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Marino Pérez Alvarez CONTINGENCIA Y DRAMA La psicologia segin el conductismo MINERVA EDICIONES Colaboweiin conducismounft bo 5 4 3 J Jodo pore uni es weno : 2. Ex conpuctismo como Fiosoria Se emprende aqui una exposicién del conductismo como filosofia, lo que es. Sin embargo, no se va a quedar en la «dilosofia de la ciencia de Ia conduc ta» para la que fuera acuiiado, sino que se indagan toda una'serie de afinida- des, mas o menos electivas, que tiene con determinadas filosofias. El punto no seria sdlo situar el conductismo en relacién con la filosofia sino, también, plantear que la filosoffa iria mejor si acierta a disctiminar la aportacion del conductismo que le es afin. Dentro de esto, las afinidades del conductismo con la filosofia de Ja ciencia serian un caso particular donde, por cierto, habria que discriminar igualmente entre los tipos de filosofia de la ciencia al uso. Asi, pues, se concluiria que el.conductismo es més que una filosofia de_ la psicologia. De momento, se empezara por establecer qué ¢s Io radical del conductismo radical. 2.1. Lo RADICAL DEL CONDUCTISMO RADICAL El conductismo radical es, como se ha dicho, el conductismo desacrollado por Skihiner, de ahi qué también se podria denominar skinneriano u operante, aparte de otras especificaciones igualmente convenientes como contextual y, acaso, cultural. Con todo, la denominacién de origen es conductismo radical. Qué quiere decir «radical» aplicado al conductismo? Importa reparat en su sentido, puesto que se presta a asociaciones de todo tipo. Por lo pronto, radical-entanto-que-opuesio_a_metodolégico! significa tomar_la-con: Ai icolagia, y no como cstratepia metodolégica pata estudiar otros. supuestos-contenidos como_fue. £4, por ejemplo, estructuras y procesos cognitivos ofactores-de-personali- dad, Aunque a la postre estos contenidos hipotéticos estén destinados a * Esta distineién fue introducida por Skinner en 1945, en «El anilisis operacional de los érminos psicolégicos» [tecogido en Registro acumeulativo (pigs. 413-429). Fontanella) y des. arrollada en Sobre el conductismo (capitulo 1), Fontanella 44 la conducta no esta tomada «pot Serecho propio», como diria Skinner, sino como recurso metodolégico, val- tia decit, Para el caso «comportamiento» seria lo mismo, procedente de portare,alleva-con”, ahi «portarsen, «comportarsen, «conducirsen. Véase en todo caso el Diccionario tio etimalé ico castellano e hispanico, de joan Cocominas y José A. Pascual (1992), Madrid, Gredas. Pac Su parte, «behavior» viene de lx palabra latina babere y de ahi también chabiton, «habitar> y sthabilidads, con el sentido de «tener» (o bold o have) y del prefijo «be» y de ahi aser capa: © wtener capacidad». Por su lado, «comportment» y «demeanor» tendrian mas el sentido de cémo uno se tiene asi mismo. Véase A. Charles Catania (1994), Leaming, Prentice Hall, pis. L Este aspecto es subrayado por William M. Baum (1994), Understanding bebooior:sn Science, bebavior and culture, HarperCollins, pig, 26. yermen ble or Wee ecctacde fs tl anlserte, Condvete, rd _Contingencia y drama 1. en oposicién a metodolégico, radical significa tomar la conducta como tema de la psicologia, 2. lejos de cualquier recorte del contenido psicolégico, radical tiene el 2 sentido de sozal, en tanto se hace cargo de todos los contenidos, inclu- *) _ yendo los subjetivos, como hechos propios de una ciencia de la con- ching! , deta (osicologia, 4 3. en cuanto a que radical significa también lo esencial o fundamental de algo, esto vendria dado por el pragmatismo, tanto en sentido prac- tico profesional como epistemoldgico cientifico, y 4. por lo que a la etimologia se cefiere, radical tiene que ver con raz, de <" modo que su radicalismo no es otro que ir al origen donde radica el sentido de la conducta. Por lo ya apuntado, se dirfa que la conducta tiene una faigemore social cultural (pragmitica).. 2.2. APINIDADES DEL CONDUCTISMO CON LA FILOSOFIA «El conductismo no es la ciencia del comportamiento, sino.la filosotia de esa.cienciam, tales son las primeras palabras de Skinner en Sobre ef conductis- mo. Propiamente, la ciencia del comportamiento habria que encontrarla cn el anilisis experimental y en el andlisis aplicado de Ja.conducta, lo.que-en:con- junto seria el «andlisis de la conducta». Pero antes que nada, importa perci- bir la filosofia en la que se funda el andlisis de la conducta. De todos modos, este fondo filoséfico no se va a quedar en la «filosofia de la ciencia del com- portamicnto» sino que aspira a una caracterizacion filosdfica de mas alcance La caracterizaci6n filosdfica del condustismo se puede hacer sobre dos perfiles: ef pragmatismo y la fenomenologia, por-un lado,-y el materialismo filos6fico y cultural, por.otro} Mientras que el pragmatismo es una corriente filosdfica tradicionalmente asociada al conductismo (no sj tanto la fenome- nologia), el materialismo filosofico no se suele destacar en este contexto (aun- que si el cultural), cosa que se va a hacer aqui Ciertamente, se trata ésta de una caracterizacién que va més alld de la letra conductista pero no quiz del espiritu radical sefialado. Finalmente, se hara referencia a la filosofia de la ciencia, donde el conductismo tiene més acreditado su sentido filoséfico. 22.1. Afimidades con el pragmatismo y con la fenomenologia «Con el pragmatismo» Del pragmatismo se puede decir, en correspondencia con lo que se dijera del conductismo, que vino a ser el «toque moderno de a filosofiay”. La Bilosofia tea- 7 William James (1907/1975), Pragmatiseo: wn nuevo nombre para algumos antiguos modos de pensar, Orbis | { i i + per elecetin~ électiva can la fenomenologia, no ha de pasar desapercihida. El conductismo como filosofia 7 dicional, particularmente, la pietalisica y-el idealismo, habréan_establecido sus teales.al.margen de los asuntos-practicos en los que se desenyuelve la vida de la gente. Siquiera por lo que sugieren vulgarmente estos grandes nombres, se veria que la cametafisica» se sitéa més alla del mundo de la vida y, por su parte, el «ide- alismon estaria por encima del sentido practico del quehacer de la vida. ‘Aunque el pragmatismo no es nuevo (de hecho, como diria W. James, es «un nuevo nombre para algunos antiguos modos de pensar»), vino a resituar la filosofia en el orden practico del mundo. No es en vano que su nombre venga de «pragma» que significa «asunto», «practica» y, en esa linea, praxis, y accién Este restablecimiento del orden prictico cn filosofia, no cancela el pensamiento (ni siquiera las «ideas metafisicas»), sino que lo mide por su sen: tido pragmatico en la resolucién de los problemas de la vida. El pragmatis- mo, aun sin ser una doctrina unitaria, se puede decir que establece una sin- tesis conceptual entre el sujeto pensante y el sujeto operante] FAsi, cuestiona Ia dicotomia entre pensamienta y_accién entre tanto consi dera el cofocimiento en funcién de las demandas practicas que s¢ present: los seres he anismos vivos que responden.asun.medio y actuan 9. sohre.4JDe esta manera, el conocimiento y, en definitiva,la verdad se-definen por su cont peagmaticos de la vida. La verdad deuna idea 2 © creencia seria inmanente-a-su efecto practico en el asunto de referencia o, mas exactamente, inmanente ala conducta que produce los riiltados deseados. En este sentido, el filésofo pragmetista-no se conforma con desenmascarar ercores categoriales y redefinir conductualmente términos mentales, como el filésofo analitico, sino que est4 interesado en el cambio detaspracticas wales} — El pragmatismo constituiria toda una atmésfera intelectual norteamerica na de cambio de siglo que influiria en la psicologia, siendo el conductismo y, en particular, el skinneriano su principal influencia. No en balde uno de los fundadores del pragmatismo lo es también de la psicologia moderna, como es W James. Suinfluencia en Skinner seria mayormente a través de Exist Mach, EI pragmatismo que Mach aplicara a los hechos fisicos, lo aplicaria Skinner a los hechos psicolégicos. Es de sefialar igualmente la influencia del pragmatis- mo en G. H. Mead, una figura tanto de dicho movimiento como también det «conductismo social», segin denominara a su propio punto de vista (citado en el capitulo 1). «Con la fenomenologia» materialismo anunciado, AI hilo del pragmatismo y antes de legar lad cabria situar la fenomenologia. Aun: ono tiene una Givaentte ellos*. Se refiere aqui ala feno pea (y noa la versién subjetivista americana). Dentro de la distinta fenomenologia europea (Hus * De hecho ef conductismo filoséfico destacado en el capitulo 1 ejercita esta afinidad. determinante de la Conducta undo ——medio 7] : erle — inlencion 48 Pevtes Leacondecta serl, Medleau-Ponty, Sartre, Gurwitsch, Ortega y Gasset) el punte-e-destacar en telaci6n con el conductiseo-es su radical-adualismo. En efecto, la fenomenologia trata de romper ef dualismo sujeto/objeto, con su vuelta alas cosas mismas/La mente es negada como interioridad y afir- tials como intencionalidad y el snunde es negado Como éxteriocidad y afi ado como-medio- La intencionalidad,& pesar de su nombre, esa practics. mente-porno.decir.conducta. Dé hecho, tanto Husserl como Merleau-Ponty Hegan a hablar de intencionalidad operante?, sugiriendo su esencial sentido operatorio, donde la intencionalidad se define por el propio objete en que se scupa y al que siende_(Ia intencién siempre es de algo). Por lo mismo, toda 2Ghducta os intencional, pero no porque tenga una intencidn detras (subya- ciendo en el sujeto) que propulsara-una_accién sobre el objeto. ahi fuera (como suponen el idealismo filosético y su versidn psicoldgica el cogn: mo), sino porque esti incorporada en la conducta’, En rigor. sila intencion estuviera en alg "i mr le el eto. Al fin y al cabo, los obyetos del desco conforman los deseos.del.abicto. En todo caso, la conducta, cualquiera qué sea’su forma, és Ja articulacidn constitutiva de ser-en-el-mundo, pot emplear de nuevo la célebre formula acufiada por(Heidegger.) Por su parte, el medio es el mundo y, en concreto, el «mundo dela vida», segiin expresin propia de la fenomenologia (ya utilizada a propésito del pragmatismo} La cuestién-es que el mundo se oftece como medio compues to de sericitidades Hos en medio del cual esta uno. De afi coi dicida operatoria, pragmatica, de ser en ef mundo. Se necesita ser un fildso- fo ocioso, libre de las tareas practicas de la vida, obviamente, porque otros las hagan, como para poder decir que pensar es la condicién sustentadora del mundo. Sdlo-un prejuicie intelectualista, leva_a esta separarién del pensa- miento-respecto de Ja accisn practice Tal prejuicio, sin duda propio de un punto de vista académico, recibe el nombre de «falacia escolistica», consis. tente en plantear el discurso meta-practico como el origen de la practica, de acuerdo con Bourdieu. Se trata de la misma «alacia del psicélogo», de la que advirtiera W. James, a fin de no atribuir a los sujetos de estudio las teorfas de los psicologos que los estudian'', Sobre ese planteamiento adualista, lo cierto es que la fenomenologia ha permanecido demasiado prisionera de una escolastica que ha oscurecido su Contingencia y drama * Edmund Hussedl (1936-1976/1991), Le crisis de las ciencias europeas y la fenomenologia transcendental, Crea: Maurice Merlenu-Poaty (1949/1979), Fenomenoloie del perepion. Peninsula. - °° Lo dicho a propésito del conductismo teleoligico en el capitulo 1 es claco y distinto a este respecto. "a afalacia del psicélogo» es una acuiiacién de W. James (1890/1989), Principios de psi: cologie, FCE. «El gran problema del psicélogo», dice James, «es la confusiGn de su propio punto de vista con el del becho menial sobre el cual esta haciendo su informen, pag. 160. Por su parte, la efalacia escoléstica» la define Pierte Bourdieu (1994/1997), Razones practicas. Sobre la tee” ria de la acci6n, Anagrama, pag. 208. | | El conductismo como filos 0” propio proyecto de superacién del idealismo, lo que Ortega declarara como el «tema de nuestro tiempo» (superar el idealismo sin incurtic en el realismo) Precisamente el ratio-vitalismo orteguiano, la raz6n vital, seria una propues. ta mas cabal. A este respecto, la solidaridad constitutiva del yo y las circuns tancias y el sujeto ejecutivo del que habla Ortega y Gasset suponen una ver- si6n més coherente de la cuestién”. Pues Eien, el conductismo se presta a ser visto como una suerte de feno- menologia. Aunque algunas de estas visiones parecen haber tenido, sobre todo, un propésito critico, como viniendo a decit que el conductismo se reducia a una «fenomenologia de la conducta», por ejemplo, B. D. McKen- zie?, depende del sentido que se otorgue a la fenomenologia, para que tal comparacién resulte una desconsideracién 0 una reconsideracién. En este -egundo sentido habtia que ver el anilisis de J. B. Fuentes al reconsiderar el conductismo skinneriano en la perspectiva de un saber fenomenolégico prac- tico. Aunque el conductismo tampoco queda aqui exento de critica, sobre todo, al quedar «rebajado de Ciencia», segin gusta auto-reconocerse, aun saber practico 0 cientifico-practico, no tendria por qué suponer ningun reba- jamiento. Como quiera que sea, la fenomenologia revela al andl ducta como el saber. psicalagico con més: niente con wienos telleno psicalagiza El anilisis de Fuentes empieza por establecer la distincién entte expe- riencia fenoménica y experiencia fisicalista y termina por describic la textura psicoldgica de las cosas presentes {poco menos que la estructura objetiva del mundo). La experiencia fenoméaica es, por decirlo asi, la experiencia natural de la presencia inmediata de las.casas mismas, de acuerdo.con Ja instalacién de la gente.en el mundo de la vida, en.cuyo plano se sitia el andlisis de la.conduc- a Por el contrario, la experiencia fisicalista seria la experiencia.del mundg medi representaciénmental, de acuerdo con_el_«perjuicio de! mundo» como algo fisico que estuviera ahi_apacte del sujeto, cuyo-doble plang senie/tiupcla-o-sujeto/obieto caractetza la psicalogia-mentasta al uuso (usualmente psicologia cognitiva). Puest experiencia fenoménica” } agume que el mundo ya se escala operatoria humana, la fenomeno- 2 Véase, por ejemplo, ¢Qué es flosofia?, cap. 9. Brian D. Mackenaie (1977/1982), El bebaviorismo y los limites del método ciemtifico, DDB, pag. 154. '¥ Juan Bautista Fuentes (1989), ¢Funciona, de hecho, la psicologia empirica como tna fenomenologia del comportamiento? ntcoduccin a Egon Brunswik (1950), El marco concep: tual de la pscologia (pags: 7-77). Debate, especialmente paginas 40-54, referidas alos conduc tismos. «La psicologia como saber fenoménico-prictico» y «El anilisis funcional de ta con- J, B. Puentes (1989), ¢Punciona, de hecho, la psicologia empicica como una fenomerio logia del comportamiento?, ob. cit, pags. 10-21 conbagencia ae so Contingencia y deaena fltrar al mundo fisico de significado logiay el conductismo-no.necesi sicolégico 9 filtrarlo, mediante. una suerte de procesamiento de informacién. mundo 42 ‘se presenta en su-textura-psicoldgica, la cual es preciso recono- abit: Esta textura psicolégica como presencia inmediata de las «cosas mismas» eins eno con aa oa ia intencionalidad y en el conductino con Ja conducta operante, segin ya se ha dicho. En este sentid acién del andlisis de la conducta-habria sido reconocer y describit la textur operatoria de las cosas presentes.[Recuérdese que esta «textura operatcria de las cosas presentes» se refiere a que el mundo se ofrece, ante todo, como algo _practico para hacer (el quehacer de la vida) y no para su contemplacién{Esta Textura estaria definida en su _unidad pot la contingenci semi (estinmto=conducta—resultado). Lo importante ahora es repararen Ja rela. cin prsticis. suse caratsinica de becontngends “Aunque se retoma- Td mas adelante, en el capitulo «Estructura de la conducta», permitase esta anticipacién. Un estiinulo discs iminativn pretence esti comelacionado un estimulo reforzador ausente, que la conducts, no 0-vano llamada operante, tratard de hacer presente o efectivo, quedando las cosas dispuestas paca nuevas contin- gencias de-acuerdo con una suerte de «cortiente de contingencias» (que W. James llamaria con expresion célebre «corriente de conciencia»). Reconocer ‘esta. estructura presencia/ausencia es fundamental, porque el mundo no se-da de plano o de Heno sino asticulado, donde unas cosas estn presentes, ahi a Ja vista o a la mano y.otras.ansentes. Pero -esta ausencia no supone-ninguna egatividad sino, como dice Ortega y Gasset, un_. al bcia hablar también de presencia y co-presencia, fo que quiza declara mejor.esta articilédion. En definitiva, ef rmundo-se da articulado, donde las cosas presentes estan relacionadas con otras co-presentes, pero ng abi inme- diatamente dadas:sirio a expensas 0 contin operation. Todo ello remiteia a la cstructura-del-mundo, que Osea y Gast des cribieia distinguiendo tres regiones. el campa peagmatico {que define la ocu- jo, acaso convertible en horizonte, y k ingencias_sabréin si acaso en campo_pragmatico). Es de notar que la profundidad psicoldgica seria una propiedad del mundo y sélo una confusa metéfora aplicada a la gente. Pro- «, fundo es el mundo y la gente lo sera en la medida en que tenga mas perspec- > ‘iva y perciba una mayor articulacién de las cosas presentes con las ausentes (lo contratio seria ser romo, cuando no se «ver mas alld de lo dado ahi). Asi pues, sobre la est jctiva del mi cosas presentes, dadas como campo pragma aan nisina deans | % José Ortega y Gasset (1949-1950/1980), El hombre y Ia gente, Revista de Occidente/Alianza. | i 1 i | i | Et conductismo como filosofia st lisis es la contingencia de tres térmings.o, si se.prefiere, la conducta operant’ te. En, ste Sento el anilisis funcional dela conducta wendtiaa ser una suet ie de Fenomenologia que describela.conductade acuerdo con su sentido. ope, ratorio_dentro_de—una—contingencia_o_sistema_contingencial, Siendo eee ey Ja relacién contingencial, esto es, una relacién posible e incier- tg, no ha de pasar desapercibido que ¢s practicamente imposible hacer una ciencia de Jo contingente, justo por no ser necesario. No hay ciencia de lo contingente, dice Aristételes. Lo més cientifico que se puede hacer, y no es poco, eu clandlisis dela canducta {y se excusaria decir en la psicologia) seria. definir contingencias. No otra cosa, pero no poca, se ha de insistr, sexia una tegria de la conducta”, que una sistematizacign_decontingencias, segun Fuchtes- TR y sistematiear tipos de contingencias responde perfectamen- te a la categoria de teoria en el sentido de captacién d fos fendmenos y su organizacién sistematica, pero no por ello seria una teoria en el sentido de ») formular la estructura 0 esencia de una realidad, entce otras cosas, porque se ~ / ata de una realidad, precisamente, contingente. Siendo.asi, tanto mas teri. to tiene una teoria 0, mejor, una «ciencia de lo contingente», que no seria otra gue el «arte de la prudencia»'®. Por lo que aqui respecta, se diria que el and. lisis de la conducta representaria de la forma mas cabal la «ciencia de la con. ducta», en el sentido dicho, que satisface la definicién de psicologia (aunque quiza no satisfaga a muchos psicdlogos). “ Z 2.2.2. Afinidades con el materialismo filosofico y con el materialismo cultural «Con el materialismo filoséfico» En relacién con el materialismo, en cuyo contexto se quiere situar al con- ~ductismo, se empezaria por decir que ya esta de alguna manera incorporado “en el pragmatismo y en la fenomenologia, segiin se ha utilizado aqui, relative sobre todo a su adualismo. or lo demas, no se trata de entender el materialismo, como suele hacet- se, como algo obvio, o como la «imagen del mundo» que se sigue espontanea © naturalmente de las ciencias, o de los saberes en general, sino de un modo segin se vera. El materialismo debe entenderse a a cc ms ctitico y constuida} ado como la critica a! tas dimensiones del subsistentes si mismas, cuando de lo entendei es..como-Tumuamente enireseidas.. tadical plusalidad. Asi, las distintas doctrinas, filosoficas, teligiosas o psicol6. " Como, por cicmplo, la de Emilio Ribes y Francisco Lépes (1985), Teoria de l conducte Un anilisis de campo y paramétrico, Tells. ‘Véase el capitulo final «Contingencia y drama, asies la vidan, Feicas, que se caracterizan por su espiritualismo, mentalismo 0 cognitivismo, intentan hacerse fuertes cn una concepcién sustancializada y separada del t conocimiento, aun cuando luego puedan verse obligadas a postular relacio- | nes, pero ya extrinsecas, con las otras dimensiones de la realidad que a su vez han concebido de un modo sustancializado y aisladoJ Asi, por lo que respec- ‘ tq la.psicologia, al establecer la distincién_y, en definitiva, Ja separacion sus i tancializadora, entre representacién y mundo, o entre mente-y-conducta, 0 entre mente y cerebro, como quicra que sea, se gst incuptendo,co.una-sucr- te de idealism dor. Cuando semejante separa “ ign Sustancializadora trata de avenirse con el materialismo ingenuo (segiin cacesponde al «cspiritu cientifico»), la solucion mas frccuoniesucl cones, tir en fundir la mente con el cerebro, lo que no deja de ser una forma de pos- )tular tina relacién extrinseca, de una manera que termina por tomar el cere- _7 bro como la base de la mente 0 de la conducta y, en todo caso, confundit uno con otro. Sin duda, se trata de un materialismo ingenuo y grosero, por mas que venga con todas las bendiciones de la neurociencia cognitiva. La cucstién‘esta en i los distin rme-se organiza la. materia y, por supus a esa distinsiGn y.su.conexign. Ya que ier Dor space on eee Se imente segistrado comg ontolo- ia, no otto es cl asunto que filosofico (y no, por ejemplo, empirico 9 cienti- i planteamicnto muy-socortido-de esta cuestion en psicologia sc da en torno al par Naturaleza/Cultura. Sin embargo, por mas que este par tenga Gna ga tradiciGn, fo que no tiene es slcance-crltco flasdtico pars-darana . idea general de la heterogenei mundo. Sin duda, el par naturaleza/cul.— tara ha servide al Humanismo para poner al Hombre por sobre todas las cosas pero ello, sia perjuicio de To atizocomplaciente que resulte y de los fines pricticos que Paya Togrado, no es preeisamente eb jetcicio de-una-razsn.cti-_ Sire. Asi, se_ha press cesns-como el : mo, de acuerdo con sus dos antecedentes mas ilustres. En efecto, -un-primer antecedents del par natucaleza/culura se encuentra : en la oposicién propia de la sofistica griega clisica enire physis/nomos. Sin rebajar para nada la importancia de la sofistica’en la promocién del pensa- tiento cio (y dela democraca), see cesta ace hace miles de afte que termind, la sofstica sofistera sigue sds vigente que nunca ios culturales, Teclogia Beil x INVENIO} todo tipo. Un indo antecedente de este pas del que por cierto deriva directamente, es la istncion propia pia de la meta cristiana entre mundo terren: lela Gracia. El caso es que al jeredar ef Hombre los atributos de Dios, el reino de la Gracia pasaria a ser la Cultura”. Sin negar que la nocién de persona «emana» de la cultura (como i * Bata tesis Ia desarrolla Gustavo Bueno (1996), El Mito de la cultura, Prensa Thérica. espivtealigme El conductismo como filosofia 33 la persona humana de Cristo emanaba de la Gracia divina), el i sefalacel exceso de espiritualismo i daria lugar semejante herencia. Aun- que el mundo nuica a sido tan secular como hoy, nodeedeaberee ao titualismo en Ia forma de auto-creacionismo personal, auto-actualizacién, ; mundo interior, la mismidad de ser uno mismo, fa auto-identidad, la libertad | auto-originaria, en todo caso, los atributos de Dios reatribuidos Hombre. Es de notar que tantofel convencionalismo como el espiritualismo campean en Ja psicologia, acaso mas cerca de la sofistica y de la teologia que lo que esta- ria dispuesta a reconocer, lo que muestra la necesidad de una ontologia mas seria y critica) : a A este respecto, se-¥a-a proponer una antologia que distingue-tres.dimen- siones de la realidad adel mundo. Por lo que respecta al niimero, tres dimen- siones 0 géneros de realidad parecen imponerse a la razén, como asi efecti- vamente parece ser el caso en-los-distintos sistemas filosoficos. La diferencia i estaria en como se conciban y en esto sera decisiva la concepcion materiali ta. Precisamente, la variedad de versidnes no hacen sino. revelar su objeti dad y reclamar una reconstrucci6n. Entre ellas figura, cémo no, lade Platén, consistente en el Mundo de las Apariencias, el Alma Racional y el Mundo de’ tas Bde Be See ae amigas Alma ain pSoitania g " > potsiipuesto, la version ontoteolégica Mundo, Alma_Dios. En.el siglo xx Se destacarian la de Simmel distinguiendo entre Estera njctiva, Esfera-subjeti- va y Tercer reino, yl DBEC, quiza la mas célchre, ofrecida come Primer junide; En_este_contexto, tis ial importancia reconocer_una suerte de ontologia de inspiracién darviniana en la Tormulacin de Weissmann, donde figuracian_en_correspondencia con las xésferas» 0 «mundos» anteriores cl Ontologie | Convencionalisma | etemnas (al fin y al cado, los genes son etern a cristiana) en relacién con Popper co teotias y, en general, las ideas (sim estar quizd Popper tan Iejos de Platén como cree, en realidad, poniendo notas a pie de paginas platonicas), de mos ealid 4. apa mundo cribs e s ria (ditia Weis ) 0 falsacis a. eleccionaria. icos) serian_somas we an), sujetos calados—enreel- al»-y-elaceino d — n esta inea,los.tres tipos de seleccién-por las. consecuencias-(especie, cond ltura) de Skinner” vendrfan.a.tener-unr-atcance-ontolégico-que no desdice de Tos sistemas clasico- (antes dice cémo funcionan, segtin la selec cién por las consecuencias). 2 B. FE. Skinner (1981/1988), Selection by consequences, en A. Charles Carania y Stevan Harnad, eds., The selection of behavior. The operant bebaviorism of B.E Skianer: comments and consequences (pags. 1-20}, Cambridge University Press. a 54 Contingencia y drama Con todo, la exposicién més-cabal del materialismo filoséfico es, proba: blemente, Ia dactrina de los tres. géneros de material lesarrollada pot. Gustavo Byeno en sus Ensayos materialistas etre sac deudoras ls indieaciones antetio (exceptuando la referencia a Skinner, de especial per- tnengiaaquil A ese teSpeTO, BUEO énexgs de Materialidad (Pri mer génes 9M, ‘cero, M,). M, es el género de entidades onstiturivas.del mun exterior, a (segiin se presentan.a la percepcién “tanto las dadas en -ala fenoménic: pot pons arena eee ane posible»). M, es el género de entidades constitutivas del mundo. dela nde «interior.no.sdlg alude xperiencia «per- sonal ¢instrasteaiblen (como un dolor, tan real diria SI por Bueno como una silla) sina a tada conducta de Ja «corriente de conductas» que definen la vida practica-de-cada cual. A este respecto, Bueno se L-concepto de «esfera» (Simmel diria «esfera subjetivay) para dar cuenta de este-géncro-de materialidad que se generay agota (Ia tentacién seria decir «degenera») en Ja ‘eala existencialTemnporalidad, cuidado, muerte, diria el existencialista). La nocién de esfera, con ser intuitiva, es una imagen imponente y de gran alcan- ce-ctitico, pues alude a ese globo del mundo subjetivo en el que uno parece estar envueko y que, a menudo, confunde con el mundo. Sin duda, la con versién del ciudadano moderno en consumidor acredita esta imagen, al menos en lo que tenga de menos edificante. La esfera subjetiva no ha sido nunca probablemente tan voluminosa como el los tiempos actuales. La esfe- ra vendria a ser una suerte de «caja de Skinner» a escala social, de manera que la experiencia aun dandose y constituyéndose en el plano social, sigue siendo «interior» por subjetiva respecto al mundo objetivo (si bien formando parte desu wengranaje»). De modo que «interior» no seria tanto por fa interioridad del sujeto cémo por el sujeto en el interior de una «esfera» aunque subjetiva co-extensiva con el mundo”. 2 Mee al-género-de xobjetos abstacion > gue ‘no_son_pmopiamente-del seer tiie weenie tratacia de las ae (distinto del ormas marales..clel lenguaje (distinto del ede la historia. dela Ciencia, Vendtia a ser jetiva, ef tercer "ane ‘.tercss-munda.de Popper indo Jos sujetos partici- itutivos, ciertamente, tal pag i ical. Esa sistema de los poliedros eegulares, un ejemplo de Bueno, no son ri entidades fisicas (no existen asi en la naturaleza), mi espisituales, ni tampoco ideas sub- “jetivas. Si bien son construcciones humanas, no por ello dejan de ser objeti- vas y, por mas que constituyan una «cultura objetiva», no son por ello cultu- 2 Gustavo Bueno (1971), Ensayos materialise, Taurus. 2 Es interesante reparar en que Heidegger (en Ser y tiempo, & 13), también se vale de le nocién de «esferas, en este mismo sentido. El conductismo como filo 35 rales en el sentido relativista (propia de las esferas 0 mundo subjetivos) A este propésito, es de sefialar la constituci6n objetiva (la constancia percep. tiva) a partir de las operaciones subjetivas, mostrando cémo la objetividad se impone a pesat de su consirccin. : f ‘Consiguientemente, por lo que aqui importa, se diria qué la materialidad de la psicologia se inscribixia, sol re todo, nl géneca Mo edias de los ottos dos géneros de materialidad y, por tanto, entrecruzand iproca meme: Notese que no seria entremedias de la natucaleza Ha cultura, pues M, esta constiftiida pa mnénica, en la practica, por todo obje- te-natusal (por ejemplo, un bosque y-cultugl (por ejemplo, na ciudad) 9, por suparte, M,, sindejar de ser productos humanos, no serian propiameir te objetos culturales, sin perjuicio de su variada determinacidn (como, por ejemplo, dl Tenguaje’s la mora), De hecho, sin entidedes Leas construe “} no existiria‘el mundo (M,) y sin lenguaje y moral (M,) no existiria la persona y_ Por tanto, Ta «ester subetian (My, si, embargo, son Jas operaciones de "| las personas las que hacen el mundo objetivo (M, y M,), tal es la dialéctica o symoplok de géneros. ~ Por otro lado, esta concencién ontolégica excluye cualquier autonomia y ee originalidad al mundo subjetivo 0 interior y cortige los excesos de coin vencionalismo y espiritualismo que siempre rondan la psicologia. Eneste sen ido, se da Gfica entre el conductismo y el materialismo. 4 j como el ma a-esfera 0 campo'de la psicologia®, ci | conductismo ofrece la concepcién operatoria que organiza la materia, no de tra manera que mediante conductas practico efectivas (y no por medio de ia mente 0 del espirity). «Con el materialismo cultural» Dado el genero de materialidad de la «esfera subjetivan o «campo psice logicom y la dialéctica qu: lo envuelve, se hace preciso, siquiera citar, el rma rialismo-cultural de Marvin Harris’, como referencia cortectora de los exce bietivistas_ Dos serian Gnicamente los conceptas del materialismo Cultural qui rtaria citar aqui. Por una parte, Ia por.Hauis, siguiendo Tincamientos mente sistem ca, Ademas de a Marvin Hartis, cuyo planteamiento se retomari a continuacién, merece ‘ita aqui el libro de Jared Diamond (1988), Guns, germs, end steel: the ates of human societies Norton, No ea vano fue bien recibido por fos conductistas. Véanse a este respecto las revisions de P. A. Lamal (1995), The really big picture: a review of Guns, germs, and steel... The Hine ior Analyst, 22, 33-76, y de Stuart A. Vyse (2001), World history for behavior analists: Jarccl Diamond's Guns, Germs, and steel. Bebavior and Social Issues, 11, 80-87. ™ Marvin Harris (1979/1982), El materialismo cultural. Alianza. 56 Conti ‘ta (cultura, deporte, ciencia). Por otra parte, el dob do por la iva etic, objetiva, conductual,y-eraic, subietiva, mental, considera: | daen cada una de las escal: sefialadas. “sd En general, mientras que el i sual, etic, se vefiere ala nducta prictica rcalizada en funci6n rminadas condiciones objeti yas, sin_que necesariamente el actor cuenta de elas, el punto-de-+ va mentale ce rhere «Is epreseaions, explicaciones, valores, creencias, reglas, fines, categorias, Wlosofias, celigiones, que los.actores.tishen inds © menos consistentemente acerca de lo que hacen. Todas estas represen Por supuesto, ci ‘una funcién en Ja vida de la gente, pero no constitu- yen.necesariamente uncexplicacion objective, jens. qué fomar.en.cucn- ta (mas alla de los fenémenos inmediatos) las_condiciones objetivas dadas, sobre todo, por lai tmuctura. Es'mas, a menudo la'superestructura men- tal encubre el verdadero proceso de determinacién, impidiendo_actuar_un cambio. Una cosa son las razones dadas por los hinddes acerca de por qué se Gbstienen de comer carne de vaca («porque es sagrada») y otra las razones objetivas, estudiadas por Harris®, porque les tiene més cuenta mantenerlas vivas (resultando a la postre «sagradas»). De.ahi.que el observador, el antro pdloga y,.£n su.case, ! Véase Marino Pérez (2003), Las cuatro eausas de los trastornos psicolégicos, Universitas. » Vease Francis Fukuyama (2002), Elfin del hombre, Ediciones B, cap. 3 (La neurofer- macologia y el control de fa conducta). » Exnst Cassirer (1944/1977), Antropologia filosdfica, Villas. Se trata de una reexposicién bees nds de ate geek Care foc ae = >< Roy A. Rappaport (1999/2001), Ritual y reign en la formacién de la Buranidad, Cam. bridge University Press, a ~ 4 nm El conductismo como filosofia 59 74% objetividad, no quiere decit obviamente que sean etemas, antes bien, como ~ 8 tales formas, estan sujetas a metamorfosis. En fin, el materialismo filosdfico a ee rave ialismo cultural llevacia sina Seite de condu 7 js 1as.Como.estructuras objetivas que.dan forma y. 2.23. Afinidades con la filosofia de la ciencia En realidad, el conductismo como filosofia se ensiende-tradicionalmente . come Filosofia dela cencia. ds} componamisnto” De hecho, las afinidades a sefialadas corel pragmatismo, la fenomenologia, el materialismo filossfico y al el materialismo cultural, legando incluso a sugerit una suerte de@ondu ~ > mo ontolégicopdesbordan los términos usualmente asignados al sentido ie ~ séfico det conductismo (exceptuando lo que se refiere al pragmatismo). Des- at bordan los términos, quizé, pero no los limites en los que se mueve su ii planteamiento de la psicologia «Tipos de filosofias de la ciencian ’ El conductismo como filosoifa de la ciencia, propiamente, es solidario de ~ esas concepciones filoséficas y no dé otras cualquiera. Porque lilosoffas de la : ciencia hay varias, segiin los planteamientos filosoficos de base. Asi mismo, las distintas orientaciones psicolégicas son solidarias de determinadas filoso. fias de la ciencia, de manera que importa discernir (discriminar)el fondo filo- s6fico que las ampara o desampara. Por lo que aqui respecta; s€ diria que el = conductismo esté amparado por esas concepciones que, sin incurrit en el dualismo, lo asientan en la realidad del mundo y de la vida v le dan el vigor pragmatico que tiene. . Estrategia descripcionista : De acuerdo con las afinidades filos6ficas sevialadas, la.filosofia de ta cien: = ciadol-conductismo radical no podria ser, como de hecho no e8, eppsitivis: 2 ma”, a pesar de que esa sea su asignacién al uso (lo que probaria la impor- : tancia ‘dela ft ia de base y su discernimiento). Por lo pronto, la estrategia - 25 Se destacaria a este respecto el libro de Mecca Chiesa (1994), Radical behaviorism: the ee philosophy and the science, Authors Cooperative. % La exposiiba que sigue se tiene al dacwrscntado estudio de Alberto Hidalgo (1990), + Esteategias metacientificas I, El Basilisco, 2.* época, niim. 5, 19-40, y Estcategias metacientifi «gs i, El Basilio, 2 epoca, im, 6, 2648, Se wate de una exposicin que exten ls coor denadas de la teocia de la ciencia de G. Bueno. 27 Véase L. D. Smith (1986/1994), Conductismo v positivismo ligico, ob. cit. Cor .-del_pos ent acientifica. sitivismo consiste cn Ja descripcién.de_unos. suy hecho ahdados ch la ealidad, cules datosde meds thc bn ee fuera descubrittos, recogerlos y definirlos.en proposiciones y, asi, i \ductiva- ns ae eee re (datos) a arriba (proposiciones), ir elebo. tando una teoria que los cubra. Consiguientemente, el positivi fee up doble pla lado. os hechos 0a realidad y, por otto, las propos cioneso fs. tcora. Sepouuia dit que ea es una sainieeey escripcionista, acorde con un tealismo que, como ya se dijo, rario al pragmatismo, Estrategia tcoreticista dgico. se manticne gn el post-positivis- me. popperiano. Sila realidad para.cl positivisino logico esa la piedra angular aoe pane tein TREE eae Poop la ptedra de toque sobre la que falsar los enunciados (falsacionismo). Para el falsacionismo la Este realidad tiene in Uso_negativo, en. tania puede falscar. enunciadas tectcns. hasta Sitonces sostenidos por la teosia, pero siempre a expensas, de que lo Falsos, ya.que su. verificacidn no aseguratia nada, Los emun ciados tedricos se mantienen en.una suerte de «plasma germinal» 9, como disia Popper, de «ercer mundon, a lagspecade quesiin momenicienre ln tealidad o el «primer mundo» los ponga a prucha. Hasta entances esearian Limbo del venicactn, pooh ceicaton de pore cigntifidad’st'no hay manera de refutar la teotia en cuestién. Ahora bien, cuando Bieta reluiada se mosteart su keeled Ente or limbo del «tercer mundo», plasmando hipétesis.: Esta extraiia teoria de la ciencia, una teoria negativa, no se compadece mas Bi con-Ta- de G. Bueno Segiin esta estrategia la investigacion cientifica se definiria mejor en tér. minos de campo que de objeto. Mientras que la nocién de campo pone en el mismr> plano la multitud de operaciones en que consiste de hecho la investi- gacion cientifica (manipulaciones précticas, construccién de aparatos, medi- Giones, comunicaciones entre cientificos, discfio de experimentos, redaccién de informes,..., la nocién de objeto tiende a separar planos, segregando unas operaciones de otras, de manera que lo que de hecho se hace (en el laborato- tio) no se compadece, a menudo, con lo que se dice que se hace. En efecto, tuna cosa es lo que se hace, tal como se ofreceria a un antropélogo que hicie- ra una «estudio de campo» (con miras epistemolégicas, conforme a un punto de vista etic), y otra la representacion (emric) que puedan tener los propios cientificos, por asi deciclo, su «filosofia espontanea» de la ciencia (no necesa riamente la mas cabal por cientifico competente que sea en su campo). Como ha mostrado un estudio de este tipo®, las autoconcepeiones de los cientificos hablan frecuentemente de «mentes que tienen ideas» sobre «hechos que estén ahi» para su descubrimiento. En este sentido, serian rea- listas o descripcionistas (los hechos estarian ahi por descubrit) y tcoreticistas (las ideas iluminarian la realidad) y después del challazgo», serian adecuacio- nistas, ya que el enunciado se corresponde al dato o el intelecto a la cosa y, en fin, la teoria (forma) se adecua a la realidad (materia). Ciertamente, como seftalan los autores del citado estudio, es dificil superar Ia ilusién de un empa rejamiento entre el cenunciado cientifieo» y la «realidad externa». Sin embargo, los hechos no estaban alli en la «cealidad», intuidos y final mente iluminados por la teoria cual linterna de Ia mente, sino que, «de hecho», el hallazgo es consecuencia del trabajo cientifico. Sélo cuando se ha descubierto algo cobra sentido de realidad la idea, hipétesis, enunciado 0 teo ria. El descubrimiento, hallazgo o hecho cientifico es solidario de las opera- ciones, incluyendo los aparatos y demés condiciones que lo han «hecho» posible. Asi, valga por caso, «el espectro producido por el espectrometro de resonancia magnética (RMN) no existiria sino en victud del espectémetro. No “2B. Latour y S. Woolgar (1979-1986/1995), La vida en ef laboratorio. La construccion de os hechos cientificos, Alianza. Se trata de una «investigacién de campo llevada enun labora- molégica y, ciertamente, muy a propésito para u ductista y materalista), sus autores no son auténticos fdsolos materialistas ni epistemdlogos con fundamento gnoseol6gico sino que, con una debilidad tipicamente postmoderna, incurren en una especie de relativism al fingir que una explicacién no es superior a ninguna otra y que, como todas, la suya no es mas que una ficcion. Quitando estas tonterfas, y para mayor ironia, este estudio sera una prueba ocular y documenta de la sueriridad del construcionisno raterialista y conductista El conductismo como filosofia 6 se trata s6lo de que los fendmenos dependen de ciertos instrumentos mate. tiales, sino de que el escenario material del laboratorio constituye completa mente los fenémenos»®. En consecuencia, no sélo ni principalmente los enunciados tebricos son partes formales de la ciencia, sino también todes los operaciones, aparatos, instrumentos implicados en el descubrimiento (repli cacién y ceproduccién) del hecho cientifico (o ya tecnolégico), no en vano resultante de haberlo «hecho». Donde esta el caballo En efecta, no se concibe que el caballo de una estatua estuviera ya en la piedra de la que ha sido hecho de manera que el escultor todo lo que hiciera fuera quitar lo que sobraba'para «descubriclo» (descripcionismo), ni que este en la mente del artista a Ia espera de plasmarlo en la piedra (teorcticismo), ni tampoco que sea un ajuste entre lo que «esta alli» y lo que «tiene en mente» (adecuacionismo), sino un auténtico proceso operatorio regido por las con secuencias, incluyendo los modelos y las reglas que sean (construccionismo), tra cosa es que al final se segreguen todas las operaciones intermedias por que lo que intexese sea la estatua limpia y elevada sobre el pedestal para st contemplacién publica, lo que equivale a las publicaciones cientificas’ A este Fespecto, como es sabido, las publicaciones cientificas tienen un «metodo de composicién»", cuya poesia no se compadece con la prosa del trabajo cien tifico. En verdad, la ret6rica de la publicacion no se armoniza con la praxis cientifica (aunque ambas son labores de la misma empresa), Consiguientemente, se tendria que la estrategia metacientifica construc cionista se podria identificar en términos de escuela psicologica con el con ductismo radical. En este sentido, el conductismo estaria en las mejores con. diciones (mejores que cualquier otro tipo de filosofia de la psicologia) para dar cuenta de la praxis en que realmente consiste la investigacion cientifica Al margen de todas sus representaciones, los cientificos serian antes que nada y en definitiva sujetos operatorios insertos en un campo, cuyas reglas y Com. tingencias suponen determinada organizacién (y no una cualquiera) pero gue, en todo caso, sus hallazgos no resultan sino de operaciones, de opera ciones conductuales practico-efectivas, regidas por sus consecuencias, « st vez atenidas a las condiciones de la sociedad de referencia. 8 Ob. cit. pig. 77 ** Es interesante cepacar en cémo hasta una poesia finalmente hecha (el poema aci!ss«!o) resulta de un «método de composicidn cuya poiesis 0 arte postico tiene la eprosa> de cv! uier praxis operatoria, que el poeta, como cs natural, deja era de ls constenccion fl ce Privarse, pot lo demas, de presentarla como salida del coraz6n o inspirada por las muses, Li este sentido, el emétodo de composicién» donde Alan Poe cuenta c6rno hizo cl poem +o, seria aun caso dentro del método pottico», reutilizando al titulo de Skinner Edgar \. Pos (3974), Método de composicién, El cuervo, en Poesia completa (pags. 130-195), Ediciones 2 Véase el capitulo «La persona en escena» Contingencia y deama Ahora bien, las actividades ciemtificas de la psicologia son variadas y, as, sus filosofias de la ciencia 0 esteategias metacientificas. Puestos a identificar las actividades cientificas de la psicologia de acuerdo con la estrategia meta- ientifica que «siguen», se diria que una vision de la actividad cientifica que pusiera el acento, por ejemplo, en la «recoleccién de datos» tendria su filo- Sofia de la psicologia mas acorde en el estructuralismo (descripcionismo), si su acento fuera la «tenencia de ileas» hallaria su filosoffa de la psicologia en el cognitivismo (teoreticismo), si el acento recayera en la «representacion mental» encontraria su filosofia de la psicologia en ciertas versiones de la Gestalt y de nuevo en el cognitivismo. Consistiendo la actividad cientifica en operaciones conductuales, tendria su filosofia de la psicologia en el con- ductismo (construccionismo). En todo caso, segin lo anterior, cada doctri- na psicolégica tendria s:1 tilosofia de la ciencia afin, de ahi la autocompla- cencia de cada doctrina psicolégica, amparéndose en su filosofia de fondo. Si bien es buena cosa tener y hacer valer la filosofia de fondo, la cuestién no ¢s tener uaa filoso! el conductismo estaria en las mejores condiciones para plantear y resolver el caballo de batalla de las sempiternas discusiones hipotecadas de una u otra manera en concepciones dualistas y, en su paroxismo, solipsistas o rea listas (dependiendo por donde se desboque el caballo). En contra de esta asignacion se podria objetar que el conductismo estaria refutado por su propia falta de éxito. En este sentido, lo que ciertamente tiene éxito son tales discusiones, que alimentan y realimentan los caballos de batalla. Los escolisticos no resolverdn estos problemas, pero estos problemas resuelven los suyos®. Distintas acepciones de ciencia Ahora bien, no porque ef conductismo sea la «filosofia de la ciencia de la conducta», la «ciencia de la conduct» es propiamente ura mayuscula, por mas que esc sea su marchamo, reclamo y estrategia. La filo- soffa de la ciencia de por si, ni tampoco el «método cientifico», convierten més una disciplina en una Ciencia. De hecho es significativo que esta preo- cupacin metacientifica sea propia de las ciencias humanas y no propiamen- te de las Ciencias, para las cuales la introduccién al método cientifico e, incl 30, la filosofia de la ciencia parecen estar de mas (yéndoles en cambio a aquellas la vida en ello). Puestos a hacer declaraciones de Ciencias, se habrian © Se habria de reparar en que el construccionismo aqui mentado no es el constructivismo postmoderno, de ahi be Sekai ee eerie cena ‘salvar las diferencias (aunque obvia- mente no es cuestic le. abras). En la perspectiva del construccionismo aqui ay » eb Constuctvisme postinodermo seria una sure de filocofia deals, de idcologia del consumis- tno, de cultucalismo acritico, de relativismo ingenuo y, en fin, de solsteia que por tal desmere ce de la sofistica. Véase el capitulo de «Analisis de fas practicas culturales», asi como Marino Pérez (2001), Psicorerapia de la postmodernidad, Papeles del Psicélogo, nims. 79, 38-62. sino qué filosofia tener. Por lo que aqui respecta, : El conductismo como filosofia o7 ~ de tener en cuenta las distintas acepciones de «ciencia», concretadas en las cuatro siguientes «ciencia» como «saber hacer», en el sentido de un arte y de una téc nica, sin escatimar su sapientia y su sabiduria, Esta acepcion se pres : ta a los mas diversos contextos (desde el taller tradicional a la cualifi cacién profesional). > 2. aciencia» como «sistema ordenado de proposiciones derivadas de ~ principios», en un sentido académico, escolastico. Entrarian en esta acepcién saberes sistematicos como la teologia, la moral, el derecho, no en vano denominadas «ciencias» (si en la primera acepcién el con. texto de referencia era el taller en ésta seria la escuela). - 3. _«ciencia» de la época moderna europea, siglo xv1t con Galileo y New- “ ton y que daria lugar a la revolucién industrial y a todo el desartollo - tecnologico del mundo actual. Esta es al acepcién propiamente de Ciencia, con maydscula, Su contexto seria el laboratorio (valdsia decir el taller convertido en escuela), pero su saber es universal (no cultural, por mas que haya surgido en un sitio y en una epoca, [a . Europa del Siglo x0. 4. «ciencia» seria una extensién de la anterior para cubric las lamadas «ciencias humanas» o «ciencia sociales», entre ellas la psicologia, sur gidas en el siglo xx y, acaso, urgidas por la revolucién industrial A Como quiera que sea, habria de estar claro que las «ciencias sociales» toman por analogia la acepcién de Ciencia procedente de las «cien. ccias naturales» que serian, pues, el primer analogo de Ciencia Sin ser Ciencias en sentido fuerte, como se suele decis, lo que no dejan de ~ ser las ciencias sociales y en su caso la psicologia son saberes cientificos y sis. _ tematicos. No serian Ciencia en sentido sustantivo pero si cientificas en sen- tido adjetivo. Ni que decic tiene que esta caracterizacién para nada merma su importancia, tanto técnica como académica. Otra cosa es que las ciencias sociales se hayan arrogado la categoria de Ciencia como autocencepcién legi- ~ _ timadora y de prestigio, pero ello no seria mucho més que un punto de vista emic. En todo caso, la pretensién de Ciencia ha creado probablemente una tensidn critica con un doble efecto, por un lado, extremando su positividad cientifica y, por otro, resistiendo su sentido humanist, no en vano registrado ~ como «ciencias del espititu» o «ciencias de la cultura» o humanas (ciencia de -- un lado, espiritu, cultura y humanismo de otro). Como dice Pinillos, refi rigndose a las «nuevas ciencias del hombre», la situacién es paradéjica, pre: cisamente, por esa ambigiiedad centaurica. Mientras que su torso es humano, por cuanto el objeto de que tratan es evidentemente el hombre, la formalidad ~ bajo la cual lo estudian, con sus apoyos metodolégicos, sin apenas diferen- ~ ciarse de la Ciencias Naturales, seria deshumanizadora, resultando asi unas “6 Gustavo Bueno (1995), /Oué es ciencia?, Peatalfa. 68 Contingencia y drama Humanidades deshumanizadas. Tal seria, dice Pinillos, la «silueta bifronte> de las ciencias humanas”. La psicologia como institucién intermedia‘® El caso es que las «ciencias humanas» o sociales, sin ser propiamente cien- cias, estan sobradamente justificadas y legitimadas, tanto en el ambito mun- Gano como académico. Ahora bien, mas alla de esa consideracién cientifica, Giertamente, un tanto ambigua, cabe preguntar qué tipo de institucién social son, porque lo que si estan es eficazmente institucioinalizadas. Concretamen: te, la psicologia, al margen de su estavuto cientifico, cuenta con toda una in*- titucionalizacion social, académica y profesional. Por lo que aqui respect, baste apuntar que la psicologia viene ager tna suerte de institucion interme- dia entte las instituciones basicas de la sociedad (que no cumplen con todas Sus unciones en la organizacion de la vida) y los individuos de esa sociedad (que no hallan solucién a los problemas que la sociedad moderna conlleva y las instituciones tradicionales no resuelven, antes bien, requieren de nuevos re-medios)®. Dentro de esto, se entiende que el saber de tales instituciones fenga que ser cientifico y se entenderia también que su «

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