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Proceso de la orientacion individual CUBICULO DEL ORIENTADOR Para que el proceso de la orientacién tenga un cardcter profesional y sea eficaz, es necesario contar con condiciones fisicas adecuadas, lo que incluye un gabinete o cubjculo adecuado, materiales de apoyo como pruebas psicométricas y papeleria, y evar un sistema de administracién de los servicios apropiado, como una libreta de citas, trfpticos de informacién acerca de los servicios, etc. El trabajo del orientador debe realizarse en un ambiente de intimidad donde no existan interrupciones frecuentes, en un espacio cémodo, bien iluminado y sin rui- dos que pudieran interferir con la comunicacidn directa y eficaz, que es necesario sstablecer en el acto de orientacién. Ya que el orientador debe mostrar una actitud de apertura, empatia y ser amis- coso y cordial con el alumno, durante el proceso de entrevista es necesario contar con sillas cmodas que estén dispuestas una frente a otra, pero rotadas 45 grados y ‘con una distancia de alrededor de un metro entre ambas. Muchos autores recomien- dan que no existan barreras fisicas entre el orientador y el alumno, por ejemplo, un sscritorio (aunque a veces la distancia es signo de prudencia y es recomendable). 1 112 ® Teoria y practica dela orientacion en la escuela: un enfoque psicabdgico (Capito 14) También es importante cener en el cubiculo un reloj que permita al orientador administrar su tiempo y conducir la sesién de manera eficaz. En muchos lugares, el cubiculo del orientador es en s{ una cdmara de Gesell, (una habitacion con un espejo de dos vias y con un cuarto adjunto de observacién). Bs decir, el gabinete de la orientacién es ala vez un laboratorio de conducta humana y un campo de entrenamiento para futuros orientadores, por la existencia en algu- nas de las paredes de un espejo de doble via adyacente a un cuarto en el que el slipervisor y otros estudiantes pueden obseryar el desarrollo de la sesién. Cuando no se use, es importante que el espejo tenga una cortina que lo man- tenga oculto. En las sesiones de orientacién o supervisién es indispensable advertir alalumno de la presencia de observadores detrds del espejo y de obtener su consen- timiento para que observen la sesién. De igual forma, cuando existan cAmaras y micr6fonos, se deberd aclarar cuando estén apagadas o en desuso y deberd obrenerse cl permiso del alumno para grabar 0 filmar la sesién. La presencia de estos elementos de observacién y registro son indis- pensables para el entrenamiento y supervisién del orientador en ciernes, pero su uso, en casos reales, requiere de un alto grado de juicio critico y ética profesional. PROCESO DE ORIENTACION Consiste en una secuencia de ctapas predecibles y controladas por el orientados, y debe tener una duracién relativamente corta, ya que la investigacién al respecto ha demostrado que en promedio, seis sesiones son el maximo recomendable para una orientacidn eficaz; por lo general, despues de este tiempo, si no hay resultados fayora bles, esto puede ser indicative de que el alumno no esta preparado, maduro o lista pura tomar decisiones, 0 bien, que el problema en cuestién no tiene solucién 0 nece sits ofro tipo de intervencién psicoterapéutica. Si el lector desea profundizar en |i funcionalidad de la psicoterapia a corto plazo, conviene que consulte a Krumboli (1969) y a Coren (2003). Aceptar la falibilidad del proceso de orientaci6n es fundamental para hacer de ésta una actividad humanistica pero cientifica, y para reconocer los limites y fronte tas-de la orientacién, ya que ésta no s panacea ni remedio para todos los males que pueden aquejar a un adolescente. Desde luego, el orientador ante un proceso no exitoso podré tomar ciertas me didas, como por ejemplo, referir a otro orientador, enviar al muchacho a un grupo de apoyo o terapia de grupo, dar un periodo para reflexién y reiniciar otro periodes de orientacién o referirlo a otro profesional, quizd uno mejor capacitado para el problema en cuestién. Es importante resaltar lo ancerior, yu que para la investigar cién acerca de la orientacién es fundamental contr eon criterias de dxito y tambien de fracaso con la finalidad de mejorar el proceso de orientacién de Manera real, Lay fixes del proceso de orientacién son; primer inprtesiin, elurificacién del proceso, eatablecimiento del rupperr, estableciimlenta de ux al terapéuricn, Otientacién uno a uno 113 anilisis y dilucidacién del problema, de decisién-accidn y terminacién. En este capitulo se analizardn cada una de estas fases con detalle, con la finalidad de identifi- car las habilidades, conocimientos y aptitudes necesarias para una orientacién eficaz. Healy (1982) sugieren que este proceso no debe exceder de seis sesiones, en busqueda de una eficiencia, enfoque y orientaci6n al logro en el trabajo del orientador. Primera impresion La primera impresién del alumno es fundamental, nos da una idea global del estado general y de su actitud ante el proceso de la orientacién. E! orientador experto observard detenidamente los rasgos fisicos, las actitudes y la disposicién hacia el Proceso de orientacién, En cuanto a los rasgos fisicos, el orientador debe observar el alifio, la forma de vestir, la presencia de cicatrices, tatuajes y aditamentos que pudie- ran otorgarnos alguna informacién acerca del individuo. En cuanto a las actitudes, deberd observar su interés, preocupacin, empefio y apertura hacia el orientador y el acto de orientacién. Finalmente, en cuanto a la disposicidén, se deberd observar si jacude de manera voluntaria con ganas de resolver sus problemas y tomar decisiones, 0 Si se muestra persuadido u obligado al acudir con el orientador. Clarificacién del proceso En la primera sesién resulta indispensable clarificar los propésitos de la orientacién y delimitar los productos y expectativas de este proceso, es decir, el alumno deberd ‘star claro de lo que puede esperar y Io que no, tanto del orientador como del roceso de orientacién. En la primera sesién, es indispensable delimitar los objeti- ‘vos y establecer las metas de la intervencidn, clarificar la funcién del orientador y, re todo, sefalar la responsabilidad del alumno en las decisiones a tomar. En uuchos casos, ser necesario establecer un contrato, verbal o por escrito, de los jempos, obligaciones mutuas y costos en su caso. No es superfluo enfatizar este punto, ya que uno de los riesgos més grandes del so de orientacién son los posibles dafios que pudicran ocurrir en el alumno In expectativas irreales acerca del mismo. Como toda intervencién profesional, los Irados e indices de éxito varfan. blecimienro del rapporr le la primera sesidn, es importante establecer una relacién afectiva y sensata con alumno que genere un clima de confianza y un ambiente de proteccién para que fe pucda reyelar sus sentimientos y pensamientos durante el proceso de orienta in. Al establecimiento de un vinculo afectivo y de respeto se le llama rapporty éste Un precursor insoslayable de la relacién terapéutica, “El rapport se basa en la fiona, respeto y acepracidn muruos” (Sattler, 2003 p. 13, Vol. 11). Cabe actarar, en ett esriblecimienta no solamente influyen fietores que pudieran estar bajo el “114 Teoria y préctica de la orientacisn en la escuela: un enfoque psicolégico (Capitulo 14) control del orientador, en muchos casos existe cierta “quimica” que lo facilita o difi- culta. Siendo Ia orientacién un acto humano, en ocasiones cuando la “quimica” entre elalumno y el orientador sea adversa para el establecimiento del rapport, el orientador esti obligado a sefialar este punto y a referir al alumno con otro orientador. Establecimiento de una relaciGn Terapéurica A medida que las sesiones transcurren, el rapport inicial deberd llevar al estableci- miento de una relacién terapéutica o una relacién de “trabajo” que consiste en un nivel de conversacién caracterizado por la reyelacién de ideas y sentimientos y la sensacién de un ambiente de confianza y confidencialidad que permitan el andlisis a profundidad del problema, En la relacién terapéutica, el estudiante percibe al orientador como un aliado y confidente, y a veces como un espejo donde ve refleja- dos sentimientos que antes no eran conscientes. En este ambiente de confianza y de rellexidn, se procura la introspeccién (o insight), es decir la experiencia de “aja”, que es la sibira aclaracién del pensamiento y el descubrimiento de una ‘verdad’ o ‘idea’ que antes no era clara porque el individuo no estaba consciente de ella. Existen varias acticudes del orientador que contribuyen a la creaci6n y el man- tenimiento de una relacidn terapéutica, dentro de éstas se destacan: 1. La empatfa, mediante la cual se demuestra al alumno que se le est escuchando y presupone una serie de conductas del orientador, como mostrar deseos de com prender, tratar lo que es importante para el alumno, uso de respuestas que denoten comprensién de las ideas y sentimicntos explicitos ¢ implicitos de éste. Las buenas habilidades para escuchar son dificiles de adquirir y de poner en préctica (...] estos particularmente cierto en el caso de entrevistadores novatos [...]. Ser un buen escucha implica estar libre de preocupaciones y prestar toda la atencién tam bién implica escucharse a uno mismo [...]. (Sattler, 2003, Vol. II. Pp. 10 y 11.) La autenticidad, la cual ayuda a la reduccién de la distancia emocional entre el orientador y el alumno, aqui se incluyen conductas de refuerzo no verbal como el contacto ocular; el hecho de no enfatizar el rol y la autoridad; el mostrar congruencia entre la conducta verbal y no verbal por parte del orientador y la espontaneidad, que es la capacidad de expresarse con naturalidad. La aceptacidn incondicional, es lo que permite al alumno sentirse libre para tratar sus problemiticas sin temor a ser criticado. Es importante no confundir la aceptacién con el apoyo de sus ideas. Esta se expresa por conductas como ¢l compromiso con el bienestar del alumno, evidenciar un esfuerzo por entender yuna actitud no valorativa. Anilisis y dilucidacién del problema ‘Toda ver establecida la relacién terapéutica y desarollada una allanza de trabajo entre el orientador y el orientadd, se procede al wnilisis slel yprablenya ceneral que ha _ @=3=—Cl Orientacién uno a.uno @ 115 motivado el acto de orientacién. En este proceso, el binomio deberd explorar cir- ‘cunstancias, alternativas, costos, y pros y contras de las decisiones potenciales que el alumno pudiera tomar. Este andlisis requiere que el orientador mantenga una posi- cién objetiva, que no involucre sus propios sentimientos 0 aspiraciones, y respete la individualidad del alumno. Elorientador, en esta fase, deberd estar especificamente entrenado para manejar al mismo tiempo el significado de las conductas, el flujo del pensamiento y los principios que rigen el raciocinio del alumno, as{ como los sentimientos y emocio- nes que surgen durante el proceso, El orientador debera buscar consistencia y con- gruencia entre lo que el alumno dice, siente y quiere hacer y deberé facilitar la toma de conciencia de las consecuencias de las decisiones a tomar. Fase de decision-accién El resultado deseable del proceso de orientacién debe ser la toma de decisién por parte del alumno, ya sea respecto de la eleccién vocacional o de cualquier otro aspecto de su vida que pudiera estar interfiriendo con sus estudios 0 su vida personal, que haya motivado el acto de orientacién. Cabe sefalar que en muchos casos la resultante de la orientacidn es precisamente el no tomar decisiones por ahora, o bien, el producto final es un incremento de la conciencia de la persona y su situacién. Desafortunadamente, como cualquier otra actividad humana que sc base en los _principios cientfficos del comportamiento humane, no es posible alcanzar el éxito ‘siempre. La orientacién es un acto falible, y es importante para el orientador aceptar “his ocasiones en que no se han alcanzado las metas del proceso. Algunos orientadors “expertos sugieren que finalmente en la orientacién, como en Ia psicoterapia, sélo ty dos salidas posibles del proceso: que el orientado cambie lo que piensa y siente los hechos y que acttie de manera activa y consciente para cambiarlos; 0 que no bie lo que piensa y siente de los hechos y, por tanto, no trate de cambiarlos, de terminacion importante que la orientacién tenga un final planeado y que el orientado tome iencia del punto de inicio, del de culminacién, y de los cambios y logros obteni durante este intervalo. Debido alo anterior, es indispensable que el orientador sea ismo tiempo un administrador de los tiempos, los contenidos, las estrategias y las del proceso, La claridad de étas incrementara las probabilidades de que el 10 concluya el proceso de orientacién (en ocasiones los alumnos simplemente de asistit) y por tanto las probabilidades de éxito y de ayuda efectiva disminuyen En reperidas ocasiones se crea cierta dependencia hacia el orientador, la cual tt indeseable mantener al término del proceso de otientacién. En ésta busca- ue el alumno resuelya problemas al tiempo de promover auronomfa, respon- Hidad personal y la capscidad de transferir las habilidades aprendidas durante el © Worry problemas de la vida y en otras cvapas del desarrollo, 116 @ Teovia y prdctica dela orientacién en la escuela: un enfoque psicoligico (Copitule 14) A veces es deseable recordar al alumno el ntimero de sesiones y scfialar la proxi- midad de la ultima sesidn, con la finalidad de facilitar la preparacién para el cierre del proceso. En la siltima sesi6n, el orientador debe ser capaz de resumir los logros y los avan- ces, de estimular al alumno a tomar las acciones decididas, y de explorar la posible utilizacién de las habilidades desarrolladas en otros tiempos y circunstancias, Cerrar los asuntos pendientes es indispensable para evitar dafios futuros y per- mitird que el alumno regrese nuevamente con el orientador seguro de poder resolver nuevos retos y problemas de manera eficaz en un ambiente protegido. EB orientador eficaz percibe lo que est4 sucediendo en su ambiente, y en el mundo de la otra persona: el alumno. El orientador debe ver los problemas del orientado sin la pasién y los sentimientos que nublan la percepcidn clara y objetiva del proble- ma. Ademis, es capaz de identificar 4reas que necesitan una exploracién mds con- feta, reta a otros con cuidado y comprensién, y colabora en la claboracién y coma lc decisiones de sus alumnos. Algunas de las habilidades que debe poseer un orientador son: planificacién de tas, perseverancia, habilidad para relacionarse con la gente, saber entrevistar y inistrar pruebas, facilidad de palabra y, sobre todo, saber escuchar. En este capitulo se abordan las habilidades necesarias para una oricntacién efi- y se seftalan los aspectos a cuidar durante la entrevista individual y el trabajo con alumno a lo largo del proceso de orientacién. Entrevista entrevista es una técnica que requiere de mucho entrenamiento para poder do- inar las habilidades requeridas para una informacién bidireccional eficaz y profe- il con la finalidad de obtener la informacién necesaria acerca del alumno, y aitlo hacia la toma de decisidn, intromisidn o resolucién de problemas. Adak te oe eee ties SIN) | ‘ ‘

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