You are on page 1of 176
Sue Johnson Abrazame fuerte ‘Tadeccin de Vitoris Simo Peles EDICIONES URANO Argentina - Chile - Colombia - Espaie Estados Unidos México ~Peré~ Uruguay - Venezucla Abrazame fuerte books4pocket “Tilo ong Hold Me Tight Cayeight © 2008 by Suse folason deta cratic: Vir Sind Pres pay 18 pal ~ 036 Borne A mis clientes ya mis compareros, que me han ayudedo See ‘entender el amor. Ami pareja John, ‘ya mis hijos Tim, Ema y Sara, ‘que me han enseado a sentirlo y a darlo. sf en bokpacka abitm12 IngresoporNowpin. SA eee Soot Andeeodels Burs Boron) eoomponin baalspocket, Sapa lop B05 02 cadigo 8 V5, aap Bowe SeLesi0s in dec Met te a fine Seger i rs yen deal Coben © 193 eked pesca Se ‘Wert (99) por Hanon Carve prac prio de Gre Presa. et ra no i ac in |au del copy ts nner eater ersoon fore manele a ementganerseamie res taeiry Pi cemclane afro exsvorl desi de deopans aerated Ingres Fata Frise in Sate Dance mew your beauty with a burning viain Dance me through the panie «ill ’m gathered safely in Life me like an olive branch and be my homeward dove Dance me tothe end of love Lconacd Cohen (acoso bailar hacta tu belleza conun violin en llomas Haan bailar a través del miedo hasta que pueda rfusiarme en él Séle paloma que me llevea casa como una tama deoltea Ayiddame a bailar hasta el final del amor) Indice Introducibn.... . PRIMERA PARTE Elamor visto bajo und eva hie Elamor:un enfoque revolucionito, pAdénde na ido a parar elamor? Cuando se produce el desencuentra. Capacidad de reascién emocionsl: el secreto del am SEGUNDA PARTE Siete comersaviones transformadoras (Conversadén 1, Resonover los adidlogos malditoss Conversacién 2, Mentificar los puntos facos. Conversadiin 3. Revivir los momentos articos.. Conversacién 4. Abrézame fuerte: compromiso y encuentro. Conversadén 5. Perdonar las ofensas Conversacin 6. Crear un vincula a través del sexo veel comacto B 8 7 7 15 153 Cenversecidn 7. Mantener vivo el amor... ‘TERCERA PARTE Elpoder de eabrazame fuerter La superacién de los traumas: poder del amor Laconexién definitiva: el amor como frontera final Agradecimicntos Giosatio, Bibliogratia 1 8 ws x29 337 Introduceién Siempre re han fascinado las relaciones humanas, Mi padre tenia un pub en Inglaterra, donde me cri, y pasé mucho tiempo obvervando ala gente: emo se conocia, charlaba, be- bia, presuevia btlab,fliveaba. Sin embargo, cuando era jor ven, me fiaba sobre todo en mis padres, Contemplaba impo= tente cémm destruian su matzimonia y a si mismos pese a «que, por loque yosabia, 9 amaban de vended: En su> chimes dies de vids, mi padre atin loraba la pérdida d= mi madre, sunque Ievaban separados mas de veint ios. ‘A consecuenci de todo el dolor que habia presencia en casa, juré que nunca me casaria. Saqué la conclusion de que el amor sondntico era une ilusion y una trampa Estaba me- jor sola, a mi aire. A pesar de todo, come suele pasar, un dia ime enamoré y me casé. Por mucho que me resist, el amor ‘acab6 por arrastrarme, {Qué era quella emocin tan misteriosa como poderosa {que habia destrozado a mis padres, habia complicado mi pro- pla vida y parecia ser la principal fuente tanto de dcha como de sultimienso pata fa mayoria de la gente? ;Habla en medio deequel aberinto un camino hacia el amo: duradero? EL gran interés que sentia por el sentimiento amoraso y Joe vineulos afectivor me Hous hasta la psicalogia. Durance ri formacién,estadié las descripciones que poets y centfi- cos hacian del amr: Di clases a nifostraumatizados por fal- tae afecto, Ayudé a muchos adultos quetrataban de superar cel fin de una reladn. Trabajé con familins cuyos miembros, aunque se querian, parecian incepaces tanto de vivir juntos como seperados. El amor seguiasiendo un gran misterio ‘Mis tarde, a punto de doctorarme en asesoramiento psi- cokégico por la Uriversidad de British Columbia en Vaneou ven empesé a trabajar con parcjes. Me hipnotiza en seguida Ia intensidad de aus disputas, emo hablaban de su relecidn cen términos de vida 0 muerte. Se me daba bien asesorara familias 0 a individuos aisle dos, pro le problemas de pareja me euperaban. Para colo, ni los libros que constantemente conaultaba nt los méto- dos que me habian ensefado meserviande mucko, Las pare jas que acadian a mi consulta #o tenian ningin interés en analizar au infanca; no querian set razonables ni aprender regociar ni, desde luego, estaban dispuestas a aprender téeni= casde discusion EL amor, por lo que parecia, era todo menos negociable. Es imposible pactarla compasin ola unin, porque lo que est fx juego no son cuestiones intelectuales sino reacciones emocionales. Al final decid que,de momento, me limitaris acompafiat a las parejas en su proceso y tataria de aprender omis posible sobre sus ritmmos emocionales y pautes decon- ducta, Enitetanta grahabe las sexiones las excachaba ana y otra ver, ‘Observando « los enamorades, cSme gritaban, se hacian reproches discutian 0 se bloqueaban, empesé a comprender aque las relaciones se van definiendo a partir de momentos cemocionales clave, tanto positives como negativos. Conayu- dia de mi director de tess, Los Greenberg, fui desarollando ‘una neva terapia de pareja based en esos instentes eros La denominamos Terapia Cenerada en las Emuciones, TCE, para sbreviar ‘Pusimos en marcha un proyecto de investigacin con va~ rias parejas divdidas en grupos, aplicando un procedinniento distin a cada uno. Con el primero, utlizamos una versin provisional de la TCE; con el segundo, una terapa cognitive, bnsadt en téenicas de negociacion y de comunicscién, 7, con cl tereto, ningie tratamiento en absolute. Lo» resuhados btenidos con el grupo de la TCE fueron excelente, sigifi- cativamenteé mejores que los dl grupo dela torapia cogniti~ vy que los del grupo de referencia, Las parejas diseatian smenoy, se sentian mas unidasy se declaraban mis satistechas desu celacin, Gracias e los buenos resultados de aquelestu- do, me promocionaron y logré-un puesto académico en la Universidad de Orawa, donde, con el paso de los aos, ii realizando inveszigaciones con todo tip de parejas tanto en sesiores de psicorerapia como en centros de educacin v hos- tales clnicos. Para mi sorpres, los resultados siempre eran mageitins ese «todo, yo seguis sin entender por qué las parejes que bbuscazan ayuda porecfan siempre inmersas en un drama ‘emocinal Si elamor er un laberinto, yo no scertabaa dar can el conteo. Tenia miles de preguntas ;De dénde procedia toda cquella fora que enfrentaba a muerte a an matrimo- rio? A qué venia tanto interés por arrancarle al otro una respuesta? {Por qué funcionaba la TCE y cémo. podiamos smejorarla? 1s ‘Un dia, charlando con un colega en un bare ipo de lugar donde empect a descubrir la impertancia de la eonexi6n, ex: perimenté una de eas epifanias de las que todos hemos oido hablar. Porfin, se hizo la luz. Mi eolega y yo discutiamos so- be la idea, muy difundide entre psioterapeutas.de que una relic sana de pareja es en el fondo, una transaccén. Bus= ‘. Es logico que, en momentos as, slicitemos dela pare ia conexidn emocional y la sensaciin de pertenencia que « mi ste rcpt pees iota neo Porotm parte, a cultura popular ensalza sistemticamen~ teel amor roméntico, Peliculas y series de television nos bombardean a dizrio con imégenes de parejas en pleno r0- ‘mane, como si fora la primera y dniafinalidad de tod re- laciin, Diarios, revistasy televisiones informan sin descanso dela dim conguista del actor o ia elebridad de rurno. Ana dic le exeeiaré que la maxima prioridad en Estados Unidos y Canad agin una oneuoita reciente, cea conseguir una rola cin de pareja satfactoria por dlante dl Saito inanchero 0 Ja realizacain profesional y personal Ante semejantesiuacion, parece vital entender qué es el ‘amor cime conseguirlo y hacerlo perduca. Por fortuna, des- de hace dos dézadhs ha empezado a emerger un enfogue re volucicnario que sbre nuevas y emocionsntes perspectivas al respecte, Por lin sabemos que el amor es la céspide de la evolu- ‘sien, el mis apremiante mecanismo de supervivencia de la ‘specie humana. ¥ no porque nes obligue a reproducimos, |Podemos apercames muy bien sin amor! Nos impulsa a crear vincalos emocionales con personas que legardn 2 ser nuestro resnto fimo de seguridad antelas tormentas dela vida. Elanor es un baluare disefado para protegernos de los alebajes exisfenciales y Por eso, la necesidad de vinculacién afeetiva —poder mi- rara alguien a los os y decitle«abrézame fuerte»— viene programada en lo genes y en el euerpo. Es tan bisica para la vida, la salud y Ie felicidad como la comida, el abrigo o el sexo, Para gozar de bienestar mental yfisico —para sobrevi- vir— necestamos relaciones de apego. Una nueva teoria sobre el apego Sinos poremos abuscar, descubrimos que los primeros indi- «ios tedricos sobre Ia verdadera naturaleza del amor s¢ ‘montan muy ateés. En 1760, un obispo espaol decia en una carta a sus superiares de Roma que los nis crinfs en orfa- natos, por bien cuidados y slimentados que estuvieran,ru- cls veces «morian de eisteza>.Alléporla década de 1930 y 1540, los huérfanos,privados de contacto isco y emocional, {allecan a pufados en las salas hospitalarias de Norteaméri- ca Los psiquiatrs ve dieton cuenta también de gue algunos nifos fisicamente sanos se volvian insensibles, apsiticase in- ‘copaces de relacionarse con loe dams. Ea 1937, David Levy, en un articulo del American Joumal of Psychiatry, atribuys dicha patclogia infantil ala eprivacién emocionaly. El analis- te estadounidense René Spitz, en 1940, acuiié el trmino «problemas de desarrollo» para hablar nifios aslades de sus padres y aquejados de tristezn ernie No obstante, basta la legada John Bowlby, un psiquiatra briténico,no supimos exactamente lo que estaba pasando, Os ser sincera: como psiosloga y como ser humano, i tuviera que dar un premio a la mejor formulacin teorica Jamas rea - liza, so entregaria John Bowlby sin dudarlo, por delin- te de Freud y de cualquier otro tesrico de tema. Atando ca- bos a partic de estadios e informe diversos, corsiguié for- ‘ular una teoria del apego coherente y ragistra Nacido en 1907, Bowlby, hijo de un baronet, fue erisdo, como era habitual entre Iaaristocraia de aqul ertonces, por nierasy amas de Ives. No se le permits sentarse a la mesa con sus padres hasta los docs aos y aun entonee s6lo alos posites, Estudié en un internado y después fue enviado al Trinity s¢ pfesenté para trabajar de voluntario en unas escuelas de lege de Cambridge, Su vida dio un vue cusnda planteamientos innovadores_ pars ios emocionalmente inadaptidos. Fundadas por vsionarios en la linea de AS. Nail, practcaban una pedagogia basada en el apoyo emocio- nalen lugar de la pica dsiphnaférrea Fascined por la experienc, Bowlby se matrcilé en me- Alcina y se especializ6 en psquiatia,estudos que requetian siete aii de psicoanslisis. Al parecer, su analista by encontnd un paciente particularmente diffi Infludo por mentores como Ronald Fairbsim, quien sostenia que Freud habia su~ bestimado la importancia dela relsionesinterpersonales oe rebelé contra el axioma de que los tastornos cliniss radica- bban en conflicts internos y fantasfas incanscientes Insisis| ‘en que los problemas eran externes en su mayoria y que su siz debia buscarse en las relaciones con personas de carne y hhueso, En la Child Guidance Clinics de Londres, donde trabajsba «on nifis probleméticos, empez6 a pensar que aquellos mu- chachos aban desarrollado estiategios tan pobres para afrontarsentimientos basicns a causa de las negligentes rela » cones conus padres. Més adelante en 1938, cuando inicé el trabajo dinico bajo la supervisién de la analista Melanie Klein, Bowlby tuvo que tratar a an muchacho hiperactivo. Y aunque saltaba aa vista que la madre del chico era nervioss enextremo, no sele permits hablar eonefl, por euanto s6l0 las proyescionesy fantasia del chico se consideraban digas de interés La experiencis le enfurecis tanto, que decd for rmular su propia eoria,segin ls cual, la calidad del vineulo con las personas que amamos y una desatencién emocional temprana definen el desertollo dela personalidad y loslazos aque establecemos con el esto del mand, En 1944, Bowlby publics su primer estudio sobre terapia Famili, Forty-four Juvenile Thieves [Cuarenta y cuatro la- drones juveniles] en el que deciaque sdetris de la miscara de indiferencia hay una desgracia inmensa y deteds dela aparen- te crueldad, desesperacin. Los j6venes pacientes de Bowlby. se habian aferrado a une idea como mecanisme de supervi- vencia: «Nunca me volver hever dai», y estaban atrapa- dos en la desesperacin y la rabis, Después de la Segunda Guerra Mundial la Organizacin ‘Mandial de la Salud le pidié a Bowlby que realzara un estu~ do sobre os mitos europeos que a cause del conficto, habian ‘qaedado huérfanos y sin hogar, Los resultados de la investi- {gAci6n confirmason sus teorias sobre e abandono emodional y sa eonvicciGn de que necesitamos el aro tanto como el alimento: Mientras llevaba a cabo us trabajos Bowlby 1 in- teres6 en las teorias de Charles Darwin sobre seleccin natu ral y legs ‘onstituye una magnifica estrategia, fruto de la evolucién, para favorecer los mecarismos de supervivencis, conclusién de quel apego a los mas allegados x Lo radical de sus teorias levanté furibundss protestas, tanto gue etuvieron a punto de expulsarlo de la Sociedad de Psicoandsis Britinica. Segiin la creencia més extendia, sila ‘madre u ctros miembros dela familia mimaban a un niio, havian ded un muchacho dependientey ala large edule toincompstente, A los nitos habia que crarlos « una distan- cia aséptia y racional, incluso si estaban tists o enfermos, En la époa de Bowlby, alos padres nose les permitia que- darse en ¢ hospital juntoa sus hijos tenian que dejaris allt y marcha. En 1951, Bowiby, junto con un joven rrabajador socal, Ja- mee Robetson, rod une pelicula titulada Una nia de dos arios va a hospital, en la que se veia a una pequena gitar aterrorizala al quedarse« solas con las enfermeras. Robert: son mostra pelicula Ia Royal Society of Medicine de Lan dres con be esperanza de que lox médtiros comprendieran el ‘estrés quepadece un nifo cuando se le separa desu familia, y la necesidad de carifo y consuelo que tiene en tales situa- clones, El ilme se consideré un fraude y extuve punto de prohibirse Todavia a mediados dela déceda de 1960, lo habi- tual era qe los padres no pudierin visar asus hijos en el hospital mis que una hora la semana Pero Burlby tenia que encontrar otre manera de demos- ‘rar al mundo aguello que él sabia en su fuero interno, Una ayadante del psiquiatra inglés, Mary Ainsworth, investigado- 1 eanadicase, dio con la soluciéa, 1de6 tn sernillo experi- ‘mento pars plasmar los cvstro comportanientos que, en opi- nién de ambos. demostraban los principios del apego: que Dbuscamas le cereania emocionaly fisica de as personas que nos «aidan; que los necesitamos cerca cuando nos seatimos nse a _gutosintranquilosotristes; que los echamos de menos cuan- do nos separamos de ellos y que nevesitamos eoaear con su apoyo cuando nosaventuramos a explora el mundo, El experimenta, denominado «la situacién extrafar, no sélo ha generado niles de estudios centifios sino que hee volucionado la pscologia del desarrollo. Un investigadorin= vit a una madre y a su hijo a entrar en una sal en la que nunca hanestado.Al cabo de un rato, la madre deja al nio a sola con el investigador, que lo eonsolar en caso necesaro, Transcurvdos tres minutes, la madre vuelve. La separacién y cl reoncuentra se epiten Cuando la madre se marcha, la mayer de rifios se in- teanguiliza; se mecen, llorn, tran los juguetes. Algunos sin embargo, demuestran mayor capicdad de adaptcién emo- conal que otros, = calman en seguda,restablecen el contac- rocon la madre en cuanto regresa y reanudan el juego dein imediato, comprobando de ven en cuando que sigue ahi Cuentan con que tendrén a su madre cerea si le necesitan Los nifios menos adaptable, en cambio. se ponen nervionss y responden con agresividad, odemuestran desapego y distan- ciaal regreso de la madre. Las madres de las primerossulen serafeceuosas y responsables; as de los segundos impredeci- bles; las de los teceros, frase indiferentes. Medante aque los sencillos experimentas sobre la separacion y el reen~ cuentro, Bowlby observ los mecanismos del amer en acciin y empez6 scodificar sus pautas La teoria del psiquiatea gané en repereisiin algunos aos después, cuando escribi6 una célebre trilogia sobre el apego, la separacion y la pérdida. Su colega Harry Harlow destaca- ria también la relevancia del lamado seonsuclo por conac= 2 tos, una teoria pars cuyeformulacién lew a cabo un estudio ‘con eras de momo separadas de Ia madveal nacet Deseubrié aque las cre aisladastenfan tanta necesidad de contacto que cuando 2e ks dabs a clegir entre una «madres de alambre que las alirentaba y otra de trapo que no, casi todas escogian la de trap A grandes raxgos, ls experimentos de Harlow dlemostraren el dai que hace un aislamiento temprano.Se- parades desus madres el primer aio de vida ris de prima- te lisicamente sana experimentaban graves difcultades al crecer es faltaban esteatenias para resolver problemas y no entendian as pautas socsles de los otros individuos Se de- prinian,desrzollaban compostamientosautodestructivos y nose apareaban La teora del apego, tan ridiclizad y desprediada en sus sos, aco por revolucionar los metodos de cianza estax dounidenses. (tac poco, durmiende jurwo a mi hijo que se recaperabn de uns opereién de apenditis, dabe gracias « John Bowl.) En atualidad, ye nadie iscute la necesdad que tonen ae nine de sesuridad, contacto yafeeto consian- tes; ignorada se paga caro, Elamor entre adultos EL psiquiatra briténico murié en 1990. No vivié para ver la segunda revolucién de su propuesta: la aplicacién de la teo- ria del apego al amor adulto, El propio Bowlby sostuvo ea su diaque losadultossienten la misma necesidad de seguridad y cariio que los nios. Observando a viuas de la Segunda Guerre Mundial, descubsié que seguian pautas de compares s rmiento parecidas las de los pequeiios sin hogar... y que la nnecesdad del otro era la tase también de las relaciones adul- tas Sin embargo, una ver més, la idea fue rechazada. Nadie pods creer que un cabalero inglés, onservadory reservado, hubiera resuelto el gran enigma. Ademés,penaabamos que ya habfamos descubierto todo lo que se podia saber: el amor no cra més que un sentimiento effmero,atraccin sexual disfra- za, el instinto bisi del que hablaba Freud un poco mequi- lado. tal vee un deseo inmadurn de atarse aotea persona. O i revado mip relacionady con dar que con necesita o recibir Fuera como fuese la teorfa del apego se dstanciaba,y atin Jo hace, de los presupuestos tanto sociales como pricoldgicoe decan otros, una eleccién moral, un sacrifcio desinte- sobre la madures predomrinantes en nuestra cultura: que ser adulto implica independencia y eutonomfa. La idea del gue- sero invulnerable que afronta ssolas los peligos de la vida sed may arraigada en naestra sociedad, Pensad sino en Ja~ mes Bone, el prototipo del héroe autosufciente, que sigue ‘riunfando después de curcro décadas. Los psicblogos utilizan palabras como sindiferenciedor, ccodependiente>, e induso «fusionado» para deseribir a las personas de- pendientes, incapaces sfrmarse & s{ mismas frente « los demés. Bowlby; por el contrario, decia que la «dependencia cofecivar, sr capes de buscar apeyo emocionel en los dems alo largo de todalla vida,es sintema y fuente deentereas. Las imvestigaciones sobre apego adult hoy dacumentadas empezaron a llevarse a cabo justo después de lk muerte de Bovslby. En una de elles, dss expertosenpsicologi social Phil Shaver y Cindy Hazan, que entonces trabajaban en la Uni- versided de Denver decidieron inerrogar a hombres y muje- ¥ res sobre sus relacones amorosas para averiguar si sus ree~ ionesy peatas conductuales se paecian alas de madre hijo. Con ese fi, redaciaron ur cuestionario qu se publicé en un petiddico bea, el Rocky Mountain News. En las respuestas, Ia gean mayor eca nocestar vineulacién emocional con su pareja y ssber que la tendria cerca si estaban preocupados. TIgvalment, afirmaba sentir inguietud ante Ta idea de sepa- ratse o distanciane de ella y encontrarse més segura en el ‘mundo cuando contaba con el apoyo de su ser amado, Losen- cuestados refsieron también a distintas formas de relacin enpareja, Cuando eonfiaban plenemente en el oto, ve acerea- ban y se rdacionaban con él sin problemas; en momentes de insegusil, los taicionaban los nervion se irrtaban, vata ban de manipularlo 0 evitaban todo tipo de contacto sedis- tarciaban. Exactamente lo mismo gue Bowlby y Ainswoeth descubrieron de las relaciones entre madie e hijo. Hazan y Shaver amplaron lt investigacién, y corrobo- saron tanto los resultados de la encuesta como las teories de Bowlby. Aquel trabajo provoed un aluvisn de investigacio~ nes, y ientos de estudios como comprobaréis alo largo del libro, confirmaron las intuiciones del priquiatea briténico sobre el aego adulto, Conclusién: Ja sensacion de perte- nencia es fundamental para disfrutar de relaciones amoro- sas postivasy proporciona un enorme aaudal de entereza a los individuos. Enre los hallazgos mas significativos esta Los siguientes + Cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos es ect cuande no nos molest la cercani ni nos income da depender de las personas que cmamos. nos cuesta 8 ‘menos pedir ayuda... y proporcionarla, En un estudio levado a cabo pore psieslogo Jef Simpsos, de la Uni- versidad de Minnesota, se pidié a echentay tres pare- jee que rellenaron un cuestionario sobre ou relacién y se quedaran experardo en tna sala. A las mujeres se les habia dicho que al cabo de unos instantesparticipartan en una actividad que soliainranauilizar al gente (la activided nose experifies), Las mujeres queen el cues- tionario habian dicho sentise seguras de su relacién amorosa hablaron ebiestamente de su inquietud y pi- dieron apoyo a sus parejas. En cambio, las que tendian a negar su necesidad de apego y evitaban ln intimidad se encerraron mas en si mismas, Las hombres respon. dioron asus parejasde dos maneras entre squellosque decten sentise comodos en la relacion, las muestrs de Apoyo ala pareja aumencaron: la tocaban, lesoneetan y Is animabas. Por el contrari, los que dean semiree incémodos con las necesidales de apego demostreban avin menos empatfa cuando sus parejas expeesahan 303 necesidades, menospreciaben Ia inguietud de ella, se comportaban con frialdad y as tocaban menos. Cuando disfrutamos de un vineulo seguro en pareja, superamos mejor el daio que un momentodado puede hhacernos y rescionamos con menes hostilidad cuando nos enfadamos, Llevando a cabo una serie de investize- ciones, Mario Mikulincer, dela Universidad Bar-llan de Israel, pregunt6 a los participantes qué grado de con- fianaa les inspraba su relacién y cimo gestonaban la ira en caso de confbeto. Al mismo tiempo, monitorizé Ja frecuencia cardiaca para medlir sus reasons ante dlistnas situaciones de posible conflito con sus pare jas Aquellos que se sentian unidos a étas y edmitian su dependenca dijeron sentir menos rabia y atrbuir tun gado inferior de malic siderban que expresaban el enfado de forma contola- da ye concentraban en objetivos postivos, com re- area, Asimismo,con- sole los problemas y récuperar Ix comuicacién. La unin segura eon la persone amada nos fortalece. Mesiante una serie de investigaciones, Mikulincer demostré que cuardo deserrollamos lazos iables nos comprendemos mejor @ nosotros mismosy nos gasta~ sos més, Al escoger, de entre toda una Lista, los adje~ tivor que mejor los descrbieran, los inéividuos que disfrutaban de un vinculo seguro cligieron rasgos po- sitios. Cuando se les pregunts por sus defectos re pondieron sin dudarlo que 1 se venta la altace de ss propioe idcaley, pero que’ iin ast estaban a gusto consigo mismo. Bilcincer también descubri6, al como Bowlby ha- bia gredicho, que las edultos vincalados con éxito son scuiososy estan mejor predispuestos al nueva in~ fortzacién. A éstos no los incomodabs la ambigiiedad y ddecindisfratar con las pregueitas que admitian mis de tuna respuesta, En uno de los ejericios, se les desribia cl comportamiento de ciert persona y se les pedia que valecaran sus rages positivos y negatives Los partici antes mejor vinculados sbsosbieron la informacin con faciidad y fueron ands ecudnimes. Por lo viso, la flexbilidad y la buena predisposiion a nuevas expe- riensae aumentan cuando noe contioos unidos y cal- ‘vo con otras personas. La curiasided se manifiesta ensi- tunciones de seguridad: la resistencia, cuando estamos en guardia ante una posible amenaza # Cuanto mis capaces somos de reeurrr a nuestra pare~ ja, més independientes nos sentimos Aunque esta idea desafis el credo de nuestra cultura sobre la autostfi- ciencia, la psiséloga Brooke Feeney, de la Universidad ‘Carnegie Mellon, en Pitsburg, la entrobord en un es- tudio realizado con 250 parejas. Los individuos cuyas parejas acepteban mejor sus necesidades demostraban mas confianaa en 31 propia capacdad para resolver problemas y tendian a aleanzar sus objetivas con ma~ yor frecuencia Pruebas en abundancia Laciencta, en todos sus campos, expresa con disfena claridad {que no'somos meros animales socials, sino que necesitamos, ‘un tipo especial de wineule con los demas, ighorar esta res- lided s6lo puede perjudicarnos. Desde hace tiempos histo riadores han observado que la unidad de supervirencia en la Segunda Guerra Mundial er el yu, no el individu aislado. ‘También stbemos desde hace tiempo que los casados viven _més que ls solteros Vinculerse los dems beneficia Ia salad en todos aus a pectos: meatal, emocional y fico Louise Havkley del Cen- tro paral Neurociencia Cognitiva y Socal dea Universidad ‘de Chicago estima que Ia soledad sumenta la presin arterial hasta el punto de duplicarel riesgo de-ataque al corazén y de 8 ‘embolia. H socidlogo James House, de la Universidad de Mi- chigan, he declarado que el sislamiento afectivo constituye tur enorme riesgo para la salud, mayor que fumaro tener la presién arerial alta, por macho que s6lonos adviertan & los dos ileimos. Quizés estos descubrimientos no sean més que Ia exprestn clinica de ua antiguo refrén: «Una pena entre dos es menos atroz». ‘Sin erbargo, la cuestin no termina en si dsfrutames 0 no de lazos afectivos; la edad de éstos también cuenta, por- due las réaciones negativas minan nuestra salud. En Cleve- land, jretigadores de Ta Universidad Case Western Reserve preguntaron a varios honbres cuyo historia inluia angina de pocho y presign arterial alta ci ss expoda calls demostinr- Jes afecto. Durante los siguientes cinco aiios, el ntimero de erisodiosde angina entrelos querespondieron con una nega~ ‘iva dobléb al de aquellos caya respuesia fue pestiva, El co- vaaén ferenino también se resiente. Las mujeres insatisfe- chas en st matrimonio y que suelen protagonizarepisodios hostles cn su pereja sufren més riesgo de pacecerpresién arterial ata y estrés hormonal que as que se declaran fliz~ mente cudas. Quo estudio descubris que las posbilidades de reeaa corre mujeres que habian sufrido un aague cardia~ ‘oe tripicaban si reinata la discordia en su mactimonio, En el ronéatico de supcrvivenca para in plzo de cuatro ais eas un parocardiacs congestivo, firma fim Coyne, psi célogo dela Universidad de Pennsylvania, ls armonta conyu- al del paciente es un factor tan fable como la gravedad de los sintomas y e! grado de deterioro. Los poetes de la anti- ailedad, cue hicieron del corazén un simbolo del amor, son- reirfan al saber gue los centifcos han aeabado por coneluir 3° {que la salud del corazén depende en gran medida de la fuer- za del caro. El malestar en una relacin perjudic los sistemas i nolégieo y hormonal ¢ incluso la eapacidad de cor tan experimento fescinant, Ia psicdloga Janice Kiecolt-Gla- ser. de la Universidad del Estado de Ohio. pis a varias pare- jasde rec casados que se enzarzaran en una dissusién, Duc rante las horas siguientes, les sacé muestras de sangre Descubeis que euanta ms hosilidad y desprecto expresaban, mayor erael nivel de hormonas de estrésy més se deprimia el sistema inmunoldgico. El efecto persstia durante veinti- ‘euotro hos, En un estudio aiin més sorprendente, wtiliz6 tuna bombs de vac para producir pequeftaslesiones en las manos de agunes voluntaiasy,acontinuacién, les pis que dliscutieran wn sus maridos. Cuanto més eruent era la pe- Jean tad a piel ex aa La cilia de nuesteasrelacos bigs en la salud mental y emocicnal. Nuestra sociedad, tan préspera en muchos aspecos, padece sin embargoxina aurén— igroear anGye Hee tice epidemia de angustia. El conflico la erties host in- crementan las duds sobre uno mismo y provocan sensacién de impotencia, cliscos desencadenantes de la depresién. Ne- estamos hasta tal punto la aprobacin de las persons que tenemos cerca, que, segin los investigadores, sl malestar conyugal multiplice por diez el riesgo de depresin! Hasta aqui las malas noticias. Pero también hay buenas. Cientosde estuios corroboran hoy da que las relaciones positivas yafectuosss protegen del estrésa la ver que aytdan a superar mejor los retos y traumas de Ia vida. Investigado- recieaeliesafirman que lis pareja unidas por una fuertoxo- lasiGn de apego afrontan mejor peligros tan pervurbadores ‘ano los ataques de mises Scud que otras peor averidas. Experimentan menos ansiedad y no padecen tantas secielas fisieas después den atague Elmers acto de dar la mano ala pareja puede ranqulizar 8 neurons en situaciones de eatrés, El puidlogo Jim (Coan, de a Universidad de Virginia, hizo un esciner cerebral de resonancia magnética une serie de mujeres, advirténdo- Jes que cuando se encendiese una luz. rojaen la maiquira tal ver redibssen una pequetia descarga eéctrica en el pie, 0 tel ver na Aquella informacion alters el centro de esteés del cerebro delas pacientes Sin embargo, czndo sus marids les tomaban i mano, registrban menos estrés. Y ewando se pro- ducia la descarga, experimentaban menos dolor El efeco se acviri sabre tad en las que disfrutaban de una relacin fe- liz, aquells cuya relacién puncusba mas alto en érminas de utafacci y que los investigadores denominagon «las su perparejas», El contacto con la persona amada acta, lteral- mente, como antidoto conten el miedo, e!estéa y el dolor Las personas que tenemos cerca, sfrma Coan, son los roguladeresocultoss de los prosesos coeporalesy de lis vi- das emocionales, Cuando el amor falla,sentimos dolor, En ee sentid, ln expresin ce- scbrales, ala ver gue bloguean las hormonas del estrés, como elcortisol Hemos resorrido un largo camino para somprender la fan- ci6n del anor y su imporancia. En 1939s mujeres otarga- baa al amor el quinco lugar en la jerarguia de factores que decerminaban su elecciGn de pareja. En 1990, este factor ha- bis ascendido al primer puesto entre las mujeres, y también entre los hombres. Los estudiantes universitarios afitman hay dia que su mixima expectatva respecto al matrimonio ela cestabilidad emocional, Elamor noes a guinda del pastel dela vida sino une ne- ‘cetidad bisic, tanto como el agua 0 cl oxigen Cuando lo comprendemos y lo aceptamos, ros cuesta menos desentra- far el origen de los problemas de relacin jAdéade ha ido a parar el amor? Cuando se produce el desencuentro «Nunes somos tan vulnerables come cuando amainos.» Sigmund Freud sho que pasa es que Sally no entiende de dinero» firs Jay. Es muy emoriva y le enesta confiar en mi. No deja que yo me haga argo.» Sally esalla: «Si, claro. El problema sey yo, camo de @stumtre. Como si risupieres administrate! Por tueulpa nos compramosaquel estiipido coche que tantoque- rias, Un coche que ni necesitamos ni nes podemos permitir De todas ‘onmasa tite de igual lo que yo opine: Para, yo no cuenta en absolutov. Choris 9 «cruel, rigido|y un padre negligentes, le acusa Jane, sLoynifion nesesitan cuidados, panbes? Reguicren aten clones, ademas de rdenes» Elmira hacia otro lado Habla en tono pausido de a importancia de la disiplina acusa aJane de no poner limites Siguen discutiendo, Al final ella se rapa Jacara con las menos y gime; «Ya no te conozco. Me pareces tun extrafiay. De nuevo, Chris apart la mirada ‘Nat y Carrie guardan un silencio obsecado hasta que Ca~ re se derrumba y cuenta llorando lo horrorizada y traicio- nda quela hace sentir le aventura de N it Este con ademan © agotado, se explica por enésima vez: «Te he dicho mil veces por qué sucedié. He sido sincero, jY, por Dios, pesé hace dos afos! Pertenece al pasado! zNo-es hora ya de que lo superes y me perdoncs?s «iT no tienes ni ides de lo que significa ser sincerol», le grta Casrie, Después, su tono baja hasta un susurto: «Yo no teimporo, no te afecta mi door. Sélo quie- es que tofo vuelraa ser como antes». Ela se eckaa Tora él cleva la mirada en el suelo, Siempre pragunto ales parejas ma bisica de su relacidn y qué solucién proporen. Ello se ‘consideren el proble- pinchan un poco primer y después empiezan a dar ideas Sally dice que Jy lo quiete controlar todo iene que apren der a ejerer el poder de forma més equitatva. Chris sugiere aque Jone y él tienen personaidides opuestas; es imposible ponerse de acuerdo en el modo de educat Tal ves un experto cn educa infant ls paieraayeale Nat eit eave dod que Carrceresta alg tipo de complejo. Ques sv sitaran @-un terapeuta sexual volverian a disrutar en la Estas parejas se esfuerzan al miximo por discerir los motives de su maestar pero estén obviando el micleo del problema. Sus razones, ditfan muchos terapeuas sé so la punta del iceberg, la parte tangible de wn gran rudo de fon- do. Emtonoes qué confico se oclta tras ess sintomas? Si consultécemos a ditintos experts, muchos coincidi- fan en que estas parejas estan atrapadas en luchas de poder muy destrctvaso en pautis de discustin negetivas, y que nccesitan aprender a negaciar y mejorar suis ténicas de co- smunicacién. Sin embarge, tampoc ellos habrienllegado mas alk de la eupertii “abria que seguir buceando para darcon el problema bis x todos eros matrimonios han perdido ol contacto emacio- ral. Yano se sienten seguros en su relacin. Tano las parejas coma losterapeute suelen obvtr que le mayoria de dicusio- resem el fondo no son sino protests de eparacén. Bao tan- to malesay, las dos personas estin dcendo (Puedo contar contigo, depender de si? /Estis disponible? Respondents cuando te necsite, vers cuando te ame? {Te importo? {Me valeras, meaceptas? Me nocesitas confias en m?La ina, tas critics las exigencies son en realidad lamadas de score aun ser querido, dstinedas a conmovero,a reuperar el acce- so emoconal « reestablecr la sensacisn de pertenenda El panico primigenio ln teort del apago nos enseria que Ia persona amada es nese ito refugio en la vida. Cuands se vuelve emocionalmente inaccesble, ns sentimos como abandonados ala intemperie, solos eindefensos. Nos asaltan todo tipo de emociones nego- tivas: ire tristeza, dolor y,por encima ée todo, miedo, una re- accién Iigia si tenemos en cuenta que el miado es nuestro sistema de alarma: se dspara cuando la supervivencia esta smenazida, Perder el contacto afectiv altera nuestra senisa~ cin de weguridad. En laamigdalao «centro de! miedo, como la denomin6 el neurocentificy Joseph LeDoux, del Centro para la Investigacin Neuronal de la Universidad de Nueva, ‘York, stenan les stems, Esta zona en forma de almends si- tuada en el cerebro medio desencadena una resecién automs- rica. Nopensamos; sontimos y actuamos En una discusién de pareja tos sentimos miedo en al- guna medida, No obstante, i el vineulo es seguro s6lo expe- Himentamos una angustia momentinea. Cuando somprende- mos que le amenaza no es real, o que nuestra pareja nos tranquilizard st se lo pedimos, el miedo se disipa con facia. En cambio, si estamos tnidos al otro por un lara frigil 0 no muy fuerte nos insada lo que of neurocieotico Jack Paks sep de la Universidad del Estado de Washington, denomina 1 epinico primigetion. Enese caso, reaecionamos de dos for- mas dstintas:o bien eon exgencss en ua intento de artan= Findonos. en min- tento por protegernos. Sea cual sa la forma de expresso, com esas resciones estames diciendo: John Gottman, de la Universidad de Washington, en Seattle, a desciierto que las parejas que se instalan en ‘ste patién de comportamiento al principio del matrimonio tienen més de un 80 por ciento de probabilidades de divor- siarse en un plazo de catro.o énco aos, ‘Tomemos como ejemplo a una pareja. fim y Carol diseu~ ten desde hace un tiempo porque él lege tarde cuando que- a ddan. In una sesién, Carol ataca a Jim por su slim fal llegar a tiempo a la sesin de cine. «gCémo es posible que siempre legues tarde? le increpa, «Te da igual que haya- ‘mos quedado, que yo estéesperando y que siempre me dejes colgada?s jim eontesta con frialdad: «No pude llegar antes Peto si vas a empezar a fistidiarme otra vez con es0, quiz deberiamos interrumpitlasesidn y volver a casa», Carol es- pponde enumerando todas las veces que Jim ha llegado tarde, empieza a defenderse, pero renuncia enseguide opta por dl slencio, En esta dispute interminable, jim y Carol se quedan ata- padosen el contenido, ;Cusndo fur la tlsima vee que Jimle- 156 terde? La semana paaida.o hace meses? Tratan de inli- nar la balanza a su favor en el reato de lo que xen verdad Carol niega con la cabe- 2a; «Si nl sigulera podemos habias,ge6mo vamos a tener relaciones?s Qué etd pasando? La pats etaque-evasion» con Ta que Carol y imabordan la cuestindelaimpurtualidad ha inva~ ido otros dos tems: «no hablamessy an tenemos relaion nes sexualess.Estin atrapados en un bul expantoso, en el quel reaccin negativa de uno genershestilidad en el oto. ‘Cuanto més cilpe Carol aJim, mis se afla dt, ycuantomas se distancia 4, nie virulentor se vucluen los aaques de eu esposa Al fil, es movivos de lapel son lo de menos, Cuando {as parejas aleanzan este punto, el resentimiento, la descon- fianza y el desenauentro envenenan toda la relacin. El mini- imo desecnerd, le menor divergencia se toma per el lado ne- satvo. Una palabra inocent es considerada una smenazs. Un aco ambiguo se interpreta de Ia peor manera posible, Censu~ midos por terbles miedos y dudas, est siempre en gueedia, 22a defersiva, Por mucho que lo intenten, no consiguen en tenderee. El title de une famose canciin de Cherry Bombs define perfecumente la sensacign de ftn:. Quiza porque por su sangre circula més oxtocina, la hormona del amor las rngjeres buscan apoyo en otras personas cuando d vineulo de pareja se resiente, Segiin un famoso estudio realizado por Ted Huston, de la Universided de Texas, los problemas matrimoniales no sede- ben un ixcremento en los niveles de conflico, sno a ladis- we rminuciéndel carifo y dela respuesta afectiva. En ese senti- de, la ausencia de reaccin emocional y no lacantdad de dis- cusiones constituiré el mejor indicador de las posbilidades de rupture matrimonial en un plazo de cinco aios. El fraca- so de un matrimonio empieza con una disminucién pregre- siva de comunicacin y respuesta afectiva, El conflictoapa- rece mas ard ‘Alenamorarnos,caminamos juntos por la cuerda foja. Si seplan los vientos de la dada y nos afetramos con Fuerza el uno al oto 0 nos separamos de golpe para salvaguardamos, Ja cuerda se balancearé eon mis fuerza y es posible que per- damos elquilibro, Para seguiren lo alto, deberos sincconi- Zar los muvimnientos reepondiendo a las emociene del otro. ‘Cuando sneonizamos, nos hacemos de contrapeso el uno al ‘otto: estaros en squilibrio emacional Capacidad de reaccién emocional: cel secreto del amor eterno ‘El corazin se marchita cunndo ‘tro eorazén no responde.» Peal S. Buck Tim y Sanh acuden a mi consulta. Tim no entiende bien qué hace all. Sto aate, dice, que Sanh y él han tenide une dis cusién terible. Ela lo acuea de haberlaignorado.en una fice tay lo amenaza con levarse alos niios ise a vivir con st hermana. £1 no lo comprende. EI matrimonio funciona, Sa- ra tiene una acétud sinmaduray y «pide demasiados. No sabe cuanto lo presionan en su tabajo y pretende que todo seu siempre «coser y cantar». Tim se da media vuelta y mira por la ventana con expresién de estar pensando: «2Qué le voy a hacer sino quiere entrar en raz6n?> ‘La queja de Ti soca 2 Sarah de su mutismo desesperado. Afirma, con acrited, que Tim no es tan intligente como cree. Enrealidad le dice quees can eretino sin singunacapacidadde ‘omunicacén». continuacin,abramada por tristeza, mur _mura en wz tan bj que apenas la oigo que Time «frfo emo elhielo» yque laha dejo tirada cuando ella esiaba «agoni- 2zando». Jans deberia habersecasido com Se echa a Horse sr {Cémohan llegado a este punto? Sarch, pequetia, de pelo oscuro, y Tim, guapo y elegante, evan tres aos casedos Son dos profesionales de éxito que se conacieronen el taba jo, donde se compenetraban de maravilla Tienen una casa nueva y una hija de diecncho meses, para cuyo cuidado Sa- raha solitado una excedencia. Ahora s pasanel die diseu- tiendo, «Siempre me estis diciendo que lego tarde a casa y que trabajo demasiado>, dice Tim exssperado. «Pero trabajo para todos, zo no?» Serah murmura que ya no hay un «todos» que valga. . Pero cen cuanto ambos se descubrian victimes de la pauta y, al compartir sus emociones més profundas, se abrian al otto, el conflicts perdiavirulencia y se sentian mas unidos. Pare- cfa estuperdo. Ono? or lo visto, no. Jamie me dijo: «Nos llevamos mejor ydis- cutimos menos pero en el fondo, nada he cambido Si deja 1mos la terpia, vveremes a empezar. Lo sé». Otros me di- jernn lo mismo. ,Cudl ersel problema? Escuchando las gra- buaciones de las ditintassesiones advert que loo sertinien= a tos mis arraigados, como la tristeza el puro «terror», como Jo Hlamaba un cliente, no habjan desoparesido. El problema seguia shi. Emocién procede de la palabra latina emovere, mover. Decimos que las emosiones nos conmueven, nos sentimoe conmovidos cuando nuestros seres queridos revelan sus sen- timientos ocultos. Para volver sentirse unides, ambos _niernbros dela pareja debian dejar que sus emociones os emo- vierans a nuevas respuestas afectivas. Te acriegerse, s mostrar sus aspectos més vulherables, aquellos que aprendieron a ocultar mediante los «diilogos malditosy. ‘Vigue cuanto is expresaben el miedo a la pérdida ya la sole- dad, menos les costaba hablar de su deseo de conexida y cari. Las revelaciones de uno «mevian» al otro a teaccionar con ter que eprende: nuray-a2u vez lo ayudabana expresar ous propias necesdadce '¥ micdoss como doe perconas que, de rapente, 2¢ iran @ los ‘js desmudas pero confiadasy se aezean martamente Eran instantes sorprendentes y draméticos que modifice- ban por completo larelacién y ponian en marcha une espital positiva de amor y conexisn. Las parejas me decian que mo- rmentos asi les cambiaban la vida. No slo dejaban atrés os sdidlogos malditoss, sino que ingresaban en un nuevo tise de respueste afectiva, basada en la seguridad y la unin. A partir de ese moment, su historia de amor se trarsformaba ‘y polian decidir en un ambience de coopersién, eémoeuicar la relacion y salvaguardar la recién adquirda intiidad. No obstante, yo seguia sin eomprender dénde radicabs el pocer de aguellos instante Fascinada por mis hallargos, convenci ami diretor de te- ss, Les Greenberg, de que tometieamar al enfoqe, al que buticé con & nombre de Terapia Centrada en las Emociones TCE, a une investigacén. Now proponiamos comprobar 5 ciertasseiles emotivas podian modificar el vinculo entre la parcjs. Fl primer estudio corroboré todas mie expectativa la TCE nosélo ayudeba romper las pautes destructivas sino ue también aumentaba la intensidad del vinculo amoroso. Darante hs siguientes quince aiios, mis colegas y yo lle- ‘vamos a cabo ensayos con la TCE y descubrimos que més dl 85 por ciento de las parejas que acudian a la consuka expee- rmentaba cambios significatvos en su relacién. La mejor ademis, prdarebe en el tiempo, incluso entre parejas some- tidas a importantes factores de estrés, como la enfermedad croniea de un hijo, Descubrimos que la TCE funcisnaba con camioneros y abogados, con gays y heterosexuals, con pare- jas de muy dstinta> culturas con mujeres que © quejabac de un marido cinexpresivor 1 koudbies que protestabuur de wa cexpots egrufonas e eimposibles. A diferencia de otros enfo ques el nivel de malestar que expresaban en la primera con- sultan influia en elnivel de satistaccidn que decian sentra término de las sesiones, :Por qué? Queria averiguarlo, pero primero quedaban algunas cuestiones por adacar {De dence procedia aquel drama emoconal? Por qué ‘eran los «diilogos malditos» tan frecuentes y_ poderosos? {Por qué un solo instante deconexién trensformabe hasta tal ppunte la elacién? Aungue habia dado con un eamino por el que intemarme por territono extrsfo echaba en falta ura brdjula que me orientase. Habia visto renacer el amor entre parejas que estaban al borde del divorcioe incluso sbia fimo propiciar 7 drigir el movimiento, pero seguia sin conocer a eepuestaa aquellae pregunta a Los pequefios momentos acaban por definir toda una vida, tanto de las parejas como de los terapeutas¢ invesiga~ dbores en busca de respuestas. Un dia, un colege me plantes la pregunta: «Si las rlaciones amorosas no son tansacciones, le biisqueda de un beneficial minimo coste posible, qué son?» Enaquel momento me oi decira mi misma en tora in- diferente «Ah, pues vincilosafetivos. Nose puede negociar con el amor. Se trata de una reiccién emocionals. ¥ de re= pente, tna nueva perspectiva se abrié ante mi Volvia revisar mis cintas, prestando especial atencién a les necesidades los mielos que exprescbanlosclientes. Ob- servé aquellos instances clave de transformacién y compen At lo que estaba viendo: jvinculacién enocional! Por fin lo centendie. Ten te mis ojos ni mas ni menos gue la eapaci- dad de reaccin emocioral que Bowlby consideraba la base del amor, Cémo no me habia dado cuenta? Pues porque me babion enseiado que es ipo de azos firaliza can la infancia, No obstante Jo que levaba tanto tiempopresensiando no era sino la mismisima base del amor adulto Corti acasa bislo yempeeéatrabajaren las sesiones desde aguel enfoque. La tear del epogo respon las tres preguntas que tan to me habian atormentado, A grandes rasgos, entendi que: 1, Las emociones arvollaloras que se mumifestaban en las se- siones enn cuiauier cosa menos irraconales. En realidad, tenian muchisimo sentido, Las personas parecionluchar por su Vida porque estaban hacienda precisamente eo. La sensa~ ‘in de snledad y la posible ruptara del vinuloafectivo pro- ‘voean en el cerebro una reacicn de penica prmigento. La necesidadde vinailacién emocional con nuestros més allegs- dos se ha codificado en nuestros genes al largo de millones de afivsde evolucién. Las diversas parejas con problemas ta ‘ver Io expresen ce manera distinta, pero en el fondo siempre estin preguntanda lo mismo: «jEstards ahi si te necesito? {Te importo? Acudirés cuando te ame?» EL amor constitu yea mzjor garantie de supervivencia. Por eso, una repentina sensaciin de aislaniento, de desconexién emacional,sterra a eualquisr: Se hace nececisio restablecer el vinculo expre- sando lis propias necesdades para que el otro st sienta im: pula a reaccionar La conexiénafectivacon los més allega- dos es nusstra prioridad absoluia, por delante incluso det alimenio o el sexo, Por eso la problemstica morose surge siempre en torno la nevesiad de vineulo emocional,ele- ‘mento esencial para mantener el instinto de supervivencia. La conexisn afectva es fa inica segurided que nos oftece la narurakza 2. La ligica oculta tras episodios como bs «dislogos maldi- tor» habia que burcarla en ls extoviones nacides de la neee sidad de apego, Por fin eomprendia por qué aquellas pautas cran tan forvstentes y arrolladoras, Al sentir amenazada Ia seguricad del vinculo, la pareja adoptabs la modalidad «pe- leso-huyes. Se culpaban mutuamente ye ponian agresivos paa arrancar una reaccién al otro, la que fuera, 0s¢cerraban ¥ ingian que la atuacidn no les afectata. Sea cual faere el caso, ambos estin aterrorizados, slo que abordan el miedo demarera distinta. Por desgracia, una vez desencadenada la ai ins, los temores de ambos se confir~ rman y aumenta la sensacién de soledad. Leyes emocionales| tan antiguas como el tiempo dictan Tos pusos de este ritual y ia «ataque eva ninguna estrategia de tipo raconal va a cambiar, La mayo- fade reproches svelen ser protests dosesperadas por miedo ala seperaciin, quejasantela desconexidn. Por eso, slo seaca- lan si uno de los dos dael paso de sostener al cro, Ninn ‘otto gesto servrs y, si el encuentro no se produce, la dsc sin se prolongaréen el tiempo. El uno seguiré empefiado en provocar una reacdén afetiva en el otro y ést, al sentir que el amor ha fincasado se paraizaré, Lainmovlidad ante el petigro cesuina de ls reaeiones que tenemos bioligicamente incerpo- radas para afrontar la sensacin de impotenca 3, El éxito de la TCE se debia a que restablecia la seguridad del vinculo, Cuando la pave sinconiza en un maseo de con- fianza, ambos miembros dentifican la necesidad de apegp del otro, responden aon carta y forjan un lazo capa de superar lar diferenciag, lt ofensae y el paso del iempo. A parte de instantes asf se construyen las relaciones segurasen las que 1s preguna «jPuedo contar convigo?» recibe una respuesta afrmativa. En cuanto la pareja sbe cimo expresar sus nece sidades y acercarse mutuamente, las pruebas gue les depare Ja vida no hardin sino foralecer su amor No es de extraiar, pues, que tales momentos desemboquen en una nueva ding ‘mien, basada en laconexin y a confiansa, ni que los miem= bros de una parej tratada con TCE ganen aplomo como indi viduos. $i sabes que la persona amada esté disponible y acaliré cuando lallames,te sicntes ms seguro de ti misme, de tu vali el mundo intimida menos suando comprendes que no este solo ‘Teas el primer ensayo de la TCE, supe que habia encon- trado la maneta de guiar a una pareja porla ruta que lleva de « la desesperacin a la conexién, Ademds, al comprender que todo el drama giraba en torno al apego, supe que habia en- ‘ontrago también un mapa del sentimiento amoroso, y que podia glanear sistematicamente ln pasos que dar en el viaje hacia tipo espeial de vinculo amorosa Empecé a contemplarlas sesiones desde otra perspectva. ‘Viend als parejas hacersereproches o encerrars en si mis- sas, me parecia estar presencianco el mismisimo concepto de ansiedad de la separacin. Unos grtaban cada vez més ato para llemar a atencia de su pareja otros bajaban la voz has te un susurro, como si no quisieran perturbar Ia «paz». Las patejasinstaladasen un eislogo malditos hablaban sin éuda cl lenguaje del apego. Una accesiiad descoperade de reacin emotiva que desembocabs en reproches terror alrechazoy al abandeno, v que conduct al sishmvient: sobre aquellos an ddamios se sostentan lon interminales cenflicton A partir de centonces, me fue féel sintonizar con Jas emociones que se ‘manifestaban en las sesicnes. Comprendia la urgencia de las parejas, Cuando apliqué mi nuevo enfoque a le terapia,si- tuande emociones, necesidades ¢ interminable disputas en tus maccode apéyo y ayaando @ los componentes a recype- rar la conexi6n, las parejas notaron que Hegaban @ alguna parte. Me dijeron que por fin comprendien sus propios aahe- los inefables y sus miedos aparentemente irrcionsles, al tiempe que se sabian capaces de comunicarse con la persona mada de un modo del todo distinto. Expresarot su alivo al descubrirque no habfa nada raraen albergar aquellos deseos _yfemeres que oa eran sintoma de inmadurez. Ya no tenfan que ocaltaros nique negarlos. Por fin podiamos perfecionar la relacon de pareja mediante [a TCE; no s6lo tbamos por buen camino, habiamos encontrado el cuartel general. Pod os ir directs al ncleo del problema, Con el paso delos afios las investigaciones cientifcas sobre clapego alto han confirmado loque yo aprendi acompatian- do y observando a miles de pareja las conversaciones tipo que forjan el vinculo emocional, por lo que laconexiin segura ha dsjado de ser un misterio. Naestros estudios han demostrado que cuando manionen eta coiwereacione tipo, las parejae superan la angustia y construyes tn vioculo mis s6lid, Es muestra pretensgn compertrlas contig para que las aplinues atu propin relacin, Hasta ahora, este proceso siempre habia silo supervisado por profesionalesformados en TCE, perome parece un enfoque tan valioso y necesario que lo he simpifi- ‘ado para que ti lector 0 lectora, puedas uiizaro con faili- dad y consigas cambiar a mejor tu relacidn de pareja, ARC La base de la TCE son siete conrersaciones destinadas a fo- mentar an tipo especial de reacein emecional ezencial para tun amor duradem y que consta de tres partes principales: * Accssibilided: Puelo acerearme ati? Implica seguir siendo accesible incluso cuando tie nes dudas ote sientes inseguro. Requiere estar dispues- to a desentafar las propiss emodones para procurar que no nos arollen. Al hacerlo, puedes evitar la desco- nexién y sintonizar con lassefiales de auxilio que envia cu putea + Reactivided efective: ;Puedo confiar en que sabris re- sccionar con afecto? Signifiasintonizar con tu pareja y demostrare que sus emociones, sobre todo Ja necesidad de apego y a an- siedad de separacicn, hacen mellaen ti. Implca aceptar 1 dr proridad a laa sefiales emotivas que el otro envia y responder con muestras de proteccién y consuelo cuan- 0 lo necesita. La capacidad de reaciGn afectiva con- raueve emecionalmente y tranquiliza también en el ano fisic. Compeomiso: SE que me valoras y que estarés 2 mi lado? H diccionario define Las siete conversaciones de la TCE Volvamos a la historia de Sarah y Tim y vearos céimo fun ciona la TCE. Fdharemos un vistazo a las cuatro primeras convessaciones, que transformaron su relacin. Hacerlo asi te ayudaré a comprender los cambios que Sarah y Tim experi- mentaron y 2 wilizar ls segunda parte de este libro para fomentar dichas mejorss en tu propia relacién de pareja Como ellos, aprenderas ano prespicartepor la pendiente que e Teva ela carencia afectiva yal distanciamiento quedestruyen tantasrelacones: ain mas, dcscubriré la exquisite logica del amory el tipo de conversaciones que lo fomentan En la primera conversacin,resonocer ls adislogos mal- lite, animo a las parejas aideneificar qué dinéoncas per- judican su relacin, en qué momento exacto quedan atrapa- dos en ellas y cémw los movimiestos de cada cual retroali- mentan el enfrentamiento. Una vez que son eonscientes de dichos paso, les pido que exploren sus propios comentarios destructivos y averigiien qué tratan de desir en realidad. Las , Puedes contestar el cuestiona- ‘0 y reflexionar sobre tu relac6n a Solas © proponerle a tu pareja que lo contestéis por separado y discutéis despues las respuestas tal camo se describe al final del cuestionario, Desde tu punta de vista, tu pareja es accesible? 1. Mipargja me presta mucha stencion, ve 2. Me cuesta poco establecer contacto afectvo con mi pare VE 3. Mipareja me demuestra que para é/ella ‘yooy lo primero VE 4. No me santo solo/a ni excluide/a en ett reladn, VE 5. Paodo compartir mis mio profindos sentimentos con mi pareja. SE que éVella me escuchars VF Desde tu panto de vista, {tu parcja tiene capacidad de reaccién emocional? 1. Sinecesico contacto 0 consuelo, me lo da ve 2. Mi pare responde alas setiales de que necesito su apoyo, VE 3. Siento que puedo contar con mi parejacuando ‘itoy nervioso/e 0 me sictto insegurule VE 4. Aungue wos peleemos ono estemos de acuerdo, sf que soy importante para mi pareja y que encontrazemos el niodode volver a sentimoe unidos. VE 5. Sinecasito estar segurofa de que soy importante para mi pareja, me lo demuests. VE 7 {Estdis comprometidos emocionalmente? 1. Me siento muy cémodo/a ceca de mi pareje y conto en éVella ver 2 Puedocontiar en mi pareja en casi todos los aspecton ve 3, Confts en nuestro virco incluso cuando estamos separados ve 4, Sé quea ini pareja leimporean mi felicidad, mi dolor y mi miedo VE 5. Me-sento lo hastante cegurofa come para correrriesgor smocionalee con mi passa VE Si has sacado 7 puntos o mis, estés en el camino de crear tun vinedlo seguro y puedes utilizar ese libro para fortale- carlo, Silas sacado menos de 7 puntos, ha legsdo la hora de uslizar bos diflogos descritos en este libro para empezar a forjar unlazo afectivo con la persona amada.. Comprender el tipo de relaciin que existe entre ambos y cexpresar vuestras opiniones al respecto sete primer paso para crear el vinculo que ambos desedis y necesitiis La opi- niGn de t pareja sobre tu acesiilidad, capacdad de resecion erosional y grado de compromiso coincide con tu punto de vista exn la sensacin de seguridad que te irspra la rela- ‘in? Noolvides que tu pareja eeté hablando de lo segura y n conectada que se siente hoy por hoy, no de si eres més.0 me- nos perfeco/a como compafiero/a. Rodéis comentar por turnos las respuests que es han parecido més positvas eim- portantes, Lo mejores hablar cinco minutos eada uno. ‘Ahora, sos sentis comodos, tatad de explora qué eues- ‘ones han sussitado en vosotros enociones difcles de asu- sit Hacedlo, en ht medida de lo posible con el énimo de ayudaral otro a sintonizar con woestros sentimientos. Siz dejis arrastear por emoviones negativas, no serés capaces, asi que evitad las ctiticas 0 las ineriminaciones. Una vez amis o ideal seria que cada uno hablara unos cinco minu- Explorando los vinculos emocionales Quitd te sientan mf cdimudo/a rellexionando sobre aspestos generates en lugar de utilizar el cuestionaria. Puedes limitarte 4 reflexionar sobre lar pregantse que se Formulan « contincs: ino escribir las respuestes en un diario para meditaelas mis profundamente, Talvez quieras comentar tus respuestas con tu pareja en algin momento, + ga historia de Tim y Sarah tiene sentido para ti? Te result familie? {Qué parte te ha parecido més impor tante ye6imo a interpretas? + {Quémensajessobreel amor y el matrimonio te teans rmitieron tus padres? ,¥ tu comunidad? Le capacidad de acerarse yconfiaren los dems se consideraba en ta cava una cualidad y un recurso? + Antes de tw relaciin actual, jhas disfrutedo de rela cons afeetivas seguras con personas en as que con- fiabus a las que te sentias unido/a y @ quienes podias aculir en caso de necesidad? {Tienes presente una imagen de este tipo de relacién, un modelo que te ayule a construir tu relacién actual? Piensa en un episodio que retrate esta case de unin y coméntase- To atu parca. + Delujiste de tus telaciones anteriores que las perso ras amadas eran inaccesibles, que debias ester en guacdia y hacer todo lo posible yor que te presiaran atexcin y respondieran a tus demandas? pAprendis- te que depender de los demas entraiiaba peligro, que era mejor mantener las distancias, ser independiente ¥ evitar Ia intimidad? Las estrategias bisicas de su~ pervivenciaa menudo se desencadenan cuando la per sona que smamos esta distante oausente. {A que es tratgias recurriste en tus otras relaciones, con tus padres pongamos por case, cuandy las cesas empeza- bans ir mal? Alguna ver has sentida Is urgensia de saber que po- dias contar con la persona amada? Si no se-mostraba cowie, je6mo te sentste y qué aprendiste de ello? {1Céan0 lo afrontaste? 7H tenido eso alguna repercu- sinen tus rlaciones posteriores? Si te cuesta recursir los demas y confiar en ellos, acepar su ayuda cuando la necesitas, qué haces cuan- do la vida se pone dificil ot sientessolo/a? + Did cosas muy cncretasyespecificas que un compa ‘erola accesible, con capacidad de reaccin, seguro/a y ‘comprometido/a hara un dia cualquiera y cémo te ha- «© Enea relacin actual, eres capar de decile a tu pareja, co de hacerle notar que newesitas contacto y consuelo? {Te resulta Sci o dlfcil? Quizd pienses que se trata de sun signo de debilidad 0 tal vez te parezca demasiado arriesgado, Panta tus difiultades al respeceo en una scala del 1a 10, Una puntuacin muy ala signifcaria aque te cuesta mucho, Coméntalo con tu pareja ‘© Cuando te sientescislado/e 0 solola en tu actual relax cin zeres propensofaa porerte muy emotivo/a 0 inci- so nerviosola y presionas a tu parja para que reascio- ne? ,O tiendes masa corrarte en timismo/a para negar tu macesidad de conexin? ;Recuerdas si alguna vex te ha sicedido algo asi? «Piensa si on alguna ocasién uns pregunta del tipo sqpuedo contar contigo?» ha quedado flotando en el ite 0 a te has sentido mal discutiendo un asunto tri- vial. Coménealo con tu pareja. + {Sete ocurre algiin momento en que uno de los dos haya recurido al otro y la respuesta de éte 08 haya hecho sentir unidos yseguros enol erreno emacional? Coméntalocon tu pareja. Ahora que tienes una idea general de qué es el amor y «mo seceea ura dependencia positiva, los 1392 delos sgsien tes capitulos te ensefianén a forjer un vinculo profundo eon tupareja. Los primeros euato describen imo romper ls di rnamicas.negativas que provocan desconexién entre los miembros de Ie pareja, y cémo'sintonizar con el otto para a disirtarde una reactvidad emecional durader. Los ds si- anientes expican cdma mejorar la calidad del azo afoive mediante el perdén y la intended sexual. I ilkimo ensea a caidar dela relacén a dio. " SEGUNDA PARTE Siete conversaciones transformadoras Conversacién 1 Reconocer los «didlogos malditos» «El conflcto es pieferiblea la soledad.» Proverb irlandés En todos los casos la persona a la que amamos por encima de todo, aquella que nos hice volar a lo mas alto, es la misma que aze puede estrella contra el auc. Basta que mire hacia joo lade o haga un comentario casual No hay vinculo posi- ble si tel chipersensibilidads. Sila relacin de pareja es e:- table y segura, sabremos sfrontar esos momentos delcados. En realidad, los uilizaremos para fortalecer la unin, Pero si os sitimosinseguros y poco tenidos en cuenta, esos ins- tates prenden como ura chispa en un bosque reseco: arra~ san toda ia relaci. Asi han sido los primeros tres minutos de-una sesiin par ticularmente explosiva con Jim y Pam una pareja casada des- de hace tiempo caya relacin ha experimentado un grave de- terior, aunque ambos siguen apreciardo las buenas cuall- ddades del otro, En sesiones anteriores, Jim me habia dicho 4 el eabello dorado de Pam y ou ojos azules lo hipnotiza- ban; ella, 2 su vee, ha comentado @ menudo lo buen camp fiero que ess marido, ademas de un padre excelente yn a hombre atractivo. La sesién empieza con placer, Pam cuen- ta que Jim ella hun pasado una semana muy agradable jun- tos y que ha procurado respaldar més a su marido cuando el trabajo lo estresaba demasiado. También dice eusnto le gustaria que él le pidiera spoyo emaciona en los momentos ertticos. fim grue mira al cielo yse aparca de su esposa con sila y todo. uro queen aque memento, sent eémo tna ré- faga de oie gélido inundaba mi consulta. Pam exclama a voz en grito: A qué viene esa estipida actitud? Me he esforzado mucha mas que ti en solucionar nuestros problerus, engreido de mierda. Aqui estoy, ofre- Ciéndote apoyo, y tt te pones a dart aires de superioridad, como siempres. «Qué manera de despotrcarn le dispar Jim, Nunca se me ocurriia pedrte ayuda. No hay més que verte ahora. Te pondriasa echarme la bronca levas aos haciéndo- 1. Todo eve lio espor tu culpa.» Intentotranquilizarlos, pero gitan tanto que ai me oyen. ‘Se apaciguan al fin cuando les digo que mento mucho que est episodio se haya desencadenado justo cuando Pem trataba seer positivaycarfos, Elase cha allorarsé circa losojos y suepta, «Siempre nos pasalo mismo», dice Jims y tiene razén. Precisamente pore, estos momentos sonel punto de partida, denifca la pauraque se repite para emperar a cenrarseen el {juego més que en h pelotaconsttuye el principio del cambio. Recurrimos siempre alas mismas pautas —yo las latno didlogos malditos-— cuando consideramos amenazado el vineulo con la persona amada, «Quién tiene la culpa» es na dindmica imposible en la que inesiminacin muta coloca @ dos personas a miles de kildmetrs de distancia, mpidiendo cel wencuentro y ls creas de un recite seguro de intimi- a day omnfanca, nmersasen esa pauta la dos personas bilan aun metro de distancia, como Jim y Pam cuando empiezan a culparse mutuamente des problemas desu reladiin. Mechas parejas se instalan en esa dinsmica durante breves lapses, pero es dificil martenerla mucho tiempo. En la mayoria de los casos, «quign tiene la culpa» cede el paso a otra pata mis fe cuente y cristalizada, que los tebrios suclen denominer de catagus-evasidine 0 de setisa-defenzss Yo la Hm la pelea dela protestas porque a consider una renin més eta mente ura protesta contra la pérdida de seguridad necesaria en une relacién. La rercera dindmica es «evitacin-hudh> 0, como a veces la llamamosen la TCE, «retrada reiradav. Sue~ le aparecer cuando Ia apolca de la protesta» lleva un tiempo instalada en la elacin los miembros dela pareja se sienton tan imootentes que empiezan a guardarse para si sus emocio- res y nocsidades Con sp actitud distancada,tratan de evitar cl dolor y la desesperacién. Volviendo a ls metitora del bale sera camo si ambos hubiran renunciado ala danza y se hu- biesensentado. Ela dinmica mds peligrosa de das, Enalaiin momento dela telacién arporoza, tos caemos enna otra dinienia similar. kn cirtos cavos, ser un opi solio breve, aunque peligroso, en una relacién segura por lo demas En otros. cuando el vinculo es precario, se convierten cena norma y, al cabo de un tiempo, el menor ademén negs- tivo desencadena un wdilogo maldito». Al final, las pautas negativas se halen tan inataladas en la relaciGn y se mani- fiestan tan a menudo que destruyen el vinculo por completo yy saborean eualquier intento de reconcilacion ‘Sélo conocemos dos maneras de salvaguardar la unién ‘cuando nos sentimos inseguros o ignorads, Una forma es s cvitar el cempromiso: acalar las emociones, encerrarse en ‘uno mismo y negar Is necesidad de apoyo. Otta es prestar atencion ala angusta yesforzarsepor prewocar una reaeién onal otro. La estrtegia que adopiemos en los momentos de desco- nexién —exigir y hacer reproches 0 alejarnos y encerrarnos ‘en nosotros mismos— deyenderé en parte del temperamen- ‘0, pero sobre todo de las lecciones que ayamos aprendido en rlaciones fundamentals tanto del pasado como del pre- sente, Aderis, como cada relacién nos ensefia algo nuevo, no siempre adoptamos la misma. Podemos tender al proche en sunt relacién y ala evasin en Ia otra De no haber so por mi intervencion Jim y Pam hubic- ran ido sakando de un edislogo maldito> a otro. Hunditos, ‘agutados y desesperanzados habrian acabade por volver al calilogu» que wonocen mejor Seyutamneste aban com do que el tro no tiene areglo, jicio que habria enturbiado Fututos epsodios y habrfa minado la confianza mutua, Cada ‘vez que no atinamos a recuperar Ia conexidn, la relacién se dehilta. En esos casos, hay que empezar por rebajar laren sin. Jim y Pam proponen que yo defina el problema. Se r= fieren, claro, a atribuir la responsebilided al otro. El respiro dura slo teinta segundos; en seguida se lanzan de nuevo a ‘buscar . Didlogo maldito 1: Quién tiene la culpa Tete tipo de reacciin tiene como fnalidad la autoproteccén, pero desemboca en el atague mutuo, la acusacién 0 la ine *” ‘minacién. Aparece cuando nos seatimos heridos o vulnera- bles y crcemos haber perdido el control La seguridad emo~ ional desaparece. Cuando tenemes miedo, calquier arma es buena para protegerse y en eso coro recurvimosa proyectar ‘un haz de negativided sobre nuestra pareja para poder contem~ placa desde st peor angulo. La estrategia puede ser fruto de Ja ira o ane maniobra preventiva, El dillogo «quién tienela culpa podeia llamarse también has sido ts. Cuando estamos acorzalados y el panico nos atenaza. rendemosa quedeenos con lo evidente: veo y siento logue ti me hacesa mi, ne el efecra de mis actos en ti. Enlu= garde contemplarel conjanto de! baile, ros fjamos en wesa vvezque tl me has pisado».Al poco tiempo, la pauta funciona porsi sola ‘Cuando ui dindmica destcuctiva se a jnstalado en are Jaci ln esperamos a buses y secs instance cuanda sreemos verla venie algo que no hace sinocriatalizar~ Ta. Como die Pam: «Ya ni siquiera sé qué ve primero. Caan ‘do nota sti desprecio, yo ya tengo la pistola a punto. iA lo mejor arieto el grille y ni siquiera meha atacadol» Sies- tamos en guardia,atentos a cualquier sefal de peligro, ladi- némica se convierts en un calleén sin sala, Nucca estamos trenguilos.en compatia del orroy desde luego no hay cone xi6a ni sonfianza posible. La franje de posiblesrespuests se estreche y la relacon se va marchitando. Jim fo explica ast: «a no sé que pensarde esta elacién. 0 estoy bloqueado o muerto de rabia. Creo que he perdido el coniaeto con mis sentiientos. Mi mundo emosonal se ha ‘vuelto méspequeti, mas limitedo. Estoy demasiado ocupsdo protegindomes. Ela roaccibn tpiea de lo» hombres, Mur 3 chos, cuando les pregunto en las primeros sesiones: «7Qué ests sintiendo ahora al ver Horar a tu mujer?» se limitan a contestar: y quién tavo la culpa de que . Des- 16, creo que la ha acueado de ser le causa de todos los pro- blemas, verdad? Jin St como si le dijers: «No dejané que t acerques».Y dese pucs la degrade, Sur Y después de dar vuckas y vueltas scbre lo mismo, a= ban renunciando porque se sienten cada vez més derrotados vysolos, verdad? sa Jin Exact, Pero si estarios tan atrapados en est circulo, idl, bucle dinderica 0 como se lame, ebmno vamos a rom perlo? Esaes la euestidn. Por ejemplo, enel episodio que co- smontabano, yo no habia abiesto la boca, fue ella la que empens. Sur; [Argteo las cjas. Ese interrumpe] Bueno, en primer lugar es necesari identfiar el ciculo vieioso ex el que nos hhemos insalado y aceptar que acusar al otro slo sirve para separamos més. La tentacion de «ganar» y hacer que el otro admita su rtor es parte de la trampa. Después hay que tra- tar de romper Ia dindmica, como ahora, en ver de porerse cala vez més desagradable o andar en busca de prucbas en las imumerables versiones de los hechos. Si lo desean, potcén colaborar para detener al enemiga que se estd apnderanco de surelacir Jibs: [Mirando a su majer] Muy bien, pues, hoy por hoy, aviero porer fina mueetras ples, Fetamoe atrapados enn cfrculo vidoso. Si fuera una pelicula, la podrfamos tiealar: ‘ que he snr tcalado «quia stone calpa, Ja pola de la protect es mis sti, Uno de los ds exige, se quejade forma activa de la separacgn:el otto se ala, protestando pasivamente por la critica implica. Las parejas insaisfechas, que echan en feta sefiles de spego en el otro. menudo se quejan de cinterfe- rencias» ena comunicacicn o de une «tension constant. ‘Veamos cémo funcionalla poles de la protest Pregunto a Miay @ Ker, una joven pareja que a acudido a mi consulta: «Donde radiea el problema, en su opinion? Mehan dicko que se aman y que desean estar juntos, Levan scisafioseasados, ;Que les gustarft cambiar de su relacién?» Mia, pequefa ymorens, de mizada intense, vuelve la vis~ ta hacia su marido, Ken, ux hombye alto y guapo que guarda silencio, al parecer hipnotzado por la alfombra que tiene a los pies. Ells hace un mohi y suspira, Después me mira, e- 38 fala con tn gestoa su marido y sisea: «Ahi tiene el proble- ‘ma, lo tiene ahi delante, Nunca dice nads jy ya estoy herta! Susilenciome saca de mis casillas.Todo el peso dela relaion reeae en ini. Yo lo hago tado y més. Y si yo no...» Defa caer las manoscon un gesto de resigeaciGn. Ken deja escapar un suspiro y niraa la pared, Me gusta cuando la pola es ten fie cilde ideniticar, ‘Con sélo una imagen, conozco la posicidn de cada cul en Ia dindmic del conflicto. Mia aportea la puerta, protestendo por su seniacion de sislamiento, pero Ken la mantiene bien cerrada, Ela me cuenta que ha dejado a Ken dos veces, pero, ance ls siplicas de él decidi6 volver. fl dice no entender lo «qu pass sienteimpoterte. Al parecer ha acabado por pen sar que o Ken él tiene la calpa —euiza munca debiscasarse— otion el problems ze debe a que Mia y dl no acaban de enc jar Sea como s9a,no croe que sirva de mucho acudie a lace siones. Yahan probado otras terapis de pare Les pragunco si se pelean pero, por In que dice Ken, east nunca martienen lo que se dice una discasin. No estén ins taldos enla dindmica de «quign tiene la culpa, Sin embar- fg0,a veces cuando Mia amenaza con mercharse él se limita a contestar: «Estupendos. Al parecer en esos momentos se siente fatal. Ademés, dice, Mia trata de ser emi entrenadora personals. Al decilo, hace una mucca y sere. Pata lamayoria de parejas hay un episodio paradigms «o-un inblence que capts la naturaleza eencial de su vineu- lo,Si el episodio es positivo, lo resuerdan en losaniversarios ‘en los momentos sepeciales, Sie nogativo, le dan vuclas y ri vues para averiguar qué dice desu relaién, Ahora, Maa y Ker me cuentan un episodio importante: Ket: Me esfuerzo mucho yor complacerla, Quiero que se fe- lizconmigo, pero nolo consign, Ague dia, accedfa ir bllar ‘on ella porque le apeteda mucho, Pero cuando llegarnos, tolo se extrope. (Mux: Se esteopes porque no bailabas! Primero no querias salir la pista y cuando lo hicste te quedhste alliplantado. ‘Sue: ;Y qué hizo usted, Mia? Ma: Lo cog’ y lo ayudé a moverse Intentaba enseiarle | lar Kiss [Hacindo un gesto negative con la cabeza] En realidad reagachase y te pusste« moverme as plernas. Asi que me hace y sale la psa. ‘Mis: Si nolo hubiera hecho, td nite habrias moxido. Toda la telscidn es asi. Si yo no me acupe, no haces nada [Se vaclve hacia mi] No participa ‘Sur: Entonces, eso es lo que no funciona entre ustedes, y no séloen lista de bel, Usted se empefiaen hacer reaccionar a Ken y élse queda tan quito y slencioso que apenas sabe que estd hi. La pauta en la que estin instalades gles hace sentir desmoralizados ¢inseguros respect al otro? ‘Mux: Ya lo reo. Ni oigo fo que dee. Sempre esté marmu- rando, El otro dia intenté que hablara més dara y al final dei de hablarme. 100 Kan: Ya sé que a veces murmuro, Pero aque diate pusistea sitar justamente cuando tbames en coche por la autopista. Estoy al volante y td me estas pidiendo que hable cada vez sé alto! ‘SUE: Mia. es como si usted se hubiera eonvertido en la ins- tractora de baile, Le dice a Ken emo tiene que moverse, ‘émo dete hablarTal vee lo haga por miedo a que se dstan- ce tanto que el reencuentro se haga imposible. [Ella asien- tecon empatia ‘com ustedy cuando no es Espera que Ken se acerque y se comunique se sente muy solae intena hae carle reacionar: Sin embargo, lo vive como una presién, incluso como tne critica, Se siente inti] —n0 sabe hablar, no sabe bailar— y e aisa afin més, ers, East. Me bloyuco, No hago nada bien, Ni siguiera prueba mi mtanera de comer Sut: Clan, Y supongo que cuanto més Moqueado est usted, ims instracciones intenta darle Mia (Mia: Es que me siento tan frustrada que lo pincho, lo szuzo, Jc ompujo para que reaccione: Como se, uk: Bien vayamos por abi Use lo pincha, Ken se bloguea y + incapar de responder. {Se encierra en si mismo, Ken? {Asiente]Y cuanto mis se cieres usted, mas exlida se sien- te Mia y ngs lo sues, Es un ete que gira y gia ecb si ‘mismo ye ha apoderedo de a relaciGn. Qué le psa porla ca- bess, Ken cuando ae ebloqueas?

You might also like