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Se asienta en mitad del valle del Ebro, en la ribera media del Ebro, donde

desembocan los ríos Huerva y Gállego, los cuales también atraviesan la ciudad.

El Pilar y el Puente de Piedra sobre el Ebro en Zaragoza, hacia el año 1865


En la ribera y en el área urbana, el terreno es llano por lo general, sobre todo en
la parte norte de la ciudad asentada en la margen derecha de la desembocadura del
río Gállego, mientras que la sur tiene una inclinación más pronunciada conforme se
aleja del Ebro. La altura del río Ebro a su paso por Zaragoza es de 199 m s. n. m.,
aunque gran parte de la ciudad está por encima de los 210 m s.n.m. y los barrios
del sur como Torrero y La Paz, se encuentran a más de 250 m s.n.m. La ribera está
rodeada de escarpes, cornisas o cárcavas dando lugar a relieves abruptos, en
ocasiones con fuertes desniveles. En contraste altitudinal respecto al área
metropolitana, dentro del municipio, destacan la Plana de Muses, un segmento
meridional de los Montes de Castejón a 730 metros de altitud, y las Planas de María
por encima de los 600 m s.n.m., resultado de la dureza de sus materiales geológicos
a la erosión.

Los materiales que afloran en la ciudad y su entorno son fundamentalmente gravas,


arenas y arcillas producto de la propia sedimentación del Ebro durante el
Cuaternario, que se disponen en terrazas fluviales de varios metros de espesor
sobre las unidades de yesos y limos depositadas durante el Terciario. Estos
materiales se consideran evaporitas, al formarse por evaporación de las aguas en
extensas lagunas de una depresión endorreica que delimitaban las cordilleras
pirenaica, ibérica y costero catalana. Esta zona endorreica se abrió al
mediterráneo por la erosión remontante de uno o varios barrancos, precursores del
actual río Ebro.

La naturaleza salina de las evaporitas, unida a una pluviometría escasa y un fuerte


coeficiente de evaporación, han favorecido el desarrollo de una singular vegetación
esteparia en el entorno de Zaragoza, que constituye una rareza botánica y
paisajística a nivel europeo, si bien es poco valorada en general por sus
habitantes. El contraste entre este paisaje y la vegetación exuberante de los sotos
fluviales es uno de los atractivos de los descensos en piragua que pueden
realizarse aguas arriba y aguas abajo de la ciudad.

Los límites de término municipal son los siguientes:

Noroeste: Castejón de Valdejasa, Tauste, Torres de Berrellén, Sobradiel, Utebo, La


Joyosa, Alagón, y Pinseque Norte: Zuera, Villanueva de Gállego y San Mateo de
Gállego Noreste: Perdiguera
Oeste: Bárboles, Bardallur, La Muela Rosa de los vientos.svg Este: Villamayor
de Gállego, La Puebla de Alfindén, Pastriz, El Burgo de Ebro
Suroeste: La Muela Sur: María de Huerva, Cuarte de Huerva, Cadrete y Valmadrid
Sureste: Fuentes de Ebro, Mediana de Aragón
Clima

Climograma de Zaragoza. Datos del observatorio del aeropuerto


De acuerdo con la clasificación climática de Köppen, Zaragoza tiene un clima
semiárido frío (BSk), propio de la depresión del Ebro. Los inviernos son
ligeramente fríos, con mínimas medias alrededor de los 2 grados positivos, siendo
normales las heladas nocturnas (23 días de heladas de media al año), mientras que
las máximas suelen situarse alrededor de los 10 grados de media, aunque durante los
meses de diciembre y enero, debido a la inversión térmica durante situaciones
anticiclónicas y la posterior formación de nieblas, las temperaturas en general
pueden desplomarse, llegando a ser incluso más bajas que las zonas cercanas a
Zaragoza con más altitud donde hay sol; en estos eventos la amplitud térmica se
reduce drásticamente (en raras ocasiones, en este tipo de eventos, se han llegado a
registrar máximas negativas de hasta tres grados bajo cero, como en diciembre de
2001). Los veranos son calurosos, las máximas suelen superar a menudo los 30 °C
(aunque pueden estar por debajo de este valor especialmente si sopla el cierzo),
incluso pasan los 35 °C algunos días y ocasionalmente se ha llegado a superar
ligeramente la barrera de los 40 grados; mientras que las mínimas debido a la
continentalidad de Zaragoza suelen bajar de los 20 grados aunque a veces esta marca
se supere en eventos cálidos.

Las escasas lluvias se concentran en primavera, y en otoño en menor medida, con


unos 6 o 7 días de lluvia por mes; hay sequías prácticamente todos los veranos, con
solo 1 a 2 días de lluvia de media por mes, aunque en ocasiones en verano pueden
ocurrir fuertes tormentas, a veces incluso con granizo debido a la formación de
nubes convectivas por el calor, que hacen amainar un poco la sequía. En invierno
las precipitaciones también son bastantes escasas, tan solo un poco más comunes que
en verano, unos 4 días de lluvia por mes; esto provoca que, a pesar de las bajas
temperaturas (tampoco demasiado extremas), apenas nieve, alrededor de dos días por
invierno, y es aún más difícil que la nieve cuaje de manera considerable, esto
ocurre aproximadamente una vez cada tres años. El promedio anual de precipitación
es bastante escaso, de unos 315 mm, debido sobre todo por el efecto foehn o efecto
adiabático.

Las temperaturas más altas desde que existen registros históricos son los 44,5 °C
del 7 de julio de 2015; los 43,2 °C del 29 de junio de 2019; los 42,8 °C del 26 de
agosto de 2010 y los 42,6 °C del 17 de julio de 1978. Las más bajas son -15,2 °C,
registrada tanto el 1 como el 18 de enero de 1918, -14,9 °C, del 31 de diciembre de
1887, y -11,4 °C registrada el 5 de febrero de 1963. Las nevadas más importantes de
la historia reciente son la de febrero de 2005 (15 centímetros de nieve), febrero
de 2018 (6 centímetros de nieve) y enero de 2021 (20 centímetros de nieve)14151617
18 Zaragoza tiene de media solo 2,4 días de nieve al año, al hallarse situada a
poca altitud.19

Según la Agencia Estatal de Meteorología, la velocidad media del viento es de 19


km/h. El cierzo sopla con frecuencia durante el invierno y a comienzos de la
primavera.

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