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Philippe Gutton EL JUEGO DE LOS Nr Titulo original: LE JEU CHEZ L'ENFANT © Libraire Larousse (Canada), 1973 Traduccién castellana de PEDRO NUNEZ © Editorial NOVA TERRA Primera edicion: junio de 1976 Reservados todos los derechos ISBN: 84-280-0579-6 Depésito Legal: B. 26784 - 1976 Impreso en Barcelona. Espana. 0 INTRODUCCION EL ning. ju cuando no est despl veces la eed Continuamente: Mt jugando, J ent en su fi 's las mais tragicas, ef rica, fuera pai expresien hh es un Es imposible saber specie de u wlo; En las situacio \ juega conio si el juego, actividad oy Tait! mts Mecesaria forma de ser Fy juego es ta f antil OS psicdlogos e i vidades hadiene os cst” Muy ioteresados en ello'y Ie cee Entre 0 Sobre fa Henan Sobre todo el dibujo en el que ster proyecta rio sobre Ia hoja de papel bid P mensional. Esta obra pictss in de juego: a veces bn de juego: a arda o la c divide seetson ge fneees | fa 0 la rompe, la da, Ta cambi veces la Ae niiios observa ef juego; To reercuentnaseve— . ‘Elsjuegosconst inmers me ituye el -lugar=de=reencuentro> feedlonde. se, .reencuentranssus de su propio lenguaje; desde el Puede contentarse con las palabeee Primer contatto con el nin i i je Wii mee No. el psicoanalista debe participar en el lenguaje liidico que le En exergo de nuestro trab: = Ponemos la descripcién principal que Freud (58, ‘. ‘ Me los «pasos misteriosos y Continuamente repetidos» de: un nitio, su nisto, a de sus padres. Sin querer abarcar el _“E aba ninguna precocidad desde el punto de vista intelectual; Con dieciocho meses no pronunciaba sino algunas pocas palabras comprensibles.y émitia un cierto numero de sonidos significativos, que sus allegados comprendian Perfectamente; sus relaciones con los padres y In iivica doméstica de la casa eran excelentes, y todo el mundo alababa su caricter tan «simpatico», No molestaba a sus Padres durante la noche, obedecia concienzudamente la Prohibicién de tocar algunos objetos o de entrar en segtin qué habitaciones y, sobre todo, no lloratn nunca cuando no estaba su madre, que a veces se ausentaba durante varias horas aunque estaba muy unido a ella porque no s6lo to habia amamantado sino que lo habia subido y educado ella sola sin ninguna otra ayuda. Este maravilloso nifio tenia sin embargo la costumbre de echar a un rincén de la habitacién todos los objetos que caian en sus manos, ya fuera debajo de la cama, ya fuera en otto sitio; y no era un trabajo fécil reunir después todas las piezas del juego. Al lanzar lejos los objetos, pronunciaba con un aire de interés y satisfaccién el sonido prolongado (0-0-0-0), que, segiin los juicios acordes de la madre y del observador, no se trataba de una interjeccién, sino que era la palabra “fort” (“loin”, “lejos”). Finalmente me di cuenta de que se trataba de un juego y fuele bi ey utilizaba sus juguetes sino para «lanzados lejos». Un dia me di cuenta de a go aue confirmé mi idea. El nifio tenia un carrete de madera con un cordel emia plese vez le paso por la cabeza la idea de arrastrar la bobina tras de si, de jugar con a me si fuera un coche; sino que sujetando el hilo, lanzaba la bobina con bastante punt ria or encima de la barandilla de su cama rodeada con unas puntas fat Sa Entonces pronunciaba su invariable (0-0-0-0), tiraba del ol renal eae bobina a la cama y la saludaba con un alegre «Da!» (Voila: = agile san el que el juego completo que comportaba una desaparicion y ee ae famaneferl generalmente sdlo se veia el primer acto, que repetia SNidente que el que daba mayor alegr La interpretacion del juego ya fe facil, EI gran e: saba_una renuncia_a una tendencia (a la sati: Permitia soportar sin protestar la marcherp Por asi decido, de esta marcha y la mano, er ia al nifio era el segundo! Signifi sfuerZ0 que se impor ue s ia el nifio accion de una tendenciay y le ircha y ausencia de Ta madre ET mito se marcha ya Ta madre, ET niifo se desquitabae fa Tenett Broduciendo, con los objetos que wniay es ‘on y Ta reaparicion, ED val tej esceri de ion y"la rea ET valor afectivo de este juego o> independiente del hecho de saber seri Tiiio ha inventado eT Salat Te kee comand explicacién no encaja de formaba un juego inde menudo que la del retor “EI analisis de Femi sno cenedey ya que el primer acto, la marcha, hoe eee ‘esta escena mucho mas a caso de este tipo no da los elementos pat Lusi decisiv: y a una conelusién hecho del swceeenacien seni a apriorismos da la impresion de que si el ifo ha actitud pasiva, la suftida por asi decirlo; y he fer as Teel setivo, Feproduciéndola en Torna, de juege, @ pesar Ue faceruna d que habria tendido a animarse independientemente del Cardcter agradable 0 desagradable del recuerdo, Pero todavia podemos intentar otra interpretacion. El hecho de lanzar un objeto haciéndolo desaparecer, podria servir para ~ satisfacer_un impulso_de venganza respecto @ Ta madre y Signincar mas O-TEnOs To ‘Siguiente: «Si, si, vete, vete, no te necesito para nada: yo también te echon-Elnmisino nifio cuyo primer juego observé cuando tenia dieciocho meses, a Tos dos afios y medio tenia la costumbre de lanzar al suelo un juguete del que estaba descontento, diciendo: « iVete a la guerra!». Le habian explicado que su padre estaba ausente porque habia marchado a la guerra; no manifestaba el menor deseo de ver a su padre, pero en cambio, debido a indicios cuyo significado era evidente, demostraba que no le sabia mal la posesién de su madre*. Por otra parte, sabemos que a menudo los nifios expresan impulsos hostiles andlogos tirando objetos que, a ellos les representan a ciertas personas, Nos podemos permitir pues el preguntamos si la tendencia a asimilarse psiquicamente a un acontecimiento que les impresiona, a hacerse nen ie f é1 puede manifestarse por si misma, ¢ independientemente de! principio del placer. Si, en el caso en que nos ocupamos, el nifio reproducia en el juego una impresin penoon, era quizas porque veia ene teprduecion, fuente de placer indirecto, el ro placer pero mas directo. | - Senet eralquier forma que estdiemas los juegos de fos nis, ne obenenos ningiin dato cierto que nos permita decidirnos entre estas dos r a Jor confirma plenamente est interpretavion, Un ia, fa mae repress al be e arias hors y fe saludad por Ia exsamacion Bebé oooe. Ou c. Pero no se tard en darse cuenta que durante esta targa ausenca de ta mice fom erse desaparecer él mismo. Habiendo descubiero ' La observacién ulteri después de una ee i fue ininteli; See citin contrado la forma de hac ae apejo ave cs 3 ja hecho desaparecer su imagen. mare lo abl uri legal site, gains bi ec este IM aaao es cuando contaba con cinco aiios y nueve meses. salen ; : i oie soc). a ito e sna, Mientras, ademas, habia naci ro El nino pedis 99 mg) elmo mo manifesta a menor en. Mt partido ne celoso. Figo y se habia puesto extremadamente celo Puede verse que los nites reproxticen en sts juegos todo to que tes ha impresionado en la_vida por una especie de reaccion contra la intensidad de la impresion que, por asi decirlo, intentan dominar, Pero, por otra parte, tambien es evidente gstan condicionados por un deseo que, a su edad, juega un papel predon de ser mayores y de poder comportarse como To hacen ellos, Se-veriTica taml vgn que el inicter desagradable”de_un-acontecinivento no es incompatible con su transformacion en objeto de juego, con su reproduceién escenica, ET qu que el médico Te haya examinado {a garganta o Fe haya hecho una pequetia operacién, son recuerdos doloroses que el nila no dejard_de evocar en su proxtmo juego: pero puede verse muy” que placerpmede mezclarse en esta reproduccion y de qué fuente puede Prevenir: substituyendo con la actividad def juego Ta-pasividad con que Takis ina Sue habia suftido el hecho doloroso, inflige aun compafiero de juego Tos sufrimientos de Sue¢| habia sido victima y de esta forma gjerce Sobre aquél Ta venganza que no pudo infligir al médico, " “Sea como sea. To que se deduce de estas consideraciones es que explicar el Atego por un instinto de imitacién, es formular una hipétesis indtil, Amadamos todavia Gut a diferencia de to que pasa en los juegos de los nifios, el juego y la imitacién frtisticas @ que se entregan los adultos Se orientan directamente hacia el espectador buscando comunicarle, como sucede en la tragedia, impresiones a menudo dolorosas que sin embargo son una fuente de delicadas alegrias. Comprobamos que, a pesar del dominio del principio del placer, el lado penoso y desagradable de los acontecimientos Gncuentra_todavia_caminos_y medios suficientes _para_imponerse_al recuerdo y convertirse en objeto de elaboracién psiquica. Estos casos y situaciones, susceptibles de fener como resultado final un incremento de placer, tienden por naturaleza a formar el objeto de estudio de una estética guiada por el punto de vista econémico; pero, dado el fin que pretendemos, para nosotros no tienen ningun interés, ya que presuponen la existencia y el predominio del placer y no nos ensefian nada sobre las posibles manifestaciones de tendencias situadas mas alla de este principio, es decir, tendencias independientes del mismo y, quizas, mas primitivas que él”? Wa por in francesa de S. Jankeléviteh, edicfon revisada Petite Bibliotheque. pigs, 16-20. * S. FREUD, Aundele du principe du plaisir (trades el doctor Hesnard, publicada en Ed, Payot. “Essais de psychanalyse") 1, DE LAS ACTIVIDADES PRE-LUDICAS ALAS ACTIVIDADES LUDICAS 1.1 Las actividades pre-lidicas _ La primera observacién del juego nos lo describe como una actividad de placer: alegria del objeto captado, alegria del gesto que manipula. El juego tiene como fin evitar elaburrimiento y procurar el placer al nifio, Es una actividad situada bajo el siano-del— pri ncipio del placer; el_nino_busca_en el juego una reduccién de sus _tensiones libidinosas acumuladas. En su observacién del juego de la bobina, Freud muestra que este placer existe no tinicamente en el movimiento que devuelve el objeto al nifo, saludado por un alegre «jDa!» (ya esta), sino también en el movimiento que hace desaparecer el objeto y que va acompafiado de un «aire de interés y de satisfaccién» Esta primera caracteristica de la actividad liidica se confirma en las observaciones que hacen adultos sobre los juegos infantiles: los nifios juegan continuamente, no hacen sino Jugar; el adulto los observa, evoca sus propios juegos infantiles, busca mas 0 menos fimitarlo en el espacio (“vete a jugar més lejos”) y en el tiempo (regulacién de los Juegos mediante la fijacién del tiempo de. «recreo»). Cuando el nifio no puede jugar. se pone en evidencia el caracter necesario del juego y Se manifiesta por una tensién de disgusto. Estos casos pueden observarse durante Tos Targos momentos en que se interrumpe el juego por los ritmos de la existencia tal como el adulto se los ordena al niffo (los deberes de la escuela por ejemplo), por las prohibiciones paternas en cuanto a las actividades ludicas del nifio calificadas como insoportables, ruidosas, etc. ... Otras veces el nifio no puede jugar por razones de tipo fisico (por ejemplo, una paralisis) 0 psiquico (inhibicién ante los juegos); esta imposibilidad de procurarsé placer se manifiesta siempre como_una Trustracion fundamental. Grandjouan (74) sefiala que, en nuestras izaciones de la Europa contempordnea, las actividades ladicas se definen facilmente por oposicién al trabajo. Erikson (38) ha demostrado que esta forma de pensar del adulto tenia como fin luchar contra la realizacién del placer en el nifio, proponiéndole una actividad destinada a anular su infancia en tanto que entidad especifica para hacer de él un pequefio adulto, un chomunculus», que debe vivir a la espera de un futuro. De esta forma los padres evitan la rivalidad con el niio, manteniéndolo bajo su dependencia y en st renuncia. No sucede lo mismo entre algunas poblaciones indias de Arizona, en las que el nifio puede y debe asumir su identidad en tanto que tal (38). Estas reflexiones tienden a reconciliar numerosos comentarios de filésofos y psicdlogos: ensue, Farias fe observan al niio jugar cderivadoso. Un ejempl artir del et es a los que ol s identes & evi man rao a ee cm eae so de ‘sus enfermas 50! . one. a iow). quien Prove nscientes n nt. a En esta comparacién nos referiremos a los trabajos de Freud (46) (55) (65). La distincién previa «siempre presente en el espiritu» se sittia entre el suefio manifiesto y el ensuerio latente, con las detiniciones siguientes “Hamaremos contenido manifiesto del Susiio-lo que-el sohador nos cuenta, y la idea laweite det sueina To que econe que nasoleos quecremos hacer accesible por él anilisis de las ideas venidas a proposito de sus jos» (55. pag. 106). iboracién del suefio se definen como el conjunta de los formacion que han introducido-los pensamiento: ifiesto (el trabajo de interpretacion es et rata Se ente Sel suetio. manifiesto al suetio latente). Freud escribe: «Ast. la clahoracién del suento en este proceso mental que transforma contenido Tatente en sontenide manifieste, relato primero del sueiio que el sohador teers estando en disposicion de las diversas significaciones que su sueno expresa. La obra realizada por 'a elaboracion del sueto de! puede ser expuesta de la iguiente forma: una trama, a menudo muy complicada, de pensamientos reunidos durante cl ¥ no realizados (resto diurno) guarda, incluso durante la noche, la suma de energia requerida (el interés) Fnawinaa7a turbar el suet. Este residuo diurno es elaborado en un sueno (accién de maginar durmiendo) y se convierte asi en inofensivo para el sueno (aceién de dormir). A fin de dar pie a ta elaboracién del sueio (accién de Softar), este resto diurno debe ser capaz de suscitar deseos, condicién bastante facil de cumplir. El deseo que emerge del Peer eeent® Onitico constituye el primer peldatio, despues seri nicleo del suet. La cree ncia Aue se desprende del analisis de los suenos, y no de la pura teoria, nos (65, pag. 186) Asi, el resultado del trabajo del suerto es su deformacion: "Dos grandes fuerzas contribuyen a la deformacién del suefio: ...la una constituida por deseos que se expresan en el suefio, la otra de censura y, como consecuencia, deforma la expresion de este deseo» (46. pag. 131). Todo sucede entonces como si el deseo no. pu expresarse mas que deformado. Algunos ejemplos clinicos nos mostrarén que el conjunto de estas observaciones hechas al sujeto del suefio se aplican perfectamente’al juego. Del mismo modo que el escritor politico (46, pag. 130) «si quiere decir verdades desagradables a los poderosos, debe moderar y deformar la expresién de su pensamienton, igualmente el nifio se complace en repetir, deformada por sus juegos, la realizacidn de deseos que le han sido prohibidos. Parece_existir_una especie de contrato de desconocimiento de. la significacién profuinda de las actividades lédicas por parte del nifio por un lado y de Tor padres por otro. Asi, la nifia dibuja un nifio, y lo ofrece a su padre bajo Ta mirada ae Ia madre, expresa simbélicamente su fantasma: tener un hijo con el padre. Sofia dibuia sobre una hoja de papel una enorme mujer con dientes desmesurados, ojos violentos, vivamente coloreados; sonriente lleva el dibujo a su madre «Mira, mama», cuando ta madre ha observado bien este rostro sin, evidentemente, reconocerse y del que el nifio no da el nombre preciso, Sofia cambia sit actitud con respecto a la hoja: bruscamente la Tompe, La destruccion de esta imagen materna bajo la mirada de la madre y en el «inconsciente» del nifio aparece como un ejemplo tipico de la expresién fantasmati del juego con su desfase estructural “fundamental entre el pasado. revivido conscientemente y el presente; gracias a esta destruccion del mal objeto materno la nifia Permanece buena y amante, resolviendo asi su ambivalencia edipica. El juego aparece como guardian de la relacién de Sofia con su madre; el fantasma esta expresado, pero la relacion es salvaguardada gracias a lo que podriamos Hamar la «deformacion del juego» ae | Paseo arrojando sus j como la bol en la importancia de la escena ¥ al padre ser respetado, Ni el ni Se representa, permitiendo al azotada por la nifia es la madre en cues in la deformacién de la uestion; | I convienen».!? Asi, el juego es w buscado pore iroga de oeertamteto mani cine connie dele se ‘ofiador que hace el relato™ Se ae eegeeectoal come c descubrir tras 0" (103, Pag. 101). Asi, pues, ef objeto del clinics ex esubri a el jugo manna ego lec in tee cane pene . ¥ que slo pued ; ia, que se palcodinin ica etait an, ate Stl Puede sbordar un conecinieno global de la eeaes ec a situacién hic et nunc. Busquemos en el juego otra Jorge, 6 afios, i “ dificultades de cardoter Pease a elaine aio, dificil, es Nevado a la consulta por pide jugar al lobo y al cordero; dice que no tiene miedo des tbe, thas decodes tl terapeuta hard el lobo. Despues de algunos preparativos verbales em an entonces que en el Pakistin Jos ninos mueren de hambre Haciendo una referencia implicita a lo que él habia vivido a nivel de deseo, en su primer ao (frustaciones rales). El juego ha introducido la problematica oral profunda de este nino mis ali de tas palabras. En su explicacién, nada permite transcrbir la intensa emocién vivid por é durante el juego. contenido que el mismo habia deseado expres: ese contenido latent corel motor del juego y de su interrupcién, refirigndose a un nivel fanasmitio SSpantoso del cual son sintomas las difcultades de carder evoeades por Ia mare. En cerns gomprension, hemos remontado el desarrollo del trabajo del juego, Freud hs muslado varias veces que los sueos de los nifios pueden presentar una deformacion sere insignificante” (55, pig. 111). Asi, este nfo de 22 meses que se Keb ininim do en la situacién frustrante de offecer un cesto de cerezas,explics fo matin, Saente haber sofado que Se habia comico tos las sere Contenido latente y manifiesto se confunden. ‘El suefio aporta la realizacion directa, 10 velada por el deseo, Mitante del suetio» (Jbid., pag. 112). Pasa lo mismo con el juego, la elaboracion del cual es a veces simple’, y a veces compleja sabiendo que es dificil afirmar, como oe autores 1o han hecho, que fos juegos mds simples so historicamente fos mis sas obras relatan sesiones de En un mismo orden de reflexién, numero: ciert precoces. a diferencia del suelo, se encuentr ‘Gntomny, dindole una inseripcin His rafo de este capitulo que el jue oe idad det Yo corporal y del 4 tercer par } Yeremos en el , activado, es decir. se sit y espacial muy especiiea Cr, pag. 242 Psicoterapia comprendie desarroti iprendiendo Kindose a |; a vez cor de secuenci ideas que 4 omo ae lencias lidicas asoe obser ts l hace sobre su sueio, Ericksos seue!® 4 un sueto y las asociscne ervacion en ta ° ¥ las asociaciones de ’ a descripcid a.un ejemplo exc ioe "ipcidn que hace de su «didlogo ha mplo evocador de este tipo de ico» con la joven Maria de En tos juegos elaboracion es mucho institucionaliz; encontrar, Feglados (juegos de socied mas complejo, lad por ejemplo) el ‘ado como a nivel de ee a nivel de la estructura mism: estilo de participacion que los ni trabajo de a del juego ios pueden 1.2.3 Realidad del juego El juego se diferencia del fantasma por el hecho de que se inscribe en la realidad : Perceptivo-motriz, La satisfaccién alucinadora del suenio es un medio de suprimir la 7 ' edi it quic nadora,_deja_un_ rast (2g0-e5I0 Prvcese psicolégica mediatizado por. un objeto real.llamado juguete. De esta forma, la Widad pre-liidica se transforma en actividad lidica en el momento en que puede Ser gstablecida la percepcin de un objeto exterior; es decir donde se encuentra definida Ta oposicién deT interior psiquico y el exterior Fisico. Esta distincién es contempordnea a la organizacién del Yo, tal como es antes que nada Yo corporal inscrito en las coordenadas del espacio y del tiempo. En esta concepcién, el juego es una forma particular de conducta en el sentido que Lagache (100) da a esta palabra que es el siguiente: «Conjunto de acciones psicolégicas, mentales, verbales y motrices por las cuales un sujeto, en lucha con_un entorno, busca resolver las tensiones que le motivan realizar sus posibilidadesn (pag. 30). Elemento expresivo, el juego del jugador expresa To que lleva en su fondo, to que le molesta, [0 que le obsesiona; total, que el juego tiene un sentido. En tanto que conducta, cel juego exterioriza el Fantasma con dos corolarios: ademés de la censura del Siper-Yo incluida en la fantasia imaginativa; el juego reencuentra la prohibicién actual de los padres y el asedio de la realidad en Ia cual se inscribe. Debe colocarse en el campo de Jo Bue es aceptable_y posible. Asi, el juego noes mds que un reflejo del fantasma, fasma se encuentra expresada. Lebovici (113, pag. 165) mente una parte del_fant ee T modo relacional expresado en el juego, en articular a Jo largo de las la que “el me de psicoterapia no permite captar, a menudo, la elaboracién pulsional entera en s see ieeerrolla istrieo. El juego aparece como el resumen actual del fantasma através ra del pasado y el presente. Més all hay, como en el teatro, 1o no de doe cei se sefiala en el sistema mismo de representacién y “la representad® ad” remitiendo todavia més allé (77, pag. 43) irrepresentabilidad” trrrario es, de alguna forma opuesto al precedente. La actividad El Seen eon un relajamiento de la censura como el suelo, dando una nueva Nidica se benefit acima. En esta dramatizacién ante la otra, el juego modifica rimttindmica misma del sujeto no solamente aportando un material profundamente rar “construcciones fantasméticas ulteriores, sino. también siempre TenOvad, eemente la dialéctica de la realizacién y de lo prohibido. Una modifieando considerap/oncrr ma alo que Ana Freud llama el papel pedaséaico n dle este Orvneulado a su presencia de tipo paterno actual observando el juego del Ea qchia con su simple mirada permisiva, permitiendo al ninio_un infant terapewta actu Con — estructura al 20 nes, Durante la actividad Ididica, el terapeuta compro fr estructura Iuidica, verdadero psicodrama, ‘endo una especie de rehabilitacion del juego y de su valor normativo para el nifio los padres reales. Jugando con él, el nifio aprende que el juego, activi jad ada, comprende esta actividad en tanto que tal; es devolver a fa infancia su cidad y al niflo su identidad. despuds des ur, fa historia dialéctica del fantasma y del juego: el fantasma erpeeieene 4 nunca el que era antes, ya que ha tomado una dimension on respennn a ieiemplo dado Por esta nina de cuatro altos criada de forma muy cerrada descute a una tones de eamaraderia. Con asin de un juego de doctres, ella importancia dada nit 2 £305; €5 deci, la presencia de pene en el nifto; se conoee la canracion os rece Freud a este descubrimiento en el desarollo del complejo de ceonparse ieee ary telus si una escotomizaciOn o una anulacién leva este nifo a Jan send aaa estimoni de sus Sentios, su imagen del cuerpo, después del juego Historia Fane eg ote Ames. El desarrollo lidieo ha trazado una marca indeleble en su sonal de eaamétiea: el pene observado diferente del fantasmado, estructura el fut peloopancene Tite: esta reflexin, estamos proximos a la discusion cldsica en ee anti! de la relacién entre realidad fisica (el acontecimiento, el ismo) y la historia de la realidad psiquica: es el fantasma quien da su sentido alo que pasa realmente; a la inversa, lo que pasa estructura el mundo fantasmatico. ; Seria muy interesante poder seguir, en la historia de un nifio, el transcurso de un Juego en los momentos sucesivos de su libido y de su desarrollo psicomotor. Hemos visto ya que Freud ha esbozado este método hablando del futuro del juego de la bobina en el nifio descrito. Asi, pues, una sucesién dialéctica lidica puede ser descrita en los diversos estados de la libido que le confieren un sentido diferente, en un mundo estructural idéntico. Proponemos, a titulo de ejemplo, esta sucesién fantasmética en la eyolucién del nifio: juego de la presencia-ausencia de la madre (cucu, estoy aqui), la oposiciin esconder-mostfar, juego de Ta absorcion_alimentaria (incorporacion) y del vémito (proyeccién); juego de dentro y fuera del estado anal; ulteriormente ver-ser visto, exhibir-esconder, es el registro de la curiosidad sexual del nifio (exploracion dei cuerpo propio y del cuerpo del otro) mas tarde todavia, juegos con reglas (esconder- aio de “ataque), distraz de teatro, ele. Asi, se oponen en una pare} sconder, juego de alaque). devia, SF Na TE dialéctica, por un Tado, Ta sucesion de la presencia de la madre, del alimento, de las rasa ctinterior del cuerpo, del pene; por or lado, Ia ausencia de tod esto, En los a, io ede la vida, la problemitica es lade sero no ser sean Ia presericia cee alteri Sn se sittia al nivel de tener (y de ver) y de perder. s+ iIteriormente, esta oposicion se sittia al nivel ( Paar fe ulterior fantasmatico en expresions ricamente dierent, etcturados i er (rareyodo de la dualidad, esto es caracterizar la flexi del Yo. La categoria ree . H psicolbgica del doble, es reencontrada en ex igus tia somo sia 5 lidicas inversa, algunas estructura : alee! ae Bema y un juego se encontrara historicamente blog encuentro entre un fantasma Y At “Yurante muchos afios. {Qué terapet No indefinidamente repetido de form amas de pasta de modeler. siempre iguales tiene el recuerdo de estos dibujos, de esta elias mismas. seston tras S° (on. €1 tual obsesionante? nun ritual obsesior sion tras sesion. j dre y el niito El juego, la mat - . ew en ta distancia prostesivamsa , creciente que— ; an Lnacimiento del juguete se si! u separa al nifio de Ja madre. Hemos descrito cémo el niflo encuentra en su historia, este objeto privilegiado y su funcionamiento, gracias al progreso de su. maduracién y afectiva. Esto nos ha Hlevado a definir et juguete con relacién al nifto. Nos rlo con respecto a la madre. De golpe. el juguete nos aparece revestido de un sentido ambiguo; se lo dio su madre y su manipulacién permite al niflo adquirir una independencia con relacion a ella; gracias al juguete, la madre esta presente, y el nifio hace un aprendizaje que le permite soportar la ausencia materna. En su relacién con el Juguete. la madre tiene una conducta ambigua; se da y se retira; Ta madre expresa su deseo de presencia junto a su nifio y al mismo tiempo confirma la autonomia posible de ésle_en su ausencia. Estudiaremos sucesivamente estos dos significados del juguete a nivel de la madre. 1.2.4.1 Cuando la madre da un juguete, busca por esta representacién psiquica asegurar la permanencia de su presencia cerca de su hijo. Todo sucede como si los diyersos objetos de peluche con los que la madre rodea al nifio durante el suefio-tuvieran, como finalidad prevenir Tos peligros de la noche, tal como la madre los siente al dejar.a sy hijo para irse a dormir, Estos objetos representan de alguna forma la buena madre. que—debe defender al nifio de las degradaciones que pueden operar las fantasmatizaciones «malas» de Tos sueios. La significacién de los objetos depende directamente de To que eT nifio significa para la madre y, de forma més especifica, ese niflo hic et mune. Asi, para algunas madres muy narcisistas el nifto es, de alguna forma, fa prolongacién de su propio Yo corporal El nifio se encuentra asi rodeado de los objetos que la madre desea para ella o bien que recuerda haber deseado de pequena; es muy habitual verlas interrogar a su propia madre para reencontrar sus costumbres infantiles y poder inculcarlas a su hijo. Es lo mismo que algun a suis hijos mas que aquellos juguetes que ellos habian deseado y que todaviales-austa— reencontrar_el_ domingo (tren eléctrico complejo, por ejemplo). En estos regalos de idgntificacién hay a_la_vez_una_gratificacién profunda, vinculada a Ti corriente de identificaci6n que aproxima a las dos generaciones y, al mismo tiempo, una Trustracion para el nifio que se encuentra en la necesidad de jugar a niveles que no son los suyos; se les plantea jugar, no segin su deseo sino segiin el deseo paterno; los juegos son a menudo pobres; el nifio juega en el espacio paterno del cual depende tanto-si-rechaza | juguete coro si lo acepta. ‘Ademis, el nifio es el objeto privilegiado de la madre, destinado a suplir su falta (el_equivalente simbélico nifio-pene, viene a resolver la problematica edi I castracion). Cuando la madre est ausente puede por medio del juguete, guardar este objeto privilegiado que es el nifio; los juguetes son entonces para la madre una forma de conservar al nifio en su dependencia: el juguete-sustituto de la madre guarda al nifio: el nifio no juega con el juguete, sino que es jugado por él. Es lo que sucede con esos pequefios que tienen el parque leno de miiltiples juguetes de los que no se sirven, a menudo demasiado voluminosos para ellos, ruidosamente manejados por la madre cuando esta alld, inméviles ¢ invasores cuando esti ausente. Grandes muftecas pueden representar de alguna forma la permanencia de los brazos maternos rodeando y acariciando al nifio. A través de estos ejemplos se ve que los juguetes transmiten toda la modalidad relacional de la madre hacia el nino, es decir, la significacion que tiene part ella, refiriéndose a la sucesion de equivalentes simbolicos tal como los describe Freud (66. pig. 107). «Los conceptos de excrementos (dinero, regalos) de nifios Ge pene se separan dificilmente, y se intercambian con facilidad entre ellos»; pequetia cosa que es separada y se separa del cuerpo, «el pequeito» (pég. 108) es rodeado de objetos privilegiados segtin el sentido que tiene en el subconsciente materno, &, sino en razon de sus on uetes y ’ puesto en el Con sus Este ased capiant A860 dey capitulo. precedente, es juguetes por Ia madre, ha sido ya ex curdaleg ESEMERHE. en pata en fo trahaoe dept? eh Gua ater, lamas ae as a SE 2 te y Ig.su imagen, La mate neg et es decir, le confiere as bases aSatimagen. La mastic no solamente se haze nese Le ale no lace necesaria porque satisface las necesidades o el nifio vive . ademas por Dero el deseo del nino orate fe coca ene camp de sy deseo; sin ghservaciones de las que extingue. No es preciso insistir ahora sobre las mumerosas mndamentates de fe ya ett Sonelusion es el corolario, Constituyen una de las bases somo si et cuerpo del nin Mare hijo tal como se hvensa en pscepatologi. Sucede 0 del nino Irene a atologia. Sucede juera a lo largo del primer aflo, un don perpetwamente Tenovade di Wo de la made maemo, dre. Toda anomaly de oe ce lemaltee malema, dissontnd nahia de este cerca (ausencta de Ta madre o del sustiqito i lurbaciones ie Ta rel entra a in_anaclitic juidas bajo el termino de earens ca waren doblemente iss de Shite es ef eer - Ja_mad fad de su res dado: El nto ama a sum ot se einseguridad no solamente por sus propiedades psiquicas diversas, en Evins Sanne be ve 7 csun regalo indefinidamente Imanipuao en tamo que sitio mateo ef oa Eevee its Tad uns arms no pueden ser «jugndos» la madre (enfermedad cenciost). por oto Ba eae ener ec una extrema delgadez) hace qi Scctemmlanel crenata ae hijo: una enfermedad materna le prohibe este ee ee ee ee enirentamos con Sia ausencia de le ede ee yolongae: eh io i Meee ee er Mir dete Een sor ImpOMaMe ETE comprensién de la situacign del nito que no fea. ya que Tos padres ee iuego. Es interesante Stoney i. Upca iacibisd petuena-bactad Tidiea: en Ta primera el pre-juguete es un sustituto materno que ee constantemente necesidad de_alimentarse_con Ta_ madre. El_juguete_ha_adquirido la autonomia de significando y puede ser manipulado por_el_nifio segtin quiera a condicién de_no srivar Tar prohibreiGn_paterma. La falta materna o corta Tas raices del pre-juguetes ia peanibietn de Tos peiodos ancl y posterionent eipian, no bloquea mas que la utilizacién del juguete ion deren de 10 juegos st dada por fs controls matenes, % tn rivet muy arcaico, encontramos el juego daléceo delicadamente deserito por Schilder (142) ey iia zona erégena y el asedio de Ia made (Gependiendo el mismo de las Hijaciones cmvtfeas de ésta). En el mundo del jugucte, Tos ejemplos son ficiles de encontrar; para algunas madres para las que Iss prohibiciones oals on poderosts, fs juguetes pusen ser manipulados pero nO ideben ser chupados; el nifio se encuentra rodeado de juguetes: no isi no les permite ser llevados 9 la boca (textura de 105 que su rir demasiado grande). Algunas madres obsesionads por motivos scat rafiben al iio todo ue ae compar el mang de sins blandas (pintura. pasta de eat) pra os, su naisism es Toe ‘ 7 4 i hacer aprosimaciones entre, la mi istosa coloreadas: S@ PO aciones ufiecas vistOsamenls Fe esconder y del mos t el predominio en ef nitio de los ni fantasmagoria mate covfaléctca. Ampliando el problema, todo pasa como si juegos que evocan ger deseritos C ‘9 somo ta conerecion de fant sas algunos juegos OF ae por Melanie Klein ae YE = ia actividad sta es und v paternos: © ios pudieran nocion muy AP 23 lidica de! nino la repeticisn simbolica de la escena primitiva Dando un objeto investido por ella, la madre propone al nifio que desplace hacia el mundo circundante el interés que éste siente por ella, La madre da el mundo al nif “Solveremos ulteriormente sobre este don Tundamental en Ta comprension del desarraMe de Ta funcion simbolica del nifto. Interesa ahora, no obstante, pensar cuanto, a partir de este «desplazamienton propiesto por In madre, ésta abre al nifo el campo de la curiosidad. El juguete esti inscrito en el espacio con sus tres dimensiones. In madre dandolo, propane el espacio al nino; ensefa aa mano a mnie a escondiéndolo a su vista, Te ensefia la Teccion de una ausencia proxima y cons—Xce algunos objetos dados por la madre parecen incilarle air adelante en su Thaduractoy psicomotriz; otros, al contrario, le incitan a la regresion, ‘Como Ta madre, el terapeuta propondra sus juguetes durante Ia sesién (unidad de lugar y tiempo) en un regalo repetido cada vez; esta ofrenda es vivida por el nifio a través_de_la_relacion_materna que deseribimos aqui; inleres pore Terapema, desplazamiento de este interés hacia Tos juguetes propuestos, beneticios Secundarios de lgs juguetes, proposiciones de expresion en este campo privilegiado para et Tenguaye, eventualmente en perjuicio de Tos otFos (asi, ef terapeuta-a quien Te Gusta CibUpar rece bonitos dibujos). 1.2.4.2 Por el juego, la madre confiere a su hijo una autonomia progresiva. Hemos descrito el juego como la posibilidad para el nifio de superar Ta ausencia materna; dando el juego, Ta madre asume su reemplazabilidad: el juego la priva de su objeto filico. Cuando manipula un objeto eT nifio ya no es un objeto; para él puede estar ausente, para ella, el nifio se le escapa. El juego del nifio ti precedente la aceptacion de esta privacion de la madre. Si la madre debe estar ausente para que el nifio juegue y progrese en su maduracién, ella debe poder asumir esta ausencia, es decir, para ella, esta falta especifica. Preguntamos recientemente a un niffo de once afios sobre el. significado que daba al juego en Ia primera infancia, nos dio esta respuesta: «En la vida corriente, para el nifio encerrado en su parque, jugar es la sola esperanza» en efecto, jugar es la sola esperanza del nifio de acceder a su identidad y a su independencia. Por ello, algunas madres no soportan ver jugar a su nifio, y lo interrumpen constantemente, indicdndole el juego que le «on viene», prohibiendo lo que el nitio tiene ganas de hacer En el momento en que la madre propone un objeto a la su hijo, implicitamente considera que éste no es ya su objeto, sino un manipulacion de q 3 dificar su entorno. Esta inversion de la situacién de la cual hemos objeto capaz de mot a situa s visto el papel fundamental para el nifio, es un momento privilegiado para la madre. Es justamente el paso que las madres de nfl psicéticos no pueden hacer, el ilo que forma parte integral de su propio cuerpo y de su mundo simbélico, no puede a sus Sos aeceder al status de sujeto. Hemos tenido ocasién de observar en las perturbaciones fancionales del segundo afio (anorexia, dificultades de ase0, espasmo de Wipo.

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