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Ingravidos y gentiles. Nueva serie para revisitar con textos y fotos nuestros principales paisajes literarios Tras las huellas de Mio Cid Entrevista a Ignacio Bosque: «Los lingilistas no son los policfas de la lengua» De Meadero de la Reina a Guarromdn: la toponimia mds sorprendente Revschclen 4 —letras Rover! Delegacién Especial de CATAL “administracion de GRACI {EL PRINCIPE DE ASTURIAS, 65 (08012 BARCELONA (GARCELONA) Tel, 2074180 Fax, 004152476 ie TLANCO RICARDO, Presenlagesoiead ef estabiecidol| do 17 de novembre | General] Subvenciones,|4e| 47 Puss ora. 2/2005 -nl Vjcomutarafapicabl se acsero} 7 Yj Ys Yi Contra el Monstruo Galimatias del Lenguaje Administrativo Reivindicacién del derecho de los ciudadanos a entender, a que las, administraciones piblicas se dirijan a ellos en lenguaje claro Easier ae ea El cardcter multimodal m iy IRAIDE TBARRETXE- ANTUNANO Catedcitica de ‘Lingiiftica General en la ‘Universidad de Zaragoza. ‘Miembro de la Academi Europacs, maginemos esta situacién. Te han citado a una reunién de trabajo impor- tante que puede suponer un ascenso en tu carrera. Llegas al lugar de la reunién justo a tiempo, alas 10:35 h, y te llaman para que pases. Entras en la sala y, casi de forma inconsciente, no- tas varias cosas: un agradable aroma a citr cos, que inmediatamente te hace sentir a gusto; no en vano el olor a citrico se sabe que favorece la comunicacién, Ia apertura y las buenas relaciones, Seguidamente, al mi- raral frente, te encuentras con cinco perso- nas sentadas en unos sillones, dispuestos en linea y elevados sobre una tarima. Al ace: carte, una de las personas, situada en el cen- tro, en un sillén ligeramente més grande que el resto, carraspea, se levanta y te offece la mano. Te aproximas y con una ligera sonri- sa, 0s dais un apretén de manos firme —ni fuerte, ni suave—y con un leve gesto de ca- beza te invita a que ocupes tu lugar: un asien- to dispuesto justo frente a ellos, pero en una posicién més baja Posiblemente el lector, alguna vez, ha sido testigo de una situacién similar a la descrita. De hecho, lo interesante es que, de toda esta escena, sin emitir ni una sola palabra articulada en una lengua el lector ha comprendido que la persona con mas auto- tidad es la que le ha saludado de forma firme, pero cordial, y la que le ha mandado que se siente para poder comenzar con la reunién, Todo ello gracias a diferentes «pistas» deno- minadas hasta no hace mucho como «comu- nicacién no verbal» y clasificadas como ele~ ‘mentos complementarios, «paralingiisticos», y, por lo tanto, marginales del lenguaje. Y si ellector se ha fijado, aunque es cierto que en algunos contextos atin se hace esta distincién, he usado el imperfecto en pasado («se deno- minaban») porque, actualmente, la investi- ‘gaci6n més puntera nos indica que este tipo de elementos, o mejor dicho sistemas, no solo atafien a la comunicacién, sino que forman parte de la cognicidn y, por ende, son centra- les para comprender qué esl lenguaje, como se procesa y cémo se emplea para comunicar. De ahi que, en la actualidad, a todos estos sistemas se les llame multimodales (evitando esa negatividad intrinseca que supone definir un concepto a través de su negativo), y que, al lenguaje, como no podia ser de otra forma, se le considere también multimodal. Pero antes de intentar convencer al lector de este caracter multimodal del lenguaje, re- visemos cada una de las «pistas» del supues- to anteriory su correspondiente sistema mul- timodal. Empecemos por la hora de la entrevista. La organizacién y el manejo del tiempo pertenecen al sistema cronémico. Se podria pensar que este sistema es més cultu- ral que lingiiistico: costumbres y estereotipos como el de la puntualidad britinica o la per- misibilidad hispana de los cinco minutos de cortesfa, De hecho, estos ejemplos reflejarian la conocida divisién de Edward T, Hall entre culturas menocrénicas, més estrictas con los horatios al conceptualizar el tiempo de for- ‘ma més precisa y lineal, y culturas policréni- cas, més flexibles con el manejo del tiempo al entenderlo como algo mis abstracto y ci- clico. Sin embargo, también tiene su reflejo lingiiistico. Recordemos, por ejemplo, cuan- do aprendiamos la hora en inglés y no enten- diamos esa necesidad de afiadir a las horas enteras el o’lock; o, por ejemplo, pensemos qué expresién usamos en espafiol cuando sa~ ‘bemos de antemano que Iegaremos tarde. Probablemente todos habremos dicho algu- na vez «llego en cinco minutos», aunque seamos conscientes, casiirremediablemente, de que es posible que sean mas de cinco los minutos que pasen. Esa relacién entre el sis- tema cronémico y el lenguaje se puede de- mostrar, ademas, a través de un simple expe- rimento, Si alguien te dice: «Quedamos después de cenar», ga qué hora crees que se- ria la cena? Seguramente sin salir del contex- to hispénico, encontrarfamos diferentes res- puestas (las ocho, las once...), por lo que la interpretacién de ese enunciado requiere que el hablante conozca cudl es el sistema croné- mico en el que se desenvuelve esa lengua. La segunda pista corresponde al sistema olfativo, el relacionado con los olores. Es cier- to que, en nuestro entorno occidental, el olfato es posiblemente uno de los sistemas La organizaciony el manejo del jempo pertenecen al sistema ‘cronémico, que también tiene su reflejo lingtitstico Los ongee de las islas Andamén, enel océano Indico, identifican a las personas a través de los olores menos usados conscientemente, pero jcui- dadol, es uno de los més importantes ala hora de evocar recuerdos y detectar peligros, tan- to que puede despertarnos ante un olor con- siderado peligroso (p. ej., el humo, el gas...) Sin embargo, en otras culturas, este sentido es clave a la hora de categorizar el mundo. Ofrezcamos un solo ejemplo: los ongee de Iasislas Andaman, en el océano indico, iden- tifican a las personas a través de los olores. Asi, utilizan este sentido para referirse a uno ‘mismo (tocéndose la punta de la nariz) 0 para saludarse (preguntandose: Konyuneonoran- ge-tanka? sQué tal esta tu nariz?’). tra pista es la disposicién de los asientos, Esta cuestiGn hace referencia al sistema praxé- ‘mico, que es el relacionado con la percepcién y la distribucién del espacio con respecto tanto a la situacién espacial como a la distan- cia entre dos o més elementos o interlocuto- res, En nuestra entrevista, posiblemente, la distancia que hay entre los propios ==] [ENERO / tanzo 2022 — Arch-ltas 75 IRAIDEJBARRETXE- entrevista- ANTUNANO dores sea menora Elcandéler multimodal a que existe entre del lenguaje estas personas y nosotros, dado que entre ellos se conocen y han de poder susurrarse durante la entrevista, mien- tras que para ellos nosotros somos extrafios. Yes que lo que se conoce como proxemia in- teraccional se suele medir en centimettos, que a su vez dan lugar a cuatro zonas diferentes, segiin el tipo de relacion que exista entre los interlocutores: intima (entre 1 y 46 cm, ad- miten contacto fisico), personal (entre 46 122.cm, para amigos y familiares), social (en- tre 1.22,y 3.7 metros para conocidos o extra~ fos) y publica (mas de 3.7 metros para cuan- do hablamos en piiblico). Estas distancias, que varfan segin preferencias individuales, pero también culturales, son las que explican Por qué a veces sentimos que «invaden» nues- tro espacio ylo incémodo que resulta cuando alguien se acerca o se aleja demasiado para hablar contigo, Ademés, en la proxemia tam- bien se atiende a la disposicién en la que se colocan los interlocutores. En nuestro caso, la disposicién central del que dirige la entre- vista y la situacién elevada de todos evoca un significado espacial metaférico claro: el cen- tro es importante y los que estan arriba tam- bign, En otras palabras, la disposicién espa- cial muestra, en términos del psicdlogo Geert Hofstede, las relaciones de poder; esto nos permite establecer qué cédigo lingitistico es el apropiado, y asi adaptarnosa esta situacién comunicativa. El carraspeo y la sonrisa son dos pistas més. Ambas se consideran elementos fisiolégicos y emocionales, respectivamente, y forman parte del llamado sistema vocal o de vocaliza- ciones. Este sistema, referido a los aspectos fénicos del lenguaje, es muy amplio e incluye elementos que van desde las propiedades fi- sicas del sonido (p. ¢j., el tono o el timbre, pero también la intensidad y la duracién [o cantidad] del sonido) y tipos de voz (p. ej, ‘gangosa 0 murmullo), pasando por elemen- tos como juy, jaja! o hmmm, hasta la propia ausencia de sonido, es decir, las pausas (que duran entre oy 1 segundo) yel silencio (todo Jo que dure més de 1 segundo). Siel lector se pregunta en qué medida este sistema esta 6 relacionado con el lenguaje, solo tiene que pensar cémo cambiaria el significado de una palabra como siéntese si el entrevistador de nuestro ejemplo lo dijera marcando y alar~ gando el tiempo de articulacién de cada sila- ba, o suspirando, o tras un largo silencio, 0 susurrando... Seguramente, una «inocente» invitacidn a sentarnos en una silla dejarfa de serlo y pasarfa a convertirse en una orden de alguien autoritario, impaciente y aburrido, del que pretende crear expectacién, incluso del que no puede hablar alto o es un poco... siniestro, Elapretén de manos, otra de las pistas, per- tenece al sistema héptico que incluiria todo lo relacionado con el tacto, como son las catac- teristicas tactiles (textura, temperatura, etc.) o las «formas» de tocar (acariciar, rozar, fro- De ahi que, para interpretar adecua- damente un saludo haptico (darse la mano, tuna palmada o chocar los cinco) sea necesa~ rio tener en cuenta su duracién, quign lo hace ydénde, asi como la intensidad. Finalmente, la iltima pista serfa el gesto que nos hace el entrevistador para que nos sentemos. Este gesto perteneceria al sistema kinésico, que incluye elementos visuales como el movimiento, las posturas y la ges- twalidad, Esta tiltima es, hoy en dia, uno de los campos de estudio mis fructiferosy no- vedosos en relacién con el lenguaje y su ca- ricter multimodal. ¥ es que la gestualidad, entendida como el conjunto de elementos Kinésicos que codifican la expresividad de forma deliberada, no solamente precede a Ja produccién del lenguaje oral en nuestro primer afio de vida, sino que, ademis, faci- lita su adquisicién e interviene en el apren- dizaje de otras habilidades cognitivas, como el célculo matemitico. No hay espacio sufi- ciente para explicar las diversas funciones gestuales ni los diferentes tipos de gestos (si, si, hay diferentes seguin su significado, su grado de convencionalidad 0 su coocu- rrencia con el habla...). Queda pendiente para otra ocasién porque ahora, tras este breve repaso por los seis sistemas multimo- dales, solo resta mostrar un par de argumen- tos y pruebas experimentales sobre este cardcter multimodal del lenguaje para aban- donar, de una vez por todas, Ia idea de que solo es lenguaje lo que se expresa oralmen- tey se recibe auditivamente. El primer argumento de peso es irrefuta~ ble: hay lenguas que no son verbales, sino signadas y, por lo tanto, utilizan otras moda- lidades como la gestual-visual y otros articu- ladores que van mis allé de los érganos vo- cales que intervienen en la articulacién de los sonidos (la lengua, los labios, el paladar..), tales como la cabeza, el rostro y sus compo nentes (frente, cejas, muisculds faciales...), asi como el torso y las extremidades (brazos, manos). El segundo argumento se fundamenta en el propio procesamiento del lenguaje, es de- cit, en el proceso que concierne a la produc- cidn de sefiales multimodales con intencién comunicativa, que es lo que hace el emisor, yala comprensién de estas sefales por parte del destinatario, cuya tarea es, si cabe, ain ‘més compleja. No olvidemos que, de una par- te, tiene que discriminar qué sefiales tienen intencién comunicativa. Por ejemplo, guifiar elojo puede tratarse de un ticreflejo del emi- sor, carente, por tanto, de intencién comu- nicativa, o tener un significado como ‘estar de broma. ¥, de otra parte, el destinatario tendré que procesar de forma conjunta varias «pistas» multimodales para poder compren- der adecuadamente el significado. Por ejem- plo, sefialar un lugar por medio de un gesto deictico a la ver que se dice oralmente ahi. Es interesante, no obstante, no perder de vista que muchos de estos procesos comple- jos se procesan casi de forma inconsciente y se perciben como sincronos, aunque no lo sean. Los labios, por ejemplo, empiezan a moverse entre unos 100 y 300 milisegundos antes de que salga el sonido, un intervalo tem- poral que es atin mayor en el caso de los ges- tos referenciales que preceden a la informa~ cién léxica. En otras palabras, no nos damos cuenta ni de que estin ocurriendo ni de su secuencia y sincronizacién temporal... hasta que algo «falla»; como cuando vemos una pe~ licula en la que la voz lleva unos segundos de retraso con respecto a la imagen. Enseguida notamos que algo no marcha bien. Yes que, desde hace tiempo, es bien sabido que para comprender adecuadamente lo que oimos necesitamos también verlo, Esto es lo que demuestra el efecto McGurk?, una ilusién perceptiva descubierta de forma casual en la década de 1970. Harry McGurk investigaba junto a John MacDonald cémo los nifios percibian los sonidos en diferentes etapas evolutivas. Habjan preparado diferentes es- timulos y, al transcribir el audio con sus in- teracciones, se dieron cuenta de que «ofan» 40 [ga] en vez del original ba [ba]. Asi se die~ ron cuenta de que «escuchabamos con los ojos», es decir, necesitamos ver el movimien- to de los labios para discernir el sonido. Re- cientemente, ademis, esta complementarie- dad entre los sistemas vocal-auditivo y ‘gestual-visual ha quedado patente en el efec- to Lombard, a saber, la tendencia a aumentar inconscientemente la intensidad de la voca- lizacién (voz) en una situacién de contami nacién actistica; en otras palabras, la razén de por qué nos quedamos afénicos después de estar en un lugar con mucho ruido (p. ¢}, La disposicién espacial muestra, en términos del psicdlogo Geert Hofstede, las relaciones de poder El apretén de manos, otra de las pistas, pertenece al sistema hdptico que incluiria todo lo relacionado con el tacto tuna discoteca). Hasta la fecha, este efecto habia probado que en estas situaciones se tiende a subir la voz y a mover mis la boca, pero ahora también se ha demostrado que para paliar el efecto adverso del ruido, se uti- lizan mis gestos, haya o no emisién vocal? En realidad, aunque estos experimentos siempre son muy Ilamativos, no hace falta irse a un laboratorio... En estos uiltimos me- ses, el uso de la mascarilla en nuestra vida diaria nos ha hecho ser més conscientes de que el lenguaje no es solo cosa de oralidad, gverdad? Y es que nada mejor que la vida misma para ensefiarnos realmente cudl es y en qué consiste el carcter multimodal del lenguaje. ao 1 Para saber més:Ibarretse- Atria, |y J. Valenzuela (2020, Lenguaje y cognicién, Madrid Sintess. 2 Aqui puedes exoerimentar ol efecto McGurk hts// ‘arwyoutube com/watchiv=-PWGeUZtTHRA 3 htps/finmwnature.comyartcles/s41598-021-9579-.0 ENERO) MARZO 2022 — Arches 77,

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