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CAPITULO 5 EL CRITERIO NUMERICO+ 5.1. El problema Existen més de 100 Estados en los que, al menos sobre el i a fpo de disposiciOn de partidos. La variedad de esas degree ott impresionante como su ntimero. ;Cémo ordenar el laberinto? Desde hace mucho tiempo, los sistemas de partidos se vienen clasificando mediante la cuenta del numero de partidos, sean de uno, de dos o de més de dos. Pero ahora ya existe acuerdo casi undnime de que la distincién entre sistemas uni- + Partes de los capitulos 5, 6 y 7 aparecieron con el titulo de «Typology of Party Systems - Pro- posal for Improvement» («Tipologia de los sistemas de partidos - Propuestas para mejorar) én Stein Rokkan, Erik Allardt, comps., Mass Politics: Studies in Political Sociology, Free Press, 1970, La diferencia entre la redaccidn anterior, abreviada, y la actual también es de fondo. En los capftulos 5 y 6 me ha sido de gran ayuda el asesoramiento de Hans Daalder. Aunque los posibles errores serfan todos mos, a él debo muchas mejoras. ' El Proyecto Internacional Comparado de Partidos Polfticos» enumera unos 90 pafses y 250 partidos politicos, cifra que comprende sdlo los partidos que superan el umbral del 5 por 100 delos xcafos, Véase Janda, «Retrieving Information for a Comparative Study of Political Par- tes, en Crotty, comp., Approaches to the Study of Party Organization, op. cit, Apéndice B. Por otra parte, Blondel cuenta 107 sistemas unipartidistas y de més de un partido (An Introduction t0 Comparative Government, op. cit., pag. 140). Escaneado con CamScanner 158 PARTIDO) 0 a cgi ice ey iiss, bipartidisas y multipart te oan oe mportan a 8 te part , acerca del ntimero de ps €S--- OScure, nos dice que «un juuicio a ce mds de lo que 2Cat2h a 1a cuenta de partidos consist simplemeny y i te precisamente «a partir del supuesto de we Una reacidn al enfoque umérica, ea pa en abandonar la base 1 se rt ta a nod Ia distineién ee ee significativas». Ast, LaPalombar, Meer voken para los sistemas de partidos competitivos— la siguieg” ce ipolgl drupl: eons hegeménicos: i Pragmsticoshepeng. nicos; ii) ideolégicos turnantes; iv) Ot eee consiste a oe muy sugestivo, pero demasiado general. te Sem ee a ejar que los datos —especialmente los resultados electo: f i ie las clases, esto es, los diferentes racimos de sistemas de partidos. Eso es lo que sugiere, cemplo, Blondel‘, Una tercera reaccién consiste en preguntatse si recs’ Naito si tiene algiin sentido clasificar lo a it sto eS, sitamos en absoluto las clases, es I temas de partidos. En este caso se aduce que nuestro universo es continuo, y por tanto, lo tinico que necesitamos es un indice de fragmentacién, ode frac. cionalizacién o de dispersién lineal, etc. De estas sugerencias se tratard y se comentard en su momento ®. Por ahora limitémonos a sefialar que casi cada autor plantea su propio esquema ®. Ya son plétora las clasificaciones y las tipologfas de los sistemas de partidos, y «la norma parece ser la confusién y la profusién de términos» 7. - Parece, pues, que entramos en un circulo vicioso. Por una parte, estamos a punto de ahogarnos en un embarras de richesse. Por la otra, esta misma pro- 2 Croty, Political Parties Research, en Approaches to the Study of Political Science, cit, pig. 282, ° Political Parties and Political Development, op. cit, pigs. 34 y 36. 4 Véase especialmente Jean Blondel, «Party Systems and Patterns of Government in Western Democracies», en CJPS, junio de 1968, y su Introduction to Comparative Government, ct, pgs. 155 a 160. Pero véase también Kenneth Janda, Information Retrieval, Applications to Poi tical Science, BobbsMerrill, 1968, pigs. 147 y 148, 5 Pero en especial infra, 9.3,.9.5 y 9.6. “Un ejemplo reciente es James Jupp, Political Parties, Routledge & Kegan Paul, 1968, cuyss clases son: i) biparidisa indistinto (por ejemplo, los Estados Unidos, Brasil, Turqula, Corea la Gran Bretafia, Japén, Dinamarca, del Sur, Irén); ii) bipartdista distinto (por ejemplo, Noruega); iii) multipartidista (por ejemplo, Italia, Bélgica; Islandia); iv) de partido dominan- inico amplio (por ejemplo, Espafia, Polonia, te (por ejemplo, la India, México); ¥) de partido ti Yugoslavia, Kenia); vi) de partido tinico estrcto (por gemplo, Egipto, Portugal); vii) totalita- Fos vil) sin partido (véase el cap. 1 y el Apéndice; pdgs. 111 y 112). Como indican los ee plo, casi todas las clases contienen extrafios compatieres de couse, cd Hh, Masi, etroductions a su libro de lectures, Political Parsiea-Contempoary Teed ig, 2 Rate and Row, 967, pig. 20. Pero después Macridis propone su propa tpolgi Pi 22). Respecto de a bibliograflaen general, pra cap. 3 noke 3 Escaneado con CamScanner _ atestigua que el universo de if ion eben su cartograffa, ‘ss i ec que ello requiere mds adiciones a «dk $ a al menor quizd consista €n volver atras 7 ae i "io ,Adolecfa nuestro comienzo inicial de al ee parperos desviado en algtin punto del camino? Be an nde nos hallamos. ¢Queremos decir que poco imp» tidos que hay? gO queremos eae logra ordenar esos ntimeros? no ‘Ala primera pregunta contestarfa yo que sf imy «tog, Para empezar, el ntimero de partidos indica inmediatam. splo sea de modo aproximado, una caracteris de siena tica imy i ars la medida en que el poder politico est4 fragmemado'o ne mentado, disperso 0 concentrado. Andlogamente, con sdlo saber cudntos artidos existen estamos alerta a’ numero de posibles «corrientes de inte Gién» que intervienen, Como sefiala Gunnar Sjblom, dos partidos no rac ren més que una corriente de interaccién tec{proca; : per mite i corrientes de interacciéi Procas tres partidos permi- ten tres corrientes t On, Cuatro partidos, seis corrientes cinco artidos, 10 corrientes; seis Partidos, 15, y siete partidos 21 ®, Como estas osibles corrientes de interaccién ocurren a miiltiples niveles: electoral, par- lamentario y gubernamental, lo que se indica claramente es que cuanto mayor sea el ntimero de partidos (que tienen voz), mayor ser4 la compleji- dad y probablemente la complicacién del sistema. Por ejemplo, desde el punto de vista de los electores, una comparacién de los partidos por pares entre sus programas entrafia, cuando hay ocho partidos, 28 comparaciones; cuando hay nueve partidos, 36, y cuando hay 10 partidos, 45 comparacio- nes, Ademds, y en particular, la tactica de competencia y oposicién de los partidos parece guardar relacién con el numero de partidos, y ello a su vez tiene gran influencia en cémo se forman las coaliciones gubernamentales y cémo pueden funcionar éstas. En resumen, la verdadera cuestién no es la de si importa el ntimero de partidos —que sf importa—, sino la de si un criterio numérico de clasifica- cién nos permite aprehender lo que importa. Hasta ahora, la respuesta es dla- ramente que no. Y la raz6n preliminar es igual de clara: Ningin sistema de contar puede funcionar sin normas para contar. Si recurrimos acontar debe- mos saber cémo contar. Pero ni siquiera podemos decidir cudndo uno es we y cudndo dos son dos: si un sistema es, 0 no es, un sistema bipartidista. Pattidos Necesita Mucho, y cada vez, Y la confu- caso desde el ta fundamental, 6 lente, no est4 Poco importa el nimero rie ntrario, que nuestra clasifcacion Porta cudntos son los par- * Pay Swateis in a Mutiparty Sytem, Land, Seudentterss, 1968, pigs. 174 17% Escaneado con CamScanner pens ntatl alto al infinito, es decin,renunciamos totalmenge sino hemos logrado establecer cudndo dos son dos, abarcame OM tart aa endo sencillamente «més de dos». ‘or eso, no es de extrag, todo el reso dicienct wen el niimero de partidos desemboque en Ia frygat We . one basta con tres clases, sino que tal como estén definidas nee, los itv ara poner los casos en Orde 1 weston es qu ™ Bvidentemente, el estado actual de 1 cetTOH 5 due nos hemos dash, cho del arte numérico de clasficaci6n antes de aprender a utilise" tivos para dar otra oportunidad a este ctitetio, 7 Y » Kata gre que hay muchos motivo : a rac partidos es un elemento muy visible qu empezar, el mimero dé p: is condiciones del mundo rel delat divisorias «naturales» y que refleja I ic tica. Asf —cualesquiera que sean nuestros indices—, tanto los politicos com, Jos votantes seguirén combatiendo por, y discutiendo acerca de, mds 9 se ascdos si debe aumencrse o reducitse el mimero de partidos. Por grt parte, no olvidemos que los partidos son el coagulante, o las unidades de cog. gulacidn, de todas nuestras medidas. Después de todo, el ntimero de escafios que cada partido obtiene en las elecciones es nuestra base de ane mejor y mds segura. Habida cuenta de lo que antecede, me propongo empezar con las nor. mas para contar y estudiar, con ayuda de esas normas, el kilometraje que nos da una clasificacién basada en el ntimero de partidos. Como se advertir, «| titerio numérico es susceptible de buen uso. Por otra parte, también se advertiré que para hacer ese buen uso hace falta ayuda. Al comienzo, y durante bastante rato, resulta correcto decir que, aunque no vaya solo, el cri- terio numérico sigue siendo la variable primaria. Pero se llega a un punto en que no basta con contar pura y simplemente. ‘entonces damos un § de votos 5.2. Normas para contar En resumen, el problema es: {Qué partidos importan? No podemos contar todos los partidos simplemente por las apariencias. Y tampoco podemos resolver el problema contdndolos por orden decreciente de fuerzas. Es ver- dad que el cudntos son tiene que ver con el qué fuerza tienen. Pero persiste la cuestién de cudnta fuerza hace que un partido sea importante y cudnta debi- lidad hace que un partido no tenga importancia. A falta de mejor solucién, por lo general tratamos de establecer un umbral por debajo del cual no se : re ae de un Frade ee ésta no es solucién, pues no existe un rasero Se pare evaluar la importancia del tamafio. Si se establece el umbral 10 se hace muchas veces— al nivel del 5 por 100, ello lleva a omisio- Escaneado con CamScanner NS £6 2, Por otra parte, cuanto mis se rely So fe ae a) nes Bratt de incluir partidos sin importancia. 1 Sumbral més son piles solo en funcién de la distribucign welate del peat de un paride no a sino también, y especialmente, en funcioe “a a ae dente en la dimensiGn izquierda-derechs, Au = ocuPt al nivel del 10 por 100 puede contar mucho meno. ; we ebiene slo un nivel del 3 por 100. Un eae te ieee }del Partido Republicano de Italia, cuyos resulted PE elocuente, ade ido del © medios en los tiltim jnticinco afios han sido del 2 por 100 aproximadamente. Sin emb; te oe duda de que tiene importancia, pues durante todo este ti ae gJelemento que inclinaba el fiel de la balanza de un tags n Se™P° ha sido elelem un lado u otro en una serie s< mayortas gubernamentales, Es evidente que, si el problema tiene solucién, ésta se halla en el estable- cimiento de las normas conforme a las cuales se ha de tener o no en cuenta aun partido. re ieeeeep ase que establecer un criterio de np impor- tancia respecto de los partidos menores. Sin embargo, como la grandeza o la pequefiez de un partido se miden por su fuerza, €mpecemos por apuntalar este concepto. : La fuerza de un partido es, en primer lugar, su fuerza electoral, Hay otras cosas, pero mientras estemos aplicando el criterio numérico, la base nos la da esta medida. Sin embargo, los votos se traducen en escafios, y esto nos lleva ala fuerza del partido parlamentario, Para evitar complicaciones innecesarias, podemos, pues, contentarnos con la «fuerza en €scafios», que a fin de cuen- ” Ast ccure, por cjemplo, con el provecto intemacional comparado de partidos potticos de Janda (mpra, na 1 ). Cuando se establece un umbral del § por 100, resulta que ltalis dene tes partidos: el Demécrata Cristiano, el Comunista y el Socialista, Da la eastalidad de que durante el perfodo que abarca el estudio de Janda hicieron falta otros tres partidos, que pan inadvertidos en ese estudio, para establecer mayorfas de coalicin (mientras que desde 1947 el Partido Comunista no ha tenido nin; guna importancia en cuanto a formar gobiernos). Una solucién mds flexible es la adoptada por Richard Rose y Derek Urwin, esto ex tidos que han participado en tres elecciones por lo menos y han lo menos una ver (PS, septiembre de 1970, pig. 290). Pero incluso con esta solucién queda sin detectar el caso del Partido Republicano Italiano, que se recuerda en el texto, y muchos otros (Por ejemplo, Noruega y Suecia, infra, cap. 6, nota 62). A cambio, Rose formula la siguiente Sugerencia: «Las técnicas de encuesta brindan un medio de establecer el ntimero de partidos de un sistema» (Governing Without Consensus, op. cit, pdg, 221). Esto resulta vélido para Irlanda del Norte, pero en las comunidades politicas més compleja, al publico en general se le pasan por alto, entre otras cosas, las sutilezas del valor de la posicién de los partidos. Abraham de Swaan, en Coalition Theories and Cabinet Formations, Elsevier, 1973, reduce el umbral limite 212.5 por 100 (pero lo leva, en el caso de Dinamarca al 3,5); aun ast, en el caso de Italiano ‘6l olvida alos republicanos, sino también a los liberales, que de hecho han ocupado puestos enel gabinete, incluit los pat- grado el 5 por 100 por lo Escaneado con CamScanner han pasado las elecciones, Una y, 7 impor dela comparabilidad._- muchas nay _ con remitirse a los escafios en Ja @y*°**b en los ee Ta otra CAmara las mayorias no sean diferentes, ‘ara By siempre UC ‘ible comenzar con esta medida: la fuerza del Partiga ee resulta eee por su porcentaje de escafios en la Cémara Baja, Pal, mentario se 10 jente consiste en cambiar el foco al partido come i EI paso aa: Este cambio tiene poco interés con respect « To mento de gob! ero cuantos mds sean los partidos, mas debemos fi Siste, mas biparidist Po ial de gobierno 0 las posiblidades de coalicign camos acerca itt cdaderamente pesa en la balanza del mutipartidisms partido. Lo ave ueda necesitar a un partido para una o més dela 28 medida on que speaammenales! Un partido puede ser pequefio y, sin a bles mayorfas a posibilidades en las negociaciones para montar ung = eee posible que un partido sea fuerte y, sin embargo, a cin, A la inversay ciar su presencia en una coalicié; cuestié; de capacidad para nego lo realista de las posibils i ahorg ; se puede realizar un cAlculo realista de las posibi idades de coaics, at oe a a base exclusivamente de su fuerza. Evidentemente la tes. a foie no, pues este criterio nos Hevaria a estudiar todas las mayoris numéricas posibles, cuando lo que nos interesa son las coaliciones viables, |p cual significa inicamente las que son ideol6gicamente Consonantes y perm. sibles , Por tanto, la norma para decidir —en una situacién multipartidis. ta— cudndo se debe o no contar a un partido es la siguiente: tases |o.qu Norma I. Se puede no tener en cuenta por no ser importante a un partido Peque- fo siempre que a lo largo de un cierto perfodo de tiempo siga siendo superiug en el sentido de que no es necesario ni se lo utiliza para ninguna mayorfa de coa- lcién viable A la inversa, debe tenerse en cuenta a un partido, por pequefo qut sea, si se halla en posicién de determinar a lo largo de un perfodo de tiempo y en algiin momento como minimo una de las posibles mayortas gubernamentales, Esta norma tiene una limitacién, pues sélo es aplicable a los partidos orientados hacia el gobierno y que, ademds, son ideoldgicamente aceptables para los dems miembros de la coalicién. Ello puede excluir a algunos parti- dos relativamente grandes de la oposicién permanente, como los partidos oe bee ate ‘pare les coaliciones mateméticamente posibles de las ideoldgicamente ir Robert Axelrod. rae Sue las coalciones gubernamentales deben estar sconectadi Conflict of Interest, Markham, 1970, cap. 8. De Swan, en C pee Theories and Cabinet For : adyacentes, ™ POPmatons op, ct, califica de scertadaor © as coslciones co Escaneado con CamScanner id or tanto, nue ‘teri 21 gual 0, en reo n® & 20 importang Jemento en ee lash especiales, un cia necesita un, com. dy. Cabe volve! ular Ja pregunta Como sis “ctitetio de importan. dimension, hace que un partido tenga importance. (Qué tamafio, 6 ue ae posibilidades de coalicién? Por ¢) e q dos comunistas que reciben una Cuarta parte ¢ incl ‘bili ae incluso total, pero cuyas posibilidades de coalicién gubernam: ji desde hace veinticinco afios, précticamente nulas Si ental vienen siendo, ono tenerlos en cuenta. Esto nos aw lleva a fe embargo, seria absur. iar para contar basada en la capaci a formular una ur. idad de intimidac; Segunda norma auxi- nos mas exactos, las posibilidades de era ae © dicho en térmi- hacia Ja oposicién. ‘08 partidos orientados Norma 2. Un partido cuenta como importante sempre = : promi ms aparicion, afeeta ala téctica de la competencia entie los pantie cuando altera la direccién de la competencia —al determine noo Peal petencia centrfpeta a la centrifuga, sea hac inat un peso de la com- ambas direcciones— de los partidos orient la, hacia la derecha o en gobierno, ia la inquierd: ‘ados hacia el En resumen, podemos dejar de contar a los parti i Fl 1 poems ce partidos que : posibilidades de coalicién ni ii) posibilidades de chantaje. A Talnvena, defence contar a todos los partidos que tienen importan 8 i cia gubernamental en la liza en que se deciden las coaliciones o una importancia competitiva en la liza de Ja oposicién. Es posible que estas notmas parezcan excesivamente complicadas y en todo caso dificiles de transformar en operacionales. Més adelante se tratard de su apuntalamiento operacional . Por ahora, sefilemos que, para empe- zat, ambos criterios son postdictivos, pues no tiene sentido utilizarlos con cardcter predictivo. En cuanto a la norma 1, esto significa que las «coalicio- nes viables», y por ende los partidos que tienen posibilidades de coalicién, coinciden, en la préctica, con los partidos que de hecho han participado, en algiin momento, en gobiernos de coalicién y/o han dado a los gobiernos el apoyo que necesitaban para llegar al poder o para permanecer en él. Por tanto, en la mayor parte de los casos la norma es facil de aplicar, siempre, naturalmente, que dispongamos de la informacién sencilla que requiere la misma, ™ La etiqueta no sélo procede de, sino que guarda relacién con el partido del canta den. . Véase thony Downs, An Economie Theory of Democracy, Harper 8¢ Row, 957, pigs. 131 y 152. Vése infra, cap. 10, ” Infra. 9.4, Escaneado con CamScanner _— * aE 2, la objecién podrfa ser ; si panos’ sacl de re roe Bs posble'qué af {dirccign dey etn peo en pric ae del partido del chantaje oo" omy” lil, Pe do ancstems, Yano la imporar Mage sobre todo con id 7 Portang,, i cardoter ancisistem de un partido se pueden establecer, por turn, = M0 jn ina baterfa de indicadores ulteriores. Si mi norma trae a prim, ano, me ian sido del chantaje de Anthony Downs, ello se debe a que la com Plano ¢ Ray partidos es una parte central de mi argumento general. Sin enna - do del chante sue coincicir 8 partido antisistema (p> contrario, lo més probable es que estuviera comprendido en |a » €N cay perfectamente posible continuar con la evaluacién en el tere De tio, Esto es, las posibilidades de chantaje del partido electoral h; Parlamens, Hi a cidade de veto, de hecho, en la capacidad de Su eg, reeramentaro con respecto «la promulgacién de lees, veto dal pa. duda acerca de si se debe tener en cuenta o no a un partido del fact algun continuar con el argumento y verificarlo conforme a ese criteri ‘antaje, cabe : € Criterio, En general, sostengo que la dificultad de mis normas reside de que, o bien a los estudiosos les resulta mds ficil ocuparse a el hecho at ada sin ning conocimiento a fondo de los palss de lo la politica pan, o mis normas exigen datos que raras veces se retinen sistema se ocu- ‘Me temo que no tengo ningtin remedio para la primera dificultad, Et to ala segunda, si es mds facil exponer mis normas que aplicarlas, fa al re porque nunca disponemos de la informacién que necesitam ieereel Ie pedimos. Atédsse que la informacién que requieren mis notme hasta que nada menos objetiva que muchos de los datos I aaa ciencias sociales atribuye hoy dia l a los que el especialista en cillamente, no es cierto ae fa la més absoluta confianza. En cambio, sen de mejores medidas para lo oH oe més adelante—" que dispongamos tantes» con respecto a su faite vicides el ndmero de partes simpor- : 0 f 1 ee ara otras cosas, posicién». S{ que disponemos de mejores t ora sabemos decir, podemos ordenar eon son tres, cuatro son cuatro, etc. Es Aiea ordenar también clases pregunta siguiente es: ;Permite el crite- le, mt ene (conforme a normas), is seoas Hasta ahora nos hemos ocups- » el prol . La nueva i eae a de contar de forma inteli pregunta plantea, por asf decit muchos nares, Pattidos indica igente. Como norma general, la ddl Partidos indican una gran fi Poca fragmentacién, mientras qué también podemos hallar IG oe Sin embargo, al contat los erza. Y existe una distribucin que 2 Inf, 9.5 96, entre + Come « Escaneado con CamScanner ELa RITERIO NUMERIco re ostensiblemente como caso nico: aqulla en solo ee sig : decom con la mayoria abooltes (1 Pattido cuenta os und forma inteligente de contar es lo tinico ae lita (de escatios) i fn nada mds que mirar— la distribucién e Necesitamos para o} dense . . n *. curds os dens pards juntos la clase dels wg see mis gominante. -* ventaja de ordenar este sistema es gu las de partido pe son mejor que tes (unipartidismo, bipartidismg Fa uate clases so én que ahora tenemos una ide bien clara de a apenas Sino dente que un sistema de partido predominante pue quementacién, Es evi- exceso de fragmentacién de todos los demds partidos, Ser resultado de un India. Sin embargo, si decidimos que la propiedad mds one ocurre en la riaio de partidos es que el Partido del Congreso gobie estacada del sistema im gmentacién» obtiene una definicién clara: no se etna solo, entones la “feeds est fagmentado més que cuando tiene muchos panda on guno de los nm se sore al Hoe de la mayoria absoluta, partidos, nin- Existe todavia una clase mds que se puede or : ineigente de contat. Si nos salimos ddvcnce dee eee in eitivs y pasamos al de los no competiivos, es posible oda eae encontremos con comunidades politicas (por ejemplo, Poles hy Dos ore México) con més de un partido en las cuales los «partidos secunda- aaaarno se pueden dejar meramente de ado como fachadas pura y simples, Por otra parte, s{ es cierto que estos partidos secundarios y periféricos coe tan menos. Por as{ decirlo, tienen permiso y tinicamente se les permite exis- tir como partidos subordinados. Esos son los sistemas que yo califico de hegeménicos. Y se los puede detectar mediante una forma intligente de contar, Io cual significa, en este caso, contar primero al partido hegeménico y alos partidos subordinados por separado. Alllegar a este punto parece que se han agotado las posibilidades del cx tetio numérico, Dentro de poco entraré en la distincién entre pluralismo limitado (moderado) y pluralismo extremo (polarizado). Pero no es posible identificar y mantener estas clases inicamente sobre bases numérias, Es el punto en el que la variable del némero de partidos pasa a ser secundaria y toma precedencia la variable de la ideologia. 5.3. Una cartograpia en dos dimensiones 1 clases mutuamente excluyen- al criterio elegido para esa cla- o: es una ordenacién de «atti Una clasificacién es una ordenacién basada tes que se establecen conforme al principio 0 + sificacién. Una tipologia es algo més complej Escaneado con CamScanner og. PARTIDOS ¥ SISTEMAS DE PARTIDOS 166 puesto, eto 8, una ordenacion resultado de mis de yy butos compre a esta distincién, hasta ahora hemos venido og rio eifeacin y no de una tipologla, esto es, hemos identificado si una ripos de sister pede rendir site clases, remas de partidos. Ylo que sugiero esque el rity sa fhe indicadas como sigue: 1. De partido tinico. 2, De partido hegeménico. 3. De partido predominante. 4, Bipartidista, 5. De pluralismo limitado. 6. De pluralismo extremo. 7. De atomizacién. Con respecto a la casficacién triple tradicional, hay dos innovaciong que son evidentes. En primer lugar, desgloso en tres categoras el tradciony «bloque unipartidista» que retine fa variedad mds incongruente de fenéme. nos heterogéneos, lo que permite reclasificar una serie de comunidades polt. vicas eréneamente calficadas de unipartidistas en la clase de partido hee ménico o en la de partido predominante. En segundo lugar, desglose e tradicional ebloque multipartidista» conforme la hipétesis de que el tray. miento monolitico de los sistemas de mas de dos partidos atestigua tinica. mente la pobreza de nuestras normas para contar. En cuanto a mi ultima categorfa, la pauta «atomizada» Tequiere pocas explicaciones: entra en la clasificacién como clase residual para indicar un punto en el que ya no necesitamos una cuenta precisa, esto es, un umbral pasado en el cual poco importa cl ntimero de partidos, sean 10, 20 o més, Los sistemas atomizados de partidos se pueden definir del mismo modo que la competencia atomistica en la economfa; o sea, como «la situacién en que ninguna empresa [tiene] un efecto apreciable en ninguna otra empresa». Esto sefiala ademés que el criterio numérico es aplicable tinicamente a los sis- temas de partidos que han entrado en la fase de consolidacién estructural ', ¥ Esta cs la definicién de P. A. Lazarsfeld y Allen H. Barton «... al hablar de tipo, se refiere tino a un compuesto espectfico de atributos» («Qualitative Measurement in the Social Scien- 19st ae eine H. D. Lasswell, comps., The Policy Sciences, Stanford University Pres y apie 169). Siempre que sca innecesario distinguir la clasificacién de la tipologia, utiliza oe cae de cezonomnla En términos estrictos, una taxonom{a es una ordenacién interme- = abjeine 'catoria y la tipolégica (de tipo mattiz), Pero tanto detalle es innecesatio patt ® M. Olson, The Lo ive Acti i 7 st Lagi of Collective Action, op cit, pag, 49, Respecto del concepto de la consolidacién, ate infra, 8.1. Escaneado con CamScanner EL CRrray ERIO NU MERICO 167 nejomino analitico global, la prim sible, insuficiente. ac forma ™U ve las variedades =e NO €5 mas que ung yor gest, de a Trico las variedades y las diferencias entre © y conforme al or i , erie ea artidistas ook ea al reconocimienty viral i , no esta cl ivi ° mot lo eémo deben dividirse las chge o> EMO, o limita jo. El supuesto de sentido comtin en ases de pluraismo le tres a cinco parti eee is jncién © O° Oy diferent Partdos, 0 sea, e pluraisin Hannon jpreraceiones UY rentes a "as que existen entre seis eh denen a aliso exteno, PEO ni nuestras norma pars ocho partidos, 0 b © oo i jnteligent de contar pueden ordenar de verdad estas dos a ee ligeando entramos en el terreno de la fragmentaciSn’ diane ei jg partidos esa fagmentacién pu pene Ea ede ser resultado de Splieidad de facrores causales, y sélo se puede apuntalar habida eae 5 factores. Dicho brevemente, la fragmentaci is eee efar ua sain de segmenicin eer sista de panies sto es, de distancia ideoldgica. Es evidente, pues, que existe ee rizacién, vege derectar nada mds que contando, y que, sin emb: & que no,se Esto equivale a decir que estamos perentoriament leg! fe antameaul i i 7 te Obligados a pasar de la dhasificacion a la tipologfa y, con ello, a aplicar el criterio numérico utili oka ideologla como criterio. an Se recordaré que ya he hablado de un continuo ideolos ‘i sno En esta referencia el significado de la palabra iba acl cificado por su contrario, esto ¢s, la de pragmatismo. Pero la connotacién quese pretende en el presente contexto es més analitica. Aqu{ se utiliza el tér- mino para denotar en primer lugar una distancia ideoldgica, esto es, el Ambi- rane delespecto ideoldgico de cualquier comunidad plea dada y en segundo lugar para denotar la intensidad ideoldgica, esto es, la temperatu- tao el afecto de un contexto ideolégico dado. En términos mas exactos, el concepto de distancia ideolégica interviene en la aprehensién de los sistemas te mus de un partido, mientras que la idea de la intensidad ideolégica es indispensable para la aprehensién de las comunidades unipartidistas. En espera de la taxonomla completa que surgiré al final del estudio, las consideraciones que anteceden. evan a una cartografla preliminar en dos dimensiones que cabria calificar de clasificacién modificada. El objeto de la dlasificacién modificada es resolver el problema que deja intacto la clasifica- cién numérica: el de cémo acabar con la esegmentacio 18, La solucién se halla en verificar las comunidades polfticas segmentadas en contraste con la pese al dades polii- : ” Supra, 42 y cap. 4, nota 13. El concentn de evomentacién se analiza inf 63+ Escaneado con CamScanner : fragmentadas, pero no polarizad, . . varibl deoogi. i t geicamente) moderad. St exe Frage al tipo de plus evidente que pertenecen al tipo de Pluralismo (ideotg 8 ¥ rca cade, La clasificacién modificada difiere, pues, de [gn ti, mente) ?2 von respecto a las clases del pluralismo limitado Y extreme ig tinicamente .n los tipos que califico de pluralismo moderado ayy, i onespondencias previstas se ilustran en el esquema de conversigy* 7 cuadro 3. Cuapro 3. Pautas, clases y tipos de multipartidismg PAUTA CLASE TIPO Poca fagmentacién > Pluralismo —— > Pluraimy _™ moderad (hasta 5 partidos) limitado racién. ————> --~ manson Mee bigienexia > Pluralismo > Pluralism (més de 5 partidos) extremo pola Tras haber trabajado en Ia cartografla, podrfamos preguntarnos sj este ejercicio merece la pena. ;Nos brinda alguna Percepcién la clasificacién modificada? Cabrfa decir, por ejemplo, que el criterio numérico brinda una indicacién, aunque sea muy imperfecta, de la distribucién del poder politico, Pero la distribucién es algo que resulta muy dificil evaluar. Por tanto, prefe- tirfa decir que lo que nos brinda la cartograffa es una indicacién bastante buena de la dispersién— sea una dispersin polarizada o segmentada— del oder. Para empezar, en la situacién actual el caso del unipartidismo esté claro: el poder politico lo monopoliza un solo partido, en el sentido preciso de que no se permite la existencia de ningtin otro partido. Después tenemos el caso en que un partido «cuenta mds» que todos los demés, pero de dos formas muy diferentes. Por un lado, nos encontramos con un partido hegeménico que permite la existencia de otros partidos tinicamente como «satélites», 0, en todo caso, como partidos subordinados; esto es, no se puede desafiar la hegemonfa del partido en el poder. Por otra Parte, nos encontramos con ¢l sistema de partido predominante, es decir, una configuracién del poder en la que un Partido gobierna solo, sin estar sujeto a la alternacién, siempre que Fes obteniendo, electoralmente, una mayorfa absoluta. Los sistemas eee no plantean ningin Problema, dado que su configuracién del S$ transparente: dos partidos compiten por una mayorfa absoluta qué Escaneado con CamScanner EL crn SNTERO NUMERIC 46 iD ajaleance de cualquiera de ellos. Esto nos dg re mltparidismo en general que se puede ae confguracion del pod obable que ningin partido s© acerque 3, 9 por lo mayne SBE: i) No “ pao absolute yi) La fuera dbad) meee Se mantengs, [ uede clasificar con me a su relativa indispensabilida de los partidos SJ par las coalicione, y/o ii) eu capacided mane dispensabili- le intimidacién (chantaje)- as estructuras de poder mencionadas se pueden identi identi s ficat como sigue: 5 aapoli; i jerarguta (0 monopolio relajadtoy, i pwc rte ini mca waciot bipolar); v) poca fragmentacién y/o ee (0 concen- uacion alta con polarizacién, Si se siguen exe ec tees ¥) poder y us respectivos sistemas de partidos con respecto oe Pee pe diversas comunidades poltticas, legamos ala disposicign que sete n ira en. el cuadro 4. Cuabro 4. Dispersién del sistema de partidos Dispersion Polarizacién con alta fragmentacién Fragmentacién baja Concentracién cquilibrada (con alternacién) Concentracién unimodal (sin alternacién) fame (monopolio relajado) Monopolio total bs Concentracién iH LAH Escaneado con CamScanner Hegeménico Predominante 170 PARTIDOS Y ‘SISTEMAS DE PARTIDOS dicho que el ntimero de partidos es importante, Lo que sRespecto de qué exactamente es importante? Cuando Por ‘Ya he tidos conforme al criterio numérico se lagrns “Asif, as de par € clasifican if explicar es ‘dntos partidos contienen. Pero el formato non inte can los sistem: su formato: Cui ¢ ae ia tia en que afecta ala merdnicar obmo funciona ef gt se ros trminos el formato es interesante en la medida en tiene predipposiciones mecdnieas, en que contribuye a determinar un gg, to de propiedades funcionales del sistema de partidos, en primer ipa Yun. todo el sistema politico como consecuencia. De abt que a partir de ahor de investigacién se centre en la distincin yla relacién entre formato Y mecg mi ca, Esto equivale a decir —habida cuenta de mi distincién entre lg clasifia cién y la tipologia de los sistemas de partidos— que estudiaremos cbme relaciona la clase, que denota el formato, con el ripe, que connota las Propie dades. Escaneado con CamScanner

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