You are on page 1of 14
aq aids dtr bs ine os compiler Lara Demarco: Mari seis Mesh: pins an 208 pg: 2241 isan svese7 asso 4. Infancia. 2. Derechos de os tnt. Dem ela, Maa de as Mercedes, comp. i Isnaa fe ‘eDp 305232 sa, comp. ina, con equis LATGUALDAD LA DvERSDADD 30 DESDE Ls AIMEROS ANOS ‘Compiladoas Laura Demnco Me s Mercedes ea Jonefin sna Discho de tap ilsraclone:SivinaPenebora Disebo de interior diagramacin: Sebastian Senos Ccomecion: Nadi Fink InpresionImprenta dns Madras LAS JUANAS EDITOR mull editorial lajuanason 1 edict de 1000 sjempaces, nero de 2011 Heel dept que mares la ay 1.723 equis LAIGUALDAD Y LAD GENERODESTELOS PRIME JUANAS, EDITORAS Cua: rae es Mee esa cous Prologo Democratizar los vinculos sociales. Bsa es la principal tarea que le ‘vamos adelante desde nuestro colectivo de mujeres hace ya varios ahos. En todos los ambitos posibles: organizaciones barriales, estudiantiles, de derechos humanos, juveniles, en las escuelas, en distintas instituciones ppiiblicas, continuamos una larga lucha por la igualdad en las relaciones entre hombres y mujeres, de la cual somos parte y herederas. Este libro comenzé a gestarse hace mucho tiempo, ¢s producto y es proceso de una de las tantas experiencias que Hevamos adelante desde cl colectivo Juana Azurduy. Una experiencia particular centrada en la formacién de mujeres que tenfan a su cargo comedores comunitarios y que, por lo tanto, cuidaban y alimentaban a cientos de nifios y nifias. ‘Mujeres que comenzaban a involucrarse en la vida publica a partir ddeesatarea y que habfan llegado hasta ali producto della crisis econdmi- ca que las empujaba a resolver “afuera” Jo que hasta entonces resolvian “adentro” de sus hogares y se animaban a socializar sus maternidades. CConstruimos nuestros primeros Centros de Desarrollo Infantil alli donde funcionaban los comedores. Trabajar desde una perspectiva di- ferente la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres desde los neros afios, no silo transformé el juego de los pequeiios y las peque- ‘has sino que nos transformé a nosotras mismas. Pudimos reflexionar acerca de lo que nos sucede en el mundo adulto, de los prejuicios que rodean la educacién y socializacién desde que somos chicas. Por eso este libro es producto de nuestra propia experiencia y tam- bign es proceso de nuestra inquietud de nuttirla, mejorarla, ampliarla, Fis un libro que busca respuestas y plantea propuestas para avanzar hacia luna sociedad més igualitaria. Creemos que sélo ¢s posible si comenza- nos, desde los primeros afios, por quitar los prejuicios y estereotipos «que rodean la idea de los vinculos familiares, los de género y los roles «je se nos atribuyen desde ef momento en que nacemos. Me ha costaclo mucho escribir este prélogo. Tal vez se deba a que se ¢ataba escribiendo simulténeamente en a calle. Porque cuando comenizamos a trabajar en este libro, no tenfamos Idea del profundo debate que se daria en el Congreso y que calaria en \ovlos los rincones del pais, Un debate del que serfamos también pro- nTROQUCCION tagonistas, cuando se enfrentaban las posturas y se aprobaba la ley que posibilita contraer matrimonio a personas del mismo sexo. En los tra~ bajos, en las casas, en el almacén, en todos lados se hablaba de cémo y quiénes pueden criar nifios y nifias, de cémo deben ser las familias, de cual es el rol que deben tener las escuelas a la hora de educar sobre estos ‘temas. Se pusieron en discusién todos los estereotipos y también crite- rios de igualdad y diversidad. Entonces, desde hace mucho tiempo ya estuvimos escribiendo las ideas de este libro en los comedores comunitarios, entre las personas que dijimos y decimos siempre basta al hanibre, en los talleres donde ‘encontrébamos las razones de nuestras desigualdades de género, en los apoyos escolares, en Ia alfabetizacién y educacién popular, en centros profesionales; pero también en las calles y en cientos de debates publicos defendiendo el derecho de las parejas del mismo sexo a adoptar y criar hijos e hijas. ‘Yiy todos Los ensos, en todas estas luchas, esté siempre presente la ‘ereeisled de day comieneo a una profunda y revolucionada manera de ‘sultay le eluicwelin y ls soelalizncidn, que nos permita pensar desde una dhuelie nue obilerta, rds inelusiva, nuestra historia y la de ‘so tesla wiejot con justieln y equidad social es tam- vis iudloe de vineularnos, Una nueva manera de for- Jes diferencias, y de crecer disfrutando ta diversidad Jao In dengualdad “Tudos y todas podemos aportar a este desaio. Por qué la X? ‘Nuestro lengusje refleja fa realidad en que vivimos, es una forma de organizar el pensamiento y representar el mundo. Es en el lenguaje donde se cristalizan las desigualdades, las relaciones de poder y jerarquia y, por suptesto, la discriminacién hacia ls mujeres y hacia la diversidad sexual La lengua contribuye a que estas relaciones se mantengan 0 se transformen, ‘Nuestro idioma ha generalizado la especie humana en masculino Y consderamos que no solamente es importante hacer lo que decimos, ‘ino también decir lo que somos y hacemos. Nombrar la totalidad de lo que somos como sociedad No es posible pensar en la igualdad sin empezar a correr el velo y descubrir las multiples formas de infancia que existen y no nos es posi- ble referirnos a ellas sin preguntarnos de qué nuevas formas escribiria- ‘mos para nombrarlas a todas. Hemos escrito muchas veces “los/as’, hemos utilizado la @ para in- luinos todxs, Pero, cdmo nombrar las infancias que no estan inscrip- {as en esta dicotomia masculino- femenino? La X en nuestro libro es nombre, es titulo y es manera de decir que existe la diversidad y que con ella vivimos y crecemos. La utilizacién de la X noes un invento nuestro, sino un préstamo de Jas organizaciones que trabajan por la diversidad sexual, ‘Alo mejor les resulta complicada la lectura en un comienzo, como resulta complicado muchas veces aceptar los cambios sociales, pero les seguro que pronto se sentiran todxs representadxs en esta manera de ser y decir lo que somos. Creemos que en esta X inclusiva podemos en- trar todxs, sin distincién, Con esta propuesta, decidimos presentarles Equis: la igualdad y la iversidad de género deste los primeros atos, Onganizamos este libro en cuatro capitulos, intentando una mirada Integral, y lo abordamos desde la historia, la psicalogia, la educacién, la Sociologia y, fundamentalmente, desde la propia experiencia En Socializando la crianza, nuestro primer capitulo, encontrare- mos a Graciela Di Marco hablando de la “Democratizacin de la fami- lia’ All, realiza un recorrido histérico de sus conformaciones y de las relaciones en su interior como resultado de la modernidad; profundiza Sobre las familias argentinas, el rol que la mujer ocupa en ellas y los cam- bios que vienen ocurriendo. La autora nos propone el desafio de pensar en la construccién de la autoridad y el poder en fa estructura familiar y lanecesidad de democratizar estos roles. ‘Completa este capitulo “De cuidado y participacién: una experiencia transformadora’, en el que Josefina Isnardi y Blena de Luque nos invitan a conocer el proceso de construccidn de los Centros de Desarrollo Infanti. Desde la zona norte del conurbano bonaerense, ya partir de su puesta en. ‘marcha, muchas mujeres pudieron socializar y repensar el cuidado de sus hijss, como asf tambien su propia participacion social y politica. A su vez, ¢l testimonio enriquecedor de Elena nos atraviesa y da cuenta de obo rroDuCCION las relaciones de desigualdad se cristalizan en la vida cotidiana, y cémo es posible mediante la organizacién social... transformarnos. En el siguiente capitulo, Recorriendo 1a historia, los invitamos a desentrafar conceptes, En “Historiando el concepto de infancia’, Virginia Negrete, Mer- cedes de Isla e Irene de Isla, proponen revisar el surgimiento del con- cepto de infancia en Europa, como tna construccién en respuesta a un proceso socio-econdmico. A su vez, nos permiten visibilizar cmo fue interpelada en los distintos momentos politicos, particularmente en la ‘Argentina, yla huella que cada periodo histérico ha dejado en el/la nix ‘que fuimos. Por su parte, Ménica Tarducci y Marcelo Zelarallin en “Nuevas Historias: Géneros, Convenciones e Instituciones” dan cuenta del con- cepto de género y su sentido transformador, y de Jas conquistas del mo- vimiento feminista. También, a partir de las distintas concepciones so- bre las masculinidades, abordan y cuestionan el tipo de relaciones que se establecen entre hombres y mujeres. Eltercer capitulo, Amasando Identidades, como un juego de calei- doscopio, nos invita a explorar el proceso constitutive de Ja identidad, desde tres épticas bien distintas. En “De posibilidades e (im)posibilidades acerca de la identidad de género’, Mariana Torres Cardenas, Josefina Isnardi y Verbnica Catinari abren preguntas que, en la buisqueda de respuestas, nos sumergen en el complejo proceso de acceso @ la identidad de género desde una mirada psicoldgica, Para lograrlo, toman en cuenta principalmente tres aspec- tos: el impacto de los estereotipos de género, la intrincada relacién entre sexo, sexualidad y género y, por titimo, la incidencia que tiene en este proceso el contexto de nuestros dias, Continuando este capitulo, Gast6n Rigo en “El lugar del hombre en Ja crianza” nos anima a definir la paternidad “como el producto de un de- seo de ser padre’, Desde un desarrollo tedrico y conceptual, pero a su vez testimonial, el autor nos invita a una bitsqueda que permita encontrar en Ja paternidad un lugar de placer y de disfrute en oposicién al del “deber ser’, También recorre los diversos lugares vinculares por transitar duran- te el desarrollo subjetivo del nifix, para quien ocupe la funcién paterna: desde la fase prenatal, las etapas tempranas, para luego establecer Kmites cuando el/la nifix va creciendo y, finalmente, artibe a la adolescencia, ous Gierran el capitulo, pero abren el debate, con “Infancia y Diversi- dad Sexual’, Maria Rashid y Mercedes Monjaime, Su texto nos invita a pensar cémo la diversidad sexual atraviesa Ia infancia, A visibilizar que, desde hace tiempo, as nuevas familias a cargo de adultos LGTB existen, pero no eran y no son reconocidas. Esto deja en evidencia la situacién Ge desamparo en que quedan esxs nifixs y esxs madres y padres con sus slevechos valnerados; derechos que debieran tener garantizades como los de todxs. Por tltimo, plantean las responsabilidades del Estado fren- \walatraso de las leyes y la situacién de discriminacién que esto genera, Finalmente, nos encontramos con el capitulo Reflexionando sobre educacién y juego, Allien el primero de los articulos, Graciela Morgade escribe “Toda educacién es Sexual”, La autora desarrolla Ia idea de cémo en todos los procesos educativos, se transmite una visién del mundo conformada por valores, tradiciones y proyectos desde una perspectiva hegemsnica, ‘rv la que se naturalizan las relaciones de desigualdad entre hombres y sujeres. De esta manera, Ia educacién familiar, los medios de comuni- wwtén y la escuela jucgan un papel centzal en la construccidn sobre la “Ivlinicién delo femenino ylo masculino, Pero, asi como existe hegemo- ‘sia, Morgade resalta la posibilidad de encontrar contenidos alternativos. Cierra el libro, “Construyendo Género: el consumo cultural de Jue- y fuguetes” Laura Demarco y Marcela A. Pais Andrade nos invitan + mirar el juego y los juguetes como productores relevantes de los ro: te sociales en tun mundo que promueve y reproduce desigualdades, De + ia manera, nos proponen abrir interrogantes que tengan como efecto -initarle el disfraz a aquellas formas de jugar; a esos juegos y juguetes JW" se nos muestran ingenuos pero que bablan por nosotrxs. La invita- sa develar las précticas tidicas que se nos presentan sin historia idad politica, sin arraigo en ninguna trama de intereses, para ani- niarosa jugar nuevas propuestas. L.xs invitamxs, entonces, a recorrer este camino que tiene tantas bi- thus aciones como diversidades de infancia deseamos, Cecilia, Checha, Merchan aus Nuevas historias: Géneros, convenciones ¢ instituciones Ménica Tacbcet ‘Marcelo Zelralén Introduccion Signals por desigualdades, omisiones,subordinacionesexclanna } en algunos casos, hasta la muerte (generalmente de mujeres, nifios y ni- fi) Como vemos, abordar eta tematicae central pata mejorar nee tra calidad de vida yno puede estar ausnteen un proyecto ade amplio ue busque la emancipacién social Fociedades adapta confguraciones lacales proplas, No obstante mcr 1 objetivo es habit un espacio deans yrellexiénsobreloe any 45 los puedan ir haciendo propios y sumarles sue experiencias tedricas Y Préctcas,resaltando los aspectos més convocante, importantes o ‘uentes segtin las distintas reatidades, Gomenamos por la preguntas que nos guian: qué cambios gu. Hine analizar criticamente nuestra vida cotidiana?, cdma podemos euttear y movliar ls situaciones de desgualdad, cubes dinacion y ‘eTusién por lw que alravesaos conta sociedad teniendes ek ancy Mone Taree WareoloZolraén é 1s mujeres y hombres en nera?, gqueé rol tenemo: ie cael las infancias sin mandatos je posible pensar a las in sta transformacton’, 22s Ps sd nen degen cexcluyentes desde [as distntas instituciones sociales le . in escuela la iglesia el club, entre otras lament Nuestro recorrido comienza con ¢] movimiento pei sare it ‘ mncepto de género, ya qu ci6n en la escena social y su relacién con el concept de geo Ya ae samos que todo concepto tedrico es producto de a Conereta L go contninmos con alguns eflesons entra sans concretas, Luego continuamos ; aaa a dadesyterminamos con algunos sefamientos generals a cared on lu perspectiva de género, sar criticamente las insituciones en telacién con la perspes El género y su sentido transformador corporade los Alcampo de setlists than norpore os oreo de nero perspetva de nro pact els waa io dela mujer” El concepto de géneroafrma aueaorenderes shouts eres 1 van definiendo como serhocbresy mujeres epi lo que iscosendenvan yo masculine vere ian os derado masculino y fernenino fo tanto, lo socialmente considera 0 on zie tna relaci6n social, cultural e historica espe! es iat Se nie es " “natural” en cémo expresarn sla afirmaci6n? Que no hay nada “natu: Tomine a mascelnad ete sida tee ite manerasde vive a diferencia sexual, en una misma cultura man Jes aributos que definen el heco de set hombres mujeres seine 3 atributos qu ‘y gins anne pocendos stress pix oe a i feds ser mujer o sin princes del dle IXY T ue sia ravi, a formacién biolégica ia), Esto implica que a partir de una in ; a ensependo la ientad de gers concept Propu, dee campo del psicclogi, por Robert Soler (1968) ta rei ete seooy neo se eto y considered ded dts posi : ; iia ties camo vremos mis ade. movimiento finn, eat fa ees meses ets calles (nasa qu sca conus mismos derechos qu eran negados por el solo hecho de set nee) con lpn ci ba sobre las diferencias cultural yo Tena ders para que las formulacones de gnero co nerd un impale Fouls ‘menzaran a hacerse visibles en la teoria social en la década de 1970, Primeras pasos Coto todo movimiento socal, politico, flosético o cultural, el f- Minismo no es algo homogéneo (ni pretende serlo). Coando pensamos én su recorrido tenemos que tener presente, como deciamos al comien- <0) no ha Seguido un desarrollo lineal; en eada sociedad su proce, £0 dinémico ba ido tomandl caracteristcas propias, Asimismoy no as sencilla establecer clatamente un momento para su surgtmient, sobre ‘odo st pensamos que lubo precursoras que hicieron su aporte ee ama era slenciosa, en medio de un contexto donde muchas veces tuvieron ‘que pagar la desobediencia con su propia vida, Sin embargo, podemos decir que, como movimiento social, f. iinismo es deudor de la Revolucién Francesa, que dio impulso eman. Gbstorio a los sujetos colectivos no contemplados en los derechos cit Gadatios del “hombre ls mujeres, irs trabajadorss, ns eselevns, ete be asi que, durante todo el siglo XIX, vemos en Europa occidental yenlos Estados Unidos grupos feministas, lamados “sufragste’, que deman dan alla sociedad por las promeses no cumplidas de la modernided. :Cusles eran as reivindicaciones en esos momentos? Derecho al voto {en Estados Unidos el voto femenino se consiguié en 1920 yen Inglaterra, en 1828), la educacion (tener una educacién igual ala de los hombres y poder alcanzar niveles més altos de instuccin que la educacin bier, para quienes as{lo desearan) a que se les reconociera la titularidad de bisnes (por ejemplo, ser propietarias de sus teras),a igual slaria P ‘ual abajo (mujeres y nidns padecian la explotacin en las fbvice), Desde el principio dela lucha del movimiento feminista es posible ‘listinguir dos grandes tendencias: por un lado, corrientes me ligadas a prpulsar mocificaciones dentro del contexto de la sociedad capiaita tor otro lado, lineasy grupos que aspiran a cambiar la totaidad del sic ‘etna socioecondmico. Si bien no nos vamos a deteneraanalizar este as. ere esimportante decir que esos primeros recamos pot os derechos telcos ubican a las mujeres en ta esfera de lo “pli” historcaments ara vedlado para elas, 2a mujeres en la calle evestonalan la “natural” subordinacin fe- iment y afirmaban Ia neces de ndaar em lox atte cial y 103 104 Mica ere Mado aarela diferencialmente distribuidos a unos y a otras para dar cuenta de esa injusta situaci6n. La produceién de la antropéloga norteamericana Margart Mead constitaye uno de los primeros trabajos de reflexion académica que dan cuenta de la arbitrariedad de los papeles de géncro. En la segunda mi- tad de los afios 1920, M. Mead viajé a estudiar distintas sociedades dle Ja Polinesia com la finalidad de olservar si los problemas considetados propios del desarrollo de Ixsadolescentes en la sociedad estadounidense de ese momento se daban tambign en otras culturas. En la década de 1930 se publican sus trabajos etnograficos donde muestra que, si bien las categorias de lo masculino y lo femenino estén. presentes en los pueblos que estudld, el contenido o los papeles asigna- dos a unos y a otras varian. Desde los estucios sociales (especialmente desde la antropologia) empieza a considerarse que los papeles asignados a mujeres y a varones cambian segiin los contextos, es decir, lo que en una sociedad es considerado propio de mujeres, en otra, esas mismas actividades pueden ser calificadas como tipicamente de varones. Las normas y el resto de ‘as organizaciones de las sociedades construyen maneras de actuar dle mujeres y hombres, y cada persona es ubicada y sociatizada en la masculinidad o en Ja feinineidad desde su nacimiento fen funcién de la presencia o ausencia de determinados rasgos anatémi- cos: este es uno de los aportes fundamentales de los estucios de Mead. Esta conexién entre la estructura sociocultural y la conformacion de la personalidad impacta en la vida concreta de Ins personas de dife- rente manera, En esos momentos se corsideraba que aquellxs que no respondian a ios eénones establecidos socialmente (por ejemplo, muje- res ealificadas “masculinas” 0 varones juzgados “femeninos") eran seres “esviados” porque se pensaba que se habia producido algiin “error” en el proceso de socializacién por el que habian transitado. Los cuestionamientos a a biclogia como determinante de la expe- riencia de ser mujeres constitufan (y aur hoy constituyen) la base de los reclamos que lleva adelante el movimiento ferninista De la igualdad formal a la desigualdad real ‘Uno de los textos clave para entender la desiguakdad entre varones Y mujeres fue FI segunda sexo, libro escrite por Simone de Reaawnit, aus , Sino que para coneretar la igualdad h enfrentar los lugar deinferigncad os Y

You might also like