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I. ¿QUÉ ES LA CIENCIA? ,

1. LA CIENCIA Y LA CRISIS DE NUESTRA ÉPOCA

Preguntar por la ciencia no debiera parecer una tarea innecesaria para


el hombre contemporáneo. En efecto, el impacto del desarrollo científico y
tecnológico en el siglo XX se manifiesta en todos lodmbitos del quehacer hu-
mano.
Desarrollemos la imaginación: ¿qué ocurriria si m:ígic:1111ente desaparc-
ciC'ran los componentes cicntlficos -es decir, lo' co11oci111irnto s y las apliLa-
cioncs de las ciencias- de nuestro mundo actual? Evidentement e, la ·c1ista11-
cia que media entre los hombres de la caverna y nosotros clis111i11u:ria enorme-
mente. Desde la simple aspirina hasta el traspla11te de Órganos, cunw los tcji·
dos sintéticos, el avión, y la telc\'isión , los misiles y el rayo Lúscr, pero tam-
bién el agua potable, el gas y la elcctriciciacl !leg;rnclo n nue.stras cas;1s, serian
impcnsublcs. Ni hublur de co111puta<lorns, viajes espaciales u c11cr¡;la nul'lcar.
Además, no solo nuestra vida material se mo<liíicarín. Nuestra visión dei
mundo y de nosotros mismos -las actuales formas de vida, nuestros ideales,
valores y costumbres (individuales y socialcs)- variarían . Por supuesto tam-
bién cambiaría el lenguaje. Aumentaría la mortandad, todo nos sería más
trabajoso y peligroso; la comunicación con cualquier parte dcí mundo se c!ífi-
cultarla y retardarla, si es que continuase siendo posible. Aunque se esfuma-
rían las ojivas nucleares amenazando la existencia misma del pian eta Tierra,
así corno se restituiría el equilibrio ecológico. Este ejercicio de la imaginación _, ·•
sei'lala la importancia de la ciencia y sus aplicaciones: muestra cómo· ei de-
sarrollo científico compromete nuestra vida actual. Bajo est as circunstancias
no resulta superfluo preguntar: ¿qué es la ciencia?
El siglo XV!l -comienzo de la !v1odernidad- se suele considerar la fecha
de nacimiento de la ciencia de hoy. Aunque su período de gestación fue muy
prolongado: desde el siglo VI a.C. en Greda. ¿Por qué en Grecia y no en otras
civilizaciones más antiguas? El motivo se encuentra en el esfuerzo griego por
intentar dar explicaciones racionales. La ciencia pretende ser la heredera mas
eficaz de esos esfuerzos y la que logra desprenderse realmente en sus
teorías de elementos míticos,_religios'?s y metafísicos.
La Edad Moderna se caracteriza por los cambios prpducidos en todas las
manifestaciones humanas. Tales cambios se continúan hast:< nu estros días.

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Las formas de producción y organización social, que denominamos capimlis-
mo, se constituyeron conjuntamente con el desarrollo de las ciencias. Puede ta de Comtc no es hoy rescatado en sus dctnllcs. SI, perdura In creencia en el va-
nfirmlrse que sus evoluciones no son independientes, sino que, por el contra- ior de la metodolog[a científica, en el seguro avance de las ciencias, y en la nece-
"''" rlo, 5e retro11llment11n m\lt\lílrnente. Las apli<,:nciones de la ciencía, la tecnolo- sidad de establecer el orden·científico en todos los ámbitos humanos, todo
. gla, aportaron al proceso ccon6mico y hasta lo orientaron, asl como proble- ello lmjo el lnllujo y él timo del coml!lnlc prui;rerio. Aún hoy exi5te11, C\111 dí ,
mas de produi::dón y comercialización plantearon cuestiones que la ciencia ferentes matices, defensores de la ciencia como solución para Ja mayoria de
tuvo qui: r::solver con nuevos avances teóricos. los problemas que acucian al hombre.
La ciencia, por su estructura misma, pudo dar explicaciones y procedí- Mario Bunge (epistemólogo argentinó contemporaneo, residente en Ca-
micntG5 qui: contribuyeron a provocar los grandes cambios vívidos desde la nadá) afirma: "la ciencia es-valiosa como herramienta para domar la natura-
modernidad. Es decir, la forma de conoi:imiento de la ciencia es eficaz para leza y remod elar la sociedad; es valiosa en si misma, como clave para la inteli-
dar un tipo de respuestas con consecuencias prácticas. En especial parece más gencia del mundo y del yo; y es eficaz en el emiquecimicnto, la disciplina y la
eficaz, en es1e sentido, que el mito, la religión o la filosofía. La historia de la liberación de nuestra mente" (1972, p. 50). Las aplicaciones de la ciencia, ia
ciencia no puede separarse de la tecnología, de su aplicación. tecnología, posibilitan, según Bunge, gobernar a la naturaleza y a la soci edad
Lis explicaciones científicas dan cuenta de la realidad de tal manera que según nuestra voluntad . El conocimiento científico nos brinda la compren-
posibilitan saber cómo es la realidad. Con ello se sabe también qué condi- sión de la realidad externa e interna dei hombre. Hasta constituye la forma de
ciones Y relaciones hay que crear o modificar para producir o evitar cierto fe- perfeccionamiento de Ja menie. ¿Qué más puede pedírsele a la ciencia? Si al-
nómeno. A un ingeniero, por ejemplo, se le encarga la construcción de un di- gún perjuicio puede ser imputado a la ciencia, es sólo resultado de su mala
que. No rtalizará un dique más o menos resistente, y sí se rompe, lo recons- aplicación. Para Bunge ''todo avance científico es beneficioso". La ciencia es
truirá- Posee conocimientos científicos que puede aplicar para que ello no neutra . Lo que ocurre es que ia tecnología es ambigua: nos brinda instrumen-
ocurra (sa:vo que haya errores de aplicación). Conoce cómo actúan ciertos tos que tanto pueden servir al bien como al mal: "Desde iuego, algunos pro-
matcdaks bajo ciertas condiciones, cómo se detiene una fÜerza (el agua en ductos industriaies de la tecnología sólo sirven para ei mal. Con una
este caso) r.on otra fuerza de sentido igual y de la misma o mayor intensidad, ametralladora sólo se puede matar, mientras que con explosivos tambi~n se
Diser.:i entonces el dique en base a esos conocimientos y adaptándolos a las pueden abrir tuncles." En consecuencia hay una instrumemalización inade-
part!culand:ides de su trabajo. La respuesta a la pregunta: "¿Para qué se cuada de ia ciencia, de la cual son responsables los políticos . Pero también en
construi~á e! dique'l" no es de la incumbencia del ingeniero, ni tampoco del fí- el ámbito político los conocimientos científicos brindan respuestas. Es nece-
~ico; aunque un científico puede investigar las consecuencias de construirlo. El sario obtener -propone Bunge- una "ideología científica" que con Ja ayu-
dcntiiico y el técnico determinan los tnedios para obtener una finalidad da de Ja mejor ciencia organice Jos proyectos más convenientes para ia so-
(la c.1;,teu.::ión de las aguas, para riego, para evitar inundaciones o para pro- ¡ ciedad. "Lo único que puede salvarnos de los efectos nocivos de la tecnolo-
ducir energía). Para ello posee teorías que especifican cómo, en general, es la gía, es más tecnología." En cuanto el desarrollo tecnológico depende del de-
rcalida;J. sarrollo científico, es necesario apos1ar aeste desarrollo como forma de :isc-
El conocimiento científico permite el dominio de los fenómenos. "La gurar el progreso (En1revista a M. Iluñge, La Razón "Cultura", 13s. /\s .
cier..da es poder" afirmaba Bacon (1561-1626). La conjunción de ese poder IO-X!-85).
1.:on peculiares formas de organización social, política y económica ayudan a Para otros, el proceso histórico desde la Modernidad es criticable.
comprender nuestr<\ historia de estos últimos 300 anos. Tal historia muestra, Nuestro sistema social defiende concepciones derivadas de !::is práctic:is cien,
por un latlo, enormes avances y, por el otro lado, presenta sectores que gozan tíficas y tecnológicas: "la búsqueda de eficacia, el culto de la productividad,
de los beneficios de la sociedad de consumo frente a una mayoría que vive en la preocupación excesiva por la racionalidad , la prioridad concedida de
condiciones infrahumanas, grandes posibilidades de desarrollo y creatividad hecho a los medios sobre Tos fines"; pero .taies concepciones "sirven en rc::ilidau
junto con estructuras opresoras y alienantes, uniendo la promesa de nuevos e de cobertura a las empresas dominantes" (J. Ladriere). La mentalidad positivista
inimaginables progresos a la alternativa de la destrucción atómica .. Esta si- -o cientiflcista- estaría detrás de estas concepciones, las cuales rigen de hecho
tuáción contra:iictoria define a nuestro momento histórico como un período nuestra cultura. Pero hay ·otros vaior'es "olvidados" o "contrarrestados"
de!(;ris{s. Hay diferentes formas de entender esta situación. por la ciencia: "valores de contacto, de comunicación, de intuición y afectivi-
Par:i unos, los problemas de la crisis de nuestra época son soluciouables dad, valores de creatividad·y de particularidad, simpiicidad y espontaneidad ,
por l.i i:volución de la ciencia misma. En la segunda mitad del siglo XIX, sentido de una concordancia verdadera y auténtica consigo mismo , con los
Ccmte, fundJdor del positivismo, interpreta la evolución humana como des-. demás, con la naturaleza" (J. Ladriere). Estos valores tienen que ser defendi-
tinada a llegar a una etapa de plenitud gobernada totalmente por la ciencia. dos y esto se hace contra la cultura dominante, y por ende, contra la ciencí:i.
Todas las manifestaciones humanas estarán organizadas científicamente. Es En principio se cuestiona la neutralidad de la ciencia. Esta , en re::ilidad ,
el estadio positivo, al que Comte cree que se accede en su época. Justamente, sería cómplice de ia sociedad opresora e injusta. El desarrollo de 1::i cicnci::i y
el fin del siglo pasado se distingue por su fe en el progreso, el cual se mate- de la sociedad están [ntimamente vinculados. Se denuncia la relación de ias
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rializa por el desarrollo y la expansión de ia ciencia. Pero el sistema positivis- .fuerzas productivas y políticas con la investigación científica. Por ejempio: las
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puestas quizá no sean las únicas. Pera para poder reflexionar sobre ellas hace
invcstigacion~<> requieren fuertes inversiones, las cuales son efectuadas por
gobierno3, fund~~iones o empresas¡ es Ja rentabilidad obtenible de esas inver-
1 falta comprender en qué consiste esa racionaiidad científica, sí tiene limites y
GUáles.
siones Ja que define Ja aceptación de los proyectos propuestos. En cuanto al
conflicto Norte-Sur (o de los paises ricos versus Jos países pobres) se aduce: el El interrogante acerca de "¿Qué es Ja ciencia?" es una forma de iniciar
mayor desarrollo cientifico de Jos paises del Norte, convierte a sus institu- la reflexión exigida por nuestra época. ·
ciones científ:cns en centros de atracción para los hombres de ciencia de los 1
países subdesarrollados; formarse en aquellas instituciones, repetir y contí-
nu::ir sus líneas de investigación, se constituye en el ideal, Y con ello se copian
modelos que responden a Jos proyectos que en el Norte hay interés en subsi- 11 J. ·Busque ejemplos que muestren el impac10 cicntiíico en nuestra sociedad
dbr (ver Varrnvsky). contemporánea.
Los problemas contemporáneos \levan entonces a una crisis, Ja cual es 2. Sintetice las tesis que defiende el positi\'ismo.
provocada por el desarrollo científico. En consecuencia, la ciencia parece no 3. Lea de Varsavsky Ciencia,po/íticay cientificismo y sintetice sus tesis, co-
poder dar soluc!ón a esos· probiemas . Sin embargo, resulta totalmente inge- rno ejemplo de critica a la ciencia en tanto forma de dominio.
m:o y <lesatinad11 proponer Ja eliminación de Ja ciencia. Nuestro ejercicio de 4. ¿Qué es Ja "racionalidad cíentifica" y cuál es ei papel de la "razón
imaginación inicial senala el significado de una propuesta de este tipo. ampliada o totalizadora"? . . . ..
5. ¿Considera necesario hacer criticas a las pos1c1ones que s1ntct1zo en los
Paul Fcy.:rabend considera que e\.hecho de que en un determinado pro- puntos 2, 3, y 4? ¿Cuáles? .
ceso hi~tórico la ciencia haya vencido al mito, a Ja religión y a Ja brujería 6. Formule su propia opinión en relación a este tema, en forma de tesis bre-
muestra fill poder: el éxito de la ciencia no hace que sea Ja mejor forma de co- ves y íundaméntelas.
nocimiento. Piensa que hay que terminar con Ja primacía de la ciencia. De-
fiende le. Eb":"rf3rl y el respeto de las soluciones alternativas. La aceptación de
lil ciencia no tic-ro.! que excluir otras formas cognoscitivas para la resolución
de lo~ protkfTl::i., humanos.
Jean Lrid1 ii'.::c, por su parte, sostiene la necesidad de una "racionalidad
arnpiiacl.a" paru rclkxionar sobre nuestra crísis. El conocimiento cientifico es
resulrado de uni'. forma peculiar de captar la realidad. Tal forma responde
a rrincipio~. método~ y procedimientos propios de 13 ciencia, los cuales defi-
nen la "raci0n:1!idad científica". Ilajo el influjo de su eficacia y de la concep- BIBLlOGRAFÍA
ción pos!tivi~la ·;e tiende a pensar que la racionalidad científica se identifica BllNGE, M., La ciencia, s11 método y s11 filosofía, S. XX, 13s. As. 1972; La
con la racio'nnl;dad en general: es "racional" sólo aquello que cumpk con las causalidad, Eudcba, Bs . J\s., 1961.
caracterlstic:t~ ele la ciencia o con su metodologin. Mñs aun, atribuir el califi- CHALMERS, J\., ¿Q11é es r.rn cosa llamada ciencia?, Siglo XXI, Mri-
cativo de "c1c11tlfico" a una teorla, un procedimiento, una tarea o un objeto drid, 1984.
es prestigiarlo. Asl como negar ese calificativo desvaloriza. Sin embargo, la FEYERA!:IEND, P., Tra/ado contra el 111étodo,Tccnos, Madrid, 1931.
racionalidad ci~ntífica · especifica los medios adecuados para lograr fines, pe- HABERMAS, J. Ciencia y lecnología como "ideología", Tecnos, Ma-
ro nadn dice acerca de esos fines. ;,Para qué llegar a Marte, dominar la fisión drid, 19R4.
hlOl1liCll, COtl'>lt'Uit' CllOrttlC~ cluclnclés tlé .CélllélllO y t\CCl'O o prolo11g:tr la l·lEISENBEltG, JI!., Ld t!1111¡;r'11 tic /11 1111/urall!<.a en /u jfsh'a act1111/,1\1Ícl,
viúa? son prtRUntns a !ns que la ciencia 110 responde. Ni puede decirnos por Barcelona, 1976.
·qué se ha de ai::tuar conforme a la razón científica. Comte, Bunge, Feyera- HORKHElMER. M. Crítica de la razón instru111ental, Sur , Bs. J\s., 1973.
bentl o Ladriere no están haciendo ciencia, ni usando Jos procedimientos de ésta LADRIERE, J., .El re/o de la racionalidad, UNESCO, Salamanca, 1977 .
cu:rndo exponen sus posiciones. Para reflexionar acerca de la totalidad de la ?v!ARCUSE, M. El hombre unidimensional, Seix Barral, Barcelona, 1970.
vida ~\imana y su sentido hac\! falla una razón a111pliada o 101alizadora. RUSSELL, D., La perspcc1iva cíenl/fica. /\riel, Barcelona, 1969.
Laciriere soHkne la necesidad de esta racionalidad, ia cual deberá ubicar y VARSA \'SKY, O., Ciencia, política y cientificismo. CEA L. Ds. J\s., 1969 .
orientar la racionalidad científica.
Lil humanidad ha llegado a un momento crítico de su evolución, al cual
contribuye Ir.. ciencia y sus aplicaciones. ¿La ciencia dará solución a esta cñsis
corr.o pretende el positivismo de viejo y nuevo cuño?, o ·bien,.¿Ja ciencia sólo
es una alttrnati-. a de solución entre otras posibles? o, ¿la ciencia debe ser li-
mitada y orientacla por una racionalidad más amplia? Las posibilidades pro·
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bu):e ª! bienestar: ele. la humanidad: /\unque ta~bién causa perjuicios. La
aphcac1ón ele la c1enc1a produce medicamentos, pero también armamcnt . 1-
. . , d l . l. . os, a
¡ exp 11cac1on e a estructura ae atomo permite aprovechar la energía nuclear"
para la pazo para la guerra. El desarrollo científico influye sobre Ja sociedad.
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INVESTIGACIÓN]- CONOCIMIENTO]-
CIENTÍFICA CIENTÍFICO . .

TECNOLOGI..\
J- -<>-SOCIEDAD

Se puede distinguir en consecuencia un nivel teórico y un nh·el práctico


e_n la~ ciencias. Esto permite también hablar de ciencia pura, cuando la inves-
2. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO tigación se plantea sólo problemas teóricos, es decir, intenta dar cuenta y
explicar la realidad independientemente de su aplicación; así como de cic?ncia
La familiaridad que hoy existe con la ciencia y sus productos no significa aplicada en tanto se estudian, en base a elementos de la ciencia pura, proble-
poseer, l"n general, una conciencia clara acerca de qllé es la ciencia, de cuáles mas práctícos, por ejemplo, la investigación para desarrollar una vac una
son las características del conocimiento científico, de cómo se produce talco- contra determinado virus. Hay que diferenciar también los dos tipos de inves-
nocimiento y de cómo se concreta la aplicación tecnológica de las teorías tigación mencionados. También para obtener tecnología es necesaria la tarea
científicas. teórica para produciría. El cuadro que venimos construyendo puede compic-
Cuando se habla de ciencia se hace referencia a un conocimiento. Es de- tarse así:
a
cir;· un c1ierpo de ideas. A veces no se distingue con precisión ia tarea nece-
sa;ia para producir esos conocimientos de éstos en tanto resultado de esa ta- r--NIVEL TEÓRICO ----~~----- Nl\'EL PRACTICO~
rea. Hay que diferenciar, entonces, la investigación científica del conocimien-
L
io ci=nt'!jko. La primera constituye la actividad productora del segundo. La
m::rnera en c¡ue se efectúan la investigación científica determina el tipo de co-
CIENTIFICA r CIENTIFICO r
IN\'ESTIG.-\CIÓf':L CONOCIMIENTcL IN\'ESTIG,\CIÓi TECNOLOGI-'.
TECNOLÓGICA J .J
SOCI ED -\ 1)
..
nocimiento que llamarnos científico. ' - - - CIENCtA PURA CIE::-:CL·\ ,\PLIC..\D.-\~

1
INVESTlGAClÓN J' CONOCl:'>!IENTO Hay múltiples relaciones entre los elementos señalados. Situaciones so-
ClENTlFICA CIENTÍFICO ciales inducen al desarrollo de determinadas investigaciones científicas y tcc-
noiógicas. Los resultados de ias investigaciones, al mismo 1iempo, modiiica11
Aún es necesario distinguir I~ ciencia de sus aplicaciones. El hecho de la realidad. Algunos estudios de ciené:ia pura requieren tecnologi<1s espe-
que el canocirniento científico pueda ser aplicado a la realidad también dis- ciales. Sin la técnica del telescopio Galileo no hubiera formulado su reoria.
tingue a la ciencia. Se denomina técnica a los procedimientos para dominar Algunos lanzamientos de satélites tienen fines teóricos, pero son posibles gra -
los fenó;nenos. La primera vez que el hombre prehistórico tomó una piedra y cias a la tecnología de la coheteria, del radar, de la informática , etc. Cues-
la 11tHizó -v.gr.- para abrir un coco, obtuvo una técnica; puesto que des- tiones de ciencia aplicada plantean problemas 1eóricos que llevan a nuevo s
cubrió la forma de vencer la resistencia de ese fruto Y pudo decidir por si mis- avances o a reformulaciones de los conocimientos cien ti ficos . Es tos a su vez
mo cuándo el fruto brindaría su alimento. Cuando los procedimientos para influyen sobre la cuitura y la organizaéión social.
dominar los fenómenos se originan en la- apiicación de los conocimientos
d~ntiiiros, se habla de tecnologfa. La diferencia entre ésta y la técnica puede
e¡emplificarse comparando los procedimientos utilizados por un ama de casa r - - - NIVEL TEÓRICO - - - - - N I V E L PRACTICO~
para cocinar con los empleados por una empresa que fabrica alimentos en se-
. ríe. La t.:cnología toma entonces teorías científicas y las adapta para determi-
nados .fines. La construcción de un puente o un túnel sub fluvial, los medica-
CIENTIFICA r
INVESTIGACIÓNL CONOCIMIENTOl_ IN\'ESTIG,\CJÓNLTECNOLOGIA}- SOCIED \ D
CIENTIFICO f
TECNOLÓGICA J
mentos, las computadoras, los misiles, etc. se obtienen de la tecnología. "--CIENCIA PURA--' CIEl'CI..\ APLICADA~

tNVESTtGAC!ÓN l~ CONO~l~llENTO l ._ TECNOLOG!A


¿Cuáles son las características del conocimiento científico c¡ue br inda
C!ENTIF!CA _r----- CIENTIFICO ~ tantas posibilidades teóricas y prácticas?
Conviene para responder a esta pregunta tratar antes dos temas: El len-
Al abarcar en su totalidad lo que se denomina ciencia, se observa cómo guaje y el conocimiento. Ambos temas proveerán de nociones neces:!rias para
una tarea teórii:a, _como la producción de conocimiento científico, tiene con- el desarrollo posterior. La ciencia es una forma de conocimienro q11 >? se for-
notac!ones prácticas mediante \a tecnologla. De este modo la ciencia contri- 11111fa en un fenguaje .

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• 1
·- · - ---- -- -------L.__ __ -------------- · ---~----- ·------- --·--------,...
\
1. Caracterice y ejemplifique:
-investigación científica - conocimie~to ci;nti0co.
-investigación tecnológica - tecnologia - c1enc1a pura .
-.:ienda aplicada.

3. EL LENGUAJE

Al definir al hombre como un "animal racional" se reitera una caracte-


BIBLIOGRAFÍA rización griega. En griego "razón" se dice "lagos". Este término griego pro-
viene, a su vez, de un verbo "legein" cuyo significado es "hablar". "Lagos"
RUNGE 1 M. La causalidad, Eudeba, Bs. As . 1961. es el habla, el lenguaje. El hombre es racional porque posee lenguaje. Al po-
T,
GEYM0 NA L., Filosofía y filosofía de la ciencia, Labor, Barcelona, 197 2 · seerlo, es capaz de expresar la realidad~ Ello significa que es capar de cap-
tarla. La característica distintiva del ser humano es la razón, en tanto es ei
animal que tiene la capacidad de captar y expresar en el lenguaje la realidad.
¿Qué es el lenguaje? Es un conjunto de signos y de reglas que organizan
esos signos. ¿Qué es un signo? El ·humo es signo del fuego . El semMoro en
verde es un signo de paso libre. La paloma blanca e:; signo de la paz. Los di-
bujos de las cuevas de Altamira son signos de anirna!c~. La palabra "rosa" es
signo de un tipo de flor. En los ejemplos dados se pue:le observar que lo q11e
denominamos "signo" remite a otra cosa distinta de él. El signo es un inter-
mediario entre la persona que lo interpreta {intérpret~) y ei objeto al que el
signo refiere.1

INTÉRPRETE---- SIGNO OBJETO


(!) (0)

El signo es un objeto material: ei humo, la luz del semáforo, la paloma,


el dibujo, la palabra prcmunciada o escrita, pero para que funcione como sig-
no es necesario que el intérprete lo tome como tal.
El hombre de campo interpreta como signos fenómenos del ambiente
que para el hombre.de la ciudad. pasan totalmente desapercibidos, es decir,
no son signos para él. Se denomina interpretación al procc·so por ci cu::il el in-
térprete toma a un objeto como signo de algo.
Ln interpretación determina que el signo actúe como tal, o bien porque
permite refi::rir (rcla~lonar) al signo con el objeto al que el signo remite (la in-
terpretación del signo "silla" hacc,que se establezca la referencia con el asien-
to), o bien porque_el ,signo se nsncin n 11nn iden o pensnmícnto (se inlcrpret<\ el

1 La palabra ' objern' está u1ilizada, aqul en su scn1ido amplio: tanto puede referirse a co-
sas mal eriales, como inmateriales, reaics o .ficticias, ele. En última instancia , rs el algo al Q U< re-
mite un signo. Con respecto a'la ~xpresión ,usigno" y ºslmbolo". en seíllido estricto habría que
diferenciar su significado .' Si bien pueden .1omarse como sinónimos, el "símbolo" es un si"no
creado convcr\cionalmen1c:; v. gr., los si&nc.!. 3d idioma cns1c1l:mo.

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16

- - - --- - ----------~~----~~~----
\.
¡
l'I'
h) ¡,Dónde estudiaremos?
g) Debemos estudiar más
i) El triflugulo es polígono de
tres lad0s ' j) ¡Fuego!
1'
i
¡
5. Cu:'il de !a.; siguientes expresiones es término (T) Y cuál es_p:o~osición (P).: i

a) El tri:'H•gulo es escaleno b) El árbol de la esquina.


c) ¡Cuidado! d) Napoleón
e) ¿Cuúntas clílses faltan? f) Llueve Y truena

6 . Colocar co;nil\as simples-a las expresiones mencionadas en los siguientes 4. EL DISCURSO


ejemplos:
b) Geogra!ia proviene del griego La ciencia se manifiesta como un discurso sujeto a cienos usos. Tradi-
a) Antes de b se escribe m cionalmente se define al discurso como una secuencia de enunciados que
geo y graphos
expresa un conjunto coherente de proposiciones. El discurso científico tiene
e) Des es un prefijo en desproli- caracteristícas que lo diferencian específicamente de cualquier otro. Pero aun
d) ¿Cómo te va?, ¿es una pro-
jo. este discurso especialmente riguroso está sujeto a ciertas condiciones que se
posición?
encuentran también en el decir cotidiano, literario, académico, periodístico,
e) VerJallero y falso son térmi-· político o religioso.
nos rn~tulingUlsticos. La palabra no surge azarosamE!lle. Dispone de mecanismos prefijados
para su producción. Se emite respetando ciertas sujeciones. El discurso se
perfila según un juego contrastador de permisiones y restricciones. La se-
cuencia de enunciados se configura segun mecanismos propios del ílujo mis- r!
mo de la expresión, del lugar dond~ se manifiesta y del sujeto portador del i
i
discurso. i
El discurrir que se manifiesta con palabras no es algo natural ni espontá- 1
neo. Acontece en un ma.-co que lo hace posible . Sigue tácitos acuerdos que 1
BIBLIOGRAFÍA tienen que ver con el medio en que se habla , con el tema que se trata, con el
emisor y con los receptores. Para tratar de descubrir estas instancias seguire-
l
1

ALSTON w. Filosoffa del lenguaje, Alianza Editorial, Madrid, 1978. mos fundamentalmente Ja exégesis rcalirnda por Michcl Foucault en su bús-
AY.ER,·A'. J•.'Lenguaje, Verdad y Lógica, Eudeb~, _Bs.As., 197~. _ , queda de las condiciones de posibilidad de los discursos en general. Luego .1
COLACll.Ll DE MURO, M. y J., Elementos de /og1ca moderna Jf1losofia, nos referiremos a las peculiaridades del discurso científico. i
¡
Estiada, Bs. As. 1969. La extraña paradoja .de la palabra es que se ha de usar de ella para hablar '
1
COPI ¡ Introducción a la lógica, Eudeba, Bs. As., 1983. . . . de ella misma. El misterio insondable del discurso -de éste, por ejemplo- es 1
F.ERRATER MORA, J., Indagaciones sobre el lenguaje, Ahanza Edttonal, 'que está constituido con Jas mismas sujeciones que trata de denunciar. Esta
reflexión trata de desenmascarar un ritual y desde el comienzo entra en el ri-
Madrid, 1970. ·

M['.t!rid, 1980. , UNAM 1\-1' ·


d' · ¡
HOSPERS, J., Introducción al análisis filosófico, Alianza E nona ' to. Trata de cumplir con lo mínimo que debe cumplir una reflexión sobre el
lenguaje. Está escrito para alumnos que deberán estudiarlo. Sigue cánones
!! 1
1
MORRIS, CH., Fundamento de la teoría de los signos, ., · exi- más o menos establecidos. Utiliza determinado vocabulario. Concede y calla
co, uss. -dentro de las condiciones tácitas, pero conocidas- para que n.o sea dema- 1
siado probl emático publicarlo . Intenta adecuarse a las reglas de juego como 1

para que sea posible leerlo. Y a pesar de todo se vuelve sobre sí mismo para 1
pensarse.
Nunca un discurso es totalmente original, nunca es totalmente imprevi-
l
sible. Es como si, desde siempre, se lo estuviera acunando para que un buen
día surja según un orden pre-establecido. Tiene su lugar. Busca su poder. ¿Qué
e,'i lo que busca el discurso sino algún tipo de poder?
No hay discurso ingenuo, no existe él discurso neutro . Ningún discurso
es inocente . Todo discurso va en pos de un poder: hablo para que me

2.5
24

.... ----·· ---- - - - - - - - - - - - - - - - - -·


quieran; h:!blo para que me obedezcan; hablo para que me consideren; aun-
que má> no sea hablo para que me escuchen. Siempre hay un deseo; de lo Procedimientos de exclllsión externos
contrario,· no hablaria. Imaginemos un ser feliz, totalmente satisfecho, sin
n:ngún tipo de necesidad, sin el más mínimo desequilibrio: ese ser no necesi- Un procedimiento . de .exciusión que Foucault llama "externo" es lo pro! i1·-
taría hab12.r. ¿Qué es sino el deseo lo que acontece en el discurso? b1.do..N o se est á autonzado a hablar de cualquier cosa indiscriminadamente.
· No hay discurso sin deseo. Si realmente se considerara que todo está Au~ de lo que se p_uede habiar, no se puede decir todo. Lo que está permitido
dicho, si se gozara de una especie de nirvana (plenitud con ausencia de todo decir en algunas circunstancias, no lo está en oiras. Cuando se emite un dis-
deseo) y si se estuviera totalmente equilibrado, entonces no se hablaría. El discur- curs~, és!e es recortado por una zona prohlbida. ·Pensemos en los distintos ti-
so es el lugar del deseo. Quien habla es siempre un ser en mayor o menor pos de ?iscurso;_ por un lado, el jurídico, el religioso, el científico, que exclu-
medida insatisfecho. yen las rnforma11dades; por otro, el familiar, el de amigos íntimos, el de gru-
Hay ambigüedad en el deseo. Es deseo de hablar; y según en qué circuns- pos adolescentes, que excluyen las formaii.d ades. Tanto en unos como en
tanrias, es deseo de no tener que ser uno quien rompa el silencio. P~r otros hay objetos de los que ~o se habla, o se lo hace con censura. Lo prohibi-
ejemplo, comenzar a habiar ante un público numeroso, u hostil, o en una s1- do son zonas celosamente cuidadas para asegurar un discurso sin sobresaltos
tuaciún de examen. En esos casos desearíamos, ya que el discurso circula, que Hay tres tipos fundamentales de prohibiciones: .
fluyera delante de nosotros y mansamente pudiéramos "embarcarnos" c:n él. • Tabú del objeto.
Pero no hay alternativa, tenemos que asumir la rotura del silencio. Ahí esta la • Ritual de la circunstancia.
instilttción para tranquilizarnos y para censurarnos. Cada . institución nos • Derecho privilegiado del sujeto que habla.
tranquiliza haciéndonos saber que nuestro discurso está en el orden de la le- Estas prohibiciones f?rman una red móvil y cambiante. Se entretejen. Se
galidad, de las reglas y normas que la rigen. También nos coacciona y constri- refuerzan entre ellas. Se d1st1enden o se estrechan. Las zonas más intrincad:is
ñe r.-;arcándonos el rumbo que puede seguir nuestro discurso y señalando los pe- en cuanto al dispositivo de lo prohibido se constituyen fundamentalmente,
ligros que acechan más allá de sus límites. LAS DOS CARAS DE LA MONEDA DEL alrededor de dos. temas: la sexualidad y la política. El tabú que se impone 3
DISCURSO SON EL DESEO Y LA lNSTtTUCIÓN. estas panes del discurso hace pensar que la palabra encierra peligrosos ~ccrc­
En toda sociedad la producción de la palabra está controlada, selec- t?s. Aun en épocas de cierta permisión el tema de la sexualidad sufre cxclu-
ci1)nada y distribuida por ciertos procedimientos. La función de tales proce- S!Ones. Hay lugares en donde no se acepta hablar de este tema. Por ejemplo en
dim1entos es evitar peHgros, tratar de manejar lo azaroso y <le esquivar la ciertos ámbitos universitarios, incluso en ci caso en que se hable con cuid:id~s:is
terrible materialidad del discurso. La palabra pronuncíada o escrita tiene una categor_ízaciones se puede hablar de sexualidad en un curso de posgrado; pero se
re:;lidud material, tiene peso propio. Esto no se da a causa de una "magia de ac?nse~a no hacerlo _a nte alumnos de primer aílo; tambii:n se puede hnbbr en
la palabra", sino porque hay.un orden y una práctica dei discurso. "Las pa- ~riman~ _Y secundan~, pero en un kngun.je aséptico_, ~let~fórico y aburrido.
labras duelen", hay que controlarlas. Un ejemplo de la materialidad de 1~~ ~s cuemon de que se informe, pero se mantenga alejado el deseo. 1-by dcstn -
pal:i.bras, aun de aquellas que no están avaladas por hechos, es lo q_u~ ocumo cados inielectuales que se niegan a disertar en un panel donde linblar;in psicó-
t!n EE.UU. en 1938. En esa oportunidad Orson Welles, en una em1s16n de su logos que tocan temas sexuales. Aun esta expresamente excluido en ciertos
programa radial, describió la llegada de Jos marcianos invadiendo la Tierra; espectáculos, en algunas publicaciones, y en determinados círculos de fami-
Hube escenas de pánico, corridas e histeria. Durante algunas horas se con- liares y amigos. .
modonó el país entero ... Y eran palabras, simplemente palabras. La mate- Otro tanto ocurre con ei discurso político. Hay lugares donde no es de
rialidad del discurso se relaciona también con el deseo y con el poder. Está re- buen tono hablar de política; si surge el tema se trata de esquivarlo ekgn;i-
gulado en la institución. Se trata de dominar al azar y esquivar el peso terrible temente. Ya es proverbial la frase "con Fulano, mejor no h;iblar de
y ~alvaje de las palabras. política". ., •
Hay distintos tipos de procedimientos restrictivos en la producción de Las prohibiciones que recaen sobre algunos remas nos revelan que el dis-
los discursos. Estos tipos son interiores y exteriores al discurso y prescrip- curso es ci lu~ar donde se juega el poder y el deseo. De lo contrario, ¿por qué
cion~s para el sujeto que habla. temer.le? El dtscurso traduce la lucha y 1ambién aquello por lo que se luch::i.
C::onviene ~clarar que no siempre que se dice poder se está expresando domi-
nio. Hay discursos que entrañan dominio, es decir·, imperio sobre el otro. Pe-
CO"ntrolada ro también hay poder sin dominio. Poder como voluniad de hacer, de rcali-

~ '''""""'''
En to¿a soddad la con la Conjurar poderes zar:·de 1.ograr; El discurso no siempre es dominio, pero siempre es poder, 0
mejor dicho deseo de poder.
producción dd función de Dominar lo ale.atorio
disc:ir;o esta Esquivar la . _LJn segundo_ procedimiento de exclúsión externo es el que marca i::J scpa-
Redistribuida m•t~·ialidad racton entre rawn y locura. En este caso no se trata de una prohibiciói!, ,;ino
de una limitación del discurso en ia cjue se marca una escisión. La razon
rechaza a la locura. Los dist:ursos circulan, con excepción del no-rD.cíon~I que
25
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se excluye del circuito discursivo conside~ado ".~or~;l". Al de~:r del ~oca, se
i
1
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en la oposición razón-locura. Pero si rios ubic;mos en otro plano en ci de 1
i
1

historia externa de la verdad, encontramos que cada época está' tenida po~ ¡
la desvaloriza. Es el decir anulado, el smsent100. ~stó. loco 1 decimos, Y
con eso est:". todo dicho: nada tan aniquilador de un discurso que lograr con-
senso cuando se lo declara a alguien ioco. Pontificar que un discurso pertene-
!¡ una "voluntad de verdad". Hay condiciones de posibilidad que preceden el
i

ce a la sin-razón es negarle totalmente e\ sentido. Galileo, Colón, Wil.hel:n ¡ encuentro del hombre con la verdad. Por lo tanto no es la verdad ¡0 que pri-
ma sino un tipo de verdad condicionado por razones históricas y coaccionado j
I~cich fueron acusados de locos por sus opositores; es una m.anera co.mun oe ¡ por las instituciones. Le resultó inútil a Aristarco (siglo 11! a C.) proclamar }'
acallar al 4 u:~ dice cosas que no convienen. Aún hoy se descalifica a Nietzsche que la tierra gira alrededor del sol; eso es verdad para nosotros pero no 1 1
apelando a su locura.
t correspondía a Ja voluntad de verdad que regia en esa época . Algo simiiar ie r
i
Pala'Cra de Joco: palabra anulada, desvalorizada, de.s~rovist~ de ver?ad, ocurrió a Copémico varios siglos después. Recién en la época de-Galileo se l··
1
huérfana de importancia, sin valor jurídico, sin pode~ relig1oso, :i,n aut~nda~ empieza a vioientar penosamente la voluntad de verdad en astronomía, pre- 1
inteiectual. Paradojalmente suele otorgársele un sentido oculto. Los nii\o~) parando el terreno para que finalmente se comience a aceptar la proposición 1
Jos locos dicen· la verdad." La desnuda ingenuidad del loco puede enunciar "la Tierra gira alrededor del Sol" como verdadera . La Tierra y el Sol no cam- !
un sab(lr que se Je oculta al sano. El discurso del loco son las dos fases de una bian, cambió ·la disposición de la comunidad científica y no científica para
meda\!a: 0 no se le otorga ningún valor, o esconde una verdad s~creta. En aceptar ciertas proposiciones, cambió la voluntad de verdad.
cualq•.Jirr;, de los dos casos, no existe; puesto que no pertenece al d~scu~so ra- Mendel, en el siglo XIX, trabajó sobre las leyes de la herencia; sus
cional. En la antigUedad los locos sagrados podian manifest~r sab1duna, pe- conclusiones no fueron tomadas en cuenta, porque la voluntad de verdad de
ro sus !nconexas palabras debían ser interpretadas por. el d1scu;~o de la ra· la biología de entonces estaba regida por un saber anatómico. Si Mendcl hu- \ 1
zón. En]:¡ Edad Media se trataba de silenciar al loco alejándolo. La nave de
Jos locos" se encargaba de poner distancia entre la palabra de la razón Yla de
biera hecho aseveraciones disparatadas sobre la forma ele los vegetales, se l<ls
hubiera considerado erróneas, pero, como se escapó de la voluntad de saber 1 l,
.la locurn. ..
En ~l siglo XVIII, ·c uando se comienza a encerrar. a los l?cos, tan: bien se
de su momento, como habló de incidencias estadisticas en los elementos here-
ditarios, ni siquiera se lo cschuchó. Su discurso no se a venia con . . disci:i-so
1
1
¡.
1
los comienza a escuchar, pero siempre marcando la d1feren.c1a. Pareci.era que biológico vigente. Hubo que esperar que cambiara la dispos ición a de1r.rrni-
mientras k.s paiabras comíderadas racionales ingresan al d1sc~rso y c1rc~lan, nado tipo de estudios , para que las l"cyes de M~ndel se consideraran \·erc.bdc- 1
las q1:r ccnstituycn t'\ decir de la sin-razón no alcanzan el íl~jo ~1scurs1vo ~ ras. No cambiaron las arvejillas con las que investigaba Mcndcl , cambiaron ¡
regresan n! ruido: Voces sin sentido que son escuchadas baJO c1ena cond1- las condiciones de posibilidad para leer la 1•e¡dad que revelaba . 1 !
C:ón: "Y0 sov sar.o, te escucho, y es ese deambular tuyo, por palabr?s erra- ¡.
. l.
1
Los cambios en la ciencia se pueden ver como el acceso a nuc:rns des-
tiunda~. lo qu°e marca el abismo. Tu decir es alegórico, no tiene la pl~rntud ~;1
cubrimientos, pero también cabe interpret;-,rlos a la luz ele una voluntad de
rrno. Si hay verdad, esta oculta. No has ingresado realmente en ~l 01scurso ·
A partir del fin del siglo XIX parece que las cosas ~an can;biado. Lapa-
saber distinta. Cada período histórico y, dentro de él, cada disciplina se cons-
tituye según un plan que fija objetos posibles de estudio, método para acce-
l !.
1
labrn del loco se escucha atentamente. La actitud del psicoanalista es recepto·
ra. La palabra loca es ahora atendida y valorizada. f:s un rompecabezas al der a esos objetos, y técnicas para manejarías. !·lay una demarcación de ver-
que se le busca el significado. No por desordenada deja de pertenecer~ una dades posibles. Es entre el abanico de posibilidades marcadas de antem;ino
figura que alguna vez fue coherente y que puede volver a se.rlo: ~as'.ara con que triunfa alguna de ellas. Las,que quedan íuera de esa figura ni siquiera son
rehacer pacientemente el discurso y surgi~a nuevarr;en1e la ~1gmf1cac1ón sólo consideradas. Esto no quiere decir que mueran para siempre . En muchos ca- 1

esbozada por el loco. E! discurso de la sm-raz?n tiene ternb~es desgarrones sos sólo se trata de esperar que una nuel'a voluntad de verdad arroje su luz 1
qlle hay que inte~rar para reinstalarlo en su veroad. De c.ualquier n;anera per-
manecen dos di~cursos escindidos: el de la locura y el discurso calificado del
hacia otros ambitos, lo que puede llevar unos meses o aigunos siglos._, ~

Los dos sistemas de exclusion externa tratados al princ:ípio: lo prohibido


¡
l.
psicoana\:~ta, e;to es, de la interpretaci~n racional. .. y la oposición razón-locura, confluyen en el tercero: la vo/1111/ad de vrrdnd. ¡
Un tercer procedimiento de exclusión externo es la opos1c1ón entre lo Se prohibe o se permite, según los objetos hacia los que se tienda. Valga co- j·
¡·
·verduderc: r /o falso. Cuando se considera la historia interna de la verdad se mo ejemplo que en épocas de dictadura está prohibido hablar de libertad, J.
~ncuentra ·que ·no es otra. que la historia de la ciencia. En ella hay proposi- elecciones, o pluralismo. En épocas democráticas lo desprestigiado es defen- '
ciones qu::: ·-~ confrontan y resultan verdaderas o f~lsas .. Pero l?d~s son. ver- der censuras, golpes de estado o totalitarismos. También encontramos la
daderas o falsas por razones objetivas. No hay arb1tranedad m v1?l~nc1~ en impronta de la voluntad de saber en la manera de marcar los límites entre la 1
1
!.
aceptar Jo que a todas luces es verdadero y en rechazar lo falso. E~ ul~1ma ins- razón y la locura. Cuando se creía que la locura era el origen de la sabiduría,el
tancia lo que siempre perseguimos es la ~e~dad, y n~ sólo e? I~ c1enc1a. La fi- loco era sagrado. Cuando la voluntad de verdad marca que la locura no és- 1
losofí3 es una busca de la Yerdad. Las rehgiones se dicen a si mismas verda?e- conde sentid.o alguno, se la excluye. Cuando, como en· nuestra época, hay una 1
ras. El ane puede llegar a definirse como la eclosión de la verdad. En la vida tendencia a encontrar la verdad en las fracturas del discurso, la ~scucha está
cotidiami exigimos la verdad. En esta persecusión de la verdad no pare.e~ que atenta al decir desestructurado del loco (l:acan) . Aún cuando hay distintos
haya viol!ncia, ni exclusión, ni separacion alguna como hay en loprol11b1do Y procedimientos en cada uno de los sistemas de exclusión, es el tercero, lavo- ! 1

28
29 ji
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1
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\untad de verdad, el que parece marcar la tónica de las incidencias externas en t Habria entonces discursos originales y discursos reiterados. Pero la sepa·
¡
la pr~~~~~i~~sf~~~;~~~~~~s del discurso -lo prohibido, la oposición razón- l
ración no es estática y dada de una vez y para siempre. Hay textos que termi-

. r... •·
¡ cu;; la voluntad de verdad- contribuyen a que se encuentre lo que .se
0
' d t inadas Se le terne al poder, al az.ar,) ª
¡ nan por evaporarse en el tiempo y es su comentario el que permanece; otros
que perduran intactos; otros que coexisten. De todos modos, el juego conti·
núa. No hay posibilidad de marcar una linea rígida que divida a los textos orí·
quiere encontrar: verdades pre· e errn d' d · lo delimita con los 1
la materialidad del discurso. En. la me J. a ~nbl~u~~~ inofensivo más so- l· gina!es por un lado y a los comentarios por el otro. La relación subsiste. Ade·
controles pre-establecidos, se lo hace mampu a ' . ' r más es intrincada, móvil y cambiante.
dable o más cienú!ico. ¡¡ Hay una doble función del comentario a·partir de un discurso de origen:
l) Funda una posibilidad para seguir hablando; 2) Dice "ahora" lo que esfa·
Son: arbitrarios ba silenciado "antes". Cuando Sartre .:scribe su· versión de "Las Troyanas",
modificables por un lado, sigue hablando del mismo terna que Eurípidcs, y por otro, hace
históricos hincapié en un afán colonialista que el texto griego ocultaba o no decía y que
. Lo prohibido insti t uciona!es "por fin" se expresa en la versión sartreana.
. .
SJ$temas de exclusión - -
~Oposiciónrazón·
locura
violentos
(la palabra es
El comentario diée por primera vez, lo que en última instancia ya estaba
dicho. En este comentario sobre un trabajo de Foucault, se pretende decir
externos siempre una \iolen- ahora, en estas páginas, lo que ya dijo el filósofo. Lo nuevo no es lo que yo
Voluntad de verdad cia que se le hace a estoy diciendo (ya lo dijo Foucault) lo nuevo es que el discurso retorna. Pero
las cosas) retorna con menos riesgos. En ia medida en que comento el texto, digo otras
cosas, además de algunas citas literarias, pero estoy a salvo de io'imprevisto,
conjuro el azar del discurso, me dejo llevar por los carriles marcados por el
Procedimientos de exclusión internos discurso original de 1970. El discurso ya fue enunciado y se repite ahora 16
1d . dirnientos de exclusión externa es con- años después, pero sin el peligro de una multiplicidad emergente. ¿Por que
Si la función pri.ncipa e tos prloce. ternos se trata de dominar lo aleato· no lo copio? Porque creo que lo aclaro con un vocabuiario más accesible.
jurar poderes y eludlf el ~eseo, .en os in U discurso espontáneo, íluido, Porque considero que lo ilustro con ejemplos. ¿Por qué no invento otro dis·
rio. I-~ay que cont~olar la ~~~~ ~¡° ~~~~~~r~ie~to en toda su posible bru~ali·
1 1
salvaje, corre el nesgo. de . , t I
8 alidad el pensamiento y la palaora.
curso nuevo? Porque siguiendo sus palabras me siento protegida, tranquila,
guiada ... Sin embargo produzco un acontdimiento con su retorno. Digo por
ilnd. Hay que poner d1~~nc11 e~ re elª:;caden;rniento prolijamente articula· primera vez lo que considero que él no dije) al decirlo por primera vez. Esta
Ei lluir del pens~r. nos s~n~Í~~b~én los emergentes inesperados del azar. El repetición enmascarada permite decir otras cosas con la condición de que se;,
do de las propos;c1one.\ ta dar una muestra de lo que es el vuelco del pensa- el mismo texto .. Pone a resguardo de ios peligros de un discurso totalmente
LJ,'ises de James oyce m en , sa en la mente del protagonista en un original. ,
miento. Trata de relatar todo; lo q~e pa stá en un funeral y de pronto se Je Otro principio de exclusión, que tiene que ver con el anterior es ei auror.
día de su vida. v.emos, Pº'. eiemp o, qu~:subicado. Le surgen ideas que apa· Parece bastante claro que ai ·hacer comentarios, al repetir textos, al marcar

~\
cruza un pensan;1ento er~t1co, o soez, o la situación que está viviendo. Todos entreiíneas en discursos ya dichos, el comentador se pone a resguardo del
rnntemente no tienen nana que ver con t' 'dad mental También azar. Pero, ¿qué pasa con el que dice por primera vez?, ¿qué ocurre con ci
-. b t atendiendo a nuestra ac 1v1 · discurso que tiene algún grado de .originalidad? En este caso la protección an·
r· itlcmos compro ar es o, .. muy bien de decir aquello que surge
p·.)demos constatar que i:os c_u1oamos . E te cuidado tiene que ver con el te ei imprevisto, ante el acontecimiento salvaje, ante la irrupción desconsidc·
t
aleatoriamente en c~.alqu1cr cEircué~stan~::~a ~e dominar la dimensión de lo t
f
rada, proviene dél principio de autor. Porque el autor es un foco de cohcrcn·
cia del discurso, es unidad,de· sign,ificaciones, es el que rinde cuenta·dc lama·
orden interno del 01scurso. n
·
se
v'sto de las irrupciones del azar. · . ¡ nera en que agrupa sus palabras, ._del sentido que les da. Los temas que elige,
unpr~t'1 h~cr procedimiento de exclusión interna es e:.coment~r'.º· Se c~e~ta el vocabulario y el estilo que perfila van creando un ámbito, el cual incluye lo
· pr . hó ¡ uno mismo d1JO o escnb16. Se r~p1tc. t pronunciado y lo silenciado:EI autor, no corno subjetividad, no como el in-
~ºe ~~~~~:~y~~~~::~~~~~~~s dis~u~~~s. 1tex~os, fór:~~~~;
. H di
Se reactualizan
os que "se dicen" y desaparecen en e mismo m
;~~~~~s P~rabrsacsu~~rdidas para siempre! En u ni cial~os q~c~~n~~~po~a~1~~\·c~~c~
. l l
~
dividuo que escribe o habla, sino,como principio de coherencia de un discur·
so es 1m proccdirnicnto de cxcius.ión por las palnbrns qHe no pronuncín, pnr
loS;temas que no toca, porque po.nga o no sutileza en el desarrollo de sus idc·
. d anunciarlo "Las palabras se: as eva e . . . as. El autor protege al discurso. Reconocernos al autor en su estilo, en sus pa·
~~~1;~t~go~
g111an o r
\~~~~r~o~ •h~~~v~~ ~~ºn~~~~~~~ei;~~~~
· ·
~1e:~1i~!, ~~s~~~~ft~~~: '~odn1~
d' hos y van a seguir sien o
lnlmti, en sus 5ilencim. Cumple con 1mmipcio11e~ del gr11m111\ qnó ~~ dnli·
- que: novela, cuento, poes\a:, ensayo, tratado, ele. Entra en el juego pre-
el ichos" más allá de su producción, contmuan ic . . . .. establecido por su epoca y por su temática . Al modificar, marca la diferencia
d!ciws,. Se trata.de los textos jurldicos, religiosos, c1ent1ficos Y hteranos. con todo lo que estaba dicho, y luego se atiene a esa diferencia. Es igual a si
31
30
Ir
1

La forma más evidente de este nü - ·· ci-'-- . .


r
¡-!
Este califica al sujeto que habl evo grupo ~ :~stncclOnes es el rit11a/. ¡l
ciados emitirá según sea dialoga~·t e -~arca su pos1~10n y que tipo de enun-
mismo. Se identifica.con su individualidad autora!. Excluye lo arbitrario. 1
El comentario encuentra su identidad en la repetición. El autor la en-
finen Jos gestos, el com ortamien~; m err?ganle, d1~ertante. Para ello se de- ¡\
cuentra en Ja forma de su yo. Ambos excluyen el peligro de lo imprevisto~ ¡ nadie lo hable explícita~ente tod , ;as cirw11stanc1a~ y los signos. Aunque .1,,1
Ot~o procedirniento de exclusión interno del discurso son las disciplinas.
terminadas situaciones. Si en;ram~: a~n:~?s ex~ectat:vas sir;:ilares ~nte de-
En ellas se da un espacio en el cual se puede formular y re formular nuevas pro- 1 que se siente a escucharnos Nos so g d i~ete el _ps1coanat1sta esperamos ¡:
r zara a levantar pesas en nuesira pres/p:en .en~n;os SI el psicoanalista comen-
5
posic!tmcs. Pero no cualquier tipo de proposiciones; los limites son claros, es-
tán determinados; excluyen mucho más de lo que permiten. En cualquier dis-
ciplir.a se encuentran objetos, mé!odos, proposiciones verdaderas, reglas, defl-
i Faeultad de Ciencias Exactas nos nc1~., 1as1sttmos a una clase de fisica en la !'¡·'·
utilizara sus horas de clase pa;a co sen/na~os ~esconcerlados si el profesor !
r.iciunes, lécnicas e instrumentos a disposición de quienquiera. El conjunto de
elementos que constituyen una disciplina no está ahí para encontrarle un senti-
t go, levantar pesas y hablar de fútb~ern ar e dart1~~ del domingo. Sin embar- \l.
l gares. En una boda, cada partid ant~s~n ~-n a1 ntua_l esperado en otros lu- !I
do oculto (como en el comentario), tampoco para darle un foco de coherencia
(i:omo en el autor). El corpus que conforma la disciplina es anónimo, pero es
¡ tentes- se conducen apropiada~ente n~\ i?s, padnno~, sace~dote y asis- !1
t comportamientos esperados res d' a e,e nto. ~umphr c_on los gestos Y !:
lo que se rrquiere para la formulación de nuevas proposiciones. t
·los signos adecuados gara~tiza ~aonefi1end.o da ]las circunstancias y utilizando
1!
Las dis.:iplinas son férreos sistemas ·de exclusión del discurso. No están !l L . ' 1cac1a e as palabras :\
c0nstituidas por todo lo que se puede decir sobre el. tema que les incumbe. ¡ os sujetos del discurso son controlad 1 .•
Ticn::n que responder al horizonte teórico afectado en cada momento históri-
co, par:: 1.o cual opera con las "verdades" enunciables sobre sus objetos de

cuya función es producir y conse
escuchar las palabras o se silencian conf
cen el poder y ellos lo e' ercen en
d' os por as sociedades de discurso
rvar 1scursos En esta
. . . s ~ocie a es se hacen
· d d
orr:ie a tos cntenos de los que ejer-
lH
t~\es socied;des. Un mo~elo de so~~;~~;~n~~n por las reglas que gobiernan
estudio . ·--así como los errores útiles y sus supuestos instrumentales. Sólo
dentro cid l1orizonte teórico una proposición puede ser aceptada como verda- .~ t1an o modificaban los poemas e. iscurso eran los rapsodas, repe-

der:i, e,; decir, cumple con todos los requisitos que la disciplina exige. Los tres
orador y auditorio. El rapsoda ·r::~~e~·º se in:c~cai:ibiaban l?s
papeles entre
'I

il
princip!os de exclusión internos dei discurso -comentario, autor y discipli-
na- p~rmiten que circulen nuevos discursos gracias a la repetición de textos, complicados ejercicios de memoria q lf
el pn~1l.cg10 del decir protegido por
a la fecundidad de los autores y al despliegue de las disciplinas. Así se mul- modo la poesía era expresada pero n~e d~:U~~~~~~n reíener los textos; de ese !¡
tiplican las palabras reguladas con severas restricciones. Se encuentran características simil
libros llegan a muchísimas pcrso
1 •
ares en ü5 escritores actuales . Los
..
1

1
ol
. nas pero son po'os ¡, q t' 1 •
~ y los med10s para escribir, ·publicar vender e ~ uc ~enen a capacidad \i
• .r;temas d e exc l us1'6 n Comentario
A t M u 1tlp
• l'1can 1as pal ab ras El secreto téc:nico o científico es a ' l . Hay dtvulg:món y hay secreto .
S •m ternos D'u. or hay acuerdo entre científicos y téc~i~ces cebosalmente guardado. No obstante
. .. d ol as
.
. .
1sc1p1ma
restnng1en ¡;
car Y Jos que no. En varios escritosº~!~ar~;:dte~:~i~ue se p~eden publi-
cuentran recomendaciones·de no d'v 1 . d' . . Y Moo_erna se en-
cimientos. En nuestra época hay a;u urJar m iscn.mmadamente ciertos cono- ¡:
divulg~r.cicrtas in:estigaciones~ L~se;st~:if0~ ::.s 1~~~~~~~í~i~~~e~~~~<;ia ~
Pro'.Yrlimientos de exclusión del sujeto 1
no de

i.
Otro grupo di:: procedimientos de exciusi6n discursivo tiene que ver di- ~~sa¡cl~s pohllc.os func.lOnan como so~iedades de discurso; son los' que ~~~i1- 1
rectamente con el sujeto que habla. Ya no se trata de conjurar poderes, corno
discursoá~~o~6c~~~ ~edc~2:ne sie hace.n circular las pala?ras. Las sociedades de
en los controles externos, ni de dominar lo azaroso, como en los internos. En dólar o b . d ., ... s _conviene o no revelar si se espera aumento del
manipula;~ª tn~~~~~:tan~ d~;~~~:nd~:mp~~:sas. Las sociedades de discurso
···' este plano, la restricción juega directamente sobre quién habla, en qué cir-
' ...,. cunstancias, cómo y dónde se emiten los discursos. Si los dos primeros proce- 1 1
U . r.
dimíentos de exclusión juegan sobre el discurso en sí mismo, el tercer conjun- na conlra~aruda d~ las· so~iedades de discurso parece encontrarse en
to de principios se dirige a los posibles sujetos emisores. ~~~;:1{~~~~~c~~1~:'~~-s~~e~~;!ne~. las p~imeras la part icipación está restrin-
otros la difusión . Lo que sirve de c~rs~. n unlos pr~valece el secreto, en Jos
Este tercer grupo de procedimientos de exclusión tiene la fuñción de de-
terminar en qué condiciones utiliza el sujeto el discurso y qué reglas deben se- na\ es el e . .. . n mente a os miembros del grupo doctri-
guir. Con ello se logra que s6lo determinados individuos puedan acceder a do las mi~:1~sª~~~~a~~l-~,;~ ~1scurfºci· aceptando cier_tas reglas Y defendien-
ckrtos discursos. Para ingresar en algunos discursos hay que estar calificado, cia del sujeto al grupo. Si"su~ e:s e. ~scurso el qu_e Juega en la dependen-
mantiene la inclusión . De i\o cpnt~:~i ~ ~ \~~~}~oroes con lo ~stablecido, se
1
1
r:;ientras que otros permanecen abiértos a cualquier emisor. Por ejemplo, el
sus palabras rayan en hereJºía Tunc'1on' 1 1 1 u~ queda excIUido . Cuando
dlagi·tóstico de una enfermedad se efectúa sólo en el discurso médico, pero la
c~·!~(ripción de las vivencias producidas durante:una enfermedad pued~ reali- . '' an os mecanismos de re h p .
nece integrado respetando' \a orlod . L . . . e azo. erma-
zada cualquier individuo. !' dob\e: la dependencia dell'discurso ~~1a. ~ ooctnna rr:ant1ene una sumisión
i . os sujetos que hablan :-los que defien-
l
r 33
l
32
¡ '/:''
i:
~

\ el sistema ptolomeico para entender el universo. Hasta el siglo pasado se


_, t . - y la sumisión de los individuos a los discu;sos. Los grupos
d en l a c;OC nna . n rechazan Por ejemplo un grupo t practicaba indiscriminadamente la sangría para muchos tipos de enfermed a-
doctrina!es vinculan Y prohiben, _integra y "nte rant~s en la medida en que ~ des. Por una inspiracíón onírica, Kekulé determinó la fórmula de ia estructu-
revolucionario es.trecha.la cone~ó~ e~zs~/alej~ de otros grupos. Rechaza a ra del benceno. En lo que concierne a los tres primeros ejemplos algunos epis-
com¡:arten un mismo discurso.. ciados intolerables para la doctrina tL temólogos dirían que la ciencia, en su ·progreso, supera las incongruencias.
aquellos individuos qu~ mai:eJan _enun . ¡. Respecto al último ejemplo afirmarían que no importa cómo se llegó a des-

(trad~li~~t~~s~~~s~e~~c~~ºe1:~u~~~·n que s~ va a consi;!erar es del mát~vaompc~~s~f-


cubrirlo, lo importante es justificar su ·validez. Nosotros decirnos que el
t hecho de que la ciencia haya funcionado y siga funcionando con esos elemen-
. b d . ¡ ducación El sistema e uca 1 • ¡
cuanto a la extensión a arca ª· e ª · forma olítica de ade- ll
tos un tanto espurios para la razón, demuestra que en la ciencia existen ele-
tuido, entre otras cosas! por el saber Y elcf.~der~~~ :ª1os mis~os. La educa- mentos irracionales. Decir que hay elementos irracionales en la ciencia no es
i:
cuadón social dedlosd_ditsn~bu~~spye~i~~ y1 ~~~~ibir Ja circulación de las pa- negar ia racionalidad de la ciencia, así como dec;ir que hay partes del bosq ue
ciór. se encarga e is • ¡ d' t' son formu- lr que no ardieron no es negar el incendio de un bosque. Tales elementos irra-
lab;a~. Brinda las directivas para los edlucaddoresc.·1o!nªveas f"iiJ.:e~di~~~ el discurso cionales pueden integrarse muy bien a la teoría y a la práctica de la ciencia .
d 1 d La impronta que a e uca . ,.~ Cuando los desajustes comienzan a molestar o a hacerse demasiado eviden-
~~~~ ~f~o e,: :uºe :f~oder p~litico
y los i:1~ri~~~;~esaf:~~~:~s:e~~;~~Y
Hay movilidad, por.el comph::ado mecams última i~stancia ellas continúan
!: tes, un cambio de perspectiva puede descubrirlos y reemplazarlos. Las nuevas
teorí as llevan implícitos desajustes que surgirán o no según el azaroso devenir
que pueden producir desfasa1e, aunqu.e en . tt histórico. Estas modificaciones pueden ser interpretadas de la siguiente ma-

pres'~¡~~all~~ ~~f~~~'.e~~~ise;;d~~~s~~~rso,í g~fs~:i:i;~~n:l~~sy ~~~~~~


nera: si creemos que la razón es una, inmutable y universal,. diremos que hu-
l'

d6n están estrechamente vmcu a os en re s discursos según la calidad de


¡ bo desajuste de lo racional; si creemos que la racionali,dad es progresiva,
diremos que las variaciones muestran el avance de la racionaiidad; si, por
h:i.l:;la!ites en los disti~tos discu'.sosl a~~cu~~l habla por excelencia: le otor- el contrario, creemos que· Ía razón depende de las fuerzas de poder que se·
los sujetos. La edu.caciél n es'.ª ntuaj~~gª~\~papel en la conformación de gru- juegan en cada época, direm.os que el sentido de racionalidad cambia. En
!iª rli<tinta categona a os sujetos, d cualquier caso, considerar el conocimiento científico en su dimensión hum:i-
~os doctrinales, dispone los discursos según un saber y. un po er. na, nos permite buscar en este, discurso p::irticular los elementos que encontr::i-

Ritual
.
Sociedades de d1scur-
1 Distribuyen a los su-
. t
mos en el discurso en general.
Retomamos la problemática del deseo y del poder. Ha y deseo en t:l dis-
curso científico, deseo .de inv,e stigar, de saber, de encontrar respuestas a los
misterios de la naturaleza' y del hombre, de dominar la naturaleza, de bencfi-
. /
V
/ /
so
.
1 ¡e os
en \os discursos Y
c i ~r :i la human itl:itl . Deseo c.ic ser reconocido por los tlcmús, ue publicar , de

~'Ornpo~ úoctrí1rnle5 lo~ di~~ursos


S!~tcmas de exclusión adecuan trascender, de triunfar .sobre sus rivales. Freud encuentra que " ci irnpuiso in-
cansable a una m:iyor perfección que se observa en una minori::i de inclivicl11os
cti:l rnjeto hablante según la
,~ calidad del' sujeto .
l liu111t1110~. pueJc cu111prc11dcrsc sin JlfkultaJ cu1nu rn11sccuc11cia de la 1epi c-
1 si6n de los instintos, proceso .al que se debe lo m:ís v::ilioso de la civilizaci ó n
· Educación
(adecuación social) ·· ·
\i· humana" (1Hás allá del princ,ipio de placer, pág. 2528). Los instintos repri-
midos producen una fobia neurótica, la cual, en espirit us pri\'ilegiaclos d:i ori -
l1·
,, gen a inventos, descubr,imii:ntos, teorías y obras desracadas. Segun esta teoric.
el deseo reprimido .llcv.aría también a la búsqueda de logros en los d o min ios
Di;curso científico i del saber.
· d' . d o~ibilidad del discurso en gene- ..[ Respecto del poder, •ei discurso no es solamente el medio por el cual se
Se han considerado las con .1c10nes ene~ discurso científico la conexión obtiene cierto poder, sino también .aquello por lo que se lucha. El científico
ra\. Analizaremos ahora, c~mo JUelga~ dencia de los procedimientos de quiere ser escuchado. , Comunica a la comunidad científica sus teor ias , y
con el deseo y el poder, as1 como a epen . cuando éstas son acep,tadas pasan a circular dentro del discurso científico.
exclusión. . . . ·a se 'ueden detectar proposiciones, Desde ese momento puede llegar a influir en la educación, en ia justicia, en la
Al recorrer la h1stona de la c1el)Cl t 'd ~ incluso utilizadas con éxito a política, en tc:idas la·s (éirtnas sociales, puede incluso tener dominio en otr3s
cnn•:epciones y teori<1:5 que fu~r?n ace~. a ~esos· estructuras de conocimiento ciencias. Este poder no es unilateral, también los poderes provenientes de
pe; ar de ciertos desaiustes t:oncos ~ c~~;cie~tes, con inexactitudes respecto otros ámbitos ejercen presiones sobre él. ¡
ra·:íonal con supuestos cons~ientes o t t . s El hecho de que el agua no se
a la experiencia, o dentro mismo de as .eonap'i.stón era explicado por los aris-
En nuestra época es tal el prestigio de :la ciencia que desde muchos secto-
res se disputa por el ni;ve\icientífico. Sectas religiosa s pretenden ser "cientí fi-
t!evara m á s d e d'iez. metros por las. cañenas
,, d 1 alíquidos Durante siglos se utiT126 cas". El mercado ofrece ~i consumidor productos garantizados par si.: cienti-
to•élicos como "el ho~r al vacw e os .
35

--~---~ . ----- -- ·
r
ficidad. l !?.y disciplinas que luchan por ser admitidas como científicas, epis-
curso científico. Pensemos en el d - . .. _·:...· __
/'
tcmólo~o; que airadamente sostienen que el psicoanálisis, el marxismo y la la . or en meaico y e 1 • ¡
astrología no son ciencias, psicoanalistas, marxistas y astrólogos ·que se afa- - s operac10nes quirúrgicas las invest· . n os rituales de la con l
de un científico que, dando 'una 'confe igac_iones. Im_agi~emos el despre~~i t~~ 1
na n pa ·a ,·;·reconocidos como científicos. Algún poder ha de haber en el dis- 1
sacara los zapatos. Hipócrates d 'ó re.ncia.en un_a mstJtución importanteg
cu::so <.:ic;;:ifico para que desde tantos ámbitos se pretenda pertenecer a él.
comportamiento de un "buen" ~Jd. mrnuc1osas Instrucciones en cuanto ,s~
Ln c-ontrapnrtida del deseo en el discurso científico es la institución. Ella· -
que "no debe hacer". Es decir q~e Jico._ Ses.abe ~ara cualquier científico I~ 1
r.::~palda y encausa el discurso. Este se enuncia en los institutos de investiga-
labras, sino también para ciertos e a exclusión rige no sólo para ciertas ~a­
cit•nes, en las universidades, en las asociaciones y academias científicas. La
im titución es un sistema de coacción. Sobre el discurso científico pesa tarn- cunstancias; todo lo cual contribuy::s~.s YJ con:po~tamientos, según las cir- 1
bi{:n lo prohibido. Dentro'·de cada ciencia y en cada momento histórico se .. La~ sociedades de discurso son es t~a: a eficacia de la palabra científica.
pn:sentnn dispositivos determinantes de lo que se puede y no se puede hablar. s10n a c1ert?s discursos cientificos. La ~ ci?s c~rrados ~ue de finen con prcci-
des, fundaciones, laboratorios, observ s tm~t1tuc1ones d~ mvestigación, facu:ta-
Se delimita un campo de objetos, de métodos y de técnicas, para mantenerse
de•Hro tlcl discurso cientlfico. te sus secretos, dosifican lo que ucde a onos y ac~dem1as manejan rigidamen-
Ln c;cisión razón·locura rige para este tipo de discurso. El loco no puede te~as ·~~ciuy~n no sólo proposici~nes si~;~ª cob~.umc~rse y companirse. Sus sis-
ha·:er ciencia ni hablar de ciencia. Es proverbial en la historia de la ciencia la ra cc1 ir quién puede entrar o no en la so . ~ ~en SUJct_~s. Hay mecanismos pa-
puedc trnnsmitir inform:ició11 · por . lc1e a Y a quien, cuando,. cómo se Je
dc~~nlifii;nción de un discurso mediante la acusación de locura: Colón, Gali- • •J • ' ' CJClllp o h N /\ s /\
cma es cu_yas !nvestigaciones ·rcdituarán , 'b . ·. : ., o l::iboratorios mccli-
,
lw, rréUd. En ciencia es dificil difcrcn . gran ~ncf1c10 económico.
El tr:rna de !ns proposiciones verdaderas y falsas hacen la clc11cla 1nlrn1a .
c~da d~'.:,·ía dispone de medios para determinar la verdad o falsedad de las
rloc_tri11oles. Ln difercncln e:itt\ en~;~~ fnrre. sociedades de discurso Y t:m{Jos
;:>r<iptWC'Jllaes. Dispone de sistemas de exclusión para dejar "fuera de discur-
rlst1ca de promover el ingreso den Os J:'.1 llpos llot:t1 ll!alcs tlc11c1J la r:11 :it:tc-
so'' a- 9q11~1las proposiciones que no se encauzan en la voluntad de verdad.
sccre~o como en las sociedades de d~~~~1~s adl.1erentes al grupo. No los une cÍ
Al~•JJJa', de ews procedimientos de exclusión son especialmente tratados por
cxclu1~0 del grupo quien emite discursosso, smo !ªdependencia doctrinal. Es
lo$ ló~~kos <le la ciencia. ' ~nt~ai:1an en esta categoría algunas . c~nlranos a Jos postulado; básicos
c1olog1cas . y a ca d em1as
· de ciencia
. el asoc1ac1onc<
d' - médºica,r , ps1coanal1t1cas
• • • · •
so-
Et w1m?11tario es un hilo conductor i:kla ciencia. Hay fórmulas, leyes,
conscgu1r adherentes y cicfenso~~s de '1cad?.1 n promo " c~ las ideas cicntíÍi·c: ns ,.
rr.gla> qu.: se repiten sin apelar siquiera a su enunciación originaria; pasaron a L d · e a ciencia '· ,.
consti,\.i?r el acervo de la ciencia. Se actualizan, amplían o rechazan teorías ante- a e ucac1ón.permite el 'acceso de los. . :.
rior::s n:::;liante el comentario. El murmullo constante de los comentarios en curso, perC! marca su distr'ibudón su i~d_1~1i:luos a -:-ualquier tipo de dis -
cienc1:-, reC!dita el ·discurso científico y contribuye a su modificación por enri-
l?s poderes scilala el rumbo·de lo;·t pcr~1s1on º.prohibición. El j11ego de
quecimiemo o refutación. El comentario científico posee características que eJemplo: ci:i estos momentos·en nues~~~s e. estud;o y de. invcstigar1ón. Por
lo distiiiguen de otros tipos de discurso. !ª
fund1r .ci,encia en todos los niveles. de 1 sociedades h~y una voiuntarl de di-
Si bien en ciencia la exigencia' de autor no es tan puntual como en litera- h_um~rnst1c,os se hace hincapié en la exce~ en~eñ~nz~._rncluso en los e, ludios
tura, n·.· ·; -:prescinde de él. En la Edad Media la apelación al autor era la máxi- ciencia. y I~ tecnología tiene·preemine~ . enc1Ja c1ent1f1ca. La enseñanza de la
ma garantía de seriedad. "¿Cómo no va a ser verdad si lo dice el Maestro f}losof1a hay una tendencia a•ocu arsec1a en ~s pl_anes de estudio. Hasta en
{Arist6i.:lcs)?". Actualmente no se acepta una teoria porque la enuncie un prob!ernáticas. Los mecanismos q~ dº de la c1enc1a, en detrimento de otras
la primacía de lo científico. e isponen de la educación contribuyen a
autor prestigioso . A una teoría no se le exige que Ja haya enunciado Newton o
Einstein, sino que sea coherente, que sea factible de corroborarse con la expe-
rit!nch.· No obstante, el foco de coherencia que significa un autor está prese~-"
DISCURSO CIENTIFICO:
te en enunciados y teorías. Se sigue remitiendo a él, incluso sin haberse despo- - Deseo
jado totalmente del halo de seguridad que parecen emitir algunos autores des- - Poder
ta.;atlos. También e¡¡ ciencia este pdncipio de exclusión funciona: cada autor - Institución
,. exduye de su obra objetos, temas, niodalidades, delimitando así su discurso. - Prohibido
Hay más disciplinas que ciencias, pero cada ciencia está encuadrada en - Razón-locura
di~ciplinas. Por lo tanto lo que se ha dicho sobre las disciplinas en general, - Voiuntad de verdad
vaie para las disciplinas científicas. Son sistemas anónimos constituidos por ¡ - Comentario
errores y verdades que cumplen una función positiva. Marcan el horizonte te- !· - Autor
1·.
órico, es dedr lo que está en la verdad del discurso de cada época (voluntad 1 - Disc!plinas
r
de vud:id), y posibilitan la producción de nuevas proposiciones, siempre y - Ritual
cuando se enuncien respetando las exclusiones. - Sociedades de discurso
E! ritual, procedimíento propio del sujeto del discurso, acompaña al dis- - Grupos doctrinales
J6 i· - Educación
r,.
i 37

1r1 l • -1 1
1

' ., .,.
Hemos hecho una separación artificial del deseo, del poder, de la institu-
ción y de los sistemas de exclusión de! discurso. En realidad todos estos ele-
mentos iuncionan interactuando entre si, oponiéndose, complementándose y
expandiéndose. El discurso cientlfico es un constitutivo más de la sociedad.
No eS(;ilpa al juego de las pulsiones sociales y se atiene a sus exclusiones.
l
ft
í.
10. Formule su opinión sobr J
daméntela.
. . :..
e a rclac1611 discurso científico-poder. !-un-

Existe un esfuerzo renovado a través de la historia de la ciencia por "ob-


jeriviVir" el lenguaje científico. Leriche, un teórico de la roedicina, dice que si t
se quiere definir la enfermedad hay que deshumanizarla. Hay que olvidarse
cfo que la sede de Ja enfermedad es un hombre. Cuanto más racional y cientí-
rf
fico se pretende un lenguaje, más parco, alejado de toda emotividad y asépti- t
co debe ser. En nuestra época esto se ·ha logrado. En el discurso científico no ¡
deberá entrar el azar, no deberán irrumpir los instintos, se deberá excluir el
h:imor. No siempre fue así; Galileo mechaba sus textos científicos con anéc-
dotas, iranias, comentarios ad-hoc. Esto está prohibido hoy en el discurso
l
f.
BIBLIOGRAFÍA
FOUCAUL T, /\J., "El orden del d º ..
~ ;r;mcia, 2-12-70. iscurso ' Conferencia en el Colegio de
científico, salvo en algunos textÓs llamados de divulgación. . . i
Foucault dice que "las palabras son siempre una violencia que se les t REUD, S., )vfás allá del princi io ¡
Nuc:1·a, Madrid, 1973. P e e placer, .Obras completas, Biblioteca
h;¡ce a las cosas". No debemos creer entonces que si pudiéramos reaimen- f
te eliminar los sistemas de exclusión lograríamos recrear la realidad con l.
la~ p<>labras. Tampoco tenemos pruebas de que el mundo sea cómplice de
nuestro conocimiento y se deje atrapar por él. Ni siquiera podemos saber f
~í !'1 realidad tiene correlatos absolutos con nuestra razón como para que 1
1
é1ta nos dé totalmente cuenta de ella. Si pudiéramos incluir en el ·discurso lo j
~xcluido, no tendríamos seguridad de expresar así la realidad. En última ins-
tand.1, el conocimiento y el discurso colá.boran en la conformación de nuestro
mundo, es decir, no es esperable que un discurso salvaje y cristalino.nos refleje
al mundo tal cual es. Pero entendemos que tanto ei discurso en general, co-
mo el discurso científico en particular,pueden aspirar a una mayor iibertad, a
ür.;i soltura que permita entender la complejidad de los juegos negativos que
enrarecen el discurso, pero que a la vez lo constituyen. Podemos preguntar-
nos hasta qué punto las exclusiones del discurso -incluidas las del científi-
co- no están revelando el temor a los acontecimientos descarnados .

. '

l. ¡,Qué relación existe entre discurso y deseo?


2. ¿Qué relación existe entre diséurso y poder?
3. ¿Cómo se juega en el discurso la relación deseo-institución?
4. Desarrolle los procedimientos de exclusión externos del discurso.
5. Desarrolle los procedimientos de exclusión internos del discurso.
6. Desarrolle los procedimientos propios de! sujeto hablante.
7. ¿Qué relación hay entre los descubrimicºntos científicos y la \'.oll\ntad
de verdad?
8. ¿El discurso científico está regido por los procedimientos ele ~xclu­
sión? ¿Cómo?
9. Formule su opinión· sobre la relación discurso científico-des,eo., Fun-
daménteia.

38
39
1
¡:
confirmada y considerarse leyes, pero solamente si no son refutados o l.
surgen nuevas hipótesis que las superen. El conocimiento científico es 1
provi~ori~ porque la. tarea de Ja ciencia no se detiene: prosigue sus
mvest1gacrnnes con el fm de progresar en la comprensión de la realidad. La bus-
ca de Ja verdad en la ciencia es entonces una tarea abierta.
L~ cienci~, por lo tanto, exP.lica la...r.~liQ.<!d !Tl_~dianteJey~_?. Una mera re- 1
colección de datos o una descripción o enumeración de los hechos no consti-
1

8. L·:S CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO


tuyen por si mismo conocimiento científico. Es necesario formular enun-
ciados acerca de las relaciones constantes y generales de los fenómenos. Las
¡,
Jeyes-"iü:in-¡Ji. op-osi~ionesuñlversales que -esfaolecen baJo-Ci·ur·Circülls-
No todo conocimiento es cient[fico. Para serlo debe cumplir con ciertos tancias ocurre determinado hecho. Por mect"íOde. Iiis..
ieyes.. se c.cimp.rériélén ,[:..
r!_~~1tos. DesifeDrec1a a nuestros erras-;- tales requisitos no lian sido siempre ~.ech_~pa=ijg~.a.~~f"La-leyae-dilataéioñ C!e-iosiias'e·s-.---v ·
~ gf.~ · fij°a· ias· e:·óñol- i
les mismos, aunque algunas características han perdurado, fundamental- crnnes {la temperatura) en que se produce determinado fenómeno (la dilata- i

mente aquellas que definen a la ciencia como un saber crítico. Este tipo de ~ión); en una situación particular (una cantidad de oxígeno en un cilindro ba-
saber se distingue especialmentepof]Us7Tficar sus conÜCimientOS,--pordar
prtleliasoesu verda . . - - - - - - - - - - · - · ---·-- .. - ... ... .
JO los efectos del calor, se dilató), la ley permite encontrar, de todos los datos
observables, los elementos y la relación que explican esa situación (es-
r
--LilliistOría defPensamiento crítico en Occidente señala dos etapas pri- quematizando: gas + calor = dilatación). · 1
morchales: la época griega y la que va de la modernidad hasta nuestros días. I,._~ey~~i~f.!.@~a.s~g_!!_U_!ÜY~~-alesy explican los hechos particulares.
En 111 primera, el desarrollo filosófico estableció las bases del saber crítico e 1)mbiéi:i.J?~.f!1Jt~~-ª-c!~la_n~;i!~~~Jc:is_ slic~_s9:~~sEeobser·v-an ..que se .cumpien
influyó especial y profundamente hasta el s . XVII, y continúa iníluyendo. La en determmada s1tuac1ón las condiciones enunciadas en la ley, se pu ede saber
cr;;i,;e¡;ción del saber critico fue sistematizada por Aristóteles (384/322 a.C.). con an~icipación lo ~uc ocurrirá. Conociendo, por ej., las condiciones en c¡uc
Tomó como modelo a la geometría.A partir de la Modernidad, el r:10dtlo de se arro1a un proyecl!!, las leyes de movimiento de proyectiles, permiten saber
cic::!ciü es la física. Bajo la idea de este modelo, se cOrnieñ.zaaaesplái:ara la c~ál será su recorrido. l,,.'!tl~'..!!J...P.~EJJ.J!e.!llª-Pr.~4-ic;c.[ó.n_d~fe!l~.menos. Tam-
líi:iteí.iátíca corñoídeal y la caracterización de ciencia adopta los rasgos del sa- bién pueden comprenderse con ellas hechos ya ocurridos . Por ejemplo, la
ber a:erca de la naturaleza (physis, en griego). La disciplina más desrirrollada explosión del transbordador estadounidense Challenger puede ser explicada
y exitosa (primero la geometría y luego la física) provee el paradigma desde el en base a los datos reg!s'.rados en el momento de su lanzamiento; sal\'O que
rnai se juzga que es cientffico. esos datos no·sean suf1c1entes. Hempel denomina a este resultado, obtenido
Para Aristóteles la ciencia es "conocimiento por causas". Buscar las mediante leyes científicas, "retrodicción ": "determinar datos dci pasado en
c:::t1ins -aquello que hace que las cosas sean como son y no de otra manera- término de observaciones dadas".
cs la tarea científica. La actual concepción no se preocupa especialmente por ~~ po~~i!~~~~ .de e~x¡:ilicar :>'..P~~d~ir proporcionada por ias leyes eientifi-
la explicación causal, o por lo menos, ya no entien·de las causas a la manera cas permíte entender también las apficacioñes-ciéTa.cfoncfo.-Po-r conoce~ ias ·e-
tindkional. Hoy la tarea de la cienciá es tratar de describir la realidad p:ira lacionéS.enfrc-los 1.1ech(is; pr?aticíéñdoCierfOs-fer!ó_m_eños o impidiendo que' se
comprenderla en sus relaciones invariantes. Le preocupa "descubrir" las cone- prod.uz~an se ocas1ona1'. o evitan.otros. Las predicciones a partir d e las leyes del
xione5 constantes que se presentan entre los fenómenos. Las leyes científicas mov1m1ento de proyectiles permite especificar las condiciones de tiro de un ca-
i!xprcsan esas relaciones. En consecuencia, la tarea científica es buscar las leyes ñ.ón para o.btene.r un alcance·detc;rminado. Al establecerse por medio de predic-
<i!f!.!.C'!J.l_!}_an la realidad_. Si se reíleXíOñ.asolirecualquierade las le)·cs·máú:o.ñ6.ci- crnnes ~a d1latac1ón de .un gas baJO presión, puede evitarse que el recipiente que
dc.s, :;e observará cómo establecen una conexión entre ciertos elementos. lo contiene estalle: o bien calculando la presión máxima a recibir según el volu-
l\J(·!:·,:1s, distintas leyes, a su vez, se complementan para dar cuenta de los men del recipiente, o bien colocando el gas en un recipiente de volumen ade-
hec!ios .. Jncluso se intenta proponer leyes cada vez más generales que incluyan cuado para contener la dilatación del gas bajo la presión nccesarin .
ott;¡1s ieyes particulares. La ciencia formula teorías que, en sus explicaciones . Podemos.ahora comprender lo que afirma Hempel: "Las leyes generales
por medio de leyes, abarcan cada vez más fenómenos. tienen la función de estabiecer conexione's sistemáticas entre hechos empíri-
La flsica de Newton se cre!a que describía !ns mismas leyes de la naturn- cos ele tal modo que con su ayuda sea posible inferir a partir de algunos suce-
leza; esto es, eran leyes absoJ.utas por descubrir la verdadera estructura de la sos empíricos, otros sucesos semejantes a modo de explicación predicción o
realickd. Sin embargo, los desarrollos de fines del siglo pasado y de nuestro retrodicción" (1979, pág. 181). '
~1glo (por ej. Ja Teoría de la relatividad), manifiestan que tales leyes no son
si:i__g_el}_~al, las_~xp)jca_c_ion~s de hechos particulares por medio de leyes
fmrn:1ladas de una vez para siempre. No son leyes absolutas. El a\·ance de la
uníversale_s_r_~_q1J_i_e_reI!_fr1/IC'~[J~a.§_Q_~e.Q'u.~f~O.~.:>iógfrpj.):n el próximo apar-
ir,·,e-, '. i3ación cientlfica ha módificado y reemplazado teorías. Las leyes tado se cstud1nrán este tipo·dc relaciones lógicas entre las proposiciones cien-
y tf ··, r!as científicas son· hipótesis-de explicación, cuya verdad podrá ser tíficas. Mientras que los problemas de cómo se formulan las leyes científicas
72 73

{.· ·
- ~..l
v cómo se justifican serán planteados en ei capitulo referido a las dcncias de tj --
trumenlal adecuado, 19 c¡ue ocurre cuan-do ci eclipse sucede naturalmente
Ía naturaleza; ahora desarrollaremos otras caracterlsticas del conocimiento aleación de un nue\·o metal puede experimentarse: basta con prorncar la·
cient(tico. · cunstancias que permiten esa aieación. Para ello se requiere controlar la~
Se mencionó ya que las leyes se vinculan entres[; tanto porque hayTeycs cliciones (ci tipo y la cantidad de ios metales combinados, ia temperaltl'
de mayor generalidad que abarcan a otras, como por complementarse, para que se somete y el tiempo durante el cual están bajo los efectos del Gil
rfor C\lt'ílt~ ci (;un C!lmpo de estudio. Se cons\ituygi_a_sl teorjp.I_ cie!lf_fJ{r;_aJ,_"f?-~!.C:!i La experimentación po~_i_b_UiJa_}a_ve.rj[i_i;;~~ÍQtJ.. En efecto, por un í'"
ti:odns cst~11 formad~~ p_OJ._!J_t\_ c.QJjJuu_l~_~cJjfOpo~lclonc§ entrn.lft~_gue emte1_1 puecitilcreñúidi5 condicione§ (jlJC 1111 experi1Jl\f110 (',,1ip11l<J y, jlfO\'()Cíl(\() L
r'~ladoncs-Ió$·i~ns_~)~~lc~. ~el_~cio11~s__o~dcn.a11 . aJc.onjunto .de. ¡:nu!1c_1~do~ dán_: fenómeno, controlar si los hechos confirman o refutan io enunciado. Por
dolesünidad. Por medio de ella~ .se establece, además, la fµn_cla!l1cn_tac1Q_n__sl_c otro lado, cualquier persona capacitada puede repetir los experimento:; que
un~.:S-propo,s_i~i.op·e·s .po~_o_tras. ' . . llevaron a la formulación de un nuevo conocimiento y comprobar, al reiterar
- ··· En cada ciencia particular el ideal consiste en formular una teona que de las condiciones de la experimentación, los resultados .
explicación de todos los fenómenos de su ámbito de e~tudi_o e integre l~s t?- Las características seílaladas manifiestan que el conocimiento científico
or!as más restringidas elaboradas en su desarrollo h1stónco. ~a teona. ac no se obtiene azarosamente. Por el contrario, el investigador sigue procedi-
Newton explica hechos celestes y terrestres, recuperando las teonas de Galileo mientos, desarrolla su tarea en base a un plan previo. ~_?_C<?.!1_0_c_if!!ie~!~s se_
y Kepler. · · obtienen por la aplicación de métodos científicos. El conocimiento científico
Se denomina "estrucl!lrf!~ a_un co_!:ljun~~~<:.. el_~!"!!._e_r.!tos re_l~c;\onad_Q?_ esmetódicO.- -------------- --------------
entre sí; de"tiífmaneraC:ieXQ:.ns!ituir U_ll!QQ(), e11 el cua! cada efe!I!en!2. .CPil!\e_Q En res~men: la ciencia se caracteriza por ser· un conocimiento sistemáti-
mrembr.Ó) se reJ~c_igQ_<l;_~on_l()_S__otros y_se_ COJTlprrncJe en_f_g~l.Q!_l_d~l todp" Y.11 co, verijicoble y meto!Jrco q1.1eresulfü--asf]r.iñda-meritádo:-·~üs__r<j!J.!!~.d.c:s
"sisierna" es una estructura con capacidad d~ _de~~rr_<?\l~_::~e_ ()_c_r(!c_e~. El cono- sO:n pfi_i·iso_[.ip~; por-eñ~de~·ya:-rñvestigadóñ. pu~de _lleg~r a !:=JC>r.~~.!a_rlo_s_ o _re:
cimiento cieñiffico es-únºcue.rpo ..de pro.posiciones relacionadas entre sí, y, me-
emplazarlos_por otros ~evos. J?:! C(J_ngci111\ic11t9~ie!J!ílJ.c()_ l9gi:_~-~~í s~r _objet!vo.
cli:mte la investigación científica, se desarrolla. SJ !;Q!IOCÍmiento deTJ!.i.[i_cC}_ _e;_ "S!!_P.@livo" e~_!l:c¡u~l_l_si_!i~~--varí_a_ C(Jí! ca.el.a _sujeto, lo que est~ _dett:rmrna-
sistemático. Por serlo constituye una unidad ord_enada; losnueyos conoc1- do por las peculiaridades de cada individuo. "Objetivo" puede comprender-
mTentcis-:SéTrúegran-á.l°sísiéma, rel<1.ci()n_~!1do~:e con lbs ya _establecidos.. . . io
se como quecorrespoñili:'a lo..s i:ibjetos-_ Pero éomó n6Ción opuesta a "sub-
- El ci:mcicimiento· éientifico es un conocimient_?.f1111c{~3~e~_!<:7~.:-La J~_st1~ ·

l --
jetivo" .--sigríifiéa·ro ºéjuc-i-iiJ vai-iéiºcon-cada sÚjeio; sino que se presenta_ de
ficación de süº vúdad -sti¡:ioºñe iio<lú-m6s_~~~~I~~ _pr_µebas_ de ~u ye~dad._ Se . is.!:!ai"maneripara-todo sujéi6: El con-ce!iiode "objetividad" se relaciona con el
p!.:ede-C:ons!défarque h·ay ·dos-dimensíones en la fundarne~t.ac16n ~e!~ c1en- de 7 'intersÜbjÚivldad;'. ·Esta noción refiere al acuerdo o coincidencia entre
cb. En un sentido las relaciones lógicas entre las propos1c1ones c1ent1ficas; los sujetos: la coincidencia entre todos los sujetos o, mejor aún, '~On cual-
de~tro del sistema' que forman, establecen que unas son la justificación de quier sujeto. Se pretende que no se trata de un acuerdo entre los sujc '. os de un
otras, y dan coherencia al conjunto de enunciados. Esta ~imensión qu~ po?e~ grupo o de una época. Las creencias sobre las cuales coinciden un grupo de
rnos dcrwminar lógica es un requisito de la fundamentación de cualquier tipo fanáticos serian objetivas, si bastara él acuerdo de los miembros de ese gru-
de ciencia. El lenguaje científico contribuye a cumplir con esta dimensión, po. Se requiere el acuerdo de cualquier sujeto.
gradas a sus características, las cuales ya fueron expuestas en el apartado ·· La objetividad del conocimiento científico exige como rec¡uisitos_u_n len-
sobre el lenguaje. . . guaje preciso y ·univóW,cóñiüíliCabfo_a_ é_Üaiqui~r. sujeto capacitado, quien
Con excepción de la lógica y la ma~eIE~~i_c¡i_::-:-:coz:i2_<?_Y.eFemos--:·:las de11_!ás p9_.Qxfilj_sponei-- a~C~é-!_os "i:iém~n.~95-.iie-cés.a:ios_ para c_o rroborar _la \'.al_i_dez de
ciencias estu-dian.los "J-1echos-;-!a ·rea°lídad-extracien~í_fic~. ~ª._validez de sus_ ~e~ las teorías en sus aspectos lógicos y verificables.
orias cxigeademás ·otra dirrú!ñsión de .fú~C!~i!j~~tación. Exige la cqnfrontá- ,---La ~iencÍabuscaexpiTcar 'ta.re;Úfdad medfañte ley~s~ ias cuales posibili-
c!6ri.'Clesus propo5léíone5 coñ-la-reiilidá_q. _Sus_ p~_2p_osiciq11cs serán verdaderas tan adé~]iii~e.-ªiccfº-!le?_ Y:ªiíiI~~clo.~e.s _práctic.as- c1a-_t_ecn_o_l_ci_gía):.. El coricici-
o -fiiGas según exEta o noaéiecüa-cfó·ñ· con el .estado de cosas al que refieren. miento científico es un; conocimiento objetivo que se estructura en sistemas
Los con'ocimientos científiccis· se· fÜndáiT!entan.\an11;i_ién.ppr la verificación de veif]icaiiiés~-obtén(dos-;ineºiódicaiiiénte y comunicados en un lenguáji: ~cons·:
~ú3-enunCiaciós:-A"üñ(ilie.esie ·requisito de confrontación empírica no siemp:e truido-coñ réglas. precisas y explícitas donde se evita la ambiguedad y los sin-
es direi:to;·-n¡ ·total, para proposiciones universales. Ello plantea una s~na señlféfé)SdeTasexpre_~i9~~~-·-·---· - · ------ ·-· · - ·· · ··· · · · ·-··· -· ·-
problemática para la \:alidación de teorías el en tíficas; trataremos la cuestión
en el capítulo 3. .
La verificación de proposicJ()f'.e_:; __c_i_er:i_tificas se yincul~ a dos proced1-
rnientos:· 1á· ohs-er\·aclon y _la experime_ntación. L~ob.s:.e!~aq1.Qu_c_o_n~1ste en el
1c-ii.stro de los· Cfúos.. i::Ie..un· fenómeno; eriJ'?.r.!!1~ -~~~-f!lfl:.Y_qJ:ije!.iV~· En 1a_0'pe_-
rfrñe!1tacióri seº prÓ\~Oca- ·üija- ·sit~~a_ció~. ~~jo C0[1di~io_r.i_i:s _c_qn_troladas. En
astronomía los-·reriomenos son, en la mayoría de ios casos, observados; no
puede provocarse un eclipse, pero sí se puede atender y registrar, con el ins-.

74 75

··---···
":\ .

saber critico (fundamentado)


explica y predice hechos, por
BIBlIOGR-AFÍA- - 1
. . ·medio de leyes BABINI, J., Historia sucinta de la cie . f
c;aracte~st~cas sistemático saber en la historia, CEAL., Bs. ~~'.~,l~~fasa Calpe, Bs.As., 1959. El 1
del c~nocmuento _e:---verilicable ... ---·· ··. BACHEL~RD, G., La filosofía del no Arn . .
c1entilico ~metódico E_f ra~1onalismo aplicado, Paidós Bs orrortu Editores, Bs.As., 197.".. 1
objetivo
comunicable Oenguaje cientilico)
ntu c1ent(fico, Siglo XXI M' .· '
BUNGE 1 lv! L . . -~
1
·As., 1978. La formación del espí-
, ex1co, 1978. ¡
pro-.isorio COHEN Y ·N:.~~~~ fn~~o~~~~1~:~ufl~~of(a, Siglo XXI, Bs.As., 1972 .
Amorrortu Editores, Bs.As. 1981 ª gica Y. al método cientifico .-
COPI, !., Introducción a la lóg· E ~d b '
1. ¿Cuál es la tarea de Ja ciencia?
CHALMERS A ·Qué· ica, u e a, Jts. As., 1983. .
1984. ' ., G es esa cosa llamada ciencia?, Siglo XXI Madrid
2. ¿Qué es una ley científica? Ejemplifique. 1
GEYMO ' '
3. Cnr:v;!crke y ejemplifique: predicción, retrodicción, observación, experi- NAT, L., El pensamiento cie t(fi E
rner.ta ·; i;_!;L fía y filosofía de la ciencia Labon B1co, ludeba, Bs.As., 1968. Filoso-

l
4. E:\¡:líque hs características del conocimiento científico: sistemático, verifi- HEISENBERG W L . ' r, arce ona, 1972.
' ·• a 'tmagen de la t ¡
- cable, metódico, objetivo, comunicable y pro_visorio. - .. . .. _ .. . Barcelona, 1976. na ura eza en la física actual, Ariel,
~ HEMPEL K La exp/' . .
5. Cada una de las siguientes definiciones y caracteriiaciOñ-es-dé Ja Ciencia - 6 .
subray~n algún rasgo distintivo de Ja ciencia. Explicite y explique cuáles son
KOYRE, A., Estudio d~c~~t;i~ent(fi_ca, Pa!dós, Bs. As., 1979.
esos rn-.:gos tn cada una. - -- - - - .. xico, 1984. del pensamiento cient(fico, Siglo XXI. Mé-
5.a. "L:; ciencia es un modó de conocimiento que aspira a formular, median- NAGEL, E., La estmctura de la . . . .
te lcn¿;u:ij es rigurosos y apropiados, leyes por medio de las cuales se rigen los RUSSELL, B., La perspeclh-a cie~~'{J:~· ~a~d.ósB, Barcelona, 1981.
• ne1, arcelona, 1969 .
.. fenóm:•10s. Estas ley.:s son de diferentes órdenes. Todas tienen, empero, va-
rio: el~n1entm er? común: ser capaces de describir serfes de fenómenos; ser
cornprobabl~s por medio de la observación de los hechos y la experimenta-
ción; !\'.f capaces de ;iredecir acontecimientos futuros." Ferrater Mora.
5.b. "\"o emplearé la_palabra 'ciencia' de modo gue se refiera no solo .a las
formul;:ciones logradas de los resultados de la investigación, sino también a
los p·.:-::>ccdimientos que se requieren para establecer las pretensiones fundadas
del c·.:i::ocimiento, así como a las operaciones .que clarifican los significados
de ic~ e::rnnciados científico:;. En suma: por 'ciencia" entiendo una empresa
l1umar,a compleja que, por medio de métodos fidedignos, se aplica a la ob-
tenció;-i de cuerpos .de conocimientos formulados." E. Nagel.
5.c. "Ese creciente cuerpo de ideas llamado 'ciencia' que puede caracteri-
zarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por con-
sigu[c.1te falible." M. Bunge.
5.d. "La funciórl de la ciencia es en parte teórica -explicación- y en parte
práctica -predicción y aplicación técnica- (... ), ambas funciones son, en
cic'rtit medida, dos aspectos distintos de una y de la misma actividad'.' K.
Popp~r.
5.e. "La ciencia.~. es en primer lugar conocimiento (... ) conocimiento que
t:1i~::a leyes generales ( ... ). Gradualmente ... el aspecto de la ciencia corno ca-
. 1;ocimicnto es desplazado a segundo término por el aspecto de la ciencia co-
mo poder m:mipulador. Por conferirnos la ciencia este poder manipulador es
por .!o que tiene más import'ancia social que el arte. La ciencia como pcrsecu-
ci0n d .~ la verdad es igual pero no superior al arte. La ciencia corno tccnica,
aunque pueda tener poco v<!_lor intrínseco, posee una importancia práctica a
la que no puede aspirar el arte." B. Russell.

76
77
1

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1

.,;::..

10. LA CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS


~ -· .. La caracterización general de la ciencia brinda una visión unitaria de las
distintas disciplinas consideradas científicas. Pero éstas se diferencian por los
aspectos y ámbitos estudiados como por las metodologías utilizadas. Tales
diferencias no impiden agrupar a las ciencias por sus rasgos comunes.
Toda clasificación supone criterios. Cuando se trata de clasificar a las
ciencias, se suele considerar como criterios de clasificación el objeto ·de estu-
dio y los métodos.
Se denomina objeto de· estudio al sector o ámbito de la realidad esl o-
diada (v.-gr~Ja-biüiogla investiga los seres. vivos; mieiitra5 ,(¡üe la astronomia
se ocupa del movimiento de los cuerpos celestes), así como a la perspectiva o
punto de vista que interesa en la .investigación. La historia, la psicología , la
biología humana y la antropología se dedican al hombre (objeto), pero se
dirigen a aspectos diferentes (objeto de estudio).
Los métodos pueden considerarse en dos sentidos: por un lado, como
' procedimieniOs.para.el logro•de conocimier{tos.{parii•descutl"riri' ó·.. formu:
lar•if.eorfa."s} y, por otro-, corno las formas de justificación de la verdad de las
proposfClones científicas . Las nociones de "contexto de descubrim.iento" y
1
"coniexto aejustificación" se relacionan re\;pectivamente a esos dos sentidos
1 en.qüe-püede habliirse de métodos. El primh contexto comprende elementos
subjeilvosy. sítu.ad.onalés;·q·u·é Ópcian cuando un investigador busca formu-
i lar su teoría . Actualmente. algunos epistemólogos tienden a separar tajante-
1 mente ambos contextos y a desentepderse del de descubrimiento, piensan que su
: análisis pertenece a una psic,alogía del conodmiento. El contexto de justifica-
: ción es lo importante, para estos ,epistemólogos, si se pretende deslindar lo
científico de lo que 11º)º es {o, lo que es lo mismo, brindar "criterios de de-
marcación") y comprender,la1validezde los conocimientos de las ciencias. Se
entiende así que para ia cl¡¡sifíca.ción de las distintas disciplinas se tomen
hoy .en cuenta Jos métodos para ju~tifícar la verdad de las pr.oposiciones cien-
tíficas.
Otros criterios para la clasificación atienden a la especie de enunciados
que formulan las ciencias y ei tipo de .verdad de los mismos. Recordemos (ver
en el apartado anterior) que ,hay proposiciones que informan sobre la rea-
lidad (sintéticas o contingentés) mientras que otras nada dicen de la realidad
(anaf fticas o tautológicas). Mientra,s a las primeras les corresponde una verdad
contingente o fóctica, en el caso d¡; las segundas su verdad es necesaria o for-
mal.
Las ciencias se divid_s_n :enJo~n~~~~ _ Yjq~~~~ (del latín "factum ":
hech~ .
.,
101


!
f
1

La matemática y la lógica son ciencias.forma/es. Su objeto de estudio no En conexión con Ja discusión que sc'-acaba de mencionar, dentro de las 1
existe ·en ··ra realiifaa ··esi:iácio:frmpora·c Las·
-riúrñeros- y las- rfgúras -ge·ó~ ciencias fácticas se distinguen ias ciencias naturales y las ciencias sóciales- ·hÜ:
0°~!1as, clili iii-a_l~s_()_e:sp"[_i~it.~l~s. (La elcé:cióri -de ·uiió·u -ciironombrc-pro~one
1
i1
métricas son meras-ideas o peñsaiñiéntoS.. pero pucéíen-serapllciidos-a Ja r"éá-
ya una concepción del hombre). La distinción tiene en cuenta peculiari-
lidadº"einplrica.-.be-sºde oira. pérspectiva puede decirse que los sigri-6-S-delle-~­ 1

gua)é-mateñl~ffco·y lógico no refieren a una realidad extralingüística. Son dades de los objetos de estudio de cada uno de estos dos tipos de ciencias . Las
lenguajes forma/es, puesto que utilizan signos vacíos de contenido (de signifi- primeras se preocupan por la naturaleza; las segundas, por el ámbito de lo
cación). Esta característica permite comprender fa "aplicación" de la ge- humano. El hombre es un ser natural, pero su mundo ya no es natural. La na-
ometría a la realidad, por ej: esos signos vacios pueden hacerse corresponder turaleza..se desenvuelve en procesos independientes de la voíuntad humana;
con determinadas entidades empíricas, adquiriendo así significado. El cálcu- en camb10, el mundo del hombre es construido por él mismo. La naturaleza
lo del volumen de un pozo realizado en la tierra, se puede efectuar si se hace está gobernada por la necesidr.d. Si el hombre logra dominar los procesos-na-
corresponder a cada elemento de la fórmula geométrica del volumen de un turales ~s porque c~noce las leyes que regulan la realidad . Tales leyes permi-
cuerpo, un elemento del pozo, obteniéndose. como.resultado el volumen del. ten .explicar el estaoo actual por las condiciones c;!el pasado inmediato y pre-
·.,· - pozo. Este proceso se denomina "interpretación". EJ_qQj~to d_e e~JZ!.d[o .de las decir, por el estado actual, el futuro más o menos cercano. El ámbito huma-
no ya no pertenece al Reino de la Naturaleza, sino al Reino de la Libertad .
qenc\?s formales ,y~d_rJ.'!.É.~~is~e,_ ~q_n_ ~jgn_9~_ Y?.clQ~ _ql!~P.u_e<!.~f!_s_e_r_ i_n1e~pre- Entender al hombre como un ser libre supone que sus conductas y pro-
1a~s-~ . . . ·'
Los enunciados de estas ciencias son proposiciones analíticas o tautológi- ductos no pueden expiicarse por mecanismos ·naturales físicos y bioló1!icos.
cas. Son relaciones entre signos, entre signos vacíos interpretables. Los méto- ~n su ámbi~o, el estado anterior no determina la situación presente, sin~ que
.::~_c:ie__jl!stil}_c~l_ó_~E?n~gicos_. La demostración de un teorema···cs un \ esta ~e _manifie~ta como algo nuevo. Es decir, su mundo se caracteriza por la
ejemplo claro de cómo las verdades matemáticas se demuestran mediante un 1 creat1v1dad. Aoemás el hombre otorga sentido a sus acciones y sus productos.
encadenamiento deductivo, el cual permite inferir de los datos conocidos (hi- \ Ese sentido es inexplicable, en sus cambios históricos, partiendo solamente de
pótesis) la proposición demostrada (tesis). La demostración es un método la naturaleza.
c:ue permite conclusiones necesarias y definitivas (por lo menos -como vere- Hay distintas interpretaciones. Para unos, las ciencias denominadas so-
1!1os luego- dentro del sistema en que se logra la demostración) . La .verdad cialc5 no han llegado aún al desenvolvimiento necesario para poder explicar,
é:! las ciencias formales es necesaria y formal. como en las naturales, toda la actividad humana, por medio de leyes tan ne-
Las _denc_ias fácticas informan acerca de una realidad extralingüística. cesarias como las de la naturaleza. Si se llegara a esa etapa, ya no podrían
El_objeto de estudio es la realidad empírica, los hechos. Sus enunciados re- plantearse diferencias entre uno y otro tipo de ciencia. Para otros todo se
fieren aesos hechos; son proposiciones sintéticas.".Ei"método fundamental es la ~:--;plica biológicam~nte. La estructura cerebral del hombre posee un; comple-
se
vcrifi~ación, ia confrontación con ia realidad. Aunqúe-también uiítízan.inéto- jidad que le permite tener varias alternativas de respuesta. Este espectro
d.Q.:>)ógicosque.gáiantizan fa consistencia de lasteciffas, esto es;· la coherencia amplio· de respuestas cerebraies explica lo que se ha denominado libertad.
entre las "¡)rop6siciones ·c¡uéconfóññan ia-téOiiá ciiiritilica.-Cí-verdad de éSi"as Hay quienes sostienen que no existe avance científico capaz de explicar
c;éñdas ·és jáciica~ ¡)UésTo que depende de fos
hedías:· Es provisoria, puesto· que la conducta humana, ni ei sistema cerebral puede dar cuenta de las vicisitudes
que el hombre debe enfrentar en ias elecciones que ineludiblemente.se le
nuev-áS"investigaciories ¡)üedeñ presentar elemcr.to·s· para su .réfUiaCli'.in." ___ ·- ··-
.La física y la química son los ejemplos más claros de cómo en las ciencias presentan e.n su vida. Más aun, si pudiera comprenderse física y biológica-
1·~·~ticas se opera con interpretaciones de la matemática. Esta disciplina y mente la vida humana, tal comprensión no agotaria la problemática del
t:imbién la lógica son concebidas actualmente como ciencias instnu11enta/es, hombre en todas sus manifestaciones (históricas, políticas. culturales so-
es decir contribuyen a la formulación de teorías explicativas de la realidad ciales, religiosas y personales). · '
con alta precisión y exactitud, al tnismo tiempo que aseguran inferencias y Cada una de estas posiciones maneja presupuestos distintos . Las dos
cálculos ya probados y fundamentados formalmente. Por otra parte, se ha primeras posiciones mencionadas suponen un único método, el ele las ciencias
considerado como un ideal de toda ciencia la utilización del instrumental oro- naturales, válido para la explicación de todo objeto de estudio. La tercera re-
visto por la matemática. Pero tal ideal encuentra dificultades de aplicación en marca las diferencias entre lo humano y lo natural, porque entienden que la
,. muc:ias de las ciencias fácticas (v. gr. la geografía, pero más aún en la psico- metodología debe adaptarse al objeto de estudio y no a la inversa. Defienden
·1ogía, la sociología, etc.). Para algunos epistemólogos esta dificultad señala el principio aristotélico llamado "principio de la claridad objetiva": "Es pro-
c¡ue las disciplinas que se encuentran en esa situación no han llegado aún a pio del hombre instruido buscar la exactitud en cada género de conocimientos
constituirse totalmente como ciencias . Para otros, esta exigencia de materna-. en la medida en que la admite la naturaleza del asunto" (Aristóteles. Etica
tización no es aplicable a todos los ámbitos de estudio; o por lo menos debe Nicomaquea. I, ~· 1_094, b, 20-5). Cada :ímbíto de objetos requiere, de acuer-
n:~tringirsc esa exigencia a aspectos o partes de una teoría. En el fondo, está do con sus peculiaridades, adecuadas exi¡;encias metódicas de cientificidad.
er. discusión si hay una unidad metodológica para todas las ciencias fácticas En el capítulo 11 se desarrollarán las caracteris1icas y método de las cien-
0, por el contrario, si es necesario efectuar distinciones que llevarían a subdi- cias formales . En el Ill, se tratarán los problemas metodológicos de funda-
vLiones de este tipo de ciencia .- mentación en las ciencias naturales. En el IV, volveremos a .discutir la pro ble-

102 103
mática de las ciencias sociales. Sobre el tema de la objetividad.científica, en
relación a lo expuesto en el primer apartado de este capítulo, se. reflexionará
en el V.

,;¡:_•.

1. -Complete el siguiente cuadro sintéticamente:

CIENCIAS FORMALES CIENCIAS FÁc;TICAS


'
OBJETO DE i
ESTUDIO

TIPO DE
ENUNCIADO

MÉTODOS '·

TIPO DE
VERDAD

SUBDIVISIONES

EJEMPLOS DE
CIENCIAS
DE CADA TIPO \
--------
2. -¿En qué se diferencian la naturaleza y el ámbito de lo humano

BIBLIOGRAFÍA

ARISTÓTELES, Ética a Nfcómaco, Instituto de Estudios Políticos, Madrid


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COLACILLI DE MURO, M. y"J., Elementos de lógica moderna y filosojía,
Estrada, Bs.As., 1969. "

104

·L---.·-----·-.-.. -·---~-·-'

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