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eg 0 ECS SUH ss DIRECCION DE EDUCACION INICIAL, DIRECTORA DE EDUCACION INICIAL Lic. Nora Leone AUTORES: CLAUDIA SOTO (DIRECCION DE EDUCACION INICIAL), NANCY MATEOS y ELISA CASTRO (DIRECCION NACIONAL DE POLITICAS SOCIOEDUCATIVAS) ‘COORDINACION AUTORAL: ANA M, MALAJOVICH, AGRADECEMOS LA COLABORACION FOTOGRAFICA DE: JAVIER RUBIO Y DE MARIA SOL RODRIGUEZ GAMALLO, RESPONSABLE DE LAS IMAGENES DEL JARDIN MONIGOTE (OLIVOS, PROVINCIA DE BUENOS AIRES), COORDINACION DE MATERIALES EDUCATIVOS: Gustavo Bombini RESPONSABLE DE PUBLICACIONES: Gonzalo Blanco DISENO Y DIAGRAMACION: Paula Salvatierra EDICION: Gabriela Nieri ‘© Ministerio de Educacién, 2014 Pizzurno 935, CABA Impreso en fa Argentina Hecho el depésito que marca la Ley 11.723, ne, Nora La vida en las instticiones. - 1@ ed. - Cludad Auténorna de Buenos Aires » Ministeio de Educacién de la Nacién, 2014 96 p.: i: 22x18 cm. - (Temas de 0 a 3 altos) ISBN 978-950-00-1019-1 1. Polticas de Educacion, 2, Educacién I CDD 372.21 ACTIVIDADES COTIDIANAS Comer, dormir e higienizar en la sala de los hebés y en las de los nifios de 1 y 2 afios Cada uno de estos momentos, que se despliega cotidianamente con los bebés/ nifios, entrama situaciones de ensefianza y aprendi os educadores clarificarin qué estan en narén cémo lo harén para brindar las maxi- s posibilidade: hogares. los pequefios y refiexic aliza en en didlogo con lo qu én afectiva y personal que entablan los adultos con los nifios rect re de un fa convertir los momentos de comer, dormir erdadera comunicacién par higienizarse en encuentros agradables, intimos y particulares. Comer en el jardin Come! mueve el d hecho nutricional y social, qu nclerra un alto valor afectivo y que pro: lesarrollo de aspectos personales y sociales de los pequefios. Al alimentar @ un niffo le ensefiamos: + Que es querido, protegido, nutrido. + Que es su derecho ser alimentado y cuidado. Que es reconocido en relacién u singularidad (su gusto alimentario), + Que adauiere una saludable conducta nutricional. icipa de p: + Que paulatinamente va adquiriendo autonomia. de comportamiento social “En relacién con la alimentacién los adultos ensefian: a recibir el biberén en un clima de contencién y afecto; mas adelante, a incorporar el semisdlido 33 y la variedad de sabores; a utilizar la cuchara y el vaso, etc, Siempre ge- nerando el clima de vinculacién afectiva y el despegue a situaciones mas auténomas, a la vez que se van transmitiendo modos sociales de usar la vaiilla, poner la mesa, servirse los alimentos, usar la senilleta, escuchar y conversar, ete.” (ME, 2013) Alimentar a un bebé El momento de la alimentacién, especialmente en los bebés, es un momento central de comunicacién con los otfos, es aqui donde posiblemente comenzara a far la mirada, @ balbucear los primeros sonidos, a sonreir como respuesta placentera y social. Es un momenta en el que el bebé se vincula con el adulto en une situacién social placentera, que enciera un hecho amoroso en sentido amplio. Al alimentar a un bebé en brazos, recibe junto al slimento, la calidez que ese adulto le comunica Sabemos que el cuerpo del adulto puede trasmitir calor, afecto, contencién y culdado; de alii la impontancia de dar en el regazo el biberén buscando la mirada del peauefio, y el race sensible de su piel A veces hablando con él, otras veces cantando para él. algunas otras diciendo una retahila* o realizando un juego de crianza 0 simplemente guardando un silencio cémplice con el pequefio. Las mamaderas serdn higienizadas evitando guardar en ellas leche sobrante ya que puede cultivar bacterias. El tamafio de la perforacién de la tetina serd la adecuada para permit la alirnentacién fluida evitando shagos y conforme a las necesidades que con el paso de los meses van teniendo los pequeftos. Es necesaria que el adulto esté en una silla cémada que le permita mantener su cuerpo plécido en actitud de entrega, y que el sonido del entorno y los requerimientos de los ottos pequefios estén contemplados para que pueda dedicarle el tiempo necesario Una tarea que es central como garante de la vida. En el caso que los familiares puedan hacerlo, es adecuado que sean ellos los que concurran a dar el alimento a su debé, sin por ello temer a las angustias de encuentros y separaciones, Por otra parte, la institucién propiciaré siempre -de ser posible~ que la ® Las retahilas son piezas poéticas con reiteracion alos folkiéricos {que se utilizan en juegos infantiles, muchos de 34 madre continue el amamantamiento, ya que sabemnos que es la forma ideal de vincu- y alimentar a un infante. Esto permite una respuesta inmunoldgica en los bebés, a la vez que propicia un encuentro vincular afectivo entre el pequefio y su madre. Es ideal que en las insttuciones haya un espacio intimo donde la mama podré amamantar 0 un femilar dar la mamadera, El tema de la alimentacién suele ser delicado por lo que resulta importante acompafiar, alentar a la madre a que amamante ya que siempre que lo haga seré valioso para su bebé y para ella misma, sin proponer exigencias que la madre no pueda asumir o la hagan sentirse culpable. Es importante comprender que los horarios en la alimentacién de bebés son variables, por lo que le insttucién orgahizaré con suma flexibilidad las respuestas a las demandas de los pequefios. Cuando el pediaira lo indique comenzara a recibir e! semisdlide y se habituard a aceptar la cuchara junto con una vatiedad de sabores y consistencias que el adulto se ocuparé de ensefiar a reconocer, nombrar y degustar. El vaso de pico, luego el de uso convencional junto con el resto de la vajlla, seran logros que los educadores se propondrén conversando can las familias y “escuchando” y propiciando las verdaderas posibllidades de los niffos. Es adectiado que al alimentar a dos 0 tres niftas en un mismo momento, si fuera necesario hacerlo, la ubicacién de los pequefios sea en semiciroulo, para que puedan verse mutuamente, generéndose asf un espacio social y relacional, El adulto educador a la vez que alimenta intenta generar una conversacién con las miradas y gestos. De mane- ra comunicativa usard el lenguaje hablando por el nifio y con los nifios, la conversacion estaré dirigida al bebé, buscando mostrarle el mundo de los alimentos, y conversando socialmente con él de temas de su conocimiento* evitando que los adultos conversen entre ellos dejando fuera del didlogo a los pequefios. Alimentar a nifios de 1 y 2 aiios El nifio de esta edad ya comienza a comer fa mayorla de los alimentos, acepta la cuchara y bebe en vaso de pico o convencional. Puede sentarse en una silla baja con apoyabrazos, para evitar caidas, y elimentarse sentado a una mesa @ su altura, con un "A modo de ejemplo, durante fa simentacién el adulto podré decir: iqué lindo, mama te puso ef pul ver rojo esta mafianal Se evitara siempre enunciar comentarios prejuicioses, sancionadores, no gratos, hacia la familia como por elemplo: hoy mamd no te pein”. 35 adulto sentado a su lado. En general, comenzaré a comer algunos alimentos por si mis- mo mientras el educador con una segunda cuchara, ite complementando el inicio de Una alimentacién a veces més auténoma (se comenzaré haciendo patticipar al niio en la ingesta de alimentos féciles de incorporar por si mismo). Se anticiparé, a las farrilas, que en este aprendizaje es factble que el nifio ensucie sus ropas con mayor frecuencia, Asimismo, el aduto retizard los restos de alimentos de las ropas preservando y ensefian- do a cuidarlas. Por oto lado, es recomendable el uso de baberos que a su vez serin higienizados y recambiados con frecuencia. Se permitifa a los pequefios, alimentarse y beber alternadamente, salvo indicacién contaria del pediatra o la tamilia El espacio relacional se cuidard para generar un encuentro social can los otros nifios. De ser posible, las mesas permitirdn verse unos a otros y 6! adulto elegird un lugar estra- sgico pare poder colaborar durante el momento de [a alimentacién. Hablar con los nifios es ideal en este momento de modo tal que se les comunique qué se esté haciendo, ingiriendo, esperando, etc. El adulto abre un espacio de comu- nicacién con los silencios de los niffos, con sus gestos, 0 con sus primeras palabras! frases. Es preciso acordar con las familias para ir tamando decisiones conjuntas vinculadas con la forma de alimentar a los nifios, segtin sus necesidades y caracterlsticas particu- lares. Asi la actitud en ambos contextos buscar ser semejante permitiendo al pequeio verdaderos aprendizejes y modalidades coherenttes. Amesida que los nifios puedan hacerlo, ser adecuado que colaboren en poner fa mesa (los manteles individuales, las servlletas, el pan, los vasos, etc.). De esta forma se inician en modos de comportamiento social ¢ irdn resolviendo con mayor autonomia y participacién algunas de las tareas cotidianas. Recordemos que es importante que la mesa esté preparada con una cierta estética, Como dijimos al comienzo, este es un momento importante en relaci6n con diferen- tes ensefianzas y aprendizajes que los adultos se proponen, para lo cual se organizan acciones, espacios, materiales y decisiones acordes con estos logras alcanzables. 5 Engalanar la mesa con flores, con manteles individuales con imagenes y colores seleccionados, con paneras, serviletas, etc. 36 Dormir en el jardin Dormir es un hecho necesario para la salud de todo ser humano y en especial para un bebé y un nifio peauefio, Le es necesario relajarse y teposar sintiendo calma y segu- ridad en el medio que lo cabija para reponer desgastes fisicos, Al hacer dormir @ un bebé sitio le ensefiamos: + Que es querido, orotegido, acompanado a relajarse. Que paulstinamente va adquiriendo autonomia relative (desde dormirse en brazos a dormir solo en su cuna / hamaca / colchoneta / cate) Que panticipa de pautas de comportemiento social (desde dormir varias veces en el dia, a dormir una siesta en la ormera hora de la tarde). A configr en los adultos que lo reconocen y dan respuesta a sus necesidades (tiempos, modalidad, necesidad, etc)® "Amado de ejemplo en relacién al dormir: los adultos educadores ensefian alos peque- ‘ios a relajarse y concilar el suefio en un clima de acompafiamiento afectivo que permite na lenta y paulatina autonomfa (en brazos, en las cunas, en colchonetas, respondiendo a una demenda individual y luego a dormir una siesta con horarios mas sociales)." (ME, 2013) Es conveniente que los educadores rellexionen en conjunto sobre el térrino “capricho’ ya que en algunos casos suele justiicar la no atencién de los infentes. En relacion al dormir, es necesario comprender empaticamnente qué requiere el pequefio para relalarse y dormir, e ir dando respuesta a su requerimiento para paulatinamente ir proponiendo actitudes de mayor autonomia (de dormir en brazos a hacerlo en sus cunas, cates 0 colchonetas). Dormir a un bebé Un bebé de unos pocos meses pasa la mayor parte del dia, y en ocasiones de la noche, comienda y durmienda, permaneciendo en viglia poco tiempo de la jomnada. Por lo tanto, estos momentos guardan una exttema importancia para su bienestar y su contacto con el munde social. * or ejemplo: ios adultos toman en cuenta al pequefio que llora, interpretan su lanto, tratan de darle respuesta en consonancia con lo que él necesita (estar en brazos, cambiar de posicién, estar acompa- fiado, ete). Se parte de la siguiente idea: un nfo que flora expresa algo de si yno debe ser interpretado ‘coma un “capricho” que no hay que tener en cuenta, 37 Para dormir a un bebé en el jardin es menester conocer cémo lo hacen en su casa y tespetar, si es posible y saludable? los rituales a que esté acostumbrado. Resulta importante, acunar, mecer, acariciar la piel del bebé con la mano del adult. a fin de transmitir la serenidad, el afecto, la temura, en una vinculacién que los una y comunique. La cancién de cuna suele ser una tradicion ancestral en variadas culturas, la letra y la melodia entretejen una cuna afectiva que invita al suefio y transite la maravilla de la voz cantada. Esta posibiidad es muy adecuada para recrearla en el jardin, recuperando los canios tradicionales de las familias, de la regién o de otras regiones. En la actualidad, la pediatria incica que para prevenir muertes subitas es adecuado dori boca arriba a los bebés; para hacerlo se consultaré las indicaciones del pediatra del pequefo ylo de la insttucién. En consonancia con la familia se propiciara, con el tiempo, que el pequetio duerma en su cuna y deje de hacerlo en brazos, a la vez que los periodos de vigila suelen pro- longarse y sélo tiene un “suefiito’ de media mefiana y otro de media tarde, para lograr mas adelante una Unica siesta. Claro que cada una de estas decisiones seré adecuada a cada uno en particular y se tomarén en cuentas miltiples necesidades particulares de cada nifio y su familia Recordemos también que un bebé no requiere domir durante el dia en oscuridad ni en pleno silencio, asi lo sefiala Dolté, especialisia en crianza infantil. En las instituciones que tuvieran horarios nocturnos se respetaré un ambiente en penumbra y silencioso, pero siempre con la presencia cuidadosa de un adulto. Dormir a un nifio de 1 y 2 afios Cuando los nifios tienen alrededor de un afio se los suele paser de la cuna a una col- choneta 0 catre, de esta forma se minimizen posibles caidas, se amplian los espacios de las sales, en consonancia con menores periodos de suefio que tienen a lo largo del dia, Recordemos que con los bebés de meses el sostén en brazos junto con el mecimiento y el canto ‘son situaciones de crianza que transmiten contencién, afecto, presencia de otro que esta para éf, un didlogo ténico necesario. 38 Es imponante cuidar la higiene de las colchonetas y del piso de la sala donde se apoyarén, resulta necesario colocar fundas individuales para cada una. Los catres permi- ten una mayor higiene, ya que no tocan el piso y al guardarlos no se apoyan unos sobre otros, como sucede con las colchonetas. A estas es factible quardarlas colgadas para evitar roces y mejorar las condiciones de higiene, Es posible ir haciendo e! pasaje de las cunas a colchonetas en pequefios subgrupes ya que el aprender a quedarse acostados es un hébito que hay que ensefiar y se adquiere con facilidad cuando los nifios tienen un horario acostumbrado de suefio y Se encuentran en un ambiente contenedor y conocido pare ellos. Ei momento de dormir respetard las costumbres sociales, pero no forzard z los nifios a permanecer un largo perfodo recostados sin dormir; suele suceder que no todos re- quieren un mismo momento para reposar (depende de la hora en que se acuesten y se levanten, los horarios que tenga su fernilia, los traslados que realicen en la jomada, etc.) Seré posible entonces oftecer algtin material que no produzca sonidos fueries ni impli- que desplazamientos para que el resto de los pequefios pueda descansar y el nifio que no duerme esté en actividad (leer, modelar, dibujar, jugar con mufiecos, etc.) Es importante generer un clima de arrullos y sonidos relajantes para inducir el suefto, es ideal que el aduito utlice su voz para entonar melodias y cantos tredicionales que petmitian la comunicacién con los nifios en una trama amorosa que los contenga al dormir. Pero tamibién es necesario respetar el momento en el que algunos nifios gustan cantarse a sf mismos emitiendo sonidos para entrar al suefio y a veces sumar la voz del aduito @ la de los nifios. A medida que se van desperiando, un sector de la sala puede estar preparado con materiales para invitar al juego luego de la siesta; a este lugar se iran dirigiendo los nifios que ya levantados y aseados, elven a la actividad. Es importante no prolongar excesivamente el periodo de suefio, ya que luego los nifios se dormirén muy tarde en sus hogares, pero tampoco es aconsejable despertar a nifios que evidencien estar muy cansados. A estas edades, es frecuente una siesta de dos horas y es neceserio un descanso adecuado a los requerimientos de cada pe- auefio, Estos temas deben ser conversados y acordados con las familias para mantener costumbres concordantes y adecuadas 2 sus posibilidades. Higienizarse en el jardin Higienizarse es una actividad en la que paulatinamente el bebé / nfo va partcipando con mayor grado de conciencia y autonomia. Son muchas las acciones con las que se vineula, Desde la telacién afectiva y social con el adulto educador, la vinculacién con al: gunos principios de higiene y puericultura que garantizan una adecuada sslud hasta algu- nas conducias que él pequefio tiene que poder realizar y practicar como son el vestirse, lavarse, peinarse, cepillarse los dientes , lograr el control voluntatio de sus esfinteres, etc. En felaci6n con la higiene enseamos a los pequerios: A participar de la cambiada de pafiales e ir anticipando los momentos de con- trol de estinteres (reconocer que esta limpio, que tiene pis. que hace caca ). + Autlizer la bacinilla y el inodoro. A lavarse las manos, cara y dientes. Avestise y desvestise. A peinarse y cuidar el aseo de sus ropas. A confiar en los adultos que comprenden y respetan las necesidades particu- lares y culdan su intimida. “En relaci6n con la higiene, les ensefian a vestirse y desvestirse, @ reconocer sus necesi- dades corporales, usar la bacinila y el inodoto, 2 lavarse las manos y su rosto, a peinarse y cuidar el aseo de la ropa, etc. Cada una de estas précticas se adecua a la edad de los nifios, a los logros alcanzados, teniendo en cuenta sus necesidades pariculaes y las practicas familiares a las que esté habituado” (ME, 2013). Higienizar a un behé Los bedés muy pequefios suelen evacuar luego de alimentarse y son higienizados varias veces en el dia. Es importante al cambiarlos, cuidar ciertas medidas de higiene y preservar situaciones vinculares. No se estipularan horarios fijos para ser cambiados, sino que se respetaran las demandas individuales. Al cambiar 2 un bebé, es adecuado ir veroalizando y anticinando las acciones que se van realizando, de forma tal de comunicarlas al pequerio haciéndalo participe de la 40 situacién, Se buscaré su mirada, se harén pequefios jueguitos con el lenguele (repetir gorgeos, laleos, del infante 0 proponer juegos sonoros}. El educador podra utlizar el momento del cambiado para acariciar, nombrar, jugar con las partes del cuerpo (la nariz, su boca, sus orejtas etc.) y la piel del bebé. Se podré cantar o decir poesias, jugar a aparecer y desaparecer 0 guardar silencio, comunicando la calidez del encuentro con solo mirarse. Siempre se respetaré un tiempo pausado para cambiar a un bebé ya que 8 un momento, como otros, de cercano encuento. Es imponante cuidar la piel de la cola del bebé manteniéndola con 6leo para evitar que se moje con las nuevas deposiciones, el aceite la mantiene untuosa de modo tal de evitar raspaduras. En casos de dermatitis se consultaré con la familia o el pediatra antes de colocar alguna crema adecuada. Es necesario acastumbrar al bebé a lavarse las manos, la cara, a ser peinado y cur dar que sus ropas estén secas y lo cubran. Estas tareas serdn realizadas por el adulto tratando en lo posible de comunicarle aquello que va a realizar o esté realizando, de esta manera le “explica’ las acciones en las que pariicina y le acerca el lenguaje en formatos Higienizar a un niiio de 1 y 2 afios A medida que el nifio va llegando al afio de edad, participa cada vez mas en la cam- biada, colabora con los movimientos para ser vestido, juega respondiendo a rituales que se entablan en el momento del cambiado, colabora en sostener el pafial, etc. Comprende y vetbalza si se hizo pis 0 caca, comprende si se trata de laver las ma- nos, la cata, de peinarse © ponerse lindo para salir a pasear, De ser posible es conve- niente ofrecerle un lavatorio con espejo a su altura para que comience, ayudado por el adulto, a lavarse por s{ mismo. Airededor de los dos afios, comenzaré a controlar esfinteres, el pafial permaneceré 's2¢0 Ln periodo prolongado, lo que indica que su veliga puede contener|a orina, este es el inicio del control. Conversando con la familia y acordando con ella se invitaré al nifio a retirar el pafial para sentarse en la bacinilla (pelela), se conversaré sobre la necesidad de hacer pis sin utilizar los pafiales y durante un tiempo tal vez sea necesario volver a colo- car el pafial, En caso de que haga pis en la bacinilla se felicitard por su logro y se seguird a utllizando el pafial hasta que el nifo, la familia y los adultos educadores comprendan que el pequefto se encuentra en camino de controlar sus esfinteres. Este logro deberd ser una decision especialmente tomada por la familia y el nifio, ya que es necesario sostenerla en el tiempo. Un tiempo después se utilizaré el inodoro que suele resutar un elemento que produce mayor temor en los pequefios. ‘Algunas condiciones para recordar: nunca se iniciara el control de esfintetes antes de los 2 afios, ya que se requiere la completa formacién de la mielinizacién del sistema neuroligico. Nunca es adecuado retar a un nifio que pierde el control y se moja, se comprende que son situaciones habituales en todo proceso de aprendizaje. No es ade- cuado nombrar a la caca como algo desegradable, ya que forma parte del nifio y debe comprenderlo como una parte de él mismo. Siempre se buscard preservar la intimidad del nifio sin exponerlo a la vista de otros 0 permitiéndole disponer de un lugar para hacer sus deposiciones que tenga una cierta prateccién (una cortina resulta segura y suliciente y evita peligros del uso de las puertas). Es as{ como el educador entrama a lo largo de la jomada una serie de experiencias de alimentacién, higiene y suefio que se alternan con otras de juego y actividades en donde se proponen situaciones que de forma sistemdtica e intencional tansmiten con- tenidos centrales que garantizan una educacién integral

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