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12:38 lun, de sep. 7.9 El segundo aire ) +10 pertas Capitulo 1 «Imagina que tu mujer y tu amante se cayeran al agua al mismo tiempo: éa quién salvarias primcro?». Al recordar lo que habia dicho su amiga hace unos dias, Maira sintié que le dolia el corazon; era tamagudo glie-amenazaba @ con asfixiarla.\Permanecié rigida en el f salén dei banguete mientras el exquisito vestido azul hasta Ja rédilla que llevaba se pegaba a su cuerpo mojadoyy la hacia parecer una rata ahogada. Cuando Ios empleados de la empresa que estaban en el salon la vieron, empezaron a murmurar y a reirse entre ellos. No tuvo que escuchar para saber lo que decian de ella. Ve i o ¢ 1238 fun, Sde sep. Capitulo 1 > +10 parl —Intenta ascender en la empresa acostindose con el Director... = oaK8 a5 —iEscuché que queria empujar a la novia del Director a Ja piscina! —iComo puede alguien que se muestra altiva y poderosa todo el tiempo ser tan desvergonzada? Hacia unos momentos, Maira|paseaba p Or los jardines tras@ros dé La Alegria cuando Erandi, una estrella cn ascénso y ultima conquista de Simon, seacercé a ella y le bloques el paso. —Maira, puede que seas la esposa legal de Simon, pero si yo fuera ti, ya habria solicitado e] divorcio a causa de la vergiienza. Después de todo, no tiene mucho sentido seguir casada si tienes que iW Oo < 2/9 © ¥239 fun, 5 de sep. Capitulo 1 +10 perias | ver como adula a otras mujeres, éo si? Tras el matrimonio de Maira con Simén, situaciones como esas eran habituales. Sintié una fuerte punzada de doler en su corazon y estaba.a punto de contestar | cuando vio que la expresion de la otra chica cambiaba; su arrogancia era reemplazada_portina vulnerabilidad en la mirada, —Maira, sé que también te gusta Simon. | Nunca me habria interpuesto entre los dos si él correspondiera a.tus sentimientos, pero no lo haceUiTu.,aaah! Ayuda... — © Antes de que Erandi pudiera terminar su frase, habia arrastrado a Maira al estanque con ella. La escena que se desarrollo después fue una en fa que el valiente héroe acudiaa 3/9 1239 bun, § de tep. 2 o9Ke Capitutfo 1 D +10 perfas rescatar a la damisela en apuros. Por desgracia, Maira no fue a ja que salvaron. Se enjug6 las gotas de agua de Jos ojos antes de dirigir su mirada hacia las puertas del banquete, no muy lejos. No podia ver sus rostros, pero podia distinguir el largo y delgado cuerpo de Simon. Observé como sostenia con cuidado la menuda figura de Erandi contra si mismo y le daba un suave beso en [a frente. Maifa-ya podia imaginar el dolor que a éhle@embargaba.en los ojos mientras mirabaj\a Ja etra chica. «éAcaso él también piensa que yo fa empuje al estanque?s. Maira sintié como si hubiera tragado acida, Se apreto la mano contra el pecho; SU pUlie se cerré con fuerza hasta el punto 4/9 mW o < 12:39 un, 5 de sop. eae Capitulo 1 2) +10 portas de que sus nudillos se pusicron blancos, La cuidadora la recibio en el vestibulo cuando volvid a casa esa noche. —Bienvenida a casa, Seforita Maira. Maira asintié con la cabeza y balbuces en respuesta. Sus-ojos se posaron.enel parde | zapatos de cuero negro que habia en el pasillo. | Al notarlo, Greta‘esboz6 tma calida sonrisa y dijo: © —La Senora esta ahora en una partida de poquer, y el Patrén acaba de regresar a casa. Pidid verla en su estudio cn cuanto regresara. ~Hoy es mi cumpleanos», pensd Maira. Se 5/9 fit o < 1240 lun, $de sep. ——— Capitulo 1 D3 +10 perlas le secé la garganta al contemplar la discreta sonrisa de Greta. —iOh, vaya! Sefiorita Maira, épor qué esta empapada? »Necesita una ducha caliente de inmediato. Maira asintid\y subid las escaleras. Sus pasos se hicieron mas lentos Cuando paso junto a la puertaide| estudio de Simon, pero cerré los ojos y se aprésurd a pasar. Cuando Greta saco-eLiema detas toallas antes, menciono que él tenia un ramo de rosas azules en su estudio, Con eso en mente, Maira se ducho deprisa y se dirigi asuarmario. Eligié a propdsito un vestido | azul palido hasta Ja rodilla con jazmines bordados en la cintura. 6/9 i Oo < 1240 bun, 5 de sep. _ 2 okhe Capitulo 1 2D +0 peras Sc puso nerviosa al encontrarse en Ja puerta de su estudio. Sin embargo, la puerta se abrio antes de que pudiera llamar. Simén estzba de pie tras el umbral, Su rostro carecia de toda expresién. A falta de una sonrisa, parecia severo ¢ implacable. Siempre habia una frialdad en su mirada, aunque sus ojos.almendrados | eran recipientes mas que capaces de albergar sentimientos cilidos, Maira lo observé y nolo Quen6 se habjacambiado | de ropa. Tenia in aspecto imponente con su traje negro y habiaren ¢l una elegancia | que le sentaba natural: @ —é¢Por qué no viniste en cuanto volviste a | casa? | Al escuchar eso, ella parpades y sintié que Jas puntas de sus orejas se calentaban. i oO VZAI_ lun, Sede sep. S) 92s | Capitulo 1 D +10 perias —Mi vestido se mojé durante la fiesta, asi que me duché antes de... Sin embargo, él se dio la vuelta y se retird impaciente al estudio antes de escuchar el resto de su frase, dejandola desamparada en el pasillo. Ella separé los labios como si fuera a decir algo, pero decidié guardar silencio mientras lo seguia. El estudio estaba decorado para reflejar las preferencias de su-dueéno: cra/elegante y de buen gusto, Taientras que el mobiliario y les acentos eran todes’cle la misma paleta de color marron oscuro, Sobre la mesa habia un ramo de rosas de un azul intenso, que era la Gnica nota de color en ta habitacién. Maira se detuvo al ver el ramo y se acercé a Sim6n mientras éste se ajustaba la 8/9 Mt Oo < 12:40 fun, Sde sep, = 92k Capitulo 1 i) +10 perlas corbata. —Crei que te habias olvidado de mi cumpileanios, Simén —le dijo con delicadeza. El resentimiento que sentia desde el banquete desapareci6 poco a poco, pero justo cuando,estaba a punto-de ayudarle con Ja corbata, €] |e aparté la mano. | —iTu cumpleatios? ~Sim6n parecia que | acababa de darse cuenta dé-su vestido. Lanzo una mirada haeia el rameo de rosas antes de girar para-burlarse detlla—: No @ creerdas que esas flores son para ti, éverdad? ( tr = 250 ) 86 9/9 ul Oo < - =" a 3 +10 perlas 12:40 lun, 5 ce sep. El segundo aire Capitulo 2 Maira se puso rigida mientras se ponia nerviosa. No podia negar el atisbo de la esperanza que habia sentido cuando Greta le informé sobre e] ramo de flores. «Sabia que era imposible que me regalara flores, asi que épor qué sigo cayendo en situaciones como ésta?». Sintio la gargant@ secalmientvas preguntaba vacilante: —Entonces, épot.qué+as pedido verme? Simon se acerco al escritorio y abrio un cajén antes de responder con frialdad: —Esperaba que te comportaras, pero de todos modos te pasaste de la raya. Puede 1/9 Mi 0 < 1240 lun, Sde sap. Capitulo 2 ae) +10 partas que Erandi haya pasado por alto el incidente de esta noche, pero no quiere volver a verte hacer algo asi nunca mas. Sus patillas estaban recortadas en un limpio desvanecimiento que enmarcaba su bien estructurado perfil. Maira lo observo en el espejo de cuerpo entero; su corazén sufrié-undolor familiar al ver su expresion pétrea; era tan frio y distante con ella come siempre lo habia sido, Su mirada se desvid haciael ramo de rosas azules. La tensi6h\que-reinaba en el estudio resultaba airy mas evidente cuando se yuxtaponia a Ja tranquila belleza de las flores. Maira fingi6 fuerza; no podia dejar de temblar con intensidad. —No he sido yo —dijo con una voz que Pparecia un susurro. 2a ul Oo < » 2x” VEA1 fun, Sde cep. ‘O58 Capitule 2 ae} +10 pertas Por un momento, se preguntd si él la habia escuchado. E] ya estaba vestido y se puso de pie, pero no respondio mientras sacaba del cajon una caja de terciopelo rojo con forma de corazon. Sim6n miré su reloj. Cuando volvi6 a levantar la vista, su rostro estaba tenido con indiferencia y fastidio. —Maira, no hagas ninguno de esos trucos | sucios contra mi mujer. He cumplido tu deseo de casarte? iquémas quieres de mi? | Si quieres reclamarme como ruyo, me temo que no tengo esos sentimientos por i. Si quieres mi corazén... @ —iTe dije que no fui yo quien empujé a Eyandi al estangue! —Maira lo interrumpio con los dientes apretados antes de que pudiera decir algo mas condescendiente. 3/9 Oe ae es eee FZAl fun, Se sep, O78 | Capitulo 2 a) YD ponton Sus labios estaban pilidos y temblaba tanto que podia derrumbarse en cualquicr momento, Al escuchar to que clijo, Simoén [runcié el cen. —iDices que ella mintié? —Una mirada de disgusto pas@-pot su rosirosmieniras se burlaba y se apartaba de cella. Ella no sabe nadar élo sabias? Pudo haberse ahogado si ne hubier® Iiegado a iempo para salvarla. Sieso hubicra pasado, écrees que seguirias agui de-pit? —Simon, éde verdad crees que haria algo asi? —Se habjan abierto las compuertas, con lo que se liberé el resentimiento y el dolor que se habia acumulado en ella durante tanto tiempo. Lo miré con amargura y reitero—: Yo no empuje a Ht oO € @ 1247 lunSdesep, = Ke Capitulo 2 x) +10 pertas Erandi. Ella se cayé al agua por su cuenta. Se acerco a mi ¢ intenté que te dejara insultandome, ipero nunca quise hacerle dano! Las mejillas de Maira estaban hundidas, lo que sélo acentuaba el tamaito de sus ojos. Parecia herida y vulnerable. Simon vio las,mubes oscuras que se acumulaban én sus ojos, que solian ser luminosos, pero} no'tards en ensombrecer stexpresidn. Miré a la obstinada mujer que tenia delante con desdén mientras_pensaba en C6mo Erandi temblaba en sus brazos mientras le aconsejaba no culpar a Maira del incidente. La ira surgid al instante en su interior y, sin pensarlo mas, aparté a Maira con brusquedad. 5/9 W o < 1241 lun, Sdesep. Capitulo 2 —iEres la mujer mas despreciable que he conocido! —dijo mientras ella se tambaleaba hacia atras. Sus pies golpearon el suelo mientras intentaba evitar caerse. Su rostro palidecis mientras lo miraba con los ojos desorbitados. Sin embargo, él se limité a devolverle lammirada de asombro con una mirada fria y\despiadada antes de recoger el rame de rosas de Ja mesa y)salir por la puerta. Maira no tenia.ni idea-de donde procedia su valor; ignoré.el-dolor que le atravesaba el brazo y se apresuro a bloquearlo mientras exigia: —A donde vas a estas horas? Simon le Janz6 una mirada helada. 6/9 @ 12:41 lun, Sde sep. rrr) Capitulo 2 yD) +10 perias —iMueévete! —iadr6, Sus ojos, llenos de niebla, miraron su mano. Mientras le impedia dar un paso mas hacia delante, miré el anillo que llevaba en el dedo. No era mas que una simple banda de plata comprada en una de esas tiendas insignificantes. Simé6n se lo habia comprado-

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