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I. La yerba mate y la vida colonial 1. Sus origenes rituales en la cultura guarani Durante tod la época colonial, cizoularon las mas disp res versiones acerca del origen del consumo de la yerba mate. Lozano, en el siglo XVIII, nos relata la historia de como Sento Tomé, viniendo desde el Brasil y ooupado en la prédica del evangelio, hallo en Mbaracaya dilatados| bosques de yerba “.. cuyas hojas eran mortifexo vene ‘no; pero, tostadas por el santo apéstol, perdieron en sus manos y'en el fuego, todo lo nocivo, quedando efic antidoto. ¥ por esta raz6n, dectan los indlos, que siem pee tuestan la yerba para usarla, porque los’ enseiid el santo...” '. Antes de sonreir frente a esta peculiar sion de los hechos, no debemos olvidar que detris de Santo Tomé, se encuentra ls figura de Somay-Sumé, el héroe clilizador de la tradicion religiosa tupi-guarant que este leyenda sobre la accion blenhechora de Santo ‘Tomé es uno de los temas centrales del sincrelismo pos colombino entre los tupiguaranies que tayo difusion, incluso, entre grupos indigenas no reducidos Gaspar de Escalona, que redacta s1 Gazophilattum de un siglo antes que el padre Lozano escribiera esas Iineas, afirma que “... es general Iq opinion en aquella region que 8, Bartolomé la mostro y descubrio a los ‘Lonano, P, Mitoria de a conguita del Paraguay, Rio de a Plata y Tactmén, Imprents Popelar, Buenos Aves 1843: ome h PACE Mitraux, A. Lo relation des Tupinomba et ses rpporte vee celle den auras itbus Tup-Gusront Liven Emvst Crouse, Farin, 1988, pp. 1-30; Clatrar, La lere sone mal Le prope: lam luptgusron, Baiions de Seti, Para 1975, pp. 27 28, 35 naturales.” *, Beta versin os considerada apéerifa por el mismo Lozano quien, pese ® tecoger, como vimos, la iradicién aceres de la intervencién del venerable apostol ene asunto, no olvide mencionat la opinién de su com paliero de religion, Antonio Ruiz de Montoya quien en su Conquista Espiitual,,. habia aflrmado: "Digo q. con todo cuidado he buscado su origen ente Indios de 80 y 100 ahos y he sacado por cosa averiguada q. en t70. ¢ estos viejos eran mogos no s9 bevia, hi aun se conocia, sino de un gran hechicero o mago ge. tenia trato con el domonio, el cual se la mostrd y dia q, cuando quisiese consultarle beviesse aquella yerua y ati lo hizo y de st ensefianza otros qe. en nuestros dias hemos conocido y comunmente los hechizos qe. haven llevan desta yerua Dieron en usarla los Indios viejos, pero eon moders Amén de este testimonio de Rufz de Montoya, tene ‘mos muchos otros que nos confirman la realidad de este liso (similar al consumo ritual del tabaco por parte de Indigonas de diferentes grupos étnicos amerieanos): uti lizacion de la yerba por un Karai en el pueblo de la Concepcion de los Gualachos como medio de adivina cidn: su uso pars “eonfiemar” una unin matrimonial en otro pueblo de Itstines o su consumo a guisa de bienve- nida para recibir & un personaje iustre *. Antonio Sepp y Florian Baucke nos muestran asi mismo, el alto conte. giosos de ta Compaiio de Tesus en las Provincias del Paragucy, ido ceremonial que continin teniondo In yerba entre infos no meducidas, mas de un elo despues de eras fundacionesjetcas dl Paraguay Ss evident fa salitud de la extension del consumo risual de esta bebida en Ie cpoca posterior ala congue Gon el fenomeno reistrado por lt cova que nos doce ben Acosta y Gobo”, Ey decir, wn preucte due en un moniento determinado de Ia vida dela aociedad fig, ‘i era consumo cal exelusivamente con ines corona. nals y relgiowos y que debia estar, porlo tanto, roden dio de'un cierto halo pestigiono, al Cortarce muchos de ios primitivos lazos celtrals qe limttabaa nu utice ion ual, esta medicine magica expando rapidement Su consumo en ampilos sestoresindigonas inmedts. snente mestizos “Toda una serie de fuentes atestiguan esa expansion fulgurante en su region de origen y curiosmente, tan bin asian as coce ia fama del producto perwano era tan grande que evitaba larg y faragonosexpicalo. hos .. por quanto lor govemadores. tienen costan bre yabiar por ynterposisa Personas los Pueblos do yadion encomendados aloe wezinos a hacer yerua ue ee a'manera de coca. dice una qua de 1581 "= pero, Vie Sepp, A., Continuaién de los lores apostéicas, BU: EDA, Duenos Alves, 1975, pp. 108119; tambien, el lao autor.” dardin de lorew pareerio, EUBEBA, Beros “Aue, 1974,'p, de; ae! mismo de Florian Baucke, Hacks olay pare eet (Cna’ ica entre lor inion mosotaes, 174841709), Unlertaad Nacionat de ‘Tucumin, Tueamin-Buehior Alves, 1948, tomo It prea l06, 2CF, Acosta, J de, Historia natural y moral de lt indios en gue trata les son nolabies dl estoy elementos, metas plenos ¥ animate deity toe rion y ceremonion Ieee goviomey laura de oe Indio, Trmpeso & ca de Suan de Len, Seria 1380, pp. 261.258 "ode Audionsia de Charest, 1/10/1567, eh AGLEacbe tia de Camara 882 A: tamblen i presntacon el capitan Phe Inie de Geray, Asuncion, 4/7/1808" en AGLCharens 38 la Tele ‘lam Gerta y vrdadera”, de dash Hata Corona, Asuncion, 12/2/3608, on ACL Cyarens 48 y ninatraction de 1604, en AGE dems, en esta asimilacién subyace toda una represen teeion moralizante que, como veremos, impregnara du- ante los primeros anos de la vida colonial el examen del problema de la yerba mate. TE hecho indudable es que Ia yorbs, deste los inicios de Ia conquista en la region del Paraguay, era un produc to clave en la relaelon de los blancos con el indigena y Franeiseo de Aguinre constata su utlizacion como "ta: cin’ ya desde ln epoca de Martinez de Trala *. Los primeros documentos que hemos hallado sobre extrac: ion de yerba se sitiian ae{ mismo en wma 6poca tempra- naz en Jos aiios sesenta del siglo XVI se habla ya de su teieo en la region del Guayra' La extensién del consumo ‘emprana debié haber sido entonces Ja difusion del ‘consumo de la yerba entre los mestizos y blancos del Guayri y de Asuncion; este es uno de los tantos fendme- nnos de recepeién por parte del espatiol de elementos de Ja cultura indigena y atestigua del intenso mestizaje so ial y étnico de la region. ] primer documento que conocemos sobre consumo no indigena de la yerba, esti fechado en 1594 y se trata de una arta del padre dvan Romero de la Compania de ‘Jess, quien en su relato del viaje desde Santiogo del Estero hasta Asuncién, descubre horrorizado que en la villa de Coneepetén del Bermejo, tanto indios como 0 pavoles foman “.. up, agua mezclada con yorua que la man del paraguay..""", Beta difvsién del consumo de “Aguirre, JF. de, “Diario de eaptén dan Franclaco Agui oN, ions XIX No, 47-400 357 "cr, tnstucetones dean Orleps a capitan Russ Dias Meigs cig, Anuneion, septembre de 158%, en ENBA'GGY No. 1381.2; in'*netncion sym clade de Juan Bautista Corona [1003] habla tbe uv cl trilice dels vera comenso "de quarenta sho ¥ mls tTompo seta parte" on AGTChares 48 PGE Ketan BWAMeruitan, 81s, 58, la yerba hacia el grupo mestize-blaneo no sera vista con buenos ojos por fos moralistas de Ia época, como ya vyeremos... ero, pese al arsenal prohibitivo, en la prime: ra década dol siglo XVII, las fuentes ya dan por segura au extensi6n por las gobernaciones del Paraguay ¥ del Tucuman '*. En 1616, descubrimos la presencie de co ‘moreiantes trasandinos en Mbaracaya 'y a fines de esa éeada es conocida en la propia madre patria, al menos fn algunos eiteulos de estudiosos relacionados com el mundo americano '*. Pocos aos mas tarde, llegar t donde tendré uno de sus mercados mas importantes: la region allo-peruana "*. Y'si nos dejamos guiar por las iseveraciones del Padre Cobo, no sera ya Quito o Pans mi el punto més al norte do! largo viaje de la yerbs, sino ol propio virreinato de la Nuova Espana" "Sole su concumo en uenos Ales, cf, ACEA, tomo Up 2 (2009) en fo que hace cl Tucuman,vége la cata st Teun se Ja Sania ingubicidn, en ABNAtinguiatn, Hive 1087, nig, Oeste Cts nbs, pae Peo de Obte [166 in olan poms Bbotce Orient Oe ental Neution | Geogrofiea, en Mattia poy sn Oongales, 1689 Yet Question Alora acl Chocolate guebrante ton Bett “Tratase de otras bebides) confacciones gue t tna gn varies nce en Madras por Is Vata de sn Gonguien 1630, a Antonio, Robles Corse, Gus parece nunca fue eitad 9 i tra de Bartolomé Merraton, Del Fubace, fu dato que cause, ‘nis adelante on ta nots 56), on las Cusee so Iota ect istGartaanua do Padce Nicol Dusen. [1628], in MCDA ; [2628], iw men i pr'un espa dein armada det Pera‘eon uh mie yt oy 5 obvio, como tendremos ocasion de mostrerlo cuantitativamente, que el_mercado por excelencia ‘amén Wel rioplatense~ es al peruano; existe, ademis, tun elemento sinifieativo que nos ha transmitido la len fable de esa premineneia: (y aun mas ald...) I infusion realizada eon In yerba paraguaya ser conoeida como mate —del ‘quechua y que designa a la tipica calabaza fruto de la Tijenaria bulgaris—~y no con el guaran Kaygud, Pero, bay un fendmeno que vs mucho mis sorpren- dionte gue el de su mera dispersion espacial: la capack fad de la yeroa para intetesar el tejido de le sociedad Colonial. Una sociedad erdrquica, donde las manifest tiones exteriores de pertenencia a un grupo éénico © Social determinado suclen ser bastante rigidas (piénseee, sino, em la forma on que esto os vivido a través de ln vestimenta 0 del ceremonial pablico), sucle aceptar Fegaadionter un hbito de consumo due abarque todas sociales y grupos étnicos, Por elerio que esla caracteristica, sefialada ya desde muy” Yemprano por las fuentes, nace en un érea de la sociedad colonial (y en un momento especial, la con- quista) donde los limites étnico sociales son muicho mas tenues_y'no poseen todavia la rigidez que después con- formaria en otras areas —y secundariamente en nuestra region 1o que algunos autores han lamado “una socie dad de cast2s”, Obviamente, ello se vineula con el tipo especifico de relaciones que’se entablan entre el indige- nna y el blanco en la rogidn, Bl temprano mestizaje, con l hecho adicional de la aceptacign relativamente amaplin el mestizo como integrante del sector espafol, tienen mucho que ver con este earacteristica. unto con la yer: hha, el tabaco sera otro do los productos que los mostizos no tardan en adoptar, ero, més sorprendente atin, ¢s ol hecho de que esta, difusibn a través de casi todo el tejido de Ia sociedad colonial se mantenga incluso cuando salimos del area fenso mestizaje del litoral paraguayo-tio platense, No s6lo el encumbrado sefior de indios ealteno al igual que sus indios y peones) sino el minero potosi- tw, el rico comerciante de Lima 0 cl ganadero quitead son adoptos al mate. También en este caso, las fuentes vonfirman esta particular difusién social y étnica *” Si no hubiera un sinfin de otras diferencias, ese solo sspecto bastaria para alejar a la yerba de Ia coca, chocolate o el té, con quien entablara durante mis de ‘cairo siglos un activo distoga. En efecto, elerythroxy- um coea de Lamarck, solo raramente susle ser eonsumi- vio fuera de grupos indigenas mestizos fuertemente ssimilados al indigena, El chocolate o el £é, por otro ldo, tardan en ““descendor” hacia los sectoree inferiores «le ld sociedad colonial en este area y habré que experar lh época republicana para que ello ocurre en algunas rgiones, Pero, si bien el consumo de la yerba tiene la difusion, suoial que mostramos, no por ello se dejan dle marcar lag Uiferencias sociales que exige una realidad como la colo- nial. En el siglo XVIt, Cardiel afirma: "la toman en {anta abundancia pobes ¥ ricos, los pobres en vasos de calabagas pintadas o de palo santo y los ricos en los ‘mismos vasos guarnecidos de plata y con bombillas de lo mismo para sorber... Los de conbeniencias hechan en Jel] agua azicar y pastillas arométicas y los pobres y Jomaleros y Esclevos la toman sin mezcia alguna..." tectonic wn sig at Ro dela Plate 9 de et por tere of Por on obientacioner ste loe hebitonti, sea indios © expats, lex eluates ef comer i feria yin riguoses de ite pars ie America, (1081-1680), fer & Vay, Buesos Aten, 1842. pp. 1o-34; Corea, F, Voyages de, aus Indes Occientales, Cone: ttm ce quil ood de plus remdrguable pendant ton sour depute 186 juay ‘en 789% Chex 3 Predere Herta, Ataterdamy, 1722, tomo tp, 218: Pezier Relation au voyage dea Mer du ud aut (Cites duchy ot du Peron. Fait pendant foe anager 912,171 £2'1714, Chen sear Gaottaty Nyon, Esenne Ganees, Segue Gut Mu, Pats, 1716, p. 180s duan, Jy Ulla, Ay dy Relacton hstr def age’ a America Méridlonat, em Maa por’ Antonio Matin, 1743, tome lp 143 MGyedil, dr "Breve elim." [J791}, on BRAMO-ILS, No. 2231 stnaiara amigos fe. De tal modo (y la plateria americana cuenta con sinnt mero de ejemplares de las mas diversas formes, tamatios ¥y pesos como buen testimonio de ella) serd en fa manera de tomar el mate donde se manifestara Ia estructara de Ia sociedad colonial. Bombillas de humilde eafa, de pla 1a, de oro... Mates de palo santo o plata, Incliso oxiston ojemplares de hornillo, caldera y conjunto de matey ‘bombilla de plata de la mas fina purer. Ahora bien, justamente esta capacidad de la yerba para difundirse en el tefido social, es, quizés, uno de los Slementot que explican el sottanido atlmento de su co: mercializacion; aumento que no se detendri, ni mucho ‘menos, durante toda la boca colonial. Pues si bien alg hos productos del mereado interno estan ligados dicecta mente a ciertos seclores sociales y a sus vielstudes (pensamos, por ejemplo, en Ia relacion que puede haber entre el erecimianto del mestizaje ~socislmente hablan: do- ¥ el consiguiente aumento del mezcado potencial para los tajidos;es deci, la conversion del “indigena” de un “'mestizo” que ya no consumira estrictamente en el ‘marco de su comunidad), el caso de la yerba es distinto ¥y en esa diversdad radiea uno de sus aapectos mas atrac: tives. 2. Por qué la yerba? Ahora bien, cudles son las razones que impulsan sl con- sumo de este peculiar producto vegetal? Si levantamos lun poco la vista y miramos mis alld de nuestra América, ‘nos. sorprenderian clerias similitudes entre ls yerba ros productos. Por ejemplo, en un tratado de sitesi ‘como ol libro de L. Lewin Phantestiea... escubrimos, on los eapitulos dedicados & los excitantia y en especial, en la parte dedicada a toda una gama de productos rieos en cafeina, una serie sorprendente de semejanzas, Semejan- 1as que se refleren sea a diversos aspectos de al const ‘mo, sea a Ia existencia de un mundo cultural pleno de Sgeificacion que rodea siempre el uso de estos produc: Un primer hecho 1 destacar: el carter convivial que lione la uilizacin de estos excitantes de origen vegetal lex paraguariensis si blen no tavo sus café 0 cosas de 1, peso a repetids (y fracasados) intentos, posee igual= monte ese earicter convivial desde sus mis lejanos oF sos indigenas. Es difiell ransmitir a quienes no gusten Niel mate, el hondo carécter de acto compartide que tiene Ia ronda de la calabaza que va pasando de mano en mano. Ese caracter se acentua aun mas por el simple Ivtalle de usar siompre la misma bombilla, Detalle que, tvor otra parte, tan poca gracia hace a los no iniciados ‘stand llega la hors de un amargo, (tro elemento que aparece en ls historia de casi todos stos productos ricos on eafeina y que lambién ha suf to al tlex: Ie pasion con que sus partidatios y detracto- ins se han enfrentado para explicar las “eausss” que dan significado sa consumo, Pasion donde el pregmatismo tie unos debi6 enfrentar et supuesto moralismo de lot "inalmente habré que referirse a un hecho clave: la riqueza en eafefna de todos estos productos, si bien no aleanza para “explicas” todo el mundo de valores socio frulturales que se mueve detris de ellos, nos ayuda a) comprende® la rizén profunda que ha impuleedo a las fs diverssscivlizacionos a buscar en estas plantas “me lun complemento indispensable para su equilibria Vital y alimenticio. CComencemos por el primer aspecto de la cuestién: al hablar de la forma en que se consume la yerb2, nos ‘nfrentamos con un pequeno escollo y por consiguiente ‘una pregunta: ;edmo consumfan el ilex los indigenas swaranies antes de la llogada de los espafoles? ‘excelente estudio de Amaro Vilanveba EY mate, hhace remontar la forma tradicional de tomae mate —es lecir, la utilizacién de lacalabsza, la boraillay el cad: Lwin, Ly Phantotis, Droge pevehédiignes, stupefiants MERCADO INTERNO ¥ ECONOMIA COLONIAL ro~ a los orfgenes mismos de su uso en le comunidad indigena.prehispaniea *°. Nosotros penssmos que el punto es discutible, ‘Los primeros testimonios que posoemos acerea del consumo de la yerba en el marco de la cultura guarani, parecen mostrar dos formas diversas de utlizacion: una 2 manera de refresco ~al es Ia palabra que usa Ta fuente Y parece referirso a un lojano antecedeate del actual tereré tan caro @ los paraguayos~ y otra como vomito rio, Ambos estiles para hacor uso de la yerba tienen, por sipuesto, un alto contenido ceremonial, mas, se 0s fescapan sus diferencias en el marco de la cultura indige- na, Hn todos los casos se hace menecion a la eulabaza y no debemos olvidar el hondo sentido religioso que posee In ealabaza y Ja mbaraed en la cultura tupi-guaran??? Cuando pasamos al consimo dela yerba por parte de ‘mestizos y blancos estan dos formas parecen haber con sorvado su identidad. La primera mencién que poseemos sobre el uso de la yerba fuera del drea estricta del Para- uay y que hemos citado un poco més arriba, es harlo fexplicita en este sentido, refiréndose expresamente al ‘uso vomitorio del ilex?”, En la década del 10 del siglo siguiente, el padre Diego de Tomes, en pleno y encarn- zada lucha contra al *vicio”, vuelve a mencionar este aspecto y afirma que se tome”. una hierba molida que fs como sumaque con agua caliente en tanta cantidad 20Vilanacba, A., EI mate, EI arte de cebor, Los Librot del Minas, Bonen ‘ive, 1082 2104 ea Bech Crt Kn pare Poe ate 2038) ie Hla, tomo Xk, p. 14, donde’ aparece ia retarenen al rerence fn canto ol uso tomer, ef. Lx “Ann do Padre Diego Fe od} ADA, torno 9. 90. 3 Metta Ay La eign p72 y Clates, Hy La terre sana malty pp. 88:90; Diogo de Toc, en sears Sire Bac, aia, reflash re “icon entre los yor de paraguay. desnom (rode este ‘cio y ee aplscela os yndion em fia de Duereo en la vanes ‘eben. en BAM, 1064 35, "2eaia' a Tuam Romero al superior de le Compete, Am con, 8/9/1804, en BRaMelentan Bye 8, ‘quanta les cabe en et euerpo y luego se probocan a Dejemos de lado (por ahora), los ribetes mo- ‘alist de Ia carta; el contenido de ella es evidente en lo vue hace a esta forma de consumo de la yerba. Y otras Ientes que so escalonan todo a lo largo del siglo conti. tan este aspecto vomitorio del consumo del lex. Po 10, asi mismo, esas fuentes dejan ver también otras for iis de utilizacién que ya habiamos observado en Is sna prebspniea: ex decir, como refres o o lisa y lsnamente como medicine can Ja acepeion tan amptia de este término en la épaca"*, Pensamos sue todas estes formas se mantuvieron en uso asta ©] iylo XVI. imbiéa. existe otra forma colonial de consumir la vera: el Iamado Te de fos jesuitas —o sea la infusion de ths hojas en agua caliente para ser bebida coma un sim. le £2 que no es otra cosa que el sufrido mate cocido, fue en ana época dio caracteristico aroma a nuestros Mlesayunos de la escuela primaria, Vero, hay algo que es necesario destacar. Ep ningéin momento las: fuentes tempranas hacen menciin a la hombitia (sea ésta de metal 0 de cana). Y es mas, si nos vjamos guar por el testimonio de Debrizhatfer, toda vita mediados del siglo XVII, los indigenas de fas m 2scarta citada de Diago de Torre # satdenal Borromeo, AMER. tobe, fi. 838 2Véanie informe del procutlor Alonto, du La. Made jt Aguite. 3 , “Dias del expan "foe si, fom XIX, pp, 858-360; carta del padre Diego de Torees al Trina de in aguieton [2610], om AHNM Inguistelin libro 107 ‘og 94,Sepunda Cra ‘Anua, pave log de Tomes (1516) or Dla, tome XIX, p. 42; informe anon de lx lage del 0 roc FARE omg an dP Nc fe Conga Fel 9 mas Beelona Agvero, O. de Geso hitaetam rain ei, pp. 288-258 CE eae de Montoya, A» Congait. city fx 9 vn Coby W, Mistorans ety pbs BIBETa Newell, Relsion its pa 4 siones jesu‘ticas no usaban ningén tipo de bombilla: “Los Espaioles lo sorben por un eafito de plata... Otros se sirven sea de un eafito de madera o de alguna cafita, Los indios que no hacen Uso de este cafito, sorben invo- funtariamente una cantidad de yerba..”"? Para resumir: podemos decir que durante los primeros cien anos de consumo de la yerba mate fuera de los marcos de Ia cultura indigena, se mantuvo el uso como ‘Yomnitorio (este tipo de utilizacion es, ademés, el igen de las confusiones que suelo haber entre escritores del siglo XVIII y XIX entre al ilex paraquarienss y al ilex cassina®* ) y como reftesco, habiéndose agregado poste Hormente al uso de la tradicional calabaza, la bombill. Después parece haberse perdido ese primer aspecio vo- mitorio ~salvo en usos estrictamente medicinales'”— y surge ln ulilizaciGn come infusion teiforme. Bs evidente {que cuando decimos refresco nos referimos tanto al mi te de agua fria (que, pece a una creencia popular muy difundida en el Paraguay, no nace durante ls Guerra del Chaco, sino que su origen se pierde en la noche de los 2 Dobishofter, M, Historia de Jos abipones, Resistencia, Pe cltad'Ge Hmarignden Universidad Nacional del Nordaste, 1967, tomo bp. 189 ST GontulGh que ademas es habia en fos tratados pretend damesie snciclopetico como lor de Valiont ee. Bomare y ‘Sulgnie,Tambsen soc, a vecer,confandiae sla yeroe mato aoe Ster lente del goners les, gwayuan,selizada por aquaas ‘ebus del actual Sclador (et. sobre Inrwoyuns Hare Alva? 8. Shamatieme > formacepea ene reno de Quito, inttato Beuate ano ie Cloneae Naturales, No. 75, Quito. 1071 y Oberem, U. ‘Sls inion guia delete al Eeandr” tn Murnits, IV, 2, Quite 1988), Piri autores como ol heemano Pedro Montenegro, en 52 rmanueiie“tabre peimera de la propiedad 9 birudes de lot ‘bales | plantas de los Mosones "en BNNs 10914 (hm sido furlelmente publica en is REWBA) y Dobrithofter en Hix. [eran ct aetaenn is continoldad de eae uso vomitori. Uno {los pcos autoren dein epoca ue entendl a evolucion del umn Ae a'yoron de ets formas lastestants, Lowano en Su Mtoe tlompos?® como de agua caliente. Obviamente, esa dife nein en ta temperatura del agua, depende, como lo ‘muestra Amero Villanueba, tanto del clima ~damos fe (ue intentar tomar mate caliente en un eldsico dia del Inegaikimo verano asunceno, puede reprecentar una ver «indore procza térmica... como del hecho que el mate wn dulce o amargo"*. ero, hay algo que debe quedar como sintesis de lo sue hetnos desatrollado: en todas estas formas de cons tio {ineluso en el temprano estilo vomitorio, aun cusn tle ella suene muy poco agradable) existe un acentuado | ranieter convivial. Un fragmento de la carta citada del | Iirovineial jesuita al cardenal Borromeo, muestra bien| ‘ow eardeter de acto compartido, al afirmar que se juntan fn tomar mate “las personas de una cast o de dos figunos amigos de todos estados una ves 0 dos al da, ‘Oliwiamente, el hecho'de que esos amigos hayan sido de tudes estados, nos muestra la temprana capacidad que ‘sive lt Yerba para subvert (en cierto sentido) las barre- rude una sociedad como la colonial; su capacidad de tunie més allé de las diferencias... No por agar, el poeta, sorprendido por el marcado crieter convivial del tito, lo ha asimilado a la eélebre inipa de la paz de los indios americanos: AL foratero ef parspeano frie a tora fora cl goucho de bone ea fax ntendi ou fogon de hermano Shue site de mare en mano Ziel eatumet dea as ‘0 Nowoteos heros haladotetimoni diretosaceres de! con samo del tereré desde ni menor 1638 (el las respuesta de Pram theo de Palacion y Exetun ge Vergurs al cuestonaig veaizado for L085, en BREL29.2-, fy, Tua. ¥ 11), pero el profesor lel A Pasies Gena do Asti, pone testimonios ain mie MCC Vilanueba, Ay ED mote. ci pp 150178 2 Veesos del Canto fa Argendine de Rubin Dario. Por supuesto que sequia habiendo formas para mos- tar las diferencias, Ya vimos como los “aperos” del imate distingufan ast poseedor. Pero, ademas, podian marcarse de muy diverse manera las distinciones socia les; Juan A. Carrizo nos trae una copla popular tucums nna donde ei pobre y el rico, pese a compartir el mismo mate, no serin tratados en pie de igualdad Sian pobre loge 2 una eae Yimaies est ecbando Jnllagros que te don uno, Con foe palit nadondo® La versién saltefa de esta cople, guerda idéntico signi- fieado: Cuando ef pobre Hegea tiempo 3los mates van erazondo ‘demo pobre un mate chulle on os palitos nadando™ Mate chulla on quechua es mate avado y asi vemos que, pese a todo, las diferencias subsisten a‘in en la rue- dx del mate... La yerba frente ¢ ia mora Si bien hoy puede parecernos ridfeulo, Ia yerba debi6 fentablar una dura batalla para imponerse ante los calo- “Zoi defensores de la moral que la atacaron desde tempra- ‘no con todo un arsenal represivo. Bn 1596, el procurs or Alonso de la Madrid nos cuenta que “se ha exten: ido tanto el vieio y la mala costumbre de tomar hierba fentve los eapafioles, cus mugeres e hijos, que exceden en 23Canio, JA. Cancionero popular de Tucumén, Univeriénd Nacional ce-‘Tucoinan, tomo It, Buenos Aire, 1037, pp. 268-264 seektd, J1A, Cancionero popular de Sala, Unters Ne csogal de Tucarai, enor Aes, 1933, 031 ° co a lot indi. (318 viel que convene extiparto ingue mas no fea po el pundonor que deben tenet ox Spanos." Bl foro del documento, con todos sis betes ingustrile, no da gar a dudes acerca dele Proocupason que shina ait petonsie tro punto ie quejatente ala yer en esta 6poc, cs st confi regi con el stcramento de com tion “por tonal, no oven tise sermoney, te brantan los ayunos y dan mal ejemplo a los hijos... aa Un dovumenta cores er ms explo aun =. o que poor ls quia a fecuencia del taeramenio poraue nes de smaneser comienzan estos vision °= Para funos autores eoloniales, como Len Poel, quien tata Sliena on st Goertion Hora el Chocolate qubrante Gf ayuno., el hecho de tomar mete "No quebrants Strano cies, por set bebida de gu eapeto de Ia imuy poca yer. El ayun moral bien usgo le quebran: tar porque bi en aunos ee medicament! bueno, sedan Gon causa, on lobmas es ilo {oa sn necesidad ni provechow""®” Con fo eual i bon no quebranta el tno, coneivimos que eguaiaeate nw. ‘De tata forma cotlenzan «encadenare a dimosiic ne prohbira, La primera que conocemos ead din por Hemandarig en 1598 "que fulmina con 10 Neos de mates 15 ge doedoa quien Sues sorpren- {ito bblendo jerba”*: Unosafos thes tarde, Diego de Torres rtlama atadamente al Santo Oficlo dela Ing sion" ar excomuniones nolan en leg y algunas SStnforme del prosursdor Alonco de La Made [1596], in suites 3F do, “Darton ed et, tomo XIX, No, 47-48, pp Meuse of informe andnimo (ea. 1610}, transerito por Pas lettin PAST, toma Ts p88, "sfopanda Care ‘Aman, padre Diego de Torres, (1610), in a, tomo IK pa ‘vane a Queeion Morel. lt he 6 "> Auto de Herpandarartsnserito por Aue, ep elt, tomo xg, Ro. 4-48, 9p. 380°381, ToCaria enviada a Sento Oficio de Lima en 1610, en AHNM. nuquinton, Wore No, 1037, fn 192.194 va 80 cartas de fos padres Cataldino y Maceta que se hallaban fen Mbaracayd: por entonces, se hacen eco de las conse- ‘cuencias de estas medidas’. Se agregan a ellas, un ban- ddo de Hemandarias que probe totalmente todo tipo de {eificos en Mbaracayt referidos als yerba mate’ Pero, #1 bien estas medidas marcaron un momento de detencign en el tréfico yerbatero, ello no impidié la fexpansi6n del consumo de la yerba y sta (al igual que tolow los ftutosprobibidos) comenzara en esos sono fugurante camera que le evaré hats lo ts Cuando el cardenal Borromeo envia a Diego de Torres ‘el estudio medicinal sobre la yerba realizada por un mé- ‘ico milanés, el sacerdote jesuta le responde desconsola- ido que esas tleras ya estan corruptas v que es poco lo que se ganaré, a no ser que“. su santidad... pusiese Ia Mano en esto..""°, No eaberios si este llamado al Papa tuvo eco —sospechamos que Alejandro Ludovisi tenia ‘otras cosas de que ocuparse...~ pero, es evidente que la Vision de Diego de Torres nos rauestra una de las posi cones existentes en la Compatia frente a este problema dela yerba. En efecto, paradéjicamente, en la misma época en que se intercambian las cartas entre Diego de Torres y Borromeo, documentacién interna a la orden jesuita no imidestra que en las nacientes redueciones se comienza discutir le eonvenienecia de traficar con yerba mate y hay| testimonios indudables de que, de esta década en més, 4 car del pare Josep Catadino a Diego de Tores, Gusyrd, “1211610 9 de Senos Meta al memo, Guay, 35/1610, amiay Gn ARSE Paraquar' ‘Una cops del ed xnaclen 605, De, 68:68; vee también, sobre Los efectos dees gues de Jaga de Rodan entomendero en Marcy 1609}, ce ANANuera Bnctaderacion 643, 30-00 va, *Tdusta de ego de Torres al enrdena! Berromeo, Cérdoba 601, en BAML204in (198) correspondencia de exrcenal 5 ‘Inn. inicio las actividades de los jesuitas en este senti- Hut. Pero, no por ello, a polémica y la lucha iniciada tn fanto brie por Diego de Torres es dejada de lado. Nicolis Mastelli Duedn y Antonio Ruiz de Montoya se- tin dignos herederos de la lame misional de Torres con tin la yerbs, Sus eseritos, publicados en Europa en la titeada del treinta del siglo XVII, testimonian ese co- Mas, obviamente, esta ya era una batalla perdida, ¥ so pudiendo impedie el consumo de la yerba por parte tie los fieles Ia orden se vuelea hacia adentro y decide iiucar el tial en eas, En 1677, la congregacion provie- ‘il, reunida en Crdoba, pide expresamente Ia probib tin del uso. de Ia yerba, del tabaco y det chocolate, ifirmando que “... todos los congregados se levantaron ‘ton gran Calo contra ese verdadero abuso, pues a menos {tue se fo combata con severisimas pens, el decoro y 1a, tolebridad de esta religiosa y apostolica provincia ser fin duda deshonrado...""". La carta comin del padre Diego de Altamirano, redactada poco después de la reu ‘nin de le congregacidn, reafirma la censura v determina ia prohibieion del uso de la yerba, salvo “.. licencia mia “1 Vésnse of punto 29 de las ordenaciones del padre Nicole orin {1026 "en ARSLPeraqearia storie, volumen 12, i B0'y rears del pate general Vielleschi al packe Miguel de reas, en ‘esa, lumen 2, fi. 20. “HUT sorta amua de ato 1628 (que hemos citado en su version publica por Jaime Covteato.en lor NCDA), fue pubicads 68 ‘Ratner y posers mante en Suit belo alo de Relation des amperes bees dele relgi ehrestionne [ats eu Paraguat, Pro seers Amerie Meridionale dans les castes Regions de tithe @ d‘Uruig, Cher Sabouian Cramotey, Pars, 1608; 6 bra ‘ree Je Bontays, Conquista. cit fue publieads en 1889, Enlaces criginal die: Com peeretur mim expedie! Te ac, chocolate here Paraguarenae a Omning probe seoercne Gubio decorom s Tamam Religos e apostle bust PIRMT\de peetentin Gehonestavarm mat seers pen et Shlom Watur en AiSLGeneraic Congregationes Prowncsies, (blame 80, fia" 29R (et. mbien ls. 123) tn erie © 6 mis muceore.. L padzo gone Ghia 1075 wa sobetanea ela cee dela Pronbla que prota covao enermenis eso? ‘uso dal ubsco chocolae set dl fargey Senfgemando To dap por i congtgtlon ov san "ind a ich no slo nor apa conn ae nal moral pio eSpace (Lewin oy conta ee ‘entrar dal thas on Europ Tor anebmas modes ‘goon conto prtainGen“ovrathrs ey, SnS tice demeconpoclars que econ esa ibn locas no erdomcr gus sds Sontoye etl howe © i yer fran Ge era poisons de hechizeray tunel alot sabo que se gumages, Iiay sony ta yore dl Ps qe lamar sola BA tmncton ai cacy como vito de fan dats, pao tt fos inten Soccer of Cette fis Go Montoya (quien conte no habia echo hina) eforgr teats het Citar que pavcn i dhdablemonte demu engen lgen, aclulsarae oo it, o erkente que in exten de tn homendoa vin hoes sacle ‘Somo fp demusseen ln pete Drdenes prohibvas ques suede, tects SEALOT Sache asea tat eae SSRRRIPS oy oem et hl brie ae Ce ee Spence cutee a in Toe eget ta pet gana seh sean Saag 83 ta del mareo de la provineia paraguaria de Ia orden**. ‘Algunas veces, el ataque & esos Vicios no solo tiene justi- ‘caciones morales: una carta del pace general Francie co Retz al provincial Geronimo Herrin del afio 1732, afirma, refiréndose al uso del tabaco y de la yerba entre los novicios del colegio cordobés “.. quo un éal uso, aun ‘omitiendo otros inconvenientes y danos a la juventud, trae consigo la perdida de tiempo tan procioso a un festudie. y mas a un novicio...”¥ aconseja ".. Ro dexe ‘medio “alguno para desterrar de esa Prova. un tal uso..." sta pérdida de tiempo, que asombra tanto 8 la mayor parte de los vajeros de la 6poca cuando visitan la region (véase, por ejemplo, la escandalizacion de Per- netty ante le peculiar concencién del tiempo que pare- cen tener los montevideanos’*), a no dudar, esta inti ‘mamente ligada a la ronda del mate... Las prohibieiones se continuan hasta 1740°*, En esa *s0Véaso, por elemplo,en is vila de Ia hacience de Sen Just dela Pampas en et Pers cuando a ocdena: “Los questros eién sdvertidon del pescepto ue haya demo toniat yer dente de ‘tron. Y aunque no_nubler precepto Hues aatilo y decencis Felgioa pide que aun en cago nocemrto de comvidar* sgt seit ‘le oblgacion te sbstongan Tos nuasos laste dein Macera 1 Srnseuecionea pare st manejo de ia hasiondasSanutar dell Pex Ge, RVIERVIED), Nueoa Cronies voll, faseetlo 20, Lh ‘SiGria arta del padre general Francteo Retz al provnsial Geronimo’ Herta, Roma, 15/12/1793, en BNMEM. 6978, fe, 266-208, "Temeity, A, Journal historigue d'un voyage fat aux fee Molouines en 1763" ct 1764, pour le reconnae ety former un ‘ablivement, ede deus woyagee au dltrolt de Nagelin, see un Infation eur es Patogons, Bes, ©. de Bardens, 1169, volamen Ps dse Iss Srdenes del provincial Jayme Aeuilt. Sen Loren zo, 3/7/1795, eo dona» hace mension 1 lat Gpéricones del Dade general Tamburiat scares de In erin, en BRAG Nis, 8076, {in 376: Bs euiowo comprabar como, on 1711, dec plens "prahibiion” del tao den erba el hertano Pedro Montenegro fn st mascrto cltaéo afwrna “padre de at mseicordas, xncedto tests regione yer ast came ln nuova expan ‘on Bat Ale 10313, fi. 2: Lo queer obra del sn So, ee ahora ers dita atime fee, a cata general del padre Antonio Mac Shion, sige confime Tn censure sas anteceaores, cj abirta puerta pats ato “moderedo™ No © Seal que el sdcerdoverecuerde que “A ean provinea fusan uchos Buropeoe scontumbradoe al tabsco- [3] Phuchor acostumbrafs a algin destyuno lero de cho. Colas, tea catl™ pare apoyse a eecomenacion en Seodetar is vides ikerdceones!*. Abors, pars iments, sean los reign logatos Ge tsa Buropa cel siglo vit (ju contaminada por esos grander vieot) quienes ‘Duar a feconelderar fa ged inca frente tayo tamete, ‘No bay mis que recondar Is palabras del padre Fo- rien Bauch, cuando nov events do que fonna fae nice foen el ae de matea: "Yo recuerdo que cuando et Simeon Lishoa muesio P Procuredor Ladtoo Gros {ue nos condicie hacia is Zndtos nos hia bebe ea Alera, Por lo primore ella do tin aruca, Yo ture ta tarte‘con un tago'y tiraba ta bebida, Ch ~aijo el Frocuredor por mas desibrida que abora le paezea tia bebids, tn de en gusto le parecer en Foenara Y se waa acontumbrar muho a ela, Reovtdsentonces this palabras""*. Eaamos a mediidos del siglo XVII y | Ins consuas Go ayer san perio ela bts Alor | ts ate formant parte de a vidaeoldiane del msonere Jenita (eta ver, sin clpas,) sean jstamente los Stpuloe quione, on wus exits del Spoea de dese ‘ro, nar forvrone propaganda en favor de la Yerba, on un tono alorante plena do saudades, Ta yerba y Buropa: breve historia de un desencuentro Homos mostrado ya como los hibitos europeos acerca s4cara del padre Antonio Machlobi, 28/6/1740, slosndo un espacho el padre general del 15 enbe 203, Sauce, WF, Hacle ol. ft, tome I, p, 322 subrayados el onal). 85 lol café, el té, el chocolate y el tabaco terminan influ- yondo en Ia vieja rigider de la Compafia de Jests frente Al consumo de la yerbs. Y seria licito preguntarse por- (qué, al contrario de Ia mayor parte de los excitantia, la ‘yerba mate no tuvo “suerte” en su contacto con el Viejo Mundo. ‘Ante todo: zqué conoce Buropa acerca de esta “hier tw exdtica”®? Veamos cudles eran sus fuentes principe low (Obras publicadas en donde we hace Teferenca parca aia sorb W618 Seva Maradon, 8. —Diloge del, W898 Madrid Lain Pinelo, ——-Queation Moral Kae Pe Chocolate, W696 Antwerpen Durga, tere vege M439 Madi Hala de Gonguista Mostoys, A. Expattual ‘tae libro Yo conocemos excusvamente a tavés deo} stores» nesta basqueda de un eeripla ha do completamen iienvana" ia bithogatia de Nicolis Antonia lo eta come Ba thetomeus Marradoos Disioge Gel uso det Tabace, lor datas que (uaa be. 9 del chocolate 9 otros bebidas, Hispale Apud Gabee itm emoy, L618. Sor Cofneie aaa relereneie con it de Leda "nslo'en a Queetion Mora, cu" En eamblo le excelente bio dfs de Wolf Mueller, Abidgraphie der Keffe des Kaho der Hrvoholade der Toe und deren Sugorrae, bis sum jahre 7800, Wien 2avich-Viosens, Water Keep Verlag, 1960, p. ‘lerencin siguiente: ‘Maradon, Del Tobago, 10: sionoe que caugo 9 del Chocolate sie, Sevilla, 1018, Gabriele itumos” So, De ese tratado sonocemos i parte dedicaa al cho ‘le pore sido tanscria por Calmenero de Ledesma (ona Uulueelon fanesss? Calmenero de Ledesma, A., Db Chocolate imara cries aiden goae parts, A Pai Coe Sebatan Grimes, 1643). "tins denser a Caran, Horta oars 1, Paraguay Indigena Bapatol y Jule, Insuto Panamericano ‘ie Ganpat Blntoiny Mexico, 1080; p. 219 (nosotros hemor ‘Sinuitao is verionce que ae eapetfican on la nota 45). aer2 Paris Acarette elation dee HistoriseProvgciae b iatnanth Becslons Agere Gezophatim Bae Megat perubicum, 10690 *Nivomie Sopp. 9 Certar 1613 sLitge Del Teeho, W. 1675 Madi ane Pars Frasier elation du voyage YG *Amitardaan Rogers, W Yoaae autour 3722 Ameterdam Covel, Voyage. 1743 Veneela Maton, Bepatonesina 3743 SMa Juan Jy Betacion ui 1769 *Bestin Beret, ese 1809 Paris Aram P.de Voyager dans, La vetorencla de le primers version france I tomamon de Duviols &.P, Vorageursfrangas en Amérique. Colones espagro levet portusiven, Borda, Pars, 1918, pp, 97-98 (nemos comet Ao ia ‘evan on easeliano pubilcada en Buenos Aires en 1043}, S9Dal Tacho, N, Historia Province Paraqurise Societatie eas, Laval, Bx ofina Type dan Mathise How, 1678, PoCardozo on st HuatoriogrfiaParagueye.. ci, p. 265-268, trae las reerenclar de lar diveets ediciones ea latin'y alemia do las earta'y de la relsclon de vio del pad Sepp, tstasconocie ‘on.une fusion bastante grande entre 1096 y 1710, ‘i Hemor coneltada a edcion frarcem Rogers, W., Voyage cutour au Monde Commencé en 1708 f fist em 171 ‘Areterdamy, 1716; a primers icin en igs, ee drenjer do 1732, Sis tbido que del Ubeo de Ludovico. Anto cristinesimo feice nalle-maston! de padrt lin Compagnia Gena iel Porgua, Venetia, 1788 (con une parte segunda edteds también en Venecia en 1139) y que tuto tana infuenia entre Jo iuminitay,apareio se! mimo wos vernon france ure tosh Leky Relation dee missions du Porgucl A Pats, Cher Bor SSAzara F. de Voyeges dane V'Amérigue Méridionole. con rotas Ge C. A. Walckemer 9 G. Cuvier, 4 tomos, Pars, Dentu, Impemeur Libra, 1808. o A estas fuentes principales habria que agregar los va- rindos diecionarios (entre los que se destacan el Uni rsal Dictionary of Trade and Commerce de Malachy Postiehmayt** y el Dictionnaire Universel de Com merce de Savari des Bruslons®*, las diversas ediciones "le las Lettres Eifiantes..°* y Ia multitud de obras refe- ridnt a fa accion de los jesuitas en ol Paraguay* Justo Ps Feconocer que, pese al niimero de autores, la calidad ite Ia informacion no es excesiva, En la lista precedente hhemos marcado con un asterisco aquellas fuentes mas ciladas por los especialistas que, durante los siglos XV I ¥ X0X, han estudiado la yerba como uno de los tantos productos “exdticos”. En este sentido, es interesante omprobar como algunos autores (por ejemplo, Bscalo- fu o Acarette) no han sido utllizados por casi ninguna ‘nia publicada hasta tines del siglo xix; en cambio, ‘otros como Frezier, Ullda o Pemnetty suminisian la ma. yor parte de la informacién de los especialistas de la Spoca, Y, dqtulénes son esos “especialistas"? Veamos las ras publicadas ‘ras de divulgocin cent flea on Tos "ques trots del perba male 1687 Lime Zeballos, ‘Tratado del Recto Bide to deta Yerbo, ‘a primera edie ex de 1776; exite un eprint eitado en on, ‘Sgavary de Bruslons, 2, Dietionnaire Universe! de Commer +, Parts Chas Snequae Hetione, 1729, 2 tomes, Ct’ Las diverse ealloner an Cardozo, E Mitoriografia Pa uaa, ets 9p 285-289, "hard em andi de Toe fuentes de mayor repereusin on Ik \Jscusion etropan sobre lat misiones juts, vease Decobet, 3, "ues isons jsutas Paraguay devant le philoso desi titres in Revue dr Sciences Humoines, Lille, No, 149, 1972, ‘tDcimos obrat publiesdas porque existe una contidad omar sme de trakados sobre jerbas medicines y temas conexos ree. ‘ines Ameren que manea han sito publcador; para sna recopla: ‘on de los pristipalee aanusros cabtenter: Guerra, Fe Hato tee la Materia Medica Mipano-Amerteane y Pipa ena Bpo 58 ITT Nirembers—_Loehnes, Ke De rouse exotic Theeet cae 4764 Paris Valmont Dictionnaire Settomare Fattonnde dtoire 1806 Parse Buchan, oe atone Noturte athe 1922 Pavia Ssinettiaie, —— “Apereu dun xa esa Gish abe, Rapport rie Si dejamos de lado el tibro rarisimo (y que no esta- mos seuros que exista realmente) de Diego de Zeballos, que no hemos podido hallar en ninguna de las grandes biblioteeas europeas o americanas*? ¥ los estudios de A e Saint Hilaire (que, como se sabe, ser quien ubique a Ja yerba mate en el género ilex) dal esto de los trabajos citados, el mis interesante es el de Lochner. Tanto las obras enciclopédicas de Valmont de Bomare”®, como 1823 Paris "PE bro ea citago por Lozano en xu Historia del eonguis: {p.. eit, tomo hyp. 208, con ta teerencta uguinter Digs de Zevon Trade del Recto Uno dele Yorba del Paretuen Lis 1687, carbo Sinchee Labrador en "Yr ne nds Bot Guillermo Furlong en Joes Sonchez Labret Sit you "Vex Be aite"774) vera del Pua Bueeon Aven 860, en 11g ota como: Francaco de la tre Totado del recto se Se 4s there del Pregue, Lima. Las Silojraas sobre lbeoesres anos de Tora teins yt Vargas Uyarte no hacen ea 3 i leone deaetituo. “Valmont de Bomar, Dictionnaire reson univer dic ‘oie naturelle ondenant Phatote des anna, dea pets ot dev micron of cele det Corpr ctesten det Meeores i det str princpous phénomenes dele Nature, Avee Phir eis Seseriplion de dropus simples irks dee oi regen: Ble deat Ios anger dant a Medecine. dans Bcoontedomentgue ‘hampétre. dans les Arte b Miter, A Puts, Bibel Mae De ity Panckoueke, £74, tomoV. 420 ae ude BucThoz”! ~al jgual que los trabajos de Aulagnier’ ® ‘yue son posteriores a la publicecion del Rapport... sobre 1] viaje de Saint Hilaire’ ~no traen sino una informs ‘cin medicere y una lamentable confusiOn entre las mas dliversas hierbas, Légicamente no debemos olvidar que Hinneo publica ‘su Philosophia Botanica en 1751 y que los trabajos de Button en el Jardin du Rot dan inicio en 1739; es decir que la boténica modema se hallaba aun en pales 2 Bachon, JP, Hite natal i Th de chine. De se snot pies deo Geis pane des cats trap aceon fico ota he ifn tc Hepp on nbc: don es ccr'ageon ‘tampatoeaprint’ faqs on wit en Meso ite de Pray Onsager, apo ees es nu Ef pnts de Bape opr epee wi te te Mosher testi Cite Thue “cao Goer a Dane Bu hon epoum de Ate, Pati We ee ar" a ant see arb fost one clo stress Gasper oers, prs no fans a nenr si RTCRea'y Blo eda foto’ eno cof er savéanse: Dictionnaire des aubstonces alimentaires indignes ceca 80 ybletonnate deinen ef des ont on ats dae fs duerLiete shes Sires poplen Conan iwtinar, Cou esr Pus bo: unas pp. S00 Gem ‘kote dr menos hae wn verdant sda ei "Xt obras principales sealtado dat viaje de Augurlo. de “inn se? pa a end a Bel, i fone Solatny os aco Se du arta a he tut de werd Wate Nar er 1pS66 hye Ueottroy "SsistHiaire; Desfostaines; Latelley Brogolare; De isi Report urs soytge de Maat Sin are dena e Tei tte sons du Peep etado ea Paris por J. Sth tists tele oma ah oy ata rr ores Instr aetual pecocupacion, tenemos de’ A. de Sut Hae 90 ituuy, Comprenant leur description et dew dasertations su ler fant fear tag, eX prin, Chex A Delis Impemer Una exeepelén es el pequetio tratedo de Lochner apoyindose fundamentalmente en Ins cartas de tos pas res Sepp y Bohm, ¥ en las historias de vin de Frevier y, Rogers (quien a su vez habja leido a Nicolés del Techo), este autor enirega una sintesis més que respets- ble para la Spoca”*. Sera gracias a 61 que tendremos noticias de una erudita congerencia del fileeofo Leibnita en Ia Sociedad Leopoldina que, con el tibule de De novo antidysenterico amerteano, tracra una breve referencia & la yerba mate y a sus propiedades eméticas’* Es obvio que si comparamos este puiiado de autores, con muy pocas paginas rescatables, con la multitud de Informacion existonte en los siglos xVIt_y XVIII en Europa sobre el resto de los excitantia, no podemos ‘menos que estar decepeionados. Por supuesto que existe luna estrecha relacion entre el hecho de la difusion eo: ‘mercial en e mereado europeo de ciertos productos co- mo el cacao, el café, el ty el tabaco y la produceion clontifica y de vulgarizacion reforida a ellos. Pero, volvamos ahora a la pregunta que abria este aeépite! gporaué in yerbe mate no turo a suerte det Uno de los grandes problemas que enfrentaba el con sumidor europeo al intentar hacer uso de la yerba, ora la obligacién de compartir la bombilla. $i hay ina variable que se repite husta el cansancio en toda la bibliogratia dde Ia época, es el rechazo de esta costumbre considerada *sochoes, M. Fe noe et exotics This ot cofe sweceda ‘nig Botry Miestond Arabrosiode, Ambrowa Artemios fe Me [eb Caprave Peaviana Agerat fo, ive Thee do Dima, Morbo de Pureguey. Cafe ala Sultana ef Olco Since Atieque’ Normbers, Jam vig, & ample anni sunt, ga0d mite prance sudivi heebary Poraquey 2 natal) Provnels Paraguare dilar, {uae (rata) ta emotes ont, at slommeaho is now fs magnaene Drastera oo saltaresaffatas in India Hispanic famaet me te mony" quod scam, hactenus in nosras ofticnas recap” De tos antidyarnteico Americano, in Labo CG, Opera Om UGenerao, Apad Pratece de Tournes, 1788, tomo ii pp. 101 “bizbara”” y poco hhiginica a ojos de los viajeros. Mas, ‘lle no obstaba pura su utlliancion como infusion teifor me, 8 decir como mate coeido y ya sabemos que, al ‘menos desde fines del siglo XV, este tipo de consumo tie la yerba era conocide én et Rio de la Plata, si bien su tifusion fuera de las redueciones jesustas parece limita- a, ‘La respuesta debe ser buscada en otra parte, Penst- mos que algunos autores jesuitas pueden proporcionar, al menos parcialmente, un prineipio de solucion a este ‘enigma, Dobriahofter atirms que los ingleses de la Soca ‘lel asiento.negrero haben llevado a su patria Ia yerba| imate y que éta habsa comensado ripidamente a compe- ir ~aparentamente con visible éxito— con el consumo tol té oriental; esto impuls6 a los grupos ligados al co- hnezeio del té a busear "un médica venal...que procls- ‘no [a Ja yerba] sumamente pemiciosa para la bellezs y Tecundidad de las mujeres, previniendo a todos contra vila'como un veneno.. en’ seguida en toda Londres la verba paraguaya fue desechada...””®. Lozano cuenta al i parecido? a igual que José Sénchez Labrador”* Hisla ahors ge habia considerado a estos pirrafos sélo ‘como una muestra més del colo de los expulsos en de ‘ensa de la obra y de los productos de sus antiguas mi- siones... Pero Savazy des Brusions, que eseribe en Ia épo- x inmediata al asiento, refiriéndose a Ia yerba afirma ‘que “Ins Anglois entre autres, ne le esiment ou du thoine feignent. de ne Destimer pas mone que Ie hea." ¥ un hecho es indudable: el 16 de noviembre de 1718, @l capitan Thomas Dover, Director del Asiento He Inglaterra'en el Rio de la Plata, embarea en uno de "Vente Dobrthotter, M., Hlitorie.. lt, tome 1, pp. "Flovana, P, Historia de la comgute... et, tote I, p. 902 AEE Tord editade pos Huron, doa’ Scher tobrador sTeaary des Beustons, J, Dietonnare Unlvrsl. elt, tom Su ves 147 arbas de yar mate!*. No hemos po ‘io oni lo archivos Ingle pears dr Yai ln pone tomar on cuenta como" Seam gue bigots planta por os ator maa or suet qu ieee de noms toner que la Douilidad de extender i yerke mote ats deeds manda obese consiside una besioon per Se fay. Hos hecho no bra dade eve aoa nese Elica ts pene lo dolores de sgeelee hombres reain as borer yertions Bags dd, ahi entn los patties eis a Bart Zo que wn lo gerbe, caiotenctnae nyadon por Auf Bon Baton thio ce tobe Bos tueiean udes'eran ison?) i condi ae ‘ide de tebe on lor pene dello ae vie ge ei yorbn Buble ten Stine oretdo mundial rate los silos on ae Babi id ahora de Partai Hn pu can 180 to dts te Sati de Sane iets vio por Rio Grandods Sul Le sea eae he tenido muy yore dition here de sade ee sloate de Sita'y Liane, donde eae hee Go aa lagnaris ult Come recone 8 due lima eu the meding meee esiones reales y des as urns Sil sie rodede de un suri orton tlbno, el pose comprar en Para ov we bees des aveada de fn Moto Pguct us pene feet ‘mene emparentado oon i pen.) cone ([Amazonie-Tvivus Indiennes; Le Gatcho, i Wiiche Wile, bolson de santé pour enfunia,sdulten sors Vents a Gauci Spécial dove comple Gauche Gama) Sateen ne Ir le ndiens ¥ este rocambolesco folleto nos leva al final de esta primera parte de nuestro trabajo, Si bien es cierto que la "AGIGontadori 1902, fs 3 ve, en tyr vedas eae Rae ai gu os ob rrulorus constataron sus efectos sobre el organismo, "Mt jrimor informe de caréelarseudomedicital que c- aeons era wit constatacion es materia obligada y comin en Ia wna de mayor serie como os eee, "01 informe se eneuetr on BAM: 1064p. 996.308 Infuse ue os alt con dl reio de cornespondencia {Slee Mota, Conia, lO 99.8. F wt al En primer: erie amir it ¢hibigue et phtotogest 6 Scinbel Bd Baris 1003, o sobre este apecto de la acién dela yerba mate!*, No s nuestra intncién (ol tampoco aucrsacompetesc) fl juzgaragut la valides de estos verses abu ere, lin sola cosa renllaeviente: la yerba mate e unpre ducto energético. Un producto qu, al igual que el resto "de los vogetnies cor en caoina eeice sobre et organs: to efectos exitantes con muy poets consecencle se Cupar para ol consomor. ' esta constataion puede daroos mas elementos para compres one profs de conn daa Serie de productos (desde ln coca asta eta, pasando or el aguadionte}, especialmente por pate dello te. {ores populares, qué los remanidos lamados ala mor ‘Terminemos este aciite recordando algunas sonas bopulars angentinas que conga al mate ugar cote Endiimo ete Ins (pots) prendssy preocipacones da pater go mncho, eno png Teg acrap ok? Pheer see qu separ ‘Alo que responde la compatiera: Sie gue tens rancho y ping 1 blo te falta china Sorte puedo scompear’® "$y A “La sng om yb mae peated sn el Congreso interactional Blog, Monieideg 1839'y "Aceidn de fa nfsionn de yrds mate ile uit smiaculoy del hide en andes en rows y dese ele Git In Antes dl Duttuto Modelo de: Chnce Madiee Nets cra de Seay Ae Bane Ae, 158) be ‘omistoces Linnnen, Histon eeoromice Jo'mate, Unrate Soot Clyimpo, Ro de lancieo, 1969, tee ana laren bibliogrtie sobre lor limos exudion ensficor acerca te lov eletee wediasecs ia yer mate Siren A, Andguot contos populares ngentnos eons sero de Catmarce, Buenos Ares 1826, 230 IL. El mercado interno colonial y la yerba mate 1. Lacvolucién del monto comercializedo (siglos XVEXIX) Wn primer aspecto indispensable para comprender cuil il verdadero peso econdmico de la yerba mate en la ful de relaciones que forman el mercado interno colo- hla, seguir, paso ® psso, la evolution de las cantidades: comereializadas en_ese mercado. Soguir la evolucion de \ In produceién, dado el tipo de fuentes de que dispone- | in, 68, en cambio, mucho més complejo y de resultado imenios seguro" i 4 Desde los origenes hasta 1680 Kile primerisimo periodo nos leva hasta ol momento n «que Ia yerba comienza 2 ser consumida en el mercado. sltaperuano y marea, pues, una verdadera etapa “prehis- Viriew” en ta expansion comercial de la yerba mate. Des- ste esos eseareeos iniciales que nos recuerda Juan Fran: rbwo de Aguirre, de la época de Martinez de lala y rwle esa primera mencion documental de 1567, en Ia tye los espafioles aparecen por vex primera trafleando ‘un este producto, el camino que rocorrera la yerba has. tw le déeada del treinta del siglo siguiente es largo y (womo ya vimos) no exento de dificultades, in Tos dltimos decenios del siglo XVI la yerbe aparece vente Jos embarques de productos realizados. desde ‘AauneiGn, pero siempre en posicion subalterna y todavia Ver mie adelante, las obsersciones que hacemos en ol capi Wii dot Pree Savana, 6 empacada en cestos —directamentea ligado a la manera indigena de transportarla —que no posiblitan una con- servacién tan adecuada como seré cuando se lo haga en tereios, confeccionados con cueros vacunos*. Si bien no ‘enemos en esta dpoea temprana Ia posibilidad de ance- der a cifras que nos den la medida cuantitativa de este trifice, es evidente, como lo. muestran los diezmos de algunos afios do este periodo' , que este producto ocupa 2 ar frente a lo que son las dos fables por excelencia de la re siya en ese momento: el vino ¥ el azGca. xdeme, a seie de medidas implementadas por Hex nnandarias,'a instancia de los hombres més prominentes de la Compaiife de desis que Iuchaban contra la yerba a brazo partido, deben haber tenido una influencia negati- vva en las posiblidades de expansion de las dos primera Sécadas del siglo. Algunos documentos nos dejan ver cuales son los efectos de las medidas prohibitivas sobre las eadencias de produccién en Mbaracayti, et area de pproduceidn clave de toda Ia época colonial" Pero, asi mismo, como lo hemos mostrado en otro trabgjo!, le presencia del trafico brasilenia afecto dur mente a'la produecian local en aquellos que habian sido hasta entonces sus dos pilares de “exportacion”, Dado ‘que la posibilidad de enviar cueros hacia el Brasil (como Sebo y grasa), eran limitadisimas pare el débil potencial ganadero de la region paraguaya, la prosancia de este 2Consiltese en ANANueva Bnevadernacin 361, el rite de whidne pura los ufos 1991/1595. Flog dator de 1608, en Aguile, 3.F. de, “Diatlo.." fe. et, tome Bix, Nov 47-48, pe 485; lo tofrentes 2 16i6/1617, 03 AK chars 138, {Amen defor documentos ya cited en a nota 42 wt supra stunmy tambien io preventcion del precursor de. Vila Bios [ier ANANuca Enouadevewcion 971, 624-25 yl vis fealtems por dunn Ba, Corona en 1615, en ANA'Nuevs Encunder SCnentail, ty “Un. capitulo del meycago interno colonial st Prrnruny 9 wt rion (USET-1@5)" fa Nove Americana Ton o vramereio lusitano es solamente un competidor al que se flaca duramente ¥y son reiterades los pedidos a los go- wenadores en los que se exige acabar con este tratico; puildos que suelen caer en saco roto dada la importan. win que ese comercio tiene para Ia villa portefia. Si le nurogamos a todo ello, el hecho de la divisién de la igua gobemnacion dei Paraguay, con la apreciable dis tnlaucién de poder de los hombres ligados @ Asuncion wn el futuro destino de la nueva gobemacion portefa, tindremos un panorama adecuado que nos muestra por "we Tos paraguayos no tienen otro remedio que “legit” ‘11 yerba —sobte la cual gozaran de un total monopolio ‘hurante toda le época colonial como producto privle: into en sus intereambios con el mercado regional. ‘Cogpedes Xeria, ol hombre emparentado con Is pode- rou fhmilia de los 84° que hace su largo periplo como wubeensdor electo desde Sao Paulo, comprendiendo Hiklumente cual es el sector clave de la economia local, ‘rh quien, a su paso por Mbaracayt, dicte las primeras wwdids concretas en funcion de une expansion de la huruduecion y de un aprovechamiento “racional” de Ia fhoran do trabajo de los pueblos de encomienda en los Iuunaficios yerbateros?. Contemporaneamente, como ya vim Ing fuentes nos muestran a la yerba extendiendo ‘ir Influeneia haeia el mereado altoperuano; podemos: ‘tovir que agus comienza la verdadera historia de la yer ‘nm wn ef mercado intern... 'n_ Liv 1630 a as rebeliones comuneras ol laggo siglo que abarca esta etapa, Ia yerba cono- | ‘ya todo el ambito geogritico de su méxima expan- sly, Homos visto. que las medidas promulgadas por Cée| snk fs elacion ene Cispedes y los 8, f, Borer, Cha ide 36 onthe, Soa for "rat and anaok "Vann as odenenzae de Cespedes en Mbaracey [1629], Jn AMMA volumes Ile pp. 209220. cele 68 petes Xeria en 1629, indican un cambio neto respecto a Ih politica de algunos de aus antecesores (tal el caso de Hemandatias) y no es de extrafar entonces que todas Ins, informaciones aceroa de la eonducta del gobernador y, ‘en especial, las de orgen jesuitico, hagan recaer sobre féste todas las “eulpas™ relacionadas con un empuje ala produceion yerbatera, que Ja habria llevado a niveles Resconocidos hasta entonces*. Parece evidente, entoncos que este gobierno y los he- cchos que le suceden (la invasion paulista y la consecuen- te mudanza de la Vila Rica a Mbaracayi) marean un toumant en la historia de la yerba, En los descargos que hace el sucesor de Cespedes, Martin de Ledesma Valde- rama, se menciona en forma reiterada el aumento pro- Uigioso del estanco de In yerba en Mbaracayd: éste he fbria pasado de unas 2.000 libras a unas 6,600 libras anuales entre 1680 y 1636”. Ei primer céleulo confisble sobre salida de mercaderias, realizado a partir de los registros de las embarcaciones que parten desde Asun- Jcion, nos muestra ya ala yerba mate ocupando el primer Jtugar entre los productos exportables de la regién, con |un promedio de ca, 890 arrobas anuales, frente a las 680 ‘arrobas del Tubro aaticar y derivados y dejando desde ahora muy atras al vino, que no alcanza las 100 arrobas anuales'® ‘Una fuente de tipo inditecto, confirma el sostenido aumento de las cantidades exportadas desde Asuncion: tn efecto, los derechos de romena del puerto de Santa Fe entre 1638 y 1647, hacen ascender a mas de 3.800 arrobes antales se trata de carga fofal, es decir inclaye todos los productor~ a las cantidades que bajan desde 1a documentacin jesite ex abundant enclonaremos sla monte in Siar emus do. Padro Nicolau Duran. (1628) i Hb, tomo,f pa, 290.991 y fa Ulopata de Marcial de Lacon ae Ri Perguatia Necologiae, valorem 15, fs. 189 va (a punto 30, de lon dereargos de Ledesma Valderrame 160, on AG Escrbania de Camara 892 A, Wiaerbania. de ‘Cheers 892 A vistas ls barcan, 69 1 Paraguay. Esta cifra oxcluye los cargamentos de ori- fin eclesigstico © comerciaizados por miembros de Gr. tienes religiosas; por lo tanto, la eifra de carga total se leh situar alzededor de las 4/500 arrobas como prome. illo naual! ®, Y dado que, mereed a los datos sobre diez tno, sabemos a clencia cierta que et vino no hace mas tive continuar sa decadencia y Ta produceiéa azucarera tv mantione estacionaria, es evidente que una parte sus- tnelal del crecimiento de las cantidades exportadas se «lnk a ln expansion de la produecién yerbatera, Vero, estas eantidades siguen siendo humildes. Dos luwchos’ confirman este nivel de los primeros tieinpos. Primero: en In Villa Rica la moneda Yerba se cuenta en libra y no en arrobas como seré habitual mas tarde. Heyundo: Escalona cita una real cédula de octubre de Wii7, por la eual se intenta imponer un real derecho sobte la yerbs ¥ nos recuerda que allo fue Imposible por ter ".,, poco £0 interes y su traxin de incierta y dificil iquacién..”"*. Bs decir que, con un promedio anual tie orca entre las 2.000 y las 2.600 arrobas anuales en ‘nl mereado regional, todavia este producto no conoce el ‘rnwimiento sostenido que tendra un poco més tarde. Tica fines de la déeada del sesenta, los diezmos nos islran ya Commo Ta yerba ha ido paulatinamente reem- plneando al ving como producto "exportable pot exce fsa, quedsndo siempre el aziiear en un semundo (y lyano) lugar. No serd casual que ahors, a mediados de low tis seventa, cuando el presidente de la fugaz primor Avwlieneia portefia busque une manera de financiar Ia vwmtruccion de un fuerte para Buenos Aires, la yerba huutezea como el producto imponible de mayor entidad ‘acompafiando a las vacas cimarronas, los ceros de to- ravy el vino euyano— de toda la produccion comerciali- ‘abl dos gobernciones de Tucumén, Paraguay y Rio ‘te a Plata! ‘Het, AGHChareus 35, a RC del 15/8/1679. (Rednn Aso, de Garophistm typ. 236256 Los datos que disponemos para los afios 1667-1674 sobre el total de cargs que baja a Santa Fe desde Asun- cién, nos muestran el crecimiento ahora #1 sensible de las cantidades, pues Legamos a superar las 22.000 arro- Das anuales de promedio'". Y es de advertir que estos lltimos datos no incluyen Tos envios de las reduceiones| jesuiticas. Para los afios que siguen, el cuadro a cont hhuacién nos Informa sobre la entrada total de yerba a Santa Fe, tanto desde Asuncion como desde los pueblos de la Compania: [GDADRO No.1 Cantide total de yerba emirate a Santa Be: ‘1878. 1882 (anobos) Parsguy ——Misones JS 161s 26.042 2.495 1676 s0.716 1.46 1st 188s) 1680 ean 1682 1se2 (a) in datos FUENTES. AGH Chacea 292 y AGNIXGO4 ‘Estas cifras no dejan lugar a dudas: en poco mis de veinte afios, hemos pasado de las 2.500 arvobas que se. falabamos ‘arriba, 2 un promedio’ de 25.000 arrobas anuales drutas —es decir, sin contabilizar lo que en las fuentes se denomina “mermas” —y ello sin tomar en MAGt-chatcas 282 7 AONIK-24. a ‘wenta, por falta de informacién cuantitativa, aquella arto dela produceién de los pueblos jasuiticos que es ‘onviada directamente « Buenos Altes, Estos datos, si Inlan eatin alin lejos de algunos eéleulos de la época que Uoynn haste Ia cifra de 100.000 arrobas anuales! *, perfl nn ya un volumen reapetable, Y no hay dudas entonces ‘ius, desde fines de la década del sesenta, el producto wal que pertiie relacionar —limitadamente— Ia region ‘on Ia eeononifa peruana, ser la yerba mate. La produccién de las reducciones jesuitas Yn en los aos veinte del siglo que corre, tenemos los iwrimoros indicios ciertos de Ie actividad comercial de las reilucciones respecto a la yerba mate, Una serie de docu imnntos que dan inicio en esta década asi lo demuestran ¥ ios deja ver la importancia que tiene este rubro desde ln fundacin misme de las reducciones —tanto al interior dle tas como en sus relaciones con Ia economia regio- tunl_'® ‘No solo los jesuitas comienzan a comereiar con | In produceion de sus reducciones, sino que se agrega a » el papel que cumplen en efos primeros tiempos Innclendo de comisionistas de obispos y gobernadores en nis trficos con la yerba'”, Los encomenderos y comer. ‘chutes de Asuncién obviamente no ven con buenos ojos ‘nla actividad de la Compania de desis (no olvidemos, | fulomis, que en todo el siglo se asistica a una depera '°Véanse a prosentacon de Juan Pato de Haro, procurador ste Aauveidn {1881], eo ACLCharchas 289 y el proyecto Je ime Mint de Mathias Ploree Bohorquer, Potosi (L072), on AGE "demés de los documentoe citedos uf pre, an wots 2, smn la cata del padre general Vtech [1627] en BOM Ait, 10: ordengclones ‘omnes alae Minos ll paste iow de Boros [1037], en ARSL Fondo Gesu, lessio 122 Tet “ae arias al. provineal Diego. de "Botos, “Rosa, lis istas ys0/i0/rese, "es AReSt Pevagvaria~ Bpstlae Gene! ‘ali, voluinen 2, fhe 120 vis. 9 1s, 153, lucha entre jesuitas y encomenderos por el control de la fuerza de. trabajo de los Indios) y recién cuando en 1684, 1a Audiencia portesa hace lugar al pedido de la Compaliia y permite a las redueciones traficarlegalmen- te hasta una cantidad no mayor de 12.000 arrobas anue- les, se puede docir que dan inicio las actividades abjertas dela orden en este ambito, El cuadro que sigue a continuacién nos muestra algu- nag cifras sobre las cantidades comercalizadas por las redueciones mediante el oficio de Santa Fe y como se puede comprobar, éstas giran alrededor de los 4.000 surobas,anuales. Obviamente, no hay que olvidar algo que ya hemos sefalado: no s¢ inclayen aqui las c Ey ue ton pbloy de oe Urupiay entaa x-Hgees “Aires en sus balsas; envios que indudablemente tienen ‘nla vera uno de sus productos principales: ‘CUADRO No.2 ‘Yerba entra e Santa Fe dere ia reducciones JHS: 389-1682 fader) a 1667 ‘ser 3.150 1688 288 25388 i880 = ie 1870 (a) “ ier a0 aaa 1872 S480 Sato ers aoaao Bor i ‘eet Sore ists 2498 2.498 iste 158 Tse ier une vie isia S iis ier ag22 8380 1680 6.304 5.64 16st 3a baat es 1380 330 (@) in datos FUBNTES. vase nots 36 “TsRuenie A AGNIXDEA y algunas precklones om AGN 1n47-84, Puente B: AGLCharch 380, Bor usa razon de homo \omaremoe a Fuente para nace tadoe ls edeaoe horn bien, si volvemos por un instante a los datos inilro No, 1, podemos comparar las cantidades co- troxpondientes a los paraguayos con las de las reduccio- te jonufticas y vemos que éstas envian a Santa fe, un Iie el volumea total. Pero, no debemos olvidar’ das ‘omit, Primero: las redueciones, como ya ajimos repeti- Uiamnnte, envian también yerba a Buenos Aires (no se Itt oliamente del consumo del mercado portero, que tun ew afecta a la yerbia caamint, sino de su venta al Inereado altoperuano y al del Pacifico, via Cuyo y la ‘conileea de los Andes); ello haria subir la participacién tii Ina redueciones a un 25% anual, si suponemos una ‘wtidad de yerba similar a la entrada a Santa Fe. Segun tli: In yerba que produeen Tos pueolos jesuiticos es m: Varllriamente eaomint —se deben deszontar peque'ias Imrtitas de yerba de palos que las reducciones Namadas Paraguay”, intercambian con los comerciantes sunvenas~ y sabemos que este tipo de yerbs vale por lo nos ok doble que Ia de palos. Con lo cua, si transfor- nie todas estas elfras en valores monetarlos, legamos Tiellmente a un porcentaje superior al 40% dol valor ‘otal dela yerba negociada en los mereados litorales, ‘Comprobamos asi que las protestas de los paraguayos eerea del rol que Juega el teético de las reducciones, si bhi erréneas en cuanto relaciones a dete con la caida de low yrecios de la yerba hecho que es mucho mas com- plejo en 8a interpretacion— tienen un cierto asidero, Las hwilucciones ¥ 10s ofictos de Santa Fe y Buenos Aires fine un peso importante en el mercado de la yerba. Y " papel se agiganta cuando recordamos en qué condi- innes suole operar la orden: incidencia minims de los tmpuestos, ventas en grandes partidas, control total so- Inne la oferta de yerba caamini... Todo ello dara pie al rrimulo de bulas que comienzan, ya desde unos anos hintet, a girar alrededor de las actividades economicas de Ix reducciones regentesdas por la Compania de Jess, ara los dos siltimas déeadas del siglo XVII no pose: ws datos ouantitativos sobre entrada de yerba a Santa Fo. Un informe de proveniencia santafesina afirma, en on 41690, que el derecho de romana en el timo decenio ha ascendido & s6lo 150 pesos anuales' *. Si esta informa ién fuese veraz, el promedio de carga fotal no habria alcanzado las 15.000 azrobas anuales en ese decenio (no ‘olvidemos que los cargamentos de origen eclesistico 0 Dertenecientes al real erario, no pagan este impuesto), ¥ ‘iin supeniende que un alto porcentaje de esta cifra de cearga total, comespondiers a yarba, estariamos frente a cifras muy inferiores a las de la época procedent, Darante la iltima década de siglo, si nos guiamos por log datos sobre derecho de romana’que nos da Cerve: 78°, el monto de carga total ~suponiendo las excepcio- nes al pago que ya hemos mazeado— habrfa subido un poco para llegar a las 25.000 arrobas; oifra que sigue siendo baja en comparacion a las precedentes, Una fuen- te nos relata que, entre los afios 1692 y 1698 “...estuvo cerrado el comercio de la Probincia del Paraguay ¥ no baxaron embarcaciones,..”?', Este tipo de accionar “impedir el trifico yerbatero e incluso los beneficios ‘mismos durante un lapso de tiempo determinado~ tiene antecedentes anteriores y posteriores. Se trata de una de Jas pooas armas con que cuentan los comerciantes loca: les y los productores para hacer frente a una crisis en los precios de la yerba, En todo caso, los datos que poseemos para los aos 1700-1720, jndiean ‘una neta recuperneién de las cant dades totales entradas en Santa Fe. (Cuadro No. 3) Es decir, que estamos ahora frente @ una cantidad pro- ‘medio anual cercana # las 50.000 arrobas, Si evaluére ‘mos en unas 2.800 arrobas anuales las partidas de yerba envladas divectamente Buenos Aires por las redeclo- nes del rio Uruguay ~segin eileulos que comentamos lun poco més adelante— llegeriamos a una cifra que osc: larfa entre los 52,000 y 56,000 arrobas anuales de pro- "Informe realizado e! 30/2/1690, en AGI-Charea 83, Corwen Me, Hsfona de to ciudad y provincia de Sunta Fe 1573-1889, Santa Pe, 1907, tome Upp. 910, Deeinncion del capisn Domingo de Carvalio, Santa Fe [neoa}-en aGrcnareas 282 UABRO No.9 Anata de orb Sorts PO 17081716 (arobay 108 291 vin Soe ine se in suse tia a na a038 iis Seas th Sees ine 1389 IRATE; AGLBacsbanin de Cémars BOL C, 908 A y 806 B, 1, Cantidad que algunas fuentes ya dan para el siglo Vit? pero no hay que olvidar que esos documentos to rotiewon a evaluaciones efectuadas ex Asuncion y la trapetimicis det siglo XVII pos demuestra que el nGme finite naufragios @ incidentes de navegacion es sorpren- Nentomente alto, Por lo tanto, pensamos que esa cifra tui lenos dado es un buen indicador de Ia cantidad vlWvnmente entrada en el citcuito regional de comer ‘nllawidn, EI salto dado en eftas décadas resulta palpa- iis, nl necordamos que el promedio det altimo periodo irad_yiwr eontdbamos eon datos cuantitativos (los afios Win) {UK0) era de unas 25,000 arrobas anuales, O sea tus bemns doblado ya esa cantidad, ‘horn bien, es evidente asf mitmo, que la eifra de i HOW) asrobas anuales de promedio era mas de 1o que el fnsiewks podia absorber en ese momento. Algunas esti- tna-tonis realigadas en Asuncion dan para ese mereado, n tinig ¢f Ambito del espacio peruano, una suma de 11h) 000 atrobas anuales, pero esto nos parece —pera vatn epwen mis bien una expresion de deseos que una nln, ¥ es 28% como asiatimos nuevamente a una de- Wt of informe de does do tatate {icss) yt earta de Prank finan Bafoto, By, “Diplomstin de In Arriea Meridional Mesa tel Paraguay, Buenos hires, a80 0 (21), 1882 tancion cast total del trtico # fines de le segunda década del siglo Xvi, 'E} cuadro a continuaclén nos muestra los datos sobre salida de yorba desde Santa Fe: CUADRO No. 4 ‘Salida de yer deste Santa Fes 1709-1718 farobos 1708 20.50 i108 onan) Hi08 acnr ie 2800 208 3690 1109 rie ine ane) im sagas ia 30 ins soot Tie = ins” susie in6 anes ama 1088 (9) sin datos. FUENTES" AGNsx-46610; AGEBecrbania de Cimars 906 B AON KISS Bsta_nueva detencion del tritico en los alos 1717-1718, confirmada por otra parte por fuentes de dliversa procedencia**, es nuevamente una respuesta frente a otra situacln de marasmo en los precios de la yerba, Pero, las cifras de este cundro sirven ademas para otto tipo de reflexion, Come el lector podra observar, si bien fen atte perfodo entran & Santa Fe un promedio de unas 50,000 arrobas anuales, desde ese ciudad para ol resto ‘del mercado peruano aalen apenas unas 20.000 arrobas |de promedio anual, Habria que agrogar a esta cifra e) "Carta del eabldo de Santa Fe (1721), en AGHChareae 926, vonmumo de la ciudad y su campaia** y las mermas, ‘queen un producto como la yerba suelen sor bastante ns después de un afo de almacensje, También puede hhubwr pequeies partidas que paguen sus derechos en Nuesios Aires y no en Santa Fe, Pero, de todas formas, soleulamos que existe una diferencia que oscila entre el 120-y cl 25s de la cantidad que entra efectivamente ala ‘nudnd, Este Hamado de atencibn s6lo sive para que no hom eejemos encandilar por las cifras y tomemos a las sastidades que damos en tos diversos cuadros, solamente nme meros indicadores cuantitativos de la expansion ‘erent de la produceién, |i grficos a continuaci6n ~que surgen de una desa- mregacion parcial de los datos del cuadro No, 3— nos fuvsiran ahora cudl es el origen de la yerba que entra a ‘tanta Be y a Buenos Aires por sectores productivos y de umercializacion: Giafico"A" Grafico esUITAS ra Azar, el consume ondinario por habitante ex de siede- eon onss stra (cf. zara, Fe, Voyages. si, Lome f, ae moponiend isos 2000 habltbses pra ia chided y le ratio de Conus tata Como podemos ver en el grifico A, el BS del volu- ‘men total de la yerba llega directamente desde Asuncion ¥ desde Corvientes, No debemos pensar que esta GItima Yilla tiene en su zona de influencia yerbales; no, en reali- dad, la casi totalidad de estas partidas tionen como or gen el activo comercio entre cozzentinos ¥ paraguayos (comercio cuyo objeto principal es el intereambio de yyetba por ganado, 0 por grasa y sebo). Bn cuanto al rol fe las redueciones jesuiticas y los colegios de la orden, ‘vemos que ésta conizola un 15% del volumen total. Aho- ma bien, #i le agregamos la eantidad evaluada para las ‘partidas que se dirigen directamente a Buenos Aires des de las reducciones del Uruguay (hemos evaluado a esta ‘sama en unse 2,800 arrobas anuales™ ) y eonvertimos a teas cifras en valores monetarios ~recordando lo dicho anteriormente sobre el precio de la yerba caamini— ve- riamos que la orden controla aproximadamente un 30% el valor total de la yerba que se trafica en los mereados fe Santa Fe y Buenos Aires, tal como vemos en el gratl- 0 B, Osea que la Compafia, a medida que aumenta la teantidad negociada por los elonos ¥ por consiquiente, faumenta el volumen total que se opera en los centros claves de redistribucion de la yerba, ve disminuir sensi blemente si peso en ese trafico. En el period 1667-1682, habiamos calculado para la orden un por- centaje superior al 40s; en cambio, ahora, ese porcen- taje ha descendido a una cifra que atafia spenas el 30% No por ello, la relacion entre los teatinos y los paragua yyos hia mejorado, Todo lo contrario, se podria decir que hhos acereamos al peor momento de una historia ya bas- tante rica en tensiones y enfrentamientos, De las rebeliones comuneras le revolueién de independencia Bsta etapa, en le que la yerba paraguaya veri su maxi. Ryaluncionrealizada « port de datos de las siguientes fen tex: AGNDC4D-613; AGLEsenbania de Clara 006 By AGN: SliL21-4.1; AGL Ghatcas 278 y NGL Contadarie 1901 ” Ina expansion cuantitativa, debe ser dividida a su vez en im wuhperfodos: uno abarea hasta la expulsion de los lume on 1767; ol segundo, va desde esa fecha hasta la ‘uptten producida en 1810. 1 vnaos767 xt ie to ‘Dow fechas que marcan acontesimientos ligados a ta Iuntoeln de las relaciones entre los jesuitas y los paragua ricotan esta época en la historia de la yerba del juny. Durante las_rebeliones comunerss 111785), tanto Ta produceién de Ios eolonos Gomo lw alu Ins rechicciones se verd atectada duramente por 108 wimientos bélieos que marcan los levantamientos: lnrrupcion del comercio entre los asuncenos y los cua- ‘to juchlos jesuiticos llamados “del Paraguay” los colo- tnvwilificltan el acceso de los indios de las edueciones a yorhales slvestres; éstos, « su vez, bloquean el paso ‘le lon hombres de Asuncién, impidiéndotes el trafico | row Smnta Fe... En fin, tanto Asuncion como las reduc ‘lone resultan exhaustas y agotadas después de casi 15) now cle hostilidades y guerras, con sus secuelas inevita- Mow de dlovastaciones, epidemias y muerte.."© Tam los alos 1780-1784, el pleno decarrollo de la ‘yin etapa de las rebeliones, las eantidades que salen sloexinta Pe han descendido a ojos vista: ‘tin guest taabajo “Soldati « contain: due eal nate ele el Paraguay”, 0 Aral dela Fondasions Finan Tutn, 1981, pp.'§21-078, hemos hecho un répido in one toto, rupira del eomerclo entre a inseonos, ef. el aeuerdo apiealar del 7/8/1735 fo de corer ol cemuno-a los yerbale por fos ‘ando de. Baréadel 26/6/1726, en BNR seo dal comercio por pate de los joaitas, cons tu ha aits anon de 1790/94, fe MOD, tomas Vi, p17 Conse tn {in Zabala pase por alguncs de Ice pantlos pede constr ‘bandana y”detruclgn de lag redaesione, festa 735,00 BNRSLAO 485 Salida de yorba desde Santa Fe’ 1730-1784 (arrobes) iat 2.900 a3 15.68 1134 298 FUENTES: AGN-IX46-6-12, Un promedio que no alcanza las 18,000 azrobas,.. Y recordemos que en esos afos, del total de aproximada mente 90,000 arrobas que salon desde la villa litoral, no todas son de origen asunceno, pues sabemos que eniran desde las reducciones unas 18.000 arrobes (mas adelante comentamos estas fuentes); ello nos daria apenat unas 415.000 arrobas anuales de procedeneia paraguaya en ‘e608 duos aioe de las rebelione, En el perfodo que siguen al fin del levantamiento comunero, hay un hecho de capital importanela que ‘marcard el futuro de la regign: el finde In crisis genadera que habia obligado a] Paraguay a depender estrecha- mente de los vacunos Hegados desde las “prineias de bajo” para su sustento en came, Bato influir en cierta forma sobre el desarrollo del problema que nos ocupa: shora el trafico yerbatero no se limita solo 2 “dar de comer" a los paraguayos. Tenemos después un perfodo bastante largo en el que faltan los datos euantitativos. Algunos documentos de Jos afios 1747/1748 nos informan acerca de una nueva detencion del trafico y de los beneficios, ocasionados por el descenso de los brecios en Santa Fo: en efecto, se fordena la interrupeién del comercio porque "..conviene cl que la yerba que se halla existente... no salga de la Probatoda de Golpe y quede exausta...". Pese a ello, en asi dos aiios, de mediados del 47.2 mayo del 49, sale esde Asuncidn unas 80.000 arrobas de enrga total?” 7 La ota dal texto ox de un band de Lananitnl, 7/4/17 en AHNb-Conaeje, 20.409, cuerpo 40, f8. 6464 ra on dat Sobre cage total aga de Asotin, eal iano lego, cuerpo Sortie 8r69y Laie tan ton ios que sguen, tne larga sere nos permite whut ovllémhasta el final de este ibperiodo? ‘GUADRO No.6 suit de yer desde Sante Fe? 1755-1768 frro vin UNAVTES: AON.DKAG-6-18, ew mmc a Ira numer anteriores. Bs evidente que hay dos hechos de "hm a esto agitados momentos, la produecién de la mayoria contaran con yerbales de cultivo ya en este siglo~ no dacayé sino quo aumento y la fidelidad del ‘ipo de fuentes utilizadas no deja lugar a dudas, Entre 1730 y 1745, las reducciones environ a los oficios de Buenos Aires y Santa Fo, un total de 187,931 arrobas de vyerba, lo que nos da un promedio anual de 11.749 arco bas’*’ Este cifra nos mantiene dentro. de los limites establecidos en 1684 por la Audiencia portefia. La doct mentacién de origen jesuita que poseemos para los afios que siguen es incompleta (nos da tinicamente los envios 4 Buenos Aires, faltando los correspondientes a Santa Fe), pero una fiente de tipo fiseal viene en nuestra ayt- day comprobamos que, desde 1751 a 1756, las reduc. ciones envian @ ambos’ centros de comercislizacion 1a suma de 68.184 arrobas, y ello nos da un promedio anual sensiblemente igual al anterior: 11,864 arrobas al afio**. ‘También en este periodo, observamos in espe: tial cuidado en no transgredir Iss disposiciones reales, evitando agitar unas aguas ya de por af bastante movie Bes. Pero, ademés, la fuente del periodo 1780/1745 nos informa con detalles acerca de los precios reales de venta de cada una de las partidas negociadas por los oficios ‘Vemos asi que, en el momento en que el promedio de los precios de fa yerba de palos es de ca. 18 reales Ia arroba, ef promedio para el total de las ventas de los oficios se acerca a los 29 reales... La consecuencia evi dente es que, si bien tos jesuitas envian solo una citta que gira alrededor de las 12.000 arrobs, éstas pesan cast el doble en su valor mercsntil y asi llegariamos a la ‘conclusion que la orden conteola un 25%. del valor total do la yerba nogociada ~si suponemos un volumen pro: medio total de unas 60.000 arrobas anusles..Pese at aumento paulatino de las cantidades enviadas por lot ™Datos tomados de lot libros de cuentas de los ofiios de Sinta Fey de Buenor Aes: AGNXULATES 9 AGN UIE? a 3 AGNNIIIAT-7 y AGHIKAGSS, 1 nies, la presencia de I In yerlw sigue siendo importante. yt 107 L810 nie wegundo subperiodo, continiian creciendo las satshulow do yerba que entran en circulacién en el mer vai vigtonul. Derrotada ahora Santa Fe en st intento ‘ie ntthtuer siendo “puerto preciso”, seré Buenos Aires ‘jue vontrolo totalmente —hecko que venia siendo evi- ‘Tint dene figce mas de medio siglo— el trifico regio: tw_Olvo slemento Importante que marcaré esta época iin littoria de la yerbs, cera Ia expulsion de los jesuitas mn rhnecuencias respecto a la organizacion social y Neaoniea de los pueblos de indios que habian formado thant a ostruetura reduccional de la orden. ‘inf que hace a las entradas de yerba a Buenos Aires, tow dato ls la rooign ereada Aduana porteha nos fraen fu lume eras que muestran ya a este producto Hlegan- tina Unyies deseonocidos. Debemos advertir que estos Matin reeren a entradas a Buenos Alsesy por lo “Cviido alas mermas y a los viesgos de navegacion— ‘iste suponer una diferencia, que en algunos afios Nieyae casi hasta el 20%, ontre salida desde Asun- wy eninada efectiva registrada por la aduana portehia GUADRO No.7, ruvate de yetbao Buenos Ave: 1781-1759 (arobes) ~ 14431 148095 T2930 Fra) 1ats90 iusas e8.205 SURAT ge not 90 ns iezesten y lbos de Aduana. de Buenoe Ase om avai, le i, Igajs 68) 4488, BEG, BORA TEAS Wi INE on aaa a; Betts Beg, S88; 95-98; 98415 ‘Como se puede observar, con un promedio de més de 140,000 arrobas y acercandose a lo que sea probable mente su tope —salvo allos de excepelon— las 200.000 srtobas anuales”” In yerba mate es en este momento el “‘producto.de la tierra” de mayor importancia en el mer- cado porter ‘Ahora bien, este singular crecimiento no se debe sola- mente el progreso de les beneficios en el Paraguay. Con Ja expulsion de los jesuitas, los pueblos de indios qu les hhabjan pertenecido pasan a ser regenteados por adminise fradores civiles y en lugar de los ofiios de Buenos Aires y de Santa Fe, una recién creada Administracion Gene. ral de ios Pusblos de Misiones, centralizara todas las ‘operaciones realizadas por lor puicblos. Ahora, eetas cx redueciones, sin haber constituide nunca uh paraiso, ‘malgré Muratori, pasan a convertirse en un verdadero infieeno, en el cual comoreiantes, hacendados y burocrs. tas sori las sangufjuelas que chuparin avidamente el ‘excedento producido por los indigenas... El cuadro que sigue nos muestra uno de los indieadlores més evidenves de este aumento en la explotacin del indgena. (Cuadro No.8) Si se comparan estas cifras con los datos que hemos dado antes sobre las redueciones y sa producelén yerbe tera, vemos que casi se ha triplicado el promedio anual de envios, pasando a ca. 30-000 arrabas antales... Obvia- \mente, dado que la produccién de yerba caamini signif. icaba un uso del tiempo totalmente diverso al que reine "ba ahora en los pueblos de indios, se deja easi completa: 41Ea muy probable que of doeenio anteror haya sido también aa dead con citrasatas,puor, por ejemplo, uns cata de Boor Esteban de Anchorena ast wclo potoan, Call, fora que la Yerba ecnuna a niios dea decads Uel 80, en le que tenemos Santadadensuperorea alas 100,000 arabas(0f s ees tase AON-VIEL2. Para ef quinguenio [ISB 792, Seah a ae Vonage. it, dn un promedio de 196.000 arfobas gue soles deide!“Asincion y' seg White, en, 1800 Amurcion enn eee 317.000 srrobas, cf, White, MEA, “La polite econtmica de Prsguay, popular (18101840), Li primes rorolucion diel oe ‘American AP, vol. 1V (1), Asueb, 1976, 9B CUADRO No.8 LBntrode de yer desde ax misionee 01 ‘Administration: 17721783" (robes) sre TEESTEE se na - se de indo va po Teeny we yoda | mente yerba de plot. De esta forma, las ex-edue fhrtiipan ahore en us 20s, sproximadamente, del vol then comercialzado, ees ny ardent elmo momento ae ln gerbe paraguay (y misioner) ven su maxima © Hah conmitatne en mercado interno colonial, spo ey soe i ee a ings, aoa ae ‘een gaa een ke 4 Blin del periplo de la yerba paraguaya nel mereado interno colonial fe vindea y Juan wuando en 1816, Pedro Martinez Femindes y te Dios Acosta, vocino de Buenos Aires el primero ¥ 2 Datos extendas de los ibroe dele Adminitracion Genel toe Bibione. Midones, a AGN, ale Be legen 17s Veg Mio: Wes ihek rtd, i773; 1208 Boe ires is paiounhlar gratin a lninble auc del ser Sur th atneben,empletdo det Acne Gara den Nacn n Bu rene feared aus en a Spoce angi di atoridades del weno 86 Bategoayo ol segundo, dcdenligudardetntvanente le compahia con Is ve habian'glsds toa eon, 1810, tlrman "a sedadon dol tho de nena tos dies on que por deavenenen de es Carta cs Ait con squalls Provincia del Paraguay para lzado todo al giro con wandisine peels Sowers Interne. non mecsran tntoreen eee des lon acontecintentos revahonnioy comets tocar ya fractar el antigua espacio Goa hae figurado el mercado intemo colonial Dadas aa caactriices <9 9 erension= risen “y I extnsion~ de esi bro, ng poderos detneinostacesvmneste sea no scépte,Hecordemos solamente tomo: ives enoentamlentos entre iaceignayrvaies del fist te istervencién de ots potencias “coms haeron ts encia de a Gopatin yl bioguen de 185er eeneeke Fon ala navogacion del Foran ye Rio de ln aes zara Jung, Lo que ayer habia stoma ates imag a i pn uesble. Ya fueron lon comarionepaftee we ideo de Bio, como is aranzadas eigustsgo ae coe bres de Pano Ramite,habion hese ual nage ‘i un campo de ores dapatas A tole ese es ancl pore un gin mrs ee esos a recoocer i Incopendencn dere [etentan, pes sla fina Ge algunos tetanee at Date avoacibn, rnd alos pareguason melanee ite, | paca dementia Nochidamon aden es ee itimosafos colonsien Ios attartes sys oo | el Paregiey babian comensado a omper densa de lor Somerclantes portehon, cominicantoss aeeres Sen, sin a intarmediacion de Buenos Anes ce es nos de los mercados de la yerba mas importante. 7 En todo evo ns ita gue trae Riche in White suestran ebmo 1846 fel imo'y mds eplentio ee JANA ior 288, fx 8: mds datos whe oon ANA ‘ye dutta; ANAHnons bite tata ae woah avons. a on Ja exportacion paraguaya: casi 290.000 arrobas de vyerba salen de Asuncion’, Paro, fue verdaderamente el ante del cisne, Los porteflos ordenan un bloqueo total Mtl tabaro y la yerba paraguaya y en los afos 1818/20, bes eantidedes de yerba salidas desde Asuncion descien len a pico. Cuando, después de 1823”", dan inicio las tctividades de Ttapua y Pilar como finicos puertos auto- tizados a los comerciantes forineosmnunca #ellegara, su tnando los embarques de ambos puertos, a cifras sinila tes & las del timo siglo colonial: en 1832, por ejemplo, endo un afio regular en al trético, no alcanzamos las 26,000 de exportacién total en yerba... Como se sabe, la politica de Gaspar Rodrigue: de Francia tuvo connotaciones muy peciliates, sls comps ramos con el resto de las experieneias independentistes Novadas adelante por las elites eriollas ex Amériea his- pana. Uno de los clementos capitales de osa politica fue st furioso aislacionismo y genetalmente se he interprets- tio esta eefitud como un mero eapricho del Supremo. En lidad, Francia cierra el comercio cuando las posibili ‘lades reales de continuo en forma independiente eran asi nilas. Sogtin Robertson, ef Dietador suri, incluso, al comerciante inglés, 1a posibilidad de que fuese el emi io comercial del Paraguay ante las autoridades britini- fas; el aventurero comenta con deida ironia la ignorancia ue el Supremo parecia tener acerca del funcionamiento fo la institueiones de Su Majestad... Pero, curiosamente y sin pretender negar posibles avances de Francia en el wntido indiesdo por Rober:son~ algunos documentos hos tracn otra version y los vemos al futuro caballero vritnico ofreciéndose easi como intermediario entre los saraguayos y “el Comandante de la Marina Ingles, el "ual viendo que se favorece a ai comescio nacional, pus- He" proporeionar ventajas generates para Tos dems de Hye, R.A, “La politica econdmien.”, el. 106 ety B ‘ovtallndo a Francia, Iepus, 26/2/1823, en BNRI-20-28. 2h, Nov 84 ste Comercio.."**. En fin, sn como fuere (y dejando de lado. tna mentiriia mas de exe eniea ee eee® lterato), ‘es obvio que al bueno de don Gagne ee reitaban muchas avernativar Si nos aejamos por un momento del Paraguay y hace: "ot tn sje reldmpago hacia! Daal mae agui donde se esin eran las condiciones hartge do teemplsio de ia yerba pareguaya, Alpines setae han estudlado los origenes de a procuccon son sora de la yerba paranaense ~y rograndenses 9 nce ise los avatares el vastago de ant viele famille Ge Cea Glantessantaesinos cuyo Iinae estard Gestinade Serna {duds celabridad? don Prancioco de Aisapat oy conet Shiela en 1820 sus actividades en Parant oe oe yerba conockia come “de Puranagud’ por ia nee ge embarque— ya habia comenaado'a inaucnse wea 4 desde la déceda del vinte, paullamente io paraguayo por pate de los poe tetios, que da inicio mt trite en forme ee eae Inforines consulareebritinicosveertior a san ox fra dosde ol Brasil a Buenos airs une 190,000 me bas de yerba”” y no debemon olvidar que se dese otek lambién oo activo trficodiecto end Paraceen le cuyo objetivo principal en la yeu bracers SANA Hoge 220, Vek don Stow A, Mendri ilérie, honolgie, To owrephica ¢ Descriptca da Vila de Morrtce edo Moen ee) aulermente fro de Cina, 193) Muse arse yet rhb, 1081, Linaeeg "1, Halonen nana Seee Pst log rtlos Cosa Mari Weighs ¥en se Oem de Purmagud ern 182th Soe Tt {Haas Peer do Foran ince de Cony Badace, are iStento de Hic eign eee {ated mo ano de 1836°Betadoe de miemtcasrsic Pore fae fi, ain 1862; manos enacts em, bale fon tad do shale MIR penn Bee ane ‘al dot rofenires Unawratrios de Haters, acne Nae 89 acymente a Tapa en squda del prodcto pragu tm historia, 1h peso econbmico dela yerba tel marco del mereado tater colonial rw tnalizt, nos queda slo etula gu exe ol dea nstituyen Ta trama del mereado Intemo colonial. Dado. ce aan eats ne oe a ae sr impale eo sare i Yr na ‘haute Fe y Buenos Aires zon ia del Paran yl dad del contraband so sola tna ing Hin do eat glo y dio de one Dai ae la i, Sst Fo i "inmone sf Contry is isporast de rediatbscon de inert Sebi alia mereneres de volo Ferd ica de To que alguien liamoyen 161, sl moor vere ques p0 abusdandonay en tod’! Pa part Her te” La emda velaforecida todos lot ior far a ondan ajo de recuice que tesa a "i apela al delgado de ltapus, 14/6/1828, en ANA Historia "sage Corvalan a su prtno, Agustin Corvalan de Castile, en ANIHESIO16-0, Oe 16 Hs 0 ~~ ——Sr—sems toda una sere de acivdndes mesore Cote tcc de carts ale do Saas" sia tie ghaban aed’ dela yerbe crea aoa santafesinos. aaa i He, peescte rank ragnhaas oo tes Indie el de Sta Fe Coo a eee campaha santafesina sufriria, la década THI, iain de means selena gee Be open des a ee ee que habia sido, Da inicio en esta gpoca la large acne ‘eal de lov eriafesnos por mesa ane ets ‘Puerto preciso. Pero, pese @ covssrvar este privilegio du- faite lt mayer poe Gli, ya de sehen teal abe cpa oi icc wae Aesplazamiento vosventet E { Dostinos principales de la yerba salida de Santa Fe: 1703/18 y 1765/68 a vreei78 rae on Buenos Altes, que en los afios 1703/1728 eaptaba el 20%, del volumen total de salidas desde Santa Fe, en el verfodo 1785/1768 aleanza a un 62» de ese volumen, Por supuesto que este hecho era sélo una de las conse: uueneias del ereciente poderio econémico de la ciudad lel puerto y de wus mmefeaderes. Rstos habian,conseguido ic tn poreentaje enorme del trafico yerbatero total, ppasara plimero por sus almacenes entes de tomar el ca Imino definitive hacia otros eentros de consumo, Este pasajé, obviamente, dejaba en las areas de los comercian les portefos jugosas ganancias, Es decir que, bastante intes de Ies (demasiado) célebras medidas de 1778, ya Iiuenos Altes es el contro econémico de mayor poder de niraceiéa de uh vasto hinterland, in lot afios finales del siglo X Vin, Ja yerba mate es el srticulo “de la tierra” de mayor peso —haciendo excep: ‘ion dol tigo, obviamente— en el mercado de Buenos ‘ites: con tin promedio que se acerea a los 250.000 hwes08 antuales,e6, de muy Tejon y con la salvedad sofala- tis, el producto princeps en esta plaza. Sélo le ganarén lus cuetos de vacuno, pero, como se sabe, tos se desti- ‘ian al mercado internacional y no al consumo interno, ‘Ademés, se ha exagerado la importancis —para esta épo- ‘ede ios euros salidos desde Buenos Aires y su cam fonda es muy probable y Ins cifras lo demostraran alga ‘que no talgan de éste més de 300.000 cueros anuse les como promedio (dejamos de lado la rica campana corwntal_y de la nueva fronteralitoral). Lo que no deja ‘ina mal parada a nuestra yerbs, En cuanto al resto de lim productos del mercado interno entrados a a ciudad: sl aquardiente sanjuanino, el segundo en importancis, ‘uti Leisimo en valor de la yeeba mate, pues ~suponien ‘iu un promedio de afios buenos y malos~ apenas llege- ‘unos 2 los 40,000 pesos anuales.. nite (omo se puede observar en el grafico antecedente, Menuioza es, en 108 aos 1758/1768, el segundo lugar en 92 {mportancia en cuanto a partidas de yerba salidas desde Santa Fe, Mendoza, por supuesto, noes més que una posta en el camino hacia Chile y'éste, a su-vea. 6s 1a Puerta que abre al rico mereado del Pacifico. Les Cangas ue han attavesado Ia cordiflers durante fos meses prope ios del estio austral, legarin a Valparaiso para dele alli, en uno de los naviog que hacen la carrecs de Lina, mbarcarse hasta ia capital del virveinato peruano. Ey los altos 1779/1784, cast ol 50% del votumen total de la ‘yerba entrada a Buenos Aires, pasard a Chile para hacer ese periplo**. Varios documentos chilenos de la epoca ‘hos muestran ls importancia que este tréfleo tiene a ojos de los contemporineos’™. Lima ‘La capital virreinal cumple dos funciones, Es uno de los Geitros de consumo mis importantes; cuaindo Juan y Ulloa en los afos 30 del siglo XVII, visitan la cludad, afirman: “el chocolate 1o-aeottumbtan poco; ¥ en sa lugar toman el mate, cuya bebida stilen dos veces a fa... con mucho més aparato y adomos, que ea alguna otra parte™™* y los bellisimos mates labrados peruanos uedarin como testigos de esa pasion limeha. Pero, de eumentos de fines de siglo nos muestran yaa ta yosko reculando frente al consumo de ottos excituntia: el cher |eolate, el café-y el té que la europelzacion de las contin, SSAGN sale XM, aoe: 14:9:1 bos 1 y 2: 1402, ibvos 1,2y 8/1495, loo ty 2, 14°54, irons, 29 814 8 ees 112y 3; 1496s 1-25 3 TCE, documento’ “El presidente de Chile da noticias. L128} in Vials, 61 eomereioy i crar ests Gees Seb sie, Sms de Se ed ae le gue de Laster, Colonoe Oren dal Rio Rrcsuay eke Plt n DHA tom fi dunn, 3.9 Ulla, Ade, Relactén.,et, tome Ul, p. 488, *3 a +, evan Fora Tei nes va impeniendo paco a poco". ae (UeScicne sus Perdgrimtions une pai ya a cosu ar arate ha ce Jessparcido entre Tes class las 1 Per ropaliane, ce os ne es eit ogo, el panto de rdisttbucién po epelael dela yore, pot toda t Pate. Un nrticulo de Moreyra y Pa Seid nos muestan aie loe trond Pao Gury Aen aon oe punon vscipale haste donde se diner ns partdas de verb Ieee ee eae eit Geen ge twidente ‘que e] destino de Panama,es sélo.un Sescunso dvs Haine Nuts Epa, a prosela de ag debe astm pa Quo oo ef slates mds aeptas al mate sogin os ela vers de a Epes Fa exo, parte rie "en nen Como deo ene selon mir de ‘Alto Pert, Documentacion limefia nos muest aoe: 2 era nie fos penpals productos que ena Weande tached, en os e797 /1798 eel wee firiéndose al mate, que "..0¥ ‘ne, en la obra manuserta de Cosme Bueno, Provincis de le ecient iS introduction gel up deen y el haber eoarbrado fsa ‘Belge edo eios Reyno,va hacen rebut Sorde i701 afm: "ano dt te qu stromata ap vitae puertos reciben casi ol 80% dei total de la yerba sun dete Liem ene peo, Movasa y Paz Soin o CUADRO No.9 Principals productos entra por mara Lima F7aTH1 738 fon pene * yerba ‘ope de Quito FUENTES: AGL, Consulado, Administrative Es de notar que estos productos (ellos ocupan Tos primeros lugares en wna lista de 1s mas Varlados afew log), constituyen el 75% del valor total de lo entrado por mar en e808 afios “hemos descontado, por obvies tazo. Spee ia hci pa Beaters anaes ane Serpromas Se tituyen el grupo de mayor peso y enire ellos, la yerba n ocupa un lugar nada despreciable. tee Potosi y el Alto Peri minero Ya vino que nos de Ida de at sido A i yea te conoce es Potont Et acs Ske Wares erage ge elactnos Roamans tea 1656, 08 fueia cima er area Chars "1a yon del Pagans heinous es ‘mucho. dooce afore sta yar que vase aay srtenos sma neta comepndlesies ace verbal gtarlantey tov 14.984 pom ge eblon prs ies 96 vicio..0"*, Al visitar Acarette el Alto Per, a mediados tie ese siglo, la yerba ya teinaba indiscutida on Jos mine- les, junto'a la coca; tanto ese autor como otras fuen- ‘es, dai razon de la sequedad del ambiente a esas alturas fenmno tne de las eausas més poderosas que impulsan los trabajadores de las minas al consumo de la yerba**. in 1677, una fuente que intenta evaluar ol volumen del Indico que pasa por Santiago del Estero hacia las “pro- vineias de azsiba”, nos indica que unas 20,000 arrobas, tie yerba toman ese camino ; Ia eantidad es, quizas, un fvoco eagerada —no olvidemos que en ese momento sntran en Santa Fe unas 25,000 arrobas anuales— pero ‘stun buen indicador de Ja forma en que los contempo- Fineos pereiben la dominaneia del mercado altoperuano wel tafico yerbatero. El grifico de unas paginas atrés nos mostraba Ia hege. monfa total del Ako Pera en los primeros deeenios det ‘ielo XVILJ; el 58% del volumen total de la yerba salide ‘ie Santa Fe ge dirige a ese destino, Pero, no slo ello: de ‘asi 136,000 azrobas que se comercian en Buenos Aires tlurante ese mismo periodo, un 29% se encamtina tam Inién desde la ciudad del puerto hacia Tas llsmadas “pro- vineias de riba’ ‘Otro grifico, realizado a partir de material del Archi- vo Histérieo de Potosi, nos muestra ol rl de la yerba en 11 conjunto del movimiento del mercado potosino en 1733; antes de ir al grdfico, reeordemos que el tipo de vias la transcrip de aime Usoste Arana del mantes 1» de Hamiver de) Agalay Nous polices de Inds y Relacion Fserptoa dels Ciudad de la Pate Metropol de ae Prouinias de wChoreas ynuebo Reymno de Toledo en las Oecigentate del aran Inport Pa, (4690) Soee,lnpronta Universitaria, 1978. SGoncaltese: Aeartte, Réloston elt, pp. 346 9 77; Co cal, Fe oseics elt, pp. 299980, n cara del obtzpo de la Vata (2690), en AGLCkaess 269 y la Helton. ef, de edie "itnforne fechaso en Seniago dl Extero, et $0/11/1877, 00 nckchareas 285. STfatoe tomados de AGECharess 278 y AGEConiaduria fuentes que disponemos para esta época, contabiliza 56 lo muy parcialmente el sector alimenticio local (maiz, chuiio, papas, trigo, camero, vactinos, ete.) Mercado de Potost: 1733, AGUARDIENTE 1a parte ampliada del efteulo nos muestra la posicién dominante de los excitantia: el 49% del valor tot Pero, es neceserio hacer dos advertencias. Primero: e ‘muy’ probable que Ia cantidad que refiejan las fuentes referidas a la coca sean en realidad mayores —lo que elevaria obvismente la cifra de los “vieios"— dado que hho parece seguro, si bien la cosa se presta a discusion, ue esta fuente contabilice todo el trafico realizado por indigenas*. Segundo: no_debemos pensar que toda Ia vyerba que enten en Povosi ex consumida alli misma, No, Potosi tended durante gran parte de ia épaca colonial el rol de redisiribuidor para el resto de los nécleos mineros yurbanos del Alto Peet". Pero, sea como sea, nuievamente hallamos @ Ia ye: seupando un cémode segundo lugar y a los “vicios hegemonizado el mercado (siempre dejando de lado el sector alimenticio que, como dijimos, estas fuentes con- {bilizan muy. parcialmente), Si agrogamos a ellos los {oxtiles, es indudable que contariamos con los articulos comereilizados de mayor peso del mercado inte co Tonial {2p efecto, sein opiniin de Rugiera Romano ~masilete «4s en forma pevsonatmel eo te ongen indigent now conta lita owen dpoce tm a mayor pte de a fuentes de cee fuel Uidap eees traicanes Sion, ver AP "IGE AMP, Caine eles, iro 699, varias partidas que ae dis gona Oraro, la Par ¥ Chaeasstamingn en el ia de cusmtce de 7s, en AND, Colecesn Ruck, 68, pobmos consists sulle ste cheros cariamenton havi iireiteedetinos desde Poors, njas Tess, libros 693,

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