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2 REFLEXIONES EN TORNO AL CUERPO Platén RePosLicat LY ahora -proseguf- compara con el siguiente cuadro imaginario el estado de nuestra naturaleza segtin esté o no esclarecida por la educacién, Represéntate a unos hombres encerrados en una especie de vivienda subterrénea en forma de caverna, cuya entrada, abievta a la luz, se extiende en toda su longitud, Alli, desde su infancia, los hombres estén encadenados por el euello y por las piernas, de suerte que permanecen inméviles y s6lo pueden ver los objetos que tienen delante, Pues las cadenas les impiden volver la cabeza, Detras de ellos, acierta distancia y a cierta altura, hay un fuego cuyo resplandor los alumbra, y entre ese fuego y los cautivos se extiende un camino escarpado, a Jo largo del cual imagina que se alza tuna tapia semejante al biombo que los titiriteros levantan entre ellos y los espectadores y por encima del cual exhiben sus fantoches.(...) Figiirate ademés, a lo largo de la tapia, a unos hombres que Hevan objetos de toda clase y que se elevan por encima de ella objetos que representan, en piedra o en madera, figuras de hombres y animales y de mil formas diferentes. Y como es natural, entre los que los evan, algunos conversan, otros pasan sin decir palabra. ~iExtrafio cuadro y extrafios cautivos! — exclamé. ~Iguales que nosotros -dije-, porque, en primer lugar éerees que los que estan asi han visto otra cosa de sf mismos 0 de sus compatieros sino las sombras proyectadas Por el fuego sobre la parte de la caverna que esté frente a ellos? -No -contest6-, porque estén obligados durante toda su vida a mantener inméviles las cabezas ~Yen cuanto a los objetos que transportan a sus espaldas, épodran ver otra cosa que no sea su sombra? ~€Qué otra cosa van a ver? *oaEns Lan,C. (Trad.) (2007), Plan, Repiiblica, Madrid, Gredos, Libro VII (514@-51727) -Y, si pudieran hablar los unos con los otros, éno piensas que creerfan que las sobras que ven son objetos seales? -Necesariamente. ~é¥ qué pensarian si en el fondo de la prisién hubiera un eco que repitiera las Palabras de los que pasan? ¢Creerfan oir otra cosa que la voz de la sombra que desfila ante sus ojos? -iNo, por Zeusi ~exclamé. -Es indudable —proseguf- que no tendran por verdadera otra cosa que no sea la sombra de esos objetos artificiales. -Es indudable ~asinti6. ~Considera ahora ~prosegui- lo que naturalmente les sucederfa si se los librara de sus cadenas a la vez que se los curara de su ignorancia. Si a uno de esos cautivos se lo libra de sus cadenas y se lo obliga a ponerse siibitamente de pie, a volver la cabera, a caminar, a mirar a la luz, todos esos movimiento le causaran dolor y el destumbramiento le impediré distinguir los objetos cuyas sobras vela momentos antes. éQué habria de responder, entonces, si se le dijera que momentos antes s6lo vefa vanas sombras y que ahora, més cerca de la realidad y vuelta la mirada hacia objetos reales, goza de una vision verdadera? Supongamos también que al sefialarle cada uno de los objetos que pasan, se le obligara, a fuerza de preguntas, a responder qué eran; éno piensas que quedarfa perplejo y que aquello que antes veta habria de parecerle mas verdadero que lo que ahora se muestra? -Mucho més verdadero ~dijo. 2 -¥ en caso de que se lo arrancara por fuerza de la caverna, haciéndolo subir por el Aspero y escarpado sendero, y no se lo soltara hasta sacarlo a la luz del Sol, éno crees que lanzard quejas y gritos de célera? Y al legar a la luz, 2podrin sus ojos deslumbrados distinguir uno siquiera de los objetos que nosotros lamamos verdaderos? -Al principio, al menos, no podra distinguirlos —contest6, -Si no me engajio —prosegu{-, necesitar4 acostumbrarse para ver los objetos de la region superior. Lo que més fécilmente distinguira serén las sombras, Iuego las imagenes de los hombres y de los demas objetos que se reflejan en las aguas y, por 2 ib liltimo, los objetos mismos; después, elevando sus miradas hacia la luz de los astros y de la luna, contemplard durante la noche las constelaciones y el firmamento mas facilmente que durante el dia el Sol y el resplandor del Sol. (...) Por tiltimo, creo yo, podria fijar su vista en el Sol y serfa capaz de contemplarlo, no s6lo en las aguas en otras superficies que lo reflejaran, sino tal cual es, y alli donde verdaderamente se encuentra. @) BANQUETE? Es necesario, si se quiere ir por el recto camino, comenzar desde la juventud a dirigirse hacia los cuerpos bellos y, si conduce bien el iniciador, enamorarse primero de un solo cuerpo (...) comprender luego que la belleza que reside en cualquier cuerpo es hermana de la que reside en el otro y que, si lo que se debe perseguir es la belleza de la forma, es de gran insensatez no considerar que la belleza que hay en todos los cuerpos es una tinica e idéntica cosa. Adquirido este concepto, es necesario enamorarse de todos los cuerpos bellos y sosegar ese vehemente apego a uno solo (...) Después de eso, tener por més valiosa la belleza de las almas que la de los cuerpos, de tal modo que si alguien es discreto de alma, aunque sea poco esplendoroso, baste ello para amarlo (...) Y esto a fin de ser obligado nuevamente a contemplar la belleza que hay en las normas de conducta y en las leyes (...) para considerar asi que la belleza del cuerpo es algo de escasa importancia. Después de las normas de conducta, es necesario que el iniciador conduzea a las ciencias para que el iniciado vea a su vez la belleza de éstas, dirija su mirada a toda esa belleza, que ya es mucho, y no sea en lo sucesivo hombre vil y de mezquino espiritu por servir a la belleza que reside en un solo ser, contentandose, como un criado, con la belleza de un muchacho, de un hombre o de una norma de conducta, sino que vuelva su mirada a ese inmenso mar de belleza y su contemplacién le haga engendrar muchos, bellos y magnificos discursos y pensamientos en inagotable filosofia, hasta que, robustecido y elevado por ella, vislumbre una’ ciencia tinica (...) Asi, cuando a partir de las realidades visibles se eleva uno gracias al recto amor de los muchachos y se comienza a contemplar la belleza en si, se esté, puede decirse, a punto de alcanzar la meta. He aqui, pues, el recto método de abordar las cuestiones erdticas 0 de ser conducido por otro: empezar por las cosas bellas de este mundo tendiendo como fin esa belleza en cuestién y, valiéndose de ellas como de escalas, ir ascendiendo constantemente, yendo de un solo cuerpo a dos y de dos a todos los cuerpos y de los cuerpos bellos a las bellas normas de conducta, y de las normas de conducta a las bellas ciencias, 2 Git, L. (Trad. (1983), Platén, Banquete, Buenos Aires, Hyspamerica, 20985-2114. hasta terminar, partiendo de éstas tiltimas, en esa ciencia de antes que nq es ciencia de otra cosa sino de la belleza absoluta, y Hegar a conocer, por tiltimo, lo que es la belleza en si.

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