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A. Vocates TONICAS § 1. Observaciones generales En Guanajuato las vocales acentuadas se caracterizan por su neto timbre medio, timbre que sélo abandonan para abrirse a veces ante x o£, o ante -I y -r finales de silaba. No existen las vocales acentua- das cerradas; sélo la é ante palatal Iega al timbre semicerrado. No se da ni la metafonia en series de palabras como pese-pesa-peso, ni nasalizacién sensible en silabas trabadas por -n: tanto, cuando, etc. Los casos aislados de cambio de la vocal acentuada se deben, ya a arcais- mos conservados entre el vulgo (mesmo, semos, torrejas,* témido, ré- tulo; también, esporddicamente, divursio*), ya a razones que nada tienen que ver con la fonética (abremos). § 2. A ténica La a ténica es normalmente la que Navarro TomAs llama una a me- dia, aunque es algo palatal ante consonante palatal (macho, mayo, aiio, calle) y algo velar ante [x], [g], 0, u, 0 cuando va trabada por 1 (caja, haga, caos, pausa, calvo, mal). 1 Mesmo, normal en el espafiol del siglo xv y ahora sélo ristico en Es- pafia, predomina entre los campesinos de Romita y llega a ofrse entre los mine- ros de Guanajuato. Sobrevive en casi todo el mundo hispAnico. Para su historia fonética véase BDH, I, 81-84 y las notas correspondientes. 2 Véase Cuervo, § 917 n. Las tres diltimas formas se han registfado en Nuevo México (Esrinosa, BDH, I, 81-85). Ademés, témido se da en Salamanca (LamANo, 640), mientras que rétulo (Quijote, I, 9) queda como palabra ristica en Espafia y ocurre en el Ecuador y en Chile (BDH, I, 85, n. 1). 31 § 3. E ténica Algo cerrada ante palatal (pecho, sello, lefia), pero abierta ante F (perro), la é en silaba libre suena en los demds casos casi siempre con timbre medio (cabeza, pelo, oreja), aunque en una misma palabra puede fluctuar esporddicamente entre abierta y semicerrada hasta en el mismo individuo. En silaba trabada, la consonante siguiente influye realmente poco en el timbre de la é. Apenas se acusa ante -I y -r una ligera tendencia hacia la abertura (celda, verde), mds notable en final de palabra (papel, mujer). $4. O wnica No conoce el habla de Guanajuato la 6 cerrada del castellano tal como la describe Navarro TomAs (§ 61). En silaba abierta (boca, toro, joven) el timbre varia en general entre medio y abierto (el liltimo sobre todo en Romita). Ante [x] (hoja), g (soga), ® (corre) y en toda silaba cerrada (horno, bolsa, sol, ratén, calor) la 6 es neta- mente abierta, tanto en Guanajuato como en Romita. §5. Ly u tonicas La i y la u tienden a abrirse en cualquier silaba trabada por J o r (milpa, virgen, abril, salir, pulga, turno), la %& ademds ante toda consonante final (algién, Jesiis, salud). En los demas casos lai y la t conservan un timbre medio. B. Vocates ATonas § 6. Vocal inacentuada inicial de palabra a) Las vocales 4tonas en posicién inicial absoluta se conservan en general: amigo, escuela, oficio, Sin embargo, algunas formas vul- gares y risticas acusan el antiguo vocalismo espafiol: escuro, escuridad, estrumento (M. Prat, § 39,; BDH, I, 100), otras la indistincién ar- ticulatoria de una vocal inacentuada inicial en sflaba trabada por n (Atonso, BDH, I, 100, n. 2; también aduce la confusién morfolégica de los prefijos in-, en-): inconarse ‘enconarse’, incontrar, ingrido ‘en- 32 greido’, ingrifao ‘engrifado, intoxicado de marihuana’, ingiiénto (y con menor frecuencia ingiiente), injundia ‘enjundia’, intonces (pero més comin es antonces),* y algunas veces infermo. En- por in- aparece en la palabra endivido o endevido (Romita), A veces se oye asté ‘usted’ y espamiento o espamento.® 4) Trabada por nasal o por s, la e- inicial se pierde si la precede una vocal acentuada final: aqué ’stamos, ¢cémuestd ’sté?, nuestd aqui © no’std *qui ‘no est& aqui’, estd ’nfermo, me dejé ’mpezar,. contestd ’ntonces. Forma diptongo con -o e -i dtonas: yentonces ‘y entonces’, luespera ‘lo espera’, La ¢- inicial algunas veces absorbe la preposicién a, pero la a del articulo la se pierde siempre: orita vamos (a): empezar, vas“estar, Pentrada, Pescuela, Pemocién, etc. c) El habla popular suprime la e- inicial en disipela ‘erisipela’, Luterio, Meterio, Pifanio, Pitasio;® la i- inicial de lustrado (s6lo en Romita) y la de tirisie ‘ictericia’, que es general. 4) La @ inicial, asimilada por la -a del articulo Ja, se suprime por lo comin en cequia, a veces también en duana, zotea, lacena, gujero y bujero, Azticar ha perdido en la fonética sintdctica su a- inicial ha- ciéndose femenino en el habla popular: ‘I azticar>’la zicar>la ztcar blanca. La a- se ha perdido en el popular Tanasio ‘Atanasio’. § 7. Pérdida de la silaba inicial Dejando a un lado su frecuente pérdida en los hipocoristicos, tra- tada en el § 110, la silaba inicial se suprime a veces en mano ‘herma- no’, chacha ‘muchacha’, fresquecitas ‘refresquecitos’ (cf. ingl. ’frigera- tor). Naguas ‘enaguas’ es por supuesto la forma etimolégica. "Té ‘esta’, *té ‘usted’, *pérate ‘espérate’, etc., s6lo ocurren en la conversacién r4- pida y descuidada. En el habla lenta aparecen de nuevo las formas completas. + Véase BDH, I, 63, n, 3; 73-74 y notas; 371-394. 5 Espamento, espamentoso en el Rio de la Plata, segtin informe oral de A. Atonso. ® Estas formas son populares en muchas partes. Véase BDH, 1, 251 n.; BDH, IV, 316; BDH, VI, 184, n. 4, Sobre disipela véase Cuznvo, § 751. 33 § 8 Nasalizacién Es rara la vocal inicial nasalizada ante consonante nasal. Algunas veces ofmos injusto, cénfesar, con nasalizacién apenas perceptible. § 9. Cambio de la vocal proténica La vocal de la silaba proténica se altera fcilmente, sobre todo cuando influye en ella una yod siguiente. Entre las formas que cito a continuacién hay muchos arcaismos. Algunas responden a un cam- bio de prefijo, algunas pocas a la analogia (joventé influida por jo- ven). (Véase BDH, 1, 86-104; BDH, IV, 277-290.) a) Accién de una yod siguiente: gurrién y burrién, divirsién (en Romita también deversién), sisién (palabra rara), licién (arcaismo; pero més comunes son lecién y Ieicién), tiniente (Guanajuato), cuis- tién, pinsidn, apinsionado, confisién (arcaismo), dispierto (repetida en la seccién d), tiniendo, puniendo, quiriendo. b) Accién de la wau: minguar (arcaica y rara), piscuezo, dispués (cf. ademas la seccién d). c) Probable influencia de una nasal palatal: buitiga ‘boiiga’, ade- més el ristico sifior, que se da en todos los dialectos modernos. (Véase BDH, I, 94 n. 1.) : d) Dis. por des-: dispierto, dispués, discubierto, discontento, dis- compuesto, dispedirse, discuido, disvario, distacarse, etc." ¢) Formas verbales arcaicas y rasticas: escrebir, escrebido, recebir, recebido, almetir ‘admitir’, dicir (la forma etimolégica), y las rdsti- cas pidir, siguir, midir, vistir (y vistido), sirvir.® f) e por i: melicia, rediculo, Crestina, homecidio, el Antecristo, menistro, medecina, polecia (general), ofecina, posetivo, endevido, prencipio (todos estos ejemplos muestran i preténica > e ante silaba con i acentuada), prencipal, prencipiar, Efigenia, felecidd, premitivo, previlegio, desipau, deputau, deversién (de- por di- abunda en todos 1 Como se oye en Nuevo México, México, Colombia, la Argentina, Navarra y otros muchos lugares (BDH, I, 94 y n. 2). 8 Pidir, ete., por analogia con las formas en i (pido, pides). Véase § 123, y ademés BDH, I, 94 y n.; BDH, I, 286-287. 34 los dialectos: BDH, I, 96, n. 3), trebuto, nengiin, trebunal, (Véase BDH, I, 96; IV, 284-286.) 8) i por e: tirisia (arcaismo) ‘ictericia’, ligitimo, y tras s: sigundo, siguro, sigtin y asigin. 4) ¢ por a: tendején ‘tendajén’ (con' cambio de sufijo), frezada (general en Romita), papelote ‘cometa’ ( espirito (arcaismo que tam- bién encontramos en Guanajuato) > espir’to > esprito (cf. también § 13 c). (Para la metdtesis de la r, cf. § 47 g.) § 11. Vocales epentéticas Raras. Tembeleque ‘tembleque’, telebrejos ‘trebejos’, tiguere, tiguera predominan entre el vulgo; también urnia, con su variante urita. § 12. Cambio de la peniltima posténica Ciénega (como en la mayor parte de Hispanoamérica: BDH, L 86, n, 3), articolo, teléfano , (también en Querétaro: Inv. Ling., IL, 140). § 13. Vocales finales a) Tanto en Guanajuato como en Romita las vocales finales -e, -0, 31 Entre la ny las se desarrolla una ligera oclusin sorda: los tren's. ‘ 36 poseen un timbre cerrado que en algunos individuos se acerca al tim- bre de -i, -u. Las terminaciones -os, -es, -on también tienden a cerrarse hasta -us, -is, -un en los mismos individuos,.pero -0s, -es, -on son més comunes. Tenemos informe oral de que la -u y la -i finales (lunis, dndili) predominan en Michoacan y en otras partes del estado de Guanajuato; por ejemplo, el antiguo centro tarasco de Yuririhapandaro, en el sur2* La pronunciacién -i, -u, aunque est4 lejos de prevalecer en Guanajuato, no parece restringirse a una localidad o una capa social determinada. Se oye mucho entre los campesinos de la regién, pero también entre todas las clases de la ciudad, Ejemplos: chicus, de todus modus, vivu, vivus, bonitus, entendidus ‘inteligentes’, tiru, chupiru, guampira ‘vampiro’; todus tenemus de a dos, de a tres mulas; fuerun, dierun; cuati, adelanti (Romita), jocoqui, Lépiz, joyis! ‘joyel’, Gua- dalupi, etc. En la Peninsula, el cierre de e, 0 en i, u, respectivamente, es un fenémeno desconocido tanto en el centro (las dos Castillas y Aragén) como en Andalucia; en cambio es caracteristico de las regiones occi- dentales (Portugal, Galicia, Asturias, Extremadura y todo el territo- rio leonés) y de la parte oriental de Catalufia (con Menorca, Ibiza y la ciudad catalana de Alguer, en Cerdefia). Fuera de la Peninsula se ha observado en ciertos dialectos italianos y en el judeo-espafio] de Oriente. (Véase M. Pat, Gram., §§ 28, 29; Kriicen, §§ 39, 159; G. pe Drco, 53, 147, 179, 191, 271; Gaxrore, 50; Wacner, HMP, II, 194, 200; M. Like, Gram., I, 307-308.) En América se da, fuera de México, en la parte occidental de Puerto Rico, en la Sierra del Ecuador y del Perti (donde se trata de influencia quechua), y en Colombia, por lo menos en los departamentos de Antioquia, Caldas, Cauca, Narifio y Norte de Santander. (Véase Navarro, Puerto Rico, 48-50; Rosenstar, BDH, Il, 13; Murrieta, 123; Fuérez, Bog., 77-78.) Queda por averiguar si ocurre también en otras zonas americanas. NAVARRO supone para Puerto Rico una posible influencia de colonos gallegos y asturianos. b) Tras palatal las vocales finales tienden a cerrarse, conservan- 12 Segin nos comunica un amigo, Lloyd K, Hulse, el mismo fenémeno, muy marcado no solo tras palatales sino también tras otras consonantes, carac- teriza al pueblo de Tejupilco (Estado de México), de cuya pronunciacién se burlan Jos pueblos vecinos. 37 dose con bastante firmeza sélo la a. La -e y la -o tras palatal las pronunciaron todos los informantes como -i, -“: cochi, cayi, a trochi mochi, much", engaii*, etc. ¢) +0 por -u encontramos en espirito y esprito, tribo, y dia de Corpos, (Espirito y jueves de Corpos se oyen también en Colombia: Fudrez, Seg., § 11.) d) -e por -a, -0: ingiiente ‘ungiiento’, ojete (Romita) ‘sujeto o cosa despreciable’** antigiie (oida repetidas veces en Romita), ma- chigiies ‘machiguas, agua para humedecer la masa’, (Nuevo México nos ofrece paragiie ‘paraguas’ y arrugue ‘arruga’: BDH, I, 87; Chile, el vulgar quitagiie ‘paraguas’.) ¢) Las formas vulgares de algunas palabras revelan la pérdida de su vocal final. En el caso de muey ‘muelle’ (que hemos visto escrito muell) y cay ‘calle’ se trata de una -e breve cerrada y luego asimilada por la yod. Las formas del plural se pronuncian mueyis y cayis, rara vez cais, Otros ejemplos esporddicos son épal ‘épalo’ y chabacdn ‘cha- bacano’ (M. Piat, § 83,, cita casos parecidos de la confusién morfo- légica -én [de -ane]: -ano [de -anu]). Clis (cris en el Quijote, I, 12) y el toponimico Sauz ‘sauce’ representan conservaciones dialectales de las formas del espafiol clasico (cf. BDH, 1, 237 y n. 3). § 14 La e paragégica No sobrevive la -e paragégica mds que en tres o cuatro palabras. Se tiene por ristica y vulgar. Rede, bdule (o bable),M reloje.® Hués- pede contiende con huésped y huéspe en Guanajuato, pero en Romita es la forma general. 13 gInfluye el sufijo desvalorativo -ete? Ojete se ha registrado con la mis- ma connotacién en Nuevo México (BDH, 1, 296), y es muy comin en Ta ciu- dad de México, 14 Véase el parrafo siguiente. 18 Raro, La pronunciacién vulgar més corriente es relé, con una forma plural relés o reloses, La gente culta y semiculta de Guanajuato, rechazando como vulgarismo la pronunciacién relé (que es la del castellano literario) pre- fiere la ortogrdfica: reloj (plur. relojes). En Romita, al lado de reloje y relé, registramos otra variante: relécs, 38 Cc. Dirtoncos § 15. El diptongo au . a) El diptongo au se pronuncia Por lo comin con a velar y con una w sin redondear que se aproxima al sonido de ‘. Como 6 la pro- nuncian efectivamente algunas personas ante las liquidas | y r: jabla, Abrelio, Abrora, Pabla, bable. También se da el fenémeno puesto: taula, caule, haular, Paulo. Pero ninguno de los dos cambios constituye un fenédmeno general. b) Esporddicamente la w del diptongo au se convierte en y ante consonante sorda: agtoridad, agtomévil2* c) Ante 7, en posicién proténica, la w desarrolla a veces su ele- mento velar: Augrora, Augrelio, En Romita ofmos la variante Agrora, registrada en Andalucia (BDH, 1, 402). Magricio ‘Mauricio’ es tam- bién comin, 4) En posicién proténica, sobre todo cuando es inicial de palabra, el diptongo au puede reducirse a a-: Agusto, aditorio (Romita), y en Guanajuato precacién (raro); a o- (raro): otoridad, otoméoil (pero en Romita, a causa de los muchos braceros que regresan de los Esta- dos Unidos, hay ademés las pronunciaciones anglicistas aromovil, ario- movil y aromévil; a u-: uyar ‘aullar’, umentar, umento. Uyar, umento se oyen en Nuevo México (BDH, I, 106); umento también en Bogotd (Cuervo, § 766) ; umentar ademds en Bogota (Fuérez, 86), Argentina (informe oral de Raimundo Lida) y probablemente en otras partes, ¢) Attn suena siempre dun2® Que sepamos, no se dan las contrac- ciones sencillas an, on, pero la formula ain no suele dar ané en el habla rdpida, asi como todavia no se reduce a ta no, Aunque si sufre 16 VII, 40. wt En partes de Colombia aftomévil (Mario Ibero, apud Fuérez, 164 n.). En el Salvador se refuerza el elemento velar de la w: auklomévil, aktomévil (Canrizp, Hispania, XXXVI, 32-33), _ 78 Parece evitarse la frase del tipo no ha venido atin, En su lugar se pre- fiere dun no viene o to(d)avia no viene. Cf. Atonso, ‘BDH, 1, 401-404; Fuérez, Bog., 85-86; Barri, BDH, 39 varios cambios vulgares: anque, manque y con menos frecuencia onque, enque2? § 16. Los diptongos ai, ci No oimos trueques. Se pronunciaba claramente baile, traigo, seis, reina, Las formas risticas y vulgares Miguéila, Refel responden evi- dentemente a la fuerza analdgica de Miguel, Raquel. No se trata en Guanajuato de ningiin desarrollo fonético aé > di > éi > é, ya que se desconocen aqui las pronunciaciones méistro, mestro, tréir, trer, quéir, quer ‘caer’, recogidas en otras regiones. La confusién entre los dipton- gos ai, ei no se da en la altiplanicie mexicana, pero si en los Estados del sur (Morelos, Oaxaca, Guerrero, Chiapas) y en la América Cen- tral (Henriquez UneXa, BDH, IV, 340). Segin Frorez, (Bog., 112), el paso fonético de di > éi > é se ha realizado en Colombia “en la pronunciacién ristica de algunas palabras”: trer, quer, mestro, pero niega (BICC, VII, 1951, p. 379) que sea rasgo frecuente en Colom- bia como creyS P. H. U. (BDH, V, § 48). Por desgracia, Fronez (Bog, 112) no indica la procedencia de cada uno de sus ejemplos. Suponemos que s6lo los casos de analogia (Rafel, Ismel, Miquelina) proceden de la costa, ya que el fonetismo de toda la zona caribe se declara en contra de reducciones vocilicas. : ‘Adems, el cambio ai > éi (y en ciertas palabras) > ¢ se conoce en las sierras del Ecuador (Boyp-Bowman, NRFH, VII, 221-233) y del Pera (Murnzeqa, 111, 115) y en Chile (Atonso, BDH, I, 328). Como en Nuevo México, México, Costa Rica, Colombia y Chile (BDH, I, 247 y n. 1; Fudrez, 153; Lenz, BDH, VI, 183-184), el dip- tongo ai desarrolla en el habla vulgar una g epentética: aigre, aigriar, donaigre. § 17. El diptongo ew a) Salvo entre la gente culta, los diptongos éu, ed dan el mismo resultado iu: riuma, diuda, transiunte2° diuna vez, y la férmula fre- 19 Sobre an, on y la gran extensién dialectal de angue, manque, véase BDH, I, 73-74; Fiéaez, Bog., 87. 20 Pero el hiato de transetinte se resuelve con mayor frecuencia con la met&tesis: transuente. En Romita hasta se oye tina forma mixta transehuente. 40 cuente ¢quiibo? 0 gquitibole? ‘zqué hubo?, Son ejemplos con eu 4tono riunir, riumdtico. 4) En algunos casos, sobre todo en posicién inicial absoluta, eu Atono se reduce a wu,” pero rara vez a o: Eluterio o Luterio -(véase § 5 c), Uropa, Ugenio o Ugefio (a veces Ogenio, Ogeiio), Ulogio, Ulalia®? (en Romita Logio, Lalia), y el exdtico ucalito (ocalito). Rehundir da rundir.** Del diptongo iu primitivo (no secundario) se ofrece la pronunciacién ristica rubarbo ‘ruibarbg’ que oimos al lado del riubarbo etimolégico < lat, rheubarbarum. § 18. Los diptongos ue, ua, ui Iniciales o precedidos de una vocal, los diptongos ue, ua, ui respal- dan la articulacién labiovelar de la semiconsonante con una ligera oclu- sién velar (giie, gua, giii). a) La pronunciacién popular de hue- es giie-, pero hemos oido hasta a un profesor de literatura de la Universidad de Guanajuato emplear repetidas veces las formas en gije- en sus conferencias: giievo, giieco, gitérfano, gilero (forma que hoy es la general), de puros gilesos, de carne y giieso, etc. En Guanajuato alternan las dos pronun- ciaciones, hue- y giie-, pero en Romita es general la dltima.* Las variantes buevo y bueso, productos del refuerzo del elemento Jabial de nuestra semiconsonante labiovelar, son raras y se tienen por muy vulgares, No logramos oir bueco. Tenemos un ejemplo de ue tras vocal, el ‘conocido nahuatlismo 21 La reduccién ey > u es vulgar en todo el mundo hispinico: BDH, I, 107 n.; Barrint, 38; Férez, 94-95. 2 A principios del siglo xvr parece haber predominado la solucién en o: Olalla (Olaya, Olaria) ‘Eulalia’, Santaolaya, Santofimia ‘Santa Eufemia’, segin atestigua el Catdlogo de pasajeros a Indias, tomos I-II. Del cambio eu > u no encontramos ejemplos antiguos. 28° Rastico y vulgar en México, rundir tiene el significado de ‘esconder; dormirse profundamente’, Véase el vocabulario. 2 Giles por hue- se encuentra en el habla vulgar de casi toda América y de las provincias meridionales y septentrionales de Espafia, Es cambio antiguo y tradicional, bien documentado en Ia literatura espafiola de los siglos xrv-xvir (véase Tiscornia, BDH, III, 54-56). 41 machihues ‘agua para humedecer la masa’, cuya forma vulgar es ma- chigiies.”* b) El diptongo ue desarrolla la misma oclusién velar tras r en determinadas palabras.** Virgiiela, cirgiiela, cirgiielero son generales en Romita, vulgares en Guanajuato, c) En interior de palabra, ue se ha reducido a u en ttitano, a e en prebo, aprebo (de donde los infinitivos prebar, aprebar). Estas reduc- ciones se han registrado en gran parte de América (BDH, I, 119, n. 3, 120; Frérez, 90-91). d) La antigua forma Atona pos ‘pues’, normal en Guanajuato, México y la mayorfa de los dialectos modernos, parece remontar a un post proclitico del latin. No ser4, por lo tanto, una reduccién del diptongo ue. En el habla rapida, pos a menudo se contrae a p’s y aun a p’ en férmulas como ;p’si te digo que no!, ;p’s, hombre! e) Inicial o tras vocal, el diptongo ua da gua en muchas palabras de origen ndhuatl. Esta g se ha generalizado en algunas voces, por ejemplo: guaje, guacamole, guajolote (ni en Guanajuato ni en Romita oimos pronunciar estas palabras sin la g-);*" en otras palabras es slo vulgar (Guaxaca,** Chiguagua, Teguantepec); mientras que en otras, como guarache, guacal, aguacate, las formas en g- estan universalmente aceptadas, pero muchas personas educadas las escriben y pronuncian sin la g- por creerla vulgar. f) En posicién inicial o tras vocal, el diptongo Aui-, que la gente culta y semiculta pronuncia wi- (véase Henriguez UreXa, BDH, IV, 25 El vulgar ajuejuete ‘ahuehuete’ no representa otro resultado del dip- tongo tras vocal, sino la conservacién vulgar de la primitiva aspiracién ndhuatl. En el espaiiol general esta aspiracién se perdié en el siglo xvt, lo mismo que la aspiracién procedente de la f-'(o $) castellana. Para ajuejuete y pitajaya ‘pitahaya’, véase § 42. 26 La tendencia hisp4nica de reforzar tras r el elemento velar de la semi- consonante w ha sido estudiada por ALonso, BDH, I, 405-410. 21 La clase culta, notando las pronunciaciones indigenas awa, Wadalupe, por agua, Guadalupe (el néhuatl_carece del sonido g), habré supuesto que awa- cate, wajolote, eran realmente aguacate, guajolote, Sobre este punto, Cf. Hen- niguez Ureiia, BDH, IV, 142, n. 3. 2 Guaxaca (Hernin Cortés, Carta III), Guaxaca (Tirso de Molina). Las formas con ua son etimolégicas (Huaxyécac): BDH, 1V, 364, 393. La h néhuatl, “fricativa glotal semejante a la inglesa” (Casanova, 408-409), se ha perdido en la mayoria de las voces nahuas que adopté el espafiol. 42 142 n. 3), da-el vulgar gili: huisache (giiisache), huila (giiila) ‘cometa; prostituta’, huiSilera (giiisilera)®® ‘una hormiguita alada’, huitlacoche (gititacoche),*° chiquihuite (chiquigiiite y, con metatesis, chicuiguite). g) En las palabras tomadas del inglés, ua y ui sufren el mismo cambio: gudter (< water (closet) ‘excusado’, Gudsinton (o Gudsinton), gilisqui ‘whisky’, gitinche, -ero (véanse los términos mineros), sdngilich. h) Con pérdida de la L- de Luis en el lenguaje infantil (cf. infra, § 110), se oyen en Guanajuato y en la capital —ademds de Licho— las formas hipocoristicas Huicho, Gilicho (la més frecuente) y Bicho. Luisa da Licha, Huicha, Giticha, Bicha. § 19. Pérdida de Ja semiconsonante en los diptongos Atonos El habla réstica y vulgar suprime a menudo el primer elemento de los diptongos wo, ua, io, ia en palabras de cardcter literario; uo: con- tino, continamente, impetoso, frutoso, virtoso, mortorio, ventriloco, afeutoso 0 afetoso, respetoso, lengén, perpeto, antigo,» ardo, mostro (la clase media de Guanajuato dice monstro), e individo, individu (Romita), endivido y endevido; ua: mortario (0 muertario), variantes de mortuorio, perpeta, mensal; io: confesonario, vidro, agro; ia: presi- dario; ui: ribardo ‘ruibarbo’.** § 20. Reduccién del diptongo ie Los campesinos de E] Bajio pronuncian, sin diptongo: quen, queren, 20 Santamaria, Dice, amer., trae como variante busilera. 20 También hallamos pitacoche. Huitlacoche-gilitacoche-pitacoche, huisilera- gilisilera-busilera (véase la nota anterior) entran, pues, en la misma serie qua la alternancia hueso-giieso-bueso, notada arriba para el diptongo inicial hu Biznaga el nombre de una cactécea mexicana, si viene realmente del nah. huitali ‘espina’ y néhuac ‘alrededor’ (como cree SANTAMARfA) y no se relaciona con la biznaga peninsular, de origen y sentido distintos, también mostraria el cambio hui- > bi. 81° Antigo ya en el Fernén Gongélez, 184, 216. 82 EI fenémeno es antiguo y subsiste en todos los dialectos. En algunos casos, por ejemplo presidario, confesonario, se trata de la accién disimiladora del diptongo final, A la bibliografia recogida por ALonso y Rosznsiat (BDH, I, 120, n. 2) y Frérez (96-97) podemos agregar para el Perti contino, indi- vido, virtosita, cota ‘cuota’ (Murrieta, 111). A la palabra lengén, tcmada has- ta ahora como nuevomexicanismo, hay que conceder una reparticién geografica més amplia, 43 quenquera (cualquera, dondequera, ni siquera, etc.), arresgao, formas ue, con otras mas, recogieron Frérez (Bog., 100) y Barrint (BDH, VII, 37-38) en Colombia y San Luis (Argentina). Quén se ha regis- trado también en Leén (G. pe Disco, 177) y en Chile (Lenz, BDH, VI, 194), quero, arresgao en el Peri (Rosenniat, BDH, II, 281 Moarrmera, 111), (Para las variantes fonéticas de quién, véase HENRi- quez Urea, BDH, IV, 310.) § 21. Propagacién del diptongo a silaba inacentuada La propagacién de los diptongos a la silaba inacentuada es una ten- dencia analégica desarrollada hasta cierto punto en la lengua literaria (puertecita, miedoso), pero atin mas en los dialectos (BDH, I, 105). Es bastante comtin en Guanajuato y Romita: aniegar, atierrar, empie- drar, engruesar, empuercar, escarmientar, enmiendar, entriegar, tiem- plar, deshierbar, quiebrar, cierteza, nieblinag* mieloso, cuernada, cuer- nudo, cuerpiada, fuerzudo, tiendero, muertario, despueblado, tiernura, vientarrén, fiestista, hierbajo, pueblacho, ctc. Buenisimo es general en Guanajuato como en todo México. § 22. Terminaciones -encia, -iencia La antigua confusién entre palabras terminadas en sencia y -iencia persiste entre el vulgo de Guanajuato y abunda en Romita. Al lado de las formas correctas, se oyen: pacencia, cencia, obedencia, aparencia, concencia, convenencia, experencia, diferiencia, naciencia, ausiencia, inociencia, En este fendmeno, tan conocido en los dialectos hispanicos, ven Espinosa, Kriicer y otros un cambio fonético (vacilacién del dip- tongo ante diptongo final), mientras CUERVO, Castro y NAvARRO Tomis lo explican como confusién morfolégica de sufijos. (Véase BDH, I, 114-116 n.) § 28. Vacilacién del diptongo en los nimeros Hay vacilacién entre las formas diptongadas y las no diptongadas en los nimeros: sietecientos y nuevecientos son vulgares en Guanajua- 23 Romita ofrece, ademas de nieblina, la variante nublina, que la etimo- logia popular relaciona con nublado. 4 to, pero en Romita son casi generales, Toda la regién conoce, ademas de las formas completas, las antiguas contracciones diciséis, dicisiete, diciocho, dicinueve, de cuya reparticién geografica: hablan ALONSO y Rosensiat (BDH, I, 116-117 n.) En conversacién animada of decir distis a un minero. En sus formas compuestas, veinte y treinta dan venti-, vinti- y trentai-. § 24. Diptongos alterados por metatesis Diptongos alterados por metatesis se encuentran en los casos si- guientes: estuata (vulgar en Guanajuato, pero comin en Romita), transuente y a veces transehuente “transeante’, suidd (frecuentisimo) , agrio, aigrio® (en Romita lo normal es agro, lo esporadico aigro), culeca,** chicuigiiite ‘chiquihuite = canasto de carrizo’, idomia, ajuero ‘agujero: (idomia y ajuero también en Nuevo México, BDH, I, 258; en Guanajuato es mds frecuente bujero), arioplano y airioplano, niervos, fiervos, fiervios (niervos es en realidad la antigua forma etimolégica, derivada del latin n&rvos, mientras que el nervios literario es resul- tado de metatesis). Incensio, inciensio y esporddicamente incenso son variantes menos usadas°que la forma correcta incienso.** Enjaguar, dialectal en muchas regiones, es la forma primitiva y etimolégica que todavia usaron Lope y Tirso (Rosenstar, BDH, II, 249). Ya citamos otro caso de arcaismo en el § 17: riubarbo ‘ruibarbo’, con sus variantes rubarbo, rubardo y ribardo. (En ruibarbo la lengua literaria ha admi- tido el trueque de iu > ui, pero en suidd no.) Nadie es siempre nadien en el habla popular de Ja ciudad. Romita, aunque emplea nadien con frecuencia, prefiere naiden. Naide es forma. plenamente réstica. Hasta los romitanos la desprecian, y sélo los ranche- ros la prefieren, Existe un cruce naidien, pero es muy raro. Las variantes de nadie abundan en todas partes. Nadien se ha registrado, fuera de Guanajuato, en Tlaxcala, Veracruz, Yucatdn, el Valle de México, Nuevo México, las Antillas, Colombia, el Pera, Chile, y (en la Peninsula) en Zamora, Toledo, Soria, Santander. Naiden, en Guanajuato, Jalisco, el 34 Como en el Distrito Federal y Morelos (Ramos Duarte, s, v.) 38 Culeca se da en toda Hispanoamérica, y ademds en Alava,- Navarra, Aragén y el sefardi de Brusa en Turquia: BDH, 1,245 yn. | 36 El paso incienso > inciensio > incensio es antiguo (BDH, IV, 371). Sobre estuata, suidé, etc., cf. Rosenstat, BDH, Il, 162-163, 249-250. 45 Distrito Federal, Veracruz, Nuevo México, Cuba, Santo Domingo, la costa atlintica de Colombia, y ademas en el Ecuador yen Chile. Naidien en México, Guanajuato. Naide en México, Guanajuato, Jalisco, Yuca- tin, Nuevo México, Guatemala, Costa Rica, Puerto Rico, Santo Domin- go, Colombia (sierra y costas), Chile, la Argentina; y, en Espafia, Astu- rias, Salamanca, Sierra de Gata, Murcia, Granada, Cadiz. Naidie en ‘Andalucia (M. Pwat, § 102) y la costa atlantica de Colombia. Narie en Cuba y en Chile. Naire en Cuba. Narde en Santo Domingo. Nadies en Ja Argentina, Bolivia y el Pera. Naides en la Argentina, el Pera, cl Ecuador, Bogota. Ndidenes en Bogota. Sin citar fuentes, P. Henri- quez UreSa (BDH, IV, 371) trae como variantes mexicanas nadies y naides, pero no hemos podido encontrar a ningéin mexicano que las haya oido, Deben de ser rarisimas. Como se ve, las variantes con -s adverbial parecen restringirse a la cordillera andina y al Rio de ja Plata. (Para la documentacién véase ALonso y Rosensiat, BDH, I, 950, n. 1; Rosenstat, BDH, Il, 150-151; Barrint, BDH, VII, 116; Fiorez, 275-276; CasTELLanos, 34.) Las formas en -n se deben a analogia con quien, alguien. § 25. Diptongos antiguos conservados Priesa se oye mucho entre los campesinos de Romita, y también lo conoce el vulgo de la ciudad, pero cuasi (por ejemplo en las expre- siones cuasi cuasi, cuasi naa) sobrevive exclusivamente entre los cam- pesinos de Romita y en algunos ranchos de El Bajio. *7 D. VocaLes CONCURRENTES § 26. Reduccién de vocales iguales Aun en el habla culta de Guanajuato suelen reducirse las vocales iguales en hiato a una sola, lo mismo que en toda Espafia y toda América, La vocal resultante puede ser larga, pero las mds veces es breve: alcol, azar, Isac (o Isd), coperativa, acredor, crencia, ler, cre, 81 Priesa y cuasi se conservan dialectalmente en gran parte del mundo hispdnico (Nuevo México, Santo Domingo, la Argentina, Chile, etc.); pero cuasi se registra aqui por vez primera en territorio mexicano. Véase Frérez, 107-108; Murnizra, 113. 46 le, cremos, lemos, pitaya ‘pitahaya’, mo ‘moho’, moso ‘mohoso’, ‘monera ‘mohonera’; las ultimas suelen ofrse con su aspiracién etimolégica: pi- tajaya, mojo, mojoso, mojonera, Los campesinos rompen a veces el hiato de creer, leer, creemos, leemos intercalando una -y-; creyer, leyer, creyemos, leyemos. Existe otra solucién vulgar (créimos, Iéimos) que también se da en el Valle de México, Nuevo México, y seguramente en el resto de la altiplanicie (cf. BDH, I, 112 y n.; Martuck, Pron. Méx., 39). Por regla general, nada y todo resultan na, to sdlo en posicién atona en formulas como na mds, nds que ‘nada mds que’, toil dia ‘todo el dia’, con toi t60 ‘con todo y todo’. Las formas més usadas son na‘a, to4o, naa, too, y las enfiticas nada, todo, con @ interdental larga y fuertemente rehilada. § 27. Cambios acentuales entre vocales en hiato * a) Excepcién hecha de la gente culta, el grupo ai se vuelve di con toda regularidad: mdiz, rdiz, trdido, di ‘ah, cdido, y los vulgarismos cdiba, trdiba. El término religioso paraiso, sin duda por influjo de las predicacio- nes, conserva en Guanajuato su hiato’ (en Romita se oyen las dos acentuaciones), mientras que el nombre vulgar del fruto de cierto 4r- bol, bolitas de pardiso, muestra el desarrollo m4s popular. Pais alterna con pais en boca de personas jévenes, tal vez por la propaganda pa- triética de las escuelas. b) El grupo ati se diptonga asimismo: bdul (variantes: bdule, ba- ble), sduma ‘sahuma’, Iduna ‘la una’ (pero también Puna), Idurma (pero también Porma). Se desconocen las palabras latid, atatid. c) Ae &tono da ai: caird, cairemos, trairemos, trairdn, airoplano. Las formas con y antihidtica (cayerd, etc.) son risticas. Ténicos, tanto de como aé se convierten en di: cdi, cdin, trdi, trdin, cdir, trdir, trdimos, Raféil (en Romita también Rafel), Micdila (y Mi- quéila, por influencia de Miguel: cf. § 16), maistro (pero a menudo, por influencia escolar, se acentia maéstro).® El] vulgar ario ‘aéreo’ 38 Gf, Aonso, “Problemas”, BDH, I, 317-345. 3% di (por de y menos veces aé) se da en Nuevo México, México, Chile, la Argentina, Bogot& y algunas regiones de la Peninsula, Para esto y para el paso de ae > ey la solucién aye, véase BDH, I, 108. 47 habr& pasado por la etapa dirio, que encontramos atin en la variante airioplano.” También se oye arioplano. E] resultado idéntico de los grupos de y aé ha dado lugar a las ultracorrecciones cad, traé, caén, traén, frecuentes sobre todo entre la clase semiculta, Un maestro de Romita nos declaré que “caé, por su- puesto, es la forma mis correcta”. d) . El grupo ao se reduce en el habla inculta a 0: ora ‘ahora’ (general en toda la altiplanicie mexicana, hasta en el habla familiar de las personas cultas), orita, hastora ‘hasta (a)hora’, ogarse (pero la aspiracién etimolégica sobrevive en la forma ristica ajogarse), orcau ‘ahorcado’, tapojos (con su variante tapujos), orrar ‘ahorrar’, estrordi- nario o ekstrordinario, etc. * La pronunciacién culta prefiere au: aurcado, augarse, pero rara vez dura. E] diptongo ao en palabras cultas o raras y la pérdida de la -d- de -ado también producen au: caus, cauba, habldu, buscdu, regaldu. A los ejemplos anteriores cabe agregar el toponimico Sildu ‘Silao’, con su variante ultracorrecta Silado. Adénde se oye en la conversacién rapida como dunde, ande u onde, considerandose como la més culta la forma primera. De igual ma- nera, pasado majiana puede sonar pasdu maiiana, pasd majiana (rara vez asi) y paséd mafiana (bastante comin entre la gente inculta). (Véa- se, para tratamientos semejantes de] grupo ao en otras regiones, BDH, I, 109, n. 2; BDH, II, 163; BDH, IV, 29, 55, 103; BDH, VI, 105, 183, 188; Fiérez, 113-116.) § 28 Los grupos ea, eo, ef a) Los grupos ea, €0, dtonos o acentuados en el segundo elemento, dan ia, io con gran regularidad: pasiar, apiarse, siamos, antiayer, riata, 40 “El airioplano” se lee como titulo de una reciente cancién popular mexicana. “1 Caé, traé, leé se oyen entre la gente semiculta del Distrito Federal “y gran parte de la altiplanicie central” (HeNriguez Uresa, BDH, IV, 365). Se han registrado adem4s en San Luis (Argentina) y en partes de Colombia (Barnist, BDH, VII, 31; Fi6rez, 111-112). 42 Zanoria, normal en Guanajuato, puede ser contraccién, no de zanahoria, sino de zakanoria, zafanoria (asi en judeoespafiol), que ha dado su origen, me- diante metStesis, a la forma literaria actual (cf, BDH, I, 110). 48 una poca didua ‘un poco de agcw’, lian dicho ‘le han dicho, diaqui, gesiaban, en rialidé, lial, tiatro (pero la gente culta de Guanajuato dice mas bien teatro, con tres silabas; la gente vulgar emplea también Jas variantes triato, triatro, triatrio),** cranio, pidn, piones, pior (ge- neral), Lin ‘la ciudad de Leén en El Bajio’, Lionardo, Liocadia (pero en Romita predomina Locadia), campionato, antiojos, priocupdu, ga quidras llega? ‘ga qué hora llega? 6) Enel habla lenta éo da eu: veu, feu, corréu, uropéu ‘europeo’, paséu, Apaséu, Cuitzéu, Pero en la conyersacién r4pida se desplaza el acento éo > ed > id: yo cridque (y hasta créque),** no vid naa ‘no veo nada’, etc. c) El grupo ei da di o i: reir (forma culta), réir (semiculta y vulgar), rir (vulgar y ristica); asimismo recogimos freir, fréir, frir, reimos, réimos, rimos, freimos, fréimos, frimos, leido, Iéido, freido, frido (al lado de frito), créido, réido, créiba ‘creia’, [éiba (0 créia, Iéia), en- gréido, engrido, ingrido. Sin embargo, increible (palabra culta) conser- va por lo general su hiato. § 29 Los grupos 0a, oe, of a) Lao de oa, v¢ se convierte en w: tuaya ‘toalla’, almuada, cud gulo, Juaquin, Michuacdn, son generales. También ocurren tuavia, ta- via y hasta ta en el habla rapida y descuidada. Como en la fonética sintéctica de todas partes se encuentran puaqui, puayd, puacd, buscua- judn ‘busco (o buscé) a Juan’, nuay ‘no hay’. Cuete, pueta, hérue (en Romita también herué), no quisuentrar ‘no quiso entrar’, manduembiar ‘mando (o mand6) enviar’. * b) Oi da wi, pero también di, y en el habla ristica oyt. Asi, al lado 43 Esta profusién de variantes se deber4 al orgullo que siente el pueblo de Guanajuato por su ilustre Teatro Judrez (véase la p. 15 de la introduccién). La palabra se usa constantemente, En cambio, lealtad y fealdad, palabras que emplea sélo Ia gente culta, suelen pronunciarse con ia. 44 Como ultracorrecciones de esta tendencia recogimos peano, cameén, malcreado, La Ultima palabra se relaciona con la confusién entre crear y criar. + Casos parecidos documenta A. ALonso, BDH, I, 342. “5 Groque en Nuevo México, México, Venezuela, Costa Rica, Catamarca (Argentina), Bolivar (Ecuador): BDH, I, 113, n. 1. * A una anciana guanajuatense le oimos la siguiente ultracorreccién: “Estaba yo tan débil que no podia levantar ni un pafioelo.” 49 de la forma culta oir (preferida a uir para evitar quizds la confusién con la pronunciacién culta del verbo huir), dir (que es la forma ge- neral) y oyir (s6lo entre campesinos), egdista (popular), oido (y a veces uido), lufzo ‘lo hizo’. 7 c) Segin A. Atonso, BDH, I, 317-345, el cambio en [j] y [Ww] de e y 0 en hiato con una vocal siguiente es un rasgo del habla popu- lar de toda Hispania, menos Andalucia y las Antillas. § 30. Los grupos uf, fo a) El grupo uf se mantiene, y sélo entre los campesinos desarrolla una -y- antihidtica: huir, juir, destruir, y algunas veces juyir, destruyir. b) El grupo fo, como éo casi siempre final, se convierte en iu, rara vez -iyu: riu, friu (sin distincién entre sustantivo, adjetivo y ver- bo), friyu (forma ristica), El Bajiu, tapatiu. Para la pérdida de la -d- de -ido véase el § 33c. Nuestro Gnico ejemplo con fo interior de palabra es periodo, que se pronuncia con frecuencia periddo (como en casi todas partes: ALonso, BDH, I, 318).

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