You are on page 1of 173
DISENO Y COMBRERAS OS MINEROS MANUAL PARA’ CONSTRUCCION DE: Y PRESAS DE F. J. AYALA CARCEDO Ingeniero de Minas Jefe de la Division de Geotecnia, IGME J. M.* RODRIGUEZ ORTIZ Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Catedratico de Geotecnia y Cimientos de la Universidad Politécnica de Madrid Director de Equipo de Asistencia Técnica, S. A. as INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE ESPANA Vern "950 Prologo Las escombreras y presas de estériles, pro- ductos residuales de la actividad minera, son unas estructuras sometidas a una dinamica con- flictiva. De un lado, la explotacién de minerales de leyes progresivamente menores junto al con- tinuado crecimiento del consumo, hacen cada dia mayores los volmenes de residuos produ- cidos. De otro lado, las exigencias sociales de respeto al medio ambiente y los requisitos de seguridad, son cada dia mayores. No es extrafio que, enfrentadas a esta doble exigencia (que ha llegado a traducirse en un pe- so en la operacion hasta del 28%), estas estruc- turas hayan pasado en los ultimos veinte afios de constituir un objeto de practica empirica, a provocar el desarrollo de una auténtica tecno- logia. El objetivo de este Manual es proporcionar a todos los que estan implicados en el problema una perspectiva actual de estas técnicas. Esta perspectiva pretende ser ala vez rigurosa y ase- quible. También de esta forma, todos los profe- sionales del area iberoamericana, podran con- tar por fin con un Manual en espafiol. La exis- tencia de algunos importantes accidentes con estas estructuras en los ultimos veinte afos tan- to. en Espafia como en Iberoamérica (Chile, Pe- ri, etc), justifica por si sola la existencia de es- te libro. Se estudian en primer lugar las presas de re- siduos mineros procedentes de plantas de con- centracion. Se tratan ordenadamente las tipo- logias constructivas, las propiedades de los lo- dos, la seleccién del emplazamiento y los volu- menes necesarios, para continuar con el trans- porte de lodos, el control de agua (tan impor- tante en regiones aridas 0 semiaridas) y el ana- lisis de la estabilidad. Se termina por fin con el ‘estudio y cuantificacion del impacto ambiental, las medidas de seguridad y las condiciones de abandono. El estudio de las escombreras, sigue un camino andlogo. Contiene el Manual también unos Anejos complementarios sobre Estimacién de Avenidas y Almacenamiento de residuos toxicos o ra- dioactivos. El enfoque de todos los temas es fundamen- talmente minero e industrial en el sentido de que las presas de residuos y escombreras son es- tructuras auxiliares en las que debe conseguir- se la optimizacion de economia, seguridad y ba- jo impacto ambiental. Este Manual, fruto de la vertiente minera del Instituto Geolégico y Minero de Espafia, llena un hueco indudable en la bibliografia minera y estoy convencido de que sera uttil a todos aque- los que trabajan en esta industria. Ramon Querol Muller DIRECTOR GENERAL DEL IGME Indice 1.° Parte: GENERALIDADES 1, INTRODUCCION 2. LOS PROCESOS MINEROS Y SUS RESIDUOS — 2.1. Tipos y distribucién geoardfica de estériles en la Mineria espafiola__ 2.2 Los procesos mineros y sus residuos 2.3 Consideracién de los estériles en la operacién minera a 2.* Parte: PRESAS MINERAS. 3. GENERALIDADES 3.1. Definiciones. — 3.2 Tipologias 4. LOS LODOS Y SUS PROPIEDADES GEOTECNICAS 4.41 Introduccion 4.2 Toma de muestras 4.3. Ensayos in situ 4.4 Propiedades geotécnicas caracteristicas 4.4.1 Relaciones de fase 4.4.2 Peso especifico 4.4.3. Granulometria 4.4.4 Plasticidad Permeabilidad Porosidad y consolidacién Resistencia al corte 5. BASES GENERALES DE DISENO 5.1 Seleccién del emplazamiento 5.1.1. Consideraciones generales 5.1.2 Topografia 5.1.3. Factores geolégicos 5.1.4 Hidrologia 5.1.5 Evaluacién de posibles implantaciones 5.2 Estimacion de las necesidades de almacenamiento. 5.2.1 Pérdidas por evaporacién 5.2.2 Volumenes de decantacién 5.3 Alturas de dique necesarias "1 13 13 13 15 12. 13. TRANSPORTE Y VERTIDO DE LODOS 6.1 Generalidades Sa Trenepeiis dedodca= = = SS 6.3 Vertido de lodos. ESTUDIO GEOTECNICO DE LA IMPLANTACION 7.1 Cimentacién del dique 7.2 Apoyo del depdsito de estériles CONSTRUCCION DEL DIQUE 8.1 ‘Introduccién 8.2 Métodos constructivos 8.3 Otros aspectos constructivos 8.3.1 Resguardos 8.3.2 Ancho de coronacién CONTROL DEL AGUA EN LAS PRESAS MINERAS 9.1. Control de aguas superficiales — 9.1.1. Introduccion 9.1.2 Instalaciones de retencién o desvio 9.1.3 Sistemas de evacuacién o recuperacién de agua. 9.2 Filtraciones a través del dique 9.2.1 Diques homogéneos o asimilables 9.2.2 Diques construidos hacia aguas arriba 9.2.3 Diques con tapiz de baja permeabilidad aguas arriba 9.2.4 Diques drenados 9.3 Erosion interna 9.4 Extraccién forzada del agua 9.5. Infiltracion desde la balsa =i ns, ESTABILIDAD DE LAS PRESAS MINERAS. 10.1. Introduccién 10.2 Seleccién de materiales para la formacién del dique 10.3 Andlisis de estabilidad __ 10.3.1 Formas de rotura 10.3.2 Hipotesis de calculo y coeficientes de seguridad 10.3.3 Métodos de calculo de la estabilidad 10.4 Estabilidad frente a-efectos sismicos o dinamicos 10.4.1 Meétodos seudoestaticos 10.4.2 Métodos dindmicos 10.5 Olas de fango 10.6 Diagnosis de balsas antiguas 0 en servicio 10.7 Mejora de la estabilidad de diques defectuosos IMPACTO AMBIENTAL 14.1 Introduccién _ 11.2 Impacto sobre el medio fisico y recursos naturales. 11.3 Impacto paisajistico y visual Hey nc EaLUB Dion giobal <= 2 aa ee CONTROLES Y MEDIDAS DE SEGURIDAD RESTAURACION Y ABANDONO —__ 3.* Parte: ESCOMBRERAS 14, 15, INTRODUCCION — TIPOLOGIA DE LAS ESCOMBRERAS 101 105, 105 105 106 107 108 109 115 115 46. SELECCION Y PREPARACION DEL EMPLAZAMIENTO. 17. PROYECTO DE LA ESCOMBRERA 18. NATURALEZA Y PROPIEDADES GEOTECNICAS DE LOS ESCOMBROS MINEROS 18.1 Fieconocimiento de escombreras. Toma de muestras 482 Propiedades geotécnicas. Ensayos 49. CONDICIONES DE ESTABILIDAD 121 19.1. Introduccién 121 19.2 Coeficientes de seguridad 121 ee Ecermas de inestabilidad —— = 2 Beers. (eo orabiidad ee ee ee 8 BRMETIDBOLOGIA VY DRENAJE.]— 1B? 21. ASPECTOS CONSTRUCTIVOS 187 Bee MEDIOAS DE SEGURIDAD ——— 1h SqaIMPACTO AMBIENTAL a 8 24. DEGRADACION DE LOS ESCOMBROS IN SITU-IGNICION ESPONTANEA —— 144 24.1 Degradacién y meteorizacién 144 24.2 Fenédmenos de ignicién espontanea 144 25. ABANDONO DE ESCOMBRERAS 146 4.* Parte: BIBLIOGRAFIA 26. BIBLIOGRAFIA GENERAL — 149 Beeerencins = a eae Apéndice 1: ESTIMACION DE AVENIDAS Acti INTRODUCCION —___ 153 CARACTERISTICAS DE LA AVENIDA 188 ESTIMACION DE PARAMETROS —________ 154 CAUDALES MAXIMOS Y VOLUMENES DE AVENIDA 159 e144 Caudal maximo te A-1.4.2 Hidrograma. Volumen de avenida 159 ANS LAMINACION DE AVENIDAS 189 Apéndice 2: ALMACENAMIENTO DE ESTERILES TOXICOS, NOCIVOS = © RADIACTIVOS O88 Niet) re ee is A22 ESTERILES TOXICOS, NOCIVOS O RADIACTIVOS 165 2.3 TIPOLOGIA DE DIQUES 166 24 SELECCION DE EMPLAZAMIENTOS ______________ 166 A-2.5 PROPAGACION Y DISPERSION DE CONTAMINANTES. 168 A-2.6 REVESTIMIENTOS ARTIFICIALES ———_______________ 171 ‘2.7 CONTROL DE EMISIONES GASEOSAS-RECUBRIMIENTOS SUPERFICIALES 174 ‘A-2.8 CAPTACION Y CONTROL DE EFLUENTES 176 A-2.8.1 Drenes de fondo 176 A-2.8.2 Otros tratamientogs___—— 176 A-2.8.3 Control de niveles de contaminacién —____________________ 176 DO ABANDONO!DE LAG:BAESAS == eee 78 A-2.10 ESCOMBRERAS 178 INDICE TEMATICO SSE ee i 1.7 Parte GENERALIDADES 1;* Parte: GENERALIDADES 1. INTRODUCCION El presente Manual tiene por objeto suminis- trar a los técnicos encargados de las explota- ciones mineras unas normas de buena practi- ca respecto a la implantacién, construccion y abandono de depdsitos de estériles, tanto pro- cedentes de lavadero (presas y balsas de resi- duos) como materiales gruesos vertidos en se- co (escombreras). Las recomendaciones de este Manual refle- jan la practica de las instalaciones espafiolas cuando ésta se considera de interés general pa- ra otras explotaciones, asi como las normas y tendencias mas modernas a nivel internacional Desde el primer inventario de estas instala- ciones realizado por el IGME en 1972 ya se pu- ‘so de manifiesto la precaria estabilidad de mu- chas presas de residuos y la necesidad de apli- car criterios geotécnicos a su disefio y construc- cién. Estos problemas ya habian salido a la luz en otros muchos paises, generalmente como consecuencia de roturas catastroficas. En mayo de 1966 se rompié por rebose bajo fuertes Iluvias un dique de residues de 12 me- tros de altura en Bulgaria; la ola de lodo de 5 metros de altura arrasé las localidades de Zgo- rigrad y Vratza, destruyendo 196 casas y cau- sando mas de 100 metros. Otro accidente notorio fue el ocurrido en Aber- fan (Pais de Gales) el 21 de octubre de 1966, cuando una escombrera de carbon de 36 me- tros de altura fluyé en forma de colada, reco- rriendo unos 600 metros y causando la muerte a 144 personas. Quizé el accidente mas importante conocido. se produjo el 26-2-72 al romperse la balsa de residuos de carbon de Buffalo Creek (W. Virgi- nia, EE.UU.) causando 125 muertos y dejando sin hogar a 4.000 personas. Han sido también de gran importancia las ro- turas de diques de residuos en Chile (El Cobre) y Japon (Mochikoshi) como consecuencia de la licuefaccion de lodos arenosos bajo el efecto de terremotos. Durante la preparacion de este Manual, el 19 de julio de 1985, reventé una presa minera en Stava (Trentino, Italia), pereciendo unas 180 per- sonas bajo la riada de 30.000 m* de lodos de fluorita, que se desplazaron valle abajo a mas de 150 km/h Sin llegar a consecuencias catastroficas se han producido tambien fallos de origen diverso como el colapso de la chimenea de drenaje, so- cavacién del pie del dique por aguas de esco- rrentia, desprendimientos de escombreras 0 bal- sas sobre cauces, etc. En bastantes casos, el fallo se produce al re- crecer excesivamente balsas muy antiguas, cu- yos problemas de cimiento 0 estabilidad se han olvidado alo largo de una dilatada explotacién. Para evitar estos desastres es necesario que exista un proyecto previo de cada balsa, consi- ‘derando la naturaleza y singularidades del te- treno de implantaci6n, la estabilidad en cada fa- se de elevacién, los sistemas y puntos de verti- do, la formacién del dique, la velocidad de re- crecido y el control de! comportamiento de la es- tructura. En gran numero de casos los proble mas estan asociados con un deficiente drenaje del cimiento, obturacién de manantiales, etc., y con la insuficiente capacidad de los medios de evacuacién de las escorrentias y Iluvias acu- muladas. Recientemente se esta prestando considera- ble atencién a los efectos, muchas veces irre- parables, sobre el medio ambiente, en forma de contaminacién de acuiferos, polucion de cauces, polvo 0, lo que es mas grave, liberacion de pro- ductos t6xicos 0 radiactivos. El 16 de julio de 1979 se produjo la rotura de una balsa en Church Rock (New México, EE.UU.) escapan- do 380,000 m* de agua y lodos de uranio, exis- tiendo referencias de otros varios casos. La intencién de este Manual es llamar la aten- ¢idn sobre todos estos aspectos del problema y proporcionar unas bases y criterios de diseio suficientemente precisas, sin entrar no obstan- te en detalles generales de practica ingenieril 0 de elevada especializacién que, logicamente, deberdn ser objeto de tratamiento mas profun- do. A este fin se incluye una detallada bibliogra- fia al final del Manual. No se ha incluido en el Manual el tratamien- to de lodos 0 escombros de tipo industrial, co- mo los procedentes de fosfatos, bauxitas, pro- cesos sideriirgicos, quimicos, ete. No obstante gran parte de las recomendaciones son también aplicables a estos casos. ‘Tampoco se tratan métados especiales de de- ién, como el relleno de cavidades minadas © el vertido bajo aguas marinas, ya que estos sistemas plantean problemas singulares y exi- gen tecnologias que se escapan del ambito de este Manual Por sus importantes repercusiones ambien- tales, se ha dedicado un capitulo especial a los 12 residuos t6xicos y radiactivos, con especial aten- cién a las medidas de control de la contamina- cién y ala proteccién a largo plazo de los depé- sitos de estériles. No se discute en este Manual la optimizacion de la explotacién minera y el papel que desern- pefia en la misma el depésito de estériles, dan- do por sentado que la decisién sobre la consti- tucion del mismo se deriva de un estudio deta- llado de opciones y comparacién de alternati- vas. No obstante, en el apartado 2.3 se hacen algunas consideraciones al respecto. En la elaboracién de este Manual se han te- nido en cuenta las normas o recomendaciones extranjeras existentes y en particular: — El informe «Waste Embankments» 1977 del Canada-Centre for Mineral and Energy Technology. — El «Manual del Comité de Presas Mineras Industriales» de la Comision Internacio- nal de Grandes Presas (1982). Asi como numerosos Congresos, publicacio- nes y proyectos sobre residuos mineros. Por ultimo, los autores quieren agradecer la informacién recibida de numerosas empresas mineras espafolas y las facilidades encontra- das en las visitas a las diversas instalaciones. En particular se agradece la colaboracién de Rio Tinto Minera, S.A., a través del Director de Mineria D. Augusto Martinez; la de D. Paulino Calatayud de la Cia. Andaluza de Minas; la de D. Fernando Belzunce de Magnesitas Navarras, S.A, etc. Expresan asimismo su agradecimiento a los diversos especialistas que han aportado sus co- mentarios y experiencias al presente Manual y en especial al Ingeniero de Minas don Ignacio Albisu. Agradecen igualmente su colaboracién en la realizaci6n de graficos y dibujos a la sefiorita Na~ talia Rico y a don Manuel Rodriguez Selfa. 2. LOS PROCESOS MINEROS Y SUS RESIDUOS 2.1 Tipos y distribucion geogratica de estériles en la Mineria espafiola En la figura adjunta 2.1 se muestra la locali- zacién de las cuencas 0 yacimientos mas im- portantes de la Mineria espafiola. Légicamente las mayores escombreras estan asociadas con las grandes explotaciones a cie- lo abierto, destacando las de Alquife (Granada), Sierra Menera (Teruel), etc. En la mineria del carb6n son importantes las de La Matona, Pu- mardongo, Reicastro y Morgao (Mieres), Lada, Mosauitera, etc. Por el contrario, los mayores depésitos de es- tériles de lavadero se localizan generalmente en la mineria metdlica, tanto en explotaciones a cie- lo abierto como de interior. Existen presas de residuos muy importantes en Rio Tinto-Nerva (Huelva), Exminesa (Villafranca del Bierzo), Reo- cin (Santander), Magnesitas de Navarra (Pam- plona), etc. Es dificil estimar la produccién anual de estériles de la Mineria espajiola pero no re- sulta excesivo admitir que la tendencia que se observa actualmente es hacia la explotacion de cuencas con leyes cada vez menores. Por ello, cabe suponer que el volumen de residuos pro- ducido seguird una tendencia creciente. Esto es valido, no solamente para yacimientos nuevos; también en los yacimientos en explotacién se iran poniendo probablemente en produccidn zo- nas ahora consideradas marginales. Ello reque- rir depésitos de estériles mayores de los ini- cialmente previstos o la construccién de otros nuevos. En definitiva, parece razonable prever un aumento del tamajio de los depdsitos de es- tériles mineros, dada la tendencia observada de reduccién del ntimero de minas en todos los sec- tores. Esto plantea la necesidad de poner en jue- g0 criterios mas rigurosos en todo lo relaciona- do con estos depésitos. 22 Los procesos mineros y sus residuos Los escombros mineros son generalmente masas estériles de roca o tierra procedentes de los recubrimientos no aprovechables de las ex- plotaciones a cielo abierto o de las rocas enca- jantes, galerias en estéril, etc., de la mineria de interior. Su extraccién puede ser por medios mecani- cos 0 con ayuda de voladuras y solamente su- fren los procesos mecénicos derivados de la car- ga, transporte y vertido, viniendo por tanto fuer- temente condicionados por la forma de excava- cién. Es frecuente no obstante el vertido en escom- breras de otros materiales como los proceden- tes de explanaciones, preparacién de pistas, de- moliciones, etc., sin contar rechazos de macha- queo o de otras fases de la planta de tratamien- to. Mas excepcionalmente se han utilizado las escombreras como vertederos de basura 0 de- pésito ocasional de lodos. Por lo que respecta a los lodos, éstos consti- tuyen el residuo final de un proceso mucho mas laborioso. Dicho proceso se inicia con el machaqueo de los fragmentos de roca o mineral que contienen el producto explotable. El machaqueo primario se realiza con machacadoras giratorias o de mandibulas, capaces de aceptar bloques de gran tamajio hasta un limite controlado por el oportuno cribado. En una fase posterior, 0 machaqueo secun- dario, los fragmentos de roca se reducen a ta- mafios de arena mediante molinos de martillos, machacadoras de cono, etc. Por ultimo se consigue una tiltima reduccién de tamajio mediante molinos de bolas o barras, alcanzando tamaiios inferiores al milimetro. El tamafo final alcanzado condiciona la granulo- metria de los lodos resultantes, junto con el con- tenido de minerales arcillosos y la disgregacion que puede producirse en las fases siguientes de tratamiento. El grado de molienda de! mineral se adapta logicamente al proceso de extraccién elegido, segiin se requiera una homogeneidad de tama- fios, mayor o menor superficie especifica, etc. Puede advertirse que el proceso de fragmen- tacion descrito es muy diferente del que acom- pafia a los procesos de sedimentaci6n en la na- turaleza y por ello, salvo en minerales muy ar- 13 Cuenca asTuR WLR Gientros: CUENCA PUERTOLLANO- 2 beter Q muLUAS REGION MNERA DE Rueuva: PiaTas ¥ SULFUROS LEYENDA MINERALES ENERGETICOS SOLIDOS 1, ANTRACITA 2 HULLA 3. UGNITO 4, URANIO MINERALES NO ENERGETICOS 6. ANTIMONIO 16. FELDESPATO 27. SEPIOLITA 6. ATAPULGITA 17, FLUORITA 28 SAL 7. BARITINA 18. GLAUBERITA 29, SALES POTASICAS 8 BAUXITA 19. HIERRO 30. TALCO 9, BENTONITA 20. MAGNESITA 31. THENARDITA 10. BISMUTO 21. MANGANESO 32. WOLFRAMIO 41. CAOLIN: 22. MERCURIO 33. YESO. 12, COBRE 23, ORO 34. ZINC 33, CUARZO 24. PIRITAS 35. FOSFATOS 14. ESTANO 25. PLATA 36. MARMOL 46. ESTRONCIO 28. PLOMO Fig. 2.1. Zonas mineras espanolas 4 cillosos, las particulas muestran una notable an- gulosidad incluso en los tamafios mas finos, lo cual influye decisivamente en las propiedades geotécnicas de los lodos. El tratamiento del mineral se continéa con ta fase denominada de concentracidn, en la que se separan las particulas de mayor ley-o rique- za mineral (concentrado) de aquellas estériles © de baja ley (residuos). Los métodos de concentracién varian consi- derablemente segun el tipo de mineral, si bien pueden agruparse en los grandes grupos si- guientes: — Separacién por gravedad en el que se se- paran las particulas minerales aprovechables de las estériles, a partir de una suspension en agua, mediante rebosaderos, mesas vibratorias, tor- nillos espirales, etc., aprovechando una apre- ciable diferencia de densidad entre ambos tipos de particulas. — Separacién magnética, utilizada con mi- nerales de hierra, separandolos del estéril me- Giante electroimanes en un separador de cinta 9 tambor. — Flotacién. En este proceso, muy exten do en la mineria metalica, se tratan las particu- las con diversos reactivos quimicos que las ha- cen repelentes al agua y adherentes a burbu- jas de aire, de forma que pueden sobrenadar la suspensién en forma de espuma. El uso de los citados reactivos, entre los cua- les se ecuentran acidos y bases modificadores del pH, derivados del petrdleo, acidos organi- os e incluso cianuros, hacen que estos proce- ‘sos planteen problemas de contaminacién en los efluentes del lavadero y, en su caso, del depé- sito de lodos. El concentrado final es el producto que se en- via a las instalaciones de refinado, fundicion, etc., salvo en el caso del carbén, que se utiliza directamente una vez seco. Los procesos citados no son los tnicos, pu- diendo citarse también el lixiviado con acido sul- furico utilizado en la extraccidn de uranio u Oxi- Gos de cobre o las soluciones alcalinas de cia- nuro sédico empleadas para la extraccién de plata y oro. En otros casos los tratamientos son de tipo térmico, como la calcinacién de fosta- tos naturales o la extraccién de kerdégeno de las pizarras bituminosas. En la mayor parte de los casos los estériles de lavadero junto con el agua utilizada para for- mar la suspensi6n se bombean o transportan al depdsito de residuos, cuyo desarrollo es el ob- jeto de este Manual. En algunos casos, sin em- bargo, puede eliminarse parte del agua ala sa- lida del lavadero para recircularla o para redu- cir los volumenes transportados y ganar capa- cidad en el depésito de estériles. Esta operacién se hace mediante decantadores, espesadores o filtros pero el bajo rendimiento de estas insta- laciones, el espacio ocupado y los costes ope- rativas hacen que se utilice con poca frecuen- cia. 2.3 Consideracién de los estériles en la operacién minera Los estériles son consecuencia inevitable de la actividad minera, debiendo estudiarse su al- macenamiento en condiciones dptimas, sin ol- vidar otros factores importantes en algunos ca- 0s como la recuperacion de agua, el control de efluentes contaminantes, etc. La construccién de los depésitos de estériles debe integrarse desde el principio en la planifi- cacién de la mina. No debe olvidarse que todas las operaciones mineras son en gran medida movirnientos de estéril, y que la economia de la operacién depende en buena medida de un movimiento y depésito adecuados. A menudo estos depésitos han sido considerados como al- go marginal a los que se prestaba poca aten- cién. Sin embargo, todos los que han tenido pro- blemas con ellos conocen por experiencia su im- portancia y la necesidad de su planificacién. La planificacién, debe hacerse en funcién de las producciones de estéril, el balance de agua aalmacenar y su escalonamiento en el tiempo. Ala vista de las disponibilidades, puede irse pro- gramando la construccién y previendo las ne- cesidades de medios. Esto debe materializar- se en los correspondientes periiles, plantas y al- zados, que después deben replantearse topo- gréficamente. Eventualmente pueden progra- marse también las compras de terreno si son necesarias. No debe perderse de vista que la incidencia del depésito de estériles en el costo total de una operacién puede llegar a ser del 20 por 100. El ‘caracter peculiar de este coste radica en que ‘se trata de un coste necesario pero improducti- 15 vo. La inversién en mina o planta, siempre ten- dra un reflejo en la produccién: mas, 0 de me- jor ley. Se trata de un costo que, habida cuenta de las funciones necesarias del depésito de es- ‘tériles y del conjunto de factores condicionan- tes, debe tratarse de reducir al minimo. Esta reduccién al minimo, criterio basico de ‘seleccion, no debe, sin embargo, hacerse a cos- ta de la seguridad ni del deterioro inadmisible del medio ambiente. Por una parte, la degrada- cién del medio ambiente suele ser a menudo irreversible, y puede traducirse en unos costos inaceptables para la comunidad, que ldgicamen- te tratara que recaigan en el explotador. Se tra- ta generalmente de una exigencia externa a la ‘operacién minera. El problema estriba en que es mejor contar con ella desde el principio e ir invirtiendo en restauracién paulatinamente, que no encontrarse repentinamente con prescripcio- nes severas para plazos breves. Por otro lado, la aparicién de inestabilidades en el depésito de estériles, puede perjudicar seriamente toda la operacién, dandose el caso de que un elemen- to secundario en la formacién del costo unita- rio deteriore la economia de toda la explotacién. Eso, sin contar con las consecuencias de una posible catdstrofe, que puede arruinar la ope- racién entera. Suelen ser preferibles por este concepto varios depésitos escalonados a un de- Pdsito Unico de gran capacidad. Interesa ade- mas tener puntos de vertido alternativos frente @ una incidencia en el deposito principal. Habida cuenta de estos dos aspectos funda- mentales, deben evaluarse los costes de las di- versas opciones de depésito seleccionadas con objeto de decidir entre ellas por el criterio del Coste unitario minimo por tonelada o metro cu- bico de residuo almacenado. El coste puede descomponerse de la mane- ra siguiente: COSTE UNITARIO« COSTES DE INVERSION + COSTES OPERATIVOS ‘CANTIDAD ALMACENADA y a su vez: COSTES DE INVERSION= Cr + Cy + G c;= Coste del terreno. c,= Coste de acondicionamiento del terreno y obras de preparacién (zanjas, dique ini- cial, etc). ¢, = Coste de las instalaciones (tuberias, pis- 16 tas, baterias de ciclones, bombas, etc.) y maquinaria. G, es minimo a igualdad de precio unitario del terreno para aquellos emplazamientos con capacidad especifica de almacenamiento (/Ha 6 m*/Ha) mayor. ¢, varia con la tipologia en las presas de residuos, con las dimensiones de la cerrada, con las necesidades de aliviadero, etc. ¢ varia con la distancia de transporte, y obvia- mente con la produccién diaria que quiere de- positarse. A su vez, los costes operativos puede des- ‘componerse en: ‘COSTES OPERATIVOS = Cgiz + Char + Gy + Cova + Ca, + Cro) sr = Costes de Bombeo (lodos y agua clara) 0 transporte de escombros. Cur = Costes de Movimiento de Tierras en el propio depésito. Gy = Costes de Mantenimiento de ins- talaciones y maquinaria. Con = Costes de Depuracién y aditivos. ee Costes de Restauracién. Costes de Mano de Obra y Admi- nistracion. Cu Ca; depende directamente de la opcién ele- gida. En la figura 2.2 pueden verse dos opcio- nes posibles para una presa de lodos. En la op- cién, no aconsejada, de depésito por debajo de la planta deben bombearse lodos contra la gra- vedad con el gasto consiguiente de energia y repuestos, mientras que en la opcién légica, ha- cia abajo, el lodo necesita muy poco o ningun bombeo. Respecto a los escombros, en la figu- ra 2.3 se esquematizan los centros de gravedad de la excavacién y de los posibles depésitos de escombro. Obviamente el transporte contra la gravedad, es mas caro. Sin embargo, en con- tra de la idea intuitiva de que lo mas aconseja- ble es transportar el escombro hacia el punto mas bajo con camiones, lo mas conveniente es el transporte casi a nivel. Desde un punto de vis- ta de costos, la prioridad en las opciones seria la sefialada con los nimeros 1, 2 y 3. Para pro- ducciones importantes de escombro, debe ana- \zarse la opcién banda transportadora que aun- que de mayor coste de inversién, puede tener un costo unitario total menor por sus bajos cos- tes operativos. yr depende en presas de lodo de la tipolo- gia. La opcién mas barata es la de construccién ‘RECOMENDADO Lovo AGUA CLARA PLANTA ESTERILES NO RECOMENDADO Fig. 2.2 Localizacion del depdsito de estérles respecto de la plan ta de tratamiento. Fig. 23 Localizacién de tas escombreras respecto de la excavacién. hacia aguas arriba. En escombreras los costes menores corresponden a escombreras vertidas frente a escombreras construidas por tongadas. Los costos de mantenimiento dependen de la granulometria y tipo de residuo (abrasivo, agre- Sivo), calidad constructiva de las pistas mineras, etc. &. depende obviamente de los requisitos Ge la planta y de la calidad del efluente. Los costos de restauracién, ca, dependen de la severidad de la Normativa ambiental, del ‘tipo de residuo, del clima, de la relacion Super- ficie del Depésito/Volumen, del impacto visual, eic. Se consideran costes operativos porque lo razonable es en general ir restaurando a medi- da que se construye el depdsito. Gy depende de la calidad de las instalacio- nes, del numero de depésitos, de ta automati- zacion del sistema, etc. En definitiva se trata de, una vez hecho el ana- lisis correspondiente, optar por el Coste Total Unitario minimo. Una vez en operacién es con- veniente (igual que en el resto de los sectores) llevar un control de costes con objeto de mejo- rar los mismos. Debe tenerse presente, sin em- argo, que la operacién con mas incidencia eco- némica es un buen disefio y la seleccién del em- plazamiento. Parece ocioso decir que un depésito de esté- riles es una estructura compleja y heterogenea cuyas condiciones varian a lo largo del tiempo. Es necesario, por tanto, controlar a lo largo de su desarrollo la evolucién de factores muy a diversos como efluentes, naturaleza de las fil- traciones, geornetria, materiales vertidos, etc., tal como se detalla a lo largo del presente Ma- nual. Respecto a la responsabilidad y gestion de los depésitos de estériles es habitual en mineria me- télica que la presa de lodos dependa de la planta yen mineria de carbén o hierro dependa de la 18 mina. Sin embargo, el personal debe tener un perfil especial. Es necesario que junto al cono- cimiento de procesos mineros y de concentra- cién, tenga una sdlida formacién en Mecanica de Suelos y en Ingenieria Ambiental, ya que sin ellos dificilmente puede cumplir su cometido con eficacia. En el caso de escombreras, debe ade- més contarse con una sdlida formacién en In- genieria de Movimientos de Tierras. 2.* Parte PRESAS MINERAS 2. Parte PRESAS MINERAS 3. GENERALIDADES 3.1 Definiciones Dentro del nombre genérico de presas mine- ras 0 balsas se engloban en este Manual diver- sas denominaciones locales utilizadas para de- signar depésitos de estériles de lavadero en sus- pensién acuosa. En una balsa se distinguen habitualmente (Fig. 3.1). — El dique o muro exterior que sirve de con- tencién a los estériles. — La playa de arenas o estériles gruesos de- positados en las proximidades del punto de vertido. — El lago de aguas claras, decantadas. — El depésito de lodos sedimentados. 3.2 Tipolo La tipologia de las balsas es muy variada, pu- diendo distinguirse los siguientes tipos: a) Por la constitucién del muro exterior: — Con utilizacién de una fraccién de los pro- pios lodos (generalmente los gruesos se- parados por deposicién junto al punto de vertido © por ciclonado). — Con utilizacién de materiales de aporta- ion. CIMIENTO Fig. 3.1 Presa minera. Nomenclatura 2 — Con disefio semejante al de las presas de embalse y construccién previa al vertido de lodos b) Porel método de recrecimiento (Fig. 3.2): — Hacia atras o hacia «aguas arriba», levan- tando diques sucesivos ligeramente re- tranqueados respecto al anterior y man- teniendo un resguardo sobre el nivel de lodos. También se denominan «presas autorecrecibles». — Hacia adelante o hacia «aguas abajo», ex- tendiendo los nuevos diques con recubri- miento del talud de aguas abajo de los an- teriores. CONTACTO IRREGULAR DIQUE INICIAL a) CONSTRUCCION HACIA ATRAS — Centrado, combinando los dos métodos citados"”. — Vertido puntual de lodos espesados, con © sin recinto perimetral de contencién (Fig. 3.3). ©) Por la implantacién en el terreno (Fig. 3.4) — Exentas, con muro perimetral levantando sobre el terreno o rellenando una excava- ci6n. (°) En la nomenciatura anglosajona estos métodos se denom ‘nan upstream, downstream y centerline, respectivamente, DIQUES BALSA DIQUE INICIAL b) CONSTRUCCION HACIA ADELANTE DIQUES POSTERIORES ¢) CONSTRUCCION CENTRADA Fig 3.2. Tipos de diques segun elmetodo constructivo (ref. (68). 22 Fig. 3:3 Descarga espesada. a) EXENTA c) EN VALLE \ b)EN LADERA Fig. 3.4 Diversas implantaciones de balsas mineras. 23 Fig. 3.5 Presas escalonadas. Cinta de transporte ‘de arena Bermas sucesivas ~~ — De valle, analogas a las presas conven- cionales. — De ladera. En algunos casos se recurre a disponer va- rias balsas escalonadas 0 en cascada en lugar de construir una sola de gran envergadura (fi- gura 3.5). roy Fig. 3.6 Construccién hacia adelante con importante depdsito de arenas. Cuando existe exceso de estériles gruesos, arenas, etc., en la explotacion pueden extender- se éstos sobre el exterior del dique, creando una estructura mixta balsa-escombrera (Fig. 3.6), aunque en algunas ocasiones pueden inducir- se problemas de estabilidad (ver Cap. 20). 4. LOS LODOS Y SUS PROPIEDADES GEOTECNICAS 4.1 Introduccion Los /odos, lamas 0 residuos de lavadero po- seen unas propiedades que difieren de las en- contradas en depésitos 0 suelos naturales, de- a su proceso en la planta, el transporte en suspensién y los componentes metalicos o mi- nerales que llevan incorporados, Dadas las va- riaciones de unos procesos mineros a otros es dificil establecer unas propiedades genéricas de Jos lodis, incluso dentro de una determinada mi- neria, por lo que es necesario en cada caso rea- lizar los oportunos ensayos. En los casos de nuevos proyectos, en los que légicamente no se dispone de muestras de lo- do, las propiedades deberdn estimarse a partir Ge instalaciones semejantes 0 de datos publ cados, como los que se incluyen mas ade- lante. 42 Toma de muestras Las muestras de lodo pueden ser de los tipos siguientes, seguin el punto de toma: @) De la suspension. b) De Ia balsa. Las primeras pueden tomarse mediante un by-pass en la salida del lavadero 0 en la boca de vertide a balsa. Normaimente debe llenarse un bidén de 50 I. de cuyo fondo se recogerdn los sdlidos una vez decantados (tiempo de sedimentacion no in- fenior 2 un dia). Pesando los sdlidos una vez eli- minada el agua sobrenadante y secados aqué- fics al sol o en estufa, se puede determinar la ‘concentracién de la suspensién. En el caso de lodos ya depositados en la bal- $2 se pueden tomar dos tipos de muestras: Muestras alteradas Se extraen con pala, una vez eliminada la cos- trao capa superficial desecada, y se depositan en boisas de plastico. Su peso puede variar de 5 2 10 kg segun los ensayos a realizar. ‘Muestras inalteradas Deben extraerse con tomamuestras especia- les (Shelby, piston, etc.) utilizando equipos de sondeo. Pueden tomarse a diversas profudida- des y sirven para determinar propiedades de re- sistencia y deformabilidad. 4.3 Ensayos in situ En determinados casos es conveniente com- Probar las propiedades de los lodos una vez de- positados, verificando e! cumplimiento de las hi- Pétesis de proyecto. Tal es el caso del recreci- miento de balsas existentes 0 cuando existen dudas sobre las condiciones de estabilidad de una estructura. Los métodos de prospeccién mas usuales son: — Penetraciones estaticas o hincaa presion de una punta cénica de 10 cmé, a una velocidad muy baja, midiendo el esfuerzo necesario para el avance. — Ensayos en sondeo, como por ejemplo: Estandar (S.P.T.): Hinca de un tubo nor- malizado de 2 pulgadas de didmetro, con una maza de 63,5 kg cayendo desde 76 cm. Se toma como indice el numero de golpes para penetrar 30 cm. Molinete: Medida del par de giro para romper el terreno con dos aletas en cruz introducidas verticalmente. Presiémetro: Dilatacién a presién, con- tra las paredes del sondeo, de una célula cilindrica. Penetraciones dindmicas 0 hinea de una punta cénica de 16 cm? con una maza de 65 kg cayendo desde 20 cm, o varian- tes analogas. Las caracteristicas de estos equipos se en- cuentran en los textos de Geotecnia. Debe tenerse en cuenta que los penetrome- tros no pueden atravesar depésitos en los que se hayan vertido escombros © elementos grue- sos. Constituyen, sin embargo, un método efi- caz y econémico para reconocer areas exten- sas y detectar variaciones de propiedades. 25 En general las penetraciones dinamicas y el ensayo estandar estan indicados en estériles arenosos y cuando interesa determinar la com- pacidad in situ (por ejemplo, para evaluar el ries- go de licuefaccion). Por el contrario las penetraciones estaticas y el molinete son utiles para evaluar la resisten- cia al corte de lodos finos plasticos. 4.4 Propiedades geotécnicas caracteristicas 4.4.1 Relaciones de fase Los lodos estan formados por particulas sdli- das en un medio acuoso La proporcién de sdlidos respecto a la mez- cla total se denomina concentracién y puede ex- presarse en peso o en volumen Cy= —Ws_ . Peso de solidos . 199 Wr Peso total Gy= —Ws_ . Volumen de sélidos 499 Wr Volumen total Las particulas de estéril poseen un peso es- pecifico medio que se designa por, = W./V.. Se denomina peso especifico relativo a G=ysh Siendo »,, el peso especifico del agua = 1 tim? Considerando que generalmente los lodos es- tan saturados, es decir, todo el volumen de hue- cos (V;,) entre particulas sdlidas esta ocupado por el medio acuoso, pueden establecerse las definiciones y relaciones siguientes (ver fig. 4.1): Indice de poros e vi Vs Porosidad n=—Yn Vr Humedadwa a —Peso.de aqua Ws Peso de sdlidos Vue WG! Grado de saturacién S Vn e 26 WeeVn S20) Fig. 4.1 Peso especifico del lodo saturado Vs + Ow = nw + (1-06 = Tan = 1 enya Peso especifico del lodo seco Ys = (1—n)s= qd oc ee eres Peso especifico del lodo con una humedad w vy =70( +) Peso especifico de la pulpa o suspensién (con w = 1) LLodos finos plasticos 10 *10-¢ La teoria de la consolidacién unidimensional no parece ser aplicable a los lodos muy finos, ya que da tiempos excesivos, ajustandose me- jor a la realidad la teoria de deformaciones fini- tas (ver ref. [36)). En algunos casos los residuos de lavadero presentan una importante consolidacién secun- daria (sin aumento de carga vertical), bien por disgregacién de particulas por fenémenos de fiuencia viscosa como en el caso de los lodos yesiferos En los lodas finos depositados en balsas so- bre cimiento impermeable la consolidacién na- tural es extraordinariamente lenta no pudiendo contarse con una estabilizacién de los asientos hasta periodos superiores a los 40 0 mas afios: 4.4.7 Resistencia al corte Como es sabido, la resistencia al corte de ma- teriales como los lodos en procesos de carga lenta (o con drenaje) obedece a leyes del tipo T=C' + c'tge’ 33 siendo c’ cohesion efectiva o resistencia por unidad de superficie en ausencia de tension normal. En los lodos es generalmente ¢’=0, salvo cuando son muy plasticos. 9’ = tension normal efectiva sobre la superficie de rotura. Se obtiene restando de la tension total del lodo (sdlidos + agua) la presion del agua intersticial. Este ultimo valor puede resultar muy dificil de determinar cuando la altura de lodos varia con el tiempo. angulo de rozamiento interno efectivo 0 maxima oblicuidad entre las tensiones normales y tangenciales en la superficie de rotura. En caso de rotura rapida (sin drenaje) @ = 0 y el material presenta una resistencia r = cy, siendo c,, una «cohesi6n aparente» en la que se engloba la resistencia de! agua a fluir por los nos poros del lodo bajo el brusco gradiente crea- do, Légicamente esta situacién solo se da en lodos muy finos, ya que en cuanto existe una componente apreciable limo-arenosa se consi- guen condiciones de drenaje. Por el procesado mecanico los residuos de |: vadero suelen presentar forma angulosa 0 a cular, por lo que poseen un angulo de rozamien- to bastante elevado y una cohesion practica- mente nula, salvo en lodos plasticos. La resistencia al corte varia relativamente po- co.con la compacidad del lodo, aunque a partir de un indice de poros del orden de 0,8 parece axistir un descenso marcado en el angulo de ro- zamiento. Este angulo resulta bastante sensi- ble al nivel de tensiones, presentando una en- volvente de tipo curvo con valores en el origen préximos alos 40° y descendiendo 5° a 10° en el desarrollo posterior, generalmente con una estabilizacién para tensiones efectivas en tor- no a los 2 Kp/cm?. Légicamente los valores mas altos del roza- miento corresponden a los residuos arenosos y lodos gruesos, si bien en algunos casos lodos de tamafio intermedio, bien graduados, presen- tan mayor resistencia que las arenas ciclonadas © residuos homogéneos. La determinacién de la resistencia al corte se suele hacer en aparatos de corte directo, bajo 34 carga lenta y con drenaje o en aparatos triaxia~ les, sobre muestras inalteradas o remoideadas con el peso especifico aparente medio espere- ble en la balsa. En residuos limo-arenosos es frecuente de- ducir la resistencia al corte a partir de la densi- dad relativa') deducida de ensayos estandar (S.P.T.). En a figura 4.12 se indica una posible correlacion. En el caso de balsas existentes suele ser util la determinacién de resistencias in situ, bien me- diante ensayos de molinete o pruebas de pene- tracion estaticas 0 dinamicas (ver ap. 4.3). En la tabla 4.3 se dan valores caracteristicos del angulo de rozamiento efectivo de distintos TABLA 4.3 VALORES TIPICOS DEL ANGULO DE ROZAMIENTO EFECTIVO Tipo de residuo ot Cobre 3498 Hierro 33.38 Plomo-Gine 3098 Oro 26-40 Estafio 33.36 ‘Tungsteno-molibdeno 34-40 Carbon 24-98 15) ° g z g tine w 8 u 2 3 2 2 a} 20 40 60 80 100 DENSIDAD RELATIVA D, (%) 1 5 10 35 50 100 PENETRAGION ESTANDAR N(S.PT.) Fig, 412 Relacion entre el tamafo,o! indice de poros y la den- sidad relativa (rt (63) \) La densidad relativa 0 indice de compacidad D, (0 1) e- laccona la compacitad de un material con Ios estados mas tlojos (0,=0%) © mas compacios (D, = 100%) que se pueden alcanzar en el mismo, Segun ansayos normal: zados (NLT-116/72), Puede expresarse por D, = (nau — °Y (Cmar | Sma Slendo @ el indice de poros de la muestra En condiciones de carga sin drenaje los lo- dos suelen presentar, en tensiones totales, unos pardmetros de resistencia bastante distintos de jos de los suelos naturales. Se citan como valo- res tipicos de ¢ 14° a 22° y cohesiones de has- ta 0,8 kp/cmé, La cohesion, sin embargo, no se Gesarrolla cuando los lodos tienen indices de po- ros elevados (superiores a 0,9). Debe tenerse en cuenta que muchos lodos presentan una susceptibilidad tixotrépica eleva- da (es decir, su resistencia puede reducirse por agitacion, impacto, etc. al 20-10% del valor es- tatico). Sobre el comportamiento a largo plazo de los lodos tienen gran influencia los procesos de /i- xiviacion o arrastre de los sélidos disueltos, ya que pueden generar procesos fisico-quimicos que modifiquen la cohesién y resistencia de! ma- terial in situ. ‘Ademés, determinados tipos de lodos presen- tan una progresiva cementacién. Esto ha sido observado, por ejemplo, en lodos ricos en hie- rro, cine, bauxita, etc Los residuos de lavado de yeso, fosfatos, etc., suelen desarrollar costras desecadas bastante cohesivas y resistentes. En algunos casos, los fenémenos fisico- quimicos dan lugar a una reduccion dela resis- tencia al corte. Se ha observado una disminu- cin de resistencia con el grado de saturacion en residuos arenosos de lavaderos de oro por el efecto lubricante del agua en la estructura la- minar de cloritas y biotitas presentes en los re- siduos, asi como por las fuerzas electrostaticas desarrolladas entre esos minerales en estado seco, que se traduce en una cohesién del or- den de 0,8 kp/cm* 35 5. BASES GENERALES DE DISENO Como ya se ha indicado en el Ap. 2.3, el di- sefio de una determinada estructura de alma- cenamiento debe obedecer a una estimacion de necesidades, a la mejor adaptacién al medio fi- sico y ala respuesta mas adecuada a los con- dicionantes siempre presentes de tipo econd- mico, funcional o legal Para los estudios preliminares es necesario estimar el volumen total de estériles a almace- nar en funcién de la produccién previsible o de las reservas disponibles y seleccionar sobre pla- nos topogrdficas los emplazamientos con capa- cidad adecuada. A continuacién deben evaluarse tales empla- zamientos ponderando un conjunto de factores que se detallan en los apartados siguientes: 5.1 Seleccién del emplazamiento 5.1.1. Consideraciones generales La localizacion del deposito de estériles exi- ge la consideracién de diversos factores, ya que Su repercusiOn sobre la explotacion puede ser muy importante. En esta seleccién influye tan- to la localizacién del lavadero como los facto- res topograficos, hidrogeolégicos y ambientales. El primer factor a considerar es la distancia al lavadero y la posicién en altura respecto al mismo, ya que ello determina los costes de transporte de lodos y recuperacién de agua, tan- to valorado en implantacién y mantenimiento de conducciones como en consumo de energia. Por ello debe intentarse que la balsa quede den- tro de un radio de 2 kilometros del lavadero sal- vo en instalaciones muy importantes con reser- vas muy extensas 0 cuando lo exijan condicio- nantes geoldgicos por la naturaleza de los efluentes. Incluso en el caso de grandes explo- taciones puede ser conveniente crear varias bal- sas sucesivas a desarrollar una sola gran bal- sa a gran distancia. La distancia puede ser un condicionante im- portante en residuos abrasivos 0 corrosivos por el elevado coste de mantenimiento de los sis- temas de transporte. En general conviene que la balsa quede a co- ta inferior que el lavadero con objeto de facili- tar el transporte por gravedad 9 reducir al mini- 36 mo los costes de bombeo. No se descartan, sin, embargo, implantaciones a altura moderada so- bre el lavadero. En general, deben buscarse tra- zados de suave pendiente para evitar tener que instalar partidores de carga. Debe tenerse en cuenta que los problemas de disefio y construecién aumentan considerable- mente con la altura, por lo que debe procurar- se no sobrepasar alturas de dique del orden de 40-50 m. Por otro lado, las balsas de gran ex- tension superficial plantean mayores problemas de infiltracién, impacto ambiental, expropiacio- nes, etc., ademas de las naturales pérdidas por evaporacién. En algun caso, no obstante, este Ultimo factor puede ser prioritario. A veces es necesario verter en dos 0 mas zo- nas para separar residuos con diferentes posi- bilidades futuras de relavado 0 recuperacién. La seleccién del emplazamiento debe hacer- se con vision de futuro, previendo el desarrollo, de la explotacién y sobre todo no hipotecando zonas de posibles reservas, areas de paso, etc. Deben evitarse también aquellas implantacio- nes que supongan un riesgo potencial para la estabilidad de taludes de cortas o instalaciones importantes. Andlogamente puede ser arriesgado situar de- pdsitos de lodos en zonas de subsidencia im- portante por labores subterraneas, tanto por las posibles infiltraciones hacia éstas como por los dafios que pueden derivarse para el dique, ele- mentos impermeables, conductos de drenaje, etcétera. No menos importante que los aspectos ante- riores es el posible impacto ambiental sobre el entorno, el cual puede llegar a ser determinan- te en algunas implantaciones, como cuando se trata de residuos toxicos 0 radioactivos. Estos temas se comentan en el Apéndice 2. A este respecto es importante considerar los vientos dominantes en la zona, buscando en lo posible areas resguardadas para aquellos lodos susceptibles de desecarse formando cenizas 0 polvo fino facilmente arrastrable. Modernamente se han desarrollado pondera- ciones numéricas para valorar la calidad de un emplazamiento, asi como criterios de evalua- cidn. En el Cap. 11 se desarrolla una metodo- logia de este tipo, sin pretender conferiria una validez general. 5.1.2 Topogratia Un importante factor a considerar es la topo- gratia, debiendo intentar buscar aquellos empla- zamientos que proporcionan el maximo volumen de almacenamiento con minimo volumen de di- que. Logicamente esto suele conseguirse en va- quadas de suave pendiente parcialmente estre- chadas por cerradas 0 afloramientos rocosos, pero este tipo de emplazamientos tiene también serios inconvenientes respecto a la derivacion de aguas de escorretia cuando la cuenca hidro- grafica es importante (ver Ap. 5.1.4). Contrariamente las peores soluciones corres- ponden a zonas llanas donde es necesario crear un dique perimetral para depositar los lodos en el recinto asi creado. Entre ambas situaciones caben por supuesto numerosas posibilidades. Interesa ademés que el perfil de la zona sea suave, lo que equivale a una ley altura-volumen sin cambios bruscos, donde podrian plantear- ‘se problemas operativos, de almacenamiento de agua. resguardos, etc. En zonas con escasez de agua son preferi- ies implantaciones de poca superficie libre para limitar las pérdidas por evaporacion. El tanteo de soluciones suele hacerse sobre pianos a escala entre 1:10.000 y 1:25.000, sufi- cientes para las cubicaciones preliminares. Para los estudios de detalle se requieren pla- nos 2 escala no inferior a 1:5.000 y preferible- mente 1:1.000 para la implantacién del dique e instalaciones auxiliares. 5.13 Factores geolégicos Los factores geolégicos condicionan la selec- ‘én de las posibles implantaciones. Ademas de los factores de capacidad portante, controlables por un disefio adecuado del dique. el principal ‘condicionante es la permeabilidad o eventual \karstificaciOn del terreno de apoyo. Los problemas de permeabilidad deben es- tudiarse con tanto mayor detalle cuanto mayo- res son los riesgos de paso al terreno de lixivia- des contaminantes. Logicamente la investiga- cién geolégica puede ser mucho mas somera en el caso de lodos inertes sobre un terreno con nivel freatico profundo que para una balsa de lodos radiactivos. En algunos casos es importante una zonifi cacién geoldgica del espacio disponible, detec- tando antiguos vertidos, balsas antiguas, etc., que hayan podido quedar disimuladas en el re- lieve natural. En el Cap. 7 se indica la metodologia a se- guir para el estudio geoldgico de posibles im- plantaciones. En relacion con estos estudios esta la dispo- nibilidad de materiales formadores de diques ‘cuando no sean aceptables los procedentes de la planta de tratamiento. Estos materiales de- ben estar disponibles a distancias cortas del di- que si no se quiere encarecer notablemente el coste del mismo. En el apartado 10.2 se indi- can las propiedades deseables para estos ma- teriales. En algun caso se han utilizado escombros procedentes de cortas o instalaciones subterra- neas. En general son materiales gruesos que no cumplen la condicidn de impermeabilidad por lo que deben completarse con espaldones o nu- cleos de materiales mas finos (ver Ap. 9.2.3), 5.1.4 Hidrologia Salvo en los casos en que la balsa tiene la mi- sién acicional de captar aguas para el lavadero, suele interesar reducir al maximo los aportes que llegan a la misma en situaciones normales © de avenida con tal de abaratar las obras de derivaci6n o los aliviaderos. En general interesa situar las balsas cerca de la cabecera de cuenca para reducir los aportes de agua siendo conveniente que la cuenca de recepcién no supere en mas de diez veces la superficie de la balsa para evitar aliviaderos im- portantes. Una solucion alternativa consiste en construir una presa de recogida de escorrentias por en- cima de la balsa, derivando desde ella los so- brantes. Todo proyecto de balsa que ocupe un cauce © intercepte escorrentias importantes debe in- cluir un estudio de aportaciones superficiales y la justificacién de las obras de intercepcion o desvio. Para ello pueden seguirse las recomen- daciones del Ap. 9.1 0 las recogidas en los tex- tos habituales de diserio de obras hidraulicas. 37 RETENCION EN BALSAS De Agua ‘guas OE LLuvia ‘QDESHIELO INPLTRECON AL TEREO (OES 0 DERRNCION ‘AOTROS CAUCES leescaneas 0 veRTiD0s jacooermes aan ARnsA| ALIMIADEROS ¥ DRENES | asa ve Lonos | ———eTENaON con 108 La00s) SURGENGIAS, FLLVOS ‘suBALVEOS ico {mm} i ‘AGUA DecaNTADA Fig. 5.1 Procedencia y flujo del agua en las balsas de estériles. El estudio hidrolégico, completado con los da- tos hidrogeolégicos y el proceso hidraulico de las aguas acumuladas en la balsa 0 efluentes de la misma, constituye una unidad que debe definirse con la maxima precision (ver fig. 5.1). 5.1.5 Evaluacién de posibles implantaciones Cuando existen zonas diversas donde implan- tar un depésito de estériles y no es evidente la eleccién puede recurrirse a una evaluacion de tipo cuantitativo como orientacién preliminar. Es- ta evaluacion debe completarse con la del po- sible impacto ambiental, segin se comenta en el Cap, 11. Se supone que los emplazamientos son aceptables a priori, seguin los criterios an- tes expuestos. Se define el indice de calidad de un empla- zamiento Q, como Q, a (8 yer” 38 donde a: Es un factor de alteracion de la capa- cidad portante del terreno debido al ni- vel freatico. 8: Es un factor de resistencia del cimiento de implantacién (suelo 0 roca). 6: Es.un factor topografico o de pendien- te. y: Es.un factor relativo al entorno huma- no y material afectado. 6: Es.un factor de alteracion de la red de drenaje existente. De manera aproximada se ha supuesto que cada uno de estos factores varia segun los cri- terios siguientes: a) El factor «de alteracién del equilibrio del suelo, debido a la existencia de un nivel freati- co proximo en el area de implantacién 0 su en- torn, se tomara: « = 1 in nivel fredtico o con nivel a pro- fundidad superior a 5 m. a = 0,7 con nivel freatico entre 1,5 y 5m « = 0,5con nivel freatico a menor profun- didad de 0,5 m. a = 0,3con agua socavando < 50% del pe- rimetro de la escombrera. = 0,1 conagua socavando > 50% del pe- rimetro de la escombrera. ») El factor de cimentacién 8 depende tanto de la naturaleza de la misma como de la poten- cia de la capa superior del terreno de apoyo, de acuerdo con el siguiente cuadro: POTENCIA wemumo 50%) 0.40 perfil transversal en Cerrada (inclinacion de laderas 320") 08 perfil transversal en -v» abierta {inclinacion de laderas <20*) 060.7 @ La caracterizacién del entorno afectado se ha realizado considerando el riesgo de rui- na de distintos elementos si se produjera la ro- tura (destruccién) de la estructura. Entomo afectado. — Deshabitado = Exificios aistados — Explotaciones mir = Servicios — Explotaciones mineras importantes — Instalaciones industriales, — Cauees intermitentes as poco importantes = Carretras de 1° y 2° orden, vias de omunicacion — Cauees fluviales permanentes — Poblaciones €) For ultimo, la evaluacién de la alteracion de la red de drenaje superficial se ha hecho con el siguiente criterio: Atteracién de ta red Valor de & = Nula ° = Ugera 02 = Moaificacion parcial de la escorrentia de una zona og — Ocupacién de un cauce intermitente O48 = Ocupacién de una vaguada con drenaje 05 — Ocupacién de una vaguada sin drenaje 06 ‘Ocupacién de un cauce permanente con ero- sion activa de < 50% del perimetro de una escombrera 08 ‘Ocupacién de un cauce permanente con ero- sidn activa de >50% del perimetro de una escombrara 09 Asi evaluados los distintos factores, los valo- tes resultantes del indice Q, se califican de acuerdo con la tabla siguiente: El emplazamiento se consid 1 2090 Optimo para cualquier tipo de estructura Tolerable para estructuras de gran volumen 0,90 a 0,50 ‘Adecuado para estructuras de vol men moderado 0,50 a 0,30 Tolerable 0,30 a 0.15. Mediocre o1sa008 * Malo 0,08 Inaceptable 39 5.2 Estimacion de las necesidades de almacenamiento Debe establecerse con la maxima precision posible la producci6n anual de estériles en sa- lida de lavadero y, con la dilucién exigida por el transporte, el volumen anual a llevar a balsa Ve Cuando proceda se incluird el efluente de los espesadores 0 decantadores. Alvolumen anterior debe afiadirse el almace- namiento de agua cuando la balsa cumpla fun- ciones de depdsito temporal, lo cual se da en gran parte de las explotaciones espafiolas. En una primera aproximacién, se puede estimar que la planta de concentracién opera con un 20 por 100 de sdlidos por m®. Conocido el tonela- je attratar, pueden deducirse los volimenes dia- rios de agua necesarios para funcionar en cir- Cuito abierto. Cuando el agua disponible en la zona sea menor, el depésito de residuos debe permitir la decantacién y reciclado del corres- pondiente deficit La capacidad de balsa o volumen neto total anual puede estimarse por ula expresion del ti- po (ver fig. 5.2): —Vo — Vi + Va (1) ESTERILES siendo: V.: volumen de agua perdido por evapora- cion. Vp: volumen de agua decantada, extraible por bombeo 0 evacuacién. Vz volumen filtrado hacia el terreno o los or- ganos de drenaje. V,: eventuales aportaciones de lluvia o esco- rrentia retenidas en la balsa. En el volumen de agua decantada debe in- cluirse la procedente de la consolidacién de los lodos bajo las capas sucesivamente deposita- das. Estos volumenes son funcidn de la extension del depdsito de estériles por lo que el balance indicado por la expresion (1) debera integrarse ala vida previsible de la balsa, generalmente por intervalos de un afio Previamente ser necesario establecer las re- laciones altura-volumen y altura-superficie libre para el emplazamiento elegido. La determinacién de Ve, Vp se desarrolla a continuacién, mientras que la de V, se incluye en el Apéndice n.° 1 y la de V; en el Capitulo 9. Fig. 5.2. Ciclo cerrado del agua en una explotacién minera. 40 5.2.1. Pérdidas por evaporacién La determinacién mas precisa puede obtener- se midiendo los niveles mensuales en tanque metalico de unos 1,80 m de diametro por 0,90 m de profundidad semienterrado hasta 0,10 m del borde, lleno de lodos y en un emplazamien- to analogo al de la balsa. Para estimaciones existen numerosas formu- las tedricas, si bien son de dudosa aplicacion al caso de los lodos ya que la composici6n, co- loraci6n y propiedades de éstos pueden diferir notablemente de las de las aguas naturales. Como orientacion puede utilizarse la formula de Meyer K 18 ET F. (1-4) (18 + V) 100 siendo: ET: Evaporacién media mensual en mm. F.: Tensién saturada del vapor de agua, co- rrespondiente a la temperatura maxima media mensual en mm de Hg. us Humedad relativa. Velocidad media del viento en km/hora. Coeficiente empirico igual a 15 para la- gos poco protundos y a 11 para depdsi- tos y lagos profundos, La aplicacién de esta férmula a algunas re- giones espafiolas se indica en la Tabla 5.1. Puede tomarse V. = ET xS, siendo S la su- perficie media del lago de balsa en el periodo considerado. A veces resulta util realizar un balance hidri- co de la balsa controlando las aportaciones de agua y la diferencia entre los niveles tedricos y reales en un cierto espacio de tiempo. Los re- sultades, sin embargo pueden englobar errores importantes si el volumen de infiltraciones es apreciable. En algunos casos, como en el de residuos t6- xicos ¢ aguas no reutilizables es interesante for- zar la evaporacién para aprovechar mejor el vo- lumen de almacenamiento disponible y reducir los riesgos de infiltracion. Aestos efectos conviene situar la balsa en zo- nas soleadas y abiertas a los vientos permanen- tes, si bien debe sopesarse el riesgo de una for- maci6n excesiva de polvo. 5.2.2. Volmenes de decantacion Mientras que en algunas explotaciones la es- casez de agua obliga a la maxima recuperacion a partir de los lodos, en otras no existe este in- terés y, a veces, la toxicidad, acidez, etc. del agua impide su reutilizacién y aconseja su re- tencién definitiva en la balsa. En el primer caso es conveniente que el agua pase con rapidez a sobrenadar, favoreciendo la extraccién por bombeo u otros procedimientos. TABLA 5.1 EVAPORAGION MEDIA MENSUAL SEGUN MEYER (cf. ——_ ee “| | MESES | POBLACIONES elei[uialtutststats To tn Jo J rotates Ameria 510 | 53.0 685] 75.4] 1015] 117.5] 144.0] 154,0| 1240] 06.5] 645 | 53.2] 1.093,1 Sarceiona 418 | 42.0 56.4 | 66.2] 895/111.6] 122.5] 94.0] 687] 524] 472| 668) 857.1 Bibao 362 | 39.2] 476| 54.6] 625] 66.2) 75.0] 825| 60.5] 460) 961 | 521] 658.6 Caceres 23.1 | 33.4 | 49.5 | 80.6 | 1250] 164.1) 343.0] 364.0] 200.5 |120.4| 376 | 22.2| 1.5634 Gran Canana 885 | 84.5 | 91.0 | 90.2|104.5| 180.0) 1195] 1236|1125 | 96,6) 835 | 73.0| 1.1874 Huesca 35.8 | 56.0 | 84.0 | 130.2| 159.2|217.2| 280.0] 293.0] 182.0 |103.2| 55.5 | 32.3] 1628.4 La Coruha 392 | 41.2 | 45.7| 53:7| 525] 585] 632] 636| 549] 450) 41,7| 41.0) 6002 Mara 246 | 36.8 | 48.4 | 86.0 | 109.9] 163.0] 242.2| 251.0| 134.1 | 67.0] 308 | 202| 1.2160 Maiaga 546 | 57,1 | 658 | 79.0| 95.6] 197.1] 1620] 133.2] 1095 | 73.0] 530 | 39,9 1.059.8 Ovense 285 | 41.2 | 36.2 | 77.5) 91.0|125.1] 156.5] 165.4] 1102 525] 346 | 280) 9487 Paina 490 | 5515 | 6216 | 76.6) 940] 125,5| 14700 195.2] 108,7| 80,3] 625 50.0) 1.0469 Seva 362 | 49.0 | 68.5 | 98.5 |148,0|215,0|273:5| 316.0] 196.0 9915] 523| 95.2) 1587.7 Vaiencia 453 | 52.6 | 64.6 | 705) 81,0|100.0/1155| 109.5) 91.0| 765) 545 | 47.3| 9082 Zamora 25:7 | 34:7 | 46.5 | 629 | 86,5| 1245] 166.7| 1620) 10756 | 59.2) 31.8 | 25.6| 931.7 a En los lodos arenosos esta decantacién se produce con facilidad, depositandose las parti- culas a distancias del punto de vertido inferi res a 20-30 m (ver fig. 4.8). Esta circunstancia da lugar a la formacion de «playas» cuya arena se utiliza en bastantes casos para construir los diques. Con concentraciones bajas, la sedimentacion obedece a un movimiento gravitatorio que sigue en lineas generales la ley de Stokes: ) D* (cmiseg) 18 siendo: vs: velocidad de sedimentacion D: didmetro de las particulas (cm). n: viscosidad del fluido. Este parametro es muy sensible a la temperatura y asi para el agua a 5°C vale 15,5x10° p.segicm?. y a 15°C 11,7x10 ® p.segicm® Por ejemplo una arena de 0,2 mm y ‘1s = 2,65 plcm?, a 15°C se depositaria a una velocidad v, = 3,1 cmiseg La ley de Stokes no es aplicable en cuanto aumenta la concentracion de solidos por enci- ma del 5-10 por 100 ya que éstos tienden a in- terferirse mutuamente retardandose la sedimen- tacion. Este fendmeno es dificil de estudiar teo- ricamente, aunque puede aproximarse mediante tanques de suspensidn en laboratorio. En ge- neral la velocidad de descenso es del tipo. Ww = vs nf (om/seg) siendo: 1 =porosidad inicial de la suspensi6n (igual a 1~Chs, ¢ = peso de sélidos por uni- dad de volumen). Son valores tipicos n = 0,75 20,90. exponente funcién del tamafo de las par- ticulas que puede encajarse en los orde- nes siguientes: Dao (mm) ' arenas 0208 48 limos arenasos 0.08-0.04 812 limos. 004001 12.20 limos arctlosos 0.01-0,008 20-30 arcillas 0.008 30-45 a siendo Dso el tamafio medio, correspondiente al tamiz que retiene el 50 por 100 de las particulas. En lodos finos son tipicas velocidades de se- dimentacién de 3 a 10 em/hora. Por supuesto tiene gran influencia el peso es- pecifico de las particulas y su actividad electro- quimica. Inversamente, el fendmeno puede ace- lerarse con adicién de dispersantes y floculan- tes. Lo anterior se refiere a sedimentacion en re- poso. Si el vertido se hace con una cierta velo- cidad y el lodo fluye hacia la cubeta de decan- tacion o a favor de la depresion causada por un bombeo (normalmente v = 1 cmiseg) las par- ticulas seguiran trayectorias sensiblemente pa- rabdlicas, llegando mas lejos las més finas, por mantenerse mas tiempo en suspension. La recuperacién de agua debe establecerse a mayor distancia de la que pueden recorrer ho- rizontalmente las particulas mas pequefias en el tiempo que precisarian para sedimentarse en reposo. Se ha sugerido como regla empirica que el lago de balsa debe poder almacenar los lodos de 5 dias de produccién (sin contar escorren- lias u otros aportes) y tener una superficie de 5 a 12 Ha por cada 1.000 t/dia de lodos. Sino se puede conseguir la decantacién com- pleta deberan colocarse filtros en la instalacion de recuperacién, hacer una decantacién esca- lonada, etc. Si el agua extraida supera el volumen defini- do por la frontera movil entre lodos y aguas cla- ras (que puede estimarse en funcién del tipo de todo) es evidente que el agua llevara finos en suspensién. El problema puede corregirse tam- bién aumentando el volumen permanente de agua en la balsa. Una vez que las particulas sé depositan y en- tran en contacto (indice de poros inicial e), se inicia el proceso de consolidacién, bajo las pre- siones efectivas derivadas del peso propio, re- duciéndose progresivamente el volumen de hue- cos y expulsando agua hacia las fronteras dre- nantes. El volumen sobrenadante es la diferencia en- tre el agua inicial de los lodos y la necesaria para ocupar los poros entre las particulas sélidas, pa- ra la compacidad alcanzada al final de la con- solidacion. Esta compacidad, generalmente ex- presada a través del indice de poros, puede es- timarse de acuerdo con el Ap. 4.4.6, 0 a partir de ensayos de decantacién. Para una suspen- sién de concentracién en peso C,,, al sedimen- tar con un indice de poros inicial e,, el volumen sobrenadante se deduce de Al depositarse capas sucesivas se produce un proceso de consolidacion. En el caso de resi- duos arenosos practicamente es despreciable. En lodos limosos es aplicable la teoria de la con- solidacién unidimensional llegandose a reduc- ciones del indice de poros dadas por Son interesantes al respecto las soluciones. obtenidas para capas de espesor creciente (ref. (48). Para lodos muy finos (fosfatos, caolin, etc.) re- sulta mas correcto aplicar teorias no lineales con Seformaciones finitas (ref. [36]) 5.3 Alturas de dique necesarias Con Ia informacién anterior puede establecer- se la altura que debe tener el dique a lo largo de la vida de la explotacién. El proceso puede ordenarse en la forma siguiente (fig. 5.3): a) Dibujo en planta del paramento de aguas arriba del dique y, planimetrando por pla- nos horizontales, obtencién de la ley altura-volumen almacenable. b) En funcion de la produccién de lodos ob- tencion de la ley volumenes brutos-tiem- po. Descontando el agua recirculada se halla la ley volumen neto de lodos-tiempo. Si se conocen las caracteristicas de de- cantacion y consolidacién de los lodos puede estimarse el volumen de agua que ocupara permanentemente el lago de la balsa" ¢) Transformacién de la ley anterior en al- turas a través de la relacion obtenida en a). Dibujo de la ley altura de lodos-tiempo. d) Establecimiento de la ley alturas de dique- tiempo, sumando a la ley obtenida en c) el resguardo de seguridad y eventuaimen- te la capacidad necesaria para laminacion de avenidas. Segun el método constructivo elegido el recrecimiento puede hacerse de forma continua 0 por tramos, cada cierto tiem- po. Suele simplificar los caiculos adoptar una pendiente media de los lodos decantados. Son valores tipicos: Lodos gruesos 9% Lodos medios 64 Lodis finos 3% 43 rr ALTURA DIQUE Hm) 3.8 \o} MMe Ve Ve ‘VOLUMEN(m®) 0) VOLUMENES ACUMULADOS ~ ALTURA DE DIQUE ALTURA DIQUE Him) er eS 20 afios b) VOLUMENES A ALMACENAR-TIEMPO 3 RECR z zo 8 g 2 5 z 10. Diaue ica. 5 10 5 20 anos c)ALTURA DE DIQUE - TIEMPO Fig. $3 Cafculo de la capacidad de almacenamiento y alturas de aique. 6. TRANSPORTE Y VERTIDO DE LODOS 6.1 Generalidades ‘Aunque en algunas instalaciones los lodos se transportan por gravedad mediante canaletas, el método habitual consiste en el bombeo a tra- vés de tuberias hasta la balsa. El bombeo puede ser innecesario si entre el lavadero y la balsa existe una pendiente sufi- ciente (> 0,5 %) y los sdlidos llevan la dilucién adecuada. Debe asegurarse, no obstante, que las tuberias funcionen siempre en carga ya que la entrada discontinua de aire puede dar pro- blemas importantes. Deben limitarse las velocidades en las tube- rias para evitar un desgaste excesivo de las mis- mas, sin llegar a permitir la formacién de depé- Sitos. Las velocidades recomendables oscilan en- tre 1,2-1,8 mis para lodos no ferrosos y 3,6 a 4,2 mis para lodos carbonatados. Si las pendientes naturales son muy fuertes Geben intercalarse pozos partidores de carga (ver fig. 6.1). La abrasién puede combatirse bastante sa- tisfactoriamente con tuberias de polietileno de alta densidad 0 de acero con revestimiento de poliuretano. No resultan adecuadas, por el con- trario, las de fibrocemento, PVC, acero dulce, polipropileno, etc Con lodos de tipo basico (pH > 8) debe utili- zarse tuberia de fundicién, con recubrimiento in- terior calcareo. Para lodos neutros o acidos las tuberias deben llevar un recubrimiento interior de elastémero. Para el bombeo se utilizan bombas centrifu- gas con rodete de acero anti-abrasién (dureza Brinell superior a 500) 0 revestido de cauchos resistentes. Las bombas centrifugas con revestimiento de caucho sirven para impulsiones ligeras, con ve- locidades periféricas no superiores a 20 mis, y siempre que no existan particulas gruesas (2-5 mm) en cantidad apreciable o los lodos con- tengan grasas o aceites. En caso contrario de- ben utilizarse rodetes de acero antiabrasion Fig. 6.1 Partidores de carga 45 ‘Segun las condiciones de la explotacién, de- be estudiarse la composicién de la estacion de bombeo para garantizar un servicio permanen- te, o las alternativas de bombas en serie alo lar- go de la impulsién. Es importante disponer de bombas de reserva. El transporte por tuberia tiene el inconvenien- te de los atascos cuando varia la concentracion de sdlidos o desciende la presion de bombeo, pudiendo producirse luego sobrepresiones que hagan saltar las uniones 0 reventar las conduc- ciones. En particular debe evitarse bombear lo- dos en tuberias secas. En caso de bombear con agua de sellado, ésta debe tener como minimo una presién 0,7 Kp/cm? superior a la de bombeo. Frecuentemente es necesario aumentar la di- lucién de los lodos en la salida del lavadero pa- ra favorecer el bombeo. En el caso de lodos fi- nos puede llegarse a concentraciones en peso inferiores al 3 por 100. En trazados muy largos deben evitarse codos, curvas o depresiones donde, ademas de produ- cirse pérdidas de carga importantes, puede que- dar el material atascado en caso de fallo de las bombas o descenso anormal de velocidad. Debe cuidarse el trazado de las tuberias de impulsion evitando que las eventuales fugas 0 roturas puedan afectar a la estabilidad del di- que o erosionarlo, A veces las fugas en puntos intermedios dan lugar a deslizamientos del te- rreno de apoyo que pueden provocar la rotura de la tuberia. : En procesos separativos 0 cuando interesa depositar en balsas distintas los estériles grue- sos y finos con vistas a futuros relavados, de- ben disponerse impulsiones independientes que pueden diferir en los didmetros y tipos de tube- rias, grado de diluci6n, velocidad de impulsion, ete. Por razones de explotacién suele convenir que las tuberias de impulsién de lodo y las de recuperacién de agua vayan en paralelo, con to- mas en ésta y purgas en la primera. 6.2 Transporte de lodos La velocidad del agua en las tuberias debe ser suficiente para que no se produzcan depd- sitos, pero no tan elevada que erosione los con- 46 ductos y provoque consumos excesivos por las grandes pérdidas de carga. PARAMETRO Fy ¢ 2 g ol mee L oe edeo] 02 ososos! @ 3 DIAMETRO MEDIO. Dso(mm) Fig. 62. Variacidn del parémetro F, con Ia concentra- ‘ion y el didmetro medio (ret. [5)). Para lodos con Dsp > 50x la velocidad de se- dimentacién puede estimarse por la formula de Durand Vv, = Fi Vagd 28—™ (mis) Ys siendo: F.: factor que depende del tamafio de las particulas y de su concentracion y que puede tomarse de la fig. 6.2. d: diametro equivalente del conducto (2x radio hidraulico), peso especifico de las particulas sdlidas. ‘wi peso especifico del fluido de transporte. En general las particulas se mantienen to- talmente en suspension con velocidades un 30 por 100 superiores a vs. A efectos practicos pueden utilizarse los va- lores de la Tabla 6.1, en funcién del Dgs, au- mentados generalmente en 0,1 miseg. TABLA 6.1 VELOCIDAD MINIMA (m/s) PARA EVITAR LA SEDIMENTACION (") amano Das Tama 226 200 ae | 95 | 92 | 28 | 10 | 9 mm | 009 , 005 _|o.075) o3|oa|os|o7s| 1 | 2 | 3 10 | 2 25] 08 07 |os flan ae |= |= S| Seal | — — so] 06 os |os va |rs |r| ra S| SNe = Se 4 tafas}is]is|is}—]—- |-|—| 16 3 100 tsfre}is]iz|saz fiz] — |-] — |i 2 150 is|i7{r7}ro|s9 fro }re |—] — | 19 a) t6|18|18]20| 20] 20] 20 20] 20] 20 2 300 t6|19|19]21| 22] 29] 23 es] 2s | 23 g 400 16 | 19] 19] 21] 22] 24] 25 |28] 28 | 28 & 500 17 |20|20|22]23]25|27 |30| 30] 30 = wm 17|20]20|22|24]27|29 Jas} as | 37 1.000] 06 oa joo 17 |20}20]23|26| 28] 30 |s9|s0 | «2 a 88a En proyectos importantes y dada la incerti- dumbre de este tipo de estimaciones, son re- comendables ensayos en tuberias de pequefio idmetro do, extrapolando la velocidad observa- da vp @ la tuberia real de diametro d, segun la relacion d veuwy OV a, En lineas generales puede considerarse que las, Particulas inferiores a 0,1 mm tienden a mante- nerse en suspensién, mientras que las superio- res 2 2.7 mm sedimentan con facilidad, hacien- do mas dificil su transporte. El dimensionamiento hidraulico de la conduc- ci6n puede hacerse por los métodos usuales (Williams-Hazen, Manning, etc.). Por el método de Manning, para tuberias de Giamétro d, la velocidad viene dada por 0,397 dae siendo n: el coeficiente de rugosidad de Manning. i: la pendiente de la linea de energia 0 co- ciente aH L 5 138 6 148 7 14 donde: AH: pérdidas de carga en la impulsién. L: longitud del trazado. La pérdida de carga en una longitud / es AH = 10,4n2 12 aus ea6nt = io existiendo formulas analogas para pérdidas en codos, cambios de seccién, etc. El caudal transportado sera Q = A - v, sien- do A la seccion de la tuberia. Para el coeficiente de rugosidad «n» se pue- den tomar los valores de la tabla siguiente: Material de Valor tuberi a Fundicion 0.015 Acero 0013 Hormigon 0,018 Plastico 0 acero muy liso 0,010 Las pérdidas de carga calculadas para agua limpia son validas para suspensiones hasta el 15 por 100 en volumen. Para concentraciones den siguiente: % de sdlidos Factor de volumen, correccién 15 1 20 1,22 25 1,40 30 1,88 Una vez calculada la altura manométrica Ha necesaria en las bombas (suma de la altura geo- métrica + pérdidas de carga) debera hacerse una correccién por tratarse de pulpa, es decir Ha Hp = ey El factor p puede deducirse de KC, 20 p=t1- siendo C, la concentracién en volumen y K el valor dado en la fig. 6.3. A partir de Hp, la potencia necesaria de la bomba se obtiene de las curvas caracteristicas dadas por los fabricantes en funcién del caudal ou FacTOR K 2: 0, 3 Deas! 024 0, OB! Dicha potencia, referida a agua clara, debe mul- tiplicarse por el peso especifico de la pulpa y por un coeficiente de seguridad no inferior a 1,2. ‘Como orientacion puede tomarse como poten- cia absorbida por el arbol de la bomba. Neo 22 =He Gey), 75 Pp siendo: Pp: el rendimiento nominal de la bomba de- ducido de las curvas caracteristicas. Q: caudal en I/seg. La potencia eléctrica tomada de la red se pue- de estimar por Q Hp _ Ne = 0,00981 (Kw) Py Pm siendo £,, el rendimiento del motor. En conducciones importantes siempre es con- veniente realizar ensayos de bombeo como comprobacién o ajuste de los calculos hidrauli- cos efectuados a partir de las caracteristicas in- dicadas por los fabricantes de las bombas y de las tuberias. 300 200 50 00 72 @ 36 25 8 6 10 7 8 “oe et 2 4 6 810 Dgp=TAMARO MEDIO EN mm (EL 85% EN PESO ES INFERIOR) Fig. 63 Valores del factor K en funcion de Oy. 48 Ejemplo Sea una planta que envia 28 Uh de estéril a balsa con una concentracién en peso del 14 por 100. El peso es- pecifico de los sélidos es 7. = 2,8 tim’ y su tamafio Das = 0,3 mm. La balsa dista 300 m y queda a 40 m sobre el lavadero. El peso especitico de la pulpa serd (ver Ap. 4.4.1) am = 1,100 ym? | ~ (10.14) 2840.14 y el volumen a bombear por tonelada seca de estéril Sess (14-1) 2.8 = 643m? Jo que da un caudal de pulpa Q = 6,43x28 = 180 mn = 0,05 mis Lavelocidad de transporte, segun la tabla 6.1 con f = 0.95 resulta 13

You might also like