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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

Guía 2 – La Informalidad en la Economía Rural

Guía 3 – Extensión de la Protección Social, Salud Laboral y Mejores Condiciones


de Trabajo en la Economía Informal
Guía 1.
Guía 4 – Habilidades y Competencias Profesionales para el Empleo y el Desarrollo Rural La Promoción del
Trabajo Decente en
Guía 5 – Empleos Verdes en la Economía Rural

Guía 6 – Trabajo Decente en las Cadenas de Valor de la Economía Rural

Guía 7 – Inversión Pública, Políticas y Estrategias para el Empleo Rural

Guía 8 – Entorno Propicio para las Empresas en la Economía Rural


la Economía Rural

Diseño y composición por el Centro Internacional de Formación de la OIT, Turín – Italia Guías sobre trabajo decente en la economía rural
Guía 1
La Promoción del
Trabajo Decente en
la Economía Rural
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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

Índice

¿De qué estamos hablando? 1

¿Cómo contribuye la promoción del trabajo decente al


desarrollo social y económico en las áreas rurales? 4

¿Cómo contribuye la OIT a la promoción del trabajo decente


en la economía rural? 6

Principales ejes de actuación de la OIT 8

¿Cómo promocionar el trabajo decente en la economía rural


desde las Normas Internacionales del Trabajo (NITs) de la OIT
vinculadas? 9

Rol del tripartismo. ¿Cuál es el papel de los gobiernos,


las organizaciones de trabajadores y de empleadores? 11

Presentación de las guías 12

iii
Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

¿De qué estamos hablando?

El objetivo de la OIT de reducir la pobreza no puede lograrse si ésta no se afronta en el


ámbito rural, donde sigue siendo mayor y se encuentra más generalizada. Según recientes
estimaciones, alrededor del 40% de la fuerza laboral vive aún en las zonas rurales, al
mismo tiempo que el 80% de la pobreza global se concentra en ellas, incluyendo la
mayor proporción de personas que viven en extrema pobreza: se estima que 2/3 de las
personas que ganan menos de 1,25 dólares. La explicación a estos fenómenos hay que
buscarla en un conjunto de problemas estructurales y dificultades relacionadas con el
desarrollo. Pero, sin duda, uno de los más importantes es el severo déficit de trabajo
decente que caracteriza a las economías rurales.

Cuando se profundiza en la problemática del empleo en la economía rural, se reconocen


de inmediato algunas de las situaciones más graves y preocupantes. A la alta presencia
del desempleo, el subempleo y la precariedad hay que sumar la alta informalidad, ingresos
insuficientes, la baja productividad en pequeñas producciones o las malas condiciones
de trabajo. Pero también, el limitado acceso de la población rural a la protección social y
los déficits en la extensión de la cobertura; asimismo, es frecuente el incumplimiento de
los principios y derechos fundamentales y otras normas laborales reconocidas por la OIT;
la tasa de sindicalización es muy baja (apenas el 10%); y la institucionalidad en torno al
diálogo social es sumamente débil.

No podemos olvidar tampoco que casi dos tercios del trabajo infantil se concentran en
actividades relacionadas con la economía rural, principalmente la agricultura, y es en
ella donde se denuncian más casos de trabajo forzoso -especialmente en las áreas más
remotas o aisladas- y donde se produce un mayor número de accidentes laborales, así
como de enfermedades por exposición a riesgos tóxicos, y de muertes por esta causa.
Otros procesos laborales como las migraciones, afectan de manera significativa en la
calidad de los empleos.

Todas estas situaciones van en contra de los objetivos del Programa de Trabajo Decente
de la OIT y la lucha contra la pobreza: la oportunidad de acceder a un empleo productivo
que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para
las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para
que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones
que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y
hombres.

En las zonas rurales, la pobreza afecta mayormente a las mujeres, los jóvenes, los
trabajadores migrantes y las poblaciones indígenas.

1
En el caso de las primeras, aunque en todo el mundo ha habido una incorporación
considerable al mercado laboral –especialmente a través de la agricultura-, la
discriminación que sufren se presenta en diferentes formas, entre ellas un acceso
desigual a los recursos productivos, como la tierra, el crédito o la tecnología, perpetuando
las desigualdades de género.

Especial atención merece la situación de las poblaciones indígenas, asentadas en su


mayor parte en zonas rurales. La invasión de sus tierras y las enormes restricciones que
enfrentan para acceder a los recursos productivos son, junto con el desconocimiento de
sus derechos ancestrales, algunos de los problemas más acuciantes.

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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

Problemas y desafíos principales


Sin duda, una de las principales preocupaciones En consecuencia, el sector agrícola tiene un
es como ajustar las metas de trabajo decente a las importante rol que jugar en la promoción del trabajo
realidades del empleo rural, teniendo en cuenta el decente y la seguridad alimentaria, pero el entorno
panorama actual. A pesar de todas las dificultades es muy complejo, ya que una enorme proporción de
existentes, la economía rural posee un considerable los empleos agrícolas presentan déficits de trabajo
potencial de crecimiento y promoción del trabajo decente y no aseguran ni ingresos ni medios de vida
decente si se llevan a cabo las políticas en la sostenibles.
dirección adecuada.
Además, en los países en desarrollo es habitual que
La transición hacia la formalización de la economía y coexistan una agricultura e industria modernas,
la lucha contra la pobreza pasan necesariamente por productivas y muy rentables, pero no siempre
dar respuesta a los graves déficits de trabajo decente respetuosas con los estándares de trabajo
presentes en las economías rurales, mejorando sus decente, con actividades rurales de talla pequeña,
condiciones laborales. Desde la OIT se plantea una tradicionales y de subsistencia. Una buena parte
visión integral donde la definición de la economía del potencial agrícola se pierde debido a la falta de
rural comprenda ejes de trabajo y estrategias, infraestructuras y medios para el procesamiento,
especialmente la mejora de la productividad y las transporte y comercialización.
condiciones de trabajo.
Todos los países tienen que afrontar desafíos de
Sin duda, la protección de los derechos de los sostenibilidad cada vez más complejos, que afectan a
trabajadores en las zonas rurales es muy necesaria, su energía, al acceso a la alimentación y la seguridad
pero plantea una diversidad de desafíos. Abordarlos en el abastecimiento de agua. Por otro lado, los
es fundamental para que haya trabajo decente rigores del cambio climático pueden tener mayores
y medios de subsistencia adecuados y, a la vez, efectos sobre la población rural si no se afrontan
permitirles contribuir plenamente al crecimiento y medidas urgentes. En algunos países ya se advierten
desarrollo de su comunidad. los riesgos catastróficos sobre la agricultura y la
biodiversidad.
Más de 1000 millones de personas, cerca de un
tercio de la fuerza laboral, trabajan en la agricultura, A todo ello hay que añadir los problemas no resueltos
constituyendo el principal sector proveedor de de falta de trabajo para sus poblaciones, en especial
empleo en el mundo, después del sector servicios. los jóvenes, y muchos países pobres ven cómo su
En algunas regiones del planeta es la principal fuente población rural emigra cada año sin poder satisfacer
de empleo y el principal sector de empleo femenino sus demandas educativas y de empleo.
en muchos países, especialmente en África y Asia.
Una parte muy importante de estas trabajadoras Finalmente, varios conflictos globales están siendo
viven en situación de pobreza y trabajan en malas agravados por este tipo de problemas: sequías,
condiciones, sin acceso a servicios y sin la mínima hambrunas, migraciones masivas y otros síntomas de
protección social. la inestabilidad económica, social y medioambiental
existente.
Por otro lado, alrededor de 800 millones de personas
padecen hambre y casi 2000 millones de personas Un escenario así, con graves preocupaciones
sufren algún problema de tipo nutricional, por lo ambientales, recurrentes crisis económicas y de
que la seguridad alimentaria constituye uno de los seguridad alimentaria, obliga a una mirada profunda
principales desafíos en la actualidad. El incremento hacia el mundo rural.
y la variabilidad de los precios de los alimentos y los
productos agrícolas, empujan a muchos hogares a la
pobreza. La inseguridad alimentaria es un problema
de orden mundial.

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¿Cómo contribuye la promoción del trabajo decente
al desarrollo social y económico en las áreas rurales?

No cabe duda que la economía rural puede generar inmensas posibilidades de


crecimiento económico sostenible y progreso social para muchos países, especialmente
países en desarrollo. Pero, difícilmente se lograrán superar los actuales niveles de
pobreza y las profundas y crecientes desigualdades si no se enfrenta el desafío de
mejorar las condiciones de vida y la seguridad alimentaria pero, sobre todo, el acceso
de la población rural a mejores empleos, el respeto por los derechos laborales y a una
adecuada protección social. La promoción del trabajo decente en la economía rural
puede contribuir poderosamente a este objetivo, al tratarse de una estrategia de desarrollo
integral de la que forman parte los constituyentes de la OIT -gobiernos, empleadores
y trabajadores- y que está aceptada universalmente. Dicha estrategia puede incluir
diferentes enfoques e intervenciones que, en todo caso, han de ser coherentes con las
circunstancias nacionales.

El Programa de Trabajo Decente por País (PTDP), a través de sus componentes


(promoción de los derechos del trabajo, creación de más y mejores empleos, protección
social, diálogo social y tripartismo) proporciona un conjunto de mecanismos robustos
para la distribución de los ingresos y la renta, ya que se asienta no sólo en el crecimiento
económico sino también en el empleo y en el crecimiento a favor de las personas en
situación de pobreza, en la transferencia de recursos a través de la protección social y la
promoción de los derechos fundamentales.

Por otro lado, tras lo sucedido a partir de la crisis económica y financiera iniciada en
2008 y que afectó a una gran parte del mundo, se ha emprendido una revisión de los
progresos en la reducción de la pobreza y las posibles políticas de respuesta a la crisis
global de empleos generada, acentuándose la necesidad de integrar las políticas sociales
y económicas con resultados de desarrollo centrados precisamente en las personas.
Esto significa una reorientación en las actuales políticas macroeconómicas desde la
estabilidad a corto plazo a la promoción del crecimiento sostenido, inclusivo y equitativo.

Trabajo Decente
La justicia social, los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, la defensa
y la extensión de la protección social, mejorar la cantidad y la calidad de los empleos y la
igualdad y la no discriminación, como así también el diálogo social, constituyen los grandes
objetivos de la OIT, agrupados bajo el concepto de “trabajo decente”.

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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

A partir de las virtudes que atesora, el trabajo decente supone una fuente de derechos
fundamentales, universales, proponiendo el empleo como fuente de dignidad personal,
estabilidad familiar, paz social y desarrollo democrático. Además, tiene la capacidad de
reflejar las prioridades de un progreso equitativo e inclusivo.

Una distribución de la renta con equidad no es posible sin la presencia del trabajo
decente. Para crearlo, se debe asegurar la coherencia entre los objetivos fiscales y
monetarios de la economía con el empleo, las políticas sociales y medioambientales. Las
transferencias en tecnología son clave para revitalizar los actuales sectores productivos
y otros nuevos que puedan generar empleo con los niveles salariales y de protección
apropiados. Además, se aconseja extender los PTDP mediante determinadas estrategias
sectoriales, en particular la agricultura y la seguridad alimentaria. Sin la menor duda,
facilitar el trabajo decente es un requisito irrenunciable para la justicia global.

Al dotar de mayores recursos a las personas, el trabajo decente puede también


proporcionar un mayor, mejor y sostenible acceso de la población a los alimentos,
repercutiendo significativamente en la pobreza nutricional.

En la Conferencia Internacional del Trabajo de 2001 el filósofo y economista Amartya


Sen, premio nobel, afirmó que el trabajo decente tiene un sentido universal, ya que
alcanza a todos los trabajadores y permite a la vez realizar análisis económicos y éticos:
“el trabajo decente es un derecho que va más allá de la legislación laboral vigente (...)
que tiene el sentido de reconocer derechos básicos (…) que es un verdadero enfoque
global”.

5
¿Cómo contribuye la OIT a la promoción del trabajo
decente en la economía rural?

La lucha por condiciones justas de trabajo para toda la sociedad forma parte del mandato
original de la OIT desde su creación en 1919. Por su parte, la vocación por el desarrollo
rural y la mejora de las condiciones de trabajo de las poblaciones rurales ha permanecido
inalterada desde entonces, adoptándose más de 30 normas internacionales del trabajo
específicas. Estas normas (convenios, recomendaciones y protocolos) reflejan el
compromiso hacia el sector rural y sirven de guía para promover el trabajo decente.

Desde que la OIT adoptara en 1999 el trabajo decente como estrategia de desarrollo
y justicia social para una globalización equitativa, su labor ha sido promocionarlo en
todos los países y ámbitos de trabajo. Actualmente, el trabajo decente en la economía
rural constituye una de las principales áreas de trabajo de la organización y un objetivo
prioritario en sus principales políticas y acciones.

Un hito muy significativo se produjo en 2008, cuando la Conferencia Internacional


del Trabajo adoptó una importante Resolución: “La promoción del empleo rural para
reducir la pobreza”, acompañada por unas conclusiones encaminadas a evaluar las
características, la magnitud y la evolución del empleo rural en el mundo, con especial
énfasis en los países en desarrollo. Se formuló una estrategia general para promover el
empleo y el trabajo decente en las zonas rurales y la elaboración de un plan de acción
para que la OIT ponga en práctica esta estrategia, con inclusión de un marco conceptual,
normas, cooperación técnica y gestión del conocimiento.

Tres años más tarde, y basándose en la resolución de 2008, se adoptó una estrategia
para promocionar el trabajo decente en el desarrollo rural. Esta estrategia parte de la
enorme experiencia acumulada, ventajas comparativas y lecciones aprendidas por la OIT
desde la década de 1970.

En este documento se repasa la labor y la atención de la OIT hacia las zonas rurales y
se identifican las lagunas existentes en materia de cobertura y los obstáculos con que
tropieza la ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo en ámbitos
como la libertad sindical y de asociación, la negociación colectiva, el trabajo forzoso,
el trabajo infantil, la igualdad de oportunidades de trato, la promoción de la política de
empleo, la inspección del trabajo, los salarios, la seguridad y la salud en el trabajo, la
seguridad social, los pueblos indígenas y tribales, las plantaciones y la pesca.

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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

El impulso al desarrollo rural a través del empleo productivo y el trabajo


decente (2011)

En la estrategia propuesta se pide una dedicación a los jóvenes (lo que incluye el vínculo con el trabajo
especial a la iniciativa empresarial y las empresas infantil) y a las mujeres.
rurales, aspectos esenciales para el crecimiento
económico, y la creación de empleos y riqueza, Por último, en la estrategia se proponen los
incluidas las cooperativas; las obras con alto siguientes ocho grupos temáticos: cadenas de
coeficiente de empleo; el adecuado desarrollo de valor agroindustriales favorables para el medio
competencias profesionales; la cobertura de la rural; orientación profesional y el correspondiente
seguridad social; la seguridad y la salud en el trabajo; desarrollo de competencias; turismo rural;
y la sistemática inclusión de los actores rurales a la seguridad alimentaria; el piso de protección social;
hora de preparar y aplicar políticas de empleo y de una cultura de seguridad y salud en el trabajo
protección social. Todo ello debe complementarse rural; la aplicación y cumplimiento de las normas
con normas de trabajo que aborden y supervisen las del trabajo en el ámbito rural, centrándose en la
insuficiencias en la ratificación e implementación. inspección del trabajo, y escuchar y llegar a los
Se pide también que se conceda especial atención empleadores y trabajadores rurales.

Desde 2015, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, es uno de
los objetivos de desarrollo sostenible (ODS 8) de la Agenda de Desarrollo de las Naciones
Unidas. Recordemos que esta Agenda sustituye a los Objetivos y Declaración del Milenio.
Otro ODS relacionado íntimamente con el desarrollo rural es la seguridad alimentaria y
la agricultura sostenible (ODS 2). En consecuencia, el pleno empleo y productivo y el
trabajo decente están plenamente integrados en las políticas, programas y actividades de
todo el Sistema de Naciones Unidas (SNU), como un elemento transversal para lograr los
objetivos de desarrollo acordados internacionalmente.

En este sentido, la OIT colabora estrechamente con otras instituciones internacionales y


agencias de las Naciones Unidas para la promoción del trabajo decente en la economía
rural. Sin duda, la Agenda de Trabajo Decente de la OIT ha sido reconocida por la
comunidad internacional como un instrumento efectivo para afrontar los principales
desafíos que enfrentan los países respecto al desarrollo sostenible y la lucha contra las
desigualdades.

La OIT promociona también el trabajo decente en la economía rural a partir de


otras iniciativas, que incluyen análisis e investigación, pero también programas de
asesoramiento y asistencia técnica tanto a los mandantes como al conjunto de actores
que intervienen en el desarrollo rural. Por su parte, el Área de Desarrollo Rural de la OIT
produce estadísticas sobre empleo rural así como una amplísima guía de recursos sobre
desarrollo y políticas rurales.

7
Principales ejes de actuación de la OIT

La OIT puede desempeñar una importante contribución para abordar las persistentes
carencias que afectan a las zonas rurales respecto al trabajo decente y que impiden que
su potencial económico se desarrolle. La OIT aborda esta problemática con un enfoque
integrado y estratégico, pero también participativo, desde el trabajo decente y desde
diferentes áreas o ejes de intervención: el acceso de la población rural a estructuras
organizativas y promoción de derechos; agricultura inclusiva, mejores medios de vida y
seguridad alimentaria; acceso a servicios, protección e inversiones intensivas en empleo;
diversificación de la actividad económica rural y mejora de la productividad; y sistemas
de producción más sostenibles.

Estos cinco ejes principales abarcan un conjunto integrado de temáticas respecto


a la promoción del trabajo decente en la economía rural sobre los que la OIT está
desarrollando plenamente su actividad. Implican valorar tanto las oportunidades y los
retos del empleo y el crecimiento en la economía rural como la creación de políticas
y condiciones regulatorias hacia un modelo sostenible y equitativo, en el que sean
respetados los derechos de los actores rurales.

Acceso a la población rural a †† Derechos en el trabajo


estructuras organizativas y †† Promoción del diálogo social
promoción de derechos
†† Desarrollo local, cooperativismo e iniciativas sociales y empresariales de economía social
y solidaria (ESS)
Agricultura inclusiva, mejores †† Trabajo decente para la seguridad alimentaria y medios de vida sostenibles
medios de vida y seguridad †† Trabajo decente y productivo en la agricultura
alimentaria
Acceso a servicios, protección †† Acceso a servicios de calidad para promover el crecimiento y el desarrollo social
e inversiones intensivas en †† Extensión de la protección social
empleo
†† Acceso a la inclusión financiera
†† Inversiones intensivas en empleo, infraestructuras y protección social y medioambiental
(crecimiento inclusivo)
Diversificación de la actividad †† Diversificación económica
económica rural y mejora de la †† Promoción del trabajo decente para los trabajadores en la base de las cadenas de
productividad suministro
†† El papel de las empresas multinacionales en la promoción del trabajo decente en las
áreas rurales
†† Transición de la economía informal a la economía formal
Sistemas de producción más †† Economías y empleos verdes
sostenibles †† Trabajo decente en la silvicultura
†† Aprovechar el potencial de las industrias extractivas

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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

¿Cómo promocionar el trabajo decente en la


economía rural desde las Normas Internacionales
del Trabajo (NITs) de la OIT vinculadas?

En general, la Agenda de Trabajo Decente puede ayudar a los constituyentes en sus


esfuerzos tripartitos de proveer mejores medios de vida, sostenibles, a la población rural,
desde el conjunto de las Normas Internacionales del Trabajo (NIT), las Declaraciones y
otros instrumentos pertinentes de la OIT.

La mayoría de las NIT de la OIT son aplicables a todos los trabajadores sin excepción,
pero existe una cierta tradición en la organización respecto a la promoción de normas
específicas con una mirada o atención especial a las áreas rurales.

Para la OIT, la reevaluación actual del desarrollo rural guarda relación directa con
una cantidad considerable de variables: la reducción de la pobreza impulsada por los
ODM; la seguridad alimentaria; el medioambiente y el cambio climático; el crecimiento
económico; el empleo juvenil; la autonomía de la mujer; la gestión de los flujos migratorios;
y la estabilidad socioeconómica, en la búsqueda del crecimiento sostenible, empleo y
creación de riqueza.

En 1998, la OIT adopta la Declaración relativa a los Principios y Derechos Fundamentales


en el Trabajo, que tiene por objeto lograr que el progreso social vaya a la par del progreso
económico y el desarrollo. Este es un instrumento de promoción mediante el cual los
mandantes de la OIT –gobiernos, organizaciones de empleadores y organizaciones de
trabajadores– reafirman los principios fundamentales consagrados en la constitución de
la Organización.

La Declaración establece con claridad que estos derechos son universales y que se
aplican a todas las personas en todos los países, independientemente del nivel de
desarrollo económico; y reconoce que el crecimiento económico por sí solo no es
suficiente para asegurar la equidad y el progreso social con los que erradicar la pobreza.

A pesar de ello, los órganos de control de la OIT vienen examinando en las áreas rurales
casos graves y continuos de violación que atentan contra estos principios y derechos
fundamentales en el trabajo, lo que limita enormemente las posibilidades del trabajo
decente. Entre ellos se encuentran severas restricciones a la libertad sindical y la
negociación colectiva, la persistencia del trabajo forzoso y la trata de personas, trabajo
infantil peligroso o la discriminación de género, lo que pone de relieve la importancia de
atender a estas normas y los 8 convenios fundamentales expresados en la Declaración
de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, de 1998:

9
Derechos Convenios
1. La libertad de asociación †† Convenio 87, sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación (1948)
y la libertad sindical y el †† Convenio 98, sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949)
derecho de negociación
colectiva
2. La eliminación del trabajo †† Convenio 29, sobre el trabajo forzoso (1930)
forzoso u obligatorio †† Convenio 105, sobre la abolición del trabajo forzoso (1957)

3. La abolición del trabajo †† Convenio 138, sobre la edad mínima (1973)


infantil †† Convenio 182, sobre las peores formas de trabajo infantil (1999)
4. La eliminación de la †† Convenio 100, sobre igualdad de remuneración (1951)
discriminación en materia †† Convenio 111, sobre la discriminación en empleo y ocupación (1958)
de empleo y ocupación

Las alusiones a la importancia del empleo decente agrícola como un medio para combatir
la pobreza tomaron un impulso importante en el Programa Global de Empleo, de 2003.

En los principales marcos de política mundiales de la OIT, como por ejemplo el Pacto
Mundial por el Empleo de 2009, se integran asimismo diversos componentes sobre el
medio rural. Por otro lado, en las conclusiones de la discusión recurrente sobre empleo de
2010, entre otras, también se subraya la importancia de promocionar el trabajo decente
en la agricultura para reducir las desigualdades.

Otras normas de la OIT particularmente importantes para la promoción del trabajo


decente en la economía rural son el Convenio sobre la política de empleo, 1964 (núm.
122) y su Recomendación (núm. 122); el Convenio sobre la inspección del trabajo
(agricultura), 1969 (núm. 129); el Convenio sobre las organizaciones de trabajadores
rurales, 1975 (núm. 141) y la Recomendación conexa (núm. 149); y el Convenio sobre
pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169); así como otras normas relativas a las
zonas rurales, la agricultura y la pesca.

10
Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

Rol del tripartismo. ¿Cuál es el papel de los


gobiernos, las organizaciones de trabajadores y de
empleadores?

Es un mandato de la OIT generar los espacios de diálogo social y toma de decisiones


compartida entre los constituyentes tripartitos, incrementando la voz de las personas que
viven en las áreas rurales a través de sus organizaciones representativas –empleadores y
trabajadores- y la promoción de sus derechos, con el fin de que sus demandas también
puedan ser atendidas por los gobiernos.

El tripartismo es fundamental para la promoción del trabajo decente. Sin embargo, en las
zonas rurales es todavía débil, por lo que debe ser fortalecido a través de mecanismos
institucionales y propuestas de diálogo. Para todo ello, es fundamental que la libertad de
asociación sea reconocida y desarrollada plenamente, así como el acceso a los servicios
públicos, la protección social (especialmente la extensión de la cobertura de la seguridad
social) y el disfrute de los derechos legales establecidos.

Tanto las organizaciones de trabajadores, productores y empleadores pueden aumentar


la capacidad de negociación y de consenso, promocionando los derechos entre sus
afiliados y llegando a acuerdos beneficiosos para el desarrollo comunitario. Por su
parte, la labor de los gobiernos es esencial para asegurar un marco nacional regulatorio
y promover políticas que afronten los déficits de trabajo decente en las áreas rurales,
articulando un desarrollo productivo e inclusivo.

En este sentido, desde la OIT se recomienda a los Estados desarrollar iniciativas orientadas
a la mejora de las infraestructuras y el desarrollo de las instituciones de mercado de
trabajo, entre otras.

11
Presentación de las guías

La presente colección abarca un conjunto de temas y perspectivas que permiten, de una


manera integral e interrelacionada, una mejor comprensión hacia algunos de los temas
prioritarios en la promoción del trabajo decente en las áreas rurales y la identificación de
sus déficits:

Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

Guía 2 – La Informalidad en la Economía Rural

Guía 3 – Extensión de la Protección Social, Salud Laboral y Mejores Condiciones


de Trabajo en la Economía Informal

Guía 4 – Habilidades y Competencias Profesionales para el Empleo y el Desarrollo


Rural

Guía 5 – Empleos Verdes en la Economía Rural

Guía 6 – Trabajo Decente en las Cadenas de Valor de la Economía Rural

Guía 7 – Inversión Pública, Políticas y Estrategias para el Empleo Rural

Guía 8 – Entorno Propicio para las Empresas en la Economía Rural

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Guía 1 – La Promoción del Trabajo Decente en la Economía Rural

Guía 2 – La Informalidad en la Economía Rural

Guía 3 – Extensión de la Protección Social, Salud Laboral y Mejores Condiciones


de Trabajo en la Economía Informal
Guía 1.
Guía 4 – Habilidades y Competencias Profesionales para el Empleo y el Desarrollo Rural La Promoción del
Trabajo Decente en
Guía 5 – Empleos Verdes en la Economía Rural

Guía 6 – Trabajo Decente en las Cadenas de Valor de la Economía Rural

Guía 7 – Inversión Pública, Políticas y Estrategias para el Empleo Rural

Guía 8 – Entorno Propicio para las Empresas en la Economía Rural


la Economía Rural

Diseño y composición por el Centro Internacional de Formación de la OIT, Turín – Italia Guías sobre trabajo decente en la economía rural

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