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Universidad de Panamá

Centro regional Universitario de Colón


Facultad de Bellas Artes
Escuela de Artes Visuales

Asignatura:
Teoría, Mat. y Técnicas de la Escultura

Tema:
La Historia de la Escultura y sus más reconocidos
artistas

Profesora:
Cassem Zaldivar

Nombre:
Lourdes Lezcano

Cedula:
3-753-825

Fecha de Entrega:
13-9-2022
Historia de la Escultura

Hermes con el niño Dioniso, (Praxíteles, Siglo IV a.C., Grecia), la figura humana ha sido
un tema central y recurrente a lo largo de la historia de la escultura.

La historia de la escultura es muy variada e ilustra los cambios que sufrió esta
forma de arte según lo interpretaron distintas culturas y regiones, y
dependiendo del momento histórico. El arte de la escultura es una forma de
expresión artística vital que cubre el mundo. Desde las civilizaciones
prehistóricas y antiguas hasta la contemporánea, desde las manifestaciones
utilitarias y religiosas hasta la abstracción modernista y conceptuales de la
forma y el contenido, la escultura ha sido siempre un flujo continuo de
creatividad y diferencias superpuestas.
La escultura ha desempeñado un rol central en la devoción religiosa en
muchas culturas, y grandes esculturas han intentado expresar a lo largo de la
historia ideologías o tendencias políticas, religiosas o filosóficas. Las culturas
cuyas esculturas han sobrevivido en mayores cantidades incluyen las del
Mediterráneo antiguo, India y China, así como muchas en América del Sur y
África. El rechazo de Moisés del becerro de oro fue tal vez un acontecimiento
decisivo en la historia de la escultura, ya que el aniconismo (evitar mostrar
imágenes sagradas o de personas religiosamente relevantes) permaneció
restringido a los actuales judíos y religiones derivadas. En los comienzos de la
expansión del budismo y cristianismo, el aniconismo prevalecía en cuanto a
las esculturas. Sin embargo, en ambas religiones, se revirtió esta tendencia y la
escultura cobró importancia, principalmente en el budismo. El cristianismo
ortodoxo oriental nunca ha aceptado la escultura anicónica, y el islam ha
rechazado también en forma sistemática toda escultura figurativa. Varias
formas de protestantismo tampoco aprueban la escultura religiosa. Ha habido
bastante iconoclasismo por motivos religiosos desde el principio del
cristianismo hasta la destrucción de los Budas de Bāmiyān por parte de los
talibanes. Sin embargo, la figura de Buda continúa siendo un tema popular en
el arte escultórico, y esculturas de todo el mundo, lo representan
independientemente de su religión.

Escultura prehistórica

La "Venus de Willendorf", de hace unos 22.000 años es un ejemplo de una escultura


paleolítica tallada en roca.

El arte prehistórico se remonta al Paleolítico inferior, cuando el hombre


cortaba el sílex golpeando el mismo contra otra piedra. De esta manera se
conseguía el bifaz, una herramienta con punta y corte que utilizaban para
defenderse y para descuartizar y aprovechar la carne de los animales, hacia el
año 1800 aparece la primera representación de un bifaz, en una publicación
inglesa de la mano de John Frere. La mayoría de estatuillas de la edad de
piedra fueron hechas de marfil o piedra blanda, sin embargo, han sido
encontradas figuras de barro con forma humana y animal. Posteriormente
usaron el grabado, el relieve en piedra y en huesos de animales. Aparecen
representadas las primeras figuras humanas femeninas de piedra, que muestran
una gran exuberancia en una exaltación a la fertilidad; hay ejemplos de entre
27.000 y 32.000 años de antigüedad. Estas figuras se conocen con el nombre
genérico de «Venus», y entre todas las que nos han llegado cabe destacar la
Venus de Willendorf (24,000-22,000 aC) de la zona de Willendorf, la de
Brassempouy y la de Lespugue.
Vista frontal y lateral de la Venus de Brassempouy en marfil.

Durante la cultura Magdaleniense se utilizaron bastones y propulsores.


Durante el Paleolítico superior, los ejemplos más abundantes son tallas u
objetos grabados. Evolucionaron desde una fase más primitiva, con
decoraciones esquemáticas, hasta llegar a la representación de figuras de
animales que se adaptaban a la estructura del hueso. En el análisis de este tipo
de piezas realizado por Serguei A. Semenov se apreciaron incisiones
realizadas con cuchillos de sílex y con alguna especie de buril que permitía
hacer muescas, realizar determinados detalles y eliminar el material sobrante.
La arcilla también fue un material utilizado ya en la prehistoria. Se cree que el
descubrimiento del proceso de cocción y endurecimiento del barro fue casual,
probablemente durante el uso de algún utensilio de barro en contacto con el
fuego. Las primeras piezas escultóricas que se conocen proceden de Egipto,
China, India y Oriente Medio, lugares donde hacia el 4000 aC ya existían
hornos para fabricar objetos de barro.

El Centauro de Royos, pieza fundida a la cera perdida en talleres peloponésicos del siglo
VI a. C.
Más o menos por estas fechas se descubrió la fundición de los metales. Uno de
los avances más importantes en la historia de la escultura fue el poder trabajar
el metal -primero el bronce y después el hierro-, que sirvió para fabricar
herramientas más eficientes y, además, obtener un nuevo material para realizar
obras escultóricas. Las herramientas de metal permitieron mejorar la precisión
y reducir el tiempo en el proceso de elaboración de las tallas, tanto de madera
como de piedra. El trabajo realizado primero en arcilla y luego mediante
vaciado en bronce ya se conocía en las antiguas civilizaciones griegas y
romanas, y es el sistema que actualmente, en el siglo XXI, todavía se utiliza.
(Para más detalles véase el Fundición a la cera perdida).
A partir del siglo V aC, en el último período de la Edad del Hierro, los celtas
desarrollaron la cultura de La Tène, propagándose por toda Europa; la misma
representó una evolución del arte conseguido durante la cultura de Hallstatt.
En la decoración de todos sus objetos, espadas, escudos, broches y diademas,
representaron motivos de animales, plantas y figuras humanas. A partir del
siglo III aC acuñan las primeras monedas siguiendo los modelos helénicos, así
como obras figurativas como el "Dios de Bouray", realizado en chapa de cobre
repujada.

Escultura de la Mesopotamia

Escultura en roca de Gilgamesh, rey de Uruk hace 4600 años. Palacio de Sargon II
(Museo del Louvre).
En la Mesopotamia se desarrolló la civilización Sumeria. Para sus esculturas
recurrieron a un espectro amplio de materiales que incluyen el basalto, la
diorita o el alabastro. Utilizaron el cobre, el oro, la plata, las conchas, el
lapislázuli y una gran variedad de piedras preciosas para las esculturas de
mayor calidad y para las incrustaciones. La arcilla fue utilizada para modelar
jarrones y la terracota para esculturas de pequeñas dimensiones. La piedra era
generalmente rara en la escultura y debía importarse de otros lugares.
Las esculturas de los sumerios o del Imperio Acadio tenían generalmente ojos
grandes, con la mirada fija, y grandes barbas en el caso de los hombres.
Esculturas votivas de piedra de este tipo datadas en el 3100 a.C. incluyen la
Dama de Uruk. Otras piezas del 2700 a.C. fueron descubiertas en Tell Asmar.
Mientras que una serie de obras maestras han sido halladas en el Cementerio
real de Ur. Entre ellas se encuentra un arpa de madera con oro y mosaico
incrustado y una cabeza de un toro dorado con barba negra.

Escultura del Antiguo Egipto

Dinastía Ptolemaica.

La escultura en el Antiguo Egipto se practicaba desde el periodo Predinástico


con admirable perfección en estatuaria y bajorrelieves, conservándose millares
de objetos de una y otra clase labrados en madera, marfil, en bronce (a veces
dorado y con incrustaciones de oro y plata), en barro cocido y, sobre todo, en
piedra que para las estatuas suele ser de gran dureza
Los bajorrelieves egipcios se usan para inscripciones jeroglíficas,
representaciones de dioses y faraones, de la vida doméstica, de faenas
agrícolas o escenas de ultratumba y sobre todo para conmemorar las victorias
de los faraones.
Las estatuas representan por lo general divinidades mitológicas, faraones,
personajes importantes y a veces, personas sencillas ocupadas en quehaceres
domésticos, en cámaras sepulcrales. Sus dimensiones varían
considerablemente desde los grandes colosos de los templos de Abu Simbel
que miden casi veinte metros hasta las minúsculas figurillas de tan solo
algunos centímetros de longitud (generalmente, de barro cocido, barnizadas o
esmaltadas). Los relieves estaban policromados con la técnica de pintura al
temple. Se pueden contemplar en las vitrinas de diversos museos del mundo.
Se hallan con frecuencia en las tumbas egipcias de la época tebana unas
estatuillas semejantes a momias que representan para el difunto el oficio de
respondientes o ushebtis (así llamadas en el ritual funerario). Mientras que
otras de mayores dimensiones y de aspecto natural que también se colocaban
en las tumbas son auténticos retratos del difunto, los cuales, en opinión de los
egipcios servían como de sostén al Ka, especie de doble espiritual que
suponían sobrevivía al cuerpo del finado que sólo era la residencia del Ka.
Suponían los egipcios, además, que el espíritu del difunto se hallaría muy
conturbado y no podría lograr la resurrección si no se mantenía íntegra la
momia o su estatua, de lo que proviene el procurar que ésta fuese un fiel
retrato, idealizado en el caso de los faraones, y que las estatuas siempre se
representen lo más compactas posibles ya que si sobresaliesen los miembros
estos podrían desprenderse con el paso del tiempo y estas eran estatuas para la
eternidad. También destaca el poblar las cámaras sepulcrales de estatuillas,
pinturas y relieves que representasen variadas escenas de la vida doméstica,
utensilios, rebaños, faenas agrícolas e industriales, alimentos, ejércitos, etc.,
para recreo del espíritu de la momia.
Las pequeñas efigies de divinidades que se hallan en las sepulturas, desde el
Imperio Medio, y se introducían hasta en los vendajes de las momias, se
consideraban entes protectores que servían de conjuros o amuletos. Asimismo,
algunas esculturillas de marfil que representan animales sagrados como el
escarabajo, el ibis y otras figurillas mitológicas, las cuales suelen llevar algún
orificio que indica haber servido para collares y dijes suspendidos del cuello.
Las estatuas de faraones se disponen siempre erguidas, con el tronco recto, los
brazos pegados al cuerpo o apoyados sobre los muslos si estaban sentados.
Cuando se expresa la acción de andar, casi siempre avanzan el pie izquierdo.
Si la actitud de la estatua es la de sentada sobre el suelo (como ocurre
tratándose de la representación de escribas), se cruzan o juntan las piernas y se
añadía un papiro desplegado sobre ellas.
En todo caso se representa a los egipcios sin barbas y a los extranjeros con
ellas o con el tipo y costumbres del respectivo país de procedencia.

Escultura de Antigua Roma

Estatua de Trajano, emperador romano del 98 al 117 a. C.

La escultura en la Antigua Roma, al igual que la arquitectura, es original en el


espíritu de su finalidad, pero en ella pesan mucho las aportaciones formales
etruscas y griegas (helenísticas), siendo de hecho buena parte de la producción
escultórica romana copia de originales griegos.
Se conservan muchas esculturas romanas, hechas preferentemente en mármol
y en menor medida en bronce u otros materiales (marfil, etcétera), aunque
parte de ella están dañadas o rotas. Son frecuentes el retrato y el relieve
histórico narrativo, en los que los romanos fueron grandes creadores. Hay
también muchas esculturas de emperadores romanos.
La escultura romana clásica comenzó con el saqueo de Siracusa en el 212 a. C.
durante la Segunda Guerra Púnica con Cartago. Siracusa, un rico puesto
avanzado de la civilización griega en la isla de Sicilia, fue minuciosamente
saqueado y la mayoría de sus magníficas esculturas helenísticas fueron
llevadas a Roma, donde reemplazaron a las antiguas de estilo tradicional
etrusco. Los romanos admiraban el estilo helenístico, y finalmente talleres de
todo el mundo griego (especialmente de Asia Menor) proveyeron las estatuas
sin las que ninguna villa patricia estaba completa.
Los artistas griegos se establecieron en Roma después de que Grecia fuera
conquistada en el 146 a. C., y muchos de ellos empezaron a producir copias de
esculturas griegas, que eran populares en Roma. Esta escuela helenística
reprodujo los modelos de Praxíteles, de Lisipo y obras clásicas del siglo V a.
C. En esta escuela «Neoática de Roma» destacó entre otros el escultor
Pasiteles, originario de la Magna Grecia, aunque convertido en ciudadano
romano. Fue famosa la recopilación que hizo en un catálogo de las esculturas
más famosas del mundo. Como escultor se le atribuyen un Júpiter en oro y
marfil y numerosas obras en bronce.
Los retratos de esta época republicana, influidos por la plástica etrusca, son de
un penetrante realismo y dureza expresiva, aunque no exentos de un cierto
idealismo, destacando en este sentido los retratos de los emperadores Augusto
(que le retrataban como un hombre joven, a pesar de que era mayor) y
Pompeyo.
Durante la época del emperador Trajano, el arte de las provincias orientales
del imperio empezó a tener más influencia en la escultura romana.
Uno de los últimos ejemplos de la escultura romana a escala monumental es el
friso del Arco de Constantino.
Relieves
El relieve consistía en esculpir formas tridimensionales poco profundas sobre
superficies planas. Se usaban en trabajos arquitectónicos como columnas,
arcos y templos. Un ejemplo de este tipo de escultura sería el Ara Pacis (‘Altar
de la Paz’), construido en torno a 13–9 a. C. El Ara Pacis era un monumento a
la Pax Romana (‘Paz Romana’), 200 años de paz y prosperidad propiciados
por el emperador Augusto.
Otro ejemplo de escultura en relieve sería la Columna de Trajano, fechada en
torno a 106–133 y adornada con escenas de las batallas de Trajano en una
espiral continua que gira sobre la columna, así como la Columna de Marco
Aurelio, modelada a partir de la anterior.
Esculturas exentas
Entendiendo como tales las que no formaban parte de una construcción, como
estatuas y similares, fueron destruidas en su mayoría durante la invasión
bárbara o la reconstrucción cristiana. El mármol fue quemado para obtener cal
y el bronce fundido para otros propósitos (por ejemplo, munición). Un
ejemplo excepcional de una pieza que se ha conservado es la estatua ecuestre
de Marco Aurelio, fechada sobre 161–180. La leyenda cuenta que la
imponente conducta del emperador libró a la pieza de la destrucción. Aunque
realmente se libró de la destrucción a manos de los cristianos porque lo
confundieron con el emperador Constantino que fue quién convirtiéndose al
cristianismo, impuso esta religión como la oficial del Imperio. Las estatuas
solían situarse comúnmente en los templos, los baños públicos o el foro de la
ciudad (el centro social y comercial de la misma).
Retratos
Los retratos esculpidos solían ser bustos de romanos famosos. Los sujetos de
estas esculturas incluían varios patricios y especialmente emperadores,
múltiples copias de la cuales circulaban por todo el imperio. Los retratos
esculpidos romanos personificaban las virtudes cívicas y sentaron las bases
para los retratos públicos europeos y americanos modernos. Un ejemplo muy
conocido es el busto del emperador Constantino el Grande.

Escultura en el Renacimiento
Escultura del Renacimiento.

El Renacimiento se distingue por un interés renovado, en el siglo XV entre la


elite mercantil y gobernante del norte de Italia, por la literatura, arte clásico y
secular principalmente de Grecia y Egipto. Comienza así un proceso de
secularización, en el que la libertad de expresión va en aumento, con el
consiguiente impacto en las artes. Hay similitud de las esculturas de
destacados escultores italianos tales como Miguel Ángel, Donatello o
Verrocchio con las de la antigua Grecia, mientras que al norte de los Alpes se
destaca la obra de Tilman Riemenschneider. Esta influencia e inspiración
queda en evidencia por el uso de desnudos, bustos, erotismo y las poses
utilizadas. Donatello es generalmente mencionado como el primer maestro del
Renacimiento - destacándose por la gran complejidad que poseen sus relieves
donde utiliza una perspectiva profunda y el virtuosismo en todo el trabajo que
realiza. El Renacimiento termina a comienzos del siglo XVII, cuando la
escultura y el arte en general son nuevamente, puestos al servicio de la
difusión de la iglesia católica. Sin embargo, este período no dura mucho. La
Ilustración sienta las bases para comenzar el proceso de secularización durante
los siglos XVII, XVIII, XIX.
Las esculturas más famosas se llevaron a ciudades importantes. La más
reconocida es, tal vez, Florencia, al norte de Italia. Además, fue allí donde
comenzó todo el movimiento del Renacimiento. Ahora es conocida como la
cuna del arte y conocimientos renacentistas.
Algunas artes se desarrollan bastante en esta época, por ejemplo, la
arquitectura. Pasó por varias fases y transiciones, como la gótica, barroca,
románica, neoclásica. Otras se desarrollaron más que otras, como la música y
llegaron a ser un indicador de estatus social.

Escultura en Latinoamérica
Estela, producto de la cultura Maya.
Pueblos originarios

En Latinoamérica se desarrollaron tres grandes culturas en dos zonas. En


América central (península de Yucatán) y en Perú. Hubo otras culturas
menores en el resto de Latinoamérica, pero sin alcanzar la dimensión y
desarrollo de las que florecieron en Yucatán y Perú.
En América central estuvieron los Mayas y los Aztecas. En Perú, los Incas. En
ambas regiones, las primeras esculturas fueron realizadas en piedra, y más
tarde utilizando terracota y metales. Con su progreso en tecnología, exploraron
nuevos y diversos materiales. Los Incas lo hicieron, dada su abundancia en la
zona, con oro, igual que otras pequeñas culturas, como la Muisca. Los Mayas
y Aztecas son conocidos por sus estatuas y esculturas en relieve (bajo y alto) y
estelas.

Modernidad

El rapto de Europa, Fernando Botero, Medellín.

Entre los escultores contemporáneos se destacan la obra del colombiano


Fernando Botero, la argentina Lola Mora.

Escultura africana
Máscara en bronce del siglo XII de la cultura yoruba.

La escultura africana ha sido esencialmente de carácter religioso, del tipo


animismo y por tanto su veneración ha sido la creencia en espíritus de la
naturaleza y veneración a sus muertos, la muerte no supone su fin, sino que
vive en el reino de los espíritus. Esta creencia en la presencia de los espíritus
hace que se realicen rituales, donde las obras de arte hacen de médium. Estas
obras en general son máscaras, esculturas exentas antropomórficas u otros
objetos de culto. Los objetos de madera se realizaban a partir de un tronco o
rama de árbol con la técnica de la talla directa, es decir, de una pieza cilíndrica
que con herramientas primitivas iban rebajando y cortante.
También han utilizado la arcilla en Nigeria la cultura nok, cerca de 500 aC, la
piedra o el marfil. Por casi todo el continente se hacen máscaras, los «baga»
que ocupan la parte de Guinea usan una máscara con cabeza de cocodrilo y
largos cuernos rayadas. Hay máscaras recubiertas de una costra formada por
sangre seca, tierra y zumo de semillas trituradas, máscaras con una gran nariz
que se alarga hasta formar un pico; hay con adornos de petxinetes y cristales.
En Ife y Benín, los yorubas trabajaron la terracota y el bronce para sus reyes
desde el siglo XIII, en placas con relieves o en fines de tamaño natural. En
Costa de Marfil los baulé además de esculturas exentas y máscaras, cortaban
los dinteles de las puertas de sus casas con motivos geométricos.

Escultura de la India
Estatuilla del imperio Maurya en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.

La historia de la escultura india se inició hacia el 2500 aC en una zona a lo


largo de 1500 kilómetros sobre las cuencas de los ríos Ravi y Sutlej, donde
estaba establecida la cultura del valle del Indo. Sus principales poblaciones
fueron Harappa y Mohenjo-Daro, donde en excavaciones arqueológicas del
siglo XIX, se encontraron gran variedad de esculturas en terracota
representando figuras humanas con símbolos relacionados con la fertilidad, así
como una pequeña bailarina en bronce y un Busto de un rey-sacerdote en
esteatita.
Hacia el 1500 aC la cultura del Indo se extinguió y durante un largo tiempo se
entró en un período sin manifestaciones artísticas conocidas, hasta el siglo III
aC, cuando se forma el imperio Maurya y se construyeron grandes columnas,
algunas todavía in situ, de manera escultórica remataban en un capitel que
sostenía una escultura de algún tema animal, la más famosa es el Capitel de
los leones en Sarnath. De esta misma época hay esculturas con
representaciones de divinidades masculinas y femeninas, entre las que destaca
la Yaksi del museo de Patna, que presenta una gran exuberancia de los pechos,
amplias caderas y estrecha cintura, unos rasgos que se repiten en la
demostración del ideal de la belleza femenina en la cultura india.
Durante el imperio Kushan hubo un gran desarrollo cultural y se sumaron las
tradiciones del budismo y el hinduismo en la región de Gandhara, el arte de la
que se denomina «grecobúdico» por la influencia de la Grecia clásica a las
imágenes de Buda realizadas en este período. El imperio Gupta se convirtió en
un «arte clásico» donde se consiguieron líneas puras y formas de armonioso
equilibrio, se representaron las divinidades Brahma, Vishnú y Shiva. En la
escultura del sur de la India, se encuentran en Mahabalipuram, templos
excavados en la roca decorados con relieves magníficos, entre ellos el
Descenso del Ganges de la época de la dinastía de los Pal·lava. Desde el siglo
VIII el erotismo es tema principal de las escenas de muchos templos, donde se
representa ilustraciones del Kama Sutra. A pesar de la conquista musulmana,
en la parte sur del país continuó la tradición de su escultura que se fue
transformando poco a poco en una fase clara de barroquismo vigente hasta el
siglo XVIII.

Escultura en China

Un guerrero en terracota de la dinastía Qin.

Durante la dinastía Tang (618-907) los chinos fabricaron gran cantidad de


terracotas realizadas a presión por medio de moldes. En China hacia el 200 aC
se moldearon siete mil guerreros en tamaño natural de la dinastía Qin, que,
aunque las caras son todas diferentes, y por tanto modeladas a mano, para los
cuerpos parece que se utilizó un molde; este verdadero ejército permaneció
enterrado hasta ser descubierto a fines del siglo XX. Cuando el budismo se
introdujo en China, surgió la necesidad de realizar representaciones
escultóricas. La más antigua que se conoce es una de bronce dorado fechada
en el año 338 y se cree que fue una réplica de una de Gandhara. Se fueron
construyendo santuarios con estatuas colosales de Buda en las grutas de
Yungang en la ciudad de Datong.
En la última etapa de la dinastía Tang las obras de figuritas de cerámica con
variados temas, hacen tener una nueva visión a la escultura distinta y distante
de la budista. A partir de aquí la escultura entra en una clara decadencia,
aunque a la dinastía Ming, en sus obras arquitectónicas se instalan imágenes
de grandes dimensiones como «guardianes» de las puertas de los grandes
palacios o complejos funerarios, aunque siguen siendo las pequeñas esculturas
de jade o cerámica donde pueden encontrarse las mejores representaciones. En
el siglo XX y por transformaciones ideológicas de sus dirigentes, la escultura
monumental se volvió a realizar con marcado estilo realista para exaltar las
hazañas de la Revolución China.

Escultura de Oceanía

Moai en Rano Raraku.

El arte de los nativos australianos está restringido a sus tradiciones y los


materiales que disponen, como la madera, corteza de árbol y punta de sílex,
los escudos los decoran con líneas geométricas, realizan las «churingas»
constituidas por piedras planas de carácter totémico donde graban motivos con
relación a sus antepasados.
La creación de obras por parte de los melanesios tiene una gran variedad de
estilos y formas. Nueva Guinea se destaca por los diseños de sus objetos, hay
algunos de carácter sagrado que sólo pueden ser vistos por los «iniciados»,
existen unas casas para uso exclusivo de los hombres donde todos los troncos
que forman los pilares que sostienen el techo están cortados representando
seres totémicos, en estas casas se guardan las tallas que representan sus
antepasados, máscaras, asientos completamente grabados con decoraciones de
figuras humanas o animales.
En las Nuevas Hébridas la escultura está relacionada con las ceremonias
religiosas, las estatuas representan figuras de sus muertos y las máscaras son
utilizadas para ceremonias funerarias. En Nueva Irlanda existe una gran
abundancia de objetos, también de madera tallada donde se insertan conchas,
cortezas de otros árboles y piedras, que están relacionados con actos rituales.
En las islas Salomón, aunque realizan máscaras, lo más destacado son las
figuras humanas o de animales. En las islas Marquesas, se llegó a un gran
virtuosismo en la construcción de canoas donde la proa y la popa estaban
adornadas con profusión de tallas, en estas islas antiguamente se cortaban
imágenes con piedra volcánica en las islas Cook las imágenes veneradas
mostraban unos rostros con grandes ojos y boca y el resto del cuerpo con una
proporción muy pequeña.
Los maoríes de Nueva Zelanda, construyeron casas con un gran frontón
completamente decorado con figuras antropomorfas de expresión
amenazadora, así como colgantes de nefrita cortada (hei tiki). En la isla de
Pascua se encuentran el moai, enormes figuras antropomorfas de 4 a 5 metros
de altura, realizadas en toba volcánica procedente del volcán Rano Raraku,
donde se encuentran algunas figuras en diferentes etapas de construcción, por
lo que se cree que se trabajaban in situ, y desde allí se supone que eran
arrastradas utilizando cuerdas siendo distribuidas a los diversos puntos de la
isla.

Técnicas
La escultura involucra diversas técnicas de modelado del material. Las más
habituales son:

 Esculpido. Consiste en arrancar de un bloque de material los trozos


sobrantes mecánicamente (generalmente mediante un cincel) para dejar
únicamente los trozos que componen la figura deseada.
 Modelado. Empleada en materiales blandos, consiste en dar forma a la
pasta empleando las manos o diversas herramientas metálicas, para
luego permitirle que se seque y gane dureza. Se trabaja así la arcilla, la
cera o la plastilina.
 Vaciado. Se fabrica un molde con el negativo de la figura deseada y se
vierte dentro algún material blando que luego se deja endurecer, se
rompe o retira el molde y se obtiene la escultura.
 Repujado. Se usa un martillo y una serie de moldes o de cuñas para
imprimir sobre una superficie metálica los relieves o agujeros deseados.
 Embutido. Se fabrica un molde duro primero, sobre el cual se aplican
capas de metal más blando, generalmente precioso, para a fuerza de
golpes obligarlas a tomar la forma del molde. Se obtiene así una estatua
hueca, pero de apariencia maciza.
 Tallado. Usual para el trabajo de la madera, es equivalente al esculpido,
pero se emplea un cuchillo o material más blando para cortar el material
y extraer pedazos enteros, obteniendo una forma específica.
 Fundición. Esta requiere de un molde para llevarse a cabo. La principal
diferencia consiste en que, en el caso de la fundición, las esculturas
resultantes están hechas, normalmente, a partir de metales mezclados.
El bronce, por ejemplo, es una aleación del estaño y el cobre; y es
habitual utilizar esta mezcla en esculturas por ser tan fuerte y duradera.
De hecho, en la Edad Media se utilizaba para fabricar armas,
herramientas y otras esculturas.
 Pulido. El pulido es una técnica con la que el artista busca mejorar el
acabado final de la figura que ha creado, mejorando su aspecto visual y
su tacto. De esta forma, consiste en realizar una operación mecánica
sobre la superficie. La técnica de pulido en madera también se conoce
como lijado y, para ello, se pueden utilizar lijadoras o hacerse de forma
artesanal. En otros materiales como el cobre, la plata o el oro, el pulido
se suele hacer por cuestiones meramente decorativas, consiguiendo así
que estos queden más brillantes, más limpios y que mejoren su tacto.

Los Escultores más reconocidos


Rodin, Miguel Ángel, Donatello: estos son los nombres de los grandes
visionarios detrás de algunas de las esculturas más importantes de la historia
del arte. Escultores como ellos poseen el gran talento de manipular sus
materiales para dar vida a sus sujetos y desafiar las expectativas del público.
Ya sea cincelando mármol o fundiendo en bronce, el poder de la escultura es
innegable.
A lo largo de la historia, han existido varios escultores cuyo legado ha
sobrevivido al paso del tiempo. Tal vez son recordados por su habilidad de
crear figuras realistas o quizás se les aprecia por su voluntad de ampliar sus
límites y desafiar expectativas. Sea cual sea su estilo, hemos compilado una
colección de grandes escultores que han creado algunas de las piezas más
famosas del arte occidental.
Desde la antigua Grecia hasta los modernistas del siglo XX y más allá, esta
mirada al trabajo de 15 escultores famosos ofrece una guía del desarrollo del
arte en occidente. Sin sus contribuciones, es difícil imaginar cómo serían las
artes visuales el día de hoy.
PRAXÍTELES (SIGLO IV A.C.)
Praxíteles, “Afrodita de Cnido”, mármol, copia romana de un original griego creado en el
siglo IV a.C. (Foto: Museo Nazionale Romano di Palazzo Altemps vía Wikimedia
Commons, dominio público)

Aunque no sabemos mucho sobre los escultores de la antigua Grecia, un


nombre ha sobrevivido al paso del tiempo. Gracias al trabajo de grandes
autores como Plinio el Viejo y Vitruvio, Praxíteles se ha convertido en un
referente de la escultura griega antigua. No se conserva ninguna de sus
estatuas originales, pero conocemos su trabajo gracias a copias romanas de las
originales. La Afrodita de Cnido es su pieza más famosa y es el primer
ejemplo de una figura femenina a gran escala representada al desnudo. Esta
escultura influyó en la forma en que la figura femenina sería representada en
la escultura en los siglos venideros.
Esculturas importantes: Afrodita de Cnido, Hermes con el niño Dionisio,
Apolo Sauróctono
DONATELLO (C. 1386-1466)
Donatello, “María Magdalena penitente”, (Foto: Divot [Dominio público], vía Wikimedia
Commons)

El escultor italiano Donatello fue fundamental en el impulso del arte y la


cultura durante el Renacimiento. Dado que produjo gran parte de su obra en
Florencia, muchas de sus piezas aún se encuentran en esta ciudad. Su estatua
de David de bronce significó un cambio importante en el arte, ya que fue el
primer desnudo de pie desde la antigüedad y marcó el comienzo de la
escultura renacentista. El impresionante realismo de su Magdalena penitente
de madera ejemplifica lo adelantado que estaba Donatello a su tiempo.
Esculturas importantes: David (1440), Gattamelata (1453), María
Magdalena penitente (1455)
MIGUEL ÁNGEL (1475-1564)
Miguel Ángel, “David”, 1504. (Foto: Fotos de archivo de Marta Pons Moreta/Shutterstock)

Aunque solemos relacionarlo con los frescos debido a su increíble trabajo en


el techo de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel en realidad se consideraba a sí
mismo un escultor. El artista creía que cada bloque de mármol contenía una
obra de arte esperando salir al mundo, y que solo necesitaba tallarlo hasta
encontrarla. Su icónica escultura del David es uno de los símbolos más
conocidos del Renacimiento italiano y ha inspirado a artistas de todas partes
del mundo durante siglos. La dedicación de Miguel Ángel hacia su arte no
conocía límites, y siguió trabajando hasta una semana antes de su muerte a la
edad de 88 años.
Esculturas importantes: La Piedad (1499), David (1504), Esclavo
moribundo (1516)
GIANLORENZO BERNINI (1598-1680)
Ginalorenzo Bernini, “El rapto de Proserpina”, 1622. (Foto: Fotos de archivo de
wjarek/Shutterstock)

Puede que no haya ningún otro artista que defina mejor el Barroco que
Gianlorenzo Bernini, cuya extraordinaria carrera abarcó casi 70 años. Como
niño prodigio, Bernini ya creaba esculturas de mármol a gran escala en su
adolescencia. Eventualmente se convertiría en el arquitecto de la Basílica de
San Pedro —siguiendo los pasos de Miguel Ángel— creando la icónica plaza
y la columnata de la basílica, así como su baldaquino central de bronce. Un
experto de los materiales, Bernini es conocido por su grandiosa habilidad para
crear movimiento y llenar sus piezas de emociones. En sus manos, el mármol
se transforma en carne y hueso, que parece tan real que casi querrás tocarlo.
Esculturas importantes: El rapto de Proserpina (1622), Apolo y Dafne
(1625), Éxtasis de santa Teresa (1652)

ANTONIO CANOVA (1757-1822)


Antonio Canova, “Eros y Psique”, 1793. (Foto: Wikimedia Commons, CC BY-SA 4.0)

El escultor italiano Antonio Canova fue uno de los mayores representantes del
Neoclasicismo en Europa. Su trabajo se inspira en la escultura de la antigua
Grecia, y gran parte de su obra se centra alrededor de temas mitológicos. Si
bien la influencia de Bernini es clara en sus primeras obras, Canova pronto
dejó atrás las escenas melorámáticas del Barroco, optando por crear esculturas
con una frialdad exquisita y libres de cualquier sentimiento o perturbación.
Esculturas importantes: Eros y Psique (1793), Las tres Gracias (1817),
Teseo y el centauro (1819)

AUGUSTE RODIN (1840-1917)


Auguste Rodin, “El pensador”, 1902 (Foto: Fotos de archivo de Sean Neal/Shutterstock)

Muchos consideran que el escultor francés Auguste Rodin trajo la escultura


clásica a la edad moderna. De formación clásica, atrajo la atención
internacional tras la exposición de sus obras en la Feria Mundial de París.
Rodin sigue siendo uno de los artistas más reconocidos del mundo, con varias
fundiciones de su obra El pensador localizadas en diferentes ciudades
alrededor del mundo. Rodin es conocido por su habilidad para renunciar al
realismo y la decoración en favor del uso de la textura, los detalles de la
superficie y luces y sombras para transmitir emociones. Su enfoque en la
emoción interior y el sufrimiento representa un punto de inflexión en la
historia del arte y sirve como sello distintivo del modernismo.
Esculturas importantes: El beso (1882), El pensador (1902), La puerta del
Infierno (1917)

CONSTANTIN BRANCUSI (1876-1957)


Constantin Brancusi, “Columna sin fin”, 1938. (Foto: Fotos de archivo de Radu
Bercan/Shutterstock)

Constantin Brancusi, uno de los escultores más influyentes del siglo XX, fue
un pionero del modernismo. Las tradiciones populares son una de las más
grandes influencias del artista rumano, aunque también buscó inspiración en
culturas fuera de Europa. Sus esculturas son conocidas por sus líneas limpias y
geométricas, tal como lo demuestra su aclamada serie Bird in Space. Brancusi
también creó una magnífica escultura al aire libre. Columna sin fin es una de
las tres obras que creó para conmemorar a los héroes rumanos de la Primera
Guerra Mundial. Las formas apiladas incluyen un medio romboide en la parte
superior del tótem, que simboliza el infinito.
Esculturas importantes: La musa dormida (1910), Bird in Space (1928),
Columna sin fin (1938)

HENRY MOORE (1898-1986)


Henry Moore, “Figura reclinada”, 1938 (Foto: Fotos de archivo de Ron Ellis/Shutterstock)

Conocido por sus esculturas públicas semi-abstractas, el artista inglés Henry


Moore fue el escultor más relevante después de la Segunda Guerra Mundial,
tanto en Gran Bretaña como en el extranjero. Su trabajo se centra en figuras
reclinadas con el tema recurrente de madres e hijos. Las figuras de Moore a
menudo se diseccionan en múltiples piezas; sin embargo, sus líneas limpias
permiten a los espectadores ver claramente la figura dentro de la forma
abstracta. Los aficionados a su trabajo querrán visitar su finca de 24 hectáreas
en Perry Green, Hertfordshire. Ahora es propiedad de la Fundación Henry
Moore y alberga la mayor colección de su obra.
Esculturas importantes: Figura reclinada (1938), Óvalo con puntos (1968-
1070)

FERNANDO BOTERO (1932)


Fernando Botero, “Caballo”, 2013. (Foto: Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0)

El prolífico artista colombiano Fernando Botero es uno de los artistas


latinoamericanos más famosos y cotizados del siglo XX. Su estilo, que se
conoce como “boterismo”, se caracteriza por sus figuras regordetas. Sin
embargo, Botero ha señalado que él no pinta “personas gordas”, sino volumen.
Este amor por las figuras voluminosas se traslada también a sus esculturas,
que hoy están expuestas en espacios públicos de todo el mundo.
Esculturas importantes: Torso de mujer (1987), Gato (1989), Caballo (2013)

Las Obras más importantes


Uno de los puntos de interés más visitados en cualquier ciudad son sus
esculturas, aquellas que por uno u otro motivo tienen una relevancia especial
que las hace destacar por encima de todas las demás. Hoy queremos mostrarte
las esculturas más famosas del mundo, que son también muchas de las más
importantes de todos los tiempos.
La Piedad
La Piedad es una escultura realizada en mármol por Miguel
Ángel entre 1498 y 1500 para San Pedro del Vaticano, que aún hoy
conserva su emplazamiento original. Representa a una juvenil Virgen María
sosteniendo en su regazo a Cristo, descendido muerto de la cruz.

En el año 1972 un hombre con problemas psicológicos la dañó de un


martillazo y aunque se pudo restaurar, ahora tan solo se puede ver a través de
un vidrio protector.
Venus de Milo
Quizás la Venus de Milo sea la escultura griega más famosa del mundo.
Se la conoce también con el nombre de Afrodita de Milos y debe su
nombre a la isla griega donde se encontró semienterrada en 1820. Esta
escultura es una de las mejores representaciones del período helenístico,
caracterizada por la falta de los dos brazos. Podréis disfrutar de ella en el
Museo de Louvre París.
Gran Esfinge de Guiza
La Gran Esfinge de Guiza es una monumental escultura que se encuentra
situada junto a las pirámides de Egipto en la ribera occidental del río
Nilo, en la ciudad de Guiza. No solo está considerada una de las esculturas
más famosas del mundo sino también la escultura monolítica más grande,
mide 57 metros de longitud y 20 metros de altura, y la estatua monumental
más antigua del planeta. Se estima que fue esculpida en el siglo XXVI a.c,
formando parte del complejo funerario del rey, durante la dinastía IV de
Egipto.
El David  
Casi con toda seguridad El David no solo es la obra más conocida
de Miguel Ángel sino también la escultura más famosa del mundo, además
de la más reproducida de la historia. Esta impresionante y bella escultura
marcó un antes y un después en la historia por su aproximación rompedora a
una escena habitual y sobre todo por la influencia que tuvo el contrapeso en la
postura. Fue esculpida entre 1504 y 1505 en un bloque de mármol de carrara
ya desbastado. La pude contemplar en la Galería de la Academia de
Florencia y con sus 5,17 m quizás sea la escultura que más me ha sorprendido
de todas las que he visitado.

Cristo Redentor
Imponente escultura que se encuentra a 710 metros sobre el nivel del
mar, en el Parque Nacional de la Tijuca, en la cima del cerro del
Corcovado. Mide 38 m de altura y pesa 1.200 toneladas, siendo la obra de art
decó más grande de todos los tiempos. En 2007 fue declarada una de las Siete
Maravillas del Mundo Moderno.
El pensador
Aunque ahora se la conoce como “El pensador”, esta obra esculpida en
bronce de Rodin, recibió originalmente el nombre de “El poeta” y venía a
representar a Dante frente al infierno. Sin embargo, su significado
trascendió convirtiéndose en un símbolo de la filosofía con el que representar
las preocupaciones del hombre.
Buda de Kamakura
Aunque hay cientos de representaciones de Buda en Extremo Oriente, tal
vez ésta es la más conocida por sus impresionantes 13 metros de altura y
sus cerca de 93 toneladas de peso. Su nombre hace alusión a la ciudad en la
que se encuentra, Kamakura, Japón.
Pocas estatuas son tan impresionantes y representan épocas determinantes en
la historia del país asiático, verdaderamente es un ícono.

El Moisés
No cabe duda de que Miguel Ángel es uno de los artistas más importantes de
todos los tiempos, y como buena muestra aquí tenemos otra de sus
esculturas. Esculpida en 1509 en mármol blanco, su objetivo era formar
parte de la tumba del Papa Julio II, en la pequeña iglesia de San Pedro in
Vincoli, donde sigue en la actualidad.
El Discóbolo
El Discóbolo es la denominación de una famosa escultura griega realizada por
Mirón de Eléuteras en torno al 455 a. C. Representa a un atleta en un instante
anterior al lanzamiento del disco. Una de sus copias romanas se encuentra en
el Museo Británico de Londres, ya que como ocurre con muchas de las
esculturas griegas más importantes, no se ha conservado la obra original.

Estatua de la Libertad
La Estatua de la Libertad es sin duda el símbolo más famoso de Nueva
York y una de las esculturas más famosas del mundo. Esta estatua fue un
regalo que Francia hizo a los Estados Unidos en 1886, tiene una altura de 46
metros.

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