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UE EL INTELECTO ELDER .BOYD ‘Ku PACKER El hecho de que hable en uno forma muy directo sobre este temo muy importante, espero ser6 considerado como un tribyto o ustedes que son nuestros leoles, devotos e inspirados osociados. He llegodo © creer que muchos miembros de lo Iglesic, que posan mi cho tiempo en investigociones académicos, tienen lo tendencic de juzgor_o lo Iglesic , su doctrino, orgonizocién y liderazgo, pre- sente y posado, por los principios de sus propios profesiones. A menudo &sto es hecho inconcientemente y, olgo de ello, tol vez, no es perjudiciol. Es uno cos fécil, poro un hombre con extensivo odiestromiento oco démico, medir © lo Iglesia utilizendo como normo los principios que le fueron ensefiondos en su profesién. A mi me porece que tendric que ser de otro monero. Particularmente si esté buscondo una soli- do bose ecodémico, un miembro de lo Iglesio tiene que juzgor les profesiones del hombre contro la polabro revelado del Sefior. Muchas disciplines est6n sujetos o este peligro. A través de los ofos he visto © muchos miembros de lo Iglesic perder sus testimonios y dejor su fe como precio por les logros académicos. Muchos fueron profundomente probados. Perm{tonme ilustrorles: Durente mi Gltimo oho como supervisor de los seminorios e institu- tos de religién, un moestro de seminorio ‘ue © unc gron universided enel este de los Estados Unidos poro completor su doctorado en o- sesoromiento y orientocién. Lo mos olte cutorided en ese compo esto bo ollf y éste, répidomente tomé interés en el opvesto, aseado y — muy inteligente joven sonto de los Gltimos dios. Nuestro moestro ibo otrayendo lo otencién o medida que adelontobo, con relotivo focilidad, en sus estudios; su futuro porecfo brillon- te,hosto que llegé el momento de presentor su tesis. Su temo ero: El Obispo como consejero. En cquel momento fui Llomodp o ser Autoridod Genercl y le oyudé o obtener cutorizocién pore ehtrevistor y envior cuestionarios o un gron némero de obispos. En su tesis 61 describié el llomomiento y ordenocién de un obispo; describié el poder de discernimiento, el derecho que tiene un obis- po de recibir revelocién, y su derecho o una gufo espirituol. El co mité exominador no entendié ésto. Ellos dispusieron que en uno tesis no hebie lugor para esas cosas e insistieron en que fueron eliminode El vino o verme. Lef su disertaci6én y le suger que, poro sotisfocer 01 comité exominador, introdujera lc discusién sobre temos espiritue les con le siguiente frose: “los sontos de los Gltimos dios creen que el obispo tiene poder espirituel,” 0 bien “ellos: afirmon que le inspiracién de Dios osiste al obispo en su llomomiento". Pero -el comité exominador le denegé aun ésto.Era obvio que estaban bostonte molestos de tener este ingrediente incluido en la tesis. Era como Poblo hob{a dicho: “Pero el hombre natural no percibe los cosas que son del Esp{ritu de Dios, porque para él son locura, y no los puede entender, porque se han de discernir espirituolmente.” (ler. Corientios 2:14) Le hicieron recordad de su-gron potencial y le dijeron que con un poco de aconodocién, especificomente dejando de lado todos los re! rencios espirituales, su tesis serfa publicoda y su reputacién esto- blecido. Le predijeron que 61 se convertir{a en una autoridad en la moterio. Esto lo tent6. Quiz6, uno vez establecido, 61 podrfa insertar nueva~ mente el ingrediente espiritual en su trabajo. Entonces, como una autorided establecida, 61 podria realmente ayudar a lo Iglesia. Pero algo quedé en el camino: su fe, su integrided. Por tanto, hizo lo mejor que pudo con su disertacién. Esta no contenia lo suficien- te del Espfritu pora satisfocerlo a 61 y, ol mismo tiempo, demosicdo pora ser aceptado plenamente por sus mundonales profesores. Sin em- borgo, recibié su graduacién. Su tesis no es el documento erudito que podria haber sido; le folta el ingrediente esencial. Lo Revelaci6h es lo porte mos central de lo experiencio de un obispo cuando aconseja,que cualquier estudio ignoro este punto, no puede ser considersdo como trabajo serio. Este moestro regres6 a su modesto salorio y a lo relative obscuridad del Sistema Educativo de la Iglesia. Hob1é con este maestro hace un dio o dos. Hablomos hacerca de su di- sertocién y del hecho de que nunca fue publicado. El ha sido uno gran influencio entre los jovenes de lo Iglesia. El hizo lo correcto. El resumié su experiencia de esto forma: “El manto es grande, mucho mas gronde que el intelecto; el socerdocio es el poder guiador." Su decloracién se convierte en el titulo de este discurso e incorpora lo que yo espero compartir con ustedes. No debo criticor demasiado a esos profesores. Ellos no conocen de los cosos del Esp{ritu. Uno puede comprender su posicién. Es otra cosa, sin emborgo, cuando nos consideromos miembros de la Iglesia, porti- culormente aquellos que poseen el sacerdocio y hon hecho convenios en el templo. Muchos no estén haciendo como mi asociado hizo; ol con trorio, se rinden, cruzan sobre lo linea, y olvidon los cosos del * Espiritu. luego, juzgan a lo Iglesio, la doctrina, y a les lide usando como norma su profesién acodémica. oe Problema ha afectadg a algunos que han ensefiado y escrito acer- ce de lo historia de lo Iglesio. Estos profesores dicen de ellos os bc mos que lo fe religiose tiene poco influencic en los escolores mormones. Dicen ésto porque, obviomente, no son simples santos de Tos Gltimos dias, también son intelectuoles entrenodos, lo moyorfo de ellos, en instituciones seculores. Ellos escriben lo historic iguol que clgunos historiadores que son sontos de los Gltimos dios, pero lo hecen como fueron ensefiodos en sus colegios de graducdos, mos bien que como mormones. Si no tenemos cuidedo, mucho cuidedo, y si no somos sensotos, muy sensotos, primero dejaremos fuero de nuestro estudio profesional los cosos del Esp{ritu. El préximo paso sigue muy répido: dejomos los cosos espirituales fuera de nuestras vidos. Me gustorfo leerles uno significonte decloracién del Presidente Jo- seph F. Smith, uno declorocién que ustedes horfon bien en tenerlo presente en sus ensefionzas e investigociones, y uno que serviré co mo texto © mis observaciones o ustedes: No ho sido por lo sobidurfo del hombre que este pueblo ho sido diri~ gido en su curso hosto el presente; ho side por le sobidurio de El quien esté sobre el hombre y cuyo conocimiento es mos gronde que el del hombre, y cuyo poder est6 por sobre el poder del hombre.... La mono del Sefor quizé no seo visible o todos. Puede que hoyon muchos que no pueden discernir lo obra de lo voluntod de Dios en su progre- so y desorrollo en estos Gltimos dios, PERC HAY QUIENES VEN EN CADA. HORA_Y EN CADA MOMENTO DE LA EXISTENCIA DE LA JGLESIA, DESDE SUS CO- MIENZOS HASTA AHORA, LA PREDOMINANTE Y OMNIPOTENTE MANO DE EL QUIEN ENVIO AL MUNDO A SU UNIGENITO HIJO PARA SACRIFICARSE POR LOS PECADOS: DEL MUNDO,” (Conference Report, april 1904). Sino montenemos esto en mente constontemente -que el Sefior dirige su Iglesio- podrfomos perder nuestro comine en un mundo de investi- gociones intelectuoles y ervditos. Ustedes moestros de seminorio, y algunos de ustedes hombres de ins- tituto y BYU estarén ensefiahdo lo historic de lo Iglesia durante es~ te ofo escolor. Esto es unaloportunidod sin porolelo en le vido de yuestros estudiontes para ifcrementor su fe y testimonio acerca de lo divinided de esto obra. Yuestros objetivos debierc de ser que e~ Llos lleguen o ver lo mono del Sefior en coda hore y en cado momento de lo Iglesio, desde sus conienzos hoste el presente. Como uno que ha hecho este vioje un nimero de veces, les ofrezco cuatro advertencios ontes PRIMERA ADVERTENCIA cosa como una presisa y objetiva Historia de la ay tal f 4 ; Mo hay tal cotmac en consideracién 10s poderes espirituales que acompafia esta obra. No hey tol cosa como un erudito y objetivo estudio del oficio de bispo sin tener en consideracién lo guis espirituol, el discernj. miento, y la revelacién. E30 no es conocimiento. Por lo tanto, 1 Tepito, no existe tal coso como una presisa u objetiva Historia de la Iglesio si ignora el Espiritu. _ Ustedes bien podrfon trotor de escribir lo biograffa de Mendelssohn sin escuchar 0 mencionor sv mésica, o bien, escribir la vida de lenzo @ color. brandt sin mencionar la luz , Si uno que sobe muy poco de mésica escribiera una biografia de ssohn, alguien que ho sido ensefiado a sentir lo mésica lo reconoce al instante. Tol lector se darfa cuenta, apenas @e adentre en el * nuscrito, que un ingrediente muy esencial ho sido dejado fuero. Mendelssohn, sin dudes, emerger{o como un hombre ordinario, sin impresionante. Aquello que mas nos hace recordarlo estaria ausent Sin el Mendelssohn aporecer{a, cuando mas, eacentrico. Ciertomente, hobrion controversios sobre el porqué de tal biograffa. Cuolquiera que leyese-esto biografta no conocerfa realmente a Mendelssohn; oun cuondo el biégrafo pudo haber invertido en exhaustivos investigacio- nes pare su proyecto y hoya-logrado ser presiso en todos los otros detol les. Y. si ustedes miroron un Rembrandt en blance y negro, se perderfon! mayor porte de su inspiracién. : : Aquellos de nosotros que estamos fuertemente comprometidos en ii tigor la scbidurfa del hombre, inclusive oquellos que escriben y quellos que ensefian lo Historia de la Iglesio,no estén inmunes de estos peligros. He andado por el camino de lo investigacién y el es tudio erudite y conozco elgunos de los peligros. Nosotros somos vulnerobles que aquellos que enseficn otras disciplinas. La Historis de lo Iglesio puede ser tan interesante y tan inspiradors que P sonvertirse en una poderosa herromienta para-edificor la fe. Si Se geeribe o se ensefa apropicdamente, podria convertirse en un de ructor de fe. £ El Presidente Brigham Young aconsejaba ol Hermono Kor! G. Na rela fe eet siquiera lo tabla de multiplicer sin el Espiritu eg cipie’fo mes esencial es el Espfritu en lo investigacién, em escribir y ensefor lo Historia de la Iglesia, ‘ Si quienes investigomos,*eseribimos Iglesia ignoromos lo espir Y ensefiamos la Historia § itual con el pretexto de que el mum entenderfa, nuestro trabajo ne serie ebjetive. 1 si, por le minns tozén, lo montenenos bastante seculer, produciremos uno histerisaue | fo es exacto ni acodémico, a pesar de uno extensive investigacién, o To naturalezo exclusiva de nuestros decloreciones, o los incidentes ineluidos como porte de ello, y aun teniendo en cuento #1 entrenomien to 0 lo reputacién ocadémico del escritor o mosstro. Siempre acabore= mos teniendo en los monos uno historic o lo cual le folte uno de los ingredientes mos esenciales. Quien tiene el Espiritu puede reconocer répidomente cvondo alge folte en uno historia de la Iglesio, avn evando #1 ovtor sea un histortador eltomente copecitodo y el lector no. Y, podria agregar, hemos tenide muchisimos experiencios de este tipo en ofvs posodos El Presidente Wilford Woodruff advirti6; “Deseo expresorles que Dios me ho inspirodo poro llevar un Diorio @ Historic de esto Iglesio, y prevengo o futuros historiodores o dor credito o mi Historic de este Iglesio y Reino; porque mi testimonio es verdadero, y lo verdad de estos registros seré monifestada en el mundo venidero.” (Journol of Wilford Woodruff, 6 July 1877) SEGUNDA ADVERTENCIA Hay una tentacién entre los escritores 0 la Iglesia de querer contar todas las cos motoras de fe. estros de 1a Historia sean 0 no dignas o pro- Algunas cosos que son verdaderos nosiempre son de utilidod. Los historiadores porecen tener un gron orgullo de publicer olgo vo, porticulormente si ilustro yna debilided © un error de uno 2 hnente figuro historica. Por alguna roz6n los historiodores y novel ii tos gustan de estos cosas. Si esté reloctonado con elguna persone vi- vo, esto serfo un chisme. to historia puede ser engofiose como un ehis me y es muy diffeil, frecugntemente imposible, de verificor. El escritor 0 moestro que tiene uno exogerada leolded hocle lo teorle de que todo debe ser contodo esté dando pie poro su propio juicio. — El no tendrfo que quejarse si un dio el mismo recibe lo que he dade. Qviz6 esto es lo que se prepone al divulgor los pecados ajenos en to- dos les direcciones. | Hace algGn tiempo un historiador di6é uno disertocién,e un grupe de tudiontes universitorios, acerco de uno de los Presidents sic. Aporentemente su propésito ero mostrar que este pre: bo sujeto o los floquezos del hombre. El mencion6 muchos chos que puso o este presidente bajo uno luz no muy fovorab! evlormente teniendo en cuanta que estos hechos fueron socados texto del periodo historico en el cual vivié. Alguien que no conociera o esta figuro histérico, porticulormente elguien inmaduro, podria verse muy negotivomente ofectedo. Quien no tuviero seguridad en sus convicciones podria destruir su fe. Empecé ensefiando en Seminarios bajo lo direccién de Abel S. Rich. El fue el segundo moestro de Seminarios empleado por lo Iglesio, era un hombre de madurez, sobidurfo y experiencio. Entre los lecciones que oprend{ de 61 estaba éste: Cuondo quisiera saber acerca de un hombre, busco a aquellos que lo conocen mejor. No voy o sus enemigos sino a sus amigos. El no confiarfa en sus enemigos. Uno no podria conocer los mas profundes pensanientos de su coroz6n consultendo a quienes le injurian. Somos maestros y deberfamos conocer lo importancia del principio de los prerrequisitos. La quimico lo ilustra fécilmente. Ningén quimico responsable aconsejarfa; ningin maestro reputade permitirfa que un Principionte se registre pora un curso de quimica avanzada sin los co nocimientos fundomentales de lo qu{mita. Tomar un curso avonzado se- ria un error destructivo, oun para un brillante principionte. Este oun necesitar{a conocer de los elementos, de étomos y moléculas, de electrones, de valencios, compuestos y propiedades. Dejor que un es- tudiante avance sin los conocimientos fundomentoles de seguro destrui-~ 16 su interés y su futuro en el campo de la quimica. Lo mismo puede decirse con referencioa laasi llamada educacién sexvel. Hay muchos cosos que son verdaderas, aun elevodes, acerca de este ti ma. Hay otros ospectos que son ton pervertides y feos que no hace neda bien hablor de ellos. Algunos cosos no pueden ser ensefiadas sin peli- gro a los nifios 0 0 algunos otros que, por inmadurez o virtud de lo edad, no lo entenderfon. Ensefiar algunos cosos que son verdoderos, prematuramente o en tiempo indebido, puede invitar o lo ofliccién y a le angustia en vez de re~ cibir el gozo que acompafa el aprendizaje. Lo que es cierto con estos dos temas, doblemente cierto en el campo de la religién. Los escrituras don énfosis de que debemos dor leche ontes que lo carne. El Sefior ha dejado en claro que algunas cosas deben ser enseficdos selectivomente, y algunas cosos deten ser dodes o aquellos que son dignos. Importo mucho no solamente QUE ensefiamos, sino también CUANDO lo ense- flames. Tengan cuidado de edificor la fe mos bien que destruirla. El Presidente Williom E, Berret nos ha dicho cuon agredecido esté sober que los lideres de lo Iglesia del pasado fueron profetos de Dio Este testimonio fue fijado en su mente antes de exponerse a algunos de los osi llamados hechos que los historicdores hon puesto en sus escri- tos publicados. e u z le los prerrequisitos es ton fundomentol en todo lo jer porque los historiodores siempre los que est6r fuera de lo Iglesic su profesién, oque- conocerlo mejor. Este principio d educocién que nunc pude entend estén dispuestos 0 ignororlo. Y. tiener. poco paro guiorse, solo los principios de llos que estén dentro de lo Iglesio deberfon de Algunos historiodores escriben y hoblon como si los Gnicos que los Teeny eceuchon fucran modures y experinentades historiadores. Elles escriben y hoblon a uno oudiencia my limiteds. Desofortunadamente, suchos de los cosos que se dicen unos 0 otros,no son elevoderes, von mucho @os lejos de lo oudiencio o quienes ibon dirigidos, y destruyen lo fe. Lo que el historiodor de referencio hizo con lo reputocién del Presi- dente de lo Iglesio no fué de mérito. Porecio determinedo o convencer © todos de que el profeto ero un hombre. Ellos yo sobfon ésto. Todos los profetes y todos los opéstoles hon sido hombres. Podria hober sido mos meritori pare 61 convencernos de que el hombre ero un profeto,un hecho ton verdodero como el hecho de que ero un hombre. El hobfo secede algo de sobre lo memorio de un profeta. El hob{o des- truido lo fe. Quiero recordorles de lo verdad que Shokespecre ensenib, irénicomente hoblodo por Yogo: “Aquel que robo mi cortero robe bosure~ Esto es nodo/ Fue mio, es y ho sido esclavo de miles-/ Pero oquel que me hurto mi buen nombre / Robo de mi olgo que no lo enriquece o 61/ Y por cierto me dejo pobre” (Otelo, Ser. Acto! Lo triste es que, en el posodo, 61 podrfe haber tenido gron interés en equellos que dirigieron lo Iglesio y decidido acercorse o ellos. Pero, fen vez de seguir hosto ohi; en vez de ir haste donde ellos estobon, el divis6 un medio de coleccionor errores, debilidades y limitociones poro comporor o los propias. En este sentido 61 procuré traer uno i- guro historico hosto su nivel y, de esto mone-o, sentir cerea de 61 y | quiz6 justi ficor sus propios errores. Estoy de acuerdo con el Presidente Stephen L. Richards, quien dij “Si un hombre de lo historic se he osegurado, con el correr de los afos, un alto lugor en lo estimo de sus concivdadanos y compoheros y se ho hecho digno de su estima, oporentemente se ho convertido tombién en un plocentero posotiempo de investigodores y acodémicos pore remo- ver su pasado y descubrir, si fuera posible, olgunos de sus error y entonces escribir un libro exponiendo lo hosta ahora no publicado, todo lo cuol tiende o robor el corécter histérico de lo estimo y vene- rocién ideolista que hob{o estodo gonando o trovés de los ohos. : * Esto *bojado del pedestal” se nos dice que es en interés del realisne| y que estos hechos deberion ser conocidos. Si un personoje histérico he| hecho una gron contribucién ol pats y 0 lo sociedad, y si su nombre y sus proesos han sido usodes por generaciones poro sustentor altos : les de caracter y servicio, que bien se podric conseguir covends en sy posed y explotande sus flaquezos, que quizés sus generosos contempo- reneos perdonaron y ocallaron? (Where is wisdom? 1955) El historiador que se deleito en opuntor los errores y floquezos de los lideres, pasados y presentes, destruye lo fe. Un destructor de la fe, porticularmente uno dentro de la Iglesia, y mos porticularmente uno que es empleodo espec{ficamente pora edificor lo fe, se pone a si mismo ente un gron peligro espirituol. El esté sirviendo ol amo equivocado, y © menos que se arrepienta, no seré contado entre los:justos en los eternidades. El que escoge seguir los principios de su profesién, haciendo coso omi- s0 de como podria injuriar o lo Iglesio o destruir lo fe de aquellos que no estén listos pora una “historic ovonzodo", es,él.m{smo, un peli- gro spiritual. Y si es miembro de lo Iglesio, 61 ha roto sus convenios ¥ ser6 responsable. Después de que’ todos los mafonas de mortalidad ho- yon posede, 61 no estaré donde podrfd-hober estodo. Quisiera rememorar una conversocié6n con el Presidente Henry D. Moyle. Volviones manejondo desde Arizona y veniomos hoblondo ocerca de un hom= bre que destruy$ lo fe de unos jovenes desde su ventojosa posicién de maestro. Algunos hab{on preguntedo al Presidente Moyle porqué este hom bre segufe siendo miembro de la Iglesic después de hacer lo que hizo. "El no es un miembro de lo Iglesio", respondié con Firmezo el Presiden te Moyle. Otro replicé que 61 no habfa oido de su excomunién. “El yo se ho excomulgedo a si m{smo", respondié el Presidente Moyle. “El se he apartado del Espiritu de Dios. Aun cuando ro nos hayomos reunido sora tener un tribunal, que no importa mucho, 61 se ha oportadodel Es- piritu del Sefior”. TERCERA ADVERTENCIA En un esfuerzo por ser objetivo, imparcial y académico, un escritor o maestro podrfa inconscientemente estar dando igual oportunidad al ad- versario. Alguien hob16 de un hombre que titulé su libro “Uno Historia Imporciol de lo Guerra Civil Desde el Punto de Vista Surefio”. Mientros nos rei~ mos de eso, hay algo para decirse acerca de presentar la Historia de lo Iglesia desde el punto de vista de aquellos que hon vivide correcto- mente. Lo idea de que debemos ser neutrales y orgiir tonto en fovor del odversorio asi como lo hacemos a favor de la rectitud no es rozonable ni seguro. ‘4 En la Iglesio no somos neutroles. Todos estamos en un mismo bondo. Una guerre esté en march en estos momentos, y nosotros estamos comprome= tides en ello. Es lo guerra entre el bien y e! mal, y nosotros estomos defendiendo el bien. Estomos, por lo tanto, obligades a dor preferencia eger todo lo que est6 representado en el evongelio de Jesucristo, rot Y pros hecho el convenio de hacerlo. y hemo: Alquacs de nuestros moestros establecen, por si m{smos, uno postura de vgtrolidad. Lo lloman “simpética indiferencio”. Los historicdores sue~ Ten hacer ésto. Si hocen uno declaracién favorable a lo Iglesio, tam bign creen que deben decir algo ofensivo. lAlgunos de ellos, yo que son miembros de lo Iglesio, estén bostante o- vergonzados por el hecho de que podricn ser ocusados de porcioles. Les Import mucho lo que el mundo piensa y tienen mucho cuidado de incluir len sus escritos criticos de los lideres del pasado de lo Iglesio. Ellos porticularmente, quisieran ser aclomados como historiodores medi- dos segin los normos del mundo. Horfan bien en leer la visién de Nefi sobre lo borro de hierro y reflexcionor sobre los versiculos 24-28. "y sucedié que vi a otros que se adelontaban, y llegaren y se asieron del extremo de lo borra de hierro, y ovanzoron a través del vopor de tinieblos, osidos a la barra de hierro, hosto que llegaron y porticipo~ ron del fruto del érbol. "Y DESPUES de haber comido del fruto, miraron en rededor de ellos, co- 0 si se hallasen avergonzados. (Noten lo palabra DESPUES. Nefi esté blondo de aquellos que son porticipes de lo bonded de Dios - de los iembros de la Iglesia.) "Y yo tombién dirigf la miroda olrededor, y vi de lo otra parte del rfo un edificio grande y espaciose que porecia erguirse en el aire,a gron alturo de la tierra. *Y eStaba lleno de personas, tonto j6venes como oncianos, hembres asf cone mujeres; y la ropa que vestfon era excesivomente fina: y se ha- Iobon en actitud de estar burléndése y sefolando con el dedo o los que hobfon Ilegado hosto el fruto y estabon comiendo de 61. "Y DESPUES que hubieron probade el fruto, se avergonzaron o causa de los que se mofoban de ellos; y cayeron en serderos prohibidos.” (1 Nefi 824-28) 2 Y quisiera decirles con todo seriedod de que hay un limite a lo pacien— cio del Sefor .con respecto a aquellos que estén bajo convenio de ben- decir y proteger Su Iglesia y reino sobre lo tierra, pero no lo hacen. Porticulormente estamos en peligro si estamos tratando de glorificar- nos a nosotros m{smos, si nuestros * corazones estén puestos en las cosos de este mundo, y ospiraA tanto a los honores de los hombri gue no aprenden esta leccién Gnica: Que los derechos del socerdocio estén inseporablemente Unidos a los poderes del cielo y que estos no pueden ser gobernados ni monejados ° sino conforme o los principios de justicio. "Es cierto que se nos pueden conferir; pero cuando intentomos encubrir nuestros pecodes, o satisfocer nuestro orgullo, nuestra yon ombicién, 0 ejercer mondo, dominio o compulcién sobre los almos de los hijes de los hombres, en cuolquier grado de injusticio, he ogef, los cielos se retiron, el Espfritu del Sefor es ofendido, y cuando se oparto se o- cabs el sacerdocio © autorided de tol hombre. * He aqui, ontes que se dé cuento, queda obendonode © si m{smo porodor coces contro el aguijén, poro perseguir o les sontos y combotir contro Dios. ” (D.y C. 121:35-38) Hoy mucho en los eserituros y en los escritos lite-orios de le Iglesic pora convencernos que estomos en guerra contro el odversorio. No esto- mos obligodos como iglesio, ni tompoco obligades como miembros, © oco- modor ol enemigo en esto botollo. El Presidente Joseph Fielding Smith sefiolé que serfo bostonte tonto de un generol dor o conocer su estrategio ol enemigo. No se espera , nj tompoco es necesorio, acomodar a aquellos que buscan socor informocién de nuestros fuentes, distorcionorlos, y usorlos en contro nuestro. Supéngonse que uno corporecién de negocios, bastante bien monejado, peligro ser obsorvido por otro corporocién. Supéngonse que lo corpo- racién inclinode pore observer a lo otro corporocién esté determinado 2 ogotor todo su dinero, todo su ganancia, y luego disolver lo compo- Afo. Pueden estor seguros que lo compofifo omenozodo inmedictomente con- troter{o los servicios de un consejero legol pora protegerse. Pueden ustedes imoginor ese cbogedo, contretado pore proteger le com pofifo, teniendo fija en su mente que 61 realmente no tiene que tomor portide, tiene que ser imporciol? Supongon que cuorido los registros de lo compsiic, pore le evel ho sido pleodo o proteger, son abiertos onte 61 para preparer lo evidencic le defenso y poso esta informocién o los abogados de le compofie ene- igo. Su propio firma puede, entonces, estor en-peligro debido o su jonducte desleol. No reconocen eso falto de ético, de integrided, © morolidod? ustedes que hon sido empleados por lo ‘Iglesio tienen uno responsobi- lidod especiol de edificor fe, no destruirlo. Si no hacen eso, pero | de hecho, ocomodan ol enemigo, quien es un destructor de fi tedes se_convierten, Serto sentide. en troidores o lo covso ol cuol hon | hecho _convenio de proteger Aquellos que hon sccado evidadosomente de su trobajo evolquier fe religioso en el nombre de lo libertad ocedémica, © lo ost Ilomode Hae Pienso que ustedes pueden ver el al cuol estoy Llegondo. Aquellos de | | = honestidod, no deberfon esperar ser acomododes’ en sus trobojos de in- | vestigacién 0 ser pagades por lo Iglesia pore hacerlo. Estén seguros, tombién, que ustedes recibicén poco verded, y menos peneficios, de aquellos que robon documentos o.quienes trabajon con cosos robodos. Siempre han existido, y los tenemos entre nosotros hoy, personas que buscon entrodo o las biblioteces y archivos restringidos poro copior secretomente algén material confidencial y roborle con lo esperonzo de encontrar algén detolle que oun no ho side publicodo - todo ésto con el fin de venderlo por dinero, o obtener gononcie de elgune manera por su publicacién, o inflorse por ser el primero en publicorlo. En elgunos cosos el motivo es destrozor lo fe, si pueden, y 0 lo Igle- sio, si estén copacitodos. Lo Iglesio seguiré odelonte, y sus esfuerzos ser6n pasojeros. Pero tol conducta no posa desopersibide en el esquemo eterno de los cosos. No_tendr{omos que avergonzornos de estor compronetidos, de estar conver. tides, de ser leoles ol Sefior. El Elder Joseph Fielding Smith sefialé lo falécio de intentor trobojor o ombos ledos de lo colle: “Bien pueden ustedes decir que el Libro de Mor- mén no es verdadero porque no da fe o lo historic de los lomanitos re- . lotode por los nefitos* (Utch Genealogical ond Historical Magazine, Apr. 1925) Hoce olgunes ofies, algunos profesores de lo Universidod de Horvord, quienes eran miembros de lo Iglesio, me invitaron a olmorzor en el solén de profesores de la facultad. Ellos querfon sober si yo estor{o dis- puesto © colaboror con ellos en uno nuevo publicacién, Ellos fueron bostonte generosos en sus cumplidos, sefiolonde que debido « ave yo posefa un doctorado un némero de personos de lo Iglesio me escu- chorfo, y siendo uno Autoridad Generel, yo podric tener uno influencio otal. Los escuché muy atentamente, pero indigué, ol finol de lo conversocién, sue no me osociorfe o ellos. Les ped{ que me excusoran de responder ° su pedido. Cuando ellos me preguntoron el porqué, les dije ésto: “Cuendo vuestros asociedos anuncicron el proyecto, ellos describieron cvon Gtil serfo pora lo Iglesio-un vacfo a ser Ilencdo”. Entonces el Portovoz indic6, "Todos somos activos y fieles miembros de lo Iglesio; Sin embargo,.... 7" Comenté © mis dos anfitrionep que si el onuncio hubiera dicho! “Todos Somos actives y fieles miembros de lo Iglesic, por lo tonto..." Yo te hubiers aseciado a su orgonizocién. Yo tenfo serics’ dudos en cuonte Sune ergonizacién "sin embargo”. Y poco de que preocuparme de uno or~ Senizociéy *par lo to - significobo que ellos habion puesto una condicién ae tin enberae” 712hAfebros de le_Iglesia. Significobo_ave ellos ebfan cntepuesto olga. Implicaba que ellos querfan juzgor a Ia Iglesia cl ayangelic, yo lon, lideres de ello, en contro de sum. spent aka Madentes y odiestromiento. Implicaba que su fidelidad ero parcial, y a fideltdad porcial no es suficiente para calificarle 0 uno de luz espirituol total. se “sin embargo” Yo no contribvirfa con publicaiones, ni tompoco pertenecerfa a una or gonizocién, que por espiritu q inclinocién, son destructores de fe. Tey Aeched otedéeigos bn el mado deterninados @ encontrar todas Ios verdades seculores. Hoy tan p}co de nosotros, relativomente hablando, erocurando compartir les verdddes espirituoles, quienes estén protegien 9 @ la Iglesio. No podemos cgn seguridad ser neutroles. uchos ofos atrés el Elder Widtsoe hizo referencia a un maestro necio en lo A.M.M. quien hob{a orgenizodo un debote con la intencién de me- jorar la hobilided de los jovenes miembros de lo Iglesio. El eligié como tema "Demostrar: José Smith fue un profeta de Dios.” Lastimosa- mente el lade en contra gons. los jovenes que habloban en favor de lo proposicién no fueron lo sufi- Lentemente hpabiles y sus argumentos no fueron preparados cuidadoso- vente como aquellos del bando opuesto El hecho de que José Smith per— moneciera siendo profeta, luego que el debote concluy6, no protegié a elgunos de los participantes de sufrir uno destrucci6n de su fe, y por lo tonte condujeran sus vidos como si José Smith no fuera un profeta, y como si lo Iglesia que 61 fundoro y el evangelio que el restourara no fueron verdaderos. CUARTA ADVERTENCIA la advertencia final concierne a la idea de que ya que algo esté im- preso, y también hay disponibles de otras fuentes, no hay nada fuera de lugar el utilizarlos al escribir, hablar o ensefar. Ustedes pueden ver lo fallo en ésto. En ocasiones me he sentido frustrado cundo lei de que los naciones que tienden o empefecer o degradar a lo Iglesia, o lideres de la Iglesia del poscdo, en los escritos de aquellos que, supvestomente, son miem= bros dignos de lo Iglesia. Cuando he comentade de mi decepcién de ver imeresos esos comentarios negatives, la respuesta ha ‘sido: "Ha sido br Be as, tre carconlels ¥ por lo tanto, no hay ninguna rom | eae no hacen bien de ver eso diseminado. Podria ser lefdo por a- ree cen ue fe Son lo bostonte moduros para “historia avanzada” y 3us un estado-de crecimiento puede ser destrozodo. a unos efter atrés el Presidente Benson les hobl6 o ustedes y les sefol6: the Ilegado a mi atencién que algunos de nuestros maestros, porticular- mente de los programas de nuestras universidades, estén comprando es~ critos de conocidos opéstatos... en un esfuerzo de obtener mos infoma- gién sobre ciertos puntos de visto o recoger de sus Investigacion Tienen que dorse cuenta que cuondo ustedes compron esos escritos,o se subscriben a sus periédicos, estén ayudando 9 sostener su cause. Noso- tros esperomos que sus escritos no estén en sus bibliotecas personales o de seminarios ¢ institutos. Confiomos en ustedes para representor al Seftor y a laPrimera Presidencia ante vuestros estudiantes, y no los puntos de vista de is detractores de la Iglesia.” (The Gospel Teacher ond His Menssage, 17\Sept. 1976) Yo endorso este consdjo a ustedes. no solamente ven je Io obscuridad. nal apéstata omargad ién lo presencia Recuerden: Cuando ustedes una_ousencia de luz, sino No_esparzon germenes de enfermedod! Aprend{ una gran leccién hace muchos ofos cuando entrevisté a un hom= bre joven que estaba en lo cose de misién. El hab{a sido descalificado de servir una misién. El confes6 una tronsgresién que uno se imagina- rfo que jomés entrarfo en la mente de una persona normal. "De donde sacaste la idea de hacer algo como eso?” le pregunté. Pora mi gran sorpresa me dijo: “De mi obispo’. El dijo que’el obispo le pregunté: “Hos hecho ésto alguno vez?" “Hos hecho aquello alguno vez?” “Hos hecho esto otro alguna vez?” y describié en detolle cosas que el joven jonés se hubiero imoginodo. Estos consumieron su mente hosta que bajo inspiracién perversa la oportunidad se present6 a si mismo y 61 coyé. No perpetGen lo indigno, lo sinsabor o lo sensacionol. Algunos cosas que escén impresos se agoten, y el viejo dicho “una buena tirade @ le bosura male” podria aplicars: El Elder G. Homer Durham del Primer Quorum de los Setento nos efirié de un consejo que 61 hobfa recibido de uno de sus profesores quien fué un éminente historiador: * No escribon (y podrfa yo ogregar, ne ensefien) historia de una lata de bosura.* Moroni nos dipo una excelente reglo pora que los historiadores siguie~ "Pues he aqui, a todo hombre se do el Espiritu de Cristo pera que pue~ do distinguir el bien del mal; por tonto, os muestro la manera de juz~ Ser; porque toda cosa que invite a hacer lo bueno, y persuade o creer * Cristo, es enviada por el poder y el don de Cristo, por lo que pe- n dréis sober,con un conocimiento perfecto, que es de Dios. “Pero cuclquier coso que persuade o los hombres o hacer lo molo, y ano creer en Cristc, y 0 negorlo, y a no servir a Dios, enton= ces podréis sober, con un conocimiento peffecto, que es del disblo; por que de este modo es como obra el dicblo, for que 61 no persuade © ningin hombre o hocer lo bueno, no, ni o uno solo; Ai lo hecen sus Gngeles; ni los que o 61 se sujeton.” (Moroni 7:16-17) Hoy una gran diferencia si nosotros contesplenes 1c mortelided Samia Conclusién y satisfaccién de nuestra existencia © come uno preparecita eet! Sistacls stern, Estos son los odvertencios que les doy o ustedes que ensefion v eseri- ben lo Historio de lo Iglesio. Hoy colificociones poro ensefor o escribir lo historic de esto iglesio Si uno corece de olgunos de estos cplificociones, uno no puede oproplo- domente ensefior lo Historic de lo Iglesio. E] puede recitar hechos y dor puntos de visto, pero no puede ensefor oprupiodomente le Historie de lo Iglesio. Enumeroré estos requisitos o monera de preguntos o fin de que ustedes puedon determinor sus propios calificaciones. Wasted cree que Dios el Padre y Su Hijo Jesucriste personolmente opo- recieron ol joven profeto José Smith, Hijo en el ofo 18207 ’Tiene usted —testimonio personol de que el Padre y el Hijo opore cieron en todo su glorio, y estuvieron ante este joven, y le instruye- ronjde ocuerdo ol testimonio que 61 dic ol mundo en su historic pu- blicodo? tSobe usted que el testimonio del profeto José Smith que ustedes han recibide un testimonio espiritvel de Ure usted que lo Iglesic que fue restourodo o trovés de 61,e5, lo polobre del Sefor, “lo Gnica iglesio verdodero y viviente en lo fc de lo tierra con lo cual yo el Sefer estoy bien complecido” (D.y C.1:: Sobe usted por el poder del Espiritu Sonte que esto es lo Iglesio de Jesucristo de los Sontos de los Ultimos Dios restourado en ests &poco. moderna por mensojeros celestioles; que lo Iglesic eonstituye el de Dios sobre lo tierra, y ne solamente uno Institucién fobr! or ‘medios humanos? * tCree usted que los sucesores del profetc José Smith fetos, videntes y revelodores; que le revelocién los decisiones, los normos y los n Gino centroles de lo Iglesio. sae ahora, obviomente ustedes han notado que yo no hoblé ocerco de requi- sites ocadémicos. Hechos, entendimiento, y escoloridad pueden ser ob- tenidos por el estudio personal y los trobajos esencicles del curso. Los tres requisitos que yo he mencionado vienen al individve por el Espiritu. No se los puede recibir por lo educacién secular o el estu~ dio, por lo investigacién ocadémica o cientifica. Yo repito: si hubiera deficiencias en cualquiera de éstos, luego, o pesor de cualquier otra educacién que el individuo posee, él no puede conprender, y escribir o ensefar la histdric verdadero de esta Iglesio. {os coses de Dios son comprendidas solominte por oquel que posee el Espiritu de Dios. Ahoro, Qué pasa con aquel historiador quel difamé o un Presidente de lo Iglesia y pudo haber debilitado o destroztdo fe en el proceso. Qué pasa con otros miembros de lo Iglesio quienes son culpables de clgo similor en sus escritos 0 en sus ensefonzos? @ ustedes. Se de un se convirtié en un aprend{ acerco de 61 fad, es uno historia Yo quiero decirles olgo, que. tal vez les sorprendo hombre que hizo algo ton destructive que mas tarde profeto de lo Iglesia. Me refiero a Alma, hijo. Yo de mi lecturo del Libro de Mormén, el cual, en rea de la Iglesia en épocos ontigus. lUstedes estén fomiliorizedos con el relato de Alma como un hombre joven. El segufc a su podre, el profeta Alma, y ridiculizoba lo que su padre ensefioba. El fue, en este periodo de su vida, un destructor de fe. Lue- go vine el combio. Debide o que su podre oré por ello, 61 combi6. Se conwirtié en uno de los grondes hombres de 1a historia religiosa. Yo quisiera decirle olgo o ese historiador, y o otros que pudieran ho- ber colocado un valor mas alto sobre el intelecto que sobre el monto. Los Hermanos, antes y ahora, son hombres, gente muy corriente, que han venido en su mayor parte de inicios muy humildes. Necesitomos de su oyudal Lo necesitomos? desesperadomente. No podemos investigar y orgo- nizar lo Historia de la Iglesia. No tenemos el tiempo pare hacerlo ni ‘tompoco tenemos el entrenamiento que ustedes poseen. Pero nosotros ‘conocemos el Esp{ritu y cuan parte esencial de nuestra historia es. Nuestro es el deber de organizar la Iglesia, de ponerlo en orden, de conferir las llaves de autoridad, de efectuar las ordenanzas, de miror los fronteras del reino y llevar los cargos, corgas muy pesodos por otros y por nosotros mismos; de los cuales ustedes puedensaber poco. Saben ustedes cuon ing jadog somos realmente al comparernos ol 1lo- momiento que hemos recibido? Pueden ustedes sentir, enolguno medida, el peso, el sobrepeso abrumodor, de-responsabilidad que es nuestro? Si Ustedes miran por fallas e imperfecciones, fécilmente; podrén encon- trorlos, Pero no pedrén sentir, como nosotros sentimos, el enorme peso ban verde @ de responses lidad asociwsas cor ibe llowamientos ave neactros. Ke semes Libres do" hea slavoed cones ove los ecaliahann ten resonables, poreve oh Scher ne 10 peraliriatmm 1 ¥ aate os sv Igleete, Ek preside sobre atta. : Hor orro porte de la Mistorio de be Iplenio que #sth ocotteciands octualmente, con lo cual vetedes qe eoteten fami liorizedos. Tol vax ve puede slustrorl © uetades. Hore elgunos ofas fub mi triste privilegio ccompetor ol Presidente Kimball, entone Fresidente de los boce, © we estehe distorts gore remplozor a un \ider de lo estoco quien hable side excemigeds por une tronegresi¢n, Nuestros corozunes estoben cor este buen hombre que hablo hecho una cosa indigna. Su pena, ongustio y svfrimiente trojeron o mi mente lo frase “lo hiel de le enorgure”. Luego, 9” ocasiones intermitentes,, yo rectbiris Monados telefénicos del Presidente Kimball; "Has escuchado de este hermana? Chao wsth 417 Hos estado en contacto con 617° Luegs que #1 Hermano Kimball convirtil en el Presidents de le Iglesia, los llonodes telefénicos no sesoron, Ellos se incrementoron en frecuencia. Un dio recibt un llamado del Presidente. “He estado pensondo sobre te hermanc. Plenso usted que es muy pronto pore volver @ bovtizer! (Siempre una pregunta, nunca una orden.) Yo le respondl con mis sen= timientos, y le dije,” Por qué no ve usted #1 61 puede venir oui o verlot Si se siente bien despubs de lo entrevists, podemos proceder a el bovtizmo*. Un corto tempo despubs, Llegué my temproro o lo oficine. Al dejor mi coche vi ol Presidente Kimboll entrar en el suyo. El estabe yendo 01 seropuerto de vioje o Europa. Baj6 el vidrio de io ventanille del outo para soludorme, y le di los buenos noticias ocerca de este her- mono. “El fue boutizede onoche", le dije. * : Me indicb poro que entroro dentro del coche y me sentore o su lodo- Y me pidit que le contro todo acerca de eso. Le hoblé sobre lo enti visto y que ésto habla concluide cuando yo le indique o nuestro her- ono, en uno forma muy directo, que su boutisms no tendric que uno sefial de que las bendiciones del socerdocio serfon res 2 en un futuro predectble. Le dije que pasorio mucho, mucho tiempo ontes de que eso aconteciero. _ a £1 presidente Kimball me tocé la rodillo en un geste de me dijo, * Bien, tol vez no tonto tiempo, fermitentes comenzaran una vex mos. Quistero relatorles otro leceién que yo recibt. cvonde rectentenente hablo side Mamode como iat mucha expeiencia, fut llomado a 1a oficina del Primer Consejero de To Primera Presidencia. “ Sobemos que usted se iré o lo Costa Oeste pera una conferencia este fin de semona. Nos preguntomos si usted podria salir un‘dia o dos mas temprono para ayuder con un problema bh los oficinas de una misién en otra ciudad.” Un misionero habfe confesado una transgresién, y el presidente de misién estaba dudando de tomar acciéh. Fuf instruido de ver que un tribunal fuera reunide y que el misionero fuese excomulgado. Ful, y entrevisté al elder por largo tiempo. Fut luego a un porque poro pensar y orar acerca de eso. Fué un cose inusual, bostante inu= suol. Después de dos horos, telefoneé ol mienbro de la Primera Pre- sidencia desde un teléfono piblico y le relaté lo poco que habia averiguado y cémo me sent{a acerca del osunto. Me pregunté qué queria yo hacer. Dudando le dije que queria retrosorle, no tomar occién ol- guna chora. Luego yo dije : “Pero, Presidente, pidame que lo hago o- tro vez y lo haré". Su voz vine a través del teléfono, y me parecfa un trueno: * No vaya usted contra el susurro del Espiritu’. yo habfe oprendide una gran leccién. Nunco lo he olvidade, y la ins, pirecién afecté tremendomente cuando lo accién finol fué tomeda~ No deje su f& como pogo por un grado avanzads o por el reconocimien to y la eclomacién de este mundo. No se vuelvon con el Seftor ni con tra su Iglesia ni contra sus sirvientes. Udes. son necesorios- 0,cu6n ecesarios Son Udes.. , 1 vez tendeén que dejar de lado su reputocién escolor y 1a oclona= cién de sus colegas en el mundo, / como un socrificio sobre el oltor del servicio. Ellos nunca podrén comprender los cosos del espiritu cono Udes. tienen el derecho de hacerlo. Udes. no serén contemplados como outoridedes 0 como escolares. Solamente recuerden, cuando lo Prueba vino a Abrohaii 61 no tenfa que sucrificor o Iscac. Simplemen= te tenfo que estar dispuesto. ; Ahora una leceién final de lo Historia de lo Iglesic, uno que ilu tra el tipo de, cosa del pasado que edifice lo fé @ incremento el tes: timonto. Williom W, Phelps hob{a sido-un asociado de gran confionza del Profe= to José Smith. Luego, en una hora de crisis cuando el Profeto més lo necesitabo, 1 se volvié en céntro del Profeta y se unié o los apésta. tos y opresores que buscaban la vida del Profeto. Més torde, el hermono Phelps volvié o si mismo. Se orrepintié de lo que 61 habfo hecho, y escribié ol Profeto José Smith pidiendo su per dén. Yo quiero leerles o Udes. lo corto que el Profeto José le eseri bié 0 este hermano en respuesta. Yo confieso tombien que muchos veces he llorado en agon{a cuando he pensado de los muchos incidentes de este tipo que los investigadores hon descubierto cuondo hon escudrifado sobre los registros de nuestra historio y que lo hon dejodo de lodo en sus escritos, por temor a que seon contemplodos como indignos de un orticulo escolar sobre lo His= toric de lo Iglesio. Ahora lo corto “Querido hermono Phelps: “Ud. podré en alguno manera darse cuenta de mis sentimientos, como “los del Elder Rigdon y del hermono Hyrum fueron cuando leimos su "carta. Reolmente nuestros corazones fueron derretidos en compasién *y delicodezo cuando comprendimos sus resoluciones. Yo puedo osegu= “rorle que siento uno disposicién de actuor. sobre su cdso en uno “formo que comploceré o Jehové (cuyo sirviente soy) y esto de acuer do con los principios de verdad y justicic que hon sido revelados "tonto con lengonimided y pociencia, y misericordia que hon coracte=_ "rizodo los tratos con Nuestro Podre Celestiol ol humilde y peniten: “te. Yo siento lo de emulor el ejemplo, olentar el mismo prinicipio *y ol hocerlo ser solvodores de hombres. “En verdad, mucho hemos sufrido o couso de nuestros comportomientos, “le cope yo Ilene pero que los mortoles 1a bebieran, fué rebozoda "cuando se volvié en contro nuestra. Uno con quien a menudo tombbo= mos dulce consejos y tomébomos muchos temporadas refrescantes con “el Sefior- si hubiese sido un enemigo, lo hubiéromos oguantado me= “jor. “Sin emborgo, lo copa ha sido bebida, le veluntad de Dios ho sido “hecho y aGn nosotros vivimos, por lo que egradecemos ol Sefior. *y hobiendo sido libercdos de los manos ce hombres molvados por “lo misericordio de nuestros Dios, le decimos que es su privile= "gio ser liberodo de los poderes del adversario, ser troido o lo “libertad de los nifios de Dios y torar su lugor entre los sontos “del més olto y por lo diligencio, humildac y omor, encomiéndate "0 nuestro Dios y a tu Dios yo lo Iglesio de Jesucristo. “Creyendo que su confesién es reol, y su orrepentimiento genvino, Tyo estoré feliz une vez més de dorle lo mono derecha de hermono= miento, de regocijar sobre lo huerto del rifio prédigo.. = * Venid, Oh queride hermano, 1a guerra ho terminado, ‘que omigos al principio, amigos otra vez". *sinceromente, José Smith (Hijo) (Historia de lo Iglesio, 4: 162-64) El hermano volvié al hermanamiento total. El fué un escritor de him= nos, el himnos que contonos al Iniciar esta reunién fub escrito por gate hermane, somo tambien lo fueron "Oh, Dios El Eterno Podre*, “El Espiritu de Dios*= pore mencionar algunos. aué gran pérdide para lo Iglesia si el hermano Phelps no hubiera re: tornado. Y qué gran trogedia hubiero sido para 61. Cuando yo leo acerca de nuestros hermanos del pasado me siento abro= nado con humildad. Consideren ol Profeto José Smith y a le poco opor tunided que 61 tuvo de recibir una educacién formal. Leon los cortas escritos por sus propics monos y sobrén que no podia deletrear co= rrectomente. Cuan agradecido habré estado 61 cuando recibié los ser= vicios de un escriba. Yo he llorado cuando he contemplado lo que hi= cieron con lo poco que tenfon. Siento uno profunda gratitud hacia cquellos que permanecieron junto o ellos. A Udes. que han perdido sus senderos, vwulvon. Sobemos que eso puede suceder, nosotros hemos cominado ese sendero, de edtudio e investi= gocién. Vengan @ ayudarges -Udes.con su escoloridad y con su odies= traniento, con sus mentes brillontes @ inteligentes, con sus expe grados acodémicos. riencias y con sus Cobn agradecidos estamos hoy por los muchos miembros con dones pecioles y conocimientos especiales que deboton o la edificacién de lo Iglesia y del Reino de Dios y lo estfon protegiendo. Que el Seor los bendigon a Udes. que con mucho Fidelided compilon y ensefian la Historia de lo igleisa y edificon lo fé de aquellos a quienes ensefian. Les doy mi testimonio que el Evongelio es verdade= ro. La Iglesia es Su Iglesic. Oro para que Udes.estén inspirades o medida que eberiban y ensefen. Que su Espiritu esté con vosotros en abun tancia/ . Al tomar sus estudicntes por, los senderos de lo Historio de le Igle= sia en esta dispensccién, vuestro el privilegio de oyuderlos a ver el milogro de la taurocién, el monto que pertenace a sus sir= “tentes y "ver en cada hora y en cada momento de lo eyistencia de la. ...le gran y poderoso mono de Dios” a ‘Gaith, Informe de Conferencio, Abril 1904, pég.2) Al escribir y ensefor lo Historic de le Iglesio bojo lo de su Espfritu, un dfo sabrén que no fuisteis mero espect po uno porte centrol de ello, porque Udes. son sus Sontos. Este testimonio lo dejo con mis bendicienes en el nombre. cristo, Amen. :

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