La belleza de acuerdo a Aristóteles. Las formas de la belleza de acuerdo a Ari El arte como imitación de la naturaleza. Relación entre la verdad y la belleza. Relación entre el bien y la belleza. El mal y el vicio en la estética de acuerdo Relación entre la religión y la belleza. La estética como un valor de liberación o El valor metafísico de la estética.
stóteles (orden, simetría y precisión). a Aristóteles. de purificación. La belleza,según Aristóteles dota de resplandor El arte aspira a imitar la naturaleza. Su esencia consis La belleza no puede limitarse a expresar singularidad Hay en el artista una falta de sosiego que lo obliga a b Tales consideraciones nos llevan a indagar lógicamente Lo bello se mueve dentro de una esfera metafísica, al a la verdad. El brillo que ésta derrama en nuestro En la Poética apunta directamente a la precisión, que tiría en la imitación. El valor estético sobreviene a las es, movimientos actuales, lo pasajero momentáneo. S uscar lo Lo malo, vicioso e incompleto sólo pueden ingresar e qué relaciones puedan existir entre lo estético y lo religi Los valores estéticos ejercen una función purificadora igual que lo s sentidos, especialmente la vista, y en el entend enseña a huir por igual, "no menos de una pequeñez e cosas en cuanto éstas imitan con fidelidad. Naturalm u expresividad, bello imperecedero y eterno. El valor estético no consi n una creación artística como antítesis de sus contrari oso. Dios, para Aristóteles, es el fin máximo, el más perf en el individuó. la palabra usada por Aristóteles para ético y lo verdadero. El ser es el fundamento de estos imiento, por encima y más allá de las particulari ente que tal imitación no puede ser vulgar ni trivial. El para que trascienda el espacio y el tiempo, es necesar ste en una simple imitación, sino en una imitación que ecto de los seres, el supremo valores. Es como el sustentáculo último, que da vuelt xcesiva os, para, prestarles mayor indicar este dades y manifestaciones concretas. artista, el creador de belleza, es preciso que se remon io que sea impersonal. El artista debe olvidarse de su , por más perfecta que la supongamos, siempre apita ideal; por lo tanto, la belleza suprema, la máxima expres a ante nosotros y según sea que de un grandor desmesurado. En este pasaje, sin e realce o para ser condenados y apartados de la prácti efecto, significa limpieza, purificación. Puede entende te más allá de las contingencias y singularidades que contingencia temporal, para más arriba, hacia lo que es esencialmente ión del valor mbargo, parece ca. Los sentimientos y caracteres sólo participan en la rse en un doble la relación en que lo contemplemos, no dejará de hac achican el esplendor del original. Aconseja a los poet que Aristóteles ha querido solamente reflejar lo extern convertirse en espejo que refleje la verdad-belleza im inmóvil, aquello que es óptimo y está en acto purísim tragedia, por ejemplo, en estético. En estas cimas metafísicas, ética, verdad y bel sentido: como un instinto propio de la juventud que ga emos percibir as que tomen por modelo a los buenos pintores, quien perecedera y o. "Lo que parece cuanto son necesarios para el desarrollo de los hecho leza se encuentran sustanciadas en un acto purísimo. El la verdad, bondad y belleza. o del problema: es hacen a los hombres semejantes y, al mismo tiemp sta en violentas eterna. No confundamos tales afirmaciones con las d bello, afirma, es el objeto del apetito, y el primer objet bien jerarquizado, equivalente a la virtud y a lo justo, en No cabe, dentro de la filosofía aristotélica, ninguna de manifestar en qué medida las nociones de las matem o, los embellecen*. Estaba de acuerdo con los propós s o por depender emociones el exceso de fuerzas de que dispone; y, en e Platón: esta o de la voluntad cuanto es una sustancia, se confunde las apreciaciones subjetivas tan comunes en la actua áticas, ciencia suprema en el agudo intelectualismo a itos de Sófocles, quien decía: "Yo represento a los ho de ellos; es en los actos donde se aprecia si los homb segundo lugar, verdad no es algo subsistente más allá de lo que apar (apetito racional) es lo que es bello. Lo deseamos má res son o no felices y en ellos se nos aparecen tambié con Dios. La belleza sería tanto mayor, cuanto más se a lidad entre los que se ristotélico, ejercen su influencia mbres como deben ser, Eurípides como son". como una liberación característica de las personas av ece al alcance de s bien porque n sus cualidades morales. cercara a, dedican a investigaciones sobre lo estético. Es precis en las ciencias prácticas y en las meramente especul anzadas, descargo de excitaciones emotivas y no res los sentidos; es un concepto que nos formamos de lo nos parece bello, antes que nos parezca bello porque l este bien absoluto, a este ideal de los ideales. ueltas. amente el territorio del valor estético aquel en que es ativas, como lo s seres, despojándolos de todo lo que pueda impedir o deseamos..." mayor la relatividad. Existe hoy sería, al parecer de Aristóteles, la estética. Orden, sim el resplandor de su íntima una verdadera anarquía de opiniones. Muchos de los etría y precisión esencia. Refiriéndose al poeta, dice: "Debe hablar lo m que se han dedicado a esta clase de investigaciones, son la faz externa de algo que se encuentra adornado enos posible alejados de las corrientes tradicionales, terminan por y realzado. El en su propio nombre, pues en la medida en que lo hag establecer un nuevo sistema más o menos arte debe expresarse en tal forma y de acuerdo con la a ya deja de ser subjetivo. Quizá gran parte de la confusión depende, a s tres condiciones expuestas un imitador" *. La mimesis debe, pues, acercarnos al i unque no sea deal. éste el momento de dilucidar el tema, de no distinguir entre artistas y gozadores de arte, y de mezclar ciertas pasiones, en ocasiones de origen sensual, con las puras emociones del arte. Ya h emos visto cómo Aristóteles se remonta más allá de subjetividades y re latividades. Su filosofía es la filosofía del ser, y todos los demás conc eptos circulan a su alrededor. No llegó a tratar directamente lo bello o los valores estéticos. Pero siempre que, por acaso, se refiere a ell os, brilla esta idea: el resplandor de la verdad, de lo ideal.