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LA RUEDA

Autor: Anunciación Hernández Grández

Al fin te encuentro oye sinvergüenza, entrégame hoy mismo el


dinero, son doce mil soles, la otra mitad te lo regalo maldito
descarado… MAlENA
¿No vas a decir nada? habla y deja de mirarme con esa cara de
mosca muerta, ¿crees que por gusto he venido de tan lejos?
Agradece a este barranco desgraciado sino te sacaría del cuello de
ese bote. MALENA
¡No se vaya todavía señor! Yo tengo que arreglar cuentas con ese
viejo. MALENA
¡No le hagas caso, arranca ya! PUBLICO
“Ustedes no se metan cholos de mierda”.
¡Me la vas a pagar oye, tendrás que regresar porque te voy a
denunciar! MALENA

Toda la vida he sabido que esa casa es de don Augusto, de niño hasta
he trabajado en la construcción de la pared que da a la calle, PADRE
¿te acuerdas papi?,HIJO no entiendo. Mira hijo, yo soy
contemporáneo de él y su hermana, esa gritona es su hermana, ha
venido de Lima dizque a reclamar su herencia… cómo es la vida.
Mírale papi, parece que está molesto con todos. Baja la voz y mira
por otro lado, cuando lleguemos al fundo seguro nos contará la
historia. Pero de qué herencia habla si don Augusto es el más
pobrecito de todos los hermanos, hace algunos años le hice un
trabajo de carpintería y vi el título de propiedad en su nombre
después de una lluviaza cuando lo soleó en una calamina de su taller.
Entonces el viejo tiene las de ganar, qué bien. NARRADOR TESTIGO
EN TERCERA PERSONA

Yo sé que todos se quedaron sorprendidos de mi silencio,


comprenderás hijo que yo no puedo pelear con una mujer, menos con
mi hermana, ella puede decir lo que le parece, pero las cosas no son
así, ese terreno lo tengo desde hace cincuenta años, además ningún
terreno tenía título; esas dos cuadras del jirón Lima, desde la
plazoleta del puerto hasta el mercado era de mi papá, de nombre
nomás, todos los hermanos hemos recibido nuestra parte, eran
terrenos abandonados, ya mi padre estaba en crisis económica y
enfermo. Cada uno después ha ido vendiendo conforme le parecía y
los nuevos propietarios tramitaban su título al municipio. Este fundo
también estuvo abandonado, ninguno de mis hermanos quería
hacerse cargo porque ya nada había, además radicaban en Nauta y
terrenos libres había por todas partes y más cerca todavía, ya la
gente se había prácticamente adueñado del fundo, entonces yo me
hice cargo nuevamente , no como herencia sino como cualquiera lo
pudo hacer, eso conversé con mis hermanos, hasta se rieron de mí
porque no creyeron que sin dinero también se puede emprender
grandes proyectos, mi padre se alegró llorando por mi decisión.
NARRADOR PROTAGONISTA EN PRIMERA PERSONA

Pintorrecodo hijo era centro obligado para todas las embarcaciones,


las avionetas acuatizaban allí para cambiar combustible, en otros
casos solamente para saludar a su amigo Neptalí, todos los viajeros
se detenían para tomar jugo de caña, guarapo o aguardiente, la
gente trabajaba a gusto conmigo… después de muchos años de
trabajo a pico y pala logramos represar el agua de la quebrada en
esas colinas, decían que estoy loco porque no tenía sentido criar
peces a orillas del Marañón lleno de mijano, había estudiado bien el
terreno, había una ladera larga que terminaba bastante cerca de la
casa del trapiche. Mi padre era un hombre muy inteligente hijo,
recuerdo todas esas enseñanzas, por eso volví al fundo, para mí era
un asunto de sentimiento, eso no entiende la gente, ¿Qué piensas
hacer en Pintorrecodo hijo?, yo ya tenía pensado lo que iba a hacer,
primero tengo que arreglar esa casa deteriorada y después ya
veremos papá, tengo que estudiar el terreno. Si logras recuperar lo
que era ese fundo, saldrás de la pobreza hijo, en esa represa criaba
una variedad de peces, me divertía anzueleando, todos comíamos
pescado fresco, ustedes eran muy pequeños para bañarse en el río,
por eso construí un entablado con sus pasamanos alrededor de la
represa, un día surgió la idea de desviar el agua por esa ladera para
transportar en canoas los tercios de caña, así ganamos tiempo y
diversión para ustedes, tú eras el más fregado Augusto.HIJO DE
AUGUSTO Bueno, ya es hora de dormir. NARRADOR OMNICIENTE EN
TERCERA PERSONA

Ya le conté al hijo de Silvano por qué había callado, mi padre era una
persona importante en esta zona, en particular en Nauta, hijo,
disculpa que te llame hijo, permíteme esa confianza porque en
realidad eres la persona que me viene apoyando más que mis
verdaderos hijos, cuando vine al fundo aquella vez estuve
exactamente en este lugar donde estamos sentados, mirando el
mismo abandono que encontramos hoy, la represa se había
desbarrancado, la maleza llegaba hasta la casa que se salvó gracias
al cuidado de los pescadores y montaraces; esa rueda que vez allí fue
la clave para recuperar el fundo, ese día me pasé pensando cómo
sacar adelante mi proyecto. Ya sé lo que voy a hacer papá, solamente
quiero un poco de ayuda, le dije, que mamá prepare mi fiambre
todos los días y usted apóyeme siquiera con un hombre diario, voy a
recuperar todo lo que hiciste de joven y lo voy a mejorar. Los dos
peones se dedicaron a represar nuevamente el agua de la quebrada y
preparar la chacra, mientras tanto yo tuve que viajar a Iquitos para
realizar algunas adaptaciones al trapiche, lo demás era asunto de
ingenio. Fue emocionante ver cómo se estancaba el agua en
inmensas cantidades, en realidad eran dos quebradas, la segunda era
más pequeña y por eso fue posible desviarla hacia la más grande por
un gran canal quedando en el centro una alargada colina, el volumen
de agua se duplicó, tuve que desaguarlo tres veces para construir
columnas de cemento, felizmente esos inmensos árboles que siguen
allí ayudaron a soportar la presión. Mira, aquí fue, un día me puse a
controlar en cuánto tiempo se desagua la represa por ese canal
antiguo que llega cerca de la casa, duró aproximadamente ocho horas
¡Tenía que resultar la idea, si no me cambio de nombre carajo!
NARRADOR PROTAGONISTA EN PRIMERA PERSONA
Siempre me ha gustado realizar las cosas de manera diferente, por
eso mis hermanos cariñosamente me llamaban loco, Malena por
ejemplo me tenía un especial cariño, pensar que por todo eso tu
mujer también lleva su nombre, no creerás hijo por la forma en que
me ha insultado hoy día, olvídate de eso, ella crió a mis dos hijas
después que me abandonó Magdalena, yo era joven cuando me metí
con ella, el amor es así, nos enamoramos perdidamente, ella apenas
tenía quince años, por eso me alegré cuando me denunció mi suegra
para obligarme a casarnos, ella sabía que yo estaba muerto por su
hija pero lo hizo por su cucufatería social y me casé más feliz todavía
porque el Juez de Nauta también estaba templado de mi mujer,
después vino la bronca y por cada bronca un hijo, eso era su orgullo,
mantenerme a su lado por el amor a mis hijos, nada le contentaba
hasta que un día se fue, salió igual a su madre, se hizo religiosa y yo
era el diablo para ellos; te cuento esto para que sepas por qué tu
cuñada Magdalena también es así, a ella le criamos hasta los quince
años, ahora es monja pero ni la educación le hace ver el mundo con
otras perspectivas, piensa que todos estamos perdidos y no hay
misericordia, este mundo solo es un camino para conseguir la gloria,
la vida da vueltas hijo. NARRADOR PROTAGONISTA EN PRIMERA
PERSONA

¿Y cómo fue eso de la construcción de la ladrillera don Augusto? No


quería contarle todo el proyecto a mi papá, él estaba pensando en
que iba a reparar ese motor viejo o que voy a comprar uno nuevo;
por eso vendió su casa mientras estaba en el fundo, yo me molesté
mucho, ¡No es posible!, ¡Esa no era la idea! Ahora mis tíos y
hermanos creerán que yo soy el culpable. Por eso me peleé con mis
hermanos y construí una casa para mis padres allí en esa cuadra
entera del jirón Lima. Te acordarás de mi madre, nunca habrá mujer
tan buena como ella, de eso nada le conté a tu hijo. ¿Entonces usted
usó el dinero de la venta de la casa don Augusto?
Solamente una parte porque al final me puse de acuerdo con mi
papá. Usted ayudó a mucha gente, por ejemplo a don Gagarín que
ahora tiene un gran aserradero y taller de carpintería, necesito usar
su taller para preparar la máquina; ya sabes cuál es mi situación, por
eso no puedo ayudarte más; mi papá estaba con diabetes, viajé solo
a preparar toda la madera y luego trasladarle al fundo, don Gaga se
comportó de maravilla. Recordarás que tú y tu papá, que en paz
descanse, estaban recuperando la caña para el trapiche. Eso ya sé, a
mí me interesa saber cómo construiste la ladrillera. Bueno, cuando
viajé a Iquitos le visité a don Leoncio Vela, otro gran amigo de mi
papá, con él diseñé toda la estructura metálica y accesorios, de esa
manera armamos la rueda con la ayuda de ustedes ¿Te acuerdas? Sí,
todos decían que no iba a funcionar, que eras un loco, un haragán;
tal y conforme te hablan ahora porque vinimos al fundo a construir
este bote. Ya se olvidaron que con esa ladrillera construiste la casa de
los finaditos, que mucha gente en Nauta se convirtió en albañil, los
profesores, las autoridades, tus hermanos, todos construyeron sus
casas de material noble; eras el hombre. Espera, yo te estaba
hablando primero de la rueda que movía el trapiche y la ladrillera,
teníamos que aprovechar la fuerza del agua, ya recuerdo, aquella
temporada habías surcado a San Regis, desobedeciendo a tu papá y
siguiendo a tu mujercita. NARRADOR PROTAGONISTA EN SEGUNDA
PERSONA

Yo sé que tú, hijo, no quieres comprometerte con estos problemas


familiares, no te preocupes que soy una tumba; también trabajé
durante varios años en el magisterio, sobre todo por obedecer a mis
padres, ser responsable era lo más importante, no como ahora
sucede con estos maestros; un día me ofrecieron trabajo como
administrador en un aserradero en Pucallpa y me fui dejando todo, no
podía seguir engañando, no me gustaba, hay muchas formas de
educar. Cuando funcionaba mi sistema hidráulico con esa rueda que
ya conoces, este fundo se convirtió en la atracción de propios y
extraños, todo visitante se detenía a contemplarlo, venían los niños y
jóvenes de los diferentes centros educativos como excursión o por
estudio; tenía que explicarles las aplicaciones de la física. Era una
novedad en ese tiempo, el golpe del agua ponía en movimiento la
rueda y el eje central movía a su vez mediante una polea y una faja
al eje del trapiche, multiplicando la fuerza con un sistema de
reducciones; producíamos chancaca y aguardiente. Otra polea movía
el eje de la ladrillera conectada a un serpentín que empujaba la
arcilla hacia un comprimido rectangular de donde se recogía el
ladrillo. ¿Y por qué fracasó la empresa don Augusto? Mis hijos
estaban estudiando en Nauta, por eso mamá Chabela se fue a vivir
allí; mis hermanos me convencieron de postular a una regiduría,
especialmente Raúl que tuvo éxito como alcalde, igual que nuestro
padre en su tiempo, fui elegido y quise hacer las cosas bien, entonces
no había sueldo como hoy, en una ocasión sustenté el proyecto de
cómo aprovechar la corriente del Marañón y producir energía eléctrica
para Nauta; la gente aprovechó de mi confianza y me empezó a fiar
el ladrillo; cuando yo vivía en Pintorrecodo las cosas eran diferentes
porque mi hermano Mauro era comerciante y se encargaba de la
venta del ladrillo y del aguardiente; además los peones me
empezaron a robar, un día me molesté y decidí poner mi taller de
carpintería en Nauta y allí se acabó todo. Don Augusto, yo no sabía
que tu casa era de doña Malena. No es así, cuando murió mi papá
ella se quedó con su pensión de Prefecto y como no se casó lo recibe
hasta ahora; de joven viajó a Lima, dejándome al cuidado su terreno
colindante con el mío, yo le escribí porque el municipio empezó a
exigir título para todos los terrenos, me contestó haciéndome saber
que ya no le interesa y que me lo regalaba; por eso saqué el título a
mi nombre. Lo demás tú ya sabes, después de mi reciente
enfermedad, a esta edad me quedé sin nada, no tuve otro remedio
que vender la mitad del terreno que incluye la casa, jamás me
imaginé todo este escándalo, yo le di siete mil soles, pero quiere
doce, en fin de dónde le voy a dar; lo más importante es que
estamos embarcados en este nuevo proyecto y qué mejor hacerlo en
Pintorrecodo, como en los buenos tiempos. NARRADOR
PROTAGONISTA EN SEGUNDA PERSONA

Así es hijo, SILVANO yo también le ayudé a construir la represa


cuando éramos jóvenes todavía, mira estos tremendos canales, aquí
nos sacamos la mugre trabajando, el viejo le sacó a su padre en ser
ingenioso y trabajador; pero fracasó igual que él, sus hijos son unos
ingratos, sus hermanos peor, ya has visto cómo le trata su hermana,
felizmente encontró otra mujer, con otros vicios pero trabajadora; de
tanto buscar se ganó el título de berraco alquilado, todo eso fue
cuando regresó de Pucallpa donde administró una industria maderera,
estudió mecánica por correspondencia, vivía leyendo, era una mezcla
de admiración y risa, un verdadero gringo de la ribera. Como él decía,
estos brutos no me entienden, se ríen, pero siempre me buscan para
darles ideas y solucionar sus problemas. Estos canales deben medir
unos diez metros de profundidad; no solo eso hijo, mira, camina por
acá, los canales se abren en una extensión aproximada de dos
hectáreas y si seguimos avanzando esta colina termina formando un
gran plano que se convertía en un gran lago. Ahora todo está seco
porque las quebradas están corriendo por su cauce normal, la gran
hazaña de don Augusto consistió en inventar la rueda; al final de esta
huella del canal, habían construido con tu abuelo y otros dos peones
una canaleta de madera de aproximadamente quince metros de
largo. Papá, entonces estos shungos eran los horcones que cargaban
el canal, ya me imagino el peso y la fuerza del agua. Yo regresé de
San Regis cuando la rueda ya estaba funcionando, era increíble, al
golpear el agua desde una altura de ocho metros, producía un
hermoso cascabeleo que pulverizaba el agua dejando a su paso el
movimiento de las máquinas; los cañaverales estaban a los costados
de la represa, los peones hacían grandes tercios de caña que los
empujaban en unas canoas ovadas los mismos que se recogían allí
donde comenzaba las canaletas de tablas; había también una carreta
con roldanas para transportar la arcilla mediante un riel y un cable
que se enroscaba en una polea haciéndole avanzar y retroceder. Con
un poco de dinero se podría retomar la obra papá, a mí me bastaría
la comida, tenemos que hablarle a su yerno. Augusto y yo estamos
ya muy viejos, podemos ayudar; por eso la tarea debe asumirlo
Raúl, que es su hijo menor y no estudió ninguna profesión.
NARRADOR TESTIGO EN TERCERA PERSONA

Bueno, ¿les gustó la comida? no por gusto hemos matado el mejor


carioco, hoy es el cumpleaños de Raulito; por ese gusto tenemos libre
el resto del día. Formen una rueda que Silvano nos va a contar un
chiste. NARRADOR PORTAGONISTA EN PRIMERA PERSONA
RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR

Nació el 29 de diciembre del año 1964 en el distrito de Soritor,


provincia de Moyabamba, de la Región San Martín. Sus estudios de
Educación Básica los concluyó el año de 1981en su tierra natal; sin
embargo se dedicó tres años a la agricultura para solventar sus
estudios de educación superior en la Facultad de Ciencias de la
Educación y Humanidades de la Universidad Nacional de la Amazonía
Peruana en donde se recibió como Licenciado en la especialidad de
Lengua y Literatura el año 1990. Desde entonces su vida está
vinculada al quehacer pedagógico especialmente en las cátedras de
Gestión Educativa, Pedagogía, Didáctica y Prácticas Pre Profesionales
para su especialidad en la FCEH – UNAP. Estudió segunda
especialización en Lingüística Hispánica por la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos en 1994 y tiene Diploma de Segunda
Especialidad en Políticas Educativas y Desarrollo Regional por la
Pontificia Universidad Católica del Perú y grado académico de
magíster en Gestión Educativa en la UNAP; actualmente se encuentra
realizando una investigación de tesis doctoral.
Su vínculo con la literatura es consustancial a su especialidad, pues
ha dirigido el Círculo de Estudios Literarios José María Arguedas,
promoviendo la publicación de revistas y la lectura de obras literarias
y otros certámenes culturales en Iquitos. Ha publicado en la revista
Alborada Amazónica el poema “Campesino” y el poema “Calles
principales” en una antología publicada por la escritora loretana Ana
Varela. El año 2006, el Gobierno Regional de Loreto, seleccionó y
publicó su cuento titulado “La rueda”

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