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El mosaico movil. El yo ilimitado. Simulacion segura. Compresién del tiempo y del espacio, 1. Economias flexibles Una de las caracteristicas definitorias y determinantes del orden postmoderno y postindustrial es un modelo nu producci6n, consumo y vida econémica. da ec Se han utilizado para describir este orden incipiente, como acumulacién flexible y \a empresa flexible®. Aunque estas expresion( diferenciada a los mercados de trabajo, los modelos de pr cion de las empresas, respectivamente, la idea de flexibil todas ellas. David Harvey escoge, como principio articulador y postmoderna, la acumulaci6n flexible. Segun HARVEY, La acumulacién flexible... se basa en la flexibilidad con trabajo, los mercados laborales, los productos y las pautas za por la aparicion de sectores de produccién completam de proporcionar servicios financieros, nuevos mercados y, tasas de innovacién comercial, tecnolégica y de organi: Como respuesta a la crisis econémica de la moderni de los mercados internacionales y de la deuda a largo xible mejora la rentabilidad al reducir los costes de trat po de movimiento de produccién y consumo. Esto se generales: mediante nuevos procesos laborales y técni nes nuevas entre produccién y consumo, y por medio de geografico. Aqui, expondremos dos de ellas. La tercera siguiente. economias modernas, las técnicas de trabajo flexibles, las demarcaciones de trabajos tradicionales e introdu clones en las asi ignaciones de tareas y en la descripcion facilitan los ajustes rapidos y faciles en el volumen ® Acerca de la acumulacién flexible B Cambridge, Potty Beale on xible, véase: Harvey, D. (1989): aa Som Bese Se lca sete, he for an unceran rekble. Sobre la empresa flexible, veaner Arearoon Biche ramen Sar agate, rg) ial epi GaP Pes fess ade © Ediciones Morata, 8. L. parcial son y el trabajo temporal, el despido, etcétera. Los acuer- mAs flexibles, mediante el uso de formulas como el jas gratificaciones discrecionales y las asignaciones s de la tarea*. fa acumulacién flexible consiste en articular y productores y consumidores. A diferencia de los ‘de produccién y consumo en masa, cuando las estilos de vida estandarizados, las nuevas izan por unas conexiones muy distintas , combinando la tecnologia laser con el 9s, cada vez habra mas supermercados ata, las pautas cambiantes de prefe- inda a los encargados de almacén y roveedores estan conectados de 2 almacenar productos para repo- ‘se reduce drasticamente®. Sin -yendidos languidezcan en las Jas perchas de la seccién 9s pueden distinguirse y cidn flexible se carac- especializados; una Jas preferencias indivi- @ una respuesta rapida comercializaci6n y la S para aumentar y cambios de gustos con la produccién y us productos primor- 0 la orientacion, el ‘Jos acontecimientos que los produc- an de elias”. supuesto cam- sefalan la 0 del trabajo de afios setenta®. que, en los afios industrial es que la 90 en los servicios, que igacion, educacion 4, pag. 15). Pue- jen los afios setenta dsworth, Penguin. )) Ediciones Morata. S. L. 76 Profesorado, cultura y postmodernidad cincuenta, mucho menos de la mitad de los irabajadores estaba ocupada en el sector de servicios, en 1979 la proporci6n era. del 65%, llegando al 70% en 1989 a Estas nuevas economias flexibles, con sus modernas definiciones y distribu: ciones de tareas, exigen nuevas cualificaciones y destrezas a los futuros trabaj dores y a quienes los forman. Reich resume asi estas necesidades: En primer lugar, estén las modernas destrezas de resolucién de problemas, nece- sarias para unir cosas de determinadas formas especificas (sean aleaciones, molge. las, chips semiconductores, cédigos de programacién, guiones de cine, planes de pensiones o informacién)... Después, estén las destrezas necesarias para ayudar a los consumidores a com prender sus necesidades y cOmo pueden salisfaverlas de la mejor manera posible gracias productos adapfados a ellas... la comercializacion y venta de productos 2daptados requiare conocer a fondo la ocupacién del consumidor, dénde puede estar fa ventaja competiiva y c6mo puede conseguirse. La clave esté en identificar nuevos problemas y posibiidades a las que pueda aplicarse el producto adaptado. El arte de fa persuasion se sustiluye por la dentificacién de la oportunidad. En tercer lugar, estan ine destrezas necesarias para establecer la relacion entre quienes resuelven los pro- blemas y quienes los identifican. Las personas que desempefien tales papeles fener! que entender bastante bien las tecnologias y mercados especificos para sopesar ¢| potencial de los nuevos productos, recabar el dinero necesario para lanzar ¢! Preyer foy reunir a las personas adecuadas que resuelven problemas y @ quienes los identi fican para llevarlo adelante "° Agumiendo las consecuencias educativas de esta postura, defendida por muchos, SCHLECHTY sostiene que las escuelas deberfan participar en el negocio del saber, constituyéndose sus alumnos en trabajadores del saber: Es razonable suponer que, cuando la economia norteamericana esté mas basa da en la informacién y la forma de trabajo pase de la actividad manual a la del cono- cimiento, aumente la preocupacién por el continuo progreso y el aprendizaje de los ciudadanos y empleados. Es mas, las condiciones laborales requeriran que se apren- da a funcionar bien en grupos, ejercitar una autodisciplina considerable, mostrar leal- tad al tiempo que se mantienen las facultades criticas, respetar los derechos de los demas y, a la vez, esperar que le respeten a uno... Esta lista de caracteristicas podria ser también la de las virtudes del ciudadano en una demooracia ScHLEcHTY contempla la necesidad de nuevas desirezas y cualidades de la sociedad postindustrial y la de modernas estruoturas escolares que las generen. Es evidente que un objetivo importante de los profesores y las escuelas en una sociedad postindustrial es educar a los jévenes en destrezas y cualidades como la adaptabilidad, la responsabilidad, la flexibilidad y la capacidad para trabajar con otros. Lo mismo ocurre respecto a la familiarizaci6n con las nuevas tecno- logias que caracterizaran cada vez mas muchos ambientes laborales. Todo esto ~ LinosAv, C. (1989): “The service sector in the 1960s". Ganadian Social Trends, (primavera), paginas 20-22. 1 Reicn, R.B. (1992): The Werk of Nations. Nueva York, Random House, pag. 84 i periares (1890): Schools for the Twenty-First Century. San Francisco, Jossey-Bass, ina 39. © Ediciones Morata, S. L. 78 Profesorado, cultura y postmodernidac Los trabajadores son menos optimistas; unos porque trabajan alli desde hace tiempo y recuerdan cuando el irabajo era un oficio de artesania, ",Qué cree que me apstece més, montar ochenta piezas y construir un circuito completo o poner series de seis transistores durante ocho horas al dia? |Es degradante!” Otros no equiparan la ampliacién de los cometides con el enriquecimiento del trabajo: “Nosotros podemos rotar por la linea de montaje. En vez de montar seis condensadores, ahora puedo poner seis resistencias. |Fendmeno!” © La flexibilidad y la iniciativa, en sus sentidos mas dindmicos y creativos, pue- den ser necesarias para las futuras elites técnicas y profesionales que trabajen en los niveles alto y medio de la nueva economia postindustrial. Pero, en gran parte de las manufacturas tradicionales, desplazadas a regiones en donde la mano de obra es mas barata que en Occidente, la educacién para el entretenimiento y e ocio consiructivo también es importante, sobre todo para los trabajadores con dedicacién parcial, intermitente y de bajo nivel, que tienen menos oportunidades de acceder a trabajos significativos. Igualmente necesaria sera la educacion para ia ciudadanta, la participaci6n politica y la responsabilidad social, de manera que las generaciones futuras estén preparadas y dispuestas a participar en discusio- nes y deliberaciones acerca de los usos consiructivos y socialmente valiosos de la tecnologia, junto con los modelos de empleo asociados a ella, en el mundo postindustrial. Comprendido este contexto més general del centro de trabajo postindustrial. los inventarios de destrezas, consideradas genéricas, de comunicacién, coopera- cl6n, flexibilidad, iniciativa, etcétera, elaborados por autores y planificadores en sintonia con los planes empresariales, empiezan a parecer solectivos y seducto- res. Por ejemplo, ScHLECHTY, en su Schools for the Twenty-First Century, habla de respeto, pero no de cuidado —de otras personas, o del medio ambiente 17. Tam- bién estan ausenies la justicia y la equidad. La productividad esta por encima de todo. Esto no deforma lo que parece adecuado que hagan las escuelas y los pro- fesores, pero lo restringe. En cambio, las desirezas y cualidades deseables que surgen de una base cultural muy diferente la de la “Medicine Way’ de los indios nativos, que se utiliza para organizar la ensefanza y el curriculum en la escuela Children of the Earth, dirigida por aborigenes en Manitoba (Canada)— incluyen elementos como la sinceridad, la franqueza, el valor, la compasion, la humildad y la ira frente a la injusticia como objetivos importantes de los que deben ocuparse los profesores y las escuelas 18. Las economias flexibles plantean importantes retos a la ensefianza de los Conocimientos y destrezas que han de aprender ias generaciones futuras, y ala creacién de estructuras y modelos de organizacién del trabajo de los profesores mas flexibles mediante los cuales puedan alcanzarse esos objetivos. De igual manera, las economias flexibles suponen el riesgo de que los objetivos de la escolarizacién y lo que los profesores deban ensefiar se restrinjan de forma pre- © Ibid, pag. 134. 1? ScHLECHTY, op. cit, nota 11. ‘8 The Medicine Way Path of Learning, una guia para la planificacién del currfoulum, esté pro- ducida por la Children of Earth Secondary School, de Winnipeg (Manitoba, Canada}, en donde puede adquirirse. © Ediciones Morata, 8. L. Las paradojas postmodemas 79 matura concreto, , incluso quiza, perniciosa a unos planes cuasiempresariales de un tipo vas econémicas y educativas, en la practica puede llevar por igual al enriqueci miento y a la explotacién, a la diversidad y a la segregacién. No tiene sentido cele- brar o ensalzar algunas imagenes de la flexibilidad sin reconocer y responder también a la presencia del resio. Desde el punto de vista educativo, es una locu- ‘a pasar por alto las necesidades y demandas de flexibilidad de la economia post- ndustrial, aferrandose a las antiguas asignaturas y a las osificadas estructuras departamentales pensadas para satisfacer las necesidades de otra época. Pero tratar de conseguir el objetivo de Ia flexibilidad sin tener en cuenta sus diversos significados para los distintos sexos, clases sociales y razas presentes en el con. unto de la fuerza de trabajo y sin pensar sus consecuencias sobre el desempleo, =| subempleo y el empleo de bajo nivel a los que se asigna a muchos trabajado. s, supone hacerlo de manera selectiva y acritica para que beneficie a algunos grupos sociales y a sus intereses mas que a otros. En este sentido, para los pro- ___ "@sores y demas personas que trabajan con ellos, es importante considerar la “le. lidad” como una oportunidad democratica abierta que exige compromiso y | 2atticipacién eritica y no como una obligacién corporativa cerrada que demande 2na aquiescencia completa. 2. La paradoja de la globalizacién : En The Work of Nations, Robert Reich observa que: Estamos viviendo una transformacién que reesiructuraré la politica y la economia del siglo proximo. No habré productos ni tecnologias nacionales ni corporaciones nacionales ni industrias nacionales. Ya no habra economias nacionales, al menos tal como entendemos ese concepto. Sdio las personas que constituyen la nacion perma- neceran enraizadas dentro de las fronteras nacionales. Los principales activos de E cada nacién serén las destrezas e intuiciones de sus ciudadanos. La principal tarea : politica de cada nacién consistiré en contrarrestar las fuerzas centrifugas de la eco- noma global que rompen los lazos que unen a los ciudadanos —proporcionando cada vez més riqueza a los mas preparados y perspicaces y destinando a los menos adies- ___ tados @ un nivel de vida decadente. A medida que las fronteras vayan teniendo cada vez menos sentido en términos econémicos, los ciudadanos mejor situados para pros- erar en el mercado mundial tendrén la tentacién de desembarazarse de los vinculos ge lealtad nacional y, en consecuencia, de desentenderse de sus compafieros menos favorecidos "9, Ademis de redisefiar las tecnologtas de trabajo y los procesos laborales y de | Sestructurar las interacciones entre productores y consumidores, la tercera forma __ == garantizar unas economias més flexibles consiste en establecer unas pautas vas de regulacién y control que compriman y conquisten los limites del espa- geografico. Estas formas de utilizar el espacio en la economia postindustrial Reicn, op. cit, nota 10, pég. 3. ; © doiones Moai, 6. 80 Profesorado, cultura y postmodern’ estén ayudando a crear un segundo aspecto caracteristico de la sociedad pos:- moderna, que yo llamo paradoja de la globalizacion. Las economias postindustriales no se caracterizan por las economias de escala, sino por las economias de campo”°. La crisis fiscal del estado moderno » las dudas sobre la legitimidad de la intervencién estatal que la acompafian har lIevado a la reduccién de su presencia en los asuntos econémicos, al abrirse mas fas economias al libre juego de las fuerzas del mercado. Estos procesos de des- reguiacién han acompafiado a la aparicién de nuevos modelos de coordinacién » control dentro de las empresas y entre ellas mismas. Con la ayuda de la comun- cacién y la informatica instantaneas, las decisiones se ejecutan cada vez mas ¢- diversos lugares al mismo tiempo, rompiendo las barreras del espacio y del tier>- po. Ya no hace falta concentrar las operaciones y a las personas en un Unice lugar, en beneficio de la eficacia. Las unidades empresariales se hacen cada v: més pequefias y manejables en el seno de la estructura global de la empresa. L situacién de las fabricas no responde ya a la tradici6n ni a la necesidad de dispo- ner de gran cantidad de mano de obra, leal a la compafila. Las ciudades de empresa son cosas del pasado. EI espacio geogréfico es flexible, desde el punt. de vista econémico. Entretanto, los compromisos con las particularidades de lugar solo se mantienen mientras estén garantizados por los mercados locales, i= valoracién favorable del terreno y una fuerza de trabajo flexible y barata. Estas pautas cambiantes relativas a la geogratla y el control de las eco- nomias postindustriales estan produciendo inmensas consecuencias en la con- servaci6n y proteccién de las identidades nacionales y culturales, cada vez més fragiles. Las corporaciones han comenzado a expandir sus intereses y su destre- Za por encima de las fronteras nacionales, utilizando los mercados locales, loz recursos laborales y las oportunidades del terreno, y manteniendo una conexicr y coordinacién instanténeas de toda la red de operaciones, mediante la moderna tecnologia de comunicaciones. Al mismo tiempo, la informatizacién, con las comunicaciones a través de satélites y las telecomunicaciones por fibra éptica han hecho que el comercio internacional de los mercados de informacién y de dinero sea permanente. Con la supresién de barreras comerciales y arancelarias en la Comunidad Europea y mediante el Tratado Norteamericano de Libre Comereio, los modelos de produccién y consumo se estan internacionalizande completamente. Las fronteras nacionales y las tradiciones locales tienen cade vez menos significacion para la actividad econémica e, incluso, para las monedas Con las que se realizan las transacciones. La apertura del tGnel bajo el Canal de 'a Mancha se limitaré a completar en los planos fisico y tecnolégico la unin econémica ya vigente. A ambos lados del Atléntico, la flexibilidad econémica se ha elevado por encima de la identidad nacional. Esta globalizacién de la vida econémica también lleva consigo consecuencias ambientales de enorme amplitud y riesgo. La lluvia dcida procedente de los Esta- dos Unidos destruye los lagos y los arboles de Canada. La explotacién maderera % Swrnceouw, E.: “The socio-spatial implications of innovations in industrial organization Documento de trabajo N.? 20. Lille, Johns Hopkins European Genter for Reciprocal Planning ang Research. El argumento sobre ios usos innovadores del espacio en la economia postindustrial ap2- rece claramente desarrollado en Harve, op. cit, nota 2. © Ediciones Morata, S. L Las paradojas postmodemas 81 de las selvas de lluvia tropical contribuye a la fusion de los hielos polares. Y tanto las nubes de Chernobyl como determinadas cualidades de liderazgo politico su- pusieron el primer desatio al secretismo soviético y crearon el puente de plata que fue la glasnost. En la ecologia de la postmodernidad, las catastrofes locales tienen consecuencias globales. El aire y el agua no muestran ningtin respeto a las fronteras nacionales?". Una paradoja fundamental de la postmodernidad consiste en que el anoni- mato, la complejidad y la incertidumbre forjadas por la globalizacién anuncian la paradéjica busqueda de significado y de certeza en identidades definidas en un plano mas local. A medida que se intensifica la globalizacién, cuando McDonald’s abre en Moscii, los sushi bars prosperan en Nueva York y los paisajes urbanos internacionales se parecen cada vez mas en la mercantilizacién global de la vida de las comunidades, asistimos al resurgimiento de las identidades étnicas, reli- giosas y lingdisticas de caracter mas local. Las identidades nacionales, puestas en peligro por la globalizacién econémica, se estén reconstruyendo frenética- mente, Los suecos temen que su pertenencia a la Comunidad Europea les aca- rree un flujo de inmigrantes mediterrdneos, cuyos valores familiares tradicionales destruyan el compromiso sueco respecto a la igualdad entre los géneros. Los bri- ianicos, ansiosos por conseguir una unién econémica y fisica mas intima con el continente europeo, temen, al mismo tiempo, perder su divisa, su independencia militar y su propia identidad cultural. Los letones, los lituanos y los estonios ase- guran la separacién de la antigua Unién Soviética. Yugoslavia se desarticula. Canada se estremece ante el futuro de Quebec. Y todos los medios occidentales de comunicacién muestran la resurreccién de la xenofobia y la persecucién del ignominioso (y, en consecuencia, casi latente) pasado militar japonés. A este res- secto, la rebalcanizacién contempordnea de Europa oriental constituye un ejem- clo particularmente claro y extremo de cémo la globalizacién econémica y la ncertidumbre ideolégica estan creando pautas de retorno a las identidades étni- cas, religiosas y lingillsticas més localistas, claramente confinadas y, a veces, de un profundo caracter competitivo, y también de reconstruccién de dichas identi- dades. Desde la optica nacionalista, parece que nadie quiere saber nada de los demas! La principal respuesta educativa a esta crisis social ha consistido en resucitar antiguas certezas culturales o en imponer otras nuevas mediante el control cen- tralizado del curriculum y las exigencias de la evaluacién. Estan en juego la pro- teccién y la reconstruccién de las identidades nacionales y, a este respecto, no carece de importancia el desarrollo de curricula nacionales, tal como los describe Goopson, en los que aparecen con peso especifico propio elementos de la cultu- ray la herencia nacionales 2. En la reafirmacién de asignaturas tradicionales dentro del National Curricu- ® Las dimensiones ecolégicas de las economias postmodernas y su influencia en las relaciones: ‘dentidades politicas y culturales se encuentran entre las caracteristicas menos sealadas de la imodernidad. Sin embargo, Anthony GIDDENS ha subrayado su importancia particularmente eficaz. ‘ease: Gipvens, A. (1990); The Consequences of Modernity. Cambridge, Polity Press. (Trad. cast.: Cansecuencias de la modernidad. Madrid, Alianza, 1993.) % Goodson, I. F. (1990): "Nations at risk and netional curriculum: Ideology and identity’, en: Poll- 2s of Education Association Yearbook. Londres, Taylor & Francis, pags. 219-252. © Ediciones Morata, S.L. cs Profesorado, cultura y postmodernidac lum of England and Wales, Goopson ve un intento de reavivar y reconstruir una titubeante identidad nacional: La globalizaci6n de la vida econémica y, més en concrete, de la comunicacién. la informacién y la tecnologia, plantea enormes desafios a las formas actuales de control y de funcionamiento de los estados nacionales. En este sentido, la puesta en marcha de un nuevo curriculum nacional centralizado puede considerarse como la respuesta de la especie que econdmicamente se encuentra en mayor peligro entre las naciones 3, Considerando el caso concreto de la historia, dice: E! equilibrio entre asignaturas, dentro del curriculum nacional, indica (sic) que se ha dado mayor importancia a las cuestiones relativas a la identidad nacional y control, que a las exigencias de la industria y del comercio. Por ejemplo, se omite en gran medida la tecnologia de la informacién, mientras que la historia se constituye como “asignatura fundamental”, aunque es evidente que se trata de una materia en clara decadencia en las escuelas” Y afirma que ocurre asi por la gran importancia concedida a la historia de Gran Bretafia en el curriculum de historia. La supuesta integridad de la historia britanica 0 de los contenidos canadien- ses constituyen !a trama de la reconstruccién cultural nacional, cuya carga de tradiciones redescubiertas, como la mayoria de las demés cargas sociales, se echa sobre los hombros de la educacion. Estas mentalidades de asedio estan haciendo que muchos sistemas educativos se retiren tras los parapetos del loca- lismo en defensa de sus identidades culturales. Muchas de estas tentativas de restauraci6n de tradiciones y de construccion de sentimientos de herencia per- petdan inadvertidamente e incluso refuerzan las asignaturas escoiares tradicio- nales y sus contenidos académicos —de donde se derivan profundas conse- cuencias para la continua balcanizacién de los departamentos por asignaturas en el nivel de la ensefanza secundaria *®. Sdlo consiguen que nuestras escuelas y profesores sean menos flexibles. Asimismo, afiaden una sobrecarga al profe- sor, creando y consolidando conjuntos de conocimientos impuestos que éste debe dominar. Resulta paraddjico que la creciente globalizacién lleve a adoptar posturas defensivas en educacion y a un localismo cerrado en si mismo; que los curricula impuestos puedan engancharse con tanta facilidad a los vagones de la recons- truccién nacional. No cabe duda de que es importante reconstruir y reflexionar sobre las culturas locales y el sentido de comunidad, ya sean las culturas nativas, otras culturas étnicas o las culiuras nacionales. Pero también lo es ensefiar a los jOvenes a tomar conciencia y a responsabilizarse de las dimensiones globales de su mundo. La educacién global no es una asignatura mas, sino una perspectiva ® Goodson, op. cit, nota 22, pag. 220. ® Ibid, pag. 224 % Véase: Hancreaves, A. (1989): Curriculum and Assessiment Reform. Mitton Keynes. Open University Press, y Toronto: Oise Press. Véase también la exposicién sobre la baleanizacion que se hace en el Capitulo X de este mismo libro. © Ediciones Morata, 8. L Las paradojas postmodernas 83 que se opone al potencial etnocentrismo de todas las asignaturas®. En conse- cuencia, es dificil acomodarla en el actual curriculum, basado en asignaturas, y en las estructuras departamentales que se han desarrollado a su alrededor. En cambio, las retiradas etnocéntricas y xenofébicas a los contenidos tradicionales de las asignaturas tienden a consolidar las estructuras convencionales de la ensefianza secundaria. El futuro del trabajo de los profesores y de las estructuras en las que se desarrolla depende, en gran parte, de la solucién que se dé a esta paradoja. 3. El final de las certezas Las inoertidumbres nacionales y culturales provocadas por la globalizacién no son las Unicas que constituyen la congicién posimoderna. En Dead Certainties, un relato de ficcién de dos muertes separadas por casi un siglo, Simon ScHAMa construye y deconsiruye dos conjuntos de narraciones hist6ricas paralelas e inte- relacionadas de tal manera que cuestiona las certezas del saber histérico y el cardcter lineal y singular de la misma explicacién narrativa’’. En la primera parte de su libro, Sctama documenta lo que é! describe como las muchas muertes del general James Wolfe. Aqui, muestra cémo la muerte del general Wolfe en la bata- lla de Quebec, en 1759, se represent6 primero como la de uno més de los solda- dos rasos en el campo de batalla. En sucesivos relatos hist6ricos y representa- ciones artisticas, dice Scama, Wolfe se fue acercando cada vez mas al centro de la batalla: un auténtico simbolo del triunfo y el martirio colonial e imperialista. En la segunda parte de su libro, ScHawA documenta y reconstruye la miste- riosa muerte, en 1849, de George Parkman, tio del renombrado historiador Fran- cis Parkman, autor de una de las historias de la muerte de Wolfe. Analizando los registros judiciales originales, Scam muestra cémo, vistas en retrospectiva, las. pruebas que condujeron al veredicto de culpabilidad para el presunto asesino de Parkman, John Webster, son mucho menos convincentes e irrefutables de lo que parecian. En el epilogo de su libro, Sckaia comenta la significacién de su texto para la comprensién histérica: Las dos historias aqui presentadas juegan con la distancia burlona que separa un hecho vivido de su posterior narraci6n... Ambas diluyen las certezas de los hechos en las multiples posibilidades de narraciones alternativas. Asi, el general Wolfe muere muchas muertes y, a pesar del veredicto y de la confesién en el caso de John Webs- ter, la verdad sobre el final de George Parkman permanece en la oscuridad 28. EI notable relato de ScHawa deconstruye tanto la certeza ideolégica de la grandeza y la gloria de la conquista imperial como las certezas cientificas del hecho historico y de la evidencia legal. En un texto, ScHAMA crea una fascinante alegoria de la condicién intelectual y filosofica postmoderna y él colapso que en 2 Véase: Hancneaves, A.; Bactin, E.; HENDERSON, P.; Leeson, P. y TossELL, T. (1988): Personal and Social Education: Choices and Challenges. Oxford, Basil Blackwell 27 Scuauta, S. (1991): Dead Certainties (Unwarranted Speculations). Nueva York, Alfred A. Knopf. 28 Schau, op. of, pag. 320, © Ediciones Moraia, S. L. a4 Profesorado, cultura y posimodemidad ella se produce de algunas de nuestras formas de conocimiento y de creencia més poderosas y profundamente queridas. En la sociedad postmoderna, el aumento de la diversidad econémica junio con la revitalizacién de las identidades locales y regionales tiene profundas con- secuencias en los sistemas de conocimiento y de creencias, asi como en el domi- nio de situaciones que descansan sobre ellos. En la sociedad en general, esia- mos experimentando un cambio desde un pequefio numero de singularidades estables de conocimientos y creencias a una pluralidad fluctuante y en continua transformacién de sistemas de creencias. La confianza en los sistemas de creencias universalizadores y omnicompre- hensivos esta reduciéndose. La creciente conciencia de las posibilidades ini nentes de una catastrofe ambiental a escala global ha reducido en gran medida nuestra fe en la tecnologia como forma de pravisi6n y control fiables de nuestro mundo en la biisqueda racional del progreso®. Del mismo modo, la globalizacién de la vida econémica, con la expansion de la informacion mediante la television por satélite y otros medios, ha amenazado las creencias en la inevitabilidad, cien- tificamente prevista, de la transformacién socialista; cambio simbolizado y esti- mulado por la destruccién del Muro de Berlin. Esas metateorias y metadescrip- ciones de la comprensién humana han caido en el desorédito®°. Incluso el saber narrativo, como algo que trata de comprender y articular las “unidades narrativas” (consideradas intrinsecas) que constituyen la vida de las personas, se ha visto sometido a una vigorosa critica sobre la base de que la vida y la biografia de las personas se caracterizan, en gran medida, tanto por su incoherencia, sus contra- dicciones y fragmentacién como por su presunta unidad®" Entretanto, la explosién de conocimientos ha llevado a la proliferacion de habilidades, en gran parte contradictorias y competitivas, todas ellas cambiantes. Esto ha empezado a reducir la dependencia que tienen las personas hacia cier- tas clases de conocimientos de nivel expert, pero también ha provocado el colapso de la certeza respecto a la sabiduria recibida y a las creencias estableci- das: el sol es bueno, pero ahora ya no; se supone que el alcohol es perjudicial para la salud, hasta que se anuncia que el consumo de pequefias cantidades de vino tinto reduce, en realidad, el nivel de colesterol; el informe de prensa publica- do por el cartel colombiano de la droga respecto a que la cocaina es rica en fibra no pasa de ser un chiste que pone de manifiesto la desconcertante omnipresen- cia y perversidad de esas incertidumbres cientificas. La ciencia ya no parece capaz de mostrarnos cémo vivir, al menos con cierta certeza o estabilidad. En las sociedades posimodernas, la duda esta en todas partes, la tradicin se muestra en retirada y las certezas moral y cientifica han perdido su credibilidad*?. 2 Véase en HARVEY, op. cit, nota 2, un desarrollo de este argumento. ° El declive de las metanarraciones, en cuanto teorlas que abarcan todo el mundo natural social, es fundamental en la postura de Lrorao, J. (1984): The Postmodern Condition. Minneapolis, University of Minnesota Press. (Trad. cast: La condicién posimodema. Madrid, Cétedra, 1989, 4. ed 5* Véase, por ejemplo: WiLLINsKY, J. (1989): “Getting personal and practical with personal pract cal knowledge”. Curriculum Inquiry, 9 (8). otofie, pags. 247-264 % Sobre esta cuestion, véase: GiODENS, op. cit, nota 21. Ademés, es interesante sefialar au la creciente popularidad de la teorfa del caos en la ciancia. Véase, por ejemplo: Gisick, J. (1987 Chaos: Making a New Science. Harmondsworth, Penguin Books. © Ediciones Morata, S. L ee TAR ERE AE EEO Las paradojas postmoderas 85 Este paso de las culturas de la certeza a las culturas de la incertidumbre se produce por diversas razones®: + La informacién y las fuentes de! conocimiento se estan expandiendo a una escala cada vez mas global + La comunicacién y la tecnologia estén comprimiendo el espacio y el tiempo, lo que leva a un ritmo creciente de cambio en el mundo que buscamos 0 conocemos y en nuestras formas de entenderlo, lo que, a su vez, amenaza la establlidad y perma- nencia de los fundamentos de nuestro conocimiento, haciéndolos irremediablemen- te fragiles y provisionales, * Las migraciones més multiculturales y los viajes internacionales estén provocando un contacto mayor entre sistemas de oreencias diferentes. * La comunicacién rapida, la reforzada orientacién al conocimiento y su continuo desarrollo y aplicacién estén llevando a una relaci6n entre Investigacion y desarro- llo social cada vez mas fuerte e interactiva, en donde el mundo social cambia a medida que lo estudiamos, en parte —y no la menos importante— debido a nuestra investigacién, El colapso de las ideologfas politicas singulares, la disminucién de la credibi- lidad de los fundamentos tradicionales del saber y la progresiva reduccién de la certeza atribuida a la pericia cientifica tienen ramificaciones de largo alcance en | cambiante mundo de la educacién y la situacién que en él ocupa el trabajo de los profesores. En primer lugar y mds evidente, a medida que el conocimiento cientifico se hace cada vez més provisional, la validez de un curriculum basado en el saber dado y en hechos indiscutibles se hace cada vez menos creible. Los procesos de nvestigacién, andlisis, obtencién de informacién y demas aspectos del aprender 2 aprender de forma critica y comprometida cobran mayor importancia en cuanto abjetivos y métodos para los profesores y las escuelas en el mundo postmoder- no. Aunque estas premisas educativas tienen profundas raices filosdficas y han sido objeto de repetida defensa (y oposicién) historica, las endémicas incerti- dumbres cientificas de la era postmoderna las sittian en una posicién especial- mente relevante“*. En segundo lugar, el declive de Ia tradioién judeocristiana como primer propé- subyacente a la escolarizaci6n y la ensefianza en un contexto de mayor diver- sidad religiosa, cultural y étnica suscita agudas cuestiones sobre los fines morales de la educaci6n. Una de las mayores crisis educativas de la era postmoderna esta constituida por el colapso de la escuela comin, una escuela vinculada a su comu- nidad con un sentido claro de los valores sociales y morales que debfa infundir®. Ibid. & Entre los muchos defensores de estos prinoipios de la ensefianza y el aprendizaje en la era postmodema estan: ScHLECHTY, op. cit, nota 11, y Sizer, T. (1992): Horace’s School: Redesigning the American High School. Boston, Houghton Mifflin % Este declive de la escuela comin se analiza en: HOLMES, M. (1984): "The victory and failure of educational modernism’. {ssues in Education, Il (1), 23-36. © Ediciones Morata, S. L. 86 Profesorado, cultura y postmodernidad Junto con este desafio multicultural a la tradicién juedocristiana, el caracter expansivo de la educacién secundaria ha planteado otras cuestiones adicionales sobre la relevancia del curriculum académico tradicional para todos los alumnos. El curriculum “de cafeteria”, con muchas asignaturas optativas, trataba de adap- tarse a las necesidades muy diversas de una poblacién escolar de secundaria mucho més nutrida, pero la mayor diversidad s6lo llevaba consigo una incohe- rencia crénica en la experiencia curricular y el declive de cualquier sentido de comunidad u objetivo comin en el mundo fragmentado y burocratico en que se han convertido las escuelas secundarias**, Durante algtin tiempo, esta crisis de objetivos pedagégicos se conjuré mediante una respuesta tipica del modernismo, que ponia su fe cientifica y edu- cativa en un aparato tecnolégico de medidas de eficiencia y eficacia, que se pre- sumfan conocidas y neutrales. En todo el mundo, los investigadores educativos y quienes les prestaban apoyo financiero, invirtieron mucho en el desarrollo de tec- nologfas cuantitativas, “duras", de investigaci6n para poner de manifiesto las cer- tezas cientificas generalizabies sobre la eficacia escolar. En muchos sistemas escolares, estos atributos de eficacia —-como unas elevadas previsiones de apro- vechamiento, una atencién concentrada en la instruccién, un clima escolar aco- gedor, seguro y ordenado y un liderazgo fuerte, a cargo del director— se aplica- ron con celo al mundo prdctico de la educacidn, en cuanto objetivos politicos o como criterios para supervisar el progreso y la actuacién*”. Sin embargo, esta fe modernista en el triunfo de la ciencia y su capacidad para determinar lo que cons- tituye una escuela eficaz ha comenzado a disolverse. Las limitaciones de la inves- tigacion y la practica de las escuelas eficaces estén quedando cada vez mas patenies, incluso para sus defensores ms entusiastas. REYNOLDS y PARKER resu- men brevemente la mayoria de ellas* * Las listas de verificacién de ceracterfsticas no dan una idea clara y holistica de lo que hace eficaz a una escuela ni de cémo se establece. También es preciso saber qué pautas marcan estas listas y cémo se integran en forma de una cultura global de la escuela, + Aunque sepamos a qué se parecen las escuelas eficaces, no sabemos omo crear- tas. En efecto, las tentativas para crear escuelas de este tipo, utilizando la inves- tigacion sobre éstas como fundamento de sus esfuerzos, han producido, a menudo, la oposicién de los profesores ante !o que perciben como un cambio impuesto, no deseado y que supone un excaso de trabajo. 38 Puede verse una elaboracién de este diagnéstion en los Estados Unidos en: Powel, A.; Farnan, E., y Coven, D. (1885): The Shopping Mail High School: Winners and Losers in the Educatio- ‘nal Markeiplace. Boston, Houghton Miffin, Un analisis de la escuela comprensiva briténica al final de Ja era modema aparece en: HanGreaves, D. (1982): The Challenge for the Comprehensive School. Londres, Routledge & Kegan Paul. $7 Véanse: Purney, S. C., y Suir, M.S. (1983): "Effective schools: A review’. Elementary Schoo! Journal, 83 (4), pags. 427-452; Lezorre, L. W.: “School improvement based on the effective schools esearch’, en: GanrNer, A., y Lisky, D. K. (eds.) (1989): Beyond Separate Education: Quality Educa- tion for All, Baltimore (MD), Paul H. Brookes. 38 Reynotos, D., y Parken, A.: "School effectiveness and school improvement in the 1990s", en: Reynoups, D., y CUTTANCE, P. (eds.) (1982): School Effectiveness: Research, Policy and Practice. Lon- dres, Cassell © Exiciones Morata, S.. illite k f | t k Las paradojas posimodemas 87 * Hay gran cantidad de pruebas de que las escuelas eficaces no permanecen nece- sariamente estables en el transcurso del tiempo. En consecuencia, aunque supié- ramos cémo crear escuelas eficaces, todavia no sabemos cémo mantenerlas, * Las escuelas eficaces suponen una definicién restringida y convencional de la efi- cacia. La mayoria de los estudios han subrayado los resultados académicos y, Sobre todo, las destrezas basicas. Las escuelas que son eficaces con arreglo a estos parametros convencionales y limitados quiza no sean en absoluto eficaces para las exigencias del mundo postmoderno y postindustrial. Por ejemplo, no sabe- mos cémo serian las escuelas eficaces que llevaran al éxito en la resolucién de pro- blemas, la creatividad, el riesgo, la flexibilidad o el aprender a aprender. * Nuestras ideas de eficacia son, con frecuencia, especiticas contextual y culturalmen- te, limitando lo que podriamos imaginar sobre las escuelas a los ambientes en los que estudiamos y las administramos. Ast, el liderazgo fuerte, heroico e individual esté muy correlacionado con los resultados satisfactorios en'las escuelas nortea- mericanas y briténicas, pero no en las holandesas, cuyas expectativas culturales respecio al liderazgo son muy distintas. Aunque, para una serle de educadores, los residuos del legado modernista en relaci6n con las escuelas eficaces siguen vigentes en calidad de objetivos sucedaneos, la fe en los principios generalizados y cientificamente conocidos de 'a eficacia escolar han empezado a ceder, superados por los compromisos con los procesos de perfeccionamiento escolar, mas sobre la marcha, provisionales y sensibles al contexto®. El declive de las certezas morales y religiosas tradicionales, unido al colapso de las certezas técnicas y cientificas, ha provocado, en muchas escuelas, una bUsqueda generalizada de misiones, visiones y el sentido de la “totalidad” en forma de elaboracién de un curriculum para toda la escuela y de un planteamiento de 'a transformacién de la misma. La fe en el producto de la eficacia se ha transteri- do a la confianza en el proceso de perfeccionamiento. La certeza cientifica, la cer teza basada en principios probados de aplicabilidad generalizada, esta siendo sustituida por la certeza situada, la certeza de que, en cuanto colectividad, los pfofesores y otras personas pueden extraer informacion importante de la puesta en comin de su conocimiento préctico del contexto inmediato y de los problemas que plantea. Esta busqueda de misiones, visiones y perfeccionamiento continuo @n la misma escuela refuerza mucho la validez del conocimiento de los profesio- nales y realza la importancia de las necesidades y exigencias de cada contexto Conereto en el que trabajan esos profesionales. Por otra parte, también somete y devuelve ciertas preocupaciones sociales, morales y politicas importantes, relati- vas a la formacion de las generaciones futuras, a un proceso determinado pri- mordialmente por las escuelas y sistemas individuales. Las soluciones que capitulan ante la incertidumbre colectiva y dejan que las &* Pueden consultarse revisiones sobre el perfeccionamisnto educativo en comparacién con la sticacia escolar en: C.ank, D. L; Lotro, L. S., y ASTUTO, T. A.: “Effective schools and school improve- Tent: A comparative analysis of two lines of enquiry”. Educational Administration Quarterly, 20 (8). paginas 41-68; y Stout, L. y Fink, D. (1996): Changing Our Schools. Buckingham, Open University Press, © Eticiones Morata, SL. 88 Profesorado, cultura y postmodemidad escuelas sean moldeadas por el mercado de opciones de los padres, que refleja las presiones y particularidades de las distintas localidades a las que sirven y los grupos de intereses que las dominan, exacerban atin més estos problemas “°. La crisis de objetivos educativos y sociales de la era postmoderna es, en este senti- do, una crisis atin no resuelta. Tampoco puede resolverse mediante el retorno nostélgico a certezas miticas de un pasado no muy bien recordado en el que —se dice— triunfaban las asignaturas, los niveles tradicionales y las destrezas basicas*‘. No sdlo la solidez de ese pasado es objeto de duda historica, sino que atin es mas cuestionable su adecuaci6n a los ambientes complejos, diversos y en rapido movimiento del presente. El tercer conjunto de consecuencias que las culturas de la incertidumbre sus- citan con respecto a los profesores y las escuelas se refiere a las estrategias de ensefianza. En lo relativo a los métodos de ensefianza, las vias de reforma edu- cativa estan cubiertas por las desacreditadas certezas del pasado. Las reformas del tipo de los esquemas de lectura, los laboratorios de idiomas, el DISTAR’, el aprendizaje programado, la instruccién directa e, incluso, las aulas abiertas serian piezas adecuadas de un museo de la innovacién educativa. Con frecuen- cia, las soluciones de hoy se convierien en los problemas del mafana. En nues- tros museos de innovacién cabrian el lenguaje total, el aprendizaje cooperativo o las matematicas manipulativas. Los modelos singulares de pericia basados en fundamentos de investigacién que se presume segura, estan edificados sobre arena epistemolégica*?. * Este es el problema fundamental de la soiucién, basada en el mercado, propuesta por HOLMES al colapso de la escuela pablica que identifica hdbilmente en términos histéricos. Véase: HoLMEs, op. Git, nota 35. Puede argumentarse que los defensores del mercado y de la eleccién en educacion que gozan de mayor influencia son: Cie, J. E., y Mos, T. E. (1990): Politics, Markets and America’s Schools. Washington, D.C., The Brookings Institution. Yo he elaborado la critica de los modelos de politica educativa que apelan a la fuerza mercanti de la eleccién de los padres en: HARGREAVES, A., y Revuio.ns, D.: ‘Decomprehensivization’, en: HARGREAVES, A., y REYNOLDS, D. (1989): Educational Pol cies: Controversies and Critiques. Londres y Washington, D.<., Falmer Press. © David Harvey, en The Condition of Postmodernity (op. cit. Nota 2, pag. 292) sostiene que uanto més efimero es el cardcter de algo, més urgente es la necesidad de descubrir o instrumentar algén tipo de verdad eterna en la que pueda basarse, La resurreccién de lo religioso cuya fuerza ha ido en ‘aumento desde los dimos afios seserta y fa bdsqueda de autenticidad y autoridad en politica. gon buenos ejemplos de ello. EI resurgimiento del interés por las instituciones basicas (como la familia y la comunidad) y la busqueda de raices historicas son signos de! intento de conseguir amarras mas seguras y valores mas dura-

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