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Los sistemas de bienestar social que existian de manera rudiimentaria antes de ta guerra se extendie. ron ampliamente después de la ascension de las coaliciones politicas “cor- porativistas™, y se esperaba que el Estado también ayudara a estabitizar Ja economia aumentando (reduciendo) automaticamente el gasto en ta fase de recesién (de auge) del ciclo econémico. En muchos paises el papel del Estado fue mas alla del simple sosteni- miento del nivel de actividad mediante el manejo de la demanda agre- gada. Con el éxito que tuvo la planeaciGn durante fa guerra, se rechaz6 €l viejo dogma liberal segin el cual la coordinacién centralizada de las actividades econdmicas es inoperante, y varios Estados comenzaron a intervenir con la idea de cambiar la estructura dle sus cinco afios (so- bre Francia, véase 1977; sobre Japon, véase Johnson, 1982). ron dentro de un marco de “corpora- ¢ combinaron la negociacién centralizada as del mercado de trabajo para gene- nel que as poltcas una velocidad y un método que rebasaron lo que habria sido posible por medio de simples mecanismos de mercado (véase Thompson (ed.), 1989). La evolucién que tuvieron la CECA y Ia CEE en este periodo cstablecid incluso algunas bases para una coordinacién internacional de las politicas industriates nacionales. 1.2 Paises no desarrollados Durante la edad de oro ef Estado tuvo una participacién todavia mas acti- ven vari saarrolladios (PND) que la que tuvo en los paises capitalistas desarrollados. EI anhelo de las naciones recientemente inde- aulquirir no s6to fa independencia politica, sino tambien la EL PAPEL DEL ESTADO EN EL CAMBIO ECONOMICO 23 cen el primer lugar de ta agenda politica. Y la idea de que la industrializa- ci6m a cargo del Estado era la via mas répida y segura de alcanzar dicha meta tuvo amplia aceptacién en este periodo (véase Toye, 1987). Se erey6 que la confianza tradicional que tenfan los PND en la exportacién de productos basicos para poder financiar la importacion de productos ma nufacturados era un callején sin salida, tomando en cuenta: i) las veleido- sas y aparentemente malas condiciones de mercado para las exportaciones de los productos basicos; ii) la fragitidad de la economia internacional, como lo atestigua el desplome del comercio internacional después de la Gran Depresion, y ili) a poca elasticidad del ingreso producido por los bienes basicas que limitaban el alcance del incremento de sus exportacio- nes en el futuro, También se pens6 que la produccién de los productos baisicos carecia de un mecanismo de crecimiento autorreforzable, observa- do en fa manufactura, en el que el crecimiemto de una produccién mas répida conduce a un crecimiento més rapido de la productividad (la lama- da ley de Verdoom, promovida por Kaldor, 1966), Por tanto, se pens6 _que-tos PND deberian abandonar su papel de proveedores de productos bésicos en la tradicional divisién intern: trabajo, y desarrollar la industria manufacturera. No obstante, para que los PND pudieran comenzar su indusirializacién, se crey6 que era necesario contar con una activa intervencién estatal. No sélo se invocé el tradicional argumento de la industria de nueva creacién para justificar la éstrategia de fa industrilizacin a cargo del Estado, basa- da en una gran proteccién de las importaciones y en los subsidios, sino que también se desarroll6 una serie de nuevas teorfas que justificaban la coor’ én centralizada de la inversién industrial dentro de la naciente subdisciplina de las “economias en desarrollo” Los modelos del Mamado “impulso fuerte” de Rosenstein-Rodan (1943), Nurkse (1952) y Scitovsky (1954) subrayaron la demanda complemeniaria entre las diversas industrias que requerian una coordi- naci6n previa de las inversiones a cargo de! Estado. Hirschman (1958), or HA-JOON CHANG: al tiempo que criticaba ios modelos de “crecimiento equilibrado” , em- ple6 la misma idea de interdependencia sectorial para desarrollar un modelo de “crecimiento desequilibrado”, en donde el desarrollo, pro- movido por el Estado, de fos sectores con las mas amplias interdepen: dencias (a las que Hlamé esiabonamiento), crearia desequilibrios en la economia, lo cual ocasionaria ef desarrolio de otros sectores. Basando su caso en las experiencias de las primeras industrializaciones euro- justificacién adicional del intervencio- iccién de factores tecnoldgicos (la eficiente minima) y los industriales (el financieras). Gerschenkron sugirié que un pais qué tarde o temprano se Tanza al proceso de desarrollo necesita aumentar proporcionalmente sus niveles de ahorro (conforme crece la es- cala de produceién eficiente minima), y, por tanto, necesita una institu- ciGn cada vez més poderosa para el financiamiento industrial. El Estado ¢ la institucion mas poderosa de este tipo. Estas nuevas worfas fueron recibidas con entusiasmo por los lideres poli- ticos y por los funcionarios de! Estado en diversas naciones independlientes de Asia y de Aftica. En dichas naciones habia animadversiGn en contra del capitalismo por la sencilla razén de que las potencias coloniales eran capitalistas. En consecuencia, mostraban preferencia por la propiedad esta. tal y la planeacién centralizada, si no es que por el socialismo. En un ni- vel mas prictico, los Estados de esas naciones con frecuencia se veian compelidos a asumir el papel de empresarios porque éstas no contaban con una clase capitalista bien desarroilada que pudiera encargarse de las. organizaciones econdmicas que habfan dejado los colonizadores, y a cualquier clase capitalista pequeiia que existiera se le desprestigiaba por ser eolaboradora de fa potencia colonial, Incluso en los PRI (paises de Reciente Industrializaci6n) de Asia Oriental, en donde la Guerra Fria consolidé los regimenes con los mas fervientes partidarios del antico- munismo, se consideré que la poderosa intervencion estatal era legiti- ima y necesaria, y, paraddjicamente, funcioné de manera més eficaz que en otros PND. Incluso en Tos paises de América Latina que obtuy’ ron su independencia mucho antes, y en donde las tendencias socialis- tas eran mas débiles, la marea politica se estaba moviendo hacia la EL PAPEL DEL ESTADO EN EL CAMBIO ECONOMICO, 25 industrializaci6n a cargo del Estado. El éxito de la industrializacion ‘mediante fa sustitucién de las importaciones a cargo del Estado Nevada a cabo en América Latina en el periodo de entreguerra dio origen a nuevas coaliciones sociales que podian desafiar a la oligarquia terrate niente, es decir, la alianza que existe entre la incipiente clase capitalista industrial y ia clase ‘trabajadora urbana (el peronismo es el mejor ejem- plo), y les dieron confianza y capacidad para poder presionar todavia més el programa de industrializaci6n a cargo del Estado. El resultado fue el surgimiento de una variedad de nuevas estrategias de industrializacién con los PND, en los que el Estado juega el papel principal en la manufactura y en la infraestructura mediante el control de las empresas estatales y/o de los recursos financieros. Como la ma- yoria de los PND tuvieron mayores crecimientos que el resto del mundo fen la edad de oro (véase Shing, 1992a), dichas estrategias, que por lo general (y de manera un tanto errénea) se conocen como las estrategias de industrializacién basada en la sustituci6n de importaciones (ist) egaron a llamarse “las estrategias para el desarrollo” 1.3 Paises socialistas Aparte de la independencia de las ex colonias, el fin de la Segunda Guerra Mundial produjo otro cambio dramatico en el mapa politico mundial. La URSS y Mongolia ya no eran los dnicos paises socialistas, la guerra ocialistas en Europa Oriental y en algunos paises asiéticos (China, Corea def Norte, y Vietnam del Norte), 1o cual significaba, en gran parte gracias a China, que casi un tercio de la poblacién mundial estaba gobernada por regimenes socialistas. El avan- ce del socialismo hacia otros paises mas pobres, especialmente los asia ticos, parecia ser inevitable a menos que se adoptara una politica activa para “hacer retroceder” al comunismo. En los primeros aftos de la posguerra los paises socialistas, en su mayoria paises vencedores en la Segunda Guerra Mundial, o en su propia lucha ‘contra el imperialismo, tenfan absoluta confianza y seguridad. La ascen- sidn de fa URSS, que siendo de los paises més atrasados de Europa legs ipios de los cincuenta se\ 26 HA-IOON CHANG a ser un pais que jugaba un papel decisivo en la defersa mundial en contra del fascisimo, convencid a mucha gente, con excepcién de algunos antico- ‘munistas acérrimos, de que la planeaciGn centralizada era al menos tan Viable como el mecanismo de mercado para manejar la economia. La vic toria de la URss sobre los Estados Unidos en el programa espacial inicial indicaba que probablemente la planeacién centralizada era superior para srandes proyectos que requerfan esfuerzos combinados a escala nacional. El hecho de que incluso los paises socialistas mas atrasados, como Corea

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