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^ontífice, se acusa a la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II de haber eliminado el sentido del misterio en
a celebración. Pero, ¿cuál es, para nosotros, el misterio? La literatura paulina nos explica que el misterio de
Dios es Cristo, Cristo mismo que reveló al Padre.Es obvio, pues, que la liturgia para nosotros sigue siendo
trascendente, el hombre nunca puede penetrar profundamente en lo que se celebra en la liturgia. Pero Cristo
también vino a través de la liturgia, de los sacramentos, para revelarse, no para esconderse. La liturgia revela
B\ misterio y nos abre a la presencia de Cristo en su Palabra, en las especies eucarísticas, en el sacerdote, en
bI pueblo de Dios.
La carta también menciona la formación. ¿Por qué es importante? - Si no hay formación litúrgica, no se puede
entender con el corazón lo que se celebra. Si no entiendo lo que estoy haciendo en la liturgia, es difícil que la
respete. La formación es esencial, especialmente en los seminarios. Me temo que ciertas derivas, como el
peiagianismo y el gnosticismo, que se cueian en la liturgia dependen también de la falta de formación. Si
educamos bien a los futuros sacerdotes en el verdadero sentido de la liturgia, tendremos, como consecuencia,
laicos formados en el verdadero sentido de la liturgia. Por el contrario, tendremos sacerdotes que vivan la
liturgia como algo que hay que hacer. Como dice el Papa en esta carta, hay que formarse para la liturgia,
pero también formarse con la liturgia.
¿QUIEN ES ESTE?
Si alguno quiere honorar a Dios, que se prosterne ante su Hijo. Sin esta
condición, el Padre no acepta ser adorado. Desde lo más alto del cielo, el
Padre ha pronunciado estas palabras para ser escuchadas: Este es mi Hip, el
amado, mi predilecto. El Padre encuentra todo su gozo en el Hijo; si no
encuentras también en él todo tu gozo, no tendrás vida... Después de haber
reconocido que hayun solo Dios, reconoce también que hay un Hijo único de
Dios; cree en «un solo Señor Jesucristo» (Credo). Decimos «un solo» porque
solo él es Hijo, aunque tenga diversos nombres...
«Se le llama Cristo», es decir, el Ungido, un Cristo que no ha recibido su
unción de manos humanas sino que ha sido ungido desde toda la eternidad
por el Padre para ejercer, en favor de los hombres, su sacerdocio supremo.
Se le llama «Hijo del hombre», no porque su origen sea terreno, como cada
uno de nosotros, sino porque ha de venir sobre las nubes a juzgar a vivos y
muertos. Se le llama «Señor», no abusivamente como los señores humanos,
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sino orc ue su señorío le pertenece por naturaleza desde toda la eternidad.
Muy a propósito se le llama «Jesús», es decir, «el Señor salva», porque salva
litúraicas celebramos curando. Se le llama «Hijo», no porque haya sido elevado a este título por ^ una
adopción, sino porque ha sido engendrado según su naturaleza. San
y vivimos Su presencia
CIRILO DEJERUSALÉN leer, releer, orar y difundir