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Brechas Guamichit, Sinalea, México. Primavera de 1999. VW" 29 yiaba can un Sinafaa dande ne tuuiera cabida a injusticia, a potneza y las impravisaciones. Enrique Pera, Gutiérrez 1914-1998 Brechas (ORGANO DEDIFUSION CULTURAL DELA REGION DL EVORA ‘Faia Made No 326 Su Agata N13 TEL DGS y 20657 Gumi Sa, Mico CONSEIO EDITORIAL Lic. 4. Francisco Alcala Sanchez ‘Coordinador Editorial Lies J Guadalupe Robles H. Lis, Githerto Camacho Herrera ‘Relaciones Poblicas ‘Asa, lente Manel Sanchez Camacho Portada y Vinetas ‘Sre, Rosa Aurora Tavizen Lopez ‘Diseno Lie, Carlos Alberto Camacho Herrer "Asowor Joridico is, iyi Homberto Ped nue Lic. Artr Avendasio Ahumada ‘pte. on Mexico, DF COLABORADORES Sr Guallerme Lianos Lic: Gilberto Lopez Alanis Sx Herberto Sinagawa Montoya ie, Henberto Galindo Quinones ‘Sr Julian Camacho Angulo Prof: Manuel Reyes Ramo= Lic. Maria Bather Sanches Arrmenta Sta’ Olalia Tracy de Veldzques Lic. Nicolas Vidales Soto, ‘Sr Francisco Salpudo Sra, Rina Cuellar Zazucta Lic. Carlos Francisco Tavizén L. BRECHAS onze ii co XV Nine 3 Susy sna soa Dais repo aro vein ere putas pt a Gama, Se Brechas Dndice Mensaje Png. Nos Cantroras Auendanor Voces de la Direccién En Mocorito y en Sinaloa, hay duelo. En lo alto hay fiesta. Wudscar Peoria Dneunca: Pefia Gutiérrez Merberta Sinagawa Mantoya Tu eres la verdad Antonio Lipes Arce Enrique Pefa Gutiérrez Francisca Higuera Lapeer Semblanza de Enrique Pefia Gutiérrez, Artur Avendaiio Guiitrer Brechas: punto de reunién de voces dispersas Lmique Pose Gulisrree ‘Una voz en Mocorito ‘Rosa Maria Poraca Carta de Hudscar Pefia Inzunza a Enrique Pefta Gutiérrez A Enrique Peiia Gutierrez Aida Petia Qneunca Carta de Francisco Gil Leyva a Enrique Petia Gutiérrez Mocorito Azul 9. Guadalupe Robles Bojérquee ‘Misiva personal Gonzalo Armienia Caldera ‘Mi pequefio mundo Voz rebelde y honesta Emique Peta Guiiéres ‘Mi pequefio mundo 16 v 19 25 28 30 3 33, 35 7 38 Brechas LEA ROA DOLORES PPOLCCOESS OOOO Mi querida plebita Trrique Porta Guiiéres 40 Los versos de la Nica Garcia Enrique Peta Quiiéries 2 Carta a J. Manuel Pérez Pefia Erriquo Pola Gutrror 44 Apuntes sobre el mejor sinaloense Enrique Pena Guliéree 46 Voluntad y suerte en el camino de los hombres Bnuique Peta Guiiéres 48 Palabra de mujer ‘Eniquo Poa Gputseres 51 Mi pequefio mundo Antonio Nakayama Enrique Pera Guliéuree 33 Carta de Pefia a Gil Leyva 55 Mi pequefio mundo Roberto Hernéndez, otro mohicano que se va. Emiquo Posa Guitares 56 Flor de nochebuena Trnigue Poha Cutiénes 59 Héctor R. Olea Enrique Pea Guliéeres 61 Mipequerio mundo . La muerte del Tatarabuelo. Envique Pera Quiiéwes 66 En memoria del Dr.: Enrique Pefla Gtez. Daract Usretw Momoya co Carta de Enrique Peiia Gutiérrez al Procurador General de Justicia . n Bniquo Peta Gulgeres A Enrique Pefta Gutiérrez B Nicolae Vidales Sata u Brechas ‘ablar de Enrique Pefia Gutiérrez es facil, hacer realmente honor a su talento no lo es tanto, Sin embargo, esto es sélo un preludio a las pinceladas ma- gistrales que dan vida y pintan de cuerpo entero al amante apasionado de este jinn de tierra, de su {Mocorito! Aunque sabemos que Enricén Peiia (como le llamaban también sus conocidos), nace en los albores de un siglo que a pesar de su Juventud, hace concebir sueftos de libertad a los mexicanos, no lo ubicamos en un affo determinado, mas bien lo sentimos intemporal, dando la cara siempre a los nuevos vientos y almacenando como un tesoro, en Ia limpia blancura de su pelo y en los imprudentes surcos de su rostro, las vivencias y relatos que deliciosamente narrara desde su “pequeio mundo”, Tuve la maravillosa oportunidad de conocerle y de convivir con 41 desde pequeiio, asombrando siempre con sus palabras hermosamente acomodadas mi curiosidad infantil, desafiando después la rebeldia juvenil, cuando solia decirme “ti eres un hombre sin rostro”, No fueron pocas las ocasiones en las que de nifio también logré dar pauta a la discordia entre los dos cuando aprovechandose de su juramento hipocratico, solia anotar en su fecetario el nombre de algin poderoso antibidtico para que me fuera administrado por via intramuscular. El Dr. Pefia Gutiérrez fue de esos elegidos que iluminan, que abren Frechas y que despiertan encuentros de sentimientos, Brechas Enrique Pefia, fue un predestinado porque en él se reunieron rasgos cardinales como son el cardcter recio y un protundo amor a las letras y ala medieina, Nuestro personaje amé con intensidad esta Villa de Mocorito, donde vio le tuz primera, conocis tas letras, quiz ya. imaginando como jugaria con ellas. Fue en este pueblo viejo, donde ya convertido en todo un hombre, forma su "pequeiio mundo" y en él integra su familia; fue aqui, donde cumple con el juramento hecho a Hipécrates; y también donde explota la Tierra con sus suefios de gambusino; es en Mocori donde escribe su produccién literaria que nos habla de su admiracién por los grandes de esta villa, de interesantes relatos histéricos, también de quienes han dejado importantes aportaciones a Sinaloa, La revista “WBrechas”. de la que el Dr. Pena Gutiérez forme parte importante, oftece en esta edicién un merecido homengje a este inquieto alfarero de la palabra, que fue apagando poco a poco su luz, para encenderla eternamente en las alturas, y enviar con la lluvia. las metiforas mas hermosas. {Salud por él! Ing, José Noé Contreras Avendaiio Presidente Municipal de Mocorito YVOCES DE LA DIRECCION. a vor familiar nos trajo la infausta noticia: Acababa de morir el Dr. Enrique Pefia Gutiérrez. Fue para nosotros, quienes hacemos Wzechas, un suceso inesperado; hacia apenas dos dias se habia comunicado telefonicamente para recabar algunos datos sobre la vida de don Alfredo Carrasco, el compositor de la bonita danza “Adiés”. Ya para despedirse agreg6: estoy escribiendo un auticulo y necesitaba sus antecedentes. Luezo col Para WBrechas, Peiia Gutiérrez fue un pilar fundamental. Nacié Ja revista a propuesta suya y bajo su ‘coordinacién, y se mantuvo atento del accidentado caminar y siempre dispuesto a solucionarle los problemas para conducirla al puerto del siguiente mimero. Constantemente nos decia: ;No la dejemos morit!. Luchemos porque salga aunque sea una vez al aiio, pero... jque salga! Su auseneia fisica nos ha dejado un vacio dificil de Henar, dado su estatura como intelectual. Fue dueio de un almacén de conocimientos de las distintas disciplinas humanisticas y culturales y de una gran disposicién para compartitlos. Su prosa musical y poética, engalané las paginas de muchas publicaciones y se gano con ello el titulo del mejor prosista sinaloense de los iltimos tiempos. Brechas, ha decidido en honor y recuerdo a su persona, dedicarle esta edicién, en donde quedan plasmados escritos suyos que aparecieron en ésta y otras publicaciones, sobre lo que en vida mas amé: su familia y la profesién; sw pequebo mundo, los amigos y la literatura; la politica y la mineria. Enrique ha pasado a formar parte del selecto grupo de colaboradores de Prechas, que han fijado su residencia en un punto més allé de las estrellas, entre los que figuran: Solén Zabre, 3 Brechas _ erreur area WAI AAAIAAARAM ARAMA Francisco Gil Leyva; Roberto Herndndez Rodriguez, Juan Macedo Lopez, Héctor R. Olea, Cipriano Obeso Camargo y Jaime Robles Bojérquez. Nosotros seguiremos en el surco hasta que Dios disponga otra cosa. Mientras tanto, las paginas de la revista estén abiertas, y lo invitamos a recorrerlas. Por otra parte, hoy les dejamos el firme compromiso de seguir publicando sus textos, algunos de ellos seguramente desconocidos para la mayoria de nuestros. lectores. Descanse et paz, tan ilustre seiior. EN MOCORITO Y EN SINALOA, HAY DUELO. EN LO ALTO, HAY FIESTA. Pax. Muéscar Pena Inounca Familiares y amigos de mi padre: ‘os congrega hoy fa evocacién del espiritu de mi padre, de su alma que parti al eterno y amoroso reino de Dios, en el viaje ‘que tin dia a todos nos reunira, pero que 10s sorprende sin la preparacion emocional para afrontar su pérdida en el seno familiar. Mi madre, mis hermanos, toda su familia, sus amigas de Mocorito, de Sinaloa y de todas las latitudes geograficas y humanas nos unimos en el dolor, mientras en lo etéreo y desconocido, en mares de dimensiones inimaginables le aplauden y festejan, los navegantes del infinito que una vez emprendieron en Sinaloa, las més. Iicidas aventuras del pensimicnto. las explosions de la palabra y de las letras y la genial idea de anclar en tierra las brillantes estrellas de sus vidas, Reciben a Enrique Petia Gutiérrez en el ateneo del cielo, en los uminosos espacios de las academias siderales de la cultura, Enrique “el Guacho” Félix, Alejandro Hernandez Tyler, Francisco Gil Leyva, Antonio Nakayama, Héctor R. Olea, Rail Cervantes Ahumada, Solén Zabre y Roberto Hemnéndez Rodriguez con su grito de batalla “Fuego, vamos a empezar a tomar”. En Mocorito y en Sinaloa hay duelo. En lo alto, hay fiesta Mi padre se les incorpora como el iltimo de una generacién que sin regateos oftecié todo por servir a su pueblo y modificar la sociedad que les tocd vivir, con los mas nobles instrumentos que la cultura y la inteligencia pueden erear en el affin de hacer caminar hacia su gran destino. a un Sinaloa que decfan, que después de contar semillas aprendiera a contar estrellas, con un idealismo que no debemos dejar mori. Buechas A sus 84 aflos, mi padre, Enrique Pefta Gutiérrez hacia planes que le exigian vivir cien. Lo mismo vigilaba la manufactura de feilizantes, 1a apertura de una nueva mina, la investigacién de procesos quimico-metalirgicos para extraer minerales de las rocas, analizar con profunda agudeza la politica, que proyectar libros cuyos textos ya los tenia impresos en el pensamiento, mientras libraba una batalla contra el tiempo que en lo mas intimo de su ser, sabia iba a perder. En el Viejo Mocorito, se cerraron las puertas de su. Pequefio Mundo, se apagé el Voleén del Evora de Rosa Maria Peraza y se perdié en la bruma del Calima el Peitén Enhiesto de Enrique Félix, pero nos deja un ejemplo para asimilar. Los sinaloenses debemos unimos a la cabalgata de los Cinco de a Caballo, continuar el texto inacabable de la Bitécora de un Sinaloense y reencontrar la justicia social en La Revolucién Recuperada, incorporandonos a lomo de metéfora en la vanguardia mas avanzada del ejército del Noroeste que ‘encabez6 El Céndor de Mocorito, el Granito de Oro, General Rafael Buelna y a la que hoy 23 de mayo de 1998, en el aniversario de su nacimiento, se da de alta Enrique Peiia Gutiérrez. Descanse en paz mi padre, un gran hombre, un gran mocoritense, un gran sinaloense. Un ciudadano del mundo... y ahora... del universo, Mocorito, Sinaloa, 23 de mayo de 1998. PENA GUTIERREZ Por. Horberte Sinagawa Montoya rta_ocasién, Leopoldo Sanchez Celis fue a Mocorito, Ir a Mocorito y no pasar por la casa del doctor Enrique Peita Gutiérrez. era_una enorme itreverencia, un pecado venial Sanchez Celis fue, a la casa de Peiia Gutiérrez y le explicé6 el motivo de su visita, Estoy formando el Movimiento Progresista Sinaloense necesito la ayuda de los amigos. Tu sabes, Pefion, voy detras de la Gubernatura y sélo legaré si mis amigos no me dejan solo. El doctor Peita Gutiérrez le pregunté al cosalteco. “LY dénde piensas reunirte con tus amigos? : = Pues alli, en el Centro Social- dijo Sanchez Celis. El doctor Petia cuadras. iérrez peg6 una carcajada que se oy6 a dos ~ Andas mal, Polo. En lugar de imos a reunir con tus amigos al Centro Social vimonos de una buena vez. al panteén. Alli estén tus amigos, todos han muerto, sélo quedamos Epifanio Sainz y yo. Ante la ocurrencia Sinchez Celis, termind por soltar otra carcajada igual de estentérea ENRIQUE FELIX, IDEOLOGO DEL GRUPO DEL TALENTO. » Enrique “El Guacho” Félix fue el fino eseritor que supo rodearse de los mejores talentos de la época como el doctor Peiia 7 Brechas _eaeraenaneernerer enna naaannnr nna Gutiérrez, Francisco Gil Leyva y Antonio Nakayama cuando ideé crear el Centro de Estudios Sociales y Econmicos de Sinaloa, que se proponia allegar al futuro gobernador de Sinaloa toda la informacién posible que allanara el camino a un gobierno “popular y visionario”. “EI Guacho” Felix crey6 que el futuro gobernador seria Enrique Riveros, y fue precisamente en la tierra de Riveros, Mocorito, donde se celebrd una de las reuniones iniciales del Centro, contando con la presencia de los cuairo cerebros privilegiados y de Filiberto Patino Escamilla, Emesto Gamez, Rafael Vidales Tamayo, Genaro Salazar, Epifanio Sainz Aguilar, Felipe Ramirez, José de Jesiis Montiel, Leopoldo Rodriguez, Alberto Peta Gutiérrez, Walter Nandayapa, Bemardo Sanchez, Margarito Gutiérrez Castro y Rail de ta Mora. En aquel momento de euforia, el doctor Pela Gutiérrez, solt6 un petardo que ensordeci6 al Guacho Félix: Y si el gobernador no resulta Enrique Riveros- pregunté. Hubo un gran silencio, Poco después se supo que el futuro gobernador seria el licenciado Enrique Pérez Arce, el poeta rosarense apadrinado por el licenciado Rogerio de la Selva, secretario particular del presidente Aleman. Como buen nicaragiense, Rogerio de la Selva sentia una especial predileccién por los poetas, y por eso apoyé al poeta Pérez. Arce sin pensar en e dafo terrible que le haria a Sinaloa Aquel manojo de papeles donde se hallaban las soluciones a los problemas sinaloenses, siempre rezagadgs, siempre pospuestos fueron a dar al cesto de la basura. “ “MI PEQUENO MUNDO" UN BALCON DEL QUE ATISBABA LOS VIENTOS. El doctor Peita Gutiérrez, después de una accidentada vida universitaria que lo Hevé sucesivamente a Puebla, San Luis Potosi, 8 Brechas: Jalisco y la ciudad de México, acordé volver a su pueblo desoyendo el ‘canto de la sirena que Ie aconsejaba desviar el rumbo de la geografia Se dedicd a su profesién de médico en su tierra natal, imponiendo el sello de su nobleza a todo lo que hacia cuidando la salud de los campesinos y sierrefios ajenos al trato del médico sino del curandero y del brujo. Hizo un apostolado de su carrera pero eso no to desvié de ta certera visién sobre las congojas de Mocorito y de su entorno humano. Fue critico mordaz, cruel, de los alealdes que se sucedian unos a los ‘otros compitiendo en ineptitud y folklorismo. A todos los derrumbé con su palabra certera y demoledora. Nunca fue un hombre ficil, de la casta de esos que les gusta quedar bien con todos. Fue enemigo encarnizado, pero también fue amigo a toda prueba. No acept6 jamés las medianfas. Era enemigo del agua tibia; preferia el agua hirviendo. Luché contra la mediocridad del medio local, de la estrechura de las “ideas, de las perversas limitaciones que encajonaban trigicamente las débiles reacciones de un pueblo habituado a aplaudir sin saber a quien aplaudian, El doctor Petia Gutiérrez pronto se convirtié en el simbolo de la disidencia, de la rebeldia. Ningin gobemnador se salvé de su juicio lapidario, A todos los colocé en el sitio que merecian, porque jamas prodigé el elogio del lacayo para tener derecho a la prebenda Escribié una columna periodistica 4 la que titulé “Mi Pequefio Mundo”, ¥ su pequeito mundo no era otto que Mocorito, un pueblo indigena, perdido ya en las estribaciones de la sierra, aplastado por una historia de conquista de rapifia. En el pasado virreinal, Mocorito fue: saqueado en sus minas, y sus hijos més sanos fueron arrancados por las tropas de Melchor Diaz, Diego de Proato, Pedro de Bobadilla 9 Brechas y Lazaro de Cebreros, para ser vendidos como esclavos a los ricos ‘mineros espafioles del interior. Desde aquel balcén que era Mocorito, el doctor Pefia Gutiérrez emitia su opinion sin andar con galanuras: el agua, agua; el vino, vino. {Cémo podia aquel hombre, sepuliado, aparentemente, en aquel pueblo que, segiin la leyenda, “era el lugar de muertos”, estar tan al dia, tan al pendiente de los problemas no sélo de su tierra sino del resto del pais y atin del mundo? No disponia, naturalmente de una ‘computadora, como hoy dia, pero si de un cerebro privilegiado que le permitia intuir el futuro como un mago. Sus fallos y predicciones ‘nunca fallaron y como esos fallos y esas predicciones involucraban a personas y personitas que no aceptaban la critica sino el elogio cortesano y servil no tardaron en emitir una orden inapelable: Ciérrenle ei camino a ese loco, Se cerraron los caminos y las puertas para el gigante de Mocorito. Se le exhibié como un rebelde, un comunista, un enemigo piiblico. Se le encamecié. Sobre él cayé la calumnia y el vituperio. Todo lo soporté con el escudo de su integridad moral y de su hhonestidad intelectual. Y, al fin, salié vencedor. LOS INTELECTUALES HAN SIDO AISLADOS POR EL GOBIERNO. El Doctor Peiia Gutiérrez pertenecié a ese grapo excepeional de pensadores sinaloenses del que formaban parte Enrique “El Guacho” Félix, Francisco Gil Leyva y Antonio Nakayama. A ese pequefto srupo, los coronetes, que dominaban la politica, lo motejaron de grupo maldito al que habia que aplastar por las buenas o por las malas. Al “Guach” Félix, el general Pablo E. Macias Valenzuela siendo gobemador de Sinaloa lo hizo Director de Edueacién. Cuando cl Dr. Pefia Gutiérrez interpel6 al “Guacho” Félix por haber aceptado ‘un cargo con un ex-coronel al que habian combatido en el pasado, » igual que a Delgado, Leyva y Loayza, el gran escritor le contesté con modestia: - Toda regla tiene una excepeién; todo hombre tiene un momento de debilidad.- Pues que esa excepein a la regla te lleve a construir las escuelas que le debemos a Sinaloa- dijo, Y asi fue: Nunca antes ni después se construyeron mas escuelas que durante el tiempo en que Enrique Félix fue Director de Educacién. Aquel_grupo de jévenes habia derrotado a la envidia y el egoismo, y los gobernantes, cerriles, engarrotados los dedos por el nervioso sostén del gatillo, aceptaron 0 simularon aceptar las proposiciones formales, civilizadas, revolucionarias, donde tos problemas se exponian en toda su crudeza, en todo su realismo, sin adornos, sin escenografias, EL GUERO AYON, ASESINO DEL LIDER ALEJANDRO PENA, En sus viajes por norte del Estado, E] Giero Ayén sirvié de chofer al “Guacho” Félix y al Dr. Pena Gutiérrez, durante la bisqueda de pueblos y ranchos donde no hubiera escuela Tiempo después, el Giiero Aydn adquiri6 celebridad porque después de uma tormentosa noche en un bufdel de Los Mochis mato a Alejandro Pefta, ider obrero. {Cusiles fueron las causas de aquel homicidio inexplicable? 7 Brechas EI Dr. Peta Gutiérrez redujo las causas a celos y sexo. Berta Pico, aquella preciosa morena prostituta, habia lenado de ilusiones al Gtiero Ayén, y el Guero Ayén, embrutecido por el mezcal, no soporté verla en brazos de un lider triunfador como fue Alejandro Petia. Faustino Davila Ayén entré a la historia por la puerta de atras con esta muerte insensata ocurrida en 1945. Cuando se acordaba de Berta Pico, el gran escritor mocoritense recordaba al Dr. Emigdio Flores Sarmiento, “El Campeén”, que acostumbraba soltar el grito con medio carton de cerveza en el cestmago: = Cuando vayas a Calatayud pregurtad por la Dolores; es una chica muy guapa y amiga de hacer favores ENRIQUE EL GUACHO FELIX, “GUIA Y JERARCA DE LA JUVENTUD’. {Qué ereia el Dr. Pefia Gutierrez del “Guacho” Félix? Creia todo, porque hallaba en él al guia y jerarce bajo la tierna dulzura. Fue Enrique Félix un sembrador de ideas. Su devocién por Eustaquio Buelna y por Rafael Buelina, ilustres mocoritenses, afianz6 su hermandad, su alianza de sangre. {{Cémo fue que aquella mente privilegiada se anulara por el alcohol? El Dr. Pefia Gutiérrez ha dicho que la aficién del “Guacho” Fétix por la bebida, al modo de Baudelaire y Edgar Alan Poe, servia para que se desprendieran bellos textos donde se amalgamaban la ternura y la congoja. Eseribié el gran prosista mocoritense: 2 “Desde nifio Enrique Félix dio muestras de gran capacidad cenergética para desenvolverse a través de toda una vida en quebaceres revestidos y moldeados con la transparente lucidez de su pensamiento. “Aunque de grado modesto, con ropaje de civil, alcanz6 ta Jjerarquia de mariscal. desde donde proyecté la magnifica calidad de su estirpe. Ennoblecié cuanto tocaba y se alz6 sobre la mediocridad hasta merecer y conquistar el honor de cabalgar con la patrulla sinaloense, estructurada con los valiosos militares del presente siglo, que son vehiculos y compaiicros de nuestros nobles intentos por dejar a los sinaloenses del futuro un punto de apoyo para seguir pensando y trabajando por esta tierra de los once rios, convertida en venero inagotable de estrellas y suefios”. DE DRIL, LOS ESTUDIANTES SINALOENSES EN MEXICO. Records el Dr. Pefia Gutiérrez el dril con que iban vestidos los estudiantes. sinaloenses que se animaban a probar suerte, bajo el vvarején de los padres. en la ciudad de México. Conocié a Hurnberto Batiz Ramos, Emigdio Flores Sarmiento, Espiridion Chavez, Agustin Vega Armienta, José Maria Sénchez Rojo, y tantos otros, que se escurrian en los cafés de chinos del barrio estudiantil cuando les Hegaba el giro telegrafico con la mesada. A muchos les alcanzaba para echarse una cerveza oscura de 30 centavos. “EI Campeon” Flores Sarmiento se conocia todas as madrigueras donde, claro, se exponian a la gonorrea en tiempo que no se conocia la penicilina. EI dril de los sinaloenses revelaba ’u provincialismo porque en Ja inmensa capital ya se aduefiaba de la moda el casimir inglés. B Brechas HE SIDO UN ADMIRADOR DE ENRIQUE PENA GUTIERREZ. Sin saber e6mo llegé a mis manos un texto que escribi en 1990 a propésito del Dr. Enrique Peita Gutiérrez, Eseribi en aquel afio lo siguiente “Rebelde, solitario, dueiio de las alturas, pero sin perder la propiedad del suelo, Pefia Gutiérrez. se asemeja al e6ndor de los Andes porque es la ave que vuela mas alto y desdefta la parvada”. “Muchacho apenas, pasante de medicina, enear6 el drama de Ia tierra que es el homicidio siempre presente en nuestras vidas. Testifies la revuelta agraria del sur y también la muerte de Poncho Tirado como las fracturas de los suefios de justicia en una tierra de volcanes apagados”. “Luego Pefia Gutiérrez, mocoritense con la piel como sello de garantia, habria de compartir el alma prodiga de Enrique el “Guacho” Félix, a la que, gracias « encuentros de encrucijada, habria de afiadirse Francisco Gil Leyva, con su hosca sequedad que parecia tramo de lanura y marisma pero que escondia la temblorosa espiga de su trigo de pan tinico. “Petia Gutiérrez, con las heridas que le dejé Poneho Tirado, con los suefios en derrota del Guacho Félix, con las angustias que se expresahan en snefios de madrugada de Gil Leyva, recoge los momentos mas dificiles y estelares en la vida de un hombre y de un pueblo paraventregar a ias nuevas generaciones de sinaloenses este libro “Fueron Cinco de a Caballo” donde eampea y domina un hombre {que nunca fue nifio a pesar de su cara y que se llamé Rafael Buelna, el jjinete invencible de la llanura sinaloense”. 4 Esto escribi hace ocho atios y repetitia lo que dije si alguien me lo pidiera Evoco al Peita Gutiérrez nino en su Mocorito, haciendo pelotas con las medias de popotillo y seda de las mujeres, forrdndolas con los sobrantes de gamuza, lo veo haciendo trompos de Amapa que son ms ligeros que los de mezquite, y tiradores para probar suerte con las palomas del rio Mocorito, Asi lo veo hoy cuando supe de su muerte, ocurrida el 22 de mayo de 1998, a las 13.45 horas, en un sanatorio de Guamiichil, donde aquel corazén que lo habia mantenido enhiesto como pitahaya en la ‘erisura del paisaje termin6 por anular en forma tajante y definitiva sus sues. Esto es lo que quiero decir a la esposa del Dr. Petia Gutiérrez, dofia Camerina Inzunza de Petia Gutiérrez, y a sus hijos Hudscar Caupolicdn, Maria Micaela, Enrique Gustavo, Olga Judith, Luis Humberto y Blanca Aida, porque he esculcado mi corazén y no me salen otras palabras que éstas. Alguna vez estuve en st casa en Mocorito, y le pregunté emo le habia ido en fos dominios de los negocios, la politica, la literatura y el amor; con su vozarrén de campana mayor de Catedral me contesté: ~ Aqui, como buey viejo: sobre el surco y sin pisar mata, EI Sol de Sinaloa Junio de 1998, Brechas: TU ERES LA VERDAD, Pou Antonia Lopes Arce: La maftana estaba esplendida pero callaba como callan por siempre las rocas golpeadas por las clas, suspendieron su encanto las cosas ¥ oj tus maximas, supe de tit valia y te escuché, asi como el alumno ‘escucha a su maesiro, porque tt eres Enrique, la verdad, por tu estatura moral acrisolada y cualidades innatas, eres po ‘Maestro de la pluma, generas Amor, que es la energia del alma; rompiste el silencio de esta mafiana septembrina yy bebi una a una tus palabras hechas verbo, porque eres arquitecto del hombre que merece Hamarse hombre, 16 Brechas: ENRIQUE PENA GUTIERREZ Pox. Francison’ rw pes: actividad que cmprendi por ocacién natural y también para allegarme algunos pesos que generoso me pagaba don Gustavo D. Caiiedo, director del periédico. Estaba a punto de concluir ta preparatoria en la UAS. Nada me dolia, todo lo veia con entusiasmo y el mundo entero era mio, Tal vez por eso derrochaba mis modestos ingresos en los inolvidables fandangos del Danubio Azul, donde terminé mi inocencia y brot6 la primera flor en mi corazén, I © conoei en mi época de reportero de La Voz de Sinaloa, Una tarde calurosa y pesada por el hastio me invité a comer Reynaldo Gonzilez Jr., prosista mayor y orador de voz sonora que siempre exponia tesis aleccionadoras, En realidad-fue una tertulia en la que predominaba el talento narrativo y la fuerte personalidad de Baltazar Arteaga, propietario del bar, a quien respetaban todos los parroquianos y admiraban las pupilas de Valente Vega en aquel fabuloso burdel de La Quinta Rosa Interrumpid ei convivié la Megada de un hombre alto, corpulento, blanco, de sonrisa abierta y voz. ligeramente nasal. Era el Dr, Enrique Peffa Gutiérrez. Lo acompaitaban jubilosos Francisco Gil Leyva y Roberto Herndndez Rodriguez, hombres de letras y de bohemia. De pronto, Pefla Gutiérrez sacé de un morral una pieza de queso y dijo: “Este es un queso auténtico de Mocorito, del mismo que evan los politicos locales a los poderosos de la ciudad de México. Pruébenlo y signtanse por un momento importantes”. ‘Todos festejamos la ocurrencia del Dr. a Brechas Poco a poco el coloquio de don Baltazar comenzé a ceder ante Ja fuerza narrativa y las cortas declamaciones del Dr. Pefta, todas ellas cargadas de emocién y perfecta prosodia Me estremeci una y otra vez con la palabra y el pensamiento del galeno ermitafio, Avanzada la tarde, antes de partir, Enrique Pefia nos deleité con un poema que yo desconoeia en aquella époea y cuyo autor es el genial bardo Manuel Gutiérrez, Najera, del que deslizo el cuarteto en el que el médico modulé y alzé mejor su vor: Quiero morir cuando decline el dia en alta mar y con la cara al cielo donde parezca un suefo la agonta yelalma, un ave que remonta el vuelo, Hasta pronto, querido y admirado Enrique Peiia Gutiérrez, Fl Sol de Sinaloa Tunio de 1998. SEMBLANZA DEL DR. ENRIQUE PENA GUTIERREZ, Pox.- Artur Avendata Quiiénes, NRIQUE PENA GUTIERREZ nacié mocoritense; en el mismo lugar donde nacieron cuando el sol les pertenecia a otros -, ‘don Eustaquio Buelna, Agustina Ramirez y Rafael Buelna “El Granito de Oro”. Vino a la vida en ese pedazo de Sinaloa, a la que el ilustre historiador sinaloense don Héctor R. Olea, la lamaba “La tierra de los hombres que hablan cantando”. En su libro “En el viejo Mocorito”, Petia confiesa que fue alli “donde tuvo su primer contacto con el sol y sintié el infantil temor a la noche”. Nacié “Peiién” ~asi le decia Enrique Félix- en plena Revolucion Constitucionalista, quizé por eso, fue de espiritu rebelde, pero con el gran atributo , y la rara cualidad también, de haber sido un hombre de ideales y convicciones tan verticales como la plomada de amor que un dia colocé y para siempre en medio de su “Pequenio Mundo” Su formacién educativa como la de todos sus coterrineos de su época, la inicié en los amplios salones de la escuela “Lie, Benito Judrez”; al terminar la primaria elemental prosigui6 su instrucoién en Culiacén como interno en el Instituto Sinaloense que jefaturaba don Reynaldo GonzAlez, hasta concluir la preparatoria en el Colegio Civil Rosales, donde junto con Vicente Lizérraga, Héctor R. Olea y Antonio Nakayama entre otros, recibid las sabias ensefianzas de maestros de la talla de Ernesto Radke, Antonio Canale, Eliseo Leyzaola, Matias ‘Ayala y Manuel Barrantes, En la carrera profesional incursioné por las aulas de las lmiversidades de Puebla, San Luis Potosi, Autonoma de Guadalajara y terminé graduandose en la Escuela Nacional de Medicina de la Universidad Nacional de México, donde se bebié con fruicién los vastos conocimientos que le impartieron grandes maestros de la altura 9 de Gustavo Baz, Fe Fournie Villada. indo Ocaranza, Daniel Cosio Villegas y Rail Joven atin, siendo todavia estudiante de medicina, “encaré el drama de la tierra y del hombre con valor. Fue testigo de la revuelta agraria del sur del Estado y también de la muerte de Poncho Tirado; hechos que le templaron si hombria y le convirtieron en un sofadar que deseaba un Sinaloa donde no tuviera cabida Ia injusticia, la pobreza y las improvisaciones” Con el tiempo habria de “compartir con el espiritu prédigo y profitico de Enrique Félix; con la hosca sequedad de Francisco Gil Leyva”; similar en inteligencia, verticalidad y firmeza, con la terquedad en el estudio y Ia acuciosidad investigadora de Antonio ‘Nakayama; con la sabia experiencia de Genaro Salazar Cuellar, y con Ja hermandad de Roberto Hernindez Rodriguez, mantenedor sistematico del impulso cultural Su regreso a Mocorito después de haber prestado el servicio social en Alamos, Sonora, Io hizo investido como profesionista de las disciplinas'médicas y alli viviria el resto de su vida entregado a un gjercicio honesto y capaz, sin més recompensa por su generosidad hacia las clases populares, de las cuales no sélo recibié la gratitud y el carifio, sino el reconocimiento a su. meritoria labor como médico postulante desde el aflo de 1941. Durante toda su vida siempre estuvo involucrado en trabajos de investigacién cientifica, y desempeftos bien calificados en los puestos de responsable que le fueron confiados. En la década de los aiios cuarenta, integré junto con los Dres. Genarb Salazar Cuellar, Alfredo Diaz Angulo y Emigdio Flores Sarmiento, la Comisién Médica Fitatal, para ta formulacién y presentacién de un estudio sobre la etiopatogenia de los padecimientos de tuberculosis y lepra a la Academia Nacional de Medicina. También realiz6 estudios sobre la 20 aparicién de los tifus murino y exantematico, desconocidos en la regién a la altura de 1941 ‘Supo en todo momento incursionar en los espacios educativos ¥ cculturales, en tos cuales procuré siempre impulsar todo aquello relacionado con la educacién del pueblo, Es asi como en su curriculum vitae, se nota la presencia no solamente en el campo universitario, en donde Hegé a ocupar la Presidencia de la Junta de Gobierno de la Universidad de Sinaloa, sino en la gestién, fundacién y ejercicio magisterial de algunos planteles educativos del alto y medio Evora. Solicits y obtuvo en compatiia de otros mocoritenses la construccién del Jardin de Niftos “José Sabés de la Mora”; la instalacién de la escuela secundaria “Eustaquio Buelna” y la preparatoria “Gral. Lazaro Cardenas”, en las que fungié como director. Ademas en Guamiichil, se desempeid como catedritico de Literatura Hispanomexicana en la escuela preparatoria y de Praxis Literaria en el taller de la Casa de la Cultura. Cuatro veces por semana recorria los 18 kil6metros que median entre Mocorito y Guamiichil, a impartir su clase sin recibir sueldo. Fue médico y maestro de los Centros de Cooperaciin Pedagégica de los sistemas estatal y federal y colaborador de la Academia Mexicana de la Educacién, A: C:, también sin recibir pago alguno. Se manejé con lealtad en los terrenos de la ideologia revolucionaria y nacionalista, y lego a ocupar el puesto de Presidente Municipal y fue suplente de Tas diputaciones estatal y federal. Como miembro del partido en el poder formé parte de la Comision de Estudios Histéricos, y del Consejo Técnico. También formé parte de la fundacién Sinaloa Cambio 21, y en Mocorito presidié la Junta de Mejoramiento Moral Civico y Material,"y fue creador, Directory promotor del Centro de Orientacién Alimentaria. Como responsable atendié con diligencia el Centro de Salud y el Puesto Periférico del ISSSTE. a Participé en movimientos universitarios para levar el arte teatral a las comunidades habiendo recibido por esto el reconocimiento personal y por escrito del Instituto Nacional de Bellas, Artes. En el ejercicio literario y periodistico, la prosa musical y poética de Enrique, engalané ias paginas de revistas, diarios y suplementos culturales de cobertura estatal. Fue cofundador de las, revistas Resumen, Cantaclaro y V3 vechas, colaborador de Letras de Sinaloa, Albatros y Presagio; escribié para los suplementos El Sol, Punto Cardinal, Ancla y Estrella y El Suplemento. Fue notable también la presencia de su pluma en los periédicos La Vor. de Sinaloa, EI Sol de Sinaloa, La Palabra, Minutero, Noroeste, El Regional, El Informador, EI Liberal y El Debate. Lenta y pacientemente “El Patriarca de Mocorito” como lo bautizara Roberto Hernindez- se fue convirtiendo en un escritor que lo llev6 a publicar: “Rafael Buelna Tenorio: El Condor de Mocorito”, “Fueron Cinco de a Caballo” “En el Viejo Mocorito” y “Biticora de un Sinaloense”, Escribid también varios ensayes historivus y tweatrales y prologé libros de Juan de Dios Guerrero, Juan B. Ruiz y Roberto Herndndez, Rodriguez. Dejé cinco trabajos inéditos: “Marina Scott la dama del bogue rojo”, “La Revolucién Recuperada”, “Los Hombres, sin rostro”, “Las plantas también hablan”, y “Leyendas Sinaloenses”. En cada una de sus obras, “El Maestro” ~como le Ilamaba Herberto Sinagawa- zurce con hebilidad y conocimientos historicos sus textos, dibujando de cuerpo entero a los personajes de la politica sinaloense del presente siglo. unto con otros intelectuales sinaloenses fundé la Academia de Ja Cultura Sinaloense “Alejandro Herndndgz Tyler” A. C. de la que legs a ser presidente. Por su riqueza cultural, acopio de conocimientos, y sus cualidades como orador, fue requerido constantemente como expositor en coloquios y conferencias, organizados por instituciones de toda indole, a las que siempre estuvo dispuiesto a servir. Se cesempeié también como mantenedor exitoso 2 Brechas cen certimenes de Juegos Florales en varias ciudades del Estado, y en algunas ocasiones foriné parte del jurado. Cronista de Mocorito y liberal en suefios, se dio lugar y dedicé parte de su tiempo a la investigacién agricola, con el fin de rehabilitar las tierras temporaleras, haciendo posible un presente realista para los hombres del campo. Inquieto como lo fue toda la vida, también se ocupé en crear una tecnologia para hacer rentable la mineria de la region, dependiente hasta la fecha de los metales preciosos; con su técnica hizo posible el aprovechamiento in situ de los minerales de baja ley, marginados por lo mismo, de las plantas de beneficio. Hacia pocos aftos que habia dejado de ejercer como médico y su tiempo lo distribuia entre dos de sus pasiones: la literatura y la mineria, y atendia también, una empresa familiar dedicada a la produccién de fungicidas, fertilizantes y mejoradores de suelo, Duefio de una gran elocuencia y habil conocedor de la lengua espafiola, en sus piezas oratorias y trabajos literarios y periodisticos hacia gala del dominio del idioma de Cervantes, atributos adquiridos en su diario luchar con las palabras. Escritor de bella prosa a veces solfa incursionar por los campos de la poesia para obsequiarnos unos hermosos poemas dignos de una antologia, Desde muy joven se aficioné por la lectura y la oratoria; en la Biblioteca Nacional tavo oportunidad de leer los clasicos de la literatura universal, y fue orador en la campafia presidencial de Juan Andrew Almazén. Sabemos porque nos consta, que la trayectoria del Dr. Enrique Peita Gutiérrez abarcé més de medio siglo de dedicacién permanente y entusiasta en la bisqueda de medios para impulsar tas disciplinas hhumanisticas, tareas en las que logré un ugar muy importante, junto con otros que como él, prestigiaron -y prestigian- el paisaje del alargado solar de los once rios. Cuando se referia a su querido Mocorito decia: “A ese pedazo de tierra le he llamado “Mi Pequefio Mundo”, espacio comprimido, 2B para Hevarlo dentro del corazén. Su tamaio puede ser tan grande como la esperanza, tan lejana para muchos como las eumbtes en donde nacen todos los vientos, tan parecida a todas las tierras como parecida es la noche a todas las noches. Eso no importal... Es la tierra en donde naci y por la que han desfilado pecadores junto a santos, pigmeos que la arafaron con la humillacién o con ia ofensa, pero también recios varones y varonas que robaron fuerza a los parpados y sueiio a los ojos para prestigiarla, y nobles gigantes de la amistad que Ie otorgaron devocién y respeto, y rociaron balsamo sobre la herida abierta ain, por la espada castellana”, Ese era “El Volcan del Evora” de Rosa Maria Peraza: no otto smo el “Chito” fraternal de Francisco Gil Leyva; aquel a quien en el seno familiar carifosamente le Hamaban “Viején", “Padre”, “Jefe”, “Don Henry”, 0 “Capullo”. Si, él era el duefo de todos esos calificativos, pero para la gente de su pequefio mundo, nifios y adultos, para los que a diario tuvieron tratos con él al margen de titulos de dignidad y de profesién, fue y seguira siendo, sencillamente Enriqui Fisicamente nos abandoné el viernes 22 de mayo de 1998 habia nacido el 6 de enero de 1914-. Poco antes de descender sus restos a la que serfa su iiltima morada, su hijo Hudsear, quizé recordando a los amigos que le antecedieron en el viaje mas allé de las estrellas, en su sentida jaculatoria, con la voz y la templanza que de él heredara a manera de despedida le dijo: “En Mocorito y en Sinaloa hay duelo; en lo alto, hay fiesta % e me u Brechas para Hlevarlo dentro del corazén. Su tamaio puede ser tan grande como la esperanza, tan lejana para muchos como las cuinbres en donde nacen todos los vientos, tan parecida a todas las tierras como parecida es la noche a todas las noches. Eso no importa... Es la tierra en donde naci y por la que han desfilado pecadores junto a santos, Pigmeos que la arafiaron con la humillacién o con ia ofensa, pero también recios varones y varonas que robaron fuerza a los parpados y suefio a los ojos para prestigiarla, y nobles gigantes de la amistad que Ie otorgaron devocién y respeto, y rociaron balsamo sobre la herida abierta atin, por la espada castellana”, Ese era “El Volcan del Evora” de Rosa Maria Peraza; no otro sino el “Chito” fraternal de Francisco Gil Leyva; aquel a quien en el seno familiar carifosamente le lamaban “Viején”, “Padre”, “Jefe”, “Don Henry”, 0 “Cepullo”. Si, él era el duefo de todos esos calificativos, pero para la gente de su pequeto mundo, nifios y adultos, para los que a diario tuvieron trafos con él al margen de titulos de dignidad y de profesién, fue y seguird siendo, sencillamente Enrique, Fisicamente nos abandoné el viernes 22 de mayo de 1998 habia nacido el 6 de enero de 1914-. Poco antes de descender sus restos a la que seria su iiltima morada, su hijo Hudsear, quiz recordando a los amigos que le antecedieron en el viaje mas alli de las estrellas, en su sentida jaculatoria, con la voz y la templanza que de él heredara a manera de despedida le dijo: “En Mocorito y en Sinaloa hay duelo; en lo alto, hay fiesta ‘BB wechas”, PUNTO DE REUNION DE VOCES DISPERSAS. Por.- Eonigue Poa Gutsvee Palabras pronunciadas por el Dr. Enrique Pena Gutiérrez en ta Casa de la Cultura de Guamiichil en ocasién de salir a ta luz piiblica Ja revista de cultura * Prechas” Hay que superar Ia crisis de estancamiento cultural que atraviesa Sinaloa: Pefia Gutiérrez. ara la historia de la comunidad alvaradense y en particular para esta Casa de la Cultura, el dia que hoy vivimos, representa y reviste un significado de alcances insospechados. Se conjugan varios factores encadenados con los eslabones de la emocién, para que asi suceda. En primer lugar, la explosiva manifestacién de hace unas horas, de la ciudadania del municipio en apoyo masivo al candidato de sus preferencias. Luego, la insélita pero agradable y bien recibida presencia de un hombre, cuya dura cabalgata en procura de la oportunidad de servir a su tierra, pudo muy bien convertirse en pretexto para evitar este alto en su camino. Es poco frecuente que los hombres que aspiran al poder, se detengan a contemplar y fijar su mirada en centros y actividades de esta naturaleza. Por ello, mi franco y leal reconocimiento a usted seffor Toledo Corro. Se da por otro lado ia feliz coincidencia de que precisamente en esta fecha, aparezca y Se entregue a la luz publica, la revista 7 zechas. dreano de la Casa de Ja Cultura, con limitaciones y deficiencias iniciales, pero convertida en modesto receptéculo de muchas inquietudes literarias.... Sélida maduracién de un viejo suefio, cuyo nombre simboliza el paso audaz y huellero del sinaloense de estos rumbos, sobre los hoscos brefiales de Ja manigua costanera, se Para cristalizarlo, huibo necesidad de manejar en conjunto todos los esfuerzos de una progresista sociedad, abrazada ya con calor, a una suprema y noble preocupacién; Ia de conformar su definitiva personalidad por los caminos de la cultura, porque sabe, entiende y estima que ésta, genera belleza, propicia la afinacién espiritual y hace desembocar al hombre en los abiertos espacios de la paz, meta toral de su destino, De igual manera pensamos los que un dia fuimos invitados a cruzar las fronteras de nuestro pequeno mundo, para participar en la hermosa aventura de servir, como maestro de praxis literaria, como asesores y colaboradores de la institucién y de la publicacién que hoy tienen en sus manos. Asi nos hemos convertido en alegres y entusiastas arquedlogos sentimentales y abrimos una ventana al pasado para gozar, recreamos y extraer experiencias de viejas glorias culturales. Nuestras, algunas, como la de Sixto Osuna, o prestadas otras, como la de Enrique Gonzélez Martinez, pero que inmersas en la pasidn y el carifio por estas tierras, en las paginas de la revista ARTE, brillaron con imusitado esplendor alla en fo alto del Evora, en la Atenas de Sinaloa, convertida ahora por designios inexplicables, en dolorosas ruinas de Palmira De esta aventura pretendemos arrancar macizas y provechosas censeftanzas para los nuevos valores que se asoman y se alzan ya, sobre el campo de las promesas literarias. Si, aspiramos a convertir a Brechas, en punto bisico de concurrencia de voces dispersas, en almacén de propésitos encaminados a obligar al intelectual, al artista, al trovador, al hombre de letras, al enamorado de la Osa Mayor, a incorporarse a las inaplazables tareas de remodelar la imagen de Sinaloa... Invitarlo a dejar su forzada o yoluntaria marginacion de los cauces por. donde pronto habrin de circular, frescos vientos renovadores. De brazo de la amistad les exigiremos a todos ellos, una entrega total para superar la crisis de estancamiento cultural por la que atraviesa nuestro Estado. 7zechas pugnard por una multiplicacion 6° Brechas organizada del ejemplo que hoy oftece este reconfortante oasis espiritual. Para terminar, en un esfuerzo por hacer mas visible y marcado el paso de nuestro visitante por esta casa, yo quiero pedir de Enrique Pefia Gutiérrez a Antonio Toldo Corro la oportunidad de repetir un viejo consejo que a manera de oracién pronunciaban los patriarcas de algunas tribus del sureste de México, en la ceremonia de transmision de mando..."Seamos nosotros conscientes, con el corazén abierto para recibir la responsabilidad popular. Que este documento y este bastén de poder que hoy te entrego, lo emplees para hacer justicia, Que no te arrebate Ja ira ni te ocupe la venganza, Busca la verdad y nunca tiembles ante la mentira. Gobiemna para el pueblo, para que cuando dejes el poder, te quieran tanto como hasta ahora... Esto lo dijeron los abuelos que eran mas sabios que nosotros...” Periédico Noroeste Junio de 1980. ___ Brechas UNA VOZ EN MOCORITO. Por, Rosa Maria Pore El sol brilla y el viento abate Tas hojas del arbol bajo el cual dejamos transcurrir el tiempo. Tal vez como una saeta ‘me penetra y se desliza por mi sangre, feliz de pulverizar estas murallas que levanté para los profanos. Estoy ahora, Enrique, bajo tu proteccién de patriarca tempestuoso sumergida en los océanos de tu sabiduria historica En mis grutas auditivas penetran incesantes los episodios maravillosos de la historia de mi tierra de la que soy minimo grano, ‘Tu palabra sustanciosa se me inerusta para siempre espléndida y verde como esmeralda absoluta cen este corazén de poeta incorregible y recoge tu gracia y pasion iniguatables ‘Brechas: para seguir mi camino repleto el bolso yy continuar en mi eterno Tuchar con las palabras. 2° Brechas CARTA DE HUASCAR PENA INZUNZA A ENRIQUE PENA. GUTIERREZ. ;Retrasada, pero vigente, la vor familiar llega hasta nosotros, ‘como un estimulo més para una lucha entablada por la dignificacién Sinaloense... Bienvenida, Enrique Pea Gutiérrez. México D.F. 27 de marzo de 1975. Querido Padre: I viento noroeste dejé un volante en el buzén de mi conciencia, srito apasionado, revolucionario, que nace en el primaveral follaje del enorme roble en que te conviertes. Fue un golpe de ‘mar, que rompié el baiil de los recuerdos. Viejas imagenes de tu pequeno mundo en que yo he vividu cobraron vida, La carta de Enrique Félix donde habla al Pefion enhiesto. Después, de cuerpo entero, agitado, con un pie en el cielo, otro en el infiemno, mi padrino aplaude tu nueva juventud, mas fogosa, estudiantil, cuando se expresa en volantes cuyo destino es la conciencia de un pueblo. Es la clarinada herdldica que lanza un hombre nuevo, sin limites, que cada aurora emprende el sendero de la lucha, solitario, hasta encontrar a los otros solitarios, que conducen y alientan, Abres on la tompostad cerrada una ventana a la comunicacién Lo menos que puedo hacer, después de sentirme profundamente orgulloso, es‘contestar a tu esfuerzo, ain sorprendido, casi perplejo de tu audacia y coraje rebozante de ejemplo. Con gran entusiasmo. Tu hijo. Husscar. 30 Brechas: A ENRIQUE PENA GUTIERREZ. Pox-— Blanca Kida Peta do We Caneghy ue hubiese sido una celebridad en Paris o en Roma... No me ( ) miporta, Por suerte, se abraza generoso por el Evora, como cenredadera de inextinguible aroma. Que no vol6 por los peldafios, de otros mundos... No me importa. Es suficiente con ese apéstrofe del universo, donde la amistad tiene paraje, llamado “Mi Pequento Mundo”. Que en ese mundo, no hay cupo para el oropel y la plata... No me importa. Por dentro suyo quedan plasmadas las ideas Iuminosas, de los que como él, navegan por el cosmos en eterna cabalgata, Y; aquella interminable y afanosa busqueda del préjimo... No ‘me importa, Errante en su labor, una tras otra, buscando el beneficio de otros, més que el propio. Que su meta es y ha sido la concientizacion de gentes... No me importa. Ocupa su tiempo abonando tierras, fertilizando mentes, tierra, ‘gente y patria siempre serdn su presente. Que impetuoso como huraeén, es un volcan a punto de estallar. No me importa. Sobre la lava hirviente, de su fecundo érgano cerebral, brotaran las palabras, por aquellos, que castiga la necesidad, Que es dificil convivir con quien nietamorfea el alba... No me importa, Tal como Socrates que viviendo con Jantipa, compartieron echo, mas nunca cohebitaron alma, Hombre de otras dimensiones, de otras latitudes y otros tiempos... No me importa, Siempre cuando genere, con prodigiosa 3r Brechas lucidez, su prosa; matizada del color de las grandes pasiones de su pueblo. Que se divierte con las letras, las allana y las hace suyas... No ‘me importa. Como bellas y niibiles doncellas de inspiracién las toma, desesperado para convertirlas en coplas. De todo esto que te digo, Padre, lo importante es... que tu transito por estos caminos, no deje desiertos de conocimientos, ni los ccuerpos ni las mentes de tu gente. Porque la ignorarcia, es como la llovizna cerrada, que nubla los, Jinderos de la razén. Y ESO, ESO $I QUE IMPORTA. Brechas. CARTA DE FRANCISCO GIL LEYVA UNIVERSITY OF KANSAS. 10 de febrero de 1964 Dr. Enrique Pefia Gutiérrez Domicilio conocidisimo Mocorito, Sinaloa, México. Amigo y compadre: Hemos venido a meternos con el sefiuelo de un viaje de dos meses, en la “ola rubia” de Lucia Godoy. Muy amables, muy cordiales, muy fraternales, pero a leguas dejan adivinar el objetivo, uncir a su carro, la educacién superior de Latinoamérica, Sobre este particular y otros aspectos very, very. importantes, ya hablaremos vis a vis en esa muy noble tierra de Mocoté. Qi la paz del Seftor sea contigo y con todos los tuyos. Amén. Lastima grande, verdaderamente jléstima! Que la mayor parte de los participantes, centro y sudamericanos, bien seleccionados en forma previa, vengan con el affin de entregarse. Revelan a las claras que pretenden, sobre todas las cosas, ser gratos, y a cambio de actitud tan complaciente obtener alguna ayuda en délares para su Universidad. Poco ies importa las consecuencias que puedan derivarse, ellos quieren délares, y san se acab6. Pero, también de esto hablaremos mas amplamente al amparo de Ia sombra bienhechora de tun centro de “vicio” y cabe la cercania refrescante de una Pacifico. Comp ti me Io recomendaste, hablé en forma vehemente y franca con el Dr. Julio Ibarra sobre el caso de Micaelita. 33 Brechas Confio en que -tal como me lo prometiera- hallaras en él una valiosa colaboracién para lograr que fuera inscrita, Si te molestas en ccontestarme, te agradeceré me informes sobre el particular. Te vas a ir pa’tras, pero aqui me hallé una populosa comunidad de origen mexicano, Sus ascendientes fueron mexicanos que en el siglo pasado vinieron a estas tierrs a la construecién de ferrocarriles. Por otra parte, Francisco Coronado, en 1541 llegé a estas latitudes en busca de las siete ciudades de Quivira, y asi encuentras poblaciones con nombres de Concordia, Salinas, Eldorado, etc. Aiin mas: hay tres restaurantes en esta ciudad y otros tantos en Topeka (topika), capital del Estado, que venden comida mexicana. No he tenido tiempo de incursionar por tales lugares, pues las horas nos las tienen bien controladas. No nos dejan “sestear”. El Seminario muy importante, si ti tienes 1a conformacién intelectual ¢ ideolbgica bastantes para precaverte de los fines ulteriores. Hemos visitado otras Universidades. ademis de la Universidad huésped, la Universidad de Kansas. Todo muy bien equipado, Délares en abundancia, pero, también de esto, hablaremos is largo ¥ tendido en esa tu tierra natal La temperatura es mi enemiga: 8 grados bajo cero, centigrados. Desde la ventana de “my room” veo caer la nieve, lenta y copiosa. Por fortuna hay calefaccién Pero sales a la calle y sufres el brusco cambio de 25 grados centigrados. Confio - y ruego al Altisimo ~ que el invierno esté por finalizar, aunque Ia television te anuncia bajas temperaturas hasta mediados de marzo. Saliidame a don Agapito, a R; R°R: y al graf Pifanio. Mi comadre, tty tus vastagos reciban un afectuoso saludo. Un fuerte abrazo y hasta la vista. Francisco Gil Leyva Mr. Hill 4 MOCORITO AZUL Por J. Guadalupe Rables Hornindes ‘oche calurosa. En una casa vieja de techos altos, como para Nie tte eSpace cna Vasconcelos. Noche de anécdotas para reventar la risa, y de dichos y frases que dificilmente se van de la memoria. Noche de historia y poesfa; de cervezas y recuerdos; de risas, y literatura, del Quijote y Ulises de Ovidio y Quevedo; noche de la vida en la casa de Enrique Pefta allé en Mocorito Llegamos como a las nueve. Acababa de terminar el acto de ‘conmemoracién del natalicio de Rafael Buelna Tenorio. Las sillas esperaban como otras noches. Los recuerdos paseaban sus aires por entre las paredes queriendo martillar inquictos la palabra. La broma sin més vocacién que la mencidn de la existencia y Ia explicacién sin compromiso Las imagenes, timidas y al principio desteftidas fueron llegando, como siempre, sin ser invitadas. Poco a poco nos recordaron nombres: Enrique Gonzalez Martinez, Martin Luis Guzman, Alvaro Obregén, Diego Rivera, James Joice, y el Ulises Criollo, “El apresurado de Dios”. La palabra de Enrique Pefta pintaba Iuces, deducciones genialmente hechas, ironias que més bien parecian bromas elegidas. todo él y sus recuerdos, {se puede describir tanto? Peitén, asi le dicen. Escribe aunque la vista ande de reproche con él, Desglosa la vida por las tardes, le jitega bromas muy pesadas a la muerte. Dice que el infarto anda como guarura detras de él. Nos hhablé del hombre césmico. (Guardo también una anéedota sobre Alfonso Reyes que conté pausadamente). Tiene una memoria impresionante, parece como si recordara cada minuto de su vida. 35 Brechas Excelente conversador, hombre de ideas profundas y bromas largas Enrique Pefia es quizé, una de las mejores oportunidades que he tenido de ver conversar a la historia, a las imagenes,... a la vida pues. 36 Brechas MISIVA PERSONAL Dr, Enrique Peiia Gutiérrez Mocorito, Sinaloa. Muy estimado Enrique: ce pequetia munda” es, en diatio trajinar de 1a vida provineiana, un florido amanecer donde prosa y poesia se hermanaban con letras desprendidas de un caleidoscopio de esperanzas ¢ ilusiones. Los espasmos teliricos de tu amor sin freno al solar nativo, son vibraciones que repiten el grito bizarro y juvenil de “El Granito de Oro”; y al calzarte las espuelas del ingenio atrapas, montado en el corcel de tu espiritu indomable, el rojo atardecer que El Evora refleja en ondas vespertinas arrastradas por la tranquila corriente de la vida pueblerina, Mocorito fue mi pueblo juvenil donde escancié, con amigos predilectos, copas de placer y de alegria, a él vuelve en madurez. el nostilgico recuerdo, el encanto fugaz de tardes desgranadas por campanas y trinos de pajaros que en bandadas fugaces devora el firmamento. ‘Tu romantica voz, Enrique, es relémpago que hecho trueno despierta la concieneia adormecida y enciende de nuevo la antorcha que ilumina los caminos y Prechas del futuro, Recibe un abrazo cordial de un viejo amigo. México, D. F,, diciembre 25 de 1988. Gonzalo Armienta Calderén. 37 Brechas: ‘MI PEQUENO MUNDO. Pox.- Brnique Pena Guiéres. iVoz rebelde y honesta! urora agraria Nunea hasta ahora, en nuestro largo historial por los caminos de las luchas sociales, nos habiamos topado con un clima de entusiasmo civico y vertical, como el que hoy nos salié al encuentro en el corazin agricola de México, que un dia sobre las suaves brisas del petatlin se le entreg6 de leno al ahora Presidente de México: Luis Echeverri, Muy bien podriamos asegurar que el estallido jubiloso de este dia, bajo el palio de una decisién inquebrantable de hacerse mis hombres, los hombres del campo de Sinaloa, armaron caballeros de la esperanza y Ia realidad, a las dos luchadores agrarios de mayor consistencia lideril “que ha parido esta tierra de obligadas y desgraciadas frustraciones, Miguel Valdez Quintero y Lorenzo F. Robles, han recibido, en una mafiana de fiesta, por apiauso undnime de sus gentes, la responsabilidad enorme de estampar en los olvidados campos sinaloenses, una nueva aurora agraria. ‘Yo senti, frente al perlado sudor del campesino de mi tierra, una obligacién para toda la vida, de mantener en la esfera alegre y batalladora de mi pequefio mundo, el nuevo mensaje de la juventud profesional del México nuevo, que al través de la voz rebelde y honesta de mi hijo. se manifest6 clara y profunda, como la magica prolongacién de una voz que habiendé vibrado solitaria pero indebelable, se fundié definitivamente con las voces de todos los agraristas de Sinaloa, para realizar el suefio democratico de Luis Echeverria, de construir para toda la vida, el México que sofiaron Hidalgo y Morelos, Cardenas y Zapata, 38 Brechas Desde el alegre ventanal de mi pequefio mundo saludo en el mbito agrario de Sinaloa Ta presencia del Dr. Hudscar Petia Inzunza, como a eterna presencia de mis angustias y sobre todo como la ramificacién solemne de entregar a Sinaloa, lo mejor de uno mismo, surgido de mi pequetia heredad en donde no tendrin cabida, ni la deslealtad ni el odio, ni la claudicacion_ni el engatio, sino el camino abierto a la Inz, a la verdad y a Ia dignificacién de una tierra, que hoy conocié la aparicién alegre y multicolor de una nueva aurora agraria que habra de cabalgar sobre las alas del viento hacia el horizonte azul de una justicia social saturada de soles que marca el paso definitivo, ‘is allé de la ominosa y solitaria oscuridad del ejido. seal iQue Folleto ONDA, 39 Brechas ‘WOAR AA COCCOLRACOOLOCESCOLLCCLEEEADROOLLOLEEA SC OCODLLOOESSSAOOOCOEGEEEOOOCEE MI PEQUENO MUNDO Par. Ernique Pea Guiterer. Cuando ella, mi Aida arrancé al cielo el quinceavo botén de una vida fresca, como agua de manantial. ‘Mi querida plebita” ‘oy debe de haber sido un buen dia para ti, Cumples un ano mas de una brillante juventud, que te acompatia hacia rumbos preitados de grandes esperanzas. Desde aqui te acompatiamos, con el manojo de rosas de nuestro carifio y una explosion de luces en tu camino, Vientos mensajeros nos informan a diario de todos ustedes yy una satisfacci6n serena nos empuja a esperar su regreso, Ojala! ¥ volvamos a estar juntos en el mes de la familia, para establecer la suma de todos nuestros afanes, espulgarla y separar el grano de Ia paja, para iniciar la nueva caminata hacia la meta que nos hhemos fijado. La ausencia de los hijos es generadora de grandes experiencias, La soledad que nos deja, nos empuja a la refleccion y a analizar el ‘rato mutuo en el encuentro. Se conoce entonces, la intensidad del afecto que les entregamos y la fuerza de Ia respuesta que ustedes nos conceden. ‘Nunea supe qué tanto queria a mi Aidita, hasta que se me fue sobre las onduladas nubes de una obligacién educativa... y nunca senti tanta la separacién, como en el momento, mismo en que la casa se comprimié con el vacio y la soledad rompié la aleanefa de kigrimas. fue hasta entonces mi querida palomita. Pero hoy, dejemos eso en la esquina de la espera y hablemos de": mejor dia: el de tu cumpleatios, en el cual babrés tenido la alegria de convivir con gentes nuevas, que hhabrin aprendido a quererte y que a no dudar, cerrarin lazos de amistad y compafterismo, y forjarin sélidos lazos de amistad, tanto 0 Brechas mas fuertes porque nacen en la edad de los soles limpios, los horizontes claros y dilatados, de las sedantes y prolongadas primaveras, de las interminables tardes claveteadas con el sonoro golpeteo de las campanas, de las voces altas que brincan sobre los ‘montes y saltan y danzan sobre los valles, convertidas en murmullos promisores, para quebrarse con suavidad de rosas, en los tibios cenrejados de las ventanas, La edad, Aidita, en que los suefios se convierten en guardianes azules de vitiedos en cosecha y el amor y la vida quedan en manos de Dios. Mi felicitacién en un beso. Tu padre Enrique Peia Gutiérrez LOS VERSOS DE LA NICA GARCIA. Por.- Emigue Pere Guisrres, Para la mujer en cuya frente florecié el coraje en la luchi de su patria. Viva 0 muerta, el beso paternal Quebradita arriba con catorce abriles y ajada la alegria, con manchones rojos en la falda raida, con los ojos bajos va la Nica Garcia. Busca en las zarcillas Ta verde vereda rambo a fa guerrilla No escupe lamentos, no vomita quejas, hray yeso en su cara y odio en la mirada, En el campamento, no surgen preguntas de la muchachada si acaso el murmullo que el viento levarita nla soledad presa en la montafa 2 Cien ojos abiertos bajo las estrellas, cien putios crispados sobre la maleza barbechan la tierra se masca el silencio ¥y se roe la espera Y cuando el clarin del gallo, escritura el toque de diana, se pega a las botas de los guerrilleros y se va con ellos a iniciar la siembra de claveles rojos alla en la vaguada, sobre pechos verdes ‘que aceré la infamia En los altos cielos huérfanos de galas, un arco de loros orquesta y dirige la feria de balas, Quebradita arriba, pantalones negros blusa colorada yillena de alegria, bebiéndose el viento fusil en la mano, va la Nica Garcia colgada del brazo de la madrugada CARTA A JOSE MANUEL PEREZ PENA. Pou- Emique Peta Guiderec.. Querido nieto: ‘is alla del cordial saludo del abuelo, la obligacién en estas letras de plasmar el mondlogo que desde hace meses, semanas, dias y horas se repite en el suefio o en el solitario recorrido del viejo que perdi6 el tren de la ambicién y de las oportunidades, prendido en el romantico espejismo de una realidad que no Hegé nunca, Si, un monélogo en el cual, para oirlo, desfilan sombras de gentes a quien adoro y por las que daria un brazo y hasta Ja vida misma por verlas, més que felices en el cauce abierto de la lucha valiente y noble que conduce a la superacién personal. Yo te he visto, querido patriarea y dictador de mi pequefio mundo, en la cumbre de mi mayor anhelo: retofio metilico de la estirpe que debe sobrevivir en un mundo desquiciado por el oportunismo y la ventaja, por el deterioro sin freno de los valores morales y por ia entrega de la vida fen procura del oro que mas allé del torpe satisfactor, aniquila 0 envilece, Mi mayor anhelo, repito, ser verte, nieto preferido, al frente de nuestra generacién, limpia la mirada, alta la frente salpicada con la espuma del mar y el polvo de todos los soles. Para lograrlo, si un dia lo entiendes a cabalidad, habrés de sortear, venciendo los obstéculos de distinta y variada indole. Buscards centrarte en el amor y en respeto a tus padres, piedra angular en la formacién de una personalidad moral. Armaras un manejo cerebral en la relaci6n de tu persona con el medio social, politico o amistoso en el que te desenvuelvas; jalarés de Ja ambicién limpia, para romper en cada dia, a través del estudio las barreras de las limitaciones y canalizarés el coraje que todos poséemos, hacia metas desde donde se puedan otear horizontes nuevos y promisorios. Estés ya, pequefio condottiero rebasando la edad azul “4 “Wrechas: de ta primera juventud, Ya estis en el dintel de la gran responsabilidad de SER, en donde una duda, o un desvio, hacen rodar hacia la deseracia de ya no SER. Volveré a verte, nieto, ya sin la esperanza al hombro envuelto en las luces mafianeras de una realidad que acera y ennoblece y arranca sonrisas al deber cumplido. Seri en un abrazo, en ‘compromiso de hombres... Estoy seguro! oe Brechas: APUNTES SOBRE EL MEJOR SINALOENSE Pou.- Enrique Poa Guliénes. tembloroso horizonte de las primarias y cuando su regreso triunfal de Los Angeles, Cal. , fracturé ia pastosa quictud del discurrir provinciano. Su voz, alta, maciza y alegre como lo fue siempre, se haba dejado ofr en una fiesta septembrina para estremecer el fervor patridtico, al mundo chicano de mucho mas allé de ta frontera norte, cuya mexicanidad, aferrada a la fijacién cromatica de su bandera, se resistia a perderse definitivamente en los dominios cespejeantes del d6lar. La Opinién de Los Angeles se hacia lenguas sobre 1a oratoria nueva del nino sinaloense, con un corte original que desbordaba a la otra, a la ochocentista, rimbombante y pegajosa, diluida en la hermosa vordgine estudiantil del 29, 1: Supe de Enrique Félix, cuando su nombre rebasaba el 2.- La presencia fisica de Enrique la adverti en un dia cualquiera de Jos afios veintitantos, a cincuenta pasos del Instituto Sinaloense, en el inicio de sus frustrados estudios sacerdotales en el Seminario de Sinaloa. Flaco, casi raquitico, pero con la viva flexibilidad de un renuevo, semejaba desde entonces un racimo de nervios en vigilia, sacudido por el oleaje ezul de un océano de inquietudes. Nunca vi en I, al seminarista del lorén poema de la época, sino al eésmico ejemplar de mirada inquisidora, abierta a todas las interrogantes y dispuesta a saltar sobre las fronteras de todos los rumbos. Poco después, en el Salén de Actos del Colegio Civil Rosales eruzaba la barrera del asombro universitario, para abrir la primera fisura en el mundo consentidor de Juan Francisco Lépez, figura legendaria en el paisaje cultural de Sinaloa, quien tal vez allivind en aquella maftana triunfal del .pequefio sardo, al legitimo heredero de sus glorias ‘ribunicias. 3. Su alucinante paso por las aulas rosalinas polarizé ta atencién del universo estudiantil: Quebranté las estructuras baredianas de la 46 ‘Brechas: Preparatoria y arrojé sonriente por los sombreados corredores de la vieja casona, a la tropa de los pioneros de Marx y Lenin a la cabeza, envuelta en los vientos frescos de otra concepeién filoséfica de la vida y del hombre. Salt6 sobre el escéindalo para esparcir la semilla de un socialismo de arrollador empuje y se hizo escultor de una generacién que transformé el oscuro ser interrogado, en un consciente pero enérgico disparador de preguntas hasta entonces sin respuesta y que dejé plasmada, para siempre, una evolucionada imagen del estudiante sinaloense. 4 Sobre el lomo del tiempo volvimos a encontrarnos en la capital de la Repiiblica cuando ambos cursébamos estudios profesionales, En la Escuela Nacional de Maestros destacé siempre por su clara inteligencia, su acendrada preocupacién por todas las cosas del hombre y de su alegre desparpajo en el cultivo de la amistad. Su corazén se enaltecia al conjuro de su limpieza y nunca el resplandor de su carismética figura, alcanz6 a corromper ei area de su sabidu ‘Maduraba el genio en un ambiente hostil y su personalidad ascendia en la escala de los valores humanos. La prensa recogia el mensaje periédico de su linea ideol6gica, estructurado con la magia cerebral del maestro... y en las pausas roménticas el joven sofiador, dejaba correr la exquisita trama de su. prosa milagrera, rectora de una desconocida dimensién de esta disciplina literaria, que se anticipé en el tiempo y en el espacio a la que ahora subyuga y enerva en Cien ailos de soledad... y fue poeta a la manera de Alberti y se hizo hermoso en su grandeza y cuando nos dejé, ya era amigo del mar. Brechas VOLUNTAD Y SUERTE EN EL CAMINO DE LOS HOMBRES. Por.- Emique Peia Guiéwes. Alérgico. a la adulacién, pero siempre vertical en el reconocimiento a los méritos ciudadanos, a Alberto Vega Chavez, a Alfredo Diaz Angulo, a Florentino Camacho Rivera, a Alvaro Pérez Garcia, a Efrén Gallardo Fuentes, y a Regino Lbpez Acosta, dedico las presentes letras, como un fiel ‘estimonio de mi aprecio por la dedicacién y esfuerzos en bien de la comunidad a la que dirigieron y que hoy, en un radiante aniversario, arrima alegrfa a su grandeza, Jos que casi vimos nacer los caminos que conducen al Guamiichil contemporineo, bajo los pasos de sus mejores hombres, encontramos gran similitud con el mecanismo que hacfa surgir en los dias de la Conquista, el rosario de ciudades a lo largo de los litorales del Gran Océano, aunque sin el simiente rojo de la sangre aborigen que le predecta. El mismo carifio por la tierra y la misma inguietud por enraizar el rbot de una genealogia limpia y constructiva en lo mas profundo de una historia brotada de sus manos. Si... casi vimos aflorar, circundada con la luz del progreso dentro de una vida extraflamente nueva, la ciudad que hoy se destiza, con el porte sefiorial de las urbes castellanas, al siglo de una existencia recia y fecunda. Por todo cello, la alegria desborda los corazones de sus felices habitantes. Mucha suerte en los eaminos, en verdad... pero mis voluntad y coraje en la lucha por una superacién sin pausas. Aportacién juvenil y honrada en sus dirigentes. Confianza y seguridad en sus activas generaciones... pero sobre todo, admiracién v respeto, reconocimiento y lealtad a las otras que les precedieron, De éstas ultimas, los hombres se suceden en fila interminable, abarcando a los que se bebieron la primera luz de nuestros candentes soles, hasta los que llegaron de mucho mas alla de los horizontes que circundan todos los rumbos. Desconocidos 0 ilustres, en Guamichil, 8 Brechas en formacién cerrada integraron Ia tropa que atin permanece en la eterna batalla por la supervivencia de una tierra y de un pais que arafian ya las dimensiones de estadios superiores. Al margen de la injusticia por olvidar a uno de ellos, quiero entregar, en esta hora solemne de religiosidad ciudadana, el APUNTE de quien, al conjuro de su nombre, han de aglutinarse los efectos y las buenas voluntades de quienes Ic tratamos profesionalmente, le vimos sonreir ante el infortunio y absorto, columbrar con pasién febril, el luminoso presente de su querida ciudad: DON GENARO SALAZAR CUELLAR. Cayé por estos rumbos a la altura de 1928, envuelto en la magia de una juventud plena de madurez profesional, con la aureola brillante de una generacién en la que descollaron por su talento, hombres de la talla de Ismael Cosio Villegas, Donato G. Alarc6n, Manuel Urrutia y don Ignacio Gonzalez Guzman, Plant6 estandartes en el bajo Evora y gjercié la medicina con el viejo y roméntico sello de un apéstol, bajo el sagrado peso de la leyenda taumatiirgica de Luis G. De la Torte... y se hizo hombre a la altura de su tiempo, a hase de entregarlo todo en la eterna procura deb alivio a los descamisados. Genaro Salazar Cuéllar, venido de las calizas ierras neolonesas, se sumé al desorbitado paisaje de la tierra sinaloense y cas6 con mujer de belleza y bondad iguales a las que siglos atras cantara el Balbuena de la Grandeza Mexicana, De franciscana humildad, el nuevo médico vibro con la emocién del santo, junto a la miseria y al dolor que rondaban los jacales y también =;porqué no?- se estremecié de justificada ira ‘cuando el poderoso de la época se solazaba en la ominosa tarea de aumentar el nimero de pobres. de experiencia, abrié la escalera de sus conocimientos al novel profesionista y al amparo de su sombra, surgi, fuerte y vigorosa, una brigada de’ médicos que hoy le brindan sgratitud y respeto. Entreg6 veinticineo aftos de su vida a la docencia y bajo su paternal cuidado, nacieron y alcanzaron mayoria de edad la Escuela Secundaria y la Escuela Preparatoria de Guamiichil. Robé nocturnas 0 Brechas. hhoras al descanso para dedicarlas a la investigacién cientifica y después de quince afios de trabajos ininterrumpidos, presents a la consideracién de las altas’autoridades del pais, un estudio completo sobre “la probable Filogenia de los Bacilos Acido-aleohol resistentes y algunos recursos para curar las enfermedades — Tuberculosis y Lepra — que producen, asi como sus relaciones oseuras con otros padecimientos”. La prensa nacional conocié del asunto y como sucede en similares casos cuando Ia selva se doblega al golpe de hacha, a la sorpresa siguié el escepticismo, que poco después daria paso a la indiferencia y al olvido... principalmente de quienes se encastillan en el centro de la flor de nautla de una suficiencia pocas veces bien avalada. EI Dr. Salazar Cuéllar, con Ia segura entereza del sabio, prosiguié sus estudios sin dolerse de nada, para encontrar con el correr de los afios, la satisfaccién de ver comprobados sus esfuerzos, cuando revistas especializadas del extranjero, publicaron trabajos de otros investigadores, que honestamente abundaban en sus _valiosas cexperiencias. Conla lealtad al hombre a quien tanto debemos, a quien Guamichil mucho debe también, escribimos estas lineas con la emocién en las palabras que los vientos sinaloenses han levado a todos los sitios, en honor muy bien merecido del acerado pionero, que al abrirse el alba de su segunda tierra, legs para quedarse. ; Honor, pues, con gracia y amor para tan ilustre sefior! PRESAGIO Niimero 18 Diciembre de 1978. PALABRA DE MUJER Pan- Eonigue Pot Culiérves Tu palabra mujer se alza con el viento sobre nubes que suaves se deslizan bbordando con bellos arabescos Ja tinica ineonsttil de los cielos. Tu palabra mujer esel principio universal del verbo que se nutre con la sangre que destila Ta cépsula guinda de la uva ‘Tu palabra es limpia y firme ‘como el cristal de roca y no ya promesa sino realidad que se eseriturt con el rojo sello de tu boca 31 Brechas eT Tu palabra mujer no tiene ayeres ni mafianas es cosmico presente , que cintila | sobre las ondas perfumadas de las rosas es fuego que se funde y se aglutina en crisol del tiempo en Ia claridad del dia y en el canto promisorio de la ria el suave zureo de palomas aque faldea la esquila Ia esperanza del peén que se doblega sobre el surco Ja biometria estelar del universo yel eterno murmullo de las olas. ‘Tu palabra mujer es todo eso * . por eso la hago mia y la disfruto a solas. Pa Brechas. MI PEQUENO MUNDO Pos- Ennique Peta Guisree ANTONIO NAKAYAMA. entro de otra primavera violenta, esta tierra. sinaloense, huérfana de un equilibrio moral y social cada dia més lejano, al borde ya de la desesperanza e insensible a la més estrujante de las emociones, ve partir con frialdad a uno de sus mejores hijos, de Jos pocos hijos que para ennoblecerla, escogieron cl dificil trénsito por los solitarios caminos de la sabiduria. Antonio Nakayama, a destiempo, bajo el palio de su enigmitica sonrisa contemplara cesde el magico resplandor de los luceros, cémo rojea el vino de la lisonja y cémo corre el caudal de tinta y se abate la tempestad de loas en homenaje y honor a su limpia ejecutoria intelectual y ciudadana, ignorada cuando en plena madurez, se incendiaba y consumia en el crisol de sus propias y_positivas inquietudes. Oira hablar del historiador ahito de sombras, perdido en Jas cuevas de los archivos parroquiales 0 en los polvosos rincones de las bibliotecas piblicas y privadas. De ese seftor don Antonio hablarén las erénicas. presentes y las venideras, tanto de aquellos que le envidiaron y le cerraron el paso -trataron- al reconocimiento pitblico, como las de los que ahora se bamizan con el remordimiento de una esquela participadora de algo que pas6, a alguien de quien oyeron decir, que vivid y murié envuelto en ef manto de una rara dignidad y que entregé a su solar, a Sinaloa, el alfaheto de su pasado historico, la piedra angular de un auevo presente y un ejemplo sin recémaras para Jos que algin dia aplicaran mente y corazin a la enseiianza y al estudio y a la obligacién de ser hombres. jAllé ellos! En esta hora de hipdcrita duelo por su ausencia fisica, con benéfica alergia a las flores, a las ceras y a las lagrimas, yo quiero 3 recordar al muchacho rosalino, fiel exponente de su. época, sacudido como nosotros por las explosivas algaradas estudiantiles del 29. Un Tofio Nakayama igual a todos los jdvenes de todos los tiempos, con la rebeldia constructiva capaz de marcar rastros en el aire 0 sembrar neniifares en las rocas. Fue grano limpio de un trigal en donde no tuvo cabida la cizafia, de un trigal que con el correr de los afios nutriria con el proteinico vigor de su coraje, a la masa olvidada por la secular soberbia de los poderosos. Antonio cabalg6 en el compacto grupo de tuna generacién participativa en las grandes cruzadas saturadas de anhelos por incorporar a Sinaloa a la luminosa dimensién que aiin le espera, Sintié con nosotros el vértigo de la entrega a la tarea de ser iitiles y su entusiasmo contagioso se desbordé en el intento por lograrlo. Un dia cualquiera relataremos la odisea de esa Generacion que permanece hablando por los que callan, que lucha por los que se esconden en la sedante comodidad de la alcoba y que niegan su contribueién a la fractura definitiva de la vigente crudeza del clisico retruécano oido por primera vez de los labios del viejo maestro don Manuel Barrantes, cuando nos empujaba con la aristocracia de sus ademanes a beber belleza en las claras y dulees aguas de la literatura “En tiempos de las barbaras naciones, de las cruces colgaban los ladrones... y hoy, en pleno siglo de las luces,... del pecho del ladron ccuelgan las cruces...” iNo descanses en paz, Antonio, como no descansaremos nosotros hasta encontrar el tesoro codiciable de la verdad y de la paz ‘con justicia que con tanta urgencia reclama Sinaloa! Es compromiso yes orden! aM Brechas: CARTA DE PENA AL LIC. GIL LEYVA. Estimado compadre: hora lunar del recuento, cuando lef, emocionado, la postal de tus cosas simples y te confieso, que a la manera de Ezequiel, por encima del Iustroso cascajo del rio Chebar, dejé el paso a la sonrisa para ver la visién de tu flaca figura, envuelta en el metilico resplandor del asombro. Ré alta la noche, al filo de la angustia salpicada de grillos, en la Después, sobre un remolino de voces airadas, tu voz. fraternal, en alado descenso, repitiendo con la serenidad del santo y la bondad del justo, la delicada oracién de esas cosas simples, que viven pegadas al universo de las cosas asperas... y la oi sin rebeldia, sin la envidia de aquellos que no pueden manejar el habla profunda, porque en ella habia la suavidad del paso de una princesa china, la picante dulzura de la miel virgen, el brillo afrodisiaeo de los ojos de la corza en celo, el lujuriante y sedoso-verdor de la manigua, la lechosa frescura del alba, la confianza vertical de un racimo de uvas, la nobleza del huerto al perdonar ‘al viento el brusco desprendimiento de sus aromas y el sedante retorno al recuerdo de los viejos tiempos, cuando la mano hablaba por el corazén y la amistad se aiejaba como los buenos vinos, y como el diamante se endurecia... y la segui oyendo hasta perderme en el oscuro vientre de la incredulidad, porque no sabré nunca si por los violentos caminos de Sinaloa, encontraré gentes como nosotros, despojados del pesado costal de las cosas ésperas y con el alma abierta al encanto toral de esas cosas simples... tan codiciadas por el hombre de bien, como codiciadas eran las cabaiias de Cedar. Un abrazo cordial desde mi pequefto mundo, huérfano de todo y calcinado ya, su peregrinar hist6rico, Enrique Pefia Gutiérrez, 35 Brechas: MI PEQUENO MUNDO: Dn- Enique Pate Guibas Roberto Hernindez, otro mohicano que se va. Jas costas del’ Mar Bermejo, los restos mortales del viejo y ‘querido amigo Roberto, penetraban silenciosamente en ¢l oscuro rinc6n de una tumba, que desde ese momento se convertiria en tun mito més, en el transito de un hombre, por el accidentado © interminable camino de la vida y la muerte. Cc uando la tarde, a lomo de los 3 rios milenarios, se perdia hacia Nuevamente la obligacién y el carifio, nos entregaba el triste privilegio de arrojar al aire, entrecortadas frases bamizadas de ‘emocién, en homenaje transitorio a un sinaloense de una sola pieza, sin arrugas y sin costuras, nacido para el servicio desinteresado a la comunidad, en donde tenia sus raices, viviamos en esos momentos un duclo envuelto, en la depresién animica provocada por la sorpresa, cuando todavia en nuestras alforzas se acomodaban las inquictudes de nuevos proyectos y ambiciosas metas y para darle un nuevo impulso a Ja cultura sinaloense. ‘Habiamos contactado con el maestro, unos cuantos dias antes de su dolorosa partida, abrazados como siempre, al permanente recuerdo de lo hecho y alucinados con lo que habiamos de hacer en el futuro. ‘Todo qued6 en el campo de la espera, anclados en el espacio doloroso de la incertidumbre y por ello, déjamos correr el novenario, en el cual, la piedad del familiar y del amigo, ingenuamente depositan la esperanza y el ruego por un descanso en el seno mismo de la eternidad. 56 Brechas: “Cosas de a religién, deciamos nosotros”. Sin embargo, hoy estamos a tiempo para regresar a viejos ayeres, cuando nuestra juventud voleénica, pero promisoria nos colocé en los senderos por donde transitaba una generacién de muchachos, que habrian de dar, en el correr de este siglo lo mejor de su entusiasmo, de su capacidad y de sus energias a la conformacién de una tierra, que convertida en Estado, buseaba ventanas por dénde asomarse al mundo del progreso material y de la superacién cultural. Recuerdo perfectamente bien, aquel par de diablillos rojos, empecinados en componer el mundo, desde cl pizarrén, hasta los espacios abiertos por donde circulaban, las corrientes ideologicas que fracturaban, viejos sistemas dedicados a manipular la vida del hombre. Roberto Hernéndez y Francisco Gil Leyva buscaron en mi, un apoyo a sus afanes, un respaldo decisive a sus propésitos y conseguido lo solicitado y en aras de una perfecta comunién y de hechos, volamos juntos a romper nuestras lanzas juveniles, en los ‘molinos de viento de lo imposible, La’ vida habria de unimos més, a través de nuestras luchas en todos los caminos de la actividad sinaloense, con esa generacién cuyo capitin Enrique “Guacho” Félix recorrimos las tierras mexicanas y estuvimos en la escuela, en el jacal, en el surco y en los hospitales, en busca de alivio para el desvalido y la entrega amorosa del pan educativo a una nifiez desamparada... y cuando fueron cayendo, uno a uno, los miembros de esa hermosa y sefforial brigada, los pocos que quedamos con Roberto Hernandez a la cabeza, seguimos abriendo FWBrechas:en las cerradas y tupidas selvas de Ia ignorancia y de las torcidas criticas de los incrédulos, Dije, en esa tarde, de tristeza insuperable, como habia entendido, admirado y seguido el brillante discurrir de la vida de Roberto, cuando recordaba su espigada figura, pontificando sobre las 37° Brechas disciplinas filos6ficas y literarias que también desmenuzaba y conocia, Solia desprender girones biblicos para transformarlos con voz y ademanes nazarenos, en algo bello y cerebral. No eritico ~acostumbraba decit-, ni juzzo a Tos que viven y se debaten en las sombras, pero no les perdono, que no realicen intentos por salir de ellas, como tampoco envidio, ni deseo convivir con los que se regodean inmersos en las luces, pero si hago lo posible y lo haré siempre para obligarlos a compartitlas Asi era el hombre que un dia legé a mi Pequefio Mundo, con su cabalgata de estrellas ce teatro, para ensefiar y divertir a un pueblo mesidnicamente entregado a buscar una nueva dimensién educativa. Y fue pionero y actor, en la colocacién de la primera piedra, de los que hoy es la Escuela Secundaria Eustaquio Buelna y estuvo también en nuestra fatigosa tarea de realizar la escalada en Mocorito, hasta el establecimiento de la Escuela Preparatoria Lazaro Cérdenas, y estuvo siempre en todo aquel lugar y en tod aquella hora en que Sinaloa jalaba de sus mejores hijos la energia césmica, universal y constructiva para llegar como ha llegado ya, a integrarse al cerebro de la Repiblica, Roberto, como dije alguna vez cuario Antonio Nakayama nos abandond: en donde quiera que te encuentres... Que la paz no sea contigo, porque como él, naciste y vivirés siempre para la actividad y la lucha, que habré de conducir al hombre a un destino superior. Brechas _ SPO POOLE POLE BOCLEC EB OLCCESBOCOEG GE CLLESOOOCESCOOEGEOE FLOR DE NOCHEBUENA, Don.- Eaigue Pee Gator. iEspera, pueblo amigo! terno Balance. Mégico pueblo nuestro. A cambio de la solucién de tus grandes carencias, hoy, al terminar un affo més de tu escabrosa existencia, yo sé que ti masticas, en la soledad de tu ceniciento hogar, los pétalos marchitos de una imaginaria flor de nochebuena. Yo sé que sonries, con esa ingenua sonrisa del desheredado —vigia circundante y secular del viejo corral de tu mas viejo bohio- al acechar junto al camino, el paso bronco del tractor y la trepidante estela de la maquinaria del agricultor latifundista. Te abrazas, en el recuerdo, al cuento campirano del abuelo, cuando viol6 promesas familiares y marché, sobre la niebla mafianera, ‘a marcar surcos rojos, con el ailoso rifle de sus esperanzas, en las ‘morenas espaldas de la patria. Miagico y aguantador pueblo de esta tierra nuestra, No sabes ‘eunto te queremos y cuanto estamos dispuestos a dar, por encontrarte en los recodos dei futuro, sin magueyes a tu lado, sin Aguilas demag6gicas en el escudo de tu destino... y sin Ia cauda alegre de tus libertadores. Un dia te hemos de ver, avasallante y digno, con el litigo del Cristo agrario, arrojando del templo de la Revolucién, a los ‘mereaderes de la infamia, Un aio mas ha caido sobre tu tristez sospechosa y muchos mas caerdn, antes de la resurreccién, que globulo a globulo, estan forjando la cascada turbulenta de tu sangre. El dia llegara, cogido del brazo de tus nietos, para azotar el rostro de los malos hermanos, que han Henado de plagas biblicas, el paisaje tranquilo por el que lucharon sus antepasados. 9 Brechas: Espera, pueblo amigo, un ratito només, para colgar de los Arboles sombreadores de tu vida ~y drganos metélicos de tus pajaros cantadores- a los judas multicolores de estos tiempos en derrota. Los veri las tardes calidas y las brumosas noches, las lechosas albas y los amaneceres rubios y lo gritarén los nifos y lo ronroncarin los hombres, junto al cantar bronceado de tus campanas, el suave zuréo de las palomas y la fugitiva agonia de tus rios. Lo veremos todos, antes de que el sol se ponga cuatrocientas veces y mucho antes, de que ti y yo, hagamos el balance definitive de nuestras esperanzas. Espera y confia, maravilloso pueblo de mi patria, que aqui, junto a nosotros, palpita la Natividad de los tiempos nuevos, con espejeantes tropicos y meridianos, deslumbrantes paralelos_y ecuadores... y promisores crepiisculos de polos... aunque me duela y les duela! Folleto ONDA. Brechas HECTOR R. OLEA. Pun- Binique Poe Gulisree. Otro mohicano que se va. estremece con la triste noticia de la muerte de nuestro querido lamigo Héctor R. Olea, transmitida por la hora nacional en una de sus tiltimas ediciones. I a sedante quictud de nuestro pequerio mundo dolorosamente se En el iiltimo contacto de dos amigos, todo parecia normal, establecimos cita para estar presentes err el Coloquio Cultural del mes de febrero, al que fuimos invitados por El Colegio de Sinaloa y en ‘cual participaria con la lucidez que le era tan propia, con la presentacidn biogrifica de unos de los sinaloenses més notables del siglo. Llegada la fecha, una comunicacién telefénica del gran historiadér nos mantuvo en la certeza de que no concurriria al encuentro de los intelectuales sinaloenses; vieja dolencia parecia haberse recrudecido y asi nos lo hizo notar, manteniendo esperanzas de que pronto habria de recuperarse para hacer valida una visita posterior, al estado de Sinaloa, Elttiempo, ambivalente amigo de los hombres, se comié los dias y las semanas, y el 25 de mayo hizo montar sobre sus resbaladizos Iomos al amigo incomparable, para llevarlo a espacios césmicos en donde ya espera la tropa luchadora de uria generacién, euyas huellas nobles y profundas estén marcadas para siempre en el paisaje conflictivo pero hermoso de esta tierra maravillosa. Para recordar a éstos, dejaremos de lado los recursos y lugares comunes tan acostumbrados y socorridos cuando al referirse a una persona desaparecida se le satura de virtudes y bienaventuranzas. 6 Brechas Hablaré de mi amigo como si ain estuviésemos recorriendo los argos caminos que vibraron bajo nuestros pasos casi durante el presente siglo. La fecha de nuestro primer encuentro es exacta y guarda ain la misma frescura de las mejores cosas que nos han acompaftado durante toda la vida. Fue una tarde fria, en los linderos ya de penumbra, un 23 de enero de 1926. Estabamos a dos aflos de la dramética muerte del General Rafael Buelna Tenorio, “El Granito de Oro”. Héctor R, Olea y Antonio Nakayama estaban a punto de participar en una velada luctuosa de tipo literario y cultural en honor de joven caudillo. Antonio destilaba ya el brillante goteo de lo que después seria el caudaloso rio de su menejo histérico. Héctor, en cambio, entregaria las primicias de su buen desempefio oratarie, que con el correr del tiempo le colocaria entre los mejores tribunos de Sinaloa. A partir de aquellos momentos, un mandato admirativo me arrojaria a buscar la amistad de aquella pareja estudiantil para formar, como sucedid, un trinomio amistoso que duré toda una vida El regreso de los amigos y compafieros de Rafael integrarian la piedra angular de una generacién de alto espiritu revolucionario, continuador de la obra inconclusa del orgullo de Mocorito. Nos tocé, pues, en la segunda mitad de la década de los veinte ser testigos y actores de la mas brillante etapa del Colegio Civil Rosales. El V Congreso Estudiantil de 1928 Ilamé la atencién cultural del noroeste de México. Fuimos testigos del movimiento revolucionario llamado “Rentovador”, de marzo de 1929, en el cual nuestro amigo Héctor R Olea se enlisté como voluntario, dindonos una gran sorpresa cuando a se presenté acompafiaclo también del famoso tribuno Francisco Elenes ‘Almada, con uniformes de oficiales, listos para partir hacia el sur a la toma del puerto de Mazatlin El movimiento de marzo fracas6 y nuestros amigos regresaron al colegio para continuar sus estudios. Con el correr de los afios nuestro grupo se fortaleceria con otra cauda de jévenes, encabezados por Enrique Félix y Francisco Gi Leyva, que habrian de movilizar las estancadas energias de la juventud del Estado. Por nuestra parte, al iniciarse la década de los treinta habriamos de partir a la Ciudad de México en busca de nuevos horizontes exlucativos. Nakayama se quedaba en Sinaloa, pero Héctor se iba con nosotros a comer lo que entonces era una gran aventura. Ya en Tenochtitkin, los -sinaloenses unidos en una gran asociacién participaron de la consolidacién de la autonomia universitaria, conquistada en las luchas estudiantiles de 1929. A pesar de nuestras diferencias de edades, mi proclividad al gozo de una libertad sin barreras y de répida madurez me coloeé a la altura de mi amigo Héctor. Juntos iniciamos nuestros estudios; él para Jicenciado en derecho, yo para médico cirujano. Entre luces y sombras, mateados altibajos y hambrunas esporddicas, fbamos lenta pero seguramente a la realizacin de viejos suefios, . Héctor abraz6 con pasion la disciplina histérica, y cuando ‘menos lo pensamos sus relaciones con los grandes historiadores de la €poca eran ya muy estrechas; munca se olvidé de Sinaloa, y la mayor parte de sus tareas literarias y culturales las dedied a su tierra 6B Brechas Sern los eruditos los que con el tiempo recojan, clasifiquen y califiquen la obra del gran sinaloense. ‘Ahi quedan en sus inicios, Infidencias de Fray Bernardo, de Caramocha El Marqués de San Basilio y muchos trabajos mas, que alcanzaron, segiin me dijo la iltima vez que nos vimos, la cantidad de mis de cincuenta, A Ia insistencia de mi amigo, se debe el haberme dedicado a escribir y publicar viveneias personales y resefias hist6rieas sobre acontecimientos relacionados con el discurrir de la vida sinaloense. Tal vez muchos no lo sepan, pero Héctor fue un fino poeta y prosista magnifico. Solia guardar en su archivo personal su produccién postica, pero en la intimidad gozaba con recitarnos sus poemas. Elaboraba metiforas de gran impacto roméntico. A la luna, motivo de su inspiracién, frecuentemente la llamaba “una gota de sidra en la copa del cielo”, y cuando se referia a su tierra, Badiraguato, con tristeza expresaba que ~un dia no muy lejano las venas metilicas de mi tierra habran de sustituir por fas vias del progreso la vertida por la violencia generada en el ajetreo «le! narcotrafico- La cuna revolucionaria de Valente Quintero y Martin Elenes a través del corrido le emocionaba y lo hacia sentirse de nuevo en el terrufio que lo vio nacer. ‘Nunca olvidaré la participacién de Héctor como mantenedor de Juegos Florales en distintas partes del Estado, como conferencista y ‘como ameno conversador en las tertulias en, donde la amistad se mecia cn las hamacas del caritio. Ojala y en un dia cualquiera las disciplinas cientificas & histéricas en las cuales se desenvolvieron tan bien Antonio Nakayama y Hector R. Olea sirvan de puntos de referencia a quienes tratan de seguir sus pasos sin la pasién ni la entrega que ellos le dedicaron of Brechas En los amplios ventanales de mi pequeRio mundo, en honor y recuerdo de Héctor R. Olea, dejamos colgados crespones cuyos colores marcan nuestro contacto amistoso y casi familiar a lo largo de esta centuria. Uno negro, con el eterno refiejo de nuestra tristeza, otro piirpura, color de Semana Santa, representando la beatifica amistad que nos uni6, y otro de rojo vivo, simbolo del bastién en donde bajo Jas banderas de la dignidad luchamos siempre por Sinaloa y por México. Hasta luego mi querido Héctor, con la seguridad.de un ya casi ‘cercano... hasta pronto EL Debate de Guamiichil 25 de agosto de 1996, Brechas MI PEQUENO MUNDO. Pan-- Emigue Pate Giberee La muerte del Tatarabueto. nel dia de la amistad y del amor, el Tatarabuelo se quedé 103 aitos. El hermoso viejo, tranquilo, sin angustias, sin estertores agénicos, penetré a los espacios de la oscuridad del silencio y de la luz, trilogia sustantiva de lo desconocido, suavemente como cae la tarde resbalando con aceitosa lentitud sobre las ondas rojas de la mar ovedinica. Era don Brigido Inzunza Castro, con dofia Camerina Inzunza Godoy, dofia Micaela Peiia Inzunza, don Enrique Pérez Rubio Peita y con dofia Christian Pérez Rubio Gaxiola, la cafia central de cinco generaciones, casi a punto de enlazar tres siglos al término del segundo milenio de la era cristiana. La insélita longevidad del caballero de la Rosa Morada transparente y hicida, es igual a la soflada por todo ser humano, remonténdose en alas de la ilusién a los tiempos del patriarcado antediluviano en donde reinaban con ese raro privilegio hombres ‘como Matusalén y el siempre admirado Noé, el de la barca milagrera, pero inmersos miticamente en la legendaria e inaleanzable fuente de Juvencio. . Don Brigido, como carifiosa y comunitariamente se le Hamaba, era inagotable venero de informacién hist6riea oral. Hombre carismatico pero marginado siempre de la mentira o de la fantasia, 66 Brechas dejaba correr en la parquedad de sus palabras la franqueza, la verdad y la sinceridad. En ellas cabalgué a lo largo del noroeste de México y me adentré con él por el maravilloso mundo de las Californias. Su relato me contagié de la alegre algarabia de los cientos de asistentes a los grandes desembarcos de los concentrados cupriferos procedentes de Ia isla de Chipre, para convertirse en Ia fundicién de Santa Rosalia en discos y placas coloradas como el sol de los atardeceres estivales. De la mano me Ievé a conocer la bonanza de los grandes fandos mineros de la sefiorial Sonora Asi estuve con los ojos desorbitados sobre las paralelas de los rieles, viendo el discurrir de la maquina 501, con su timonel Jestis Garefa con rumbo a fa gloria y al martirio, llevando en su blusa la salvacién de sus hermanos de Nacosari, la ciudad colgada agradecidamente del recuerdo de su nombre y de su hazafia Recorrimos juntos las bellas y torcidas callejas de Cananea para el reencuentro con las sangrientas huellas dejadas por los Rangers, caidos bajo el ataque patridtico de los obreros del famoso mineral Durante muchos aftos la ingenuidad pueblerina vio circular por esas mismas calles les sombras de los viejos Iuchadores como Juan José Rios, Esteban Vaca Calderén, Manuel M. Digguez y muchos de los organizadores y conductores de una de las més grandes batallas obreras libradas en el trénsito de la vida mexicana, Me ensetid a través de sus relatos la brillantez y el colorido de las fiestas regionales, como la de Imuris, Magdalena, Alamos, El Fuerte, Choix y la su querida tierra evorense. La anéedota en la boca del patriarca era miel mezelada con el egusto de la belleza y rematada con la beatitud de una didfana sonrisa. o ‘Brechas: Pertenecié a una generacién de hombres de valia aim no reconocida de la vanguardia revolucionaria sin entorchados, sin galones, pero dispuestos siempre al sacrficio para servir a las fuerzas conductoras de la revolucién de 1910, Mantuyo las trojes repletas de cereales y en los pastizales el ganado a punto para la alimentacién de las tropas, Por caminos y varedas de las montafias hizo circular el parque, las armas, las barras ce plomo, la pélvora y los baleros, pero sobre todo la informacién veraz sobre los movimientos técticos del enemigo, siempre al borde del riesgo personal y la tranquilidad hogarefia Manej6 una juventud sana, gozéndola con medida en el especticulo regional. No tembl6 su mano ni se alterd su pulso al depositar las onzas de oro en las cartas de su preferencia sobre las tarimas de alhures de los viejos tahiires procedentes de todas partes de la Reptblica, ni mucho menos se desarticulé su rostro al colocar serenamente las talegas de dinero y las mancuernas de reses en las patas de ciialquier moro retoz6n. Fue el Tatarabuelo de mis gentes el prototipo del sinaloense forjado en la iiltima centuria y ya proximo a dar el salto sobre la barrera étnica y social para fa integracién del verdadero hombre american cuya sede habri de ser este bello estado nuestro llamado Sinaloa. Los funerales de don Brigido no fueron sangrientos como los del Macedonio y sus herederos fueron dignos representantes de su estitpe. . Sin légrimas, sin aspavientos, dentro de un marco de respeto, carifio y admiracién, le vimos partir hacia el misterio, recordando su efigie, tal como lo vimos en su trénsito por la vida; enhiesto, con la sonrisa en los labios, el inseparable hiabano en la boca escribiendo con sus azuladas volutas la historia de st tiempo y de su tierra, 6 Brechas EN MEMORIA DEL DR. ENRIQUE PENA GUTIERREZ Por. Bsracl Usota Mantaya Cuando te busquen, cencontrardn muy fii el surco de tus huellas. Sabrin que con tu polvo el tiempo ira formando las veredas. Y que el alba se pinta la faz como horizonte siatesora la sangre de tus venas. Romperdn la muralla de los dias por mirar tu semblante sepultado en la tierra Podrin despedazarte; convertirte en ceniza porque ceniza fuiste que se volvié floresta Por el equilibrio de los sueftos colgaste tu mortaja mientras el sol se hundia entre las olas sin escuchar sirenas plahideras, extraviadas en mares presentidos, trasciende. Porque {quién entre nosotros duerme y seftala los secretos de Dios? acaso ti, o aque! mortal? ‘Hay acaso alternativa? oo Brechas: Al Dr. Enrique Peta Gutiérrez ya le han sido revelados el sitio, la certidumbre del sosiego, el sendero de la muerte y las voces que sustentan la eternidad... Jesucristo le ha considerado en su reino, ‘Ahora es él mas firme que los tiempos; que el prodigio renaciendo desde el rumor ‘ms alto de los vientos nocturnos y el silencio de las dinastias antiguas. ALDr, Pefa le ha sido dietada la gracia que aleanz6 por amamos. Donde los anhelos son arrojados como un polvo, y los insomnios se sintetizan en penumbras, Dr....a la luz de su sangre socava los enigmas revestidos de constelaciones. Se confirma. Desciende su voz y alimenta el manantial de esencias. Después, en el atrio celeste ‘muestra su coraz6n al mundo. Su limpara equidistante de patriarca su previa vestidura de cristales. + _ El dolor, hace tiempo, para tu espirit quedé en el abandono. Y es que las florencias de la tierra bien amada es puerto de abrigo, 70 tu voz abrié célices de brisa de jaurias luminosas, Todo acontecié afjorado amigo tu peguerio mundo esti huérfano de ti Ias viejas, antafiosas calles no sienten tus pisadas, las linajudas casonas que se vestian domingueras y adornaban con flores sus balcones para offecerte sus aromas, se cerraron. Las brisas de Mocorito parecen novias ppalidas que como ondinas emergen de tu milenario Evora y sobre tu tumba Horan su viudez, Ahora montado en el corcel de la ausencia galopando les diste alcance, a los cinco de a caballo. CARTA DE ENRIQUE PENA GUTIERREZ AL PROCURADOR GENERAL DE JUSTICIA. Desde Mocorito, Sr. Lic, Amado Estrada Rodriguez, Procurador General de Just Estimado Funcionario: cordial de siempre, es un honesto ciudadano en procura de un platillo raro y caro en Sinaloa: TUSTICIA. Es mi amigo, vecino y poblador, por lo mismo, de mi pequefto mundo, en donde viven, medran y se desenvuelven las peores alimafas de una administracién piblica podrida hasta los tuétanos. El caso de José Judrez Duarte, es tan s6lo uno de los muchos que han pasado por las horeas caudinas del representante de la sociedad, que algin muy grande y rencoroso enemigo de estas tierras, nos lo envié hace siglos para castigo, tal vez, de delitos graves cometidos por nuestra comunidad en los bienes 0 personas de los limpios seftores feudales que en los iiltimos tiempos han desfilado por Sinaloa. Solo asi nos explicamos la permanencia de estos especimenes de Ia vieja onda judicial, en oficinas que deben ser oasis de comprensién y ayuda a las gentes de abajo, de donde ti y yo procedemos. Me quedaré pendiente de la atencién que seguramente prestaras a mis renglones y de lo que a bien tengas resolver, cuando ‘mi amigo te haga la explicacién detallada de su caso. Por mi parte, si algiin dia decido dedicarme al género policiaco, bajo los cénones de la injusticia y el horror... buscaré el material adecuado, en esta y varias Agencias del Ministerio Pablico de Sinaloa’ E: portador de estas letras en las que va incluido el saludo Un abrazo, Enrique Pefia Gutiérrez, 5 de marzo de 1975, 2 Brechas. AS ENRIQUE PENA Pon — Wicale: Vales Sabor articipar en el adiés al Dr. Enrique Pela Gutiérrez es una correspondencia a una obligacién impuesta por el sentimiento de amistad, campo donde fue, con su modo y estilo personal, un perfecto adalid. Siempre reclamé para si, con voz potente y sincera, la conservacién de les afectos nacidos al calor de 1a identificacién de objetivos sociales, unificacién de banderas, cariflos filiales y convergen ‘académicas ¢ intelectuales. Nunca escondié sus afectos, ni las consecuencias de sus desafectos, delimitando espacios insalvables para quienes se ganaron la frialdad de su carifio, Fue un hombre que solia mirar de frente y escuchar con el corazén, alerta y despierto, al menor signo de titubeos ¢ imprecisiones. Sus oidos fueron ventanas abiertas que le sefialaron oportunamente los principios de las tormentas, asi como las satisfacciones que brindan los éxitos de los amigos. Lo conoci en su pequefio mundo, al que impregné con su grandeza de médico, escritor, politico, amigo, padre y abuelo. Recibi fen su casa los. gratos recuerdos de la amistad sostenida entre él y mi padre, identificados por la profesion y la préctica de una vida destinada a servir 2 los demés, entrelazados por el juramento de Hipécrates y la conviccién de participar en la construccién de un Sinaloa mejor, con el tiempo, en mis tiempos de lector avido de nuestras ereaciones literarias regionales, lo encontré déndole vida a su personaje favorito: El Gral, Rafael Buelna Tenorio, “el condor de ‘Mocorito” ; asi como a cuatro militares y un maestro en su reconocida ‘obra “Eran cinco de a caballo”; tuve la satisfaceién de participar en la edicién de “En el Viejo Mocorito” y a solicitud expresa, de comentar su autobiografia novelada “Bitécora de un Sinaloense”, lamentando pprofundamente no haber podido ser el editor de su novela “La Revolucién recuperada”, una obra de actualidad y coyuntura social, ‘magistralmente formada en su basta memoria y portentosa imayinaria, 3° Brechas ‘eRe PROC ARBCOOLEEC EE ORDOOLLO OOS SOSREDOOOO LOCC OS OOOOOOOCEEEEE que hoy ve su primera luz en el marco de la conmemoracién del 126° aniversario de fundacién del Liceo Rosales, centro educativo liberal, originario de la institucién hoy conocida con el nombre de Universidad Auténoma de Sinaloa. ‘Supe por tu bien timbrada voz, de otros importantes proyectos literarios, académicos y culturales que bullian y tomaban forma en la inmensidad de tu vida, la vida de un gran sinaloense que nunca dejé de amar y luchar, con sinceridad y decision, por Sinaloa, el Estado que te vio nacer y vivir, en toda la exiensién que el verbo implica, De hombres como Enrique Pefia Gutiérrez,- que no tomaron descanso alguno para participar en la construccién del Sinaloa que todos queremos -, que trabajé, sin pausas pero sin prisas, asido al jjuramento de Hipécrates devolviendo Ia salud a las gentes de su pueblo; escribiendo la Historia digna y verdadera de este jirén de la Patria; investigando y desarrollando jas formulas que precisaban el mejorador del suelo para garantizar mayores resultados en la cosecha, coordinando ta Junta Directiva de la Universidad de Sinaloa, la maxima institucién de educacién superior del noroeste mexicano; gobernando; su. temuio sin dobleces ni falsias, impulsando el desarrollo de las letras Evorenses; dictando cétedra e imponiendo estilo -, n0.podemos decir que estén muertos, ya que .trascendiendo los espacios y los tiempos, han impregnado con su esencia y con su mistica a otras. generaciones, transfundiendo en ellos, su ser, su pensamiento,-su espirit,. sus ideas, sus. convicciones, imponiendo inquietudes conyertidas en objetives que ahora, en los, nuevos tiempos yen manos de otros jévenes, sera posible aleanzar, construyendo.asi, poco a poco, la visién conéluyente que el hombre se llevé, cuando empezo a gozar del sueno eterno de ta vida, + Quienés tuvimos el privilegio de conocerte, tratarte y aceptar tus regaftos, que a fin de cuentas era una. manera de hacer presente tu amistad, nos felicitamos por la generosidad del destino que encamin6 ‘nuestros pasos a tu encuentro, ya que te llegamos a conocer como Mos Brechas integrante sin igual de este concierto de personajes sinaloenses, constructores de una grandeza que no logra ser bien entendida. Por eso no puedo decirte adiés, Doctor amigo, porque nunca te has ido, porque tu espiritu y esencia humana esté aqui, entre nosotros ¥y nosotros contigo, fundidos en un estrecho abrazo de amistad y ‘camaraderia que no conoce limite alguno porque no hay frontera que Jo una o lo separe Doctor amigo, estamos aqui, en tu pequefo mundo, acudiendo de todos los rincones del Estado, recorriendo caminos y P3rechas, fundidos en una manifestacién perfecta de los verbos que hacen realidad los ideales: viviendo y trabajando por la grandeza sinaloense. Asi como tii querias. ‘Asi como tii lo quieres. Hasta mafiana, Doctor. Hasta mafiana, amigo. 75 ‘Brechas, ORGANO DE DIFUSION CULTURAL DE LA REGION DEL EVORA, se edit6 en Nodox Impresiones, durante el mes de mayo de 1999. La edicién consta de 1,000 ejemplares. Culiacén Rosales, Sinaloa, Mayo de 1999. EL CRIMEN PERFECTO. Pon Bnnique Pena Cutieare uando Maurice regresé a casa después de los funerales de su abuela, su sonrisa de agradecimiento se colgo de aquel racimo de platanos resumante de icles y de penas.... por su obligada complicidad, EL PACTO Pox. — Ensiguo Peta Culisrres, 1 cacique erey6 pervibir en el guio del modesto San Isidro de Chilicote. la aceptacién de su mazorea de ‘oro a cambio de un septiembre térrido y canicular, sin brisas mafianeras, sin nubes y sin mariposas, que diesen al traste con el primer ensyo agrario que Te dejaba huerfano de tierra. Por eso, cuando el despegue del primer jilote se acompaiié del aguacero bienhechor y definitivo, al arrojar la ofrenda sobre la arroyaca, su voz enronquecida por la frustracién, golped en seco el portén de la vieja capilla y rebot6 para confundirse cafada abajo, con los iltimos ‘ruenos de la tormenta... ;Pinche santo rajén y zapatista!

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