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el Domingo dia del Senor Ajio XLV - Domingo - XXXII del Tiempo Ordinario - /C -7 de Noviembre de 2010 “Mejor de lo que imeginamos” omos realmente groseros cuando ima- Senn el cielo como sexo, glotoneria, ‘trasnochar y cosas asi. El cielo es otra dimension que nos resulta dificil imaginar. Para una vaca la felicidad es comer hierba, mientras ignora el placer de un buen libro. Los fariseos seguian viendo el cielo como relacion de pareja, y unos buenos tragos de — whisky. Pero Cristo se rie de nuestra ani- malidad: “En el cielo no se casaran, no hay necesidad de comer y beber, seran como BI angeles de Dios”. La verdad’ fundamental es que habremos superado la muerte. Soto resucitanda, tendremos tina vida fetiz sin et 4 riesgo de que algun dia termine. Sera una vida eterna, sin fin. Por eso la iglesia Catdlica ensefia que en este mundo nunca podremos establecer una felicidad plena, cero pobreza o cero enfermedad. Solo Dios es un Dios de vivos. Los presidentes de este mundo solo podran dirigir una masa de moribundos, y ellos mismos no podran evitar morir un dia. La ilusién de creerse eternos en esta vida te- rrena es una gran tonteria. — ee oe “Cuando yo miro ha- duda mucho mejor. cia atrds, observo mi Hay que escoger el vida ambigua. Pero futuro, olvidando lo © mirando adelante de atras”. Jesds difo a los saduceos: “En esta vistumbro mies abun- Gracias por ta resu- vida, hombres y mujeres se casan, dante. Hay que sem- rreccién prometida. _ pero en la vida futura, los que sean brar sin temor para Juzgados de ella y de la resurrec- una vida distinta in- Hno. Carlos Bazarra, cién de fos muertos, no se casarén mensamente feliz sin Capuchino. ni podrdn ya morir..." (Cfr. Lc 20,34-36). PR hac Leet , contemplaré tu rostro, Sal Nuestra Misa @ | Monicion XXXII Domingo del Tiempo Ordinario La fe en Dios ileva consigo la fe en ta re- surreccién. Entonces se superarén muchos aspectos de esta vida corporal, como son {a alimentacion, la sexualidad, la debilidad y la enfermedad. Ya no habrd muerte. Es una tierra nueva. La salvacion serd tras- ‘omprendiendo la caducldad de a historia E te temporal y adaptando nuestra mentalidad a las sorpresas de ta gloria. — Be ote tae Que llegue hasta ti mi suplica, Sefior, y encuentren acogida mis plegarias (Sal 87,3). Bee ee S$ En el nombre det Padre, y det Hijo, y del Espiritu Santo. R Amén. SElSefior, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos ustedes. RY con tu espiritu. § Hermanos: para celebrar dignamen- te los sagrados misterios reconozcamos nuestros pecados. R Yo confieso... § Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y. nos lleve a la vida eterna. Amen. ee BS eee Aytdanos, Sefor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupacio- nes, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por nuestro, Sefor Jesucristo. En aquellos dias, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antioco Epifanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley. Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo: “;Qué quieres saber de nosotros? Esta- mos dispuestos a morir antes que que- brantar la ley de nuestros padres”. El rey se enfurecid y lo mando matar. Cuando el segundo de ellos estaba para morir, le dijo al rey: “Asesino, tu Nos arrancas la vida presente, pero el rey del universo, nos resucitara a una vida eterna, puesto que morimos por fidelidad a sus leyes”. Después comenzaron a burlarse del tercero. Presento la lengua como se lo exigieron, extendio las manos con firmeza y declaro confiadamente: “De Dios recibi estos miembros y por amor a su ley los desprecio, y de él espero re- cobrarlos”. El rey y sus acompafantes quedaron impresionados por el valor con que aquel muchacho despreciaba los tormentos. Una vez muerto éste, sometieron al cuarto a torturas semejantes. Estando ya para expirar, dijo: “Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitara. Tu, en cambio, no resucitaras para la vida”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Sefior. HEA © Salmo responsoriat (16) R Al despertar, Sefior, contemplaré tu rostro. R Al despertar, Sefior, contemplaré tu rostro. £ Senor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oido a mi suiplica, pues mis labios no mienten /R L Mis pies en tus caminos se mantuvie- ron firmes, no temblo mi pisada. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mio, y escucha mis palabras /R ba L Protégeme, Sefior, como a las nifas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escondeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu_rostro y al des- pertarme, espero saciarme de tu vista | IR Hermanos: Que el mismo Sefor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuita- mente un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras. Por to demas, hermanos, oren por no- sotros para que la palabra del Sefor se propague con rapidez y sea recibi- da con honor, como acontecio entre ustedes. Oren también para que Dios nos libre de los hombres perversos y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe. Pero el Senor, que es fiel, les dara fuerza | austedes y los librara del maligno. Tengo | confianza en el Sefior de que ya hacen | ustedes y continuaran haciendo cuanto | les he mandado. Que el Sefior dirija su | coraz6n para que amen a Dios y esperen pacientemente la venida de Cristo. Palabra de Dios. A Te alabamos, Sefior. R Aleluya, aleluya. Jesucristo es el pri- | mogénito de los muertos; a él sea dada | la gloria y el poder por siempre R Alelu- ya (Ap 1,5.6). | | En aquel tiempo, se acercaron a Jesus | algunos saduceos. Como tos saduceos | niegan la resurrecci6n de los muertos, | 4 de 212) 963.688 ‘hewn exyase hey PC ge (2 STB ea Caracas OHTA Tes: ‘96:5 19 Faw: (212) 963.68.52- Comreo Het Fa: cranasanpatio le preguntaron: “Maestro, Moisés nos dejé escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se caso y murié sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los de- mas, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesion. Por fin murio también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurreccion, jde cual de ellos sera es- posa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?” Jesus les dijo: “En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futu- ra, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurreccion de los muertos, no se casaran ni podran ya morir, porque seran como los angeles e hijos de Dios, pues él los habra resucitado. Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Sefor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. rome Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven”. Palabra det Sefior. AGloria a ti, Sefior Jesis. rremoniete Beseeeees '§ Las palabras de Jestis son resurreccion y vida. Oremos, para que la fe en su palabra nos conduzca a la resurrecci6n en el dia de su venida. A Creemos en ti, Sefior, resucitanos en el ultimo dia. L Por el pecado vino la muerte, por Jestis la resurreccion. Para que anunciando el Evangelio de la vida con Jesus, partici- pemos con él de la resurreccién: Oremos al Sefior. A Creemos en ti, Sefior, resucitanos en el ultimo dia. L Gastamos muchos millones en construir instrumentos de muerte. Para que aposte- mos por la vida y los dediquemos a mejo- 7 = ates parc: bon Conan Ob nC ea eee ee fe ae eee) ‘Web ie rue an en elt, Dees oT rar la vida de los mas pobres: Oremos al Sefior. ACreemos en ti, Sefior, resucitanos en el taltimo dia. 2 L Los humanos abrimos sepulcros para en- terrar muertos. Para que nos fiemos de Dios que resucité a Jestis, y proclamemos su victoria sobre la muerte: Oremos al Se- ior. ACreemos en ti, Sefior, resucitanos en el ultimo dia. (intenciones libres) S Aumenta nuestra fe en ti, Sefior, que eres el Dios de la vida. Haz que la fe en ta resurrecci6n nos estimule a servirte con alegria y esperanza. Por Jesucristo, el Se- for resucitado. Amén. Oracién sobre las ofrendas Mira, Sefior, con bondad los dones que te presentamos, a fin de que el sacra- mento de la muerte y resurreccién de tu Hijo, nos alcenca de ti la vida ver- dadera. Por Jesucristo, nuestro Sefor. Oraci6n del Sefior 5 Fieles a la recomendacién del Salvador y siguiendo su divina ensehanza, nos atrevemos a decir: R Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a Nosotros tu reino; hagase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada dia; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacién y libranos del mal. Antifona de comunién Oraci6n d/de la comunién Te damos gracias, Sefior, por habernos alimentado con:el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espiritu Santo, que nos has comuni- | cado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra | vida. Por Jesucristo, nuestro Sefior. 1 | | | | i | | | | | Serene cenit LABASILICA DE SAN JUAN DE LETRAN E llama Basi- } a aquellos templos mas famosos que los demas. Sola- mente se puede tlamar Basilica a aquellos templos a los cuales el Sumo Pontifice (El Papa) les concede ese honor especial. La primera Basilica que hubo fue la de Le- tran, y era un palacio que pertenecia a una familia que llevaba ese apellido, Letran. El Papa San Silvestre la consagré el 9 de noviembre det afo 324. En su frontis, la basilica tiene esta leyenda: “Madre y Ca- beza de toda tas iglesias de la ciudad y det mundo”. Se le llama Basilica del Divino Salvador, porque cuando fue nuevamente consagrada, en el afio 787, una imagen (et 8 a 14 de noviembre 2010) 8 Lunes, Misa de Feria, XXXII Sem. del Tpo. Ord. - Tit 1,1-9; Sal 23; Lc 17,1-6. 9 Martes, Dedic. de la Basilica de San Juan de Letran, F - Ez 47,1-2.8-9.12; Sal 45; Jn 2,13-22. Mie San 10 Leén Magno, Papa Doctor, M=Tit3,1-7; Sal 25 Le 17,1119. 11 Jueves, San Martin de Tours, Obispo, M- Film 7,20; Sal 145; Le 17,20-25. 12 Viernes, San Josafat, Obispo y Martir, M-2in 4-9; Sal 118; Lc 17,26-37. 13 Sabado, Feria 0’ Memoria de San Leandro, Obispo - 3Jn 5-8; Sal 1115 Le 18,1-8. 14 Domingo XXxXill del Tiempo Ordinario 4C--Meal 3,19-20; Sal 97; ~ LH. 1

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