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ME LLAMO... Mi diario cuenta el horror del genocidio Carmen Gil Mercé Galf Parramon Proyecto y realizacién Parramén Ediciones, S.A. Direccién editorial Lluis Boras Edicién Cristina Vilella Texto Carmen Gil Martinez llustraciones Mercé Gali Sanarau Disefio grafico y maqueta Zink Comunicacié S.L. Direccién de produccién Rafael Marfil Produccién Manel Sanchez Primera edicién: septiembre 2008. ‘Ana Frank ISBN: 978-84-342-3339-3 Depésito Legal: B-29.814-2008 Impreso en Espafia © Parramén Ediciones, S.A. — 2008 Ronda de Sant Pere, 5, 4° planta 08010 Barcelona (Espafia) Empresa del Grupo Editorial Norma de América Latina www. parramon.com Prohibida la reproduccién total 0 parcial de esta obra mediante cualquier recurso 0 procedimiento, comprendides la impresion, la reprografia, e! microfilm, el tratamiento informatico, o cualquier otro sistema, sin permiso escrito de la editorial. Hola... Me llamo Anneliesse Marie Frank, aunque todos me conocen por Ana Frank. Fui una chica normal y, como a la mayoria de las chicas de mi edad, me gustaba salir con mis amigas, cuchichearles mis secretos, hacer deporte, coquetear con los chicos, reirme... Pero me toco vivir en una época dificil: la Segunda Guerra Mundial. En ella se persiguié a discapacitados, homosexuales, gitanos, eslavos, judfos... Millones de personas fueron deportadas, encerradas en campos de concentracion, asesinadas en camaras de gas... jEl horror se apoderé del mundo! Un dia también Ilegé a la casa en la que viviamos escondidos. Un oficial de las SS vino a arrestarnos. Los nazis consiguieron apagar mi vida, pero no mi voz. En la Casa de Atras escribi un diario que se ha hecho famoso en el mundo entero. Se ha traducido casi a tantos idiomas como la Biblia; lo han leido millones de personas; es lectura obligatoria en las escuelas de varios paises; se han hecho peliculas, musicales y obras de teatro de él... Ha terminado por convertirse en el simbolo del Holocausto. Mi voz habla ahora en nombre de los seis millones de inocentes que fueron asesinados en la Segunda Guerra Mundial. Espero que mis palabras sirvan, sobre todo, para hacer reflexionar sobre la locura y la barbarie de la guerra. 18 / Me llamo... El horror de la qverra Y al mismo tiempo que Hanna y yo nos divertiamos hablando por teléfono y pensando en chicos, en el mundo no dejaban de suceder cosas terribles. En Alemania se seguian cometiendo atrocidades: los nazis habian aprobado una ley por la que se permitia esterilizar -para que no pudieran tener hijos— a discapacitados fisicos y psiquicos, a esquizofrénicos, sordos, ciegos o alcohdlicos; estaba prohibido que judios y no judios se casaran o mantuvieran relaciones; los judios tenian que entregar al gobierno todo el oro y la plata que poseian, y debian llevar una estrella amarilla cosida a la ropa en sitio visible. El 9 de noviembre de 1938, en la «Noche de los cristales rotos», se destruyeron centenares de tiendas y sinagogas y se llevaron prisioneros a miles de judios. Entre ellos estaban mis dos tios, los hermanos de mi madre. Menos mal que los dejaron en libertad. Poco después emigraron a EE. UU. Vivir en Alemania era un infierno. Por eso la abuelita se marché también de alli y se vino a Amsterdam con nosotros. Y tanto como los judios, eran perseguidos los gitanos, los homosexuales, los que se oponian a Hitler, y todos los que por alguna causa eran considerados inferiores 0 enemigos. Y para colmo de males, Hitler no se conformé con llevar el horror a su patria, sino que, ademas, decidié apoderarse de otros territorios, conquistar otros paises para convertir Alemania en un gran imperio. Awa Frank / 19 Por eso, en 1939 invadié Polonia. Gran Bretafia no se quedé impasible, sino que se puso de parte de los polacos y le declaré la guerra a Alemania. Los franceses no tardaron mucho en aliarse con los ingleses. Empezo entonces la Segunda Guerra Mundial. Mis padres, que ya habjan vivido otra guerra, intentaban disimular delante de nosotras la preocupacion que sentian, pero yo sé que estaban asustados. Muchas veces habia ojdo decir a mi padre que la guerra era un disparate que sacaba siempre lo peor de cada ser humano. Todos los que participaban en ella terminaban cometiendo atrocidades. Aunque inquietos, los dos conservaban la esperanza de que Holanda no se viera mezclada en el conflicto y se mantuviera neutral, como habia hecho en la Primera Guerra Mundial. Pensaban que en Amsterdam estariamos seguros. Empezaron a mostrarse angustiados de verdad cuando Hitler invadié Dinamarca y Noruega. Yo, la verdad, estaba demasiado ocupada con mis problemas con los chicos y las matematicas como para darme cuenta de lo que se nos estaba viniendo encima. Ademas, cuando me sentia mal me abrazaba a mi gato Moortje y se me quitaban todas las penas. 34 / Me Llamo... La verdad es que la casa estaba bastante desordenada. Habia cajas cerradas por todos los rincones. A papa y mama les habia pillado la citacién por sorpresa y el encierro se habia tenido que adelantar una semana. Por eso no les habia dado tiempo a tenerla preparada. Asi que, nada mas llegar, nos tuvimos que poner a desempaquetar, a colocar, a hacer camas, a limpiar... jMenudo trajin! Acabamos agotedos. Papa, mama, Margot y yo dormiriamos en dos habitaciones de la planta de abajo. Las de la planta de arriba, segtin nos conté papa, estaban reservadas para unos amigos, los Van Pels, que vendrian a vivir con nosotros. Eran también judios. iY tenian un hijo de mi edad! Se Ilamaba Peter. &COmo seria? gSeria un muchacho guapo y bien plantado o un adolescente patilargo, desgarbado. y lleno de granos? jLe gustarian los libros? gTendria una conversaci6n interesante? ;Seria divertido? De momento me iba a quedar con las dudas, porque todavia tardarian unos cuantos dias en llegar. En cuanto vi las paredes de nuestra habitacién tan blancas, tan desnudas, tan frias, supe que habia Ilegado la hora de sacar mi coleccién de tarjetas postales y de fotos de estrellas de cine. Papa me las habia traido al refugio hacia unos diag Ana Frank / 35 jMe encantaba la familia real holandesa! Cuando los nazis ocuparon Holanda tuvieron que marcharse a Londres. Una prima mia, que vivia en Inglaterra, me mandaba fotos de las princesas Isabel y Margarita. Estaban tan bonitas con sus rizos dorados y sus vestiditos blancos... Parecian princesitas, pero de cuentos. Saqué de la caja, también, una postal de chimpancés que me habia mandado mi madre desde Inglaterra y la coloqué en la pared. a CMe eee CCM aig «En la Casa de Atras escribi un diario que se ha hecho famoso en el mundo entero... y que se ha convertido en el simbolo del Holocausto. Mi voz habla ahora en nombre de seis millones de inocentes asesinados en la Segunda Guerra Mundial. Espero que mis palabras sirvan, sobre todo, para hacer reflexionar sobre la locura y la barbarie de la guerra.» OW a Rey Otros titulos Marco Polo Picasso Leonardo da Vinci Miguel de Cervantes Albert Einstein Shakespeare e Saint-Exupéry Marie Curie Gandhi Charles Chaplin Alejandro Magno Teresa de Calcuta Vincent van Gogh John Lennon Julio Verne Charles Darwin Mozart Gaudi Cleopatra Wwww.parramon.com

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