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j SEGUNDO CONGRESO NACIONAL, DE CIENCIAS POLITICAS GLOBALIZACION. ENTRE EL CONFLICTO ¥ LA INTEGRACION Mendoza, 1 al 4 de noviembre de 1995 (Telefax 5461 381347) Area temdtica: Economia y Politica Comisién: EL impacto de las politicas socioeconémicas en el nivel regional Titulo de la ponencia: IDENTIOAD, POSIGION DE CLASE Y PODER: LA DIMENSION EINICA BN BL ‘GRAN IA PEAT Autores: Adriana Archentti (UNLP), Jyia Attademo (UNLP-UNC), Roberto Ringuelet (UNLP-UNC), Horacio Sabarots (UBA-UNC) . Facultad de Ciencias Sociales de Olavarria (UNC), San Martin, 3060, C.P. 7400., Tel-Fax 0204 28081 FOTOCOPIADORA 1 GeHCE Foca hve > SI or 4 i : Tomando cono referente empirico el area del Gran La Plata, donde realizamos trabajos de investigacién enf-grupos de horticultores y Floricultores en sucésivos pericdos, analizamos la problematica del “interjuego de 1a dimensién étnica nadignal y otras dimensiones sociales cono la posicién de clase, viendo de manera comparativa, ja Ancidencia que adquiere la dimension sthgca en algunos casos eepsci#icon. ’ 4 El estudio antropolégico de las colectivid: Es amplianente reconocida la importancia que,¥en 1a Argentina, han tenido y- tienen los fenémenos inmigratgfios. Las llamadas colectividades en nuestro pais, grupos de o: derivan de aquellos procesos ,nigratorios. piere fenémeno fue enfocado tradicionalmente por los estudios iSericos, Yr mas recientenente, por diversas ciencias sociales, Wom} 1a denografia y ja sociplogia (cfr. Revista Estudios Migratoriog Latincamericanos) . jen nacional comin, aporte desde 1a Antropologia Social es mas¢puntual y reciente (cx. Bargman y Otros,1992). En esto dabenos ver el peso que en la Argentina tuvieron las teorias antropolégicas dél siglo pasado, en un contexto politicamente conservador. £1 interés {principal se dizigié a las poblaciones” indigenas y 4 las pobla¢iones rurales tradicionales (objeto del folklore), enfocados como ‘representantes “fosilizados” de un “remoto pasado”. Sobre esta problemética ya existe una bibliografie critica, puesta en el tapete a propésito del quinto centenario del “descubrimlento de anérica” (cfr. Ringuelet, 1990-92; Colombres, 1989; CEMCR, 1988). #1 desarrollo de la Antropologia Social en la Argengina fue tardio y fragnentado, 5 minimizandose en los periodos de gobierno militar (cfr. ‘Ringuelet, 1992). respesyimeent ee zn ja Gltina década, aparecieron estudios sobre colectividades extranjeras realizados desde la Antropologia Social, derivados de dos estudios indigenes (efx. Ringuelet, 1987). Una influencia tebrica hegeménica en nuestro medio, fue la obra de F. BarthiLos grupos Stnicos y sue fronteras (Barth, 1976). También ha influido fen nosotros 1a obra del antropélogo brasilefio Roberto Cardoso de Oliveira ( Cardoso de Oliveira, 1976), quien construyd una matriz simple sobre el “campo semantico de la etnia” en base a dos criterios: identidad y cultura. “as “identidades minoriterias” seran las asumidas por miembros de sociedades anfitrionas. Luego, istingue las “pautas culturales simples” y les “peutes culturales complejas”, si bien considerando la denominacién como bastante arbitraria. Las primeras referidas = grupos conformados en base a lazos -personalisticos (los “primitives” de la literatura antropolégice tradicional). Las segundas referidas a poblaciones de origen en sociedades estaduales y clasistas.’ De 1a matriz se derivan dos tipos generales de minorias que, en nuestro pais, confornarian poblaciones indigenes y colectividades. ba categoria tnia y su Ambito teoriéo asociado, en la obra del autor, configura una inflexién desconstructiva que permite un uso amplio ea un campo complejg de relaciones sociales (cfr. Cardoso de Oliveiza, 1976). Por un lado, la desvinculacién del concepto de etnia de su anclaje sustantive en el grupo étnico y en yasgos culturales. Bl nacimiento de la nocién de etnia con un significado diferente al de su tradicién decimondnica, comienza a imponerse a partir de los estudios més sistematicos relativos a la incorporacién de grupos minoritarios en sociedades més amplias que les son envolventes. Bn este sentido, es que podemos usar el término etnicidad en 1 204 asociaciones especificas y mecanismes de reproduccién social. En fin, en un contexto politico en ¢h que se dirime como hecho especificamente étnico, el control cultural de los patrimcnios. La problematica étnica en la Argentina para enmercar historigamente el tema, tenemos que considerar 10 composicién multiétnica de 1a formacién de 1a Argentina moderna segin Darcy Ribeiro, la Argentina flormaria parte de un tipo de naciones que denomina “pueblos trasplentados”, dada le importancie que revisten los grupos de inmigrantes en su composicién. Mas ol1é ge su aproximacién esquematica ampli, rescatanios el valor que se je otorga a la problenatica étnico-nacional como condicionante de las formaciones sociales. vne caracteristica destacada de la configuracién histérico cultural argentina, fue 1a exclusién violenta de sectores culturales @iferentes y no suficientemente compatibles con el desarrollo del capitalisno neciente, en una politica genocida y etnocida especialmente dirigida hacia les poblaciones indigenas. por otra parte, en relacién a la conformacién de la nacién argentina, se privilegi¢ la incorporacién condicionada de grupos de inmigrantes europeos. jas ideas de Alberdi sobre la necesidad del poblemiento, junto al ideario .“higienista-purigicador” de Sarmiento, conformarén 1a imagen arquetipica del inmigrante civilizador. j “Qué nombre daréis, qué nombre merece un pais compuesto por doscientas mil leguas de territorio y de una. poblacién de ochocientos mil habitantes? Un desierto. El fin capital de la Constitucién es poblar. La poblacién es el fin y el medio al mismo tiempo..." as palabras de Alberdi, construyendo el espacio imaginario del territorio geografico y humana argentino, resonarén en la Constitucion, simbolizendo,la articulacién de proyecto econémico y politicas poblacionales en la formacién del Estado Nacional. Ta regién rural periurbana de La Plata y su poblamiento Hablar de La Plata, es referirse a un periodo que se remonta a su fundacién en el siglo XIX, y a un nivel regional que se presenta como un niicleo de relaciones sociales y limites no necesariamente marcados de manera rigida, sino como zonas de influencia. Historicamente ua Plata se incluye en la Regién Pampeana, conformada con fronteras fluctuantes y una poblacién rural movil, que fue cambiando notablenente con” las distintas corrientes inmigratorias. Por lo tanto, para definir el 4rea a la que hacexos referencia en este trabajo,deberenos dar cuenta de la problendtica migratoria, que histéricamente fe conformando el escenario , regional. El concepto de regién contiene una jdea de conjunto, relativamente cerrado y abierto, de acuerdo a los diferentes momentos del proceso historico que definen las relaciones entre lo local y 1o regional. Para un anélisis suficientemente completo, seria necesario considerar las diferencias subregionales. \ i I Bn La Plata existe un complejo agroindustrial en donde la produccién agraria depende de 1a industria de insumos, maquinarias @ instalaciones. Existe un contacto frecuente con la ciudad, para miitiples propésites en las esferas de la produccién, la distribucién y el consumo. Se observa también una continuidad y superposicién de usos diversas que no permiten una delimitacion clara entre lo rural y lo urbano. En la regién en cyestién , denominade rural periurbana, se evidencia un predominio de actividades agricolas ,con asentamientos de poca densidad poblacional, con una espacializacion de servicios acorde a la misma, y una sociabilidad especifica entre el area rural y la urbana. En las tltimas décadas, en funcién del creciente deterioro de la prestacién de servicios sociales qesde el Estado se produjo el surgimiento de organizaciones no gubernamentales (politicas, religiosas, comunitarias) que, 4 escala local y regional, promovieron acciones solidarias y participacién social. En el peimetro rural periurbeno, si bien menos profusamente que en el suburbio, han ido creciendo diversas organizaciones barriales. Lo ‘local se conforma como un espacio complejo, en donde se entrenezclan los distintos niveles estatales, las organizaciones politicas, el campo ‘de acclén qe las distintas asociaciones comunitarias y' el reconocimiento de todas éstas' por parte de sectores que superponen culturas ¢ identidades diversas. lista regién es un mosaico de diferencias étnicas, que promeven organizaciones de grupos con etnicidades m4s 0 menos marcadas, con fuerte adscripcién en algunos casos de origen territorial .y parental. i 4 Italianos fundanentalmente, luego espaficles y en menor medida franceses, portugueses, suizos y otres, junto a los criollos, serén 1 componente poblacional de La Plata y su ejido. Al ritmo del crecimiento de la ciudad se irén constituyendo las poblaciones del cinturén horticola que la proveerén de alimentos frescos. Nuestros entrevistados, son nietos ¢ hijos de aquellos prineros pobladores, que llegaron a La Plata en el perioco que abarca desde los Uitimos afios del siglo XIX hagta aproximadamente 1930; 0 han Legado ellos mismos en 1a segunda postguerra. En su tierra habian sido pequefios agricultores 0 peones, carreros o pequefios artesanos. Eran atraidos a la zona por parientes, amigos o “paisanos” del pueblg que habian, migrado ‘con anterioridad. Generalmente, la insercién agghria de los inmigzantes comenzaba por el contrato de peén o de aparcero en estancias 0 chacras. A partir de 1a década de 1930, comienza un flujo migratorio sostenido desde el interior del pais, que es parte de un movimiento nacional hacia las areas metropolitanas. Afluyen entonces a las quintas trabajadores de las provincias del norte, con un claro predominio de santiaguefios. Hay un porcentaje de trabajadores que quedan establecidos en la zona, ocupando el lugar de los medieros que “antes ocupaban los jitalianos. otro porcentaje. mayoriterio realiza una migracién estacional. Desde los afios 1980, se incorporan trabajadores bolivianos al ritmo estacional de cosecha en los cinturones horticolas periurbanos de Buenos Aires y La Plata La légica del sistema de medieria pace que muchos migren con sus familias con el objeto de usar a pleno los propios recursos de mano de obra. A partir de los affos de 60, aumenta el flujo migratorio | | i i | \ ' proveniente de Bolivia, hasta convertizee en el mAs importante hacia la Bcia, de Buenos Aires, superando en ‘el caso de las guintes a los provincianos (cfr.Benencia y Karasik, 1994; Sassone, 1988; De Marco, 1986). os trabajos mas recientes sobre mignacién boliviana a la Argentina y muestra propia experiencia en campo, indican que éstos , en su mayoria, son indocumentados y de baja calificacién laboral. En tal sentido su insercién en el mercado laboral se produce en condiciones de precariedad, trabajo a destajo y bajas xemuneraciones. Representan una ventaja comparativa para el enpleador al no pagar aportes y bajar salarios. Por qué se migra a la Argentina? Mas alla de los mecanismos de expulsién en el lugar de origen, los trabajadores de las quintas afimman que el pais representa una opcién privilegiada. Mas que verse asi misnos como “migrantes” [en un sentido fuerte), estas Personas parecen concebirse en una situacién de permanente novilidad, en la cual el trasiado mas 0 menos temporal al pais , aparece como una ampliacién de las frecuentes migtaciones laborales al interior de la propia Bolivia.. Esto se fortalece por el desarrollo de importantes redes solidarias de parientes y coterréneos por las que circulan personas, objetos e informacion, Es ilustrativa al respecto Ja descripeién de Dandler y Medeiros: Un migrante de Cochabamba que llega por primera vez 4 Buenos Aires @ buscar trebajo en la construccién, generalmente se alojaré en lo de un pariente’o un compadre de su pueblo que, al mismo tiempo, lo guiaré en la red de cochabambinos que lo ayudarén a ingresar en un trabajo. Por otra parte va a necesitar obtener otros permisos de residencia y trabajo, que conseguiré gracias a la ayuda de otros compatrictas y compadres, debera, no obstante, activar los lazos y i | 1 asegurarse de su asistencia. Mas adela , puede que llegue, incluso, a desarrollar alguna actividad econémica con ellos en Buenos Aires. Puede hacer todo esto porque comparte raices comunes ¥ el reconocimiento de pertenecer al mismo lugar de origen, lo cual conlleva ciertas obligaciones morales...” Diversos autores coinciden er, afirmar el grado de titueionalizacion de los vinculos de los residentes con sus lugares de origen y entre ellos. Esto nos remitiré a su vez a la Feinvencién local de pautas comunes a la poblacién campesina de Bolivia. (cfr. Dandler y Medeiro,1988; Benencia y Karasily,1944) . conformando a partir de migraciones que se iniciaron a principios de siglo de manera espontanea, hasta el Acuerdo de Migraciones de diciembre de 1961 entre Argentina y Japén, en el que se daba prioridad a los innigrantes japoneses capacitados en agricultura, pesca e industria. Finalizada 1a segunda guerra mundial se intensifica dicho flujo migratorio, siendo la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, las areas de radicacién principales. En vazén del desarrollo de la floricultura en algunas zonas de la provincia de Buenos Aires y el interés de los japoneses en tal ectividad, se van constituyendo les principales enclaves de la colectividad en Escobar y Florencio Varela y sus respectivas. zonas ge influencia. En el afio 1947, 1a provincia de Buenos Aires pasa a ser el principal area de radicacién de los japoneses' desplazando a 1a Capital Federal como ciudad preferida para establecerse. La Plata, se incluye dentro de lo que la colectividad llama "zona sur", en referencia a 1a Capital Federal, y cuyo centro principal es Florencio Varela gxiste un conjunto de organizaciones y estrategias solidarias al interior del grupo étnico, a los fines de activar los circuitos econémicos, desde la oxganizacién de la produccién de caracter predominantemente donéstica (si bien complenentada con mano de obra extrafamiliar). Un elemento clave en la economia es le articulacién de los productores familiares con el mercado concentrador y Gistribuidor de flores en Capital federal; tarea realizada pox especialistas de la propia colectividad. La construccién social de la etnicidad gn funciéa de analizer la incidencia de la dimensién étnica en la condicién de clase de los distintos grupos, es de sumo interés ver como los actores sociales se van diferenciendo econdmicemente y relacionandose de manera simétrica y asimétrica, coincidiendo las diferencias de clase con diferenci jones de tipo étnico nacional. En términos generales los "extranjeros"; inmigrantes ultramarinos recientes de Japon, Portugal e Italia han logrado, en la zona que nos ocupa, un progreso econmico qué los diferencia de los liamados ‘criollos" (migrantes del “interior” y‘ los bolivianos). Tal situa~ cién se manifiesta en la compra de mas tierra, en la modernizacion y “tecnificacion de lps distintos momentos del proceso econémigo.Este crecimiento de le produccién familiar va facilitando la modificacién de su propia légica de oxganizacién doméstica, ya que depende cade vez mas de fuerza de trabajo extré-familiar, sean asalariados rurales 0 medianeros (sistema éste muy extendido), transformando de esta manera al jefe familiar en un patron, operandose por lo tanto modificacionss ideolégica sustentada en ¢) ascenso de clase social En el caso de los japoneses, por lo general, aquellos que abarcaron en sus actividades no s6lo la produccién sino también e transporte y la venta de las mercaderies, se hen diferenciado y se hen colecade en una posicién de poder privilegiado con respecto a ios otros productores dixectos de la zona, que pasaron a dopender de su intermediacién econémica y cultural. Esto iiltino en la medida on que tales actividades requirieron una mayor relacién con el mundo no~Japonés, lo que lop fue faniliarizando con saberes Yexternos”, en cuanto a la lengua, costunbres y cédigos culturales de le sociedad nacional. Por otra parte, las instancias de sociabilidad Japonesa iniciadas el seno familiar, que es a la vez una unidad my 8 prolopgan en asociaciones &tnicas jocales y extralocales que conforman una red comunitaria con una trama cerrada. Los hijos de los agricultores japoneses normalmente se incorporan a la escuela oficial de la zona, pero simulténeamente Concurren a una escuela japonesa, donde contintan el aprendizaje de su lengua materna y otros aspectos culturales de su propia a escuela se gesté a partir del Club Japonés de Las Banderitas, colonia con mayor densidad de japoneses, donde se tradicion retmen y organizan actividades a través de las subcomisiones de hombres, mujeres y jévenes japoneses. La creacién de asociaciones propias que se articulan a_una red extralocal constituye un rasgo destacado en los inmigrantes japoneses (Cfr.Sabarots, H. 1992:29) y en las colonias de floricultores cumple ademés importantes funciones econémicas: préstamos en dinero, intercambio de conoci- idaridades diversas. Estos mecanismos de organizacién étnica, favorecieron en la historia iientos, servicios de ayuda mutua y so! reciente el asenso sociel de los japoneses.en 1a zona, potenciando una identidad social positiva, tanto autoreferente cuanto desde otros actores sociales locales. i i | i i q ; [ En la interaccién cotidiana entre individuos de diferente origen, funcionan un conjunto de valoraciones simples y estereotipadas, que Jerarquizan de antemano la posicién de los distintos actores sociales y lo que se puede esperar de cada uno de ellos. cémo pensar los procesos de identificacién de los migrantes al interior de la sociejad global? ‘Intentando trascender posictones esencialistas, entendemos que la identidad cultural es una cuestién de "volverse” (o “estar siendo”), tanto como de “ser”. Pertenece al futuro, tanto como al pasado. En este sentido, no constituiria algo que ya existe, trascendiendo tiempo, lugares, historia. Antes bien, se tienen historias. Y por lo tanto, la identidad esté sujeta a continua transfornacién. Lejos de fijarse ej un pasado esencialista, -est& sujeta al continuo juego de la[/bistoria, la cultura y el poder. En el sentido afixmado por Stuart Hall, las identidades son los nombres que la gente da a las diferentes maneras por las cuales son posicionadas, y se posicionan a si misnas, dentro de las narrativas del pasado. yen ésto, juega un papel decisive la mireda del otro, constityyéndonos. La posibilidad de etiquetac, de acuerdo a le situacién diferenciel de poder que cada grupo tiene en el proceso interétpico. Respecto de los boliviancs, la puesta en acto de particularidades regionales tiene un lugar destacado en la construccién de la sociabilidad boliviana local, pero estas formas, que no son simples repeticiones sino recreaciones ante la nueva realidad que se vive, estén acompafiadas de un proceso paralelo de gestién de una ! identidad boliviana en Argentina. Y esto ocurre vis-a-vis la manera en que el resto de la sociedad receptora construye un imaginario wun deber ser- de “el boliviano”. ja fuerza de estos procesos de etiquetamiento puede conducir a la atenuactén de las regionales. liferencias Los bolivianos mantienen redes étn: ' aceptando hebitualmente la imcorporacién de nuevos papeles y ostunbres, dentro de un campo cultural en el que no pierden su identidad de origen. Pero desde 1a misma “sociedad nacional”, mediante un complejo de prejuicios se marcan limites étnicos generales, que se constituyen en referentes ineludibles. 4 Tomando como caso significative 1a institucion escolar, las construcclones sociales valorativas de los distintos grupos étnicos que concurren a las escuelas de la zona, se menifiestan en los @iscurses de los diversos agentes institucionales: maestros, Girectores, asistentes sociales, miembros de 1a cooperadora, le ftimando las précticas y discursos que impreganan la sociedad mayor, Las categorias sociales mas abarcadoras, que funcionan como referentes fundamentales,polarizan -erf el caso respectivo- a los Japoneses,en tanto extranjeros valorizados y a los "criollos" en tant6 parcialidad de locales desvalorizados. Tos primeros son ese conjunto heterogéneo de inmigrantes ultremarinos que en razon de su progreso econémico (real o imaginazio) conducen la cooperadora, agumiendo una posicién de Poder dominante en 1a comunidad. En oposicién los segundos, que ocupan en general un status subordinado en la organizacién econémica, aparecen en la ideologia dominante escolar como los vagos, haraganes y sin afén de progzeso. Paradéjicamente, o quizés no tanto, los “criollos" como categoria amplia y heterogénea, pues se trata de los "no extranjeros", son construidos socialmente como en tanto no xesponderian al patron ideal del progreso econdsico y el esfuerzo en el trabajo de los japoneses, italianos y portuguesss. auténticos “extrailos en su tierra" En el caso de los bolivianos, su insercién escolar esta marcada no s6lo por su pertenencia étnica, sino ademas por su condicién de hijos de trabajadores. En este sentido, comparten una situacion social senejante a la de los hijos de otros trabajadores de 1a zona, con una incorporacién temprara al mercado laboral , lo que repercute desfavorablenente en 1a escolarizacion, Puntualicenos que, en este caso, asistimos a la censtitucién de un doble estima, puesto de manifiesto en la complejidad de las ‘relaciones establecidas con los hijos de propietarios de las guintas. h pestir de les consideraciones Hbcedentes, podrianos concluir qae, desde la perspectiva de las. estrategias de los sectores extranjeros en los que se incluyeh los inmigrantes japoneses, su pertenencia étnica constituye un componente fundamental para st insercién social relativamente exitosa. No solo existen incentivos claros desde el interjor de su grupo de origen; miltiples formas de solidaridad ¢ identidad cultural, sjno también claras sefales desde el “exterior del grupo que les indican que su .condicién de extranjeros, japoneses, es garentia de reconocimiento social y un buen comienzo en la’ posibilidad concreta de ascenso social y posicionaniento en 10s sectores dominentes de las mencionadas colonias rurales. No creenos que esta relacién entre identided étnica y posicién de clase sea generalizable a otros contextos sociales, por ejemplo en ‘mbitos urbanos, y en las que participen otras identidades étnicas. zn todo caso ello nos habla de la especificidad y de 1a incidencia i 4 i diferencial que la adscripcién étnica puede asumir en distintos contextos regionales de la vida social. En oposicién a los japoneses, otras pertenencias étnicas de oxigen nacional, particularmente los bolivianos, se transforman, en contextoe sociales especificos, en marcas estigmatizantes que tienden ala discriminacién, restringiendo las pesibilidades de insercién en la sociedad receptora. Elustrando las dimensiones del concepto de manipulacién de la identidad que menciondramos supra, acotemos que, dentro del campo cultural general, el ~—sboliviano aparece en_—ocasiones autoadscribiéndose a una identidad regional nacional (jujeno- saltefio), circunstancia permitida por la permeabilidad de las fronteras internacionales. La discriminacion regional observada podria encuadrarse en nodalidades especificas, en esferas deterninadas y no en forma generalizada (escuelas, asociaciones barriales y otros). Dicha discriminacién actta reforzando prejuicios de clase y dificulta el ingreso total a ciertos Ambitos sociales comunitarios, pero no impide el acceso mismo. Por otra parte, a nivel de la actividad econdmica, los prejuicios no se traducen en impedimentos de peso. Por el contrario, el grado de adaptabilidad a las condiciones: de trdtialjo, Y lod intensos procesos someten los trabajadores bolivianos, les permiten, en casos, la posibilidad de modificar su condicién de clase y*flexibilizar los @ autoexplotacién a los que se procesos de estigmatizacién a los que habitualmente son sometidos. et BIBLIOGRAFIA CITADA BARGMAN, D.y Otros. Loe grupos étnicos de origén extranjero. En:lidalgo y Tamagno (comp.)Btnicidad e Identidad.CEAL. Bs.As.1992. BARTH, F. {comp.) Los grupos 6tnices y sus fronteras De. F.C.E. Bs.As. 1976 BENENCIA y KARASIL.Bolivianos en Bu En: Estudios Migratorios Latinoamericanos, Ao 9, N°27, 1994 enos Aires. BONFTL BATALLA,¢. Lo propio y lo ajeno, una aproximacién al probiena del cllitrol cultural. in: Revista Mexicana de Ciencies PoLiticas y Socihles,N°103,UNAM, México, 1983. ‘CARDOSO DE OLIVEIRA, R. 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Ringuelet) Come hemos visto, el concepto de etnicidad como un fenémeno social, se refiere a la presencia marcada de diferencias culturales, Pero este contraste cultural debe estar acompafiado de una serie de caracteristicas que permiten conservar histéricamente el patrimonio cultural, controlar su uso relativamente exclusivo y desarrollar mecanismos de supervivencia del grupo en tanto tal. Se usa el concepto de étnico para un grupo determinado o para un fendmeno social en casos de que éstas caracteristicas sean muy pronunciadas, caso contrario es conveniente usar otros términos mas amplios, tal como el de subcultura © cultura (en el uso especifico refererido a un sector de la sociedad. Por ejemplo: cultura o subcultura regional, juvenil, etc.) 4 Los atributos de la etnicidad: ~ Los patrimonios culturales diferenciales. Estos pueden pueden no ser evidentes. Dependiendo el grupo de que s6 trate los acervos culturales varian y pueden ser poco visibles. Esta variedad en tipo y grado enfatiza segtin los casos aspectos més ‘expuestos como las lenguas originales o menos evidentes (como creencias, rituales privados, etc.). En presencia de una historia de subordinacién y represién, come fo ha sido fa historia de los aborigenes argentinos, estos, por lo habitual, han desarrollado una estrategia defensiva de ocultamiento o minimizaci6n de la identidad, ante una agresién muy grande de la sociedad nacional. Una cultura invisible, protegiendo su vida privada del 2mbilo piblico. Incluso, al ser bilingles han restringido el uso de su lengua original sélo a la esfera privada. En las tiltimas décadas, con una situacién politica mas favorable, aquellas mismas poblaciones han implementado estrategias, politicas en las que hacen visibles las identificaciones étnicas a los fines de reclamar derechos de ciudadania. Por ejemplo, en los reclamos por la propiedad de tierras ancestrales, - La presencia de una ideologia étnica como expresi6n de una visién del mundo y afirmacion de intereses sociales; basndose estos en la defensa de un patrimonio cultural contrastante con su entomo social. Esta ideologia esté presente variablemente ‘en el conjunto de simbolos anciados en argumentaciones politicas, expresiones artisticas, adomos, etc. oe

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