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LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS ie EL AUTOR MANUEL RIVAS (1957, La Corufia) Manuel Rivas es la voz mas sobresaliente de la literatura gallega actual. Nacié en La Corufia en 1957. Este novelista, poeta, ensayista y periodista desde muy temprana edad, escribe sus obras originalmente en gallego y ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa ycon el Premio de la Critica por E/ lapiz del carpintero, entre otros. Actualmente colabora en varios medios de comunicacién y algunos de Sus cuentos, como La lengua de las mariposas, han sido llevados al cine. Rivas maneja la palabra con exactitud. Sus cuentos hablan de emigran- _tes, de fusilados, de perseguidos, de viejos viajeros, del pueblo atlantico creci6. Su manejo del lenguaje, la profundidad de sus persona- ’ la ternura con la que aborda sus historias y el eco poético de su €stilo lo convierten en un escritor que ha revolucionado la literatura de Su tierra. Rivas es un cronista comprometido con su tiempo y con la historia, RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEo, 18 PRESENTACION LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS El cuento de Manuel Rivas esta ambientado en un pueblo de Galicia en la etapa final de la Segunda Republica (1931-1936). La Republica se proclamé una vez que el Rey Alfonso XIII decidié abandonar el pais tras unas elecciones municipales que dieron la victoria a los partidos de izquierda. En los cinco afios del nuevo régimen no faltaron grandes tensiones y enfrentamientos entre los distintos partidos y grupos so- ciales en un momento en que Europa vivia el ascenso del fascismo y el influjo de la revoluci6n soviética. En julio de 1936, parte del ejército se rel librar a Espafia del «peligro comunista, el ateismo y la ruptura nacic- nal». De la noche a la mafiana algunas zo as del pais Pasaron a ser controladas por ese ejército rebelde y por fuerza rami apoyaban; otras zonas permanecieron fieles a la Repiiblica como Madrid, resistieron el aislamiento y los bombardeos casi tres afios de la guerra. El pueblo en el que se sitiia la - pronto en manos de los sublevados, por eso veremos con los personajes sufriran de inmediato la represién y of trataran de escapar a ella borrando toda huella de sus nas, aunque eso implique traicionar y traicionarse, 16 contra el Gobierno par LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS 19 El cuento esta narrado en primera persona por alguien que, muchos afios después de aquellos acontecimientos, no ha olvidado los recuer- dos fundamentales de su infancia. Su relato se mantiene fiel al punto de vista del nifio asustado que no querfa ir a la escuela por miedo a que el maestro le pegara. Sin embargo, el maestro que aqui se nos presenta ha sido formado en una tradicién que no solo no crefa en los castigos sino que concebia la educacién como una preparacién para la vida. De su mano y de su voz descubrira nuestro protagonista la fascinante aventura del conocimiento. Sin duda, fue en la educacion donde la Reptblica tuvo sus mas grandes ambiciones: alfabetizar y hacer accesible la cultura a las masas populares fueron sus priorida- des. Para ello se construyeron escuelas, se formé a un gran numero de maestros y se crearon las Misiones Pedagégicas con las que cientos de universitarios recorrieron los pueblos de Espafia. La profunda divisién que hizo posible la Guerra Civil esta ejemplifica- da en la propia familia: la madre es muy religiosa, de «misa diaria», y el padre republicano y, en cuanto tal, enemigo de la Iglesia, pero esta circunstancia muestra al mismo tiempo que la convivencia, con sus pequefias concesiones, era posible. Los ojos de ese nifio recogen con sorpresa el rapido discurrir de los hechos, pero su mirada no juzga ni valora. A través de la descripcién escueta de las conductas y actitudes de sus padres, pero sobre todo a través del retrato de aquel maestro JADE LAS MARIPOSAS 23 ya amenaza terrible. Una palabra que se blandfa"! en el somo una vara de mimbre’. eras cuando vayas a la escuela!» de mis tios, como muchos otros jévenes, habfan do a América para no ir de quintos’* a la guerra de cos. Pues bien, yo también sofiaba con ira América para la escuela. echo, habia historias de nifios que huian al monte para el suplicio™*. ecfan a los dos o tres dias, ateridos’* y sin habla, como del Barranco del Lobo. iba para seis afios y todos me Ilamaban Pardal. Otros ‘mi edad ya trabajaban. Pero mi padre era sastre ‘tierras ni ganado’. Preferia verme lejos que no fio taller de costura. Asf pasaba gran la Alameda, y fue Cordeiro, el dia correteando por e me puso el apodo™*: de basura y hojas secas, el qu | pardal!.» como aquel verano ante- e nunca he corrido tanto © ‘orrfa como Un loco y a veces mi ingreso en la escuela. C ba el limite de la Alameda y seguia lejos, con la ta en la cima del monte Sinai, con la ilusion de \dfa me saldrian alas y podria llegar a Buenos Aires. sobrepasé aquella montana magica. 1s, ove aS. de sus caracteristicas o RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS «Ya veras cuando vayas @ la escuela!» Mi padre contaba como un tormento, como si le arrancasen las amigdalas” con la mano, Ja forma en que el maestro les arrancaba la jeada del habla, para que no dijesen ajua, ni jato s las mafhanas tenfamos que decir la frase nj jracias. «Toda: Los pajaros de Guadalajara tienen la garganta llena de trigo. jMuchos palos llevamos por culpa de Juadalagara!» Si de verdad me queria meter miedo, lo consiguid. La noche de la vispera”’ no dormi. Encogido en lacama, escuchaba el reloj de pared en Ja sala con la angustia de un condenado. El dia lleg6 con una claridad de delantal” de carnicero. No mentirfa si les hubiese dicho a mis padres que estaba enfermo. El miedo, como un raton, me ro{a?? las entrafias*. ap meé. No me meé en la cama, sino en la escuela. recuerdo muy bien. Han pasado tantos afios y atin si : y atin siento una humedad calida y vergonzosa resbalando por las piernas. Estaba —_ 7 el nego pupitre’*, medio agachado con la Eeperanza ce.quemadig reparase en?> mi presencia, hasta qu eae salir y echar a volar por la Alameda. 7 ver, usted, jpongase de pie!» cn destino en avisa, Levanté los ojos y vi con espa” oe me yo hi m{. Aquel maestro feo come un am{me parecié la Cetin i ‘a oe de madera, P°” el Krim. 20 amigdalas: érganos ‘de antes 22 delantal: que tenemos a ambos lados de la garganta 21 vispe': el die : ane tela comer que abs i. vine la cintura para proteger la ropa 23 reer: pitre: mesa escolar Nes 24 entrafias: visceras, organos inter"°® "a : con cajonera 26 reparar en: darse cue"? ! Janza: arm: rf za: arma que consiste en un palo largo acabado en U"4 fina Pu | nt 2s siGUA DE LAS MARIPOSAS 4l es su nombre?» os los nifios rieron a carcajadas**, Sentf como si me con latas en las orejas. dal?» me acordaba de nada. Ni de mi nombre. Todo lo que yo sido hasta entonces habia desaparecido de mi cabeza. es eran dos figuras borrosas que se desvanecfan” en moria. Miré hacia el ventanal, buscando con angustia los de la Alameda. ue entonces cuando me meé. o los otros chavales se dieron cuenta, las carcajadas on y resonaban como latigazos*. . Eché a correr como un locuelo con alas. Corria, corria solo se corre en suefios cuando viene detras de uno el e del Saco. Yo estaba convencido de que eso era lo que maestro. Venir detrds de mi. Podia sentir su aliento en 0, y el de todos los nifios, como jauria®' de perros a la in zorro, Pero cuando llegué a la altura del palco* de la ica y miré hacia atrds, vi que nadie me habia seguido, y que a a solas con mi miedo, empapado de sudor y meos. El a vacfo, Nadie parecia fijarse en mi, pero yo tenia la n de que todo el pueblo disimulaba®, de que docenas suradores me espiaban tras las ventanas y de que reir mucho, Una carcajada es una risa fuerte y larga # desaparecer o deshacerse gradualmente, poco a poco 30 latigazo: ‘Un latigo es una cuerda que se emplea para pegar 31 jauria: grupo do para cazar 32 palco: lugar elevado en la plaza de los pueblos da de mdsica 33 disimular: ocultar o esconder algo que se siente /ONTEMPORANEOS RELATOS: ESPANOL 26 ras** no tardarfan en Nevarles la noticia amis padres. Mis piernas decidieron por mi. Caminaron hacia el Sinai con una determinacion desconocida hasta entonces. Esta vez legaria hasta Corufia y embarcaria de polizén” en uno de eso barcos que van a Buenos Aires. ! no se vefa el mar, sino otro monte Desde la cima del Sinai avin mas grande, con pefiascos recortados como torres de una fortaleza inaccesible. Ahora recuerdo con una mezcla de asombro y melancolfa lo que logré hacer aquel dia. Yo solo, en jacima, sentado en la silla de piedra, bajo Jas estrellas, mientras que en el valle se movian como luciérnagas** los que con el candil?” andaban en mi busca. Mi nombre cruzaba la noche a Jomos de**los aullidos® de los perros. No estaba impresionado. Era como si hubiese cruzado la linea del miedo. Por eso no lloré ni me resisti cuando aparecié junto a mi la sombra recia‘® de Cordeiro. Me envolvié con su chaquetén y me cogié en brazos“. «ranquilo, Pardal, ya pas6 todo.» Aguella noche dorm{ como un santo, bien arrimado a mi pa eas Tefiido**. Mi padre se habia quedado en de hule*, St sesstaye: silencio, con los codos sobre el mantel vieirat, eae ee enel cenicero de concha de See elete aania ee cuando se murié la abuel® mano durante toda la ie mi madre no me habia soltad° la e, Asi me lev, cogido como au!" las lenguas murmurado 34 murmurador: Gee meta on un reo. Rep ae me eamleian eaieipresente SS polizén: perso" lampara de aceite 38 a Ee oeaae 36 luciérnaga: insecto que emite !uz 37 candi! aaa, 'obos 40 recio: A encima de un animal 39 aullido: sonido que emite” hule: mantel de plastico ane abreecsilvantana alguien 42 rete ree" de vieira: concha tipica de Galicia J DE LAS MARIPOSAS a7 r6n*s, en mi regreso a la escuela. Y en esta ocasi6n, én sereno, pude fijarme por primera vez en el nfa la cara de un sapo. efa. Me pellizc6* la mejilla con carifio. «Me gusta , Pardal.» Y aquel pellizco me hirié como un dulce de lo mas increible fue cuando, en medio de un silencio uto, me llev6é de la mano hacia su mesa y me sent6 en su aneci6 de pie, cogi6 un libro y dijo: nos un nuevo compafiero. Es una alegria para todos recibirlo con un aplauso.» Pensé que me iba a mear por los pantalones, pero solo noté una humedad en y ahora vamos a empezar un poema. 34 quién sRomualdo? Venga, Romualdo, acércate. Ya sabes, 0 y en voz bien alta.» ido los pantalones cortos le quedaban ridiculos. muy largas y oscuras, con as rodillas llenas le parda y fria... Ahh squé es lo que vas a leer?» e titula?» fantil. Su autor es do | Romualdo, adelante. || puntuacion.» ae yn Antonio Machado.» Con calma y en vor alta. o mula 46 pellizear: Coser la el que se carga un caballo la, para causar dolor - RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS Elllamado Romualdo, a quien yo conocia de acarrear’”” sacos nifio que era de Altamira, carraspe6® co picadura’® y ley6 con una voz increfb! {a salida de la radio de Manolo Suarez, de pifias como un viejo fumador de espléndida, que parec indiano® de Montevideo. Una tarde parda y fria de invierno. Los colegiales estudian. Monotonia de Iluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel se representa a Cain fugitivo y muerto Abel, junto a una mancha carmin... pregunto el maestro. «Que llueve sobre mojado*, don Gregorio.» «gRezaste?», me pregunt6 mama, mientras planc nab que papa habia cosido durante el dfa. En la cocina, | cena despedfa un aroma amargo de nabiza®. «Pues sin, dije yo no muy seguro. «Una cosa Cain y Abel.» ries 48 carraspear: producir un ruido con la gal volvia rica a E: am icadura: tabaco cortado en trocitos finos 50 indi mojado: are de haber pasado muchos afios en Amer problematica fa en sentido literal, frase hecha para indicar 4 Se repite 52 nabiza: hoja tierna del nabo a GUA DE LAS MARIPOSAS 29 o est bien», dijo mam, «no sé por qué dicen que el 9 maestro es uN ated.» es un ateo’» sien que dice que Dios no existe.» Mama hizo un gesto ado y pasé la plancha con energja por las arrugas”’ de 4 es ateo?» apoyé la plancha y me mo va a ser papd un ateo? da*?» a ofdo muchas veces a mi padre blasfemar contra o hacfan todos los hombres. Cuando algo iba mal, n®* en el suelo y decfan esa cosa tremenda contra Dios. an las dos cosas: me cago en Dios, me cago en el Demonio. a que solo las mujeres crefan realmente en Dios. | Demonio? ;Existe el Demonio?» puesto!» rvor hacia bailar la tapa de la cacerola. De aquella boca salian vaharadas® de vapor y gargajos” de espuma ‘Una mariposa nocturna revoloteaba por el techo la bombilla que colgaba del cable trenzado™. enfurrufiada®? como cada vez que tenia que cara se le tensaba cuando marecaba la raya de las miré fijamente. zComo se te ocurre preguntar escupir: echar Con ho, aliento o respiracion garganta 58 trenzado: hecho una ” RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS hablaba en un tono suave y algo triste, perneras. Pero ahora jo, como si se refiriese a un desvalid «El Demonio era un. Angel, pero se hizo malo.» La mariposa chocd con la bombilla, que se bambole6” ligeramente y desordens las sombras. «Hoy el maestro ha dicho que las mariposas también tienen lengua, una lengua finita y muy larga, que llevan enrollada como el muelle de un reloj. Nos la va a ensefiar con un aparato que le tienen que enviar de Madrid. ;A que parece mentira eso de que las mariposas tengan lengua’» «Si él lo dice, es cierto. Hay muchas cosas que Parecen mentira y son verdad. gle ha gustado la escuela?» «Mucho. Y no pega. El maestro no pega.» No, el maestro don Gregorio no pegaba. Al contrario, casi siempre sonrefa con su cara de sapo. Cuando dos se peleaban durante el recreo®, él los llamaba, «parecéis carneros®», y hacia que se estrecharan Ja mano. Después los sentaba en el mismo pupitre. As{ fue como conoci a mi mejor amigo, Dombodan, grande, bondadosoytorpe™. Habia otro chaval, Eladio, quetenia un lunar® en la mefilla, al que le hubiera zurrado* con sus'®, pero nunca lo hice por miedo a que el maestro me mandase darle la mano y que me cambiase del lado de Dombodan. !* forma que don Gregorio tenia de mostrarse muy enfadado et el silencio. 60 i cor He soa ee que no puede valerse por si mismo 61 bambolearse: movers? © "a pa péndulo 62 recreo: tiempo en el que los nifios juegan &" © een camero: macho de la oveja 64 torpe: inhabil, inexperto 65 lunar: pea’ mancha oscura en la piel 66 zurrar: (coloquial) pegar GUA DE LAS MARIPOSAS wn otros No 0s callais, tendré que callarme yo,» gia hacia el ventanal, con la mirada ausente, ai. Era un silencio prolongado, 4 perdida descorazonador, El cuento podfa comenzar con una hoja de papel, de pasar por el Amazonas y la sistole y didstole del Todo conectaba, todo tenia sentido. La hierba, la ‘oveja, mi frio. Cuando el maestro se dirigia hacia el i, nos quedd4bamos atentos como si se iluminase la del cine Rex. Sentiamos el miedo de los indios cuando ron por vez primera el relinchar®” de los caballos y el o* del arcabuz. fbamos a lomos de® los elefantes de ‘Cartago por las nieves de los Alpes, camino de Roma. 1ébamos con palos y piedras en Ponte Sampaio contra las ‘Napolesn. Pero no todo eran guerras. Fabricabamos 10s el Portico de la Gloria. Plantabamos las patatas | venido de América. Y a América emigramos cuan- te”? de la patata. siiséren, de América», le dije a mi madre a la ler, cuando me puso el plato delante. | del arado netra en la tierra Nore 73 Baier enfermedad mortal y muy contagiosa 32 RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS «Qué iban a venir de América! Siempre ha habido patatas», sentencié” ella. «No, antes se comfan castafias. Y también vino de América el maiz.» Era la primera vez que tenfa clara la sensacién de que gracias al maestro yo sabfa cosas importantes de nuestro mundo que ellos, mis padres, desconocfan. Pero los momentos mas fascinantes de la escuela eran cuando el maestro hablaba de los bichos. Las arafias de agua inventaban el submarino. Las hormigas cuidaban de un ganado que daba leche y aziicar y cultivaban setas. Habfa un pajaro en Australia que pintaba su nido de colores con una especie de dleo que fabricaba con pigmentos vegetales. Nunca me olvidaré. Se llamaba el tilonorrinco. El macho colocaba una orquidea en el nuevo nido para atraer a la hembra. Tal era mi interés que me convertf en el suministrador’® de bichos de don Gregorio y él me acogid como el mejor discipulo Habfa sdbados y festivos que pasaba por mi casa e fbamos jun- tos de excursi6n. Recorriamos las orillas del rio, las gandaras” el bosque y subfamos al monte Sinaf. Cada uno de esos viajes era para mf como una ruta del descubrimiento. Volviames siempre con un tesoro. Una mantis. Un caballito del diablo. U" ciervo volante. Y cada vez una mariposa distinta, aunque \° solo recuerdo el nombre de una a la que el maestro llamo Iris y que brillaba hermosisima posada’ en el barro o el estiéreo!” Ff " eee decir algo con solemnidad 75 suministrador: persona que oi is a poe algo 76 gandara: tierra baja llena de hierbas 77 posarse: 70°" ye nsectos voladores de pararse 78 estiércol: excrementos (mierda) de! £2" sirven de abono Para las plantas UA DE LAS MARIPOSAS 33 ) a por los caminos como dos viejos fleros. lunes, en la escuela, el maestro decta: «y vamos a hablar de los bichos de Pardal.» it ara mis padres, estas atenciones del maestro eran un Aquellos dias de excursién, mi madre Ppreparaba la nda’? para los dos: «No hace falta, sefiora, yo ya voy lo», insistia don Gregorio. Pero ala vuelta decia: «Gracias, exquisita la merienda.» segura de que pasa necesidades», decia mi madre por maestros no ganan lo que tendrian que ganar», nciaba, con sentida solemnidad, mi padre. «Ellos son las la Republica.» | Republica, la Reptiblica! ;Ya veremos adonde va a parar Bisco era republicano. Mi madre, no. Quiero decir que - era de misa diaria y los republicanos aparecian igos de la Iglesia. Procuraban no discutir cuando ante, pero a veces los sorprendia. tu contra Azafia®®? Eso es cosa del cura, que os itando la cabeza*!.» by a misa a rezar», decfa mi madre. 0 el cura no.» ‘ 1e don Gregorio vino a recogerme para ka buscar ‘Azafia: Manuel Azania, equefia comida que se hace por !a tarde 80 zat te PopuIaE ys el tive eta ie or eee probematza a alguien, meter a ci6 0 un problema que No tiene realmente RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS 34 si no tenfa inconveniente, le mariposas, mi padre le dijo que, gustaria tomarle las medidas para un traje. «jUn traje?» no lo tome usted a mal. Quisiera tener una yyo lo que sé hacer son trajes.» «Don Gregorio, atencién con® usted. dedor con desconcierto. e con una sonrisa. El maestro miré alre: «Es mi oficio®», dijo mi padr dijo por fin el maestro. | traje durante un afio, y lo «Respeto mucho los oficios», Don Gregorio llev6 puesto aque ‘a de julio de 1936, cuando se cruzé ino del ayuntamiento. llevaba también aquel df conmigo en la Alameda, cami te afio por fin podemos verle la «;Qué hay, Pardal? A ver si es' lengua a las mariposas.» Algo extrafio estaba sucediendo. Todo el mundo parecia tener prisa, pero no se movia. Los que miraban hacia delante, se daban la vuelta. Los que miraban para la derecha, giraban hacia la izquierda. Cordeiro, el recogedor de basura y hojas secas, estaba sentado en un banco, cerca del palco de la musica. Yo nunca habfa visto a Cordeiro sentado en un banco. Mire hacia arriba, con la mano de visera®*. Cuando Cordeiro miraba as{y callaban los pdjaros, era que se avecinaba®* una tormen® _ el estruendo® de una moto solitaria. Era un gust m una bandera sujeta en el asiento de atras. Paso delant® 82 tener una 83 oficio: ont alguien: es un eufemismo para decir ehacer un 1282 3 ae H visera: parte saliente que tienen las gorras para proteger = narse; acercarse 86 estruendo: ruido muy fuerte DE LAS MARIPOSAS s ntamiento y miré para los hombres que conversaban s en el porche. Grité: «Arriba Espafial» Y arrancé” de vo la moto dejando atras una estela® de explosiones. dres empezaron a llamar a sus hijos. En casa, parecia elase hubiese muerto otra vez. Mi padre amontonaba en el cenicero y mi madre Iloraba y hacia cosas sin como abrir el grifo de agua y lavar los platos limpios y los sucios. on a la puerta y mis padres miraron el pomo® con n°. Era Amelia, la vecina, que trabajaba en casa de indiano. — sis lo que est4 pasando? En Corufia, los militares han el estado de guerra. Estén disparando contra el Civil Cielo!», se persigné® mi madre. continu6 Amelia en voz baja, como si las paredes dicen que el alcalde llamé al capitan de carabineros”, e mando decir que estaba enfermo.» ente no me dejaron salir a la calle. Yo miraba lana y todos los que pasaban me parecfan sombras omo si de repente hubiese Hegado el invierne y el e a los gorriones”® de la Alameda como hojas motor 88 estela: (aslo ue el aire gen ito 89 pomo: parte redonda de las puertas que Se gira 3 estado de inquietud 94 persignarse: hacer la sefial os dedos 92 carabineros: cuerPO policial de la epoca 0, gris y marron, Muy abundante en las ciudades espafiolas ee RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS 36 Llegaron tropas de la capital y ocuparon el ayuntamiento. Mama salié para ir a misa, y volvié palida y entristecida, como si hubiese envejecido en media hora. «Estan pasando cosas terribles, Ramén», of que le decia, entre sollozos™, a mi padre. También 6] hab{ia envejecido. Peor atin. Parecfa que hubiese perdido toda voluntad. Se habia desfondado®® en un sillén y no se movia. No hablaba. No queria comer. «Hay que quemar las cosas que te comprometan, Ramon Los periddicos, los libros. Todo.» Fue mi madre la que tom6 la iniciativa durante aquellos dias. Una mafiana hizo que mi padre se arreglara bien y lo llevé con ella a misa. Cuando regresaron, me dijo: «Venga, Moncho, vas a venir con nosotros a la Alameda.» Me trajo la ropa de fiesta y mientras me ayudaba a anudar® la corbata, me dijo con voz muy grave: «Recuerda esto, Moncho. Papé no era republicano Papa no era amigo del alcalde. Papa no hablaba mal de los curas. Y otra cosa muy importante, Moncho. Papé no le regalo un traje al maestro.» «Si que se lo regald.» «No, Moncho. No se lo regalo. ;Has entendido bien’ jNo ** lo regal6!» «No, mamé, no se lo regal.» Habfa mucha gente en la Alameda, toda con ropa de domins® 94 i la sollozo: gemido, sonido que se hace cuando se Ilora 95 desfondarse: ae vital fu j : lerza 96 anudar: juntar o unir dos cuerdas o tiras entremezelando !2s 4° me que se separaren cuando se tira de ellas ayGUA DE LAS MARIPOSAS 7 p habian bajado algunos grupos de las aldeas, mujeres das*”, paisanos Viejos con chaleco” y sombrero, nifios ‘re asustado, precedidos por algunos hombres con camisa pistola al cinto®. Dos filas de soldados abrian un pasillo Ja escalinata’® del ayuntamiento hasta unos camiones molque entoldado’', como los que se usaban para ar el ganado en la feria grande. Pero en la Alameda el bullicio’ de las ferias, sino un silencio grave de a Santa. La gente no se saludaba. Ni siquiera parecian e los unos a los otros. Toda la atencién estaba puesta del ayuntamiento. a entreabri6 la puerta y recorrié el gentio con la Luego abrio del todo e hizo un gesto con el brazo. De oscura del edificio, escoltados’® por otros guardias, Jos detenidos. Iban atados de pies y manos, en silente . De algunos no sabia el nombre, pero conocia los rostros. El alcalde, los de los sindicatos'®, el bi- o del ateneo Resplandor Obrero, Charli, el vocalista de Sol y Vida, el cantero’ al que llamaban Hercules, Dombodén... Y al final de la cordada, chepudo™” y feo Sapo, el maestro. haleco: chaqueta sin mangas lo: vestido de negro por Ja muerte de alguien 98 i ie Cintur6n 100 escalinata: escalera amplla Y annie 10h NE, # Eo i u parte superior o ; Et Ue i on a ara protegerlo o evitar que se i jacion de trabajadores jilenciosa ion jiedras de la tierra 107 chepudo: con chepa 38 RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS Se escucharon algunas 6rdenes y gritos aislados que resonaron en la Alameda como petardos'*. Poco a poco, de la multitud fue saliendo un murmullo que acabé imitando aquellos insultos. «jTraidores! ;Criminales! jRojos!» : «Grita tu también, Ramon, por lo que mas quieras, jgrita!» Mi madre llevaba a papa cogido del brazo, como silo sujetase con todas sus fuerzas para que no desfalleciera’’. «(Que vean que gritas, Ram6n, que vean que gritas!» Yentonces of c6mo mi padre decia: «{Traidores!» con un hilo de voz. Y luego, cada vez mas fuerte, «Criminales! jRojos!» Solté delbrazoamimadreyse acerc6é masala filadelos soldados, con la mirada enfurecida hacia el maestro. «jAsesino! jAnarquista! jComenifios!» Ahora mama trataba de retenerlo y le tiré de la chaqueta discretamente. Pero él estaba fuera de s{!!°. «j{Cabr6n! jHijo de mala madre!» Nunca le habia ofdo llamar eso a nadie, 1! siquiera al Arbitro en el campo de futbol. «Su madre no tiene culpa, eh, Moncho?, recuerda eso.» Pero ahora se volvia hacia mi enloquecido y me empujava con la mirada, los ojos llenos de lagrimas y sangre. «jGritale ti también, Monchifio, gritale ta también!» Cuando los camiones arrancaron, cargados de pres°® iy fui uno de los nifios que corrieron detras, tirando piedtss Parana tii; cert ps | tubito con pélvora que cuando se enciende explota 109 desfalle ler las fuerzas 110 estar fuera de si: estar muy alterado, sin conto! 39 con desesperacién el rostro del maestro para Ila- raidor y criminal. Pero el convoy era ya una nube de 9 lejos y yo, en medio de la Alameda, con los pufios solo fui capaz de murmurar con rabia: «Sapo! co! jIris!». FIN iposas”, de Manuel Rivas. Incluido en {Qué me quiéres, amor? F LAS MARIPOSAS mn INGLES FRANCES = ALEMAN apron tablier Fleischerschtrze tognaw ronger an etwas nagen entrails, guts entrailles Eingeweide school desk pupitre ‘Schulbank ‘to notice remarquer etwas wahrnehmert spear, lance lance ‘Speer to roar with laughter —_rire aux éclats lauthals loslachen _ to fade, vanish seffacer dahinschwinden coups de fouet Peitschenhiebe meute Meute y 10 kiosque Loge _ to pretend, dissemble dissimuler vortauschen murmuring médisant Murmeln stowaway passager clandestin blinder Passasier : vers luisant Glohwarmehen H lampe a huile Ollampe bi ‘on the back of, riding on afau dos de auf dem Ricken vor hurlement Geheul robust, severe robuste hart “totake in one’s arms rence dans ses bes" dle Arme neber ft to tell of . gronder schimpfen ‘ Sune : toile cirée Gummi coquille de Jakobsmuschel Saint-Jacques —— on the back of, riding on sickle plowshare ~ blacksmith FRANCES hennissement détonation a/au dos de faucille soc forge “peste” prononcer fournisseur sol inculte se poser fumier goiter Manuel Azafia casser la téte avoir une attention pour métier visiére approcher grondement démarrer trainée (de fumée) 43 ALEMAN wiehern Knalle auf dem Riicken von Sichel Pflugschar Schmiede Seuche erklaren Lieferant niedrig gelegenes buschiges Gebiet sich niederlassen Mist Jause Manuel Azafia die Gemiter erhitzen. ein Geschenk geben Arbeit, Berut Visier, Schute sich annahern Getdse, Donner anstarten Spur, Schweif 45 ‘expresion en negrita por un sinénimo del recuadro: , pequefias, valiosas, asustar, parado, tosca, hambre, perc’ 4 h ; , a is, artil 3 ‘congelado, enorme, incomodar, inventario, validas, oléis, fora é estrecheces, terrén, saboredis, entumecidos, fuerte, sensibilidad fro. : me os hablaba de cémo se agrandaban las cosas menudas e -aquel aparato que los nifios llegabamos a verlas de e| dedo humedecido a un tarro de azticar ja que Ice en la boca como si la yema fuese la punta de la y sin habla, como desertores dos 0 tres dias ateridos del Lobo. | me queria meter miedo, lo consiguid. é ni me resisti cuando aparecié junto a mi la sombra a vez que tenia la clara sensacién de que gracias al fa cosas importantes. ida de que el maestro pasa necesidades. 1 adecuada: Eladio, que (1) tenia /tuvo un lunar en la meiilla, fa / hubiera zurrado con gusto, pero nunca lo (3) hice a que el maestro me (4) mandase /mandaba darle me (5) cambiaba / cambiase del lado de Dombodan. la es RELATOS ESPANOLES CONTEMPORANEOS forma que don Gregorio (6) tuvo / tenia de mostrarse muy enfadado (7) era / fue el silencio. 3 «Si vosotros no os callais, Y se (9) dirigié / dirigia perdida en el Sinai. Era un silencio prolongado, di si nos (10) hubiese / habria dejado abandonados en un ext! Pronto me (11) daba / di cuenta de que el silencio del mai era /fue el peor castigo imaginable. Porque todo lo que él (13) tocaba era un cuento fascinante. El cuento (14) podia / podri con una hoja de papel, después de pasar por el Amazonas y diastole del corazon. Todo (15) conecto / conectaba, tod / tuvo sentido. La hierba, la lana, la oveja, mi frio. Cuand se (17) dirigia / dirigid hacia el mapamundi, nos (18), quedébamos atentos como si se (19) iluminase / ilum del cine Rex. (20) Sentimos / sentiamos el miedo de | (8) tendré / tendria que callarme yo: hacia el ventanal, con la mirada lescorazonador, corno Cartago por las nieves de los Alpes, camino de Rom: luchébamos con palos y piedras en Ponte Sampaio Escribimos/escriblamos cancioneros de amor en la | de Vigo. (26) Construlamos/ construimos e\ Portic anaeaercs / plantamos las patatas que (28) hab as aril Y a América (29) emigrabamos / emig' legaba \a peste de \a patata. Sth Bb Ap DEX LAS MARIPOSAS ; 47 pomo 8. porche de una puerta, mueble, etc., de forma redondeada. tos fuerte. ya concha es la insignia de los peregrinos del Camino 0, olor o calor. ‘se emplea en la elaboracion de la paella. tela que se coloca encima de la mesa de trabajo. ificio o zona lateral del mismo cubierta por una -y flexible plastificada para Impermeabilzen, i ilumbrar formada por dos recipientes de = a aa uno con aceite para alimentar la llama de la m © un garfio para colgar.

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