PRIMERA PARTE
Origen y desarrolloANTECEDENTES AMBIENTALES Y SOCIALES DE MENDOZA
DURANTE LA COLONIZACION
Antes de la conquista, los territorios del norte pobla-
dos por los huarpes y los del sur por los puelches estaban aislados
unos de otros, separados por una regi6n inhéspita que desde las
estribaciones de la cordillera desciende hacia la pampa, interrum-
pida por escasosrios, torrentoso resultado del deshielo, ynumerosos
cauces secos, receptores delas precipitaciones pluviales del verano,
Més de 40.000 km2 conforman el drido territorio
mendocino al sur del rio Tunuy4n, constituyendo parte del “desierto
inconmensurable, abierto ymisterioso que alos pies de los Andes
se extiende”, segiin las potticas palabras de Esteban Echeverria.
Solo después de la ocupacién territorial por los con-
quistadores espanles, los caballos mostrencos, multiplicados libre-
mente, dieron a indigenas y criollos la posibilidad de penetrar
profundamente estas tierras.
Elindioy el gaucho resultaron asia expresion huma-
na derivada de aquel entomo salvaje ¢ ilimitado, moldeando los
caracteres temperamentales y practicos de esos jinetes bravios que
Sarmiento describié magistralmente en el “Facundo”.
En1770 la fundaci6n del fortin San Carlos por Juan
M. Ruiz, entonces gobernador de Cuyo, marcaba el punto més
meridional dominado por los blancos. Siete afios mas tarde la per-
7secucién a los puelches llev6 a Juan F. Amigorena hasta los rios
Diamante y Atuel. Por orden del Virrey Sobremonte en 1805, una
expedicion de 102 hombres comandada por Miguel Telles Meneces,
y de la que formaba parte fundamental -por ser indio y sacerdote-
Fray Inalicén, fund6 el 29 de abril el Fortin San Rafael, que luego de
tres aos seria trasladado, ubicdndolo sobre la margen izquierda del
rio Diamante, lugar donde se conservan sus ruinas(*). Este es el
punto de partida de un proceso de transformacién fisica, social y
‘econémica de los campos que hoy conforman los departamentos de
San Rafael, General Alvear y Malargite.
En 1821 el gobernador Tomas Godoy Cruzentreg6, en
compensaci6n por los servicios prestados al Ejército de los Andes,
400 km2 de tierras limitadas hacia el sur por el rfo Diamante a don
Genaro Segura, quien las escrituré a nombre de otras personas para
iniciar ast la apropiacién de suelos que contaban para suregadiocon
las aguas de dos caudalosos rios, convergentes hasta casi unirse en
ona. De ellos surgirian en aftos sucesivos numerosos canales de
irrigacion que vendrian a cuadricular las regiones de labrantio a
medida que lallegada de pioneros criollosy extranjeros iniciaba, con
denodados esfuerzos, lalenta transformacién del erial enunvergel.
Ya en 1864 se podian ver los resultados en el primer
censo general, que determiné en varios miles de km2 la superficie
ocupada para crianza de animales en potreros, y entre ellos los
primeros cultivos.
Habia 2.453 pobladores blancos en 160 casas y 270
indios en 80 toldos. Los indios pehuenches, segin un informe del
Coronel Manuel J. Olascoaga ,"‘son los més faciles de reducir a la
pazy al trabajo ... por el amor que tienen aa tierra que ocupan, por
la facilidad que hallan para cultivarla y los muchos elementos de
pronto adelanto que les proporciona la localidad, sujeténdose tran-
quilos a quienes les garantizan ese bienestar”. Por esa raz6n, entre-
gados en régimen de servidumbre, fueron exterminados.
Los criollosy mestizos que no tenfan propiedad ni sa-
bjan leer y escribir estaban marginados de toda participacién en la
recién iniciada vida politica, con la Ley de Elecciones de 1863.
La principal riqueza era entonces la ganaderia, que
pastoreaba en mis de la mitad de aquellas tierras, dedicandose a su
cuidado la mayoria de los hombres.
S6lo 45 familias cultivaban el suelo y 60 mujeres
trabajaban en risticos telares.
Habja en esos tiempos una iglesia y dos pequefias
escuelas, una de varones con 36 alumnos y otra con 26 nifas.
Asesenta afios de la radicacién de esta poblaciénen
elnaciente sur mendocino” nohabiamédicos, ni farmacia,nimenos
hospitales o cosa que se le pareciera”, al decir del historiador Ratil
Marco del Pont.
Posteriormente, en la década del 70 se cumplié la
‘Camparia del Desierto bajo las érdenes del Gral. Roca, incorporando
vastos territorios al sur de la provincia, evando la frontera de
Malargiie hasta el rio Negro, los que fueran entregados en usufructo
al general Rufino Ortega. Fueron los afios en que se instalé en San
Rafael el Regimiento 7mo. de Caballeria de Linea en los cuarteles de
Cuadro Nacional.
(*)Estasruinas, segin sostiene el Dr. Humberto Lagigla, Director del
‘Museo Municipal de Historia Natural de San Rafael, serian en verdad las originales sinhaber
existidoeltraslado que reflere entre otros, Augusto MareddelPonten San Rafael, laRegién
del Porvenir.
DE LA GANADERIA A LA AGRICULTURA,
Llegado a Mendoza el Ingeniero Julio Balloffet con
motivo del terremoto que asol6 a Mendoza en 1861, y mientras
trabajaba en la elaboracién de los planos para la nueva ciudad,
contrajo matrimonio con una descendiente de los primeros terrate-
nientes sanrafaelinos. Instaladoen estas propiedadesibaadesempe-
fiaruna importante tareaenlas obras de irrigaciony de urbanizacion.
19Asus instancias arribo un capitalista francés, Rodolfo
Iselin, que tendria decisiva participacién en a transformacién de los,
campos poblados, al iniciar el fraccionamiento de aquellas enormes
extensiones en propiedades capaces de ser trabajadas por colonos,
inmigrantes italianos, franceses espafioles que volcariansus afanes
en el trabajo de la tierra, impulsando el desarrollo vitivinicola y
fruticola en el departamento, al mismo tiempo que desplazaban el
peso de la actividad desde la villa fundacional -proxima al fuerte 25,
de Mayo- hacia el este, buscando las llanuras que marginan los rios
Diamante y Atuel.
PROBLEMAS SANITARIOS
No todos eran esfuerzos retribuidos por el suelo en
aquellos tiempos de 1887. En Mendoza, como en el resto del pais,
estall6 la epidemia de célera, que se extendi6 rapidamente después
de llegar a la colonia causando victimas y terror entre la poblaci6n.
Lafalta derecursos para curarse delas enfermedades
y de los accidentes, que aumentaban con el paso de los arios y el
incremento de los habitantes, se complicaba con otros sintomas
sociales que también intranquilizaban a aquellos héroes del trabajo
campesino, porque cada vez mas frecuentemente se tenfan noticias
de actos de cuatrerismo y bandidismo.
En este 4mbito se hacia notar la falta de médicos,
aunque siempre existieron algunos curanderos y compositores ca-
paces de actuar tratando de remediar los problemas de la salud. Era
una natural forma de “especializacion” basada en la propia expe-
riencia.
El conocimiento transmitido verbalmente sobre las
propiedades curativas de ciertas plantas regionales, conocidas des-
de siempre por los indios y muy utilizadas por el hombre de campo,
era una necesidad, y la poblacién se conformaba al contar con esos
20
recursos cuando habia que aliviar la situacién de los enfermos.
No podia ser de otra forma y es necesario aceptar la legitimidad de
laconducta humana que buscalosrecursos que ofrece lanaturaleza,
catalogando empiricamente como util para determinadas dolencias
el.uso de tal o cual planta, experimentada a través de generaciones,
tanto como la grasa de quirquincho o le6n americano.
En aquellas circunstancias tan dificiles como insupe-
rables por el aislamiento, la figura de quien conseguia efectos
beneficiosos utilizando hojas, corteza oraices adquiria renombre y
justificaba popularidad. Lo extatico y_legendario corria luego por
cuenta de los enfermos recuperados, y poco a poco aquellas perso-
nas eran envueltas en una aureola de reconocimiento ptiblico hasta
ser convertidos en médicos sin Universidad.
Este fenémeno es universal y estuvo en la base del
proceso de desarrollo del arte de curar cuando la ciencia ain no
lograba condensarse ni formar suficientes personas id6neas, en las
primeras etapas de cualquier sociedad.
‘También en forma empirica eran utilizadas las aguas
termales de El Sosneado y Los Molles para el tratamiento de las
afecciones "reumaticas", cuando no existian caminos para ningéin
tipo de vehiculo, ni hoteles para alojarse entre los cerros.
Las sendas hechas por los animales costeaban la
margenizquierda del Rio Salado, subian el nfiemillo porlas escabro-
sas laderas cubiertas de escoria geolégica, para descender hasta las
vertientes sulfurosas de los bafios. Asi viajaban grupos familiares
llevando a sus enfermos (entre los cuales se cont6 a mi madre) a
Jomo de cabalgaduras, multiplicando sus dolores por el prolongado
recorrido, buscando los efectos curativos de las aguas, tinico recurso
en aquellos anos de puros esfuerzos e incontables sacrificios .
Por ello es fécilmente comprensible la autorizacion
dada por Salubridad en 1896 a Ramén Canda y Teodorico Reale
para curar en el pueblo, al tiempo que los comprometian a vacunar
gratuitamente ala poblacién, para lo que les proporcionaban las va-
2unas correspondientes.
Por otra parte, el herrero més popular entre los veci-
10s, don Enrique Tenconi, lo era no tanto por su oficio sino porque
ambién era el nico sacamuelas del pueblo. También en ese mismo
‘ho, la Municipalidad nombr6 médico para atender en la Colonia
‘rancesa a don Alvaro Garcia Prieto, con un sueldo de sesenta
,esos,De esta persona no existen otras referencias ni circunstancias
onocidas, tanto como si no hubiera existido.
LLEGA EL DR. SCHESTAKOW
En cambio, en octubre del mismo afio de 1896 se
produjo el arribo a la esforzada Colonia Francesa del Dr. Teodoro
|, Schestakow, quien descendié del carruaje que lo trajo con sus
maletas y su pequefio equipamiento, Era un médico formado en
Rusia, diplomado en la Universidad de Ginebra, perfeccionado en
Berliny en Parfs, quien habia sido contratado por amigos personales
de Iselin en Paris, aceptando la propuesta del rico colonizador para
trasladarse a este apartado lugar de la Argentina y aqui, solo y sin
contar con otros recursos que Sus conocimientos, sus manos, unos
pocos instrumentos y mucha voluntad, volcarse a la improba tarea
de resolver los dificiles problemas sanitarios que afectaban a la
naciente aldea.
Oficialmente fue reclamado como médico por el
Juez de Instrucci6n para practicar una autopsia el 5 de enero de
1898, los honorarios serian autorizados a pagar por Ley 270 del 28
de mayo de 1900. Dos afios antes la Direccion General de Salubridad
delaProvincia habia autorizadoa pagara don Pedro Martinez Urnutia
la cantidad de 65 pesos como vacunador en Comision a San Rafael.
En 1899 se instalo en San Rafael otro profesional
extranjero, el Dr. Alfredo Hermann, médico aleman, que formaria
junto al Dr. Schestakow y al farmacéulico Augusto Forontegui el
22
plantel de graduados universitarios que iban a iniciar con la pobla-
cién_ de San Rafael el camino del siglo XX.
En 1901 el Dr. Schestakow fue nombrado concejal y
durante sus funciones -varias veces reelegido-consiguié se aplicaran
algunas medidas sanitarias a través de una Comision, de la que
formaba parte, redactando un volante incitando a la poblaciona
vacunarse “‘siendo la vacunaci6n obligatoria.... que nadie deje de
cumplircon el deber de vacunarse... concurriendo al consultorioen
el Hotel Club (su consultorio particular) donde se vacunara
gratuitamente todos los dias desde las 12 hasta la 1:30 p.m." Mas
adelante escribiria sobre el clima de la region y sobre los barios
termales, divulgandoconocimientosy entusiasmando a los lectores
para radicarse en la zona.
_____ E1903, a peticién de los concejales, el gobiemo
dela Provincia, por Ley 262{irmadaporel gobemador Elias Villanueva,
dispuso en octubre el traslado de las autoridades municipales ala
Colonia Francesa y en noviembre lleg6 el primer tren. Era el
despegue de la Coionia para convertirse en la villa San Rafael.
GESTIONES POR UN HOSPITAL
3 Entre las preocupaciones de los integrante:
Municipalidad destacaba la ausencia de un centro anita al i
pudiera concurrir la poblacién enferma, discutiéndose las
posibilidades de lograrlo.
Ric Se constituy6 al iniciar el afio 1905 una comision
presidida por'seliny formada por Julio Balloffet, Estanislao Salas y
el Dr. T. J. Schestakow, a quien le encomendaron el estudio de un
proyecto para el futuro hospital. En la reunién del 22 de abril se
adopt6 el plano general propuesto por el Dr. Schestakow, y
presupuestado por el Ingeniero Fiorini.
El mismo afo se fund6 la Sociedad de Damas de Be-
23sficencia, formando su Comisién Directiva la Sra. Margarita V. de
errero como presidenta y Marfa Luisa Guyot como secretaria,
Jemas de las Sras. Elvira P. de Marcé del Pont. y Sara Q. de Palacios,
uienes decidieronrecaudar fondos para sostenerla Sala de Primeros
ili ‘a un Asilo de Mendigos.
Sis ita Sala ce Primeros Auxilios se transformé en la
nfermeria San Antonio, con algunas camas para internacién, traba-
indo alli voluntariamente los médicos locales.
Las peticiones ante las autoridades provinciales, la
ifluencia de algunos sanrafaelinos residentes en Mendoza y las
premiantesnecesidades de la poblacion lograron finalmente que el
Jobernador Caligniano Segura, por Ley 347 del 2.de junio de 1905,
ispusiera "destinar la cantidad de $50.000 para un hospital enSan
‘afael_y $ 50.000 para aumentar la partida para construcci6n del
jospital Provincial, teniendo en vistalas necesidades de la campafia
-su convenient remediacion”.
Los trabajos se iniciaron tiempo después, pero luego
le llegar con las paredes a un metro. sobre los cimientos fueron
\bandonados y el Hospital qued6 postergado. }
Recién en 1919, durante el gobierno de José Néstor
“encinas, por Ley 742 del mes de setiembre se dispuso:
‘Art. 1°) Destinar la cantidad de 15.000 pesos para la prosecucion de
as obras del Hospital Regional de San Rafael, las cuales seran
sjecutadas bajo la vigilanciay control técnicode la Direccion General
1e Obras Pablicas, dentro del plan general terminado porlaSeccion
jitectura”.
He Arquitecit gn setiembre de 1923, en mensaje a la Lesislatura
elevando la Ley 827, el Gobemador Carlos W. Lencinas decia:
“Teniendo en cuenta que una de lasnecesidades mas imperiosas de
la poblacién consiste en atender a la salud pablica y encontrandose
inconclusos dos establecimientos hospitalarios, el Poder Ejecutivo
cree de impostergable urgencia la pronta terminacion de las obras,
que como el Hospital de San Rafael y el hospital José N. Lencinas
24
estén llamadas a mejorar las condiciones precarias en que se
encuentrala salubridad de la Provincia. No puede escapar al elevado
criterio de V.H. la imperiosa necesidad de dotar de un hospital
modemo y con todos los adelantos que aconseja la ciencia al
departamento de San Rafael, zona de poblacién laboriosa y riquezas
considerables, siendo indispensable para laatenci6n oportunade los,
enfermos por la distancia que separa a dicho Departamento de la
Capital”.
Esta Ley fue aprobada el dia 15 de setiembrey dice en
su art. 1°:'ampliase la suma de $125.959, la cantidad votada por Ley
742, parala terminaci6n del Hospital Regional de San Rafael". Enel
interin, por Ley 794 de 1922 el Gobiemo de la Provincia declaré
ciudad a la Villa de San Rafael.
E] 2deenerode 1924e1 Director General de Salubridad,
Dr. Bernardo J. Ferreyra, solicit, por expediente N° 4, la urgente
aprobacién para comprar muebles, instrumental para distintos ser-
vicios y farmacia, que posibilitaran la inauguracion del Hospital
Regional de San Rafael.
Al dia siguiente el Gobemador decret6 a través del
Ministerio de Industrias y Obras Publicas, lo siguiente: “Estando
terminado el edificio hecho construir de acuerdo a los términos de
la Ley 742, para que funcione el Hospital de San Rafael y siendo el
propésito del gobierno inaugurarlo cuanto antes para que preste los
servicios a que esté llamado ala poblacién de los departamentos del
sur, y en atenci6n a los términos de la nota elevada por la Direccion
General de Salubridad, en que se aconseja la compra del mobiliario
para dicho establecimiento de acuerdo a los presupuestos de las
casas Birle, Aisemberg y Glich, Mazzarello y Decurgez.
El Gobernador de la Provincia en acuerdo de Ministros
Decreta:
“Art. 1°) Autorizase la adquisicién de muebles por valor de $ 20.000
de la casa Aisemberg, instrumentos de cirugfa y farmacia de la casa
Birle por valor de $ 34.206,90, cocinas a Mazzarelloy Cia. por valor de
251,000 su bateria correspondiente de la casa Decurgez por $ 3.016,
un todo de acuerdo alos_presupuestos que.corren agregados al
pediente N° 4 del Ministerio de Industrias y Obras Puiblicas.
wrt. 2°) Designase el dia 2 de febrero para que tenga lugar la
auguraci6n del referido Hospital.
wrt 3°) Los gastos que demande el presente acuerdo serénimputa-
98 ala Ley 827 y al presente acuerdo.
\rt. 4°) Comunfquese y publiquese e insértese en el Registro Oficial.
Firman Carlos W. Lencinas
Leopoldo Suarez
C. Sa Zarandoon
Juan A. Moyano
INAUGURACION DEL HOSPITAL
Se llegé asi al dia 2 de febrero de 1924. La poblacién
San Rafael, atrafda por el acto de inauguracién del flamante
lificio del Hospital Regional, acudié masivamente a la recién
jierta calle Barcala donde se levantaba la construccién antisfsmica
» dos plantas de esmerada terminaci6n, pintada con claros colores
‘ojo techo de zinc, con amplio pértico frontal y espacioso jardin que
separaba del enrejado muro circundante. El sefiorial aspecto de la
sra, de severo estilo arquitect6nico, estaba adornado con bande-
1es y gallardetes, ostentando un lujo para la época, la huz eléctrica
» su propio generador.
Su interior contaba con capacidad para 96 camas
stribuidas entre Clinica Médica Cirugfa, Maternidad, Nitios y Servi-
os Auxiliares.
San Rafael vefa satisfechos, casi ciento veinte afios
sspués de sus comienzos, los deseos de contar con un seguro y
modo local para atender eficientemente las afecciones de su
5
‘wie
pueblo, que de alli en masse convertiria enelectorindubitable de sus
servicios, habida cuenta de la inmediata repercusi6n que su presen-
cia tuvo en la incipiente ciudad y los alrededores.
PRIMER BALANCE DE LA ACTIVIDAD DEL HOSPITAL
Dos afios después de la inauguraci6n el Dr. Juan
Antonio Orfila, Director General de Salubridad, enlamemoriacorres-
pondiente al afio 1926 senial6: “Este hospital situado en una zona
importante y extensa de la Provincia ha desarrollado una labor
intensa y ha prestado importantes beneficios a la poblacién hospita-
laria de esta region habiendo atendido durante el afio transcurrido
a 7.138 enfermos. La Direccién del Hospital ha realizado una intensa
labor reorganizando sus servicios médicos y ejerciendo un estricto
control administrativo, lo que ha redundado en beneficio de los
enfermos internados y del Estado, habiéndose conseguido una
mayor eficacia en todos sus servicios, tanto técnicos como adminis-
trativos”.
Informs también de la puesta en funcionamiento de
un moderno equipo de rayos X, donado por el Sr. Luis Tirasso, y de
la dotacién de un consultorio odontolégico que funcionaba por
primera vez.
Ofrecié las estadisticas siguientes del afio 1926:
Resumen de! movimiento de enfermos
Enfermos existentes al 1° de enero de 1926:
Enfermos ingresados durante el afio:
Enfermos salidos durante el afio: 840Enférmos fallecidos durante el afio: 73
Total de altas en 1926: 913
Existencia de enfermos al 31 de diciembre de 1926: 155
Curaciones efectuadas en la sala correspondiente
Hombres:4345 Mujeres: 2.015. Nifios: 1.400 Total: 7.760
Del total 2.696 son extranjeros.
Consultorio odontolégico, enfermos atendidos
Hombres: 226 Mujeres : 365 Nifios: 87 Total: 678
Del total 212 son extranjeros.
Incluye curaciones, extracciones, limpiezas y obturaciones.
Primeros auxilios prestados durante el ao
Hombres: 1.275 Mujeres: 798. Nifios: 160 Total: 2233
Clasificacion de los primeros auxilios
Heridas de arma de fuego: 40
Heridas de arma blanca: 89
Heridas por mordeduras : 17
Heridas desgarradas: 52
Heridas contusas: 272
Heridas varias : 305
Fracturas: es)
Luxaciones: 79
Amputaciones: 51
Conmociones: 12
‘Quemaduras: 77
Lesiones: 628
Contusiones: 78
Hemorragias : 2
25
5
v7
237
Otros varios: 72
TOTAL
Enfermos atendidos en el consultorio externo
Hombres: 700 Mujeres: 3.325 Nifos: 1.467 Total: 5.492
Del total 2.054 son exiranjeros.
Vacunados (inmunizades _y certificados)
Hombres: 60 Mujeres: 80 Nifios: 265 Total: 405
De éstos 280 son vacunados por primera vez y 125 revacunados.
Del total 125 son extranjeros.
Formulas preparadas en la Farmacia
Para el Servicio de Salas y Consultorio Externo:
Estos datos demuestran la realidad sanitaria de una
poblaci6n de 42.852 habitantes que hasta dos afios atrés no contaba
con un Hospital Pablico para atender tan variada patologia como
se desprende de los datos consignados anteriormente.
En el mismo afio de 1926 se graduaba de médico en
laUniversidad Nacional de Cordoba el primer sanrafaelino que luego
ejerceria en supuebio natal, el Dr. Humberto Taranto, desemperian-
doenel flamantenosocomio los cargos de médico interno, médico
de sala y Jefe del Servicio de Clinica Médica, ademds de otras
actividades profesionales como Médico de Policia y de Mutual.
Algunas obras secundarias fueron hechas en el perio-
do comprendido entre los afios 1926 y 1940, comola habilitacién de
una improvisada Sala de Infecciosas en lo que habia sido un galpén
separado de las otras estructuras del edificio, para internar a los.
pacientes tuberculosos, que alli subsistié hasta el afio 50.
29Dia de la inauguraci6n. Perspectiva. 1924.
Foto Juan Pi recuperada del archivo
| Dia de la inauguracién. Frente, cuerpo central. 1924.
Foo Juan Pi
“Todas ls fotos de Juan Pi, recuperadas por Carlos Brega, pertenccen al achive del Museo
Municipal de Ciencias Naturales de San Rafae!CARRERA MEDICA
LEY Nz 3631
e
REGLAMENTO
bE CONEURSOS
HH Se GANS
Ejemplares de las Leyes de Carrera Média y Cédigos de actuacién médica
TERCERA PARTE
Los trabajadores
dela SaludLOS COMIENZOS EN EL HOSPITAL REGIONAL
Decidida la fecha para la inauguracién, se eligié al
personal a cuyo cargo iba a estar la atencién de los enfermos y el
mantenimiento de los equipos y del edificio, tarea ésta que debia
constituir una actividad diaria e ininterrumpida, un esfuerzo sin
pausa que exige disposicién individual y conciencia colectiva al
mismo tiempo, a fin de lograr los objetivos para los que se proponia
el establecimiento hospitalario.
Por resoluci6n numero 35 del 31 de enero de 1924, el
Ministerio de Industrias y Obras Publicas establecié:
“Debiendo inaugurarse y librarse al servicio piiblicoel
dia2de febrero préximo el Hospital Regional de San Rafael, destinando
el Presupuesto vigente una partida para el pago del personal
encargado de su funcionamiento, y siendo necesario designar las
personas que deben ocupar los cargos respectivos, de acuerdo alas
propuestas elevadas por la Direccién General de Salubridad.
El Gobernador de la Provincia
Decreta:
Art. 1. Créanse los siguientes puestos en el Hospital Regional de San
Rafael con la asignacién mensual que se expresa y designase para
desempenar los cargos respectivos al personal consignado a
continuacion:
83
Bk i iclor $500 mensual Dr. Heman Gonzalez Risos
ico $ 250 mensual Dr. Ramén Sanchez Reulet
nomo Administrador $ 180 mensual Sr. R Vasquez Nieto
era $ 200 mensual DoringaPalrrieri )Chiarierza
nacéutico encargado '$ 120 mensual Reynaldo Colombo
nde Farmacia $75 mensual Cistébal Lopez
o Eniferrnero
argacio de Cinugia y esterizaciones _§ 1500 mensual Santiago Castillo
srmero Sala de Hombres $ 75 mensual Antonio Serrano
mera de Maternidad $ 75 mensual Berta Canto
mera de Nios $75 mensual Ceferina Luque
emera Sala de Mujeres $ 75 mensual MariaC. de Castillo
mero Sereno $ 75 mensual Ignacio. Ponsalido
andera $ 60 mensual Ester Ponce
turera Planchaciora $60 mensual Angela. de Ponsaido
‘nero $ 200 mensual Antonio Castro
ride Cocina $60 mensual Florencio Barera
finero $ 75 mensual Vacante
mn jardinero $ 60 mensual Vacante
jenanza $ 60 mensual Vacante
aufleur '$ 100 mensual Vacante
ero $ 60 mensual Dionisio Saavedra
mana Superior: $ 50 mensual Vacanle
mnanas (tes) $ 30 mensual Vacanies
L.2. Fijanse las siguientes partidas para gastos mensualmente:
fta y accesorios $200
\stos menores $200
anutencion de enfermos, personal, ropa, etc. § 1.800
t. 3. Elgasto que demande el presente acuerdo se imputaraal item
inciso XIV, art. V, Capitulo IV del Presupuesto vigente.
t. 4. Comuniquese, publiquese y dese al R.0.
C. W, Lencinas
Leopoldo Suarez “
esesmnés tarde, e12 de juniode 1924, el Decreto 192 bis decia: “Visto
expediente 1.265 del Ministerio de Industrias y Obras Pablicas y
wa elevada por la D.G.S. que pide ampliacion de la anterior N° 35.
1.1. Ampliase con anterioridad al 1 de marzo pp. el personal del
F
a aa i a
Hospital Regional de San Rafael asi:
1 Auxiliar Jefe de Mesa de Entradas $120 mensuales
1 Caba Enfermera $120 mensuales
3 Enfermeros $ 75 mensuales c/u.
1 Enfermero $ 75 mensuales
1 Peon de Administracién $ 60 mensuales
2 Peones quinteros $ 60 mensuales c/u.
2 Lavanderas $ 60 mensuales c/u.
1Pe6n de Morgue $ 60 mensuales
1 Peon de Cocina $ 60 mensuales
Auméntase el sueldo del Cocinero de $ 100 a $200 mensuales.
Art. 2. Destinase la suma de $ 2.825 mensuales para pago del personal
fijado por Decreto N° 35 antes citado, desde el mes de marzo hasta
finalizar el afio en curso.
Art. 3. Ampliase con anterioridad al 1° de marzo pp. a $ 3.600
mensuales la partida de manutencién de enfermos, personal, ropas,
etc. del mismo Hospital.
Art. 4, Destinase con cargo de rendir cuentas hasta la cantidad de $
18.000 para cancelacién de gastos de caracter extraordinario
efectuados hasta la fecha en el Hospital de referencia.
Art. 5. El gasto que demande el presente acuerdo se abonard de
Rentas Generales con imputacién al mismo, debiendo
oportunamente darse cuenta a la H. Legislatura.
Art.6. Comuniquese, etc. ete. C.W. Lencinas. L. Suérez.
CARACTERISTICAS DEL PERSONAL HOSPITALARIO
Nosabemos cémo fueron seleccionadas las personas
integrantes de aquel plantel inicial de trabajadores de la salud, pero
sinos imaginamos las serias dificultades que deben haber tenido los
organizadores enelinstante de poner enmarcha.unenteinédito para
lograr transmitir la voluntad, la responsabilidad y la solidaridad que
85debia tener cada uno de los inexpertos trabajadores del flamante
Hospital .
Dejando de lado anecdéticos recuerdos obtenidos en
nuestra €poca de estudiantes, de antiguos pobladores y de ex-
enfermeros jubilados, sabemos que las condiciones requeridas a
comienzosdel siglo paralos aspirantes apuestos de trabajohospitalario.
estaban referidas mds a condiciones fisicas que intelectuales, mas a
obedienciay disciplina que a conocimientos tedricos opracticos, mas
a identificaciones politicas que a antecedentes laborales.
Tal vez por eso, con excepci6n de los profesionales,
fueron removidos tan masivamente los trabajadores durante los
primeros tiempos, hecho que se iba a reflejar en los cambios
frecuentes de personal, cesanteado sin més tramite que una
disposicion gubernamental de las frecuentes intervenciones de
aquellos afios, hastala épocaen que, segunhemosdejado consignado
en el capitulo anterior, la legislacion exigi6 idoneidad y formacién
técnica, afianzando enello laestabilidady luego el escalafonamiento
de enfermerosy técnicos.
Resulta dificil en la hora actual imaginar el trabajo
dentro del Hospital de entonces.
Noventa y seis camasy treintay ocho trabajadores de
la salud de todos los niveles, desde el Director hasta el portero,
equivale a decir que a cada uno correspondian 2,53 camas durante
las 24 horas del dia. Para asistir a los internados se requerian muchos
mas cuidados directos que ahora, por las insuficientes
disponibilidades técnicasy mayores esfuerzos, porlas complicaciones
mis severas resultantes de la escasez terapéutica de entonces. Sia
todo ellosumamoslas 16.568 personas atendidas durante elano 1926
porlos consultorios externos de todas las especialidades, podemos
concebirlosimprobos esfuerzos que deben haber realizado todos los
miembros del personal sanitario para dar adecuada respuesta al
publicoatendido.
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EL HOSPITAL EN 1960
Los treintay seis arios que habian transcurrido desd
Ja inauguracién_ volcaron el resultado de Ia actividad diaria e
distintos tipos de registros, donde los nombres de cada uno de Ic
pacientes asistidos testimoniaba el trabajo realizado por el person
de los servicios, consultorios externos, guardia o asistencia public:
Lamentablemente toda esa documentacion fue acumulada e
s6tanos, porque por su volumen excedia la capacidad del mobiliari
destinado a los archivos en cada Servicio, que a falta de uno d
Estadistica mantenian carpetas y libros de registro diario a cargo d
las secretarias. Esos papeles fueron destruidos por anegamientc
producidos al romperse vidrios o caferias. Resulta asi evidente qu
el concepto actual de sintesis, para condensar toda la activida
hospitalaria en resimenes estadisticos, permitira archivar para ¢
futuro andlisis lo esencial de cada afio de trabajo sin necesidad d
acumular toneladas de papel.
Estos informes anuales y el listado del persone
actuante deberan ser los mejores elementos para mostrar ¢
crecimiento, los avances técnicos y los resultados obtenidos
No podemos reconstruir lo que se perdi6 del pasadc
peroen cambio podemos recordarlo que ocuna en 1960, afioen qu
comenzaba mi carrera en el Hospital Schestakow, donde los tr?
bajadores de la Salud, en un clima muy solidario, de espontane
cohesion en la tarea asistencial que levaba a entrelazados afecto
personales, superaban no pocas carencias y limitaciones.
Desde la porterfa la atenta disposicién y simpatia d
Pedro Mulena permitia conectarse con cualquier sector y localizar
buscado profesional, técnico o empleado.
La Direcci6n estaba ubicada traspuesto el porta
precedida de la Secretaria General, y al frente Mesa de Entradas
centraltelefénica. Siguiendo haciael interior se encontraba el ampli
Consultorio de Guardia sobre el pasillo que conducia aClinica Médi
de Hombres, y al otro lado el Laboratorio antecediendo a Clinic
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