que persigue este apartado es la determinación de los
parámetros de volatilidad a y σ .
192
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Aquí expondremos cómo calibrar nuestro modelo a partir de un derivado OTC, que
tomará cómo subyacente una renta vitalicia, constante a prima única, que se devenga en un
tiempo posterior, T , a la fecha de valoración t . Es lo que Schrager (2006) denomina GAOs
(Guaranteed Annuity Options).
Q
τ E x +t
F x (t , T ) =
τ / a x +t Q
siendo
τ =T −t
E x + t =τ p x + t ⋅ P (t , T ) Q ⇒ valor actual actuarial en t , de un euro prometido en T , para un
Q Q
τ
193
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
1
F x (T , T ) = Q
a x +T
siendo
mortalidad.
dW (t ) : movimiento Browniano para la evolución de los tipos de interés sin riesgo, según la
nueva medida de probabilidad Q x .
interés.
⎫
EQx [Fx ( s, T ) Ft ] = Fx (t , T ) ⎪
⎪⎪
⎬
(
VarQx [Fx ( s, T ) Ft ] = ∫ σ x (u , T ) + σ P (u , T ) du ⎪
⎪
)
s
2 2
t ⎭⎪
194
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
El mencionado contrato garantiza que la pensión por cada euro de prima en T , será cómo
mínimo de K , por lo que se obtendrá
max{K , Fx (T , T )}
max{K , Fx (T , T )}
= 1 + G (T )
Fx (T , T )
donde
( K − Fx (T , T )) +
G (T ) = : representa el valor en T de la opción implícita.
Fx (T , T )
cómo nominal, cobrarán los que sigan vivos en T , y que denotamos por N (T ) . Asimismo con
N (t )
n(t ) = Q
t px
Lo anterior nos será de utilidad más adelante en la expresión 4.4, debido a que el valor
de N (T ) es condicionalmente independiente de la tabla de mortalidad en uso en tiempo T .
Por otra parte, el valor total del contrato en T , teniendo en cuenta este nominal
referenciado al número de supervivientes será
195
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
N (T ) max{K , Fx (T , T )}a x +T
Q
y el de la opción implícita
( K − Fx (T , T )) +
G (T ) = N (T )
Fx (T , T )
G (t )
, es martingala bajo la medida de probabilidad Q x . La propiedad martingala de Q x ,
τ / a x +t Q
implica que
G (t ) ⎡ G (T ) ⎤
= EQx ⎢ Ft ⎥
τ / a x +t Q
⎢⎣τ / a x +t
Q
⎥⎦
⎡ ( K − Fx (T , T )) + ⎤
= EQx ⎢ N (T ) F ⎥
Fx (T , T ) ⋅ τ / a x +t
t
⎢⎣ ⎥⎦
Q
⎡ ⎡ ( K − Fx (T , T )) + ⎤ ⎤
= EQx ⎢ EQx ⎢ N (T ) FT ⎥ Ft
⎥
⎢ ⎣⎢ F (T , T ) ⋅ τ / a
Q
⎦⎥ ⎥⎦
⎣ x x +t
⎡ ( K − Fx (T , T )) + ⎤
= EQx ⎢ EQx [N (T ) FT ] Ft⎥
⎢⎣ Fx (T , T ) ⋅ τ / a x +t ⎥⎦
Q
⎡ Q ( K − Fx (T , T ))
+ ⎤
= EQx ⎢n(t ) T p x Ft⎥ (4.4)
⎢⎣ Fx (T , T ) ⋅ τ / a x + t ⎥⎦
Q
[
= EQx n(t )( K − Fx (T , T )) + Ft ]
Llegando de éste modo a que
donde
log Fx (t , T ) / K ± 1 σ Fx
2
d1, 2 = 2
σ Fx
Φ (⋅) : distribución acumulada de la normal estándar.
196
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
( )
T
σ Fx = ∫ σ x (u , T ) + σ P (u , T ) du .
2 2 2
Los parámetros, a y σ , para los que el modelo quedaría calibrado, serían aquellos
que minimizaran esta distancia
⎛ n Gi − M i ( a, σ ) ⎞
⎜ ⎟
arg min⎜ ∑ ⎟⎟
⎜ i =1 Gi
⎝ ⎠
siendo
M i (a, σ ) : el valor proporcionado por el modelo para este instrumento, considerando difusión
en los tipos de interés y el tanto de mortalidad, cómo expondremos largamente en el capítulo 6.
determinaremos los parámetros a y σ , a partir del ajuste de las tablas de mortalidad. Para
ello nos serviremos del modelo de Lee – Carter, así cómo del ajuste del parámetro k y .
q x , y = exp(a x + bx k y ) + ε xy ,
la volatilidad de la serie temporal del parámetro k y , al que ajustamos un modelo ARIMA. Tanto
para mujeres cómo para hombres andaluces ha ajustado bien un ARIMA(0, 1, 0) con constante
negativa:
k y = k y −1 + c + ε y
siendo
ε y ≈ N (0, σ y )
197
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Teniendo en cuenta que el valor del tanto de mortalidad µ y , en términos del parámetro
k y , se determina cómo sigue:
µ y = − ln (1 − exp(a x +t −i + bx +t −i k y ) )
2
1 t ⎛⎜ 1 − exp(a x +t − y + bx +t − y kˆ y ) ⎞⎟
σµ = ∑ ln
n − 1 y =t 0 ⎜ 1 − exp(a x +t − y + bx +t − y k y ) ⎟
⎝ ⎠
donde
k̂ y : valor del parámetro ajustado por el modelo ARIMA(0,1,0) , para el año de calendario y .
k y , y el ajustado por el ARIMA(0,1,0) , k̂ y , para una mujer de 70 años en el año 2005, cómo
sigue
15
10
-5 kt(real)
kt(arima)
-10
-15
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
198
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
0,1835
L= ≤2
M
siendo
M = exp(− a) − 1
con lo cual
a ≥ 0,09624
el árbol como
σ = σω ⋅
(1 − exp(−a))
a
[ ]
E d x, y = l x, y ⋅ q x, y ⎫
⎪
⎬
[ ]
D d x, y = l x, y ⋅ q x, y ⋅ (1 − q x , y ) ⎪⎭
199
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
Por otra parte y para efectuar los cálculos a nivel de póliza, si tenemos en cartera l x , y
⎡ d x, y ⎤ ⎫
E⎢ ⎥ = q x, y ⎪
⎢⎣ l x , y ⎥⎦ ⎪
⎪
⎬ (4.5)
⎡ d x, y ⎤ q x, y ⋅ (1 − q x , y ) ⎪
D⎢ ⎥= ⎪
⎣⎢ l x , y ⎦⎥ l x, y ⎪⎭
Por otra parte cualquier estructura tipo árbol recombinante, tendría que tener distintos
escenarios incluso desde el nodo inicial, ya que es posible la desviación de la prestación real
respecto de la esperada para cualquier período.
µ 1i ,n "
µ 1i ,k '
1 1 1
Gráfico 4.23. Árbol de transición conjunto de µ i,k‘ y µ i,n ”, considerando la distribución de µ i,n ” ‘desde el
período inicial
200
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
considerando de este modo, que la medida de mortalidad a emplear en los cálculos sería la
suma de ambos componentes.
Vegas y Nieto (1993) definen la fuerza de capitalización actuarial γ (s) , que permite
⎡ ⎛ T ⎞⎤
T −t E x +t = E ⎢exp⎜⎜ − ∫ γ ( s )ds ⎟⎟⎥
⎣⎢ ⎝ t ⎠⎦⎥
siendo
γ ( s) = µ ( s) + r ( s)
µ (s) : fuerza de mortalidad para el instante s.
r (s ) : tipo instantáneo para el instante s.
donde
P(t , T ) : precio del bono sin riesgo según la dinámica de la expresión 3.3
τ =T −t
B(τ ) =
1
a
[
1 − e − aτ ]
⎡ T~ ⎤
σ2
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 B(τ ) − τ −
σ2
(
B(τ ) 2 ⎥ )
⎣ t 2a 4a ⎦
2
σ y a : parámetros correspondiente a la calibración del tanto instantáneo de mortalidad.
201
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
~
θ (t ) = θ (t ) + ρ ⋅ σ ( s) ⋅ σ ( s) ⋅ B(τ )
ρ : correlación entre el tipo instantáneo de interés y el tanto instantáneo de mortalidad
B(τ ) =
1
a
[
1 − e − aτ ]
σ y a : parámetros correspondiente a la calibración del tipo instantáneo.
T −t E x +t = P(t , T ) T −t p x +t
donde ahora
P (t , T ) : precio en t del bono cupón cero con vencimiento en T, según la expresión 3.3;
γ 1t = µ 1t + Rt
1 ( )
E x +t , y + t = exp − γ 1t
202
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
µ 1i,k
( R, µ 1 )
Ri , j
Figura 4.1. Transición del tipo de interés libre de riesgo y tanto de mortalidad a partir de un
nodo central
Es decir, cada nodo da lugar a nueve ramas con sus correspondientes probabilidades
de ocurrencia.
µ 1i,k
Subida mantenim. bajada
la medida de mortalidad, µ
1
i, k , de manera que
203
CAPÍTULO 4. Riesgo técnico y el Valor Razonable.
p j ,k = p Rj ⋅ p kµ
Dado que en este caso estamos tratando con tres dimensiones (tiempo, nivel de tipos a
corto y nivel de mortalidad), cada nodo se especificará (i, j, k), siendo el primer índice el nivel
temporal, el segundo el nivel del nodo respecto al tipo a corto, donde j = 0 es el nivel central, y
el último el nivel del nodo desde el punto de vista de la mortalidad, siendo k = 0 el nivel central.
denotará por µ 1i,k . De este modo el tanto de capitalización actuarial sería en el nodo (i, j, k):
γ 1i , j ,k = Ri , j + µ 1i ,k
Ri , j
µ 1i,k
i
Gráfico 4.24. Árbol de transición conjunta de del tipo de interés libre de riesgo y tanto de mortalidad
Hasta aquí hemos introducido en el análisis el ajuste por riesgo de interés y el riesgo
técnico y sólo resta el ajuste por riesgo de crédito que veremos en el capítulo siguiente.
204
CAPÍTULO 5. EL RIESGO DE CRÉDITO Y EL VALOR RAZONABLE. 207
5.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO. 207
5.2. INTRODUCCIÓN AL RIESGO DE CRÉDITO EN
EL VALOR RAZONABLE. 208
5.3. MODELOS DE VALORACIÓN DEL RIESGO DE CRÉDITO. 209
5.3.1. Método de valoración de opciones. 211
5.3.2. Modelo de Jarrow-Turnbull. 215
5.3.3. Modelo de Jarrow – Lando – Turnbull. 218
5.4. PROCESO ESTOCÁSTICO ASOCIADO AL SPREAD POR
RIESGO DE CRÉDITO. 221
5.4.1. Resultados analíticos 221
5.4.2. Implementación mediante árboles trinomiales. 225
5.4.3. Calibración. 231
5.5. DIFUSIÓN DEL TIPO DE INTERÉS, SPREAD POR
RIESGO DE CRÉDITO Y MEDIDA DE MORTALIDAD. 236
5.5.1. Resultados analíticos. 236
5.5.2. Implementación mediante árboles trinomiales 237
205
206
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Aunque no nos decantamos sobre si debe y en qué grado debe ser incluído el riesgo
de crédito en el valor razonable de las PTSV, se exponen una serie de propuestas para
hacerlo.
El capítulo comienza con una pequeña introducción, en la que se expone una breve
clasificación de los modelos de valoración del riesgo de crédito.
Destacamos el modelo de Jarrow – Turnbull (1995) a través del apartado 5.3.3., ya que
este modelo permite su calibración a mercado, lo cual es requerido para nuestro objetivo de
acercamiento al valor razonable.
Hasta que exista este mercado, tendríamos que inferir esta distribución a partir de
información histórica, cómo ya hemos hecho con el tanto de mortalidad.
207
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Durante la realización del presente trabajo, se está debatiendo si debe ser y en qué
grado debe ser reflejado el riesgo de crédito en la valoración de las PTSV. La discusión de este
tema nos podría llevar un libro entero.
Más que abordar una exposición profunda de las dos posturas enfrentadas, nuestro
propósito aquí es resaltar la base lógica que hay detrás de cada reflexión del riesgo de crédito
en las estimaciones del valor razonable, presentar algunos argumentos que rebaten tal postura,
y listar algunas cuestiones que merecen también ser comentadas, así como proponer varios
métodos de determinación y cuantificación del riesgo de crédito en el ámbito del valor
razonable.
• Las PTSV de una compañía es el activo de “alguien”. Desde la perspectiva del poseedor de
la póliza, su valor se ve reducido por el riesgo de crédito de la compañía aseguradora. Por
tanto, la calidad crediticia de la compañía aseguradora debe ser reflejada en el precio.
• Desde otro punto de vista, la compañía aseguradora mantiene en su balance las PTSV
como pasivo para responder de los compromisos que surgen por la póliza. La compañía
aseguradora podría extinguir su obligación pagando una cantidad al poseedor de la póliza.
Esta cantidad deberá ser la misma que cualquier otra compañía pagaría por la póliza.
Como el precio de la póliza refleja el riesgo de crédito de la aseguradora, la cantidad que le
cuesta a la aseguradora mantener tal obligación refleja su propia calidad crediticia.
Alguno de los argumentos principales en contra del reflejo de la calidad crediticia en los
pasivos de una aseguradora incluyen lo siguiente:
208
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
• Los argumentos para reflejar la calidad crediticia en las PTSV se basan en la valoración de
activos. Los activos se negocian, y sus valoraciones reflejan la calidad crediticia. Pero las
PTSV, no se negocian. Por tanto, no hay valor de mercado para estas, y los modelos de
valoración de activos no necesariamente se aplican a la valoración de las PTSV.
• Los valores de las PTSV que no son ajustados para reflejar el rating de crédito son más
útiles a los usuarios de los estados financieros, incluyendo acreedores y compradores
potenciales de la firma. Por ejemplo, el valor de las PTSV de una parte que asume
responsabilidad para el pago de las prestaciones sería independiente de la calidad
crediticia de la original parte responsable para cumplir con la obligación.
• “Understanding deh Issues –Credit Standing and Liability Measurement”. Junio 2001 –
Volumen 4, Serie 1, FASB, disponible en http://www.fasb.org/articles&reports/vol4
series1.shtml
• Girard, Luke, 2002. “An approach to Fair Valuation of Insurance Liabilities Using the Firm´s
Cost of Capital”, Vol. 4.
Podemos clasificar en tres grupos los distintos modelos de valoración del riesgo de
crédito elaborados hasta ahora:
209
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
• La segunda clase de modelos trata el riesgo de crédito como el pago de una fracción de
cada euro prometido en el momento de quiebra. Dicha fracción viene dada exógenamente.
La quiebra se produce cuando el valor de los activos subyacentes de la compañía queda
53
por debajo de una frontera especificada exógenamente . Este enfoque simplifica el
cálculo, ya que los flujos de caja vienen determinados exógenamente y esto evita el tener
que establecer la prioridad de la estructura de pagos a todos los pasivos en quiebra de la
compañía. Aún así, presenta dos inconvenientes: primero, se requieren estimaciones para
los parámetros del valor de activos, lo cual no siempre es observable y segundo, no
funciona con varios derivados crediticios cuyos pagos dependen del rating crediticio de la
deuda.
• La tercera clase de modelos evita estos dos últimos problemas. Esta clase, como la
anterior, también contempla el riesgo de crédito como pago de una fracción de cada euro
prometido en el momento de la quiebra; pero dicho momento es ahora dado como un
54
proceso exógeno . Es decir, el proceso de quiebra viene especificado exógenamente y no
depende explícitamente de los activos subyacentes de la compañía. La ventaja de este
enfoque es que permite establecer asunciones exógenas en observables. Esta clase de
55
modelos presume la ausencia de oportundidad de arbitraje .
Este tercer enfoque puede ser fácilmente modificado para incluir la información del
rating en el proceso de quiebra, y por tanto, puede ser utilizado para valorar derivados
crediticios dependientes del rating. El modelo de Jarrow – Lando – Turnbull incorpora sobre el
50
Por ejemplo, Black y Cox (1976), Chance (1990), Merton (1974), y Shimko, Tejima, y Van Deventer (1993).
51
Jones, Mason, y Rosenfeld (1984).
52
Das y Tufano (1995)
53
Hull y White (1991) o Longstaff y Schwartz (1992)
54
Jarrow y Turnbull (1995) y Litterman e Iben (1991)
55
Se puede hacer una analogía entre esta clase de modelos y aquellos usados para valorar opciones sobre acciones
de interés variable, es decir, las asunciones exógenas en observables, de Jarrow y Turnbull (1995) es igual que Black y
Scholes (1973), como la asunción de Merton (1974) en valores de la firma es equivalente al enfoque de Geske (1979).
210
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Por otra parte existe multitud de modelos para cuantificar este riesgo que recogen
ideas de algunos de los enfoques anteriores y que son utilizados habitualmente por diversas
compañías, como el modelo de Credit-Suisse (CreditRisk+), el modelo de J. P. Morgan (Credit
Metrics), que supone un desarrollo sobre el conocido Risk Metrics, …
METODOLOGÍA ENFOQUE
A continuación, se presentan cuatro métodos que proporcionan una base teórica sobre
cómo medir el precio del riesgo de crédito en el mercado, así como ejemplos de aplicación.
Tanto Merton (1974) como Black y Scholes (1973) ya sugirieron que los títulos
corporativos se pueden considerar como opciones sobre los activos de la compañía. Estos
activos incluyen el valor del inmovilizado, el fondo de comercio, etc., en definitiva, partidas
difíciles de valorar.
Supongamos el caso de una compañía sencilla del sector no financiero, con accionistas
y negociación de bonos. Los titulares de los bonos, lo son por el valor de los activos hasta el
211
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
nominal de la deuda, y los accionistas son titulares por el valor de los activos en exceso de este
nominal. Lo anterior se traduce en que se puede considerar una acción, como una opción de
compra sobre los activos, y cuyo strike será el nominal de la deuda.
De este modo para un bono cupón cero, si suponemos tipos de interés constantes, el
valor de una acción se puede determinar a partir de la fórmula de Black – Scholes de
valoración de opciones de compra. El valor del bono sería la diferencia entre la opción de
compra de la acción y el activo subyacente. Así, los titulares de los bonos se les puede
considerar poseedores de acciones y deudores de la venta de una opción de compra a
accionistas.
C = AN (d1 ) − Xe − rT N (d 2 )
donde
ln( A / X ) + (r + σ 2 / 2) / T
d1 =
σ T
d 2 = d1 − σ T
siendo
Primero, el valor del bono con riesgo converge al valor del bono libre de riesgo
conforme aumenta el valor de activo de la compañía.
Segundo, el valor del bono decrece conforme aumenta la volatilidad del activo.
212
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Para analizar la primera observación nos fijamos en que un incremento en el valor del
activo provoca un aumento en el valor de la acción y el valor de la deuda, hasta un límite. Lo
más que un bono puede valer al vencimiento es X, el valor nominal de la deuda. Conforme el
valor de los activos aumenta, el valor de la acción converge a
C = A − Xe − rT . (5.1.)
A − C = Xe − rT .
De este modo, para numerosos valores de activos, el bono está libre de riesgo y el
precio del bono es el flujo de caja prometido descontado al tipo libre de riesgo. Vemos que este
resultado se mantiene para activos relativamente “conservadores” con una reducida desviación
típica o para activos muy arriesgados con una desviación típica alta. Para cualquier nivel de
riesgo dado (la desviación típica de activos) el bono estará libre de riesgo para un número
suficiente de activos.
π x S px + (1 − π x ) S qx
S=
1+ r
213
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
π x = px − λ ⋅ px ⋅ qx
es decir, en función de las probabilidades ciertas y el precio de mercado del riesgo asociado
con la incertidumbre sobre el pago prometido.
P = C + Xe − rT − A
donde P es el precio de una opción de venta sobre los mismos activos, A, teniendo el mismo
precio de ejercicio, X, y el mismo vencimiento, T, que la opción de compra, C. La expresión de
paridad put-call se puede volver a escribir como
A − C = Xe − rT − P. (5.2.)
Obsérvese que el lado de la izquierda de esta expresión es el valor del bono, como se
ha descrito arriba. La parte derecha es el precio del bono con riesgo menos una opción de
venta. Así, el valor de un bono corporativo puede ser descompuesto en un bono libre de riesgo
y una opción de venta sobre los activos de la compañía. Por conveniencia referiremos el valor
del flujo de caja del bono, descontado a los tipos libres de riesgo, como valor de un bono
sintético libre de riesgo. De esta manera, la descomposición implica dos términos: el valor de
un bono sintético libre de riesgo y la opción de venta.
Esta es una descomposición útil para determinar la sensibilidad respecto a los cambios
en el tipo de interés y los cambios en la calidad de crédito. Cambios en el tipo de interés
impactarán en ambos términos, pero el precio del bono libre de riesgo capturará sólo el puro
valor del dinero en el tiempo. Cambios en la calidad crediticia, serán capturados por el valor de
la opción de venta.
Es importante caer en la cuenta de que la forma de valorar una opción difiere del
simple descuento del flujo de caja del pasivo a los tipos libres de riesgo, sino que ha de haber
alguna medida del riesgo. Dicha medida se toma de manera adecuada en el presente método
de descomposición. No es sin embargo, una buena medida del riesgo, usar la rentabilidad de la
214
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Xe − rT
[
E r Xe − rT ,]
tal como se ha establecido en el apartado anterior. Siendo como ya se ha visto Er, la esperanza
de riesgo neutral (martingala) sobre posibles tipos de interés.
[
A − C = E r Xe − rT − P. ] (5.3.)
[
A − E r Xe − rT , ]
y de la volatilidad del activo, como se comentó arriba.
Este modelo utiliza la información disponible en precios del mercado, más algún dato
exógeno de análisis, para de ahí, suponiendo que el mercado está libre de arbitraje, deducir la
probabilidad que el mercado está adjudicando, a través de precios, a la evolución estocástica
(riesgo - neutro) de los distintos subyacentes.
1. La ETTI sin riesgo actual, así como su evolución obtenida mediante un modelo
dinámico de estimación que ajuste la ETTI actual, como puede ser el de Hull - White.
2. La ETTI actual de las deudas cuyo riesgo queremos analizar.
215
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Esta última se sitúa por encima de la anterior, además, el diferencial crece con el
tiempo a vencimiento.
Este modelo asume que dicho diferencial se debe exclusivamente al riesgo de
contrapartida (riesgo de crédito), haciendo caso omiso de liquidez u otros posibles
factores.
3. Tasa de recuperación asociada a la deuda en caso de insolvencia. Será un número
comprendido entre 0 y 1. En caso de impago, por cada euro se recuperan δ euros.
Éste es el único dato exógeno.
El intervalo de tiempo fijo lo denotamos cómo antes por ∆t, que en los ejemplos será 1
año. La ETTI sin riesgo hoy la denotamos como hemos hecho con anterioridad por P(0; n), e
incorporamos la ETTI con riesgo (correspondiente a la deuda que pretendemos valorar), y que
c
denotamos por P (0; n): es el precio hoy del bono cupón cero con riesgo que vence en tiempo
n∆t, cuyo nominal es 1 y también es un dato de mercado.
P c (0, n)
φ (0, n) =
P(0, n)
y debe cumplir que
0 ≤ φ (0, n) ≤ φ (0, n − 1) ≤ 1
es decir, el precio del bono con riesgo tiene que decrecer con el tiempo con respecto al bono
sin riesgo, debido a la acumulación progresiva del riesgo.
Recordemos que hemos llamado Ri al tipo continuo anual sin riesgo para el período i∆t,
siendo una variable aleatoria, cuya evolución la tenemos ya especificada a partir del modelo
Hull – White que expusimos en el capítulo 3.
⎛ ⎛ n −1 ⎞ ⎞
β (n) = exp⎜⎜ ⎜⎜ ∑ R j ⎟⎟ ⎟⎟ ,
⎝ ⎝ j =0 ⎠ ⎠
216
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
⎛ 1 ⎞
P(0, n) = Ep⎜⎜ ⎟⎟
⎝ β ( n) ⎠
cual consideramos estado absorbente, es decir, que una vez se ha producido no es posible
cambiar de estado.
⎛ 1 ⎞
P c (0, n) = Ep⎜⎜ (δ ⋅ 1{τ * ≤ n} + 1{τ * f n}) ⎟⎟
⎝ B ( n) ⎠
siendo {
1{τ * ≤ n} la función indicadora del evento τ * ≤ n . }
⎛ 1 ⎞
P c (0, n) = Ep⎜⎜ ⎟⎟ ⋅ Ep(δ ⋅ 1{τ * ≤ n} + 1{τ * f n}) = P(0, n) ⋅ (δ + (1 − δ ) ⋅ c(0, n) )
⎝ B (n) ⎠
donde
P c (0, n)
φ (0, n) = = (δ + (1 − δ ) ⋅ c(0, n) )
P(0, n)
y ya es inmediato
56
El término quiebra no debe ser interpretado demasiado literal. En nuestro contexto, se refiere a cualquier caso de
“peligro” financiero que lleve a los propietarios de bonos a recibir menos de lo que se les prometió.
217
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
φ (0, n) − δ
c(0, n) = (5.4.)
1−δ
Como ejemplo vamos a considerar un título de renta fija cupón cero de duración 5
años, cuya tasa de recuperación vamos a suponer del 75%.
Si suponemos que el precio de un bono cupon cero de las mismas características pero
sin riesgo de credito es P(0, n) = P(0,5) = 0,831644 , y que el precio del título cupón cero con
c
riesgo que nos ocupa es P (0, 5) es 0,821249:
nos queda
Este modelo además de los requerimientos del modelo de Jarrow – Turnbull, necesita
el rating de crédito de la compañía.
Nos interesa incorporar la información que aporta el rating crediticio, desde una doble
vertiente:
• probabilidad de incumplimiento de cada rating de crédito, y
• probabilidades de transición entre los diferentes ratings de crédito.
218
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
quiebra τ* a través de las cadenas de Markov en tiempo homogéneo para un espacio finito de
donde
qi , j ≥ 0, ∀i, j , i ≠ j
y
k
q i ,i ≡ 1 − ∑ q i , j , ∀i, j , i ≠ j .
j =1
el momento n. Es bien conocido que la matriz de transición KxK de n intervalos, Q0,n , cuya
219
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
donde
qi , j ' (t , t + 1) ≥ 0, ∀i, j , i ≠ j
k
qi ,i ' (t , t + 1) ≡ 1 − ∑ q i , j ' (t , t + 1), ∀i, j , i ≠ j
j =1
si y sólo si qi, j ≥ 0
qi , j ' (t , t + 1) ≥ 0, ∀i, j , i ≠ j
y
k
∑q
j =1
i, j ' (t , t + 1) ≤ 1 para i=1, …, K.
220
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Qt ,t +1 '− I = Π (t )[Q − I ]
donde I es la matriz identidad KxK y Π (t ) = diag (π 1 (t ),...π k −1 (t ),1) es una matriz diagonal
KxK .
La última fila en la matriz de transición para Qt ,t +1 ' en conjunción con la ecuación (5.5.)
implica que
π k (t ) ≡ 1, ∀t
Dada esta estructura, podemos ahora calcular la probabilidad de que ocurra la quiebra
221
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Siendo
{ }
∞
N (t ) := max i τ i ≤ t = ∑1{τ ≤t }
i
i =1
[[
Pt [N (T ) − N (t ) = n ] = Et P N (T ) − N (t ) = n {λ ( s )}{T ≥ s ≥t } ]]
⎡1 T n
⎤
= Et ⎢ ⎛⎜ ∫ λ ( s )ds ⎞⎟ exp⎛⎜ − ∫ λ ( s )ds ⎞⎟⎥
T
⎣ n! ⎝ t ⎠ ⎝ t ⎠⎦
Definimos el proceso
⎡ ⎛ T ⎞ ⎤
c(t , T ) = Et ⎢exp⎜⎜ − ∫ λ ( s )ds ⎟⎟ Ft ⎥
⎢⎣ ⎝ t ⎠ ⎥⎦
[
1{τ >t } c(t , T ) = Et 1{τ >T } ]
⎡ ⎛ T ⎞⎤ P c (t , T )
Et ⎢exp⎜⎜ − ∫ q' λ ( s )ds ⎟⎟⎥ = = φ (t , T )
⎢⎣ ⎝ t ⎠⎥⎦ P(t , T )
En primer lugar analizaremos el caso de independencia entre el proceso del tipo libre
de riesgo, y el spread por riesgo de crédito. Supondremos que existe una probabilidad P,
riesgo neutro, tal que para esta probabilidad, los diferenciales de precios, φ (t , T ) , por el
numerario, φ (0, t ) ,
φ (t , T )
φ (0, t )
222
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
son martingala. Suponemos asimismo que la intensidad de default reducida, q ' λ , cumple la
siguiente ecuación diferencial estocástica:
φ (t , T ) = A(τ )e − B (τ ) q 'λ ( t ) , τ =T −t
donde
1 − e − aτ
B(τ ) =
a
⎡ T σ2
(
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 B(τ ) − τ −
⎢⎣ t
σ2
4a
⎤
B(τ ) 2 ⎥)
⎥⎦
2a
Supongamos ahora que existe cierta correlación, ρ , entre el tipo libre de riesgo y la
tasa de default reducida. En este caso no podemos separar la evolución de ambos procesos.
dr (t ) = (θ (t ) − ar (t ))dt + σdW (t )
dW (t )dZ (t ) = ρdt
223
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
donde
P(t , T ) : precio del bono sin riesgo según la dinámica de la expresión 3.3
τ =T −t
1⎡
B(τ ) = 1 − e − aτ ⎤
⎢⎣ ⎥⎦
a
⎡ T~ σ2
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 B(τ ) − τ −
⎢⎣ t
(
σ2
4a
⎤
B(τ ) 2 ⎥)
⎥⎦
2a
2
σ y a : parámetros correspondiente a la calibración de la tasa de incumplimiento reducida.
~
θ (t ) = θ (t ) + ρ ⋅ σ ( s) ⋅ σ ( s) ⋅ B(τ )
B(τ ) =
1
a
[
1 − e − aτ ]
Al igual que ya hemos hecho en el caso del tipo continuo a corto definimos
t +1
qλ = ∫ q' λ (t )dt
1
t
t
Aquí el valor de la reducción sobre la tasa de default queda determinado cómo sigue
c(t , t + 1) =
[ (
Et exp − qλ1t − δ )]
1−δ
[ ( )]
Et exp − qλ1t = δ + c(t , t + 1) ⋅ (1 − δ )
224
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
q = − log(δ + c(t , t + 1) ⋅ (1 − δ )) ⋅
1
λ1t
De esta forma el valor de q será menor cuanto mayor sea la tasa de recuperación. Si
δ =0 el valor de q será 1.
Usando el spread por riesgo de crédito, qλ1 t , evitamos añadir una rama adicional que
recoja la posibilidad de quiebra en el árbol trinomial. La medida que realmente
correspondiente a qλ1t , de forma independiente. Simplemente hemos de llevar a cabo los dos
pasos expuestos para el tipo a corto suponiendo:
[ ]
E exp(− qλ1 t ⋅ n) = φ (0, n) ,
225
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Para determinar las cantidades Ω i , nos apoyaremos igualmente en los precios Arrow
– Debreu. En este caso los seudo - precios de Arrow – Debreu se determinan exactamente
• El siguiente paso consiste en calcular los seudo - precios Q1,1 , Q1, 0 y Q1, −1 . De su
definición, se deriva:
(
Q1,1 = Q0,0 ⋅ p1 (1) ⋅ exp − qλ1 0 ⎫ )
⎪
⎪⎪
(
Q1, 0 = Q0,0 ⋅ p 2 (0) ⋅ exp − qλ1 0 ⎬ )
⎪
⎪
(
Q1, −1 = Q0,0 ⋅ p3 (−1) ⋅ exp − qλ1 0 ⎪⎭ )
φ (0,2) = Q1,1 exp(− (Ω1 + ∆S1 ) ) + Q1,0 exp(− Ω1 ) + Q1, −1 exp(− (Ω1 − ∆S1 ) )
⎛ 1 ⎞
Ω1 = log⎜ ∑ Q1,l ⋅ exp(− l∆S1 )⎟ − log(φ (0,2) )
⎝ l = −1 ⎠
226
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
⎛ 1 ⎞ ⎫
⎜ ∑ Qi ,l ⋅ exp(− l∆S i ) ⎟ ⎪
Ω i = log⎜ l = −1 ⎟ ⎪
⎜ φ (0, i + 1) ⎟ ⎪⎪
⎜ ⎟ ⎬
⎝ ⎠ ⎪
⎪
Qi ,l = ∑ Qi −1,l ' ⋅p l (i − 1, l ' ) ⋅ exp(− qλ1i −1,l ' )⎪
l' ⎭⎪
qλ1 t
Subida mantenim. bajada
Rt mantenim. p 3λ ⋅ p 2R − 4ε p 2λ ⋅ p 2R + 8ε p1λ ⋅ p 2R − 4ε
227
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
qλ1 t
Subida mantenim. bajada
Rt mantenim. p 3λ ⋅ p 2R − 4ε p 2λ ⋅ p 2R + 8ε p1λ ⋅ p 2R − 4ε
Siendo
⎧ 1
⎪ 36 ρ ρ >0
⎪
ε =⎨
⎪ 1
⎪− 36 ρ ρ <0
⎩
qλ1 x +i ,l
( R, qλ1 )
Ri , j
Figura 5.1. Transición del tipo libre de riesgo y spread por riesgo de crédito a partir de un nodo
central
228
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
[ (
E exp − ( Rn + qλ1 n ) ⋅ n = P c (0, n) )]
De esta forma se tendría en cuenta los tipos Rt en los precios Arrow – Debreu, como
sigue. Como antes Q0, 0 = 1 y
A continuación
Qi , j ,l = ∑p j ,l (
(i − 1, j ' , l ' ) ⋅ Qi −1, j ',l ' ⋅ exp − ( Ri −1, j ' + qλ1 i −1,l ' ) )
∀j ',l '
Y de esta forma
⎛ ⎞ ⎫
⎜ ∑ Qi , j ,l ⋅ exp(− Ri , j + l∆S i ) ⎟ ⎪
⎜ j ,l ⎟ ⎪
Ω i = log⎜ ⎟ ⎪
P c (0, i + 1) ⎬
⎜ ⎟
⎜ ⎟ ⎪
⎝ ⎠
Qi , j ,l (
= ∑ p j ,l ( j ' , l ' ) ⋅ Qi −1, j ',l ' ⋅ exp − ( Ri −1, j ' + qλ i −1,l ' ) ⎪⎪
1
)
∀j ,l ⎭
Para ilustrar lo anterior incluiremos un ejemplo que parte de los siguientes precios de
bonos cupón cero sin riesgo y arriesgados:
229
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
c
t P(0, t) P (0, t)
1 0,977469 0,967345
2 0,947188 0,927384
3 0,912773 0,884212
4 0,875619 0,839357
5 0,837634 0,794676
Cuadro 5.3.: Curva cupón cero con y sin
riesgo.
J 0 1 2 3 4
Gráficamente:
qλ1i ,l
0,02
0,02
0,02
0,01
0,01
0,01
0,01
0,01
0,00
0,00
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
230
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
En cuanto a la valoración del bono con riesgo, se llevaría a cabo en nuestro caso con el
siguiente árbol conjunto:
Ri , j
qλ1i ,l
Gráfico 5.2.: Árbol conjunto del tipo libre de riesgo y el spread por riesgo de crédito a corto.
5.4.3. Calibración.
Para poder calibrar el modelo necesitamos un derivado sobre el spread por riesgo de
crédito, y una cotización de la correlación entre este spread y el tipo libre de riesgo.
Los derivados de crédito son instrumentos financieros over the counter (OTC), cuyo
flujo de caja se halla vinculado al cambio en la calidad crediticia del subyacente. Desde su
introducción, los mercados han crecido enormemente, pasando a ser un importante vehículo
para que las instituciones financieras puedan protegerse o asumir riesgo crediticio.
Cabe destacar la figura del credit default swap (CDS). Un CDS consiste en un contrato
entre dos partes, comprador y vendedor de protección, sobre el posible default también
denominado evento de crédito, por parte del emisor de un título de referencia, conocido cómo
nombre de referencia. Así el comprador de protección paga una prima periódica y constante
hasta el vencimiento del contrato, también denominada spread del CDS, a cambio de una
eventual contraprestación del vendedor de protección, en caso de que se produzca un default
231
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
por parte del emisor del título de referencia. El CDS vence cuando se produzca el default o al
término del plazo establecido en el contrato si éste ocurre con anterioridad.
⎛t ⎞
β (t ) = exp⎜⎜ ∫ r (t )dt ⎟⎟
⎝0 ⎠
∆τ = τ − t i ,
*
C (t 0 ) = s (t 0 ) ⋅ CDS c (t 0 )
donde
⎡n 1 1 ⎤
CDS c (t 0 ) = Ep ⎢∑ ⋅ ∆t ⋅ 1{ti ≤τ } + ⋅ ∆τ ⋅ 1{τ ≤tn } Ft 0 ⎥
⎣ i =1 β (t i ) β (τ ) ⎦
232
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
⎡ 1 ⎤
V (t 0 ) = Ep ⎢ (1 − δ ) ⋅ 1{t 0 ≤ τ ≤ t n } Ft 0 ⎥
⎣ β (τ ) ⎦
V (t 0 ) = C (t 0 ) ,
V (t 0 )
s (t 0 ) =
CDS c (t 0 )
Supondremos ahora que valoramos en t < t1 , es decir, antes del primer pago de prima
del CDS, de la siguiente forma:
C (t ) = s (t ) ⋅ CDS c (t )
donde
⎡ n 1 1 ⎤
CDS c (t ) = Ep ⎢∑ ⋅ ∆t ⋅ 1{ti ≤τ } + ⋅ ∆τ ⋅ 1{τ ≤tn } Ft ⎥
⎣ i =1 β (t i ) β (τ ) ⎦
⎡ 1 ⎤
V (t ) = Ep ⎢ (1 − δ ) ⋅ 1{t 0 ≤ τ ≤ t n } Ft ⎥
⎣ β (τ ) ⎦
siendo ahora
V (t )
s (t ) =
CDS c (t )
233
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
la prima del CDS que correspondería según la filtración hasta t , Ft , respecto al tiempo hasta
el default.
(s(t ) − s ) CDS
* + c
(t ) ,
⎡ β (t ) ⎤
CDSO(t ) = 1{τ >t } Ep ⎢ ( +
)
s (t 0 ) − s * CDS c (t 0 ) ⋅ 1{τ >t 0} Ft ⎥
⎣ β (t 0 ) ⎦
⎢⎣
(
CDSO(t ) = 1{τ >t } CDS c (t ) EQ ⎡ s (t 0 ) − s * )
+
Ft ⎤
⎥⎦
de manera que las primas s (t ) , son martingalas. Suponiendo que la difusión es lognormal, es
decir,
ds (t ) = s (t )σdW (t )
[
CDSO(t ) = 1{τ >t } CDS c (t ) s (t ) N (d1 ) − s * N (d 2 ) ]
donde
ln(s (t ) / s * ) ± σ 2 ⋅ T
d1, 2 =
σ⋅ T
234
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
ϕ i = ln(si ) − ln(si −1 )
1 m
σ 2i = ∑
m − 1 j =1
(ϕ i − j − ϕ ) 2
siendo
1 m
ϕ= ∑ ϕ i− j
m j =1
n CDSO j − M j
∑
j =1 CDSO j
siendo
(
F (i, l ) = qλ1 i ,l − s * )
+
El modelo quedaría calibrado para los parámetros que minimizaran esta distancia
235
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
⎛ n CDSO j − M j (a, σ ) ⎞
⎜ ⎟
arg min⎜ ∑ ⎟⎟ (5.8)
⎜ j =1 CDSO j
⎝ ⎠
5.5. DIFUSIÓN DEL TIPO DE INTERÉS, SPREAD POR RIESGO DE CRÉDITO Y TANTO DE
MORTALIDAD.
Si introducimos este spread por riesgo de crédito, qλ1t , el valor actual actuarial de un
euro prometido en caso de supervivencia del asegurado, será ahora
1 [ (
E c x + t = E exp − ( Rt + µ 1x + t + qλ1t ) )] (5.6)
1 [ (
E ' x +t = E exp − ( µ 1x + t + Rt + λ1t ) )]
y en caso de quiebra de la aseguradora:
1 [ ( )(
E" x + t = E exp − ( µ 1x + t + Rt ) ⋅ 1 − exp − λ1t ⋅ δ( )) ]
Cómo ya se ha expuesto consideraremos el spread por riesgo de crédito para
simplificar.
T −t E x + t = P c (t , T ) T −t p x +t
donde
236
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
µ 1t subida qλ1 t
Subida mantenim. bajada
µ 1t mantenimiento qλ1 t
Subida mantenim. bajada
qλ , R µ qλ , R µ
Subida p 3, 3 ⋅p 2 p 2,3 ⋅p 2 p1q,λ3 , R ⋅ p 2µ
µ 1t bajada qλ1 t
Subida mantenim. bajada
237
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
p j ,k ,l = p Rj ,,lqλ ⋅ p kµ
Dado que en este caso estamos tratando con cuatro dimensiones (tiempo, nivel de
tipos a corto, nivel de tanto de mortalidad y nivel de spread de crédito), cada nodo se
especificará (i, j, k, l):
• siendo el primer índice el nivel temporal,
• el segundo corresponde al nivel del tipo a corto,
• el tercero al nivel desde el punto de vista de la mortalidad,
• y el último el nivel del spread por riesgo de crédito..
denotará por µ 1i,k y el spread por riesgo de crédito por qλ1i ,l . De este modo el tanto de
capitalización actuarial sería en el nodo (i, j, k, l):
γ 1i , j ,k ,l = Ri , j + µ 1 x +i ,k + qλ1i ,l
238
CAPÍTULO 5. El riesgo de crédito y el Valor Razonable.
Ri , j
µ 1i,k
qλ1i ,l
Figura 5.2. Transición de los tres subyacentes considerados a partir del nodo origen
239
240
TERCERA PARTE: ESTIMACIÓN DEL VALOR RAZONABLE.
241
242
CAPÍTULO 6. ESTIMACIÓN DEL VALOR RAZONABLE. 245
6.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO. 245
6.2. VALORACIÓN CON DIFUSIÓN EN EL TIPO DE INTERÉS. 246
6.3. OPCIÓN DE RESCATE. 250
6.4. OPCIÓN DE PARTICIPACIÓN EN BENEFICIOS. 253
6.5. VALORACIÓN CON DIFUSIÓN EN LA MEDIDA DE
MORTALIDAD. 258
6.6. VALORACIÓN CON DIFUSIÓN EN EL TIPO DE INTERÉS
Y MEDIDA DE MORTALIDAD. 260
6.6.1. Valoración sin opciones. 260
6.6.2. Opción de rescate. 262
6.6.3. Opción de participación en beneficios. 262
6.7. VALORACIÓN CON DIFUSIÓN EN EL TIPO DE INTERÉS,
MEDIDA DE MORTALIDAD Y SPREAD POR RIESGO DE
CRÉDITO. 263
6.7.1. Valoración incluyendo spread de crédito. 263
6.7.2. Valoración con difusión en los tipos de interés,
spread de crédito y tanto de mortalidad. 265
6.7.3. Opción de rescate. 267
6.7.4. Opción de participación en beneficios. 270
6.8. RESUMEN DE VALORACIONES PROPUESTAS. 278
243
244
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Este capítulo expone la metodología para el cálculo de las PTSV con difusión en los
tipos de interés, el spread por riesgo de crédito y el tanto de mortalidad. Asimismo presenta un
método simplificado de estimación del valor razonable correspondiente a las opciones de
rescate y de participación en beneficios implícitas en gran parte de Pólizas de Seguros de Vida.
El apartado 6.2. sin considerar riesgo de crédito, explica cómo se valoran las PTSV a
través del árbol trinomial, cuyas dimensiones serán el tiempo y el nivel de tipos de interés. De
esta manera el tanto de capitalización actuarial tendría difusión únicamente en el tipo de interés
y no consideraría spread por riesgo de crédito:
γ 1i , j = Ri , j + µ 1i
En los apartados 6.3. y 6.4 se propone una metodología para estimar el valor razonable
correspondiente a una póliza de seguro que incluye una opción de rescate y participación en
beneficios.
El apartado 6.5. expone la valoración a través del árbol trinomial, cuyas dimensiones
serán el tiempo y el nivel del tanto de mortalidad. En este caso el tanto de capitalización
actuarial consideraría difusión en el tanto de mortalidad:
γ 1i ,k = Ri + µ 1i ,k
γ 1i , j ,k = Ri , j + µ 1i , k
245
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
γc = Ri , j + µ 1i , k + qλ1i
1
i , j ,k
Por último consideramos difusión también en este spread de crédito, de forma que la
valoración incluya difusión en todos los subyacentes.
γc = Ri , j + µ 1i ,k + qλ1i ,l
1
i , j , k ,l
EQ [V (t , T ) Ft ] = EQ [K (t , T ) − Π (t , T ) Ft ]
donde
Nuestra propuesta es valorar las PTSV en tiempo discreto a través del árbol trinomial
para la difusión de los subyacentes considerados.
Valorar con el árbol trinomial para la difusión de los tipos de interés, consiste
básicamente en descontar desde el corte temporal en que tiene lugar el vencimiento de la
Póliza hasta el de la fecha de valoración, el flujo de caja proporcionado por la Póliza de Seguro
de Vida.
246
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Recordemos que los nodos en el árbol se especifican (i, j), siendo el primer índice el
nivel temporal y el segundo el nivel del nodo, donde j = 0 es el nivel central.
Para los primeros i´s el índice j vá desde j = - i hasta j = i; pero más adelante para i´s
posteriores el índice j vá desde j = - L hasta j = L, para garantizar la estabilidad del árbol
trinomial y por tanto que todas las probabilidades de transición son positivas (incluida p2).
período i por µ 1i (no estamos suponiendo aún difusión en este término), de manera que el
⎡ ⎤
( )
3
V (i, j ) = exp − γ 1i , j ⋅ ∆t ⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p k ⋅ V (i + 1, j k )⎥
⎣ k =1 ⎦ (6.1.)
(
+ Fi ⋅ 1 − exp(− µ i ⋅ ∆t )
1
)
siendo
Si+1 : flujos de caja por garantías, gastos o primas pagaderos a la supervivencia del asegurado
en i+1. Las primas a cobrar se considerarán con signo menos.
Fi : flujos de caja por garantías o gastos pagaderos al fallecimiento del asegurado entre i e i+1.
En este caso hemos establecido la hipótesis de fallecimiento al inicio del periodo considerado.
⎡ ⎤
( )
3
V (i, j ) = exp − γ 1i , j ⋅ ∆t ⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p k ⋅ V (i + 1, j k )⎥
⎣ k =1 ⎦
(
+ Fi ⋅ exp(− Ri , j ⋅ ∆t ) ⋅ 1 − exp(− µ i ⋅ ∆t )
1
)
⎡ ⎤
( )
3
V (i, j ) = exp − γ 1i , j ⋅ ∆t ⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p k ⋅ V (i + 1, j k )⎥
⎣ k =1 ⎦
⎛ 1 ⎞
(
+ Fi ⋅ exp⎜ − Ri , j ⋅ ∆t ⎟ ⋅ 1 − exp(− µ 1 i ⋅ ∆t ) )
⎝ 2 ⎠
247
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Este proceso se repite hasta obtener el valor V(0, 0), que sería el valor actual en el
árbol trinomial.
Los flujos de caja serán positivos si son de pago y negativos si son de cobro (primas
pendientes de cobro). Esto es así debido a que las PTSV son una obligación para la compañía
aseguradora, y como tal queda minorada por los flujos de cobro a los que tiene derecho.
Como hipótesis técnicas, consideramos un interés técnico garantizado del 3%, los
gastos de gestión son del 1% para adquisición (gadq) sobre la prima de tarifa, para
administración (gadm) del 0,08% sobre el capital garantizado y del 0,02% para gastos de
gestión de siniestros (ggs), también sobre el capital garantizado.
El asegurado será una mujer de 70 años (x = 70) en el año 2005, siendo este último a
su vez el año de efecto. De esta manera nos centraremos en la tabla de mortalidad
generacional resultante de nuestro ajuste, para una mujer nacida en el año 1935.
Dado que el seguro dura 5 años (n = 5), hemos de recurrir a los resultados de la
medida de mortalidad para una edad a partir de 70 años
El valor de la prima de tarifa (todos los valores son tanto por uno del capital
garantizado) será
1 + gadm + ggs
Π" x:n ¬= n E x , y ⋅
1 − gadq
1 + 1%
Π"70:5 ¬= 5 E 70, 2005 ⋅ = 0,812797
1 − 1%
248
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
l 75, 2010
0V '70 = 5 E 70, 2005 ⋅ (1 + gadm + ggs ) = ⋅ v 5 ⋅ (1 + 1% ) = 0,804669
l 70, 2005
S 5 = (1 + 1%)
J 0 1 2 3 4
No hemos incluido el valor en el período igual a 5 debido a que será igual en todo caso
a S5.
Hasta aquí se ha expuesto la forma de valoración más sencilla, que es cuando el flujo
de caja coincide con los cortes temporales ∆t. Esto no siempre es así, ya que es muy posible
que la fecha de efecto de la Póliza, no coincida con la fecha del cálculo; o bien, que el seguro
249
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
considere unos cortes temporales ∆t, diferentes a los que hemos supuesto para implementar el
árbol.
Cuando la póliza que valoramos proporciona flujos que no coinciden con los cortes
temporales ∆t, hemos de generar un árbol trinomial para un intervalo de tiempo que recoja los
57
cortes temporales en los cuales caen los flujos .
De ser variables las distancias entre los cortes temporales, es decir, con ∆ti
dependientes del corte temporal ti, tendríamos una distancia vertical entre nodos adyacentes y
una esperanza condicionada también variables, ya que
⎫
(
M i = e − a∆ti − 1 ⎪ ) ⎪
⎬ (6.2)
Vi =
σ 1− e
2
( − 2 a∆t i ⎪
⎪
)
2a ⎭
Si nos centramos en una de las más importantes, como es la opción de rescate, existen
dos tendencias en cuanto a su consideración en el ámbito del valor razonable.
Una de ellas considera la opción de rescate como un flujo probable de pago más,
determinado según su probabilidad de ocurrencia, de modo que el resto de flujos de caja
probables queda minorado. A partir de aquí, el valor razonable se determinaría con esta nueva
corriente de flujos de caja probables.
57
Ver Hull y White (1996)
250
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Este enfoque es similar al que aborda la IAS 39 al establecer el “deposit floor” ó mínimo
en la posible valoración del pasivo en la medida en que pueda ser cancelado anticipadamente
por el poseedor del titulo a un precio determinado previamente.
Son muchas y muy variadas las ventajas e inconvenientes de tomar una u otra
hipótesis, siendo asimismo los resultados muy diferentes en uno y otro caso. Si tenemos en
cuenta que generalmente el valor de rescate se determina cómo un porcentaje de las PTSV,
estimadas según la base técnica de la Póliza, al aplicar el primer método, obtendríamos un
resultado mucho menor que el obtenido de aplicar el segundo método.
Cabe incluso la posibilidad de que al valorar la opción de rescate cómo una cadena de
flujos que matizan el resto, la cuantificación resulte menor que la obtenida sin considerar dicha
opción. Si tenemos en cuenta que el rescate es un derecho, y cómo tal su valor mínimo es
nulo, lo anterior sería una incongruencia.
Así si lo que estamos valorando es una Póliza de Seguro con opción de rescate a un
tipo de interés garantizado, siendo el valor de rescate en tiempo i∆t de i R x ; el valor de la
Póliza V(i, j) será como mínimo de i Rx :
⎫
⎪
⎪
V R (i, j ) = max[V (i, j ); i R x ] ⎪
⎪
⎬ (6.3)
⎡ ⎤⎪
( )
3
V (i, j ) = exp − γ 1 i , j ⋅ ∆t ⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p k ⋅ V R (i + 1, j k )⎥ ⎪
⎣ k =1 ⎦⎪
(
+ Fi ⋅ 1 − exp(− µ i ⋅ ∆t )
1
) ⎪
⎭
251
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Las implicaciones que tiene tomar este enfoque en cuanto a la opción de rescate en el
cálculo, son de una doble vertiente:
2. Dado que en el valor de las PTSV en el nodo (i, j) influye el valor en los nodos (i+1, j1),
(i+1, j2) y (i+1, j3), al hallarse estos condicionados por el límite que establece el valor
i +1 R x , indirectamente también se halla afectado el valor en el nodo (i, j). Esto sucede
como paso previo a la comparación con el mínimo que representa i Rx .
1 0,839109 0,822327
2 0,876555 0,859024
3 0,917079 0,898737
4 0,961561 0,942330
Cuadro 6.2. Valores de reserva y rescate.
J 0 1 2 3 4
Por otra parte cabe la posibilidad de que los flujos probables que proporciona la póliza,
como se ha comentado antes, no tengan un devengo en los cortes anuales. Asimismo es
252
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
posible que el rescate se pueda producir todos los meses y no exclusivamente en cada
anualidad completa. En este caso habría que considerar una distancia temporal, ∆t, tan
pequeña cómo séa necesaria para que la valoración evalúe bien la opción de rescate, aunque
con ello el árbol trinomial recombinante será mucho más abierto.
En este último caso desde nuestro punto de vista, se verían incrementados los flujos
probables de pagos correspondientes a la Póliza.
El incremento que se produce en los flujos probables de pagos de la Póliza por PB,
tendría que incrementar consecuentemente el valor razonable de la PTSV, ya que hemos de
considerar la totalidad de los flujos que proporciona el instrumento financiero.
253
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Mientras que si no consigue una rentabilidad igual o mayor al interés técnico, la pérdida
resultante es asumida íntegramente por la aseguradora.
Para obviar toda esta problemática, consideraremos a los fines de determinar esta
rentabilidad, las plusvalías que puedan existir actualmente en el valor razonable de las
inversiones afectas, y considerar a continuación una hipótesis diferente según la consideración
o nó en el valor razonable de las PTSV el spread por riesgo de crédito de la aseguradora. Si la
determinación del valor razonable de las PTSV no considera el spread por riesgo de crédito,
únicamente se tendría en cuenta la rentabilidad del activo libre de riesgo, mientras que si el
valor razonable de las PTSV incluye el spread por riesgo de crédito de la aseguradora,
consideraremos para estimar la PB futura, la rentabilidad del activo libre de riesgo más este
spread por riesgo de crédito.
El principal motivo por el que este método no carece totalmente de rigor técnico,
cuando la aseguradora cuenta con la posibilidad de elección discrecional del activo afecto, es
que la aseguradora podría realizar las actuales inversiones con la consecuente plusvalía y
sustituirlas por un activo libre de riesgo de similar flujo de caja.
Lo anterior siempre y cuando la rentabilidad del activo libre de riesgo séa como mínimo
igual al tipo de interés técnico garantizado, de acuerdo con el artículo 33 del ROSSP. De otro
modo habría que modificar el tipo de interés técnico, determinándose las PTSV a contabilizar
según el nuevo tipo de interés técnico.
254
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
• En primer lugar se determina para cada nodo del árbol trinomial, las consecuencias en
términos de incremento de las prestaciones garantizadas según los condicionados y las
hipótesis técnicas de la Póliza.
PBi , j = exp(−γ 1i , j ⋅ ∆t )
⎡ PB ⎤
( )
3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p sV PB (i + 1, j s )⎥ + F PB i ⋅ 1 − exp(− µ 1i ⋅ ∆t )
⎣ s =1 ⎦
siendo
PB
S i+1 : flujos de caja por garantías, gastos o primas pagaderos a la supervivencia del
asegurado en i+1 provenientes de la PB.
PB
F i : flujos de caja por garantías o gastos pagaderos al fallecimiento del asegurado
entre i e i+1 provenientes de la PB.
• Y por último, consideramos estos valores descontados para cada nodo, como un flujo
de caja con devengo en el nodo origen de la correspondiente PB, para descontar y
agregar desde el final del árbol hasta el nodo origen (0, 0) todo el flujo de caja:
k =1
255
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Partiremos del árbol trinomial de tipos de interés que aparece en el cuadro 3.5.
pb (i, j )
cb(i, j ) =
Π ' x +i +1:n −i −1 ¬
dado que
tenemos que
58
En adelante el operador ()+, hará referencia al máximo entre 0 y el resultado de la expresión incluída entre
paréntesis.
256
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
J 0 1 2 3 4
Por otra parte el flujo de caja proporcionado por la PB es de la misma estructura que el
original, es decir,
= S n ⋅ cb(i, j )
PB
Sn
por lo que para descontarlo hasta el nodo origen, simplemente hemos de hacer:
J 0 1 2 3 4
257
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
J 0 1 2 3 4
Cuando no coincidan los cortes temporales de la Póliza con los cortes ∆t, considerados
para el árbol trinomial, procederíamos cómo ya se ha expuesto anteriormente, modificando la
distancia temporal, ∆ti, así cómo la construcción del árbol trinomial recombinante según
establece la expresión 6.2.
Hasta aquí hemos considerado el valor razonable libre de riesgo de crédito, y hemos
sido coherentes con ello en la determinación de la opción de PB. Una vez incluyamos en la
determinación del valor razonable de las PTSV el riesgo de crédito, modificaremos toda la
metodología anterior, de manera que la opción de PB considerará el tipo libre de riesgo más un
spread por riesgo de crédito.
⎡ ⎤
( )
3
V (i, j ) = exp − γ 1i , j ⋅ ∆t ⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p k ⋅ V (i + 1, j k )⎥
⎣ k =1 ⎦ (6.4)
(
+ Fi ⋅ 1 − exp(− µ i , j ⋅ ∆t )
1
)
siendo en este caso
258
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
γ 1i , j = Ri + µ 1i , j
Este proceso se repite hasta obtener el valor V(0, 0), que sería el valor actual actuarial
a través del árbol trinomial, de las PTSV con difusión en el tanto de mortalidad.
Para ilustrar esta valoración volveremos al ejemplo anterior, con las mismas hipótesis
en cuanto a gastos, pero reemplazando la difusión en la ETTI, por la difusión en el tanto de
mortalidad, que en este caso sería la correspondiente al cuadro 6.2. El tipo continuo a corto
sería:
Año Rt
1 2,27887%
2 3,14690%
3 3,70104%
4 4,15562%
5 4,43498%
Cuadro 6.7. ETTI
J 1 2 3 4 5
γ 1i , j ,k = Ri , j + µ 1i , k
259
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
6.6. VALORACIÓN DE LAS PTSV CON DIFUSIÓN DEL TIPO DE INTERÉS Y DEL TANTO
DE MORTALIDAD.
µ 1i,k
Subida mantenim. bajada
Ri , j mantenim. p 3µ ⋅ p 2R p 2µ ⋅ p 2R p1µ ⋅ p 2R
En adelante supondremos
p j ,k = p Rj ⋅ p kµ
especificándose cada nodo cómo (i, j, k), siendo el primer índice el nivel temporal, el segundo
el nivel del nodo respecto al tipo a corto, donde j = 0 es el nivel central, y el último el nivel del
nodo desde el punto de vista de la mortalidad, siendo k = 0 el nivel central.
denotará por µ 1i,k ; siendo el valor de las PTSV en el nodo (i, j, k) de V(i, j, k), que se
V (i, j , k ) = exp(−γ 1i , j ,k ⋅ ∆t ) ⋅
⎡ ⎤
( )
3 3 (6.5)
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑ p s ,rV (i + 1, j s , k r )⎥ + Fi ⋅ 1 − exp(− µ 1 i , k ⋅ ∆t )
⎣ s =1 r =1 ⎦
siendo
260
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
γ 1i , j ,k = Ri , j + µ 1i , k
Jµ JR 1 2 3 4 5
En cuanto al caso de no coincidir los cortes temporales de los flujos de caja con los del
árbol trinomial, se procedería como ya se expuso anteriormente.
261
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Jµ JR 1 2 3 4 5
Una vez incluida la difusión en el tanto de mortalidad, el proceso a seguir sería similar
al expuesto anteriormente, pero modificando debidamente el descuento a través del árbol:
262
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
( )
3 3
V PB (i, j , k ) = exp − γ 1 i , j ⋅ ∆t ⋅ ∑∑ p k ⋅ V PB (i + 1, j r , k s ) + PBi , j ,k
r =1 s =1
Jµ JR 1 2 3 4 5
263
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
V c (i, j ) = exp(−γ c
1
i, j ⋅ ∆t )
⎡ ⎤
( )
3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p sV c (i + 1, j s )⎥ + Fi ⋅ 1 − exp(− µ 1i ⋅ ∆t )
⎣ s =1 ⎦
siendo
γc = µ 1 i + qλ1 i + Ri , j
1
i, j
J 0 1 2 3 4
V c (i, j , l ) = exp(−γ c
1
i , j ,l ⋅ ∆t )
⎡ ⎤
( )
3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑ p r , sV c (i + 1, j r , l s )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ⋅ ∆t ) ⋅ Fi
⎣ r =1 s =1 ⎦
siendo
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i ,l
1
i , j ,l
264
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Jλ JR 1 2 3 4 5
6.7.2. Valoración con difusión en los tipos de interés, spread de crédito y tanto de
mortalidad
V c (i, j , k , l ) = exp(−γ c
1
i , j , k ,l ⋅ ∆t ) ⋅
⎡ ⎤
( )
3 3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑∑ p s , rV c (i + 1, j s , k r , l t )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ⋅ ∆t ) ⋅ Fi
⎣ s =1 r =1 t =1 ⎦
siendo
γ c i , j ,k ,l = Ri , j + µ 1i ,k + λ1i ,l
265
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Los resultados para nuestro ejemplo teniendo en cuenta total ausencia de correlación y
los árboles de transición de las tres medidas, así como sus probabilidades de transición son los
que siguen:
Jλ Jµ JR 1 2 3 4 5
266
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
[
V Rc (i, j ) = max V c (i, j ); i R x ] ⎫
⎪
⎪
⎪⎪
⎬
V (i, j ) = exp(−γ i , j ⋅ ∆t )
c c1
⎪
⎡ ⎤ ⎪
( )
3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑ p sV Rc (i + 1, j s )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ⋅ ∆t ) ⋅ Fi ⎪
⎣ s =1 ⎦ ⎪⎭
267
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
J 0 1 2 3 4
[
V Rc (i, j , l ) = max V c (i, j , l );i R x ] ⎫
⎪
⎪
⎪⎪
⎬
V c (i, j , l ) = exp(−γ c i , j ,l ⋅ ∆t )
1
⎪
⎡ ⎤ ⎪
( )
3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑ p r , sV Rc (i + 1, j r , l s )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ⋅ ∆t ) ⋅ Fi ⎪
⎣ r =1 s =1 ⎦ ⎭⎪
Jλ JR 1 2 3 4 5
268
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
[
V Rc (i, j , k , l ) = max V c (i, j , k , l );i R x ] ⎫
⎪
⎪
⎪⎪
⎬
V (i, j , k , l ) = exp(−γ i , j ,k ,l ⋅ ∆t ) ⋅
c c1
⎪
⎡ ⎤ ⎪
( )
3 3 3
⎣ r =1 s =1 t =1 ⎦ ⎭
Jλ Jµ JR 1 2 3 4 5
269
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
270
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
obteniendo
J 0 1 2 3 4
Por otra parte al incluir el riesgo de crédito, hemos de descontar hasta el nodo origen
de la PB según la expresión:
J 0 1 2 3 4
271
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
(
V PBc (i, j ) = exp − γ c
1
i, j ) 3
⋅ ∆t ⋅ ∑ p j ⋅ V PBc (i + 1, j s ) + PBi , j
s =1
J 0 1 2 3 4
Jλ JR 0 1 2 3 4
272
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
-1
-2
Cuadro 6.22. Árbol de cuantías del capital por PB de las PTSV incluyendo riesgo de crédito, con
difusión para el tipo de interés libre de riesgo y el spread por riesgo de crédito.
Jλ JR 0 1 2 3 4
Por último se descuentan las cantidades anteriores a través del árbol trinomial
tridimensional:
273
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Jλ JR 0 1 2 3 4
considerado dependientes únicamente del nivel de tipos de interés, Ri , j , y spread por riesgo
de crédito, qλ1i ,l .
274
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
275
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
276
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
277
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
En resumen, las distintas valoraciones de las PTSV dan lugar al siguiente cuadro:
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i
1
i, j 0,741301 0,788239 0,785977
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i ,l
1
i , j ,l 0,741301 0,788325 0,786474
γc = Ri , j + µ 1 i ,k + qλ1i ,l
1
i , j , k ,l 0,741301 0,788562 0,786467
Cuadro 6.27. Resumen de valoraciones de las PTSV efectuadas a lo largo del capítulo 6.
278
CAPÍTULO 6. Estimación del Valor Razonable.
279
280
CUARTA PARTE: DETERMINACIÓN DE LAS NECESIDADES DE
RECURSOS PROPIOS.
281
282
CAPÍTULO 7. EL VALOR RAZONABLE Y SOLVENCIA II. 285
7.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO. 285
7.2. INTRODUCCIÓN A SOLVENCIA II. 285
7.3. SISTEMAS DE DETERMINACIÓN DEL CAPITAL MÍNIMO. 290
7.4. EL VALOR RAZONABLE Y EL MARGEN DE SOLVENCIA. 297
7.4.1. Necesidades de capital por riesgo de mercado. 297
7.4.2. Sensibilidad del valor razonable de las
provisiones técnicas ante cambios en los subyacentes. 298
7.5. VAR DE EXCEDENTE. 302
7.5.1. Introducción al VAR de excedente. 302
7.5.2. VAR de excedente con difusión en el tipo de
interés. 305
7.5.3. VAR de excedente con difusión en el tipo de
interés y el spread por riesgo de crédito. 311
7.5.3.1. VAR de excedente con difusión en el
tipo de interés y el spread por riesgo de
crédito para el activo afecto. 311
7.5.3.2. VAR de excedente con difusión en el
tipo de interés y el spread por riesgo de
crédito para la aseguradora y el activo afecto. 316
7.5.4. VAR de excedente con difusión en el tipo de
interés, medida de mortalidad, spread por riesgo
de crédito de la aseguradora y el activo afecto. 320
7.5.5. RESUMEN DE VALORACIONES PROPUESTAS
PARA EL VAR DE EXCEDENTE. 322
283
284
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
En el apartado 7.4. se explica cómo utilizar las conclusiones obtenidas en los capítulos
previos para estimar las necesidades de recursos propios de la entidad aseguradora, así cómo,
lo que se podría considerar el VAR del valor razonable de las PTSV por los cambios de sus
diferentes subyacentes (tipos de interés, tanto de mortalidad y spread por riesgo de crédito).
285
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
• La denominada "solvencia global”, tiene que ver con la solvencia de una empresa en un
sentido más amplio. Con respecto al concepto anterior, esta concepción tiene en cuenta
factores que no son sólo financieros. El control de la solvencia global justifica la existencia
de un conjunto mucho más variado de medios a disposición de las autoridades
supervisoras.
286
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
mercados nacionales con regulaciones propias, y el mercado único europeo. De esta forma
estas segundas directivas apenas tuvieron influencia en el margen de solvencia.
Estas propuestas de directivas, una vez aprobadas por el Comité de Seguros, fueron
remitidas al Consejo de Europa, quien mediante el apoyo del Parlamento Europeo las adapta
para emitir en junio de 2002 las Directivas 2002/13/CE sobre requisitos del margen de
solvencia de las empresas de seguros distintos del seguro de vida y la 2002/12/CE para
seguros de vida.
Por otra parte, la fase final de tramitación del proyecto Solvencia I se ha solapado con
un nuevo proyecto denominado Solvencia II.
59
RD.297/2004 de 20 de febrero (BOE. Núm.45, 21 de febrero de 2004), por el que se modifica el Reglamento de
ordenación y supervisión de los seguros privados, aprobado por el RD.2486/1998 de 20 de noviembre.
60
RD.298/2004 de 20 de febrero (BOE. Núm.45, 21 de febrero de 2004), por el que se modifica el Plan de Contabilidad
de las entidades aseguradoras y normas para la formulación de las cuentas de los grupos de entidades aseguradoras,
aprobado por el RD.2014/1997, de 26 de diciembre.
287
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Es por ello que las entidades aseguradoras no sólo deben tener presente el impacto de
las dos directivas del proyecto Solvencia I, sino que además deberán tener muy en cuenta las
materializaciones del proyecto Solvencia II, que plantea un avance más importante. Esto ya se
está abordando, al menos por las grandes compañías aseguradoras.
Hasta la fecha se han llevado a cabo diferentes actuaciones y estudios por parte de
todos los organismos y asociaciones europeos involucrados en el proyecto de Solvencia II.
Aquí haremos mención a dos de los que más trascendencia han tenido:
• informe de la consultora KPMG, y
• informe Sharma emitido por la Conferencia de Autoridades Supervisoras Europeas.
El informe KPMG
Cabe destacar de entre los estudios realizados al efecto el Informe elaborado por
KPMG a encargo de la Comisión Europea. Su título es “Metodologías de valoración de la
posición financiera global de una entidad aseguradora desde la perspectiva de una supervisión
prudencial”. Y si bien en el mismo se pone de manifiesto que sus conclusiones son
responsabilidad de la consultora y no, necesariamente, deben coincidir con el punto de vista de
la Comisión, supone no obstante, un buen punto de partida.
En este informe el alcance de Solvencia II se divide en tres pilares (similares a los que
se han considerado en el proyecto Basilea II para la banca). Se incluye un cuadro resumen.
288
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Entre otras muchas cuestiones este informe manifiesta que la determinación de un futuro
sistema de solvencia será necesario acordar una agrupación de riesgos que como mínimo
debería contemplar las siguientes categorías de riesgo:
• Riesgos de suscripción
• Riesgos de mercado
• Riesgo de crédito
289
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
El informe Sharma
Para desarrollar el informe el grupo basó su análisis en primer lugar en el estudio de las
sociedades con graves dificultades (a través del cuestionario sobre las quiebras y situaciones
próximas a la quiebra acontecidas durante los seis últimos años, así como numerosos estudios
de casos detallados).
Según la normativa local de cada país, podemos encontrarnos con una gran diversidad
en cuanto al enfoque para la determinación de la cuantía mínima del margen de solvencia.
290
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Para ilustrar este sistema incluiremos algunos de los párrafos del artículo 62 del Real
Decreto 2486/1998, así como las modificaciones a los mismos establecidos por el Real Decreto
297/2004:
Artículo 62. Cuantía mínima del margen de solvencia en los seguros de vida.
1. Para el ramo de vida, la cuantía mínima del margen de solvencia será la suma de los
importes que resulten de los cálculos a que se refieren los dos párrafos siguientes:
a) Se multiplicará el 4 por 100 del importe de las PTSV por seguro directo, sin deducir
el reaseguro cedido, y por reaseguro aceptado, por la relación que exista, en el
ejercicio que se contemple, entre el importe de las PTSV, deducidas las
correspondientes al reaseguro cedido y retrocedido, y el importe bruto de las
mismas, sin que esta relación pueda ser, en ningún caso, inferior al 85 por 100.
b) Para los contratos cuyos capitales en riesgo sean positivos se multiplicará el 0,3
por 100 de los capitales en riesgo, sin deducir reaseguro cedido ni retrocedido, por
la relación existente, en el ejercicio que se contemple, entre los capitales en riesgo
deducido el reaseguro cedido y retrocedido y el importe bruto de dichos capitales,
sin que esta relación pueda ser, en ningún caso, inferior al 50 por 100.
El Real Decreto 297/2004 da nueva redacción a la letra c) del número 2 y se añade un nuevo
apartado 5 al artículo 62.
291
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
El nuevo número 5 se corresponde en su integridad con el número 4 ter del artículo 61.
El mencionado porcentaje del 4% sobre las PTSV, es fruto de unos estudios llevados a
cabo hace más de cuarenta años. Se ajustó una distribución de probabilidad al ratio de
resultados anuales entre las PTSV y se estimó que para garantizar una probabilidad de ruina
menor del 1% durante tres años, bastaba con un patrimonio propio no comprometido
equivalente al 4% de las PTSV.
El sistema finlandés.
1. Para evitar penalizar a aquellas compañías que además de activos necesarios, tuvieran
inversiones arriesgadas, el "riesgo de activo" sólo se evalúa con arreglo a los activos que
cubren las provisiones técnicas del asegurador y el importe del margen calculado.
292
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
2. El establecimiento de un objetivo relativamente amplio dentro del cual deben situarse los
fondos propios de la compañía, un descenso por debajo de este objetivo funciona como
mecanismo de detección precoz. Además los límites de este objetivo fluctúan en función de
las condiciones económicas generales y reducen de este modo los efectos derivados de
los ciclos económicos.
En comparación con los sistemas RBC este sistema presenta dos grandes diferencias
que son las siguientes:
Cómo ya se ha explicado antes el sistema RBC consiste en asociar cada uno de los
principales riesgos que tienen las compañías con las necesidades de capital, teniendo en
cuenta de esta manera, las peculiaridades de cada compañía. No obstante como veremos, el
sistema es algo más complicado que la simple agregación de cada necesidad de capital
individualizada por riesgo considerado.
La fórmula utilizada para el cálculo del RBC para el caso de vida es la siguiente (para el
caso de no vida la manera de calcularlo es parecida):
293
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
donde cada C i corresponde a una de las distintas categorías de riesgos considerados para el
cálculo. Estas categorías son las siguientes:
1. C0, es el riesgo vinculado a los compromisos fuera del balance y a las filiales de sequro, se
refiere a las necesidades de margen RBC de las filiales, y al vinculado a compromisos no
registrados en el balance de la empresa.
294
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
El sistema canadiense.
Sigue los principios del RBC americano con la excepción de que la determinación del
RBC total supone la suma de las exigencias correspondientes a cada riesgo, esto supone que
no se tiene en cuenta la correlación existente entre los riesgos considerados.
3. Riesgo de margen de interés en la fijación de los precios. Cubre del riesgo de establecer
una tarifa inadecuada. El coeficiente aplicado es del 0,5% o del 1% de las provisiones
técnicas, según los casos. No es contemplado en el RBC americano.
6. Riesgo relativo a los fondos distintos. A partir de cuadros de factores muy detallados, que
catalogan distintos tipos de garantías, fondos comercializados y de reaseguro escogido, el
actuario debe elegir o interpolar los coeficientes aplicables a los productos de la empresa y
corregir sus cálculos en función de las observaciones efectuadas en estos productos. Si el
actuario considera que su producto o cobertura no se corresponde con los casos previstos,
debe efectuar modelos estocásticos que permitan determinar los coeficientes adecuados.
295
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
1. La evaluación desde un punto de vista prudencial del pasivo de seguro, lejos de enfoques
fiscales o contables, estableciendo que las provisiones deben tener una probabilidad de ser
suficientes del 75%, lo cual ha de ser aprobado por el actuario designado.
La APRA distingue tres grandes riesgos, cada uno con su necesidad de margen
específico, siendo la necesidad total de margen la suma de los tres conceptos siguientes:
2. El riesgo de inversión. Al igual que el RBC americano pondera los activos según unos
coeficientes fijos con la diferencia de que considera menos coeficientes pero tiene en
cuenta más criterios como son: calidad de los emisores, existencia de garantías, madurez
de la colocación. Además la APRA penaliza las colocaciones concentradas en una única
contrapartida, salvo que ésta tenga una calificación de al menos AA. Por otra parte, incluye
normas para los compromisos no registrados en balance y derivados.
Los sistemas analizados han nacido dentro de contextos reglamentarios más amplios, y
resultan de enfoques esencialmente empíricos, influidos los unos por los otros, pero que
reflejan también decisiones individuales de las autoridades normativas.
296
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
• Las pérdidas posibles para un período de tiempo por variaciones en el valor razonable
de las PTSV, debido a la exposición a modificaciones del subyacente.
No nos detendremos mucho más en la determinación del valor razonable de las PTSV,
y por tanto en la diferencia entre éste y el valor reconocido en balance. A continuación
determinaremos una estimación de las posibles pérdidas a las que se halla expuesta la
aseguradora, como consecuencia de la modificación en el subyacente del valor razonable.
Desde el punto de vista del valor razonable del activo y el pasivo de una aseguradora
podemos destacar los siguientes riesgos:
297
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
7.4.2. Sensibilidad del valor razonable de las PTSV por cambios en el subyacente.
Hemos considerado como subyacentes del valor razonable de las PTSV, el tipo de
interés, el tanto de mortalidad y el spread por riesgo de crédito. Para estudiar la sensibilidad del
valor razonable de las PTSV por cambios en estos subyacentes, consideraremos las
posiciones que se relacionan tradicionalmente con los análisis de sensibilidad de los derivados
financieros:
• Posición Delta. Recoge la sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante cambios en
los niveles del subyacente. Dado que las PTSV, suponen un compromiso para la
compañía, la posición Delta, medirá el incremento en su valor razonable por
modificaciones del subyacente.
Si consideramos el tipo de interés como subyacente, la posición Delta medirá cómo afecta
al valor razonable de las PTSV una disminución en la ETTI.
Por último en cuanto al spread por riesgo de crédito, la posición Delta medirá la
sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante incrementos en la calidad crediticia de la
aseguradora.
• Posición Gamma. Mide el cambio esperado en la posición Delta a partir de cambios en los
niveles del subyacente.
• Posición Vega. Medida de sensibilidad del valor razonable de las PTSV por cambios en la
volatilidad del subyacente.
298
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
El valor razonable de las opcionalidades implícitas en las PTSV, que representan una
asimetría en sus posibles valoraciones, crecerá ante volatilidades más elevadas del
subyacente.
• Posición Theta. Mide el riesgo de modificación del valor razonable como consecuencia de
la aproximación a la fecha de vencimiento de la póliza.
Posición Delta.
t P(0, t)
0 1
1 0,967743
2 0,928432
3 0,885796
4 0,841285
5 0,796782
Cuadro 7.2.: Curva cupón cero
incrementada en 100 p.b.
299
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
R i,j
0,10
0,09
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
Gráfico 7.1.: Árbol del tipo de interés a corto, según la ETTI del
cuadro 7.2.
Los resultados equivalentes a los obtenidos con anterioridad una vez modificada la
ETTI serán:
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i
1
i, j 0,705147 0,777892 0,766880
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i ,l
1
i , j ,l 0,705147 0,778062 0,766880
γc = Ri , j + µ 1 i ,k + qλ1i ,l 0,705147
1
i , j , k ,l 0,778239 0,766880
Cuadro 7.3. Valoraciones de las PTSV según la composición del tanto de capitalización actuarial, para
la ETTI del cuadro 7.1.
De esta forma la sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante una bajada paralela
de 100 puntos básicos en la ETTI, será según la composición del tanto de capitalización
actuarial:
300
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i
1
i, j 5,12716% 1,33013% 2,49022%
γc = Ri , j + µ 1i + qλ1i ,l
1
i , j ,l 5,12716% 1,31905% 2,55503%
γc = Ri , j + µ 1 i ,k + qλ1i ,l 5,12716%
1
i , j , k ,l 1,32646% 2,5542%
Cuadro 7.4. Posición Delta de las PTSV ante una bajada de 100 p.b. en la ETTI del cuadro 7.1.
Exactamente igual se haría para el tanto de mortalidad y el spread por riesgo de riesgo
de crédito.
Posición Vega.
Para ilustrar la sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante variaciones en la
volatilidad del subyacente, nos centraremos en el tanto de mortalidad como subyacente.
0,035
µ 1i,k
0,03
0,025
0,02
0,015
0,01
0,005
0
0 1 2 3 4
301
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
γc = Ri , j + µ 1 i ,k + qλ1i ,l 0,741301
1
i , j , k ,l 0,789030 0,786467
Cuadro 7.5. Valor razonable de las PTSV suponiendo que el valor de la volatilidad, σ, para el tanto de
mortalidad pasa a ser de 0,67846%.
Así la sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante un descenso del 50% en el
número de asegurados de características similares a las del ejemplo, será según la
composición del tanto de capitalización actuarial:
γc = Ri , j + µ 1 i ,k + qλ1i ,l 0,00000%
1
i , j , k ,l 0,05930% 0,0000%
Cuadro 7.6. Posición Vega de las PTSV suponiendo que el valor de la volatilidad, σ, para para el tanto de
mortalidad pasa a ser de 0,67846%.
Llevaríamos a cabo el mismo proceso para analizar la sensibilidad del valor razonable
de las PTSV por incrementos en la ETV o la volatilidad asociada al spread por riesgo de
crédito.
En general el VAR (Value at Risk) se define como una medida probabilística de las
pérdidas esperadas para un período de tiempo en condiciones normales de mercado. Podemos
decir que el VAR, es la máxima pérdida en el valor razonable de la cartera de activo, que se
puede esperar para un plazo e intervalo de confianza determinados.
302
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
• Decidir qué activos se pueden retirar de la cartera para reducir el riesgo e incluso
redistribuir niveles de riesgo entre diferentes carteras.
Para llevar a cabo este análisis se han de seguir los siguientes pasos:
El VAR considera que la cartera es la misma durante el horizonte temporal, con lo cual
si se producen cambios frecuentes en la misma, no será adecuado utilizarlo en
horizontes temporales excesivamente grandes.
• Nivel de confianza: Este variará según las pretensiones del VAR. Lo habitual es que se
halle entre el 95-99%
3) Determinar los escenarios futuros: relativos a los factores de riesgo de mercado, posibles
en el futuro.
4) Llevar a cabo las modificaciones previstas sobre la cartera actual, de manera que se pueda
estimar la distribución del valor de la cartera al final del horizonte temporal.
303
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Esta técnica ha venido siendo desarrollada por las instituciones bancarias para la
cartera de activo. El siguiente gran paso de la normativa española será su extensión desde el
ámbito bancario al asegurador.
Las operaciones de Seguros de Vida integran una posición activa y pasiva, y sus
resultados futuros dependen de la evolución conjunta de ambas posiciones, es decir, del flujo
de caja comprometido por las PTSV y del prometido por los activos afectos a estas PTSV.
304
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Al igual que hemos hecho con las PTSV, consideraremos la determinación del valor
razonable de los activos afectos según el mismo modelo de valoración, pero por supuesto esta
vez sin considerar el tanto de mortalidad. No obstante, hemos de corregir las diferencias
oportunas, de manera que converja esta valoración con la que arroja el mercado de
instrumentos financieros para el mencionado activo.
considerar el VAR de excedente a nivel de cartera, no obstante en caso contrario, los cálculos
que se proponen se han de realizar a nivel de subcarteras de asegurados de la misma edad x,
debido a que son cantidades que se descuentan actuarialmente considerando la difusión de la
tabla de mortalidad para dicha edad.
En primer lugar, y esto es común a todas las valoraciones del VAR de excedente
propuestas, se ha de determinar el valor razonable de las PTSV para cada Póliza en cartera,
cómo se ha expuesto en el capítulo 7, incluyendo en su caso las opciones de rescate y PB.
305
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
siendo
Siguiendo la notación de los apartados anteriores, y siendo V (i, j ) Call el precio del
activo con riesgo y opción de compra por el emisor, en que se halla materializadas las PTSV,
tenemos que:
⎫
V (i, j ) = min[V (i, j ); Strikei ]
Call ⎪
⎪
⎬ (7.1)
⎡ ⎤ ⎪
( )
3
V (i, j ) = exp − ( Ri , j + cλ1i ) ⋅ ⎢C i +1 + ∑ p k ⋅ V (i + 1, j k ) Call ⎥ ⎪
⎣ k =1 ⎦⎭
siendo
C i +1 : flujo de caja derivado del activo para i + 1, si el emisor del título no incurre en default,
cλ1i : spread por riesgo de crédito del emisor del título, teniendo en cuenta su probabilidad de
insolvencia y tasa de recuperación.
Cuando el flujo de caja se corresponda con gastos, y dado que el activo representa un
derecho para la compañía, se considerará con signo menos.
306
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
de la cartera de activo al riesgo de crédito y tipo de interés, obviando otros factores de riesgo
como es el tipo de cambio, los precios de las acciones,…
Para analizar el VAR de excedente únicamente nos interesan los escenarios en los que
el valor razonable del activo se encuentre superado por el valor razonable de las PTSV.
De este modo, si denominamos V (i, j ) PTSV el valor razonable de las PTSV (incluido el
riesgo de crédito así cómo las opciones de rescate y PB), y V (i, j ) Call al valor razonable del
activo afecto (incluida la opción de compra), determinaríamos el excedente negativo para cada
nodo cómo
SP(i, j ) = (V (i, j ) PTSV ⋅ φ (0, i ) PTSV − V (i, j ) Call ⋅ φ (0, i ) Call ) + (7.2)
siendo
De este modo las necesidades de recursos propios debidas al VAR de excedente, sería
el valor de VARSP (0,0) .
307
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
J 0 1 2 3 4 5
período, i p x , y , tenemos:
J 0 1 2 3 4 5
Una vez hemos terminado con las PTSV, nos centraremos en el activo afecto.
En cuanto al activo, consideraremos un título de renta fija con duración 5 años cupón
cero, cuyo precio de compra es 0,786617, que incorpora una opción de recompra el segundo
año cuyo Strike será de 0,860000.
Supondremos asimismo que el valor de cλ1 i para el emisor del título será constante e
igual a 1%.
308
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
J 0 1 2 3 4 5
Suponiendo que la cantidad del activo expuesto que puede adquirir la compañía, es el
valor de las provisiones técnicas, determinado como establece el ROSSP y que se cuantificó
en el capítulo 6. en 0,804699, podríamos afectar 1,022987 unidades de nominal del título, o lo
que es lo mismo, por cada unidad de capital garantizado en póliza podemos afectar 1,022987
unidades de nominal de activo.
Afectar estas 1,022987 unidades de nominal de activo daría lugar al siguiente árbol
trinomial:
J 0 1 2 3 4 5
0 1,000000 1,000000
1 0,989642 0,990050
2 0,979092 0,980199
3 0,968710 0,970446
4 0,958587 0,960789
Cuadro 7.11. Diferenciales de precios de bonos
de la aseguradora y del activo afecto
309
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
J 0 1 2 3 4 5
J 0 1 2 3 4 5
7.5.3. VAR de excedente con difusión en el tipo de interés y el spread por riesgo
de crédito.
310
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
En este supuesto, para el valor razonable de las PTSV bastaría con el árbol de tipos y
su valoración seria equivalente a la del apartado anterior. Para el activo afecto, sería necesario
construir el árbol conjunto de tipos, Ri , j , y del spread por riesgo de crédito, cλ1 i , m .
⎫
V (i, j , m) Call
= min[V (i, j , m); Strikei ] ⎪
⎪
⎬ (7.4)
⎡ ⎤⎪
( )
3 3
V (i, j , m) = exp − ( Ri , j + cλ1 i ,m ) ⋅ ⎢C i +1 + ∑∑ p r , s ⋅ V (i + 1, j r , m s ) Call ⎥ ⎪
⎣ r =1 s =1 ⎦⎭
Por otra parte, determinar el excedente negativo ya no es tan fácil cómo en el caso de
no considerar difusión en el spread de crédito del activo afecto. Antes bastaba con aplicar el
diferencial de precios correspondiente a la aseguradora y el correspondiente al activo, para
ajustar las diferencias oportunas debidas a sus correspondientes spread por riesgo de crédito.
311
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
SP(i, j , m) = (V PTSV (i, j ) ⋅ φ (0, i ) PTSV ⋅ p cλ (i, m) − V Call (i, j , m) ⋅ AD cλ (i, m) Call ) + (7.5)
siendo
AD cλ (i, m) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, m), correspondiente al spread por
riesgo de crédito del activo afecto.
p cλ (i, m) , probabilidad de hallarse el spread por riesgo de crédito del activo afecto en m, para
el período i. Esta probabilidad supone aplicar el Teorema de Bayes a las probabilidades de
transición entre nodos, de manera similar a cómo se implementan los precios Arrow – Debreu.
Consideraremos que los parámetros a y σ , para el spread por riesgo de crédito del
activo afecto, son 0,3 y 0,43197% respectivamente. Supondremos asimismo que no existe
correlación entre este spread por riesgo de crédito y el tipo libre de riesgo. En este caso, el
árbol trinomial para el spread por riesgo de crédito será:
312
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
cλ1 i , m
0,018
0,016
0,014
0,012
0,010
0,008
0,006
0,004
0,002
0,000
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
En cuanto al árbol trinomial conjunto del tipo a corto y el spread por riesgo de crédito
del activo afecto, tendríamos:
Ri , j
cλ1 i , m
Gráfico 7.2. Árbol trinomial tridimensional conjunto del tipo de interés y el spread por riesgo de crédito a corto
plazo del activo afecto a las PTSV
Siendo el valor razonable del activo afecto en cada nodo la que sigue:
313
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Jλ JR 0 1 2 3 4 5
Al incluir difusión en el spread por riesgo de crédito del activo afecto, el precio del
activo resulta ser de 0,785545. Supondremos que este precio es a su vez el precio de compra.
De este modo podemos afectar 1,024383 unidades de activo a las PTSV.
En cuanto a los seudo - precios Arrow – Debreu para el spread de crédito del activo
afecto, tendríamos:
J 0 1 2 3 4
314
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
J 0 1 2 3 4
Jλ JR 0 1 2 3 4 5
J 0 1 2 3 4
315
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Jλ JR 0 1 2 3 4 5
En este supuesto, los algoritmos ha considerar son similares a los del apartado
anterior, aplicándose en la determinación del valor razonable de las PTSV las expresiones del
capítulo 6 para la difusión del tipo de interés y el spread por riesgo de crédito de la
aseguradora.
316
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
siendo
AD qλ (i, l ) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, l), correspondiente al spread por
riesgo de crédito de la entidad aseguradora.
n Lj Lk Ll
VARSP = ∑ ∑ ∑ ∑ SP(i, j, l , m) ⋅ AD(i, j )
i =1 j = − L j l = − Lk m = − Ll
Si bien en este caso no se puede representar el árbol trinomial que engloba todos los
escenarios considerados por tratarse de 4 dimensiones, sí podemos representar la estructura
del nodo origen, ya que para ello no es necesario reservar una dimensión para el tiempo
(queda recogida por las ramas adyacentes). Tendríamos el siguiente nodo origen:
Ri , j
cλ1 i , m qλ1i ,l
Figura 7.1. Transición de los tres subyacentes considerados a partir del nodo origen
317
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
En nuestro ejemplo, el valor razonable del activo afecto sería el del apartado anterior,
mientras que el correspondiente a las PTSV, una vez ponderado por la probabilidad de
supervivencia del asegurado sería el que sigue:
Jλ JR 0 1 2 3 4 5
A partir del valor razonable de las PTSV y del activo afecto, así cómo de los precios
Arrow – Debreu correspondientes a cada escenario de tipos de interés, spread por riesgo de
crédito del activo afecto y de la entidad aseguradora, obtenemos las siguientes necesidades de
recursos propios para los escenarios considerados:
J λq J λc J R 0 1 2 3 4 5
318
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
319
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
siendo
320
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
La estructura del nodo origen para el árbol trinomial que resulta en éste caso no se
puede representar gráficamente, ya que necesita de 4 dimensiones, dando lugar cada nodo a
81 ramas.
En resumen, las distintas valoraciones del VAR de excedente dan lugar al siguiente
cuadro:
R c i , j = cλ1i + Ri , j R c i , j , m = Ri , j + cλ1i ,m
γ 1i , j ,l = Ri , j + µ 1i + qλ1i ,l 0,005307
γ 1i , j ,k ,l = Ri , j + µ 1i ,k + qλ1i ,l 0,005414
Cuadro 7.22. Resumen de valoraciones del VAR de excedente efectuadas a lo largo del capítulo 7.
siendo R c el tipo de interés incrementado con el spread por riesgo de crédito del activo afecto.
Cómo es lógico cuanto menor sea el número de subyacentes al valor razonable con
difusión, menor será la complejidad de los algoritmos resultantes para determinar el VAR de
excedente de las PTSV. No obstante al igual que se explicó en el capítulo 6, antes de
simplificar es necesario determinar el error al que nos exponemos.
321
CAPÍTULO 7. El Valor Razonable y Solvencia II.
Existe una diferencia muy importante entre valorar sin difusión en el spread por riesgo
de crédito y hacerlo con difusión. Además tenemos que tener en cuenta que en ambos casos
podemos efectuar las valoraciones a nivel de cartera.
Por otra parte, estas diferencias dependen de las garantías de la Póliza de Seguro de
Vida, así cómo de la duración del seguro. Es por ello que también se ha de acotar el error al
que nos exponemos al no considerar esta difusión.
Valorar a nivel de subcarteras, implica asimismo, que el excedente positivo para una
subcartera de edad x, no puede compensar el posible excedente negativo de otra subcartera
de edad y, con lo que los resultados diferirían de los ajustados al nivel de riesgo asumido.
Todo lo anterior tendría que ser tenido en cuenta, en la elección del sistema de cálculo
escogido para la determinación del VAR de excedente.
322
QUINTA PARTE: CONCLUSIONES
323
324
CAPÍTULO 8. APLICACIÓN PRÁCTICA. 327
8.1. ORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO. 327
8.2. ESTIMACIÓN DEL VALOR RAZONABLE. 328
8.2.1. Valor razonable sin opciones. 328
8.2.2. Opción de rescate. 332
8.2.3. Opción de participación en beneficios 335
8.2.4. Valoración con opciones de rescate y participación
en beneficios. 340
8.3. SENSIBILIDAD DEL VALOR RAZONABLE DE LAS
PROVISIONES TÉCNICAS POR CAMBIOS EN EL
SUBYACENTE. 348
8.3.1. Posición Delta respecto a los tipos de interés. 348
8.3.2. Posición Vega respecto al tanto de mortalidad. 350
8.4. VAR DE EXCEDENTE. 351
325
326
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
El apartado 8.2. expone la determinación del valor razonable de las PTSV según los
algoritmos de valoración explicados a lo largo del capítulo 6. Comienza sin considerar riesgo de
crédito y suponiendo difusión exclusivamente en el tipo de interés libre de riesgo. A
continuación incorpora también difusión en la medida de mortalidad, exponiendo la
determinación de la determinación del valor razonable de las opciciones de rescate y
participación en beneficios. Finalmente incluye el riesgo de crédito, considerando asimismo
difusión en el spread por riesgo de crédito.
Como hipótesis técnicas, consideramos un interés técnico garantizado del 2,75%, los
gastos de gestión son:
• Gastos de adquisición (gadq) 1% de la prima de tarifa.
• Gastos de administración (gadm) del 0,08% del capital garantizado.
• Gastos de gestión de siniestros (ggs) del 0,02% del capital garantizado.
327
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
El valor de la prima de tarifa (todos los valores en tanto por uno del capital garantizado)
será
Π" x , y:n ¬ = [ n ]
E x , y + Ax , y:n ¬ ⋅
(1 + gadm + ggs )
(1 − gadq )
(1 + 1%)
Π"70, 2005:5 ¬ = [ 5 E 70, 2005 + A70, 2005:5 ¬]⋅ = 0,896237
(1 − 1%)
tV ' x, y = [ n −t ]
E x , y + Ax , y:n ¬ ⋅ (1 + gadm + ggs )
S n = (1 + gadm + ggs )
S 5 = (1 + 1%)
Ft = (1 + gadm + ggs )
Ft = (1 + 1%)
328
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Suponiendo difusión en todos los subyacentes del valor razonable de las PTSV y
considerando los árboles trinomiales para el tipo de interés:
R i,j
0,09
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
0,03 µ 1i,k
0,025
0,02
0,015
0,01
0,005
0
0 1 2 3 4
329
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
qλ1i ,l
0,02
0,02
0,02
0,01
0,01
0,01
0,01
0,01
0,00
0,00
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
De este modo para el primer nodo tendríamos la siguiente configuración con 27 ramas:
Ri , j
µ 1i,k
qλ1i ,l
Figura 5.2. Transición de los tres subyacentes a partir del nodo origen
330
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
V c (i, j , k , l ) = exp(−γ c
1
i , j , k ,l ⋅ ∆t ) ⋅
⎡ ⎤
( )
3 3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑∑ p r , s ⋅ V c (i + 1, j r , k s , l t )⎥ + 1 − exp(− µ 1i ,k ⋅ ∆t ) ⋅ Fi
⎣ r =1 s =1 t =1 ⎦
0,03 µ 1i,k
0,025
0,02
0,015
0,01
0,005
0
0 1 2 3 4
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
331
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
332
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
[
V Rc (i, j , k , l ) = max V c (i, j , k , l ); i R x ] ⎫
⎪
⎪
⎪⎪
⎬
V c (i, j , k , l ) = exp(−γ c
1
i , j , k ,l ⋅ ∆t ) ⋅ ⎪
⎡ ⎤ ⎪
( )
3 3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑∑ p r , s ,tV Rc (i + 1, j r , k s , l t )⎥ + 1 − exp(− µ 1i ,k ⋅ ∆t ) ⋅ Fi ⎪
⎣ r =1 s =1 t =1 ⎦ ⎪⎭
siendo
γc = Ri , j + µ 1 i ,k + qλ1i ,l
1
i , j , k ,l
1 0,903585 0,831298
2 0,928410 0,854137
3 0,954318 0,877973
4 0,981454 0,902937
Cuadro 8.2. Valores de reserva y rescate.
Los resultados de aplicar la expresión 6.2. para nuestro ejemplo son los siguientes:
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
333
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
334
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
(
pb (i, j , k , l ) = i V ' x ⋅ 90% ⋅ ( Ri , j + qλ1 i ,l ) − IT )
+
siendo
pb (i, j , k , l )
cb(i, j , k , l ) =
Π ' x + i , y + i:n − i ¬
siendo
Π ' x + i , y +i:n −i ¬ = [ n −i ]
E x + i , y +i + Ax + i , y + i:n −i ¬ ⋅ (1 + gadm + ggs ) = i V ' x
tenemos
(
cb(i, j , k , l ) = 90% ⋅ ( Ri , j + qλ1i ,l ) − IT )+
335
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Fijémonos que el capital por PB es independiente del nivel del tanto de mortalidad. De
este modo los resultados para el ejemplo serán teniendo en cuenta los niveles respecto del tipo
de interés y el spread por riesgo de crédito:
Jλ JR 0 1 2 3 4
El paso siguiente será descontar hasta el nodo origen el flujo de caja procedente de la
PB. El flujo de caja será para supervivencia al vencimiento:
y para fallecimiento al comienzo de cada uno de los nodos probables hasta el vencimiento
336
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
S PB n = S n ⋅ cb(i, j , k , l )⎫
⎪
⎬
F t = Ft ⋅ cb(i, j , k , l ) ⎪⎭
PB
Lo anterior permite que el descuento del flujo de caja originado por la PB en el nodo
(i, j , k , l ) hasta el mismo nodo, se determine simplemente cómo el producto:
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
337
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
338
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
339
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Para que en cada nodo (i, j , k , l ) quede recogido el aporte de la PB de los nodos
precedentes (i ' < i ) , y dado que el valor de dicho aporte, en nuestro ejemplo, es
1. Determinamos el capital por PB acumulado según el aporte del nodo y de los nodos
precedentes (según las ramas de transición):
340
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
CBi , j ,k ,l = cb(i, j , k , l ) + ∑ CB
∀j ', k ',l '
i −1, j ', k ',l ' ⋅ p i , j ,k ,l (i − 1, j ' , k ' , l ' )
siendo
pi , j , k ,l (i − 1, j ' , k ' , l ' ) : probabilidad de transición del nodo (i − 1, j ' , k ' , l ' ) al nodo
(i, j , k , l ) .
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
341
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
342
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
343
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
3. El árbol de valoración anterior, considera los capitales por PB acumulados para cada
nodo, pero no tiene en cuenta la valoración en el nodo de los correspondientes a nodos
posteriores. Para ello hemos de agregarle, el árbol de valoración de la PB que
utilizamos en el capítulo 7 y que partía del descuento en el árbol del flujo de caja
derivado de la PB hasta el nodo origen, es decir, las cantidades que hemos
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
344
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
345
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Jλ Jµ JR 0 1 2 3 4
346
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
En resumen, las distintas valoraciones de las PTSV dan lugar al siguiente cuadro:
γ c = µ 1 + qλ1 + R
1
0,811981 0,824767 0,865275 0,878061
Cuadro 8.10. Resumen de valoraciones efectuadas respecto al valor razonable de las PTSV.
347
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
R i,j
0,10
0,09
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
Gráfico 7.1.: Árbol del tipo de interés a corto, según la ETTI del
cuadro 7.1.
γc = µ 1i ,k + qλ1 i ,l + Ri , j
1
i , j , k ,l 0,774363 0,807910 0,847473 0,881020
Cuadro 8.11. Resumen de valoraciones efectuadas respecto al valor razonable de las PTSV a partir de la ETTI
incrementada en 100 p.b..
La sensibilidad del valor razonable de las PTSV sería considerando la ETTI del gráfico
8.5. cómo la original, y la del gráfico 8.1. cómo la reducida en 100. p.b., la que sigue:
γc = µ 1i ,k + λq 1 i ,l + Ri , j
1
i , j , k ,l
4,85793% 2,08649% 2,10060% <0,3359%>
Cuadro 8.12. Sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante un descenso paralelo de 100 p. b. en la ETTI.
348
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
0,90
0,85
0,80
Rescate & PB
0,75 PB
Rescate
Sin opciones
0,70
0
00
20
40
60
80
0
0
10
-8
-6
-4
-2
-1
0,888
0,886
0,884
0,882
0,880
0,878
0,876
0
20
40
60
80
00
10
-8
-6
-4
-2
-1
349
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
parámetro µ 1 , pasando a ser de σ = 0,67846%, tendríamos según las hipótesis del modelo, el
0,035
µ 1i,k
0,03
0,025
0,02
0,015
0,01
0,005
0
0 1 2 3 4
γc = µ 1i ,k + λq 1i ,l + Ri , j
1
i , j , k ,l
0,811981 0,824781 0,865275 0,878075
Cuadro 8.13. Resumen de valoraciones efectuadas respecto al valor razonable de las PTSV para un parámetro
σ del tanto de mortalidad de 0,67846%.
La sensibilidad del valor razonable de las PTSV ante un descenso del 50% en el
número de asegurados según las opcionalidades consideradas:
γc = µ 1i ,k + λq 1 i ,l + Ri , j
1
i , j , k ,l 0,00000% 0,00192% 0,00000% 0,00180%
Cuadro 8.14. Sensibilidad del valor razonable de las PTSV cuando el parámetro σ del tanto de mortalidad
pasa de un 0,45231% a un 0,67846%.
350
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Para la estimación del VAR de excedente, consideraremos que el activo afecto tiene el
mismo spread por riesgo de crédito que el activo considerado en el capítulo anterior. Siendo su
árbol trinomial el que sigue:
1
0,018
cλ i,m
0,016
0,014
0,012
0,010
0,008
0,006
0,004
0,002
0,000
0 1 2 3 4 5
Consideraremos una SPV cuyos flujos tienen una estructura similar a la esperanza
matemática a la fecha de efecto del Seguro de los flujos por prestaciones y gastos
proporcionados por la Póliza (a excepción de los gastos de adquisición). Estos flujos
determinados según nuestra tabla de mortalidad serán:
Año Ft Sn
0 0,012623
1 0,013906
2 0,015298
3 0,016811
4 0,018530
5 0,932832
Cuadro 8.7. Flujos probables de pagos de la Póliza.
351
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
⎫
V (i, j ) Call = min[V (i, j ); Strikei ] ⎪
⎪
⎬
⎡ ⎤ ⎪
( )
3
V (i, j ) = exp − ( Ri , j + cλ1i ) ⋅ ⎢∑ p k ⋅ V (i + 1, j k ) Call ⎥ + C i ⎪
⎣ k =1 ⎦ ⎭
Jλ JR 0 1 2 3 4 5
1,112133 unidades por cada unidad de capital garantizado, dando lugar a la siguiente
valoración en el árbol:
352
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
Jλ JR 0 1 2 3 4 5
Una vez tenemos el árbol de valoración de las PTSV y del activo afecto, aplicamos
para determinar el excedente negativo correspondiente a cada nodo, la expresión descrita en el
capítulo anterior:
siendo
V RPBc (i, j , k , l ) : valor razonable de las PTSV incluyendo la opción de rescate y participación
en beneficios, en el nodo (i, j , k , l ) .
AD qλ (i, l ) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, l), correspondiente al spread por
riesgo de crédito de la entidad aseguradora.
353
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
AD cλ (i, m) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, m), correspondiente al spread por
riesgo de crédito del activo afecto.
p cλ (i, m) , probabilidad de hallarse el spread por riesgo de crédito del activo afecto en m, para
el período i. Esta probabilidad supone aplicar el Teorema de Bayes a las probabilidades de
transición entre nodos, de manera similar a cómo se implementan los precios Arrow – Debreu.
AD µ (i, k ) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, k), correspondiente al tanto de
mortalidad.
n Lj Lk Ll Lm
VARSP = ∑ ∑ ∑ ∑ ∑ SP(i, j, k , l , m) ⋅ AD(i, j )
i =1 j = − L j k = − Lk l = − Ll m = − Lm
Siendo tanto los seudo - precios de Arrow – Debreu, cómo las probabilidades de
hallarse en los nodos correspondientes, similares a los del capítulo anterior, el excedente
negativo correspondiente a cada nodo, una vez multiplicado por el precio Arrow - Debreu para
los tipos de interés, AD(i, j ) , es el siguiente:
J µ J λq J λc J R 0 1 2 3 4 5
354
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
355
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
356
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
357
CAPÍTULO 8. Aplicación práctica.
358
CAPÍTULO 9. CONCLUSIONES. 361
9.1. MODELO PROPUESTO. 361
9.1.1. Estimación del valor razonable de las PTSV. 361
9.1.1.1. Subyacentes considerados 361
9.1.1.1.1. Tipo de interés libre de riesgo. 361
9.1.1.1.2. Tanto de mortalidad. 362
9.1.1.1.3. Spread por riesgo de crédito. 369
9.1.1.2. Difusión del valor actual actuarial. 370
9.1.1.3. Estimación del valor razonable de
las PTSV. 373
9.1.2. El valor razonable y la estimación de los recursos
propios. 376
9.1.3. Aplicación en la determinación del “European
Embedded Value”. 383
9.2. VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL MODELO
PROPUESTO. 386
9.3. FUTURAS LINEAS DE INVESTIGACIÓN. 388
359
360
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
CAPÍTULO 9. CONCLUSIONES.
Los subyacentes al valor razonable de las PTSV considerados, han sido los siguientes:
• Tanto de mortalidad.
Este modelo calibrable a mercado, permite replicar la ETTI. Para replicar también la
ETVs tendríamos que recurrir al modelo de dos factores.
Dado que nos interesa trabajar con tiempo discreto, aplicamos el algoritmo robusto de
dos pasos propuesto por Hull y White, para la implementación numérica de este modelo
mediante árboles trinomiales recombinantes.
361
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
Este modelo considera que el tipo de interés libre de riesgo a corto plazo sigue el
siguiente proceso estocástico:
R i,j
0,09
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
362
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
q x , y = exp(a x + bx k y ) + ε xy ,
k y = c + k y −1 + ε y
Entre las ventajas más importantes del modelo, podemos destacar la rapidez en su
aplicación. Si bien en nuestro ajuste de la mortalidad andaluza, ha sido algo más lento debido
al problema de la sobre-estimación de la mortalidad masculina para edades jóvenes. No
obstante, este problema es independiente del modelo escogido, debiendo realizar los ajustes
oportunos también para el modelo de Helligman y Pollard.
363
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
Siendo
ω x , y = ln(q x , y ) = a x + bx k y + ε ' x , y
los resultados de nuestro ajuste de la mortalidad a la población andaluza han sido, cómo
expusimos en el capítulo 4 los siguientes:
[ [ ]]
Ep E ω x , y
y x
[ [ ]]
Ep E ω x , y
y x
364
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
para el año y , a partir del valor del parámetro k y , junto a su esperanza matemática hemos
obtenido los intervalos de confianza al 95% siguientes:
20
10
-10
-20
-30
Kt
Int.Inf
-40
Int.Sup
-50
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Gráfico 4.20.: Intervalos de confianza para el kt correspondiente al modelo Lee – Carter.
Hombres.
20
10
-10
-20
Kt
-30 Int.Inf
Int.Sup
-40
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
02
04
06
08
10
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
365
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
Esto nos induce a considerar la esperanza matemática del suceso fallecimiento cómo
un proceso estocástico. Si representamos la distribución de probabilidad correspondiente a
[ ]
E ω x , y , de una mujer de 70 años de edad en los años 2001 y siguientes, donde
[ ]
E ω x , y = a x + bx k y
[[
Pr E ϖ x , y ]]
[ ]
E ω x, y
Gráfico 4.22.: Distribución de la esperanza matemática de la medida de mortalidad para una mujer
de 70 años en los años 2001 y siguientes.
t +1
µ (t ) = ∫ µ ( s)ds
1
x, y
t
siendo
366
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
⎡ ∂ ln( T −t p x + t , y +t ) ⎤
µ (t ) = ⎢− ⎥ : tanto instantáneo de mortalidad,
⎣ ∂t ⎦ T =t
l x +T , y +T
T −t p x + t , y +t = : probabilidad de supervivencia en T , de un asegurado de edad x + t ,
l x +t , y +t
en t .
( )
dµ 1 x , y (t ) = θ (t ) − a ⋅ µ 1 x , y (t ) dt + σ dWt
µ 1i
0,09
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0
0 5 10 15
367
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
sería la siguiente:
0,09 µ 1i,k
0,08
0,07
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0
0 5 10 15
2
1 t ⎛⎜ 1 − exp(a x + t − y + bx + t − y kˆ y ) ⎞⎟
σµ = ∑ ln
n − 1 y =t 0 ⎜⎝ 1 − exp(a x + t − y + bx + t − y k y ) ⎟⎠
donde
368
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
k̂ y : valor del parámetro ajustado por el modelo ARIMA(0,1,0) , para el año de calendario y .
15
10
-5 kt(real)
kt(arima)
-10
-15
80
82
84
86
88
90
92
94
96
98
00
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
Para este subyacente, hemos considerado el modelo propuesto por Schönbucher y que
considera para el spread por riesgo de crédito un proceso estocástico de Ornstein – Uhlenbeck
similar al que Hull y White consideran para el tipo de interés a corto, y nuestra propuesta para
el tanto de mortalidad. Así tenemos que:
369
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
qλ1i ,l
0,02
0,02
0,02
0,01
0,01
0,01
0,01
0,01
0,00
0,00
0,00
0,00 1,00 2,00 3,00 4,00
370
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
T −t E x + t = P c (t , T ) T −t p x +t
donde
P c (t , T ) = P (t , T ) A(τ )e − B (τ ) q 'λ ( t )
donde
τ =T −t
P(t , T ) : precio del bono sin riesgo según la dinámica de la expresión 3.3
1⎡
B(τ ) = 1 − e − aτ ⎤
⎢⎣ ⎥⎦
a
⎡ T~ σ2
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 B(τ ) − τ −
⎢⎣ t
σ2
4a
( ⎤
B(τ ) 2 ⎥
⎥⎦
)
2a
2
σ y a : parámetros correspondiente a la calibración de la tasa de incumplimiento reducida.
~
θ (t ) = θ (t ) + ρ ⋅ σ ( s) ⋅ σ ( s) ⋅ B(τ )
B(τ ) =
1
a
[
1 − e − aτ ]
σ y a : parámetros correspondiente a la calibración del tipo instantáneo.
T −t p x + t = A(τ )e − B (τ ) µ (t )
siendo
τ =T −t
1 − e − aτ
B(τ ) =
a
⎡ T ⎤
( )
2 2
σ σ
A(τ ) = exp ⎢− ∫ θ ( s ) B(τ )ds − 2 B(τ ) − τ − B(τ ) 2 ⎥
⎢⎣ t 2a 4a ⎥⎦
371
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
El factor de descuento actuarial propuesto tiene tres factores de riesgo, que podemos
representar por T −t E x +t (r (t ), µ x (t ), qλ (t )) .
(
E c x + i , j ,k ,l = exp − ( Ri , j + µ i1, k + qλ1 i ,l ) ⋅ ∆t )
γ c i , j ,k ,l = Ri , j + µ 1i ,k + qλ1i ,l
ya que
(
E c x + i , j ,k ,l = exp − γ c i , j ,k ,l ⋅ ∆t )
Así obtenemos árboles trinomiales recombinantes de cuatro dimensiones, en los cuales
cada nodo tiene la forma del cuadro 5.2., con 27 ramas:
Ri , j
µ 1i,k
qλ1i ,l
Figura 5.2. Transición de los tres subyacentes considerados a partir del nodo origen
372
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
Hemos propuesto la determinación del valor razonable de las PTSV a través del árbol
trinomial anterior. La determinación del valor razonable, se lleva a cabo iterativamente a través
del descuento desde el corte temporal en que tiene lugar el vencimiento de la Póliza, hasta la
fecha de valoración, del flujo de caja proporcionado por la Póliza de Seguro de Vida.
V c (i, j , k , l ) = exp(−γ c i , j , k ,l ⋅ ∆t ) ⋅
⎡ ⎤
( )
3 3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑∑ p s , rV c (i + 1, j r , k s , l t )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ,k ⋅ ∆t ) ⋅ Fi
⎣ r =1 s =1 t =1 ⎦
siendo
S i +1 : flujos de caja por garantías, gastos o primas pagaderos a la supervivencia del asegurado
en i+1. Las primas a cobrar se considerarán con signo menos.
Fi : flujos de caja por garantías o gastos pagaderos al fallecimiento del asegurado entre i e
i+1. En este caso hemos establecido la hipótesis de fallecimiento al inicio del periodo
considerado.
El valor razonable de las PTSV sería el valor que el árbol trinomial en el nodo origen,
V c (0,0,0,0) .
Opción de rescate.
373
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
[
V Rc (i, j , k , l ) = max V c (i, j , k , l ); i R x ] ⎫
⎪
⎪
⎪⎪
⎬
V c (i, j , k , l ) = exp(−γ c i , j ,k ,l ⋅ ∆t ) ⋅ ⎪
⎡ ⎤ ⎪
( )
3 3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑∑ p s , r ,tV Rc (i + 1, j r , k s , l t )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ,k ⋅ ∆t ) ⋅ Fi ⎪
⎣ r =1 s =1 t =1 ⎦ ⎪⎭
Vc.
Así el valor razonable de las PTSV incluida la opción de rescate sería el valor que tome
aseguradora obtendrá en el futuro, cuando supere el interés técnico, y aplicado sobre la PTSV
determinada según el ROSSP, a partir de la base técnica de la Póliza.
374
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
En este caso, la PB dependiente del nodo en que tiene lugar, suponiendo que se aplica
sobre la Provisión Técnica de Seguros de Vida, estimada según el ROSSP, sería:
( (
P pb i , j ,k ,l = iV ' x ⋅ β ⋅ Ri , j + qλ1i ,l − IT ) )
+
siendo
S pb ( P pb i , j , k ,l ) = g ( P pb i , j , k ,l ) ⎫
⎪
⎬
F ( P i , j ,k ,l ) = f ( P i , j , k ,l )⎪⎭
pb pb pb
siendo
S pb : flujo de caja cuyo devengo tiene lugar al fallecimiento del asegurado, obtenido a partir de
la PB, según las hipótesis técnicas de la Póliza.
F pb : flujo de caja cuyo devengo tiene lugar al fallecimiento del asegurado, obtenido a partir de
la PB, según las hipótesis técnicas de la Póliza.
PB c i , j ,k ,l = V PBc (i, j , k , l ) ,
cómo un nuevo flujo de caja que tiene lugar exclusivamente en el nodo origen de la PB.
375
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
V PBc (0,0,0,0)
• resultado de las pruebas de stress, del valor razonable de las PTSV, por variación en
los niveles del subyacente o incremento en su volatilidad;
• VAR de excedente según el valor razonable de las PTSV y de sus activos afectos.
• Posición Delta. Sensibilidad del valor razonable de las PTSV por cambios en los
niveles del subyacente.
• Posición Vega. Sensibilidad del valor razonable de las PTSV por cambios en la
volatilidad del subyacente.
376
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
En el ejemplo del capítulo 8 la posición delta respecto de los tipos de interés libres de
riesgo de las PTSV, incluyendo opción de rescate y opción de participación en beneficios, viene
dada por el siguiente gráfico:
0,888
0,886
0,884
0,882
0,880
0,878
0,876
0
20
40
60
80
00
10
-8
-6
-4
-2
-1
VAR de excedente.
377
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
Ri , j
cλ1 i ,l
Gráfico 7.2. Árbol trinomial tridimensional conjunto del tipo de interés y el spread por riesgo de crédito a corto
plazo del activo afecto a las PTSV
Para ilustrar las asimetrías del activo, que no tienen su contraparte en el pasivo, y que
derivan en una diferente valoración respecto a este último, se ha expuesto el caso de un activo
financiero “calleable” o con opción de recompra del emisor del título. En este caso se haría:
⎫
V (i, j , m) Call
= min[V (i, j , m); Strikei ] ⎪
⎪
⎬
⎡ ⎤ ⎪
( )
3 3
V (i, j , m) = exp − R c i , j ,m ⋅ ⎢C i +1 + ∑∑ p r , s ⋅ V (i + 1, j r , ms ) Call ⎥ ⎪
⎣ r =1 s =1 ⎦⎭
siendo
378
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
R c i , j ,m = Ri , j + cλ1i ,m
cλ1 i , m : spread por riesgo de crédito del emisor del título, teniendo en cuenta su probabilidad de
insolvencia, tasa de recuperación y correlación con el tipo libre de riesgo.
C i +1 : flujo de caja derivado del activo para i + 1, si el emisor del título no incurre en default,
Strikei : precio de recompra por el emisor del título en el período i.
Cuando el flujo de caja se corresponda con gastos, y dado que el activo representa un
derecho para la compañía, se considerarán negativos.
El valor razonable del activo afecto a las PTSV sería el valor que tome V (0,0,0) Call
VAR de excedente con difusión en el tipo de interés, el spread por riesgo de crédito de
la entidad aseguradora y del activo afecto.
[
V Rc (i, j , l ) = max V c (i, j , l ); i R x ] ⎫
⎪
⎪
⎪⎪
⎬
V c (i, j , l ) = exp(−γ c i , j ,l ⋅ ∆t ) ⎪
⎡ ⎤ ⎪
( )
3 3
⋅ ⎢ S i +1 + ∑∑ p r , sV Rc (i + 1, j r , l s )⎥ + 1 − exp(− µ 1 i ,k ⋅ ∆t ) ⋅ Fi ⎪
⎣ r =1 s =1 ⎦ ⎪⎭
siendo ahora:
γ c i , j ,l = Ri , j + qλ1i ,l + µ 1i
De este modo podríamos agrupar todas las Pólizas en Cartera cómo sigue:
379
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
siendo
Por otra parte se ha considerado en nuestro ejemplo, que la cantidad de activo que la
aseguradora ha afectado a la cobertura de las PTSV, es equivalente a la cuantía de éstas
últimas determinadas según exige el ROSSP.
En nuestro modelo se han considerado los escenarios que se derivan del árbol
trinomial recombinante en cuatro dimensiones, teniendo el nodo origen la siguiente estructura:
61
Hemos de aplicar esta probabilidad antes de comparar con el activo afecto, debido a que éste último es
independiente del estado del asegurado.
380
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
Ri , j
cλ1 i , m
qλ1i ,l
Figura 7.1. Transición del tipo libre de riesgo y los spread por riesgo de crédito de la aseguradora y del activo
afecto a las PTSV.
El excedente negativo para cada nodo, se obtiene en este caso suponiendo ausencia
de correlación entre el spread por riesgo de crédito de la aseguradora y el del activo afecto,
como sigue
+
⎛V PTSV (i, j , l ) ⋅ AD qλ (i, l ) ⋅ p cλ (i, m) ⎞
SP(i, j , l , m) = ⎜⎜ ⎟
− Call
⋅ cλ
⋅ qλ ⎟
⎝ V (i , j , m ) AD (i , m ) p (i , l ) ⎠
siendo
AD cλ (i, m) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, m), correspondiente al spread por
riesgo de crédito del activo afecto, según se ha explicado en el capítulo 5.
AD qλ (i, l ) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, l), correspondiente al spread por
riesgo de crédito de la entidad aseguradora.
p cλ (i, m) , probabilidad de hallarse el spread por riesgo de crédito del activo afecto en m, para
el período i. Esta probabilidad supone aplicar el Teorema de Bayes a las probabilidades de
transición entre nodos, de manera similar a cómo se implementan los precios Arrow – Debreu.
La relación entre el seudo – precio Arrow – Debreu y esta probabilidad es:
381
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
AD cλ (i, m)
p cλ (i, m) =
φ (0, i ) cλ
donde φ (0, i) cλ es el diferencial de precios del activo afecto respecto al bono sin riesgo de
crédito.
n Lj Lk Ll
VARSP = ∑ ∑ ∑ ∑ SP(i, j, l , m) ⋅ AD(i, j )
i =1 j = − L j k = − Lk l = − Ll
siendo
AD(i, j ) : precio Arrow – Debreu en el nodo (i, j), considerado cómo el valor actualizado de un
activo cuyo flujo de caja es 1 en el nodo (i, j) y 0 en cualquier otro caso.
El activo afecto se trataría cómo antes, mientras que el valor razonable de las PTSV,
en este caso no se acumularía.
+
⎛V x (i, j , k , l ) ⋅ AD qλ (i, l ) ⋅ AD µ (i, k ) ⋅ p cλ (i, m) ⎞
SP(i, j , k , l , m) = ⎜ ⎟
⎜ − V Call (i, j , m) ⋅ AD cλ (i, m) ⋅ p qλ (i, l ) ⋅ p µ (i, k ) ⎟
⎝ ⎠
siendo
V x (i, j , k , l ) : valor razonable de las PTSV de la subcartera de edad x en el año y, para el nodo
(i, j , k , l ) .
382
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
AD µ (i, k ) : seudo precio Arrow – Debreu, para el nodo (i, k), correspondiente al tanto de
mortalidad para la subcartera de edad x.
µ AD µ (i, k )
p (i, k ) =
i px
n Lj Lk Ll Lm
VARSP = ∑ ∑ ∑ ∑ ∑ SP(i, j, k , l , m) ⋅ AD(i, j )
i =1 j = − L j k = − Lk l = − Ll m = − Lm
La aparición de esta medida en los años sesenta tenía por objetivo ofrecer una visión
alternativa del negocio de Seguros de Vida a la mera cuenta de resultados del Seguro de Vida.
La producción de Seguros de Vida acarrea unos elevados gastos y comisiones iniciales, que
ocasionan (salvando en su caso la activación de los mismos) unas cuentas de resultados en
los primeros ejercicios negativas. En cambio su embedded value, entendido cómo el patrimonio
propio ajustado más el “Value of in-force (VIF)” o valor del negocio en vigor, una vez detraído el
coste del capital retenido en el negocio (habitualmente el margen de solvencia mínimo),
resultaba positivo.
En los años ochenta pasó a convertirse en una importante herramienta para analistas
financieros y demás agentes económicos interesados en el valor de las empresas
aseguradoras de Vida. En los años noventa, ya muchas aseguradoras de Vida publicaban junto
a sus cuentas de resultados y demás información contable tradicional, su embedded value, el
62
impacto que en el mismo tendría el cambio en las hipótesis aplicadas, y el RoEV . De este
modo en los últimos veinte años se ha aplicado cómo una herramienta de gestión del negocio
62
“Return on Embedded Value” o retorno sobre el valor intrínseco, determinado cómo el valor añadido en el ejercicio
entre el valor intrínseco al cierre del ejercicio precedente.
383
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
No obstante, las continuas bajadas en los tipos de interés y caída en los mercados de
valores, producidos en los últimos años han puesto de manifiesto algunas deficiencias en la
técnica del embedded value, en las cuales cabe destacar:
• Spread por el riesgo asumido a aplicar en el descuento.
• Cuantía del capital retenido.
• Valoración de las opcionalidades implícitas en la mayoría de los Seguros de Vida.
El spread por el riesgo asumido aplicado generalmente en el embedded value era el del
mínimo requerido cómo margen de solvencia, sin reflejar los riesgos realmente asumidos. Por
otra parte, la cuantía del capital retenido se ha manifestado en los últimos años, según las
conclusiones del macroproyecto Solvencia II, igualmente cómo inadecuado al riesgo realmente
incurrido. En cuanto a las opcionalidades implícitas en Seguros de Vida, nos remitimos a las
consideraciones descritas en los capítulos anteriores.
63
Nombre con el que conocemos al comité fundado a principios de 2003 y formado por los directores financieros de 19
multinacionales aseguradores europeas
384
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
385
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
• La aplicación a los subyacentes al valor razonable de las PTSV de los conocidos cómo
modelos estocásticos afines, con reversión a la media y con la estructura del modelo
de Hull – White (o Vasicek extendido) permite:
o obtener expresiones analíticas de las magnitudes empleadas en la valoración;
o la reversión a la media consigue la deseada convergencia para la valoración;
o replicación de la estructura temporal de los tipos de interés libres de riesgo de
mercado, medida mortalidad ajustada a la población objeto de aseguramiento,
y spread por riesgo de crédito de la entidad aseguradora.
386
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
64
Aseguradora en el caso de las PTSV, o el emisor del título afecto a estas PTSV.
387
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
• Por otra parte, uno de los problemas más importantes que presenta el modelo de Hull –
White, es que se puede dar lugar a subyacentes negativos. Es por ello que hay que
vigilar los resultados obtenidos y ajustar las diferencias oportunas.
• En cuanto a la inclusión en el análisis del spread por riesgo de crédito del activo afecto
a las PTSV (para la opción de PB y el VAR de excedente), se debe de incluir en el
modelo el tratamiento de la correlación entre el spread por riesgo de crédito de la
aseguradora y del activo afecto a las PTSV.
• Por otra parte cómo ya se ha mencionado, los cálculos para un horizonte temporal
demasiado largo serán extremadamente sensibles a las asunciones subyacentes del
modelo. Si el modelo considera una distribución inadecuada o se halla calibrado
incorrectamente, se pueden obtener resultados erróneos y magnificados a lo largo del
horizonte temporal considerado. Por ello se tienen que vigilar muy estrechamente estos
resultados con la finalidad de determinar incoherencias. Es lo que Panning (1999)
denomina “riesgo de estimación”.
388
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
los casos éste riesgo no desaparece del todo, y en la mayoría de los casos la cartera
no es suficientemente elevada.
De ahí que nuestra pretensión sea incluir en futuras investigaciones, el riesgo no
sistemático o de desviación de la siniestralidad real respecto de la esperada. Así la
desviación típica que consideraría el modelo sería del modo
σ i µ = f (σ x + i , y +i , σ y + i )
siendo
Lk
V PTSV = ∑V (0,0, k ,0,0) ⋅ p µ (0, k )
k = − Lk
389
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
µ 1i,n "
µ 1i ,k '
Gráfico 4.23. Árbol de transición conjunto de la esperanza matemática del tanto de mortalidad y de la
desviación del tanto de mortalidad real respecto a esta esperanza matemática.
µ 1i,n "
Ri , j
µ 1i ,k '
Figura 9.2. Transición del tipo libre de riesgo, de la esperanza matemática del tanto de mortalidad, y de la
desviación del tanto de mortalidad real respecto del esperado.
390
CAPÍTULO 9. Conclusiones.
• Otra línea de investigación abierta sería resolver el problema que surge para una
elevada correlación entre el tipo de interés libre de riesgo y el spread por riesgo de
crédito según el modelo de difusión de ambos subyacentes. Cómo ya se ha expuesto,
cuando esta correlación es elevada, dada la solución propuesta por Schönbucher, se
generarían probabilidades de transición negativas, lo que invalidaría el modelo.
• Por otra parte, si bien los modelos estocásticos afines, suponen un proceso de Markov
de baja dimensión que proporciona expresiones analíticas, tiene por el contra (además
de la posibilidad de subyacentes negativos ya mencionada) que muy difícilmente puede
replicar la estructura temporal de volatilidades. Si bien tenemos a nuestra disposición el
modelo de Hull – White Extendido, su implementación numérica se complica
enormemente.
De ahí que estudiaremos la posibilidad de incorporar los conocidos cómo Market
Models.
Estos modelos además de replicar naturalmente la ETTI, la cual en su conjunto es una
de las variables explicativas, consiguen replicar la ETVs. Los últimos modelos
65
aparecidos (Markovian Function ) en la línea de los Market Models, ya no cuentan con
los problemas de los primeros aparecidos (Brace, A. et. al. (1997), o Jamshidian
(1997)), en cuanto a su difícil implementación numérica, permitiendo estructuras en
forma de arbol recombinante para una mejor implementacion. No obstante, tampoco
tienen las posibilidades analíticas de los modelos afines, y han de confeccionarse a
medida del instrumento a valorar.
65
Ver Hunt, J. et. al (2000) o Hughston, L. P. (2000)
391
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406
ANEXO I.: Políticas contables introducidas por la NIIF4.
407
ANEXO II.: Información a revelar según la NIIF 4.
408
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
409
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
La varianza mínima es 4,05357 por lo que hay que hacer una transformación de Box-
Cox con un valor de lambda=-2. Posteriormente hay que determinar si tambien es necesario
diferenciar para estabilizar la media. Claramente se ve que esta diferenciación es necesaria. El
nuevo gráfico, junto con su f.a.s. y su f.a.p. quedan de la forma:
410
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
Lo primero que es necesario destacar observando la f.a.s. y f.a.p anteriores es que hay
pocos retardos (por el hecho de tener muy pocos datos muestrales) y esto implica que no
podemos deducir de manera exacta la forma que siguen estos gráficos, lo que parece claro es
que la f.a.s. no decrece lentamente por lo que se puede deducir que la media está estabilizada
y no es necesario volver a diferenciar.
(A) ARIMA(0,1,0)
(B) ARIMA(1,1,0)
(C) ARIMA(0,1,1)
(D) ARIMA(3,1,0)
(E) ARIMA(0,1,3)
(A) ARIMA(0,1,0)
Cuadro A.3.6. Salida de SPSS para evaluar la permanencia de la constante en el modelo ARIMA(0, 1, 0).
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar la hipótesis nula
por lo que consideramos que la constante toma el valor cero y por tanto se excluye del modelo.
Diagnosis:
411
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
Box-Pierce Test
---------------
Test based on first 6 autocorrelations
Large sample test statistic = 6,54408
P-value = 0,365073
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar las hipótesis
nulas de aleatoriedad e independencia. . Vemos la f.a.s. y la f.a.p. de los residuos:
412
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
Se observa que hay retardos algo significativos por lo que puede haber problemas a la
hora de considerar los residuos como un ruido blanco, estudiamos ahora la normalidad:
(B) ARIMA(1,1,0)
Cuadro A.3.11. Salida de SPSS para evaluar la permanencia de la constante en el modelo ARIMA(1, 1, 0).
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar la hipótesis nula
de los dos contrastes por lo que consideramos que tanto la constante como AR(1) toman el
valor cero y por tanto se excluye del modelo. Esto implica que el modelo ARIMA(1,1,0) queda
reducido al modelo anterior, es decir, un ARIMA(0,1,0).
413
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
(C) ARIMA(0,1,1)
Cuadro A.3.13. Salida de SPSS para evaluar la permanencia de la constante en el modelo ARIMA(0, 1, 1).
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar la hipótesis nula
de los dos contrastes por lo que consideramos que tanto la constante como MA(1) toman el
valor cero y por tanto se excluyen del modelo. Esto implica que el modelo ARIMA(0,1,1) queda
reducido al modelo anterior, es decir, un ARIMA(0,1,0).
(D) ARIMA(3,1,0)
Cuadro A.3.15. Salida de SPSS para evaluar la permanencia de la constante en el modelo ARIMA(3, 1, 0).
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar la hipótesis nula
de los dos contrastes por lo que consideramos que tanto la constante como AR(3) toman el
valor cero y por tanto se excluyen del modelo. Esto implica que el modelo ARIMA(3,1,0) queda
reducido al caso primero, es decir, un ARIMA(0,1,0).
414
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
(E) ARIMA(0,1,3)
Cuadro A.3.17. Salida de SPSS para evaluar la permanencia de la constante en el modelo ARIMA(0, 1, 3).
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar la hipótesis nula,
por lo que se excluye la constante del modelo.
Estamos en un caso donde la parte MA(1) y MA(2) del modelo es significativo mientras
que la parte MA(3) no lo es. Es necesario recurrir entonces a la matriz de correlación de tal
forma que si esta medida es alta decidimos eliminar el parámetro más alto, en este caso MA(3),
si no mantenemos el orden q=3 en el modelo.
Correlation Matrix:
El coeficiente de correlación entre los tres es bastante alto por lo que eliminamos la parte
MA(3), quedando un modelo ARIMA(0,1,2) que estudiamos a continuación.
415
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
Diagnosis:
Box-Pierce Test
---------------
Test based on first 6 autocorrelations
Large sample test statistic = 2,09331
P-value = 0,718602
Cuadro A.3.21. Salida de statgraphics para hacer una diagnosis del modelo ARIMA(0, 1, 2).
Con un 95% de confianza no hay evidencia significativa para rechazar las hipótesis
nulas de aleatoriedad e independencia. . Vemos la f.a.s. y la f.a.p. de los residuos:
416
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
417
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
Model VAR
-------------------
(A) OK
(E) OK
Cuadro A.3.25. Salida de statgraphics para el
estudio de la homocedasticidad de los
residuos del modelo ARIMA(0, 1, 2).
3.-Validacion
En nuestro caso hay dos modelos competitivos, mediante los criterios AIC y SBC de
selección de modelos elegiremos como modelo final aquel que tenga menores estas medidas.
(A) ARIMA(0,1,0)
FINAL PARAMETERS:
Number of residuals 20
Standard error ,86237127
Log likelihood -24,917382
AIC 51,834764
SBC 52,830497
(E) ARIMA(0,1,2)
FINAL PARAMETERS:
Number of residuals 20
Standard error ,82065656
Log likelihood -23,878028
AIC 51,756056
SBC 53,747521
Cuadro A.3.25. Salida de statgraphics con las medidas AIC y SBC.
418
ANEXO III.: Estimación del parámetro F en el modelo de Heligman y Pollard para mujeres andaluzas.
Como las medidas de ambos modelos son muy parecidas y hay dudas en el primer
modelo con el ruido blanco, el modelo seleccionado es un ARIMA(0,1,2) sin cte y con lambda=-
2
4.-Predicciones
419
ANEXO IV.: Excedente negativo dependiente de los distintos escenarios, considerando difusión en el tipo de interés,
el tanto de mortalidad y los spread por riesgo de crédito de la entidad aseguradora y del activo afecto a las PTSV..
Jµ Jqλ Jcλ JR 0 1 2 3 4 5
420
ANEXO IV.: Excedente negativo dependiente de los distintos escenarios, considerando difusión en el tipo de interés,
el tanto de mortalidad y los spread por riesgo de crédito de la entidad aseguradora y del activo afecto a las PTSV..
421
ANEXO IV.: Excedente negativo dependiente de los distintos escenarios, considerando difusión en el tipo de interés,
el tanto de mortalidad y los spread por riesgo de crédito de la entidad aseguradora y del activo afecto a las PTSV..
422
ANEXO IV.: Excedente negativo dependiente de los distintos escenarios, considerando difusión en el tipo de interés,
el tanto de mortalidad y los spread por riesgo de crédito de la entidad aseguradora y del activo afecto a las PTSV..
423
ANEXO IV.: Excedente negativo dependiente de los distintos escenarios, considerando difusión en el tipo de interés,
el tanto de mortalidad y los spread por riesgo de crédito de la entidad aseguradora y del activo afecto a las PTSV..
424