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ALTERIDADES, 2008 18 (6): Pags. 47-61 Modelos de desarrollo cultural urbano: égentrificacion o urbanismo social?* GEORGE YODICE: Abstract -Mopeis oF Unnaw Curtura: DEVELOPMENT: GENTRINCATION OR ‘Sociat, Unnanisiv? This essay examines specific cases from the model called Creative Cittes, which ts enthus: lastically implemented in the developed world. It then studies the programs Cultura Ciudadana (Citizens’ Culture) of Bogota, and Urbanismo Social (Social Urban- ism) ofMedellin. Thearticle concludes with recommenda: tions to achieve culturally sustainable development. Resumen, Esteensayo revisa ciertos casos delmodelodectudades creativas aplicadocon entusiasmoen el mundo desarro- Wado; luego examina los programas Cultura Ciudadana de Bogotdy Urbantsmo Social de Medellin, paraterminar con algunas recomendaciones paraundesarrollo cult ralmente sustentable Palabras elave:ciuclaclescreativas, cultura ctudadana, industriascreativas. industrias culturales, starquitectura, Key words: creative cities, citizens’ culture. creativein- nuevos modelos de negocio dustries, cultural industries, starchitecture, new bust- ness models Ciudades creativa FRc beneniny enact Partinson expiean que las pmeras estratesas de revitalize urbana ue tuvieron en cuenta politicas culturales se propusieron en la década de los setenta en Estados Unidos (1993 5), Tras la desindustrializacién y los desérdenes urbanos de los aftos sesenta y comienzos de los setenta, la poli- tica cultural local de las arts agencies, que sirvié cn parte para apaciguar manifestaciones y motines, coincidié con proyectos de desarrollo para los centros deshabitados en muchas ciudades estadounidenses (Yiidice. 1999) Los planificadores y promotores inmobiliarios (developers) recurrieron a muiseos y lugares de recreo y entrete- nimiento para atraer a las clases medias que habfan abandonado los cascos urbanos y para dar valor a nuevos proyectos de vivienda, oficinas y comercio. Irénicamente, el modelo surgié a partir de Ia experiencia de artistas que se habian instalaco de manera ilegal en las recién cesocupadas fabricas del barrio que se llamaria SoHo,” Y que tuvieron que mudarse cuando las nuevas clases medias -las clases ereativas que trata Richard Florida (2002)- invadieron el barrio en busca del cache dotado por el arte. Diez 0 15 anos después el valor de los inmmue- bles se habia multiplicado por un factor de 180 0 18 000 por ciento; un edifieio de lofts que en 1968 se vend en + Articulo recibido ol 11/04/07 y aceptade et 13/06/07. ~ Deparment of Modern Languages & Literatures, Universidad de Mian . ' Solle significa “south of Houston”, es decir, al sur dea calle Houston. Fs l primer barrio al cual los corredores inmabiliarios Ie pusieron acronimo en los ahos setenta. Desde entonces, surgieron NoHo, Tribeca, y hasta SoBe (sur del Bronx), todos ba- los gentrificados Inego de su revitalizacién por los artistas. PO Box 248093, Coral Gables, FL 33124-2074 Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? 12000 délares, en 1980 se vendlié de nuevoen 2 160000 (Zukin, 1982). Esta experiencia coineidié ademas con Inrevitalizacidn de otras reas abandonadas: laszonas portuariasdeciudades postindustriales como Boston, Baltimore y Nueva York. Cabe observar que Nueva York se transformé radi calmentea partirde su bicentenarioen 1976 mediante una estrategia de mereadoteenia que “limpiaria”, por asi decirlo, a la bohemia y al bajo mundo neoyorqui- nos, alas mean streets (scgtin cl titulo dela pelicula de Martin Scorsese), por las cuales tenia fama e infamia, Sirapidamente vemos 30 aftos adelante puede obser- varsequelabohemia cultural, que tanto artista famoso produjo, ha sido expulsada de Manhattan, remplaza- da porzonasdemucholujo, yuppiesy susdescendien- tes, y dreas de entretenimiento familiar comola disney cada calle 42. Esta higiene urbana no sélo eché a la bohemia, sino que desplaz6 a la “jungla asfaltada” de las familias de bajos ingresos, entre ellos una mayo- ia de puertorriquenos que vivia en Manhattan, en el sudeste de Harlem (que, dicho sea de paso, ha expe- rimentacio su propio proceso de gentrificacténen la ti- tuma década). El proyecto mas reciente es el corredor cultural de Brooklyn, que también est desplazandoa Jos grupos que aportan el “multi” al culturalismo, en cuyo nombre se legitiman estas obras. ‘Apesar del impacto mediatico e ideolégico del mul- ticulturalismo en Estados Unidos hay mas segresa- cidn hoy en dia que en Ios afos sesenta, sobre todo en. Ja medida en que las clases medias vuelven a los cen- (ros urbanosy los pobres deben mudarsealas periferias, en Nueva York, Boston, Filadelfia, Chicago, Baltimore. Atlanta y otras ciudades. El multiculturalism, tal como se proyectaen a television y elcine, podria evar ‘a pensar que existe mayor relacién entre los diversos gruposculturales, pero més bien hay una desconexion, Distrito Cultural de la Brooklyn Academy of Music “Theater for a New Audience” + 2.500 m’, teatro de 900 plazas, espacio de ensayo eon 50 plazas, Eldeveloper Ratner ceonstruita 17 raseacielos en teste corredor cultural que oficinas, wna pantalla de cine externa, PANA administra ol programa de teatro ma elsisiema escolar piiblico de Nueva York, izindose en obras d Inchiye teatros, estudios de danza, galerias, tiendas y un cestadio de beisbol George Viidice entrelamaneraenquelaciudadesimaginada mediante Tacultura (medios, artes, etcétera) yla forma en quees vivida realmente, disyuncisn que los estudios urbanos estadounidenses no han registrado, Predominan tanto Iosanilisis para la revitallzaci6n, que prometen mejorar Iavida urbana pero invisibilizan alos pobres, como las, criticas basadas en economia politica que adoptan una, vision macro, por Io general mas alld de los imagina- rios. No se ha vinculado el imaginario generado por el, impacto fisico ¢ institucional de los servicios avanza- dos, las industriasmediaticasy, desdelosaiosnoventa, Jos nuevos medios, con las imagenes producidas por esas misinas industriasy cl modo en quelosresidentes de la cludad las interpretan. Esta ceguera contrasta con las investigaciones llevadas a cabo en el Programa, de Estudios sobre Cultura Urbana en la Universidad Autonoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (ua). Peroantes de referirme a ellas aludiré al menos breve- mente a los estudios de politicas eulturales urbanas enEuropa. En Europa occidental, las politicas culturales ur- banas surgieron a partir dela descentralizacién guber- namental hacia las regiones y los municipios en los anos setenta y ochenta. Bianchini y Parkinson (1993: 6-7) explican quelacreacién en lossetenta de un siste- ma de goblernos regionales ~con nuevas capitales re- gfonalescomo Turin, Venccia, Génova, Bolonia, Floren- clay Napoles en Italla, y nuevas capitales de regiones, auténomas.como Barcelona, Valencia, Santiago, Bilbao Sevilla en Espana—requiris la redistribuctén derecur- ‘sos nacionales, con un nuevo protagonismo cultural, la creacién o el fortalecimiento de consejos culturales, yla proliferacion de gestores culturales. Con suvictoria electoral en 1981, los socialistas franceses emprendie- ron un vasto programa de descentralizacién en regio- nes, departamentos y munteipios bajo la Direcetén de Desarrollo Cultural, presidida por el ministro de Cul- turaJack Lang. Enel Reino Unido, la hegemoniadelos conservadores frené la descentaalizacién, peroa finales de ladécadade losochentase fortalecieron los Regional Arts Boards, y luego dea victoria laborista en 1997 se ogr6. en parte con la plataforma de renovacién cultural Cool Britannia (Britania padrisima), que en efecto ha favorecido al sector cultural, no s6lo duplicando el pre- supuesto sino ademas incentivando la produccién y exportacién de cultura britanica, como mas adelante se explicars, ‘Sibien el uso dela cultura llegé a predominar para proycctar una imagen glamurosa de las ciudades, in- cluso transformandoa algunas como Frankfurt -infa- me por sus efluvios cloacales-en importantes centros de cultura, y asi clevar su posicién internacional en Ta, nueva épocadecompetencia global, tamblenes verdad que los nuevos movimientos sociales y organizacio- nes de base han encontrado un medio de movilizacion en lagestién cultural, Muy a menudo lo que triunfaes Jaretéricadelademocraciamas queunatransformacién real. El Plan de Revitalizacién para Bilbao, propuesto por dirigentes politicos y empresariales locales. preo- ‘cupados por el desgaste de la infraestructura postin- dustrial en Bilbaoy por el terrorismo, tenia el propésito de transformar Ia infraestructura cultural para atraer allos turistasy sentar las bases de un complejo econé- mico destinado a los servicios avanzados, ala informa- eign yalasindustriasculturales. Invirtiendoen un mu- ‘seo marcado por la grandiosidad estilistica de Frank Gehry. losdirigentesdela ciudad aportaron elimanque atraeria aquellas actividades “que dan vida", para em- plear la expresion de Manuel Castells: “se ha generado una extraordinaria actividad urbana en la que, juntoal trabajo de innovacién, se desarrolla el tejido social de bares, restaurantes, encuentros en la calle, ete., que da vida a este lugar’. Realzar asi la calidad de vida le permiteala ciudad interesary retencralos innovadores, indispensables para la nueva economia creativa (Cas- tells, 2000). “FI conocimiento, Ia cultura, el arte [.-] contribuirén a catapultar a Bilbao alla lista selecta de las eapitales mundiales”, observa el presidente de Bil- bao Metrépoli 30, una asociacién puiblico-privada de funcionarios gubernamentales, empresarios, educado- res, directores de organizacionesno gubernamentales yejecutivos de los medios de masas. cuyo propésito es eldesarrollo econémicode la ciudad (Jacobs, 1997: 14), Se trata dela creacién de una imagen-marea (brand- ing) de la ciudad. Como referencia intemacional. el “modelo Barcelona” ha sido el mas exitoso a pesar de haber engendrado una serie de conflictos en tornoa la gentrifieacién y la prioridad dela puesta en valor del suelo por encima del bienestar humano. Como explica Carlés Guerra (2007: 152), “Ia transformacién urbana de Barcelona ha seguido las pautas de un modelo pos- fordista, un modelo caracterizado por su capacidad de movilizacion de las energias urbanas, con todos sus aspectos inmateriales, intangibles y etéreos sinteti- zados en una representacion que circula globalmente como reclamo para el turismo, puntal del sector ter- ciario", Noobstante tiene antecedentes queseremontan alsiglo xix, el protagonismo actual del modelo arranea con la construceién de la villa olimptea para recuperar Ia Barceloneta y la zona portuaria adyacente, y la transformacién del Poble Nou como proyecto del Forum, Universal delas Culturas en 2004, una suertedeolim- piada cultural, que generd gran opostcién debido a que tenia poco de cultura y participacién ciudadana y mucho de intereses econémicos. 49 Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? El Museode Arte Contemporsineode Barcelona (Macha) en el Raval gentrifieado La construceién del Museo de Arte Contempori- neo de Barcelona (Macha), disenado por el starquttecto Richard Meier, en la estela de a olimpiada a mediados de la década de 1990, era parte del Plan del Area de Rehabilitaci6n Integral (ak) del barrio degradado del Raval. Ademas de derribar numerosos edificios patri- moniales, el edificio del museo—un enorme cubo blan: ¢0- desentonaba con su ambiente, y, como observan algunos criticos, simboliza la limpieza social que el an! promovia. EI plan buseaba la “rehabilitacién laboral de la po- blaciénexeluida” como parte de laestrategiade“mejorar las condiciones de vida en el distrito, afrontando prio- ritarlamente las bolsas de marginacién y de pobreza” (sobre todo de migrantes indocumentacos) y la inse~ guridad del Raval, pero su verdadero objetivoera susti- tuir ala poblacién marginal “por otros de mayor poder acquisitive y cambiar asi la imagen del barrio [...] Me- jorar las condiciones de vida en el distrito no signifies expresamente que los residentes vayan a vivir mejor. sino que serdn atin mas marginados, pero en otras zo: nas en donde no influyan tanto en Ia imagen para la cludad” (Cécola, 2005: 10: véanse también Delgado. 2007 y Yiidice. en prensa (al) 50 Es precisamente por estrategias como éstas que David Harvey (1989) caracteriza las politicas culturales de revitalizacién urbana como una “maseara carna- valesea” que encubre la reestructuracién en favor del capital privado local en alianza con el internacional (Bianchiniy Parkinson, 1993: 14). Enestecontextode competitividad constatamos un proceso doble: por una parte, el ensanchamiento de la gestién auténoma cn lo politico. cconémicoy social de los gobiernos mu- nicipales y consejos locales, y por otra el surgimiento de nuevas formas de gobernabilidad urbana (Kulon- palo, 2004: 5). ¥ en ambas esferas -Ia gestién y Ia go- bernabilidad- lo que prevalece son las alianzas entre el sector ptiblico y el privado, las cuales se extienden alaescala Internacional, en redes de cludades, de ma- nera que cada vez mas éstas van generando sus pro- pias politicas externas y comerciales. Las nuevas poli eas culturales van mas allé de diseiplinar o normar alos ciudadanos-segtin el andlisis foucaultiano exten- didoalas politicas culturales por Tony Bennetty otros estudiosos angloaustralianos-y se convierten en poli- ticas econémicas. El modelo es el de las ciudadles creativas, que se est reproduciendo alrededor del mundo. En Laciuclad George Viidice creativa: Una caja de herramientas para innovadores: urbanos, Charles Landry propone que la ereatividad que infunde las artesy la cultura esel reeurso mas im- portante dela ciudad. yque ya ha cesplazado al carbén, al acero y al oro (Landry, 2000: 7). No se trata de un bro analitico: es mas bien un evangelio para aplicar ideas nuevas y flexibles a la complejidad propia de los. problemasurbanos. Anteese panorama, Landry aboga porestablecer ambientes creativos, redesy conglome- rados (clusters) de innovacién, aptos para enfrentarla. El elustercreativo ejemplares, desde luego, Silicon Va- ley. pero Landry senala mas de 30 casos. entre ellos Campeche, en México, donde se introdujo una tarjeta inteligente para simplificar los tramites burocriticos de los que reciben asistencia del Estado (Landry, 2000: 24); Belo Horizonte, en Brasil, donde los pepenadores, se organizaron no sélo para protegerse ante el desden y a veces los agravios de la policia y los ciudadanos, ‘smo también para poner en operacién un programa de reciclajey asimostrar que aun la basura és un recurso valioso (Landry, 2000; 151}:y Porto Alegre, también en, Brasil, que instituyé el presuipuesto participative (Lan- dry, 2000: 194). Estos ejemplos dicen poco acerea de lacullura enel sentido enqueestamosacostumbrados aentenderla (arteseindustrias culturales). peroen al- unos otros que analizaré se combina este tipo de inge- nio y la cultura en la acepcién mas tradicional. Un primer casoesel de Miami, esa mancomunidad de 80 condados y cludadesen el sur de Florida que fue transformada en los tiltimos 20 anos por las industrias de la moda, el entretenimiento, las comunicaciones y Jos nuevos medios. Estos suministran el impulso que ha condueido ya a caracterizaciones de Miami como una ciudad global basada en las numerosas articula- ciones multinacionales que tienen lugar en el area (Beaverstock et ai., 1999 y 2000). Sin duda, la posibi- lidad de hacer esas articulaciones fue facilitada porlos exilados cubanos con pericia en negocios, conexiones hemisférieas y su capital cultural, asi como por otros, dos precedenies histéricos, La industria de la misica, promovida inietalmente por la empresa de Emilio y Gloria Estefan y luego ampliada a partir del arraigo en Miami de las oficinas centrales de las majors, y las redes televisivas—Telemundo, Univisién, Cisneros Tele- vision Group- que se vienen instalando alli desde los, anos ochenta junto con la industria editorial, fotogrsi flea y de moda, y el auge de museos y galerias de arte, todo lo cual representa el motor del crecimiento econé- mico de Miami en este periodo. untrevista con Dennis Leyva en las ofietnas de Publishing, Miami Beach, 14 de marzo de 2000. Si bien el infeio de este proceso tuvo que ver con las contngencias de la migracién cubana, ya en los no- venta sedio una alianza de funcionarlos publics. em- presarios y ciudadanos para valorizar este cluster, in- centivarloy fomentarlo. Afinales de esa década secres ‘una Coordinacion para la Industria del Entretenimien- to dentro de la Division de Desarrollo Econémico® que tiene como funciones apoyar a empresas de miisiea, televisién/cable, cine, moda/revistaynuevosmedios: reclutary retener a empresas de entretenimiento; coor- dinar todos los servicios dirigidos al sectory mantener un observatorio de investigacién e informacién para. éstc; facilitar la organizacién de congresos, exposiciones industiiales. premios al sector y la creacién de pro- gramas televisivos; organizar viajes para periodistas y visitantes interesados en el medio y publicar una guia de hoteles para empresarios: resolver problemas entre el sector y la burocracia municipal; y apoyar los es- fuerzos del Consejo para la Producesén Industrial de ‘Miami Beach. Comparada con la mayoria de las ciudades de Amé- riea Latina, Miami ofrece estabilidad econémica; la ubicacién mas conveniente en todo el hemisferio para ‘quienes viajan tricontinentalmente entre América La- tina, Europa y Estados Unidos: el mas bajo costo de vida de las mayores concentraciones delatinos estadou- nidenses (Los Angcles, Nueva York, Miami): excclentes, comunicaciones y servicios de correo: una masa eriti- cade companias productorasy servicios avanzados al productor (contadurfa, publicidad, banea, abogacta, etcétera) y tecnoldgicos a la produccién (estudios. labo- ratorios, instalaciones de postproduecion y distribucién); elevado capital intelectual y artistico (compositores: arreglistas: productores: muisicos: guionistas: disena- dores visuales, de interiores y de modas; traductores, multilinges; universidadesy centrosdeentrenamiento especializado): locaciones atractivas paracine. videoy fotografia; descuentos fiscales y otros incentivos gu- bernamentales parala producciény elcomercio: y alta calidad dela vida cultural (restaurantes, bares, clubes nocturnos, galerias, museos, playas). Adem4s, para muchas personas que se han reubicado ahi. tiene la atmésfera ce una ciudad latinoamericana sin lacrimi- nalidad, la mugre ya disfuncionalidad infraestructu. raly con todas las ventajas de una ciudad del Primer Mundo. Pero sf Miami siguierala pauta de Landry no habria Ja tension racial y de clases que la distingue. Ello des- miente también la mirada aguda (insighd) de Richard ciudad de Miami Reach, 14 de marzo de 2000. :ntrevista con Bruno del Granado, Miami Beach, 13de marzo de 2000, y con Néstor Casonu, gerente regional de EMI Musie 5 Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? Florida, en su estudio El auge de la clase creativa (2002), cuyoargumento establece que la diversidad es en siun vivero para la creatividad y la innovaeion y. por ende, para el desarrollo. En Miami, el reconoci- miento dela diversidad es mas bien retérieoy selimita, aciertos grupos. Elénfasisen eluso dela cultura para el crecimiento econémico no resuelve el hecho de que Ia mayoria de negros tenga dificultad para encontrar empleo, que los haitianos sean discriminados. y que algunos blancos no latinos procuren declarar mediante referéndums al inglés como {dioma oficial. Hay, pues, una disyuncién entre la imagen de Miami, sobre todo para clases medias latinas y latinoamericanas, y la realidad que vivenciertos grupos, entreellos inmigran- tes indocumentados pobres que se ocupan de limpiar oficinasy casas, Cultura y comunicacién en la Ciudad de México Es evidente que la diversidad puede ser un factor de fomento al conocimiento y al desarrollo, cuando hay lazos de sociabilidad. Pero es justamente la dificultad de establecer estos vinculos en las megalépolis lo que os investigadores del Programa de Estudios Sobre Cultura Urbana de la vav-t analizan. No se trata sélo de Io inabarcable dela megalopolis que no deja ver es. toslazos; mais bien, como indica Néstor Garcia Canelini en la introduccién a Cultura y eomunteaeion en la Cat dlacl cle Mextco, las investigaciones recogidas en ese l- broconstatan y tratan decomprender la “sensacion de desorden incontrolable”, la heterogeneilad deslocali- zada, las contradicciones de lo que antes se denominaba desarrollo desigual y combinado, y la segregacion s0- cloespacial (1998: 24). Nohay una red de seguridad en lasmegalépolis latinoamericanas parael"mar depobre- za” que Eduardo Nivén tasa de 40 a 50 por ciento de sus residentes. Su inseguridad, dice, se traduce en la, fragilicad de las relaciones sociales (Nivén, 2002), Las, migraciones, el crecimiento urbano, la informalidad, la exclusién, la disminucién de los espacios puiblices. Jacriminalidad, la precariedad, los embotellamientos, los sismos, elenmaranado bosque de signosy mensajes que brindan los medios: esta enorme complejidad la abordan los investigadores en redes multidisciplinarias, capaces de discernir las variadas escalas, tempora- ldades y formas de habitar de la megalépolis. Cultura y comunicacién en ta Ciudad de México se organizaen cuatro esealasespacio-temporales simulta neas, recorridas por vectores locales, nacionalesy tras- nacionales (Garcia Canclini, 1998; 20). La primera, la chudad histérico-territorial, en cuyocentro seencuen- 52 (ran patrimonios multitemporales, vendedores am: bulantes, turistas, indigenas, espectculos puiblicos, y las reformas fachadistas y las disgregaciones que estudia Ana Rosas Mantecén (1998). La segunda, Ia ciudad industrial y la metropolizacion, que se traduce en la “diseminacién de la maneha urbana” hacia los margenes, donde se instalan diversas maneras de ser chilango, con desigual acceso a blenes culturales que “corresponden adistintos modosde imaginary valorar lavida urbana’ yauna reorganizacién delas relaciones entrelo publicoy lo privado, inserita materialmenteen las viviendas vertteales de la época de la industriall- zacion y en Ia autoconstruccién, que generan conse- ‘cuencias funestas difieiles de tramitar“entrela gestion ptiblicayla biisquedaciudadanade soluciones” (Garcia Canelin!, 1998; 28). La tercera efudad, la eomuntca- cional, se caraeteriza por la diseminaci6n de medios masivos y de imagenes que “reconectan las partes di- ‘semninadas” en escalas de dimensién variable: local, nacional, trasnacional, y que asi aportan alos mapas conceptuales con que se interpreta la realidad en que sevive. Volveré sobre este tema al tratar los casos de Bo- gold y Medellin, los cuales creo que sintonizanconeste aspecto comunteacional que genera mapas y mundos imaginarios que elanailisis politico-econémico, alestilo de Castells, Hall y Sassen, no logra discernir. Los me- dios tienen un impacto simbélicoy material que acom- pana y condieiona la experieneia megalopolita. Aestas, tresctudades los investigadores superponen una cuarta que interactiia con ellas: la cludad de la hibridacién multicultural y la demecratizacién. La multiplieidad de escalas, desplazamientos, migraciones, inversio- nes de Io puiblico y lo privado, eteétera, “produce un desorden”, escribe Garcia Canelini, “siempre a pun- to de explotar” (1998: 33). Senala que st bien el debi- Utamiento de estructuras es liberador en los paises desarrollados -en esto consisten los ejemplos de des- centralizacién y revitalizacién regional y municipal que resené antes- donde ademas la descentralizacion ha tenido efectos democratizadores (yo argumentaria ‘que no del todo). en las megalépolis latinoamericanas conduce a la ingobernabilidad, y el enmurallamiento del que escribe Teresa Caldeira en su libro sobre Sa, Paulo, Su evaluacidn de los centenares de manifesta- clones y actos en la calle es revelador de la frustraeién que sienten los manifestantes al no entrar en los “me- canismos ‘reales’, instituelonalizados, de representa- cidn, ni en los medios de la simbélica masiva’ (Garcia Canelin!, 1998: 36) Culturay comunicacién en ta Ciudad de Méxicono es un libro en el cual abunden recomendaciones para el George Viidice diseno de politicas piiblicas. Mas bien es el registrode um laboratorio en el que se sopesa la complejidad del encuentro de chucad, eiudacanosy comunteacién, En, otros textos y estudios se hacen recomendaciones para establecer politieas publieas. Por ejemplo, en Con- sumidores y ciudaclanos: conflictos multiculturales de la globaltzacton. Gareia Canclini (1995) opta por una visién continental, una suertedeconfederacién de Bs- tados latinoamericanos, al parecer una extensién de infelativas eomoel Mereade Comin del Sur (Mercosur), que ofrece una alternativa ala influencia de las indus- irias culturales trasnacionales y estadountdenses. El autor recomienda politicas para generar un espacio medisitico latinoamericano; crear mercados comunes, de libros, revistas, cine, televisisn y video en la regién: estipular cuotas de 50 por ciento para la produccién y distribuci6n latinoamericanasen cinematografos, chi- besdevideo, emisorasderadio, programacién televisiva, eteétera; instaurar una fndacién para la produceién, y distribucién de los medios masivos de comunica- clon en América Latina: regular el capital extranjero y establecer politicas para fortalecer las economias latl- noamerieanas: asi como fomentar el desarrollo de la eludadania concediendo mas ateneién a una politica de reconocimiento acorde con una multiculturalidad democraitica (Garcia Canclini, 1995). En otros trabajos propone, poruna parte, legislaciény politicas culturales Y. por otra, politicas econdmicas y desarrollo susten- table para las industrias culturales, puesla producei6n y distribucion a partir de contextos latinoamericanos “que, dicho sea de paso, siempre son desde eiudades yno simplemente nacionales- asegura la diversidad y contribuye a la “promocién de una intereulturalidad ereativa y solidaria” (Garcia Canclini, 2004), Bogota y Medellin: cultura ciudadana y urbanismo social Hay mucho mas que podria decirse de los aportes de Gareia Canelint y de los investigadores del Programa, de Estudios sobre Cultural Urbana, pero hay otros ca- sos que ofrecen perspectivasmuy diferentes. En primer lugar, Ia transformacién de Bogota y Medellin ce eiu- dades caracterizadas por el conflicto de clases y los muds altos indices de homieidio en cludades relativa- ‘maente pacificas, con programas para mejorarla sociabt dad. En ninguno de estos casos podria decirse que el ‘cambio se logré a partir del liderazgo cultural. pero las Infelativas culturalesse integraronalasestrategiasde ‘cambio ehicieron aportes signifieativos. Eleaso de Bo- gota inicia en el primer gobiemo de Antanas Mockus, 1995-1997, con el Programa de Cultura Ciudadana, Ante la anomia y el desorden social. Mockus decidis poner en priictica una ingenieria bastante seneilla para, revertir Ia informalidad, el deterioro de lo ptiblieo, la falta de respeto a la propiedad, el clientelismo. y otras deficiencias sociales y morales que impedian aflanzar los lazos de sociabilidad. Este ejemplo seria digno de ‘ocuupar todo un eapitulo del libro de Landry, pues a partir deuna idea, ala cual Mockus da unos giros per~ formaticos, se logra el objetivo. Cabeenfatizarque, como severa, este programa también dependié en gran me- dida de la comunteacisn, Para establecerla cohesisn social de que tantocare- cia la capital, Mockus promovié la sociabilidad y el respeto de unos a otros mediante la armonizacién de ey, moral y cultura. Enelcuadro.exhibido, tomado de una presentacion de Mockus (2007), se ve claramente la estrategia de Sistemas regulatorios seacroN tca Aromat Admiracion porlaley Place obligacién moral ide obedecer Ia ley conciencia ‘uebligacion moral deatendereriterios Lacon Mura rotnacion dels Reconocimiento social Confianza Reputacién ‘morales personales Temorala sancién legal ‘Temor ala culpa ‘Temor al rechazo ‘social Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? armonizaci6n por via afirmativa de los tres registros, Encontraste con a politica de cero toleranciaasociada con Rudolph Giuliani, exalealdede Nueva York, Mocks ha argumentado que el temor ala sancién por infrac- ¢l6n (de la ley, de Ia moral 0 de las costumbres socto- culturales) es poco conducente al bienestar socialy es mas caracteristico de sociedades autoritarias. Para queno haya desencuentros etudadanos, es decir, una, cultura cudadana débil que se comprueba al aceptar comportamientos ilegales (Lopez Borbén, 2003: 59), el cludadano debe internalizar la ley, esto es, ser un su- jeto moral. Yla mejor manera de inculear esa moral es mediante lacultura, ese “conjunto de costumbres. ac- clonesy reglas minimas compartidas quegeneran sen. tudo de perteneneta, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio comtny alrecono- cimiento de los derechos y deberes chudadanos”* A partir de esa internalizacién cultural, el bienestar so- lal se distinguitia por el reconocimiento social (en Ia dimensién sociocultural), cl placer dela conciencia fen, Iadimensién moral) yla admitracién porla ley (en ladi- mensién legal). Para lograr esta meta, el Programa impulsé Ia. “eoordinacién de aceiones piiblicas y privadas para generar sentido de pertenenciay apropiaci6n dela ciu- dad”. Estas acciones consistieron en una serie de jue. gos ciudadanos que constituirian un espacio ptiblico mediante la repeticién de unas reglas que trian armo- nizando las normas cludadanas. Por ejemplo, como explica Liliana Lopez Borbén, “un grupo de mimos contratados por el Programa de Cultura Ciudadana desarroll6 una intervencién artistica en algunos sema- Toros y cruces de calles ubleadas en el centro de la ciudad. £1 propésite fue generar la autorregulaci6n de un comportamiento de trinsito: elrespeto al eruce pea- tonal (las cebras)" (2003: 79). El resultado fue 76.5 por ciento de autorregulacién entre conductores y 72 por elento entre peatones (Lépez Borbén, 2003: 80).° Algo parecido se logré con cl uso de la “mano de apro- bacidn/desaprobacién” (véase la siguiente columna), dibujadaen tarjetas, quelos cludadanos se mostraban, cuando algo se hacia bien 0 mal (Mockus, 2007), De acuerdo con Lépez Borbén, “plasmar este gesto para propiciary mejorar las condiciones deinteracciény re- gulacién fue um acierto", pues los ademanes y gestos se internalizaron como cédigo cultural. Corresponsabilidad (regulacién cultural) ‘Tarjetas ciudadanas (350 000 distribuidas entre ‘conductores de vehieuilos) Mockus y su equipo inventaron y pusieron en ope- racién muchas otras iniciativas, comola “noche de las, mujeres”, una ver al mes, que prohibia la salida de hombres a menos de que estuvieran acompanados de una mujer, 0 la organizaci6n de conciertos de rock, rap. salsay recitales de poesia. etcétera, conel objetivo de borrar la frontera entre moral y cultura. Todo esto requirié no sélo de visibilidad presencial sino de la aparicién en los medios de comunieacién. De hecho, cast todas las acciones del gobierno de Bogota se con- vertian en noticias: una cualidad imprescindible, ya. que las politicas culturales casi nunca aparecen en los perlédicosy noticieros. Para que sea exitoso, cualquier programa gubernamental necesita ser conocido y de- batido por el puiblico, Ademiis de lograr unaconsiderableadhesién al pro- grama de Mockus, los indices de delincuencia y homi- cidios bajaron dramaticamente, demas de 80 homici- dios poreada 100000 residentes en 1993.0 18en2005 (Mockus, 2007). Estatiltima fecha es importante, pues: sefalaquelas mejorasaleanzadasenlaadministracién deMockuscontinuaron en las delos siguientesalealdes (wease p. 59), ‘SiMockus se preocupé por la “cultura eludadana”, su sucesor Enrique Penalosa (1908-2000) auments 1a, comunieacién ciudadana mediante un megaprogeama de mejora de la infraestructura, incluso en los barrios «Besta es la definicion del Plan Formar Ciudad, citada por Lopez Horbén (2003: 61) © Cabeapuntar que elalealde Giuliant intento imponer multas a los peatones que no eruzaran la calle por ele inosefalado por las eebras. Si acaso hublera recurrido al juego habria tenido mayor receptividad: pero el resultado fue lo eontrario: los eoyorquinos rel de no ser diseiplinade como peatén, 54 jsaron seguir las instruceiones, east como t 1a demostracion de orgullocitadino. El neoyerquino se uiana George Vitdice Coen ep eer eee CLC Se eed PETIT st etre cer ea mas pobres de la ciudad: construyé 52 nuevas escue las, reformé otras 150 y anadié 1 400 computadoras al sistema de educacién ptiblica; edifices tres me bibliotecas, equivalentes en ealidad y equipamiento a las que podrian encontrarseen las ciudades mas ricas de] mundo desarrollado, una de ellas en Ciudad Bo- livar, uno de los barrios mas pobres de Bogota; cres el Transmilenio, sistema de transporte piiblico rapido. que ayuds a disminuir el mimero de carros y agilizé cl utoméviles de perandolas, aumentando su ntimero y mejorande su calidad: crigis o restauré 1 200 parquesy sembré mas de 100 000 arboles a lo ancho y largo de la ehudad: € instauré el sistema de ciclovias mas grande de todas las emudadesen vias de desarrollo. Este énfasis en lain- fraestructura tenia el propésito, seguin él, de facilitar Ja comunieacién entre ciudadanos, sobre todo en es: pacios piblicos de alta calidad, donde podrian encon- trarsericosy pobres. “No estaba en mi poder aumentar losingresos delos pobres, pero podia ofrecerles espacios: piiblicos de alta ealidad, lo cual era otra manera dere distribuir la riqueza’ Luege de otro mandato de Mockus (2001-2003), er el que continus las iniciativas de su primer periodo y reforz6 las de su predecesor, Luis Eduardo Garzén (2004-2007) también prosiguid los proyectos antes Bogota menconados y, como eandidato de wquierda, Tes dio um giro hacia la inclusién social. Sus programas Bo. gota sin Indiferenciay Bi jot sin Hambreredujeron la pobreza y pusieron en la mira de sus politieas a ninos yviejos, desocupados, discapacitados, gays indigen. tes, En su mandato se fortalecié asimismo al sector cultural, orientandolo hacia los grupos de menores in. gresosy demayorvulnerabilidad. lo cual también casé bien con stténfasisen promoverla diversidad cultural No s6lo aumenté los amplié la concepeién de la practica artistica para in- cluira muchos creadores que nocabian enladefinicién fondos para las artes, sino que tradicional del arte. El fomento cultural se dirigi6 al desarrollo humano, En Medellin, el alealde Sergio Fajardo (2004-2007) puso en marcha una combinacién de politicas seme. jantesa las de los tresalcaldes bi gotanos, ocupandose de infraestructura (la Empresa de Desarrollo Urba- no, ebu, impulsé el metrocable, sistema de transporte masivo que comunica los barrios marginales con el centro; la construceién y ampliacién deandenes; la edi ficacién y rehabilitacién de centenares de escuelas: la instauracién en zonas periféricas de cinco parques bi- bliotecas, de diseno y tamano de gran revuelo, como las construias por Penalosa; etcétera), de inchusién y participacién (aunando un presupuesto participative Enrique Penalosa, comunieacton personal, Bogota, 20 de marzo de 2008. Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? yy veedurias para monitorear la gestién ptiblica), y de ‘Seguridad y cultura ciudadana (reintegracién de para- militares: aumento de palicias: fomento de la armont- zacién de ley, moral y cultura como en el programa de Mockus). Igual que en Bogota, se redujeron los hom!- cldios, enestecaso de un maximo de 381 en 109126 en 2007 (Alcaldia de Medellin, 2007). Ademis, se res- tauré la confianza enel gobierno municipaly se vinew- 16 el desarrollo cultural al compromiso social. Desde luego, la gestién de estos alcaldes ha teni- do fuertes criticas, tanto de derecha como de izquier- da, Se ha cuestionado el énfasis en la megainversién en infraestructura, con ganancias para los intereses inmobiliarios: asi como los gustos arquitecténicos de Fajardo y su equipoy el que haya puesto tanto interés en laarquitectura. Tambien se abjetaquelos gobiernos municipales no hayan puesto fin al conilieto entre pa. ramilitares y grupos comunitarios, o que la construc- eidn sea una fuente delavade de nareodsiares (Hylton, 2007). Fajardo ha declarado su compromiso en estos asuntos, pero tambien hay quereconocer que trascien- den el nivel munieipaly son parte del conflicto nacional. Respecto al alineamiento de ley, moral y cultura, yo mismo tengo reparos, no porqueme parezca problema- ico quela cultura cludadana sea criadero de cohesion. solidaridad y respeto por el otro, sino porque no se er fatiza con igual energia la cultura como laboratorio ablerto de postbilidades, de manera que esa apertura vaya corrigiendo tal “armonizacién” que puede tornarse sujecién inflexible y auitoritaria en una ciudad multi- cultural. Desdeluego, lacreatividad quehan mostrado los alealdes y sus equipos en la resolucion de algunos problemas tienemucho quever con esa experimentacién. Elfomento dela ereatividad para solucionar proble mas sociales -por ejemplo, Bogota sin Indiferencia, de Garzén, 0 Urbanismo Social, de Fajardo—es lo que di ferencia Ia gestion econdmiea, politicay cultural de es- tos alcaldes del modelo de ciudades creativas, que se convirtié en moda en muchas ciudades del mundo de- sarrollado. En lugar de promover una “mejora” de las, condiciones urbanas mediante la expulsién de las cla- ses menos pudientes y su remplazo por la “clase erea- tiva” (ingenteros de software, disenadores, creadores de programas en los viejos y nuevos medios, etcetera; véase Florida, 2002), que conducea una mayor segre- gacion, la gestion en Bogota y Medellin ha buscado mejores condiciones urbanas para todos, aclemais de fomentar el contacto y Ia comunicacisn entre clases. El modelo de las industrias creativas tiene su ori- gen en el maridaje de concepciones tradicionales de las artes y las Industrias culturales (radio. prensa, cine, television, miisica) con los nuevos medios digitales Sectores y subsectores de la economia creativa* Patrimoniointangible, uerpe y cultura popular feria George Viidice que aumentaron cada vez mis el empleo en diseno, publicidad, moda, comunteacién, etcétera. Y estas in- dustrias creativas a su vez fueron posibilitadas por Ia, innovaciénen la high tech, nuevas tecnologias digitales, telecomunieacionales y biotecnolégieas en chudades y regiones como Silicon Valley al sur de San Francisco, Seattle, Austin y Boston. Lo que permite agrupar a to- das estas industrias (culturales, novomedidtieas y high tech) son los encadenamientos entre ellas ¥ la posibi- lidad que ofrecen alos trabajadores creativos decircu larentre unasy otras. Pululan los estudios que mues- tran que industrias creativas pertenecen a un sector que contribuyecada vez masal producto interno brato ~estimado en 7.3 por clentoen el Reino Unido (Jowell 2007) y entre 6y 11 por clento en Estados Unidos-, es el sector de crecimiento mas rapido, 8.7 por clentoen- tre2000y 2005 (uxcran, 2008). No obstante, hay enor- me variacin de lo que se mide: por una parte, algunos ealeulan aquello que las industrias culturales comer- ctales (prensa, musica, audiovisual, etcétera) aportan a la economia; otros, lo que las artes e industrias cul- turalesno comerciales contribuyen (Americans for the Arts, 2007); unos més, aquello que proporcionan las Industrias protegidas por derechos de propiedad inte- Jectual (Shapiro y Hassett, 2005; Siwek, 2005); final- mente, otros ineluyen a un supersector compuesto par lasartes, lasindustriasculturales, las industrias crea- lavas, el turismo cultural y el patrimonto material ein- material. En el diagrama dela pagina anterior se obser- va esta superposicién de subsectores. EI diagrama, ademas de presentar los subsectores mas relacionados con la comercializacién (industrias, culturales, creativas, de entretenimiento}, muestra la superposicidn, entre si y con las comerciales, de actl- vidades y expresiones cotidianas con valor cultural y otras de critica (como el teatro callejero). La gestion cultural urbana debe tener en cuenta la ecologia inte- gral no sélo del sector cultural sino deéste con su con- texto soctal, queinchuye educacién, tecnologia, turismo, yotros sectores asociados con la vida cotidiana (salud, ‘sequridad, eteétera). La gesti6n cultural urbana expan- dida podria representarse coma se hace a continuactén, De regreso a la medicién del alcance econémico de lacultura, es evidente quelos métodos son muy varia- bles y que cada vez mas este complejo de industrias creativas es fuente mundial de riqueza. Lo importante Ciudades sustentables Promociin de Reduccionde —divernidacleuttural Asegurar Expansion de ( ‘Tratamentode ‘usta Promacton de ‘equidad de enero Prmoctiende coportunidades mm panne deantrallocutaral SN Agua impiay salu ‘Somtenibiad ‘eimedio Reducekinde vnc Expansion de oportunidades ‘deempleo Promectén de oportumdades Redueeiin | — educaetonakes Infracstructura — demortaidad 387 Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? esque el nivel de escolaridad es un factor determinan- te de la capacidad del desarrollo de estas industrias (unctap, 2008: 26). sobre todo de las que dependen de la creaci6n de propiedad intelectual (principalmente copyright, para las industrias creativas, pero también, marcas registradas y denominaciones de origen: las patentes y los secretos industriales son menos im- portantes en este sector). Esta observacton es crucial, ademas de indiscutible. y no sélo para la generacién de propiedad intelectual, sino también para los siste- mas de gestién necesarios al emplear titilmente la ac- tividad en otros subsectores como artesanias, artes escénicas, festivales y aprovechamientodel patrimonto tangible intangible, en especialenel turismo cultural ‘Tanto Bogota como Medellin han aumentado su ni- vel de escolaridad dentro de los parimetros de sus programas de desarrollo. Reducir los conilictos y la violencia tambien es crucial para la prosperidad de es- tas ndustrias. Yen ambas ciudades se tiene el pus de que las industrias creativas se estan desarrollando en un contexto que no genera segregacion, como suele ‘ocurriren las ciudades del mundo desarrollado. Aleon- trario, las obras putblicas tienen como objetivo reunir gente y servir a los mas necesitados. Propiciar segre- gacién es una de las mais importantes eriticas al mo- delo de ciudad creativa de Richard Florida, pues, como en los casos de Nueva York y Barcclona mencionados con anterioridad, el establecimiento de zonas creativas, (v. gr. Silicon Alley en Nueva York; véase Ross, 2003) yzonas gentrificadas (la Barceloneta, la Villa Olimpica, Poble Nou y cada vez mas el Raval) produce polaridad. social. Aniidase el fortalecimiento de las medidas de seguridad y de “limpleza social” para proteger a la clase creativay alos turistas culturales. Las cludades de América Latina ya llevan décadas de polarizaci6n y loquenecesitan son programas integrales de rehabili- tacién urbana con inversién en capital humano. De esa manera se aprovechara mejorla creatividad cultu; ral que tanto abunda Dada la importancia de la comereializacién de las industrias ereativas, y de forma creeiente del comercio. de servicios culturales, ningun pais puede correr el riesgo de quedarse atras, pues cada vez mas las ga- naneias provienen de este sector. Teniendo en cuenta, lanecesidad de un vinculo social, tanto en Bogotacome en Medellin se llevan a cabo experiencias interesan- tes en relacién con las Industrias ereativas. Bogota es laprimera ciudad de América Latina que adoptéelma- peamiento deindustrias culturales del“modelo aplicaclo en el Reino Unido y presentado por el British Coun- ellen Colombia, con los respectivos ajustes al contexto colombiano” (Departamento de Diseno de la Facul- taddeArquitecturay Disenoy cene-CentrodeEstudios 58 de Desarrollo Econémico- de la Universidad de los Andes/British Council, 2002). En los documentos del British Council, las indus- trias creativas fueron definidas como ‘aquellas in- dustrias que tienen su origen en la creatividad, lasha- bilidades y el talento y que buscan el bienestar y la creacién de trabajos a través de la generacién y la ex- plotacién de la propiedad intelectual” (Departamento de Diseno de la Facultad de Arquitectura y Diseno y cepe de Ia Universidad de los Andes/British Couneil, 2002: 5). En 1998, el goblerno britantco realiz6 un es- tudio guia que mostraba la contribucién directa de estas industrias en Ia economia del pais. Este docu- mento fueactualizadoen 2001, épocaen que se obser- vounconstantecrecimientoy desarrollo dela economia gracias al aporte de este sector. Desde entonces se le da seguimientoal sector con el fin deestimularlacrea- cidn de puestos de trabajo relacionados con las in- dustrias creativas, la regeneracién urbana y rural y el combate la exchisién social. Asimismo, esta unidad seinteresa por la educacion con base en la creatividad. Elobjetivo del Mapeo de las indusirias ereativas en Bogoté fue defintr y medir el sector para contributr asi al disco de politicas ptiblicas, y fucron incluidos ar- quitectura, arte, artes escénicas, artesanias, cine y video, disene de interfaz, diseno de moda, grafico, n- dustrial y textil, fotografia, libros, folletos, periédicos yrevistas. musica, patrimonto, publicidad. television y radio, Dade que no todos estos subsectores forman parte del encargodel Ministerio de Cultura, esta inves- tigacién, junto con Economia y cultura, del Convento Andrés Bello-cuyas recomendaciones se incorporaron George Viidice al Plan Nacionalde Cultura 2001-2010-, fueun aporte importante para erear una cuenta satélite de cultura en Colombia conel inde generarestadisticas conflables y comparables, conducentes al andilisis y evaluacién econémica de las actividades culturales, y eldiseno de politicas ptiblicas y privadas.” Existen otras iniciativas colombianas, como la In- cubadora de Empresas Culturales e Industrias Crea- tivas, Prana, creada en 2003 por Inversiones Gaeta. Digare Designy British Council, y que se ha afianzado gracias a acuerdos, allanzas y proyectos con la Fun- dacién Interarts (Espana). la Creative Industries De- velopment Agency ~cip»~ (Reino Unido), ¢l Fondo Cul- tural Sulzo. y. en el nivel nacional, con institueiones como el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; el Instituto Distrital de Cultura y Turismo; asf como varias fundaciones, entidades académicasy privadas. reana forma parte del Sistema Nacional de Incubacion apoyado por el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), constituide por 31 mcubadoras en Colombia, y tiene el proposito de generar trabajo e impulsar empresas sostentbles en el sector cultural y creativo. Ya se han incubado 24 empresasy hay otras siete preincubadas. Informalidad y busqueda de modelos locales de desarrollo cultural A pesar de su cardcter empresarial y comercial, las empresas incubadas también reciben asesoramien- to en desarrollo comunitario, Esto es fundamental parael proyecto integral de as ciudades. Acasolos dos aspectos menos atendidos en el modelo de las indus- trias creativas, tal como opera en el mundo desarro- lado, son la sostenibilidad laboral y el compromiso con el entornocomunitario. En América Latina, donde el sector informal es persistente y quiz constituya la mayoria delos emprendimientosen cultura, lacreacién, apeyoy asesoramientoal trabajo sosteniblees crucial. Hay nuevos modelos de produccién, circulaci6n y dis- trfbueisn cultural para la musica y el medio audiovisual que tienen lugar casi exclusivamente en la tlegalidad, Por otra parte, casi la totalidad de la puesta en escena del patrimonio intangible, sobre todo en el turismo cultural, habita en a informalidad, lacualesendémica en las ciudades latinoamericanas y repercute sobre- manera en los réditos. Los pequenos emprendimientos caracteristicos del sector informal no son establesy se necesitan asesorias y otros programas de apoyo para mejorar sui rendimiento, Una de las reeomendaciones * Cuenta satélivedelacultura, Departamento Administrative Nacional de Bstadlistica (bax m_content&task=categoryacsectionldl=338 Index.php ?option queseencuentraen casi todos los documentoscitados, yen otros estudios de aleance econémieo (v. gr, Pie- ras, 2004), es fortalecer el cumplimiento de las eyes, que protegen los derechos de propiedad intelectual, pues la reproducetén y venta no autorizada de discos ‘compactos, pvp y libros tiene altos costos para toda la cadena productiva, En algunos casos, donde falla la industria cultural tradicional, se han creado nuevos modelos de negocio. Tres ejemplos son el tecnobrega de Belém (Vianna, 2003), la champeta de Cartagena de Indias (Abril y Soto, 2004) y la cumbia villera (Vila y Seman, 2008), Eltccnobrega se consigueante todocn discos compac- tos 0 en MP3 con los vendedores ambulantes 0 en las fiestas cle aparethagens (grandes equipos de sonido), donde se presentan los muisicosy tienen su mayor ga- naneia, Segtin Vianna, estes miisicos _parecen ser pioneros de vangwarriia dela musica popen tiempos posnapster. Las bandas del tecnobrega requieren divulgacion en las radios, en los aparethagensy mediante los vendedoresambuslantes para tener éxitoy sercontrata- dos para shows. De ahi que sus grandes éxitos sean me~ tamedia: la y¥.aparethagens, clubes de fansiticos delos aparethagens (todavia no escuche musica celebrando a los vendedores ambulantes y los piratas). Yasftodoel mundo encuentra sudebidolugaren una nuevacadena procuctiva, totalmen- te separada de la economia oficial (Vianna, 2003). Una mnovacién es que muchos piratas se han con. vertidoen productores de diseos compactos de los mii sieos de teenobrega, pues, mas que en una tienda de discos, es en los puntos de pirateria donde los con- sumidores acostumbran comprar misica. Esta trans- formacién se debe, en primer lugar, a que la mayoria de residentes en ctudades latincamericanas no puede pagar los 15 0 20 délares que cuesta un disco com- pacto y. en segundo lugar. a que existe un mercado grande para la oferta cultural local, a menudo expul- sada de los etreustos de distribucién por las grandes empresas globales o majors. Ilustro este problema con uno de miles ce ejemplos: en enero cle 2008 entrevisté al director, Alberto Ziiniga, y a varios funcionarios de Ia Asociacién de Compositores y Autores Musicales lacam) de Costa Rica. Mi objetivo era tener una idea exacta dela distribucién de la miisiea en ese pais y de Jas ganancias. Entrevarias obligaciones, acawmonitorea cl tiempo de emisi6n radial para hacer pagos alas so- ciedades encargadas de distribuir las regalias a los |. disponible en [consuiltado el 27 de agosto de 2005! ca Modelos de desarrollo cultural urbano: ggentrificacién 0 urbanismo social? poseedlores de derechos autorales. Pregunté al direc- tor qué poreentaje de miisica nacional se toca en las radios costarricenses y me contesté que mas o menos, cinco por ciento. Por tanto, 95 por ciento de las rega- Ifaslas pagan a la Asociacién deComposttores, Autores y Editores de Estados Unidos (ascar, por sus siglas en inglés); a la Sociedad de Autores y Compositores de Mexico (sew): y a la Sociedad General de Autores y Editores (scar) de Espana. Esa es aregla en lamtisica yen el medio audiovisual: la mayoria del lucro se paga alos grandes conglomerados de Estados Unidos, Bu- ropa, Méxicoy Brasil. Y, para asegurarese fin, loscon- glomerados utilizan estratcgias como los bestseller, cl star systemy la mereadotecnia quesaturan loseireuttos, de disiribuctén, dificultando el éxito de las micro, pe- quenas y medianas empresas. eQué tiene que ver esto con las politicas culturales urbanas y el desarrollo urbano? Como en el ejemplo de Ta aca, las acciones de las grandes empresas globales pueden restringir la produccién local, amenazando asi la posibilidad de fomentar la diversidad cultural yadems a unos sectores luerativos de produccién y circulacién locales que sobreviven mediante los con- ciertos en vivo, queanimanala cludady generan socia- bilidad, pero que podrian tener un mercado masamplio sf lograran acceso a la radio y la television. El acceso mediatico y las politicas de fomentoadichas industrias locales son necesarias para que éstas tengan mayor presencia y rentabilidad, cuestién que senala Mieael Herschmannen su reeienteestudiodeleireuito cultural de sambay choro en el barrio de Lapa. en Rio de Janei- To, punto de congregacién de diversas clases y grupos culturales, La multiplicaeién deestosnticleos cultura- lesayudardasuvezarevertirel deteriorodeloscascos urbanos y promovera la sociabiliciad (2007: 207). ‘Tales son las apuestas de los programas de rehabl- litacién de Bogota y Medellin en aitos recientes. Con- trastan con iniciativas tomadas en Rio de Janeiro. Guadalajaray Monterrey, que buscan el efecto Bilbao” © “Barcelona”, El proyecto de construir un museo Guggenheim en Rio de Janeiro fracasé porque la ma- nera en que se tba a insertar en la ciudad ponia en peligro la ecologia cultural desu entorno. Cabe pregun- tar acerca dela viabilidad del Guggenheim y otros sets osiete edificios disenados por starquitectosen Guada- lajara (Yuidice, en prensa b). Y ya se vio también que el, modelo Bareelona, que pareciera haber adoptado Mon- terrey al auspiciar el Férum Universal delasCulturas. genera segregacién mas que sociabilidad. Sin duda, hay muchos mas ejemplos de buenas practicas orientadasal desarrollo cultural urbano sus- tentable. Bs importante crear bases de datos de cllas, sobre todo de los casos en que no se ha seguido sim- ca plemente un ejemplo exitoso del mundo desarrollado, sino que se han buscado soluciones imovadoras en colaboracién con las comunidades locales. Bibliografia Ana, Caren y Mauricio Soro 2004" Entrelachamperay la pared. Elfuturoeconémico yeultural de la industria discografia de Car tagena, Observatorio de! Caribe Colombiano/ Convento Andres Bello, Bogota, ALeALiA De MEDELLN 2007 “Medellinencifras”.disponibleen [consulta- do e127 de agosto de 2008). 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