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la teologia de la muerte de DIOS ve VILLA L-qué es la teologia de la muerte de D108? mundo esta en proceso de secularizacién acelerada; la relig eada ver menos importancia y efectividad; el hombre religioso y las instituciones religiosas ven Tlegar el fin de sus privilegios particulares. Fs el mundo de las nuevas formas, de la tecnologia, de los medios de masa, del experimento” En este cielo poco claro se oye hablar de la “nueva teologia, de Ia teolo- gin secular, de la radical, y de la teologia de la muerte de Dios”. Hasta qui ha Iegado Ta erisis que se inicié con cl hundimiento de la Cristian- ad. Se trata de 1m radiedlismo que tiene por padre a Nietasche de quien aprendis el nombre de teologia ie la “muerte de Dios” y que el tedlogo mo y sefia de Ta teologia radical pian To lanzé como Es dificil responder a qué se refiere In expresidn “muerte de Dios”. "Quizas sea la categoria de acontecimiento la que se muestre como la respnesta nis itil; Que hubo alguna ver um Dios, para el eval Ia adoracidn, Ia fe ¥ le orecién eran apropiadas, posibles ¢ incluso necesatias, pero que thora ya no hay tal Dios. Esta ex In posicign de la muerte de Dios, 0 teologia radical. Se trata ie una postura atea pero eon vine diferencia, Si habia un Dios y ahora ya no lo hay, d ‘ posible indiear por (qué este cambio se registes, eusindo sucedié y quiéa fue el causam 2.-causas de la teologia de la muerte de DIOS Pero si la muerte de Dios et un acontecimionto, sea de Ia clase que sea, apor qué ocurris y eusndo? ZQné ha pasado? ZQné ha hecho posible y hasta ‘necesario para los eristianos el vivie sin Dios? ;Por 4) actual crisis religiosa ha tomado esta forma? Varias son las raiees que podemos encontrar, eausa in acontecimiento. Lay podriamos elasfiear en fils cs. La filovofia ha lansado ciertas retos epistemoldions que hablan de Ta inasequibifidad de Dios, “El Dios invisible, on la realidad, es el proble- ima crucial para la teologia secalar juntamente con el problema de la relacign del hombre an Dios, Al no descubrir a Dios de forma elara en 107 Ss ye Old este mundo y on Ta vida humana, se determina slejarse de él como de un transcendente, lejano, 0 se intenta alejarle como un Dios ausente © impotente. En la ausencia de un Dios demostrable xe decide volver al mundo para, por ese medio, encontrar a Dios". Otra raiz historiea niotivo mis prictieo de ese teologia, es la experiencia comtemporinea de que la muerte de Dios va unida ante todo aun cambio, no comprendido: plenamente hasta nuestro tiempo, en Ia relacidn entre ol hombre y el ‘mundo. Se ha deseubierto ol valor del mundo en su independencia y en el Hanami io dirige muestra vida ya ica hx instalado al hombre como cosas, y esto ha creado un irapacto en sts " Tenzuaje tos. El hombre ha Hegaio a Ia mayoria de edad, ‘que signifiea simultineamente independencia y repialsa de un Dios activa ¥ concurrent, y deseubrimiento de Tas posibilidades de Aispone para hcerse cargo de exe mundo y transformario. La tee modifica Ia ereacidn, introduer alteraciones en nuestro mundo y e tro euerpo y cou ello aniguila nuestro sentido de piedad yd para hablar a Dios o de Dios, Esta teologéa, con todo, no ha nacido espontinesmente de una mera ¢i nes que haco y las preguntas que alos sistema elaborados por én protestante, sobre todo de tres alemanes Bultinann, para “desmitologizar” Ta fe eristians, Tillich, para “coneiliar cultura y religion”, y Dietrich Bonhoetler, para liberar el mensaje del Evangelio de un “a priori roligioso". De ellos ha aprendido la necesidad que tiene Ia teologia de iniciar un vive didlogo con el anuindo y con Ta jstoria de hoy. Podsiamos decir con Altixer y Hamilton, que el siglo IX es a la teologia radical To que el siglo XV fue a Ia nueva ortod protestante, ya que tan sélo en el siglo XIX hallamos Ia muerte de Dios situada en el centro mismo de Ta experiencia y de Ia visidn del mundo, No tenemos mis que repsar los textos posticos. de os que. surge In idea moderna de Ia muerte de Dios: Blake, Jean Paul, Heine, Emer son, Melville, Niettzsche, Arnold, Ibsen, Wallace Stewens, entre otros. En ellos, si se quiere en forma postien, se hace presente una nueva ex: periencia y vision del mundo, que se despliega en el abanico de posibi: Tidades de la teologia actual de “la muerte de Dios”. 3..intento de esa teologia Si pididsemos a la teologia radical una explicacién breve de sus propé~ sitos, responderia: “intentamos ver si es posible vi Dios, considerando este ensayo como, ¥ tesrica-teoligiea”. 10, nada mis lejos y opuesto a Ia intencién de estos tedloxos que tacharles de oportunismo © de busear Ia adeeuacion a Ta contemporatei= dad por si tos hombres intenian con seriedad dar tna. Fes puesta pastoral al eristian fr en Ia propia situaci namente de nuestro tiempo. 10 deformado de hoy y hallar un medio para josa como un hombre © una mujer ple- 108 realidad presente o no? Si fentonces es algo. de lo que hay que prescindir, y esto entraiia unas tareas teoldgieas y pricticas de considerable eomplejidad y dificultad. La agenda de esta teologia radical incluye, cerrada la fase period el papel de asumir el experimento intelectual y ético-politico, pues la espiritualidad de la teologia radical es Ia politica y su objetivo ee Ia erea- cidn de comunidades. So trata, por tanto, de una aventura teolégica en sentido estricto, que Dusea una via totalmente nueva para el pensar teoldgico, en medio de esta situaeién actual de eambio y de especiales relaciones de Ia persona “ma- yor de edad” con sa mundo, Es un intenta de vivir cristianamente sin Dios, en un “mundo mayor de edad”. “La pretensién de Hamilton y Al- tizer de crear un eristianismo sin Dios, un Cristo sin Dios, parte de este “non-sense” fundamental. Por ello, tras el escandalo y ol sensacionalismo que va poniendo baje de la muerte de Dic jensado a numerosos aciertos ¢ intuiciones— resulta fundamentalmente negativa para los neo- tedlogoe. Testimonio de ello es la misceldnea: “Radical Theology : Phase Two. Essays on the Current Debate”, quo recogiendo aportaciones de teilogos de todas las confesiones, han editado en 1967, C. W. Christian y Glenn R. Wittig, Para los eristianos que quieran ser eristianament ‘adultos en el mundo de hoy y de mafiana —que todos quisicramos adul- to— existen otras alternativas que las que presentan, por ejemplo, W. milton y T. Altizer. Ene conjunto, el modelo de la teologi imerte de Dios” que nos ofrecen estos autores, es una forma de agnost ccismo (pese a la ambigua lucha de Altizer contra é)). Dicho esto, hay que aviadir que son numerosos los auténticos intereses de estos “tedlogos sin Dios” que deben ser apasionadamente rect tuna teologia eristiana que ame el futuro de la 4.-coracteristicos comunes a los tedlagos de la muerte de DIOS No busquemos una wnidad exe se han propuesto esa tarea teol iva en cl pensamiento de Ios autores que ‘tico-politica. Lo que les identifica ‘abriel Vahanian, Paul Van Buren, Wi- J. Altizer y Harvey Cox, rom teélogos de la pero esa teologia en cada uno de ellos adquiere un matie y un modo de explieacion distinto. Con todo, podriamos enume- rar, siguiendo a Langdom Gilkey los rasgos caracteristicos siguientes 1°_El earéetor problemitico de Dios y de las relaciones del hombre para con El actualmente, 2.°La aceptacién del mundo secular como bien normativo, tanto inte- lectual como cticamente. 109 3.—La reduesién del ambito de Is toologia « aquellas proposi puede afirmar uno mismo, lo cual implica el rechazo de establecidas de tradiciin y’autoridad, 42—La contralidal de Jesneri mundo para servitle desde all 10 como alguien que nos Hama hacia el 5.°—La ineamodidad ante entidadles 0 eategorias mitoligicas, suprahists- reas, escatolégicas 0 sobrenaturales Dios, hombre, mundo, fe, son los problemas de Ia teologia cal; todo ello envuelto en un modo de expresién y lenxnaje ae raizado en los problemas vitales que surgen hoy de una situael Bio, y con una finalidad: ver Ia posibilidal de fen uns forma ida: ar una integracién del atcismo en el feorazdin de In fe S.-tedlogos de la muerte de DIOS Gave, Vanantay: En 1060, un teslo; sno, Gabriel Vahanian, profesor on Ja Universidad de Syracusa (New York}, lanzé el conocido. slogan de Nietzsche sobre “le muerte de Dios”, titulando asi su obira. Es un estudio xno del ateismo deelarado, sino de lo que se Ilamaba en los EE. UU, “‘renacimiento religioso”. 'Vahanian hacia en esta obra una constataci’n Aolorosa; este pretendido “renacimiento religioss” no comsistia de heck rms queen una religiosidad mas americana que eristiana, Ta antigua vision bibliea de un Dios totalmente otro cue este mumilo, aunque in comcebible sin l, hacia sitio a un inmanentisme radical que aleanzaba 4 Jos mismos eristianos y que corria el peligro de vaciar el evanzelio de para él, “la muerte de Dios” signi muy iy Altizer, Para él, “la tanerte de Dios” mienta tural: la eristiandad se ha evactado a si misma tanto cultural como religiosamente a través de los nviltiples eompromisos y alianzas que ha eontraido en la historia de Oceidente, Dios vivo y transeendente de Ia Biblia ha muerto y no ha sido Ie guerra de los ateos quien lo ha matado, sine “le morfina de la veligiosi= ‘dad post-eristiana”. Pero esto no le lleva a la desesperaciOn: esta grave aporia de Ja fe cristiana ante la eultura “posteristiana” que ella misma hha creado, ni invalida Ia fe ni pide otto Dios que el "Dios Biblica". Esta ces Ia tesis de su nuevo libro “No other God”. El no santifieato avin, ¥ aqui es donde pone Is tarea de los evistianos, Ea pues un teélogo profundamente inquieto que eree en Dios; un Dios “sin al que no hay Jesus". Y que ante la desgracia del hecho cultural lanza tuna llamada a le elaboracién de una teologia pura para esta era post Pave VAN Bure: La postura de Pau) Van Buren ea diferente a la de Vahanian. Con Van Buren se puede hablar verdaderamente de la teologia atea, Estamos en plena ideologia del secularismo cerrado, que nicga sbrirse a toda trans- 10 liberal, de une re ido que el empirista puede abarear sin difieultad, Cristo no es na especie de idolo humane re ido, sin Dios; con eso ha evaeuade del Evangelio el “esedndalo”, Esta es la intencién de Paul Van Buren en su libro “The secular meaning ‘of the Gospel” (la significacién profanin del Evangelio), publieado ‘en 1968 ; pretende busear el sentido profane del Evangelio, pes Io que él larizado, del Fivangelio: es deeie, aje divino a un mensaje puramente humano, fumdado sobre el empirismo y anilisis linguistic de Wittgenstein (1389-1951). Una vex descariado todo lenguaje que trascienda el empisisino, die. 7 ‘queda del existianismo? Queda la existoncia historiea, empitiea de Testis ‘de Nazaret, Hay que decir, sin embargo, que la preteniida sobriedad y rigor de Van Buren, asi como su negacion rotunda a usar el tézmino “Dios o sts eu es, Ie exeluyen de antemano de un movimiento que se titule «+ ‘de la muerte de Dios", a pesar de que participe de ‘que ha sefalado Langdon Gilkey a la “teo- algunos ras logia de la m Wants Hasaeron W. Hamilton y T. Alter son los dos hombres mas jonables de Ia terna que comienza a ser conocida en 1965 en Norteamérica como Ta terna de los tedlogos de Ia muerte de Dios, El tereer hombre es Van Buren. William Hamilton, profesor del Colgate Rochester Divinity S bliea en 1966 en New York “The Nev Essence of Christianity”, tratando de aislar, de poner en elaro Io que es el meollo del mensaje erista ‘esencial y eterno. Pero no trata de Hezar a un reduccioniamo a 10 Va Buren, Hamilton ve que la teologia es inasimilable para el espiritu de hhoy en dia; que Dios ha muerto para el hombre actual y esta atsente de ss mundo; que el eristiano so seculariza y so sopara de an tradieidn. En- jees, leyendo # un monje de Ia dad Media, Guillermo de Sant-Thi rry, encuentra una salida valida, sogiin él, para el eristiano de hoy: “El estilo de vida es mas importante que la manera de hablar de Dios". De donde su conclusin:: imitemos a Dios en nosotros dindonos enteramente a los otros, como Cristo. La expresién de esta tearia de Hamilton, ai muy embrionaria, Ia ha expuesto en el libro que ha publicado con Altizer, “Teologia radical y muerte de Dios”, Grijalbo, Barcelona 1967. ity School, rus Tuostas J. J. Autizex: Ponsador més sisteinitico que Hamilton, en Ia Universidad de Emon ‘una parte sustancial de sus tomas lot publica on el libro de “La teologi de la muerte de Dios’, al que ya hemos mencionado anteriormente. Una presentaciin mas sistemiticn habria de buscarse en sw nuevo libro titu- Jado “The Gospel of Christian Atheism”, Filadelfia 1966. Este te6logo no discute la muerte del Dios de ta idolatria, de la falsa piedad, sino que discuto la muerte del Dios del cristianismo. Este es un fenémeno histérieo, sésmieo y ontolégica, Dior ha muerto en nuestro tiempo, en nuestra historia, en nuestra existencia, Su encarnacién en el mm mundo ha negado su transcendencia: haciéndose carne se ha despojado des naturaleza divina, y asi, esta Palabra divins encernada es I que realiza la conciliasién de lo opuesto: de la carne y el espiritu, dle I> tagrado con lo profano, de lo divino con lo humano. Pero no es una encarnaciin estitica, sino la encaracién progeesiva del Espiritu, tomada de la filosofia de Hegel y de la poesia de William Blake. Por eso, una revolucién verdaderamente histriea, como la eristiana, no ica sino en Ta historia, Y asf, ol Semis ax téntico del eristinnismo es el que se manifiesta oscaramente en el mé ‘mento actual; huscarle en el Jesis histérico do Nazaret es cerrarse a presencia actual, siva en este mundo muerto. El hoy de Dios es el hoy del hombre, Ha ratado la transcendencia, ha clegidlo Ja oseuridad que resulta de ello, pero Ia muerte de Dios aceptada puede conducit al naci- miento de una Humanided renovada en Jeweristo. En espera de I lida, el cristiano debe comprometerse totalmente eon los otros hombres, como Dios, en la realidad terrena bruta. Dios ha muerto, y sin embargo permanece la fe, una fe que Altizer sigue califcando de ‘eristiana, como la iniea oportunidad verdaderamente actual tras “la muorte de Dios”, Hanver Cox: Joven tedlogo baptista americano, esti corriendo Ta misma aventura que el obispo Robinson, Su libro “The Seealar City” (Ia ciudad secolar) publicado en New York en 1965, ha aleanzado una tirada de mas de 250.000 ejemplares. Las discusiones que ha suscitado han dado Tugar 2 ‘una segunda obra “Debate sobre In ciudad seculax”, donde el autor res- ponde a las objeciones y criticas y explica ciertos puntos. Al afirmar la transcendencia absoluta de Dios nos recuerda a Barth; de ella saca como ‘consccuencia Ia nevesidad de destcralizar todas las actividades humanas, y especialmente la politica, en Ta cual ve ol verdadero lenguaje actual de Jn teologia. Dice que la secularizacién de In ereacidn, de Ia naturaloza, de Ia politica y de los valores humanos, viene aportada por la Biblia. Cox acepta esta cindad secular del todo, como campo sctual de accién de los hombres, aunque sin identiicarse’ con el Reino de Dios, pues al Reino de Dios, presente entre nosotros, pero inacabado, no se le puede identifcar con un tipo de civilizacién. Como pueblo comprometida en este contexto de Ia ciudad profa proclamar el conteaide de Ia era mesiénica inaugurada, Ia reconeiliacion centre los hombres y su nueva libertad. Sin sustituir « Dios, el hombre debe emplear su esfuerzo en le organi- zacién del mundo; lo que implica que la teologia es ante todo politica. El mensaje de Dios, dice Cox, en “Ja ciudad secular”, no es la estabilidad en el orden, sino tna liberacidn progresiva de la vida humana en todos los Srdenes. Por eso, ser eristiano es estar comprometide, en nombre 1: Ta fo en Dios, con la obra del progreso. mm La Iglesia para Cox, como para Bonhoeffer, no es una sociedaal invisible: fer una comunidad actuante en el sentido del progreso humano. Pero no hniega su transcendencia, sino que la ve como tensién del futuro en el presente. Y¥ aunque acepta la sectlarizacién, de hecho, rechaza completamente el sevtlarismo 0 manera de concebir la vida eerrindose en su propio valor, nogando toda transeendencia. bibliografia ‘Twows J, Aurisn y Watts Hasexon, Teologia radicel y muerte de Dios. Gxjabo, Bareclons, 1967 6. Van Ouwinxenn, Sevulaidad y ética erstana: Gonelliam 25, 909310. LW, Hasuuzon, Br toro 0 ke teologi redial: Coneiiam 29, 456, ‘Avvanea Botaso, Toologta roicel: Razén y Pe (Noviembee 1967) 378 Les théologions dela “morts de Dies": Poul Van Buren: Informations Catholiques (Diciembre 3967) 34 Avvanex Botano: 1V Sema americana de la “muerte de Dios", Dios y Ateimo, ‘de Teologin de Is Universidad de Deusto. Bilbao, Mensajero, 1968 Pero hablar de Dios en una forms secular no es meramente un problema sociolégico. Puesto que vivimos en un periodo en que muestra visién del mundo ‘est siendo politizada, en el que la politica... esti reemplarando a 1a metafisiea ‘como el modo caracteristico de captar Ia realidad... Hablar de Dios en una forma secular e¢ también un arunto politic, Harvey Cox, La cludad secular. us

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