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MES DE AGOSTO

EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


“Para mejor amar, conocer y servir a Nuestra Señora”
MES DE AGOSTO
2 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Ofrecemos este “Mes de agosto en


honor al Inmaculado Corazón de María”
como una ayuda para conocer, amar y
servir mejor a la Virgen Santísima.
Las meditaciones de estos 31 días son
recopilaciones adaptadas de
diferentes homilías pronunciadas en
la celebración de los primeros sábados
de mes en la Iglesia del Salvador de
Toledo (España), dedicada al culto en
la Forma Extraordinaria del Rito
Romano. No quieren ni pretenden
agotar la doctrina cordimariana, si no
ser una pequeña ayuda para dar a
conocer el misterio de su Inmaculado
Corazón.

En Toledo, el 26 de julio de 2022


Fiesta de Santa Ana, madre de la Santísima Virgen.
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Forma Extraordinaria del Rito Romano 3

MES DE AGOSTO EN HONOR


AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Oraciones para comenzar todos los días:


+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos


de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para
desagraviar los Corazones de Jesús y de María,
decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman. (3 veces)
***
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 Consideración diaria.

Oraciones para terminar todos los días:


Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de
reparación al Inmaculado Corazón de María:
MES DE AGOSTO
4 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 En reparación por las blasfemias y ultrajes que se


cometen contra la Inmaculada Concepción de
María. (Avemaría)
 En reparación por las blasfemias y ultrajes que se
cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra
Señora. (Avemaría)
 En reparación por las blasfemias y ultrajes que se
cometen contra la maternidad divina de María,
rechazando al mismo tiempo recibirla como
Madre de los hombres. (Avemaría)
 En reparación por aquellos que infunden en los
niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen
Inmaculada. (Avemaría)
 En reparación por aquellos que ultrajan,
desprecian y maltratan las imágenes y
representaciones de la Virgen Santísima.
(Avemaría)
***
CONSAGRACIÓN AL INMACULADO
CORAZÓN
de San Antonio María Claret
¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos
acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado
Corazón para que reines en nuestros corazones y en
nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección
maternal.
Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas,
nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y
tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y
verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que
en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el
bautismo.
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Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de


Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y
placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a
nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.
Y nos comprometemos a conservar nuestra fe,
santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del
Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por
Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos
Sacramentos. Amén.
***
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
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6 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

DÍA 1.
EL MISTERIO DEL CORAZON DE MARÍA
El Evangelista san Lucas por dos veces (Lucas 2, 19 y
2, 51) afirma que la Virgen María ante los
acontecimientos que rodean el nacimiento del Niño
Jesús “guardaba todas estas cosas meditándolas en su
corazón.”
Esta referencia al Corazón de la Virgen Madre no es
algo sin importancia. Cada palabra de la Sagrada
Escritura es revelada e inspirada por el Espíritu Santo.
En la Sagrada Escritura no falta ni sobra nada: es la
Palabra de Dios. Parece que el Espíritu Santo quisiera
preparar así la devoción al Inmaculado Corazón de
María, donde las almas santas han encontrado siempre
una fuente inagotable de amor y misericordia. El Santo
Cura de Ars que consagró su pequeña parroquia al
Inmaculado Corazón de María decía: “¿Sabéis dónde
está el secreto, para atraer y convertir a los pecadores?
No es ningún misterio: está en el Corazón de María.
He bebido tantas veces en esta fuente, que ya no
quedaría agua si no fuera inagotable. Si tú acudes a este
manantial del Corazón de la Santísima Virgen confía
que nunca se agotará, porque es inagotable. El Corazón
de esta buena Madre no es más que amor y
misericordia”.
San Juan Eudes en su libro “El Corazón Admirable de
la Madre de Dios” enseña: “Cuando honramos este
Corazón, deseamos honrar en la Virgen, Madre de
Jesús, no solamente alguno de sus misterios y alguna de
sus acciones, como su nacimiento, o su presentación, o
su visitación, o su purificación; no solamente alguna de
sus cualidades, como Madre de Dios, o Hija del Padre,
o Esposa del Espíritu Santo, o Templo de la Santísima
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Trinidad, o Reina del cielo y de la tierra; ni siquiera


solamente su dignísima Persona; sino que deseamos
honrar primero y principalmente en Ella la fuente y el
origen de la Santidad y de la dignidad de todos sus
misterios, de todas sus acciones, de todas sus
cualidades y de su persona misma; es decir su amor y
su caridad, puesto que, según todos los Santos
Doctores, el amor y la caridad son la medida del mérito
y el principio de toda Santidad”.

DÍA 2.
¿CÓMO ES EL CORAZÓN DE MARÍA?
El Corazón de María es el corazón humano más
excelente y perfecto que haya existido, después del
Corazón de Jesús. Lleno de santidad resplandece ante
nosotros con una belleza que nos cautiva y embelesa.
Es el Corazón de la Madre de Dios, es el Corazón de la
Virgen más santa, es el Corazón de la Inmaculada.
Pero no pensemos por ello que es un corazón complejo
o difícil de comprender. El Corazón de María
resplandece también por su unidad y sencillez, por esa
santa simplicidad asequible a todos. Y por ello, desde
los sabios teólogos y pensadores hasta las almas más
sencillas y rústicas, han encontrado en el Corazón de
María las delicias más santas y el motivo de los goces
más altos.
El corazón como símbolo y centro de la vida del
hombre aúna en sí los afectos, los sentimientos, los
quereres, los pensamientos, las intenciones y todas las
facultades espirituales del hombre. Una mirada a
nuestro corazón nos hace comprender ¡qué complicado
y enfermo es el corazón del hombre! Pero el Corazón
de María no es así: en Él reina la santa simplicidad y
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8 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

sencillez porque en el Corazón de María todo está


unificado en Dios: los afectos ordenados según el
querer de Dios, los sentimientos unidos a los mismos
de Dios, los quereres idénticos a los divinos, los
pensamientos armonizados a la mente amorosa de
Dios, las intenciones iguales a las de Dios… Todo en
Dios, con Dios y por Dios. Entrar en el Corazón de
María es entrar en la unidad de Dios, contemplar el
Corazón de María es contemplar la unidad y la
armonía, la belleza tranquila y serena, el reposo del
espíritu... y todo ello sin complejidades, sin escondrijos,
sin retorcimientos… Todo en Dios, con Dios y por
Dios ha de ser nuestra aspiración para que nuestro
corazón sea en todo semejante al de la Virgen y Dios
encuentre en Él sus complacencias.

DÍA 3.
LA UNIÓN DE LOS CORAZONES
DE JESÚS Y MARÍA
Detengámonos a considerar las maravillas que Dios ha
obrado en el Corazón Inmaculado de la Virgen María,
nuestra Reina y Madre. Maravillas que hacen su
Corazón, único y excelente, por la unión con el
Corazón de su divino Hijo Jesús.
Consideremos la unión estrechísima que ninguna otra
criatura pudo experimentar con Nuestro Señor
Jesucristo desde el momento de la Encarnación hasta el
parto virginal: la vida del Niño Dios era la vida de
María. El Dios eterno se hace esclavo de aquella que es
su sierva, su vida depende de su criatura. La unión
entre los Corazones de Jesús y María no se terminó con
el parto, pues siempre se mantuvo durante la vida
terrena del Señor. Dos Corazones que forman un solo
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Corazón, no en unidad de esencia, como la Unidad del


Padre y del Hijo, sino en unidad de sentimiento, de
afecto y de voluntad.
La Virgen sentía lo mismo que su Hijo, la Virgen
amaba los mismo que Jesús, la Virgen quería y deseaba
lo mismo que su Hijo Dios.
Al venerar y reparar el Corazón de María, hemos de
pedir la gracia de llegar a tener esa unión de
sentimientos, de afectos y voluntad con Ella y su divino
Hijo.
Jesús y María, haced mi corazón semejante al vuestro:
que yo tenga los mismos sentimientos, los mismos
afectos, los mismos deseos de vuestros Corazones.
Purificad mi corazón de los sentimientos, afectos y
deseos que me apartan de vosotros. Elevad con la
gracia divina aquellos sentimientos, afectos y deseos
buenos que hay en mí para que todo lo haga en unión
con vosotros. Amén.

DÍA 4.
LA SANTIDAD DEL CORAZÓN DE MARÍA
Como fruto de la unión que existe entre el Corazón de
María y el Corazón de Jesús, brota la santidad del
Corazón de María: no ha habido, ni hay, ni habrá un
corazón en el mundo donde haya tal santidad, pues la
Virgen es la “llena de gracia”.
“Solo Dios es santo” y al decir esto, decimos que en
Dios están de modo infinito todas las perfecciones,
bondades, atributos y virtudes; y nada hay malo ni
defectuoso ni imperfecto en Él: infinitamente sabio,
omnipotente, justo, perfecto e inmenso, eterno e
inmutable, infinitamente bueno y misericordioso.
MES DE AGOSTO
10 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Esa santidad de Dios, Dios la comunica especialmente


a los hombres en la creación, que tras el pecado original
queda “privado de la gloria y de la santidad de Dios”.
La obra de la redención consiste en devolvernos esa
participación en la santidad divina, en la vida de Dios,
mediante la unión con Jesucristo. La Virgen participa
de la redención en primer lugar y de forma singular: Ni
todos los santos juntos igualan a la santidad de María.
Su santidad es única e irrepetible, pues preservada del
pecado original, Ella es “llena de gracia” y en Ella no
hay resquicio de mal, ni de imperfección ni de defecto.
“Tota pulchra es Maria” -canta la liturgia.
El Inmaculado Corazón de María es totalmente santo a
imagen y semejanza de Dios, tres veces santo. Ella
tiene toda la santidad de Dios que en una criatura
puede darse. Ante la dignidad singular, sublime y, más
aún, casi divina de la Madre de Dios, el Papa Pío XII
decía: “Gloríense, por lo tanto, todos los cristianos de
estar sometidos al imperio de la Virgen Madre de Dios,
la cual, a la par que goza de regio poder, arde en amor
maternal”.

DÍA 5.
EL CORAZÓN DE MARÍA ES EL CORAZÓN DE
NUESTRA MADRE
El Corazón Inmaculado de María es el Corazón de
aquella que es Madre de Dios, pero también Madre de
todos los hombres. En la persona del discípulo amado,
al pie de la Cruz, Jesús entregó su Madre a toda la
Iglesia y a la misma humanidad: “Hijo, ahí tienes a tu
madre.”
En el Corazón santísimo de María todos los hombres
tienen cabida, a todos nos ama como a hijos suyos;
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siendo siempre para todos amor, ayuda, consuelo,


fortaleza y compasión. Decía el Santo Cura de Ars: “El
Corazón de María es tan grande para con nosotros que,
si reuniéramos el amor de los corazones de todas las
madres, ese amor, con ser tan grande, parecería un
pedazo de hielo comparado con el inmenso amor que
en el Corazón de María arde hacia nosotros sus hijos”.
¿Cuál es el deseo del hijo hacia su Madre?
Corresponder a su amor. Amor con amor se paga –
solemos decir-. Por eso la devoción y veneración al
Corazón Inmaculado de María ha de ser un verdadero
deseo de corresponder a su amor, de ser un fiel y
amante hijo de la Virgen. El verdadero devoto de la
Virgen María quiere ser santo imitándola a Ella en
todo.
San Antonio María Claret se decía a sí mismo: “Un
hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre
que arde en caridad y que abraza por donde pasa; que
desea eficazmente y procura, por todos los medios,
encender a todo el mundo en el fuego del divino amor.
Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los
trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las
calumnias y se alegra en los tormentos”.

DÍA 6.
LA BELLEZA DEL CORAZÓN DE MARÍA
La liturgia aplica a la Virgen María las palabras del
Esposo del Cantar de los cantares: “Tú eres toda
hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.” (Cant
4,7). La Virgen, llena de gracia, refleja en su cuerpo y
en su alma la belleza de Dios.
A Dios lo conocemos por sus obras. Los filósofos de la
antigüedad, en su búsqueda de Dios, al contemplar la
MES DE AGOSTO
12 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

creación descubrían en Dios tres atributos que


entendían esenciales de la divinidad: Dios es bueno,
Dios es veraz y Dios es bello. El hombre busca, desea y
anhela lo bueno, la verdad y lo bello. La belleza
produce en nosotros la atracción y el amor. Este deseo
amoroso también nos conduce a Dios.
Dios ha comunicado esa belleza a su creación, y en
particular, de un modo único y singular esa belleza
resplandece en el Corazón Inmaculado de María: pues
Ella es la obra perfecta de Dios, en Ella derramó todas
las gracias. “Eres toda hermosa, oh, María, y la
mancha original no está en ti.” Una belleza externa
que refleja también la belleza de su alma, toda sin
pecado, ni arruga; una belleza que brota de un corazón
lleno de Dios, pues como se dice popularmente “la cara
es espejo del alma”.
Al contemplar la belleza del Corazón Inmaculado de
María recibimos una “saludable sacudida”, -en palabras
de Benedicto XVI- que nos hace salir de nosotros
mismos, nos arranca de la resignación, del
acomodamiento del día a día e incluso nos hace sufrir,
como un dardo que nos hiere, pero precisamente de
este modo nos "despierta" y nos vuelve a abrir los ojos
del corazón y de la mente, dándole alas e impulsándolo
hacia lo alto; hacia Dios.
Al contemplar el Corazón de María descubrimos el
reflejo de los atributos divinos -la bondad, la belleza y
la verdad- que hacen resplandecer en el mundo el rostro
luminoso de Dios bueno, admirable y justo.
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DÍA 7.
EL CORAZÓN DE MARÍA EN EL EVANGELIO
¿Qué nos dice el Evangelio acerca del Corazón
Inmaculado de María? Aparentemente muy poco y, en
cambio, nos dice mucho.
Es un Corazón lleno de caridad como lo vemos en la
visitación a santa Isabel, en la que la Virgen no se
queda extasiada ni paralizada ante el anuncio del ángel,
sino que con presura se pone en camino para auxiliar a
su prima necesitada.
El Corazón de la Virgen es un Corazón agradecido
para con Dios al exultar de gozo en el Magnificat
donde, reconociendo su pequeñez, canta las grandezas
de Dios. En su canto se manifiesta su Corazón alegre,
manso, humilde, generoso, orante, agradecido,
temeroso de Dios…
Este Corazón es también íntimo y profundo, no
superficial, ni voluble, donde Ella guarda y medita los
acontecimientos extraordinarios del nacimiento y de la
infancia del Niño Jesús. Es el mismo Corazón que, con
sufrimiento, sin comprender la respuesta del Niño
Jesús, se hace caja de secretos de los misterios de Dios.
El Corazón de la Virgen es Corazón de Madre pues con
solicitud materna se mueve a compasión hacia aquellos
novios que no tienen vino en Caná de Galilea. Y allí se
muestra como Corazón misericordioso y suplicante
pidiendo la intercesión de su Divino Hijo en cosa
aparentemente sin importancia.
El Corazón de la Virgen es un Corazón de vida interior
y silenciosa en los 30 años de vida oculta de su Hijo,
dedicada a Dios y al cuidado de su familia en la vida
sencilla de cualquier mujer, ofreciendo cada día su vida
y trabajos a Dios. Este Inmaculado Corazón, desde el
MES DE AGOSTO
14 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

seguimiento discreto, acompañará a su Hijo en sus tres


años de vida pública, latiendo al unísono con Él por la
gloria del Padre y la salvación de los hombres. Corazón
Inmaculado que sufrirá junto con el Corazón Divino de
Jesús el desprecio, la persecución y el rechazo del
pueblo elegido. El Corazón Inmaculado es corazón
traspasado, cruel y ferozmente, por la espada de dolor
en el Calvario al ver a su Hijo muerto, pero lleno de
esperanza, aguarda la victoria sobre la muerte y el
pecado. Corazón maternal que acoge como verdaderos
hijos a los herederos de Eva en la persona de Juan para
engendrarlos a la vida nueva.
Este Inmaculado Corazón rebosa de alegría en el día
del Señor ante la resurrección de su Hijo. El
Inmaculado Corazón es el corazón donde la Iglesia
nace en la mañana de Pentecostés haciendo perseverar
a los discípulos de su Hijo en el cenáculo para implorar
el don del Espíritu Santo.
El Inmaculado Corazón es corazón providente,
amoroso, atento, misericordioso que a lo largo de la
historia se ha mostrado solícito para con sus hijos en
toda clase de necesidades, por lo cual, no hay nadie que
pueda decir que, habiendo recurrido a Ella, haya sido
desamparado ni desatendido.

DÍA 8.
LA REVELACIÓN
DEL INMACULADO CORAZÓN
Dios en su providencia amorosa tenía dispuesto
especialmente para nuestro tiempo la devoción al
Inmaculado Corazón de María. Sería realmente
absurdo querer negar la importancia para el mundo,
para la Iglesia y para nosotros, de los acontecimientos
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Forma Extraordinaria del Rito Romano 15

que ocurrieron en Fátima en el año de 1917 y después,


más tarde, en su colofón en Pontevedra y Tuy (España)
donde la Virgen manifestó la Gran Promesa de su
Inmaculado Corazón. Sería ilógico y realmente
peligroso para nuestra salvación hacernos sordos al
mensaje de la Virgen, pues como dijo en su visita a
Fátima en el año 2011 el Papa Benedicto XVI: “Se
equivoca quien piensa que la misión profética de
Fátima está acabada.”
La Virgen se ha manifestado, ha dejado verse por
aquellos tres niños, ha hablado, ha dado un mensaje.
La misma forma de aparecerse es también palabra que
nos habla y nos interroga.
Así lo testimonia Sor Lucía en sus Memorias: “El día
10 de diciembre de 1925, se le apareció la Santísima
Virgen y al lado, suspenso en una nube luminosa, un
Niño. La Santísima Virgen, poniéndole una mano en el
hombro, le mostró al mismo tiempo un Corazón que
tenía en la otra mano, cercado de espinas.
Al mismo tiempo dijo el Niño: – Ten compasión del
Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de
espinas que los hombres ingratos continuamente le
clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para
arrancárselas. En seguida dijo la Santísima Virgen: –
Mira, hija mía, mi Corazón, cercado de espinas que los
hombres ingratos me clavan continuamente con
blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura
consolarme y di que todos aquellos que, durante cinco
meses, en el Primer Sábado se confiesen, reciban la
Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan 15
minutos de compañía, meditando en los 15 misterios
del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo
MES DE AGOSTO
16 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias


necesarias para la salvación de sus almas.”

DÍA 9.
LOS PRIMEROS SÁBADOS DE MES
La aparición del 10 de diciembre de 1925 no fue la
última que recibió Sor Lucía. Escuchemos su
testimonio: “En el día 15 de febrero de 1926, andaba yo
muy ocupada con mis oficios y ya no me acordaba de
aquello casi nada; y, yendo a arrojar un cubo de basura
fuera de la propiedad, donde algunos meses atrás había
encontrado a un niño; le pregunté si sabía el Avemaría,
respondiéndome que sí; le mandé que la dijese para
oírla yo; más, como no se resolvía a decirla solo, la dije
yo con él tres veces; y, al fin de las tres Avemarías, le
pedí que la dijese solo; pero, como él se calló parecía
que no era capaz de decirla solo; le pregunté si sabía
cuál era la Iglesia de Santa María; me respondió que sí;
le dije que fuese allí todos los días y que dijese así: “Oh
Madre mía del Cielo, dadme a vuestro Niño Jesús”. Le
enseñé esto y entré en casa.
En ese día, volviendo yo allí como de costumbre,
encontré un niño que me pareció ser el mismo; y le
pregunté entonces: – ¿Has pedido el Niño Jesús a la
Madre del Cielo?
El niño se vuelve hacia mí, y dice: – ¿Y tú has
propagado por el mundo aquello que la Madre del
Cielo te pedía?
Diciendo esto, se transforma en un Niño
resplandeciente; conociendo entonces que era Jesús,
dije: – Jesús mío, Vos sabéis bien lo que mi confesor me
dijo en la carta que os leí; me decía que era necesario
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Forma Extraordinaria del Rito Romano 17

que aquella visión se repitiese; que hubiese hechos para


que fuese creíble; y que la Madre Superiora sola, para
propagar ese hecho, nada podía.
– Es verdad que la Madre Superiora sola nada puede,
pero con mi gracia lo puede todo; y basta que tu
confesor te dé licencia, y que tu Superiora lo diga, para
que sea creído; aún sin saberse a quién fue revelado.
– Pero, mi confesor decía en la carta que esta devoción
no hacía falta en el mundo, porque ya había muchas
almas que Os recibían en los Primeros Sábados en
honra de Nuestra Señora y de los quince misterios del
Rosario.
– Es cierto, hija mía, que muchas almas los comienzan,
pero pocas los acaban; y las que los terminan, es con el
fin de recibir las gracias que a eso están prometidas;
pero me agradan más las que hagan los cinco Primeros
Sábados con fervor y con el fin de desagraviar el
Corazón de tu Madre del Cielo, que aquellas que hagan
los quince tibios e indiferentes.

DÍA 10.
LA VIRGEN LE MOSTRÓ SU CORAZÓN
Detengamos nuestra atención en el gesto de la Virgen
hacia sor Lucía. Acompañada del Niño Jesús, la
Virgen, poniéndole una mano en el hombro, le mostró
al mismo tiempo su Corazón que tenía en la otra mano,
cercado de espinas.
Le mostró su Corazón: Un gesto que manifiesta el
deseo de dársenos a conocer. La Virgen quiere que la
conozcamos, que entremos en el misterio de su
Corazón Inmaculado. Dice san Luis María Grignon:
“la excelsa María ha permanecido hasta ahora
desconocida y ésta es una de las razones de que
MES DE AGOSTO
18 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Jesucristo no sea todavía conocido como debe serlo. De


suerte que, si el conocimiento y reinado de Jesucristo
han de dilatarse en el mundo, como ciertamente
sucederá, esto acontecerá como consecuencia necesaria
del conocimiento y reinado de la Santísima Virgen,
quien lo trajo al mundo la primera vez y lo hará
resplandecer la segunda.”
El gesto de la Virgen al mostrar su Corazón es
mostrarnos los secretos de su persona. Nuestra Señora
no tiene miedo a mostrarnos su Corazón, pues en Él no
hay nada que no pueda mostrarse. Un Corazón
inmaculado, limpio, transparente. Un Corazón
totalmente modelado por Dios. Un Corazón donde no
hay lugar a “malos pensamientos, homicidios,
adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y
calumnias.” En definitiva, un Corazón todo de Dios,
totalmente lleno de Él; y porque es todo de Dios se da
totalmente a nosotros. No se guarda para sí mismo, ni
se reserva para el pecado, ni lo ocupa con vanos
pensamientos. Se da a Dios y se da a nosotros. Al
mostrarnos su Corazón Inmaculado en su mano, la
Virgen nos habla de su inmensa caridad hacia nosotros,
de esa espada de dolor que la hace Corredentora junto
con su Hijo, Nuestro Redentor. Las palabras dichas
anteriormente en Fátima a la niña Lucía “Mi
Inmaculado Corazón será tu refugio” hallan su
expresión plástica en este gesto de la Virgen.
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Forma Extraordinaria del Rito Romano 19

DÍA 11.
UN CORAZÓN RODEADO DE ESPINAS
El Corazón que la Virgen sostiene en su mano está
herido, rodeado de espinas. Al querer dársenos y al
querer amarnos, la Virgen María expone su Corazón al
sufrimiento, a ser clavado y maltratado por nuestros
pecados, blasfemias e ingratitudes. La espada
anunciada por el anciano Simeón que atravesó su alma
en la pasión se ha convertido en corona de espinas.
Nosotros que deberíamos amarla, somos los que la
ofendemos. Su gesto viene a pedir consuelo. Ella, que
es consuelo de afligidos, ruega que nosotros tengamos
compasión de su Corazón y le mostremos nuestro amor
y reparemos las ofensas a su Corazón.
La reparación al Inmaculado Corazón de María no es
un conjunto de oraciones o prácticas piadosas. La
reparación exige de nosotros:
En primer lugar, vivir nuestra condición de hijos de
Dios conforme a nuestras promesas bautismales
detestando el pecado y viviendo santamente.
En segundo lugar, conocer, amar e imitar este Corazón
Inmaculado que es modelo y estímulo para que nuestro
corazón sea semejante al Corazón de Jesús.
En tercer lugar, satisfacer y ofrecer sacrificios para
reparar con amor tanto desamor.
"¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los
sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación
de los pecados con que es ofendido y de súplica por la
conversión de los pecadores?" preguntó la Virgen a los
tres niños en su primera aparición en Fátima el 13 de
mayo de 1917. -Sí, queremos- respondieron ellos. A lo
que nuestra Señora añadió: "Tendréis, pues, mucho que
sufrir, pero la gracia de Dios os fortalecerá".
MES DE AGOSTO
20 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

DÍA 12.
LE MOSTRÓ SU CORAZÓN HERIDO
PARA CURAR NUESTRO EGOÍSMO
El gesto de la Virgen con el Corazón en su mano
mostrándolo a Sor Lucía es muy elocuente para nuestro
mundo actual donde el egoísmo hace que cada vez el
hombre se cierre más en sí mismo buscando sus propios
intereses y olvidándose de los otros.
La Santísima Virgen muestra su Corazón que nos ama
y está dispuesto a sufrir para curar al hombre de hoy
que no quiere amar porque no quiere exponer su
corazón al sufrimiento.
La Santísima Virgen nos muestra su Corazón para
curar el nuestro que vive en el mundo de las apariencias
y las hipocresías, cuando no en las esquizofrenias de
una multiplicidad de personalidades según la moda o
las circunstancias. El Inmaculado Corazón de María es
una llamada a entrar en nosotros mismos, a conocer
nuestro corazón, y desde ahí, construir el edificio de la
santidad, que también es verdadera humanidad. Nos
cuesta aceptarnos y ser sinceros, incluso hasta con
nosotros mismos. Como nuestros viejos padres Adán y
Eva tras el pecado, también nosotros nos escondemos
de Dios, llevados por un miedo y desconfianza, que el
mismo pecado produce.
La Virgen muestra su Corazón al hombre de hoy que se
cree fuerte y capaz de todo, pero tiene miedo a que se
descubra su debilidad y fragilidad.
El Corazón en su mano, encendido como una hoguera,
es denuncia para el hombre de hoy que se resiste a vivir
para lo que ha sido creado: para amar a Dios con todo
su corazón.
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DÍA 13.
LA VIRGEN NOS PIDE ACOGER SU CORAZÓN
La Virgen Santísima muestra y ofrece su Corazón a la
joven religiosa Lucía cumpliendo las palabras dichas en
su segunda aparición en Fátima el 13 de junio de 1917,
al manifestarle que debía quedarse en el mundo para
dar a conocer su Inmaculado Corazón.
- ¿Me quedo aquí solita? - preguntó Lucía con dolor. -
"No, hija- le dijo la Virgen, añadiendo: “¿Y tú sufres
mucho por eso? ¡No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi
Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te
conducirá a Dios."
La Santísima Virgen nos ofrece su Corazón. Seamos
agradecidos y correspondamos a este amor materno
que hizo que Nuestra Señora ofreciera a su Hijo por
nuestros pecados y se ofreciera junto a Él por la
salvación del mundo. Recibamos este Corazón que nos
ofrece en su mano para conocerlo y conocer así el
misterio de Dios que Ella guardaba y meditaba.
Tomemos este Corazón para mejor imitarle en toda su
vida, ofreciendo de una forma más agradable y perfecta
nuestra gratitud y consuelo.
Ella nos ofrece su Corazón como refugio,
escondámonos en Él en medio de las luchas, los
trabajos, cansancios y agobios de la vida. El Corazón
de la Virgen es refugio seguro para todos y en toda
circunstancia, porque es el Corazón de aquella que es
Virgen, Madre y Reina.
Acojamos este Corazón que se nos ofrece y
guardémoslo en el nuestro para que, por su poder de
Medianera de todas las gracias, vaya transformando el
nuestro a semejanza del suyo y así poder conocer
MES DE AGOSTO
22 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

nuestro corazón y aprender a amar y a darnos a los


otros.

DÍA 14.
EL CORAZÓN DE MARÍA PREOCUPADO
POR LA SALVACIÓN DE SUS HIJOS
Hallar el Corazón de la Virgen y amarlo adentrándose
en Él como refugio en la peregrinación de nuestra vida,
es la ciencia más elevada de la santidad. No hay forma
más perfecta de llegar a Jesucristo que a través del
Corazón de su Madre. San Luis María Grignon de
Montfort lo afirma tajantemente: “La Virgen es el
camino más rápido, fácil y seguro para llegar a Jesús”.
Nuestra Señora en sus apariciones y mensajes en
Fátima muestra su interés y su preocupación como
Madre amorosa y diligente por la salvación de sus
hijos.
En primer lugar, pide a los niños que ofrezcan
sacrificios por los pecadores, porque muchos hombres
van al infierno porque no hay nadie que rece y se
sacrifique por ellos.
Ante las preguntas de los niños sobre el destino eterno
de algunos vecinos que se habían muerto, la Virgen
responde: “unos si están en el cielo, otros estarán en el
purgatorio hasta el final de los tiempos…” “Francisco y
Jacinta irán pronto al cielo…”
En la aparición de julio de 1917, Nuestra Señora
muestra a los niños el infierno para moverlos a una
mayor caridad hacia los pecadores y que descubran las
consecuencias eternas de una vida sin Dios.
En esa misma aparición, la Virgen les enseña y pide
que recen esta jaculatoria en cada misterio del rosario:
“Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 23

infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente


las más necesitadas”.
Finalmente, al pedir la reparación de los primeros
sábados de mes, -Ella, Virgen siempre agradecida y
generosa-, ofrece a cambio la promesa de asistir en la
hora de la muerte con las gracias necesarias para su
salvación.
¿Vamos a desperdiciar este medio tan sencillo, fácil y
seguro para alcanzar la salvación?

DÍA 15.
LA IMPORTANCIA DE LA DEVOCIÓN
AL INMACULADO CORAZÓN
Las apariciones de Fátima crearon una gran
expectación en la sociedad de la época: no sólo el
pueblo sencillo y llano acudió allí con verdadera
devoción. Las autoridades eclesiásticas, los políticos
comarcales y regionales, los medios de comunicación
se alarmaron ante este hecho, como la ciudad de
Jerusalén al llegar los magos de Oriente guiados por la
estrella. En la última aparición que tiene lugar el 13 de
octubre de 1917, en aquel campo, explanada actual del
santuario de Fátima, había miles de personas: de treinta
a cuarenta mil personas -según la crónica de los
periódicos de la época, nada proclives al mundo de lo
religioso-.
Muchos han escuchado hablar de estas apariciones y
han peregrinado hasta el Santuario de Fátima,
admirados ante los fenómenos “más llamativos” de
estos acontecimientos, pero sin descubrir lo central del
mensaje de Nuestra Señora que revela a los niños el
misterio de su Inmaculado Corazón.
MES DE AGOSTO
24 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Recordemos cinco puntos fundamentales para poder así


conocer y hacer la voluntad de Dios.
 Dios quiere establecer en el mundo la devoción al
Inmaculado Corazón para salvar a los pecadores.
 Dios quiere conceder la paz al mundo y las gracias
a través de este mismo Corazón.
 Dios quiere que reparemos el Corazón
Inmaculado de María herido por los pecados de
los hombres.
 Dios quiere que el Corazón de su Madre sea un
refugio para las almas que buscan agradarle y el
camino fácil, corto y seguro para llegar a Él.
 Dios quiere que Rusia y el mundo entero sean
consagrados al Inmaculado Corazón de María.

DÍA 16.
DIOS QUIERE ESTABLECER EN EL MUNDO LA
DEVOCIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
Dios quiere establecer en el mundo la devoción al
Inmaculado Corazón para salvar a los pecadores. En la
aparición del 13 de julio de 1917, la Virgen muestra en
visión a los tres niños el infierno. Y les dice: “Habéis
visto el infierno, donde van las almas de los pobres
pecadores. Es para salvar a los pecadores que Dios
quiere establecer en el mundo la Devoción a mi
Inmaculado Corazón.” El Inmaculado Corazón de
María es la expresión y el medio que Dios ofrece para
salvar a los pecadores, pues “quiere que todos los
hombres se salven y lleguen al conocimiento de la
Verdad.” Él ha querido entregar a su Madre el poder de
salvación. Por ello, para la Iglesia y para nosotros se
hace imperioso atraer las almas hacia la Virgen, hacia
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 25

su Inmaculado Corazón. De todas las formas y modos,


hemos de ingeniárnoslas para que todos conozcan y
amen más a la Virgen y acudan a Ella. Esta es la nueva
Evangelización a la que estamos llamados. Hemos de
atraer a todos a los pies de Nuestra Señora, con
ardiente deseo de corazón, allá donde nos
encontremos, pero también físicamente ante su altar,
para que, dirigiendo nuestra mirada hacia Aquella
cuyos ojos son misericordiosos, podamos exclamar:
“¡Sálvame, María! ¡Madre, sálvame!
La devoción al Inmaculado Corazón no es una más de
otras muchas que existen, sino aquella que da sentido y
renueva todas las anteriores, porque va al centro de su
persona, a su ser más íntimo, a su Corazón donde
reside toda su vida, donde está Dios.
La devoción al Inmaculado Corazón de María nos
muestra en una criatura como nosotros, de carne y
hueso, lo que Dios quiere hacer, transformándonos por
el poder de su gracia, pues Ella es la obra perfecta de
Dios en la que la Iglesia ve acabada y realizada todas
las promesas. Y es la devoción al Inmaculado Corazón
de María la más apropiada para nuestro tiempo porque
es el Corazón el lugar privilegiado del encuentro con
Dios donde debe realizarse la única y verdadera
transformación del hombre: la deificación por la
presencia trinitaria de Dios.

DÍA 17.
DIOS QUIERE CONCEDER LA PAZ AL MUNDO
Y LAS GRACIAS A TRAVÉS DEL
INMACULADO CORAZÓN.
Estas son las palabras de la beata Jacinta a su prima
Lucía poco antes de morir con tan solo 9 años: “Ya
MES DE AGOSTO
26 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

falta poco para irme al cielo. Tú quedas aquí para decir


que Dios quiere establecer en el mundo la devoción al
Inmaculado Corazón de María. Cuando vayas a
decirlo, no te escondas. Di a toda la gente que Dios nos
concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón
de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de
Jesús quiere que a su lado se venere el Inmaculado
Corazón de María, que pidan la paz al Inmaculado
Corazón, que Dios la confió a Ella. Si yo pudiese meter
en el corazón de toda la gente la luz que tengo aquí
dentro en el pecho, que me está abrazando y me hace
gustar tanto del Corazón de Jesús y del Corazón de
María." Dios concede las gracias a través del
Inmaculado Corazón de María. Nos concedió al que es
el mismo autor de la gracia, Jesucristo Nuestro Señor, y
nos concede todos los bienes espirituales y materiales a
través de Ella. Ella es la Madre de la familia de Dios y
por tanto es la Administradora, la que distribuye a cada
uno lo que necesita, la que sabe y conoce como es cada
uno de sus hijos… Ella es la Medianera de todas las
gracias y, por ello, a Ella debemos recurrir en todas
nuestras necesidades espirituales y materiales.
Así razona san Luis María Griñon de Montfort:
“Jesucristo es nuestro abogado y mediador de
Redención ante el Padre. (…) Pero ¿no necesitamos
acaso un mediador ante el mismo Mediador?
Digamos, pues, abiertamente con San Bernardo que
necesitamos un mediador ante el Mediador mismo y
que la excelsa María es la más capaz de cumplir este
oficio caritativo. Por Ella vino Jesucristo a nosotros y
por Ella debemos nosotros ir a Él. Si tememos ir
directamente a Jesucristo-Dios, a causa de su infinita
grandeza y de nuestra pequeñez o pecados, imploremos
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 27

con filial osadía la ayuda e intercesión de María,


nuestra Madre. Ella es tierna y bondadosa.”

DÍA 18.
DIOS PIDE REPARACIÓN
DEL INMACULADO CORAZÓN
Dios quiere que reparemos el Corazón Inmaculado de
María herido por los pecados de los hombres. El Niño
Jesús, en la aparición del 10 de diciembre, en la ciudad
de Pontevedra le dirá a Sor Lucía: “Ten compasión del
Corazón de Tu Santísima Madre, que está rodeado con
las espinas que los hombres ingratos constantemente le
clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para
quitárselas.” Un Corazón herido al que debemos
reparar con nuestro amor y nuestra verdadera
devoción. Un Corazón que sufre ante la frialdad y
frivolidad del hombre moderno. Un Corazón que nos
ama y que solo podemos reparar amando.
La comunión de los primeros sábados en honor de
Nuestra Señora no era una novedad. El 13 de junio de
1912, cinco años antes de que la Santísima Virgen
hiciera la petición en la tercera aparición en Fátima,
san Pío X concedió nuevas indulgencias a la devoción
del primer sábado, poniendo gran énfasis en la
intención de desagravio:
¿Cómo hacer esta reparación? La Virgen lo dice a Sor
Lucía: mediante la práctica de los 5 primeros sábados
de mes. ¿Qué es lo que hay que hacer?
1º) Confesarse, dentro de los ocho días anteriores o
posteriores, con la intención de reparar las ofensas al
Inmaculado Corazón de María. No es imprescindible,
pero sí aconsejable, manifestar la intención reparadora
al confesor.
MES DE AGOSTO
28 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

2º) Recibir la Sagrada Comunión, en gracia de Dios,


con la misma intención de la confesión; dentro de los
ocho días anteriores o posteriores.
3º) Recitar el Rosario, al menos una parte (5 misterios),
con esa misma intención reparadora.
4º) Hacer compañía a la Virgen por quince minutos,
meditando en los 15 misterios del Rosario.

DÍA 19.
DIOS QUIERE QUE EL CORAZÓN DE SU
MADRE SEA UN REFUGIO PARA LAS ALMAS
Dios quiere que el Corazón de su Madre sea un refugio
para las almas que buscan agradarle y el camino fácil,
corto y seguro para llegar a Él. Estas son las palabras de
la Virgen a la niña Lucía cuando le anuncia su misión
de ser apóstol de su Corazón: “Mi Inmaculado
Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a
Dios.”
El Corazón de María es el refugio ante las tempestades
de las pasiones que se levantan en nuestra alma, ante
las tempestades de los sufrimientos y golpes de la vida,
el refugio ante el dolor de la enfermedad y de la
soledad, el refugio seguro donde hallaremos paz, donde
hallaremos descanso en nuestras fatigas.
Conocidísimas son las palabras de san Bernardo
cuando dice: “¡Oh tú que te sientes lejos de la tierra
firme, arrastrado por las olas de este mundo, en medio
de las borrascas y de las tempestades, si no quieres
zozobrar no quites los ojos de la luz de esta Estrella,
invoca a María! Si se levantan los vientos de las
tentaciones, si tropiezas en los escollos de las
tribulaciones, mira a la Estrella, llama a María. Si eres
agitado por las ondas de la soberbia, si de la detracción,
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 29

si de la ambición, si de la emulación, mira a la Estrella,


llama a María. Si la ira, o la avaricia, o la impureza
impelen violentamente la navecilla de tu alma, mira a
María. Si, turbado a la memoria de la enormidad de tus
crímenes, confuso a la vista de la fealdad de tu
conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio,
comienzas a ser sumido en la sima del suelo de la
tristeza, en los abismos de la desesperación, piensa en
María. En los peligros, en las angustias, en las dudas,
piensa en María, invoca a María. No se aparte María
de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir
los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los
ejemplos de su virtud. No te extraviarás si la sigues, no
desesperarás si la ruegas, no te perderás si en Ella
piensas. Si Ella te tiende su mano, no caerás; si te
protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu
guía; llegarás felizmente al puerto, si Ella te ampara.”

DÍA 20.
DIOS QUIERE QUE RUSIA Y EL MUNDO
ENTERO SEAN CONSAGRADOS AL
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.
En la aparición del 13 de julio de 1917, nuestra Señora
mostró el infierno a los niños, manifestó el deseo divino
de establecer la devoción a su Inmaculado Corazón
para la salvación de las almas, hizo referencia a las dos
guerras mundiales, habló de la prueba y persecución en
la Iglesia y le confió el tercer secreto.
“Para impedir eso, -dijo la Virgen- vendré a pedir la
consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la
comunión reparadora de los primeros sábados. Si
atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si
MES DE AGOSTO
30 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo


guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán
martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho;
varias naciones serán aniquiladas. Al final, mi
Inmaculado Corazón triunfara.”
El hecho es que, realmente esta consagración de Rusia
no se hizo tal y como la Virgen pidió, aunque algunos
Papas hicieron consagraciones al Inmaculado Corazón.
La consecuencia es que Rusia extendió sus errores al
mundo entero.
Entendamos aquí lo que Rusia es y representa. Rusia,
con las revoluciones de 1917, es la puesta en práctica
del comunismo, doctrina social, política y económica
del ateísmo práctico, cuyo dogma fundamental es
“Dios-no-existe”. Así, nuestra sociedad actual moderna
está establecida sobre este principio. Dios no solamente
es ignorado, sino que incluso es combatido. Las leyes
de los países modernos no son sólo anticristianas, sino
que incluso van en contra de la misma ley natural.
“Al fin, mi Inmaculado Corazón triunfará.” Son las
palabras de la Virgen después de confiarles el tercer
secreto a los niños de Fátima: sufrimientos y
calamidades en el mundo, turbación y confusión en la
Iglesia, sufrimiento y persecución del Papa y de los
cristianos… pero al fin, mi Inmaculado Corazón
triunfará.
A la luz de la revelación, hemos de comprender que
este triunfo del Inmaculado Corazón de María vendrá
mediante su reinado en las almas sencillas, “en medio
del silencio”. Aquellos que sepan acoger a María como
Madre y se consagren a su Inmaculado Corazón
formarán el ejército de almas de las que Ella se servirá
para extender su reinado y preparar la venida definitiva
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 31

de su Hijo. Sintiéndonos dichosos por haber sido


escogidos entre ellos, “amémosla y hagámosla amar” –
como decía el Padre Pío.

DÍA 21.
TÚ, AL MENOS PROCURA CONSOLARME
La Virgen, tras manifestar su corazón inmaculado
rodeado de espinas y explicar que éstas son los pecados
con que los hombres ingratos la hieren, le dice a Sor
Lucía: “Tú procura consolarme y a todos los que,
durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen,
reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me
hagan compañía durante 15 minutos meditando en los
misterios del rosario con el fin de desagraviarme, les
prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias
necesarias para su salvación.”
“Tú al menos procura consolarme”. Ese “tú” es
dirigido a Sor Lucía que fue elegida del cielo para esa
misión tan particular de ser apóstol del Inmaculado
Corazón de María y reparadora. ¿Qué belleza y
hermosura de alma debería tener Lucía para esta
misión tan especial de ser apóstol y reparadora del
Inmaculado Corazón de María? Sin duda alguna, su
humildad y su pureza resplandecían en su rostro.
Pero las palabras de la Virgen también están dirigidas a
cada uno de nosotros, a los que nos ha llegado también
el conocimiento de esta revelación del cielo. El
Inmaculado Corazón de María también nos dice a cada
uno: “Tú, al menos, procura consolarme.”
Esto no es tergiversar las palabras de la Virgen. ¿Qué es
lo que añade a continuación nuestra Señora? “Di a
todos.” Es una llamada universal a hacer actos de
reparación por los pecados que hieren su Corazón
MES DE AGOSTO
32 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Inmaculado. Llenos de asombro, ante esta elección y


petición amorosa de la Virgen, ofrezcamos
“constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo
como actos de reparación por los pecados por los que
Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los
pecadores.”

DÍA 22.
PRIMER SÁBADO DE CADA MES
La Virgen quiere este acto de reparación en sábado,
porque es su día. El sábado es el último día de la
semana, el día sagrado para el pueblo judío. En él, Dios
descansó de su obra creadora, y este mismo descanso se
impuso al pueblo elegido. El sábado es el día que da
paso y nos lleva al domingo, día de Cristo Resucitado.
La Virgen María es la que nos conduce y nos da a
Cristo. Ella es la que da paso al primer y octavo día,
porque a través de Ella vino Cristo a nosotros y a través
de Ella también entraremos en el octavo día que marca
la eternidad. Su promesa así lo declara: “les prometo
asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias
para su salvación.”
Primer sábado de mes, para que todo el mes estemos
pendientes de Ella y todo quede consagrado por su
amor maternal y su protección.
La Virgen quiere que sean cinco sábados seguidos sin
interrupción para reparar las principales blasfemias e
injurias tal y como Nuestro Señor reveló a sor Lucía:
blasfemias e injurias contra su Inmaculada Concepción,
contra su Virginidad, contra su Maternidad divina y
espiritual, la injuria de aquellos que inculcan en los
niños y en los jóvenes el desprecio hacia Ella y las
profanaciones de sus sagradas imágenes.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 33

Sor Lucía estaba continuamente haciendo los primeros


sábados de mes ofreciéndolos por la conversión de las
almas. Terminaba unos y empezaba otros. Hay tantas
almas que salvar, hay tantas almas por las que podemos
ofrecerlos: familiares, amigos, personajes públicos...
Seguramente nunca se le borró de su mente aquellas
palabras que escuchó de niña en la aparición de agosto
de 1917: “Orad, orad mucho y haced sacrificios por los
pecadores. Son muchas almas las que van al infierno
porque no hay quien se sacrifique y rece por ellas”.
¡Sólo en el cielo sabremos el número de almas que
habremos podido ayudar con nuestras oraciones y
sacrificios!

DÍA 23.
REPARAR LAS BLASFEMIAS E INGRATITUDES
CONTRA EL INMACULADO CORAZÓN
“Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los
hombres ingratos me clavan continuamente con
blasfemias e ingratitudes.” Son las palabras de la Virgen
a Sor Lucía. El cielo pide reparación por las blasfemias
y las ingratitudes.
En sentido estricto la blasfemia se opone directamente
al segundo mandamiento “No tomarás el nombre de
Dios en vano.” La blasfemia consiste en proferir contra
Dios —interior o exteriormente— palabras de odio, de
reproche, de desafío; en injuriar a Dios, faltarle al
respeto en las expresiones, en abusar del nombre de
Dios y se extiende a las palabras contra la Virgen
Santísima, la Iglesia de Cristo, los santos y las cosas
sagradas. Es también blasfemo recurrir al Nombre de
Dios para justificar prácticas criminales, reducir
pueblos a servidumbre, torturar o dar muerte. La
MES DE AGOSTO
34 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

blasfemia es contraria al respeto debido a Dios y a su


santo nombre. Es de suyo un pecado grave.
Las blasfemias contra el Inmaculado Corazón hemos
de considerarlas también en un sentido amplio como
todos los pecados y disposiciones contrarios a las
verdades y privilegios que la Iglesia cree acerca de la
Madre de Dios, pues en Ella vemos de modo perfecto y
acabado lo que la Iglesia y cada alma está llamada a
ser.
La llamada a reparar el Inmaculado Corazón de María
por las blasfemias que los hombres ingratos le profieren
es acoger el imperativo de Nuestra Señora cuando dijo
a los pastorcitos: “No ofendan más a Dios, que ya está
muy ofendido.” Por ello, la actitud fundamental de las
almas reparadoras es la detestación y el odio al pecado
y el amor a la virtud y a la santidad.

DÍA 24.
EL CORAZÓN DE LA INMACULADA
Nuestro Señor reveló a sor Lucía el motivo de que sean
5 sábados, pues cinco son las blasfemias e injurias
principales contra la Virgen. La primera de ellas es
contra su Inmaculada Concepción.
El papa Pío IX definió este dogma el 8 de diciembre de
1854 declarando que la Virgen Santísima es “por
singular gracia y privilegio del Dios omnipotente, en
previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del
género humano, preservada inmune de toda mancha de
culpa original.”
El dogma confiesa que, a parte de verse libre del pecado
original, la Virgen tiene plenitud de gracia por lo que ni
siquiera cabe plantearse la cuestión de si tuvo o no
algún pecado, por exiguo que pudiera pensarse, «puesto
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 35

que lleva consigo la dignidad y santidad más grandes


después de la de Cristo. (…) Es tan pura y tan santa que
no puede concebirse pureza mayor después de la de
Dios» -afirmaba el papa Pío XII.
Las razones más claras que la Iglesia ha encontrado
para explicar el designio de Dios para hacer a la Virgen
Inmaculada son su misión de ser Madre Dios, su
íntima unión con Cristo, el amor de Dios a la que había
de ser su Madre y la a maternidad divina de María y la
necesidad de disponer de una libertad perfecta para
poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio del
Ángel.
Por ser Inmaculada, la Virgen fue inmune de toda
imperfección voluntaria, libérrima en todo momento,
sujeta al dolor con alma delicadísima y purísima para
ofrecerse como hostia pura, santa e inmaculada, con
plenitud de gracia desde su concepción y creciente en el
trascurso de su vida, siendo siempre “llena de gracia”,
sin disminución alguna. Toda esta grandeza no la aleja
de nosotros, sino que la hace muy próxima a nosotros
por su participación en la misericordia divina.
El cielo pide reparación por las blasfemias contra la
Inmaculada Concepción de la Virgen: reparar por el
cisma de los veterocatólicos que se separaron de la
Iglesia por la definición de este dogma, reparar los
pecados contra la omnipotencia de Dios y poder de
Dios que vence las mismas leyes naturales, la falta de fe
en los milagros, los pecados de desconfianza en el
poder de Dios y su providencia, los pecados de rebelión
contra la voluntad de Dios, el desagradecimiento ante
los dones naturales y sobrenaturales que nos ha
concedido. Reparar el Corazón de la Inmaculada es
reparar el amor y apego al pecado de tantas almas que
MES DE AGOSTO
36 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

viven ciegas y enfangadas, no buscando la santidad ni


practicando las virtudes.

DÍA 25.
EL CORAZÓN DE LA SIEMPRE VIRGEN
La segunda blasfemia es la de aquellos que rechazan el
dogma de la Virginidad perpetua de la Virgen.
La Iglesia ha confesado siempre la virginidad perpetua
de Nuestra Señora, pues el Verbo fue concebido en su
seno únicamente por el poder del Espíritu Santo,
afirmando también el aspecto corporal de este suceso
antes, en y después del parto. La concepción virginal es
el signo de que es verdaderamente el Hijo de Dios. La
concepción virginal es una obra divina que sobrepasa
toda comprensión y toda posibilidad humana. Nuestra
Señora es a la vez Virgen y Madre, siendo así imagen y
la más perfecta realización de la Iglesia.
Han sido muchos los que se han opuesto a lo largo de
la historia a la virginidad de Nuestra Señora: no
creyentes, judíos y paganos, como también
pseudocristianos como los protestantes y modernistas.
Su falta de fe y sus dudas en la virginidad de María
tienen su raíz en que no conocen verdaderamente a
Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Nuestro pueblo español y los pueblos hermanos de
Hispanoamérica han profesado tal fe a la Virginidad de
María, que para referirnos a Ella utilizamos la
expresión la Virgen, la Santísima Virgen. Tristemente,
también los blasfemos utilizan este apelativo para
insultarla y proferir sus palabras soeces.
Reparar las blasfemias contra la Virginidad de María,
incluye también reparar el gran pecado de soberbia del
hombre que se cree dueño absoluto de su propia vida.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 37

Por eso, entendemos también que, dentro de estas


blasfemias, están los pecados contra la vida, ya en su
concepción con el aborto, ya en su final, con la
eutanasia.
Reparar las blasfemias contra este dogma de la Virgen
implica también todos los pecados de la carne en los
que se incluyen, no solo, pero también los pecados de
impureza. Hoy día idolatramos el cuerpo por un lado
prenda de exhibición, faltando al pudor y a la castidad;
y por otro lo maltratamos entregándolo a prácticas
dañinas de drogas u otras sustancias, olvidando que
somos templos del Espíritu Santo.
Al reparar el Corazón Inmaculado por las blasfemias
contra su Virginidad Perpetua reparamos también los
pecados de aquellos que piensan que es imposible vivir
en gracia, desconfiando así del poder de Dios,
desistiendo de la lucha contra el pecado y
abandonándose a sus más bajas pasiones. Muchos
rechazan este dogma para justificarse en sus pecados de
impureza y para no luchar contra la pasión de la
lujuria.
Finalmente, reparar estos pecados contra la Virginidad
incluye también reparar los pecados de las almas
consagradas –sacerdotes y religiosos- y las actitudes de
resistencia, dilación o rechazo a responder a la
vocación que Dios ha dado: ya sea consagrándose a Él,
ya contrayendo matrimonio y formando una familia.
MES DE AGOSTO
38 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

DÍA 26.
REPARAR EL CORAZÓN
DE LA VIRGEN MADRE
La grandeza de la Virgen María es ser Madre de Dios,
privilegio de nuestra Señora unido indisolublemente a
la confesión de Jesucristo verdadero Dios y verdadero
hombre. Ya desde los tiempos apostólicos hubo herejes
que pretendieron arrebatar a María el más esplendoroso
de sus títulos. Pero la verdadera disputa surge con el
obispo Nestorio que niega la unión hipostática del
Verbo Eterno con la humanidad del Salvador. Como
consecuencia afirman que la Santísima Virgen es
Madre de Cristo hombre, pero no Madre de Dios. El
concilio de Éfeso confesará solemnemente esta verdad:
"Si alguno no confiesa que Dios es según verdad el
Emmanuel, y que por esto, la Santa Virgen es Madre de
Dios pues dio a luz carnalmente al Verbo de Dios
hecho carne, sea anatema." El protestantismo de
Lutero y Calvino aborrecerán también el título de
Madre de Dios y preferirán llamarla Madre del Señor.
El título de la Virgen como Madre de Dios - afirma el
Papa Benedicto XVI- “expresa muy bien la misión de
María en la historia de la salvación. Todos los demás
títulos atribuidos a la Virgen se fundamentan en su
vocación de Madre del Redentor, la criatura humana
elegida por Dios para realizar el plan de la salvación,
centrado en el gran misterio de la encarnación del
Verbo divino.”
Su Maternidad divina se extiende a todos los hermanos
de su hijo. Ella es también Madre de su Cuerpo
místico, que es la Iglesia. Primeramente, Madre de
todos los bautizados que somos miembros de Cristo. Y,
en segundo lugar, la Virgen es Madre de toda la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 39

humanidad, porque su Hijo, al hacerse hombre, se


hermanó con todos los hombres y a todos redimió con
su muerte en la cruz; oblación en la que la Virgen se
ofreció junto con su Hijo como Corredentora. Nuestra
Señora ejerce su maternidad espiritual sobre todos los
hombres a través de su intercesión ante su Hijo. Tener a
la Virgen María como Madre es un don grandioso.
Acoger a María como Madre, -en el lenguaje de san
Luis María Grignon de Montfort- es como Jesús
hacerse su hijo y esclavo de amor poniendo toda
nuestra vida, todo cuanto somos y tenemos en sus
manos.
¿Cuáles son las blasfemias contra la maternidad divina
y espiritual de la Virgen? Blasfeman contra la
Maternidad divina de María aquellos que le niegan este
título expresamente, pero también aquellos que no la
tratan con la dignidad que tiene. Muchos cristianos
tienen miedo o son escépticos o críticos a venerar a la
Virgen. No quieren restarle gloria y adoración a Dios,
pero no comprenden que Dios ama a la Virgen mucho
más de lo que nosotros podremos amarla. También son
blasfemias contra la maternidad divina de María todos
los pecados contra la vocación de la mujer, a quién
Dios ha constituido desde la creación, como madre,
fuente de vida. La ideología de género, la moda unisex,
la falsa liberación de la mujer, todo el pensamiento
utilitarista y la cultura de la muerte del aborto y de la
anticoncepción, ofenden a Dios y hieren el corazón
inmaculado de María. Comprendamos también como
blasfemias los pecados contra el matrimonio, la unidad
familiar y el hogar. Son blasfemias contra la
maternidad espiritual de la Virgen: el racismo, toda
MES DE AGOSTO
40 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

forma de violencia y de desprecio y toda falta de


caridad contra el prójimo.

DÍA 27.
EL CORAZÓN DE LA VIRGEN,
MADRE DE LA INFANCIA Y DE LA JUVENTUD
Una cuarta blasfemia que se nos pide reparar en los
primeros sábados de mes es la de aquellos que infunden
en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia esta
Madre Inmaculada. Parece que es el mismo Satanás el
que los mueve.
La Virgen María debe ser amada por todos. Y la razón
fundamental es que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
la aman eternamente y con amor infinito. En Ella todo
es amable, digno de ser amado, porque es Inmaculada
y Santa, llena de gracia, la criatura más excelsa de toda
la creación. La Virgen María debe ser amada porque es
nuestra Madre, abogada, intercesora y auxiliadora. Ella
es nuestra mayor benefactora haciendo siempre el bien
para nosotros.
Solemos decir que “No hay peor desprecio, que no
hacer aprecio.” Así, comprendemos que aquellos que
no enseñan a amar a la Virgen, profieren esta blasfemia
tan hiriente al Corazón Inmaculado de María. Es más,
no solo la ignoran, sino que además infunden el
desprecio hacia Ella, entregando a los niños y a los
jóvenes a un modo de vida mundano, contrario a Dios.
Estos pretenden robar a María el amor más puro y
entregado de los niños y los jóvenes.
Reparar esta blasfemia es repara el odio, el desprecio, la
indiferencia de aquellos que rechazan la fe y moral
católica y usan de su autoridad paterna o su relevancia
o influencia social para borrar a Dios y a la Virgen de la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 41

conciencia de las nuevas generaciones. El descuido y


despreocupación de los padres en la educación de los
hijos no deja de ser también una espina de dolor en el
Inmaculado Corazón de María.
Responsabilidad en este pecado tienen también los
pastores de la Iglesia que parece que han cedido ante la
presión mundana de enseñar a tiempo y a destiempo la
verdad del Evangelio, convirtiéndose en perros mudos.
Se ha de reparar también los pecados gravísimos contra
la infancia y la juventud ante los abusos de todo tipo
que se ejercen ante su vulnerabilidad y también de mal
ejemplo y escándalo por parte de los adultos.

DÍA 28.
LAS SAGRADAS IMÁGENES
DEL INMACULADO CORAZÓN
La quinta blasfemia que se ha de reparar en los
primeros sábados de mes es la de aquellos que profanan
las sagradas imágenes. El odio y el desprecio hacia
Dios y hacia la Virgen no queda solamente en una
pasión desordenada, o en meras actitudes o palabras,
sino que normalmente se manifiesta en obras mediante
el desprecio, la burla y el maltrato a todo aquello a que
a Ellos se refiere y, muy particularmente, a sus
imágenes.
El Dios invisible se ha hecho visible, Aquel que no
puede ser contenido en los cielos se ha hecho Hombre,
ha tomado nuestro cuerpo, se ha hecho tangible. Dios,
en Jesucristo, tiene rostro. Y desde este momento, está
justificada la necesidad que tenemos de tener imágenes
o representaciones de la persona a la que amamos,
sabiendo que no adoramos y veneramos más que a
quién esa imagen representa.
MES DE AGOSTO
42 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

¿Cómo hemos de tratar las sagradas imágenes? Son


sacramentales, instituidas por la Iglesia como cauces de
la gracia, por tanto, hemos de tratarlas como signos
sagrados, con piedad y devoción. Las imágenes
expuestas al culto público o privado deben ser
bendecidas, se las honra con incienso, se las alumbra
con cirios, se reza delante de ellas. Privilegiadas son las
imágenes del Divino Salvador, a las que se les rinde
culto de adoración, no a la materia con la que están
hechas, sino a Aquel a quien representan: el mismo
Hijo de Dios que nació de la Virgen Inmaculada.
La Virgen nos pide reparación por los sacrilegios contra
sus sagradas imágenes. Este es el pecado de aquellos
que, por odio a Dios, destruyen, mutilan, se burlan o
juegan con lo sagrado. Pero muchas veces somos
nosotros lo que no tratamos debidamente las cosas
sagradas: la falta de delicadeza e irreverencia por parte
de los sacerdotes y de los fieles. Hemos de reparar con
delicadeza y piedad. Profanaciones, sacrilegios y dar
debida reverencia a las imágenes impresas o pintadas…
Profanaciones o faltas de respeto tan cotidianas como
los típicos calendarios de pared o de bolsillo o las
estampas que hemos de intentar quemar
respetuosamente o sepultarlas en la tierra.
Reparar por los sacrilegios contra las imágenes de la
Virgen, nos lleva también a pensar en sus imágenes
vivas: toda mujer nos recuerda a la Madre de Dios,
nueva Eva; particularmente las religiosas consagradas,
pero también las madres de familia, las jóvenes y las
niñas. Toda falta de respeto contra la mujer y sus
derechos es también ofensa a la Madre de Dios.
¡Cuánta vejación a las mujeres de nuestros días con el
falso feminismo y la ideología de género!
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 43

Reparar por los sacrilegios contra las imágenes de la


Virgen, nos debe hacer caer en la cuenta de que la
Iglesia es imagen de la Virgen María. Cuántas injurias,
blasfemias, odio, desprecios e intentos de dañarla y de
hundir la barca de Pedro.
Nuestra devoción en el templo y en la oración y nuestra
delicadeza en el trato de las cosas santas, así como la
debida formación, es una forma muy bella de enseñar a
los niños y a los jóvenes el amor a Dios y a la Virgen.

DÍA 29.
SOR MARÍA LUCÍA DE JESÚS,
APÓSTOL DEL CORAZÓN INMACULADO
Lucía Dos Santos nació el 22 de marzo de 1907 en
Aljustrel, junto a Fátima, Portugal. A la edad de nueve
años ayudaba a la economía familiar con sus primos,
los beatos Francisco y Jacinta Marto, pastoreando
ovejas, como de costumbre en su pueblo. Fue entonces
que recibieron la visita de la Virgen en la Cova de Iría.
Más tarde, en 1921, Lucía ingresó como religiosa en la
Orden de las Hermanas Doroteas. Estuvo con ellas en
Tui y Pontevedra, España. En ambas ciudades tuvo
importantes visitas de Jesús y de la Virgen. Recibió la
Promesa de los Primeros Sábados, la Visión de la
Trinidad, la petición de la consagración de Rusia. En
1948 entró en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra,
donde profesó sus votos como carmelita en 1949,
donde murió en el año 2005 a los 97 años.
Lucía recibió la misión de ser apóstol del Inmaculado
Corazón de María. “Tú te quedarás un poco más, ya
que Jesús desea que me hagas conocer y amar en la
tierra. Él también desea que tú establezcas la devoción
en el mundo entero a mi Inmaculado Corazón.” –le
MES DE AGOSTO
44 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

dijo la Virgen en la aparición del 13 de junio. Podemos


preguntarnos cómo cumplió esta misión. No escogió un
camino deslumbrante, sino una vida escondida en
Dios, consagrándose a la vida religiosa, en oración y
sacrificio.
El rosario era su oración predilecta. Ella misma decía:
“No hay problema, repito, por más difícil que sea, que
no podamos resolver ahora con el rezo del Santo
Rosario”. “Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos
santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y
obtendremos la salvación de muchas almas”. “Con el
Rosario practicaremos los Santos Mandamientos,
aprovecharemos la frecuencia de los sacramentos,
procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes
de estado y hagamos lo que Dios quiere de cada uno de
nosotros.”
Su vida de sacrificio fue continuación de aquel fervor
con el que respondió, junto con sus primos, a la
petición del Ángel: “De todo lo que pudierais ofreced
un sacrificio como acto de reparación por los pecados
por los cuales Él es ofendido, y de súplica por la
conversión de los pecadores.”
A Sor Lucía se le puede aplicar las palabras de san Luis
María Griñon de Montfort acerca de los apóstoles de
los últimos tiempos: “Serán verdaderos discípulos de
Jesucristo. Caminando sobre las huellas de su pobreza,
humildad, desprecio de lo mundano y caridad
evangélica, enseñarán la senda estrecha de Dios en la
pura verdad, conforme al Evangelio y no a los códigos
mundanos, sin inquietarse por nada ni hacer acepción
de personas, sin dar oídos, ni escuchar, ni temer a
ningún mortal por poderoso que sea”.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 45

¡Seamos nosotros también apóstoles del Inmaculado


Corazón de María y extendamos su devoción por todas
partes!

DÍA 30.
LA GRAN PROMESA
DEL INMACULADO CORAZÓN
La Virgen pide que se reparare su corazón,
prometiendo, a quienes realicen los cinco primeros
sábados de mes, “asistirles en la hora de la muerte con
todas las gracias necesarias para la salvación de sus
almas”.
Si alguien se acercase a nosotros y nos preguntase
como aquel joven del evangelio: “Maestro, ¿qué tengo
que hacer para heredar la vida eterna? Podríamos
responderle con toda certeza: haz los cinco primeros
sábados de mes, porque la Virgen nos ha dado su
palabra de que nos dará las gracias necesarias para
salvarnos.
Consideremos qué gracias necesitaremos en el
momento de la muerte. En primer lugar, para tener una
buena muerte hemos de morir con una fe viva. Es por
la fe en Jesucristo por la que obtendremos la salvación.
Sin ella nadie puede salvarse.
En segundo lugar, necesitamos el arrepentimiento del
pecado y el deseo de unión con Dios. No hay mejor
forma de morir que recibiendo los sacramentos:
confesión de nuestros pecados, unción de los enfermos
y santa comunión.
En tercer lugar, la buena muerte es fruto de vivir
confiados en la infinita misericordia de Dios y en los
méritos de la Pasión de Cristo que murió y se entregó
MES DE AGOSTO
46 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

por mí, nunca en mis obras. ¡No nos salvamos por


nuestras obras, sino por la pura misericordia de Dios!
Para bien morir, necesitamos la virtud de la paciencia y
la conformidad con la voluntad de Dios, aceptando
todo lo que Él permita en ese momento.
Para tener buena muerte hemos de tener
magnanimidad de corazón, perdonando a todos los que
nos hayan ofendido, como también pidiendo perdón a
aquellos que nosotros ofendimos, rogando por ellos y
por su salvación.
La buena muerte ha de ir acompañada del
agradecimiento a Dios por todos los beneficios que nos
ha dispensado en esta vida, tanto materiales como
espirituales, así como agradecimiento a todas las
personas que nos han amado y cuidado.
No es pequeña la empresa de morir bien, sobre todo,
porque es la última oportunidad de Satanás para
arrebatarnos de las manos de Dios. Por ello,
necesitamos contar con el auxilio de Dios, de la Virgen
Santísima, de San José, del Santo Ángel custodio y de
los santos.
Hemos de considerar que el negocio más importante de
nuestras vidas es prepararnos para una buena muerte.
Y, ¿qué necesitamos en el momento de morir?
Materialmente nada. Solamente el amor de los
nuestros. ¡Qué muerte tan buena y dulce el poder morir
con un sacerdote a nuestro lado, rodeado de nuestra
familia y amigos, contando con su oración, sus
sacrificios y su afecto!
La Virgen nos promete asistirnos en hora tan
importante. Hagamos los primeros sábados de mes.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 47

DÍA 31.
AL FIN, MI INMACULADO CORAZÓN
TRIUNFARÁ
“Al final mi Inmaculado Corazón triunfará” –son las
palabras finales de la Virgen al revelar a los niños el
tercer secreto, después de anunciarles guerras y
persecuciones a la Iglesia.
Son unas palabras que nos motivan a la esperanza, pero
por otro lado nos desconciertan; pues al ver nuestro
mundo y la cultura de la muerte, de pecado, de
alejamiento de Dios parece que el triunfo es de Satanás.
Hemos de entender estas palabras “Al final mi
Inmaculado Corazón triunfará” a la luz de la historia
de la salvación y a luz del misterio del Hijo de Dios
hecho hombre. Él, con su muerte y resurrección, ha
vencido. Es el Rey Victorioso, triunfante sobre la
muerte y sobre el pecado. El triunfo es ya de Dios.
Pero, en el desarrollo de la historia de la humanidad
hasta que Cristo vuelva como juez y rey del universo,
se desarrolla una lucha, un combate… no sólo con las
fuerzas de este mundo, sino contra las milicias del
maligno. Cristo, cabeza de la Iglesia, ha vencido; pero
nosotros, su cuerpo, estamos todavía en lucha.
Lucha que comenzó en el paraíso tras el pecado de
nuestros primeros padres: “Pondré enemistad entre ti y
la mujer, entre tu estirpe y la suya. Ella te aplastará la
cabeza.” (Gésesis 3, 5)
El Inmaculado Corazón de María es ya la victoria y el
triunfo de Dios, porque la hizo Inmaculada y sin
pecado. Ella es triunfo de Dios sobre el pecado, porque
con su amor de Madre acompaña a la Iglesia peregrina,
y protege sus pasos hacia la patria celestial.
MES DE AGOSTO
48 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

“Mi Inmaculado Corazón triunfará”, porque Dios tiene


la última palabra. El triunfo de la Virgen será como ese
grano de mostaza del Evangelio, que siendo muy
pequeño va creciendo y convirtiéndose en un gran
árbol. Triunfo en cada uno de nosotros, porque la
verdadera devoción nos lleva a la conversión y a la
santidad. Y siendo nosotros santos, ese triunfo llegará a
nuestra familia y a nuestros ambientes, a la Iglesia y,
finalmente, al mundo entero.
Este reinado de María es la preparación y la antesala
del reinado de Cristo. El tiempo de este reinado ha
comenzado, y nosotros hemos de pedirlo sobre
nosotros.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 49

ORACIONES
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

PLEGARIA DE CONFIANZA
¡Oh Corazón de María!, el más amable y compasivo de
los corazones después del de Jesús, Trono de las
misericordias divinas en favor de los miserables
pecadores; yo, reconociéndome sumamente necesitado,
acudo a Vos a quien el Señor ha puesto todo el tesoro
de sus bondades con plenísima seguridad de ser por Vos
socorrido. Vos sois mi refugio. mi amparo, mi
esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis
apuros y peligros: ¡Oh dulce Corazón de María, sed la
salvación mía!
Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la
tristeza, o la espina de la tribulación llegue a mi alma,
¡Oh Corazón de María, sed la salvación mía!
Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones
coaligadas para mi eterna perdición me persigan con
sus tentaciones y quieran hacerme perder el tesoro de la
divina gracia, ¡Oh Corazón de María, sed la salvación
mía!
En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso
de que depende mi eternidad, cuando se aumenten las
angustias de mi alma y los ataques de mis enemigos,
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía.
Y cuando mi alma pecadora se presente ante el tribunal
de Jesucristo para rendirle cuenta de toda su vida, venid
Vos a defenderla y a ampararla. y entonces; ahora y
siempre, ¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación
mía!
Estas gracias espero alcanzar de Vos, Oh Corazón
amantísimo de mi Madre a fin de que pueda veros y
MES DE AGOSTO
50 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

gozar de Dios en Vuestra compañía por toda la


eternidad en el cielo. Amén.

NOVENA DE CONFIANZA
AL INMACULADO CORAZÓN
¡Oh María! En tus manos pongo esta súplica.
Bendícela. Después preséntala a Jesús. Haz valer tu
amor de Madre y tu poder de Reina. ¡Oh María!
Cuento con tu ayuda. Confío en tu poder. Me entrego a
tu voluntad. Estoy seguro de tu misericordia. Madre de
Dios y Madre mía, ruega por mí. ¡Dulce corazón de
María sed mi salvación!.

ORACIÓN POR MEDIO DEL CORAZÓN DE


MARÍA
Clementísimo Dios, que para salvación de pecadores y
refugio de desgraciados, quisiste que el Corazón
inmaculado de María fuese lo más parecido en caridad
y misericordia al divino Corazón de su Hijo Jesucristo:
concédenos, por la intercesión y méritos del dulcísimo
y amantísimo Corazón que ahora conmemoramos, el
llegar a ser semejantes al Corazón de Jesús.

A NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO


CORAZÓN
Corazón de María, perfecta imagen del Corazón de
Jesús, haced que nuestros corazones sean semejantes a
los vuestros. Amén.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 51

AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


PARA PEDIR UN FAVOR
¡Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor
a Dios y a la humanidad, y de compasión por los
pecadores, me consagro enteramente a ti. Te confío la
salvación de mi alma.
Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que
me separe del pecado, ame mas a Dios y al prójimo y
alcance la vida eterna juntamente con aquellos que
amo.

Medianera de todas las gracias, y Madre de


misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino
Hijo ha merecido con sus sufrimientos y que nos confió
a nosotros sus hijos.
Llenos de confianza en tu maternal corazón, que
venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes
necesidades. Por los méritos de tu amable e inmaculado
Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús,
obténme la gracia que pido (mencionar aquí el favor que se
desea)
Madre amadísima, si lo que pido no fuere conforme a
la voluntad de Dios, intercede para que se conceda lo
que sea para la mayor gloria de Dios y el bien de mi
alma. Que yo experimente la bondad maternal de tu
corazón
y el poder su pureza intercediendo ante Jesús ahora en
mi vida y en la hora de mi muerte. Amén.

Corazón de María, perfecta imagen del corazón de


Jesús, haced que nuestros corazones sean semejantes a
los vuestros. Amén.
MES DE AGOSTO
52 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

ORACIÓN EN HONOR AL
INMACULADO CORAZÓN DE MARIA
1. Amabilísimo Corazón de María, que ardéis
continuamente en vivas llamas de amor divino; por él
os suplico, Madre mía amorosísima, abraséis mi tibio
corazón en ese divino fuego en que estáis toda
inflamada. Avemaría y Gloria.
2. Purísimo Corazón de María, de quien brota la
hermosa azucena de virginal pureza. Por ella os pido,
Madre mía inmaculada, purifiquéis mi impuro corazón,
infundiendo en él la pureza y castidad. Avemaría y
Gloria.
3. Afligidísimo Corazón de María, traspasado con la
espada de dolor por la pasión y muerte de vuestro
querido Hijo Jesús, y por las ofensas que de continuo se
hacen a su Divina Majestad; dignaos, Madre mía
dolorida, penetrar mi duro corazón con un vivo dolor
de mis pecados y con el más amargo sentimiento de los
ultrajes e injurias que está recibiendo de los pecadores
el Divino Corazón de mi adorable Redentor. Avemaría
y Gloria.
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

ACTO DE CONSAGRACIÓN
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA
Papa Pío XII
¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los
cristianos, refugio del género humano, vencedora de
todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos
postramos suplicantes, seguros de impetrar
misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y
defensa en las presentes calamidades, no por nuestros
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 53

méritos, de los que no presumimos, sino únicamente


por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.
En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a
vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos
consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia,
cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra
en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino
también con todo el Mundo dilacerado por atroces
discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de
sus propias iniquidades.
Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales,
tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de
esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas
cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la
horrenda carnicería, tantas almas torturadas y
agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente.
Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la
paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en
un momento los humanos corazones, las gracias que
preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz,
rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por
que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la
justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las
armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad
del orden se dilate el reino de Dios.
Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos
yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la
paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y
puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del
mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a
los hombres de buena voluntad.
Dad la paz a los pueblos separados por el error o la
discordia, especialmente a aquellos que os profesan
MES DE AGOSTO
54 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

singular devoción y en los cuales no había casa donde


no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy
quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced
que retornen al único redil de Cristo bajo el único
verdadero Pastor.
Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa
de Dios; contened el diluvio inundante del
neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la
pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo
apostólico, a fin de que aumente en méritos y en
número el pueblo de los que sirven a Dios.
Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón
de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género
humano, para que, puestas en El todas las esperanzas,
fuese para ellos señal y prenda de victoria y de
salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina
del Mundo, también nos consagramos para siempre a
Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro
amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios,
y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os
proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un
extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de
gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de
Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y
la Paz.

ACTO DE REPARACIÓN
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA
¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de
dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan
vuestro Santísimo nombre y vuestras excelsas
prerrogativas! Aquí tenéis, postrado a vuestros pies, un
indigno hijo vuestro que, agobiado por el peso de sus
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 55

propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con


ánimo de resarcir las injurias que, a modo de
penetrantes flechas, dirigen contra Vos hombres
insolentes y malvados. Deseo reparar, con este acto de
amor y rendimiento que hago delante de vuestro
amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se
lanzan contra vuestro augusto nombre, todos los
agravios que se infieren a vuestras excelsas
prerrogativas y todas las ingratitudes con que los
hombres corresponden a vuestro maternal amor e
inagotable misericordia.
Aceptad, ¡oh Corazón Inmaculado!, esta pequeña
demostración de mi filial cariño y justo
reconocimiento, junto con el firme propósito que hago
de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra
cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y
vuestras glorias. Concededme, ¡oh Corazón
amabilísimo!, que viva y crezca incesantemente en
vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la
gloria. Amén.

Rezar tres Avemarías en honra del poder, sabiduría y


misericordia del Inmaculado Corazón de María,
menospreciado por los hombres. Terminar con las siguientes
jaculatorias:
¡Oh Corazón Inmaculado de María, compadeceos de
nosotros!
Refugio de pecadores, rogad por nosotros.
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Padrenuestro, Avemaría y Gloria por las intenciones del Papa.


MES DE AGOSTO
56 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

VISITA
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA
¡Oh Corazón de María, Madre de Dios y Madre nuestra;
Corazón amabilísimo, objeto de las complacencias de la
adorable Trinidad y digno de toda la veneración y ternura
de los Angeles y de los hombres; Corazón el más
semejante al de Jesús, del cual sois la más perfecta imagen;
Corazón lleno de bondad y que tanto os compadecéis de
nuestras miserias, dignaos derretir el hielo de nuestros
corazones, y haced que vuelvan a conformarse con el
Corazón del Divino Salvador. Infundid en ellas el amor de
vuestras virtudes; inflamadlos con aquel dichoso fuego en
que Vos estáis ardiendo sin cesar. Encerrad en vuestro
seno la santa Iglesia; custodiadla, sed siempre su dulce
asilo y su inexpugnable torre contra toda incursión de sus
enemigos. Sed nuestro camino para dirigirnos a Jesús, y el
conducto por el cual recibamos todas las gracias necesarias
para nuestra salvación. Sed nuestro socorro en las
necesidades, nuestra fortaleza en las tentaciones, nuestro
refugio en las persecuciones, nuestra ayuda en todos los
peligros; pero especialmente en los últimos combates de
nuestra vida, a la hora de la muerte, cuando todo el
infierno se desencadenará contra nosotros para arrebatar
nuestras almas, en aquel formidable momento, en aquel
punto terrible del cual depende nuestra eternidad. ¡Ah!
Virgen piadosísima, hacednos sentir entonces la dulzura de
vuestro maternal Corazón, y la fuerza de vuestro poder
para con el de Jesús, abriéndonos en la misma fuente de la
misericordia un refugio seguro, en donde podamos
reunirnos para bendecirle con Vos en el paraíso por todos
los siglos. Amén.
Jaculatoria. Sea por siempre y en todas partes conocido,
alabado, bendecido, amado, servido y glorificado el
divinísimo Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de
María. Así sea.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 57

QUINCE MINUTOS EN COMPAÑÍA


DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
¡Oh Corazón Inmaculado de María, generoso y
magnánimo como de Reina, amoroso y compasivo como
de Madre!: oíd los suspiros del último de vuestros hijos que
confiado acude a depositar en Vos los sentimientos y
aspiraciones de su alma.
I. Gracias, Corazón bondadosísimo. Vos sois manantial de
las divinas bendiciones; de Vos he recibido favores sin
número. ¡Y cuántas veces, sin darme cuenta de ello!
Cuando Jesús me redimía en el Calvario, allí estabais Vos,
juntando vuestra compasión a sus dolores, y vuestras
lágrimas al torrente de su sangre redentora.
Tengo mis delicias junto al sagrario en la Santa Eucaristía;
mas ese pan de ángeles es fruto regalado de vuestra sangre
y vuestro amor.
¡Oh Corazón dulcísimo de mi Madre!, Vos sois el canal
señalado por Dios mismo para distribuir todas sus gracias
a los hombres. De Vos recibí aquella inspiración..., aquella
fuerza para vencer..., aquel consuelo en mi aflicción.
De vos me vino aquella luz que me mostró el abismo a que
corría..., aquella gracia que me movió a dolor de mis
pecados... Aquel peligro conjurado..., aquella salud
recobrada.., me vinieron de Vos. ¡No tienen número
vuestros favores!. ¡Gracias, Corazón dulcísimo, gracias!

II. Y Vos, Corazón compasivo, ¿qué habéis recibido de mi?


¡Oh!, lo sabéis Vos, y yo también lo sé, para confusión
mía. A vuestro amor y ternura he respondido con fría
ingratitud. Esa espada que os atraviesa de parte a parte,
¡oh Corazón de María!, os la he clavado yo, hijo ingrato...;
y no una, sino muchas veces.
Aquellas miradas..., aquellos sentimientos..., aquellas
intenciones inconfesables..., aquella soberbia oculta...,
aquella sensualidad..., aquel escándalo.. Que os hubiese
MES DE AGOSTO
58 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

ofendido otro menos favorecido de vuestro amor, sería


tolerable; pero que os haya disgustado yo, después de
pruebas tan elocuentes y repetidas de vuestro amor... ¡Oh
Corazón Santísimo de María!, yo me confundo y
arrepiento; yo os pagaré amor con amor..., yo arrancaré la
espada cruel que os atormenta.
III. ¡Reparación, reparación! Si, os la quiero ofrecer
siempre. ¡Os amo tanto! ¡Me duelen tan de veras la
ingratitud y las continuas ofensas con que los hombres
corresponden a vuestro amor!
¡Oh Corazón dulcisímo de María!, la espada cruel que os
atraviesa nos habla de la pasión y muerte de Jesús y de los
pecados de los hombres que os colman de amargura; pero
desde hoy yo he de consolaros. Bendecid mis resoluciones.
Yo amaré siempre a Jesús, para que no se pierda en mi el
fruto de su sangre...; yo os prometo morir antes que pecar,
porque no quiero renovar vuestros dolores...; yo pensaré
en Vos, por los que os olvidan...; os alabaré por los que os
blasfeman; yo os amaré con todas las fuerzas de mi alma...
Por vuestro amor, ¡oh Corazón Inmaculado!, me apartaré
de aquella ocasión..., mortificaré mis sentidos...; haré que
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mis manos..., imiten
vuestros ejemplos de modestia, de caridad, de
servicialidad...
¡Oh Corazón de mi Madre!, para reparar las injurias que
los hombres os hacen, me impondré entre día algunos
pequeños sacrificios..., os ofreceré diariamente el rezo del
Santo Rosario..., os consagraré los primeros sábados de
mes, comulgando fervorosamente en honor vuestro...
IV. Y tengo que pediros nuevos favores, ¡oh Corazón
dulcísimo! Os lo expongo con plenísima confianza de
obtenerlos, si convienen a mi eterna salvación. ¿No dijo
vuestro Jesús: "Pídeme por el Corazón de mi Madre, y
alcanzarás cuanto deseas"? Pues concededme que no
vuelva a caer en el pecado...; que os ame en todos los
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 59

instantes de mi vida...; que al acabarse este destierro, me


llevéis a gozar de vuestras ternuras en el cielo...
Corazón dulcísimo de María, Vos me habéis de salvar...;
yo recojo vuestra regaladísima promesa de asistir en la
hora de la muerte con las gracias necesarias para salvarse a
cuantos hayan comulgado cinco primeros sábados de mes
seguidos. Yo os daré ese consuelo, y confío en vuestra
bondad y ternura.
Y ahora, ¡oh Corazón Inmaculado!, Vos conocéis mi
debilidad...; dadme fuerza para vencer aquella dificultad...;
para cortar con tal ocasión... Alcanzadme esa virtud que
Jesús me pide hace tanto tiempo... Y el asunto que llevo
entre manos.., y la preocupación que conocéis...,
arregladlo todo para mayor gloria de Dios.
Os pido por mis padres, hermanos, amigos (por aquel
especialmente que anda alejado de Dios)..., por la
conversión de todos los pecadores, por la perseverancia de
los justos, por el alivio de mis queridos difuntos..., por los
sacerdotes, para que sean santos, por los misioneros...
Corazón bondadosísimo, dadme Vos mismo las gracias
que sabéis serme necesarias...
V. Despedida. ¡Qué dulce es, María, gozar de tu amor!
¡Qué hermoso y qué tierno tu gran Corazón! ¡Y qué bien se
está a vuestro lado! Pero tengo que irme: me llaman mis
obligaciones. ¡Corazón amantísimo de mi Madre! Me voy,
pero quiero dejar mi corazón aquí a vuestro lado,
encerrado en vuestro seno amoroso... A lo largo del día
volverán a Vos mi recuerdo y los afectos de mi alma...
Cuanto antes pueda volveré con algún pequeño obsequio
practicado en vuestro honor, con algún pequeño sacrificio
amorosamente aceptado en reparación de las injurias que
se os hacen.
¡Oh Corazón de mi tierna Madre, adiós! Haced que sienta
durante el día vuestra protección y vuestro amor. Ahora,
recibid todo entero el del último de vuestros hijos... ¡Adiós!
MES DE AGOSTO
60 EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

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