DPyC
CRIMINOLOGIA
: DOCTRINA
La hipotesis de Cajal-Hebb: vinculacion entre las
deprivaciones de jévenes delincuentes y las
neurociencias
POR JOSE ANGEL MARINARO y NICOLAS EZEQUIEL LLAMAS
Durante el desarrollo del Proyecto de Investi-
gacién C2DER-033 (1), radicado en la Universi-
dad Nacional de La Matanza (en adelante, UN-
LaM), se fueron produciendo interconexiones
teméticas con otro proyecto en sus trabajos y
pesquisas (2) que nos han llevado a particulari-
zar la incidencia de algunas conceptualizaciones
procedentes de las llamadas neurociencias (3) en
cuanto concierne al derecho de punir a los jéve-
nes delincuentes (4).
Yes que el recorrido de los fundamentos nev
Tobiolégicos nos ha llevado a solidificar aquello
que parte de una teorizacién procedente de sa-
beres estrictamente empirica, como cuando se
afirma la notoria influencia del medio en la con
figuracién de la conducta criminosa, dentro del
—_
{2 Proyecto de InvestigaciénC2DER-033 “Neurocien-
cias en el Derecho Penal: traslacién vinculante de las
Proposiciones emergentes de la investigaci6n empfrica
de las ciencias del cerebro’, del Programa de Investiga-
Cién Cientifica, Desarrollo y Transferencia de Tecnologia
Innovaciones de la UNLaM (CyTMA2)-
ay {2) Proyecto de investigacion C2POS-003 "1a Penaen
Derecho Penal Juvenil” del mismo programa.
cql@) En tigor se trata de neurobiologia, que puede ac-
eder al mote grandilocuente de Neurociencias en la
medida en que se produce un abordaje multitemético
GAdalaincidencia de ese saber en variados campos. Por
a no hablamos de cardiociencias, dermociencias y
lemas,
gl!) Aunque, a decir verdad, se vienen realizando inves-
SBiclones sobre el asunto hace varios 0s, entre las que
en, rr LLAMAS, Nicolds Ezequiel, “La Pena Maxima
Stel Derecho Penal juve” [en linea], Buenos ‘Aires: Re-
1883. Pensamiento Penal, Nimero 221, julio 2015, ISSN:
mai-t554. Disponible en: http://www.pensamientope-
al.com ar/doctrina/41492-pena-maxima-derern
Juvenil;y “La insuficiencia de la reduccion a la tents:
ub el Derecho Penal Juvenil” en linea]. Buenot. ‘Aires:
2015, 7al-Culzoni Online. Numero: RC
zalon SSN: 1850-9304, Disponible
detalle wae ar/index.php?m=dor
>_articulos&id=847195.
‘ANO VIl* N2 05 * JUNIO 2017 - Derech
proceso de crecimiento del joven. Es esta una
perspectiva ontogenética (5).
‘Ast el concepto de deprivacién que tomamos
de los reconocidos trabajos de Donald W. Win-
nicott (6), como el conjunto heterogéneo de
vivencias que padece el joven y que favorece la
tendencia antisocial y entre ellas, la delincuen-
cia, constituye el punto de partida de este ané-
lisis al que afiadimos las conceptualizaciones
y novedades de las Neurociencias sobre este
icular. No s6lo comprenderemos algo “in-
tuicionalmente” evidente tanto en el folk psy-
chology como en el saber popular stricto sensu,
sino que habremos congregado otros conceptos
que vienen a sumarse a las razones del rechazo
de los proyectos legislativos que pretenden dis:
minuir la edad de punibilidad de nifios, nifias y
(5) Como consecuencia de ello, estamos Prove,
video on nuestra Universidad la creacion del Insurwo
Ineruniversitarlo de Neurociencias, Ciencias Fact
Sociales y Jurfdicas, que denominamos Neurociencis
Integradas. Es que hemos advertido que se ha ido ge-
Torando, fundamentalmente en el émbito exterior, Ia
proliferacién de una enorme cantidad de literature que
presenta exposiciones iprocedentes de marcos mp 7
Fioos que unilateralmente, lanzan So proposicones,
generando a su vez replicas cargadas fe anta-
gonismos tedricos, de aquellos ‘sectores del saber que
Botiben impacto. Las causas de est ‘efectos radican
en la dispersion ‘caracterizada por abordajes parciales
que dan por resultado una interminable confrontacién
ue rémiea, contra ello, la creacion de este Instituto re-
seimdard en la realizacion de proyecton de investigacién
interdisciplinarios e int iversitarios, promoviendo
el avance de la ciencia también en el drea jurfdica, la
que se encuentra ‘aparentemente inmersa en una abs-
taccién que impide que los ‘descubrimientos cientifi-
cos lleguen a modificar. st eamplad por
sa ecprivacién y aelincuencia, compilado por Cla-
re anteor, Ray ‘Shepherd y Madeleine Davis, Editorial
jabs, fio 2008, rede trabajos basados en experiencias
pote Segunda Guerra Mundial, bésicament’ To nifios
oe te sade, Un clésico.en elcampo det desarrollo infantil,
10 Penal y Criminologia + 203De
CRIMINOLOGIA
DOCTRINA
adolescentes (en adelante, NNyA) (7). Es decir,
fijaremos la estricta relacién que media entre
aquellas ideas y teorizaciones acufiadas por el
profesor inglés y las hipétesis elaboradas por el
premio Nobel Santiago Ramén y Cajal y por Do-
nald O. Hebb en la escala neuronal (8).
Contextualmente, esta publicacién, segin apun-
tamos, se realiza en un momento bastante parti-
cular de la historia legislativa y jurisprudencial
argentina atinente a la temética penal juvenil.
¥ es que, a pesar de que nuestro pais ha sido
condenado por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en el afio 2013, entre otras.
cosas, por aplicar penas crueles, inhumanas
y degradantes a NNyA (9), se ha mantenido la
legislacién vigente sin modificaciones hasta el
momento. Mas atin, los proyectos de ley pre-
sentados en el tiltimo tiempo (10) (con una ex-
cepcién (11)) no pretenden solucionar la pro-
blematica sino que, por el contrario, parecieran
tener el objetivo de endurecer y recrudecer
atin més la legislacién, que resulta ser una de
las més severas a nivel mundial de responsa-
bilidad penal juvenil, solamente superadas por
aquellos paises que aplican la pena de muerte.
Asimismo, ha trascendido la existencia de una
mesa de trabajo creada por el Poder Ejecutivo
sobre la tematica que tiene pensado presentar
un proyecto de ley (12), aunque por ahora slo
(7) Actualmente fijada en 16 afios de edad, conformeel
art. 1 del decreto-ley 22.278 (modificado por el art. 1 del
Decreto-Ley 22.803),
(8) HEBB, Donald, “The Organization of Behavior: ANew-
Topsychological Theory’ 1949, New York: Wiley and Sons,
(9) Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Men-
doza y otros v. Argentina’, 14/05/2013. El reciente fallo de
Ja CSIN (con su actual integracién), en fecha 14/2/17, en
causa “Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto s/easo?
U-CCLXIII-503 ha relativizado la incidencia de los pro.
nunciamientos de la CIDH, generando encendidos deba-
tes que lo entienden como una seria afectacién al sistema
de proteccién de los DDHH.
(10) Ver proyecto de ley S-3338/16 (que no indica
monto méximo de pena) y el S-4560/16 (que reduce a
trece afios el inicio de la edad de punibilidad, y no indica
montos de pena).
(11) Se trata del proyecto de ley $-0367/17, que propo-
ne una pena maxima de 5 afios sin modificar la edad de
Punibilidad. Este proyecto es reedicién de otros ya pre-
sentados anteriormente.
(12) _hitp://www-telam.com.ar/notas/201701/178146-
Imputabilidad-gobiemo-proyecto-ministerio-de-justicia-
de-la-nacion-congreso-de-la-nacion.html, entre otros.
204 * Derecho Penal y Criminologia - ANO VII “N05 * JUNIO 2017
se ha indicado la intencién politica de reducir el
minimo la edad de punibilidad.
‘Vayamos por parte.
Siguiendo a Bunge (13) una de las conjeturas
que eran favoritas de Ramén y Cajal constituye
lo que hoy se denomina “hipétesis de Hebb’.
Esta teorizacién se halla directamente vincula-
da con el funcionamiento de las células neuro-
nales. De modo que las adaptaciones a destrezas
profesionales o formas de perfeccionamiento
funcional que acarrean ciertas actividades, con-
duce con el tiempo al robustecimiento progresi-
vo de las vias nerviosas (que, como indica el au-
tor, ya lo habian sugerido Tanzi y Lugano), por
ejemplo, cuando se realizan actividades fisicas,
se desarrolla el habla, se escribe, se aprende a
tocar algtin instrumento musical, etcétera.
éCémo sucede ello en el nivel neuronal? Pues
bien, las neuronas en cada una de esas activi-
dades citadas prietamente como ejemplo se ven
excitadas por el paso de la onda y a su vez Se
produce la generacién de nuevos apéndices ce-
lulares que importan el crecimiento de nuevas
dendritas y el alargamiento y ramificacion de las
colaterales nerviosas (14).
Asi entonces ese cuadro de situacién es sus-
ceptible de mejorar el ajuste y la extensién de
los contactos, e incluso de organizar relaciones
absolutamente nuevas entre neuronas primiti-
vamente inconexas segtin la clara explicacin
de Bunge. Entonces, en tanto esas neuronas sé
“usan” 0 “desusan” se producen significativas
modificaciones en la morfologia neuronal, que
logicamente impacta en la adquisicién de nue-
vos habitos y olvido de otros:
Afiadimos nosotros: virtuosos 0 ilicitos.
Para comprender un poco més este fenéme-
No, acudimos a Llinds (15) quien sefiala que los
(23) BUNGE, Mario, “El problema mente-cerebro’ ed.
Altaya, afio 1999.
(14) En palabras més sencillas, significa que cada vez
que una actividad se repite, 1s conexiones neuronales
ue permiten esa actividad se fortalecen. Si se nos permi-
fe, es una prueba cientifica de un conocimiento popular
arraigado: “Ia préctica hace al maestro”
(15) LLINAS, Rodolfo, “El cerebro y el mito del yo. El p2-
pel delasneuronasen el pensamientoy el comportamien-
tohumanos” Grupo editorial Norma (tr, Eugenia Guzman,
\ftulo original “I of de vortex. From neurons to Sell”).José Angel Marinaro y Nicolas Ezequiel Llamas
estudios indican que durante tareas cognosciti-
vas se genera una actividad neuronal coherente
de 40Hz, suficientemente intensa como para
detectarse en la superficie dérmica del craneo.
Y agrega: “(...) si consideramos que las ondas
coherentes a 40Hz se relacionan con la concien-
cia, podemos concluir que ésta es un evento dis-
continuo, determinado por la simultaneidad de
la actividad en el sistema tdlamo-cortical (...)
Ia oscilacién a 40Hz genera un alto grado de or-
ganizacién espacial y, por lo tanto, puede ser el
mecanismo de produccién de la unién temporal,
de actividad ritmica sobre un gran conjunto de
neuronas (...) el mapeo temporal global engen-
dra la cognicién (...)” (p. 166 de la obra citada).
Todo lo dicho, se vincula con otro concepto
de neurobiologfa, como es el de ‘plasticidad
neuronal!” esto es, segtin el cientifico colombia-
no, la capacidad que tiene el Sistema Nervioso
Central (0, por sus siglas, SNC) de cambiar su
composicién, organizacién 0 estructura y, en
consecuencia, de modificar alguna de sus fun-
ciones y/o actividades, incluso en presencia de
un medio aproximadamente constante.
»gmento, anotemos algo
Para epilogar este se} te
de sume importancia y es que la hipétesis de
Cajal-Hebb ha sido confirmada experimental-
mente (16).
Ahora bien, habiendo ya conceptualizado la
sta de
deprivacién infantil, echemos breve visté
al taciones de Winnicott
igunas de las experiment Ee asticdades mea
Para correlacionarlas con
Tonales (17).
Es que, debemos saber,
Pediatra inglés, qué cosas
Cuando un buen marco se desbé
Cuando ese marco adecuado }
ello implica estudiar todo el tema
emocional del individuo. Algunos
son bastante conocidos y ast se puede!
“G9 pun ebro’
(16) BUNC ‘“B] problema mente-cere ovr
$a. Altaya, Reatieat ea ae Pirevstallevada a cabo
20/4/2017 en la sede de la UNC, Facultad de Ciencias Or
™icas, CIQUIBIC (Centro de Investigaciones en Quin’
ine Bica), el neurocientifico Lucas Sosa investigader Bs
tente del Conicet, nos decta que, en efecto “el fio Pr
™anente modifica la morfologia dela célula neurone a
(17) La brevedad viene impuesta por el alcance “
o de esta publicacién. "Todo su mayor desarrollo forms
Parte del Proyecto C2DER-033 ya citado-
decia el afamado
ocurren en el nifio
desbarata y también
amds existid, ¥
del desarrollo
fenémenos
n enume-
ANO VIL? N205* JUNIO 2017 -
rar: el odio que se reprime o bien se pierde la
capacidad de amar. Puede haber una regresién
a algunas fases tempranas del desarrollo emo-
cional que fueron més satisfactorias que otras,
o bien un estado de introversién patolégica. Se
puede llegar a producir una disociacién de la
personalidad. Todo ello hace que el nifio pre-
sente una fachada exterior, sobre la base del so-
metimiento, mientras la parte principal del self
(0 el “yo” segin la nocién psicoldgica) que con-
tiene toda la espontaneidad se oculta y esté per-
manentemente enfrascada en relaciones miste-
riosas con objetos idealizados de la fantasia.
El nifio con conductas antisociales, necesita
un medio especializado que posea una meta te-
rapéutica, capaz de ofrecer una respuesta real a
la esperanza que se expresa a través de los sin-
tomas. El nifio deprivado puede manifestar esa
tendencia antisocial y ser considerado un in-
adaptado social Ilevado a la justicia. Ese nifio se
ha convertido ahora en delincuente.
Correlacionando entonces las ‘nociones de
base experimental de la llamada hipétesis de
Cajal-Hebb con las evidencias obtenidas por
Winnicott podemos sostener la indudable vin-
culacién del marco neurobiolégico con el desa-
rrollo de conductas antisociales e ilicitas.
La literatura mds actualizada, se orientaen ese
sentido. Asf, el trabajo de Petanjek (18), quien
indica que se han obtenido evidencias de que
la sobreproduccién y desarrollo remodelador,
incluyendo la eliminacién de sustancias de la
espina sinéptica, contintia mds alld de la adoles-
cenciay a lo largo de la tercera década de la vida
humana, estabilizandose en la adultez. En un
similar sentido, Goh (19) indicé que ha encon-
trado evidencias que corroboran el rol asociado
de las cortezas frontal y parietal, ya prolongada
Ssociacidn de la fibra de materia blanca en suje-
fos de mayor inteligencia, y sugiere maneras en
jas que los correlatos neuroanatémicos podrfan
variar en estos sujetos seguin'su sexo y edad. En
alabras més sencillas, esto es una prueba cien-
Pica neurobioldgica que demuestra que la par-
7 -
(16) PETANJEK, Zravko (etal), "Extraordinary neo-
teny of synaptic spines in the human prefrontal cortex
PNAS, Aug. 92011, vol.108, n° 32, p. 13281-13286.
(19) GOH, Suzanne etal, “Neuroanatomical correlates
of intellectual ability across the life span’ Developmental
Cognitive Neuroscience 1, 2011, P. 305-312,
Derecho Penal y Criminologia + 205= =
te de nuestra mente-cerebro que esta orientada
al pensamiento formal y, en consecuencia, al
accionar racional, no se termina de desarrollar
hasta ya muy acabada la adolescencia.
‘Tampoco podemos dejar de mencionar cier-
tos aspectos particulares que prdcticamente
toda la bibliografia considera al momento de tra-
tar la problematica penal relativa a NNyA, siendo
estos la influencia que los pares ejercen (desde la
presién para la realizacién de determinadas acti-
vidades sociales 0 antisociales, hasta bullying), el
consumo de alcohol y/o estupefacientes (con su
correspondiente afectacién al desarrollo del su-
jeto), y ciertos problemas fisioldgicos de variada
naturaleza (desorden en desarrollo prenatal por
el consumo alcohol y/o estupefacientes por pat-
te de la madre, malnutricién infantil, etcétera), a
lo que se puede agregar atin més conflictividad,
como la violencia intrafamiliar.
En relacién a la vulnerabilidad por la influen-
cia de pares, Trucco (20) indica que sus resul-
tados sugieren que los niveles altos de la delin-
cuencia de los pares predicen prospectivamente
la aprobaci6n percibida de estos y el uso del al-
cohol, y que la aprobacién de los pares y el uso
del alcohol de estos predicen prospectivamente
a su vez el inicio del uso del alcohol por parte del
sujeto. La iniciacién en el alcohol, asi, se ve in-
fluenciada por el rol del uso de alcohol Por parte
de los sujetos con que se mimetizan. En similar
sentido, Prinstein (21) afirma también que es va-
lido generalizar la gran influencia que tienen los
pares en la toma de decisiones de los adolescen-
tes. Dishion (22) se expresa de la misma manera,
Respecto al consumo de alcohol y/o estupefa-
cientes, Crews (23) explica que la adolescencia es
(20) TRUCCO, Elisa et al., “Vulnerability to Peer Influ-
ence: A moderated meditation study of early adolescent
alcohol use initiation’, Addict Behaviour, 2011 July, vol.
36, n° 7, p. 729-736,
(21) PRINSTEIN, Mitchell et al,, “Susceptibility to Peer
Influence: Using a Performance-Based Measure to Iden-
tify Adolescent Males at Heightened Risk for Deviant Peer
Socialization’, Developmental Psychology, 2011 July, vol.
47, n° 4, p. 1167-1172,
(22) DISHION, Thomas & TIPSORD, Jessica, “Peer conta-
Sion in child and adolescent social and emotional develop-
‘ment; Annual Review of Psychology, 2011, n° 62, p. 189-214.
(23) CREWS, Fulton et al, “Adolescent cortical develop-
‘ment: A critical period of vulnerability for addiction’ Pharma.
cology, Biochemistry and Behaviour, 2007, n° 86, p. 189-199,
206 + Derecho Penal y Criminologia - ANO Vil * N°
05 * JUNIO 2017
DOCTRINA |
una época crucial del desarrollo humano, espe-
cialmente respecto de la corteza cerebral, siendo
que el abuso de cualquiera de estas sustancias
perturbara el desarrollo cerebral, pudiendo lle-
gar al punto de estabilizarse a un nivel inferior
si es tratado a tiempo, o incluso provocar dafios
cerebrales severos de muy dificil reparacién.
De manera més englobante, Toga (24) indica
que se detecté un desarrollo anormal de la cor-
teza cerebral en nifios con diversos desordenes,
tales como esquizofrenia, sindrome del espectro
alcohélico fetal, tastorno por déficit de atencién
con hiperactividad, y el sindrome de Williams,
relacionandolo con procesos celulares y con
cambio cognitivos y de comportamiento ocurti-
dos durante la nifiez y adolescencia.
Hare (25) afirma tener evidencias de que los
adolescentes muestran una actividad exagerada
de la amigdala cerebral en comparacién con ni-
fios o adultos, sugiriendo que ello podrfa incre-
mentar la necesidad para un control de los altos
y bajo, y pondrfa a los individuos con menos au-
tocontrol en un mayor riesgo de resultados nega-
tivos. Similares resultados se han arribado al es-
tudiar el nticleo accumbens (26) por Galvan (27).
(24) TOGA, Arthur et al,, “Mapping brain maturation’,
‘Trends Neuroscience, 2006 March, vol, 26, n°3, p, 148-159.
(25) HARE, Todd et al, “Biological substrates of emo-
tional reactivity and regulation in adolescence during an
emotional go-nogo task Biological Psychiatry, 2008 May,
vol. 63, n° 10, p. 927-934,
(26) Elnticleo accumbens es un grupo de neuronas ubi-
cadas en donde el nticleo caudado y la porcién anterior
del putamen (estructura situada en el centro del cerebro)
confluyen. Los estudios realizados sobre esta zona del ce-
rebro la identifican con un rol mediador en Ia liberacién
de dopamina y, en consecuencia, suele asocidrselo con
el sistema del placer del cerebro, suministrando los senti-
mientos de gozo y refuerzo para motivar a una persona de
manera proactiva, Por intervenir en las pautas temporales,
se lo ha considerado como interfaz del sistema limbico, eS
decir, en las respuestas fisiolégicas frente a determinados
estimulos (0 instinto humano). También se han realizado
también algunos estudios vincukindolo con las adiccio~
hes. De esta manera, los NNyA tomarian decisiones a pat
lirde este nticleo (o dela amigdala cerebral), vinculandola
Fespuesta a los estimulos o sentimientos que transcurren
en ese momento, y menos a partir de la corteza prefrontal,
vinculada al razonamiento formal (lo que si seria espera
ble como respuesta de una persona adulta).
(27) GALVAN, Adriana et al,, “Earlier Development of
the Accumbens Relative to Orbitofrontal Cortex Might
Underlie Risk-Taking Behaviour in Adolescence’ ‘ThePor su parte, Sterzer (28) indica que existe
evidencia convergente de respuestas neurales
anormales a los estimulos emocionales en los
jévenes con propensién hacia el comporta-
miento agresivo.
Todo ello nos lleva a la conclusién incuestio-
nable, desde un punto de vista cientifico, que
los NNyA poseen una forma muy diferente de
adaptarse a los medios sociales y, consecuen-
temente, sus respuestas a estimulos se ven su-
mamente limitadas por el 4mbito en el cual las
mismas se desarrollan. Estas limitaciones, ya no
solamente desde un punto de vista psic social,
sino més bien, de desarrollo neuronal, impide
que se pueda pretender una respuesta siquiera
similar ala que un adulto pudiera dar en simila-
res circunstancias. Y como si ello fue insuficien-
te, cabe resaltar que la gran mayoria de los estu-
dios citados fueron realizados sobre poblacién
“sana” es decir, que no sufrié de desnutricién,
alcoholismo, dependencia a estupefacientes, u
otras situaciones que pudieran condicionar el
desarrollo de crecimiento esperable.
En otro aspecto de la temética penal juve-
nil, esta vez de otden procesal, Sapolsky (29)
Cuestiona que el sobreseimiento por inimpu-
tabilidad en razén de la insuficiencia en las fa-
cultades mentales (que, més alld que se refiera
a otra legislacién, se aprecia muy parecido a lo
que expone el art. 34 inc. 1° del Cédigo Penal
argentino). Especificamente indica que Ja legis-
lacién de California, Estados Unidos, requiere
que para llegar a ese sobreseimiento se requiere
que el perpetrador no pudiera entender la na-
turaleza del acto criminal, o que no supiera que
ese acto era injusto 0 equivocado, siendo que
Podria ser posible que un sujeto sufra un darto
tal que sea capaz de diferencias lo correcto delo
incorrecto, pero, sin embargo, sea orgdnicamente
incapaz de regular apropiadamente su conduc-
ta. Esto abre nuevos horizontes respecto a la
a naan
a of Neuroscience, 2006 June, vol. 26,n* 25, P. 6885-
(28) STERZER, Philipp et al. “Neuroimaging of aggres,
sive and violent behaviour in children ar adolescents,
rontiers in Behavioral Neuroscience, 2009 October, vol:
Sart. 35, p. 1-8.
(29) SAPOLSKY, Robert, “The frontal cortex and the
ctiminal justice system’ Philosophical ‘Transactions of
the Royal Society 8 2004 ‘November, n° 359, p. 1787-1796.
José Angel Marinaro y Nicolas Ezequiel Llamas
manera en la que debemos calificar las conduc-
tas de los NNyA, puesto que, atin sin patologias
graves, podrian verse impedidos de actuar con-
forme a la norma por cuestiones similares a las
expuestas.
‘Asimismo, no se puede dejar de sefialar que
hay estudios realizados en otras dreas del saber
enlas que se afirma la necesidad de un abordaje
interdisciplinario a fin de poder aclarar asuntos
relativos con la infancia y adolescencia. AsiRon-
cero (30), quien sugiere la necesidad de contar
con una perspectiva mds integradora que per-
mita una mejor conceptualizacién y tipificacién
de ciertos procesos cognitivos distorsionados,
fa fin de clarificar la naturaleza y la funcién es-
pecifica que cada uno de ellos desemperia en la
explicacién del comportamiento agresivo y an-
tisocial en adolescentes.
Dela misma manera, y tal comose dijoenotra
publicacién (31), la diferencia entre la forma de
pensar de un adulto y la de un NNyA radica en
Ja forma en que los jévenes realizan los andlisis
de costo-beneficio, cémo sopesan los riesgos y
Jas ganancias, teniendo en cuenta los benefi-
cios a corto plazo, siendo que focalizan mds en
las posibles ganancias que en protegerse de las
posibles pérdidas, y sobreestiman sus habilida-
des para detectar y evitar situaciones de riesgo,
viéndose a si mismos como invulnerables.
Continuando con el enfoque interdisciplina-
rio que pretendemos darle a este estudio, enten-
demos que resultan particularmente importan-
tes las clasificaciones realizadas por Piaget (32)
quien, haciendo una sintesis muy somera de
cus exposiciones, divide a la nifiez y adolescen-
tia en varias etapas, siendo que el pensamiento
formal se inicia y desarrolla durante Ja adoles-
cencia, pudiendo culminar su proceso incluso
mis alld de los 18 afios de edad.
(80) RONCERO, David et al, “Procesos cognitivos dis-
torsionados en la conducta agresiva y antisocial en ado
Jescentes” Anuario de Psicologia Juridica, vol.26, n° 1, p.
88-101.
(31) LLAMAS, Nicolés Ezequiel, “Derecho Penal Ju-
venil y Neurociencia. Una aproximacién al estudio de
la mente joven” (en I{nea], Rubinzal Online, mayo 2017
(publicacién en curso).
(32) PIAGET, Jean, “La pstcologia de la inteligencie’
Editorial Paidés, 1988; y “Psicologia del nifo; Editorial
Morata, 1993.
‘AAI Vil N° OS « JUNIO 2017 - Derecho Penal y Criminologia + 207CRIMINOLOGIA
DOCTRINA
Llegado a este punto, es menester diferenciar
Ja situacién del nifio deprivado, de aquel que
realiza actos antisociales. Tal como lo indica
Colombo (33) recordando a Winnicott, un nifio
se convierte en deprivado cuando se lo priva
de ciertas caracteristicas esenciales de la vida
hogarefia, siendo que la actividad denominada
antisocial se expresa como una esperanza. La
conducta antisocial, por otro lado, se relaciona
con el trastorno de personalidad antisocial (34),
es decir, con la delincuencia y la violencia. Para
la psicologia, las propiedades que definen las
personalidades antisociales no son los actos
particulares que realizan, sino la concepcién
tan arraigada que tiene de la vida, siendo que
tales individuos pueden ser crueles, sAdicos,
violentos, casi nunca demuestran ansiédad y no
se sienten culpables.
Esto demuestra un corte en lo que respecta a
los deprivados, los cuales reconocen su accio-
nar fuera de sus valores, y muchas veces inten-
tan otro estilo de vida que quiz4s no conocen y
s6lo idealizan, pidiendo contencién, figuras que
los sostengan, y auxilio a los mayores para en-
contrar un nuevo camino.
Los autores resaltan que la mayoria de los
NNyA que se presentan en causas de respon-
sabilidad penal juvenil pertenecen a familias
disfuncionales, con vivencias de abandono, di-
versos tipos de maltrato, pérdida de los proge-
nitores 0 de los referentes por hechos violentos,
o por encontrarse detenidos. Suelen ser familias,
que no establecen reglas claras de convivencia,
encontrando que muchas veces han abandona-
do sus estudios, no realizando actividad diaria,
ni escolar, ni laboral, ni recreativa; y muchos de
ellos se encuentran consumiendo sustancias
psicoactivas (que, si bien no son adictos, no son
proclives ala recuperacién).
Todo esto, produce un comportamiento que
oscila entre lo impulsivo y lo reactivo, la apatfa
y el desgano, una estructura de la personalidad
que ha quedado estancada y que no puede dar
(33) COLOMBO, Rosa Inés & BREUER, Sergio Cristian,
“Menores y Adultos en conflicto con la Ley. Evaluacién
psicolégica en contexto juridico’ Cauquen Editora, 2010,
p. 19-20.
(34) DSM IV, Manual diagnéstico y estadfstico de los
trastornos mentales, segiin la American Psychiatric As-
sociation.
208 « Derecho Penal y Criminologia - ANO VII + N° 05 + JUNIO 2017
cuenta de recursos adaptativos propios de la
edad, poniendo en riesgo sus vidas, y las de los
que lo rodean.
La exposicién de los NNyA, a lo largo de sus
afos infanto-juveniles, a vivencias traumdticas,
ha de “programar” sus sistemas neurales, por
merced de la mentada plasticidad con orienta-
ciones conductuales antisociales dificiles de re-
conducir auténomamente. De ahi entonces, que
la pretensién politico criminal de disminuir la
edad de punibilidad del joven, aparece sosla-
yando la evidencia cientifica. Es que, las modi-
ficaciones “plastics” pueden llegar a completar
sus funciones hasta los 30 afios de edad. La pe-
nalizaci6n, Ja intervencién del poder punitivo,
la opcién por la imposicién de penas, al menos
en casos como los tratados, constituyen un cie-
go avance por el terreno meramente sanciona-
torio.
Algunos trabajos mds recientes vienen a co-
rroborar aquellas ideas que en los hechos signi-
fican ni mds ni menos, que cuando se producen
continuadas activaciones de las conexiones neu-
rales, ciertas modificaciones fisicas son su corre-
lato. Asi pueden verse los aportes de Moya (35)
(quien a su vez se inspira en los aportes de Dres-
tke (36)).
Por supuesto, esas modificaciones son tam-
bién producto (causal) de lo que Bishop y At-
manspacher (37) llaman condiciones contex-
tuales contingentes. En este punto, recordando
una charla con José Manuel Mufioz Ortega (38),
(35) MOYA, Carlos, “El problema de lo mental’, 2012,
‘Thémata 46: 43-55; y “Mind, Brain, and Downward Caus-
tion’ 2011, en Moral Behavior and Free Will: A Neurobio-
logical and Philosophical Approach, ed. J.J. Sanguineti, A.
Acerbi y J.A. Lombo, 185-200. Morolo, Italia: IF Press.
__ (86) DRESTKE, Fred, “Explaining Behavior: Reasons
in a World of Causes; 1988, Cambridge, Massachusetts:
MIT Press; “Mental Events as Structuring Causes of Be-
haviour’, 1993, en MentalCausation, ed. J. Heil y A-R-
Mele, 121-136. Oxford: Clarendon Press; y “What Must
Actions Be for Reasons to Explain Them?” 2009, en New
Essays on the Explanation of Action, ed. C, Sandis, 13-21.
Basingstoke, Reino Unido: Palgrave Macmillan.
(37) BISHOP, R.C. & ATMANSPACHER, H., “The Caus-
al Closure of Physics and Free Will’ 2011, en The Oxford
Handbook of Free Will (2nd ed.), ed, R. Kane, 101-111.
Nueva York: Oxford University Press,
(38) Damos las gracias por su generoso aporte al CO-
lega espatiol para la realizacién del presente articulo. Alppyc
debe tenerse presente que la realidad se pre-
senta con diversos niveles ontolégicos donde
existen tres posibilidades de incidencia causal,
ya sea descendente (ej: desde la psicologia)
hasta niveles inferiores (abordados por ej. por
la biologfa celular); en sentido inverso, es decir,
ascendente; 0 bien, una causalidad intranivel,
esto es, una causa y un efecto que actian dentro
de un mismo nivel ontolégico (¢j.: una neurona
que activa a otra a través de la sinapsis).
Cuando decimos que los niveles superiores
influyen en los inferiores, es donde se produce
laconstriccién que procede desde lo ambiental,
a través de las influencias culturales, semanti-
cas, etcétera.
Si estas aportaciones brevemente explica-
das las trasladamos al fenémeno del desarro-
Ilo —puntualmente neurolégico— de los jove-
hes, segtin Tapia y Lichtman (39), cierto es que
variados circuitos sinapticos existen a priori de
modo que merced (entre otros rubros) al apren-
dizaje pueden reforzarse los caminos sindpti-
cos, En este tramo, asoman aquellos conceptos
respecto, y para ahondar atin mds en temas relacionados
conla aplicacién de la neurociencia en otras dreas cienti-
ficas, recomendamos especialmente consultar la exposi-
cién brindada por este autor en el Seminario “EI liberta-
rismo frente a los experimentos «tipo Libet»" del Grupo
de Investigacién “Ciencia, Razén y Fe” de la Universidad
de Navarra, realizado el 20 de septiembre de 2016, en su
sede de Pamplona (disponible digitalmente en https://
youtu.be/eyBDIV-ZKPg [consultado 25/04/2017).
(39) TAPIA, [Cy JW. LICHTMAN, “Synapse EI imi-
nation’ 2008, en Fundamental Neuroscience (3rd ed.),
ed. LR, Squite, D. Berg, FE. Bloom, S. du Lac, A. Ghosh
YN, Spitzer, 469-490, Burlington, Massachusetts:
demic Press.
José Angel Marinaro y Nicolas Ezequiel Llamas
|
de Hebb relacionados con el “uso y desuso” de
conexiones neurales. Es decir, también pueden
desaparecer algunas sinapsis y este proceso
puede ir més alla de la adolescencia y operar
hasta los treinta anos (40). Més atin y para el
contento de los veteranos, existen evidencias
segtin Spalding (41) de neurogénesis adultas.
Y para comprender mas el fenémeno, téngase
en cuenta que esa neurogénesis es mucho mas
intensa en los primeros tiempos posteriores al
nacimiento.
Vistas asi las cosas, puede entonces suceder
que entre las conexiones nuevas y aquellas que
se pierden el joven se va moldeando, y como se-
fialamos supra, adquiriendo virtudes o compor-
tamientos ilicitos.
De tal forma, para estos tiltimos la ansiedad
politica clama demagégicamente ampliar la po-
sibilidad de imponer penas a jévenes cuando la
evidencia cientifica nos esta indicando que el
proceso de crecimiento viene condicionando
las posibilidades de ejecutar comportamientos
alternativos, en supuestos de deprivacién.
El Estado debe, por imperativos de racionali-
dad (art. 28 CN), agotar los medios para el abor-
daje de la problematica que tratamosy escuchar
as voces de la ciencia, antes que las especula-
ciones politicas no ilustradas.
(40) PETANJEK, Zdravkoet al, “Extraordinary neoteny
of synaptic spines in ‘the human prefrontal cortex’, PNAS,
‘Aug. 92011, vol.108, n° 32, p. 13281-13286.
(41) SPALDING, K.L. et al., “Dynamics of Hippocam-
pal Neurogenesis in Adult Humans’, 2013, Cell 153:1219-
1227.
“AIO Vi « N® 05 « JUNIO 2017 - Derecho Penal y Criminologia + 209