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DPyC CRIMINOLOGIA : DOCTRINA La hipotesis de Cajal-Hebb: vinculacion entre las deprivaciones de jévenes delincuentes y las neurociencias POR JOSE ANGEL MARINARO y NICOLAS EZEQUIEL LLAMAS Durante el desarrollo del Proyecto de Investi- gacién C2DER-033 (1), radicado en la Universi- dad Nacional de La Matanza (en adelante, UN- LaM), se fueron produciendo interconexiones teméticas con otro proyecto en sus trabajos y pesquisas (2) que nos han llevado a particulari- zar la incidencia de algunas conceptualizaciones procedentes de las llamadas neurociencias (3) en cuanto concierne al derecho de punir a los jéve- nes delincuentes (4). Yes que el recorrido de los fundamentos nev Tobiolégicos nos ha llevado a solidificar aquello que parte de una teorizacién procedente de sa- beres estrictamente empirica, como cuando se afirma la notoria influencia del medio en la con figuracién de la conducta criminosa, dentro del —_ {2 Proyecto de InvestigaciénC2DER-033 “Neurocien- cias en el Derecho Penal: traslacién vinculante de las Proposiciones emergentes de la investigaci6n empfrica de las ciencias del cerebro’, del Programa de Investiga- Cién Cientifica, Desarrollo y Transferencia de Tecnologia Innovaciones de la UNLaM (CyTMA2)- ay {2) Proyecto de investigacion C2POS-003 "1a Penaen Derecho Penal Juvenil” del mismo programa. cql@) En tigor se trata de neurobiologia, que puede ac- eder al mote grandilocuente de Neurociencias en la medida en que se produce un abordaje multitemético GAdalaincidencia de ese saber en variados campos. Por a no hablamos de cardiociencias, dermociencias y lemas, gl!) Aunque, a decir verdad, se vienen realizando inves- SBiclones sobre el asunto hace varios 0s, entre las que en, rr LLAMAS, Nicolds Ezequiel, “La Pena Maxima Stel Derecho Penal juve” [en linea], Buenos ‘Aires: Re- 1883. Pensamiento Penal, Nimero 221, julio 2015, ISSN: mai-t554. Disponible en: http://www.pensamientope- al.com ar/doctrina/41492-pena-maxima-derern Juvenil;y “La insuficiencia de la reduccion a la tents: ub el Derecho Penal Juvenil” en linea]. Buenot. ‘Aires: 2015, 7al-Culzoni Online. Numero: RC zalon SSN: 1850-9304, Disponible detalle wae ar/index.php?m=dor >_articulos&id=847195. ‘ANO VIl* N2 05 * JUNIO 2017 - Derech proceso de crecimiento del joven. Es esta una perspectiva ontogenética (5). ‘Ast el concepto de deprivacién que tomamos de los reconocidos trabajos de Donald W. Win- nicott (6), como el conjunto heterogéneo de vivencias que padece el joven y que favorece la tendencia antisocial y entre ellas, la delincuen- cia, constituye el punto de partida de este ané- lisis al que afiadimos las conceptualizaciones y novedades de las Neurociencias sobre este icular. No s6lo comprenderemos algo “in- tuicionalmente” evidente tanto en el folk psy- chology como en el saber popular stricto sensu, sino que habremos congregado otros conceptos que vienen a sumarse a las razones del rechazo de los proyectos legislativos que pretenden dis: minuir la edad de punibilidad de nifios, nifias y (5) Como consecuencia de ello, estamos Prove, video on nuestra Universidad la creacion del Insurwo Ineruniversitarlo de Neurociencias, Ciencias Fact Sociales y Jurfdicas, que denominamos Neurociencis Integradas. Es que hemos advertido que se ha ido ge- Torando, fundamentalmente en el émbito exterior, Ia proliferacién de una enorme cantidad de literature que presenta exposiciones iprocedentes de marcos mp 7 Fioos que unilateralmente, lanzan So proposicones, generando a su vez replicas cargadas fe anta- gonismos tedricos, de aquellos ‘sectores del saber que Botiben impacto. Las causas de est ‘efectos radican en la dispersion ‘caracterizada por abordajes parciales que dan por resultado una interminable confrontacién ue rémiea, contra ello, la creacion de este Instituto re- seimdard en la realizacion de proyecton de investigacién interdisciplinarios e int iversitarios, promoviendo el avance de la ciencia también en el drea jurfdica, la que se encuentra ‘aparentemente inmersa en una abs- taccién que impide que los ‘descubrimientos cientifi- cos lleguen a modificar. st eamplad por sa ecprivacién y aelincuencia, compilado por Cla- re anteor, Ray ‘Shepherd y Madeleine Davis, Editorial jabs, fio 2008, rede trabajos basados en experiencias pote Segunda Guerra Mundial, bésicament’ To nifios oe te sade, Un clésico.en elcampo det desarrollo infantil, 10 Penal y Criminologia + 203 De CRIMINOLOGIA DOCTRINA adolescentes (en adelante, NNyA) (7). Es decir, fijaremos la estricta relacién que media entre aquellas ideas y teorizaciones acufiadas por el profesor inglés y las hipétesis elaboradas por el premio Nobel Santiago Ramén y Cajal y por Do- nald O. Hebb en la escala neuronal (8). Contextualmente, esta publicacién, segin apun- tamos, se realiza en un momento bastante parti- cular de la historia legislativa y jurisprudencial argentina atinente a la temética penal juvenil. ¥ es que, a pesar de que nuestro pais ha sido condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el afio 2013, entre otras. cosas, por aplicar penas crueles, inhumanas y degradantes a NNyA (9), se ha mantenido la legislacién vigente sin modificaciones hasta el momento. Mas atin, los proyectos de ley pre- sentados en el tiltimo tiempo (10) (con una ex- cepcién (11)) no pretenden solucionar la pro- blematica sino que, por el contrario, parecieran tener el objetivo de endurecer y recrudecer atin més la legislacién, que resulta ser una de las més severas a nivel mundial de responsa- bilidad penal juvenil, solamente superadas por aquellos paises que aplican la pena de muerte. Asimismo, ha trascendido la existencia de una mesa de trabajo creada por el Poder Ejecutivo sobre la tematica que tiene pensado presentar un proyecto de ley (12), aunque por ahora slo (7) Actualmente fijada en 16 afios de edad, conformeel art. 1 del decreto-ley 22.278 (modificado por el art. 1 del Decreto-Ley 22.803), (8) HEBB, Donald, “The Organization of Behavior: ANew- Topsychological Theory’ 1949, New York: Wiley and Sons, (9) Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Men- doza y otros v. Argentina’, 14/05/2013. El reciente fallo de Ja CSIN (con su actual integracién), en fecha 14/2/17, en causa “Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto s/easo? U-CCLXIII-503 ha relativizado la incidencia de los pro. nunciamientos de la CIDH, generando encendidos deba- tes que lo entienden como una seria afectacién al sistema de proteccién de los DDHH. (10) Ver proyecto de ley S-3338/16 (que no indica monto méximo de pena) y el S-4560/16 (que reduce a trece afios el inicio de la edad de punibilidad, y no indica montos de pena). (11) Se trata del proyecto de ley $-0367/17, que propo- ne una pena maxima de 5 afios sin modificar la edad de Punibilidad. Este proyecto es reedicién de otros ya pre- sentados anteriormente. (12) _hitp://www-telam.com.ar/notas/201701/178146- Imputabilidad-gobiemo-proyecto-ministerio-de-justicia- de-la-nacion-congreso-de-la-nacion.html, entre otros. 204 * Derecho Penal y Criminologia - ANO VII “N05 * JUNIO 2017 se ha indicado la intencién politica de reducir el minimo la edad de punibilidad. ‘Vayamos por parte. Siguiendo a Bunge (13) una de las conjeturas que eran favoritas de Ramén y Cajal constituye lo que hoy se denomina “hipétesis de Hebb’. Esta teorizacién se halla directamente vincula- da con el funcionamiento de las células neuro- nales. De modo que las adaptaciones a destrezas profesionales o formas de perfeccionamiento funcional que acarrean ciertas actividades, con- duce con el tiempo al robustecimiento progresi- vo de las vias nerviosas (que, como indica el au- tor, ya lo habian sugerido Tanzi y Lugano), por ejemplo, cuando se realizan actividades fisicas, se desarrolla el habla, se escribe, se aprende a tocar algtin instrumento musical, etcétera. éCémo sucede ello en el nivel neuronal? Pues bien, las neuronas en cada una de esas activi- dades citadas prietamente como ejemplo se ven excitadas por el paso de la onda y a su vez Se produce la generacién de nuevos apéndices ce- lulares que importan el crecimiento de nuevas dendritas y el alargamiento y ramificacion de las colaterales nerviosas (14). Asi entonces ese cuadro de situacién es sus- ceptible de mejorar el ajuste y la extensién de los contactos, e incluso de organizar relaciones absolutamente nuevas entre neuronas primiti- vamente inconexas segtin la clara explicacin de Bunge. Entonces, en tanto esas neuronas sé “usan” 0 “desusan” se producen significativas modificaciones en la morfologia neuronal, que logicamente impacta en la adquisicién de nue- vos habitos y olvido de otros: Afiadimos nosotros: virtuosos 0 ilicitos. Para comprender un poco més este fenéme- No, acudimos a Llinds (15) quien sefiala que los (23) BUNGE, Mario, “El problema mente-cerebro’ ed. Altaya, afio 1999. (14) En palabras més sencillas, significa que cada vez que una actividad se repite, 1s conexiones neuronales ue permiten esa actividad se fortalecen. Si se nos permi- fe, es una prueba cientifica de un conocimiento popular arraigado: “Ia préctica hace al maestro” (15) LLINAS, Rodolfo, “El cerebro y el mito del yo. El p2- pel delasneuronasen el pensamientoy el comportamien- tohumanos” Grupo editorial Norma (tr, Eugenia Guzman, \ftulo original “I of de vortex. From neurons to Sell”). José Angel Marinaro y Nicolas Ezequiel Llamas estudios indican que durante tareas cognosciti- vas se genera una actividad neuronal coherente de 40Hz, suficientemente intensa como para detectarse en la superficie dérmica del craneo. Y agrega: “(...) si consideramos que las ondas coherentes a 40Hz se relacionan con la concien- cia, podemos concluir que ésta es un evento dis- continuo, determinado por la simultaneidad de la actividad en el sistema tdlamo-cortical (...) Ia oscilacién a 40Hz genera un alto grado de or- ganizacién espacial y, por lo tanto, puede ser el mecanismo de produccién de la unién temporal, de actividad ritmica sobre un gran conjunto de neuronas (...) el mapeo temporal global engen- dra la cognicién (...)” (p. 166 de la obra citada). Todo lo dicho, se vincula con otro concepto de neurobiologfa, como es el de ‘plasticidad neuronal!” esto es, segtin el cientifico colombia- no, la capacidad que tiene el Sistema Nervioso Central (0, por sus siglas, SNC) de cambiar su composicién, organizacién 0 estructura y, en consecuencia, de modificar alguna de sus fun- ciones y/o actividades, incluso en presencia de un medio aproximadamente constante. »gmento, anotemos algo Para epilogar este se} te de sume importancia y es que la hipétesis de Cajal-Hebb ha sido confirmada experimental- mente (16). Ahora bien, habiendo ya conceptualizado la sta de deprivacién infantil, echemos breve visté al taciones de Winnicott igunas de las experiment Ee asticdades mea Para correlacionarlas con Tonales (17). Es que, debemos saber, Pediatra inglés, qué cosas Cuando un buen marco se desbé Cuando ese marco adecuado } ello implica estudiar todo el tema emocional del individuo. Algunos son bastante conocidos y ast se puede! “G9 pun ebro’ (16) BUNC ‘“B] problema mente-cere ovr $a. Altaya, Reatieat ea ae Pirevstallevada a cabo 20/4/2017 en la sede de la UNC, Facultad de Ciencias Or ™icas, CIQUIBIC (Centro de Investigaciones en Quin’ ine Bica), el neurocientifico Lucas Sosa investigader Bs tente del Conicet, nos decta que, en efecto “el fio Pr ™anente modifica la morfologia dela célula neurone a (17) La brevedad viene impuesta por el alcance “ o de esta publicacién. "Todo su mayor desarrollo forms Parte del Proyecto C2DER-033 ya citado- decia el afamado ocurren en el nifio desbarata y también amds existid, ¥ del desarrollo fenémenos n enume- ANO VIL? N205* JUNIO 2017 - rar: el odio que se reprime o bien se pierde la capacidad de amar. Puede haber una regresién a algunas fases tempranas del desarrollo emo- cional que fueron més satisfactorias que otras, o bien un estado de introversién patolégica. Se puede llegar a producir una disociacién de la personalidad. Todo ello hace que el nifio pre- sente una fachada exterior, sobre la base del so- metimiento, mientras la parte principal del self (0 el “yo” segin la nocién psicoldgica) que con- tiene toda la espontaneidad se oculta y esté per- manentemente enfrascada en relaciones miste- riosas con objetos idealizados de la fantasia. El nifio con conductas antisociales, necesita un medio especializado que posea una meta te- rapéutica, capaz de ofrecer una respuesta real a la esperanza que se expresa a través de los sin- tomas. El nifio deprivado puede manifestar esa tendencia antisocial y ser considerado un in- adaptado social Ilevado a la justicia. Ese nifio se ha convertido ahora en delincuente. Correlacionando entonces las ‘nociones de base experimental de la llamada hipétesis de Cajal-Hebb con las evidencias obtenidas por Winnicott podemos sostener la indudable vin- culacién del marco neurobiolégico con el desa- rrollo de conductas antisociales e ilicitas. La literatura mds actualizada, se orientaen ese sentido. Asf, el trabajo de Petanjek (18), quien indica que se han obtenido evidencias de que la sobreproduccién y desarrollo remodelador, incluyendo la eliminacién de sustancias de la espina sinéptica, contintia mds alld de la adoles- cenciay a lo largo de la tercera década de la vida humana, estabilizandose en la adultez. En un similar sentido, Goh (19) indicé que ha encon- trado evidencias que corroboran el rol asociado de las cortezas frontal y parietal, ya prolongada Ssociacidn de la fibra de materia blanca en suje- fos de mayor inteligencia, y sugiere maneras en jas que los correlatos neuroanatémicos podrfan variar en estos sujetos seguin'su sexo y edad. En alabras més sencillas, esto es una prueba cien- Pica neurobioldgica que demuestra que la par- 7 - (16) PETANJEK, Zravko (etal), "Extraordinary neo- teny of synaptic spines in the human prefrontal cortex PNAS, Aug. 92011, vol.108, n° 32, p. 13281-13286. (19) GOH, Suzanne etal, “Neuroanatomical correlates of intellectual ability across the life span’ Developmental Cognitive Neuroscience 1, 2011, P. 305-312, Derecho Penal y Criminologia + 205 = = te de nuestra mente-cerebro que esta orientada al pensamiento formal y, en consecuencia, al accionar racional, no se termina de desarrollar hasta ya muy acabada la adolescencia. ‘Tampoco podemos dejar de mencionar cier- tos aspectos particulares que prdcticamente toda la bibliografia considera al momento de tra- tar la problematica penal relativa a NNyA, siendo estos la influencia que los pares ejercen (desde la presién para la realizacién de determinadas acti- vidades sociales 0 antisociales, hasta bullying), el consumo de alcohol y/o estupefacientes (con su correspondiente afectacién al desarrollo del su- jeto), y ciertos problemas fisioldgicos de variada naturaleza (desorden en desarrollo prenatal por el consumo alcohol y/o estupefacientes por pat- te de la madre, malnutricién infantil, etcétera), a lo que se puede agregar atin més conflictividad, como la violencia intrafamiliar. En relacién a la vulnerabilidad por la influen- cia de pares, Trucco (20) indica que sus resul- tados sugieren que los niveles altos de la delin- cuencia de los pares predicen prospectivamente la aprobaci6n percibida de estos y el uso del al- cohol, y que la aprobacién de los pares y el uso del alcohol de estos predicen prospectivamente a su vez el inicio del uso del alcohol por parte del sujeto. La iniciacién en el alcohol, asi, se ve in- fluenciada por el rol del uso de alcohol Por parte de los sujetos con que se mimetizan. En similar sentido, Prinstein (21) afirma también que es va- lido generalizar la gran influencia que tienen los pares en la toma de decisiones de los adolescen- tes. Dishion (22) se expresa de la misma manera, Respecto al consumo de alcohol y/o estupefa- cientes, Crews (23) explica que la adolescencia es (20) TRUCCO, Elisa et al., “Vulnerability to Peer Influ- ence: A moderated meditation study of early adolescent alcohol use initiation’, Addict Behaviour, 2011 July, vol. 36, n° 7, p. 729-736, (21) PRINSTEIN, Mitchell et al,, “Susceptibility to Peer Influence: Using a Performance-Based Measure to Iden- tify Adolescent Males at Heightened Risk for Deviant Peer Socialization’, Developmental Psychology, 2011 July, vol. 47, n° 4, p. 1167-1172, (22) DISHION, Thomas & TIPSORD, Jessica, “Peer conta- Sion in child and adolescent social and emotional develop- ‘ment; Annual Review of Psychology, 2011, n° 62, p. 189-214. (23) CREWS, Fulton et al, “Adolescent cortical develop- ‘ment: A critical period of vulnerability for addiction’ Pharma. cology, Biochemistry and Behaviour, 2007, n° 86, p. 189-199, 206 + Derecho Penal y Criminologia - ANO Vil * N° 05 * JUNIO 2017 DOCTRINA | una época crucial del desarrollo humano, espe- cialmente respecto de la corteza cerebral, siendo que el abuso de cualquiera de estas sustancias perturbara el desarrollo cerebral, pudiendo lle- gar al punto de estabilizarse a un nivel inferior si es tratado a tiempo, o incluso provocar dafios cerebrales severos de muy dificil reparacién. De manera més englobante, Toga (24) indica que se detecté un desarrollo anormal de la cor- teza cerebral en nifios con diversos desordenes, tales como esquizofrenia, sindrome del espectro alcohélico fetal, tastorno por déficit de atencién con hiperactividad, y el sindrome de Williams, relacionandolo con procesos celulares y con cambio cognitivos y de comportamiento ocurti- dos durante la nifiez y adolescencia. Hare (25) afirma tener evidencias de que los adolescentes muestran una actividad exagerada de la amigdala cerebral en comparacién con ni- fios o adultos, sugiriendo que ello podrfa incre- mentar la necesidad para un control de los altos y bajo, y pondrfa a los individuos con menos au- tocontrol en un mayor riesgo de resultados nega- tivos. Similares resultados se han arribado al es- tudiar el nticleo accumbens (26) por Galvan (27). (24) TOGA, Arthur et al,, “Mapping brain maturation’, ‘Trends Neuroscience, 2006 March, vol, 26, n°3, p, 148-159. (25) HARE, Todd et al, “Biological substrates of emo- tional reactivity and regulation in adolescence during an emotional go-nogo task Biological Psychiatry, 2008 May, vol. 63, n° 10, p. 927-934, (26) Elnticleo accumbens es un grupo de neuronas ubi- cadas en donde el nticleo caudado y la porcién anterior del putamen (estructura situada en el centro del cerebro) confluyen. Los estudios realizados sobre esta zona del ce- rebro la identifican con un rol mediador en Ia liberacién de dopamina y, en consecuencia, suele asocidrselo con el sistema del placer del cerebro, suministrando los senti- mientos de gozo y refuerzo para motivar a una persona de manera proactiva, Por intervenir en las pautas temporales, se lo ha considerado como interfaz del sistema limbico, eS decir, en las respuestas fisiolégicas frente a determinados estimulos (0 instinto humano). También se han realizado también algunos estudios vincukindolo con las adiccio~ hes. De esta manera, los NNyA tomarian decisiones a pat lirde este nticleo (o dela amigdala cerebral), vinculandola Fespuesta a los estimulos o sentimientos que transcurren en ese momento, y menos a partir de la corteza prefrontal, vinculada al razonamiento formal (lo que si seria espera ble como respuesta de una persona adulta). (27) GALVAN, Adriana et al,, “Earlier Development of the Accumbens Relative to Orbitofrontal Cortex Might Underlie Risk-Taking Behaviour in Adolescence’ ‘The Por su parte, Sterzer (28) indica que existe evidencia convergente de respuestas neurales anormales a los estimulos emocionales en los jévenes con propensién hacia el comporta- miento agresivo. Todo ello nos lleva a la conclusién incuestio- nable, desde un punto de vista cientifico, que los NNyA poseen una forma muy diferente de adaptarse a los medios sociales y, consecuen- temente, sus respuestas a estimulos se ven su- mamente limitadas por el 4mbito en el cual las mismas se desarrollan. Estas limitaciones, ya no solamente desde un punto de vista psic social, sino més bien, de desarrollo neuronal, impide que se pueda pretender una respuesta siquiera similar ala que un adulto pudiera dar en simila- res circunstancias. Y como si ello fue insuficien- te, cabe resaltar que la gran mayoria de los estu- dios citados fueron realizados sobre poblacién “sana” es decir, que no sufrié de desnutricién, alcoholismo, dependencia a estupefacientes, u otras situaciones que pudieran condicionar el desarrollo de crecimiento esperable. En otro aspecto de la temética penal juve- nil, esta vez de otden procesal, Sapolsky (29) Cuestiona que el sobreseimiento por inimpu- tabilidad en razén de la insuficiencia en las fa- cultades mentales (que, més alld que se refiera a otra legislacién, se aprecia muy parecido a lo que expone el art. 34 inc. 1° del Cédigo Penal argentino). Especificamente indica que Ja legis- lacién de California, Estados Unidos, requiere que para llegar a ese sobreseimiento se requiere que el perpetrador no pudiera entender la na- turaleza del acto criminal, o que no supiera que ese acto era injusto 0 equivocado, siendo que Podria ser posible que un sujeto sufra un darto tal que sea capaz de diferencias lo correcto delo incorrecto, pero, sin embargo, sea orgdnicamente incapaz de regular apropiadamente su conduc- ta. Esto abre nuevos horizontes respecto a la a naan a of Neuroscience, 2006 June, vol. 26,n* 25, P. 6885- (28) STERZER, Philipp et al. “Neuroimaging of aggres, sive and violent behaviour in children ar adolescents, rontiers in Behavioral Neuroscience, 2009 October, vol: Sart. 35, p. 1-8. (29) SAPOLSKY, Robert, “The frontal cortex and the ctiminal justice system’ Philosophical ‘Transactions of the Royal Society 8 2004 ‘November, n° 359, p. 1787-1796. José Angel Marinaro y Nicolas Ezequiel Llamas manera en la que debemos calificar las conduc- tas de los NNyA, puesto que, atin sin patologias graves, podrian verse impedidos de actuar con- forme a la norma por cuestiones similares a las expuestas. ‘Asimismo, no se puede dejar de sefialar que hay estudios realizados en otras dreas del saber enlas que se afirma la necesidad de un abordaje interdisciplinario a fin de poder aclarar asuntos relativos con la infancia y adolescencia. AsiRon- cero (30), quien sugiere la necesidad de contar con una perspectiva mds integradora que per- mita una mejor conceptualizacién y tipificacién de ciertos procesos cognitivos distorsionados, fa fin de clarificar la naturaleza y la funcién es- pecifica que cada uno de ellos desemperia en la explicacién del comportamiento agresivo y an- tisocial en adolescentes. Dela misma manera, y tal comose dijoenotra publicacién (31), la diferencia entre la forma de pensar de un adulto y la de un NNyA radica en Ja forma en que los jévenes realizan los andlisis de costo-beneficio, cémo sopesan los riesgos y Jas ganancias, teniendo en cuenta los benefi- cios a corto plazo, siendo que focalizan mds en las posibles ganancias que en protegerse de las posibles pérdidas, y sobreestiman sus habilida- des para detectar y evitar situaciones de riesgo, viéndose a si mismos como invulnerables. Continuando con el enfoque interdisciplina- rio que pretendemos darle a este estudio, enten- demos que resultan particularmente importan- tes las clasificaciones realizadas por Piaget (32) quien, haciendo una sintesis muy somera de cus exposiciones, divide a la nifiez y adolescen- tia en varias etapas, siendo que el pensamiento formal se inicia y desarrolla durante Ja adoles- cencia, pudiendo culminar su proceso incluso mis alld de los 18 afios de edad. (80) RONCERO, David et al, “Procesos cognitivos dis- torsionados en la conducta agresiva y antisocial en ado Jescentes” Anuario de Psicologia Juridica, vol.26, n° 1, p. 88-101. (31) LLAMAS, Nicolés Ezequiel, “Derecho Penal Ju- venil y Neurociencia. Una aproximacién al estudio de la mente joven” (en I{nea], Rubinzal Online, mayo 2017 (publicacién en curso). (32) PIAGET, Jean, “La pstcologia de la inteligencie’ Editorial Paidés, 1988; y “Psicologia del nifo; Editorial Morata, 1993. ‘AAI Vil N° OS « JUNIO 2017 - Derecho Penal y Criminologia + 207 CRIMINOLOGIA DOCTRINA Llegado a este punto, es menester diferenciar Ja situacién del nifio deprivado, de aquel que realiza actos antisociales. Tal como lo indica Colombo (33) recordando a Winnicott, un nifio se convierte en deprivado cuando se lo priva de ciertas caracteristicas esenciales de la vida hogarefia, siendo que la actividad denominada antisocial se expresa como una esperanza. La conducta antisocial, por otro lado, se relaciona con el trastorno de personalidad antisocial (34), es decir, con la delincuencia y la violencia. Para la psicologia, las propiedades que definen las personalidades antisociales no son los actos particulares que realizan, sino la concepcién tan arraigada que tiene de la vida, siendo que tales individuos pueden ser crueles, sAdicos, violentos, casi nunca demuestran ansiédad y no se sienten culpables. Esto demuestra un corte en lo que respecta a los deprivados, los cuales reconocen su accio- nar fuera de sus valores, y muchas veces inten- tan otro estilo de vida que quiz4s no conocen y s6lo idealizan, pidiendo contencién, figuras que los sostengan, y auxilio a los mayores para en- contrar un nuevo camino. Los autores resaltan que la mayoria de los NNyA que se presentan en causas de respon- sabilidad penal juvenil pertenecen a familias disfuncionales, con vivencias de abandono, di- versos tipos de maltrato, pérdida de los proge- nitores 0 de los referentes por hechos violentos, o por encontrarse detenidos. Suelen ser familias, que no establecen reglas claras de convivencia, encontrando que muchas veces han abandona- do sus estudios, no realizando actividad diaria, ni escolar, ni laboral, ni recreativa; y muchos de ellos se encuentran consumiendo sustancias psicoactivas (que, si bien no son adictos, no son proclives ala recuperacién). Todo esto, produce un comportamiento que oscila entre lo impulsivo y lo reactivo, la apatfa y el desgano, una estructura de la personalidad que ha quedado estancada y que no puede dar (33) COLOMBO, Rosa Inés & BREUER, Sergio Cristian, “Menores y Adultos en conflicto con la Ley. Evaluacién psicolégica en contexto juridico’ Cauquen Editora, 2010, p. 19-20. (34) DSM IV, Manual diagnéstico y estadfstico de los trastornos mentales, segiin la American Psychiatric As- sociation. 208 « Derecho Penal y Criminologia - ANO VII + N° 05 + JUNIO 2017 cuenta de recursos adaptativos propios de la edad, poniendo en riesgo sus vidas, y las de los que lo rodean. La exposicién de los NNyA, a lo largo de sus afos infanto-juveniles, a vivencias traumdticas, ha de “programar” sus sistemas neurales, por merced de la mentada plasticidad con orienta- ciones conductuales antisociales dificiles de re- conducir auténomamente. De ahi entonces, que la pretensién politico criminal de disminuir la edad de punibilidad del joven, aparece sosla- yando la evidencia cientifica. Es que, las modi- ficaciones “plastics” pueden llegar a completar sus funciones hasta los 30 afios de edad. La pe- nalizaci6n, Ja intervencién del poder punitivo, la opcién por la imposicién de penas, al menos en casos como los tratados, constituyen un cie- go avance por el terreno meramente sanciona- torio. Algunos trabajos mds recientes vienen a co- rroborar aquellas ideas que en los hechos signi- fican ni mds ni menos, que cuando se producen continuadas activaciones de las conexiones neu- rales, ciertas modificaciones fisicas son su corre- lato. Asi pueden verse los aportes de Moya (35) (quien a su vez se inspira en los aportes de Dres- tke (36)). Por supuesto, esas modificaciones son tam- bién producto (causal) de lo que Bishop y At- manspacher (37) llaman condiciones contex- tuales contingentes. En este punto, recordando una charla con José Manuel Mufioz Ortega (38), (35) MOYA, Carlos, “El problema de lo mental’, 2012, ‘Thémata 46: 43-55; y “Mind, Brain, and Downward Caus- tion’ 2011, en Moral Behavior and Free Will: A Neurobio- logical and Philosophical Approach, ed. J.J. Sanguineti, A. Acerbi y J.A. Lombo, 185-200. Morolo, Italia: IF Press. __ (86) DRESTKE, Fred, “Explaining Behavior: Reasons in a World of Causes; 1988, Cambridge, Massachusetts: MIT Press; “Mental Events as Structuring Causes of Be- haviour’, 1993, en MentalCausation, ed. J. Heil y A-R- Mele, 121-136. Oxford: Clarendon Press; y “What Must Actions Be for Reasons to Explain Them?” 2009, en New Essays on the Explanation of Action, ed. C, Sandis, 13-21. Basingstoke, Reino Unido: Palgrave Macmillan. (37) BISHOP, R.C. & ATMANSPACHER, H., “The Caus- al Closure of Physics and Free Will’ 2011, en The Oxford Handbook of Free Will (2nd ed.), ed, R. Kane, 101-111. Nueva York: Oxford University Press, (38) Damos las gracias por su generoso aporte al CO- lega espatiol para la realizacién del presente articulo. Al ppyc debe tenerse presente que la realidad se pre- senta con diversos niveles ontolégicos donde existen tres posibilidades de incidencia causal, ya sea descendente (ej: desde la psicologia) hasta niveles inferiores (abordados por ej. por la biologfa celular); en sentido inverso, es decir, ascendente; 0 bien, una causalidad intranivel, esto es, una causa y un efecto que actian dentro de un mismo nivel ontolégico (¢j.: una neurona que activa a otra a través de la sinapsis). Cuando decimos que los niveles superiores influyen en los inferiores, es donde se produce laconstriccién que procede desde lo ambiental, a través de las influencias culturales, semanti- cas, etcétera. Si estas aportaciones brevemente explica- das las trasladamos al fenémeno del desarro- Ilo —puntualmente neurolégico— de los jove- hes, segtin Tapia y Lichtman (39), cierto es que variados circuitos sinapticos existen a priori de modo que merced (entre otros rubros) al apren- dizaje pueden reforzarse los caminos sindpti- cos, En este tramo, asoman aquellos conceptos respecto, y para ahondar atin mds en temas relacionados conla aplicacién de la neurociencia en otras dreas cienti- ficas, recomendamos especialmente consultar la exposi- cién brindada por este autor en el Seminario “EI liberta- rismo frente a los experimentos «tipo Libet»" del Grupo de Investigacién “Ciencia, Razén y Fe” de la Universidad de Navarra, realizado el 20 de septiembre de 2016, en su sede de Pamplona (disponible digitalmente en https:// youtu.be/eyBDIV-ZKPg [consultado 25/04/2017). (39) TAPIA, [Cy JW. LICHTMAN, “Synapse EI imi- nation’ 2008, en Fundamental Neuroscience (3rd ed.), ed. LR, Squite, D. Berg, FE. Bloom, S. du Lac, A. Ghosh YN, Spitzer, 469-490, Burlington, Massachusetts: demic Press. José Angel Marinaro y Nicolas Ezequiel Llamas | de Hebb relacionados con el “uso y desuso” de conexiones neurales. Es decir, también pueden desaparecer algunas sinapsis y este proceso puede ir més alla de la adolescencia y operar hasta los treinta anos (40). Més atin y para el contento de los veteranos, existen evidencias segtin Spalding (41) de neurogénesis adultas. Y para comprender mas el fenémeno, téngase en cuenta que esa neurogénesis es mucho mas intensa en los primeros tiempos posteriores al nacimiento. Vistas asi las cosas, puede entonces suceder que entre las conexiones nuevas y aquellas que se pierden el joven se va moldeando, y como se- fialamos supra, adquiriendo virtudes o compor- tamientos ilicitos. De tal forma, para estos tiltimos la ansiedad politica clama demagégicamente ampliar la po- sibilidad de imponer penas a jévenes cuando la evidencia cientifica nos esta indicando que el proceso de crecimiento viene condicionando las posibilidades de ejecutar comportamientos alternativos, en supuestos de deprivacién. El Estado debe, por imperativos de racionali- dad (art. 28 CN), agotar los medios para el abor- daje de la problematica que tratamosy escuchar as voces de la ciencia, antes que las especula- ciones politicas no ilustradas. (40) PETANJEK, Zdravkoet al, “Extraordinary neoteny of synaptic spines in ‘the human prefrontal cortex’, PNAS, ‘Aug. 92011, vol.108, n° 32, p. 13281-13286. (41) SPALDING, K.L. et al., “Dynamics of Hippocam- pal Neurogenesis in Adult Humans’, 2013, Cell 153:1219- 1227. “AIO Vi « N® 05 « JUNIO 2017 - Derecho Penal y Criminologia + 209

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