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TEMA SEGUNDO FUENTES FREUDIANAS Y DE DOCUMENTACION ©212.~ Presentacién del texto critico "213. Presentacién del texto basico 221 Obras de estudio 222. Obras de documentacién histérica ‘Obras de documentacién bibliogeéfica y tematica 3.1, Obras de documentacién bibliografica 232. Obras de documentacién cemética Escritos histiicos Escritos introductorios Escritos restimenes 102 ‘Dado el cardcter fandamentalmente exegécico de nuestra obra, se hace imprescindible en este tema una presentacién critica de todas aquellas fuentes freudianas y de documentacién sobre las que se ha de apoyac rigurosamente todo nuestro estudio sistemiético del pensemiento freudiano y, de alguna forma, el de los rescantes autores del pensamiento psicoanalitco. EL conjunto de documentos bibliogréficos bisicos que aqui ‘vamos a presentar criticamente, pueden ser agrupados en las cuacro categorias siguientes: 1. Texto original alemén y principales traducciones de a obre de S. Froud, Comenzaremos en esta primera parte analizendo las caracteristcas formales, editoriales y erticas del texto original alemén de la Gesaramelte Werke. Sobre él se habré de apoyar, en fitima instancia, toda nuestra exége- sis de la‘obra freudiana Presentaremos, a continuacién, la mas importante y definitiva de las traduéciones eriticas de la obra de Freud, la = Standerd Edition. El interés de esta publicacién reside 20°7}) sélo en el carécrer estandarizado de lz misma, sino en Ia \_!/ importancia definitiva del aparato critico —notas introduc- torias y anotaciones a pie de pagina— que acompafa 2 cada tuno de los escritos freudianos. Ineroduciremos, Finalmente y con especial detenimiento, 103 Fuentes freudianas y de documencacién: ~ principales caracrerfsticas histbricas y celicas de las Sinks Completas de Biblioteca Nueva. Habré de ser, preci- saenence, la raduccién espafiola de ests edicorial la que bési- _SSinence nos sicva de inmediara apoyacuca textual del pen- samiento freudiano. 2. Principales obras de estudios y de documentacién inidriea, Ofteceremos en esta parte tin comentario crtico Ge los mas cepresentativos estudios concepeuales e histéri- fos sobre el pensamiento freudiano. Creemos que, pese al Garieter fundamentalmente exegético que sobre el propio texto freudiaco va a tener nuestra obra, se impone —bien ‘sélo sea a ciculo complementario— un disico conoc- Tiento de fos eseudios de los mis solventes comentaristas, Eel peasamiento de Freud. Para ello presentaremas, en pprimer lugar, los principales escudios tedricos de In obra Freudiana, comentando de forma sucinta los que nos parece, mis representativos de cada una de las diversas dimensio- tes de este mismo pensamiento. ‘A. continuacién, analizaremos los més importantes “5. studios bistéricos sobre la vida y obra del fundador del —~-- psicoandlisis. En el caso de las obras seleccionadas sobre ests temética histérica, habrén de ostentar éstas la cualidad —de acuerdo con nuestro método de eszudio directo de fuentes— de haber sido realizadas por docuunentalistas que hayan acu- dido direcramente ‘a las fuentes freudianas 0 que fueron testigos directos 0 indirectos de los acontecimieatos que atten. 3. Principales obras de documentacion bibliogréfica y temisica, Para el estadioso de la obra de Freud, es de fun damental imporsencia el contar con toda una serie de garan- tizadas obras de documentacién bibliogtéfica y temética con las que poder edentrarse en Ia investigacién de Is extensa liceracura freudiana. Documentacién bibliogrifica, en primer término, que resulta imprescindible para la compleja fijaci6n del defini- tivo mimero de escricos freudianos y de su no menos com- pleja cronologia, asi como de las innumerables ediciones y traducciones de cada uno de ellos. Y documentacién temétiea, por otra parte, para la sis- vemitica investigacién de determinados temas 0 conceptos 104 ‘Toxo original alernén y principales eraducciones de la obea de S. Freud frevdianos, cuyo tratamiento por parte de Freud se halla cronol6gica y textualmente disperso a teavés de toda su extensa obra, 4. Principales escritos froudianos bisséricos, introdue- torios y de stntesis doctrinal. Al margen de las mds impor- tantes obras freudianas tebricas, clinicas y técnicas que vans ser estudiadas sisterticamente a través de los sucesivos vollimenes, existe toda una secie de escritos menores de un gran interés propedéutico. Estos escritos sobre le vida 0 la obra de Freud revisten principalmente un enorme interés, para todos aquelios que pretenden un primer o mis ficil abordaje de la obra freudiana, En este sentido, todos estos ‘escritos coinciden en el importante denominador comita de ser verdaderos restimenes de alta divuigacién que el propio fundador del psicoandlisis presenta a un péblico culto, eua- que no necesariamente iniciado en psicoenslisis. El objetivo, pues, de este apartido final ser la presentacién critica de tales obras, agrupadas en cres categorias: AistSricas, antro- ductorias y de sintesis doctrinal. 21. TEXTO ORIGINAL ALEMAN Y PRINCIPALES "TRADUCCIONES DE LA OBRA DE S. FREUD Son determinadas circunstancias de tipo geolingtistico las que nos llevan a seleccionar como principales fuentes freudianas las ‘obras de Freud en alemn (Gesammelte Werke), en inglés (Stan- dard Edition) y en espatiol (Obras Completas) Es obvio que el idiorce alemén es la lengua bisica pare un conocimieneo directo del pensamiento de Ereud, dado que ei funda- dor del psicoanilisis cace y vive précticamente durante toda su vida fen torno a Viena. Por ello, ls prictica roxalidad de su liceraruca centifica sale directamente de sa phuma ea expresion alemana. La Gesammelte Werke no es mis que una recopilacién de sus méltiples escritos, aparecidos de forma dispersa en st lengua materna en los mis diversos medios de publicacién edicorial. ; ‘Tras su destierro de Londres en 1938, sin embargo, Freud cul- mina allt su vida y su obra. Aunque ya ances de su destierro algunos 105 Fuentes freudianas y de documentzciin jus cexcritos menores» habian aparecido originariamente en v8 ech durante su final estancia en la ciudad dei Témesis ney llegue a redactarsimultineamente en alemn y en inglés una > esas més importantes Obras sobre temas oo-médicos: Mossés y ls = jn _monoteksta (Der Mann Moses und die monotheistirche . Religion, 1939; Moses and Monotheism: Three Essays, 1939). Este - Eesno becho, cixcunstencial por otra parte, de la muerce de Freud mst destiecro londinense tiene un efecto inmediato a nivel edivo-

sabilizado de toda la traduccién supone, de entrada, una garantia de “unided y coherencia tanto estilistica como de vocabulerio. En todo = caso lo que si podemos afirmar es que, desde el punto de vista de Ia = estendarizacibn, es ésta la versiin de la obra freudiana que més se = aproxima al refetido ideal. — El reccer aspecto positivo de la misma es el canicter précti- ‘camente completa de la recof 1a de escritos freudianos que en ‘esta publicaeidn se ofrece. Los doscientos creinea y dos escritos que nella se presentan son efectivamente, en la prdctica, la obra psico- légica completa de Sigmund Freud: the complete psychological © works of Sigmund Freud, como en su titulo reza. — En.el establecimiento de una definitiva cronologia de las fechas de redaccién y publicacién de todos los escritos freudianos, tenemos.otco de los importantes aspectos positives de la Standard. ~ El interés de la Standard, en este aspecto, 0 radica tan solo en la figurosa ordenaciéa cronolégica en el conjunto de los veintierés "> volimenes que la componen, cuanto en la estricta ordenacién dentro = de cada volumen de los diversos escritos. En este sentido, y desde el Punto de vista critico, es definitive la cronologia de fechas de publi- ‘Texto original alemn y principales eeaducciones de la obca de S, Freud ~caciin y de redaccién que acompafia a cada uno de los volimenes y, como relacién sistemética y exhaustiva de sus diversos tivalos, en el fitimo de éstos, el volumen XXIV. — Pero quiz el aspecto positivo mis importante sea el de las exhnustivas introducciones histérico-crbticas « cada uno de los escti- tos freudianos. Debidas todas ellas a la investigacién personal de James Strachey —ayudado por un gran equipo de documentalistas del Insticuto londinense—, se trata de unos completisimos docs- mentos historico-criticos sobre el origen y principales vicisinudes de odos y cada uno de Jos trabajos freudianos recopilados en la Star- dard. Datos histbricos tan importantes como la bibliografia de las ediciones en alemén 7 de sus iraducciones en inglés, la informacion sobee /a fecha y circunstancias de redaccién y publicaciOn de la obray kas indicaciones sobre el tema de que se ocupa y la wbicacién de la obra dentro del pensamiento fundamental de Freud, consticayen todas ellas documentacién verdaderamente imprescindible pare todo setio estudio de la obra freudiana (S.E. 1, XVI-H; AE, I, XX). ‘A todo lo anteriormente dicho hoy que afadir,finalmente, el interesante complemento de importantes notas criticas a pie de pagina. Generosamente intercaladas en el texto freudiano, estas rnotas constituyen la mejo¢ guia critica paca una més profunda com- prensiéa del pensamiento freudiano. Semejantes notas infrapagina- les ilustran concinuamente diversos puntos relativos a la mejor comprensién del verdadero contenido de los correspondientes tex- tos. Por no seferienos més que a alguno de tales aspectos,ciremos las notas explicativas sobre las sucesivas modificaciones de textos y las correspondientes fechas de modificacién de los mismos, las aclars- cciones sobre las frecuentes ceferencias de Freud a hechos histéricos concretos y a citas bibliogréficas tanto literarias como cientificas, y las remisiones internas a otros pasajes en los que Freud vuelve sobre un determinado tema. Estas y otras muches iluscraciones de caricter critico, conviesten tales nocas en la més dtil de las brijulas para la segura navegacién a través de toda Ia obra frevdians. ‘Como ejemplo itstracivo del inrerés documenta de rodo este conjunto de inerodveciones y noc, seleccionareros un pessje relativo 2 la vasea culmurs freudiara Es de sobra conocids Ia cenocme cueuea cienifiea y iterata de Freud. «Freud fue un noca- ble ejemplo de ua hombre —dice textualmente J. Serechey— que ‘stabs a sus anchas en uns u ore de las llamada "dos cules ro sélo era un espedalista en neuroanaromia yen lisologla, sino uy Fuentes Freud 1s y de documentacién an gran lector de fs clscos griegos y latinos, a como de la Tireraruca de su propia lengua y de las de Inglarecce, Francis, Iain y Bopata» (SE. 1, XVt AE. L xix, Digamos, finalmente, para terminar con esta valocacién critica iva de la Standard, que tanto las notas introductorias a cada uno Solos escritos freudiaaos, como las notas a-pie de pagina, consticu- ‘a en su conjunto el mas importante aperato critico con que cuenta vega rigorosa investigacién sobre el pensamiento del fundador del peicoanlisis:Sélo por esta imporcantisima aportacién —e indepen Grentemente de las. calidades més 0 menos discutibles de la feaduccién— James Strachey merece Ia gratitud de los verdaderos ssrudiosos de la obra frevdiana, ese, sin embargo, a ser la Standard Edition la més completa y definitive traduecin critica de la obra freudiana, posee también w como toda obra humana— aspectos negatives desde ua punto de ‘isa estricarmente cientifico. "El solo hecho de tratarse de una traduccién y no del texto origi- ‘al-cevierte indudablemente en toda una serie de inconvenientes 0 aspectos negativos desde el punco de vista de una rigurose critica reenual, A continuacién resumiremos dichas reservas criticas en los ‘es puntos siguientes: — Se teata, en primer lugar, de una traduccién discwsible, sobre odo en lo referente a determinados téeminos considerados como fundameatales dentro de la teorfa psicoanalitica. ‘De sobra es sabido que toda opcién terminolégica en el caso de ‘una traduccién supone une empresa sumamente arriesgada. Los ‘campos semdanticos denotados por los términos aunca son absolu- tamente superponibles en dos idiomas distincos. Pero no barlarnos honor la verdad si no afiadiéramas que, en el caso del psicoaniliss, 1 esta dificultad genérice interdisciplinar debemos afiadir otra de ciclcter especfico. El psicoanilisis, camo el mismo Fread lo reco- indce en su obra Miltiple interés del psicoanilisis, es una joven encia cuyos conceptos, por lo rismo, no estén todavia suficience- mente delimitados. Pensemos, por ejemplo, en conceptos tan cen- teules en la teoria freudiana como el de pulsién (Trieb) y el de angustia (Angst). Pues bien, ambos conceptos freudianos fueron Yertidos al inglés, respectivamente, por (Instinct) y (Anxiety). Sin | entrar ahora en discusiones seménticas digamos que, cuando menos, "_ambas opciones lingtifsicas son altamente discutibles si no franca- “Testo original elemin y principales eraduciones de fa obra de S. Freud que Freud ofrece ea tales documentos confiden- ales (cf. P. F.-Villamarzo, 1982b, vol. I, 205 n. 10). 21.3, Presontacién del texto bésico Comenzaremos este apartedo justificando debidamente por qué ¢n 1987 seguimos manteniendo como texto bisico para los estudio- sos hispacoparlantes de Freud las Obras Completas de la editorial Biblioceca Nueva y no fa nueva traducci6n en veintitrés vohimenes t-te Amorror, «; ; Parece indudable que la cualidad principal de esta traduccién de ‘Lopez Ballesteros consiste precisamente —testigo el propio Freud— ensu selegencia de estilo» (G.W. XIII, 442). El problema es que esa slegancia de estilo co se consigue siempre a expensas de una rigu- 120 “Texto original alersin y principales excuciones de la obra de 8, Freud "gosa correccién. Los problemas tecnicos de la teadvecién de Lépez- Ballesteros se deben. més, sin embargo, a la imprecisién en el empleo de algunos términos freudianos claves y a la falta de une minima estandarizacién, que a razones de fiabilidad estilistica. Por eso 25 el propio Freud quien en el texto anteriormente citado com- pleta su alabanza a la traduccién de Lépez-Ballesteros, habléndonos de cSmo ve en la referida versi6n una «correctisina interpreracién de —su— pensamientos (ibidem). Por nuestra parte, tenemos la conviccién, por lo que a la traduc- cién de Amorrortu se refiere, de que la nueva versién argentina de las obras de Freud no logrard desbancar ficilmente —al menos en los medios espafioles— las tradicionales Obras Completas de Biblio- teca Nueva, Pese a si indudable mayor rigor récnico —se trata de una traduccién cealizada por un equipo de especialistas bajo le inmediaca responsabilidad de J. L. Etcheverry y con un cierto intenco de estandarizecin— existen en ella razones de estilo y vocabulatio que hacen de momento bascente improbable una posible susticucién de las publicadas por Biblioteca Nueva No creemos que hayan de estar necesariamente reflldos un serio rigor cientifico con la agilidad y la elegance solrura de que hace gala Ia eraduccibn de Biblioteca Nueva. En este sentido, podriamos inver- tir I frase con la que los edicores de Amorrorty apostillan su opi- nién sobre la tcaducci6n de Biblioteca Nueva: ele sobca gracia —di- cen— pero le falta rigor» (A.E., Sobre la versién castellana, pag, 1). Nosotros podriamos concluir, a la inversa, que a la traduccién de ‘Ampcrorti quizé ale sobre rigor, pero le falee gracias. Liegados a este punto nos gustaria escarecer dos cuestones 32 -- ‘que nos parccen furdamencales. Fa primer lugat, hablamos de ‘eaduccda de Bibioceca Naeva y node Lipes-Ballesceros, porque sorprendentemenre el principal de.lo cotrsductoees, Ludovico Roshenal, pacece habetse «contagiado» de Ia galanura de estilo Gel primero y haber logrado,asimismo, un cexto verdadleramente ‘agily musica. En segundo haga, quisiéeamos ofrecer al lectot fa compara- cién de un mismo tesco en ls versiones de Biblioteca Nueva y ‘Amorroren concretamence un pesje de la Insrodacci del marci sitmo,relatvo a la necesidad de samace para no «enfecmary. “He aqut le formularia versiin de Bibliowecs Nueva: «Un incenso egoisme protege contra la enfermedad: pero, al fin yal cabo, hemos de comenzar a amar para np enfermar y enfec- amos en cuanco uaa fruseracién aos impide amar» (O.C 121 Fuentes freudianas y de documentscia U, 2024). Amorcorus, por su pare, taduce ese mismo passje como signe: «Ln fuerte egoismo preserva de enfetmar, pero al Fal uno diene que empezar a amar para no aes enfecre, ¥ por foerea enfermaré sia consecuencia de una frustaciSn no puede amecn (AE. XIV, 82), or nueste parce slo podernos aBadit que, una vez compal- sadas ambes eraducciones con el original alern (GW. X, 151-2), fo sibeamos decir cudl de las dos versiones respeta mis erupu” Tosemenee el texto alemin Ambas qos parecen téenicamente corrects: dela diference calidad del escilo de ambos posses caste Hlenos, dejamos que opine el propio lector, Pero si pensamos que la traduccién de Amorrortu no va & suplantar fécilmente a las «Obras» de Biblioteca Nueva, no es ‘$l, ni principalmente, en razén de su estilo, Existen ademnis, desde nuestro punto de vista, razones terminolégicas de tipo més téenico. En concteco nos estamos refiriendo a.un cierto exorismo de parce del vocabulatio empleado en la traduecién de Amorrorcu. Y Eno nos referimos al vocabulario de uso corriente ~«falla» por flo, ‘lasteo> por planteamiento, ete—, sino al vocabulario propia: ‘mente técnica En toda literatura cientifica existen una serie de conceptos claves, cuya precisiGn y fijeza terminolégica se hacen imprescin- dibles para un buen entendimientoren el mérco de uaa determi- -~ gada cultura. Con respecto al psicoanilisis freudiano existen ye de antiguo —y principalmente propiciados por la lectura de las E cobras de Biblioteca Nueva— ciertos técminos 0 expresiones psi- eanaliticas tales como: consciente, inconsciente, investimienta (libidinal), montante (de angustia), transformacién (en lo con- tratio), supresin y juicio de conderiacién —por no citar més que nos cuantos— que dificilmente podrén ser sustieuidos en nues- ‘ro castellano por términos tales como: conciente, inconciente, investidura (libidinal), monto (de angustia), rransmadacién (en lo conteario), sofccamiento y juicio adverso, come proponea los ‘aductores de Amocrorea, Todo lo anceriormente dicho nos lleva 2 concluir que, inde- =pendientemente de lo metitorio del trabajo investigador reali- | ado por el equipo altamence cualificado de Amorrorty, ao es previsible que la era de las histéricas Obras Completas de Biblio- feca Nueva haya legedo, al menos por el momento, asu fin entre 122 ‘Texo original slemn y principales eeadvcciones de la obra de S, Freud Sin considerarnos quienes para cuestionat is bases de una empresa de Ia envergadura de i Hevata 2 cabo poe Amorcorea, sf podemos preguntarnos en qué medida empresas investiga: doras y edicoriales de esce calibre, qo deberian trata de unicen su realizaci6n casts editoriales ¥, sobre todo, especilistas de smbos lados del Atléatico, a fin de poder dar una respuesta ‘coherence a codos los estudiosos del munda de habla hispan. Pasemos, pues, a continuacién a presentar con cierto deteni- miento la fuente freudiana que en castellano seguimes conside- rando como la més asequible. A) Caracteristicas formales de la obra El titulo de las obras en espariol de Freud que vamos a mane- jat diceccamente es el de Obras Completes de Sigmund Freud, refiriéndonos concrecamence 2 fa edicién de 1973 de Biblioteca ‘Nueva. En este afio se llevaron 2 cabo dos ediciones: na en piel en tees voltimenes, y otra, eri nueve, encuadernados en cartoné. Nuestra inclinaciéa por el formato de piel se debe, principai- mente, a razones practicas: por la calidad del «papel biblia, sus cerca ce 4.000 paginas recogen en sdlo tres ramos la préctica totalidad de los escritos freudianos. En lineas generales, como veremos mis tarde, se sigue en ellas la recopilacién y cronologia de la Standard Edition, que anteriocmente comentébamos. Por considerar este texto como el definitivamente bisico para nuestras referencias bibliogréficas, las citas del mismo van a aparecer simplemeate —sin mis precisiones— con las dos letras iniciales de si: cioulo fundamental de Obras Complecas (O.C.). B) Caracteristicas editoriales de la obra Enel caso de las Obras Completas de Bibliotece Nueva a les que nos estamos reficiendo, la peripecia edicorial hasta llegar la edicién de 1973 es sumamente compleja, por no decir azarosa Conviene, pues, que intentemos una tesumida panorémica de tan comiplicado periplo editorial, puesto que ella ha dejado, sin duda, tuna huelle indeleble en el texto definitivo que vamos 2 utiliz EI ‘argo lapso de tiempo transcurrido entre Is primera edi- 123, Fuentes Freudianas y de documentacién de 1922 y la Gltima de 1973 es lo suficientemeace ampli Ebmo paca poder dividir esce largo periplo en una serie de pevis. je. Esta divisi6n os permitird, por orce parte, un mis ficil seguimiento de tan complejo proceso editorial Pero este largo periplo editorial, que arcance de 1922, se asienta’en la misma prehistoria del pensamiento freudiano en Fupofia. Al hablar de «prehistoria» acs estamos refiriendo a un trabajo pionero sobre psicoanilisis de Ortega y Gasset, Pricaandlisis, Giencia problematica, poblicodo ya.en 1911 ‘Teabsjo ste pioaero en Espada y cai en el mundo entezo. ‘Slo un ado ances (1910) babia visto la luz el que es eonside. rado como el primer ersbajo-resumen sobre el psicoanilisis relizado por un 10 psicounslisea. Nos referimos al escrito pionero sobre psicoanflisis freudiano de E, Bleulee: Die Pryeboanaiyre Frends, publicada en ia cevista psicoanalicca Jabrénch, en diversas entcegas, durante 1910. ‘Apaste del interés cieatifico —sobre todo, de carécrer ©. gpistemolégico— que contiene este primer trabajo orteguiano de siacesis sobre €l pensamiento del fuadador de! psicoandlisis, semejance hecho, en fecha tan temprana, menifiesea la enorme © atencidn que este gran investigador del pensamiento filosdfico © dentifico concedié a los iniciales descubrimientos freudianos. De ahi a concebir Ia idex de proponer a Biblioteca Nueva, en 1917, el proyecto, verdaderamente pionero en todo el mundo civilizado, = de iniciar la eraduccién y publicacién en castellano de la obras completas de Freud, no habla més que un paso (cf. J. Ruiz ‘Castillo, 1972, 108-13). Paso inicial que, efectivamente, tiene lugar en 1922 con la [ _publicaciéin de los ptimeros volimenes de las que habrian de ‘oalvertirse con el andar del tiempo en las primeras Obres Com pletas de Sigmund Freud en lengua castellana. Pero aqui ‘omienza la larga peripecia editorial de la que hablabamos y que “vamos @ intentar resumir esqueméticamente en los siguientes neo periodos (cf. AE., Sobre la version castellana). Primer periodo: 1922-1934 (Biblioteca Nueva) En 1922 Ortega y Gassec prologaba el primer volumen de las 124 ‘Texto original slemin y principales tradueciones de la ubts de S, Feta -Obras Completas de Biblioteca Nueva con la siguiente encomiés- tla frase, relaciva a la gran importancia de los descubrimiencos freudianos. Han sido, en efecto, las ideas de Freud la cceaciin més original y sugestiva que en los iltimos veinee afos ha eruzad el horizonte de Ix Psiquatsia.» (OC. I, 5). Junto con el acontecimiento histérico que este simple hecho suponia para todo el mundo de habla hispana, se abria a la vez un complejo proceso editorial que no habria de culminar haste nues- tos dias Edieorialmente, en este primer momento, todo esté claro: Biblioteca Nuevs ha encomendado a Luis Lépez-Ballesteros la cra- duccibn directa del alermin de las obras de Freud, todavia en simple proyecto de publicacién por esas mismas fechas. Presumiblemente, eunque no en todos los casos, semnejance twaduecidn directa del alemia habeia de ser levada a cabo a partic de los cextos fijados por la Gesemmuelte Sebriften (12 ‘vokimenes) que por esas mismas fechas estabua comenzando,& ver Ia a. Exactamente, pues, entre los afios 1922 y 1934 fueron publi- cindose los diecisiete voliimenes de que constaba esta primera edicién de Biblioteca Nueva. En ellos irfan apaceciendo, Ibgica- mente, s6lo aquellos escricos freudianos ya publicados por Freud en aquellas fechas. Segundo periodo: 1943-1948 (Editorial Americana) En 1943 interviene, en el proceso editorial que estamos comentando, la Editoria! Americana de Buenos. Aires. Ante la légica inhibicién de Biblioteca Nueva durante los dificiles afios de la guerra civil espafiola y primeros afios de la postguerra (inte- rregno, 1934-1943), esta editorial argentina inicid una aueva publicacién de dudosa legalidad. La caduccién directa del alemén le aquellos escritos que no habian sido cecogidos en los primecos licisiete volimenes de Biblioteca Nueva, fue encomendada a Ludovico Rosenthal, quien se encargé asimismo de aquellas otras, 5 Fuentes freudiams y de documencaciba goeas freudianas posterioces a 1934, fecha en que el proyecto omterioe se parabe (cf. A.E, Sobre la versién castellana, 120-1). El proyecto inicial de la Editorial Americana era ambicioso; consistia en aprovechar 10s diecisiete volimenes de escritos ya SOrducidos por Lépez-Ballesceros y publicados por la edicorial Expafiola y adadir a ellos otros cinco nuevos voldmenes. Estos Gidmos romos camplien Ia funcién de recoger —como hemos Jefialado anteriormente— las obras anteriores a 1934, no publi- adas por Biblioteca Nueva, y las posteriores a esta fecha, ya publicadas en aleman. ; : “a respuesta desde Espatia a este proyecto de la Editorial Americana, Biblioteca Nueva retoma su propia linea editorial y publica en 1948 una segunda edicién en dos volimenes de las obras freudianas. Para ello aprovecha las obras, anteriormente publicadas y aftade al segundo de escos vohimenes catorce nuevos escritos freudianos tcaducidas también por Lopez Ballesteros, que no habian podido aparecer en la primera edicién (1922-34), Esta segunda edicién de Biblioteca Nueva aparece cui dadosamente encuadernada en dos volimenes de piel e impresos ‘en «papel biblia». Estos mismos escritos habla sido, pos otro conduct, a+ ucidos también por Ludovico Rosenthal e incorporados al volumen 13 del abortado peoyecro de Editorial Americana (ch. AE, Sobre la versién eaiellane, 121) En esta ocasia—como se ve~ Biblioteca Nueve ao hizo so alguno de los rabajostraduci- 40s por Rosenthal y publcedos por Edivorial Americana 126 ‘Texto original sleman y principales traducciones de la obea de S. Freud Cuacto periodo: 1952-1968 (Santiago Rueda) En 1952 la editorial argentina Santiago Rueda retoma el ina- cabado proyecto de Ia Editorial Americana e intenta das feliz término 2 la erapresa. Para ello, uciliza nuevamente los textos traducides por Lépez-Ballesteros en los diecisiere volimenes de Ja primera ediciin de Biblioceca Nueva, y-afade los dos comos vertides por Rosenthal y publicados anteriormente por la Edito- tial Americans, Como elemento novedoso del proyecto, se encarga al mismo Ludovico Rosenthal la traduccién de las obras, recientemence recogidas en In Gesammelte Werke y que 00 hhabfan aparecido hasta entonces vertidas al castellano. De este modo la editorial Santiago Rueda se dispone a culminar la obra que ni Biblioteca Nueva ai Editorial Americans habian finalizado. Por esas mismnas fechas de 1952 hablan terminado de aps- recer los dkimas valiimenes de la Gerammelte Werke. El peo- yecto de Santiago Ruede coats, pues, ya, para las obras 09 Tradecidas, con ua seas fijy del que to ve dispasy ex Ios incentos precedences, Por primera vez el ambicioso proyecto editorial que estamos presentando se ve coronado por el éxito, Efectivamente, entre los afios 1952 y 1955 Santiago Rueda logra publicar la obra completa de Freud en los veinridés voliimenes anteriormente proyectados por la Editorial Americans, ‘Por aquillas fechas (1952-55) habian comenzado & apare- ‘et los primeros voldmenes del ambicioso proyecto de la Stan dard. Hasta 1966, pues, en que los tltimos volimenes de la Standard ne faeroa completados, esta de Santiago Rueda era Ia ‘nica publicacién no alemaas en la que podian enconcrarse Ia prictica otalidad de las obras de Frou. En cuanto a los percinentes tramires legales, tampoco en este caso se solicita ala editorial espafiola derecho alguno de autor para Ja transcripcin de los diecisiete vokimenes de Biblioteca Nueva Esta edicin, pues, sigue estando en gran medida fuera de la ley. 127 Fuentes freudianas y de docamentacién Quinto periodo: 1968-1972 (Biblioteca Nueva) Segin salca a la vista, en los diversos periodos a que nos escamos refiriendo, se alternan sucesivamente las iniciativas de la Sditorial madcilefia y las de Buenos Aires. En este sentido, vuelve f ser Biblioteca Nueva quien en 1968 cezoma nuevamente la {niciariva edicorial y lanza la que podemos considerar como ter era edicin de las Obras Completas de Freud, de las realizadas esta Editorial. Esta nueva edici6n consta ya de tres volimenes [mpresos en «papel biblia» y encuadernados en piel en los que se recoge I préctica totalidad de las obras freudianas. “Mientras que los dos primeros son una simple reimpresién de los ya publicedos en 1948, a estos dos se les afiade un tercer ‘yolumen que recoge todos aquellos escricos no publicados ea la anterior edicidn de 1948. Pese a figurar en este nuevo volumen ‘como traductor el profesor Ramén Rey Ardid, si se observa dete- nidamente el texto, se puede constatar que salvo ligeros retaques de vocabalacio y algiin articulo suelto dltimamente afadido, este ‘nuevo volumen no es mds que Ia transcripci6n de los trabajos traducidos por Ludovico Rosenthal y algin otro aucor americano —E. Blum y L. Pfeifer, por ejemplo— para la edicion de Santiago Rueda, Segéin testimonio del propio editor de Biblioteca Nueva, don José Ruiz-Castillo, no se solicitaron en esta ocasién decechos algunos de autor ni se hizo constar —como ficilmente puede observarse— ninguno de estos extremes en el correspondiente volumen, Ello nos lleva @ pensar, a partir de estos datos, que esca actuacién de Biblioteca Nueva fue una forma de resarcicse del anterior «deiafuero legal» de las editoriales argentina NG deja de sée cutiose la diferente dptica con que se veo estos coarenciosos a uno y otro Indo del Atlintico. Si leemos el {ascicalo de Arnoldo Harington, Fread en espaftl, aos encon- ‘ramos con que al referiese esta especie de xeompeomiso» a ‘que, segin Ruiz-Cestilo, lege Biblioceca Nueva, este autor Argedtino calificael hecho de einsblitoe incomprecsible» (cf AE, Sobre la versign cartllana, 122). Sexto periodo: 1972-1975 (Biblioteca Nueva) El ultimo periodo, por ahora, del complejo proceso editorial 128 ‘Texto orignal slemén y principales traducciones de la obea de S. Freud «de las obras freudianas de Biblioteca Nueva, viene marcado por la “aparici6n de una nueva y dlcima edicién de la que resulta el texto feeudiano en espafiol sobre el qué nosotros accualmente tra- bajamos. En un sentido estriceo deta seria Ia cuatea edicibn de Biblio teca Nueva —segiia fo que hemos visto en eatra anterior ‘panordmmica—, pero de hecho esca nueva edicibn aparece edico» rielmence como la cercera, Segia parece las ediciones del 48 y del 68 fueron consideradas, 2 efectos editoriales, como una seguada edicin, Pero decfamos «por ahora» porque esta misma editorial, desde 1978, alberga el proyecto de publicar un tiltimo tomo de indices unificados, relativos al contenido temético de todas las, obras freudianas recopiladas. Se tracaria de un volumen comple- mentatio a estas Obras Complotas, similar al Gesamtregister y al Indexes and Bibliographies de la Standard Edition. Esta apaticién creemos que seria de un gran valor para todos aquellos investiga dotes y estudiosos actualmente interesados en profundizer en el pensamiento freudiano. Esta nueva edicién de Biblioteca Nueva, aparecida entre 1972 y 1975, constaba de nueve tomas encuadernados en cartoné y que, por su formato de 23 por 16, resultaben ligeramente mayores que los de la ediciéa precedence. Esta dlcima publicacién presenta, por otra parce, en relacién a la de 1968, importantes aspectos ovedosos desde el punto de vista critico. Quizé el més impor- taate de ellos sea el celativo al riguroso ordenamiento cronol6- ‘zico —de acuerdo con la cronologia establecida por J. Strachey en Ia Standard— e codos fos escritos freudianos. A este hecho debemos afiadir, ademés, la incdrporacién de una no desdefiable parte de las importantes notas 2 pie de pégina de las elaboradas por el mismo taductor inglés en su preparacidn de la Standard Edition. Por ilimo el psicoanalista chileno, Dr. Jacobo Numbau- ser, responsable de la ordenacién 7 revisién de lor textos, enti- quecié esta més cuidada edicién con una serie de notes infrapegi- nales de indudable interés histérico-critieo. Para cetrar este sexto y dtimo periodo de las ediciones de Biblioteca Nueva sobre la obra freudiana, digamos que esta edito- rial lanzé asimismo al mercado en 1973 una nueva tirada de sus Obras Completas, presentada ya en ttes volimenes impresos en. 129 Fuentes freudianas y de docomentacion 1 biblia» y con resistentes pastas de piel. Esta edicién, pues, 71973, aparecida con el titulo de Obras Completas (O.C.), ers bisicamente por Luis Lépez-Ballesteros y ordenada, ce Eis y anotada por Jacobo Numhauser, ser en definitiva la base Strellana de nuestros «Cursos sisteméticos de Formacién Scoanalitica>. La paginacién, sin embargo, de ambas encusdecasciones (carconé 0 piel) es exactimente la misma. Por este raz6a las refecencias bibliogriticas podrin ser ficilmente locslieadas en smbos formaros-con 360 hacer c3s0 omiso del nimero del forrespondiente voluren. C) Evaluacién critica de Ia obra En este nuevo apartado comenzaremos sefielando aquellas - yentajas o aspectos positivos de Ia referida fuence freudiana que fos parecen més dignas de ser resefiadas, para pasar después a ‘exponer nuestras correspondientes reservas criticas a la misma, — En primer lugar, se crata de la obra fteudiana més fécil- menta asegaible, en su Conjunto, desde los puntos de visea tanto tingistico y editorial como econémico. Desde el punto de visca Jingistico se trata —como veiamos anteriormente— de la tnica © raduccién verdaderamente cespafiola» hasta el presente; desde =~ el editorial, su formato en tres volimenes encuadernados en piel "Ja hacen ficilmente mangjable aun para no especialistas; y, por liltimo, desde el punto de vista econdmico, su razonable precio _posibilita su presencia ea la biblioteca privada de cualquier espe- -Galista 1 hombre culto en general. — Le segunda ventaja de este texto radica en el hecho de “haber sido realizada su traduccién directamente del original ale- “man. Tanto la version basica de Lopez-Ballesteros de 1922-1934, como la complementaria debida principalmente a Ludovico Rosenthal, testimonian ambas un minucioso trabajo. directo sobre las propias fuentes alemanas por parte de sus traductores. Sefalemos a este cespecto, que en auestrs investigaciéa personal sobre las eraductiones espafilas y francesas de la obra de Frend, hemos tenido frecuentemente fa oportunidad de comprobar la’ minuciosidad, en muchos cesos cas literal, con que esta traduéci6n de Biblioteca Nueva sigue el vocsbulacio y 130 ‘Toxo origina alemin y principales eraducciones de la obea de S. Feud fun los mismos gicos del texto original alemin (ct. P. E-Villararzo, 1982b, vol. {, 402-3). — Una nueva ventaja de esta edicidn de 1973 consisce en la parcial incorparacién del sparato critico de la Standard Edition. El enriquecimiento critico de esta edicién se manifiesta, en pri- mer lugar, en el riguroso ordenamiento cronoldgico de la obra freudiana a partic, justamente, de la cronologia establecids por J. Strachey en la Standard Edition. Bn esca edicién, ademds, se ha ineluido una gran cantidad de las noras infrapaginales de la Sean- dard Edition que vienen a epoyar criticemente el texto freudiano. Finalmente el propio Jacobo Numbauser, responsable del orde- namiento e incorporacién del aparato critico de la Standard, «ha redactado —segiin sefiala el propio editor— junto a los centena- res de notas, de diverso género, contenidas en nuestras preceden- tes ediciones, para el presente, otras no menos expresivas, que figuran en ¢l texto sefeladas con asteriscos» (O.C. I, vii). — Pero quizé el aspecto més positivo de las Obras Comple- sas de Bibliotecs Nueva lo enconteemos en las calidades lirerarias del propio texto. Pese a le multiplicidad de traductores y correc- tores por los que ha pasado el rexto hasta su definiriva fijaciin en 1973, éste conserva la gracia, precisién y agilidad liveraria que le otorgé le primera traduccién bisica de Lépez-Ballesteros, En este sentido creemos que el propio Freud, de estar ahora presente, hhubiera vuelsoa emplear en 1973 las mismas palabras encomids- ticas que profirié en 1922, y que anceriormence citdbamos: «Gracias 4 ests aficién juvenil —esrdio dela bela lengua castellans— puedo hora —ya en avanzada eded—comprobar ¢ acieecode su versiéa espafiola de mis obras, cays lectara me produce siempre un vivo agrado por la correcesima incespre- ‘acién de mi pensamienco y Is elegancia del estilo.» (O.C. I, 2821; G.W. XI, 442), — Latilcima de las ventajas criticas de esta edicién de 1973 se refiere a su recopilacién practicamente completa de todos los escritos freudianos, Como vimos en su momento, la edicin de Biblioteca Nueva de 1968 habfa logrado ya una mas complera recopilacién que la propia Gesammelte Werke y sc encontcaba muy préxima err su sistemdcica exhaustividad al mis ambicioso proyecto —por entonces en vias de culminacién (1953-1974) — BL Euentes freudianas y de documencaciba rd Edition. Pues bien, esta ediciéa espafiola de 1973 te Lene la prdctica exhaustivided de la Standard , sino Poy mejora afladiendo, por ejemplo, un trabajo de una clerta i rcancia sobre psicoanilisis aplicado —especialmente intere- shee en Teotla de la Escética— como lo es Lo siniestro de 1919 = (Das Unheinaliche) (cf. 0.C. Il, 2483-2505 y Ia nota de J. Num- dorset dela primera de esas piginas), Todo ello coloca 4 nuestra Uicen de 1973, respecto a suefectiva recopilacién de textos, muy S gor encima de la Gerammelte Werke —doscientos diecisiere ~Piritos frente 2 ciento noventa y seis— y muy proxima a los = Goscientos teeinta de 1a Standard. “Tdogase en event, por oa pate, que la mayors de estos escioseoentes dea eaduion expafols sono bien exces ln dpoca preaaalitia eomo, por ejemplo, Orerotin of « Stora Cave of Blem-naetbese ia Hye Mate e 186 GEL 251), 0 bien prefacor a liboso taduciones, ‘les Sono tu Prafece to the Translation f Bernbein's Suggestion” (SEL, 75-65). Recados, por lo demi, que los preconos SSeuientos de las Carer y Monazoncor« Perr sella ein Standard dristiarmencerutadaseelceon from tat selec tion, 908 dicen ls propos edizres de a Stondend (SE. 1 6, Pero en las ventajes o aspectos positivos de esta traduccién ‘citellana, aparecian ya apuntados los aspectos criticos e incon- yenientes de la misma, Nos limicaremos, por ello, a presenrar Séstos de la forma mds sintética posible. + Digamos en primer lugar —y aunque ello suene a «pero- cillades—, que se trata de una traduccién y no del texto original el propio Freud. Por muy rigurosa que pretenda ser une deter- ‘minada traducci6n, toda versién del pensamiento de un autor a un idioma que no es el suyo se ccansforma, inevitablemente, en una especie de «traicién» al verdadero pensémiento del autor. Ge ‘Dificilmente los campos seménticos designades por un término “enn idioma concreto quedan recubiertos por el correspondiente término en otro idioma, por muy coincidentes que ambos térmi- “hs parezcan entre si. Al fin y al cabo debemos tener ent cuenta ‘que toda treduccién de un idioma a otro consisce en el intenco itaposible de verter el significado de un determinado vocablo en g. ¢l lecho de Procusto» de un significante de otra lengua, arbitra- Z Hlamente seleccionado al respecto. 132 ‘Feexo origins! alemin y principales cradueciones de la obra de S. Freud “ Recordemos a este propésito los plaateamientos de F. de Saussure en su Curso de Lingiirice General sobee la relecion arbicraris entre sigaificado y significante, dentro inclusive de tuna misma lengua (ct. Ede Saussure, 1915) De ahi, pues, la absolute necesidad de mantener siempre ~-como deciamos en nuestros principios mesodolégicos— una permanente referencia al texto alemén en el que originalmente se expresa el pensamiento de Freud, — Como segundo inconveniente, podeiamos sefialar la fala de sistematizacién de Ia teaduccién llevada’ a cabo por Lépez- Ballesteros. Su falta de estandarizacién en aras a veces de esa agilidad y gelanura de estilo que tanto entusiasmabs a Freud, nos impide uns exégesis minimamence seria del iano a partir de ese texto castellano, Todo ello lleva, por ejem- lo, a que nunca podamos saber, 2 partir de la apecicién de un decerminado tesmino castellano, a qué término alemin corres- onde aquél exactamente. Esta dificultad, por lo demés, no desa- parece ai cuando se crata de términos que recubren concepros fundamentales, y pese a que el referido téemino haya sido ya anteriormente traducido por un determinado vocablo espaol. En este punto —y pese a la critica inversa que nosotros mismos hemos efectuato # ta traduccida de Amorrortu—, si estamos de acuerdo con los editores de esca versi6n en que a Biblioteca Nueva ale sobra gracia, pero le falta rigor (A.E., Sobre la ver- sidn castellana, 1). Aludamos 2 un término concreco de entre los multiples a los que nos pudigramos reerir. Es muy importante, por ejera- pio, le adecuada distincién metapsicologiea entce dos dina ‘mismos psiquicos tan universales como lo son el de repres (Werdeingung) y el de supresién (Uacerdzicung). El propio Freud los distingue explictamenre en una sustenciosa nota del ‘apicalo Vil de La inserpresaciin de ls snetor(¢£,0.C.1,712 03, G.W. Ill, 6112). Pues bien, pese a que Lpez-Baliesteros traduce adecuadamence en esce pasaje tmbos términos us zando, respectivamence, los términos de represién y de supre- sidn, en casos posteriores craduce ambiguamente Unterdrie- 2 ‘bang por coherciéa, en ua caso (cf. OCH, 1252; G.W. VIL, 149) y por represiéa —pera mayor ambigledad todavia ya que le confunde con Verdringung— en el otto (ef. OC. Ul, 2740; GW, XI 425), - 133 Fuentes feeudianas y de docamentaciéa = Debemos tener ademas en cuenta que esta fila de estan- ‘ipa ve ha pocenciado por la multiplicidad de traductores y Fac que socesivamente hen intervenido en la realizacién del Ipfinitivo. Si bien este riesgo de incoherencia no es excesi- re grande porque la responsabilidad mayoriaria de la cra- ypeorresponde @ una sola persona, L. Lépez-Ballestercs, y la Jementacion de los escritos posteriores a 1934 a Ludovico Phal, e gran mimero de revisores y amaauenses 20 ha iho més que abundar en esa falta de sistematizacién. En mayor re or grado fueron, en efecto, multiples los especialistas que, Biefo en su calidad de eeaductores, sino de revisores u ordena- fe &. pusieron sus manos en el texto definitivo de 1973, Desia- de entre estos tiltimos a Rey Ardid, J. Germain y, final- ‘J. Numhauser. * Nos complace destacac aqui, sin embargo, la puncual cola- = rate copia del Prot. Rey Acid y del De J. Germain (9 (Stertuyentes ambos «una gradual mefora de lee sucesivas ec de Bites Navstel: s Ragoifiesincroduccidn que pura esta civima edicidn Ge Tas | Gots Compleas fa realizado el Prof, Rof Caballo. "El tltimo, finalmente, de los inconvenientes criticos de Obras Completes espafiolas se encuentra en el candcter mpleto de su aparato eritico. Ya dijimos anteriormente que la ieorporacidn en esta ediciin de 1973 del aparato ctitico de Ia iderd era s6lo parcial. Ahora nos vernos en la obligacién de © ptecisar que, en su conjunto, fa inclusién de este material critico ‘¢reilmence escasa. Destaquemos, por ejemplo, la toral ausencia ‘ef.esta obra de las documentadisimas introducciones histéricas a “Gdiuno de los escritos freudianos; sin duda’ alguna, la mis imporcante aportacién critica de J. Stcachey a la Standard Edition. *Por lo que se refiere a las notes infrapaginales —pese a la parcial E_incorporacién de algunas de ellas— es de lamentar la frecuente ‘ausencie de las rigurosas notas de Strachey que sefalan iavacia- ‘lemente la precisa cronologia de aquellas cotreciones, adiciones _~ iterpolaciones por las que pasaron en las suesivas ediciones Jie principales obras freudianas. Digamos, sin embargo, que teniendo en cuents las iarere- santes notascriccas que el propio J. Numhauser afiade por su 134 eincipales obras de estudio y documenraci6n histérict ‘cuenta, esta cuidads ediciba presenta un suficenre aparsto cx ‘ico en orden a una intligence leccuca dela obra feeudians. El problema se plancea finicamente de cara auns rigurosa iaves- Tigacidn exegéice del pensamiento feeudiano, Ea este c2s0 “—aparte de [a imprescindible coferencia al rexco alemén— se impone la consulta de obras verdadecamente criticas como la Standard. Recordemos, por otca parte, que uno de los grandes iméricos de la comencadh traducciéa de Amorroreu es el de hhabernos oftecido a toda los estudiosos hispanicos de la obra e Freud, Ia complera eaduccién de codo el aparato ctitico —incroducciones -y nous infrapaginales— aportado por J Seeachey on la Standard Editon. 22, PRINCIPALES OBRAS DE ESTUDIO 'Y DOCUMENTACION HISTORICA En este apartado presentaremos toda una serie de importan- tes estudios conceptuales e histéricos sobre el pensamiento del fundador del psicoanilisis. Dado, sin embargo, el carécrer funda- mentalmente exegético —estudio directo de fuentes— que define nuestro método de easefianza ¢ investigaci6n, el recurso a cualquier otro tipo de obris que no sean las del propio Freud cevestira siempre un carkcier complementario. Desde un punto de vista metodolégico —metodologia hist6rico-critica, que es la nuestre— es, por otra parte, aconsejable el enfrentamiento dicecto con los propios textos freudianos, a fin de no dejacse condicionar por posibles presentaciones parciales o tendenciosas de ese mismo pensamienta ‘Somos plenamente ccascientes de que, aun nuesers propia presentaciéa del pensariento freudiano, por muy exegética ‘que ésta pretends ser, ampoco serd cotalmente aséptics. Por ‘es0 intentaremos, en la medida de lo posible, limitarnos en ‘nuestra obra a aportar unesquema metodologico e histbrico lo suficientemente propedéstco como para que sea el mismo lector quien se enfrence dcecta y constancemente con los pro- los enuaciados freudianos. Existen, sin embargo, toda una serie de importantes obres sobre Freud, que por haber sido escricas por grandes comentari tas o documentalistas del pensamiento freudiano, no pueden ser 135 Fuentes freudianas y de documentacién i 1: ningtin estudioso de su pensamiento. El pro- eh a sgulse plancea —y cuya pista de solucidn cabe esperar Bern oe re deltema— ese de la adecunaselectiba dela obras a Piiarivas dentro de era iomensa literatura feeuians que Bt entemente invade nuestro mercado. FF grios son, en este sentido, los criterios en los que habremos 2 yar nuestra rigurosa y sumamente restrictiva seleccién de = 4e0P hia primer Inger, s6lo nos inceresan aquellas obras ea les oi gas autores Se manifiesten como conocedores directos de los ‘os freudianos 0 —en el caso de documentos de cerécter shisebrico— como conocedores directos de los acontecimientos we nazean, bien a partic de su propia experiencia personal, bien sit de una documentaciOn fidedigna de tales acontecimien- EE a consecuencia —seguado criterio— se ha de tratar de ag cuyo aparato critico pecmita, en todo momento, verificar Ticamence las fuentes eexcuales 0 documentales en que se apo- “yan cientificamente sus principales enunciados. Finalmente, aos Tonos de referir s6lo « obcas que, por su sistemitica y sélida Getenctura, puedan ser consideradas como prototfpicas en cada = na de las Areas del pensamicato freudiano. Ss-Para una més sistematica presentacién de estas obras, dividi- ios esta parte —como ya indicsbamos en el riculo— en dos “gecciones: obras de estudio y obras de documentacién bistérica. 221. Obras de estudio #57 Botendemos por obras de estudio, equellas en las que de una = “forma sistemérica se investigan principalmente los conceptos + rebricos del pensamienco freudiano: : Decimes principalmente porque en la préctica es muchas voces muy diffeil —sobre todo en una perspectiva histérico- impartimos. Si esto afiadimos el abundance aparato critico que ecompafia este libro —sobre todo de carécter bibliogrifico— y el epilogo ‘Sobre el Estatuto cientifico del psicoandlisis con que cercamos la ‘bra, ficilmente puede comprenderse Ia urilidad de este libro pate los estudiosos del pensamiento freudiano, en general, y pare fos interesados en la problemétice ético-religiosa, en particular. 222. Obras de documentacion hissérica En este apartado queremos presentar toda una série de obras de catdeter histbrico que, por su nacuraleza verdaderamente documencal, puedan ser consideradas como auténticas fuentes histéricas sobre la vida de Freud y, en general, sobre toda la 144 Principles obeas de estudio y documenracién istics “historia del movimiento psicoanalitico. Se trata, por santo, de obras documertales de primera mano en las que sus autores dan fe directa de les acontecimientos que narran o interpretan, bien porque los vivieron directamente como cestigos de excepciéa, bien porque manejaron documentos fidedignos de los mismos. Quedaa, pues, excuidas de nvesten consideraciéa todas aguellas Historias del Psicoanilisise cuyos aurores no acuden Girectamente a las fuentes feeudianas. Ea este sencido hemos tendo opoctunidad de comprober la increble frecucacia con (gue este tipo de «Hiscorias» incurren en verdaderos ervores de Balto, debido a le encedenade transmisién de rales ertores de tinas obtes hiséricas de «segunda mano» a oceus que, por lo ‘mismo, pasea a serlo de «iercers. ‘A continuscién, y siguiendo el mismo esquema didictico del anterior apartado, podemos reducir estas obras seleccionades a jas seis siguientes, asimismo colocadas éstas por orden de su ‘mayor interés documental e histérico. Lt EJONES: Vide y obra de Sigmund Fread (Life and work of Sigmund Fread, 1953-1957), trad, esp. Ed, Hormé, Buenos ‘Aires, 1976. Desde el punto de vista de la documentacién bistétice sobre le vida de Freud y los avatares del movimienco psicoanelicico en vida de su fuadador, es incuestionablemence Ia obca definitive « consultec. Esctita por E. Jones, uno de los grandes pioneros del psicoanilisis, se maneja en ella una documencacién histérica de primera mano —en gran parte hasta el momento de su publica Giéth inédita— que le confiere en conjunto una indiscutible auto- idad en la materia. ‘Ya analizacemnos critcamente la conveniencia de distinguic encre fos acontecimiensos que objetivamence narra como documertalista 0 como directo cbservador, en los que, Por tanto, hace definitiva autorided y aquellos otsos que simple- mente incepreta y en los que su fuerte implicacibn emocional pueden haceroos dedar de lo bien fundado de su particular versién de los mismos. En relacida a le persona de Ernest Jones, podrhimos decir que se trata de una de las figuras mds relevantes dentro de la historia el movimniento psicoanaliico; incondicional de Freud y de la 145 Fuentes feeudianas y de documeacaciéa (Die Sache) psicoanalitica desde 1908, escuvo siempre st (raado que cualquier otro pionero para ser el gran bid- fide Fret inc Be Bt ciecunstancias, principalmente, le convirtieron efectiva- ‘ponte en la persona més iadicada para ir archivando datos y ents Trros de primera mano que le permitirfan posteriormente sgpeumertan monumental biograffa. Digamos que E. Jones se tanto geogréfica como emocionalmence, 0 suficiente- ‘e présimo a Ereud como para poder seguir de cerca estos eto al mismo tiempo, lo sufi- sehcemente /e70s.como para poder evaluar la mayoria de estos vptecimientos con un rainimo de discancis critica, “Ambes ciecunstancias, unidas a su ordenada personalidad céstica, confieren a la obra de Jones el estatuto de principal “heate de documencacion sobre la vida de Freud y sobre la histo- del movimiento psicoanalitico, siendo esto vélido no sélo para “Ape estudiosos del pensamiento y movimiento freudianos, sino mbiéa pera hisroriadores independientes en general. En este Sento, es el propio J. Strachey quien en su documentaciéa critica Sobre los escritos freudianos se apoya constantemente en fos "ros personalmente aporcados por E. Jones, antes, inclusive, de "que aparecieran los diversos volimenes de su monumental Bio- = aafa (1953-1957) y, después de salida ésta, para la redacciba de “fos cestantes volkimenes de la Standard (1953-1966). Laestructura formal de la obra es tripartita. En el primero de Jos volimenes, Infancia y juventud de Freud (The Young Freud), = se abordan los acontecimientos de la vida de Freud comprendidos © gure su nacimiento (1856) y la publicacibn (1900) de su obra © inaestra, La interpretacién de los suosios. En el segundo, Los affos de maduret (The years of maturity), se recogen los primeros y “difcultosos pasos de la expansién del movimiento psicoanalitico de a elaboracién de su teoria desde 1900 haste la publicacién de = Mir allé del principio del placer en 1920. ¥ el tercer volumen, La [etapa final (The last phase), resume los principales aconceci- F ‘imientos y elaboraciones metapsicoldgicas finales de su vida y de ‘obra hasta su muerte en el destierro londinense et 1959. Es interesante retener, ya desde ahora, la eronologia tripar- tica maceada por los ces volimenes de Jones (1856-1500, 1900-1920 y 1920-1939), puesto que ells suele servir general mente de esquema eferencial paca cualquies exposicin histé- 146 Principales obcas de estudio y documencacién histories ict de ta vida y el pensamicato de Freud y, en concrete, ‘nosotros n0s va a servic en el desarrollo del rerna sobre Histo- ria del moviniiento piicoanalitco, La autoridad histérica de E. Jones como autor de esta obca séle puede ser cuestionada desde el punto de vista de su eventual ssubjetivismo interpretativo sobre acontecimientos 0 personas. Al fin y al cabo, debemos tener siempre en cuenta que se trara de uno de los mis fieles y nunca desmentidos discfpulos de Freud. Este hecho, si bien le sivia —como vefamos antes— en una inrrejorable posicién para el conocimiento de la obra de Freud y ie fos acontecimientas que nari, sin embargo, le implica emo- cionalmente en no pocos de tales aconcecimientos. La carga emo cional y afectiva que esta obra contiene podremos facimente ras- trearla a través de muchos de sus juicios valorativos. Hemos querido seleccionar, pare ilustrar este Giima afirmacién, el siguiente texto del propio E. Jones a propésito de las relaciones entce Freud y Fliess: «Ereud hubiera dado el aombre de Willelm a cualquiera de sus dos hijos menores, pero por fornia nacieron mujeres.» E Jones, 1953, 304). gPor qué epor fortunas?, nos podemos pregantar nosotros. A la vista de éste y otros muchos juicios emocionales del autor, creemos se impone una cierta actitud critica en la lectura y ucilizacién investigadora de esta obra. Acticud critica que debe~ mos agudizar, especialmente, ante la informacién que Jones nos preporciona sobre la personalided de alguno de los pioneros del psicoandlisis. Podemos referisnos, en concreto, a la forma extremista en que E. Jones alude en esta su obra a les ciscunstancies de la prematura muerte de uno de los pioneros més intimamente vin- ealtdo a Frend, Sandor Ferenczi. Es suficieatemente conocida una ciesca celoripia hacia Ferencri por parte del mis grande bidgeafo de Freud. Esta se debe basar, fundamentalment, en ls privilegiadas relaciones ‘afectivas que aquél manruvo siempre con Freud y su familia (Gia ence cespecto, P. F-Villamarzo, 1986b). En este sentido la critica parece haber demostrado que los 147

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