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LA NANA DEL TIEMPO Escaneado con CamScanner Herbert ollie escribié una redaccion cuando tenia nueve anos. La maestra les mando que escribicran todo lo que se les ocurriese acerca de lo que habia sido su vida hasta aquel instante. Era el primer dia de clase y, aseguré, ese texto le serviria para rlos mejor. Lo que comenzo como un sencillo trabajo de colegio, acabé por convertirse en la obsesion de toda una vida. ‘Tal vez nada de aquello hubiese pasado si el entonces pequefio Herbert hubiese entregado su escrito a tiempo, eliminando asi la necesidad de terminarlo en casa. Pero, claro, la maestra no habia pedido un resumen, asi que se vio obligado -por un precoz caracter perfeccionista- a describir con todo lujo de detalles los pequefios momentos que le habian llevado, casi literalmente, hasta aquella majfiana; como aquella vez que se perdié en una fiesta de disfraces y acabé cogido de la mano de un monstruo al que creyé su padre; el mismo que, precisamente, también tuvo mucho que ver con su obsesion. Porque si Herbert no le hubiese escu- chado hablar durante la cena de los grandes vinos y de cémo estos mejoraban con los afios, tal vez no hubiese ideado su plan para hacerse un hueco en la historia. Pues aquel nifio poseia un precoz caracter perfeccionista, si, pero también un mas que desarrollado egocentrismo, motivado en parte por el nacimiento de un hermano menor con el que rivalizaba por el amor de sus padres. Su idea era muy facil en apariencia. Se basaba, al menos, en una premisa francamente sencilla: si los vinos mejoraban a cada ano transcurrido, ¢por 115) Escaneado con CamScanner hacerlo tambien los escritos? yy r uno, le habia puesto punty s minutos, los necesarigg ar desde su cuarto y acaba; rabajo sobre su vida hasta de ese mismo trabajo, tarea que ahora se le antojaba incomP fete ape neaetla iento sobre los vinos rematar con aquel pensar oi dictab: vel tiempo. Se le ocurrid que la logica aba que escribir sobre su vida debia carecer entonces de final, que no era justo traicionar la historia de] mismisimo Herbert Follie faltando a la verdad de los hechos, aunque esos mismos hechos se hubiesen convertido en literatura al pasarlos al papel. Aun lo ignoraba debido a su escasa expe- riencia, pero ya intuia que la realidad podia permitirse el lujo de ser inverosimil, mientras que, para la ficcién, serlo resultaba intolerable. Aunque atemorizado por una posible repri- menda de su maestra, Herbert decidié tomar la medida que creyo mas salomonica con respecto a su trabajo: lo dejaria en casa. La historia de su vida se merecia crecer y, en definitiva, seguir viviendo. Y mejorar. Como los buenos vinos. __ Enalgtin momento, especialmente en las prime- Tas semanas, al volver de clase, pens6 en coger un boligrafo y continuar su vida tras ese ultimo punto antes de la sopa, sabedor de que muchos mas momentos destacados le habian sucedido, pero. enseguida, una incipiente terquedad aan venideros le Provocaria al; fecal amorosa, se lo imnj ‘guna que otra ruptura a, se lo impidio. Contar su dia a di: i convertido su redaccién en u diari a dia hubiese aspiraba era algo mucho ana n diario y a lo que él mando la analogia, de mas trascendente. Reto- : que servia conformarse con un vino de ar mesa si i élite? Podia con i . 'U texto, pues, debia eee un vino de ir. qué no habrian de acababa de termina final hacia escasos tnicamente para baj con la sopa. Era un ti emprender la escritura Escaneado con CamScanner Asi, pOCO @ POCO, su relacién con se fue transformando o algo mucho e lo que en principio hubiese podido imac; J Se ese dado cuenta, Herbert Pollie ee ty Sin enamorado: lo habia hecho de aquello que abia llegar ser. Y, como todo primer amor, era pean ciente, loco, incomprendido, obsesivo y basado ons en una idea que en una realidad. Estaba leno ‘de certezas sobre cada una de sus dudas, Amaba ee darse un sentido y se apasionaba por mantenerio, sSegun iban pasando los dias, las semanas y los meses, con ese extrafio y pausado ritmo eterno que tiene el tiempo cuando somos pequerios, Herbert se sentia mas y mas atraido por esos folios mal- trechos que habia guardado sobre su mesa de estudio. Pero no fue hasta un tiempo después cuando por fin cayo en algo a priori imposible: el monton de hojas habia crecido. Ocurrio asi, casi sin darse cuenta. Igual que cuando miramos el minutero de un reloj y no percibimos su movimiento. Asi, un dia, Herbert Follie supo que su redaccion habia aumentado de tamafio. Le pregunté a su madre y a su padre, amenazé asu hermano y después le preguntsé también, pero todos juraron no haberla tocado. Escondida en una pequefia carpeta de carton desde el dia en que creyé haberla concluido, la redaccién habia estado sobre la mesa, a la vista de todo el mundo, pero sin que nadie hubiese reparado en ella. Su plan para hacer de ese escrito uno de los mejores textos de la literatura universal podria haber empezado a hacerse realidad. De acuerdo que cantidad no es equiparable a calidad, pero eso era algo que Herbert atin no sabia, por lo que en su cabeza sélo se repetia una idea: «mi texto es ahora mejor». {Y ni siquiera habian pasado tres meses! ¢Quién sabe lo aquel escrito mas complejo (7 Escaneado con CamScanner ue podria Hegar @ ser cuando pasase e} tiemp, que adecuado? —— a. Aunque se vio tentado de ver Con qué nueyg,. ‘ se habria enriquecido , episodios de su vida se 1 . co sy eee Herbert hizo acopio de fuerza, cogié coy historia, Her! la escondié en un cajén cuidado la carpeta Y hi i , irandola de soslayo. Ahi estaria ma, s miré ; apenas mirane de limpiezas y hermanos, no |¢ segura. Protegida de F ia crecer libremente, como |p daria la luz y podria : i lanta de plastico. En la oscuridad, e| a eels vida de Herbert Follie iria tomando ee s y llenandose de infinitug cuerpo, ganando sabores y iti : de aromas. Se iria haciendo, en definitiva, mejor. Asi, con la celeridad que toman los dias cuando los recordamos desde la distancia, fue pasando e] tiempo, haciendo fragiles los anos y transfor- mandolos en manchas borrosas. Herbert acabo el colegio y paso al instituto. Aprendié a enamorarse de alguien que no fuese él mismo y le rompieron el corazon en varias ocasiones, algo que aprendié a hacerle a los demas sin demasiada dificultad. Fue creciendo poco a poco hasta acabar sus estudios universitarios con honores. El mismo dia de su raduacion, su novia —-que mas tarde se convertiria 8 . i. en su primera mujer- le acompaniaria a una fiesta para celebrarlo. Antes de eso, Herbert quiso pasar por la casa de sus padres, en la que seguia viviendo aunque ya no la considerase suya, para enfrentarse, por primera vez en afios, a aquella redaccién sobre la cual habia aprendido a no pensar a diario, Cuando fue i A fe palantees He me el cajén donde la hubo de varios tirones a Parecia atorado. Después a! Nn consiguié abrirlo. Lo que habi i me ee el cajén eran cientos y cientos de — nal ‘otegidos por una carpetilla de cartén a abasto para cubrirlos a todos. U8} Escaneado con CamScanner Con veintitres afios recién cumplidos emocionado Herbert Follie entendio en ese i hos que aquellos papeles comprendian mas fs jpstante de su vida. Estuvo tentado de nuevo a ‘ier ited oler su aroma, paladear su cuerpo y saborear historia, pero el egocéntrico nifio que una aerts se lo impidié. Espera. Todavia puede ser mej ie asi lo hizo. ejor. Y Después de aquel instante, la redaccion que escribio siendo apenas un crio volvié a ocupar gran parte de sus pensamientos. Lo primero que hizo fue depositarla en la caja fuerte de un banco; necesitaba que estuviese segura y protegida, cerciorandose también de que en la caja tuviese el suficiente espacio como para crecer seguin sus necesidades. Después, decidié el momento mas propicio de su futuro para poner un punto final real a su trabajo y gozar entonces de su mas que probable éxito. Eso fue lo mas dificil, pues no debia ser una fecha muy lejana en el tiempo, para poder disfrutar de la fama todavia con salud, pero tampoco muy cercana, para que su texto pudiese seguir creciendo y ganando interés. Al final, tras varios meses de indecision, Herbert fijo el momento exacto en el que ocurriria todo: su cincuenta cumpleafos, cuarenta y un anos después de escribir la redaccién sobre su vida; tiempo suficiente como para haber vivido una. Aun asi, Herbert, transformado poco @ poco en el sefior Follie, no dejé vnicamente en manos del calendario la calidad de su futuro éxito. Su trabajo versaba sobre su vida, asi que SU obligacion, sé dijo, era tener una memorable. Se esforz6 tanto por tener cosas que recordar, que 4 duras penas se esforzo en intentar que Je recordasen. su primera mujer le abandono cuando su hijo tenia tres anos, empujada por la paraddjica necesidad de que el list Escaneado con CamScanner ¢ memoria alguna de su Padre ausente. Volvid a casarse antes de cumplir jp. cuarenta, atraido por la necesidad de no e8tar soi, en el que seria su futuro momento de gloria, Pues necesitaba sentir la admiracion directa de alguien, cercano. Necesitaba ver en los ojos de alguien que le quisiese la sorpresa por haberle creido mediocre y haber resultado brillante. Y después, tal vez, hacerle entender que necesitaba ser libre, que la historia dictaba que las ataduras entorpecian a los genios como él. «Pero, gcuand| obra?», le dirian. Y entonces, callaria y se limitaria a con soberbia sonrisa. Seria un m pequeno no guardas' o tuviste tiempo de escribir tu el senior Herbert Follie testar con una vaga y omento hermoso. Cuando por fin llegé la hora de enfrentarse a su futuro o tal vez a su pasado, Herbert lo habia planificado todo hasta el mas minimo detalle. Habia pedido el dia libre en el trabajo. Se desperté temprano, levantandose sin hacer tuido y apagando el movil. Saliendo de la casa casi a oscuras, antes del alba. No queria que nadie se le cruzase para felicitarle por su cincuenta cum- pleafios. Llevaba tanto esperando aquel momento, que necesitaba vivirlo solo. Ningtin otro regalo debia empaiar el auténtico: su libro. Por fin. Cuando lIlegé al banco, lo recibieron con normalidad. Habia solicitado que le dejasen solo en la caja fuerte una vez hubiesen abierto el depar- tamento que tantisimos afos atras habia adquirido por un infame alquiler. En el banco accedieron, concediéndole un trato prioritario que parecia adelantar las formas de las que haria gala una veZ dejarle 7 eae Al cerrar la puerta detras de él y eeaaie pletamente solo, a Herbert Follie se le respiracion. foo Escaneado con CamScanner podia polar su pulso rado, su corazén jendo por debajo de la camisa, un extrafio guco que le recorria ambas piernas. Y cos to 8000. Su trabajo. Su obra. El gran texto gu vida que maravillaria al mundo entero. ba casi tres veces mas de lo que recor- » ya no estaba enfundada en aquella rion de antano, esta seguia alli, a ynod0 de cubierta, evitando que alguien pudiese Jeer 1a primeras lineas. La aparto sin reprimir la excitacion y agarro los primeros parrafos entre sus dedos. Se los acercé a los ojos todo lo que el temblor le permitio y comenzo a leer. jal yobte occupa aba y, unde qarpetilla de Habia pasado algo mas de una hora cuando uno de los, trabajadores del banco se acercé a la caja fuerte y encontro a Herbert Follie en el suelo, rigido y con jos punos cerrados. El forense dictaminé que habia muerto aproximadamente una hora antes de ser descubierto su cadaver. ¢La causa? Un paro cardiaco. No tenia antecedentes familiares de ese tipo de dolencia, asi que lo calificaron como un caso aislado. No mas que un infortunio. Ante la posibilidad de que el ataque se hubiese debido a un fuerte estrés 0 a un aumento repentino de tensi6n, los peritos investigaron acerca del contenido de la caja de seguridad del senor Follie, pero cual fue su sorpresa al ver que esta no guardaba nada, salvo si acaso un pequeno papel manuscrito que encon- traron junto al cadaver, un pequeno papel que parecia ser la redaccién de un nifio, que le contaba a su profesora las cosas mas importantes que le habian ocurrido en su vida. Una pequenia redaccion sin importancia que por fin podia ser leida por primera vez, después de mas de cuarenta afios desde que fue escrita. Escaneado con CamScanner LA NANA DEL CEMENTERIO Escaneado con CamScanner Habian pasado casi Héctor enterré su ulti cuatro afios desd ima carta de ¢ due de aquella casa en ruinas, utili amor en el jardin mienta su propio despecho cae como herra- mano de su nueva pareja, fue —— regreso, de si aquel rosal habia estado siem, a cea —Mira. Las flores. Parecen tener al; . . Ella arrancé B ee ; nc 6 una, asegurandose de que nadi viera, y abrio los pétalos hasta extenderl on una sabana, como si la misma ea ae dispusiese a recitar un poema. avera se ~Abi geenalo, con la flor abierta en forma de agujero-. cEntiendes algo? Héctor se sintié abrumado. En aquellos caracte- res imprecisos reconocié su letra, pero no pudo com- prender nada salvo palabras sueltas, sin sentido. Como si hubiese perdido el olfato de repente y el lenguaje de las flores se le resolviese incierto. _No entiendo nada -alcanz6 a decir, sin haber comprendido realmente la pregunta. —Deben de ser manchas. Pero... -barboto ella para si-. Qué flor tan rara. Inmerso en una honda melancolia, Héctor profirié un ganido de desgana, lanz6 la flor al suelo y amago CO: _ Volvio a sentirse tan pequeno como ompieron el corazon, pero ni siquiera desde el odio pudo entender lo que una vez hubo escrito. Como si hubiese perdido el olfato de repente Y el lenguaje incierto no fuese tinicamente el de Jas flores. A anica certeza que en © Al final, fue es: ater i6 as que un florecié: cada relacion mas q cementerio de palabras: Escaneado con CamScanner LA NANA CIEGA Escaneado con CamScanner ~ «Los primeros meses si les habian dicho todos aie son duros». Eso Todos los padres que ta que conocian. recetas de cocina, cubiertos por Sega babiehd que parecian obligados a nee anes les hubiese preguntado antes. Tr oa No es que no agradeciesen aquella implicacion altruista en la educacién de su primogénita, si embargo, si algo habian tenido siempre cae : sage aca a acribillarles con de sus errores. No queen ee ceed ces r los primeros anos eee ee eee is : , o ya la inercia les | descubriese en su nueva condicién, sino que ' preferian equivocarse y resolverse con libertad desde el principio. Fue dificil echar a los abuelos de la habitacion del hospital cuando llegé la noche. Fue dificil depender lo minimo de la matrona para que la niha agarrase el pecho. Fue dificil conseguir que dejara de llorar y que volviese al suefo del que habia nacido. No pretendian resultar ingratos, sin embargo estaban convencidos de que esa expe- riencia seria mucho mas plena y enriquecedora si la vivian con miedo, pero sin miedo a equivocarse. Seria el unico modo que tendrian para aprender a hacerlo bien. Una vez en casa, adjudicaron un orden de visitas para que la madre y la hija pudiesen descansar. Nadie debia aparecer sin previo aviso- Entendian que todos Jo hacian con buena intencién, pero también tenian que entenderles a ellos. (1 Escaneado con CamScanner meses siempre son dun, S$ consejos Parecian 4 Sin] go muy sencillo: también eran ha Abe, lo unico para lo que realmente no h, 85, io preparados. No asi. Claro, habj : bay an fa aa ado con ese momento un mill6n de veces, 4.0" imaginado los vuelcos en su vida. Habian supe el cambio de prioridades y el cambio de significa” para palabras tan manidas como «amon, Co incluso asi, no habian estado preparados Par; Hubiesen podido pensar que toda la Palabrer; del resto de padres no habia sido otra cosa ace una cortina de humo para que la sorpresq 7 cogiese de lleno, motivada tal vez por sy ine. fabilidad. Porque ese momento, aunque luego ¢ futuro y la vida lo estropeasen, era absolutamente puro. Y hablar de él podia cambiarlo. Era légico que nadie se atreviese a hacerlo. A pesar de todo, los primeros meses no fueron tan duros. Estaban los tres, disfrutando de poder estar juntos y temiendo, como s6lo se teme a las certezas, la vuelta al trabajo. Les partia el alma pensar que pudiesen estar lejos, sin poder ayudarse ni poder disfrutar de su hija como una familia. Luego, cuando se reencontraban en casa, estaban cansados, enfadados por unas obli- gaciones que les separaban y que les iban poco a poco agriando el caracter. Tener que trabajar un minimo de ocho horas con la cabeza en otro sitio para después regresar con un pie en el disgusto y otro en el olvido del mismo. Y entonces pagarlo entre si y discutir por pretender no hacerlo. Los siguientes meses, esos si fueron duros. ¢Seria porque el tiempo se relativizaba? gAcaso todos los padres les habian hablado de ese momento en concreto y no del previo? Tal vez habia sido eso: un simple consejo desubicado. Pero, & es, Escaneado con CamScanner Y entonces ina c Se GaaGELAI comenzé a Horan, D8 dos para inte Probaban todos los trucos aoe hntentar calmaria habian funcionado, Beol ae aquel instante llorar por puro cansancio, el penal Solo dejaba de minando a sus padres, yer mismo que habia ido ; Al cabo de varias semanas, despué visitas desesperadas al pediat » lespués de varias pacto de independencia con y de traicionar su llamada a los abuelos, la nina p eune que otra lanto con la misma facilidad y ¢ rompiendo en sentido. En un acto de pura ie “l mismo sine padre compro una caja de ee ae a letania de las notas podria Seal acre embargo, cuando fue a girar la imanivel eee ae tintineo, el sonido se apagé fein al cilindro siguiéd dando vuel ianine : galié ninguna vibracién. Ee aes aaiesct detuvo su llanto por unos segundos y queds abstraida en la mecanica de su padre, cuya mimica acabé por resolverse en un acto de enojo ante el posible timo. Solo la apreciacién de la madre detendria su estallido al apuntar el triunfo: su hija habia conseguido conciliar el silencio. «Esta roto». «Roto o no, ha funcionado. Ha dejado de lorar». Y no solo eso. La nifia, su hija, estaba sonriendo. brid la boca con fuerza, como si pudiese comerse @ pocados el aire que Ja rodeaba, y luego, relamida de su manjar imposible, sonrio otra vez. Aquella noche fue buena, pero también cargada de una extraha tension. Como si todo pudiese romperse de nuevo en cualquier momento. Sin embargo, la nifia no volvié a Ilorar. ' Al dia siguiente, 2 Ja salida del trabajo, el padre fue a cambiar la cajita de musica. Le comento al juntos comprobaron con tendero el problema ¥ wail Escaneado con CamScanner efecto, el instrumenty hab 0 a el ilidad como, incre nat. esmonto alli mismo 0, ; endiente !@ o relojeros COmO si supig,® un antigui aba la carne igual que 7 , musica trate 108 tornillos de sulecién 2] tiempo? Q ara, inmediatamente, saca, 6 los tapones Pi eine. Todo parecia Stay revisar © do la volvid a montar Via «6 gin emitir el mas leve ee ue rendido ante |, s inte bia la caja Por otra, algo i frecio 5 és de probar] oe scent, pero onan “diffcultad 7 que ¢l P o. La ae ae respecto a SU tempo aentpeconocibles notas de un 7 fueron poco a poco engarzan- necturnd de atid de la tienda. Convencido de] ed cntre vovis ala casa tras despedirse incipio, algo " principio, @ original, pero la cambio, el damente. 7 a cuanto entré por la puerta, la melodia de la cajita, que todavia tenia metida en la cabeza como un éxito incansable del verano, se desvanecié en una tensa tranquilidad. Llegaba tarde. Se habia desviado lo suficiente de su camino a casa como para saltarse la hora del baiio, algo que la madre le hizo saber con una rapida mirada de reprobacion, La nifta estaba dormida en Su cuna, protegida al amparo de un suefo que se interrumpi6é €n cuanto Sus padres comenzaron a discutir, La tensién de esos prii f Primeros meses qi fin habia estallado, ai Aunque hicieron Jo pos; i Posible por no } bee i 6 0 leva eee nifia acabé Por despertarse : et la anterigg 1 Patecia haber desdefado Jat ¢ lor. Esa fue la excusa Perfecta para 4 noche que sus ficiles por Escaneado con CamScanner 4 Teproches: vlan estropeado, ‘ intentando e, madre persevero en 8u reprimenda, Le bast6 una mirada. se Bikes que de repente llega en uns areja, sin saber muy bien por qué, cargada a gesconsuclo y decepcién, que Jo inunda todo como una tormenta de verano, Cuando nadi staba preparado. Porque nunca nadie esta preparado para eso. A posteriori siempre se pueden yer los pequefios momentos en los que empez6 el cambio, pero el cambio real... ese siempre llega como un golpe. Y qué mayor golpe que el odio. Como si hubiese recibido otra clase de purie- tazo, el padre se dio cuenta de que todavia tenia en su mano la cajita de musica, asi que se acercé a su hija y se dispuso a hacer girar la manivela, EI llanto entonces se detuvo, no asi la musica, que no lleg6 a iniciarse. También pararon los reproches, convertidos ahora en sorpresa. Su hija abria la boca como lo haria un cocodrilo amaestrado y la cerraba de golpe como uno salvaje. Parecia sumirse en un bostezo infinito hasta que por fin lo convertia en una sonrisa, saciada, con los ojos llenos de luz. Esta vez el padre sdlo pudo centrarse en el asombro. La caja habia funcionado en la tienda, pero en la casa simplemente habia sido una cosa rota mas. Dejo el instrumento sobre la comoda e intenté coger a su hija en brazos, pero la madre se lo impidié con la excusa de tumbarla en la cuna. La nifia acabaria durmiéndose enseguida ante la atenta mirada de sus padres, que la observaban con el recelo propio de los que anoran algo que nunca llegé a pasar. Su vida debia haber sido aan n 7 abis i ado algo perfecto y lo habiar habian con Ja nifia en brazo: jres pudiesen reafirmar pug | 4 | almarla, \a 331 Escaneado con CamScanner radres pudiesen reatirmar sus repri tocado algo perfecto y lo habian a ‘oches: habian Con la nina en brazos, intentands etn madre persevero en su reprimenda ae la mirada, Esa mirada que de repente pile ee pareja, sin saber muy bien por qué lega en una desconsuelo y decepcién, que lo inund cargada de una tormenta de verano. Cuando ae como preparado. Porque nunca nadie eal 7 estaba para eso. A posteriori siempre se eee pequefos momentos en los que empezé el an . pero el cambio real... ese siempre llega como i, golpe. Y qué mayor golpe que el odio. a Como si hubiese recibido otra clase de puiie- tazo, el padre se dio cuenta de que todavia tenia en su mano la cajita de musica, asi que se acercé a su hija y se dispuso a hacer girar la manivela. El llanto entonces se detuvo, no asi la musica, que no lleg a iniciarse. También pararon los reproches, convertidos ahora en sorpresa. Su hija abria la boca como lo haria un cocodrilo amaestrado y la cerraba de golpe como uno salvaje. Parecia sumirse en un bostezo infinito hasta que por fin lo convertia en una sonrisa, saciada, con los ojos lenos de luz. Esta vez el padre solo pudo centrarse en el asombro. La caja habia funcionado en la tienda, pero en la casa simplemente habia sido una cosa rota mas. Dejé el instrumento sobr coger a su hija en brazos, impidié con la excusa de tumbarla en la cuna. La nifia acabaria durmiéndose enseguida ante la atenta mirada de sus padres, que la observaban los que anoran algo que con el recelo propio de 0 1 nunca llegé a pasar. Su vida debia haber sido e la comoda e intento pero la madre se lo Escaneado con CamScanner No era asi como la habian Platiticay, ; como la habian imaginado. ¢Podia al nal cl | era asi | haber traido algo perfecto al mung, i " sarles ae por salvarlo iban a acabar con el cami de. nandose? diferente No ses siempre son duros,, A ; sin darse cuenta, habian empezado a repet, fs casi sin todos aquellos padres que les habigg letania . en los meses previos al alumbramien,,, aconsejado uella sentencia no era otra cosa qu, Repetirse aq} claro de rendicion. Si a todos Ie. un ae nces podia pasarles también a ellos, ay es pobre, pero era un consuelo, afin Seno Y cargaba una promesa implicita: la de a caducidad. Si eran los primeros a los malos, entonces su situacion se veria obligada a «Los primeros me mejorar. Pero no lo hizo. . Las discusiones se hicieron mas frecuentes. Se dormian y se levantaban ya enfadados. Llegaron al punto en el que casi no se dirigian la palabra por miedo a enredarse en un vocabulario prohibido. La casa se llenéd de monosilabos, silencios y un estante repleto de cajitas de musica. Igual que habian hecho acopio de las averias de su relacion, también lo hicieron de las averias de los instrumentos. Ninguno de ellos habia funcionado dentro de la casa, salvo para calmar a la nifa. Ojala hubiesen tenido el mismo efecto en su matrimonio, Cuando su hija cumplié tres anos, ye ee habia hecho insostenible. La abian convertido en un simbolo ae Perfecto vidas: rotas y en silencio, Y es que el sas la situaci6n silencio era ii Escaneado con CamScanner también uno de los problemas con los que vivian: en todos esos meses, la nifia no habia Pronunciado una sola palabra. Habian pasado por Pediatras, psicdlogos y consejos de expertos varios {amigos y familiares) y el diagnéstico habia sido unanime: «a la nifia no le pasa nada. Cuando quiera hablar, hablara». Sin embargo, la preocupacién de los padres no habia menguado. Si resultaba que su hija también estaba rota, nada de todo aquel dolor habria merecido la pena. «Los primeros meses siempre son duros», Y entonces, en la fiesta de cumpleafios, algo acabé de romperse del todo. Ocurrié cuando ya todos los invitados se habian ido. Todos los invitados con opiniones y consejos sobre crianza, con verdades absolutas. Y toda esa tensién simplemente no aguanté mas. Los gritos comenzaron en el salon, mientras recogian. Una cara larga. Una contestacién ino- portuna. Y una huida al dormitorio con la que tendria que haber terminado todo. Pero esta vez no fue asi. Y la pelea continuo en la habitacion. Sin importar que la nifia llevase un tiempo dormida. Sin importar los vecinos. Sin importar todo el tiempo que se habian callado para no hacerse dao, para mantener la ilusién a flote. Sin importar que desde ese punto no habria vuelta atras. Seguian gritandose cuando su hija abrio la puerta del dormitorio. Tardarian un tiempo en darse cuenta siquiera de que estaba alli. Cuando lo hicieron, todas las palabras se les cayeron al suelo. Hubiesen quedado en silencio, si no hubiese sido por el llanto del padre. Su hija fue entonces junto a él y le dio la mano, como si le consolara. Agarré también la mano de su madre y los hizo descender i351 Escaneado con CamScanner yra, Les miré con cierto carae sta su alt s papeles. a tor, invirtiendo los PAP Hn oe quisid in ce momento cuando, si alguien nye € ee te ana manivela invisible en su costado, abris girase ter in. Ja boca. Y hablo. aiiana siguiente, los padres se despe;. su cama, abrazados. No recordaban cém taron aa ado alli, Pero se encontraban bien, Lone oe felices. Se sentian en paz. Y no leg entender por qué. a caren su abrazo estaba su hija, todavia dormida. Se echaron a Morar con calma y sintieron las mejillas ardiendo, como si limpiasen una herida de veneno. Y supieron que los primeros meses habian sido duros, si, pero que se querian y que podian soportar todos los males imaginables con tal de estar juntos. Se levantaron con cuidado de no despertar a la nila. Se abrazaron, se besaron y recuperaron el tiempo perdido en tan sdlo un segundo. Habian vuelto a casa. Al salir al pasillo, listo para preparar un café, el padre tropezé con algo. Miré hacia el suelo y encontro una hilera de cajas de musica, todas puestas en fila como en una extrana procesion. Se agacho para examinar la primera de ellas y, sin saber Por qué, gird la manivela. En contra de lo ines ee Bee habia dictado durante dens cae Que . ee el Pasillo se llené misterio y la melateole Teds ae ee zaron a cantar al unisono ii - aay come Al oirlo, la madre también oe €n salié al pasillo, urgi i rgida por la “i Cruzaron miradas, bu Escaneado con CamScanner Alam extranal y ando comprensi6n, sabiendo que lo recordaban, a Jo entendian aunque no tuviese sentido. Que aquello que escuchaban era lo que les habia ylevado al sueno la noche anterior, lo que habia galido de la boca de su pequeiia, con lo que habia alimentado todos sus silencios durante su corta vidi quelle mafiana, reproducida por decenas de cajas de musica, los padres volvieron a escuchar Jas primeras palabras de su hija, que habia esperado hasta el momento mas oportuno para empezar a hablar. Escaneado con CamScanner LA NANA DEL RUIDO Escaneado con CamScanner y ' Para Antonio La vieja tienda del senor Fenn, también conocida como la vieja tienda de musica, llevaba abandonada casi seis meses cuando la tembl6. El viejo Harold, musico, critico y hombre frustrado, habia huido del pueblo, acuciado por las deudas. Sin decirselo a nadie, en mitad de la noche, Harold emprendié la huida en un autobis hacia otro estado y, quizas, otro destino, cui- dandose con antelacion de que nadie pudiera reconocerle. Desaparecer sin su coche y sin sus cosas pretendia cubrir de misterio su marcha, dando tiempo a los vecinos para que hiciesen crecer la leyenda del hombre mas infravalorado del sur de California; algo que, por supuesto, nunca llegé a ocurrir. Si sus acreedores desconocian su huida, pensaba, la tienda todavia podria vivir un poco mas y, con suerte, podria convertirse en un lugar de iniciacion para adolescentes miedosos y, por qué no, para futuros teyes del rock. gAcaso no les daria una impronta magica a todos esos sofiadores el haber empezado en la musica con un instru- mento robado en una tienda fantasma? Si Harold Fenn no habia sido capaz de mantener vivo su Sueno, esperaba, al menos, que su suefio sirviese para alimentar los de los demas. tierra (an Escaneado con CamScanner de eso pasé, nada : H ‘ eee ue le vio nacer y e] Aro el P ly é . Bue nabia nacido de él. La vieja tien on die la echo abandon? © cerrada, pero nadie % 6 en fay ore recordaba que siguiese abierta nadi tiva, habia desaparecig, en defini 1 ? de coger es€ autobus. Si a senor Fen mucho ante! i ontinud con su cay. an oy 1a vida © inud | catty Paso el tiemp' ndencia. La vieja tienda Seguia do en la calle Haddington como lo haria i ee un arbol. Fue entonces cuando el cielo se ‘0 oe ari de bandadas de pajaros, como nubes negra a moviesen @ toda velocidad. La calle se vistig on wr fogonaz0 de luz azul que duré tan sdlo unos ee des y, poco & poco, las alarmas de los coches Se eaion a sonar. El cristal del escaparate de la tienda tembld, aguantando un golpe invisible que se extendid languidamente por las aceras. Los us casas y negocios al grito de vecinos salieron de s as: la obviedad que estaban viviendo y, una vez alli, todo dejé de ser previsible. . Sin un momento para la afinacion, fueron las percusiones las primeras que marcaron el ritmo. Después se sumaron los metales y, por ultimo, los instrumentos de cuerda: desde guitarras a violas, desde contrabajos a mandolinas. Al compas del temblor, la vieja tienda de musica parecia entonar un leve aullido por encima del mundo. Todos los que habian huido hacia la calle se convirtieron de pronto en curiosos, mas empena- = en buscar una explicacién légica al milagro a tenian enfrente que en resguardarse del 'sastre. eee ee 0 y, a medida que se sacudi@ Escaneado con CamScanner mas, mas chocaban Y caian lo interior, Produciendo aque! de un caos democ: 8 instrumentos de su lo | sonido inimaginable Niticamente ordenado, : Debia de ser una casualidad que fuese armonia a, que ene cuatro, que durage aquella musica jase en un cuatro por \ mas de un 5 bgundo, que se escuchase por encima de todo, Pero la tierra seguia temblando y la cancion seguia sonando. Y el pueblo, que hasta entonces no habia recordado Siquiera la existencia de una tienda de musica entre sus calles, se mantuvo de pie, en el silencio mas absoluto, escuchando aquella misteriosa canci6n, Algunos echaron a llorar, sin aspavientos, casi sin darse cuenta; otros sonrieron; los menos se quedaron dormidos. Desconocidos se abrazaron con firmeza, como padres e hijos, en un vinculo tan fuerte como un secreto. Unos pocos comen- zaron a bailar. Y todos escucharon. Una de las farolas de la calle se despegé del suelo y cayé a escasos metros de la multitud, sin embargo nadie parecié darse cuenta. La musica seguia sonando. El! suelo temblé por ultima vez, con fuerza, desdenado, y la tienda se agrieté como el dibujo de una tela de arama. Esta vez el ruido del mundo consiguié acallar la cancién durante un breve Jamento, como si los musicos se hubiesen detenido para pasar la pagina de sus partituras. Fue entonces cuando el tejado se abrié y silencio por completo la orquesta. La vieja tienda del sefior Fenn, también conocida como la vieja tienda de musica, llevaba abandonada casi seis meses cuando la tierra tembl6 y se produjo el milagro. Al menos asi lo llamaron aquellos que pudieron oirlo. la Escaneado con CamScanner medios locales y Nacionales lugar de los hechos para Investig fen 1 los CUANtIOSO8 dajg, i vbar No import 7 ‘ la zona ni los catorce heridos que 0; lo tinico importante erg ¢ Distintos trasladaron Jo ocurrido. materiales de habia dejado el st anne na después n° quedaba nadie alli, a macicos catalogaron el ie como ung alucinacion colectiva- Algun que otro Programa dedicado a lo paranormal eee eared . fenomeno, pere para entonces ub : Ss ra Comp. cado encontrar @ alguien dispues' a i ba Con una explicacion oficial tan contun! lente y tan falta i ia or loco. agia, nadie queria pasar Pp “ ia la falta de audiencia para escuchar la historia, esta fue, poco 4 poco, olvidandose. / El ayuntamiento no tardé en limpiar los escombros de las zonas afectadas. El hueco que dejo la vieja tienda de musica fue recibido con entusiasmo por los vecinos de la zona. De repente, la calle se habia hecho mucho mas ancha, con mas espacio para que los nifos jugasen, asi como con mayor visibilidad para afrontar el cruce. Plantaron algun arbol y crearon un pequefio espacio verde, un pulmén para una zona que, aunque no demasiado conges tionada, lo agradeceria igual. Todos salieron ganando. Varias semanas después, el ayuntamiento recibié una carta firmada por Harold Fenn, solicitando -a tenor de los acontecimientos y el ruido mediatico- que se acreditase que alli habia estado su tienda de musica. No pedia demasiado Tan sélo una pequefia placa con su nombre y el de su negocio. Una pequefia placa dentro de un pulm6n, como un agujero en un arbol. Pero nunca (wi Escaneado con CamScanner 4 recibid respuesta. En cambio, esa carta y €l descuido de apuntar sus datos en el remite propiciaron que sus acreedores fuesen capaces de dar con él. Los oficiales encargados del caso nunca enten- derian por qué el viejo Fenn parecia tan feliz al escuchar su nombre cuando le identificaron para detenerle. Tan feliz que incluso, juraron, parecia tararear. Escaneado con CamScanner LA NANA DE LA HORMIGA Escaneado con CamScanner = Nunca pudo llegar a abrazarlo. Ni a verlo. Creian que si se lo arrancaban de forma rapida y aseptica, el recuerdo se convertiria en algo mas propio del suefio que de la tristeza. No se daban cuenta de que, muchas veces, era mas dolorosa la nostalgia de aquello que nunca llegé a pasar que de lo que realmente fue. Sabiendo que nunca volveria a ver al hijo que nunca vio, Helena continu6 su vida igual que quien quita el polvo del fondo de una vitrina: sin darle importancia, mecanicamente, y con un fin casi imperceptible. Pasaron los afios y Helena no guard6 nada memorable en sus dias. Sin otra descendencia que la de un sueio triste y casi sin familia, Helena se fue apagando en su lecho igual que ceniza mojada. Su muerte llegaria pronto, casi cuatro décadas después de haberlo abandonado todo en una sucia habitacion de hospital. Se marcho y dejé atras por fin la cuarentena que habia sido su vida. Al leer su testamento, una unica sorpresa sobresalté a los escasos presentes: Helena dejaba su patrimonio al hijo que nunca le dejaron tener. Pero esa no era la sorpresa. Todo el pueblo siempre supo de la existencia de aquel nino. La sorpresa era la existencia de patrimonio alguno. Y auin lo fue mas cuando descubrieron qué era. Un sobre. Eso le dejaba a su hijo. Un sobre leno de todos los besos que nunca le pudo dar. Suyos, de amigos, familiares, de desconocidos, incluso. Desde que se lo arrebataron, a sabiendas de que nunca podria darle su carifo, Helena gf tw Escaneado con CamScanner e fuese tras SU Muert, Pye demas. Asi desde hacia casi cuar,, : na habia ido guardando en un sop," ue alguna vez nadie le dig posar y sellandolo con vajj,,’ 8, u decidio regalarle, aunq carino de anos, Helena todos los besos q andolo hasta re Soentae de sus labios: de madre, de confident, im] ' sueno yde muerte. de oa deliberar sobre lo ético de cumpli o no cl ultimo deseo de la fallecida, se llegé a |, solucién de entregar el sobre al hijo ahora adulto, pero sin decirle quién lo enviaba. — - Cuando aquel hombre, que slo fue hijo ung vez, abrid el sobre sin remitente, la habitaci6n ge llené de un olor a piedra y raices, a ciprés en flor y a primavera temprana; al Ultimo verano de inocencia y a un helado de cucurucho junto a la piscina. Olia a sexo nervioso en un coche, a tierra mojada y a roble francés. Olia a tantas cosas que sdlo creyé oler el pegamento de un sobre vacio, Yy después nada, salvo una calma como nunca ant habia sentido en su vida Agri es Fs » y una lagrima en sy mejilla de la que no se dio cuenta hasta d i después, cuando ya hubo ci i os dias dentro de si una nostala cicatrizado, dejando 818 mas propia de las cosas que nunca llegaron a pa realmente fueron, pasar que de las que Escaneado con CamScanner LA NANA DEL AGUA Escaneado con CamScanner Horacio Ferre fue un nifio llamado Horacio. No recuerdo muy bien en qué momento paso a convertirse en ese adulto con apellido, desgrenado y con pinta de haberse saltado un par de comidas, pero si que recuerdo, en cambio, varios de los motivos por los que Jo hizo. Esta es la historia de uno de esos motivos. La conozco bien porque la vivi. O al menos creo recor- dar haberlo hecho. Mi nombre ya no es Horacio, sino sefior Ferre, pero, si me esfuerzo, creo revivir aquellos afios, como si pudiese tocarlos. O como si pudiese escribirlos. De mis afios de nifiez no puedo decir gran cosa. Como todos los nifios, creci creyéndome unico; soberbio en ocasiones, solitario en otras. Pero or de que el tiempo acabaria por alcanzarme y hacer que todo se acelerase. Los veranos terminaron en el mismo momento en el que surgieron las primeras vergtienzas. Y aun nabiéndolo vivido todo con intensidad, siempre pensé que podria haberlo vivido mejor. A medida que fui entrando en la adolescencia, me converti en un chico poco hablador y reservado, que antes preferia estar en compafia de un libro que entre mis compafieros de clase. No fue una decision consciente, pero si consecuente con la que habia sido mi evolucién hasta entonces. Nunca quise ser un lider ni tuve las aptitudes necesarias para conseguirlo; ni siquiera en mis libros era capaz de identificarme con el héroe de la historia. Leia para saber, para conocer los rincones mas recénditos del mundo, para visitarlos incluso siempre sabed (531 Escaneado con CamScanner q¥ yabian sido descubiertog ridad de hacerlo deg, P*r, Bde to u 10 I o aunt cuand nla sBU Mh ec sien?" jencial. : vorancla pruc : 7 : distal jesde muy pequeno entendi algo Que » an arecen comprender: las historias nee; Jos héroes, quien los recuerde an Ss cuente; ; quien tia honrado de llevar a cabo esa funcign ’ ofesores 10 alimentaban mi curiosia, e importd demasiado. Recuerg! + aquellos entonces El gu ardign ranjero. Lo hice alejado i dios, simplemente por 7 uusto de haberlos encontrado por mi mismo. yy 7 ., ahora si llegue 2 entenderlos, pero g; marcaron de una manera que No podria que desde ese momento los he idg retomando ano tras aio, sin cansarme. Siempre me he preguntado si el arte que nos marca lo hace por ser bello y extrafio 0 S! en realidad lo hace simplemente por llegar en el momento adecuado, No me gustaba el mundo en el que vivia, y o fui capaz de sobrevivir. precisamente por esi \ leberia haber sido al contra- Podria pensarse que di rio, pero todo se redujo a sobreponerme al primer revés: asumir que tenia que vivir en el mundo que me habia tocado. Uno no puede refugiarse eterna- mente en la ficcién, pero si apoyarse en ella. Los pr aunque nunca m do po! haber devoral entre el centeno Y El ext cualquier plan de estu' sé que me explicar, Y No tenia demasiado contacto con los otros chicos. En la escuela jugaba con alguno que otro e incluso era participativo en los grupos de clase, ere al final siempre acababa agotado por Suites Ahi residia el verdadero problema: guno de mi fi i j bin ea mis compaferos me motivaba lo mas Por lo demas, i ni se metian Nehacd. aenhran aes ado conmigo: mi falta total de Escaneado con CamScanner as preocupacion les Persuadia de inmediato, y doy gracias a que fuese asi. - Sin embargo, si bien pasar desapercibido era la mejor opcién para determinados Circulos, no lo an para otros mucho mas cercanos y, desde luego, no tan indiferentes. Si yo tenia trece afios, ella Podria tener dieciséis... diecisiete, tal vez, Se habia mudado al piso contiguo hacia Poco y era diferente a todo cuanto habia visto hasta entonces. De aire distante. recién salida de una Pelicula en blanco y : fumando a escondidas, Pero con pose de indiferen- cia. Sus ojos y su pelo tenian cierto Cariz grisaceo, como si se hubiese quemado de dentro a fuera, La primera vez que subi con ella en e] ascensor estuve todo el trayecto mir, ‘andole los pies. No sé si fue un. ataque repentino de cobardia, Pero el caso es que fui incapaz de reaccionar; hecho que se tepetiria con el tiempo. El principio siempre era el mismo: entrar en el ascensor y bajar la cabeza, esconderme dentro de mi mismo para que no me viese la cara. Entonces, cuando conseguia calmarme, empezaba a subir lentamente la mirada, poci ‘0 @ poco. Pasaba de los pies a los tobillos, las piernas, los muslos... Y algo me obligaba a dejar de subir. Recuerdo la fal ida de aquel dia, por encima de las rodillas, Ni siquiera la tuve que imaginar para que se me cayese la vista otra vez al suelo de la vergiienza. Al llegar a casa, encerrado en mi cuarto hasta reponerme de otro intento fallido de aproximacién, descubri que llegar a ella tenia que ser de golpe. Lievase o no llevase falda la proxima mafiana. Tendria que seguir subiendo y encontrarme con aquello con lo que hasta entonces sélo habia podido sofiar... y escribir. negro, Escaneado con CamScanner época siempre estaba Henandy por aquella tipo de ideas. euadern0s con to ; intencion fue llevar un diario, ‘Al principlo, m he lo que me habia pasado a |, noe duré demasiado. Me regu. do volver @ contarme lo que ya habia alidad lo hacia para mi. No eo oculto acerca de que s. Sabia de sobra que mj i era digna de ser contada. Pero, claro, que eae ntada no tenia por que implicar que no nm ail = inventada. Cuando por fin comprendj Pudi secé a escribir cada noche, igual que lo abi rae antes, pero con una diferencia: ahora te oitabe Jo que me habia pasado, sino lo que me gustaria que hubiese pasado. Un dia, armado de valor, por fin consegui levantar la cabeza lo suficiente como para enfrentarla. Habia practicado en casa cientos de frases, incluso el movimiento de cabeza y cuello. Y entonces dije: «hola», y ella asintio con un gesto, pero no hubo ningun amago de continuacion. Siendo un crio ya entendi que la decepcién era la | rabia de los débiles. guardaba leyeran m Nuestra relaci6n nunca lIleg6 realmente a mucho mas. En alguna ocasion la escuché decir sholas espontaneamente, motivada tal vez por la convencién social del ascensor, pero siempre de manera forzada. smi hae mars Bos abiod ete aquel halo extrans dues a So hubiese explicado | aie ieh ‘odeaba; un ful, Principio identifiqué como misterio ee Vez creci, reconocj como tristeza. ae De un mod . ‘Ou of 4 Bracias a ella. tro, empecé a hacerme adulto 156) 1 Escaneado con CamScanner Con cella empecé COs. # due nunca lle i para hacer q cer que pa: verdadero signi ae "ro significad ie iF que entendi i el ela obligado a viajar cabo de un ti al ti cary empo, podia a man A ‘odas las ausencias Ppaternas con imagina. total precisig Canine cok llegando a un ee ae Sambi a? Premeieraeet ioe En mi mente nos d A a cada uno ibaa su eeeaecne en el ascensor y y mirarla mientras juguete < obligaba a no girarme al final no podia evitarlo y peas el Ilavero, pero esquina, me estaba devolviendo ia mi ee lo haria el boxeador de un pei igual que Sonreiriamos y entrariamos cada bate amafado, ya desde mi refugio seria libre de escribir fo we estaba haciendo. Se quitaria la ropa poco pen Se desnudaria por completo ante la atenta mirada de nadie y se meteria en la bafiera. Al menos sabia con certeza que este ultimo hecho era real. Se quedaba en casa y se daba largos banos que podian durar una hora. Me la inaba dejando escapar un poco el agua por el mplada, casi fria, y abriendo el chorro de agua caliente sobre su rodilla, que- mandose, teniendo que apartarse un poco, pero sin salir de la banera. Luego pondria el tapon una vez se dejaria reposar alli, con los dedos los, como un nenufar. Nuestros cuartos de bafio eral asi como descubri todo aque acompané en su rutina. me a la vez que ella. Me gustab mas Y di : arruga n contiguos; fue nces 1a jo para bafar- nar el agua Escaneado con CamScanner ando yo estaba quies, overse CU ; ae e imaginaba que NO EXistia eg, los Jas dos, que compartiamos é] tisz,,, a deslizar la mano para toparme ey, un muslo, un pecho. Podia bajar y que espuma, mesar el vello de si, doy sentir el agua mas calie si existiesen fuegos impermeables. Apart a hones ceniza mojados, primero de entre a tes dejandolos a la vista, y después Pasarig orien ‘por detras de la espalda, liberando su cuello. Lo besaria suavemente, con dulzurs, p apretando los labios. La amaria como sélo s: hacerlo un nifio qué esta dejando de serlo: con inocencia, novedad y muerte. Y entonces sabria que una pared nos separz ue estaba solo en mi cuarto de bafio, arruga con uno de mis cuadernos en el suelo y el p la mano, perdiendo su rigidez con los espasmos. Lo sabria sin duda a pesar de au aguantase unos segundos mas sin abrir los bano. un hombro, UP acariciar algo mas pubis, seguir bajan q imos de Es hermoso y reconfortante todo lo que se pued llegar a ver en la oscuridad. Entonces lleg6 el ultimo dia. En mis cuadernos habia creado un mundo completo con ella, donde nuestra relaci6n h. seguido avanzando mas alla incluso de la edad y viviamos solos en una gran casa con una piscin enorme donde nos gustaba jugar a encontrarnos una vez apagabamos las luces. Si lo pienso ahora, aquella fantasia no dejaba de ser mas que una pepe ine ie en : bafiera. La escuchaba ceca eee nih agua que la cubria, lenia que encontrarla por ese mi: i e moe Sonido. Supongo que los suefios no cambian, tan sélo se hacen mas grandes. B i Escaneado con CamScanner Aquel dia, la ruti : qt » la rutina fue la misma. Podia llev dos dias sola, por lo que su padr ae tardaria uno mas en regresar. Esta a eee ho, coincidido en el ascensor; algo : ep laaiagees : 5 @ apenas importaba ya, pues empezaba a peter Tea inventada antes que la real. Llegué ares casa. Al cabo d Fareed La ° abo de unos minutos é i eae , escuché en el rellano el ruido de la puerta del ascen: i 7 al sor, seguido ie un rumor de llaves. Era ella. Sin esperarla siquiera, me meti en el cuarto de bajo. Mis padres no preguntaban demasiado ni se extranaban; supongo que sospechaban que me encerraba para masturbarme. En parte tenian razon, pero no se limitaba a eso; escribia y nos escribia. Me quité la ropa, abri el grifo de agua caliente y empecé a introducirme en la bafiera, tumbandome en ella, desnudo, ya con una emergente ereccion, antes de que el agua sofiase siquiera con cubrir mi cuerpo. ‘Al cabo de unos minutos -no sabria decir por fin escuché el grifo de la habitacion cuantos- los ojos y me dejé llevar. contigua. Cerré No recuerdo cuanto tiempo estuve masturban- dome, pero debio de ser bastante, pues decidi terminar al ver lo arrugados que tenia los dedos de las manos. Sali de la bafiera sin levantar el tapon del desagiie hasta haberme secado del todo. Estando alli, de pie, mirando cémo el agua se iba por el sumidero, la of exhalar con fuerza desde detras de la pared. Supuse que estaria fumando y regresé a mi ensonaci6n. Cogi el cuaderno y me puse a escribir, sentado en el borde de la panera, todavia desnudo. Ella estaria alli, a mi velas, sin luz eléctrica, re y llevando a cabo la promesa que lado, tal vez rodeada de Jajandose de un duro dia Ie habria hecho al Escaneado con CamScanner 0 del tabaco se confundiria con liente. Y entonces me mirarjg ia un beso y ella me daria jada de su cigarro y con un gesto ae una ca ada eterme en la bafiera. Hariamos ¢| invitaria iia después lo mucho que me queria; amor y ie sia que no solia hacer: — i jé el cuaderno, me In| rp pemente Deje maf nuevo a masturbarme, esta vez sobre y can cabo de unos minutos, cuando por fin : road rto de baifio, la volvi a escuchar. Porque 3 aa alli, pero yo no le habia prestado po Son. Cerré la puerta y la olvidé rapidamente, sinned! también el cuaderno en el que habia Oe cicieae, abierto sobre la banera, con las hojas mojadas y rotas. Ninguna historia, supongo, puede permitirse durar para siempre. Al dia siguiente todo transcurrio de forma habitual. Fui al colegio por la manana y regresé a la hora de comer. El ascensor tardaba mucho en aparecer como disponible, asi que, sin pensar siquiera en la posibilidad de subir las escaleras, golpeé la puerta, pensando que algun vecino la estaria reteniendo. Cuando llegé a mi, atendiendo o no a mi reclamo, salié de él un hombre unifor- mado. Como si esa vision me hubiese abierto los ojos, escuché el eco de un llanto contraido a través de las escaleras. Me monté en el ascensor sin poder imaginar lo que ocurria. El llanto se hacia mas potente a medida que me acercaba a mi piso. Abri la puerta y lo vi. Alli estaba mi vecino, todavia vestido de militar, sin haber tenido tiempo para cambiarse. Su uniforme estaba empapado, como si fuera hubiese estado loviendo, y su cara estaba inundada en arlo. El hum el vapor del agua cv me sonreiria y YO le soport Escaneado con CamScanner lagrimas. Habi ick ai See ‘ eee beep bajo el marco enfermero o tal vez a un médica, Mima ete sentada en las escaleras junto al ; ‘tral Basa consolarle sin demasiado éxi evio un een dirigid una mirada acusado Eo : ora hacia donde yo estaba, pero no era a mi a quien iba dirigida Entonces mi padre me cogié por la camisa y me metio dentro de casa, cerrando la puerta tras de si. «¢Qué ha pasado?», «Esa chica. La vecina. Se ha suicidado. Se ha cortado las venas en la banera. Nifa tonta y estupida... Su padre la ha encontrado hace una hora. Volvia de trabajar, de uno de esos viajes a no sé donde. Y la ha encontrado asi...». Entonces Iloré desconsoladamente, como jamas lo habia hecho en mi vida y como jamas lo volveria a hacer. Me acababan de arrebatar un sueno. Mi padre se asusto al verme completamente roto, incapaz de recomponerme. Me grit6, me zaranded, incluso llegé a abofetearme y, por ultimo, me abrazo. No recuerdo ninguna otra ocasién en la que mi padre me abrazara. Ese tipo tan severo y frio, obsesionado supiese lo dura que era la vida, se | entender que un hijo podia no con que su hijo derrumbé también a sobrevivir a un padre. hars algo tan estupido». «Prométeme que nunca Pero no consegui prometerle nada; tampoco dejar de llorar. Al cabo de unos afios, cu e habia converti ando la herida para los ajenos ya s do en una simple madre me habl6 del tema por primera anécdota, mi : ae vez. Lo comentaba mientras cocinaba, dando ¢' sin gracia n! efecto de un chiste dictado, interpretacion. tol Escaneado con CamScanner No necesité consuelo. Una ue ida; para bien o parg ces no ent uitado la v! chica ieee habia ocurrido. . mal era tomaba alguien una decision asir per limites habia que Hegar para que eso ¢ ecu tiempo se tardaba en seguir adelante? Eso fue lo que mas se me quedé grabado después: Mi madre me conto entonces ieciocho cigarrillos. € x SC Soa junto al cadaver y al cuchillo, ue junto a la banera, ; iE policia encontré dieciocho colillas. Ese era el tiempo en que alguien decidia quitarse la vida. Hacia tiempo que no pensaba en aquellos afios ni en aquella chica, pero, en cierto modo, siempre he sabido que mantenia una deuda con ella. Algo que aprendi antes incluso de conocerla. Lo que hace que la gente como yo tenga un proposito: las historias necesitan quien las cuente, los héroes, quien los recuerde, y los muertos, quien los haga inmortales. ; Puede que no haya sido capaz de contar su historia tal y como paso, pero si lo he hecho tal y como la recuerdo. Al fin y al cabo, los recuerdos no son mas que historias que nos contamos para justificar que hemos cambiado. Esper é pero que ahora, después de haberla escrito por primera vez desde que er. hhayaines ; a un adolescente, onseguido por fin estar en paz. HF. 13 de agosto de 2015 Escaneado con CamScanner

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