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0 concrecion de Ja opci6n por la vida m ién latinoamericana de la opcion fundamental. crecit . 7 / 4.2.1 Con n valor fundamental: la vida humana. Al comienzg ; Partimos de’ u! onfamos la vida del ser personal como ideal funda le js YO} ~ 0ea estas reflexiones g decir, como fundamento de todos los Principios morale de nuestra es esta opcion de valor inicial como la opcién fundamental Tomamos al aa oral, que va a determinar nuestras actitudes y compromisgn de nuestro an a opceién en nuestra realidad latinoamerieana &Cémo se Hemos de a ecifica en nuestras coordenadas espacio-tempo la opcién traduce a rig la persona como valor absoluto? Los inquieto ma opeign por fp vi etic en favor del pueblo oprimido disculparan el que nos demore. ida . AA ? S a a poco en estas reflexiones. Una ética liberadora y Personalizante 6 puede reducirse a-sentar cuatro o Sionheroitas revolucionafios y elaborar una brillante arenga para la accion heroica. 4,2, La alteridad co La concrecién de la opcién por la vida la obtendremos contrastando el valor del ser personal, como ideal de Plenitud humana, con el subdesarrollo en. que se encuentra el pueblo latinoamericano. La contrastacién del ideal aspirado con la realizacién lograda nos permite conocer lo que falta atin Por conseguir. Y es esto que falta lo que debemos enfatizar como aspiracion concreta e inmediata. El horizonte de proyeccion del hombre latinoamericano no es el mismo que el del hombre europeo o norteamericano. ¢Por qué? Porque su situaci6n y sus posibilidades concretas de realizacion son diferentes, Nuestro horizonte concreto de proyeccién no se ajusta al horizonte de reali- zacion humana integral. Es mucho mas estrecho y pobre. Traducido esto a lenguaje comin, queremos decir que el hombre medio latinoamericano —el obrero, el campesino, el comerciante, la madre de familia, etc.— puede aspirar a tener comida suficiente, vestido adecuado, casa Propia, cultura basica, atencién médica, libertad’ éconémica y politica, ete. Pero al ‘mismo tiempo es consciente de que muchas de estas cosas no las conseguiran nunca, ni él ni sus hijos, Existen barreras y fuerzas que menguan el horizonte de posibilidades. Las aspiraciones de unos chocan con las de otros, y siempre los débiles “que son la mayoria— deben renunciar a sus Por eso cuando el filosofo hab! Concreto, debe ubicarse @ a 218 ~a0'a Y Propone valores al pueblo, debe ser n la situacion ‘condicionante, sin perder de vista Escaneago Con Ualnsc el ideal de plenitud humana. Es precisam: 6 Sjenitud la que nos da la pauta para definr al eriteic denen Situacion y ue lo de mafiana puede ser distinto de lo de hoy; abode tue 1 peat anula ni es idéntico a lo por venir. Hay algo distinto, ha om que lo dado no ahi que invitemos al pueblo latinoamericano a cobra t ee Ja conciencia de alteridad. El valor de la vida puede Sey paence: en el valor, de la alteridad. gEn qué consiste esta conci Sat dcrenerae Qué signitica Ja alteridad como opcion? Hencia de alteridad? 4.2.2 La alterided como ruptura con la mismidad En primer lugar, y en un plano todavia negati i ignifi negacion de la totalidad cerrada. Cuando Rebeca oa a ria ‘metafisica, nos referimos a una totalidad de sentido que el hombre eon fiere a la realidad. En este sentido decimos que el hombre tiene mundo; no asi el animal. E] hombre construye su propio mundo de sentido y se siente seguro dentro de él. Desde él explica los fenémenos, juzga la perfeccion de Jas cosas, estructura el horizonte de posib' idades. E jidad de sentido, puede ser cerrado: fuera de él no existen otros sentidos, sino el sinsentido. Asi encontramos, por ejemplo, el'mundo del antiguo hombre griego: un mundo cerrado sobre si mismo, donde la historia es repeticion, donde el destino esta prefijado y donde la maxima perfeccion consiste en la contemplacion. Y encontramos también el mundo moderno, en el que el sujeto pensante se Jevanta como criterio filtimo de verdad, el sujeto con poder como razon iiltima del derecho y el sujeto creyente como fnico dispensador de la salvacion eterna. Cuando yo (recordemos el valor del yo de los racionalistas desde Descartes) miro a los demas pueblos desde mi mundo, éstos me resultan barbaros, infieles 0 salvajes, carentes de sabidurfa y de derechos, a los cuales puedo someter a esclavitud, incorporar a mi mundo o aniquilar. Esta es la mentalidad moderna de la Conquista. Este mundo, como total: Este mundo totalizante vive cerrado sobre su propia mismidad. Dentro de él no hay cabida para Ja diversidad, para otros mundos. En él no existe verdadera novedad, sino repeticién de lo mismo. El cristianismo llega a | como una novedad —“Buena Nueva”—; pero pronto imil r “lo Mismo” y convertido en ideologia sustentadora del ‘‘orden s* llegar a formar parte integral del mundo europeo. Escaneago con LamnSc La alteridad es, por tanto, ruptura con la mismidad. Su existencia de “lo otro” (como diferente, opuesto o contrari mismo”. Supone aceptar que existen diversos mundos com sentido, que yo (mi pueblo, mi clase, mi partido, verdad absoluta ni la raiz del derecho. pone aceptar la io) frente a*4o 0 totalidades dé mi iglesia) no Poseo la Dado que la persona es algo singular, irrepetible, con vocacién propia y libertad, la opci6n por la vida de la persona (en abstracto) se traduce en la opeién por la vida de “el otro”, de cada hombre concreto distinto a mi, Es una opcién por la desintegracion de la totalidad totalizante y de la mismi- dad. Es una opcion por la comunicaci6n, por la accion, por la libertad, por el cambio, por la vocacion, por la apertura, que son todas dimensiones de la vida personal. Este es el primer significado de la alteridad como opcién, Es un significado universal, que se debe particularizar en cada situacion historica y geografica. 4.2.3 La alteridad como bisqueda de “lo otro” La alteridad significa también Para nosotros negacion de “lo mismo” como horizonte de Proyeccién. El hombre es un ser historico: vive en la historia y hace historia. Frente a la historia nosotros podemos tomar dos actitudes. Una consiste en dejarnos llevar por los acontecimientos, sin tomar Posicion, sin enfrentarnos, como quien se deja arrastrar por la corriente de un rio. En este caso somos objeto de la historia, porque es ella la que marca nuestro destino. La otra actitud consiste en enfrentarnos a la historia como algo que podemos transformar y orientar, es decir, consiste en imprimir sentido a los acontecimientos, en manejar las Posibilidades que hemos recibido del pasado para crear otras nuevas hacia el futuro. Con esta actitud nos convertimos en sujetos de la historia: somos nosotros quienes la orientamos. (posibilitacién) Podemos concebir la historia c Cerrado resulta cuando entendemos acontecimientos (concepcién ciclica); sucesiOn de acontecimientos diferente: lineal). Ahora bien, tanto en uno co! encerrados dentro de “lo mismo” omo un horizonte abierto o cerrado. la historia como mera repeticion de abierto, cuando la entendemos como s dirigidos hacia una meta (concepcion Mo en otro caso podemos mantenernos . En la concepcién ciclica esto es evidente, ya que en la repeticién no queda cabida para la novedad. La concepcién lineal también se cierra sobre lo mismo cuando el"horizonte de posibilida- des o la meta hacia la que se diri irige la historia son la simple proyeccion ampliada de las aspiraciones del pasado. 220 Escaneado con vamsé El pueblo latinoamericano, oimos deci propia historia. Antes de la Conquista earseiseeeeaat rica. Durante la Conquista y la Colonia fuer aac marearon sus posibilidades y su destino. Deg; permanecido sometido aa intereses de los p: nuevas potencias imperialistas. Sin entr; iscutis es cierto es que nuestra historia ha sido la ieee aE fe irmaciones, lo que desde el Descubrimiento hemos sido incorporados ah et rae bilidades del pueblo europeo. ;Seguira siendo éste nuestro destin aro ro? ,No tendremos otro horizonte que el marcado por las huellas: ae ie cia blos “‘desarrollados”. Todas las deficiencias que encontramos en pa sociedad (en la politica, la economia, la educacién, la religion, |. al, ‘ carecerah de auténtica solucién? : a a a sido Sujeto de su Conciencia histo. ‘On otros pueblos quienes le Pués de la Independencia ha aises industrializados y de las La alteridad como opeién significa decidirnos a buscar “lo otro”, lo nuevo, lo diferente; a imaginar nuevas posibilidades, nuevas alternativas, a romper el horizonte de lo ya experimentado; a destruir el habito de la repe- ticin. El hombre latinoamericano necesita tener esperanza. A pesar de su juventud como pueblo, con frecuencia se muestra cansado, desilusionado, resisnado. Existe en nosotros una tendencia a la sumisin y la resignacion, lamentable y légica secuela de la colonizacion. Hemos de luchar por superar estas actitudes. De lo contrario, nunca Ilegaremos a ser autores de nuestra propia historia o nos veremos abocados a soluciones desesperadas. A diferencia del animal, el hombre trasciende los determinismos del medio: es un animal de posibilidades. Optar por la vida en nuestro medio significa optar por la posibilidad de “lo otro”. Frente a nuestros problemas nos sentimos con frecuencia impotentes. Es necesario romper con nuestros complejos de impotencia y de inferioridad. Yo puedo cambiar mi situacion y trazarme un futuro diferente. Nosotros, los colombianos, los latinoamerica- nos podemos cambiar la situacién de nuestros pueblos y abrirles un nuevo horizonte de posibilidades, una nueva vida. 4.2.4 La alteridad como apertura a “el otro” (fraternizacion) e presenta historicamente como hace otra cosa que declarar rotas A primera vista puede resultar n el amor. Sin embargo, es Pet 221 Deciamos antes que el cristianismo st una novedad. Al proclamar la salvacién, no todas las ataduras que oprimen al hombre. curioso el énfasis que pone el cristianismo e ESCcaneadgo Con UdlNsci “el otro” de un horizonte indo abierto. Esta actitud arranca i mit alice en si alor en si mismo, para que se realice weal da desinteresada de la realizacion del porque me gusta, necesito o me ambio de duefio o totalidad jere decir sacar a 6gico. Salvar quiere fectamemente logic. Saver oe en un mu ee col de posibilidad cerrado ¥ ¢or pl conocimient« : ) eee” esto es el amor! Te bisayert mismo, Tgudo ia salvacion o6 interesoda, Porte otrttta dtil el otro, no hay salvacion sino cerrada. No nos referimos al amor i lebe entenderse como amor. n i Ja_alterided 2 fecto, cargado o no de erotismo. Nos referimos al : tiva metafisica: el amor como simpatia 0 como al amor como opcion trascendental, casi en una perspec de fraternidad. Parte de la conciencia de que entendido como generador ; : todos somos iguales por origen y hermanos por destino, de que tenemos ‘unos mismos derechos, una misma dignidad y una vocacion comtn por encima de las vocaciones particulares. Esta fraternizacion se traduce a nivel de pueblos isma dignidad, los mismos en universalismo: Todos los pueblos tienen la m n : la realizacion de la humanidad. derechos y una vocacién comin: Optar por la vida significa aceptar por principio que todos participamos en igual forma de la misma fuente del ser; que el ser de cada individuo humano se halla al mismo nivel, en cuanto ser, que el mio; que el ser de cada pueblo se halla al mismo nivel: de ser que el de mi pueblo. Significa también que yo opto por asegurar la vida de los demas, antes que por la propia, sabiendo que viviré en la medida en que logre impulsar Ja vida de todos. El amor no es respeto. El respeto forma parte del amor; por él se empieza a amar. Pero el amor va mis lejos, se inmiscuye en la vida del otro poniéndose a su disposi- cion. En esto consiste la alteridad como fraternizaci6n particular y universal. 4.2.5 La alteridad como conciencia de “nuestro-ser otro” (identificacion) _ La identidad de un pueblo, como la de una persona, esta intimamente vinculada a su pasado. Las experiencias del pasado confieren a un pueblo determinada forma de ser que permite identificarlo. Ahora bien, esta identifi- cacién puede ser exterior y superficial o interior y profunda. En el primer caso nos depara el medio para distinguir a un pueblo de otro: nombre, ubiea- cion, raza, etc. En el segundo, nos ofrece el ser mismo de dicho bl conciencia de ser tal pueblo con una personalidad definida. ae Latinoamérica posee una i i bre. Se € una identidad e ii mbre. lati ¥ ae A xpresada en su mismo no: : noamericano significa pertenecer a alguna de las naciones del eontinente 222 Escaneado con CamSc: americano al sur de los Estados Unidos. Esto stpone un} A una situacion social, etc. Ahora bien, cual es nuestra fe nies conciencial? Si anilizamos el pasado, encontramos que meted Protunda, «| noamericanos es un ‘“ser-dependiente”, un “ser-enrelnenn ser como lati. dice relacion al descubrimiento europeo, la cultura es aie ra - El nombre Europa, los caracteres étnicos tienen buena parte europes, Byelongacion de pueblo no es identificable sin relacién a Europa. a El ser de nuestro una tradicion, nt También a este nivel de la identidad A nos movemos dentro del ambito de “lo eae eae nuestro ser—- neocolonial nos han habituado a ser prolongacién de “lo mismo” colonial y lidad ni ‘personalidad propia. No existen verdaderas diferenciag Sin origina- distinciones accidentales. Nuestro ideal de hombre es el europeo’s el'n es mericano —que no es sino. el-mismo europeo trasplantado—, Todo aoe deseo de ser consiste en ser-como el europeo: hablar como él, vestir como él pensar como él y divertirnos como él. > a“ Hemos de.tomar conciencia de nuestro propio ser; hemos de definir nuestra identidad. Tenemos que luchar por ser auténticos. La opcion por la alteridad es una opcion por nuestra propia alteridad, o dicho de otro modo, por la alteridad de nuestro propio ser frente al de los pueblos que nos han dominado por siglos. Para ello hay que comenzar por tener fe en nosotros mismos. Nosotros no sentimos aprecio por nuestro ser latinoamericano. Nos sentimos acomplejados frente a los europeos, los-norteamericanos 0 los japo- neses. Por qué? Por falta de aprecio por nuestros valores y tradiciones; por falta de fe en lo que podemos ser; por falta de confianza en nuestras capaci- dades y nuestros logros. Somos otros que los europeos. No tenemos por qué vivir imitando. La autenticidad es un valor fundamental de la persona. Quien no vive con auten- ticidad su propia vida, no tiene conciencia del valor de la persona humana. Optar por la vida como alteridad consiste primeramente en optar por la “alteridad del propio ser personal. Y esa opcién se manifiesta en el sentido de la dignidad, en el orgullo personal y la confianza en si mismo. A nivel de pue- blo esto equivale a opcidn por el ser auténtico, singular, diferente, del propio pueblo. 223 ESCaneadgo Con UdlNsci Exponga en el siguiente cuadro los distintos significados de la alteridad. ( Y Como ruptura con la mismidad Como biisqueda de “lo otro” 7 (posibilitacién) Como apertura a “elotro” (fraternizacién) 4+ \ Como conciencia de “nuestro-ser-otro” (identificacion) L \ Escaneado con CamSc:

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