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Aunq esta ¢ super funda través lente dema sinere estruc Desd: docto contri oport explo prob quehi las di norm disor Coxncen Gvecrev ,C. (1784) CAN sopecyd ea gla Neos y en \s f&cken gsicopnsl’s Use : Ani dos 3 CAPITULO 1 DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO FASE I: PRECURSORES DEL SUPERYO PRIMITIVOS, sADIcos, AGRESIVAMENTE DERIVADOS (OK MOTIVOS que se aclaran hacia el final de este capitulo, rastreo el origen de la formacion del superyé a través de las tres primeras etapas del esquema de desarrollo de rela- ciones de objeto internalizadas de Kernberg (1976): desde 1 autisino normal, o estadio primario indiferenciado, hasta la simbio- sis normal, o estadio de representaciones indiferenciadas de self y través de la diferenciacién entre las representaciones de self y las representaciones de objeto, que se inicia entre el sexto y octavo mes de la vida y es completada entre el decimoctavo al trigesimo- sexto mes, estadio primario indifereneiado probablemente dura s6lo varias nas, a partir del nacimiento, ya que sugiere una capacidad p. con un rol materno all 1972); y, mis ain, la cons diferenciada self-objeto (qu s probable que ocurra en algin momento entre la cuarta y wosegunda semana (Kernberg, 1976). A través del estadio prima- ) complementa funeiones del yo que ef lactante iene a su disposicion. objeto materno satisface intuitivamente diverses necesidades 38 ASPRCTOS TEORICOS -elementales del lactante, proporcioniindole una fuente de experiencias placenteras y gratificantes que eontribuyen a la acumulacién gradual, yal registro de experiencias bisicas mucloares de satisfaccién y de is a partir de este micleo experiencial de iento que se 4 4a representaciOn indiferenciada self-objeto “todo buena”, prerrequisito para la formacién posterior del sentido de “confianza Disica” Durante el estadio de la simbiosis normal infantil, dos constelacio- nes de representaciones indiferenciadas de self y objeto, con cargas afectivas distintas, simulténeas aunque en forma escindida, se desarro- an y paulatinamente eristalizan en: a) una representacién fusionada indiferenciada self-objeto “todo ado de la fijacion de experienc dolor y frustracién, conectada a estados de desequilibrio de la homeostasis fisiologica y que ocurren pese a la mas completa de las disponiilidades maternas. A este nivel de desarrollo, la incapacidad del infante para integrar estas experiencias mas tempranas, en algo mas que no sca una rudimentaria experiencia de “placer” “displacer", permite la formacién de estas dos constelaciones —"‘todo buena” y “todo mala”— de representaciones fusionadas de sel/'y objeto, interna- lizadas bajo condiciones afectivas diferentes. Reformulaciones recientes por Kernberg (1976, 1984), en teorfa de afectos, sugieren una concepeién que considera a los afcctos como representantes de una disposicin neamente maternas reefprocas de actnamiento 0 sos inespecifico de excitacion o “a DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO. 39 pereepeion de estimulos externos e intemnos intraceptivos y propio ‘eptivos, 0 constelacién “cohenestésica” de Spitz (1945; Freedman, tes del self, componentes del objeto y su correspondiente estado de placer o displacer que los vincula, disposiciones afectivas (placenteras 0 displacenterss), asi con- ceptualizadas, incialmente determinan la organizacién gradual de rela- ciones de objeto internalizadas en “buenas” 0 “malas”, y actuando como sistemas motivacionales rudimentarios contribuyen a la organi- zaci6n de la experiencia intrapsiquica mas temprana. La organizacion jayores, de la teoria psicoanalitica tradicional. Aunque los afectos inalmente actin slo como organizadores primarios de compo- tes instintivos (patrones innatos de la conducta y percepciones extraceptivas e intraceptivas especializadas), més tarde, al progresar el proceso de diferenciacién y maduracién, los afectos adquieren funcio- idinal o agresivamente cargada), a través jaci6n de las relaciones de objeto internalizadas correspon: les, y dentro de las cuales. Ios afectos representan los derivados inales 0 agresivos, respectivamente. Jos. impul que ademés incorporan deseos especiticos hacia el icin es que. libido y agresion constituyen dos site jerérquicamente rdenantes, que integran, lado, componentes instintivos (lo "constitucionalmente dado”) cl otro, la experiencia del desarrollo, Esta concepcién preserva racional en los dos sistemas impulsivos, libi- afectos o la relacién de objeto, por sf mismos 40 ASPECTOS TEORICOS (Kemberg, 1984). La diferenciacion de los afectos, por ende, ocurre paralelamente a la diferenciaeién de relaciones de objeto internalizad «star unidades originales (l/-objetoafecto, o “memoria primitva”) inte ‘an funciones afetivas ycognositivas;afecto y cogniciSn evalacionen: ‘mento unidos, diferenciéndoee mis tarde en funciones cognscitivas epee de niveles mis elevados, con una partcipacin afectiva rlaivamente redid, es afectivas do un nivel mis alto, con implicaciones cognositivas (Kemberg, 1976, p. 104), Esta conceptualizacién de afectos es de una relevancia decisiva en el estudio del rol de los “componentes instintivos”” en cuanto a la forma- originalmente representan una ata ao largo de una dimension de placer o disp io como organizadores arcaicos de compo- ‘os que més tarde emiten la séfial de activacién de derivados impulsivos texto de la ntonces no es neve. oseutos proce S08 cognoscitivos, supuestamente “heredados” e insostenibles (Ker berg, 1975a, comunicacién personal) para explica lasrepresentaciones de self y objeto agresivamente determinadas, que mi transforman en los precursores pri regresaré mas tarle—. Esta concep! grado, 0 de “series con opatologia en general YA que reconoce Ia importancia de variaeiones biologicam Por un lado, como por ejemplo, trastornos en el mecanismo de ‘mediado por el sistema reticular ascendente y/o en umbrales © pereeptuales; y, por el otro, respeta las v objeto internalizadas —la calidad del “nate DESARROLLO SECUENCIAL DEL. SUPERYO 4. entorno— que podrian obstaculizar o complementar condiciones cons- cas, 4a tarea de diferenciar lo animado de lo inanimado’ y lo humano de 'yo" de“no-yo") 0 “dentro” dle “afuera” (Fronteras yoicas), se inicia durante el estadio de simbiosis normal infantil, proceso que es facilitado por Ia maduracidn de funcio, ines eognoscitivas y perceptuales (Tunciones primarias aut6nomas del la representacién fusionada selfobjeto ‘odo buena”, del periodo simbidtico constituye el substrato estruc. tural que progresivamente mediaré, més tarde, la evocacién recognose tive del objeto materno (Piaget, 1954); la que al principio no c ple mente diferenciada de los aspestos no-humanos ¢ inanimados que la Todcan, Esta misma representacion fusionada self-objeto “tedo bue ollo del se mente ineitados por externalizar 0 's gama de expetiencias dolorosts y frustrates que otra constelacion fusionada self-objeto “todo mala” 't de desarrollo de Kernberg (1976), que tre representaciones de self y de lemente, entre el sexto y octavo mes de vida de los componen periodo de desarrollo de self y objeto EEE ature, - ASPECTOS THORICos “buenas” y “malas” cristaliza en el eomiemodeun concep: dl sf mismo y un concepto integrado de otros. A trae dc todo este ‘stadio, una mayor diferenciacion entre lo humano, de lo no-humano, ‘pects subjetivos —humanizantes™- de ¢s mediadainicialmente por la represen “todo buena” delimitntae rae: 4 Patti de Ton seis meses —debido a la crerents delimitacién de ls fronteras del yo, la més extonsa exploracién y més ompleja diferenciacion de lo humano y nohumane, rer meantonees, No slo el reconocimiento de la madre actives Ber. en nebT Hel), sioo que sdemia yma else ‘mediarén también la “evocacién anticipatoria” de la madre, cuando crane recente ~prerrequisito para el establecimiento més tarda ‘te “permanencia-objetal” ene sentido de Piaget (1954). et DESARROLLO SECUENCIAL DBL suPERYO representaciones de sol nen disociadas de las rep cargadas, Por lo tanto, a un, concept integrado de sf mismo, ni un concept inte do de objctoe u “objotos totales". Este period de desert lis corre onde a la fase de “relaciones de objeto parciales” Neiniana, Mientras que la diferenciacién de los componentes de self objeto dentro de In representaci obj “buena proteger y preservar Ia bre de la contaminacién self-objeto primitiva {ernberg (1976) ha propuesto que el mecanismo de escindie arte te lo que inicialmente era solo una incapacidad del infer ara inte. Fue tn cae creneia intrepsiquica més arcacs, en algo que ne sea mis acer 9 a ComPartimiento rudimentario en las doe dimensiones de Placer y dsplacer. Cuando esta proctvidad mée tarde er tilizada”” Por la representacion self-objeto “toda buena” (nicleo del yo que pare notes eanitar Ia experinciaen Ia atts indiferenciala yovelp), doplooneamtme stcindr introyecciones placenteras de. ayy Asplaconteres, es cuando podria propizmente hablanee “te cescisin 44 AspeeTos TRORICOS como un mecanismo aresico de defensa; y, es « partir de entonces que el sistema yo comienza a diferenciarse hacia una estructura in- dependiente, Es probable que los procesos escisivos comiencen hacia cl tercer a cuarto mes de la vida; aleanzan su pleno desarrollo entre los seis y doce meses y son reemplazados gradualmente por mecani ‘mos represivos (sin Hogar a desaparecer del todo) hacia el final del segundo afio 0 principios del tercero. La escisién permite la proyee- ‘ign completa de introyecciones negativas (“los objetos malos interns” que se desprenden como “no mios"). La intensifieacién cones tante de introyecciones positivas, en virtud de idealizaciones primiti- ‘yas, no sélo gratifica nevesidades de dependencia, sino que protege y defiende de la ansiedad extrema y el desamparo insoportable, instiga dbo por el miedo a “objetos malos® proyectados. Es posible que la frente a extrafios” del infante de meses, descrita por Spitz, ilustre no s6lo sobre la cepacidad del infant para diferen: ciar « su madre de otros, sino alems el uso defensivo de la imagen cescindide “todo buena” de mamé, como proteccién contra el temor {proyectato) a objetos malos del afuera: la gente “extrafia"” (Kern berg, 1976). Entre scis meses a uno y medio 0 dos afios de vida, predominan csfuerzos muy activos del infante por escindir y mantener separadas las imégenes maternas “todo buenas”, primitivamente ideatizadas, de aquellas representaciones de self y objeto ar Los mecanismos escisivos ~aquellos que en forma activa dividen re sentaciones de self y objeto con disposiciones afecto-cognoscitivas del esquema de desarrel opuestas, normales durante el estadi de Kernberg, permiten al infante preservar madre, a pesar de frustraciones inevitables. De est protege el self primi fusi6n prematura~y p lada— de amor y odio hacia el embargo, mientras la DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 45, que se originan en la proycccién y reintroyeccié antes, de imagenes de self y objeto “todo malas”, fantisticamente distorsionadas— tendré una calidad “paranoide”; es decir, evocarén una “culpa predepresiva persecutoria” (Grinberg, 1963). Esta “eulpa paranoide” y “egoista” contrasta con Ie auténtica “culpa depresv de un nivel mas alto de desarrollo, que refleja una preocupacién por el ‘otro (Winnicott, 1954, 1963) y que resulta de Ia integracién de repre- sentaciones de self y objeto, libidinal y agresivamente cargadas. En cuanto a aspectos culturales, Parsons (1952) consideré al super- y como un puente conceptual entre una personologia psicoanalitica por un lado, y el andlisis teGrico de la cultura y el sistema soc 1 otro, El pens6 que un eoncepto como el superyé no era explicable con bases que no fueran las de su adquisicién a través de un proceso de interrelaci6n social. El abordaje psicosocial de Parsons es congruente con un marco de referencia conceptual de teorfa de relaciones de objeto, ya que como seflalé antes (Kernberg, 1976), las unidades instintivos y el sistema social contribuyen con- juntamente al desarrollo de la personalidad del individuo. En una vena similar, Muensterberger (1968) ha descrito cémo, concomitante a la transformacion gradual y desarrollo de los impulsos en el ni, sus poteneiales asimilativos y cognoscitivos se ven influidos y modifica. dos por la matriz. de en gran parte “socio- ‘una configuracion de 1s efectivamente influyen en el desarrollo del yo y superyé, moldeando al individuo en una personalidad cultural identifi- cable". Las respuestas humanas “protoculturales” (el euidado mater- 10 un fendmeno gratficante univers madre € que se encuentran a través de todas las etapas més tempranas de se internalizan, y a través de procesos de estruc- subsecuentes, se transforman en precursores 0 turales sobre los que mas tarde se insertard una da vex, mis discriminativa. - ASPECTOS THORICOS Deliberadamente he incluido los dos primeros estadios (autismo infantil normal y simbiosis infantil normal) del esquema de desarrollo, de relaciones de objeto internalizadas de Kernberg, en la primer (la de los precursores sid icar el marco evolutivo interaecional del que emergen las estructuras mentales en general, y en especial, el origen de los precursores superyoicos mds areaicos, cuya raiz parte de esfuerzos afeetivamente inducidos en el infante, para “expulsar” 0 “descono- cer” experiencias displacenteras 2, Establecer el sustrato psicocstructural fundamental de desarro- Uo, sobre el cual las respuestas humanas “protoculturales” se interna- Jizan inicialmente en unidades primarias “self-objeto-afecto”, pero cuya diferenciacion progresiva, més tarde, es, a su vez, influida y con- formada por la matriz de factores s0 rales, propore el medio ambiente —que son de importancia fundamental en la-forma- cién del supery—. 3. Intentar clarificar el papel de “componentes instintivos”, “Io dado constitueionalmente”, durante las fases més tempranas del desa- rrollo del superyé —un aspecto de su formacién, que con frecuencia, uno lo encuentra en la literatura psicoanalitica, conectado a conceptos muy controversiales como un supues! ee ee eee ee 4. Sefialar que la diferenciaci6n de los afectos ocurre paralelamen a. en conteto de le diferencacion e intgacin padul de la los afectos inducidos por la estructura superyoiea: desde las experien: ‘ins més tempranas de intensa ‘‘culpa persecutoria” ligada a la proyee- con de los precursores sidicos m: yranos del supery6, hasta los cestados afectivos profundamente humanos, en rela ipa depre ‘evocados por estructuras superyoicas de un alto nivel de desarro- ‘DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 47 capacidad para una preoeupacién auténtica por el objeto y por sf mismo. Imente, para destacar la importancia de la representacién Primaria indiferenciada self-objeto, como una unidad que deriva de Telaciones de objeto, y como una matrié “humanizante”, fundamental para el desarrollo subsecuente de estructuras mentales, Deseo subrayar que el incluir los primeros dos perfodos (autismo y simbiosis) del desarrollo de relaciones de objeto internalizadas, con ia finalidad de explicar los propésitos enlistados, no debe ser interpreta: do como el equivalente a enunciar que “existe un supery6 desde el incipio”. Como ya sefalé, las estructuras més tempranas del superyé probablemente se originan en un momento en que la diferenciacién objeto (tercer perfodo en el esquema de Kernberg), en la constelacién nuclear “todo buena” de representaciones de self y obje- to, ha tomado ya lugar —desarrollo que comicnza alrededor del sexto & octavo mes, y es completado entre el decimoctavo a trigesimo- sexto mes—. Durante este perfodo maniobras escisivas protegen Ia conjuncién de introyecciones positivas (aquellas libidinalmente cargadas) del efecto desorganizante de la ansiedad persecutoria que proviene de introyec isocindas y primic tivamente negadas. A cate nivel de desarrollo, os precursores mis arceicos del supery6 no han adquirido ain Ia capacidad para inducir la especificidad de estados afectivos altamente especializados ya men- cionados antes, en relaci6n a culpa depresiva y remordimiento, ni la eapacidad para evocar una preocupscién en relacién a un corroido sentido de bonhomia, Estas capacidades sélo se adquieren con la inte- sracién de representaciones de self y objeto, agresiva y libidinalmente ceargadas —nuestra siguiente fase—, ASPECTOS THORICOS FASE I: INTEGRACION DE PRECURSORES SADICOS, AGRESIVA MENTE DERIVADOS DEL SUPERYO, CON LAS REPRESEN. TACIONES DEPRESIVAMENTE “IDEALIZADAS” DE SELF Y ORjETO La segunda fase en la formacién del superyé se inicia en to hacia la segunda mitad del tercer ato de vida, 0 al pri euarto, y probablemente aleance su maximo desarrollo durante el resto de este allo. Fsta segunda fase corresponde a la primera parte del petiodo IV en el esquema de desarrollo de Kerberg, que cubre en de representaciones de self y objeto ivamente cargadas. Dos desarrollos importantes respecto a la for macién del superyé ocurren en esta fase, a saber: 1) el desarrollo de Ja “capacidad para apesadumbrarse” por el objeto (Winnicott, 1954, 1963); y, 2) el origen del “ideal del yo" como un componente de la estructura superyoica, 1. Respecto a la copacidad para preocuparse [0 apesadumbrarse por el objeto La integracién de representaciones de self cargadas, que ocurre inal y agresivamente desarrollo, pone en *sf-mismo") més in- tegrado, que ahora incorpora imagenes de self progresivamente més complejas y con una amplia disposicién afec Fidad de. los dos impulsos basicos: integracién simultdnea de reprosentaciones de. objet agresivamente cargadas, a su vez. inicia y pr de objetos cada vex més integrado; es decir, lo que hasta aqui sido “representaciones parciales de obj dinales 0 agresivas, ahora se integran en “representaciones totales de objeto”, ni “todo buenas” ni “todo malas”, con componentes afecto-cogn modulados que integran placer y displacer, amor y odio, libido y DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO. 49 ién, El comienzo de un concepto integrado del self y un concepto tegrado de otros —ambos ahora con un sentido creciente de conti- nuidad afectiva y cognoseitiva, en contraste con la “discontinuidad” que reaultaba de la escisién, en periodos anteriores determinan la incipiente formacién de un sentido de mismidad e ident (Hrikson, 1956; Kernberg, 1975b, 1976); y en consecuencia, el esta- hlecimicnto de la capacidad, progresivamente diferenciada, para ener una representacion de objeto interna, independientemente los estimulos que demandan la satisfaccién de necesidades bésicas imbre, sed, dolor) y de la presencia de afectos displacenteros o frus- trantes hacia el mismo —constancia objetal en teoria psieoan: aiberg, 1960; Mahler, etal, 1975)—. Un concepto integrado de si mismo y un concepto integrado de aunados a una creciente maduracién pereeptual-cognoscitiva, vermiten paulatinamente al niio percibirse asi mismo en formas que vorresponden cada vez més de cetea 2 la manera como él es percibido Por otros, y a percibir a otros en formas progresivamente mas cerca. ionado 0 deseado de otros bre él. Més atin, y como corolario de lo anterior, el nifio incrementa diseriminacién recognoscitiva de representaciones de objeto y del self de variadas investiduras libidinales y agresivas progresivamente complejas y distintas, que reflejan su cada vez més amplia interaccién con figuras si forma que if-objeto, un concepto integrado 0 jones primarias auténomas del yo,y un reconocimiento més discriminatorio de otros, conjuntamente constitu- Yeon prerrequisitos para la gradual realigacién del nifio de que au “rabia imitive st agresi6n o “maldad” se expresen hacia el mismo atmo, a quien también ama y de quien depende; y que en consecuencia, ¢s mente, uno y el mismo, quien a su vez es capaz de amar y odiar. Tomar conciencia de esto instiga el desarrollo ipaciOn sobre la potencialidad para lastimar, daflar 0 des- amado, ¢ inicia la evocacién de “culpa depres po) ASPBCTOS TEORICOS contraste a la “culpa paranoide” despertada por la sola proyeecién de precursotes primitivos sidicos del supery6, de Ia fase anterior. Al comenzar la consolidacién de un concepto integrado de si mismo, se incrementa la capacidad de sintesis del nicleo del yo en desarrollo y la tendencia a escindir comieraa a disminuir, Imigenés contradicto: —ontre representaciones de self y objeto, ahora integra das (més realistas) y aquéllas otrora “todo buenas”— ahora se toleran sin tener que disociarlas, pero a expensas de despertar culpa, pesa- dumbre y “‘duclo fantéstico” por cl objeto “todo bueno” perdi do (Winnicott, 1954). Estos nuevos estados afectivos del yo en desa- rrollo, infiltrados de “eulpa depresiva” y que reflejan una “capacidad para apesadumbrarse” por el objeto, desempotiara tun papel decisivo en la organizacién de toda exper al impacto de sus impulsos agresivos hacia otros y hi contribuirén, sig 2 En relacin al origen del ideal del yo Como consecuencia de la integracién de representaciones de self y objeto libidinal agresivamente cargadas, una modulacién més realista de afectos toma lugar, que atenia la intensa disposicién afecto-cog. noscitiva “todo buena” o “todo mala", que tipifica a representaciones no integradas de self y objeto. Sin embargo, es precisamente esta experiencia subjetiva més realist, resultante de un self progresivamer te integrado, lo que erea una integradas, y por ende més reali at jonal la motiva la formacion de de sf mismo, que representan Jo que el nifio quiere ser (algo més cereano a la imagen dal self parcial do bueno" que perdié y que ahora afiora), en contraste a lo que en realidad es ahora. En el area de representaciones objetales, e! mismo DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 51 desarrollo toma lugar; esto es, un pronunciado contraste afecto-cog- noscitivo entre representaciones integradas de objeto (por lo tanto més realmente percibidas y registradas) y las imégenes objetales “todo hbuenas”, anteriores 0 més tempranas. Esta disonancia afectiva en el ‘rea de representaciones de objeto motiva, de igual manera, la forma- ciGn de “imagenes compensatorias idealizadas” de objeto, que busean recrear el objeto parcial “todo bueno” perdido, La condensacién de ambos, esto es, la representacién del self anhelado, deseado y buscado elf-ideal) con la representacién ideal del objeto (objeto-ideal) origi- nal miicleo de la segunda estructura del superyé en desarrollo, o ideal del yo, como un subsistema del supery6 (Kernberg, 1976, 1984), Deseo subrayar sobre la naturaleza més diferenciada y compleja de capacidad rudimentatia del infante para reparar Io “perdido o daiiado” por su propia agresion. Este principio de la consolidacién de un con- cepto integrado de sf mismo que sintetiza amor ¥ odio, es un preme- quisito estructural para la aparicién de idealizaciones depresivas en al —éstas derivan de les contradicciones y tensiones dindmicas entre representaciones de self y objeto mas reales ¢ imagenes de self y chjeto escindidas—. Sin embargo, las idealizaciones depresivas con una funci6n reparatoria, pro icha, detivan especificamente de la tensién dindmica entre el ideal del yo (subestructura que ahora con- sa al self ideal y al objeto ideal) y la concepeién més realista ¢ ada de self y objeto ("“self-real” y “objeto-real”). Estas idealiza- nes depresivas reparatorias contrastan con las idealizaciones paranoides, menos diferenciadas, del periodo anterior, que s6lo faban de escindir introyecciones contradictorias, Estas idealizacio- nes paranoides més arcaicas protegian de ansiedades paranoides, pero 4 expensas de escindir amor y odio. Asf como Ia ansiedad es la motiva- bésica para mecanismos de defensa del yo en todo: arrollo, los sentimientos de culpa y la preocupacié do de desempentaran a partir de ahora un papel imprescin- 82 ASPECTOS TEORICOS dible en la futura consolidacién del superyé y constituirin el motivo hisico para instigar defensas reparatorias en relaci6n a las demandas cada vez, mas complajas del supery6. El ideal del yo contribuiré a partir de ahora ala organizacion de ‘toda experiencia intrapsiquica del nifio, relacionada con sus esfuerzos por restablecer representaciones de self y objeto “todo buenas”, anhe- ladas, y ahora “depresivamente afloradas". La inhabilided para restau- rar este tan intensamente descado estado ideal induce una respuesta depresiva, que refleja una tensi6n dindmica entre el self-rcal (que resul- ta de la integracién de representaciones de self) y el selfideal (Jofte y Sandler, 1965), Esta respuesta tiene componentes regresivos porque est vineulada a un deseo frustrado de conformar el self, a una imagen ‘més aproximada a la representacion se “todo buena” original estado que en el pasado produjo cl nifio. En otras palabras, el selfideal que “yo-quisi contexto de “Ia relacién-ideal que shora-quisiera-tencr” y con el obje- to ideal que “yotanto-deseo” (Sandler, Holder, y Meers, 1963), Sin embargo, esta respuesta depresiva del nifio, que se origina de su inhabi- lidad para restaurar su relac yy mente una propiedad progresiva, porque contribuye también a que el niffo concientice que su agresion, o “maldad” se expresa hacia el mismo objeto a quien ama —reforzando asi el desarrollo de la capac. dad para apesadumbrarse por el objeto y propiciando el desarrollo de la capacidad para experienciar culpa depresiva, que ocurre con la inte- del yo, mis tarde, como una formacién mis diferenciada se imamente ¢ integraré a las demandas morales y las prohi- mes del supery6, asf como a las funciones directrices y de autoerf- tica del mismo (Jacobson, 1964). El deseo ‘0 depresivamente idealizado de restaurar un estado ideal “todo bueno” contribuye al Aesarrollo de las funciones de guta, inspiracionales y de orientacion del superyé, ya que este deseo se transforma en una fuerza impulsiva DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 53 rmotivacional mayor, afectivamente determinada, que impele al nifio a 4 imagen y semejanza del objeto amado conforme al “moldearse” de, la bvisqueda de estados ideali- zados se vincula, cala vex més, a In novesidad del nifio de ganarse el amor y la aprobacién del objeto amado, independientemente de 1a satisfaceién de necesidades “egofstas” —prerrequisito en direccibn de establecer modos “no narcisistas” de relacionarse con el objeto, pro- ivamente diferenciados, que reflejan Ia capacidad de apesadum- wee con autenticidad por otros y por si mismo-. La urgencia y esfuerzos por reparar, evolucionan gradualmente: desde intentos fantésticos y euasimagicos de vivir a la altura de expectativas grandio- propias de un ideal del yo primitivo, hasta las idealizaciones depre- lejas y diferenciadas, conecta- das a formas més maduras de dar y recibir, en el contexto de una egracién de amor y odio. Como subrayaba antes, el desarrollo fective y congnoscitivo, y el desarrollo de estructuras psiquicas que ivan de la integracién de relaciones de objeto internalizadas estén rechamente ligados, -gracién de precursores preedipicos 10 sc establocié previo a Ia integracién de representaciones de self to libidinal y agresivamente cargadas, un predominio de meca- © hacen menos necesarios los mecanismos talaci6n. gradual de la capacidad para ilo de los procesos defensivos derivados de ahi y 54 ASPECTOS TEORICOS reforzadores de In misma —la maduracién y sofisticacién. progresiva de toda la gama diversa de defensas represivas adquiere impetu a par tir de entonces-. Kernberg (1976, 1980) ha sugerido que el predomi nio de represion en este punto del desarrollo (en algin momento del tercer ailo de vida), sobre defensas basadas en escision, delimitan al ello (hasta ahora parte de la matrix indiferenciada yo-cllo) como una estru ‘ura intrapesquica separada del yo. Este ello, seré ahora el “deposita- rio” derelaciones de objeto internalizadas "rechazadas", no integradas parcialmente integradas, o con diferentes grados de integracién y dife- renciacién —que escaparén al proceso de estructuré lo, La proposicién de Kernberg es eongruente con ui dente de Vander Waals (1965) sobre lasinfluencias mutuas en eldesarro- flo del yo y del ello —Van der Waals concluye en su estudio, que la por ibn reprimida del ello, no es ello puramente, sino yo-ello (justamen- te como la fase indiferenciada), atin més importante y en consecuen. cia, su anilsiselinico siempre revelarérelaciones de objeto reprimidas, Yo no encuentro ninguna objecién tedriea o clinica para afadit dentro de este contexto, que el examen clinico del ello reprimido revela, no s6lo niicleos arcaicos del yo, sino también nicleos primordiales, precursores del supery6, tales como aspectos primitivos no integrados ¥y sédicos del supery6, y algunas de las representaciones més tempranas del self y objeto primitivamente ideaizadas, Pero decir en este pun- ollo que la re ara no solo al yo del ello sino que al supery6. también, pendiente, es prematuro, incongruente ¢ insostenible. Como a feftalaré, la integracién de los precursores primitivos sédicos del super: yy6 con las representaciones idealizadas de self y objeto marcan el final de la segunda fase del desarrollo del supery6; sin embargo, en est do como un sistema organizado y auténomo; ellos earee nos estructurales) de madurez. organizat jormidad y (Jacobson, 1964). ‘A través de esta segunda fase del desarrollo del sup DESARROLLO SECUENCIAL DEL SURERYO 55, capacidad de represién del infante -y que derivan del perfodo de entrenamiento del control de esfinteres—s ontribuyen, aun més, a incrementar la eapacidad de apesadumbrarse por los demas. Estas formaciones reactivas anales, més maduras, son de una importancia fundamental, ya que provocan estados depresivos de un nivel més alto, propiciadores a su vez de las funciones de autocritica del superyé: Ia condueta anal “buen: ard a partir de entonces, a un sentido de orgullo en ser “limpio”; mientras que la conducta anal “mala” evocard sentimientos primitivos de vergilenza, inferioridad y disgus- to antela calamidad de haber perdido el control de esfinteres, y culpa, ante la potencialidad para desilusionar o lastimar al objeto amado. En otras palabras, las formaciones reactivas anales de este perfodo son punto de partida de la “moralidad cesfinteriana”. Reacciones agresivas intensamente “derogatorias” y cuya raz parte de las respues- tas de escupir y vomitar dela fase oral, son ahora desplazadas a la zona anal —las heces hasta chora “un regalo muy valioso para mami se transforman en un objeto ambivalentemente concebido, que tam- ién evoca intenso disgusto y desprecio—. La agrecién que resulta de frustrciones, dolor y dessin, y que intente devas al objeto, encuentra oxpresién en conduct Esta conducta se se a “maldad” despierta de la “madre mala pus ranza de una reconcil vez. Como Jacobson (1964) ha sefialado, este logica emocional primiti- va —antesala de otra cognoscitiva y efectivamente mas complejas— donde Ia “maldad’” conduce al castigo, y un sentido gratificante se asocia a la conviceién de ser “bueno”, manca deja de influir en y ejer ‘cer una funcién de gufa en la condieion humana. Es menester destacer en este nivel de desarrollo, que mientras en el “vara para medir” y disctiminar lo “bueno y valioso”, fante, estaba relacionada con la separacién (afectiva leterminada) de au experiencia intrapsiquica en placentera 56 ASPECTOS TEORICOS respuesta del nifio a.su conducts anal “buet to de la relacién com sus padres, le dard de bonhomia, sino que contribuira ademis «una eoncientizacién de que ol amor implica también dar, y que a través del proceso mismo de dar, se confirma la propia valia, Piers y Singer (1953) co ccomo reacciones que surgen en respucsta a la ineapacidad para estar a la altura de miestro ideal del yo, y a su vez. conceptualizan al ideal del Yo como una estructura intrapsiquiea separada, anterior al Gque induce sentimien ger parecieran extend scobson, 1954, 1964, 1971), ya que éstos ‘en cuenta la complejidad de los procesos de diferenci tarde integran los precursores preed ipicos (precursores sie vamente cargados y representaciones idealizadas de self y objeto) con los componentes edipicos del supery6 en una sola estructura intrapst Sitar nartey cata satreenams enterica te dos en etapas més tempranas,-al una compl afectiva y cognoscitiva cn esta segunda fase del desarrol cuyo inicio (Segunda mitad del tereer afio de vida) se imbrica situdes finales del entrenamiento del nifio en el control de esfinteres El andlisis de Jacobson (1964) en cuanto a las diferen rela entre los sentimientos de culpa, verglienza e inferioridad, ex pertinente aqui_en lo que concieme a la relacién entre el ideal del y el supery6. Siguiendo a Jacobson, las reacciones de vergtien 4) pueden surgir de una m inespeeificos que: involucra s6lo los de orden moral; b) estén conectadas fundamentalm situaciones de e evocar estados itivos afecto-cognoseitivos de DESARROLLO SECUENGIAL DEL SUPERYO 37 aniquilante y abrumadora, Ademés, las reacciones de vergienza toman como punto de referencia esencial al sfmismo, respecto ala sensacién de poder, apai itud y aun su grado de “perfeccin moral”; pero no en términos del impacto de sus propios impulsos de amor u odio hacia los demss, En otras palabras, las reacciones de vergiienza tienen fuertes implicaciones narcisistas y exhi nlientos depresivos de culpa auténtica, en contraste: a) parten espec camente del reconocimiento del impacto, real o fantaseado, de la propia agresidn, hacia aquellos a quienes se ama, o de depender; b) se relacionan con exigencias, prohibiciones y erfticas verbalizadas, en lugar de exposiciones visuales, y c) si naturaleza afectiva y cognosctiva que refleja un interés y exhibicionistas. Los sentimientos de in cl, aunque freeuentemente se asocian ' reacciones de vergiienza, no emergen como formaciones reactivas frente a impulsos prohibidos. Sin embargo, al igual que las reacciones de vergiienza, los sentimientos de inferioridad eneuentran un anplio origen en una gama diversa de conflictos, cuyo comin denominador se relaciona con la den en cualquier érea conec- tada a pretensiones Respecto a las vi influencias culturales, se sefal6 antes que muchos aspectos del vinculo més temprano madre-hijo son consi- erados “preeulturales” y, no obstante, conforme avanzan los proce- sos integrativos y de maduracién afeeto-cognoscitivos antes delineados, sgradualmente se desarrolla una capacidad en el nifio para reconocer el correspondiente a relaciones ¢ interacciones humanas mismas, que ppetmiten la internalizacién de identificaciones selectivas, discriminato- rias, que incorporan cada vez més aspectos de la “cultura comin”, La de ta “cultura comin” es un proceso complejo que cién de prohibiciones socialmente vas, en parte culturalmente sual, asi como la totalidad del cultura, La internalizacién de los 58 ASPECTOS TEORICOS cionamiento personologico en general. Por otro lado, cuando la naturaleza primitiva, no modulada e inten- sa, que las demandas intemas de estructuras areaicas del superyé —y las que provienen de estructuras yoicas escindidas, no sintetizadas— ‘ejercen, no es atenuada por los procesos integrativos y de diferencia. cin de estructuras mentales hasta aqui delineados, el futuro proceso normal de desarrollo es interferido en forma importante, Los senti- mientos de “culpa persecutoria” y demandas fantisticas, megaloma- facas, de perfeccién y “bondad absoluta” cuando son escindidos y proyectados, crean distorsiones fantést - raleza de proyecciones prit e mino que permite los procesos de internalizacion de las identificaciones forma- tivas del perfodo ed pico, Como establect antes, la integracién de introyecciones contra rias_provoca la capacidad del yo para apesadumbrarse por elo como sentimientos de culpa —desarrollo que a su ver. evoca imigenes ‘compensatorias, idealizadas, de self y objeto, de cuya condensacién ‘emerge el ideal del yo, En la medida que este ideal del yo mas tempra- no induce a recapturar el estadio depresivamente idealizado de repre- también contri- al objeto. Los esfuerzos mas arcaicos y rudimentarios por “reparar”, ¥ que derivan de este ideal del yo ineipiente,alivian los sentimientos imitivos de culpa y “duelo fantéstico” que surgen con el inicio de Ja sintesis de un concepto més integrado de sf mismo —reforzando asi la naciente eapacidad del yo para apesadumbrarse por el objeto— Lo que debe ser enfatizado ahora es que, tanto la capacidad del yo [para apesadumbrarse por el objeto (Winnicott, 1963), como cl inicio de la capacidad para reparar pérdidas (Klein, 1945), instigado por el DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO ideal del yo, derivan de una que impli tacion depresivo-culpogena, Sin embargo, aunque este vinculo psicoge- nético, afectivamente determinado y comin a ambas estructuras en desarrollo, fortalece la capacidad para apesadumbrarse por otros, a mi s la incipiente capacidad para reparar lo que, determina la aglutinacién gradual eintegraci6n de los precursores primitivos sidicos, agresivamente cargados, a representaciones depresivamente idealizadas de self y objeto en la formacién de una estructura intrapsiquica sepa ada (el supery6), estructura que tiene que repetir el proceso de inte- gracion y sintesis doy en marcha, en el subsistera self del yo (Kernberg, 1980, 1984), a saber: Ia integracién de Fepresentaciones de relaciones de objeto internalizadas, agresiva y libidinalmente cargadas, conectadas a la preocupacién sobre el impac- to de nuestra agresin hacia otros y sobre nosotros mismos, y preocu- paciones sobre el sentido de bonhomta. A mi parecer, es esta incipien- te capacidad para reparar, afectivamente instigada, lo que también explica el desarrollo insepagable del ideal del yo y el supery6. La integracion, a este nivel, de precursores preedipicos (tanto sédicos como representaciones depresivamente idealizadas) en una sola subes- ‘ructura, epigenéticamente determinads, facilitaré las vicisitudes del perkodo cdfpica. Los procesos de integracion dentro de esta segunda subestructura del superyé en desarrollo propician una “atenuacion” de las deman- icas, de precursores superyoicos shdicos como idealizantes. Bajo estas condiciones, la presion de demandas pri tando la apreciacién mas realista y menos distorsionada de teracciones humanas ~estos desarrollos harin posible, més tarde, la temnalizacién de las expectativas inspiracionales, y las demandas y prohibiciones parentales ordinarias del perfodo edipico— esto nos introduce a la tercera fase en el desarrollo del superyé. eo ASPECTOS THORICOS FASE III: SUPERYO DE LA ETAPA EDIPICA Esta fase se traslapa con la anterior para prop6sitos descriptivos. Podrfamos situar sx principio en algiin momento durante la altima parte del cuarto aio de vida, Wegando a su final entre el sexto a sépti mmo aiio. Esta fase comprende la consolidacién de los procesos integra- ficatorios de esta fase, y el bien conovido papel central que desempe- ‘tan en las vicisitudes de la fase edipiea, amerita una nota aelaratoria y el establecimiento de una postura operativay en relacién al uso de términos como introyeceién, identificacion, internalizaci6n, incorpo- racién ¢ identidad del yo, Todos estos términos se usan frecuentemen- te en forma intercambiables para connotar significados diversos a lo largo de las siguientes tres dimensiones: a) como procesos de ifiternali zacién en general; b) como mecanismos de defense yoiea; yc) como componentes organizacionales de estructuras intrapsiquicas, por ¢jem: plo, “introyectos parentales” que entran en la formacion del supery6. Desde una perpectiva del deserrollo, congruente con este trabajo y conforme al marco de referencia de relaciones de objeto de Ke (1972, 1976), el término das de self y objeto y su correspondiente disposici y difusa, tipo “todo buena" 0 “todo mala”. Aungu procesos introyectivos, més tempranos, podrian estar relacionados con cont tos orales, “no nacen de éstos”, nos advierte Kemberg nes aut les como percepeion y memo) Esta concepeién contrasta con Ia postura Kleiniana, qu introyecciones como un resultado de la “incorporacién 01 mente. En este mismo modelo de conceptualizacién DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 61 presupone. desarrollo cognoscitivo y perceptual més elevado, que permite el reconocimicnto mal de roles sociales complementarios y una disposicién afectiva de indole menos difusa e intensa que la de mecanismos intro- El término “internalizacién” se refiere a un concepto global que subordina los dos eonceptos antes mencionados de introyeecién ¢ identifieacién. “Incorporacién”, en cambio, simplemente connot naturaleza primitiva del contenido de fantasias, a cuya formacién con- tribuyeron necesidades oralmente determinadas; no es ni un mecanis- mo de internalizacio a estructura en si. “Identidad del yo” representa la consolidacién iltima de sistemas de identificacién pro gresivamente diferencia grados; una organizacién estructura mente earacterizada por: a) conciencia de un sentido de mismidad; 5) un sentido de consistencia entre el concepto de si mismo y el do representacional de los objetos; yc) un sentido de confirma: esto es, la eorroboracién de la identidad propia, al interactuar con el ‘medio ambiente, y la apercepcién misma de ser reconocido como tal por el entorno (Erikson, 195 De tal modo que la identificacion implica un modelamiento del coneepto de si mismo conforme al objeto. Debo reiterar que lo que se én entre self y objeto con sus componentes ideacionales y afectivos eorrespondientes, bajo la in de derivados imy en afectos ¥ deseos, El resultado final de todo proceso de intemnalizacién es que la representacién endopsiquica del objeto y el objeto en el afuera fnunea son uno y el mismo. afuera, siempre estard influida por el mundo represent: depende de) el grado de integraci reviamente internalizadas. Entre més 62 ASPECTOS TEORICOS el concepto de sf nes de self y objeto, seri el expectro de disposiciones afeotivas y cogn: mayor seré la capacidad para identificaciones discriminatoris y selec tivas que intemalicen los aspectos de rol asignados a relaciones inter- personales, en armon{a con el concepto en general de sf mismo o la identidad del yo en desar por supuesto, menor serd el grado de petsonificaciones proyect sivas, Entre menos integrado sea concepto de sf mismo (resultado de procesos primitivos de escisién que interfieren con la integracion de representaciones de self y objeto), Inds reducido sera el espectro afectivo y cognoscitivo : “todo mal masivos, no selectivos, que person con apreciaciones globales, resultado Simulténeamente con los procesos de self y objeto y los cambio objetales —determinados por el surgimiento de “urgencias genitales y las defensas eorrespondientes a estos impulsos~ del inicio del perfo- do edipico, un répido desarrollo y maduracién de funciones yoicas precursores preedipicos y lac de la estructura del superyé ‘como un sistema independiente, inal de la fase edfpica. Entre otras, estas funciones del yo se relacionan con (Bellack y Hurvich, 1969): a) a consol de Ia capacidad para discriminar entre origen externo de estfmulos de los de un orden endo; ntexto de relaciones de objeto internalizadas (criterio de ) la habilidad para anticipar las consecuencias de | conducta deuno mismo, y la eapacidad para confor dueta de acuerdo con lo antieipado (una funcién del yo ligada a Ja de la “anticipacién de acciones reparatorias correctivas (juicio) Procesos involuerados en la formacin de conceptos, memoria y len guaje (proceso de pensamiento); d) el predominio creviente de la DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 63 ciones defensivas de ahi derivadas, sobre meca- nismos escisivos (funciones defensivas), ye) la incrementada capacidad para posponer y tolerar frustraciones, con la esperanza de ser premia- do 0 recompensado mas tarde con la preservacién de las relaciones de amor (control de impulsos) EI desarrollo de estas funciones yoicas corre paralelo a la integra: cién de relaciones de objeto internalizadass de hecho, ambos procesos se refuerzan mutuamente. y siguen, como ya he seftalado, un curso inseparable desde un punto de vista de desarrollo. Estas funciones 'in una aprchensién més discriminatoria de las persona- lades parentales; sus expectativas y demandas; ais a biciones parentales més realstas del perfodo edpico se complica, no s6lo por la proyeccién de precursores primitivos sédicos del supery6 y demandas exageradas de perfeccionismo, de precursores idealizan- sino ademés por el aurgimiento en esta etapa de un proceso ideacional muy especial, enyo contenido se relaciona con configuracio- nes edipicas (Mayman, 1975a) que incorporan doscos iimpulsos competitivos parricidas y, en consecuencia, lo temores de castraci Aunque los temores de castracién refu del incesto y cimentan tam ‘onadas con la misma —lo que en por si mismo, contribuye « conformar la conduct de Los procesos ne integracién de los precursores estructurales que he ¥ de las estructuras superyoicas, en desarrollo, vinculadas « Como sefialé antes, la tension entre las representaciones integradas de self (selfreal) y el selfideal induce una respuesta “cuasidepresi 64 ASPECTOS TEORICOS relacionada con la ineapacided del nifio para restaurar el estado ideal “todo bueno” y “libre de agresién”, ahora afiorado; mientras que la tension entre representaciones integradas de self y representaciones integradas de objeto (objeto-real) evoca una motivacién afeotivamente ““identifieacién con el agresor”)— que el nifio se preoeupe ante la posibi amados, creando, por ende, una disponibilidad depresiva ligada a “'sen- timientos de culpa”. Estos “sentimientos de eulpa” —precursores de una de las experiencias afectivas més displacenteras para la condicién humana—constituyen una poderosa “‘sefial afectiva” que motiva reorginizaciones estructurales miiltiples y nuevos mecanismos defen: vos (“reperatorios”), ahora encaminados no s6lo a aliviar de ansiedades paraoides, sino también de efectos depresivos muy dolorosos, vineu- lados al naciente funeionamiento superyoico (Klein, 1945, 1946). son el incentivo para que yeontribuyen i ci Ilo y fortaleza del yo, prerrequisito para las identifieaciones seleetivas y especificas de la fase edipica. Sin embargo, la fuerza dominante. y afectivamente impulsora de la integracién del supery6 corresponde a De ahi que debe subrayarse en este co texto lo complejo y significativo de las vivisitudes del desarrollo de los Los el proceso de Ia gradual diferene cos: el origen d igados a lacapacidad para apesadumbrarse por un lado, y la eapacidad para reparar, por el otr ‘a1 vez, de precursores preedipicos « derivados edipic dichos, en contraste a la noci ibn del supery6, s6lo como et instigados por ‘Como claramente cién son distintos de los sentimientos de culpa en mis DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 65 1, Aunque los temores de eastracién “sefialan"” un ps —y como tales funcionan a la manera de una sefial de advert tiva que refuerza cl tabi del ince no derivan de amenazas externas, sino que s¢ origi sddicas y retaliato a imagenes pa objetos reales podrfan 0 no confirmar dichos temores. 2, Mientras que el contenido de los temores de castracién es deta minado por las urgencias genitales, absorcién en, y curiosidad sobre lo sexual, ademis de deseos incestuosos, las. fants intensa disposicion afectiva d extern ser mordido o devorado, de ser rol los contenidos corporal de ser castrado) son reminiscentes de un nivel de desar esd una perspectiva estructural, gen como resultado de Ia tensién end “respecto a sus componentes afecti siedad, la anticipaci6n de una calamidad—, Los no s6lo se manifiestan en ansiedad, sino ademés y en forma mas espeetfica y predominante en la experiencia human: los sentimientos de eulpa— los que jad ya consumada~. 4. Aungue en To afe jn no proveen de ales, 0 en ta sublimatoria que pavimentarian el acién modulada y més realista de demandas le un mayor nivel. co ASPECTOS TEORICOS 5. Finalmente, mientras que los temores de castracién (junto con otros temores infantiles) tienden a aparecer, aun cuando falle 0 aborte, ‘en algin punto del proceso, la integracién normal de las representacio- nes de self y objeto i Y agresivamente determinadas, los senti- mientos auténticos de culpa que reflejan una capacidad para apesa- dumbrarse por el objeto aparecen ‘mismo de integracién de representaciones de self y objeto antes deser to, En otras palabras, los temores de castracin tienen un origen distin- to; no se vinculan, necesariamente, a las relaciones integtadas de amor ¥ odio del nitto por su padres —los sentimientos de culpa, en cambio, in de hecho arraigados en Ia integracién misma de sentimientos de amor y odio hacia sus figuras parentales—. ‘Sin embargo, el papel que desempefian los temores de cestracién en. fortalecer el desarrollo y' de “patrones falicos de autorrealizacién” (en términos de Mayman, 1975b), en el dominio parcial del complejo de “objeto afectivas de un mas logros, junto al desarrollo de las funciones yoicas antes descritas. y Jos afectos ligados a “culpa depresiv@®, evocados por la incipiente inte- gracion de las estructuras pred picas del supe i ‘vos shdicos y representaciones idcalizadas de self y objeto), crean las condiciones necesarias para la internalizacién mas abstracta (en el sentido de “despersonalizada”) y discriminatoria de las expectativas, demandas, actividades directrices y descos de las figuras parentales, implicadas en identificaciones selectivas del supery6, como “heredero del complejo de Edipo’ La estructura sup. que resulta de la superacién del complejo de Edipo organiza e integra a sus funciones la de seiial” de Jos temores de castraci6n; funcion que, en la medida en que se vineula- ba a temores irracionales de imégenes parentales fantisticas, sever mente distorsionadas, reflejaba un “lenguaje moral” arcaico, conecta- do al tabit del incesto y a la ley contra el parricidio, Los temores de castracién, per se, realmente no salvaguardan al nifio de la amenaa de ser eastrado, ya que son temores irracionales que mientras no 46 no debe ser subestimad: DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO or integren a las funciones de guia, anticipatorias y de autocritica del ipery6 en desarrollo, no proporcionarén un “sentido de direecién” en cuanto a c6mo evitar el castigo. Por otro lado, es sélo cuando los temores de eastracién se integran a las funciones guiadoras y de autoeritica de estructuras superyoicas en que el superyé como un sistema independiente adquicre Este sistema funcional. gradualmente reempl representada por los temores de castracién, con las “sefales culpa’” (la anticipacién de calamidades, o “ansiedad superyoica” \da del yo y reforzadora de defensas en general) y los afectos depre- (Cl castigo por calamidades pasadas ya consumadas, reales 0 wseadas), Tigados no s6lo a culpa y remordimiento, sino también a a preocupacién sobre un corrofdo sentido de bonhomfa, evocados por tructuras superyoicas integradas. Bstas estructuras superyoicas en esarrollo proveerin, a partir de entonces, fun ices _progresivamente. compl 5 “reparat iferenciado, que cor integracién de los temores de cas al supery6 en desarrollo ica la renunciacidn tanto de deseos incestuosos, como de descos rricidas contra el rival edfpico. Por lo tanto, durante el perfodo co el nifio no sélo tiene que superar la pérdi depresiva de las figuras que parcialmente explican, a mi juicio, la intensificacién nnocida de los procesos identificatorios selectivos de esta fase sas reparatorias contra el duclo)~ estas identificaciones selecti- tran en Ia formacién y consolidacién del supery6 y con ello 68 ASPECTOS TEORICOS apoyan los esfuerzos del nto por renuncia a sus descos incestuosos y # ss impulsos parrcidas hacia el rival imente selectivos y discriminatorios del periodo elipico desempetian un papel preponderante no s6lo en 1a formacién del cupery6, sino tambic nto globel del concepto de af mismo y la internalizacién del sistema social en ge Los desarrollos del yo y superyé se influyen mutuamente, ya que las identificaciones selectivas del yo no s6lo buscan moldearse a se jamza de algunos de los rasgos de objetos externos, sino que ademés la asgos es filtrada por la nevesidad de que esta semejanza con el objeto esté en armonia con los valores intemos del sujeto en desarrollo (de ahi el nombre de identifica nes selectivas y_ discriminatorias sus padres y las figuras significativas en su entorno, el liza simultincamente los roles soeioculturalmente diferenciadlos correspondientes a ellos, como componentes de las representaci nes de objeto que el nitio se forma de ellos; y los roles reesprocos, en desarrollo, de sf mismo en interaccién con ellos, como componentes de las representaciones de self correspondientes a estas relaciones de objeto. crecimiento y maduraci (entre otras fuentes) de I del concepto de sf nite determinados del entorno psicosocial en el que se desarrolla el nifo. Este estrato mas elevado de relaciones de objeto, individuslizacion de roles y diferen- ciacién del concepto de sf mismo en el contexto de cddigos, tradicio- nes y costumbres socioculturalmente influidas te precondicionan y coadyuvan al surgimiento y consolidacién del superyé. En este nivel de desarrollo las actitudes directrices y las expectativas y demandas, tanto parentales como socio eulturales, se perciben en formas més realistas; y al internalizarse ¢ integrarse a las estructuras del superyé en desarrollo, enriquecerdn el DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 09 incipiente sistema de valores, tornéndolo progresivamente més sofist- cado, La integracion de_los precursores preedipicos (precursores sidicos agresivamente cargados y representaciones idealizadas de self y objeto) 4 los procesos identificatorios selectivos del final de la fase edipiea, y a iciones y demandas més realistas de esta fase, lacién final del superyé como una estructura inde. pendiente que incorpora tanto a funciones de autocritica y probibiti- vas, como aquellas de guia ¢ inspiracién. Esta concepcién del supery6 como una unidad funcional, separada y distinta del yo y el ello, parte de las diferenciaciones sistémieas de Freud, Como tan explicita y claramente lo expresara Jacobson (1964) aunque con indulgencia antropomorfizando para ilustrar su idea “no es accidental que en momentos de conflicto oigamos, la vor de la superyé" (p. 128). No obstante, en contraste a la relaciGn entre el yo y el ello, fy en “armonia” entre el superego y el yo, ‘de sentimientos sumamente placenteros respecto a un sent . y hasta de euforia, en interna de un sentido de bonhomfas 0 la n de ser capar de vivir ala altura de ls expectativas ¢ idcales variedad de manifest rastornos y desviaciones est aqui delineados, a di 0 al que regresaré més tarde, hacia el final de este mismo capt. ilo. Sutici por ahora establecer que, con el incremento de acidad para reprimir y operaciones defensivas reforzadoras de contraste a escision y defensas reforzadoras de procesos luna demarcacién progresiva entre procesos conscientes Darrera represiva” cada vez lirectamente permeable”. Esta demareacién es causa, a au AsPBCTOS TRORICOS as configuraciones “rechazadas” preedipicas y, aun derivadas del superyé permanezean parcialme integradas 0 sin integrarse, y por ende sin acceso futuro a una mayor diferenciacién y maduracién estas configuraciones formarin parte de las llamadas “raices inconscientes del supery6" =. Estas configuraciones no integradas y “secuestradas” de precursores superyoicos reprimides son origen de necesidades irracionales muy poderosas de autocastigo, o bien de demandas megalomaniacas de Perfeccionismo, que influyen en muchas scciones potencialmente autodestructivas y maladaptativas de 1a condicién humana. Estos situacion que intento ‘en donde exploro la interrolacién entre estructuras siquico y supery6— Configuraciones inconscientes “secuestradas”, pobremente difere ciadas y no integradas del supery6, junto con relaciones de objeto primitivas, no sintctizadas del ello (residuos de la matriz indiferenciad: yorllo, que anteceden al establecimiento dela capacidad parareprimir) constituyen el reservorio inconsciente y dindim origina la vulne- rabilidad en todos nosotros para reactvar, bajo diversas circunstancias, formas primitivas de relacionarnos, eon sus correspon nentes primitivos, tanto afectivos como ideacionales 0 “niiclegs psi ticos” de la personalidad —término global ¢ inespecitico, que Gonnota una proclividad para primitivizarnos, pero que con frecuend se usa, erréncamente, como sindnimo de entidades nosolbgicas espec ficas y de una diferente dimensién de discurso, como esquizofrenia y enfermedad bipolar (sobre el origen multideterminado de este proble- rma y sus implicaciones diagnosticas y tebrico-clinieas, profundizo més tarde.en el capitulo VI)~. La reactivacién regresiva, funcional y_transitoria de secuestro DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO. a aicos reprimidos, en el contexto de una preseryacién ir, sin una disolucion egresivamente fragmentadora del aparato mental), debe ser distingui- de la patologia del supery6 que deriva de trastornos en la integra: de los distintos precursores del mismo; fijaciones del desarrollo wrano. y desviaciones estructurales de ahi derivadas; bien de la tegracion patolégica de precursores superyoicos —aspectos que tomo, en los capitulos de integracion teérico-c (capitulos IIL, LV, V, VII, VIII y IX)=. Los aspectos més maduros y difereneiados del supery6, por otro ‘se expone ~esta Y enriquecimiento progresivo, alcarza si punto méxinio de “impetuosidad” durante la scencia y Ia juventud, realmente se continiia a través de toda ja—. De cualquier manera, con Ia consolidacién de la estructura uperyoica que marca‘el final de la situacién ed pica, el niio se mueve de la posicién otrora restringida 2 preocupaciones paranoides sobre impacto de su agresién y demandas grandi { como del lengua- primitivo de los temores de castracion al inicio de un saperyé lespersonificado” y “abstracto”, que progresivamente conjunta a un sistema consistentemente integrado de nociones guiadoras, valores e leales, que comienzan a dar “direccién moral” a su cada vez. mas compleja vida, PASE IV: INDIVIDUALIZACION-POSEDPICA DEL SUPERYO, Y AUTO- OMIA, es en realidad un témino arbitrario, ya que esta fase la consolidacion de la integracién de componentes icos durante las etapas posedipicas inmediatas, sino de despersonificacion © imiento” de estructuras superyoicas durante la 73 ASPECTOS TEORICOS adolescencia y el proceso continuado de la “conformacién” de las ‘mismas, a trayés de toda la vida. L luacién del supery6 se refiere al reemplazo progresivo de “identificaciones globales”, por identificaciones parcales y selecti ‘yas que internalizan s6lo aquellos aspectos de la relacion que “auténti- camente engranan”, en armon‘a, con la identidad del yo: cl concepto de si mismo en desarrollo. Entre més integrado sea el concepto de sf mismo y de otros (identidad integrada), mayor ¢s la capacidad para identificaciones selectivas. Entre menos integrado sea el concepto de si mismo y de otros (identidad difusa), mayor ¢s la vulnerabilidad para identificaciones primitivas globales. Estas introyecciones globales, co sus correspondientes disposiciones afecto-cognoscitivas “todo bue! ‘© “todo malas”, tienden a permaneccr en forma no integrada, ex ciindose como “cuerpos extrafios”, personificados, que refle sobredependencia en “seftales ajenas” y “extrafias”, en cuanto a orien- tacién y gui Despersonificacion y abstraccién del sup. refieren a la capacidad, progresivamente con ara identificacio- nes selectivas que representan une apreciaciém mis aproximada 4 Ja realidad de la interaccién entre self y objeto, y la integracion de estos Procesos a estructuras yoicas y superyoicas de un nivel més alto, a la organizacion caracteroldgica y a las funeiones auténomas del yo. Despersonificacién simplemente denota la reciente habilidad para reformar representaciones internas bajo la influencia de una evaluacién ids realista y abstracta de los demés, en contraste a la personificacién que resulta de identificaciones proyectivas primitivas, La individua ibn, despersonificacién y abstraccién son términos que se a propiamente aut6noma, con funciones humanas altamente lates (Ticho, 1966). Guando nos referimos « la consolidacién de estructuras superyoicas, no debemos olvidar que estamos describiendo puntos de demarcacién epigenética en el contexto de un proceso “reeditante”” Fl crecimiento humano implicauna continua reformulacion del concepto de si mismo, DESARROLLO SECUENCIAL DBL SUPERYO. 3 resultado del escrutinio cada vez més complejo y sofisticado de las experiencias con los demés y el grado de eongrucncia de diches expe- riencias con representaciones de objeto internas, asf como una conti nua conformacién de estas mismas representaciones de objeto, de manera que leguen a aproximarse més estrechamente a los objetos reales correspondientes (sin egat a ser nunca enteramente equipara- bles), Esta integracién progresiva del concepto de sf mismo y de las representaciones de objeto (el concepto de otros) crea la matriz psico- estructural alrededor de la cual se ancla un ereciente enriquecimiento «de nuestra vida personal (Kernberg, 1972, 1974a,b, 1976). Entre menor sea el grado de integracién del concepto de sf mismo y de las representaciones de objeto, menor serd la eapacidad para este crecimiento selective y este enriquecimiento continuo. Es decir, en légicas donde predominan procesos escisivos, las ies (en este caso introyecciones, en contraste a identifi ente dichas) s6lo conducirin a imitaciones “presta das” y “crudas” de los demés; sin relacién a, y sin armonfa con, un sentido interno de identidad, Estas internalizaciones no evocan el sentido de “continuidad”, “consistencia” y “eonfirmacién” de la iden- tidad que, en el contexto de interacciones humanas, las relaciones de objeto maduras proporcionan, EL periodo de In adolescencia reviste una significancia especial en el Proceso de consolidacién de la estructura superyoica, El remodela- imiento de estructuras psiquicas en esta etapa ha sido tan extenso y creativa nte descrito por Jacobson (1964), que me limitaré a deli fundamentos principales de dicha “rcmodelacién”, particular. aquellos relacionados con la estructura superyoica y los Propésitos de esta investigacion. Al acentuarse los procesos sexuales maduracionales de Ia adolescencia, se reactivan las urgencias preedi as; pero ahora estas motivaciones se complican con la tarea de tener que sbandonar 1a dependencia préctica y emocional con los padres, Esta emancipacién de unidad familiar, aunque dolorosa, de alcanaarse Permitiré al adolescente. reorientar con marcado {mpetu y renovada intensidad sus necesidades sexuales, bisquede de ideales y nutrimen- a ASPECTOS TEORICOS to emocional, hacia una seleccién de objetos verdaderamente comple. mentaria y no “crudamente incestuosa’ eracion de vieisitudes infantiles tempranas del proceso de jon-individuacién acarrea como conseeuencia una “resurtec- de precursores superyoicos, que matizan al sistema de valores del adolescente, sus deales.y las funciones de autoeritica del superyo, con un tinte de poderio, idealismo y dureza, todo esto reminiscente de itudes pregenitales y ed{picas tempranas ~ahora moduladas y ppuestas al servicio de tarcas interpersonales y de maduracidn, espe cas y apropiadas a esta fase~. Ya antes estableeia que “el doble duelo” durante el perfodo edipico (relacionado con la renunciacién sexual al progenitor del sexo opues: identificatorios selectivos, respor ble, em parte, de Ia consotidacién del superyé como una estnictura De igual modo durante la adeleccencia, y ain a prin: , la reedicion de este mismo “duelo vital” ahora en dl contexto de tener que abandonar una ependencia pric ¥ emocional con los padees, induce tambié (también aliviadora de pérdidas) ¢ inte nes selectivas, con aquellos ligimenes emocionales fuera de la unidad familiar inmediata, responsables del remodelamiento estructura superyoica durante Ia adolescencia. F: concepeién de nacién 0 patria: todas ellas conforman st “‘identidad cultural” e ideol6gica. Considerando que estos proceso identificatorios son determinados por la naturaleza y grado d de relaciones de objeto previamente internalizadas, y pu identificaciones selectivas més recientes no podrian cfectivamente” a no ser que se integren a las del pasado y se les p DESARROLLO SECUENGIAL DEL SUPERYO % ta erecér “orgénieament ) desde ahi, hablar de un proceso vidad implicita en el término “aculturacién”), me intrapsfquico y lo interpersonal-psicosoeial se relacio Ee oenacev eu antes, la reactivaciin de precursores superyoicos ddarante la adolescencia temprana e intermedia proporciona a los tatorios del adolescente una cualidad especial de . Esto es responsable, en parte, de la natura: tanto fluetuante de valores ¢ ideales; el compromiso vacilante tereses en proceso de ser clarificados; conflictos en relacién a idad versus superioridads sentimientos agobiantes de vergtienza Y culpa abramadora; asi como a la sensacién de jabilo y euforia en ‘eonerién a metas logradas, o ante la confirmacién “euasiarrogente” de un sentido interno de bonhomia, Sin embargo, diferentes factoree permitiran ln amortiguacion de este estado interno de “turbulencia emocional”, entre otros: a) la quietud y enriqueci que derivan de la gratificacién sublimada y real de necesidades sexuales, fuera de los ligimenes infantiles incestuosos de su unidad familiar e el contexto de una floreciente y cada vez menos inhibida intimidad heterosexual; b) la satisfaccién que brinda el domi tareas, expectativas y demandas. apropiadas para, y espee nivel; c) el reforzamiento de mecanismos represivos y la consolidacién de defensas caracterolégicas sublimatorias inhibitorias y de formacio- nes reactivas de un més alto nivel; d) asf como la continuada madura- cién y refinamiento de un “estilo cognoccitivo” modulador de “pasi con la estructura caracterol6 Todos estos factores crean las condiciones necesarias, bajo las cuales identificaciones selectivas cada vex, més complejas y abstractas, reemplazan la proclividad en el adolescente para “repersonificaciones”” és de In proyeccion de precursores superyoicos que se establece una modulacién de su ideals las metas se reducen a limites més realistas y se 6 ASPPCTOS TEORICOS deqgrrolla un sistema més abstracto y aut6nomo de nociones morales. Enise mayor sea su eapacidad pars identificaciones selectivas que se expandan més y més hacia figures sgnificatias en sistema soci politico, religioso y cultural —que se orga armonia con el con- epto de si mismo o identidad en desar su libertad de “presiones extemas" (familiares 0 socioculturaes), resultado de fe personifcacién (proyectada) cuperyoics del medio amblente; y_ de "presiones interna derivadas de sistemas morales areaicos cineficlen- tee: autonoméa del supery6 en ¢l sentido estricto del término. ‘del supery6, por ende, no signifiea una independen 1a indiferencia por el afueras plemente eonnota Peoletas, de precursores tempranos; y de las repersonificaciones persecutorias que resultaban de lk proy Frtvgrados del eopery6. En realidad, y on condiciones normales, ajate una colaboracién estructuralmente funcional (por asf decislo) tentre el yo y el supery6, que los refuerza ejemplo, sutoevaluaci6n moral” se adscribe al supery6, o unilateral, ya que ¢suna funcion i ie la coordinacion sincronizada del proveer no s% sino ademas con w yoieos tam| sobreenfatizado que ni | DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 7 ‘antes, existen diferencias en el contenido del sup idividuo, en diferentes momentos de su vida (si jimplicar dsociaciones mayores que rompan un sentido de continuldad Y tismidad de au identidad). La influencia de ambos —factores socio de contenidos superyoicos, ei y el proceso de duelo en algunas formas de 0 trabsjo (Garza Guerrero, 1974). Por ejemplo, valores ‘que durante las fases inicial ¢ intermedia, del proceso dos prestados” por mera nevesidad reorgenizacional (al servicio de intereses “utilitaioe” del yo, # tono ‘con Ia realidad), més tarde asumen une cualidad de espontancidad felative, que a su vez alimenta ¢l sentimiento deseado de realmente “pertenecer” ala nueva cultura. Sin embargo, es hasta més tarde, que através de ciclos y ensayos de identificaciones selectivas, reorganize. cia y estructuralizacién subse- de shock culty ceuente, cuando los aspector inarmonicos con el patrimonio cultural del pasado, son realme temalizados. Aef, uno recuerda los cambios sorprendentes, en opiss” ciertas actitudes, valores y 1s morales que siguen a un proceso prolonga- 108 de Falck, 1976) —actitudes, valo- del encuentro cultural ana soviedad a otra, es rl toria de-Emst Ticho(1972);*. . . pero essor- les de muchas reigiones, Ia superacion del egocentris m por los demés seres humanos son metas univer: as como parte del contenido univer: a AsPrcTos TrORICOS RESPECTO A PSICOPATOLOGIA DEL SUPERYO Como ya anticipaba anteriormente, trastornos en el proceso de dife. enciacién ¢ integracién de precursores y subestructuras formadoras del superyé, 0 como resultado de tendencias regresivas inespee'tieas en general, pueden ocurrr a lo largo de toda la jerarquia epigenéticamen- te determinada de niveles distintos de organizacién del aparato mental en general y del supery6 en particular, Pero manifestaciones regresivas funcionales transitorias. © inespeeificas, sugestivas de psicopatologia del supery6 (en algunas la eflows- rotivos, o bajo la intluencia de ntal (deterioro pro- gresivo de algunos pacientes con ciertos trastornos equizofrénicos), deben distinguitse de la patologia del superyé,relativamente y satrollos patolégicos 0 desviacio- parten no s6lo de fija nes estructurales patologicas qu sen ciertos puntos eriticos del desarrollo, sino que ademés son codeter- minados por secuencias genéticas pate en contraste a secuen: cias normales de desarrollo) subseeuentes: estmucturas limitrofes, en general; b) e1 bloqueo del proceso normal de desarrollo y Ia integra- in patol6gica de precursores euperyoicos, aunado a secuencias gené= ticas patologicas espe: ahi derivadas: estructuras patologicas narcisistas; y, ©) patologin que resulta de niveles superiores de diferen- ciacion "as mentales en general, pero cn el contexto de una integracién de precursores superyoicos que toma lugar bajo la influencia predominante de componentes agresivamente cargados: estructuras neu Pese a los avances contempordneos muy importantes en teorfas del Aesarrollo y la demarcacién de ides y diferencias entre desarro- Ho normal y desarrollo patolégico, asi como cn la elarificaciém de ta interrelacion entre el desarrollo temprano de estructuras mentales y las vicisitudes epigenéticas de componentes instintivos, derivados impulsivos y conflicto intrapsfquico —con sue implicaciones estructu- e DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 79 rales y psicodinémicas correspondientes, tanto cuantitativas como cus- tativas, y en relaci6n a diagndstico, pronéstico y tratamiento, la falta de un entendimiento més claro y Ia confusién alrededor de estos aspectos es bastante ostensible en el acontecer tedrico-clinico diario de nuestra practiea psicoanalitica, Esta situacién requiere de un esfuer- 20 continuado de exploracién y estudio, tendente a clucidar y abrir los puentes de integracién tebrica y clinica correspondientes. Con esto en mente y regresando a la idea de diferentes tipos de psicopatologia del supery6, a continuacién: un bosquejo intraductorio sobre patologias representativas de distintos trastornos en el proceso de diferenciacién ¢ integracién de la estructura superyoica La importancia del establecimiento inicial del complejo primario \iferenciado de representaciones de self y objeto, como la matri partir de la que (y sobre le cual) derivardn estructuras mentales, conec tadas a relaciones de objeto internalizadas, y de donde, a su ver, “nace psicol6gicamente lo humano en el infante™ (en términos de Mahler, Pine y Bergman, 1975) es draméticamente ¢jemplificada por condicio. nes patol6gicas muy severas, resultado de impedimentos muy tempra- nos en la consolidacién de esta matriz primaria y manifestada por la imposibilidad misma del proceso de “humanizacién”, como en el sin- rome de autismo infantil. “Identificaciones psicéticas” (en el sentido de Jacobson, 1954), re, veladoras de una refusion regresiva de representaciones de self y objeto (en condiciones en las cuales una representacién indiferenciada de self y objeto si legs a cstablecerse) ocurren tanto en procesos esquizofré- nicos como en estados psiedticos depresivos; sin embargo, Jacobson (1971) ha sugerido que mientras que en la psicosis esquizofrénica una refusion generalizada de representaciones del self y objeto lo invade todo y desintegra la totalidad de estructuras mentales, en contraste, ‘en las condiciones psicdticas depresivas, le refusién de representacio. nes del self y objeto ocurren dentro del yo y el superyé, pero con la preservacién de las fronteras intersstémicas entre ambos, Estructuras limitrofes y narcisismo patol6gico han sido el foco de un anilisis extonso por Kernberg (1975b, 1976, 1984). En condicio- 20 AsPRcros TEORICOS nes limitrofes, y en contraste con estructura cién self-objcto ha ocurrido, lo que permite el estab: fronteras del yoy por ende la preservacidn de un sentido de separa cin’ y eriterio de realidad, en el sentido estricto del término, Sin embargo, Ia influencia de procesos escisivos, determinados por el predominio de representaciones de self y objeto agresivamente carga- das, interfiere con el proceso normal de integracion y diferenciacién de los sistemas bisicos self-objeto (subestructuras) hacia estmucturas tales normalmente diferenciadas. Una fijacion a este nivel y secuencias genéticas patologieas de ahf derivadas se traducen en graves consceuencias estructurales. La falta de un concepto integrado de sf mismo y Ia ausencia de un concepto integrado de otros (sindrome de ‘on el proceso normal de formacién del integrarse a precursores ideslizados arcaivos “todo buenos”. La falta de integracién de estos dos precursores precdipicos del supery6 inter: fiere, a su vez, con la internalizacién posterior de las prohibiciones y funciones mis elevadss del supery, conectadas al. proceso de Ia individualizacién y abstraccién posedipica del supery6. La explo racion de la génesis de defectos estructurales en relacion a la psicopa tologia del superyé en condiciones limitrofes y aus implica terapéuticas y pronésticas (Garza Guerrero, 1985, 1986, 1988) es ¢ foco de estudio de los eapitulos IMI, 1V_y Y. La presencia de un “selfgrandioso”, en térmi patolégicamente integrado, di ‘eicas (aquellas no orga imitrofes en general. Kernberg (19 iF grandioso” resulta de la self-ideal y objet cstablecida Ia del limitrofes, et predomi proceso normal de dife La fusion entre el selfreal ( jadas a un nivel DESARROLLO SEGUENCIAL DEL SUPERYO 81 ideal (un precursor del supery6) impide la diferenciacién normal y separacién entre el yo y el supery6. Fl “self-grandioso” de personalida- des narcisistas compensa por el sindrome de identidad difusa en cstructuras limitrofes, pero a expensas de desviaciones patologicas del supery® sumamente severas (Garza Guerrero, 1986). Personalidades narcisistas pueden lograr una adaptacién superficial a demandas ambientales y sociales, pero carecen de las funciones superyoicas més levadas, propias de una estructura despersonificada, auténoma y abstracta. Una consecuencia de la condensacién patoligica del selfreal, self- ideal y objeto-ideal. realmente devastadora, es la devaluacién defensiva y generalizada de objetos, que impide la integracion de precursores ‘superyoieos preedipicos y, a su Yeu, interfiere con la integracion de ambos, a las prohibiciones y demandas més realistas del periodo edipi co, Otra consecuencia patoldgica muy seria, resultado de esta misma condensacién patolégica, es la proclividad para reactivar representacio- nes disociadas, primitivamente devaluadas de s{ mismo (“self-despre- ciable”, en términos de Ticho, 1975), origen, a su vez, de fluctuacio- nes severisimas de la autoestima. Los problemas de diagnéstico diferencial entre structures narcisis: tas patolbgicas, no lim{trofes, y estructuras limitrofespropiamente dichas (Garza Guerrero, 1983a), son abordados, a manera de introduc- cin a esta drea, en el eapitulo VIL. El desarrollo patolégico de la estructura narcisista y sus implicaciones en euanto a psicopatologia del superyé se contrastan, en ese mismo capitulo, con la génesis de defec- tos estructurales y psicopatologis del superyé enestructuras lim{trotes. Las manifestaciones clinicas, por otto lado, de “grandiosidad” y “despreciabilidad” en patologta del cardcter ral son retomadas en el capitulo VIII, en el contexto de une revisién general sobre la interrelacién entre narcisismo y masoquismo (Garza Guerrero, 1983b), particularmente en lo que respecta a Ia contribucién de estrueturas n diferentes estratos epigenéticos de organizacién de la 8 ASPECTOS TEORICOS: vineulada a la influe ja de un supery6 “duro”, “punitivo™ y “extre- pery. 3s, bien diferenciado e integrado_ pero y demandante, pareciera derivar de la de precursores sidicos agresivamente investidos, con preeu i Ia predominante influencia de agresién, en forma tal, que hasta ‘demandas de los componentes idealizados se transforman en expecta- tivas persecutorias sidicas de perfeccionismo—. Esta formacién super- yoica cjerce una excesiva represion de motivaciones instintivamente derivadas; tipifica a estructuras neuroticas de nivel alto ¢ intermedio yy es determinante de los componentes masoquistas observados en toda Ja gama de psicopatologia neurotica (Kernberg, 1976; Garza G 1983b, 1985). El rol de la estructura superyoiea en la génesis de cot flictos psiquicos en estructuras neurdtieas es objeto, en el cap lo 1X, de un andliss critico y In proposici6n de una concepeién integral contempordnea de estos mismos tres conceptos: estructuras neurdticas, conflicto psiquico y supery6. Finalmente, en el eapitulo X, algun aspectos de Ia interfase entre psicoandlisis y medicina psicosomit son eritieamente exploratlos en relacion a la naturalera del stress y el concepto de “especificidad psicofisiologica” en vitiligo (Garza Guerre: +0, 1982), particularmente en lo que concierne a. organizacion neuro tica y superyd. Una descripeién esquematizada de condiciones patol6gies va de trastomos del supery6 a diferentes niveles de desarrollo, ésta no debe llevar a malinterpretaciones o generalizaciones simplistas y dircotas sobre “trastornos especificos de fase. Come he ‘enfatizado, el complejo interjuego de manifestaciones rogre \ ferencias entre desarrollo normal y desarro patolégico deben ser plenamente apreciadas. Para com las cosas, existen algunas condiciones (algunos tipos infantil, que ejemplifico en el cap tulo TI) ‘un desarrollo asincrénico de estructuras mentales, La explora DESARROLLO SECUENCIAL DEL SUPERYO 83 compleja sobre In interaceién de estructuras mentales, asi como del porqué y como ciertas dosvisciones patol6gicas ocurren, ain espera la articulscién del esfuerzo concertado de los psicoanalistas. También es necesario reducir cada vez més la brecha entre las observa: ciones ¢ infereneias reconstructivas que derivan del diagnéstico y trata- ‘to de adultos, y las observaciones psicoanaliticas directas del desarrollo normal y patologico del ninio (Mahler, 1968; Mahler, Pine y Bergman, 1975; Cano Jaime, 1984). Ademés, como Mahler y Kaplan (1977) nos han alertado recientemente ~en el contexto de la especifi- cidad de Io adecuado 0 inadecuado de las vicisitudes de cada una de las fases del proceso de soparaci6r-individuacién— el dominio prepon- derante de Ja fijacién en, o distorsiOn de una subfase- no debe oscure- ‘cer muestra atenci6n al hecho de que habré siempre influencias poten- cialmente patologicas o correctoras de otras subfases, que deben ser tambign tomadas en cuenta, Todo esto confirma lo imperativo hoy ten dia de modelos epigenéticos de desarrollo y abordajes multsisté- rmicos, sobre modelos lineales y concepeiones monoliticas, vulnerables gama de reduecionismos que continiian plagando nuestro quehacer La aplicacién a su vex. de consideraciones psicoestructue rales, multisistémicas y epigenéticas normaré (en lo posible) el esfuer- zo de integracién tedrico-clinica de los siguientes capitulos de este i RESUMEN Desde su origen el concepto de superyé ha estado historieamente en cl centro de un proceso de convergencia cientifica. Sin embargo, el Itades para su elucidacion. En leas germinales de Freud, y 3) la naturaleza de algunos obsticulos haber ido con una mejor articulacién te6rico-chini- BIBLIOGRAFIA ‘Asmold, M. B. (1970a): “Brain Function in Emotion: A Phenomenological Analy- sis", en Physiological Correlates of Emotion, P. Black (comp.), Nuova York, ‘Academic Pres, pégs. 261-285, — (19708): “Perennial Problems inthe Field of Emotion”, en Felings and Emo- ‘York, Basic Books, Inc, pigs. 82-136. Falk, H. (1976): “On a Holistic Conception of Individual and Group: Toward a Philosophy of Communism”, Presentado en abril 19, 1976 en la 8th Annual ‘Council Grove Conference, Council Grove, Kansas, | Object Constancy and Mental Representations", en ofthe Child vol. XXIV: 9-47; Intemational Univer- ot. the Limits ofthe Effectiveness of Psychoanalysis: turbances”, International Journal of Psychoanaly- — (19831): “La interrlacin entre Narcisismo y Masoquismo: La Conjuncién de

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