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¥ sobre todo en Lahy, encontraremos paginas que no han envejecido, El trax ‘caso de esta corrcnte de pensemiento esti en otra parte; es cientifico y resul- {a de su anclaje prematuro en una psicofisiologia iin muy ristica, ala que hu- 'bo que renunciar con rapidez. Ahora bien, sin la proteceidn epistemot6gica de la Fisiologia la psicotéenica era conducida a autoegitimarse. El desvio ético posterior resulta de fracaso cietifico. El valor social de los discursos cienti- ficos se basa en primer lugar en su valor cientifico. No es indtil recordar esta banalidad epistemolégica 98 if *« 5 me Una ciencia tayloriana del trabajo?’ — 1. Taylor y el taylorismo ior qué reeditar a Taylor? No seria mejor preguntarse por qué no se hizo antes? En efecto, viendo la masa de escritos de economistas, administradores,histoiadores,psicdlogos, socidiogos, etc, editados alo largo de estos iltimos veinte aos y referidos a Taylor 0 al taylorismo, podemos preguntarnos por qué la puesta disposicién el pablico francés de un texto aparentemente tan fundamental no surzi6an- tes como imperativo. La ausencia de textos (la itima edicion francesa de Tay- lor esté précticamente agotada en las lbverias desde hace diez aftos) fue muy perjudicial para el debate, produciendo muchas confusiones sobre el fondo y también sobre la forma, Encontramos en la literatura dedicada al taylorisma las referencias mis diversas sobre las fechas de publicacién de los textos de Tayloren Estados Unidos y en Francia, inclusive sobre los ttulos de estos tex tos, Antes que nada, es entonces importante precisar los datos bibliagraficos y sitwar el contenido dela presente edicién Las obras de Taylor en materia de organizacién del trabajo comprenden esen- ialmente dos textos: el primero, Shep Management , se publicd en Estados Unidos en 1902 y fue traducido al francés en 1907 bajo el impulso de Henry Le Chatelier por la Revue de Métallurgie con el titulo Direction des atcliers El texto completo en su edicién francesa origina! de 1907 es el que publica- ‘mos en esta seleceién’. EL segundo texto, Principles of Scieniific Manage- ‘ment, se publicé en 191 en Estados Unidos y el afto siguiente en franeés con el titulo Principes d organization scientifique des usines y un prefacio de Le ‘Chatelier. Este segundo texto, complementado por largos extractos de un tes- timonio de Taylor frente a una Comision de investigacién de la Cémara de Re- presentantes de [0s Estados Unidos, habia sido objeto de las anteriores reedi- cones francesas de Taylor. 1 Exe texo se publics init con el ila “El taylortamo yas cenias de gestion, ayer hos” como snroduecton a una reediion de "Shop Management de. W, Tasor, Scamp: Tada por un dosir sore ol debate acerca del tylrismo en Franca ence 1910 y 1920: Fre- ‘erick Taylor, Ses Amar. Bile Belt, Jeat-Marice Lahy, Heny Le Chaeier (1990), Or- ‘gomzarion de rave économie des entreprises textos Selecionade ¥ presentados por F ‘atin, Pars. Ed Organization. 2 (Bs desir en la publicaién cts como referencia en a nota antrit). 4 Br anexo puede enconrase una bibiogala dels obras de Tylor. Latina edicion fran ese Tahar apaeci en Dunod en 1987 cone tu La distin strigue aes one 99 Trabajo, ciencias y sociedad -Frangos Var [Ahora bien, nel primero de estos dos texts se formula el pensamiento tay loriano de ia manera mis sistemética. Todos los comentaristas estin de acuer- do, El Segundo, segin Henry Le Chatelieradmiradorincondicionat de Taylor, es un “simple resumen” del anterior’ Al publica los Prinipias de organiza cicn ciemifica de las fébricas, Le Chateier esperaba suscitar interés por los ietodos de Taylor por parte de los industrialesfranceses, indiferentes a Ta pu- blicaciin de la primera obra’. Le Chatelier era consciente, en efecto, de que uno de los obsticulos para la difusién del pensamiento tayloriano residia en tos textos mismos de Taylor. mal esritos, mal presentados, poco estimulantes pra su lectura: por su desprecio dela forma literaria, F. W. Taylor perjudic6 mucho la difusin de sus idcas y su éxito", esribia en 1913 en la necrokig ca del ingeniero estadounidense Las “ideas” de Taylor, 0 las que se le atribuyen con el nombre de “tayloris ‘mo’ tuvieron Iuego un gran éxito, pero sus textos y sobre todo el principal, D> Shop Management_se difandieron mal, No debe sorprendemos, porque eo. smo lo destacaba Henry Le Chatelier, Taylor no es el mejor embajador del tay Torismo, Basta con leer las siguientes paginas para convencerse: la argumen- tacién es a menudo mediocre, el plan de la exposicién incoherente, muchas afirmaciones parecen fuera de lugar, ingenuas 0 indtilmente provocadoras En resumen, este texto tendria un interés medioere y la pertinencia de su ree~ dicin seria discutible, sino se tratara de Taylor y por lo tanto del origen his- térico del “taylorismo”. Se comprende que desde hace cincuenta afios los edi= tores franceses hayan dudado en volverio a publicar. Pero es posible que, con el pretexto de que una obra es aburrida, se la sustraiga a los lectores, a pesar ‘25 an prefnio de Louis Danty-Laiace, Est misma edicin Toe etorada por la oleesin {eo Marabou ep 1967, Este clo no cresponde a ninguna obra precisa de Taylor Se lela de dos tenos"merlados x cstingidossolimente po eaateres de impront diferene 1s Los ltlos dels apis también son aderifos. Sin un cuidade especial por la pure- a reausal. esta decision edna nos parece seule. Proboblementehecha con la itene con de volver mas acecsible y mis agradbleaestura de Taylor (of Ia ta intodacovia del Ureducor Lue Mau) esa mezela comtibuye a menudo 2 volver oscuro wh fensamiento $8 Dusan desorganizad 4 Henry Le Chace. Le time Flor La Technique Moderne T. VI, N° 12,18 de junio de ws, 5 Sobre inrducion det sistema Talor en Fanci, cf fs rabajos de Mout Aimee (1975), “Les orgies du system Taylor o Fane e pia de vue paronal 907-1984), Le moan mon socal cstbre-dciembre; (1978) "Patras de propre ou pavens de combat? Le plt- "ur de atoallsation de dustiefargaise a tndemain dela premiere guerre mondiale” Focherohes N° 32-33 "Le soldat du waval’, spiembre:(1983)"Lo premire gucre mondia= leet Te wylorisme” en Montmolin M. de, Paseé 0. (eds). Le Talore, Ata cel cologuio intemaconalorganizado pot a Universidad de Parl Xi, Paris, La Deeruven 6 Le Chatter Henry (915), "Feder Winslow Taylor (1856-1915), Reve de Metallurg, NP any N°, abe 100 : 15. cUna ciencia tayloriana del trabajo de haber sido tan reformulada, parafraseada, analizada, comentada desde ha- ce un siglo? El abajo de exégesis de Taylor, en efecto, comenzé muy pronto, debidojus- tamente a la mediocre calidad de sus propiosescritos. Para tomar sélo el ca- so de Francia, hay que citar las obras, articulos e interyenciones de Henry Le CChatelier, Charles de Fréminville, Clarence Bertrand Thompson, varias tesis de derecho. y la pequeta publicacién de Georges Bricard de 1927 que ya tra- taba de integrar el aporte de Taylor a un enfoque mas general de las “ciencias de la administraci6o” nacientes en ese momenta’. En otro renistro, Georges Friedmann descubrid en los ates, 1930, con una mirada fMosbfica. las obras de Taylor y las de los primeros grandes autores del management estadoun dense’. Su'Tectura de Taylor inspr6 ala psicologla, la sociologia y la eson0- mia del trabajo contempordneas en Francia y en muchos otros palses, y hasta en los mismos Estados Unidos. La renovation del debate sobre el taylorismo en Francia. a fines de los alos 1970, estuvo asi profundamente marcado por el pensamiento de Friedmann’ 7. Fmanexo se puede encontrar une eve rola sobre a vida y obra de Henny Le Chater. (Hoe bianos inlaid en a publcaion de dane este exo surge an ots bibliog sobre Tay lor y alas bio-biblngrafcas sec los cuatro comenarisas frances de Tayorpubleados. Lente esto, lean-Mavice Lal ue amplamentepreseraado ene capialo anterior y Emile Belo Insert en el prime. Po ho tao slo mank os as nous refers Jukes Amat y Henry Le Chater Charles 6 Fréminvill,ingeniero, ug6 un pape importante en la difo- sim} la puestt en priced las dea de Tayo, sobre tod comm diesor tenn des fd trices Panhard y Levsso (1899-1916), y luego durant la guerra ch Ts asileresnavaes de Penhoet ff Mout), EserbiS eo varus revista y se preset ante dvessssociedaeseien- es, pro no de esos relevant sobre el ayierismo, En eambio es necesaio cit I obra de Clarence-Bemard Thompson. mgeiero meciieoceveano a Tesla, qu estuvo en Francia para difonir et ayers: La sstome Tylor, Pais, Payot 1920, pelacio de Alexandre Mi- Merand Esta poquen pulisci, gue rloma cua confeeneas dass en 1916 en el Cone Servaoie National Arts et MBs, consituye una exposicién peteuarmente cara dels Prinepos del aslorsm La abra de Georges Briard: Uorgamsation scemifigne du ira Paris. A Colt, 1997 se reed repulamment hala kes as 1980, Finalmente, ctemes uns tenatva de ibliogafs, incomplete iris, de las pblisaciones dedieaas al aon ‘mo yids aenraimen aa rasioalizacgn dol wabyo en los diferentes paises europeos por Paul Devin. Lorgansoon seentigne di ravi en Europe. Ginebra, OT. 1972, [Agie™ fzvmos ¢ est Ista une obre bien documenta sobee vos los debates, industrials, ie 057 soul, efendos a la crganizacion 6 traajoenelcuso de este priodo y con més tien indice Yovanowieh (123), Le rendement optima cu tol ovrler, Pts, Pay. El cslectsm "humans de eta obea exenealmente sompiiaora cesinge considerble- ‘mente su apoteanlitice J 1 Ente as muchas yvaiosas publiesciones de Georges Friedmann dediadas al abajo eu Is sociedad moder, is mi icesanes para nuestros poposts son ls os primers: La cre sedi progr esquisse hse er tes (1898-1938), Pars, Gallimard, 1936 y Problomes Fmans dy macimisine mdr Pai, Calman 19465, 5 Mencionamseagu el debate de unversitarios comemists, socdlogos opscslgos confem- oreo del pranevestionaminto de la doctrine rina en las empresa en los desarrollos {elas telgas de obras no caicadesy In diseusion de as "nuevas Formas de organiza Gel trabajo" Citemos por orden alfaltica enc as principales publesciones en ances: Bra+ 101 Trabajo, clencias y sociedad ~ Franca Vann El enfoque de Friedmann. impregnado de distancia historia yfilosica, con- sidera a Taylor no como un pensador de la organizacién del trabajo entre otros, sino como el simboto mismo de la sociedad industrial moderna, Taylor y su pensamiento tienden a Borarse detras de una rocign mas general: el lorismo”, cuya realidad histérica se percibe como una evidencia, Si se men- ccionan los textos de Taylor, ¢s porque proporcionan una vz, un material gis- ‘cursivo, para comprender el taylorismo, fendmeno que superaria ampliamen- 12 Ta Gbra de Taylor. En este contexto, se puede comprender que la publica ign de los textos de Taylor, mediocre manifestacin literaria de taylorismo, hhaya parecido secundaria respecto del andlisis del fendmeno hist6rco. Pero zqué es exactamente el taylorismo? Surgido en Francia en los afios 1920 para designar los métodos de Taylor, este término parece imponerse en los altos 1930, cuando la referencia alos textos de Taylor se hacta mds vaga; has- ta ese momento se hablaba mas bien de “método Taylor” o de “sistema Tay lor". Taylor mismo empleaba la expresion “sciemtfic management" traduei- dda en francés como “organizacién cientifica del trabajo”, ya que le parccia ue et método por el que abouaba era el inico pertinente, basado en una cien- indiscuible. Con el tiempo, el significado de la expresién “taylorismo™ evolucion6. Emperé a significar menos ef método (es decir, un marco de per- samniento, doctrnario, cuando no cientfico) que la organizacién misma (es decir la realidad social), basada implicta o explicitamente, verdadera 0 su- puestamente, en el método. Tal desvie semantico plantea problemas histri- 0s, ain hoy ampliamente presents: los prineipios de Taylor se aplicaron cefectivamente a la industria, y en qué medida? Hay que reconocer que falta investigacién histérica, especialmente en Francia” ‘verman H. 1926) Troi et capualiane monopole. La degradarion du rasa au KYe n= le, Paris. Maspero (pereraediein en Fis Unidos. 1978), Corat 8. (1976), Scene. ‘eohnigue et capa, Paris, Le Saul, Coit B. (1978 Lite et le chrom ea sur le ‘aylerome le fordisme et la production de mare, Pai C. Bourgos B. Dorey (1981), Le taylorsme ue ote rasionnele? Pars, Duro Dirtad ©1978) arava enchainé. orga ‘msation trav et deminaion sore, Pars, Le Seu Freyssenet M. (1979), Ladvsion uptolise dv waval, Paris, Save, Mentwolin M, de (1981. Le tori d visage hu ‘nam, Paris. Pu. Cites fnalmene clasurando wuld ests publcaionesntablemen- 'e eoneentradas en! tiempo (1976-198 las diversas contibuciones al caloquieexenirado en Paris en mayo de 1983 y plicado el at siguiente en La Desouverie (Monimcli M. ce” Paste. feds] 1980) 10 Los trabajos bistros sobre todo los de. Mute a ctads, 2 refeteneseniakment los nansent as intncions. 102 1s. Una clencia taylariana del trabajo? La insuficieneia del conocimiento de la historia conereta de las empresas lle- ‘v0 a dos interpretaciones del taylorismo equivocadas, en nuestra opinisn: la primera lo confunde con ch proyecto mismo de una ciencia practica del traba- joy de la organizacién industrial, Segun esta interpretacion, los andlisis teo- ras de Taylor serian las premisas, cieramente insuficientes en muchos pun- tos pero globalmente prometedoras, de las ciencias modernas del trabajo y la administracion. Se borran asi las particularidades dectrinales del taylorismo, Y se reagrupan con esta denominacién muchos trabajos de administradores, ‘rgénomos u otros especialistas del trabajo, que hoy como ayer, se poneen ex- plicitamente al marco doctrinal tayloriano, Al confundir asi el taylorisme con Ja idea misma de aplicacién de la ciencia y Ja raz6n a la industria, se lo con Vierte en un sistema de pensamiento insuperado e insuperable, necedad tan general que ya no significa nada Si esta primera interpretacion es rechazada en gran medida en la actualidad, la segunda en cambio domina el discurso de las ciencias sociales y est am- pliamente difundida entre el ptiblico masivo, Consiste en identificar el taylo- rismo con una fase de fa historia industrial del siglo XX, en otros términos, a adimitir que la organizactén industrial habria sido dominada, de comienzos del siglo XX hasta nuestros dias, por principios de organizacién derivados expli- cita 0 implicitamente del pensamiento de Taylor. Se pueden entonees discutir las fechas, ¢Cudndo se impuso el taylorismo: durante fa primera guerra mun- dial, entre las dos guerras, después de la segunda guerra? ;Sigue estando vi- gente o ha sido superado, y en ese caso desde cuando? Estos debates se basan un presupuesto comin’ habria un fensémeno hist6rico extendido en el tien po que podria denominarse “taylorismo”. Tal tesis mereceria una prueba histérica, que fata. Ya que volvemos al proble- ‘ma anterior: 0 Bien Se iené una definicidn lo sufieientemente amplia del pen- samiento de Taylor (principio de racionalidad aplicado a la industria), que asi- mila a“taylorismo” el conjunto del movimiento de racionalidad industrial: © bien se hace referencia efectivamente al marco de pensamiento tayloriano, comparado con otros marcos de pensamiento conteporineos. En el primer caso, no se puede hablar de “fase” historica, ya que como hemos subrayado, el taylorismo” asi definido es insuperable. En el segundo caso, la idea de una ‘generalizacion del “tajlorismo” parece discutible, ya que como vereinos, el marco de pensamiento propiamente tayloriano es extremadamente estrecho, bastante anacrénico en su époce, ¥sélo puede aplicarse aciertas formas de or- ganizacion productiva”, 11 Ex cneepeion. que era lade Henry Le Chat, fe retomada de manera un poto provor sadora por M- de Monin. pt 1981, ast coma en su corebucin a eoloquo dl ay- Fovsmo(Montmelin, Paste 193). 12 Latesis del aylonsno ase de Ia historia econmleaconfemporinea ue billarementede- ‘end por B Cora (1979), Fue etme por odos ls economists reglaconistas (ver 103 Trabajo, ciencas sociedas - Faancos Val Es somprendente ver que estas dos interpretaciones del taylorismo, intrinseea- mente contradictrias, coexisten sin que se d& alli una virulenta polémica.Es- ta se explica, en nuestra opinién, porque estos dos temas se apayan en una misma idea de base, la de considerar la aparicién de Iss obras de Taylor como un “hecho fundador”, correspondiente en un caso a la historia de as ideas (nae cimiento de una ciencia), en el otro de la historia de los hechos (legada de un periodo). Es posible entonces asociar las dos inerpretaciones apayandose en la dimension “prictica” yio “ideol6ice” de la ciencia tayloriana! ‘Ahora bien, ges pertinente ver en la publicacién de las obras de Taylor un he= cho tn fondant? Tylor oes el primer en haber eleiona sobre la oer ey ce epee pene epee contempoanees,desapld nS epocs os ais ms netesares Su ea to parece en est seins Tutaralces medica: su nombre 8 ipso ga. {civ lo cron ge propagandists entsiaau. Etc conaciianto medica, { gue no prejuzge acerea del interés ciemiGvo de us trabajos. ni desu influen, [Sa verdadero pao, simpone ain oy emo ne evden El non. | bre propio de Taylor se transforms en sustantivo: el “taylorisma”, confirién- diel aor yas obra ona denise mie, El éxito mediitico del taylorisme probablemente tiene maltiples causas: la simpliidad, inclusive el carécter eudimentaio de su aruumentacién, su con formidad con esquemas mecanicistas antiguas y con una ideologia saints moniana de trabajo y de laindustia, profundamentearraigada en la conscien- cia social del sigio XIX, la fassinacion ejercida en Europa por la nueva poten- cia americana... Un andiss detallado de las condiciones de este éxito medié- tico permitria seguramente comprender miejr la naturaleza y el significado 0 apuntaarseseraments, Soba as reaccones brea a Ia inroduccn del tasorsmo en Francia y Estados Unidos of especialnonte G. Friedmann (1946) yA. Moutt (1978 y 1978. 105 Trabajo, ciencas y sociedad ~ Fanngos Vana nero formado en el taylorismo, Georges De Ram". Los Principio de Taylor, que acabsban de publicarse en francés, despertaron eritcase infor- mes en las sociedades cientificas y la prensa socal industrial. Ademds de las resefias, generalmente elogiosas, aparecié en 1914, L'organizaion du surme- nage", une pequeia obra polémica del sinicalista Emile Pouget. Sin embargo, era equivocado represenar el debate sobre el taylorismo aco- mien2as del siglo XX segin una ldgca de enftentamiento“erecha-izauie- {a que opone al empresariado en bisqueda de beneficios, évido de imple mentar los nuevos méteds de explotacién inventados por Taylor, y fa clase ‘brera y sus organizaciones sindicales que lichan por escapar del empobreci imiento profesional y la sobreexplotacidn dela fuerza de trabajo. Como Aimée Moutet lo subraya con raén, el taylorismo era més una doctrine de ingen ros que de patrones y las empresatios tranceses, particularment ron reficentes con respecto al método, qué Tinaba sus poderes en beneficio Suna norma iecrocrstica®, Por otra parte, el movimiento sindical y la clase ‘polite de “izquierda” se dividieron, pero en conjunto fueron bastante favo rables al tayloismo, En efecto, por su carter tecnoeritico, se hasaba en un imaginario de la “racionalidad”, heredado de la Revolucion francesa y ame pliamente retomado por el moviniento socialist a To largo del siglo XIX. El taylorismo seré asi sostenido por representantes dela izquerda frances, co- mo Albert Thomas y Alexandre Millerand, en ocasin del Gobierno de “unin nacional” de la guerra de 1914. El mismo marxismo no dej6 de establecer connivencias con el teylorismo, cofretque comparte una cierta ideologia del Irabajo.considerado como fuente tnica de toda produccisn y de todo valor. AST. Leni recomeid6 ta implemeniacis de ls figiodos de Taylor én la jo: ven Unisn Sovietia 16 [Gaprges De Ram ingens en fs Usnas Renault, invodj el cronometii aoa des- {4¢ 1908; "Quelques notes six un essai dappliation dh ysteme Tayler ds un and atlct de mécanique trang". eve de metal, septicpreve 1909. Esa experiencia se ae lis en novienve de-4942 despoesdl viaje de Louis Renal a Estados Unidos en 1911 en que covoeveon €janler ya Henry Ford. Laelga eat ct de diciembre de 1913-9 lego de tetomarIr-stvidad, nuove en Febrero de 1913, duo evrena¥ cute diss “Termins con una deta ober | 17 Pouget E. (1914), organization dy sunmenoge. Pas 18 A Mout (1975 » 1978). 19 Soe I easton del marismo com el tslorismo, of. Vain F (1987), Las connvensiss del 'arxsnoy del taylors tambien se destacan en una curios abe poco conocida chad Sit ebango pot G, Friedman): Fourgaud A (1929), La rationalisation, Etat-Uni-dlemage, Pati. Payot Sobre Lenin yl tylrismo. ef Lina R (1978), Lenin, ls paysans, Taso, Pais, Seu: Quersols (1978). "Le chef orcs la main de fe Le ime" Recherches 32.3, Le slat da rave. sepembres owt. Fraell N. (1983) "Tay locisme et conte socal en Europe de FES” en Monimalin M46. Paste O. ed). Le tay forme tl slog ines nia pa Unveia Fats Xl, Pats 106 15, Una clencia taylriana del trabajo? La critica social del taylorismio como concepcién de una vida moderna deshu- manizada y de un destino humano consagrado al trabajo imbécil, aparecera ‘mas adelante, en los aos 1930;especialmente con las publicaciones de Geor- «ges Friedmann. Esta critica “sociohistorica” presenta en nuestra opiniéa un grave error, que Georges Friedmann evits: At cansiderar al taylorismo prin. palmente como un instrumento de opresién social inclusive en una perspec- tiva marxista, de explotacién econdritea;setienide en efecto a adic suco- herencia inverna, y por lo tanto, su caracter “cientifico”, es decir la conformi «dad 2 Tas Solsciones que propone a os problemas que plantea. La renovacién del debate universitario sobre Taylor en Francia en los afios 1970-1980, que ya mencionamos, presenta a este respecto un cardcter un po- co pareddjico. Al situarse a menudo en un marco de inspiracién marxista, Ia ‘mayorie de los autores admiten implicitamente la coherencia interns del pen- samiento tayloriano, al mismo tiempo que presentan el taylorismo como una Jogica de organizacion industrial condenada a mayor o menor plazo”. Les hue biera sido ditt! hacerto de otra manera, cuando el discurso empresarial do- minante desarrollab Ia critica del taylorismo insistiendo sobre los efectos ne- gativos a largo plazo de lgicas de organizacién demasiado indiferentes a Ia Valoriaacion ¢e los “recursos humanos”. Habfa que inventar “nuevas formas de onganizacién del trabajo”. Pero por que el teylorismo, eficaz antes, n0 lo seria en ese momento? ;Porque las motivaciones y exigencias humanas en el trabajo habrian cambiado (especialmente con Ie elevacién det nivel de ins- truccién)? ;Porque las nuevas formas de lucha de clase hebrian modificado el ‘equlibrio de las “relaciones de produecién"? Estas dos respuestas, las mas co- Trientes, una de inspiracién empresarial y psicosociologica y otra marxista y ‘econdmica, son extraftamente similares". Llevan la dificultad eta perferia del 20 Ctemos sin embargo una pequta obra, exremadamente pence. del sina belga Man Hee (1919), Au ps cd enorme, Bsl Esa ota aparece on poo coro 3 retried la del snl rans protaylve Dubrcl Hyacithe (929), Standards, Pes. Grass. enfogu de Hen de Man est mis pari on Ia cea de gestion {ue mercionanos agi gue cn la crica cial posterior Emcee comida ge eIo- smo esun cas rept de ss cjtvoseeladosy qe en Estados Unidos fe ret azo por enfgues mas peieres de a oars nds Leica socks {kt tylrsmo. soca a oro como simboo dela ocgdad doa “estou Serf sd Silda en gr ten por ls cesisons nase dees de los ee 10 Recordemes qT cra de Fic, cn on uo sleneavo, La ral de? = proto. es de 996, Bessa Spa son os extosde Simene WE, ubicados on 1980 ‘ert tuto La coniion ome. Pus. Gallary a pelicl e Charles Chote, "Los {impos modems 1936, Que coma sin nga dda aa populiacion de coiea {rabao aperst "21 CU mere 9. pra big eas pubiaions faces sobre yh {im en sas 1980-19709 ms 13 parla ierpetcin marist dl lors. 22 Lnmuevo afgameni ha eemplaado goneralmente os qu hos menionado, Epica a tendenes a abundoo dea formas lorans organ pra evan ensue tue cconmice dered La produce de masa enene de eckson dl lors, 107 Trabajo, cieniasy sociedad ~ Feancos Vas problema, en la confrontacién del taylorismo, marco supuestamentecoheren- te, con las otras dimensiones de ls vida social. Esta perspectiva impide pen- sar los limites internos de fa doctrina tayloriana, su capacidad de resolver cfextivamente los problemas que plantea, En comparacicn, el debate sobre el taylorismo de comienzos del siglo XX es pasionante, y podemos preguntamos por qué se Wo he acultado de esta mane- 12 En efecto, no es principalmente politico 0 social segin la dptica fiedman- nana, sino téenico y administrative. Aungue el andlisis, como en Jean-Mau- tice Lahy, se sostene en un punto de vista humanist asoviado a un indiscu- tible compromiso politieo “de izquierda”, las cuestiones siempre son: para asegurar la eficacia industrial, los métodos preconizados por Taylor zson bue- nos? Estas cuestiones no envejecieron, y las respuestas proporcionadas en ese ‘momento ain pueden aclarar los debates actuales, Les cua textos gue presetamos en Tylor 1950 lpn de Shp Manage prensZonityen oa rx caramerte resting ere signiiatva de ‘ese debate. Nos limitamos a textos de autores franceses, publicados entre Tb124 Tol8)ex dec en len eras dl eat ee el lorsmo. Estes castro aos on bastante epesenatvos de es panonas que seinersbs ome: por la organizacion del trabajo: dos son ingenieres, Ele Belt y Henry Le Chat osts om son especie del est habe et cla, precaes de ls sealer egnomony pidge del tao Je “les Amar y Jean-Maurice Lahy" a ‘sampled por forms deposi més “Reb, que opera en pqueas wis y= neem ua eeaein mi exible dl aio, Sieve aumento levaente ued x lea cated tern. po omens ation en algunos ete anh Savors emo! sector nfm) sana defy emer ster Cis ulna Efe, x eve apes demas neni ua iota mas ue oa raceon my esting de cota nds yd lama cad spo esto sein Jeane Dave "Los Rares etn dea neat (lyon 3 el feria Fale ane me Jord fos enone $%de es obser en pene (Davi. "Les monies ince en for Gay Vitor (Se) Mika prea ne? 4 Le Wael a XSee ec p 261-7290 Ainge Jen re Dit grape pr har imac set Soli sect dl lorie qo “En enti, lina eta cant por un soe te de paratiana. "parce qu hbo en ncoscomenais conf ent mov mi to serer deacons dsr comerad te dts de Her yeu fon ineme se lee cominzes el sig XX clan propio et dota lr (la th pot OF pre eats ssimr cl fords) 9 eave campo de alc sig Se ‘Brewin estingido. As leonvccion fecusement compari Jets exist ge wo “er nlran parece esa del estaba de lo comer, oad en un sco sedan resend acide nds grands meu dregs farsa, para ode Unicare ainda sot 23 Coma sexo epson ns bef ys hd eos res. acd parsers prendre gen Te domes ugar ms cone do rales frees “ca pelcres" de Tar: He Fol (1BL- 13) Hay ude rata primera suc Wa ‘essa dc Hen Fy Adminstration dtl gence, cys tn orga 8 108 ann tet 15, Una cena tavloriana del trabajo? Estos cuatro autores tomian posicién respecto acl taytorismo, de manera mas fo menos favorable o critica: aprobaciéa integra de Henry Le Chateie, criti ‘ea temperada de Jules Amar, eritca radical de Emile Belot y Jean-Maurice Laby. Sin embargo, seria falso considerar estos textos bajo un solo angulo, 1 de la reaccion contra el tylozkiio. Solo el articulo de Henry Le Chatelier ‘que Constituia de hecho ef prefacio a la decision original francesa de los Prin- ‘ipo... de Taylor, puede ser visto de esta manera, Para él se trataba cient fico e ingeniero quimico que habia descubierto con Taylor el problema de la ‘organizacidn del trabajo, de convencer al lector francés de la pertinencia de Tos métodos planteados por el ingeniero estadounidense, Su argumentacion esti basada Gnicamente en su experiencia industrial y en Jo que parece ser “sentido comin”, yno en trabajos tedricos o experimentales personales en la materia, No es el caso de los Fes otros autores, que no habian esperado la pus blicaciéa de las obras de Taylor para inclinarse sobre‘los problemas de orga~ nizacion del trabajo. Reaccionan entonces a la doctrina tayloriana desde el punto de visia de Sis propios marcos de pensamiento de tipo tecnoeconémi- ‘c0.en Emile Belot,fisiolégieo en Jules Amar, y psicofisiologico en Jean-Mau- rice Lay, Tinie Beles, ingeniroespecilista enh produecién de abacd inventor de di- ‘vessav-nfdquinas en uso en las Manufacturas del Estado, intents, con un enfo~ {que muy orignal que anticipaba las teorfas moderas de gestion dela produc- ida, plantear ¢l problema det rendimiento industrial. El primer articulo que Te consetinios en esté SBI, Que ya formula e\ “principio de continuidad”, nicleo de su sistema de pensamiento, es de 1911". Shop Management habia aparecido en francés hacia cuatro afios, pero esta publicacién habia pasado de- sapercibida y evidestemente Emile Belot no la habia Teido. De todos modos, ia lectura de Taylor no podia aportarle nada a Belot, ya que a manera en que cl ingeniera estadcunidense plantea el problema del rendimiento industrial es mis débil que la suya. Si en su segundo articuto, publicado en 1918, Emile Belot se enfrenta con el taylorismo, es porque entretanto Ja doctrina de Ta “ada vel Bulli dels Sob de indus mire e de 1976 fe resientementerediar ‘da por Dune ot 1979 con una preseuacioe de Pierre Morin; I sezund azén, mas fando- trent els tess deendas por Fay no se insertan en el debate eve presets sau Trreect, Fayol se stn en unt polemic rganizaciona labaizante que no se esa en fin anise cenctelo el abo y de proceso productive Se docsra se limita asi etic vac iscoeton el pode. ques soo area en Ia decir tayoriana Come lo esac ‘Blunpain (1973 3 1974), se fo pucde vineula con una crsente“poitisa™ del sociologts Jl enpnizaconss, iusrada em Franea por Michel Cozi. Sobre el “fyolisme” o- Bionopain E (1973 y 1973), “Les eames snikis Hemi Payal, Bulletin dnernaional admiration Publ, r¢ 28 y 2%. Reid Donald (1986), "Geese du tayo Sern rea. Reid Donald (1988), "Fal, exces Thome ou exces Findant” Reve Frangaite de Gestion, 1°70, septemibe-ctbe 24 beet & (1911, "Principe génerawe de Foganisition systimatigue des machines et des sings. Lr technique madene, octubre, Se presenta sstemticamente I obra de Beaten proxi capita 109 Trabajo, clencisyscidad - Fungo Van Jor tuvo el éxito mediésico que conocemmos. Emité Belot intenta entonces ha- cer escuchar su voz, moscar que su “principig de eontinuidad” proporciona tun mareo mis pertinent para pensar la organizacion industrial, No serdescu- chado; sus trabajos serin prctieamente desconocidos pata las especialistas de corganizaién industria, que no los habianlefdo © no eran capaces de com- render su significado” La situavién es sensiblemente diferente para lules Amar y Jean-Mauzice Lahy. En efecto, se sitdan en una linea cientifica que auvo precursores y sucesore? directos: a del estudio experimental del trabajo humano, Jules Amar en par ticular, fisidlogo de formacién, aparece como la conclusion dt tod una co rTiente de estudios mecénicos del trabajo humano, que remont a Coulomb ¥ Lavoisier ¥ progresé paralelamente con el desartollo de la teoria termodind- mica*, En 1909 defiende una tess titulada significativamente El rendimmienfo de la maquina humana; 8 tampoco conece ® Taylor en ese momento, que acd- baba de ser traducido al francés, pero en su jurado de tesis figura Henry Le Chatelier que verd en los trabajos de Amar una prolongscide del pensamien- to tayloriano. Al apoyar a Jules Amer en una carrera universitaria dificil, al prologér sus libros, Henry Le Chatelier no dojard de intentar atraer a Amar al taylorismo, 2 pesar de sus reticencias” El texto que se incluye en la compilacion, que constituye ta conclusion de la obra fundamental de Jules Amar, Le moteur humain et ies bases scientifiques 13 Ds este panto de visi es iteresante situa eisemotogicament aes sles Amar sala uncon ecnvamete meen dl ab me ‘Guetoopone caramentc a Jearhonice Laky, que mediante la pricoogia experimental se Slvr a eampe de las cencas mands moderss. Henry Le Chater, por su pat, euyo nom fre aed anced nfs deb cei apt ro de na ley de os aie ite cn BS en pre pos elo eta psi. qc ei ec oda set mode edd spe, que Peel onan, Em Bel, ie nen on poco exo ana ce cet cn sa toes a gan apetr sess odems pr pesam Smo lac Ita que le oto ala nocion de “empe” (ver Ws eaptaos 4 6 respetivaente pare [ayy H. Le Chatelir. at como ls nos be-bibigres aneas a ste atculo para J mary H. Le Chateben. | Mumferd Lewis 1950), Techmig er

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