63, Recontiruceiée del Pabellén alemin de
Mies van der Rohe, Barcelona, estado actual.
La clonacién arquitecténica y el retorno
del aura: Ia fetichizacién de la arquitectura
contemporanea
La Bauhaus, la casa Savoye y el Pabellon de Barce
Jona son los tres cimientos fundamentales de un largo pe~
iodo de la arquitectura moderna. Y no seria demasiado
las aportaciones de
ado afirmar que, entre tod
Mies son is que quizas siguen interesando mis a as alt
mas generaciones del postacionalismo"
Oriol Bohigas, 1954
Espaiia acoge en la actualidad dos de los ejemplos mis sin
gulares de clones arquitecténicos contemporineos. Se trata del
Pabellon de la Exposicin Universal de 1929, obra del famoso ac
quitecto Mies van det Rohe, reconstruido [63] bajo la direccis
de Cristian Ciriel, Fernando Romas ¢ Ignasi de Sol3-Morales en-
tre 1983 y 1986, yel Pabellon de la Exposicion de Paris de 1937,
‘bra de Josep Liuis Sere y Luis Lacasa, reconstruido en. 1992 por
iniciatva del Instituto Municipal de promocién urbanistica de
Barcelona, bajo la direccin de los arquitectos Miguel Espinet y
Antoni Ubach, con Juan Miguel Hernindez Leén, En ambos ca-
sos se trata de reconstrucciones realizadas por el valoc ieénico de
sstos edificios para Ia arquitectura del Movimiento Moderno,
aungue algunos criticos no dudan en calificarlos de sfalsas ma
quctas» porque, de acuerd
expresada por el emi-
nente restauridor belgd’Paul Philippot en yp reciente articulo”
cearecen de Ja autenti¢idad) el acto creativo, y por
{unto historico, que da lugar a la obra de arte y que no puede re-
producirse,
En el primer caso, la tecuperacion del Pabellén de Mies se
realiza en el mismo sitio en el que estuvo emplazado el original,
97en el entorno del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC),
dentro de una operacion de revitalizacién de la zona, ya que tam-
bign el MNAC fuc restaurado y reorganizadas sus colecciones en
la década de los ochenta del siglo XX bajo la direccién de a ar
quitecta italiana Gae Aulenti (a quien también se debe La trans-
formacién de la estacion de ferrocarril Quay d’Orsay, de Paris, en
musco). Pocos atios de
s,con motivo de las Olimpiadas cele-
bbradas en Barcelona en 1992, en esta zona se situaron algunas de
las mis lla
vas € impor
2s instalaciones deportivas, como ¢s
el Palau Sant Jordi, disefiado por el arquitecto japonés Arata Iso
la torre de con
aki, o de Santiago Calatrava, Ce
rrando el capitulo de intervenciones en el entorno del Pabellén,
64, Interior det Pabelléa alemin,
so ha sido disefudo nuevamente por Isozaki
La reconstrucci6n [64] de este pequefio y delicado pabes
Non (quizds el ediicio mis importante
fon Jos mismos materia
\era uno de los arquitectos mis des-
loderno, el alemin Mies van der Ro-
tacados del Movimiento M
he. Ademis de la teascendencia que tuvo para Ia arquitectura in
este pabell6n constituyd un anténtico hito para lt
‘cultura catalana de 1929, dominada entonces por los neoclasicis- )
os
ios y los epigonos del modeenismo, Para Daniel Giralt-Miracle
el Pabellbn Alemin
ha sido recordado como una pieza innovadora en el disetio
¥en la incorporacién de nuevas ideas y nuewos materiales,
Aquella primera voz del flmeiOHilones Que defends Ta
sgancia desnuda y racional y se planteaba cuestiones co
mmo a desmaterializaci6n del muro y una nueva concep-
ci6n del espacio, aunque consiguié una minima audiencia,
supuso una auténtica revolucién en los Ambitos estricta-
mente profesionales afines al eubismo yal constructi-
65. Anuncio
publicitario con
el Pabellin alemén
al fondo
En la actualidad ¢s sede del DOCOMOMO Ibérico, y
curiosamente por st valor simbélico como emblema de la mo
dernidad es utilizado con
vencia como escenario de
‘numerosos spots publicitarios de productos muy diferentes [65],
lo que induce a reflexionar sobre la banalizacién de la arquitec
tura y el arte del siglo Xx. No es de extrafar, por tanto, que five
ta precisamente este valor simbélico de la obra, considerada casi
‘un fetiche del Movimiento Moderno (Oriol Bohigas habla de «la
alucinante poesia de la obra maestra de la arguitectura puristay
el que, asociado con la vohuntad de Barcelona de presentarse en.
'y Europa como la capital de diseiio moderno, impuls6 su
Esp
966, Pabellén de la RepGblica para la
Bxposicign de Paris de 1957, reconstruide
en Barcelona, estado actual
recomstrucci6n. Asi lo reconocia Ignasi de Soti-Morales, quien
alificindolo de tcono, defendia su reconstruccién no como una
copia sino como una arcinterpretacién® de un edificio que ~en
opinion de algunos arquitectos, entre ellos os resporsables del
reconstruccién~ no era una construccién provisional. Subyacia
aqui el deseo de los arquitectos del presente de reinventar y hax
cer suya la arquitecturs del pasado, un modo de apropiaci6n un
tanto discutible lo consideramos desde
toria que nos obliga a cener en cuenta lai iy
po pasado, a pesar de la indudable ate
hermosas formas arquitectGnicas de esta copia. Al respecto, ha di-
cho el arquitecto Juan Miguel Hernandez Leén: «Una reinter-
pretacién siempre es justficable porque nos devuelve un mundo
selaciones sensibles con la arquitectura, aunque la presencia de
de telaciones sensibles gh que la pres
a Historia ests ausente de manera irremediables”.
semee@omo adclantsbamos piginas atris, el Pabell6n Aleman
no eel nico caso en nuestro pais, Resulta curioso advertir cé-
io Espaiia esti destacando por el notable aumento de copias
aqui realizadas. Parece de hecho que nuestro pai, tan atrasado en
otros campos, se ha situado a la cabeza mundial en Ja aplicacion
de nuevas tecnologias al campo de la clonacién de obras de arte
como muestran las réplicas realizadas recientemente de la Dama,
de Fiche, la Neocueva de Altamira y las tumbas de Jos faraones
egipcios Seti I y Tutmoss II, que fueron expuestas en sends ex-
posiciones celebradas en el Musco Arqucolégico Nacional*. Ab
100
67 Interior det Pabellén, estado original
reconstruccin del Pabell6n de Mies signié pocos afios después
(en 1992) la del Pabellon de la Repiiblica en ta Exposicién de Pa
sii de 1937 [66], una obra de gran
texto del racionalismo espafiol y de fuerte carga simbélica debi
lor arquitecténico en el con
do a todos los episodios historicos posteriores
Diseado por los arquitectos Luis Lacasa y Josep Lluis Sere
(cuyos herederos han promovido la reconseruccién del edificio)
el Pabell6n, ademis de ser «una gran contribucién a li arquitec
tura racionalistaa la técnica expositiva y al arte contemporiineas
-gin los expertos" por su claridad y sencillez dentro del c6digo
de este estilo, representaba las ansias de modernidad de un pue-
blo atrasado y dividido por Ix contienda bélica
‘Una pieza capital en el conjunto de la obra arqui
tecténica de Josep Lluis Sert, que reine todo el impulso
renovador del GATCPAG y concentra toda la fterza de
lun manifiesto contra el fascismo (...) un pabellda pequ
fio, stuado ante la gran explanada del Trocadero, que su
puso un impacto revolucionario, tanto por la calidad del
edificio como por la fuerza del discuiso que su contenido
defendia™
El esfuuerzo de la Repablica por tener una representacién,
digna en Paris a pesar de la guerra, poniendo de manifiesto q
sta se consideraba un accidente a superar, se teadujo en la parti-
1013 reistas que hicieron de esta arquitectura
capacién de numerosos artistas que b x
effmera «una Gesamtkunstwerk, una obra de arte total en la que
arguitectura, escultura, pincura y Roromonsije configuraban un
recorrido Ueno de movimiento por Ia realidad de una Espaia
desgattada-y esperanzadas® (67].Junto con la esculeura de Alber-
to, El expaviol tiene wn camino que conduce 4 wna estrella (hoy repro~
dhucida en el exterior del Museo Nacional de Arte Contempori-
neo Reina Sofia de Madrid), el Pabell6n mostraba la Fuente de
smercurio de Alexander Calder, la Montserrat de Julio Gonzilez, El
1
payés catalin y la revolucin de Joan Mir6, la Cabeza de mujer y
Guernica de Picasso. Los earceles y fotomontajes alusivos a la g
ra se debian al isefiador valenciano Joseph Renau,
Como en el caso del Pabellon Alemin, la reconstruccién
de este eificio se realia6 con absoito espero hacia los materia-
les y métodos constructivos originales, algunos en desuso, para
conseguir una réplica exactasasimismo, se intent recuperae ly
misma dsposicin del terreno idéntica orientacién del edificio
oiginal Sin embargo, el hecho de que ls obra se encuentre fi
ra de su contextoa diferencia del Pabellén de Mies (puesto Ge
‘OP PibetlsH ae TH Repablica se encontraba originalmente en Pa
1s), no hace sino evidenciar algunos de ls problemas planteados
respecto a este tipo de intervenciones. Recogiendo las ideas ex-
presaclas por el arquitecto Alfonso Muiioz: «En esta época de la
¢ le ha legado el
turno a la arquitecturas*, Lo que sucede es que esta copia ~para
reproductibilidad de a obra de arte, parece «i
cel aura de la obra ori
ciertos criticos y arquitectos ya no tie
ginal, de ahi que Mulioz califique este edificio como «un conte-
nedor sin alma, una magueta a escal 1:1. La pregunta que po-
". Como vemos, la ufe-
tichizaciéne de la arquitectura del Movimiento Moderno conti
nia todavia hoy en nuestro pais, sin que podamos ineuie qué otros
cediticios serin resucitados en los préximos tiempos.
Un ejemplo mis: la reconstruccién de la Gasolinera de
Porto Pi (68), en Madrid, una obra emblemitica del comienzo
de la arquitectura moderna en Espaiia. Construida por l arqui-
tecto Casto Fernindez Shaw en 1927, esta gasolinera es uno de
Jos escasos ejemplos espafioles de racionalismo de raiz expresio-
nistisfucurisa, El edificio habia Hegado en buen estado hasta
1977, cuando se destruy6 en parte (demolicién de la marquesina
y de la torre del edificio), eeonstruyéndose en 1996 por acuerdo
entre la administracién y los propictarios que querian construir
otros edficios en la zona.
La reconstruccién se hizo com’erte dov'era, de acuerdo con
ta moda internacional que parece haberse extendido por toda
Europa,
10369. Café De Unie, original,
Fecenstroido en 1905 en
Rotterdam, Holanda,
imagen del estado original
Ast edificio en 1924
La réplica de Porto Pi se suma a
i al catilogo de
facsimiles de ilustres edificios modernos del que forman
1 Pabellon de Barcelona de Mies van der Rohe, el
Café De Unie de J. P. Oud [69], el Pabellon del L'Esprit
Nouve:
te
je Le Corbusier y el Pabellén de la Repiiblica
37, de Sort y Lacasa™
Precisamente esta moda de elonat los eificios miticos det
Movimiento Moderno se inicié en Bolonia, Telia, cuando en
1979 se reconstruyé el Pabellén disefiado por Le Corbusier para
la Exposicién de Artes Decorativas de Paris (1925) [70], que to-
rmé el nombre de la revista L'Esprit Nowveau editada por el arqui-
tecto y por Pierre Jeanneret entre 1920 y 1925. pesar de que la
invitacin de los organizadores de dicha exposicién a Le Corbu:
sier especificaba que éte debia disefiar ha casa para un arquitecto,
el arquitecto suizo present6 una construccién desmontable inte-
ada por piezas prefabricadas como respuesta al problema de la
vivienda moderna y la ciudad contemporinea. El prototipo, una
ine @ habiter, en palabeas del mismo Le Corbusier, pretendia
demostrar que era posible la estandarizacién y Ia precisi6n fin-
ional, la producci6n de emiquinas habitabless, y -de acuerdo
con Ia opinién de Walter Gropius~ que estas construcciones in
ustriales formadas a partir de piezas prefabricadas no eran s6lo
Ia solucidn para lograr viviendas econémicas y funcionales, sino
también una opeidn esilitica poniendo de manifesto que el
108
10, LPBapeit No}
Exposicién de Artes Deco
veau, pabellén of
was de Pacis, 1925,
viejo suefio de una estética de la edad'del maquinismo era ya una
realidad". Una estética en la que los conceptos de serie, médu-
lo y repeticin no eran considerados como algo negativo, sino
si mismos expresion de un nuevo concepto de belleza,
Esta propuesta se completaba en el interior del Pabell6n.
con la exposicin, en un doble diorama, del Plan Voisin de Paris y
el Modelo de ciudad contemporénea para tres mullomes de habitantes. En.
el primero caus6 una gran polémica al proponer la de-
de extensas zomas de la capital francesa (en especial los
distritos 2.°,3.°,9." y 10."), donde construcciones historicas serian
reemplazadas por rascaciclos destinados a contener viviendas para
3,000 personas. Muchas autoridades y arquitectos franceses reac: