Volaste muy alto

A Gladis Graciela Ortigoza de Rehnfeldt

Emprendiste el vuelo Luchadora y fuerte

volando muy alto
hasta el cielo azul
Y Dios bondadoso
te acogió en sus brazos
con mucha ternura
confiaste siempre
de pie ante el viento
las grandes tormentas
te dieron más fuerzas
para entregarte a Dios.

y lleno de amor

Débil y pequeña, aparentemente,
Tu vida fue un canto el grano sembrado
de amor y alabanza, con fe y devoción
de cruz y dolor, te dio nuevas fuerzas
tu fe siempre ardiente y brotó a raudales
transformó las cruces para ser de Dios.

en luces radiantes
Graciela querida
y en gran donación.

mi hermana del alma,
Amaste a los pobres humilde y sencilla,
y a los que sufrían tu vida entregada,
Estuviste a su lado es luz que ilumina
con mucho cariño y me lleva a Dios.

y gran compasión
Te has ido y te quedas,
Siempre disponible
la vida donada
para aliviarles
no se apaga nunca,
su cruz y dolor.

Te quedas en tus hijos
Tu amor a María y en todos nosotros,
te dio siempre fuerzas porque sigues viviendo
guió tu camino, ya en brazos de Dios.
tus noches obscuras
y encendió tu vida Tía Mary monja, stj
con la luz de Dios.
Asunción, 24 de septiembre de 2022
 Volaste muy alto
A Gladis Graciela Ortigoza de Rehnfeldt

Emprendiste el vuelo Luchadora y fuerte

volando muy alto
hasta el cielo azul
Y Dios bondadoso
te acogió en sus brazos
con mucha ternura
confiaste siempre
de pie ante el viento
las grandes tormentas
te dieron más fuerzas
para entregarte a Dios.

y lleno de amor

Débil y pequeña, aparentemente,
Tu vida fue un canto el grano sembrado
de amor y alabanza, con fe y devoción
de cruz y dolor, te dio nuevas fuerzas
tu fe siempre ardiente y brotó a raudales
transformó las cruces para ser de Dios.

en luces radiantes
Graciela querida
y en gran donación.

mi hermana del alma,
Amaste a los pobres humilde y sencilla,
y a los que sufrían tu vida entregada,
Estuviste a su lado es luz que ilumina
con mucho cariño y me lleva a Dios.

y gran compasión
Te has ido y te quedas,
Siempre disponible
la vida donada
para aliviarles
no se apaga nunca,
su cruz y dolor.

Te quedas en tus hijos
Tu amor a María y en todos nosotros,
te dio siempre fuerzas porque sigues viviendo
guió tu camino, ya en brazos de Dios.
tus noches obscuras
y encendió tu vida
María Beatriz Ortigoza Maffiodo, stj
con la luz de Dios.
Asunción, 24 de septiembre de 2022