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I LA CIENCIA EN ALEJANDRIA (332 a, e-642 d.¢.) Los tres sigles que aeabamos de examinar formaban tina expecie de “edad de oro” ftelectual en la cual hizo la ciencia mis progresos que en los tres milenios de Babilonia y de Kgipto. Pero a medida que este pe- odo se aproximaba a su fin, se produjo un cambio, y hnacia la mitad del siglo av a,c. Ta cultura griegs habia empezado. definitivamente a declinar, y con ella hh Ciencia griega. Pocos aiios después, esta decadencia se fcelerg por i inyasion y eonqusta del pais por Alejn- dio el Grande, No obstante, los acontecimientos que parecian ser desastrosos en ‘aquel_ momento para la Geencia pueden acaso haber sido una buena fortuna disfrazada. a Porque Akjandro decidié entonces cclebrar sus vic- torias y consolidar su imperio mediante la construccion de una nueva capital que habria de ser la més magni fe enidad del mundo. Eligid un emplazamiento en las Tanuras por donde et Nilo desemboca en el mar, y ls- ind a bi todavia nonnata ciudad Alejandsa, drivada de su mismo nombre. “Murig en el ano 323 a.c., an incompleto su gran- dioso proyecto, ys tein Tue dividido entre todos antos pildieron poncr manos en él. Egipto cayé en suerte n uno de eat genes, ‘Tolomen, quien, id como st capital la todavia no terminada Alejanda, yy nds ambieioso atin que Alejandro, aspit6 a hacer ‘ci- pital del mundo, no sélo en lo qué respecta al gobierno Pal comercio, sixo ignalmente a la cultura y Ja intel gencia, Con cite fin eligid un lugar contigo & su pa hie y et este lugar empez6 a construir un Museum Or emplo ae Ls Muon, que a axgimaamente Cquivalente a una universidad modema, Tal fué el ort fn de la ciudad que hubo de reemplazar a Atenas gen de li gue ube pt LA CIENCIA EN ALEJANDRIA v7 como capital cultural del mundo meditersineo, de lt universidad que habla de ser el hogar de la ciencia du- ante 1os mil afios siguientes. Estos mil aflos constitu. yen el asunto del presente capttuto, Hacia el aio 300 a. c. ln universidad estaba ya lista pata ser ocupada, y Tolomeo procedié a formar el Cuer- po Directive con los més eminentes sabios de aquel tiempo; anuchos acudieron deste Atenas, y al hacerlo asi levaron la antorcha del saber un paso atris de Ocei- dente a Oriente. Cuando Tolomeo murié en el afio 285... su sucesor, Tolomeo II, no menos ardoroso fn hacer de Alejandria el centro ‘cultural del mundo, fundé la famosa biblioteca que se incluyé en el niimero de las siete marivilas del mundo. Estaba dividida en cuatro departamentos de literatura, matemtioas, astro- nomfa y medicina, cada uno con su propio biblioteca- rio 0 ghardidn, y se dice que habfa acumulado no me- nos dé 400,000 manuscritos en los primeros cuarenta afios de su existencia, La fortuna sonreia o se mostraba ceftuda altemati- yamente con la ciencia en aquella su nueva casa. Al principio hubo una serie de éxitos brillantes, en par te por la ayuda oficial de la dinastia reinante, en parte también por uti cambio de método que acompand al traslado de Grecia a Egipto, cambio que provino, como veremas, de pasar de la soitadora espéculacién sobre el universo en general a preciosos estudios de problemas bien definidos. Llegé entonces un tiempo en que la ciencia empez6 de nuevo a marchitane (el periodo de marasino inme: sinto/mtevor Ja ex cristina). El espn de pro reso parecia haber desertado de Ia ciencia, en parte Perave muchos asuntos de invetigiciin psreian ba se agotado, y nada nuevo se enconted para reem- plzailos, Tos descubrimientos entonces dieron logar a comentarios, exfticas y revisién de los triunfos pasados. Lag inflencis de exterior también fueron menos favorables. Después de gobemar Egipto durante unos 300 aos, la dinastia de los Tolomeos vino a su térmi- 88 LA CIENCIA EN ALEJANDRIA no cl afio 30 a.¢., con la muerte de Cleopatra, cuando os romanos derrotaron a las tropas egipeias ¥ se apo- fearon de ls adminitracin de Egipto. Los romatos fueron grandes soldados, grandes administradores y le- gisladores, grandes ingenieros y mecinjcos de un sen- fido prictico inimaginable, pero simpatizaban poco con Ta clencia; su mundo era el de los negocios, y no el del pensaiiento abstracto. A consecuencia de esto, la cal- fa de Alcjandiia bajo el poder romano pudo muy bien haber resultado desastrosa para la ciencia, y, n0 obstante, cl resultado no fué malo, Mostrando su acostumbrada tolerancfa hacia las razas sometidas, los ro ‘manos permiticron que la lengua griega y una atmés- fera general griegn prevalecieran en Alejandria, a con- secuencia de'lo cual pronto reanudé la vida sa, curso normal, y la universidad, otra vez lena de estudiantes, paso nuvamente a ser tn centro de instruceiém y de investigacién. El peligro real vino mis tarde y de lado muy dife- rente. El cristianismo, habiendo comenzado en el mas hhumilde de los origenes, conguists el mundo medite- rrineo de modo mas completo que jamés lo hicieram Jas Tegiones romanas. Los conquistadores romanos ha- ian introducido una nueva técnica de gobicmo, pero Jos conquistadores cristianos trajeron consigo wna nue- vva téenica de vida y una concepeién revolicionaria de las asipraciones y destino del hombre; hoy nos es dift cil comprender {a intensidad de su impulso revolucio- nario, $u ciidadania estaba en los ciclosy su vida te- ‘renal cra Gnicamente una preparacién para una vida futura en otzos lugares, de suerte que veian el mundo material como una circel y la béveda de los cielos tini- famente como un velo; ambos eran transitorios y to talmente insignificantes en comparacién con lo que hay en el mas alli, Durante la vida de alguno de ellos, tun dia vendria en el cual las estrellas eaerian del ciclo y el firmamento se arrollaria como un rollo de pergt- Inino para dejar al descubierto la visién de un Juez sentado en su Trono. “Entonees, Dios, que Jess ha- LA CIENCIA EN ALEJANDRIA 9 bia dicho que era cl Padre amoroso, cambiaria su ca: ricter y volveria a la ferocidad y tiranfa de sus habitos del Antiguo Testamento: incluso cl mismo Jesiis, que rando habia dicho una vez: “Pace, perdénalos’, dejaria fentonces a un lado la merced y ejerceria justicia y vea- fganza; los pecadores, a quienes en otro tiempo conside- Taba como ovejas descatriadas de su rebano, ahora se hundirian en los infiemos para suftir entre Tamas y tormentos sin fin; especticulo a propdsito para aumen- tar la bienaventuranza_ del cielo.” * Acerca de esto, Tertuliano eseribié: "Como me admizaé yo, como me reiré, como me regocijaré, cSmo me alegraxé cuando coutemple... a tantos sabios filésofos sonrojarse dentxo Ge las rojas lamas con sus engafiados discipulos.” Para qué iba a servir al hombre en este tiltimo dia de ira ha Ber invertido laboriosos atfios examinando oémo estaban hhechos los barrotes de su eércel, o estudiando el velo celeste que entonces habra ya desaparecido? No hubie- $5 sido mejor que se prepara paral juicio fa? ‘Con tales creencias dificilmente podrian Tos crist xo; simpatizar con el estudio de 1 ciencia, especial- mente slendo muchos de ellos extechamente fenton; su religién cra su todo y, diferente al paganismo que Susbnplantondo, no sabe nada respecte telerancla fo mignanimidad para Tos que sustentaban otras opinio- nes._Al principio todo esto impottaba poco, porque los Cristianos eran pocos y carecian de influencia. Incluso 2 principios del siglo rv sdlo era cristiana una pequefia parte dé la poblacidn; + los eseritores paganos escasa- mente mencionaban st. existencia ¢ incluso los grandes moralistas tales como Séneca y Marco Aurelio, no habla- ron de ellos o lo hicieron con desprecio. ‘Llegé entonces el afio 312, un hito o mojén en la historia del hombre, cusndo Constantino el Grande, hijo egitimo de un oficial romano y una mesonera servia, ‘que habfa sido elegido Emperador de Roma por el ejér- + ©, Raven, Science, Reision and the Future, p. 21. 4 Segin Bary, slo ln quints parte. History of the Later Roman Enopie, 1, 366. 0 LA CIENCIA EN ALEJANDRIA cito eu campafi, abrazé sibitamente la religion crstie- na.* En el aio 390 fue prohibida la reigién pagana por édieto circulado por todo el Imperio, y en lo sneesivo el ristianismo reing supremo, excepto en los lugares del Imperio apartados de los caminos donde los sencillos al- deanos se reunian todavia para cantar himnos y ofrecer sactificios modestos a los dioses de sus antepasados, ‘Veinte afios después, Roma fué tomada por Alico y sus birbaros, y cuando’ éstos también abrazaron. la fe cristiana, cubrié a Europa la “‘edad tencbrosa”; edad en que el sacerdacio dominé todo el pensamiento humano y la mayor parte de las actividades humanas, edad Ia cual “probablemente seria considerada en todas las vir tudes intelectuales inferior a cualquier otzo periodo en 1a historia de la humanidad. A una intolerancia sin I tmites para toda divergencia de opinién se le unfa tna igual ilimitadatolerancia de toda fakedad y de todo de Mberado fraude que pudiera favorecer las opiniones 1e. ibidas, Ensenada la credulidad como una vittud, y dictadas todas las conclusiones por autoridad, li intel. gencia humana se sumergié en un letargo mortal que durante varios sighos suspendié su aceién.” + En el presente capitulo nos ocuparemos de describir los azares de la ciencia desde el tiempo de su decadencia cen Grecia y su resurgimiento en Alejandtia hasta el mo. ‘mento aquel en que la inteligencia humana fué sumida fen mortal letargo, petfodo que comprende aproximada- mente mil af. La escena tendré lugar casi exclusivamente eu Ale- jandrla; porque a pesar de las varias desventajosas in- Fiuencis en actividad, Aleandsa se habs colottaty de manemi tan firme como centro cultural del mundo 4 No parece que hiciers esto por ninguna concen iateleetal ni convciién moral, sino merameate porque tl uso de un cablens ‘stiano parecla aportae 1a victoria ch el campo de batalla, Reta Ensebio que Constantino y sus tropes vieron tna crue fumigens co el fimamento con Ia insctipeién Ev covey véen ("ein oe sige venceris"), y que, tabiendo puesto este emblema en sus esandae, "es, gun6 chitroviteiesen répia socesion Leck, History of European Meal, 13, LA CIENCIA EN ALBJANDRIA oy jue casi todos los grandes hombres de ciencia del préxi- tho milenio 0 ensezuban 0 estudiaban ally y a veces ambas cosis. El espirifu cientifico se ejercit6‘principal- tenis en as, dos actividades dela matemétis y dla astronomia, Los mateméticos alejandrinos cuenéan con algunos de los més giandes que el mundo ha visto: Enclides, Atquimedes y Apolonio. Exactamente igual curtié én Ia astronomia, con Ios nombres prestigiosos de Aristarco, Eratdstenes, Hiparco y Tolomeo, Exami- nemos abora la ciencia élejandrina en detalle, comen- zando con Ta matemética LAS MATEMATICAS EN ALEJANDRIA Euctinks. ET primero de Tos grandes mateméticos ale- fenldnon, uclies no Hace el ao 390: pate blemente de padres griegos,* y fallecié hacia el aio 275 a.c. No sabemos donde se educ6; mas algunos creen je se puede indicar Atenas, tanto por sus escritos como eee icici dclaclea celia, Cees guardiin y bibliotecario del departamento de matemé- ficas de la Biblioteca de Alejandria, ¢ igualmente alli did anzas. mada Elementos de Geometria, la cual sefalé la mane- a en que habia de ensefiarse la geometria en nuestras scuclas hasta muy recientemente. No sabemos que pro- positos estaba designado a servir aquel libro: fibro de fexto para estudiantes, 0 compendio de conocimien- to geométrico, o sabio esfuerzo para demostrar que los Thechos que presenta I geometria son verdades inevi- tables que pueden deducitse de axiomas de indisentible validez? En la actualidad sive perfectamente a estos tues propisitos, como acaso se pretendié conseguir, pero 3 dl tiltimo al que mas nos interesa en el dia de hoy. Porque el gebmetra moderna no cree que los axio- sas [postulados] sean verdades indiscutibles. Acep- * No obstante, véanse las pp. 36.6 2 LA CIENCIA EN ALFJANDRIA ta que, si fuctan ciertos, las proposiciones se deduci- rian como asunto de légica pura. Pero mita los postu: lados, especialmente el famoso ‘postulado duodécimo,* com especificando propiedades del espacio. ‘Tiene que tratar con muchos géneros de espacio, pero hay uno solamente (cl espacio euclidiano, como él Jo Tama) en 1 cual el postulado duodécimo ¢s verdad universal, En este espacio, pero no en otro, los teoremas de Euclides, como, por ejemplo, el famoso teorema de Pitigoras, son invariablemente verdad. Las propiedades de otros géneros de espacio se especifican con més facilidad determinando fa manera y extension en que en ellos no se cumple el teorema de Pitigoras. Todo esto se ha in- troducido tltimamente en el campo de la ciencia préc- tica, porque la teoria de la sclatividad (p. 338) describe el mundo como existiendo en. un espacio en el cual no son, de manera general, ciertos los postulados de Enelides. La obra Elementos de Geometria consiste en un coherente tratado de doce libros en el cual se deduce luna sucesién de proposiciones por estricta ligiea de los jstulados hace tin momento mencionados, a los, cua- les se aflade un libro décimotercero de singularidades desconectndas, que forma un apéndice. Es muy po- stb como seili6 una ver de Morgao, que el ibo'en total’ fuera producto de Ja vejez de Euclides, cuya tine fe ikpidiers pone en forma definitive, Ex verdaderamente una recopilacién. Muchas de sus pro- posiciones aparecen en. na primitiva Historia de las Mateméticas que escribié Eudemo cuando Enclides tenfa s6lo unos diez aiios de edad, en tanto que algo Ge so contenido ex citamente conocido por los pit géticos, como, por ejemplo, el teorema de que V2 inconmensurable, que Enclides presenta dos veces) (Ele- + “Si a linea recta encuentra oles des lines rectas de me era gto Sngaesinfesons de on Tad do aqala sumen menos Gh egress ots oe et en {Gata a se polongan indelinidameate pot el lado en gue Tos dos Snguls woman menos de dos doguls ecto.” : LA CIENCIA EN ALEJANDRIA 9 mentos, Libro X, proposiciones 9 y 117). Muchas de fas demostraciones de Enclides son pesadas, excesiva- mente prolongadas y evidentes; pero otras son muy ingeniosis. He aqui un ejempl. ‘Sabemos que los mimeros pueden dividirse en dos chases: mimeros compuestos y niimeros primos, siendo fimero compuesto el que ¢5 igual al producto de va- tios faetoresmenores, como, pot cjemplo, 6 (que es igual 2 2 5¢3) y 8 (que es igual a 2x2 x 2), mien tas que un nimero es primo cuando. no puede ser Aescompuesto on factores, como, par ejemplo, 5.0 7. Si examinamos los primeros scis nimeros que siguen al nimero 1, encontramos gue dos tercios de ellos son primos, a saber: 2, 3, 5 y PS exmimamos doce mix Rreros en ugar de. seis, Ta proposicidn de nameros primos desciende a la mitad, siendo primos 2, 3, 5. 7, Ti y 13. Si tomamos veinticuatro mimeros, decrece hiasta las tres octavas partes con cuarenta y ocho mim ros se reduce a cinco dieciseisavos; con noventa y sci ‘nimeros se reduce a una cuarta parte, y ast sucesiva- mente, Chanto mas avanzamos se hace mas pequetia i proporcidn, siendo la razén de esto que van apare- ciendo continuamente nuevos divisores. Surge shor fi Siguiente cucstién: si avanzamos suficientemente Te jos, llegaremos algana vez a un valor en el cual ningu ho de los mimeros sca un mmimero primo? O, dicho de ota manera, ghay un maximo mimero primo més alld el cual no’ cxisien ya mimeros primos? Esto parece Ser un problema terriblemente intrincado; si el lector no Jo pensa asi, trate de resolverlo antes de seguir ade- Iante fr lectura, Y, no obstante, Euclides lo resuelve con Ia sencilla observacién de que si hubiem un mime, fo prino mayor que todos, el’niimero N, entonces el primero {192% 3.¢5 «+X N) +1 seria a la vex fsémero primo y no-primo, 0 compuesto, lo cal es Sheurdo, ‘Tendria que set no-primo porque ¢s mayor as N, y hemos supuesto que éste era el snayor mimero Shino’ Peto tenia que ser también niimero primo, por Exe ningiin mamero primo puede ser factor suyo, pus 9 LA CIENCIA EN ALEJANDRIA to que su divisién por cualquiera de los némeros pri- mos, 1, 2, 3, ...N deja siempre 1 como residuo. Por consiguiente, la hipétesis de que N es el mayor miime- 10 primo condice a conclusiones contradictorias y, por onseouenct, no puede haber un nimero primo mayor que todos. Ademis de sus Elemontos, Euclides escribié otros cuatro libros sobre geometrfa, aparte de libros de astro- nomfa, misica y éptica, de ios cuales slo ha sobrevi- vido el tiltimo. En éste presenta kas leyes de la reflexién de Ta luz con toda exactitud; las loves de la refraccién no cran afin conocidas. Pero Euclides tuvo opiniones erréneas acerea de Ta natnraleza de la luz. Habfan en- sefiado los pitagéricas que la tux se propagnba desde tun objeto luminoso hasta] ojo del oBsemador en for: ma de particulas (anticipicién de la teoria corpuscular de Newton y de la teorla cuantica de la Inz de nuestros dias [381]): Habla ensefiado Empédocles que la luz 8 una especie de perturbacién que se propagaba al ‘través de un medio, empleando tiempo en su viaje; an- Ucipacién de las teorias ondulatorias de los siglos xvi y xix (p. 294) y de la concepeién de hoy. Platén y otios Habian tmaginndo, completamente erados, qu la luz consistia en. tayos que se propazan en linea recta cles fa mirada del cservaor Hasta choca con um abe jeto, que entonces ve aquél, Cuando buscamos un objeto, pensaban, lo buscamos con estos rayos, de igual ‘manera que palpamos en busca de algo en Is obscuri- dad. Euclides avepta esta tiltima alternativa, rizonan- ao que In Inz, no puede venir del objeto al ojo, pues- to que si asi lo hiciers, “no dejariamos de percibir tuna aguja en cl pavimento, como frecuentemente nos Anguisuves. E mis grande de todos los matemiticos alejandrinos, y el mejor conocido después de Enclides, fué Arquimedes (287-212 a.c.). Después de haber tudiado on Alejandria, volvié a su pafs natal, Sicilia, donde, por iiltimo, fué muerto por los romanos en Si- LA CIENCIA EN ALEJANDRIA 95 racusa, cnando tomaron la ciudad, después de un sitio de tres afios. Lo mismo que Pitégoras y Platon, defen- ia que la instruceién debia ser adquirida por razén de si misma y no para conseguir ganania mi para sus apli- caciones prictieas mas como su vida transcursi6 en ticmpos de guerra, su gran ingenio tuvo que dedicarlo principalmente a fines militares. Se dice de él que incendié por medio de espejos y Tentes céncavas los barcos que estaban sitiando a Siracusa (narracién de la que muchos dudan)* y que invent6 catapultas que apartaban a los sitiadores de las murallas de la ciudad, Entre sus invenciones mis pactficas estaba el “Tomillo de Arquimedes", un dispositivo para clevar el agua que estuvo en uso en Egipto hasta tiempos muy recientes, y uma combinacién de rueda dentada y tomo para la botadura de mavios. Pero se le canoce mas por su mé- todo de medit el peso especifico de las substancias, Po- ‘nia un peso conocido de Ia substancia dentro de una vasija totalmente Hena de agua y pesaba el agua que se erramaba por los bordes. Si, por ejemplo, meta 12 Tibras en Ja vasija, y encontraba que se habia vertido tuna libra de agua, sabia que la masa de aquella subs tancia pesaba 12 veces el volumen del agua derramada, de suerte que el peso especifico «que buseaba era 12, Fs muy conocido lo que se cuenta de que comprobs de esta manera el fraude de un orfebre que habia subs tituido parte del oro que Te dieton para hacer una co- rona. Se aitade que imaginé aquel método cuando es- taba en el baiio y que salié cortiendo por las calles gsitando efgrma, eben Su obra en matematicas fué de inmenso aleance y sariedad, Muchas de las férmulas comunes en gcome- fia se le atribuyen: sz? para el drea del cfrculo (siendo = bo relacin de Ia citeunferencia al diémetro), nr? = ‘/anr® para la superficie y el volumen de una esfe- > Para etn vest yéate W. W. Rouse Ball, A Bee of the History of Mathersticy, p67, Short Ac 96 LA CIENGIA EN ALEJANDRIA ta, y Wis cortespondientes férmules para conos y pir mides.* imedes consguié también una gran aproxima- Eta renec seca ae EL etndado mis pequeto ue puede contener a un oe (@ sea el cuadrado Giteunseito a un eictlo) de radio r tiene de area 4, en tanto que el ima “método de exhauciones", yor cuadrdo que puede fencer un_ cireulo (cu Grado inserito) tiene de area 21? (fig, 15). Enton ces, el Stea del cireulo debe estar comprendiia i entre 2 y 422, Si cons- pe truimas exégonos regulates cen Tngar de_cuadrados, encontrariamos. Timites. mais prOximos 2.5981 y 3.4642, en tanto que con ectigo nos se habrian conseguido limites wns aproximadas atin: 2.8281 y 3.3140 "Cuano mis lados tong el polgo 20 ns ae aproximarin al cealo y mis apmninados ser Tos Kites conseguides. Con poligonos dc 96 la dos se encuentran los limites de 3.13951? y 3.142612, ‘en consecuencia el valor de x se halla entre 3.1395 y 31426 Arguimedes empled um poligono de 96 lados, peto introdujo ciertas aproximaciones muméricas F que 4p levaron al resultado de que a debe estar compren- dido entre 32%/-) (0 sea 3.1408) y 3/9 (0 sea 3.1429). Bl verdadero valor es, como se sabe, 3.1416 : on ie ioe ial lt en no Riese aaah nea eats mes sis LA CIENCIA BN ALEJANDRIA 7 Arquimedes escribié asimismo un cierto nimero de Peauetios tratados sobre diferentes temas, tales como los principios de la palanca y de la polea, sobre ls co, Pirales (especialmente la bien conocida “espival de Aw. guimedes"), sobre el ren de la pardbola, sobre aritine. fea y asi-sucesivamente, La mayor parte se han perdi do, pero los dos ejemplos siguientes de su aritmética que han sobrevivido tienen interés, porque demuesinea Ja altura que aleanzé, Los gtiegos seguian todavia usando letms para sig nificar mimeros, y existia en uso una variedad We site, mas. En Alcjandria representaban los ntimeros del 1 al 9 or las mueve primeras letras del alfabeto. grego (desce Ta aa la 1); las decenas, desde 10a 90 pornee, xe Tetras nds, y las centenas, desde 100 a 500 por ‘otras nueve letris.* ‘Todos los niimeras desde 1 a $00 se podian representar con esta notacidn y némeros mis avanzados, hasta 99,999,000, afiadiendo indices y sub indices. Pero la tosquedad de este sistema hacla difed anotarlos y operar con ellos, inchiso para niimeros. po: qqefis, a la vex que no habia ni aun hotacién pare fi eros muy grandes, Arquimedes propuso emplear fos tomando 100,000,000 como una niteva unided, gue el cuadrado, el cubo, ete, de este mimero fuerae Sensiderados camo unidades adicionales de segundo or. den, de tereer orden y asi sucesivamente, Si-tepresen ‘smo como en la matemitica modema, @ la hnilad seguida de m ceros con la notacién 10%, entonces 1p qe propuso Arquimedes em tomar a 108’ como sw pri. faa nueva unidad, siendo las ottss sucesivas 10%, 20% Oy asi sucesivamente, exictamente igual qué secotros fomamos 2 un millén como na especie de smidad, y de esta mancia hablamos de billones, tlle Be; cuales y Jo mismo en adelante, Para ejemplo yeyiomy lo coal pace haber eambado ign Sabe en ale ‘gu yrde gute nombre noe, ‘eae nota al pie de la pina anterior, See nada materi LA CIENCIA EN ALEJANDRIA us Limites asignados por Arquimedes 10 1 apm Ft = 314206 gy? += = 3.14084 a Te Valor dado por Tolomeo: vi poet ay er Aproximacién posterior: Buenas Fa Tiga + gag =P 399 Valor exacto; 3.1415927, Otzos dos libros contienen Ia posicién de 1,022 es- sells nto que otis trata del tora dels mo- simientos planetarios. Esta, que cra la parte mis famo- & de las obras do Tolomeo, puso dekaitivamente ‘Tiers en el centro del universo, Eudoxio y Calipo ha. Ben sraginado qu ls plantas etiban adherids aun pplicado sistema de esferas méviles; Tolomeo reer pi) aquellas esferas por un sistema moviéndose en SSeulos, cuya disposicion general se muestra en la fi == 20. En este plan cl Sol y la Luna giran alrededor de la ‘Fes en érbitas circulates; pero los movimientos de los ‘Se planetas son més complicados. Mis allf de la ér- BSE cel Sol hay otra drbita circular en Ta que no se I: dnicamente una abstraccién ma- Conocida coma el “Marte ficticio”, Mientras S mueve signiendo la circunferencia, el verdadero se mueve’ en una citcunferencia mds pequeiia «del Marte ficticio, 1 gian circunfereats en s= mueve ¢] Marte ficticio se lama la ““deferente a i i i a TA CIENCIA EN ALEJANDRIA 16 jarte”, en tanto que Ta circunferencia més peque se tego mucre of Matern se Hm el “piacto de’ Marte”, puesto que es una cireunferencia super puesta sobre otra. En algunas ctapas de este movi Iniento, Marte va moviéndose en su epiciclo en la misma dizeecibn en que se mueve el Marte Ficticio en su defe- rente; entonces los movimientos en el epiciclo y en la eferente se refucrzan y aparece Marte moviéndgse muy HEpidamente a través del firmamento, Pero en otras eta- sexo el movimiento en el epi es en ua age ireccién, aparece Marte moviéndose menos ripida- Stent slgmt se el viento en el epi se in dieecign exactamente opuesta ala direccion en Ta de ante y cnfonces epurecerd Marte moviendose hacia atris, ‘Tado esto va de acuerdo con las observaciones del movimiento de Marte; ordinariamente se mueve al través del firmamento en la misma direccién que el Sol y la ‘Lumna; pero a veces aparece vacilante en sti movimiento, yy citcunstanciaimente se mueye, durante wm corto tiem- fo, en la ditecoién opuesta, Fig, 20 aR ce UA CIENCIA EN ALEJANDRIA ny Todavia més lejos de Ia Ticrra, propuso Tolomeo andlogas disposiciones de deferentes y epiciclos para Japiter y Satumo. Habla también deferentes y epici- Clos para Mercurio y Venus, pero éstos eran de candcter muy diferente, de manera que estuvieran de acuerdo con la diferente calidad de movimientos, de estos dos planetas. Porque, en tanto que Marte, Jipiter y Satur- ‘io, en Conjunto, ‘marchaban siempre constantemente oriente del Sol, Mercurio y Venus oscilaban alrededor del Sol sin moverse nunca lejos de éste, ‘Tolomeo ex- ppliod esto suponiendo que las circunferencias defe rentes de Mercurio y de Venus estin entre la Tierra y hi Orbita del Sol, y que los planetas fcticios de esta suerte sc movian’en sus deferentes, que estin situadas Sempre exactamente entre la Tierra y el Sol. Esto ha- ‘e& que los verdaderos planetas aparecieran en sus epic clos como si se movieran alrededor del Sol, Pero esto foé un invento muy attficioso, y parece extrafio que Tolomeo no pensara hacer coincidir las deferentes de Mercurio y de Venus con la érbita del Sol, como habs hhecho Herdclides de Ponto; se dice incluso que hasta Jes antiguos ceipioscreian que estos planes gaban Gxectamente alrededor del Sol. Como representacién de lo que ciertamente ocurre, lesquema de Tolomeo era, naturatmente, erréneo has tl exageracién, y, no obstante, en Ia época en que fue eopuesto, como’ observé alguna vez Morgan, puede Scher sido mas stil que Ia verdad, Porque a Ios hom- ‘Ss, en los movimientos de los planetas, les importaba ‘= lo aparente que Io real, y el esquema que propuso se] proporcioné una descripcién de ellos que cra ‘sSoxithada 2 la verdad y la podian entender. Si Tolo- Seo se hubiera anticipado a Einstem y hubiera dicho qe la marcha de Jos planetas era geodésica en un es ‘Seco de cuatro dimensiones, su afirmacién habria ca- sso de valor por ininteligible. Lo mismo podia ha- ‘Sez sucedido si se hubicra anticipado a Keplero afirman- seando que los planetas se mucven describiendo elipses diededor del Sol y trazando Areas iguales en tiempos us LA CIENCIA EN ALEJANDRIA 1 males. A cada generacién se le debe exponer la ver- Eien tenninos Ge sus comceptos familias. Aristarco fracasé en su intento de convencer de que era demasia do adelanto para su época; probablemente Tolomeo, con visidn menos penetrante que su gran predecesor, tivo éxito porque estuvo més préximo al nivel del ensamniento comtemporineo. PeTolomen eserbio asimisto un tatado sobre Opt a en cinco tomos, la mayor parte de los cuales sobre- Niven en una tmduecién del siglo xm del arabe al latin, En el ailtimo de estos cinco tomos hace un estudio de Jos efectos astionémicos de Ia refraceién de la luz. Sa- Dia que cuando los rayos de Tz pasaban cle una subs- taneia a otna, coro, por ejemplo, del aire al agua, eran “rehtactados" 0 desviados de su transcurso rectilineo, ¥ vid que los rayos de luz de las estrellas se desviaban al sar del aire enrarecido en las altas zonas de la atmés- era al aire mis denso de las inferiores.* Esto hace que tuna estrella se vea mis directamente alta sobre nucs- tras caberas que To que realmente estd, dc sucrte que, por ejemplo, a1 Sol, Lona y las estells permanecen isibles después de’ que han pasado realmente bajo el horizonte, ‘Tolomeo describe los resultados de las ex: petieneias que habia hecho sobre la refraccién de la luz fn el vidrio y en el agua, redact6 tablas de refraccién y enuneié und ley de reftacién que es cast exacta cuan- do el ingulo de refracciin es muy pequetio.t "Tolomeo describid dos nucvos instrumentos astro- némicos: el astrolabio y el eftculo mural, que fueron de gran utilidad, no solamente en su tiempo, sino du- + For mea ales como io expen ev myato modes renguft Verktmnce Tolomes igus Eucla ei te ea ee or can, emaces de To fm, ot ms at lcs ita ane canbe jee ho, de see sanded iu ques Speeder se ceman cao pa do I RSD ah se uncer eee ey ae Telonee om Oe yee lw db by cot gos Ses gre sal Gah ale spoia mectsing Sth uc feo tl sm pga (4). LA CIENCIA EN ALEJANDRIA 9 ante muchos siglos después. También estudié la geo- grafia desde el punto de vista astronémico, explicando Jos principios del Jevantamiento de mapas, coimcidien- o con Hiparco en que primero hay que hacer las ob- senaciones sobre latitud y longitud. Pero no se hallé en situacién de poder cumplir con sus propios precep- tos, y pudo tinicamente trazar cierto mimero de mapas poco satisfactorios, uniendo raros fragmentos de infor- ‘maciones que habia recogido de mercaderes y viajeros, Se Je ha atribuido cierto mimero de otros libros sobze Optica, astrologia, acistien y otros temas, pero es dudosa la autoridad de éstos, y nada contienen que pueda dara su autor una fama compamable a la que 2dquitié con su Almagesto, LA FISICA Y LA QUIMICA EN ALEJANDRIA Poco hubo que registrar ni en fisicn ni en quimica en Alejandsla; 1 principal suceso fué el ascenso.y la caida del estudio de la alguimia en el siglo ms. La pa- Libr alquimia ahora Ja asociamos a toda suerte de ne- cedades 'y fraudes; pero estrictamente hablando, dcbe simplemente denotat la primera forma de quimica, Su jervicio era en Alejandria un monopolio de la easta sscerdotal, y sus secretos se guardaban muy cuidadosa- szente, Miichos de ellos, sin embargo, estin anotados 2 une coleccién de papiros del siglo im en la Biblio- seca de Leyden. El propésito especifico de la alquimia <= be transmutacién de metales corrientes en metales “sobles”, el oro y la plata. Lo que se proponia la ak iia de Alejanin ‘en el siglo ax parece haber sido produccién de imitaciones baratas de articulos de oro = plata. Por ejemplo: se puede hacer una masa de liza sczclando una biiena cantidad de metal no ptecioso ‘un poco de oro; entonces se le da forma ysi se le ssmerge en una sal mordientc como ahora se hace en tel grabado, ésta ataca al metal no precioso, pero deja al i intacto, y asf tenemos un pedazo de metal que 120 LA CIENCIA EN ALEJANDRIA no sélo parece oro sino que lo es en realidad. .. en tan- to que nadie explore bajo Ia superficie. Ein esto no ha~ bia verdadero fraude; este procedimiento era easi exac: tamente una réplica de nuestra clectrdliss. Se practicé la alquimia en Alejandrfa hasta proximamente finales del siglo m d.c,, cuando el emperador Diocleciano la eeretd ilegal y Ordend que se quemaran todos los Ii bros que trataran de ella, En los comienzos fué del géncro inocente ya descrito; pero mis adelante parece Gue hubo la pretension de’ transmutar los metales no reciosos en oro por procedimientos de aquel género.* FINAL DE LA ESCUELA DE ALEJANDRIA Proximamente al final del siglo rv nos encontvamos con el astrénomo-matemético Tedn, que escribié un comen- tario sobre cl Almagesto y did a lz publicidad una nueva edicién de los Elementos de Enclides, y con su mis istinguida hija Hipatia, timica mujer de ciencia cono- ida en la Antigiiedad; ella escribio comentarios sobre Jas erdnicas de Apolonio y sobre el algcbra de Diofan- to. Hacia ya tiempo que a Alejandria le habia abando- nado la inépiracion de trabajo cientifico original; todos Jos pensamientos originales que entonces. producia la escuela eran especulaciones filoséficas de tipo mistico y sofiador t y st ocupacién principal era editar, comen- far y comprobar Ins glorias de una edad pasadha La oposicién de los cristianos a toda instruccién no cxistiana se estaba haciendo entonces formidable; pero la ciencia estaba demasiado moribunda para que fuera muy atractiva. Los cristianos no querfan saber nada de Ta ciencia; su interés, que todo lo absorbia, estaba en Ta controversia teolégica, Sostenfan que el defender op rniones teolégicas incorrectas era pecado mortal ¢ in ‘ventaron inereibles torluras que se infligian tmos a otros * Dasipier, A History of Science, p58. + Byeckates e_inaginatior Gemplos se pueden hallar en Ta novela Hypatiy de Kingsley. LA CIENCIA EN ALEJANDRIA reat con una erucldad que el pagino Amiano dijo que no podia ser sobrepasada ni aun por los animales salvajes, ¥ de las que el cristiano San Gregorio dijo que eran como en el infierno”. Pero en tanto que leemos * que cottaban orejas, narices, lenguas y manos derechas a los que tenfan opiniones diferentes respecto a si el Hijo Gy det mnbing substanela que el atic, 0 slo de substancia semejante, no leemos nada de que nadie sufriem por sus opiniones cientificas. No obstante, el Gristimisino con su Tema “No analices, sino cree”, debe de haber aportado grandisimo temor al espiritu cicntifico de libre investigacién. En Alejandria, lo que menos se hacia era instruirse ni tomar en consideracién ninguna la cieneia desde el punto de vista de una religién que todo lo dominaba. Su arzobispo Teofilo, e] enemigo perpetuo de la paz y de Ja vistud, un hombre malvado y audaz, cuyas manos $= manchabon alternativamente de ore y de sang! favo un especial entusiasmo por Ja exterminacion de todos Jos monumentos de cultura pagana, y en el afio 300 fué desteuida una gran parte de {a biblioteca, segiin se cree, por drdenes suyas, Su sobrino, San C- zilo, que le sucedié en el trono arzobispal, ‘se sintié Envidioso de la influencia de Hipatia; ella, una pagana, ea reputada de poseer tan profundo conocimiento de todas fas ciencias que el cristianismo mismo estaba en peligro. De esta suerte, cuando una banda de cristia- hos la mayor parte frailes, la asesinaron en el afo 415, fartancando la came de sus huesos con afiladas conchas Ge ostras) se sospech6 que Cirilo fué el instigador de aquel. acto. “Malgunos alejandrinos emigraron entonces a Atenas, donde la Academia de Platén conservaba todavia debi: Fitada existencia; pequefia isla de paginismo que. gra- Gualmente fué Sumergiéndose ante la marea creciente Ge cristimismo, Aunque se le atribuyé grandes rela- iones con magia y supersticién, su profesor de filoso- + Gipbon, Decline nd Fall of the Roman Empire, ep, xn. 4} Gibbon, Decline and Fall of the Roman Epic, cap. 23 im LA CIENCIA EN ALEJANDRIA fia, Proclo (412-485) fué el més grande filésofo de su tiempo, Habia aducido argumentos contra la descrip- cién biblica de la Creacién, y fué amenazado de muet- te, a Jo cual dié su bien’ conocida réplica: “Lo que cllos hagan con ami cuerpo, nada importa; cuando yo ‘muera Hevaré conmigo mi espiritu.” Finalmente, en el aio 259, los cristiaos persuadicron al emperador Justi nniano a que prohibiera el estudio de toda “instruccién pagina” en Atenas, y la escucla de Atenas murié a Otros alejandrinos emigraron a Bizaricio (Constan- tinopla), a la cual Constantino habia hecho su capital en el afio 326, creando lo que. virtualmente em una nueva ciudad con cl mismo celo y minuciosidad que ‘Alejandro habia mostrado en Egipto seis siglos antes, siendo la intencion de aquel hacer una capital digna de un Imperio que en lo sucesivo habia de ser entera- Inente cristiano. El resultado fué dessstroso. La nueva ciudad “represent una de las formas menos nobles ‘que jamés aja asumido la civiizacién’”. .. “hundida cen sensualidad y en los placeres mis frivolos, el pueblo solo salia de su indiferencia cuando alguna sutileza teo- ligica, o alguna rivalidad en las carreras de cuadrigns, To estimulaban frenéticamente”.* La instruccién no podia probablemente florecer con vigor cn tal ambiente, pero la ciudad se convirtié en tun centro subalterno de la cultura griega en Oriente, y permaneci6 ast hasta que los tore0s se apoderaron de alla en 1453, Si durante aquellos 800 aiios Bizancio afiadié muy poco al caudal del saber del mundo, por Jo menos iictué como recepticulo de saber estancado, del cual fluian ocasionalmente algunas gotas para fer. tilizar el pensamicnto exterior; cred poco, pero evité Ta destrucciéin de mucho. Uno de los conflictos teolégicas de los bizantinos realmente resulté ventajoso para la instruccién, Nes- torio, obispo de Bizancio, defendia que la personalidad * Lecky, Histo of European Moras, 11, 13. ee LA CIENCIA EN ALBJANDRIA 13 de Cristo era la fusion de dos distintas naturalezas, una tumana y otra divina, y que la Virgen Maria era a Madre de Cristo hombre, pero no del divino Sefor, Jess; cl titulo de “Madre de Dios” eta_aborrecible para él Cuando el primer concilio de Eftso declard que era una herejfa, en el aiio 431, a los muchos parti- datios de Nestorio’se les hizo la vida intolerable por 1h persceveiin y marcharon hacia oriente, primero a Mesopotamia y desde alli, aguijoneados por més per secuciones, a Persia. Alli tevieron completa libertad para ocupare en literatura y en ciencia, escribiendo Obras originales en lengua sitia, su propio Tenguaje na- tivo, que habia por entonees Hegido a ser la lengua comin en Asia occidental, y traduciendo las obras_de ‘Aristbtcles, Platon, Euclides, Arquimedes, Hero, To- Jomeo y otros muchos a 11 misma Tengua, con rest tndos que veremos mas adelante. El final definitivo de la escuela de Alcjandria 0 rié_en el afio 642, euando los mahometanos conqu taroh la ciudad y destruyeron lo que quedaba de la gran Biblitect, El calida Gina jus, segin se. dice, aquel acto final de vandalismo fundéndose en que “si aquellos escritos de los griegos coinciden con el libro Ge Dios, son initiles, y no necesitan conservarse; si iserepan, son pemiciosos y deben. destruirse”. Abul- faragio cita que los libros sitvieton de Iefia para los cu- fro mil banos de la ciudad durante seis meses;* exage- racién evidente, porgue incluso si hubieran quedado en la biblioteca 400,000 tomos, la racién media de com- Sustible por bafo ‘babria sido Ginicamente de cuatro tomos por semana, * Gibbon, los. et cap. xu

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