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CLINICA DE LA Voy a desarrollar tres grandes temas. Frimero, la cuestién de la precocidad en el encuentro con el producto: En efecto lo que constaamos es una utlizacin de Ja drog o de alcohol que no corresponde mis a aqullo que esribamos acostumbrados a descrbir en el campo de una ii- cacién como el franqueamiento de un umbral. Hoy, esta uti- lizacidn esti desreguiada en la medida que vemos aparecer mis frecuentemente un consumo solitario. Segundo, otro punto abords la cuestin del azo alos padres, siendo éste un factor decisivo en el encuentro con el téxico Finalmente, el iltimo punto tiene que ver con la disparidad del fendmeno relative al. sexo, a la segregacién hombresimujeres. Desde un punto de vista estadisico, el encuentro con el producto tendria una continuacién durable, superior en los muchachos que en las jovencitas. Me he dado como fin el de articular la cuestin del encuen- tro en la adolescencia con el producto, siendo este momen: to considerado primero como un efecto, el cual se describe generalmente en términos de estado. Pero antes-de hablar de este encuentro, me es necesario esbozar algunos puntos que conciernen aeste periodo de la vida que es la adolescen- ca, Partamos de una perogruilada: la adolescencia es el momen: to de una mutacién, de una transformacién profunda que sefila un pasaje, aquél que conduce de una a otra época de la vida, Este tema del passe es también el del cambio como lo confirma el “adolescere” latino que pone el acento. sobre ESTRUCTURA DEL SUJETO. RIEDAD EN EL ADOLESCENTE BERNARD LECOEUR el hecho de crecer, desarrollarse. I psicoanilisisfreudiano no rechaza esta perogrullada. Al contrario, participa de esta misma corriente de pensamiento, Con k casi restriccion que, laadolescencia -o més bien la pubertad, ya que éste es el tér- mmino que en efecto Freud prefiere- es concebida alrededor de un-cambio muy preciso, aquél que se refiere ala sexuali dad. Con respecto a esto, hay algo que en la vida sexual se metamorfoséa, es el termino empleado por Freud. Este tér- imino de metamorfosis es muy fuerte, ya que connota un cam- bio tal qu la forma inicial deviene irreconocible. ;De que. cambio se trata! Ensu.configuraciongenerales elmomento de una transicién entre. una forma,autoerstica de’sexualidad yiuna actividad mucho mas compleja en la cual dos elementos cpuesiossvenen a-articlr Estos do elementos on respectivamente la tensién, sexual ye placer, © también fa satisfaccion iCémo se opera este cambio que uniré esos términos dados como antinémicos? Jasmcidiaieale lebera: = -rior-del-cuerpo, pera, sobre,todo, este, objeto revelara otra esi alla dea akeridad “Hasta momentoyesien'el ~semejante’que se encuentraelabjeto. En este periodo, dice Freudytipusion'devienevalruita. Este sefalamiento es esclarecedor ya quel design en sumajlas nuevas coordé- “*ndasadehbiet. Esto impone, sin embargo, una pregunta. Cémo se cons- wruye és ponel.otro, esta suerte de devocién pul- sional) (Ponqué,ia se colocal semejants 2 coaborar hun i que nos ocupa si consideramos que leleecin de la droge “del aleohol en este periodo puede oscurecer, ebstruir, nc "so anlar 2sa"anticipacién del sintorna. La-devaluacion ¢ = -angustia,y del sufrimiento, por el-efecto t6xico neutralizase! ‘punto de referencia subjetivo de:los signos anunciadores de sls formtcin del sintomal® En otros términos, recurrir al pro- ducto téxico en este periodo de la vida, seria atribuirie une ~funcién bastante préxima\del'fantasma. Sin embargo, e= necesario hacer una reserva. La significacion que el sujeto d2 a su eleccidn del alcohol o de la droga viene a consumirse en la dimension de la necesidad, es decir, de aquello que es irreprimible. El carécter polivalente de las significaciones que implica el fantasma se encuentra en ese caso rebatido sobre un enunciado general del tipor "yo bebo!"0 "yo soy. droge - dicto”, lo que fia toda antici cipacin del sintom: 1a. Yano esenas ura: pregunta que, el, sjeto-debe) responder, sino a justi- ~@adi6ne una necesidady presentada como a un tirano al cual dl suete ofrece su sumisin Esto tiene una ineidencia sobre el establecimiento del laz0 con lotro sexo, el cual se presenta bajo la forma de la pareja La construccién de la pareja sexual Es a partir dela pluralidad de significaciones en cuanto la fala, enmarcada poraelfamasma, que el sujeto rompe ‘con sus teorias sexuales infantiles cya primera tarea és la de proveer respuestasa las preguntas que plantea la difer- encia de los sexos.) Estos precursares del sintoma que son los fantasmas adolescentes, no son extensibles al infinito. Freud nos dice que estin respondidos: univer- salmente y son largamente independientes en cuanto a lo vivido por el individuo, s Estos pueda ser llevados a'cinco " grandes temas. = La contemplacién de la relacién sexual de los padres ’ = La seduccién precoz por las personas amades. La amenaza de castracién. = Elvientre materno La novela familiar, en el sentido que el adolescente reacciona a la diferencia que existe entre su posi- cidn actual y aquella de su infancia A partir de est enumeracién un poco contrastante, podemes sin embargo poner de manifesto dos grandes lneas En primer lugar, ells someten a sujeto a una representacién de la relacin sexual que comporta la posbilidad imaginaria del fracaso, aquello por lo cual el sujeto no queda insensible ala dimensiin de lo imposible. La castracin dl Otro se pre- senta ali liberada de las ficiones de las preguntas del racimiento. En segundo lugar, es desde una posicién mis pasiva, al margen, que el sujeto encuentra su lugar en el fan- tasma. Esta posicién le dz una suerte de destino de héroe reservado, reticente de consentir a una relacién de un nuevo género que es la relacin sexual, Sila pareja parental da todo su valor a la relacin sexual, ef sujeto por su fantasma dela planear una cierta duda en cuanto a su propia insercién en esa relacidn. a partir de estas dos grandes orientaciones que el adoles- Cente va 2 poder reducir l amenazainherente al Edipo for- jindose en el imaginario, un estatuto de excepcién, decisivo para su encuentro con el otro sexo. Aquello que era un azo de apuntalamiento al objeto, lazo propio a ls actividades kidi- cas de la infancia, se transforma en un fazo que lleva al sueto a medir su deseo a la realidad o también ala instisaccin, Freud sostiene esto cuando subraya que lo opuesto del juego 10 es Ia seriedad sino fa realidad El advenimiento de la pareja sexual impone al sujeto a estar al margen, a quedarse en la periferia de la relacién sexual, lo que introduce el germen de un imposible en esa relaciin La desaparicién subjetiva Esta particpacin paiva del cual aabo de hablar designa un limite en la estructura del fantasma del piber, desaparicién que concierne al registro de la presencia misma del sujeto. En su estructura, el fantasma comporta una lcencta dada al Sujeto, lo que iustraperfectamente bien el estudio hecho por Freud de un enunciado que encontré en un cierto nimero de sus pacientes, "Pegata\Unmnifio” (3). Este enunciado da lugar, segin Freud, al reconocimiento de tres estados del fantasma, de los cuales el segundo nos retendra més particularmente En este segundo. tiempo, ebsujetorsevencuentrasbajoisos ~golpes distribuido”por”el padre yy ante:el»goce:masoquista ‘wunido,ayesos.golpes;el sujeto se:desvanece:. Desaparece de ‘a escena al punto que una construccién se le vuelve necesaria a Freud para restaurart. Podemos considerar con respecto, a esto, bajo un nuevo punto de vista, ciertos fenémenos mencionados corriente- mente en la adolescencia. Las evitaciones, las fugas, as inhibi- ciones, pero también algunas oposiciones tenaces a ls cuales fa adolescencia nos acostumbra, Se trataria de hacer valer una clinica que no tomara fa desaparicién subjetiva por un no- valor. «En qué estas transformaciones del fantasma subyacentes a la reorganizacién de la sexualidad a la salida de’la pubertad, pueden interesar alos fenémenos ligados al consumo de pro- ductos téxicos en los adolescentes? Precisamente, pore! _ Tego comin al fantasmay 2 laebriedad;l de a desaparicién © Subjetiva. Ya que la ebriedad, también comporta esa modal “tat del desvanecimiento, pero esti ubicada en otro registro que el sexual, Diferencia esencial, puesto que se trata de un desranecimiento que concierne a la categoria del signficante ¥ més particularmente a aquello que es propio a esta cate- gorla, a saber su principio de distincién, Una ebriedad sin riesgo Existe en algunos adolescentes una utiizacién de productos téxicos -aleohol en particular- que tienden a obtener un desvanecimiento del sujeto répido y brutal Seria esencil detenerse en una fenomenologa no sélo dela ebrieda sino de aquello que la precede. ERtO# Cbistimes) 2k Vex Braves y ‘asvos son taimayor arte dal thapo saltarios, ainsi ellos ic no excluyen una insrcin en el mundo. Estos pueden ser Ia- rmados solitarios en aquellos que no tratan de prvlegiar el fazo socfal. La linea de mira identiicaora est ali reducia y desaparece ante un-ilulo que tende a hacer valer un imposible, no para cada uno sino para todos, Fasarse de los efectos toxicos devendria el modelo de un standard imposi- ble. Adivinamos asi lo que esta en juego en el procedimien- to de la ebriedad: lo, imposible que.envla. estructura. ests anudado a la relacion sexual y puesto en acto en'el encuen- tro-con una pareja, en el estado de ebriedad convertido,en ua sustraccin del sujeto'del Otro: Esta sutraccién se hace 2 expensas del Otro del serio, lo que lejos de’ disminura refuerze fa funcion En efecto, sila ebriedad es un fendmeno no dialectzable, lo es ante todo por el sujeto y ho por el Otro."La'ébriedadise |;no-como sustituto sino come aquello que descliica fo sexual api RPE: Se encentra enconces digits al Otro una pregunta sobre su deseo, artculada en términos donde el sujet se reduce a ser pura presen, pregunta que podemos evar a un fundamento “Puede ello perderme! Por esti ma- niobra, que consiste en jugar en el flo de la separacién, se hace presente la tentativa de arrancar la modalidad de lo imposible al campo de lo sexual. La adolescencia es el tiempo de una elecion, En el momen- to en que es lamado a responder 2 un destino de objeto que le reserva el deseo del Otro, el adolescente puede estar ten- rado a drogarse, buscando acentuar su parte de Ser Por la suspensiGn de toda division con el semejante, por la invalidacin de los efectos separadores de ls palabra, 0 tam- bin por la anestesia de fracturas erdgenas que fragmentan el cuerpo la ebriedad ejerce un benefcio de ser que encuesitra su signfcacin como falta, pero siempre resttuida ab Otro. Sin duda se encuentra aqui aqullo que puede favorecer fa recepcin de ls fendmenos por los cuales certos adoles- centes estan tomados. Sila ebriedad, por la desaparicion que ella comport, no hace sintoma para el sujeto, no se trata sin embargo de permitir fa lectura a partir de los rsgos 0 Ge las marcas que esta desaparicin deposita en el Otro. Es a esta tarea, creo yo, ala que un analista puede encontrarse invita do. Notas (I) Freud. “Tres ensayos sobre fa teoria sexual’, p.170, Gallimard (2) Freud, “El creador literarioy fa fantasia’, p34 (3) Freud. "Neurosis, psicoss y perversion”, PUF (*)_latervencion realizada en ba Sociedad francesa de aleoholismo sobre el tera “Acoholy ovenes 26 27 de Noverbre de 193 en Pars Trader: Sandra eta Ronenberg de Fede PORRRERTLREE ert PEKELKELEPKOLOLCLRATLTLEE CRORES

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